El Pircano, Los señores del Guitarrón

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Número 1 Julio 2001

Fotografía:Mauricio Botello

Personajes folclóricos de Pirque Mauricio Botello Nieto


Director y Representante Legal: Mauricio Botello Nieto E-Mail: botellopirque@gmail.com Diseño Gráfico y Fotografías: Mauricio Botello Nieto Foto Portada “Los últimos cinco guitarroneros de Pirque”(Mauricio Botello) Colección “El Pircano” “Los Señores del Guitarrón” Capítulo I Año I Julio 2001

Colaboración y Agradecimientos Santos Rubio Morales Cultor folclorista Alfonso Rubio Morales Cultor folclorista Juan Pérez Ibarra Cultor folclorista Cesar A. Huapaya Investigador y Poeta peruano Mónica Pedreros Zúñiga Encargada Proyecto del Fondart: “El Guitarrón Chileno”

Bibliografía “Cantos Folclóricos Chilenos” / Violeta Parra 1979 “Puente Alto, su pasado, su presente” / Ayán Quintana Molina 1962 “A la pinta, Lázaro Salgado Aguirre” / César A. Huapaya 1987 “Paya, Payadores. Cantar Popular” / Enrique Donoso Muga 1994 “Roberto Parra” / Ediciones Brocha 1996 “El Mirador de Lukas” / Nº 3 Noviembre 1997 “Patrimonio Cultural” / Nº 21, año VI, Otoño 2001

Prohibida la Reproducción Total o Parcial del Material Fotográfico. Se autoriza la Reproducción de textos sólo bajo el consentimiento del autor, y citando la fuente: El Pircano / Mauricio Botello Nieto

Fotografía:Mauricio Botello


Redescubriendo nuestra Identidad

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sta es la primera edición de “El Pircano”, una colección de capítulos que irá plasmando en cada número los paisajes, la arquitectura, los personajes y en general la cultura e historia de nuestro Pirque. Por eso lo invitamos a conocer y aprender nuestro pasado, nuestras raíces, antes que el tiempo y el progreso vaya borrando lo que aún queda. Trataremos de armar en cada número ese gran puzzle de historias e imágenes que guarda nuestra comuna. Será nuestro grano de arena en el rescate en la cultura local. Vamos a retrotraer a personajes y sucesos olvidados antes que el tiempo los borre, sabiendo de antemano que ya mucho se ha perdido para siempre. Queremos rescatar esas viejas tradiciones y presentárselas a ustedes, para que conozcan su tierra, sobre todo a las nuevas generaciones, los jóvenes, huérfanos de identidad y amantes en exceso de lo extranjero. En un planeta cada vez más globalizado e interconectado, que nos ha traído maravillas

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y progresos impensados por cierto, pero que también nos ha hecho dejar en el olvido lo más nuestro y auténtico. Nuestra aldea, nuestra gente. Por eso este salvavidas para recuperar lo que aún nos queda. Necesitamos tiempo y dedicación para esta gran tarea y queremos pedirle a cada uno de ustedes la colaboración y el aporte necesario para construir un gran archivo de imágenes y textos, donde la vieja historia del abuelo, la l eye n d a , l a fo to g raf í a antigua del añoso álbum serán pequeños tesoros para ir forjando una colección que será de tremendo valor para la familia pircana, para los hijos y las futuras generaciones. En este número lo invitamos a hacer un primer recorrido por la poesía y el folclor musical de la zona, a través de sus personajes campesinos. Esperando su valiosa recepción y colaboración nos despedimos hasta una próxima edición. “Mauricio Botello Nieto”


Fotografía:Mauricio Botello

“Yo me acuerdo que de antaño los poetas se explayaban y en el Guitarrón cantaban amores o desengaños; nada parecía extraño en el arte de cantar, quien sabía improvisar muy alto su nombre estaba y en todas partes reinaba la poesía popular.” Lázaro Salgado Aguirre (Antiguo cantor Guitarronero de origen Pircano)

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“Desenterrando Cántaros de Greda…”

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ioleta Parra recorrió campos y A propósito de este antiguo instrumento les valles de la zona central contaremos del proyecto que financió el “desenterrando cántaros de Fondart para rescatar el sonido del greda”, como dice un verso de guitarrón chileno y sus cultores, los últimos su hermano Nicanor. Busco a los cantores de que quedan en Pirque, con Santos y Alfonso la décima, quienes mantuvieron la tradición Rubio, Juan Pérez, Manuel Saavedra y don en forma oral desde la época de la conquista Osvaldo del Tránsito Ulloa. española. Uno de esos sitios, que en más de Entre tanto cantor o “payaor” olvídado una oportunidad visitó, fue nuestra rescatamos a uno que fue paté' perro y comuna. Estamos hablando de hace más de aniñado como ninguno, se llamaba Lázaro treinta y cinco años atrás, tiempo en que Salgado y vivió gran parte de su vida en Pirque era un reducto ideal donde los Valparaíso, sus padres eran de Santa Rita y fa b u l o s o s p a rq u e s los dos cantaban y aristocráticos tocaban el guitarrón. convivían con un Lázaro compuso mundo campechano valses, cuecas y que cobijaba a tonadas, y según los trovadores y lejanos ecos de su guitarroneros, vida sería una de las muchos de ellos tres personas que se campesinos, arrieros juntaron una noche a y mineros, que se componer un vals contaban por varias m e m o ra b l e p a ra Fotografía:Mauricio Botello decenas, hoy quedan Valparaíso. muy pocos. De esos Finalmente debemos Botello encuentros entregamosFotografía:Mauricio una entrevista que decir que hacer este breve recorrido visual y Violeta le hizo a Don Emilio Lobos. escrito por el folclore de Pirque, a través de Pirque esconde secretos muy vinculados sus personajes y plasmarlo en este primer con los señores del guitarrón. Aquel capítulo, resulta revelador sobre todo legendario instrumento típicamente chileno porque una comuna como Pirque que aún que tiene sus misteriosos orígenes en conserva vestigios campestres, esconde nuestro campo, no hay cantor acá que no le muchos secretos, personajes e historias arranque melodías al “Guitarrón Chileno” que es necesario rescatar y preservar. como le denominan y que no retenga alguna imagen borrosa del abuelo afinando este instrumento.

