Creo #3

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CREO

EdIcIón Nº 3 Año 2016 PrEcIo $10

¡ARRIBA LAS QUE LUCHAN!


En esta ediciĂłn:

sobre la nostalgia y sus poderes ÂĄpor un mundo sin machismo ni violencia hacia las mujeres!

somos las nietas de las brujas que no pudieron quemar

dios ha muerto Âży? las rudas (villa mercedes, san luis)


HAGAMOS LO IMPOSIBLE

EDITORIAL

Todas a las calles

Una vez más nos vamos a encontrar, a compartir las calles, a salir a luchar. Una vez más, como hace ya 31 años, las mujeres de América Latina no nos vamos a callar. Porque estamos cansadas de que nos maten, nos usen, nos tiren, nos toquen, nos griten, nos violen. Ya estamos cansadas de que nos juzguen por ser quien elegimos ser, de que nos compren, nos vendan, de que los medios justifiquen a nuestros violadores y asesinos. Gritamos BASTA cada vez que se preguntan “¿cuántos facebook tenía?, ¿cómo estaba vestida?, ¿qué hacía sola de vacaciones?” ¡¡y culpan a nuestras madres que nos dejan salir solas!! Porque queremos subir a un tren, a un colectivo o al subte en hora pico y no tener miedo, porque queremos poder vestirnos como a nosotras nos guste y no andar cuidando de que no se sientan provocados. Queremos viajar, ser libres, caminar por la calle, elegir sobre nuestras relaciones, sobre nuestras sexualidades y cuándo ser madres, o si queremos serlo. Y porque no nos pasan por al lado las muertes por abortos clandestinos, los femicidios, los casos de violencia de género. Por Berta Cáceres, Por Diana Colman, por Reyna Maraz. Porque nos llenamos de rabia y esa rabia la convertimos en lucha, nos volvemos a encontrar, para pelear por nuestros derechos y demostrarle al mundo que no estamos solas. Por todo eso Rosario late fuerte, muy fuerte en cada una de nosotras. Este año, miles y miles de mujeres nos encontramos en las calles para compartir nuestras experiencias y problematizarnos el mundo en el que vivimos como mujeres, como hijas, madres, trabajadoras, estudiantes. Porque entendemos que las cosas no son así, ¡están así y las vamos a cambiar! Esta vez la cita es en Rosario, el 31° Encuentro Nacional de Mujeres está latiendo fuerte en el pecho, en las manos, en todos nuestros cuerpos desde antes de dejar Mar del Plata en el 2015. Los gases no nos espantaron, demostraron nuevamente que juntas somos poderosas, que cada vez somos más las que estamos dispuestas a encontrarnos, a compartir nuestras experiencias, a conocernos y a demostrarle al mundo que esos problemas que parecen de una, en realidad, son de todas. Frente a la represión policial, a la complicidad de los gobiernos y la iglesia, las mujeres de la Argentina no nos asustamos, no nos espantamos, nos paramos más seguras que nunca, para darle fin a este sistema de muerte y opresiones. Estamos felices, la alegría desborda a todas las compañeras que en distintos espacios nos vamos encontrando para prepararnos, estamos camino Rosario, se palpita en cada fiesta, en cada aula, en cada barrio. Porque vamos a salir todas a la calle a gritar bien fuerte que América Latina va a ser toda feminista. Cuando el fuego crezca queremos estar ahí, y estamos convencidas de que el fuego va a seguir creciendo en Rosario.

¡Arriba las que luchan! POR UN MUNDO DONDE SEAMOS SOCIALMENTE IGUALES, HUMANAMENTE DIFERENTES Y TOTALMENTE LIBRES.

Lo que no se nombra, no existe. Como Frente Juvenil asumimos conscientemente la ardua tarea de luchar contra las prácticas, hábitos, sentimientos y pensamientos arraigados al patriarcado y al machismo. Es en esa batalla, que concebimos al lenguaje como una trinchera más, siendo necesario desnaturalizarlo, profundizar en su origen y constitución, para así modificarlo y convertirlo en una herramienta más de lucha. El universalizar a todos los géneros dentro del masculino es reforzar su dominio sobre quienes no nos definimos así. Por este motivo utilizamos las “x” reemplazando las letras (a/o) que denotan un género en las palabras, incluyendo a las mujeres y los colectivos LGTTBIQ.

Visibilicemos lo invisible.Nombremos y pongamos en palabras un nuevo lenguaje para una nueva cultura. Para un nuevo mundo.

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SOBRE LA NOSTALGIA

Y SUS

PODERES

Los timbres vuelven a sonar, y eso me pone contento. Es que, debo confesarlo, soy algo nostálgico. El avance de las telecomunicaciones nos conecta cada vez más y eso es bueno, pero también es cierto que esa aparente cercanía muchas veces efímera es, en realidad, lejanía. El bombardeo comunicacional al que estamos expuestos no hace más que intentar tapar el creciente vacío interior al que nos someten. El avance de la tecnología le ha quitado lugar al timbre en las casas, tenemos que asumirlo, nos guste o no. Y no me refiero a que han recobrado terreno las “palmas”, no, ellas caen en la misma bolsa, corren la misma suerte que el timbre. “Puerta”, esas seis letras escritas en un Whatsapp lo han remplazado, o muchas veces el mismo adquiere la forma de: “cuando esté te hago una perdida”. Pero los timbres vuelven a sonar, recobran terreno. Ellos vienen con las palmas o hasta con el tan simpático: “señora!!” Su música irrumpe en la sinfonía de sonidos tecnológicos que hoy abundan por doquier. Cuando salimos a ver quién nos sorprende con semejante recorrido por nuestro pasado nos encontramos con...

