Eterno

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Titulo: Eterno Autor: M. C. Vázquez Primera Edición: Septiembre 2002  2002, Mindigo, Inc.

Impreso en México - Printed in Mexico ISBN: 84-406-7904-1 Deposito Legal: B. 40.360-2002 Impreso por MINDIGOGRAFIC, S.A. Realización de cubierta: M.C. Vázquez Todos los derechos reservados. Bajo las sanciones establecidas en las leyes, queda rigurosamente prohibida, sin autorización escrita de los titulares del copyright, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la rehogaría y el tratamiento informativo, así como la distribución de ejemplares mediante alquiler o préstamo públicos.


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PROLOGO Después de toda una vida en New York pensar en irme a vivir a una pequeña población de menos de cinco mil habitantes llamada West Hill, un barrio en el extremo oriental de la ciudad de Toronto, me pareció una verdadera locura. Unos meses antes cuando mi madre me planteo la posibilidad de mudarnos jamás imagine que en realidad lo estuviera considerándolo como una opción, pero finalmente un par de semanas después me encontré recorriendo la carretera principal de Toronto a Kingston en dirección a mi nueva vida. Acababa de terminar el segundo año de preparatoria y por fortuna (al menos eso decía mama) había logrado mi cambio al Sir Oliver Mowat colegiales Instituto en el otro lado de Highland Creek, yo discrepaba mucho de aquel pensamiento y pronto me di cuenta de que ser el nuevo en un lugar como West Hill podía resultar bastante frustrante. En un principio, como era de esperarse, pasaron unos cuantos días antes de aclimatarme al lugar, los días nublados no ayudaron mucho a mi animo pues a pesar de estar acostumbrado a ese tipo de clima en New York, era inevitable añorar un poco de sol después de permanecer las 24 horas del día con los dedos de los pies congelados. Parecía que el sol jamás se asomaba ni por mera equivocación en aquel sitio. La mayoría de los estudiantes llevaban toda su vida viviendo en West Hill y no me extrañó saber que muchos se conocían desde el jardín de infantes, los pocos que provenían de fuera no eran mucho mas diferentes que el resto y supuse que eso se debía a que en cierta forma habían terminado por adoptar las mismas costumbres durante el tiempo que llevaban viendo en aquel lugar y no pude evitar sentir un escalofrió la darme cuenta de que yo estaba destinado a sufrir el mismo fin. Por un par de meses resulte ser la novedad, a la gran mayoría de mis nuevos compañeros parecía entusiasmarles en extremo saber mi lugar de procedencia, pero finalmente la novedad deja de serlo, y en mi caso no fue la excepción y finalmente termine por convertirme un uno más. La vida en West Hill era tranquila en comparación a el ajetreo de la gran manzana, a veces demasiado, por lo que finalmente termine sucumbiendo a la rutina, las mañanas las pasaba en el trabajo, había decidido buscarme un empleo de medio tiempo para poder comprarme un auto antes de entrar a la Universidad, pronto me di cuenta de que West Hill no daba demasiadas opciones a los jóvenes sin experiencia que necesitaban hacer un poco de plata, mis opciones se redujeron considerablemente hasta que al final termine trabajando en el Morningside Mall acomodando cajas en el almacén, al menos la paga era buena. Las tardes las ocupaba en ir al colegio o haciendo un poco de vida social (o al menos lo


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intentaba), en West Hill aquello se limitaba a ir al cine o pasar el rato en casa de alguno de los amigos, por fortuna para entonces había logrado hacer un par de amistades lo cual me permitió no morir de aburrimiento o al menos mantenerme ocupado en algo. Jack fue el primer chico que conocí en mi primer DIA de clases y gracias a el me hice amigo de Ted y Hanna, en poco tiempo los cuatro nos hicimos inseparables. Mi madre se pasaba la mayor parte del tiempo en la oficina, axial que los fines de semana se habían convertido en tiempo rigurosamente familiar el cual aprovechábamos para salir de vez en cuando, mama sentía una fascinación absurda por conocer los pequeños poblados aledaños a West Hill, mas de una vez terminamos perdidos sin saber siquiera donde nos encontrábamos o como regresar a casa, se supondría que alguien con tal hobby tendría un buen sentido de orientación, mama me había demostrado que ella era la excepción a la regla. Fue un alivio que a últimas fechas aquellos viajes se redujeran considerablemente a causa del trabajo, axial que en más de una ocasión termine solo en casa mirando una película con un enorme cuenco de palomitas. Al paso de los meses termine por acostumbrarme a aquella vida, contra las expectativas de todos (incluyendo las mías) había logrado mantener un buen promedio, nada espectacular por supuesto, pero lo suficiente para graduarme y finalmente (aquello era lo que me había impulsado a no desertar) podría decidir lo que haría con mi vida. Permanecer en West Hill no era una opción. En cuanto lograra graduarme de preparatoria me echaría al hombro una mochila y me iría d donde me llevara la vida… ― al menos ese era el plan ― aunque mi madre me había advertido miles de veces que en lugar de aquella descabellada idea mejor debía preocuparme por elegir una carrera y aplicarme para entrar a la universidad. Llegado el momento me las arreglaría para escaparme, por lo menos durante un año, aunque no estaba seguro de poder lograrlo. En realidad lo único que me detenía en aquel sitio era mi madre, conciente de que solo nos teníamos el uno al otro, después de la muerte de mi padre cuando apenas un niño nos habíamos extremadamente unidos. Supuse que llegado el momento me seria en extremo difícil marcharme y cumplir con mi loco sueño. Pero finalmente lo inevitable pasó y Jeff apareció en nuestras vidas, aunque en realidad aquello no me hizo muy feliz que digamos.


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Jeff trabajaba en la misma empresa donde lo hacia mama y había comenzado a cortejarla prácticamente desde que la había conocido, en realidad jamás pensé que las cosas se dieran entre ellos, pero nuevamente me di cuenta de lo equivocado que podía llegar a estar, Jeff era uno de esos tipos que les encanta hacerse los graciosos, aunque en realidad era todo lo contrario, lo único gracioso era su pinta, me recordaba a Saindfield, un personaje de una serie de televisión, bajito, rechoncho y comenzaba a quedarse calvo. No entendía como mi madre se había fijado en alguien como él, pero al final de cuentas eso no me incumbía y había decidido guardarme mis opiniones al respecto. Aunque eso no significaba haber aceptado al tal Jeff como parte de mi familia. En un principió me había agradado la idea de que mi madre tuviera alguien mas en quien ocupar su tiempo, sin embargo poco después me di cuenta que en realidad las cosas podrían empeorar, sobre todo después de que el novio de mama se había atrevido a reprenderme por haber llegado tarde la primera noche que ceno con nosotros en casa. Aquella noche le deje muy en claro que había sobrepasado los límites. Y desde entonces habíamos preferido mantener una relación lo mas lejana posible, sobre todo por que no quería ser el motivo por el cual mi madre rompiera con él, muy a mi pesar tenia que aceptar que aquella era la primera vez que la veía tan feliz después de la muerte de mi viejo hacia cinco años atrás. Después de un par de meses comencé a darme cuenta que Jeff muy pronto se convertiría en miembro permanente de nuestra familia. La vida en West Hill era tranquila, a veces demasiado, aquel era el tipo de sitio en donde nunca ocurría nada interesante, donde la gente jamás esperaba que sucediera nada extraordinario. Entonces conocí a Jasón Parker y todo cambio de repente. No fue hasta que lo conocí que me di cuenta de lo lejos que puedes llegar solo por un amigo…


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1 JASON PARKER Habían pasado seis meses desde que habíamos llegado a West Hill, a diferencia del semestre anterior ahora me encontraba mas animado, por fin había dejado de ser el chico nuevo venido de New York al que todos veían como un bicho raro, ahora tenia amigos con quien andar entre clase y clase, conocía a la mayoría de los profesores, con algunos llevaba buena relación, con otros prefería sacarles la vuelta cada vez que me lo topaba en el pasillo. No pude evitar sentir curiosidad por saber si este año algún chico ocuparía el lugar que yo había dejado vacante. Aquella mañana había decidido no ir a trabajar al almacén, axial que llegue temprano y me dispuse a esperas a que llegaran mis amigos. Y entonces lo vi. por primera vez. En un sitio como West Hill era fácil reconocer a un recién llegado, sobre todo porque todas las miradas se agazapaban sobre el en cuanto ponía un pie en cualquier sitio. Un chico más o menos de mi edad avanzaba con paso firme cruzando en dirección a uno de los edificios. ― ¿Estas segura? ― escuche susurrar a un par de chicas que pasaron junto a mí mirando al nuevo con descaro. ― ¡Por supuesto que lo estoy! ― Exclamo otra de las chicas, Keit Collins, una de mis compañeras conocida por ser la portavoz de los chismes y habladurías ― Ha llegado hace apenas un mes… aunque en realidad no he podido saber de donde viene ― agrego. ― ¿Has hablado con el? ― pregunto la otra chica que también iba en mi grupo de la cual no recordaba el nombre. ― Si… el DIA de ayer me encontré con él y trate de hacerle platica pero casi, casi me dejo con la palabra en la boca ― índico visiblemente molesta. No pude evitar reír al imaginar la cara que había puesto Keit. ― Pues a mi me parece muy raro… ― puntualizo Keit. Mire a mi nuevo compañero, consiente de que Keit ya se habría encargado de esparcir sabe cuantos rumores sobre el, supuse que nadie le había advertido lo peligroso que podía resultar una chica como ella, de otra forma se hubiera mostrado mas accesible al momento de que esta se acerco a el, aunque en realidad no podía culparlo, Keit Collins era el tipo de chica de la que preferías mantenerte lo mas alejado posible manteniendo cierta cordialidad o de lo contrario te veías expuesto a que esta inventara cualquier cosa sobre ti.