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C A P Í T U L O I

Los señores de la Décima Los jesuitas utilizaron la décima en una labor evangelizadora, esta estructura poética quedó grabada en los campesinos. San Juan de Pirque fue propiedad de aquella orden en el siglo XVII.

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os misioneros españoles trajeron, con la conquista de América la estructura poética llamada Décima, la estrofa de 10 líneas o versos, la que permaneció en la tradición de los pueblos hispanoamericanos. Cada país le impuso su propio sello particular denominándola con distintos nombres. La creación de esta estructura poética se le adjudica a Don Vicente Espinel, quien en 1591 publicó su libro: “ diversas rimas de Vicente Espinel beneficiado de las iglesias de ronda”, y en homenaje a él se le llama Décima Espinela. Esta forma básica aún perdura acá y no así en otros países, aunque para payar se usa más la cuarteta y la décima en el verso hecho o escrito. Cuando los jesuitas vienen a evangelizar a América, utilizan esta estructura poética para enseñar la palabra de Dios. En chile es aprendida rápidamente, y al irse los jesuitas, se queda en la memoria de los criollos. En San Juan de Pirque hubo una orden jesuita en el siglo XVII y probablemente dejaron huella en los pocos habitantes de la zona , campesinos e

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indígenas que habían en ese tiempo. Después nació la necesidad de expresar la fe, y comienzan a cantar sus décimas “a lo Divino”, inspirados en ideas bíblicas o religiosas. El cantor campesino luego utiliza la poesía para relatar los acontecimientos de su época, es así como nacen en el 1800 los poetas andantes que difunden el cantar popular y también noticias de la época, así a mediados del siglo XIX aparece la “Lira Popular”, el antepasado del periódico moderno. Estos eran pliegos colgados en cordeles como los diarios que cuelgan en los quioscos hoy día. Se repartían o vendían y en ellas se relataban noticias en forma de versos, como las ocurridas en él gobierno de Balmaceda en la guerra del Pacífico, también hechos cotidianos, los que eran graficados con imágenes poéticas y rústicas. Los poetas andantes junto a la Lira Popular van desapareciendo en las primeras décadas del siglo XX, con la expansión de los primeros periódicos de la época. Otra modalidad de este arte campesino que va perdiendo intensidad o sentido con el tiempo es el “contrapunto”, donde los payadores se baten en un duelo poético en relación a un tema. Hoy estas disputas tienen un sentido más lúdico


que en su tiempo donde se producían verdaderas contiendas a muerte. El vencido era prácticamente humillado por su contenedor ante la presencia de mucha gente. Clásico es el duelo trágico entre Don

modernidad hicieron posible que los cultores transmitieran sus conocimientos a sus hijos y así sucesivamente. Esto queda muy bien graficado en Pirque, una zona rodeada de cerros y un río Maipo encajonado profundamente impidió que este valle se fundiera con el centro urbano más cercano que era Puente Alto. Se convirtió en el sitio preferido para familias influyentes que buscaron la belleza y también el aislamiento que la propia naturaleza del valle de Pirque con sus montañas y ríos imponía. Hay que recordar que la única entrada a Pirque era por el Puente San Ramón, en ese entonces de madera y con un portón que se cerraba en las noches. Ese carácter de encierro hizo posible la mantención de tradiciones que sin embargo hoy tienen un futuro incierto, Pirque ya no es un reducto impenetrable, los señores de la Décima y el guitarrón han ido desapareciendo. En el futuro y como parte inevitable del progreso nuestra comuna se irá abriendo más en distintos ámbitos y cada vez se hará más frágil y difícil resguardar lo nuestro.