HAMBRE

El otro día me golpean la puerta, una señora con varixs niñxs, me pide ropa. La semana pasada un vendedor de broches y cosas por el estilo me toca timbre, hace quince años que labura en eso y siempre que viene nos quedamos charlando. Me cuenta, debe tres meses de alquiler y lo están amenazando con echarlo de la pensión, está desesperado, no sabe qué hacer, aparte están los pibes. Le compro broches y dos repasadores que se acumulan en la pila que ya fui adquiriendo en charlas con él, podríamos decir que ya tengo stock. Anteayer vuelve a pasar, me cuenta que finalmente

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lo echaron, dejó a los nenes en lo de la suegra y sus cosas le permitieron guardarlas provisoriamente en la pensión, está durmiendo en la puerta del hospital. Se quedó en la calle. Hace un rato un nene me toca timbre, salgo y me pide algo para comer. Le comparto algunas cosas que tenía. Para mi asombro, come en el momento mismo que se lo entrego. Ese nene tiene hambre. Tiene hambre aquí y ahora. Ese nene no está previendo, u organizando la semana, o yendo a hacer las compras al mayorista para todo el mes, ese nene tiene hambre, ahora. Ese nene tiene hambre cuando escribo esta nota, ese nene tiene hambre cuando lees esta nota. Ya. Los timbres vuelven a sonar. Hay que hacer algo.

A PROPÓSITO DE LAS ESTADÍSTICAS

La velocidad con la que se siente el ajuste de Cambiemos no deja de impresionarnos. Hemos hablado de los cientos de miles de despidos en el sector privado y en el estatal, del tarifazo. Hemos hablado de la millonaria transferencia de ingresos a los sectores empresarios. Hemos hablado del

Crecen la pobreza extrema y el hambre. El macrismo nos está empujando a la miseria. Está regalando nuestra patria a los ricos del mundo. Es preciso que nos organicemos para frenarlo. 40% de inflación. El 28 de septiembre el gobierno ha reconocido oficialmente que el 32,2% de los argentinos son pobres y el 6,3% indigentes. Pero dicho así, parece estadística que diciendo todo no dice nada. Es preciso concretizar. Detrás de cada uno de esos cientos de miles de despedidos hay una familia desesperada, buscando trabajo, saliendo a hacer changas, poniendo una parrilla en la puerta de la casa para llegar a fin de mes, detrás de cada uno de esos números hay nenes que no saben qué será de su futuro. Cuando hablamos de 32,2% de pobres y 6,3% de indigentes, hablamos de jóvenes que no estudian ni trabajan, condenados a la precarización más extrema, a la inestabilidad laboral, hablamos de jóvenes que deciden cursar una materia menos, o dos menos, o abandonar sus estudios. Hablamos de los timbres que vuelven a sonar, de ese nene que viene a pedir comida y ropa. Detrás de la estadística, hay gente que la está pasando mal.


HAGAMOS LO IMPOSIBLE El gobierno de Macri viene con el propósito de modificar la correlación de fuerzas que se formó a partir de las heroicas jornadas del 2001. Eso es lo que promete a los empresarios del mundo en el mini Davos y en cada lugar que le dan la posibilidad de estar frente a un micrófono con los dueños del mundo como audiencia. Detrás de la retórica diplomática y los eufemismos hay un discurso tan sencillo que asusta: “Inviertan en el país, les prometo que acá la mano de obra va a ser más barata, los trabajadores perderán todos sus derechos.”

REPRESIÓN

Pero el ajuste no entra sin represión, es por eso que la misma se fortalece a pasos agigantados. La derecha se prepara para contener con represión el malestar que crecientemente generan las medidas antipopulares. Es visible el incremento en los controles de tránsito, ya casi no se puede entrar o salir de los barrios pobres sin pasar por un control policial, hoy piden cédula verde y registro, pero de a poco se van convirtiendo en paisaje, se van asimilando, y así van sitiando los barrios populares con verdaderos retenes, preparados para contener la furia que va germinando en el corazón de nuestra clase y sus territorios. En el mismo sentido, fogonean la inseguridad para legitimar el avance represivo. Esa receta es vieja, hace ya cuarenta años y en otro país lo sintetizaba Foucault: “(…) la delincuencia tiene cierta utilidad económico-política en las sociedades que conocemos. (…) cuantos más delincuentes haya, más crímenes habrá, cuantos más crímenes, más miedo habrá en la población, y cuanto más miedo haya, más aceptable, e incluso deseable, será el sistema de control policial. La existencia de ese pequeño peligro interno permanente es una de las condiciones de aceptabilidad de este sistema de control, lo que explica por qué en los periódicos, en la radio, en la televisión, en todos los países del mundo sin excepción alguna, se dedica tanto espacio a la criminalidad como si cada día se tratase de una novedad.”1