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Decidí no preocuparme mas por la suerte que le esperaba a aquel chico y me encamine en dirección a mi salón, una vez ahí me di cuenta de que Hanna ya se encontraba ahí, después de saludarnos comenzamos a platicar animadamente sobre el verano, aunque en realidad no había demasiadas novedades dado que nos habíamos visto un par de días antes ya que ninguno de los dos habíamos salido a ningún lado. Por su parte los padre de Hanna se encargaban del negocio familiar, lo cual absorbía todo su tiempo por lo que el termino vacaciones era algo desconocido para ellos, en mi caso, a pesar de que mama había prometido que iríamos a New York ese verano para poder ver a todos mis amigos finalmente tuvo que cancelar de ultimo minuto alegando la cantidad de trabajo que tenia. ― ¿Y a ti que te pasa? ― me cuestiono al darse cuenta de mi ánimo. ― Lo mismo de siempre…. Estoy aburrido ― puntualice. ― Pensé que irías este verano a New York con tu madre ― puntualizo. ― Cancelo de ultimo minuto… ― señale sin querer hablar mucho al respecto. ― Velo por el lado positivo… por lo menos este semestre no tendrás que padecer siendo el nuevo ― ― Es bastante raro ¿No lo crees? ― pregunto Hanna. Me quede en silencio sin comprender. ― ¿Quién es raro? ― la cuestione sin saber de que estaba hablando. Al volverme me di cuenta a que se refería, parecía ser que aquel chico que había visto un momento antes en el patio estaba en mi clase. Todos los presentes se volvieron a mirarlo en cuento ingreso al aula y sin decir nada se instalo en uno de los asientos de la primera fila. ― Míralo ― indico Hanna haciendo una seña con su bolígrafo ― Parece muy callado… y extremadamente serio ― señalo. ― A mi me parece bastante normal… ― indique ― Tu estarías igual si todas las miradas se fueran sobre ti al momento en que pones un pie en cualquier sitio. ― Pues su actitud no lo va a ayudar a integrarse, me tope con el esta mañana y ni siquiera se ha vuelto a mirarme cuando lo salude ― dijo ― ¡Para mi que es un pesado! ― exclamo ― Aunque hay que aceptar que es bastante guapo ― índico. ― ¿Tu crees? ― alegue sin prestar demasiada atención a la plática. ― Por lo que he escuchado trae a media escuela babeando por él desde que llego ― indico la chica ― A la que no le ha venido bien ha sido a Keit, al parecer trato de filtrar con el pero en no dio ni el menor indicio de estar interesado ― prosiguió ― ¡Lo tiene bien merecido! ― señalo con alegría. ― Supongo… ― dije casi por inercia.


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West Hill era un pueblo muy pequeño y cualquier cosa fuera de lo rutinario parecía causar un efecto emocionante en todos, Hanna se encargo de ponerme al tanto de los detalles de nuestro nuevo compañero, el chico y su familia habían llegado un par de semanas antes de que comenzara el nuevo semestre y se habían instalado en la vieja casa Parker, ese era el principal motivo por el que a todos les había llamado aun mas la atención aquel muchacho, todos en el pueblo creían que aquel sitio estaba embrujado, las historias decían que por las noches se escuchaban horribles lamentos que helaban la sangre, se hablaba de asesinatos cometidos en aquel sitio, almas en pena y sabe dios que otros disparates, sin embargo yo no creía ni media palabra de aquella superchería, mi madre y yo teníamos mas de un año viviendo en el mismo vecindario donde se encontraba la susodicha casa encantada y jamás habíamos escuchado nada, en mas de una ocasión yo mismo había tenido que pasar a altas horas de la noche después de alguna fiesta y jamás vi o escuche el mas mínimo rastro de fantasmas o algo por el estilo, mi madre decía que solo eran supercherías de pueblo y termine finalmente por aceptar que aquello era cierto. Sin embargo para mis demás compañeros aquella un motivo más para hablar de él. Y como si no fuera suficiente con vivir en una casa que todos creían embrujada, el chico nuevo parecía estar destinado a llamar la atención con su apariencia, tenia el cabello castaño y su tez era blanca, casi marmólea, parecía jamás haber tomado un solo rayo de sol en su vida y sus ojos, aquello fue lo que mas llamo mi atención desde la primera vez que lo vi., eran de un azul tan tenue que parecía casi gris, jamás en mi vida había visto algo igual. Su complexión era delgada y me sacaba un par de palmos de estatura a pesar de que yo media mas de 1.80, aquel día bestia un par de vaqueros deslavados y una playera de una marca conocida, aunque en realidad eso era lo que menos importaba ya que parecía que cualquier cosa le vendría bien, no se podía negar que tenia estilo. Lo cierto es que aquel chico parecía sacado de una revista y gracias en parte a Keit ya había corrido el rumor de que en realidad aquel chico era un Rock Star adolescente que buscaba un lugar para pasar desapercibido. Era sorprendente hasta donde podía llegar la imaginación de algunos y la credulidad de muchos otros. Aunque había que aceptar que había algo en él que no te permitía ignorarlo. Así que finalmente cedí a mi curiosidad y a mis deseos de conocerlo un poco y desentrañar el misterio que representaba. ― ¿Vienes? ― me cuestiono Hanna al final de la última clase.


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― En un minuto ― indique fingiendo que aun no había terminado de copiar lo que el profesor había escrito en el pizarrón, aunque en realidad solo estaba tratando de hacer tiempo ― Si gustas adelántate, te alcanzare en cuanto termine ― sugerí. Hanna pareció no darse cuenta de mis verdaderas intenciones y se encamino a la salida. De inmediato me apresure a recoger mi cosas y poner en marcha el plan que había fraguado para acercarme al chico nuevo, mi curiosidad nata no me dejo en paz en toda la tarde y finalmente decidí que yo tendría que dar el primer paso y así poder tentar terreno, todos comenzaron a salir del aula mientras algunos permanecían en su sitio terminando de copiar lo que el profesor había escrito en el pizarrón, entre ellos mi extraño compañero. Me acerque hasta donde se encontraba y comencé tratando de entablar un poco de conversación. ― ¡Valla! ― exclame mirando la pizarra ― hoy si que Carter se ha puesto loco con sus números ― dije haciendo referencia a la enorme cantidad de ecuaciones que el profesor había explicado aquel día. El chico levanto la mirada un instante como para cerciorarse que me dirigía a él, aunque de inmediato volvió a su escritura sin prestarme mayor atención. Mala señal, aun así le di una segunda oportunidad y continué. ― Mi nombre es Mike… Mike Stevenson ― indique extendiéndole el saludo. Esta vez ni siquiera se molesto en mirarme, en lugar de eso, recogió sus cosas y sin decir palabra salio del aula dejándome con un palmo de narices. Hanna tenía razón, no había duda que ese tipo era un pesado ― pensé. Los colores me subieron al rostro al darme cuenta de que un par de mis compañeros de clases se habían dado cuenta del desaire que acababa de recibir, así que de inmediato emprendí la graciosa huida ― bien merecido me lo tengo ― me recrimine mientras salía a toda prisa. Al salir al patio temí encontrarme con aquel chico pero para mi sorpresa parecía haber desaparecido, me sentí aliviado, lo menos que quería es que ahora pensara que había salido tras él. Una voz me saco de mi ensimismamiento.


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― ¡Venga Mike! ― Indico Jack haciéndome una seña desde una de las bancas donde siempre nos reuníamos los amigos después de las clases, decidí olvidarme entonces del incidente, era una suerte que ninguno de ellos hubieran presenciado la escena, no habrían dejado de bromear al respecto. Avance hasta donde se encontraban, Hanna ya estaba con ellos. ― ¿Por qué demonios no salías? ― me cuestiono Jack en cuanto estuve a su lado. ― Me quede a terminar de apuntar los deberes del día de mañana… ― mentí, no tenia ni la mas mínima intención de contarle sobre mi fallido intento de socializar con el chico nuevo. ― ¿Y ustedes porque no han entrado a ninguna clase? ― los cuestione tratando de cambiar el tema. Jack encendió un cigarrillo despreocupado. ― Apenas es el primer DIA Mike, se supone que no debes preocuparte por lo menos hasta que lleguen los parciales… ― índico. ― Vas a reprobar este semestre si no te aplicas ― le indique quitándole el cigarrillo, inconcientemente empecé a mirar a mi alrededor lo cual mis amigos parecieron notar. ― ¿A quien buscas? ― me cuestiono Ted. ― ¿Han visto si ya se ha ido el chico nuevo? ― los cuestione buscando alrededor sin poder verlo por ningún lado. ― ¿Quién? ― pregunto Jack lanzado una bocanada de humo. ― Olvídalo… ― indique sin saber siquiera porque había hecho aquella pregunta ― Tenemos un nuevo compañero este semestre ― indico Hanna ― Al parecer vive en la casa Parker ― agrego con visible emoción. ― ¿En la mansión embrujada? ― señalo ted crédulo. ― Esas son solo supercherías ― alegue. ― Debe de ser todo un fenómeno si es que vive en ese sitio ― alego Jack. ― Pues a mi me parece bastante guapo ― puntualizo Hanna. Aquel comentario pareció no hacerle mucha gracia a Ted quien frunció el seño en señal de desagrado ― Me tengo que ir ― indique, en realidad no quería hablar sobre aquel tipo ― Le prometí a mi madre llegar temprano y ya pasan de las ocho ― indique mirando mi reloj. Después de despedirme de todos emprendí la marcha rumbo a la parada del autobús, una vez ahí me dispuse a esperar, ahí mismo había algunos jóvenes mas que al parecer también esperaban la


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llegada del transporte, repentinamente sentí un estremecimiento al darme cuenta que entre ellos se encontraba mi nuevo compañero y por un instante tuve el impulso de alejarme lo mas rápido posible, sin embargo no lo hice y permanecí en mi sitio tratando de pasar desapercibido. Un segundo después el autobús llego a la parada y todos nos dispusimos a abordarlo, una vez arriba de inmediato me encamine hasta la parte de atrás, él chico también abordo y miro por un instante como decidiendo que lugar tomar, un grupo de chicas platicaban ruidosamente justo donde había uno de los pocos lugares vacíos que quedaban, lo cual pareció no agradarle demasiado así que continuo avanzando hasta la única opción que le quedaba, lo cual significaba sentarse donde yo me encontraba o quedarse de pie ― ¡Maldición! ― pensé al ver que avanzaba hacia la parte trasera del autobús ocupaba el asiento libre a lado mío. El vehiculo inicio la marcha después de que todos los alumnos abordaron. El chico permaneció en silencio mientras yo disimulaba mirar por la ventana tratando de ignorarlo. Unas calles mas adelante descendieron algunos de los pasajeros, por un instante tuve el impulso de cambiarme de sitio, pero eso representaba tener que dirigirme a él para que me permitiera salir ya que había quedado atrapado del lado de la ventanilla, decidí finalmente no arriesgarme a que me ignorara nuevamente, y preferí permanecer en mi lugar. Mas adelante dos de las cuatro chicas del escandaloso grupo se dispusieron a bajar no sin antes brindarle una descarada sonrisa a mi compañero de viaje, este se limito a ignorarlas de la misma manera en que lo había hecho conmigo ― ¡Valla tipo! ― pensé indignado ― ¿Quién diablos se cree? ― Las otras dos chicas que se habían quedado comenzaron a mirar con insistencia hacia donde nos encontrábamos, era mas que obvio que el chico había llamado su atención, incluso en mas de una ocasión durante el viaje una de ellas, una chica alta y esbelta de largo cabello marrón se había atrevido a guiñarle el ojo provocando que las otras tres comenzaran a reír celebrando su arrojo. Él ni siquiera se había inmutado, yo por mi parte trataba de contener la risa imaginando lo mal que la vendría pasando con todo aquello ― Bien merecido se lo tiene ― me alegre. Unas cuadras mas adelante cuando estaba a punto de llegar a mi destino comencé a preocuparme, inevitablemente tendría que dirigirme a él para solicitarle el paso, aquello me hacia sentir un hueco en el estomago pero de no hacerlo tendría que esperar a que el bajase del autobús, unas cuantas cuadras después de donde yo debía hacerlo, imagine mil formas de hacerlo sin permitirle que


