Discurso de renuncia de Edwin Jarrín Al nacer este proceso, este sueño de revolución ciudadana; fuimos muchos los hombres y mujeres que nos sentimos convocados por este deseo de cambiar la patria, de reposicionar la dignidad de las personas, de devolverles a las ecuatorianas y ecuatorianos de manera legítima la patria, los derechos y la capacidad de saber que somos dignos y dignas de apropiarnos del presente, de construir el futuro y sobre todo de reescribir la historia. Nos convocaba un sueño, una esperanza que había sido parte de nuestro proyecto de vida, de militancia, de lucha.
Esta historia se escribe día con día, con profundas satisfacciones, pero también con grandes retos, frente a lo que destaco el apoyo del compañero presidente Rafael Correa, al trabajo de la Secretaria Nacional de Transparencia de Gestión, un apoyo que no tiene precedentes, incondicional y autentico.
El gobierno nacional no ha escatimado esfuerzos en dinamizar cada uno de nuestros emprendimientos y de apoyar de manera irrestricta la lucha contra la corrupción y la construcción de un Gobierno transparente, líneas de acción impulsadas desde la secretaria.
El trabajo en transparencia ha sido fruto de un proceso altamente participativo nacido de nuestra premisa de una patria que sea de todas y de todos, partimos de un concepto de participación ciudadana legítima, no coyuntural, auténtica, no oportunista, justa no caritativa, equitativa no adjudicada, no en las teorías y los discursos, sino en el día a día de las mujeres y los hombres, de los jóvenes, de los niños y las niñas de esta patria, que logran consagrar la ciudadanía, la identidad, que devuelve la esperanza y sobre todo garantiza la honestidad, que conduce a la verdad, a la justicia y a la transparencia.
Este es el momento en que frente a los requerimientos del proceso de revolución, doy paso a la inclusión de nuevos compañeros en la construcción de la revolución desde lo público, yo, como ciudadano, como hombre, como padre, como profesional y sobre todo como activista revolucionario, siento que he cumplido con la labor encomendada, honre mi palabra y el juramento que hice a la Patria al posesionarme y siento profundo orgullo en haber sido parte de este equipo de gobierno al servicio de la patria, este Gobierno que ya ha hecho historia en el Ecuador con transformaciones profundas que son irreversibles y para el mundo es ejemplo de innovación, de dignidad y soberanía.
Hay mucho por hacer, pero la tierra esta abonada. Se que el trabajo que se ha realizado día con día ha sido fruto del esfuerzo sincero de todos quienes conformamos el equipo de la SNGT, a todos y todas los que fueron parte de mi equipo muchas gracias por la lealtad, la honestidad y el compromiso con la Patria, un agradecimiento profundo a Nadia, Viceministra, a Fabricio en la línea de prevención y a Wilson en investigaciones. Quienes ahora se ponen al frente, podrán continuar con las iniciativas emprendidas.
Ahora es cuando llega el tiempo de mi compañera, de Sol, el Che hablaba del hombre nuevo como requisito para hacer la Revolución, nosotros hoy hablamos del nuevo ser humano para construir el Buen Vivir y ese ser humano, además de muchos otros elementos debe ser generoso y solidario, estoy contigo amor, este momento es histórico, creo que jamás, ni en esos sueños revolucionarios de adolescentes, nos hubiéramos imaginado un relevo como este, y digo jamás porque nuestro sueño nunca fue el poder, sino la Patria. A ella y los nuevos ministros, solo una recomendación:
A la patria se sirve amándola, sintiéndola, viviéndola, arriesgándose por ella, dejando la vida en cada cosa que hacemos. Sol ingresa al Gabinete y yo, viviré este compromiso desde la militancia revolucionara. Seguiremos adelante, y seguiremos en la lucha; construyendo la patria, sabiendo que los honestos somos más y que ya a este proceso no lo para nadie.
Compañeras compañeros hasta la victoria siempre.