FUERA MACRI

radical; sea cristiano, ateo, agnóstico o testigo de Jehová; haya votado a la izquierda, a Scioli o a Macri. Lxs trabajadorxs y su juventud debemos defender nuestros derechos como sea, sin admitir ningún tipo de sectarismo. Pero mientras damos esas peleas concretas, cuando nos despiden o despiden a un compañero, cuando desalojan una familia, cuando la policía hostiga a un pibe en cualquier esquina, cuando reclamamos el pase a planta permanente, cuando exigimos presupuesto para nuestro lugar de estudio; mientras damos esas peleas concretas, es necesario que también discutamos las proyecciones generales que nos puedan sacar de esta situación. En ese camino es fundamental disputar el carácter de la resistencia. Nosotros lo decimos sin sonrojarnos: Macri se tiene que ir. Queremos que este gobierno se vaya y vamos a pelear por ello. Cristina Fernández dijo: “Yo quiero que a Macri le vaya bien, porque quiero que le vaya bien a los argentinos”. Y nuestro pensamiento es exactamente inverso: Si a Macri le va bien, a nosotros nos va mal. Porque si su plan triunfa, entonces triunfa el hambre, triunfa la miseria, perdemos los de abajo. Se tiene que ir y para ello es necesario ganar las calles, organizarnos en todas partes. El kirchnerismo ha despertado expectativas en amplias capas de la sociedad que bien intencionadas se acercaron a ese proceso, pero día a día demuestra sus limitaciones y defrauda a los trabajadores y la juventud. La cantidad y variedad de casos de corrupción que le sigue dando al gobierno y sus medios para que tapen el ajuste corriendo el eje de discusión no deja de sorprender. A su vez, la misma Cristina ha salido a realizar declaraciones bondadosas hacia Sergio Massa, demostrando que la construcción de mayorías pasa una y otra vez por el acercamiento a los sectores más rancios y corruptos de nuestro país. Con el PJ como eje estructurante que, como ha sido probado y reprobado por nuestra historia, sólo puede generar un cambio para que nada cambie. Si la nostalgia hacia los timbres es infructuosa y ociosa, la nostalgia hacia el kirchnerismo no se queda atrás.

Es necesario construir una salida

Crecen la pobreza extrema y el hambre. El macrismo independiente, una alternativa social y nos está empujando a la miseria. Está regalando nuestra patria a los ricos del mundo. Es preciso política para los laburantes y la juventud que nos organicemos para frenarlo. Cada cual que vaya a fondo, sin concesiones con debe hacer su aporte desde su lugar. Tenemos que resistir todo avance, en el terreno que sea, y para el poder, contra este sistema de muerte, contra el capitalismo y el patriarcado. resistir debemos hacerlo con cualquiera que esté dispuestx, y cuando decimos cualquiera decimos cualquiera: sea kirchnerista, marxista, anarquista, 1Las mallas del poder - Michael Foucault

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UN ARMA CARGADA DE FUTURO*

¡Por un mundo sin

machismo ni violencia hacia las mujeres! *Un Arma Cargada de Futuro, es la Plataforma Política de la Juventud que construimos de manera colectiva y democrática entre todxs los jóvenes que integramos Hagamos Lo Imposible. Nuestro objetivo es construir una herramienta que ayude a ordenar nuestra rebeldía; que exprese las reivindicaciones más sentidas de la juventud; que sintetice las propuestas para salir a luchar para conquistar dichas reivindicaciones; así como también contenga nuestra visión del mundo; que resuma CONTRA QUÉ LUCHAMOS y POR QUÉ luchamos los y las jóvenes. Una herramienta que, puesta en la calle, nos permita acumular fuerzas en la etapa y momento político actual, orientadas a nuestros profundos horizontes de cambio social.

*Los

y las jóvenes decimos: -La juventud contra la derecha. Unidad para resistir, independencia para vencer. -Frente al avance imperialista: rebelde y organizada la juventud latinoamericana. No a la alianza para el pacífico, fuera yanquis de América Latina. Para conocer màs sobre nuestra plataforma entrá en www.hagamosloimposible.com

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Vivimos en un mundo que está patas arriba, en una sociedad completamente desigual, plagada de injusticias que vivimos día a día como naturales. Porque así nos enseñaron ¿no?, “siempre hubo ricos y pobres”, “las cosas siempre fueron, son y serán así”, gente que vive en la calle, pibxs que tienen que dejar la escuela para salir a laburar, gente que pierde todo cada vez que llueve, donde la policía mata a un pibx cada 28 horas, donde muere gente de hambre, donde las cosa valen más que las personas, donde unos pocos tienen mucho y muchos tenemos poco y nada. Pero nos parece que esto de normal tiene poco y de natural nada. Hemos aprendido que a las cosas hay que llamarlas por su nombre, entonces, al que “no debe ser nombrado” lo nombramos con claridad: CAPITALISMO. ¿Y qué pasa con las mujeres? No queremos ponernos pesimistas, pero la lista de injusticias es en verdad mucho más larga, y hay varios puntos que a nosotras nos golpean fuertemente. ¿Por qué? ¿No es que somos todxs iguales? ¿O eso también fue un verso que nos quisieron vender? Entonces también aprendimos que el capitalismo no andaba solo, que tiene un íntimo amigo que se llama PATRIARCADO. Ese sistema cultural, económico, político y social que modela y organiza las relaciones sexuales/sociales generando desigualdad entre hombres y las diversas identidades de género a través de una serie de instituciones, estereotipos, roles, jerarquizaciones, asignándole a los varones una posición de poder y superioridad con respecto a las mujeres y otros géneros.