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volviera a ignorarme como lo había hecho momentos antes al salir de clase, incluso en las mas descabelladas me imagine saltando el asiento, lo cual me pareció ridículo aunque quizás seria necesario si no quería esperar a que el bajara del autobús y sin embargo así fue, por una extraña razón no me atreví a hablarle y fue finalmente hasta que el se dispuso a bajar que yo hice lo mismo y entonces se presento otro predicamento al encontrarnos solos una vez que los dos descendimos. De inmediato me dispuse a caminar rumbo a mi casa, sin embargo antes de poder hacerlo se dirigió a mí con una voz profunda que hizo que se me erizara la piel. ― Espera mIKE… ― dijo mirándome fijamente o por lo menos eso pensé ya que me encontraba de espaldas. Me quede sin poder articular palabra, de todo lo que imagine que podría hacer aquello fue lo último que pudo habérseme ocurrido. Era mi oportunidad de cobrarme haber sido ignorado. Pero no lo hice. En realidad aunque lo quería, no pude. ― Valla... ― dije con falsa sorpresa ― Así que si escuchaste mi nombre… por un momento pensé que eras sordo… ― indique con sarcasmo sin siquiera volverme a mirarlo. ― Perdón por mi actitud hace un rato ― se disculpo. Aquello me tomo por sorpresa pero me esforcé por tratar de evitar que lo notara. ― No hay problema ― indique con indiferencia y comencé a andar nuevamente pero antes de poder alejarme lo suficiente volvió a dirigirse a mi. ― Ahora tu eres el que esta siendo descortés ― indico. Aquel comentario me saco de mis casillas y sin saber porque me regrese furioso hasta donde el se encontraba. ― ¡Dame una buena razón para no serlo! ― indique mirándolo con molestia. ― Bueno… ― señalo el chico sonriendo, era la primera vez que lo veía hacerlo ― Ya te he pedido que me disculpes, además, somos prácticamente vecinos, así que nos veremos constantemente, seria mejor llevar una relación un poco mas cordial ¿No lo crees? ― señalo. No me había percatado que estábamos justamente frente a la casa Parker. La examine detenidamente por un instante, jamás me había acercado tanto a ese lugar a pesar de habar pasado muchas veces por ahí, en realidad no parecía tan lúgubre ni tan vieja como todos pensábamos que era.


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― ¿Es cierto lo que dicen? ― pregunte tratando de cambiar de tema de conversación. ― ¿Lo que dicen? ¿Te refieres a lo de los gritos y todas esas patrañas de casas embrujadas? ― me cuestiono un tanto divertido. Por un segundo me sentí como un tonto por haberle hecho esa pregunta. ― ¿No me digas que crees en toda esa superchería de pueblo? ― me cuestiono nuevamente ― No pareces ser el tipo de chico que cree en fantasmas y esas cosas ¿O si? ― ― Es mejor que me valla ― indique sin responder a su pregunta e hice el intento por marcharme pero nuevamente se dirigió a mi. ― ¿Quieres pasar y cerciorar por ti mismo que lo que digo es cierto? ― me cuestiono. Al escuchar aquella pregunta me volví a mirarlo, desconcertado por su repentina invitación. ― Hace un segundo me ignoraste completamente… ¿Y ahora me invitas a pasar a tu casa? ― indique confuso ― ¿Es alguna clase de broma? ― lo cuestione molesto. ― Estoy tratando de enmendarme contigo… ― indico sonriéndome cordialmente ― Además así podrás ver con tus propios ojos que es una casa completamente normal… por lo menos ahora lo es ― agrego. Medite en silencio su oferta, en realidad era tentador conocer la casa Parker por dentro, además no podía evitar sentir curiosidad y algo de sorpresa ante aquel repentino cambio de actitud que el chico había tenido para conmigo, aquello era verdaderamente desconcertante, mi primer impulso fue negarme, sin embargo no podía negar que moría de ganas de ver la casa Parker por dentro. Aun así trate de ser un tanto cauteloso. ― Ni siquiera me has dicho como te llamas… ― le indique. ― Parker… Jasón Parker ― dijo extendiéndome el saludo. ― ¿Parker? ― escuchar aquello en realidad me sorprendió aun mas de lo que ya estaba ― ¿Eso quiere decir que…? ― indique señalando la casa. ― Si… la casa era de mis abuelos, se la heredaron a mis padres hace algunos años pero jamás les atrajo la idea de venir a vivir a West Hill, no te ofendas pero este pueblo no es precisamente un buen sitio para vivir, mucho menos si has estado es ciudades con más vida y movimientos ― indico. ― Si te entiendo… ― indique recordando mi propia experiencia la llegar a aquel lugar, estaba consiente de lo aburrido que podía llegar a ser aquel pueblo.


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― ¿Tienes mucho viviendo aquí? ― me cuestiono tratando de entablar un poco mas de platica. ― Poco más de un año… ― revele ― y no acabo de acostumbrarme, aunque no esta del todo mal… ― indique aunque no soné del todo sincero. ― ¿Dónde vivías antes de venir a West Hill? ― me pregunto interesado. ― New York… ¿Y tu? ― ― Seatle ― ― Pues bienvenido a West Hill… ― indique. ― Gracias… ¿Por aquí no llega mucha gente? He podido notar lo interesados que están todos en mí, sobre todo después de que se enteraron que vivo aquí ― índico. ― Bueno… es inevitable que llames la atención en un sitio como este ― señale. ― Si ya he escuchado muchos de los comentarios… en realidad ― explico ― No me molestan en absoluto… ― ― Pronto pasaran… te lo digo por experiencia, solo trata de ser un poco mas amable con las personas y quizás un poco menos callado… ― ― Lo tomare en cuenta ― reconoció sonriendo ― ¿Entonces que dices? ― me cuestiono nuevamente ― ¿Quieres conocer la casa Parker o prefieres seguir creyendo lo que te dicen los chicos pueblerinos de aquí? ― me cuestiono nuevamente. Dude solo un segundo mas pero de inmediato comencé a avanzar tras de el como jalado por un imán, en realidad a pesar de la primera impresión Jasón parecía ser un chic bastante agradable. Avanzamos juntos al interior de la casa, una vez en el pórtico saco las llaves, abrió la puerta y me cedió el paso invitándome a pasar a la estancia. ― Después de ti ― indico amablemente. Una vez adentro pude percatarme que aquel sitio en realidad no era nada de lo que se decía, era mas que evidente que la casa era bastante antigua, sin embargo estaba en bastante buen estado, las paredes lucían pulcramente pintadas en color beige lo que combinaba a la perfección con la tapicería de los muebles y la decoración, ambos de tipo conservador pero con un gusto bastante bueno, Jasón pareció notar mi sorpresa pues de inmediato se dirigió a mi. ― ¿Impresionado? ― me cuestiono al darse cuenta de mi actitud ― Debiste haber visto este sitio cuando llegamos ― indico mientras dejaba su abrigo en el perchero y me pedía el mió para hacer lo mismo ― En verdad parecía una casa embrujada, estaba llena de telarañas y polvo, nada que un poco de agua y jabón no pudieran solucionar ― indico invitándome a tomar asiento.


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― ¿Vives solo? ― lo cuestione tomando asiento sobre uno de los cómodos sillones. ― Con mi hermano pequeño... ― indico ― Debe de estar arriba ― ¡Eidrian! ― exclamo llamando al chico. Unos segundos después un chiquillo descendió de la planta alta y de inmediato se acerco a Jasón abrazándolo efusivamente. ― ¡Hermanito! ― exclamo aforrándose a las piernas de Jasón cariñosamente, el chico, no parecía tener mas de doce años, tenia el cabello rubio y ojos verdes, por un momento me di cuenta que el único parecido entre ellos era su color de piel, nada mas fuera de eso aunque no le di mucha importancia aquello. ― Saluda a nuestro invitado Eidrian… ― le indico Jasón señalándome, el chiquillo se escondió tras de él un tanto cohibido por mi presencia ― Anda, no tengas miedo, es un amigo de la escuela ― lo animo. Eidrian avanzo unos cuantos pasos hasta quedar frente a mi y me miro detenidamente como estudiándome, por un segundo comencé a sentirme incomodo, ahora teniéndolo aun mas cerca pude notar que tenia la misma mirada penetrante de Jasón. ― Hola ― dije hincándome para quedar a su misma altura ― Me llamo Mike ― indique sonriéndole tratando de ganarme su confianza. El chiquillo se limito a sonreírme tímidamente. ― ¿Puedo subir a mí cuarto a seguir viendo televisión? ― le pregunto Eidrian a su hermano. ― OK, pero solo un rato más… ― le indico. El chiquillo se encamino nuevamente a la planta alta a toda velocidad dejándonos nuevamente solos en la estancia. ― ¿Y tus padres? ― lo cuestione mientras observaba algunos de los cuadros colgados en las paredes de la habitación, la mayoría de ellos eran fotografías de diferentes ciudades, otros en cambio eran pinturas algunas bastante antiguas. ― Ellos… ellos fallecieron hace algunos años… ― indico con un dejo de melancolía. Por un instante creí haber cometido una impertinencia. ― Lo siento… ― me disculpe. ― No te preocupes ― índico sonriendo.


