o i r a r e t i l n i t e l Bo
Manos creadoras
ste e e c a n ¿Por qué proyecto?
Desde la Juventurra, estudiantes secundarios en Hagamos lo Imposible, surge la iniciativa de crear un espacio literario dentro de la revista Patas Arriba. Un espacio que sea una alternativa para aquellos que se expresan a través de la literatura y desean mostrarlo, para quienes simplemente quieran encontrar una variable de lectura. Pretendiendo generar nuevas iniciativas en la escritura y demostrando que es una manera más de expresarse mediante un arte. Un arte independiente del mercado, un medio alternativo, un punto de encuentro para los estudiantes de Quilmes, donde podamos impulsar más espacios y propuestas construidas entre todxs. Resulta notorio que muchas veces la lectura como acto placentero se ha convertido en una práctica realmente minoritaria. Toda la extensa oferta de ocio electrónico, con toda su publicidad y masividad, pareciera haber desplazado a la lectura y la escritura como otras alternativas de sumirse en el arte y la expresión. Buscamos a través de este proyecto que cada escritor y/o lector comparta su sentimiento por la literatura y que de esta manera se propague la idea de que leer no paso de moda, y entender a la literatura como una herramienta para transformar la realidad, un medio de expresión tal como la música la pintura o el teatro, que tiene que seguir generando ideas y emociones a la vez que problematizar y concientizar. Que todos quienes manden sus escritos para que sean publicados, despierten la curiosidad de la escritura y la lectura en muchas personas ,
el arte no es un esp ejo para reflejar la realidad si no un martillo para transformarla
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ad t r e b i l s e no siempre Era un pájaro, un pájaro que me cantaba cada mañana y me despertaba con esa dulce melodía característa. Cantaba cuando me sentía triste y cuando me sentía feliz. Cuando nos extrañábamos solíamos encontrarnos en mi ventana. Era un ave particular, me recordaba a un loro, porque en varias ocasiones cantaba mis mismas penas, mis alegrías y mis sentires. Era un pàjaro raro: nunca supe qué especie era y tampoco sabía su origen. Era todo un misterio y aún así quitaba mis penas. Volaba muy alto y mi ser soñaba con alcanzarlo. Se prometió a sí mismo ser un ave fiel para con sus relaciones hacia sus seres queridos, pero juró nunca ser pájaro de jaula. Comenzamos a experimentar una amistad muy buena pero aquel pajarillo por más alto que volara y que fuerte se mostrara, tenía miedo y mucho. Tenía miedo que sus visitas diarias me incitaran a mí en convertirlo en mi pajarito de jaula. Este espécimen comenzó a visitarme menos seguido con el paso del tiempo a tal punto de no ser el volátil que yo creía que era. Se había convertido en un ave que ya no cantaba lo mismo que antes, ya no cantábamos igual. Ya no era lo mismo. Yo no quería volar alto como ese ave ¿Para qué? Si al aterrizar me convertiría en lo que es él. ¿Para qué alejarme del suelo? Si al volver me chocaría con mi propio peso, mis miedos, mi culpa y mi desconfianza. Yo no quiero volar alto como tal ave, hermoso, que si bien era libre de una jaula común, creó su propio encierro a sí mismo. Pero ahora es preso de su propio temor y ya no puede volver más atrás
La funcion del arte
Agustina l dePersia quilmes Naciona
Diego no conocía la mar. El padre, Santiago Kovadloff, lo llevó a descubrirla. Viajaron al sur. Ella, la mar, estaba más allá de los altos médanos, esperando. Cuando el niños y su padres alcanzaron por f in aquellas cumbres de arena, después de mucho caminar, la mar estalló ante sus ojos. Y fue tanta la inmensidad de la mar, y tanto su fulgor, que el niño quedó mudo de hermosura. Y cuando por fin consiguió hablar, temblando, tartamudeando, pidió a su padre:
¡Ayúdame a mirar!