LAS VIOLENCIAS

La opresión que ejerce el patriarcado toma una dimensión cotidiana: la violencia. Esta es la herramienta fundamental que tiene para sostenerse y reproducirse, aunque mejor hablar de las violencias. Las hay visibles e invisibles. Brutales y sutiles. Cotidianas y esporádicas. Públicas y privadas. Impulsivas y premeditadas. Violencias todas racionales, porque tienen explicación: la necesidad del patriar-


HAGAMOS LO IMPOSIBLE cado de controlar y disciplinar los cuerpos insumisos. Disidentes. Rebeldes. Nuestros cuerpos. Nos duele el futuro si la violencia nos persigue a las jóvenes argentinas. Si la mujer es una cosa que se puede alquilar, comprar o vender. Si somos las violadas, secuestradas y desaparecidas para ser prostituidas. Si el hecho de ser mamás jóvenes nos pone tan cuesta arriba la vida, y el hecho de no querer serlo puede terminar en nuestras muertes.

sexuales a merced del deseo del hombre. En esta sociedad valemos por lo que mostramos y no por lo que somos, priorizando la “belleza” por sobre la salud. Así por ejemplo, nos encontramos con problemas como la anorexia y la bulimia entre las más jóvenes, pagando con la vida y con el cuerpo lo que nos exigen ser. Así nos publicitan como una cosa más que se puede mirar, tocar, usar, comprar y vender; violar, desaparecer, golpear, matar.

Somos parte de una sociedad capitalista y patriarcal, desde el momento en que nacemos (y antes también), estamos atravesadxs por múltiples formas de opresión. Somos parte de este mundo, por lo tanto las opresiones las sufrimos y también las reproducimos. ¿Cómo no hacerlo? Si desde bien chiquitas nos educan en el deber ser. La familia, la escuela, la iglesia, los medios de comunicación, el Estado y sus instituciones nos enseñan desde los primeros días que hay cosas de nenas y otras de nenes, que el sexo con el que nacemos determina nuestro género, que las mujeres naturalmente somos y debemos ser de una manera y los hombres de otra, que tenemos roles determinados en la sociedad y comportamientos esperables. Y casualmente, o no tanto, somos nosotras las que nos vemos fuertemente perjudicadas por esta desigualdad entre hombres y mujeres, quedando relegadas a las actividades del ámbito doméstico, condicionadas a responder a determinados estereotipos de belleza, viéndonos imposibilitadas a decidir sobre nuestros propios cuerpos, en síntesis padeciendo todo tipo de violencia, simbólica, psicológica, mediática, económica o física.

¿Acaso nuestra vida vale menos que la de los hombres? ¿Cómo se explica que en pleno siglo XXI exista la trata de personas? ¿Qué exista nada más? La trata de personas con fines de explotación sexual es el tercer negocio ilegal más rentable del mundo, después de la venta de armas y el narcotráfico. Cada año, se calcula que entre 2 y 4 millones de personas son atrapados en la telaraña de las redes de trata, en su mayoría, mujeres y niñxs. En nuestro país, el 90 % de las víctimas de trata son con fines de explotación sexual; y de las 6.040 personas que están desaparecidas, 3.231 son niñas, adolescentes y jóvenes, dándose el mayor número de desapariciones en mujeres de entre 12 y 18 años. ¿Se entiende? ¡Nos desaparecen! En plena democracia. Para que otros gocen sin nuestro consentimiento, para que otros se llenen los bolsillos con nuestro sufrimiento.

¿Y LA JUVENTUD QUÈ? El patriarcado nos atraviesa a todas, eso está claro, acá no se salva ninguna. Pero sí debemos decir que a las mujeres jóvenes nos golpea de una forma particular. Si nos fijamos en las relaciones y noviazgos violentos, donde se da una asimetría de poder, sometimiento y posesividad; relaciones en las que se manifiestan diversos tipos de violencia, son las mujeres de entre 14 y 21 años quienes más lo sufren. Y si hablamos de femicidios (el asesinato de una mujer en manos de un hombre por considerarla de su propiedad- ¡Sí, así como lo escuchas! Suena tremendo, porque lo es. Nos matan por el simple hecho de ser mujeres, y quienes nos matan se creen nuestros dueños), las escalofriantes cifras nos indican que matan a una mujer cada 30 hs, que cada 10 días la asesinada es una piba de 12 años y que la franja que va de los 15 a 30 los años representa el 69% por ciento del total de los femicidios.

Tampoco podemos decidir sobre nuestros cuerpos. En un sistema que necesita mucha gente trabajando por poca plata para que unos pocos se llenen los bolsillos, cuestionar a la maternidad obligatoria puede ser el peor acto de rebeldía. ¡Nos necesitan sumisas, nos necesitan reproductivas! En nuestro país se practican, en promedio, entre 486.000 y 522.000 abortos clandestinos al año (lo que equivale a más de un aborto por cada dos nacimientos), lo que nos demuestra que la ilegalidad del aborto lejos está de evitarlo. El estado mira para otro lado mientras miles de mujeres (pobres) mueren a causa de abortos clandestinos practicados de manera insegura, mientras otros se llenan los bolsillos a costa de la ilegalidad. Por eso unimos nuestros gritos bajo la consigna ¡Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir! Mientras el capitalismo y el patriarcado sigan riendo de la mano, viviremos en un mundo de desigualdad e injusticias. Por eso ya no alcanza con decir lo que no queremos, es tiempo de que la juventud muestre el camino, que encendamos la llama del presente para construir nuestro futuro. Ese futuro en el que entremos todxs, en el que nadie sea más que nadie.