Javier de la Rosa , señor latifundista de Copequén, y el mulato Taguada, maulino. Ellos se batieron a duelo en Curicó a fines del siglo XVIII según Encina. Otros dicen que fue en Tagua Tagua, el hecho es que después de días de enfrentamiento en que el letrado Don Javier termina acosando con sus versos a Taguada que queda sin responder en varias oportunidades. Taguada no soporta la humillación y se quita la vida al día siguiente. Pero a demás el canto a lo divino, está el canto a lo humano, una modalidad donde el payador cuenta con una mayor variedad de recursos y temas para sus versos. El lado ingenioso y pícaro del poeta o payador también aflora y se suma a la amplia gama de temas que ellos abarcan. Los reductos geográficos naturales que cobijan poblados campesinos en la zona central han sido factor importante donde las tradiciones no se han perdido. Estos lugares abrazados por la Precordillera y alejados de todo asomo de

“…Pirque, una zona aislada por su propia naturaleza, hizo posible la mantención de antiguas tradiciones, sin embargo, hoy día tienen un futuro incierto…”

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El Guitarrón Chileno ¿o el Guitarrón Pircano?

Durante dos años consecutivos el Fondart financió un Proyecto para rescatar el sonido de un instrumente ancestral y chileno. El olvido y el peligro de extinción del Guitarrón y sus cultores así lo ameritaba. Pirque fue el lugar indicado para rastrear sus huellas y sus exponentes…

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Los guitarroneros que aún mantienen la tradición: de izquierda a derecha: Juan Pérez, Santos Rubio, Alfonso Rubio, Osvaldo del Tránsito Ulloa (el “chosto”) y don Manuel Saavedra

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o ex i ste u n estudio de investigación acabado, ni tampoco rastros que den pistas precisas del origen del origen de este antiguo instrumento que los folcloristas denominan “El Guitarrón Chileno”, según la opinión de muchos estudiosos, su cuna de nacimiento estaría en Pirque. Probablemente por

la inmensa cantidad de guitarroneros, cantores y poetas que albergó en un tiempo ya ido, quizás por qué en ella nacieron los mejores cultores como don Liborio y Lázaro Salgado, Don Juan de Dios Reyes, Don Emilio Lobos o Don Manuel Ulloa. Además hemos sido visitados por innumerables Folcloristas incluyendo la misma Violeta Parra, y por qué además

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hoy en la actualidad quedan cinco cultores, cantidad apreciable para nuestra comuna, ya que no deben quedar más de 15 en todo el país. Si a eso añadimos que nuestros vecinos de comunas como Puente Alto, Las Vizcachas, Casas Viejas y San José de Maipo, también tuvieron decenas de guitarroneros en su tiempo de los cuales ya quedan muy


Fotografía:Mauricio Botello

“El guitarrón Chileno: patrimonio cultural de Pirque”. Un arte perdido y olvidado quedó registrado en 600 copias que fueron donadas a colegios e instituciones de la región metropolitana. Ojalá se dé un nuevo impulso a este proyecto, para que en un futuro cercano sea editado para su al público. Una forma también de reforzar la importancia cultural que tiene Pirque en distintos ámbitos del patrimonio cultural chileno.

pocos o ninguno. Es por eso que las pistas apuntan a Pirque como uno de los pocos lugares donde se mantiene esta tradición. El “Guitarrón” se diferencia de la guitarra clásica por su forma externa donde la caja del instrumento es más chica, el brazo es más corto y la paleta de un tamaño mayor. Esta tiene 21 clavijas, más 4 cuerdas llamadas diablitos. Su sonido es más autóctono y ancestral que el de la guitarra, pero donde radica, para nosotros, su importancia es que sus orígenes están en nuestra tierra y por lo tanto no es solamente un patrimonio de nuestra cultura campesina chilena, sino que representa una tradición de Pirque, que aún perdura y que corre serio peligro de extinción. Para evitar su desaparición y dar a conocer un aspecto de nuestra cultura, desconocida para la gran mayoría, durante dos años

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consecutivos (1999 y 2000) e l fo n d a r t a p o y ó d o s proyectos que tuvieron la finalidad de rescatar y difundir el mítico sonido del g u i ta r ró n j u nto a s u s cultores. Para ello se fijó a Pirque como zona privilegiada y se proyectó en una primera etapa una serie de recitales gratuitos dentro de la Provincia Cordillera. En estos eventos se reunió a los 5 cultores Pircanos que aún quedan: Don Juan Manuel Saavedra de 76 años, quien llegó muy joven a Pirque, donde vivió 50 años en Huingán; Osvaldo del Transito Ulloa de 63 años de El Principal; Santos Rubio Morales de 60 años de la Puntilla; Juan Pérez Ibarra de 44 años de Santa Rita y Alfonso Rubio Morales, el más joven exponente, de 38 años, Puntillano, quien hoy vive en El Principal. El guitarrón fue rescatado de su olvido con este proyecto donde la música, la poesía, las entrevistas y las fotografías dieron forma al


