HERMANAS DE NUESTRA SEÑORA DE LA CONSOLACIÓN
Hoja informativa sobre la Espiritualidad de Santa María Rosa Molas y Vallvé N°92 Agosto 2015
DESCANSAR... TODO UN ARTE “Y acabó Dios en el día séptimo su obra, y descansó. Y bendijo Dios el día séptimo, y lo santificó, porque en él descansó de toda la obra que había realizado” (Gn 2,1-2). Cuenta el libro del Génesis que Dios al culminar su obra de la creación, al séptimo día descansó. Como todo buen artista abrió un espacio para contemplar su obra y regocijarse en ella. Todo lo había hecho bueno, porque la esencia de Dios es la bondad. Este día, Dios con ojos de niños se recrea en la hermosura de la creación, en la variedad y diversidad de especies, en su obra más querida que es el ser humano. La suave brisa toca su rostro, y la sombra de los árboles le cubre.
El trinar de los pájaros le recuerda el canto de agradecimiento de toda la creación hacia su creador. Así, Dios santifica el séptimo día. El descanso forma parte del plan creador de Dios. Vivimos inmersos en una cultura donde el tiempo hay que aprovecharlo. La cultura del trabajo ha invadido nuestros espacios. No quiere decir que el trabajo sea malo. Al contrario, Dios también nos ofrece el trabajo como un medio de santificación y crecimiento. Si el trabajo es un derecho al que toda persona debe tener acceso, no lo es menos el descanso.
El ritmo frenético y competitivo al que hoy nos vemos sumergidos en la sociedad actual, hace más necesario que nunca encontrar, espacios, tiempos y lugares donde poder cambiar de actividad y creativamente dedicarnos hacer cosas y desarrollar tareas que normalmente no estamos en disposición de realizar. Dios nos da un ejemplo de descanso. Es importante para mantener una vida balanceada. Cultivemos este hermoso ARTE DEL DESCANSO. Hagamos espacio para cambiar nuestro ritmo rutinario y dejemos que la vida nos sorprenda con todos sus detalles. Acojamos este tiempo de DESCANSO, como son las vacaciones, para dejar que Dios nos renueve con su gracia. Descansar no es un verbo pasivo. Descansar supone una acción. El arte está en optar por aquello que favorece nuestra creatividad, capacita nuestra capacidad contemplativa, infunde nuevas fuerzas. Dentro incluso de nuestro ritmo normal de vida, podemos encontrar siempre estos espacios y actividades que nos descansan.
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Las huellas que María Rosa dejó en mí, son una larga historia así que empezaré: A lo largo de mis catorce años de vida, nunca me imaginé que iba a conocer la vida de una santa, tan de lleno, en sí no sabía que existía María Rosa. Antes de que entrara al colegio de las hermanas de la consolación, en Huixtla (México) mi vida era totalmente diferente a la que como es ahora ¿por qué? con mi familia hemos vividos cambios en la forma de vida, nosotros nos decíamos ser católicos con tan solo asistir a misa y no tan seguido, pero éramos totalmente diferentes a lo que es ser católico. Mis padres vivieron una experiencia de matrimonio por parte de la iglesia católica, lo cual agradezco mucho a DIOS por haber permitido eso, gracias a esto todos en mi familia cambiamos y ahora mis padres me inculcan a mí y a mi hermano menor de 10 años la fe católica. Mis padres conocían a la directora del colegio de las hermanas de la consolación a la madre María Rubio Royo y se llevaban muy bien con ella, tanto así que la madre pedía que entráramos al colegio, al principio yo no quería, pero al salir de sexto pues tuve que entrar a secundaria al colegio y es ahí donde por primera vez conocí y oí el nombre < María Rosa Molas>. El primer año en secundaria para mí fue de adaptación y pues es así como mi primera huella surgió participando en una representación, todos los años en el colegio se hace una representación de la vida de María
