Alguien, no importa quién

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ALGUIEN, NO IMPORTA QUIÉN Matías Sapegno, 2018. Todos los derechos reservados msapegno@gmail.com

A Lautaro, que me sugirió el título


AGUA Sube el agua mientras el sol se va. Todo no puedo llevar.

Repaso urgente. Alguien tiene que saber.

PurĂŠ de libretas, y una computadora con tantas cosas, livianas como una luz.

Alguien tiene que saber. Medias secas y una toalla de mochila.

Un lĂĄpiz y una pared como una carta. Alguien tiene que saber.

Una cĂĄmara mojada, con fotos inundadas. Alguien tiene que saber.

Respiro por el grabador. El led se enciende y respiro por el grabador. Alguien tiene que saber. Alguien tiene que saber.



MÉTODOS En otro siglo pensaremos si fue el momento de renunciar. Ahora llegamos a la zona inexplorada. Seguir temas y personajes, estudiar formas. El temor viene cuando aparecen más posibilidades. ¿Y si escribiendo se construyen cosas? Como esta duda. Pulís el espejo para verte mejor. Un poco más allá o más acá. Descubrir una luz y seguirla.



VISIONES/VERSIONES Por el placer y el deseo, no debería perder tiempo. Los días me pasan. Veo caras y situaciones y ángulos de calles con luces y contraluces que no quedan asentados en ningún lado. La imagen de un chico mirando los montes que rodean su pueblito, preguntándose qué hay allá. Que no se corte el flujo y el universo hable. El ánimo sólido, la mirada transparente. Aprender la soledad. Pedalear sin esfuerzo. Darle como un idiota con hambre. ¿A qué podría aspirar? A un día más de libertad. Anoche hubo tormenta y sigue haciendo calor.



CARNE Estaba ahí porque se lo había ganado a pulso; había demostrado que era más hábil, mejor que el resto. Calculaba que en diez años podría pescar algo grande y brillante. La noche anterior había visto una película de corsos y árabes para profundizar en el misterio. Quería que el día que se presentaba no fuera igual. Buscaba hacerlo a propósito, con una intención, una orientación, una fe. Haciendo carne la paciencia y la bondad, como dos cosas que estaban ahí nomás unos metros bajo tierra. ¿Qué más podía soñar? Un enano que dice “Calláte, ¿para qué?”. Llenar el vacío y la duda dibujando. O escribiendo. O soplando. O besando. Para despertarse más o menos con un entusiasmo. Debía repensarlo todo. Y si algo de magia había, deseaba. Sobre todo sumergirse en la magia. Sin miedo ni a la soledad. Sin rabia ni frustración. Sería su pasaje a la China. Lejos de la chota vida como una agenda donde se van tachando las cosas hechas. Atento, abierto y paciente. Ser una cañita voladora o tener los pies de barro. Necesitaría cuatro vidas para entenderlo.



MI SOL Me gustaría recuperar algo de todo aquello. Vuelvo a desear después de algún tiempo. Es un martes pobre, nada emocionante. Disfrutar de cara al sol y ver cómo atardece en amarillo en la laguna. El sol vive para el aplauso. Todo riqueza. ¿Qué elegiría como regalo de navidad? La imagen que logra un pintor, contundente como una opinión. Quizá la punta de un mundo nuevo. Algo me está esperando y viene de allá.



ENROSQUE Una chica rema en su kayak con movimientos frágiles pero no débiles, sumando kilómetros y palabras. Con una energía electrizante, un fluir dorado, un dinamismo templado, un andar en patas, un cagarse de risa. Eso debería pagar. Trabajar como un grumete, pensando en dos o tres perlas. Sin enroscarse con el cordón del ego. Un tipo en la plaza limpia las plantillas de sus zapatos, fregándolas entre sí, tratando de desprenderles la mugre. Salir del agujero. El agujuego. Salir. No ve la hora de irse, quizá el azar le sonríe. El placer y el goce de la creación, esas golosinas. Sutil, profundo y simple. Cheever dijo que en los suburbios hay material para la literatura, ¿pero al revés? Ya me voy a dar cuenta cuando pase. Como una reconstrucción, solo que el modelo está en la imaginación o la memoria. ¿En el alma, no? La distancia es el ardor. Punto oscuro que me incomoda tanto.