Fotografía:Mauricio Botello

“Existe en la Provincia Cordillera y en especial en la comuna de Pirque, fundamentos de investigación suficientes para determinar qué es en ella donde han vivido y se mantienen vigentes los más antiguos guitarroneros, los que se han encargado en forma natural de transmitir su arte de generación en generación. La mínima difusión de su música, los poquísimos guitarroneros con que se cuenta y la escasa promoción cultural de sus intérpretes, nos pone en riesgo de que este tesoro único de nuestra tradición musical se pierda”. Mónica Pedreros Zúñiga (Coordinadora Proyecto Fondart “Guitarrón Chileno, Herencia Musical de Pirque”)

material y contenido que llevaría esta obra que estará destinada a colegios e instituciones. Después se preparó y se ensayó lo que finalmente sería editado. Se hicieron asambleas donde además de los guitarroneros estaba la coordinadora del proyecto, doña Mónica Pedreros. Para realizar estas reuniones semanales se escogió la casa de Juan Pérez ubicada en la arboleda de Santa Rita. El adobe antiguo y la madera de la casa de Juan, el hermoso entorno campestre, una

chimenea encendida con una tetera y un pan amasado caliente, que en otras oportunidades cambiaba a tortillas o sopaipillas, eran junto a las charlas de estos cinco sabios guitarroneros un imán irresistible para quedarse escuchando durante horas a estos antiguos músicos campesinos. Alfonso toca versos por “El Libro de Siete Ellos”, Don Manuel versos por “El Alto Firmamento”, Santos ensaya versos por

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Después de tres meses las reuniones en casa de Juan Pérez han dado sus frutos y el contenido que llevará el Compac disc está listo. Los guitarroneros comienzan una serie de sesiones en un estudio de grabación en Santiago. Se trata de un logro histórico para el folclore y para Pirque: El guitarrón chileno y sus exponentes quedarán registrados para el estudio y conocimiento de las actuales y futuras generaciones. Después de terminar la grabación se hizo el lanzamiento oficial de esta obra musical en un conocido cine en noviembre del año pasado donde los cantores presentaron su obra los invitados. A continuación, vino un segundo lanzamiento en Santiago, en La Biblioteca Nacional. Carlomagno”, don Osvaldo Ulloa verso por “revelación” y Juan Pérez verso por el “padecimiento”. No hay papeles ni nada escrito, es la memoria de cada uno de ellos y los acordes del guitarrón la única biblioteca donde ellos almacenan centenares de versos y melodías. Muchos de ellos aprendidos en su más lejana infancia o juventud. En momentos de conversación recuerdan los tiempos en que eran llamados frecuentemente para “cantarle a un angelito”, una tradición antigua ya extinguida en el campo chileno. En aquellos tiempos había un índice de mortalidad

infantil considerable en las zonas apartadas y cada vez que fallecía un lactante los cantores eran los encargados de musicalizar aquel dolor a través de “versos a lo divino” y los acordes del guitarrón durante toda una anoche y todo un día. Así los cantores campesinos no solo alegraban la fiesta o la reunión con los amigos, sino que también su arte era partícipe en el dolor de una pérdida irreparable. Fotografía y Reportaje: Mauricio Botello N. Texto Página 12: Mónica Pedreros Zúñiga (Proyecto Fondart)

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Alfonso Eladio Rubio Morales (El Principal) “Por parte de mi papá, la tradición de la música se cultivó desde mi bisabuela doña Julia Acevedo, pasando a mi abuelita Dorolisa Díaz y sus hermanos: Pedro, Wenceslao, María y Dolores… El sonido de la guitarra y el Guitarrón nacieron conmigo, ya que ambos han estado siempre en mi familia, yo tengo que haberlas escuchado en el vientre de mi madre tal vez.” Juan Domingo Pérez Ibarra (Santa Rita) “ Yo tuve la suerte de cantar con el “Chosto”, con Don Manuel Ulloa en los velorios de angelitos, yo estaba tan nervioso cuando cante la primera vez con él, porque Don Manuel era una eminencia; son poquitos los que han tenido el timbre de Don Manuel. Yo cuando empecé a cantar a lo divino, pa' mí me cambió la vida. Heredé ciertas técnicas de mi compadre Osvaldo Ulloa, pero no tocó igual que él, Santos Rubio también me enseñó, todos tocan distinto.”

Osvaldo del Tránsito Ulloa Lobos (El Principal) “Yo y mi hermano Moisés nos interesamos por el guitarrón, al igual que el papá. Lo aprendí del oír y del mirar, en aquellos tiempos se hacían ruedas de pueta'. Mi papá fue informante de Violeta Parra, Raúl de Ramón, Hugo Arévalo, Manuel Dannemann, Raquel Barros, Charo Cofré. Esos venían a entrevistarlo a él y después vinieron a verme a mí, de los que yo conocí. A última hora anduvo por aquí Pedro Yáñez; estaba jovencito. La Violeta aprendió por estos lados, y venía y le preguntaba a mi papá. Bueno casi todos lo que aprendieron, aprendieron por acá, por eso se llama “Guitarrón Pircano”. Juan Manuel Saavedra Orellana (El Huingán) “…Hace 54 años que aprendí a tocar Guitarrón. Este es el Guitarrón más antiguo de la zona. Mi suegro Don Juan de Dios Reyes Bahamondes, también maestro de Santos Rubio, me enseñó, él era guitarronero de Pirque. Con el Guitarrón tengo una historia con la Violeta Parra. A ella la conocí en Pirque, cuando me fue a ver a mi casa, andaba en busca de mi suegro, para ver cómo era el Guitarrón, cante con ella cuando me iba a ver a la casa (se ríe), tengo una historia muy bonita con la Violeta.”

