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INDICE Presentaciรณn - pรกg.3 6 Antipatriarcado - pรกg. llero - pรกg 8 vi mo is od ri pe s: re la Cronistas Popu til- pรกg 10 Por el Boleto Estudian
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3 Hagamos
lo
imposible!
Hay que tener valor, ¿o no que sí? Para mí sí. Y en realidad pensándolo bien creo que muchos tendrán el mismo parecer. Hay que tener valor. Son de esas afirmaciones universales, que le cierran a todos. Dicen que es bueno aclarar desde dónde uno habla, así dicen. Y a mí me parece que eso está bien. Porque bueno, hay que tener valor, pero ¿Cómo es eso? ¿Cómo hacemos para tener valor? ¿Ejercitamos la valentía? ¿Nos ponemos en venta? ¿Qué es el valor? Como que doy vueltas ¿no? Pero pasa que no es fácil, a algunos le salen esas frases heroicas, que resumen grandes conceptos e ideas en una sola oración. Yo no soy de esos, pero sí leí a algunos de esos. Entonces bueno, voy a citar a uno de esos hablando del valor. El tipo lo escribió a las apuradas, en una carta a sus hijos, muy cortita, le tiró un par de consejos y una de las cosas que les dijo fue: “Acuérdense que cada uno de nosotros, solo, no vale nada”. Y ese es nuestro “desde dónde”: si solos no valemos nada, no nos pongamos en venta, juntémonos, organicémonos.
“Somos
los
actores
de la cruda realidad”
En eso andamos con el Frente Juvenil Hagamos Lo Imposible, haciéndonos valer, organizándonos para aportar a la construcción de un mundo nuevo, a la transformación de la sociedad actual. Somos un movimiento de jóvenes que no nos conformamos con lo que hay, con los malos menores, creemos que otro mundo es posible, siempre y cuando trabajemos conscientemente para lograrlo. Somos un Frente de jóvenes que, desde distintas especificidades, trabajamos todos los días para construir una alternativa. Como talleristas barriales y educadores populares, vamos a los barrios a socializar nuestros conocimientos, a poner en diálogo nuestros saberes con los de los propios vecinos, para enseñar y aprender, para construir colectivamente un conocimiento crítico que nos ayude a vivir mejor, que nos ayude a organizarnos mejor para así enfrentar con más herramientas los problemas
que la sociedad actual genera permanente e inevitablemente. Como artistas fomentamos y construimos centros culturales, para aportar a un circuito alternativo de producción, distribución y exposición artística, que sea propio de los trabajadores de la cultura; construimos centros culturales que a su vez sean centros sociales, centros que no son indiferentes a los más de 60 muertos en las inundaciones de la Plata, que no son indiferentes a los chicos asesinados por el gatillo fácil, centros que participen activamente de la realidad que los atraviesa. Como comunicadores fomentamos el desarrollo de medios comunitarios, alternativos y populares, que en el ejercicio de la contrainformación se basen en los intereses populares, difundiendo lo que ni Clarín ni 678 tienen planeado informar. Como estudiantes impulsamos espacios de organización participativos y democráticos al interior de nuestros espacios de estudio, que devuelvan el protagonismo y la iniciativa a los propios estudiantes; alentamos el vínculo permanente y directo con la sociedad toda, intentando generar un aporte desde nuestras disciplinas y retroalimentarnos, porque los estudiantes no estamos aisaldos ni por fuera de esta realidad dolorosa que siempre nos atraviesa. Pero claro, así parece que estos pibes se quieren crear su mundito, un mundo piola y en paralelo al actual, con sus medios, sus barrios, sus artistas, sus espacios organizativos en los lugares de estudio y demás. Un mundo que se hace el boludo y es indiferente a los grandes problemas de la sociedad. Pero no, esas ideas ya fueron superadas por la historia, construimos nuestro (contra) mundo, para pelear mejor por el mundo, para disputarlo, para que sea de quienes lo construimos todos los días con nuestro trabajo: los pobres, los trabajadores, los estudiantes. “Yo he preferido hablar de cosas imposibles, porque
de lo posible se sabe demasiado”
Y tampoco nos conformamos con quienes nos invi-