Eduardo Galeano
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Abrí el juego que nos rodea Desde tu alma hacia aquí Despierta la llama eterna Porque hay más afuera La natura besará tu gesta Cuando seamos Capaces de oír Crecer la hierba Te buscamos absoluta La luna oculta se muestra En antigales renaces Y nuestras venas despiertan Tantos siglos tras tu calor Porque nos endulzas la voz Mil gritos orecen por vos Eres el sendero a la luz del sol Viviremos de caminos por nacer Y todo lo haremos al revés Mitos encarnados en hombres Te volverán eterna La natura besa esta gesta Porque somos Capaces de oír Crecer la hierba Porque hoy lo universal Ya se ha vuelto en vano Este impulso avanzará Y cambiaremos tanto Será cuando en tus brazos Nos levantemos y así Lo que juraron imposible Lavará la sangre de la tierra
A unas orejas Era una vez unas orejas disparejas, una miraba al cielo y la otra hacia la tierra, como una mariposa cansada de dar vueltas. Eran unas orejas tan confundidas, Que no se entendían Una robaba wi Y la otra multicanal. Era unas orejas tan grandes Que su sonrisa Estaba entre corchetes
Facundo Cortez Noguera Nacional de quilmes
Quizás algún día despertaremos y toda esta vida que llevamos solo allá sido el sueño de algún ser del mas allá , escalofriante , pero que mas , nadie sabe que carajo es la realidad
Axel Patricio Acosta Nacional de quilmes
Entonces será igual el norte y el sur Nuestra carne y tu virtud
Manu Rivas
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El jardĂn
secretos
Fernanda Pousa
Colegio Don Bosco
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América
Así fue
Las profecías sangraron verdades. Los sacerdotes ensamblaron amuletos
Estaba tan oscuro y tan frío tan vacío.. aunque parezca mentira así fue los días fueron contados los sueños alcanzados desde que a mi vida has llegado y de tu amor me has llenado tu calidez me has regalado y mi vida iluminado era como un sueño uno hecho realidad donde paso a paso aprendí a volar tu mirada f ija en mi tus caricias en mi corazón debo decir que gracias a ti se lo que es .. el amor.
Contra la avaricia. Los aguerridos valientes acechaban en la América verde. La piedra cortó la pólvora en el aire y el hombre de la tierra abrió con sus manos las armaduras. Pero el sol no pudo alumbrar el mismo prado todo el día. Quebró el suelo la guerra que los pájaros acromáticos y los cuadrúpedos silvestres no querían ver. Una bola de plomo atravesó un pecho oscuro.
Nicole Gomez Nacional de quilmes
Los árboles también murieron. Lluvias llegan a lavar de sangre las tierras doradas. Arrastran la muerte hasta el mar... hasta los barcos que navegan en naufragios. El último guerrero yace. Su prole se oculta.
Ayelén Araujo Nacional de quilmes
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Aquello que todav
ía
t quiero ser, y ya soy
Camilo
La vida
Nacional de quilmes
Muchos no logran saber cuál es el signif icado de la vida. Para unos seria nacer, vivir y morir. Lo mejor de estas tres cosas esta en el medio que es vivir, cada segundo de tu vida es valioso no los desperdicies, no dejes que nadie impida tus sueños por que el tiempo no para. La vida tiene sus idas y vueltas en la cual aprendemos, la vida es una escuela en la cual no se puede repetir. en nuestra vida tenemos que lograr ser un buen ejemplo para los demás, para que algún día escuchemos "yo quiero ser como..." Para mi ese es signif icado de la vida es, vivir, dejar huella, una historia y un ejemplo. Fíjate lo que estas logrando "Alcanza tus sueños"
AngNealcionValildle aqugilrmaes
Miren que he pasado cosas en la vida , pero lo que nunca entendí de la vida es de donde saca el valor un hombre para golpear a una mujer, se olvidan que gracias a una mujer ellos existen , que gracias a una mujer satisfacen sus deseos sexuales, se olvidan que gracias a ellas existe el amor, se olvidan el valor en oro puro que tiene una mujer, que hipócritas los hombres, y como hombre lo digo hasta aveces tengo vergüenza de ser hombre
Axel Patr icio Acosta Nacion al de qu
ilmes
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Dej amos de hablar de repente. La intangible magia que irradiaban los amplicadores estaba volando la mente de todos los presentes. Es imposible describir lo que pasaba en ese momento: había dejado mis oídos y mi mente en algún lugar entre las notas y las palabras. — Anna me tocó el hombro Helena , nosotros ya nos vamos. Esta amaneciendo ya, estamos cansados y debemos regresar. ¿Por qué no te vienes con nosotros a Santa Cruz? — Sería increíble; no tengo ganas de hacer autostop. Estaría solo unos días con ustedes, luego vuelvo. Nos elevamos de nuestras sillas y salimos a los tumbos del campo. — Este fue, sin duda, el mejor domingo de mi vida. mencioné — Estoy de acuerdo contigo, Anna. Oye, Helena, ¿qué día es hoy, y qué año? — 18 de junio de 1967, ¿por qué? — Sólo para saber si no te metiste en algo raro mientras dormía contestó Isaac, guiñándole un ojo . Isaac arrancó el coche y partimos hacia la ruta, iluminada por el tenue amanecer, dejando atrás la estival ciudad de Monterrey.