Santos Daladier Rubio Morales (La Puntilla) “Tengo que haber tenido como seis años cuando empecé con la guitarra, a los once años me di cuenta que me gustaba toda la perfección, si una melodía no me gustaba le hacía un cambio, dominaba las tres voces, después empecé con el acordeón de botón, después volví a la guitarra, al Guitarrón, después empecé con el arpa, volví a la guitarra, etc. El Guitarrón lo empecé a tocar a los quince años, el suegro de don Manuelito Saavedra me enseñó a mí.”

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Rescatando del olvido a Don:

Lázaro Salgado Aguirre

Lázaro, además de Payador y Guitarronero, compuso tonadas, cuecas, valses, fox-trox y tangos. Falleció en 1987, pobre y en el más absoluto anonimato. Hijo de Don Liborio Salgado, un Pircano Guitarronero nacido a fines de 1800.

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ntre los Payadores míticos de nuestra tierra es deber recordar a don Lázaro Salgado Aguirre, que dedicó toda su vida a la música y como buen pat´e perro deambuló desde Pirque, Puente Alto, Valparaíso y Rancagua, para terminar sus días cantando en el Paseo Ahumada Los cultores lo recuerdan como uno de los mejores poetas de su clase. Sus raíces nos llevan nuevamente a Pirque: su padre fue Liborio Salgado Reyes nacido en Santa Rita en 1896 quien también era poeta y payador, su madre Magdalena Aguirre que tocaba el Guitarrón Chileno. Acevedo Hernández dice, en sus libros “Los Cantores Populares Chilenos” (ed. Nascimiento 1933), que el ciego Peralta manifestaba que “Liborio, el padre de Lázaro era uno de los mejores cantores populares… autor del famoso contrapunto del Diablo con Jesús. Según el mismo don Liborio “él se gloria de haber aconsonantado en esdrújulas, lo que le dio un dominio completo sobre la plebe improvisadora que en esa época formaba

legión” y que su mejor recuerdo después de sus triunfos de poeta, “El haber conocido a Magdalena fue en Valparaíso. Éramos muy jóvenes. Ella muy bonita y muy codiciada… Don Liborio fue minero en el norte y comenzó de apir, el oficio más bajo, hasta llegar a laborero, algo así como administrador. Conocía toda clase d minerales. Su trabajo de minero le dio plata suficiente para instalar una fonda en Puente Alto. A ese sitio concurrían poetas famosos, como el Ruiseñor Curicano, Francisco Javier Díaz Ávila; el argentino De la Rosa; Aniceto Pozo; el ciego Juan Bautista Peralta; otros dos ciegos: Benito Pozo y un Tal Rafael; Pablo Montecinos; Feliciano Castro, Nicanor Lobos, Justo Pastor Robles y otros. Allí se hacían grandes fiestas y celebraciones a las que concurría mucha audiencia para escuchar a los payadores y el canto a lo divino y a lo humano”. Allí conoció Lázaro Salgado a muchos grandes poetas, de manera que desde niño se familiarizó con la magia de las “versainas” improvisadas; de tanto escuchar el metro octosílabo y la rima de las décimas se le pegaron al oído para no desprenderse nunca más en la vida”.

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“La Joya guardada de don Lázaro” Sea cierto o leyenda, cuentan los antiguos cantores que conocieron a Lázaro, que la canción “La Joya del Pacifico” fue compuesta en Santiago por tres personas, una de ellas de nombre Enrique, de Valparaíso; el segundo es Víctor Acosta, y el tercero, es Lázaro Salgado.

“Hoy recorrí tus cerros hasta el último confín… Yo me alejé de ti, puerto querido, y al recordar de nuevo te vuelvo a contemplar, La Joya del Pacífico te llaman los marinos…”

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l vals “La Joya del Pacifico”, dedicada a Valparaíso, es una canción convertida casi en himno dentro del repertorio popular chileno. Este tema está inscrito bajo la autoría del chileno, Víctor Acosta Fallecido en 1966. Sin embargo una biografía de don Lázaro Salgado editada en 1987 por Cesar “Huapaya”, un peruano estudioso de la poesía popular en el continente y de la vida de don Lázaro, asegura que esta canción fue compuesta en Santiago por tres personas, una de ellas de nombre Enrique, Porteño, ayudó a sacar la letra; Víctor Acosta, quien tocaba guitarra

y cantaba básicamente temas de su país en un principio, aportó parte de la letra y de la música; el tercero, es Lázaro Salgado, contribuyó en la letra y fundamentalmente en la música. Pasaron los años y un día escuchó el disco, la reconoció; sin embargo, había sido inscrita en los derechos de autor como del “Cholo” Acosta en la inscripción Nº 8307. En cierta oportunidad se encontraron; Lázaro y su esposa Ema, la cantaron en el Hipódromo Chile; Acosta le dijo que la había inscrito, a lo que Lázaro contestó que no le importaba. Con el paso del tiempo la canción se convirtió en un hit en la voz de Lucho Barrios, y mientras Víctor Acosta cosechaba el éxito al inscribir la canción, Lázaro quedó en su ámbito marginal como lo fue toda su vida.