4 tan a elegir la faceta menos dolorosa de este mundo. Y esto es porque bueno, a uno le hacen preguntas medio tendenciosas ¿no? Por ejemplo: “¿Más, o menos?” Si tenemos que elegir, entonces más, está clarísimo. ¿Un mundo más justo o uno menos? ¿Un mundo más bello o uno menos? Y sí, uno más justo y más bello. Pero ahí hay gato encerrado, porque si esos son los términos, siempre tenemos un mundo más o menos… Y entonces si nos preguntan: ¿Tenes mundo? Y qué se yo… más o menos. Seamos claros y categóricos, peleamos por un mundo justo, no por uno más justo; peleamos por otro mundo, no por este un poco mejorado. Y así es que no vamos a los barrios a embellecer la pobreza, para que sea menos dolorosa, vamos a organizarla para superarla definitivamente. Y así con el resto de los dolores, duele la contaminación ambiental, duele la inflación y que “la pucha… no llego a fin de mes”, duelen las inundaciones, duele que sube el alquiler y que no llego a los apuntes. Y todos estos dolores son los síntomas de la enfermedad enferma que nos enferma y duele. Y hay que hablar sin miedo de esa enfermedad. Cuando éramos niños costaba nombrarla, era tan difícil como nombrar a Voldemort en Harry Potter… pero si costaba nombrarla no era porque fuéramos niños, sino porque éramos niños en los 90’. Y hoy somos jóvenes hijos del 2001, hijos del pueblo y no de los gobiernos, jóvenes que nos atrevemos a decir, nuevamente, que esa enfermedad tiene nombre: esa enfermedad se llama capitalismo. Y entonces bien, bajemos la fiebre, pero también matemos al virus que la genera, che.
Ayuda memoria: hay que destruir al capitalismo… y no es un problema de si este es un capitalismo jodón, neoliberal, o si es un capitalismo careta, que se rescata y se hace el serio. EL PROBLEMA ES EL CAPITALISMO.
“No acepten lo habitual como cosa natural pues en tiempo de desorden sangriento, de confusión organizada, de arbitrariedad conciente, de humanidad deshumanizada, nada debe parecer imposible de cambiar.” Bertolt Brecht
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iva t c e p s r e p a uestr n y e j a u g n Sobre el le cal antipatriar sumimos diaria y
cultural a o t ar contra n h e i c u m l i v e o d m a Como rdua tare a a l amientos s e n t e n p e y m s e t o t n conscie sentimien , s o t i ración de b o l á a h v , s e r a c b i o t las prác ado, a la s c r a rón, por i a r t v a o p v l i t a c s e l o arraigad os (del co r t o des). Es s a o l d i t e r n b e o d i s s o un géner esto de la r l e mo una o y c s e e j r a e j u g u n m e sobre las bimos al l e c n o alizarlo, c r e u t u a q n , s a e l l d a en esa bat necesario o d para así n e , i s n ó , i s c á u t i m t n y cons trinchera e g i r ta más o n e i u s m a n r e r e r h profundiza convertirlo en una oy modificarl oración p r o c n i a l mos que e de lucha. d n caer en e r o p n m a o r c a , p o , g procesual r Sin embar e s rsonas e e p b e s a d l s e o i d b a m la mayorí a de estos ca r a la prop e e l d b i o g n e a l i m ra ) , y de la ” e una escritu “ o ” mática. X e t ,” ” a l @ a “ o s n a l (uso de tes en tor uso de a l b e e d n e s o r l a e z nd a de avan i c n fundizació cuana t y r e o r p p m m i i s a l , os ero como Remarcam n perspectiva de gen o n i s , o m s i e co ro formal e relam l un lenguaj s e a l e d e s d e d a a r ado nsib do no se co una praxis tranform de expresion xistentes. e s e l a i c o s ciones
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¿Qué es el patriarcado? Desde que empezamos a tener uso de razón nos vemos inmersxs en un mundo donde parece que las cosas son como están, porque así tienen que ser. Desde muy jóvenes nos enseñan que los nenes juegan con autitos, a la pelota, a ser superhéroes, a ser fuertes, a no llorar para ser bien machos. Que tienen que dejar subir primero a las chicas en el bondi, abrirles la puerta, mantenerlas económicamente, y la lista sigue. Mientras las nenas son las que juegan con muñecas, cocinitas de juguete, escobita-palita-secador de piso, nos enseñan a ser princesas lindas cuya principal virtud en la vida es encontrar un príncipe que venga a salvarnos. A lo largo de la vida, en los distintos ámbitos donde nos vamos desarrollando, podemos encontrar siempre alguna situación que sea producto de esa división social de roles. Y al ir desandando y problematizando las maneras establecidas e impuestas de relacionarnos, encontramos que no es casualidad que se de así, tampoco son comportamientos inherentes a la naturaleza humana.