Josefina Gomez Colegio Don Bosco
Inconformista. Suelo pensar que todo lo bueno quedo en el pasado, que cada vez me alejo más de mi misma. Por más que intente no puedo entenderme, y, a cada momento aparece un sinfín de nuevas preguntas, preguntas generales, cuestionamientos infinitos. Sin respuestas, sin suposiciones siquiera. ¿Cuándo fue la última vez que hiciste algo por primera vez? ¿Por qué siempre somos menos los que quieren vivir y más los que viven muriendo? ¿Podemos estar totalmente seguros de que estamos viviendo? ¿Qué es vivir? ¿Qué somos? ¿Por qué somos? ¿Podemos asegurarnos de algo sin necesidad de pruebas? ¿Por qué dependemos y pretendemos continuamente? ¿Por qué nos contradecimos si a medida que pasa el tiempo, “sabemos más sobre cómo debemos vivir”? ¿Vivimos por costumbre? ¿Vivimos por una decisión? ¿Puede la costumbre formar parte de la naturalidad de cada uno? ¿Puede la costumbre ser más fuerte que uno, ser más fuerte que todos? ¿Existe una persona completamente cambiante? ¿Existe alguien completamente pleno? ¿Somos un momento o somos con el momento? ¿Es verdad que cada uno cuenta con un n, con una esencia, con una “causa de vida”? ¿Vivimos para morir o morimos por vivir?
Emilial de Janica quilmes Naciona
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Victoria MartĂnez Moroy Nueva escuela del Sur
Nahuel Camparo Nacional de quilmes
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Lo injusto de los instantes
"Muerdo tus labios y no sangras, ahorras lagrimas, nos herimos sin cuestiones. Pero nos volvemos a ver y ahora eres tu, la que me muerde mi boca y yo lloro. Mientes y te escusas, mis penas no sanaran."
El destino es provocador y la tiene a ella fumando en soledad en un peldaño de la larga escalera de mármol. El, que la mira de arriba, nunca envidio tanto al viento; que se entrelaza sin pedir permiso entre sus cabellos de oro y penumbras. Aunque sabía que nuestros muros Fruto del sol. mas significantes a veces requieran "Pequeñas semillitas de dios, de varios intentos para lograr provistas de alas para pisar el cielo, superarlos, cedió ante el grito de revolotean suspendidas en un alma tibia apuro del tiempo. Mató su cigarrillo e insensible. con el pie izquierdo, dio un suspiro y Siempre en presencia es muy difícil mientras bajaba la escalera pensó en verlas, lo injusto que es tener que reducir a las semillitas hay que olerlas." todo a un mísero instante. Instante a instante. "Hay una muerte cotidiana, a esa muerte le temo. Nueva escuela del sur Vivimos tanteas veces en el limbo. La vida es apenas una tarde, Siempre serás parte de ello, siempre acompañada por el sol. serás parte de mi pequeña Soñare que recibo lluvias claras colección de muñecas, serás un ante oscuras aguas inundadas. pequeño trozo de papel pintado Guarda bien tu hilo, que acá llaman vida, que construye un corazón, serás no dejes que se nutran de tu sol." parte de mis proyectos, de mis
Patricio Borrás
sueños, de mis pensamientos, serás cada paso que de, serás cada estrella que se apague, cada sol que nazca y cada sentimiento que se borre. Siempre permanecerás, duro como las rocas, aunque fluyas como el mar, libre como el viento, y apasionado como el fuego arderás.