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― Eso quiere decir que tu y tu hermano viven aquí… ¿solos? ― lo cuestione intrigado. El chico estaba a punto de responder a mi pregunta cuando se escucho una voz desde la planta alta, esta vez se trataba de una mujer. ― Jasón… ¿Eres tu? ― se escucho preguntar a una voz particularmente nasal ― ¿Ya has vuelto de la escuela? ― Una mujer bastante mayor comenzó a descender por la escalera, ataviada en un traje bastante anticuado, Jasón se apresuro a ayudarla a bajar, en cuanto se percato de mi presencia me miro y de inmediato miro cuestionarte Jasón. ― ¿Quien es él? ― pregunto una vez que llego hasta donde yo me encontraba, sin dejar de examinarme de arriba a bajo como a un bicho raro. ― Ella es mi abuela… ― indico Jasón sosteniendo a la mujer un tanto apenado por su actitud. ― Mi nombre es Mike Stevenson… ― dije extendiéndole el saludo, la mujer solo se limito a continuar mirándome con cierta desconfianza ― Soy compañero de clase de Jasón, mucho gusto en conocerla ― agregue lo mas amable posible. Sin decir nada la anciana avanzo hasta la estancia y una vez ahí se dejo caer pesadamente sobre el sofá, Jasón me hizo una señal para que lo siguiera hasta otra de las habitaciones. ― Discúlpala ― dijo una vez que nos encontrábamos en lo que parecía ser el comedor ― No le agradan mucho los extraños… ya sabes, con la edad comienzan a desarrollar manías extrañas y esta es una de las tantas que tiene la abuela ― explico un tanto apenado. ― No te preocupes ― lo tranquilice mientras observaba todos los detalles de aquella habitación. ― ¿Y bien? ― me cuestiono tratando de cambia de el tema ― ¿Qué te parece la casa? ― ― Es muy hermosa… ― indique, no se me ocurrió otra palabra para definirla ― Debo decirte que nunca me imagine que esta casa fuera así por dentro ― admití. ― Si, supongo que con todo lo que escucharte decir creíste que estaría llena de fantasmas, brujas o duendes ― bromeo. ― Algo por el estilo, aunque no tiendo a ser demasiado crédulo ― indique ― “Hasta no ver no creer” ― advertí. ― Interesante forma de pensar… aunque podría ser peligrosa ― índico.


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― ¿Peligrosa? ― lo cuestione sorprendido por aquel último comentario. ― Ya sabes lo que dicen ― dijo restándole importancia al asunto ― “El que busca encuentra…” ― Los dos echamos a reír. ― ¿Y que te trajo a West Hill? ― Lo cuestione tomando asiento. El chico pareció pensar su respuesta unos cuantos segundos antes de responder, imagine que había cometido nuevamente una impertinencia al preguntarle aquello. Por fortuna Jasón recupero de inmediato la sonrisa, lo cual me tranquilizo. Jasón se sentó frente a mi, nuevamente pude notar aquella mirada penetrante, en realidad mas que incomodarme, me hacia sentir expuesto, era como si Jasón pudiera ver a través de mi. Fingí prestar atención a la decoración de aquella habitación tratando de alejar aquella extraña sensación, aunque en realidad no sirvió de mucho. ― Después de la muerte de mis padres mi hermano y yo vinimos a vivir con mi abuela, ella ha vivido toda su vida aquí… ― indico. Aquella revelación me hizo volver mi atención a él. ― ¿Toda su vida? ― reaccione sorprendido al escuchar aquello. ― Si… ― respondió Jasón ― ¿Por qué te sorprende? ― me cuestiono al darse cuenta de mi reacción. ― Bueno… desde que nos mudamos para acá he pasado casi a diario frente a esta casa cuando volvía de la escuela y siempre me dio la impresión de que estaba deshabitada… ― revele recordando no haber visto salir o entrar a nadie jamás. ― Mi abuela no sale casi nunca de la casa ― indico el chico ― Y como habrás podido notar no es del tipo que le encanten las visitas, supongo que por eso todos en este pueblo creyeron lo mismo… de ahí que inventaran las tonterías de que estaba embrujada ― señalo. ― Si puede ser… ― indique sin estar plenamente convencido, me parecía bastante extraño a pesar de las explicaciones de Jasón. Repentinamente el sonido de un enorme reloj de pie situado en la entrada de la habitación me hizo sobresaltar al empezar a sonar anunciando la hora, de inmediato mire mi reloj para corroborarla, eran mas de las nueve y recordé que le había prometido a mi madre que llegaría temprano, así que decidí que era mejor despedirme. ― Tengo que irme ― dije levantándome de mi asiento, en realidad me apetecía continuar con la charla pero tendría que ser en otra


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ocasión ― Te agradezco mucho haberme invitado a conocer tu casa ― indique. ― Es lo menos que podía hacer después de cómo te trate en la escuela ― indico Jasón disculpándose nuevamente. ― Olvídalo ― dije sin dar mas importancia, de hecho después de aquello ya me había olvidado del incidente. Jasón me acompaño hasta la salida, después de tomar mi chaqueta me dispuse a despedirme de el. Sin embargo el hablo antes. ― Mike… te puedo pedir un favor ― índico el chico visiblemente cohibido. ― ¿Un favor? ― ― Bueno… en realidad lo que quisiera es… ― Lo mire sin comprender la causa de su repentino nerviosismo. ― Lo que quiero pedirte es… ¿Crees que podríamos ser amigos? ― dijo el chico mirándome con un dejo de vergüenza en su rostro. Me quede de una pieza, después de la forma en que habíamos comenzado nunca imagine que me pidiera que fuéramos amigos. Sin embargo en ese momento recordé lo que yo había padecido al llegar y ser “el chico nuevo” la verdad entendía bien como se debí de sentir Jasón y lo difícil que decía ser pedirme semejante cosa dado que nuestro primer contacto no había sido de la mejor manera. ― Seria genial que fuéramos amigos… ― Me Apresure a responder al ver que mi silencio parecía comenzar a inquietarlo, trate de sonar lo mas sincero, aunque en realidad no estaba muy convencido de aquello consiente de que a Jack y a mis otros amigos no les caería muy en gracia mi amistad con el chico Parker. ― ¡Excelente! ― exclamo sonriendo al escuchar mi respuesta ― Sabes… ― indico un tanto apenado ― Eres el primer amigo que tengo en mucho tiempo… desde que llegue a West Hill ― puntualizo. ― Ya te lo dije… ― alegue optimista ― dentro de poco se olvidaran de que eres el chico nuevo y podrás hacer una vida tan normal como cualquiera de nosotros, te lo digo por experiencia ― lo anime. Mire a mi nuevo amigo quien no parecía muy convencido de mis palabras. ― Entonces nos vemos mañana ― se despidió. ―… solo espero que esta vez si me saludes ― bromee emprendiendo la marcha agitando la mano en señal de despedida.


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Jasón sonrió al escuchar aquel último comentario. Inicie el camino rumbo a mi casa, aquella había sido una experiencia verdaderamente extraña, sin embargo me sentí muy complacido de haber solucionado las cosas con mi nuevo y extraño amigo, no sabia porque, pero había algo en el que llamaba en extremo mi atención, aunque no sabia a ciencia cierta que era. ― Jasón Parker ― dije repitiendo su nombre mientras caminaba en dirección a casa, había escuchado aquel nombre con anterioridad aunque no recordaba cuando ni donde, supuse que se trataba de una mera coincidencia. Apresure el paso conciente de lo retrasado que estaba para cenar, aunque en realidad no me importaba mucho ya que había valido la pena después de todo aunque no pude evitar volver a preocuparme por lo que dirían mis amigos cuando les contaba sobre mi visita a la casa Parker, así que decidí que era mejor no mencionárselos aunque no sabia como iba a hacerlo si me había ofrecido a ser amigo de Jasón, unos metros antes de llegar finalmente a casa comencé a preocuparme por los regaños que seguramente me esperarían al llegar, decidí que a ella tampoco le contaría de mi amistad con Jasón, aunque en realidad no supe porque, en caso de que preguntara el motivo de mi tardanza inventaría que me había entretenido platicando con mis amigos y por ese motivo había llegado tarde. Una vez en la entrada me dispuse a olvidarme por completo de todo y de todos para prepararme para el regaño, sin imaginar que estaba muy lejos de saber lo que en realidad significaría haberme hecho amigo de Jasón Parker.


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2 EL RECLAMO Como era de esperarse mi madre me riño hasta que se canso por haber llegado después de la hora prometida, sin embargo a diferencia de otras veces no me importo demasiado y me limite a mirarla mientras me repetía por décima vez lo preocupada que había estado pensando que algo me había pasado, ese era uno de los problemas con los que había tenido que lidiar toda mi vida por ser hijo único, desde pequeño mi madre había volcado toda su atención sobre mi y cada paso que daba era monitoreado sin que pudiera hacer nada al respecto, en realidad con el tiempo había aprendido a no prestar demasiada importancia aunque no por eso había dejado de molestarme. Como otras tantas veces que me encontré en esa incomoda situación tararee una canción en mi cabeza tratando de no prestar demasiada importancia al asunto, había aprendido que aquello era mas saludable que gastar saliva en vano con excusas que terminarían con un “vete a tu cuarto” o una semana sin salir. Una vez que el interminable sermón termino, subí de inmediato a mi habitación, aun emocionado por mi extraña aventura en la casa Parker, me tumbe sobre la cama meditando nuevamente tolo lo que había sucedido, preguntándome a mi mismo el porque había aceptado la invitación a conocer su casa después de la manera en que me había tratado al tratar de entablar conversación con él durante las clases, la única conclusión a la que llegue fue que me había ganado la curiosidad y no pude evitar pensar en lo que muchas veces mi madre me había dicho ― “La curiosidad mata al gato” ― aunque en realidad no le tome demasiada importancia ya que no considere que existiera algún peligro por hacerme amigo de Jasón. Por lo menos así lo consideraba. No podía negar que a diferencia de mis amigos, Jasón era completamente distinto, en realidad sentía que era un poco mas como yo, bueno, como yo era un antes de llegar a West Hill, supuse que aquello se debía a que ambos veníamos de grandes ciudades y no habíamos pasado toda nuestra vida en aquel pueblo como el resto de los chico que conocía. De lo único que estaba seguro era que Jasón Parker era diferente, aunque en realidad no podía decir a ciencia cierta el porque de aquel pensamiento. El sonido del teléfono me saco de mi ensimismamiento, sin darme siquiera tiempo de contestar escuche una vos conocida del otro lado de la línea.