la sociedad está dividida entre oprimidxs y opresorxs (yo escribiría entre explotadxs y explotadores), vemos que el sistema patriarcal está ligado a la existencia de esas clases, siendo una herramienta necesaria para reproducir la opresión. Es necesario diferenciar cómo impacta el patriarcado en las clases sociales, no lo sufre igual una mujer de la clase más pudiente, que una de la clase trabajadora. Esto es algo que queda comprobado en la práctica: las cientos de muertes por aborto clandestino que se producen por año corresponden en su gran mayoría a mujeres de clases bajas que no cuentan con los recursos necesarios para hacerlo de tal forma que no corra riesgo su vida, así como también la mayoría de las víctimas de trata pertenecen a dicho sector.
Esas prácticas, tan instaladas, son reflejo, parte y producto de la sociedad hetero-patriarcal en la que vivimos, en la cual se pone al hombre en un lugar de superioridad frente a otras identidades de género. Podemos preguntarnos a que se debe esto, si venimos preparadxs para que las cosas sean de esta manera, si nacemos con roles asignados, las mujeres en la casa cuidando a los hijos y los hombres haciendo política, ¿están los hombres y las mujeres biológicamente predeterminadxs para distintas funciones? Yendo hacia atrás, lejos y hace tiempo en la historia, encontramos que no, que esto no es así desde el principio de los tiempos, sino que son construcciones sociales y que la degradación de la mujer coincide con la aparición de la sociedad de clases y la propiedad privada, cuando comienza a quedar relegada al ámbito doméstico, privado y en situación de dependencia. O sea que el patriarcado es previo al capitalismo, pero también potenciado y adaptado por este. Desde una perspectiva clasista, que comprende que
Por todo esto entendemos que las mujeres de la clase trabajadora sufren, no sólo la explotación sino una doble opresión: la primera opresión es de clase y tiene que ver con su lugar en la estructura económica. Junto al hombre trabajador es explotada por la clase dominante, pero por su condición de género es doblemente oprimida en relación desigual con el colectivo varón. La cosificación de la mujer es un ejemplo claro de cómo se apropia el capitalismo de esa opresión de
7 género y la adapta a su lógica deshumanizante basada en generar ganancias para algunos pocos. En el sistema en el que vivimos la mujer es convertida en un objeto más de consumo, en una mercancía más, despojada de todo contenido o cualidad de persona. Se ve claramente en cómo las publicidades usan los cuerpos para vender, siempre respondiendo a un estereotipo de belleza que no es acorde a la realidad, y que fomenta el tipo “ideal” de mujer objeto (sexual) que ellas deben ser y ellos deben consumir. La profundización más perversa de esa cosificación, es la trata (segundo negocio más rentable del mundo) donde privadas de libertad y ultrajadas, las mujeres son tomadas, usadas literalmente como medios para obtener ganancias. Sin embargo el patriarcado como sistema dominante, que implica un entramado de relaciones, mecanismos, instituciones, formas de pensar y hacer, no condiciona solamente a las mujeres y otras identidades sexuales y de género. También afecta a los varones mismos, que crecen bajo presiones y normas de comportamiento opresivas, que constituyen una masculinidad hegemónica a la que hay que responder. Hablamos de identidades de género, porque los estereotipos instalados del binomio hombre-mujer son también parte de la opresión del patriarcado y no reconocen que hay personas que no se sienten contenidas en esa división naturalizada de dos géneros (personas homosexuales, bisexuales, transexuales, travestis, son algunos ejemplos). Entonces resaltamos que no son sumas de prácticas individuales que casualmente reproducen una misma lógica, sino que existe un problema estructural, transversal a todas las clases sociales que nos afecta como colectivos.
