Existen cinco áreas a tomar en cuenta en el perfil del buen maestro:
#1– Está comprometido con sus alumnos y con su aprendizaje. #2– Conoce su materia, y cómo enseñarla a sus alumnos. #3–Es responsable de planificar y supervisar el aprendizaje de sus alumnos. #4– Piensa frecuentemente sobre su práctica docente y aprende de su experiencia. #5– Es miembro de una comunidad de aprendizaje.
Los maestros están comprometidos con sus alumnos y con su aprendizaje Los buenos maestros están dedicados a hacer accesibles el conocimiento a todos sus alumnos. Actúan con el convencimiento que todos sus alumnos pueden aprender. Los tratan equitativamente reconociendo sus diferencias individuales. Los buenos maestros entienden como se desarrollan y aprenden sus alumnos, desarrollan la capacidad cognitiva de sus alumnos y su respeto por aprender, toman en cuenta las diferentes inteligencias múltiples.
Los buenos maestros conocen su materia y la forma de enseñar. Tienen una rica comprensión de la materia que enseñan, conocen como se construye el conocimiento de los mismos alumnos, saben como guiar , son consciente del conocimiento previo de sus alumnos , su repertorio didáctico les permite crear diversos métodos para las materias que enseñan y están dispuestos a ayudar a sus alumnos como identificar y resolver sus propios problemas.
Los buenos maestros son responsables de administrar y supervisar el trabajo de sus alumnos Ellos crean, enriquecen, mantienen y modifican sus formas de enseñar para captar y sostener el interés de sus alumnos, son adictos a implicar a sus alumnos en apoyar su enseñanza, toman en cuenta el conocimiento de sus colegas para completar los propios , aseguran un ambiente ordenado de aprendizaje, organizan la enseñanza para permitir que sus alumnos alcancen las metas de aprendizaje , valoran el progreso individual de cada alumno asì como la del grupo , emplean métodos para medir el crecimiento y compresión de sus estudiantes y se los explican a los padres de estos
Los buenos maestros reflexionan sistemáticamente sobre sus prácticas y aprenden de sus experiencias. Son modelos de personas educadas, con buenas virtudes que inspiran a sus alumnos, apoyan el conocimiento de sus alumnos, sus decisiones no están solamente basadas en lo que leen, sino también en su experiencia, se examinan, buscan ampliar sus repertorios y profundizan sus conocimientos, siempre están dispuestos al cambio, adaptando su enseñanza a los nuevos hallazgos, ideas y teorías.
Los buenos maestros pertenecen a comunidades de aprendizaje. Los buenos maestros contribuyen a la calidad de los procesos de la escuela, trabajando colaborativamente con otros profesionales en las políticas educativas, evalúan el progreso de la escuela, son conscientes de los recursos que son de beneficio para los estudiantes y aprenden a usarlos. Los buenos maestros encuentran formas de trabajar colaborativa y creativamente con los padres, comprometiéndolos productivamente en el trabajo de la escuela.
Reyna Isabel Mayorga Campos