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“en el gran Valparaíso vivimos en calle Marqués del puerto salen embarques contratados o sin permiso decir esto Dios lo quiso una aventura jocosa a mi vida trajeriosa le sucedió lo que digo mi negrita fue testigo para muchos no es gran cosa”. (Lázaro Salgado)

Un típico Bar de Valparaíso del 1900.


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n 1969, Lázaro se enteró, por los diarios, de la realización de un encuentro de payadores en Puente Alto y fue para allá. En esa oportunidad payó con Joaquín Cantillana, de Pirque. Tal como consta en un recorte de un diario de la época, se trataba del Tercer Concurso de Canto Tradicional de Décimas, a lo humano y a lo divino, organizado en las jornadas de Extensión de la U. De Chile. Dicho evento se realizó los días 12, 13 y 14 de septiembre de 1969 en el

Gimnasio Puente Alto, con motivo de las Fiestas Patrias. Lázaro Salgado no estuvo inscrito y por tanto no participó del concurso, pero si payó. Lo que más llamó la atención en la jornada final, fueron los encuentros en Payas que tuvieron Rodemil Jerez y Manuel Gallardo; Hermógenes Escobar y Santos Rubio y Lázaro Salgado con Joaquín Cantillana, demostrando Salgado ser el más experto e incisivo en sus versos… (Diario de la época)

Fotografía:Mauricio Botello

“Los Encuentros en Puente Alto”

“En Puente Alto había un viento que lo llamaban “EL Raco” era más que quico y caco haciendo daños sin cuento ese furioso elemento todo el pueblo le temía en un caluroso día todo el comercio cerraba cuando paso regresaba la gente con alegría” (Lázaro Salgado)

“Roberto Parra y el recuerdo de don Lázaro…”

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sí fue como un caluroso día de Septiembre en las fondas de San Bernardo, Roberto Parra el hermano de Violeta, autor de las famosas cuecas “choras”, el “Jazz Huachaca” y de la “Negra Ester”, conoció a Lázaro Salgado. “Yo no sabía na´ que era payador. Pasamos toda la juventud aparte, y después de viejo vengo a saber que era payador y el viene a saber que yo le pego algo a la paya. Y escribe… Ya había superado la guitarra. De ahí no nos apartamos más, tocamos en la vega hasta que murió. El Lázaro fue uno de los payadores más grandes que he conocido en Chile, me adoraba. Era atrevido, demasiado cabritilla, regente, tenía las mismas cualidades mías, no aguantábamos pelo en el lomo, pero cantando… Cantábamos ese pasodoble que le dije denante…” (Roberto Parra. Serie “Artistas Chilenos” Ocho Libros editores y Edición Brocha 1996)

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“El maestro que le enseñó a don Roberto Parra la técnica de tocar la guitarra punteada, en un sitio muy urbano, fue José Balboa, pero este siempre le recordaba a don Roberto que su maestro había sido Lázaro Salgado…”


“Esta canción vale dos botellas de vino…”

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as fondas y ramadas por donde Lázaro se presentó en más de alguna vez fueron las del Parque Cousiño (ahora O'Higgins), Blanqueado, Vitacura, Playa Ancha, Calera, Cabildo, Villa Alemana, Rancagua, Graneros, San Bernardo y Puente Alto. En 1985 fue filmado para un documental de 20 minutos para la televisión alemana con el nombre de “Lázaro”, en el aparece su casa, Valparaíso, la Vega Central y Santiago. Los últimos versos escritos que hace don Lázaro son unos dedicados al paseo Ahumada y unas décimas al Papa Juan Pablo segundo en diciembre de 1986, a propósito de su visita a Chile.

demás de los padres, don Lázaro te n í a u n p r i m o hermano en Santa Rita de Pirque, llamado Juan de Dios Reyes Bahamondes, maestro del guitarrón de don Manuel Saavedra y Santos Rubio. Cuando se le preguntaba a don Lázaro por la “La Joya del Pacifico”, siempre recordaba la noche en que se juntaron a componer un vals para el puerto. Después de terminada Victor Acosta pregunto ¿Cuánto cuesta esta canción? –Dos botellas de vino dijo don Lázaro. Siempre que se le mencionaba aquel suceso y la t ra n s c en d en cia q u e adquirió con los años aquel

tema don Lázaro respondía que no le importaba. En 1985 se le hizo un homenaje donde participaron entre otros Nicanor y Roberto Parra, Santos, Alfonso Rubio, varios payadores más y alumnos del guitarrón de don Lázaro. Vivió sus últimos años cantando y tocando el acordeón en el paseo ahumada, en aquel tiempo el entonces rector de la Universidad Católica Fernando Castillo Velasco le ayudó a conseguir una casa. Al poco tiempo de aquel homenaje don Lázaro falleció acompañado y recordado solo por la gente que siempre lo quiso, sus amigos y colegas cantores.

“Yo al fin señores, termino Yo termino al fin, señores mi sino comete errores, Comete errores mi sino; Desmemoriado y sin tino; sin tino y desmemoriado, donde voy soy apreciado, preciado soy donde voy, Salgado Lázaro soy, Yo soy Lázaro Salgado.”