A pesar de esto, no creemos que la solución sea luchar contra el colectivo masculino, entendiendo al varón como el enemigo, sino que nuestro aporte debe ser para des-construir su posición, sus privilegios y cimentar otro tipo de subjetividades y relaciones, porque luchamos por una sociedad verdaderamente igualitaria, sin opresiones, sin explotados, ni explotadores. Imagen de: FOCO Fotografía Colectiva
8 Cronistas Populares: periodismo villero
Nos enfrentamos a la hoja en blanco, como los escritores. Pero no nos dura mucho porque siempre tenemos algo para contar. La vemos cuando salimos de casa, cuando nos subimos al bondi, cuando estamos con amigos, cuando laburamos, en todos lados la vemos. Y no nos pasa por el costado, así como si nada. No podemos dejarla pasar. Hay algunos que la ven y la esconden, porque son responsables y no van a hacerse cargo. Algunos también por miedo deciden omitirla, hacer como si nada pasara. Y hay otros que no sólo hacen todo eso, sino que también la tergiversan, la manipulan, la recortan como quieren, muestran lo que quieren. Hay otros que la ignoran porque así es más fácil, “tipo que ignora muere y vive contento, no sabe que hay cosas que se pueden cambiar”. Nosotros no, no podemos. Porque nos hierve la sangre cuando la vemos, porque nos molesta, nos da rabia. Por eso creemos que hay que contarlo, gritarlo a los cuatro vientos. No podemos quedarnos callados, entonces decidimos hablar, escribir y escribirnos, mostrar nuestra realidad esa que no todos ven, esa que se ignora sistemáticamente y hacerlo para cambiarla. Tener voz en un mundo que te quiere callado es complicado. No nos importó. Por eso decidimos convertirnos en medio, en un medio villero, que habla desde adentro, con esa voz que nos sale desde lo más profundo, desde donde sentimos esa injusticia cometida contra cualquiera, en cualquier parte del mundo. Los Cronistas Populares salimos y entrevistamos, hacemos una letra de rap, cantamos y filmamos esta realidad que sentimos injusta. Y mostramos por qué la vemos injusta. Y renegamos mucho: renegamos de los pibes que mueren cada 28 horas en los barrios, renegamos de trabajar precarizados, muchas horas por muy poca plata, renegamos de que se inunda el barrio y perdemos todo, de que se nos corta la luz y vivir cuesta caro (algunos dicen que cuesta vida). Pero renegar no es lo único que hacemos, también buscamos salidas a nuestros problemas, pero no cualquier salida: nuestra salida es colectiva.
Las redacciones… Empezamos en La Carbonilla a principios de 2014, escribiendo boletines mensuales. En ellos, con el entusiasmo de tomar la realidad con nuestras manos, hurgamos en la historia del barrio, nos conmovimos con las músicas que se escuchan y las culturas que conviven en la Carbo, nos rompimos la garganta gritando por la urbanización y vimos que hay una juventud que se organiza para transformar este mundo injusto. En eso surgió la idea de hacer un rap, nos pusimos a escribir la letra y poco a poco fue saliendo el ritmo. Porque cantarla también es contarla. La idea prendió, tenía potencia y no dudamos en expandir nuestra voz a otros barrios. Y así vimos que la voz de los de abajo cuenta historias parecidas acá y allá, y que si uníamos más y más voces nuestro grito iba a ser mucho más fuerte. Ese fue el impulso con el que abrimos nuestra segunda redacción en la Villa 1-11-14. Así llegamos a fin de año, con dos redacciones, un grupo de rap y primer número unificado en una modesta revista en blanco y negro (con una muy pequeña tirada). ¡Felices! Pero... ¿ya estaba la tarea realizada? Sospecharán que no y tendrán razón. Porque Cronistas Populares es un medio hacia algo más. Contamos la realidad para reescribirla, para transformarla y claro, no nos podíamos conformar con lo logrado. 2015 nos encontró construyendo dos nuevas redacciones (nada de brazos cruzados): la de la Villa 21-24, llena de nuevos cronistas entusiasmados por participar y Villa Itatí (en Quilmes). De la misma forma que surgieron los raperos de Cronistas Populares en La Carbonilla, las nuevas redacciones no se quedaron sólo en el periodismo gráfico. En Itatí empezamos a trabajar en un gran proyecto para comunicar las problemáticas del barrio en una serie de videos documentales. Y en la 21-24 armamos el equipo de dibujantes e historietistas de nuestro medio. Nuestro camino de profesionalización pedía dar un
