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El Cristo de oro
Luis Yandel Domínguez Silva Esc. José Ma. Morelos • Mpio. Purísima del Rincón
l inicio del siglo XX no había medios de transporte con motor, la gente se trasladaba de un lugar a otro en burros, mulas, caballos o caminando. A
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En este tiempo, hubo un enfrentamiento que se llamó Guerra de los Cristeros, en la cual, el gobierno de ese entonces quiso terminar con el catolicismo y cerró iglesias. Los encargados o párrocos no se quedaron con los brazos cruzados, entonces los cálices, cristos, santísimos y todo el material santificado, fue sacado de las iglesias y llevado con ellos, pero el gobierno iba de casa en casa, buscando lo que los párrocos cargaban y repartían en muchos lugares.
Mis abuelos cuentan que en mi comunidad hubo algunas batallas entre el gobierno y los cristeros. Las luchas no eran sólo para proteger los bienes sagrados, sino también el oro que contenían. Por eso los cristeros andaban de rancho en rancho, para no ser localizados.
Muchos católicos ocultaban también sus biblias, imágenes religiosas y objetos que representaran sus creencias. De esta forma, se dieron a la tarea de buscar un líder que supiera cómo esconder sus bienes para no sufrir los daños que temían, o perderlos definitivamente.
Se cuenta que algunos católicos de ese grupo eran perseguidos por las autoridades. Estas personas llevaban entre sus bienes un Cristo y veinticinco cargas de oro. Venían de la comunidad de Jalpa de Cánovas y al sentirse casi descubiertos, una persona del grupo, cuyo nombre se desconoce, comenzó a decir a sus compañeros que deberían esconder la carga en el Cerro de La Mesa, que pertenece al ejido de Dolores, municipio de Purísima del Rincón. Hasta el día de hoy, nadie ha podido encontrar este tesoro.
La gente del grupo católico murió, llevándose el secreto del lugar del tesoro hasta la tumba. Algunos dicen que nunca existió, otros que el gobierno lo encontró, la única evidencia que quedó fue un rostro de un Cristo grabado que finalmente también, terminó extraviándose. Bueno, eso se dice entre quienes cuentan este suceso en mi comunidad. ¿Será cierta la existencia de ese tesoro?