“A las cuatro un minuto El día 20 de abril Él se quiso despedir La muerte no le dio susto Decía me voy con gusto De esta vida sin agravio Tampoco llevo resabio Porque no me hago problema Pidió a su querida Ema Que le prendiera la radio” (Santos Rubio)

Lázaro Salgado Aguirre

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Deberían haber nacido muchas Violetas, quizás hoy tendríamos los recuerdos de cientos de versos, canciones y melodías que se perdieron para siempre en la memoria dormida de decenas de cantores borrados por el tiempo.

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Cuántas veces nos visitó Violeta Parra? No lo sabemos, pero hay antecedentes y sobretodo recuerdos de nuestros propios cultores que nos hacen ver que ella nos visitaba . Varias veces visitó a don Audilio Reyes, cantor campesino del Principal. Violeta anduvo tras el guitarrón antiguo de don Juan de Dios Reyes, entrevistó a Manuel Saavedra y también a don Emilio Lobos, de él quedó una fotografía y una entrevista escrita que ahora les presentamos en este artículo como un pequeño tesoro que demuestra el vínculo que tenía Violeta con nuestros folcloristas. Su presencia en Pirque era sin duda por el interés que le despertaba la gran cantidad de poetas y cantores existentes acá. Ella anduvo por nuestros caminos y campos, sus andanzas eran visibles y sin previo aviso, ante la ignorancia de todos nosotros que nunca supimos que estuvo aquí cerca. Solo los cantores guardan recuerdos de aquellas visitas y probablemente más de un verso o melodías recogidas de esos contactos sirvieron para que Violeta se inspirara en la creación de una

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canción. Ella como creadora y folclorista fue genio en su arte, pero sin duda se retroalimentó de los pequeños y escondidos genios de la poesía campesina chilena, a los que siempre valoró y mantuvo un estrecho contacto. Ahora les mostraremos la entrevista que Violeta le hizo a don Emilio Lobos en Santa Rita, gracias a ella hoy tenemos el recuerdo de un cantor antiguo de nuestra tierra desaparecido en el tiempo y el olvido. Deberían haber nacido muchas Violetas y muchas Parras, porque quizás ahora tendríamos los recuerdos de cientos de versos, canciones y melodías que se perdieron para siempre en la memoria dormida de decenas de cantores borrados por el tiempo: Lázaro Salgado, Juan de Dios Reyes, Emilio Lobos, Joaquín Cantillana, Manuel Ulloa Cortes, Arturo Morales Marchant, Merced Ulloa Pizarro, Eloy Cuevas, Octavio Miranda, Eugenio Lobos, Roberto Vázquez, Manuel Farías, Francisco Flores, Ismael Pizarro, Ignacio Araya, Amador Ulloa Cortes, Juan Sánchez González, Daniel Morales, Arturo Vera, etc…


Don Emilio Lobos, cantor y tocador de velorios. Toca el guitarrón y la guitarra chica. En la histórica fotografía junto a Violeta Parra en algún lugar de Pirque hace más de tres décadas atrás

“Cantando busco las minas y p'a que la voz me acompañe, tomo “yerba de la cantora” que se cría en las piedras cordilleranas, y que es güena p'a la voz y el sentio”. (Emilio Lobos, Cantor Popular pircano).

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todo esto, don Emilio, el otro cantor, esperaba calladito su turno en un rincón. Me acerque a él y le entable conversación. -¿Esta aburrido don Emilio?... -Como se le ocurre señora… ¿Qué no ve que m'ei lleva'o mirando la maquinita? Güeno que reme'a (remeda, repite) bien ¿no? -Así es don Emilio. Al ver el micrófono cerca de él, me preguntó: -¿Y ahora que me está reme'ando a mí también?... -No don Emilio, le mentí, estoy cambiándo la cinta -En que trabaja usted don Emilio? -Soy silletero. Otro las “enmadera y yo las empajo, por eso es que ando con este delantar, y como tengo que

hacer el trabajo en la calle, me hago sombra con este sombrero, pero a mí no me gusta ser silletero, soy busca'or de minas, ya tengo como doce y las tengo marca'itas me confesó en voz baja. Al ver su modestísima ropa, le dije discretamente. -Pero usted podría ser un hombre rico con esas doce minas. -Claro –contestó-, así sería si las trabajara, pero a mí me gusta encontrármelas no más. Me lo paso en la cordillera, bajo cuando se me acaba el tabaco. Por la comía no me aflijo, porque tengo un perro conejero y ensala en el campo no falta nunca. Después que compro mi tabaco me voy cantando p'a la cordillera, falta no le hago a nadie porque soy

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solo. Cantando busco las minas y p'a que la voz me acompañe, tomo “yerba de la cantora” que se cría en las piedras cordilleranas, y que es guena p'a la voz y el sentido. -¡Qué ganas de oírlo cantar don Emilio!... -Si, pero lo malo que con estos “gallos” se pue'e cantar una entonación cuando mucho… -Pero don Emilio, si yo he sabido que son muy buenos cantores… -¡Así será, pero yo los hago ver vacas rosillas a entonaciones!... Don Emilio tenía razón, porque cuando empezó a cantar con su voz tamizada por su abundante bigote blanco, yo también vi “vacas rosillas”. -La dulce voz de don Emilio,