9 gran paso: era hora de unificar el trabajo. La revista… Sabiendo que las realidades de los distintos barrios pueden ser diversas pero que tienen muchos puntos en común, dimos el salto de publicar una revista con un eje en común, donde estuvieran las notas de todas nuestras redacciones. ¿Sobre qué podemos escribir? Una vez más no fue mucho el tiempo que nos costó encontrar una idea. En el primer número de nuestro nuevo formato (que no casualmente salió en mayo), decidimos hablar sobre los trabajadores, eso que somos todos y todas quienes vivimos en los barrios populares. Y cada redacción fue encontrando un punto para desarrollar. Nos corrieron los tiempos, sí, como en toda redacción. Y las preguntas también. ¿Cómo lo hacemos? ¿Cada cuanto la sacamos? ¿Y si hacemos la tapa a color? ¿Cuántos números mandamos a imprimir? ¿300 será mucho? La imprenta nos dice que nos conviene hacer 500. ¿Podremos con tanto? Ya fue, nos la jugamos. Pero mirá que si hacemos 500 tenemos que hacer algo bueno, ¡eh! Y le pusimos toda la garra. Buscamos un tema específico, una historia que nos interese, una persona para entrevistar, el tiempo para escribir, las palabras para expresar, una foto
para mostrar, un rap para cantar, una ilustración para las tapas. Mientras editábamos el tiempo nos corría –no es fácil hacerlo juntando a las cuatro redacciones-. Por fin, estaba todo listo: lo mandamos a la imprenta y esperamos ansiosos a que saliera “del horno”. Presentamos nuestro primer número el día del trabajador. Y tuvimos la enorme alegría de que la respuesta superó nuestras expectativas: en 15 días nos quedamos sin números. Así que nos jugamos otra vez, nos animamos a 500 más. La escuelita… Los ciclos se renuevan. Nosotros, los hijos del argentinazo que somos la juventud de este nuevo siglo, abrazamos con fuerza y sed de victoria lo que nuestros compañeros en la década del 70’ promovieron en sus tiempos. Rodolfo Walsh, periodista desaparecido en la última dictadura, entendió que era fundamental mantener vivo el fuego de la pluma y brindó talleres de periodismo en la villa 31 de retiro. Queremos más escritores; necesitamos más escritores. Vamos a ser más cronistas populares que gritemos desde los barrios las injusticias que se viven a diario. Por eso, abrimos una “escuelita de cronistas” en el barrio que nos vio nacer: La Carbonilla. Para seguir desarmando esas verdades que nos parecen naturales, que nos acompañan desde bien chiquitos; para hacernos nuevas preguntas y darnos nuestras propias respuestas.
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Un Boleto Educativo La lucha por el boleto gratuito es una de las principales luchas intestinas del movimiento estudiantil argentino que se enmarca en un camino mayor e histórico que se dieron los estudiantes y trabajadores: terminar con la injusticia y la opresión, trasformar profundamente la sociedad en que vivimos. Hace más de 30 años que docentes y estudiantes exigimos el acceso a la educación completamente gratuita y de calidad. Más de 30 años que no se cumple nuestro derecho, para satisfacer el ingreso de millonarias ganancias mensuales de un solo sector: el empresariado. La noche del 16 de septiembre de 1976 es uno de los ejemplos emblemáticos del accionar de aquellos que entienden y especulan con la educación para obtener más y más ganancias. Esa noche de septiembre es la muestra del avance militar y reaccionario a favor del sector empresarial y en contra de los estudiantes organizadxs. Esa noche es conocida como “La Noche de los Lápices”. Ese mismo 16 de septiembre, estudiantes secundarios que se movilizaron en la ciudad de La Plata para exigir un boleto estudiantil, fueron secuestrados, torturados y muchos de ellxs asesinadxs por el operativo realizado por el Servicio de Inteligencia del Ejército y la Policía de la Provincia de Buenos Aires, dirigida en ese entonces por el general Ramón Camps, que calificó al suceso como una lucha contra “el accionar subversivo en las escuelas”. Este suceso también es un emblemático ejemplo para nosotrxs, los que estamos de este lado. Los que retomamos las históricas luchas de los compañerxs, los que aprendemos de su heroísmo, de su conciencia y de su humildad. Los que aprendemos de nuestra clase que unida y en lucha no se deja doblegar, que unida y en lucha marcha indefectiblemente hacia la liberación de toda opresión.
