HERMANAS DE NUESTRA SEÑORA DE LA CONSOLACIÓN
Hoja informativa sobre la Espiritualidad de Santa María Rosa Molas y Vallvé N°95
Noviembre
2015
¡Si conocieras el Don de Dios!... (Jn 4,10) Estas son las palabras que Jesús dirige a la samaritana en ese hermoso encuentro de medio día en el pozo. Encuentro transformante, encuentro de consolación. Jesús interpela a la mujer que se asombra cuando Jesús se presenta como el agua viva. Si conocieras el Don de Dios, si conocieras quién te pide de beber… Los dones de Dios, sus regalos están siempre delante de nuestra mirada. Dios en todo momento está buscando sorprendernos con sus detalles. Pero tantas veces, nuestra mirada y corazón se cierran a la novedad de Dios por estar atados a nuestros esquemas al igual que
la samaritana “el agua solo puede venir del pozo”. Dios rompe nuestros esquemas, supera nuestros deseos, interpela nuestra búsqueda. Así son los regalos de Dios, sus dones. Él siempre tiene la iniciativa, se hace el encontradizo, el necesitado. Despierta en nosotros el gozo de descubrirle, de abrir nuestras manos para acogerle y de ofrecerlo gratuitamente como lo hemos recibido de él. También María Rosa acogió el don de Dios, su agua viva de consolación y se comprometió a compartirla con los más necesitados para darle vida en la Iglesia a través de sus obras.