Rosa desde su nacimiento hasta su canonización, a cada grupo le toca una escena, ese año a mi grupo le tocó la escena de la fundación de las hermanas de la consolación y tal es el caso que me tocó representar a María Rosa y quiero decir que me gustó mucho porque así conocí más de ella. Mi segunda huella fue en segundo grado de secundaria al ingresar al grupo COM que significa: “Consolación para el Mundo” en el grupo se viven momentos inolvidables, nos preparan para ser jóvenes misioneros, con las pláticas, y a veces no es solo seriedad sino que hay diversión. Ingresé al COM, con tantas ganas de saber que se siente ir de misiones pero para ir antes hay que pasar por un proceso es decir la formación de un misionero, al principio inicié solo con la formación porque mis padres no me querían dejar ir a misiones pero al final las madres los convencieron y me dieron el si yo la verdad sentí una gran felicidad al escuchar una simple palabra de dos letras “si”. Mi tercera huella fue al ir de misiones no se porque pero la fecha 28 de marzo del 2015 la esperaba con tantas ansias, que ni dormir podía. Esta experiencia me dio la oportunidad de conocer a fondo a varias personas y convivir más con ella Estas son mis huellas y sé que no termina aún todavía habrán más... ¡QUIERO SER CONSOLACIÓN! Diana Jocelyn Blanco García (Alumna de segundo grado de secundaria)
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Desde el Colegio la Consolación en Villacañas - España compartimos una hermosa experiencia LA JUEGO. Una forma de dar a conocer la vida de la Madre a través de la música
Una huella que me ha dejado el musical “Con ella me la juego” es que siempre tienes que poner todas tus capacidades, dones, esfuerzos, paciencia, responsabilidad para realizar una obra. Poniendo también la confianza siempre en Dios, Él siempre acompaña, sostiene y lleva a término su obra. Dios siempre nos sorprende y supera nuestras expectativas cuando ponemos todo en sus manos y hacemos todo lo que podemos.
María Rosa Molas era una mujer que daba su vida a los demás, es difícil dar todo lo nuestro a los demás porque somos muy avariciosos y no son capaces de dar a los demás lo nuestro. Yo he participado en el musical con ELLA ME LA JUEGO, gracias a este musical hemos hecho que los demás descubran más de la vida de María Rosa Molas, es una experiencia que siempre se quedará en nuestro corazón.
Ha sido un trabajo largo, de todo un año, cuya motivación era hacer que naciera de nuevo Mª Rosa Molas en nuestras vidas y en las de todas las personas que se acercarían a ver y participar en este musical.
Hola soy Mª José, mamá de un niño de 5º de primaria, me hacía ilusión participar en el musical pues en mis años jóvenes yo también pertenecí al COM y me encantó un musical de Mª Rosa Molas que hicieron en Castellón de Santas o Brujas. El musical “Con ella me la juego” me ha ayudado a recordar momentos concretos de su vida y así, conociéndola un poco más, intento seguir sus huellas.
Siento una gran alegría porque he experimentado que Mª Rosa sigue viva en medio de nosotros, nos ha ayudado, acompañado en todo momento para que sea un trabajo en comunión, ya que más de 100 personas hemos participado. Celebrando el centenario de nuestro colegio y el bicentenario de Santa Mª Rosa Molas. Mª del Mar (HNSC)
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Ana Belén Cruza Toribio - Villacañas (Toledo)
Mª José Carmona
a musical. Con motivo de las actividades Bicentenarias se presentó el musical: CON ELLA ME a y el baile. A continuación algunos testominios de lo que supuso esta experiencia... Hola, me llamo Javier Garcia-Vaquero el pasado mes de abril, yo actué en el musical “Con ella me la juego” y me ha dejado una huella muy importante en mi corazón ya que he aprendido y he conocido la vida de María Rosa Molas y he sabido cómo vivían y como desarrollaban la vida en aquel siglo. Me ha llegado mucho al corazón toda la vida de esta magnífica mujer . Javier García-Vaquero 2º ESO.