Nada de lo que deba ser estatal permanecerá en manos del Estado… Problemas estructurales, falta de inversión, falta de control. Esta última dictadura cívico-militar preparó el terreno para la implementación del neoliberalismo y sus políticas privatistas. Su plan fue determinante para terminar con cualquier resistencia que se oponga al plan que incluía destruir cualquier conquista social. Se concesionaron empresas estatales y se multiplicaron los empresarios de lo público. Las empresas de transporte no son la excepción. El vaciamiento y el lucro primaron por sobre las necesidades y el derecho a viajar en condiciones dignas que toda sociedad exige. El vaciamiento de los ferrocarriles es un triste hecho histórico que ha dejado pueblos fantasmas a lo largo y ancho del país. La privatización, la negligencia, la multiplicación de funcionarios corruptos, y el perseguir como único fin la ganancia, son las principales causas de tragedias como la de Once. Una masacre apañada por empresarios en busca de más ganancias, bajo el cuidado de ministros y funcionarios corruptos. Una catastrofe no
11 natural que termino con la vida de 51 personas. La situación del transporte de colectivo también es deshumanizante. Las condiciones en que tenemos que viajar la gran mayoría de los trabajadorxs son indignantes. Vamos hacinados en colectivos que no están siquiera en condiciones. Esperamos hasta 2 horas, en paradas que no tienen techos ni asientos, rogando que el bondi nos pare... cuando no sigue de largo porque viene con gente hasta el estribo. El corazón se ensancha y toda la calle es cancha Hoy como ayer los estudiantes, docentes y no docentes de toda la Provincia exigimos movilizados, organizados y en la calle, un boleto educativo gratuito para secundarios, terciarios y universitarios. Para que ningún estudiante sea excluido de su educación. Por una educación al alcance de todxs. También exigimos un boleto gratuito para el personal docente que sobradas veces se ve en la necesidad de tomar hasta 6 colectivos en un día, impactando seriamente en su economía. Como también para el personal no docente que percibe magros salarios. Esta lucha que nos damos, no es otra, que la lucha por la educación pública. Porque no basta con los edificios (aunque en condiciones deplorables) y con los docentes y no docentes para garantizar el ingreso y la permanencia en el sistema educativo. Es también una lucha contra la deserción, contra el ajuste de los de arriba. Es por un transporte público al servicio de lxs trabajadores y no de los empresarios. Es exigir por más ramales que permitan el acceso a las zonas del conurbano que hoy no las alcanza ningún transporte público, con horarios acorde a las necesidades de la población. Es por viajar en condiciones dignas. Esta lucha es también para acabar con los millonarios subsidios a las empresas, porque no queremos que más plata del tesoro Nacional vaya a parar a la caja de los empresarios y /o funcionarios de turno. Es en apoyo al proyecto de Ley presentado por los compañeros del FIT en septiembre del año pasado, hoy cajoneado en el senado.
Porque a 38 años los lápices siguen escribiendo, los reclamos siguen siendo los mismos, porque mientras siga habiendo desigualdades, siga reinando la injusticia, la explotación, seguiremos levantando las mismas banderas que nuestros compañeros supieron levantar y defender con su vida. Porque mientras se escuche el grito en lucha de alguno de los nuestros y toda la calle se ensanche para albergarnos, mientras haya otra mano cuajada de trabajo que se estire para tomar esas banderas, sabremos, sin dudarlo, que más temprano que tarde, venceremos!
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