Los medios de comunicación, principales formadores de opinión, construyen una imagen de la mu- Un mundo sin explotación, sin ningún tipo jer joven estereotipada y profundamente alejada de opresión! Un mundo sin machismo ni de la realidad. Somos reducidas a meros objetos violencias hacia las mujeres y colectivos

LGTTBI

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Somos las nietas de las Brujas que

no pudieron quemar…

“¡Mirá como se viste, después se queja!”, “Hola bombón, ¡qué hermosa que sos!” Estas son sólo unas pocas expresiones que afrontamos a diario las mujeres. ¿Alguna vez se preguntaron si esto fue siempre así? Desde cuándo será que estamos reducidas a vivir en las penumbras, a que fácilmente nos juzguen de “putas”, acostumbradas a sentir vergüenza y callar todas las violencias que atravesamos cotidianamente. ¿Por qué tenemos que sentirnos incómodas cuando pasamos por un grupo de varones? ¿Desde hace cuánto las mujeres habrán sentido miedo de caminar por las calles?

Bueno, esto no siempre fue así y hay algunas historiadoras que se han dedicado especialmente a estudiarlo. Miren lo que dice Silvia Federici al respecto: ”A finales del siglo XV, las autoridades políticas realizaron importantes esfuerzos por cooptar a los trabajadores más jóvenes y rebeldes por medio de una maliciosa política sexual, que les dio acceso a sexo gratuito y transformó el antagonismo de clase en hostilidad contra las mujeres proletarias. (…) en Francia las autoridades municipales prácticamente dejaron de considerar la violación como delito en los casos en que las víctimas fueran mujeres de clase baja (…) Allí, la violación en pandilla de mujeres proletarias se convirtió en una práctica común, que los autores realizaban abierta y ruidosamente por la noche, en grupos de dos a quince, metiéndose en las casas o arrastrando a las víctimas por las calles sin el más mínimo intento de ocultarse o disimular (…) En los países mediterráneos se expulsó a las mujeres no sólo de muchos trabajos asalariados sino también de las calles, donde una mujer sin compañía corría el riesgo de ser ridiculizada o atacada sexualmente“. Cualquier parecido con la actualidad ¿es pura coincidencia? Si salís sola, atenete a las consecuencias, porque sos propiedad del varón y del Estado. Ese es el mensaje. La legalización de la violación creó un clima misó-

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gino que las degradó a todas, más allá de su clase social. El capitalismo se dedicó a disciplinar a las mujeres y a perseguir la cultura popular. El objetivo principal era quebrar lazos sociales. Se lanzó un ataque contra todas las formas de sociabilidad y sexualidad colectivas, incluidos deportes, juegos, danzas, funerales, festivales y otros ritos grupales que alguna vez habían servido para crear lazos y solidaridad entre lxs trabajadorxs. La cultura de la violación instaló una guerra contra las mujeres trabajadoras para cortar ese vínculo que se había creado en las comunidades y poder implantar el individualismo que necesitaba el sistema capitalista para terminar de imponerse socialmente. Por esa época, en Inglaterra, por ejemplo, la palabra gossip (amiga) comenzó a adquirir connotaciones despectivas. Hoy sigue resonando que somos “chusmas”, que donde hay mujeres siempre se “arma bardo”. Nos han vulnerado, nos han puesto a su servicio y nos han hecho creer que tenemos que competir entre nosotras. Este proceso de degradación de nuestro valor social, tiene su correlato en la degradación de nuestra opinión, de nuestra palabra. Ya empezaban a quedar claros los privilegios de los varones. Sólo basta ver que las mujeres quedaban relegadas a los espacios privados, no podían manejarse libremente porque debían depender económicamente del marido. También, en la división sexual del trabajo, se las redujo a “no-trabajadores” porque su labor era vista como natural y por sobre todas las cosas, a partir del capitalismo lo que no genera dinero no sirve, no es trabajo. Además, como si esto fuera


HAGAMOS LO IMPOSIBLE poco, a los trabajadores más jóvenes se les dio acceso a sexo por medio de la creación de prostíbulos estatales, con lo cual la prostitución se institucionalizó, instalando una lógica de consumo del cuerpo de las mujeres (como contención social hacia los varones y como lucha contra la homosexualidad). Incluso la Iglesia llegó a ver la prostitución como una actividad legítima. Se creía que el burdel administrado por el Estado proveía un antídoto contra las orgías de las sectas herejes y que era un remedio para la homosexualidad y también un medio para proteger la vida familiar.

jeres normalmente utilizaban prácticas abortivas que estaban aceptadas socialmente. Con el nacimiento del capitalismo, las mujeres fueron obligadas a parir, para traer al mundo a lxs trabajadorxs que luego iban a ser explotadxs. Como dice Federici, “los úteros de las mujeres se convirtieron en territorio político, controlados por los hombres y el Estado: la procreación fue directamente puesta al servicio de la acumulación capitalista”. No es casual que en los países del primer mundo el aborto sea legal, y que seamos las mujeres pobres, de los países pobres, las que no tengamos esa libertad de elegir.

En definitiva, además de la degradación económica y social, las mujeres experimentaron un proceso de infantilización legal. Es decir, no podían trabajar ni mantenerse por sus propios medios, las obligaban a casarse para estar bajo la tutela de un varón y estaban recluidas a la tarea de parir y criar, adentro de sus casas, sin poder salir solas e incluso reunirse con otras mujeres.

Cuántos siglos pasaron de la caza de brujas, y hace apenas unas semanas tuvimos que salir a las calles miles, para que nos escuchen y liberen a Belén. Esta guerra contra las mujeres, orientada a quebrar el control que habían ejercido sobre nuestros cuerpos y la reproducción tiene sus continuidades. La vigilancia y los mecanismos de control se reactualizan con el avance de sectores conservadores.