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― ¡¿Estuviste en la casa Parker?! ― me cuestiono Hanna incrédula del otro lado de la línea. Me sorprendió que mi amiga supiera aquello y al tomarme desprevenido solo atine a balbucear sin decir nada en concreto. ― Mike… ― me insto ― ¿Estuviste en la casa Parker? ― me cuestiono nuevamente. ― ¿De que estas hablando? ― pregunte sorprendido sin comprender como se había enterado de aquello tan rápido. ― Keit acaba de llamarme, dice que te vio salir de la casa Parker ― indico ― ¿Es cierto? ― Eso lo explicaba todo, Keit Collins era conocida por su boca floja y por siempre estar al pendiente de la vida de los demás. ― Cálmate ― dije un tanto molesto por la indiscreción de Keit ― Si es cierto, me encontré a Jasón en la parada del autobús y me invito a conocer su casa ― indique ― ¿Cuál es el problema? ― la cuestione de mal modo. Sabia que mis palabras alterarían aun mas a mi amiga pero no venia al caso mentirle, después de todo eso en realidad era lo que había pasado y no creía que aquello tuviera nada de malo. ― ¿Jasón? ― Hanna parecía impactada de que llamara al chico por su nombre ― ¿Qué tienes que ver tú con ese fenómeno? ― me cuestiono nuevamente. La nueva pregunta de Hanna aumento aun más mi sorpresa, ¿Fenómeno? Aquel apelativo me pareció fuera de lugar, sobre todo viniendo de ella. ― Nada… ya te lo dije, únicamente me invito a conocer su casa, la cual por cierto no esta embrujada como todos piensan, es una casa común y corriente ― indique consiente de que aquel seria su siguiente argumento para reñirme ―…además Jasón Parker no es ningún fenómeno ― puntualice molesto de que usara aquel despectivo para Parker. Hubo un silencio y por un momento pensé que se había cortado la comunicación pero finalmente volví a escuchar la voz de mi amiga del otro lado del teléfono. ― Valla, por lo que veo has congeniado con él… ― dijo en un tono que revelaba antipatía ― Así que… ¿Son amigos? ― me cuestiono. Aquella conversación comenzaba a causarme un poco de jaqueca.


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― Solo cruzamos un par de palabras y ya ― indique sin pretender mayores explicaciones, ya tenia suficiente con los regaños de mi madre como para también tener que soportar los de Hanna ― Eso no quiere decir que ya seamos amigos o algo por el estilo ― dije consiente de que aquello era una gran mentira. ― Pues ten cuidado Mike ― me advirtió en un tono que pretendía sonar preocupado pero que más bien pareció una amenaza ― A ninguno de nosotros nos encantara la idea de que hagas migas con ese fenómeno ― indico ― Sobre todo a Jack ― puntualizo consiente del carácter de nuestra o amigo. ― ¿De que estas hablando? ― reaccione un tanto indignado, aquella platica me estaba sacando de mis casillas ― ¿Acaso es una amenaza? ― la cuestione. ― Yo solo te lo digo por tu bien Mike, haya tu si no tomas en cuenta mi consejo ― indico ― Soy tu amiga y te lo digo por tu bien ― alego. Aquello último sonó como lo que siempre decía mi madre después de reprenderme. ― Pues no lo pareces… no hablándome de la forma en la que lo has hecho… ― indique ― Hubiera sido peor si el que se entera primero es Jack ― puntualizo tratando de dar a entender su punto. ― ¿Acaso nos convertimos en una secta y no me di por enterado? ― bromee tratando de suavizar un poco aquella situación ― Yo no tengo por que dar explicaciones de lo que haga o deje de hacer, es mejor que te vallas a dormí Hanna, te veo mañana en la escuela ― dije dando por terminada la platica y sin esperar por su respuesta colgué. Exasperado lance el aparato sobre el buró y me deje caer nuevamente sobre la cama ― ¿Qué había sido todo aquello? ― Hanna jamás me había hablado de aquella manera, teníamos un buen rato de conocernos y hasta ahora no me había demostrado tener prejuicios sobre la gente, aquello era una verdadera novedad en ella, supuse que todo se debía a la actitud que había tenido Jasón para con ella, finalmente decidí olvidarlo y no prestarle demasiada atención. Una voz me hizo salir de mis pensamientos. ― ¡Mike… la cena esta lista! ― grito mi madre desde la planta baja. De inmediato me levante y salí de mi habitación, el aroma proveniente de la cocina era exquisito, si de algo podía jactarse mama era de ser una muy buen cocinera, aquello me hizo olvidar un poco la desagradable conversación que acababa de tener. Una vez abajo trate de tentar terreno para saber si ya se le había pasado el enojo conmigo, a pesar de todo no me gustaba estar disgustado con ella, finalmente solo nos teníamos el uno al otro y en


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cierta forma comprendía su constante preocupación por mi, aunque no dejaba de ser molesto que siempre estuviera casi al borde de la histeria temiendo que algo me pasara, aquella actitud algunas veces rallaba en lo exagerado y eso era lo que me molestada. ― Vuele muy bien… ― dije sentándome a la mesa donde ya estaba todo dispuesto para empezar a cenar, aquella noche había preparado Lasaña, mi platillo favorito, así que decidí olvidarme de todo lo ocurrido y disfrutar de aquel delicioso guiso. ― ¿Ya te lavaste las manos? ― me pregunto sin atender al cumplido que le acababa de hacer. Pude entonces notar que aun seguía molesta. Sin responder le mostré las manos como cuando era pequeño en señal de afirmación. Satisfecha dejo el refractario sobre la mesa y tomo asiento, después de servirme, ambos comenzamos a cenar envueltos por un silencio incomodo, finalmente decidí que debía dar el primer paso para terminar de una buena vez con la ley del hielo que al parecer me había impuesto. ― Descubrí que la casa Parker no esta embrujada ― indique tratando de hacer un poco de conversación aunque me arrepentí de haber comentado precisamente aquello. Por un segundo pensé que no me respondería pero por suerte no fue así. ― Pensé que no creías en supercherías de pueblo ― dijo aun mirándome seria. ― No las creo… de hecho no fue premeditado, solo por mera casualidad, Jasón me invito a conocerla ― ― ¿Jasón? ― ― Mi compañero de clase, Jasón Parker, Acaba de llegar al pueblo, el vive ahí con su abuela y su hermano pequeño ― indique. ― ¿Y sus padres? ― pregunto mi madre de inmediato. Estaba más que seguro que no se le escaparía aquel detalle. ― Murieron ― indique ― Por eso él y su hermano vinieron a vivir aquí ― dije. ― ¿Por eso llegaste tarde? ― me cuestiono, por un instante creí que volvería a empezar el sermón así que solo me limite a asentir para no dar pie a que comenzara a regañarme de nuevo. ― Pudiste haberme llamado por teléfono ― dijo, esta vez con un tono mas suave que delataba que el enojo comenzaba a pasársele. ― Lo siento ― me disculpe ― No volverá a suceder ―


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Los dos volvimos a quedarnos en silencio mientras continuábamos cenando hasta que esta vez fue mi madre quien comenzó a indagar sobre mi nuevo amigo. ― ¿Es agradable el chico Parker? ― me pregunto mientras servia un poco mas al ver que mi plato se había quedado vació. ― Bueno… de primera vista parece un tanto petulante, pero una vez que lo conoces… no lo se, es bastante extraño ― dije sin poder explicarlo de otra manera. ― ¿Extraño? ― Mi madre pareció desconcertada ― ¿En que sentido? ― ― Bueno, tu sabes, como es nuevo no habla mucho y por lo mismo aun no ha hecho amistad con nadie del colegio…si a eso le sumas el hecho de vivir en una casa que todos creen que esta embrujada, bueno, digamos que no es la manera mas fácil de poder socializar en un pueblo como West Hill, así que es… extraño ― Mi madre pareció estar meditando sobre mis palabras. ― Bueno, por lo menos ya tiene un amigo ― dijo al fin ― Puedes ayudarlo un poco, estoy segura que Jack y los demás estarán felices de aceptarlo en su grupo ― sugirió. ― No lo creo… ― indique recordando la llamada que acababa de recibir. ― Bueno… ya encontrara entonces alguien más con quien congeniar ― índico sin prestar demasiada atención a aquel último comentario. Continuamos cenando mientras hablamos un poco mas sobre trivialidades, dejando un poco de lado el tema del chico Parker, una vez que terminamos de cenar me dispuse a ayudar a mi madre pero me detuvo antes de hacerlo. ― Déjalo… yo lo haré ― indico quitándome los platos de las manos. Lo agradecí ya que esa en particular era una de las tareas que mas odiaba hacer, sin embargo de vez en cuando lo hacia aunque no pasaba con mucha regularidad. ― Voy a mi habitación ― indique ― tengo montones de tarea ― dije malhumorado. ― Esta bien… por cierto ― me detuvo ― Deberías invitarlo a cenar ― índico mi madre mientras acomodaba los trastes en el lavavajillas. La mire sin comprender a lo que se refería. ― ¿A quien? ― pregunte desconcertado.


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― Al chico Parker… me gustaría conocerlo ― indico echando a andar la maquina que de inmediato comenzó a hacer su característico ruido. ― ¡Mama! ― exclame imaginando que aquello se trataba de un intento disimulado de conocer al chico para juzgarlo y saber si era o no una buena compañía para mi, mi madre siempre había tenido aquella costumbre, Jack y algunos mas de mis amigos de la escuela ya habían atravesado por aquella situación y cada vez que pasaba era mas y mas embarazosa la forma en que mi madre prácticamente los censaba para conocerlos y dictaminar si eran lo que ella llamaba “buenas amistades”. ― Te la pasaste hablando de el durante toda la cena… no puedes culparme de sentir curiosidad por conocerlo ― indico divertida ante mi reacción. Su intención me pareció verdaderamente sincera, aunque sabia que finalmente terminaría por hacer algo que me avergonzara. ― Se lo comentare… ― dije sin comprometerme a nada. Aquello aprecio suficiente para dar el tema por terminado. Después de darle un beso me encamine a mi habitación para hacer los deberes, aunque en realidad no me apetecía hacerlo, aun así me senté en el escritorio pero en cuanto vi las ecuaciones escritas en mi cuaderno me di cuenta de que aquello era un caso perdido, nunca había sido bueno para las matemáticas, desde pequeño se me habían dificultado, era una verdadera suerte que hasta entonces jamás hubiera reprobado ninguna de las materias, sin embargo tenia que aceptar que mis calificaciones no eran precisamente para enorgullecerse. Nuevamente devolví la libreta a mi mochila no tenia caso perder el tiempo ― pensé ― tendría que pedirle a Jack al día siguiente que me pasase sus resultados, aunque estaba seguro de que aquello seria prácticamente lo mismo ya que mi amigo tampoco era una luminaria en eso de los números. Suspire desanimado y extraje una hoja de papel y un lápiz dispuesto a dibujar un poco, eso siempre me animaba, comencé a trazar algunas líneas, poco a poco mi diseño fue tomando forma, al terminarlo lo mire y fue entonces que me di cuanta que sin saber porque había dibujado un pórtico, pero no cualquiera, aquel era el pórtico de la casa Parker. Me sorprendí de mi mismo, no sabia ni siquiera porque había dibujado aquello, simplemente lo hice. Doble la hoja y la guarde con el resto de mis cosas. Me levante de mi asiento y nuevamente me deje caer sobre la cama, nuevamente vino a mi mente mi visita a la casa Parker, en realidad , pensándolo detenidamente si era un tanto extraño, en principio no haber siquiera visto una sola vez a Ruth, la abuela del


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chico entrar o salir de ahí, en segundo lugar, por mas que había hecho memoria no recordaba haber visto recientemente ningún camión de mudanza, en verdad que aquello era muy raro, aunque tal vez le estaba dando mas importancia de la que debía, después de todo ― ¿Qué podía haber de especial en Jasón Parker y su familia? ― me dije a mi mismo tratando de convencerme y sin sentir me fui quedando dormido, lo peor de todo fue que no pude sacar de mi cabeza en toda la noche las imágenes de la casa Parker y peor aun, a mi nuevo amigo Jasón.