Tadeo Gringras Custer "El hombre nace rico, se
vuelve pobre cuando empieza a perseguir el dinero."
ienast Ramirol dK e quilmes
Anónimo
Naciona
Nacional de quilmes
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Propiedades de un
“En casa del Jacinto hay un sillón para morirse. Cuando la gente se pone vieja, un día la invitan a sentarse en el sillón que es un sillón como todos pero con una estrellita plateada en el centro del respaldo. La persona invitada suspira, mueve un poco las manos como si quisiera alejar la invitación y después va a sentarse en el sillón y se muere. Los chicos, siempre traviesos, se divierten en engañar a las visitas en ausencia de la madre, y las invitan a sentarse en el sillón. Como las visitas están enteradas pero saben que de eso no se debe hablar, miran a los chicos con gran confusión y se excusan con palabras que nunca se emplean cuando se habla con los chicos, cosa que a éstos los regocija extraordinariamente. Al f inal las visitas se valen de cualquier pretexto para no sentarse, pero más tarde la madre se da cuenta de lo sucedido y a la hora de acostarse hay palizas terribles. No por eso escarmientan, de cuando en cuando consiguen engañar a alguna visita cándida y la hacen sentarse en el sillón. En esos casos los padres disimulan, pues temen que los vecinos lleguen a enterarse de las propiedades del sillón y vengan a pedirlo prestado para hacer sentar a una u otra persona de su familia o amistad. Entretanto los chicos van creciendo y llega un día en que sin
Julio Cortázar
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sillón
saber por qué dejan de interesarse por el sillón y las visitas. Más bien evitan entrar en la sala, hacen un rodeo por el patio, y los padres, que ya están muy viejos, cierran con llave la puerta de la sala y miran atentamente a sus hijos como queriendo leer su pensamiento. Los hijos desvían la mirada y dicen que ya es hora de comer o de acostarse. Por las mañanas el padre se levanta el primero y va siempre a mirar si la puerta de la sala sigue cerrada con llave, o si alguno de los hijos no ha abierto la puerta para que se vea el sillón desde el comedor, porque la estrellita de plata brilla hasta en la oscuridad y se la ve perfectamente desde cualquier parte del comedor. "
Por
o que y
Se abre un mar de pensamientos, pasan flotando los mejores recuerdos, y veo ahogarse pesadillas. Navegan embarcaciones de ternuras y se anclan tristezas en el fondo del mar. Tus recuerdos, aquellos preciosos y atesorables momentos, se pierden en la distancia. Comienza a atardecer sobre el mundo de sueños, el cielo se pinta de colores, y las estrellas se empiezan a vislumbrar a lo lejos, en el horizonte se ve una gigantesca pelota blanca, media amarillenta, a la cual por costumbre denomino luna. Te busco durante días, alfabéticamente, de mayor a menor, y viceversa, empiezo a renunciar a toda posibilidad de encontrarte, lo hago, sufro, me oculto, no existo, no vivo, no pienso, no hago nada. Y así paso las siguientes semanas derrumbándome por dentro, mutilándome a pensamientos desgarradores, ya no me queda aire, se ah evaporado por completo, y cuando estoy a punto de hundirme, regresas. Pero ese tiempo solo, autodestruyéndome me ah hecho pensar en que quizás nunca me has querido lo suficiente como para salvarme de ti mismo.
te amo
Porque aunque el río sea hondo, y las aguas turbias Yo un pez y me acechen las barcas El viento sople, y este solo Aunque la marea suba y me ahogue, en mi agónica metafísica Y que a pesar de que no me rinda, caiga como los muros Aunque las sombras me rodeen Y las negras serpientes de la verdad, carcoman mi cerebro…. Mi páncreas…. Y mi hígado… ¡Y pulvericen mi deshidratado y ahogado corazón! Hasta que dé el no quede más que un recuerdo en algún enfermizo cerebro Y mi inmundo cadáver se hunda en las turbias mareas del olvido… Y más tarde sea rescatado desde alguno de esos puentes de realidad absurda Y aquellos seres se pregunten a que alienado monstruo perteneció ese cuerpo Debes saber… QUE NO IMPORTA NO, no me importa. Porque aunque me olvide de cómo nadar Y me hunda en las turbias mareas del olvido, Mis intestinos se pulvericen Y aquellos monstruosos, odiosos, espantosos seres de realidad absurda pero real Se pregunten a que alienado ser perteneció aquel horroroso cuerpo No me importa…. Porque sé que estás conmigo….