Las mujeres no hubieran podido ser totalmente devaluadas como trabajadoras, privadas de toda autonomía con respecto a los hombres, de no haber sido sometidas a ese intenso proceso de degradación social. ¿Y para qué todo esto?... No vamos a creer que es simplemente por maldad. Las mujeres no hubieran podido ser totalmente devaluadas como trabajadoras, privadas de toda autonomía con respecto a los hombres, de no haber sido sometidas a ese intenso proceso de degradación social. ¿Y para qué todo esto?... No vamos a creer que es simplemente por maldad. La dependencia y la cosificación, y además la función reproductiva para crear mano de obra, fueron pilares esenciales en los que se basó el capitalismo para producirse y reproducirse. En los inicios del sistema, la ideología mercantilista creía que el poder de las naciones estaba en la cantidad de mano de obra a su servicio. Así pues, una de las principales preocupaciones, fue evitar que las mujeres controlaran su reproducción. Se comenzó a perseguir bajo la acusación de brujas a todas aquellas que tenían conocimientos de hierbas medicinales y sabían preparar brebajes anticonceptivos. Se extendió esta idea de que eran seres malignos que mataban niños para entregárselos al demonio, y muchísimas de ellas fueron condenadas a la hoguera. Es para destacar que antes de este período, las mu-

Ahora entendemos por qué nos criminalizan por abortar, por qué nos maltratan y degradan. Ese es el terreno que ahora estamos luchando por recuperar, el que nos pertenece. Hoy vemos que de a poco estamos reconquistando los lugares que nos han quitado y creemos que por eso es esencial unir las luchas de las mujeres con la de otrxs sectores oprimidos, restaurar los lazos que quebraron y vencer en conjunto. Reconocemos este monstruo gigante. El capitalismo, el patriarcado y la heterosexualidad obligatoria se unen y se potencian, nos atraviesan, condenándonos a la deshumanización. No queremos masticar propagandas en donde el 90-60-90, la estética y la belleza parecen cobrar más importancia que la salud, donde si no sos flaca, alta, rubia y correcta no pertenecés. Sabemos que los medios masivos de comunicación hegemónicos instalan y reflejan a toda hora la cultura machista que nos impone el sistema, que pone a la mujer en lugar de objeto de deseo para los hombres. Y que ese es el primer escalón para que exista la trata, que se fomente el consumo de la prostitución, arraigado en la cultura de la violación que formatea el placer de los varones como consumo del cuerpo de las mujeres, que en última instancia se desecha tras ser usado. Los fallos de la (in) justicia patriarcal y burguesa permiten que los culpables queden libres, perpetuando que los femicidios de la mano de machistas sigan sucediendo. Mientras siga de pie el capitalismo seguirán el hambre, la pobreza, las injusticias

Es nuestra tarea unir las luchas, restaurar esos lazos que nos arrancaron. Y si quieren, que nos digan locas, putas, chusmas, ya no les tenemos miedo, ¡¡porque somos lxs nietxs de las brujas que no pudieron quemar!!

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dios ha

muerto ¿y?

“Dios ha muerto”1. Estas famosas tres palabras de Nietzsche venían a romper de lleno con el ideal decimonónico de una modernidad progresista. En aquellas épocas en las que la iglesia era uno de los principales aparatos ideológicos, esa frase era equivalente a decir: “tu moral no me representa”. Si Dios ha muerto ya nadie podrá juzgar qué es el bien y qué es el mal, criterio que en las condiciones en que se nos presenta es una imposición “desde afuera”, a la que nos encontramos sometidos los hombres y las mujeres desde el mismo día en que nacemos: robar está mal; contestar a los mayores está mal; ¿por qué? “Porque lo digo yo”; la propiedad privada está bien; violar la propiedad privada está mal; hablar sin comida en la boca está bien, ¿y nunca tener comida en la boca? “Ese ya es otro tema”. Wikipedia nos dice: “Se denomina moral al conjunto de creencias y normas de una persona o grupo social que determinará el obrar (es decir, que orienta acerca del bien o del mal de una acción o acciones).” ¿Quién determina la moral? No es un señor, es la misma historia hecha por lo hombres y mujeres. Pero sí esa moral representa a un grupo social como bien nos dice Wikipedia ¿ese grupo social representa al conjunto de la sociedad? ¿Representa a quienes mueren de hambre el cómo deben agarrarse los cubiertos para tener “buenos modales”? Que “estén mal” las relaciones entre personas del mismo sexo ¿representa a la mujer que le gustan las mujeres y no los hombres?

planteaba Nietzsche? Tampoco estamos de acuerdo. Nosotrxs no estamos de acuerdo con la moral de los poderosos, pero sí tenemos nuestras creencias y normas de conducta como grupo social. Pero no se trata de una moral reaccionaria, se trata de una moral revolucionaria en palabras del Che Guevara. Una manera de ver y de actuar que está orientada a la transformación social.