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3 RUMORES Al día siguiente como de costumbre Jack y los demás me esperaban sentados en el lugar en el que habitualmente lo hacían en espera del comienzo de la primer clase, había pasado toda la mañana ocupado acomodando la nueva mercancía que había llegado al macen del señor Braddy, una tienda de conveniencia en la que trabajaba medio tiempo por las mañanas, así que no había tenido mucho tiempo para pensar mas en Jasón Parker, aunque en realidad aquello fue peor porque pude concentrarme en la reacción de Hanna la tarde anterior al enterarse de mi amistad con Jasón, en realidad creí que aquello no pasaría a mayores pero al llegar a la escuela me di cuenta de que no seria así, por la forma en que me miraban mis amigos pude adivinar que Hanna ya los había hecho participes de mi visita a la casa Parker, sabia que en cuanto me tuvieran a su alcance me comenzarían a hacer miles de preguntas al respecto y lo que menos me apetecía era tener que dar explicaciones, para colmo de males, durante el trayecto hasta donde se encontraban me cruce con Keit Collins quien de inmediato se acerco a mi y comenzó a interrogarme. ― Hola Mike… ― dijo con su voz aguda y molesta ― Ayer te vi salir de la casa Parker ¿Estas bien? ― me cuestiono fingiendo falsa preocupación. Por un segundo tuve la intención de dejarla con la palabra en la boca pero preferí seguirle el juego para saber a donde quería llegar y que era lo que le había dicho a Hanna. ― ¿Por qué no debería de estarlo? ― dije mirándola disimulando mi disgusto. ― Bueno, tu sabes lo que se dice de esa casa… ― indico la chica tomándome del brazo caminado conmigo hacia donde se encontraban Jack y los otros ― Debes tener cuidado con ese chico Parker ― me sugirió. ― ¿Cuidado? ― Aquello ultimo me pareció una exageración, en menos de 24 horas dos personas me habían recomendado lo mismo ― ¿A que te refieres? ¿De que debo de cuidarme? ― pregunte esforzándome por sonar tranquilo y cordial. ― A nada en particular… ― índico la chica ― Solo recuerda que en un pueblo como West Hill los rumores corren rápido y no quisiera que se hablara mal de ti por tu relación con ese fenómeno… ― índico sonriendo. Me detuve en seco al escuchar aquello último.


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― ¿De que estas hablando? ― pregunte exasperado ― ¿Hay algo que me quieras decir en concreto o simplemente no tienes nada mejor que hacer con tu vida que meterte en las de los demás? ― indique explotando finalmente. ― Yo sólo quería hacerte un favor Mike… ― índico la chica sorprendida por mi reacción. ― Si en verdad quieres hacerme un favor, entonces piérdete de mi vista… ― indique. Keit pareció ofendida por mis palabras y de inmediato soltó mi brazo y emprendió la graciosa huida no sin antes soltar una última amenaza. ― ¡Después no digas que no te lo advertí! ― exclamo molesta y de inmediato se marcho a donde sus amigas, un grupito de rubias tontas y superficiales la esperaban ansiosas de saber lo que había ocurrido. Sin prestar mayor atención continué avanzando y finalmente llegue con Jack y los demás, Hanna me miro sin disimular su molestia por haberle cortado la platica la noche anterior. Como de costumbre mi amigo fumaba un cigarrillo así que me apresure a quitárselo pero esta vez no me permitió hacerlo. Aquel gesto no paso desapercibido para el resto de los amigos. ― ¿Y ahora a ti que te pasa? ― pregunte al notar aquel desplante por parte de mi amigo. ― Nada en particular ― dijo Ted restándole importancia al asunto ― Al parecer se ha levantado del lado equivocado de la cama ― bromeo ― Por cierto ― indico acercándose un poco tratando de que nadie escuchara ― ¿Es cierto lo que anda diciendo Keit? ― me cuestiono curioso. ― ¿Lo que dijo Keit o lo que te dijo Hanna? ― indique mirando a mi amiga. Esta pareció molestarse por mi insinuación. ― Yo no les he contado nada… ― alego molesta. ― Keit anda diciéndole a todos que te vio en la casa Parker ― alego Ted sin poner atención a nuestra pequeña riña ― ¿Es cierto? ― pregunto curioso. Por un instante tuve el impulso de asesinarlo, lo que menos quería en ese momento era tocar aquel tema, sobre todo por lo que acababa de suceder. Sin embargo no fue necesario responder ya que justo en ese momento Jasón pasó junto a nosotros y a diferencia del día anterior me saludo dejando a todos con la boca abierta. El chico avanzo hasta entrar al edificio principal, yo por mi parte me quede mudo sin saber que responder


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― Supongo que eso fue un si ― indico Jack sorprendido por aquel gesto por parte del chico nuevo ― Por un momento creía que todo era un invento de Keit pero me doy cuenta de esta vez dijo la verdad… ¿Qué tienes tu que ver con ese fenómeno? ― Me cuestiono de mal talante, de la misma manera en que lo había hecho Hanna e incluso la propia Keit. ― Solo me invito a conocer su casa… ¿Tienes algún problema con eso? ― lo cuestione exasperado por su actitud. Jack me miro refrenando el impulso de decir algo. ― ¿Cómo es la casa Parker por dentro Mike? ― pregunto Ted emocionado, de los tres parecía ser el menos molesto con aquella situación ― ¿Esta llena de telarañas y cosas horribles? ¿Cómo son los padres del nuevo? ― prosiguió sin darme tiempo de contestar siquiera la primera pregunta. ― Es una casa común y corriente ― indique un tanto molesto ― A sus padres no pude conocerlos, por lo que me dijo fallecieron y por eso ahora vive en la casa Parker, con su abuela ― ― Valla… por lo que veo te has hecho muy buen amigo de ese fenómeno ― me recrimino Jack al escuchar mi respuesta ― ¿Cuando es su siguiente cita? ― dijo con tono burlón. Todos excepto yo comenzaron a reír. ― Vamos ya déjenlo en paz ― indico Ted al darse cuenta de que aquello no me había caído en gracia ― Olvidémonos de ese tipo y mejor preocupémonos por la tarea que dejo Carter ¿Alguno de ustedes la hizo? ― nos cuestiono, los tres negamos con la cabeza, yo por mi parte estaba agradecido de que mi amigo hubiera dado por terminada aquella incomoda conversación. ― Tendrás que usar tus encantos con el nerd de nuevo ― sugirió Jack mirando a Hanna mientras lanzaba la colilla del cigarrillo lo mas lejos que pudo ― Granger siempre hace los deberes ye estoy seguro de que no se negara a prestártelos ― indico refiriéndose al chico del cual siempre nos aprovechábamos para copiarle la tarea consientes de que estaba loco por nuestra amiga. Hanna hizo un gesto de desagrado, pero como otras muchas veces suspiro y se limito a encaminarse junto a Granger quien permanecía sentado en una de las bancas en espera del inicio de las clases como era su costumbre. Desde lejos pudimos observar a nuestra amiga quien en cuestión de segundo logro que el chico le entregara su cuaderno no sin antes filtrar un poco con el, Jack y Ted reía mientras que yo observaba sin hacer el menor movimiento ya que aun me encontraba molesto por la actitud que había tomado Jack por mi amistad con Jasón Parker.


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― ¡Listo! ― indico Hanna triunfal enseñándonos la libreta de Granger en señal de triunfo ― Vamos hay que copiarla antes de que llegue Carter ― sugirió. De inmediato los cuatro nos encaminamos con rumbo a uno de los salones dispuestos a copiar la tarea del crédulo enamorado de Hanna, mas grande fue mi sorpresa al toparnos con Jasón en la escalera y más cuando se acerco y se dirigió a mí provocando que volviera la molestia de Jack. ― Puedo hablar contigo un minuto ― me dijo sin siquiera mirar a mis otros tres amigos. Todos me miraron expectantes por mi respuesta. ― ¿Ahora? ― pregunte un tanto cohibido, no estaba acostumbrado a ese tipo de atención sobre mi, por lo menos no por parte de mis propios amigos. ― ¡Vamos Mike! ― me apresuro Ted iniciando nuevamente el avance, Jack por su parte subió las escaleras sin siquiera volverse a mirar, aunque pude darme cuenta de que estaba muy molesto. Hanna por su parte permaneció mirando la escena sin saber que decir o hacer. Después de meditarlo un segundo me di cuenta de que seria toda una descortesía negarme después de lo amable que había sido conmigo el día anterior cuando había estado en su casa y sobre todo después de la promesa que había hecho de ser su amigo. ― Los alcanzo en un minuto ― indique para sorpresa de Ted y Hanna quienes de inmediato subieron las escaleras para ir tras Jack dejándonos a Jasón y a mi solos. Suspire conciente de que aquello traería nuevas consecuencias y mas cuestionamientos, sin embargo trate de sonreírle lo mas sincero posible a Jasón, aunque era mas que evidente que había notado la molestia de mis amigos y la tensión que había causado aquel encuentro. ― No les caigo nada bien ¿verdad? ― dijo sin mostrar demasiada pena por aquel gesto por parte de Jack y de mis otros amigos. ― Creo que les das miedo… ― dije en tono de broma sentándome en uno de los escalones, Jasón hizo lo mismo. ― Suelo tener ese efecto en la gente ― indico divertido ― Aunque parezco no tener el mismo efecto en ti ― agrego. ― Quizás sea el hecho de no haber nacido en este pueblo… tu sabes, es inevitable en lugares como West Hill, pronto se les pasara ― indique aunque no muy convencido.