CONSTE Que quede constancia de dónde y cómo estábamos. Se ve clarito. Lo está haciendo ahora. Inmensamente hermoso. Como lavar los pies al caminante desconocido. Hace que brillen los que uno quiere. Es más o menos la idea que entendí. Una descripción. Libre y feliz con el sol en el cuerpo. Vivo, cercano y totalmente real. Quieto. Mezcla de agotamiento e indiferencia, deseos y frustraciones. Finalmente, una razón para sonreír. Una serie de cosas que te hacen bien. Sin culpa. Un pasito en el último tramo y otras posibilidades. Si no, es como si estuvieras muerto, como si hubieras existido pero ya no. Me voy al agua.



SOMBRAS Si te fijás bien en sus ojos, podés ver que allá en el fondo hay un punto negro, fijo, que no se va a disolver nunca pero tampoco le va a impedir vivir su segunda vida. Aproximarse a algo observando, escuchando, tanteando, probando hasta descifrar la clave y poder entrar. Seguir una imagen que aparece en la mente y masticarla. Ningún minuto sobra. Esos consejos que me dieron de decir sí, perdón y tenés razón, llega un momento en que son al pedo. Deseo llama a dolor. Una mujer policía pidió volver a los peligros de la calle para no estar rodeada de pelotudos en la oficina. “Prefiero a los borrachos y los locos antes que a esos pajeros”.



PONGO Saco al sol pocas cosas. Vuelvo a poner cada letra en esa palabra. Veremos si un mar en calma trae algo a la costa. Cotidianeidad gozosa. Un personaje de Márai siente que todas las cosas brillan y son interesantes y dice: ya no me aburriré. Hoy traté de ser bueno y fallé. Hacer eso me trajo hasta acá.



RAZONES Un albañil que trabaja en altura se agarra los huevos cada vez que el viejo del edificio de enfrente se asoma para ver cómo va la cosa. En un zapping de la noche capté a un pistolero chino decir: ¿Querés certezas? Cuando estés muerto tendrás certezas ¡La de que estás muerto! Quisiera preguntarle a ese señor pelado (en invierno anda de sobretodo y guantes negros) a qué se dedica, pero en serio a qué se dedica y qué lleva en su maletín. Él, sorprendido y después de un silencio, me contaría algo tremendo, diría que hace algo titánico, de a poquitito cada día, y que en ese ratito dice que él no existe, que no come, que casi ni respira. Los ojitos se le encenderían mientras me lo cuenta.



BRACEANDO Una laguna seca llena de mediocridad y el fondo se agrieta, y entre las grietas salen brotes que se agrietan y salen brotes y así... Con pozos de agua oscura, hondos como ojos. Logramos una armonía distante. No dije nada que pueda usarse en mi contra y no se me ocurrió preguntar nada más. Mañana las montañas y que la cosa vibre y brille. Se me trababa la lengua como un idiota o un borracho... y solo quería decirle al músico “muy bueno lo tuyo”.



GOZNES Una música rasposa y peculiar. La Mort empezaba todos los días con algo distinto y se iba modificando el relato. No quiere que la tomen por pelotuda. Con una copita de coñac diaria, hablemos de mediocridad. O compartamos un pollo entre muchos. Que me vienen con lo del bar de Tlehuete, si todo aquello fueron cosas de la mente. Lo escuché clarito en un sueño. Ya no indago en los sueños. La violencia como una afirmación vital del César. Lo obvio sería sacar fuerzas del amor. Esto sigue siendo gratis.