Gregorio Nelson Dorin Nueva escuela del Sur
Anónimo Nacional de Quilmes
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Pulverizá
ndose con los ojos No sabía el porqué de su agitación. Sus pupilas se dilataban y contraían al compás de sus irregulares latidos. Una sensación conocida. Un temblor en las manos. Con el rabillo del ojo lo vio sentado en una piedra. Después de tanto tiempo... Volteó para evitar su mirada, intentando concentrarse en la vacía conversación de las personas que acompañaba. Pero algo captó su atención. Un pestañeo, un revoloteo de alas. Una hoja dorada caía de su árbol favorito. No, no caía. Danzaba también al compás de su corazón, para luego posarse con gracia entre hojas marrones. Resaltaba tímidamente, distinta, hermosa. Tan sólo hicieron falta diez pisadas rápidas y algún que otro grito obsceno por parte de esos salvajes para aplastarla y hacerla perder su gracia. Ella intentó encontrar la hoja, pero, entre las demás, amordazada por los pisotones de los salvajes, se confundía y se sumía en la ignoranca. Seguía siendo diferente y especial, pero bajo aquellas capas de igualdad parecía una más del montón. Ella dirigió sus ojos una vez más a esos humanos llenos de vacío. No dijo nada, simplemente se alejó caminando. Ojos chocolate bajo unos llamativos lentes de contacto color del océano la hicieron detenerse. La estaba mirando a los ojos, su boca trazando una media sonrisa. "Hola!" Le dijo él. Las pupilas de ella se dilataron un poco, las de él permanecieron f irmes. "Hola..." Contestó con una f ingida sorpresa y curiosidad.
Los labios de él articulaban palabras, pero ella sólo podía sentir su pulso galopando detrás de la oreja. Y no pudo más. Un segundo, una canción sonando a lo lejos. Y se fusionaron. Sus anatomías se confundían, y mientras tanto, ellos se sumieron en una densa niebla oscura donde todo valía. Eran extensiones del otro, testigos de la insolencia que había una vez arrasado sus encuentros. Ella respiraba su risa, mientras que él sangraba los ojos de ella. Qué silenciosa era su piel. Qué inagotable parecía ser esa sed de comprensión, esa apabuyante sensación de soledad que pronto se había visto aplacada por esos brazos como alas de mariposa. Y es que la certeza de la indecisión los arrastraba hacia aquel Tártaro que solo ellos conocían, los llevaba con uñas y dientes hacia la condena de otro día más. Inesperados, llegaron sin avisar aquellos pequeños fragmentos de ser, cayendo sordamente sobre la sien de él, que clavó sus ojos falsos, ávidos de sentir, en los de ella. Secó sus lágrimas, besó sus clavículas y dibujó cronopios bajando por su espalda. La rodeó con brazos y piernas, con desafío y una vigilia que venía acarreando desde hacía varias semanas. Acomodó el pelo detrás de su oreja, y se posicionó para cantar las palabras que sólo una vez se dignaría a recitar. Un pestañeo, un revoloteo de alas. "Bueno, nos vemos!" soltó. Y se fue caminando.
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itel c c i R a Ariadn
O, como dirĂa el Barrilete: porque un hilo largo l amado corazĂłn me mantiene atado a la tierra y obliga levantarme al cielo, para medir en esa distancia la verdad hermosa del poeta. Les quiero decir, tengo los pies en la tierra y la cara en el viento, mirando hacia abajo, porque de ahĂ me sostienen y me tironean; me quitan el nombre si me rompo y vuelvo a ser un papel sin sentido. J.R. Santoro
JuVeNtUrRa
Estudiantes secundarios en Hagamos lo Imposible