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― No importa… ― alego ― En fin, creo que interrumpí algo ― dijo ― Si gustas podemos hablar en otro momento ― sugirió. ― O no es nada ― dije ― Íbamos a copiar la tarea de Carter, la verdad es que no se me dan mucho los números así que… ― me sentí un poco apenado de contar aquello. ― Si quieres puedo ayudarte a hacerla ― se ofreció amablemente ― ¿Te parece si vamos a la cafetería? ― indico. Dude por un momento, ya tenia suficientes problemas con Keit Collins como para ahora presentarme en publico para confirmarles sabe dios que tontería que esa chismosa les hubiera inventado ― ¡Que tontería! ― me recrimine de inmediato por aquel pensamiento ― ¿Qué más me daba lo que pensaran o lo que inventara la chismosa de Keit? ― después de todo nunca me había importado las habladurías, mucho menos por algo que ni siquiera tuviera algo de malo, por un instante me sentí como uno de esos chicos pueblerinos, West Hill comenzaba a afectarme y eso no me gustaba. ― Vamos ― dije aceptando el ofrecimiento de Jasón y de inmediato nos levantamos y nos encaminamos juntos hacia la cafetería. Sin embargo conforme avanzábamos hacia nuestro destino me di cuenta de que aquello era más serio de lo que me imaginaba, al cruzar el patio principal me pude dar cuenta de cómo las miradas de varios de mis compañeros que seguían esperando el inicio de la primera clase y que aguardaban ahí se posaban sobre nosotros para de inmediato volverse a cuchichear entre ellos, aunque no estaba del todo seguro que en realidad fuera por mi ― te estas poniendo paranoico Mike ― me dije mientras apresuraba el paso, aunque en realidad aquello no ayudo demasiado ya que al entrar a la cafetería la situación fue prácticamente igual o peor, mayoría de los presentes se volvió a mirarnos y de inmediato comenzaron a murmurar entre ellos ― Tranquilo Mike ― dije tratando de no perder la calma ― Tranquilo ― me repetí conciente de que no iba a permitir que aquello me hiciera sentir mal. Jasón por su parte parecía no poner tampoco demasiada importancia a aquella actitud. De inmediato nos sentamos en una de las mesas sin prestar mas atención al asunto, Jasón tomo mi libreta y sin decir mas comenzó a escribir resolviendo los ejercicios que el profesor Carter había dejado para la clase del dial de hoy, no me atreví a decir nada, parecía muy concentrado en lo que hacia, unos cuantos minutos después me entrego el cuaderno, debí parecer un tanto incrédulo ya que de inmediato se dirigió a mi. ― Si gustas puedes corroborarlas después con los resultados de Granger… ― indico mientras jugaba con el bolígrafo que tenia en las manos ― Aunque creo que va a tener mal el segundo problema ya que siempre saca mal las raíces cúbicas ― indico.


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Comencé a revisar el cuaderno aunque a ciencia cierta no tenia ni la más remota idea si aquellos números que el chico había calculado en fracción de minutos estaban bien, aunque todo parecía indicar que así era por lo poco que comprendía de aritmética. ― ¿Cómo lo hiciste? ― lo cuestione un tanto asombrado por la rapidez con la que había resuelto mi tarea olvidándome de las miradas a nuestro alrededor. ― Es uno de mis talentos ― indico satisfecho. ― Es una lastima que no puedas hacer lo mismo en el examen ― me lamente en son de broma. ― Te sorprenderías… ― índico sonriendo, no supe si bromeaba o lo decía en serio. No me atreví a preguntarlo. ― ¿Y bien? ― dije mientras guardaba mi cuaderno nuevamente en la mochila ― No creo que hayas querido venir a la cafetería solo a resolver mi tarea, dijiste que querías hablar conmigo, así que soy todo oídos… ― La mirada de Jasón cambio radicalmente, tornándose seria. ― Si… bueno ― Jasón pareció por primera vez no saber que decir y el pálido de su rostro pareció teñirse solo por un segundo de una leve sombra rojiza ― ¿Acaso se había sonrojado? ― me pregunte sintiéndome un poco raro de notar ese tipo de cosas, sobre todo en un sujeto que casi, casi acababa de conocer. ― Quería hablarte sobre lo que se anda rumorando ― dijo casi con un hilo de voz haciendo desaparecer esa suficiencia que lo caracterizaba. ― Te juro que no he sido yo… ― dije creyendo que me echaría la culpa de que todos supieran que había estado en su casa. ― No, no es eso, ya se que la causante de todo este chismorreo es Keit Collins ― señalo, pude notar una nota de coraje en sus palabras. ― No hagas caso ― dije tratando de restarle importancia al asunto aunque era mas que obvio que a mi también me habían molestado los comentarios de la chismosa de Collins, aunque claro no se lo iba a decir. ― Si lo prefieres puedo mantenerme a distancia de ti… y de tus amigos ― indico bajando la mirada hacia la mesa sin atreverse a mirarme directamente a los ojos. Aquella sugerencia me tomo e sorpresa y por un instante me quede callado, debió pensar que lo estaba considerando ya que sin poder resistirlo mas levanto la vista y por primera vez pude ver aquellos ojos grises de cerca, eran verdaderamente fascinantes, si los mirabas por demasiado tiempo te podías perder en ellos, así que decidí mirar


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hacia otro lado mientras furioso me cuestionaba a que venían todos esos pensamientos raros en mi cabeza. ― Seria una lastima que por unos chismes de pueblo echáramos perder una buena amistad ― dije evitando mirarle nuevamente ― Personalmente me importa un comino lo que piensen o digan de mi ― dije. Jasón sonrió complacido por mi respuesta. ― ¿Entonces seguimos siendo amigos? ― pregunto tímidamente. ― Por supuesto… solo con una condición ― indique serio. Aquello no pareció gustarle mucho, me empezaba a dar cuenta de que mi nuevo amigo no era de los que aceptaban todo sin antes meditarlo a conciencia. ― Tienes que enseñarme como haces eso de la aritmética ― dije sonriendo. Jasón se limito a sonreír. ― Es mejor que nos vallamos ― sugerí ― Carter esta a punto de llegar y no quiero que me deje afuera, mucho menos hoy que tengo una tarea decente que entregarle ― indique. Los dos nos pusimos de pie y abandonamos la cafetería, ambos nos percatamos como nuevamente la mayoría de los presentes dejaban lo que estaban haciendo para volverse a mirarnos pero estas ves ni siquiera nos tomamos la molestia de mirarlos y en medio de nuestra plática nos alejamos del lugar.


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4 GENIO REPENTINO ― Sorprendente Sr. Stevenson ― exclamo el profesor Carter con chanza al revisar mis deberes ― ¿Quien ha sido su benefactor este día? ― me cuestiono plenamente convencido de que yo no era el responsable de aquel impecable trabajo, al ver los números pulcros y perfectos de Jasón, me lamente de no haber considerado que aquella perfección me delataría. No respondí nada, simplemente me limite a regresar a mi asiento en medio de las miradas de mis amigos quienes al parecer seguían molestos por haberlos dejado por irme con Jasón. ― Ya veremos como le va en el examen… ― indico Carter en tono de amenaza ― O mejor aun ― prosiguió con una mirada mórbida que delataba sus negras intenciones ― ¿Porque no pasa y nos explica como resolvió el primer problema Sr. Stevenson? ― Índico extendiéndome el marcador invitándome a pasar al pizarrón. Un sudor frió recorrió mi frente, si de por si las matemáticas no eras lo mió, mezcladas con el pánico escénico estaba seguro de que aquello seria todo un desastre. Aun así no le iba a dar el gusto de regocijarse viéndome dudar. Tome mi cuaderno y me dispuse a pasar al frente como me lo había solicitado, sin embargo apenas había dado unos cuantos pasos cuando nuevamente se dirigió a mi, esta vez no pudo disimular una sonrisa. ― Sin libreta Stevenson ― dijo ― si fue capaz de resolverlo una vez, debe ser capaz de volverlo a hacer nuevamente… aunque nos tome toda la clase ― rió complacido. Un murmullo de protestas se escucho tras de mi procedente de mis compañeros, sin otro remedio deje mi cuaderno nuevamente sobre el pupitre y avance hacia el pizarrón. Las piernas me temblaban y por un instante creí que aquello no podía ser peor, pero para mi desgracia me equivoque. Sin poder evitarlo use mi gran boca para meterme aun en más líos. ― ¿Puede dictarme la ecuación o también debo sabérmela de memoria? ― pregunte tratando de sonar lo mas irónico posible, esta vez un coro de risas se dejo escuchar producto de mi comentario. La expresión de Carter se torno agria. ― ¡No se pase de listo conmigo Stevenson! ― dijo el hombre molesto por mi osadía y de inmediato comenzó a dictar números y signos sin