Dibujos de La Lira Popular

lo puso a la cabeza de todos los cantores. Cuando se lo hice ver, comentó: -Y eso que Aquino he canta'o desahoga'o, ¿no ve que el toca'or trataba de confundirme con el “floreo” (punteos) de los “alhambres” (cuerdas) del guitarrón?... Otro día en su casa, con más tranquilidad le voy a tocar “la guitarra chica”. Mi hermano Nicanor lo invitó a su casa. Agradecido don Emilio, sacó de su bolsillo una piedra mineral y al entregársela dijo: -Es metal regueltito con oro, señor, si no me cree, pue'e “reitirla” (derretirla) cuando quiera. Al día siguiente, a las seis de la mañana, apareció en casa de Nicanor, y allí para siempre, quedo grabado en cinta magnética, el valioso repertorio de don Emilio que va a continuación:

EL DIA QUE ASUERO ESTABA Verso por el banquete de Asuero “encuartetado” y sin despedida. Cuarteta: Por los amores de Ester el famoso rey Asuero Remolió medio año entero Celebrando esa mujer Un día que Asuero estaba tomando cierto recreo vio llegar a Mardoqueo a quien el rey apreciaba al judío acompañaba una doncella mujer el rey lleno de placer la contemplo poco a poco y se volvió casi loco por los amores de Ester El monarca enamorado la bella “galantizó” y el reinado le ofreció p'a colocarla a su lado luego que estuvo arreglado aquel “cuncunato” fiero a los jefes por primero a palacio los llamó y allí un festín preparó el famoso Rey Asuero

Al ver la monarca hermosa Vasti del reino salió y sollozando dejó el palacio la celosa luego por la nueva esposa aquel monarca altanero llamo al rico y al obrero al banquete permanente y con toda aquella gente remolió medio año entero Justo ciento ochenta días en palacio se bailó se cantó y se remolió con todas las melodías en muy dulces armonías la música por doquier derramaban el placer sobre el pueblo que danzaba y Asuero se emborrachaba celebrando esa mujer

Cantos Folclóricos Chilenos, Recopilación de Violeta Parra

Nicanor Parra

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El Archivo de Literatura Oral y Tradiciones populares de la DIBAM realizó un interesante acto de reivindicación de la aún persistente vigencia del Guitarrón Chileno. A propósito de aquel encuentro, el trovador Eduardo Peralta lanza el siguiente ex abrupto.

B

asta de guitarrones y guitarronadas! El instrumento del que se ocupa este artículo está en vías de extinción. H a c i a a l l á ca m i n a , a p a s o s agigantados. Yo propongo que aceleremos su muerte invocando el cristiano principio de Eutanasia Cultural. ¿Para qué diablitos sirve un instrumento tan insoportablemente chileno? ¿Qué peregrino interés pueden tener sus raíces en el archilaúd medieval o, aún más atrás, en la citara arábiga? ¿Para qué diablitos se ha obcecado en obtener carta de ciudadanía a lo largo de los siglos en las manos de nuestros poetas populares, desde los legendarios Mulato y Javier, pasando por Bernardino Guajardo y Lázaro Salgado, a Juan de Dios Reyes y los tres Madariagas, todos olímpicamente barridos de nuestros queridos Medios de Incomunicación y de nuestra Memoria Histórica, convertida en Amnesia Histérica? ¿Para qué diablitos nos empecinamos en cantar la grandeza de este instrumento de 25 cuerdas, si probablemente no quedan más de 25 cultores de sus melodías ancestrales en todo el territorio nacional? ¿Para qué diablitos observar con asombro sus

dos alfanjes o puñales, de inspiración morisca, que hablan de desafío, dialéctica, controversia poética y argumental, evocando desde ciertos capítulos de “Las Mil y Una Noches” hasta los “tensones” provenzales, que enfrentaban a juglares y trovadores en los siglos XII y XIII? ¿Para qué diablitos escribo yo este artículo, si además no soy el más indicado, tan solo un ferviente admirador del coraje y la tenacidad de aquellos héroes civiles que siguen pulsando las 25 cuerdas nobles? ¿Para qué diablitos lee usted estas palabras? Váyase rápido a pagar la entrada del ultimo y ensordecedor Megaevento o la cuota del último refrigerador o la moneda de la última colecta, y no se olvide, por favor, de formar la lista que ya corre en los centros culturales, institutos, universidades y demases, para ratificar la impostergable muerte del Guitarrón Chileno, instrumento que, por otra parte, casi nadie conoce, lo que a estas alturas -¿o bajezas?- me provoca serias dudas sobre su verdadera existencia… Eduardo Peralta. Cantautor y Payador (Parte del artículo aparecido en la revista de la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos “Patrimonio Cultural” Nº21 / 2001

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Fotografía:Mauricio Botello

MANUEL SAAVEDRA, SANTOS RUBIO, CHOSTO ULLOA Santa Rita de Pirque / 2001 / fotografía: Mauricio Botello Nieto

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Mauricio Botello Nieto / Julio 2001

Fotografía:Mauricio Botello


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