Yo he participado en el musical de María Rosa Molas y me ha gustado mucho porque me parece otra forma de transmitir a la gente la vida de esta persona. Además está muy bien porque demuestra que hasta la música y el baile se puede complementar con cualquier acto relacionado con la religión católica. Raquel 1° ESO
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JESÚS PASEABA POR EL TEMPLO… Que Dios tan humano el nuestro. Tiene tiempo para todo. Jesús paseaba por el templo, nos dice San Juan en su evangelio. Jesús paseaba porque el tiempo era para él es un medio para realizar su proyecto, no el fin de su vida. Jesús paseaba porque no se dejaba consumir por el activismo. Paseaba porque comprendió muy bien el pasaje del libro del Eclesiastés (3,1-8) “todo tiene su tiempo y cada cosa su momento”. Jesús paseaba y su pasear nos inspira serenidad, confianza, disfrute del presente y sobre todo inclusión en las realidades de su pueblo. El acto de pasear es sinónimo de respirar aire nuevo, de tomarnos el pulso, tomar distancia de algunas realidades, compartir, cambiar de ambiente, o muchas veces y a lo que todo paseo debería tender, es a ser un paseo hacia el interior, es decir: “descansar en Dios”.
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Pasear es un gesto tan humano y tan necesario que si no existiera viviríamos siempre en la tensión que trae el trabajo, la rutina y las preocupaciones diarias.
Pasear se convierte entonces en una experiencia espiritual si somos capaces de alegarnos de las tensiones sin olvidarnos de lo fundamental que es Dios que nos ha destinado en esa misión concreta que recae en nuestras manos. Pasear se convierte entonces en esa capacidad interior de poder caminar alrededor del templo como Jesús sin estar dentro del templo. Jesús paseaba por el templo. En ningún momento se distanció de la cosas de su Padre. Jesús paseaba por el templo sin estar dentro de él. Jesús permanecía fiel en su identidad de hijo, de enviado, incluso al estar fuera del templo paseando, y así era reconocido como tal. Era invierno y Jesús paseaba. Muchas veces esperamos días soleados, cielos despegados, nubes claras, mientas menos grises mejor, brisa suave, lindas flores, el ambiente ideal para poder ir de paseo. Y cuantas veces no quedamos esperando esas condiciones. Jesús paseaba en invierno.
Pocos días antes, Jesús había pasado el invierno de la deserción de algunos de sus discípulos que al escuchar su “duro lenguaje lo abandonaron” (Jn 6, 66) Jesús pasaba el invierno de la incomprensión, de la traición, de la persecución, de la crítica y señalización. Pero a pesar de este invierno Jesús paseaba.
Que también sepamos Señor pasearnos por la vida con calma. Que sepamos pasearnos por el templo de nuestro corazón y del corazón de nuestras comunidades, y a pesar del invierno que se desata muchas veces podamos buscar esos medios “paseos” que logren unirnos y llevarnos al encuentro de nuestra opción fundamental y de la misión encomendada.
Jesús se tomaba su tiempo. Jesús no esperaba que todo estuviera bien, que nunca hubiera inconvenientes ni dificultades para tomarse su tiempo. Jesús paseaba en el invierno, y no solo paseaba sino que celebraba la fiesta con su pueblo. María Rosa, como fiel discípula de Jesús, disfrutaba de los momentos de recreación y los favorecía en medio de sus hermanas. Le gustaba cultivar el jardín, también el trabajo manual en los tiempo libres. La Madre en medio de sus ocupaciones diarias, favorecía estos espacios tan necesarios para todo ser humano. “La madre goza con las hermanas” cuando va a los pueblos para oírlas y compartir con ellas”. Las hermanas gozan de la presencia de la Madre. (Sor María Vicenta Huguet)
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Impremta Querol, SL
LAER CONSO S l: a e id o ism o luz mpre com s por un m a ie s id n e u c , e n re a Mad Perm el Mundo.. OSA CIÓN para . ía @ HUELLASMaR que nos gu Madre... ere s motivo d e inspiració tista.. Tu v n para cua ida pinta d lquier are colores lo s paisajes. @ HUEL LASMaRO SA
a la oco másida. p n u r e o a su v a conoc acio parriencias en tornLLASMaROSA p s e n u . e @HUE Huellasy..compartir exp e r d a M
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