Nuestra ética pone al hombre y a la mujer en el centro de la escena para sacar a los bienes materiales del lugar que la sociedad hoy les confiere, para sacar a las ganancias de la posición más importante. La Cultura dominante logra que los seres humanos se relacionen de manera externa, el hombre y la mujer valen en tanto sean útiles para el mundo de las ganancias. Así, en una propaganda un niño sirve para vender un producto, pero en Irak un niño es un estorbo y debe ser eliminado.” Insistimos: nuestra moral despoja a los objetos de poder, posicionando a la relación entre hombres y mujeres como fundamento de toda acción. La moral oficial, la de las clases dominantes, tiene que ver con normas de conducta que se reproducen y así reproducen la sociedad como está, una sociedad para pocos; por lo tanto la moral oficial tiene que ver con una cultura reproductora. Por su parte, la nuestra tiene por objetivo violentar las estructuras de dominación para que la sociedad no siga siempre igual y así se modifique, nuestra moral tiene que ver con una cultura transformadora.

Entonces sí tenemos moral, una moral dinámica e histórica, sin esquemas atrofiantes. Nuestro fundamento es el ser humano y su libertad: que una persona no coma está mal, no tener una vivienda digna está mal, que los terrenos se le nieguen al pobre sin techo y se le regalen al rico para que construya su tercer casa está mal, “violar” la propiedad privada de lxs Toda esta serie de preguntas retóricas ya que viven de la miseria ajena para un fin anticipan bastante a dónde queremos llegar: colectivo y humano está bien. los valores de la clase dominante, la cultura dominante, no nos representan como clase. Como Movimiento Cultural, nuestro campo de ¿Eso significa que hay que llegar a la verdad acción es, evidentemente, la cultura. Es por positiva más allá del bien y el mal como eso que no podemos dejar de plantearnos 1 Nietzsche, Federico – “La gaya ciencia” (1882)

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HAGAMOS LO IMPOSIBLE el problema de la moral. Históricamente ha cumplido el papel de, representando a una minoría (la clase dominante), hacerse pasar por la del conjunto de la sociedad, imponiendo a las mayorías las costumbres y valores de una minoría explotadora. Contra eso reaccionaba Nietzsche.

Nosotrxs no concebimos al cambio social como algo mecánico, eso quiere decir que la sociedad que proyectamos debe comenzar a ensayarse desde hoy. Para luchar con los valores egoístas que promueve la cultura dominante, es preciso que fortalezcamos nuestros valores de humanidad. Es por eso que día a día nos esforzamos por construir a ese hombre y a esa mujer que anhelamos ser.

la sociedad para poder desligarse de todos los prejuicios que ésta le imponía, prejuicios típicos del “humano demasiado humano”. Planteaba que este individuo solitario y en sufrimiento superaría al hombre, constituyéndose como superhombre. Por el contrario, nosotrxs creemos que el hombre y la mujer no tienen una esencia que la moral oculta y que habría que internarse en soledad para descubrir. Sino que es en tanto su relación con el resto y esta relación es la que hay que mejorar para mejorarnos a nosotrxs.

Nuestra búsqueda no termina dónde empieza la de los demás, eso sería muy limitado; al contrario, nuestra búsqueda comienza con los demás porque es una búsqueda colectiva, no individual, porque el sujeto es colectivo, no individual. Juntos es cómo superaremos al hombre y a la mujer actual, lo superaremos en tanto superemos como nos relacionamos con Nietzsche reaccionaba contra la moral el resto. De esta manera quizá no seamos dominante de su época, como solución superhombres, pero sí algo, por mucho, postulaba que el ser humano debía aislarse de superior: hombres y mujeres nuevxs.

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Seremos el fuego - Espacio cedido a organizaciones

LAS RUDAS VILLA MERCEDES-

política. -”Somos un grupo de mujeres que hace un tiempo ya nos hemos comenzado a organizar para acompañar a otras mujeres y personas con capacidad de gestar en la decisión de abortar. De ponerle un fin deseado a un embarazo no deseado. Lo hacemos recuperando la experiencia de otras mujeres, que se han organizado en otros lugares y momentos históricos y que han abortado, en todas épocas y territorios.”

Mientras conversamos, a nuestra danza se suman nombres. No estamos solas, porque además de estar sentadas en una plaza a vista de todes, inevitablemente toman protagonismo las experiencias, apreciaciones, opiniones, obstaculizadorxs, profesionales de la salud amigables, antiderechos, el estado, la iglesia, el ex, el novio de la hija, la familia, las amigas, esa que te acompaña, las socorristas, el amigovio, su vieja. Dani me dice que nunca imaginó que las mujeres nos organizáramos para “esto”. Que ella no es feminista, pero que va a abortar igual. Dice que no sabe qué es ser feminista. Yo le veo la insumisión latiendo en la mirada. Así avanza este primer encuentro entre dos extrañas que pudimos darnos gracias a que la información circula. A que trabajamos para que eso “Siento que la Dani que conozco y que soy, se aleja, suceda. se va, se muere. No quiero estar embarazada. No puedo dormir, no soporto sentirme así. Esas Cuenta que un fin de semana salió, que está fueron las palabras que salieron de su boca, conociendo a un chico con el que está todo bien, palabras acompañadas por todo un cuerpo de pero que no quiere ponerse de novia, ni vivir con ojeras profundas, de ansiedad en manos apretadas, él. Que ya sus hijos están independientes y quiere de cigarrillos apurados hasta el filtro. estar tranquila. Cuenta que fue al boliche a bailar Dani es una chica del barrio, pobre y viejo, como la con amigas y luego a dormir con él, que vienen desigualdad que allí se habita. Fue madre siendo teniendo relaciones y se cuidan con preservativo. una adolescente, primero a los 16 y luego a los 22. La palabra preservativo queda haciendo eco en su Decidió que no volverá a parir. Hoy tiene 33, vive con inmediato silencio. Dani mira el suelo, con los ojos sus hijxs y su nieta. Participa del cuidado de su nieta bien abiertos debajo de pestañas arqueadas. Sólo cuando su hija va a la escuela. El resto del tiempo se observo la pausa. Gira para mirarme sin cambiar el divide entre trabajo y estudio. Me contó que termina gesto diciendo “mirá, yo te voy a ser sincera porque un terciario a fin de año. Planea cambiar de trabajo no me hace falta decir una cosa por otra. Esa noche el año que viene. que te digo, hace ocho semanas, no usamos forro, y la verdad fue porque me entusiasmé.” La veo fuerte y presente. Su pelo negro encerado, Celebro el deseo. Celebro el orgasmo, mi clítoris humor veloz y sonrisa convincente van acompañando contra alguna cosa estallando. Vivo esta cuerpa, la danza, esa que inicia cuando abrimos puertas y que todos los días da la lucha por disputar las nos animamos a encontrarnos con otra. Logrando condiciones de vida que queremos, que soñamos y derribar las fronteras del heredado claustro por las que estamos dispuestas a poner el cuerpo. personal y apostando a nombrarnos en clave Sé que nos merecemos revisar nuestra existencia,