ESTIRAR El solaz y un deleite al alcance del brazo. Que no sea necesario pedirlo. Aunque no pase nada, encontrar sin buscar. Una gruesa enfermedad, como el odio. Está ahí en el aire. Tanta impostura, rabia y frustración. Los ojos de los lirios. Se desvive por descubrirlo, esperando que aparezca. Sin apuro. Como un detective de sillón, que resuelve todo con un whisky. “No des nada por cerrado”. Y tuvo razón. Diversión, ternura, curiosidad, felicidad, angustia y vuelta al comienzo. Cumbres eróticas, donde la poesía es el uso de la lengua con ritmo. Hacer las prácticas del día. Tratando de mejorar el camino. Hay un ruido. El gusto a nada, la incertidumbre o la angustia. Hoy no me di cuenta.



MESA Preparar la cabeza para una prueba especial. Algo o alguien que te saque un poco para arriba. Saltos, cambios de frecuencia, asomarse a jardines. Cambios como hachazos, estados nuevos y breves. Con agua en el tanque y sin los escombros. La soberbia estúpida de los años estúpidos y batallas estúpidas perdidas. Partir de una imperfección para adquirir algo de forma lenta y eterna. Poner una mesa grande para escuchar, con luz y tiempo, tratando de hacerlo mejor. Percepciones por la mitad: cómo entra alguien a un lugar, cómo brilla una copa ya vacía, qué sentimos al levantarnos, cómo nos pega una frustración o recibir una llamada en medio de la noche, qué siente alguien que se despide, qué piensa una piba que se para frente a una vidriera para mirarse las tetas. ¿En qué te transformarías ahora? ¿Te olvidaste cómo era?



CHINOS Dio un paso al costado para que nadie lo vea, mientras sigue dando vueltas alrededor de una intuición. Hace la faena, tiene los platos girando, los platos, girando. Tiene un consuelo y el disfrute de callarse a tiempo. Puso interés, fuerzas y resortes para descubrir el misterio de cómo hacer una noche hermosa, aunque duda que se pueda acelerar la alquimia. Salió y volvió con algo... “me quedo con tu opio y mi duda”.



TIEMPOS Revolvió las cosas de siempre buscando cada vez más hondo. La piecita del fondo como cápsula del tiempo. Una covacha con latas y diarios viejos. Un rincón del corazón bajo tantas llaves. El cuarto oscuro de vergüenzas y tan pesadas las cortinas. Unas fotos, unas cartas que no se entienden sin vos. Los años suman neblina y está tan frío el sol. Quisiera quemarlo todo, restos, tablas, pero todo se pudrió. Reviso los diarios y hubo un tiempo donde no peleamos. Un tiempo de carne y billete. Un tiempo de príncipe, sin urgencias, yendo por la vereda del juego y la distracción. Lenguajes del delirio.



HAY Para el hambre no hay escalas ni escalones. Hay eso. Mientras, un tilingo tira los dados en un juego de mesa sabiendo que va a ganar. Dibujรณ a un hombre fumando una pipa sobre un barquito. Ella adora a los orientales. Serรก por su crueldad. La de ellos. La de ella.



QUIÉN ¿Qué pasaría si te pudieras expandir como la luz de un tubo fluorescente? Teñir de verde las caras, chorrear por las paredes, quemar ilusiones, pudrir los pensamientos, volverte insoportable...


NADO Elegir algo y dejar el resto, así vale el deseo. Olvidarse de uno en un lugar tibio de sábanas suaves. Dice “hace dos días que no duermo, se me trabó la cabeza” y siente las ideas como cosas viejas al lado de las vías. Serenarse y saber preguntar, prepararse para nadar en aguas heladas. En un momento sonreía y no sabía bien por qué (mientras Chet Baker me pega con la trompeta en el pecho).


COSAS Pretensiรณn, suficiencia, ignorancia, arrogancia y desmesura. Nadie quiere aprender de verdad. Resistir, cavar hondo en el tiempo. Poner atenciรณn y confiar en la improvisaciรณn. Estar atento a las noticias, distracciones de hoy. Por amor o por miedo, hay que elegir.


una pelota de miga un laburo sencillo bien pagado un segundo para mirar a todos un arte que te mantenga a salvo el aire, en voz alta, y la diferencia, escribiendo tiempo para estas cosas ver claramente mi cara

si me afanan la certeza serรกn mรกs ideas que antes

Santa Rosa, La Pampa, Argentina. 2018



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