SAN LUIS

SOCORRISTAS EN RED

10 creo


HAGAMOS LO IMPOSIBLE la humanidad toda. Que nunca compartir cuerpa, deseo y territorio1 con otre puede estar mal. La sexualidad es construcción colectiva y diaria. Y la reproducimos sistemáticamente junto con sus tiranías. Porque la inquisición y el capitalismo casi nos matan. Pero acá estamos. Reímos juntas luego de las palabras de Dani. Vamos viendo que de a poco se hace más posible decir que él también se entusiasmó, y está buenísimo, pero toca aclarar que esa es una potestad que la sociedad le ha reservado a los varones. Es decir, el patriarcado a través de los años pudo forjarse gran parte de las construcciones de sentido de esta sociedad, esta, la que ahorca y entierra a muchas personas tanto desde la sonda como el paco. Es en esta realidad en la que los varones están legitimados a decir que con el forro no sienten nada, o que la meten un ratito nada más (“antes de llover chispea”), o que si no tenés sexo es porque estás con otro, o porque vino borracho y te violó, me violó, ¿te violaron y estás embarazada? Tenés derecho a un aborto legal en el hospital. Es en esta sociedad en donde Dani tuvo herramientas para decir “me entusiasme”, pero la limitación en el imaginario para decir libremente “nos entusiasmamos” o “yo me entusiasmé” y él ni idea, aparentemente también. ¿No? ¿Quién se hace cargo de los embarazos? ¿Quién toma las decisiones en torno a los embarazos? Una mujer embarazada, ¿qué tipo de persona es? Para vos, para el estado, para la iglesia, para el/la médicx que está de guardia, para la seño de jardín. Los embarazos son parte de la sexualidad de las mujeres. Ahora bien, dado que la hora avanza y que es necesario gestionarnos austeramente los tiempos, tenemos que avanzar en el intercambio de información. Nos hemos encontrado para hablar sobre cómo hacerse un aborto con pastillas. Dani comenta que conoce las pastillas, que algunas amigas las han usado, pero que no sabe cómo se toman. Le comento que nosotras como Socorristas en Red, feministas que abortamos llevamos adelante esta práctica feminista desde hace 5 años en casi todo el país, para evitar que las mujeres sigamos poniendo en riesgo nuestra salud o vida para abortar. Le comento que somos parte de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Libre, Legal, Seguro y Gratuito, que esta campaña nació en un Encuentro Nacional de Mujeres hace ya 11 años, que desde la Campaña hemos presentado un (varios ya) proyecto de Ley por el Aborto Legal. Que nuestrxs representantes siguen sin hacerse cargo

de este problema de salud pública. Hablamos sobre el misoprostol, medicamento utilizado por las mujeres para abortar, recomendado por la Organización Mundial de la Salud como medicamento para abortar de forma segura en contextos de clandestinidad, es decir, para aquellos países donde no es legal. Así seguíamos en esta charla, en la que muchas veces aparecen palabras nuevas (¿por qué será?), apareció la palabra oxaprost, le comentaba a Dani que esa es la marca comercial del misoprostol que circula en Argentina. “Necesitás 12 pastillas para tener un aborto seguro.” (…) Este es mi “relato” sobre una de las tantas mujeres a la que le compartí información sobre cómo hacerse un aborto seguro con pastillas. Nací en esta ciudad fabril y febril de indiferente. Aborté a los 17, me hicieron un legrado sin anestesia, y no voy a dejar de denunciar esa brutalidad. Dani llamó al 02657-15335185, se apropió de la información que el sistema de salud le niega, y abortó un domingo en su casa con pastillas. El lunes llamó y dijo “gracias a dios que están ustedes. Ya está, ¡abrazos!” Aborto seguro es vida para todes.Andre Aguilar.

Las Rudas. Villa Mercedes, San Luis. Línea Aborto Seguro. 02657-15335185

www.abortolegal.com.ar socorristasenred.org #Latinoaméricaaborta

1 Escribo cuerpo y territorio por separado porque intento expresar aquí con territorio la idea de espacio donde situar la práctica, para devolverle relevancia al cómo. Mi cuerpo es mi primer territorio de lucha.

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12 creo


Somos mujeres piqueteras, Las brujas que no pudieron quemar.

Luchamos desde abajo y a la izquierda,

Creando el poder popular Melisa Olivarez


SUMATE

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