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ton ni son. Como pude comencé a escribir rogando por no haber perdido ningún número. Mire por un segundo aquello que acababa de escribir, estaba seguro de que jamás podría resolver semejante ecuación y tuve el impulso de volverme a mi asiento y soportar en silencio el regaño de Carter, sin embargo una voz a mis espaldas me interrumpió antes de poder hacerlo. ― Profesor Carter ― escuche decir a Jasón desde su asiento ― Ese no ninguno de los ejercicios que dejo de tarea ― indico ― Ni siquiera hemos visto ese tema aun ― agrego. Mire la ecuación, tal vez si hubiera siquiera leído los deberes la tarde anterior me habría dado cuenta que en efecto aquella ecuación no era ninguna de las que había dejado como tarea, sin embargo dadas las circunstancias me daba igual, para mi seguía siendo una serie de números y signos sin sentido. Carter le lanzo a mi amigo una mirada cargada de desprecio. Me volvía mirar a Jasón quien parecía muy molesto por la actitud del profesor para conmigo, le hice una seña para que lo dejara pasar, de cualquier modo no tenia ni la menor idea de cómo comenzar, así que era mejor que el no se buscara problemas por una causa mas que perdida. ― Ocúpese de sus asuntos… ¿Cómo es que se llama? ― Lo cuestiono el profesor molesto por la osadía del chico de ponerlo en evidencia. ― Jasón Parker ― respondió este sin dejar de mirarlo. ― Parker he… pues bien, usted será el siguiente en pasar, eso claro si su defendido logra siquiera comenzar a resolver el ejercicio ― indico. Jasón me miro e hizo una señal animándome a comenzar ― como si fuera tan simple ― repele mentalmente volviendo a mirar aquella ecuación, para mi sorpresa una extraña sensación de seguridad me invadió de repente y de inmediato comencé a escribir en el pizarrón, en realidad no sabia bien lo que hacia pero me deje llevar como guiado por una mano invisible, sentía como si alguien dictara los números en mi cabeza, podía ver claramente cada numero y cada signo que debía escribir y así lo hice como impulsado por esa extraña sensación que me envolvía. Cinco minutos después deje de escribir y mire a Carter expectante en espera de que dijera algo. Para mi sorpresa la expresión de su rostro había cambiado, en ella no se mostraba mas el goce por haberme puesto en aquella situación, ahora me miraba con incredulidad por la rapidez con la cual había terminado. Carter pareció leer un par de veces lo que estaba escrito en la pizarra, de la incredulidad paso a la sorpresa y


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nuevamente al enojo en solo un segundo, aunque trato de disimularlo. En un último intento por encontrar algún error en aquel cálculo comenzó a revisar el libro del cual me había dictado aquella operación. Nuevamente su pasmo fue evidente, finalmente y muy a su pesar tuvo que aceptar lo inevitable, se veía visiblemente decepcionado de que no hubiera fallado aquella prueba. ― No se como lo ha hecho pero esta perfectamente resuelta ― dijo mirándome como a quien se ve por primera vez. Yo por mi parte estaba aun mas sorprendido que el propio Carter y seguía sin entender lo que había ocurrido, me volví hacia Jasón quien me miraba sonriente, era mas que obvio que había tenido algo que ver con mi repentina aptitud hacia las matemáticas, aunque a ciencia cierta no sabia como lo había hecho; regrese a mi lugar, durante el trayecto mi mirada se cruzo con la de Jasón quien hizo una señal con el pulgar felicitándome. ― Es su turno Parker ― indico el profesor a la vez que comenzaba dictar una nueva ecuación sin siquiera esperar a que mi amigo pasara al frente. Jasón avanzo sin inmutarse y comenzó a escribir la ecuación en la pizarra a pesar de que Carter no hizo ni el menor intento de repetirla, de inmediato y con la misma facilidad que lo había hecho rato antes en la cafetería comenzó a resolver el complicado problema ante las miradas curiosas del resto de mis compañeros y la mía propia, era sorprendente la manera en que iba desarrollando aquella difícil ecuación como si se tratara de una simple suma o resta. Exactamente cinco minutos después de haber comenzado Jasón término y sin esperar siquiera a la aprobación de Carter regreso a su sitio con una descarada satisfacción en su rostro. El profesor estaba que echaba chispas, todos sabíamos de su mal sano placer al vernos fracasar pero ese día ni Jasón ni yo le habíamos permitido disfrutarlo, aquello debía de ser verdaderamente frustrante. Carter dio una rápida ojeada a lo escrito en el pizarrón y nuevamente miro incrédulo su libro percatándose de que el resultado era correcto. Todos permanecieron en silencio expectantes de su reacción. ― ¡¿Qué están esperando?! ― dijo cerrando el libro de golpe sobresaltando a todos ― ¡Empiecen a copiar! ― ordeno


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acomodándose los lentes mientras nos brindaba a Jasón y a mi una ultima mirada de desprecio. Todos comenzaron a escribir en sus respectivos cuadernos. Yo miraba a mi nuevo amigo con complicidad y reíamos por lo bajo satisfechos por haberle hecho pasar un mal rato a Carter. Sin embargo el viejo no se quedo con las ganas de cobrarnos aquella afrenta y pareció quererse desquitar con los deberes para la siguiente clase dejando casi cinco paginas de ecuaciones similares a las que habíamos resuelto durante el inicio de la clase, nadie se atrevió a protestar por aquel inmerecido castigo, el profesor abandono el aula dando rápidas zancadas y dando un portazo después de amenazar con reprobar a aquel que no entregase los deberes al día siguiente. Aquella última amenaza prendió los ánimos entre los compañeros que de inmediato expresaron su odio hacia Jasón y yo, creyéndonos los causantes de todo. ― ¡Ya estarán contentos par de fenómenos! ― señaló Cliff, un chico regordete y mal encarado al cual no se le daban tampoco muy bien aquellos deberes matemáticos ― La próxima vez que quieran llamar la atención láncense a un barranco ― sugirió molesto. Su pandilla de malhechores lo secundó gritando unas cuantas maldiciones más antes de abandonar también el salón de clases. Jasón ni siquiera se inmuto, yo por mi parte sentí ganas de levantarme y darle un buen golpe pero Ted me detuvo antes de hacerlo. ― No tiene caso Mike ― dijo sosteniéndome por el hombro al ver que me levantaba de mi asiento. Trate de calmarme un poco y hacer caso de la sugerencia de mi amigo, lo que menos necesitaba en aquel momento era llamas mas la atención de lo que ya había hecho, note que algunos mas mis compañeros que comenzaron a retirarse me miraban como aun bicho raro y recordé que habían hecho lo mismo recién había llegado al colegio ― genial ― pensé ― ahora todos me creen un fenómeno. Mis compañeros empezaron a salir del aula mientras algunos continuaban repelando por la cantidad de deberes que había dejado Carter para al siguiente clase. ― ¿Vienes? ― me pregunto Jack quien a pesar de intentar evitarlo también me miraba con recelo de pie a un lado mió. De un rápido


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vistazo fulmino a Jasón al ver que este no hacia el intento de marcharse como el resto de los compañeros. Aquella fue la gota que derramo el vaso y exasperado lo cuestione por su actitud, una cosa era recibir malas caras de extraños, no me importaba pero recibirlas de mis propios amigos no iba a permitirlo de ninguna manera. ― ¿Y a ti que te pasa? ― le pregunte mientras guardaba el cuaderno en la mochila. ― Es lo mismo que yo te pregunto ― respondió Jack mirando a Jasón quien permanecía sentado en su butaca. ― Si lo conocieras un poco… ― dije tratando de explicar mi amistad con Parker pero Jack me interrumpió antes de poder terminar. ― No necesito conocerlo para darme cuenta de que es un fenómeno ― dijo con toda intención de que Jasón lo escuchara ― y ahora parece ser que tu también lo eres ― indico ― Te lo advierto Stevenson ― me sorprendió escucharlo dirigirse a mi de aquella forma, Jack no me llamaba así desde que habíamos comenzado a ser amigos, aquella era su forma de demostrarme que estaba molesto ― ese tipo solo te va a traer problemas, pero allá tu si no quieres hacerme caso ― puntualizo. Y sin decir mas se encamino a la salida seguido por Ted y Hanna quienes parecían estar de acuerdo con aquella absurda manera repensar o por lo menos no dijeron nada que demostrara lo contrario. No podía creerlo, me quede de una pieza después de aquel reclamo injustificado. Me di cuenta de que Jasón y yo nos habíamos quedado solos en el salón de clases, al parecer los reclamos de Jack habían ahuyentado a los pocos alumnos que habían quedado después de terminada la clase de Carter. Jasón se levanto de su lugar, por un momento creí que se marcharía pero en su lugar avanzo hasta donde yo permanecía petrificado después de haber recibido la reprimenda de mi supuesto mejor amigo. Su rostro no mostraba ningún signo de molestia o cualquier otro sentimiento por lo que acababa de escuchar, yo en su lugar hubiera estado furico si alguien me llamara fenómeno, de hecho lo estaba. ― Deberías hacerle caso a tu amigo ― dijo sonriendo dándome una palmada en la espalda como si aquello careciera de importancia. Su comentario más que confortarme me hizo sentirme aun más molesto.


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― ¿Y tu deberías decirme como hiciste que resolviera esa ecuación? ¿Acaso eres mago o algo por el estilo? ― dije sin tratar de ocultar mi enojo. ― No tengo idea de lo que me estas hablando ― indico Jasón fingiendo demencia. ― Seguro que la tienes… cinco minutos contigo y me convierto en todo un genio de las matemáticas… ― indique. ― Y ahora por mi culpa también eres un fenómeno ― agrego aun mas divertido. ― ¡No soy ningún fenómeno! ― grite exasperado al escuchar aquello último. ― Ok, ok… solo estoy bromeando ― dijo al ver que estaba verdaderamente molesto. Permanecimos un rato en silencio, yo por un lado tratando de calmarme un poco, Jasón por su parte me miraba sin apartar esos ojos grises de mi. Finalmente tome mi mochila dispuesto a marcharme. ― ¿Aun quieres ser mi amigo? ― me pregunto antes de emprender el camino hacia la salida. ― Nunca he dicho lo contrario ― dije deteniéndome en la puerta antes de salir del aula ― ¿Nos vamos? ― lo invite mirándolo mientras exhalaba el último suspiro de frustración que me quedaba. Jasón me miro por un segundo dudativo. Al ver mi impaciencia tomo sus cosas y avanzo hasta llegar a mi lado y juntos nos encaminamos a la salida del edificio, por un segundo temí encontrarme con Cliff y su bola de amigos quienes seguramente continuarían echándonos grilla frustrados de tener que resolver aquella montaña de deberes que había dejado Carter, pero para mi fortuna no fue así, tampoco pude ver a Jack y a los demás, al parecer habían estado lo suficientemente molestos para no esperarme o quizás imaginaron que Jasón estaría conmigo y decidieron que era mejor marcharse. Aun así me dio igual. ― ¿A quién buscas? ― pregunto Jasón al darse cuenta que miraba hacia todos lados con insistencia. ― Nada ― respondí, lo menos que quería era hacerlo sentir mal al darse cuenta de que por su culpa mis amigos me habían dejado tirado, comencé a buscar entre mis cosas hasta que di con la caja de cigarrillos que siempre traía conmigo, mas que por mi, por Jack que era el que regularmente me hacia caer en aquel vicio. ― ¿Quieres? ― lo cuestione extendiéndole la cajetilla. ― Es un feo habito ― dijo mientras negaba con la cabeza. ― Lo se… algún día lo dejare ― indique mientras prendía fuego a uno de los pitillos y exhalaba una profusa nube de humo.


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― Nunca he entendido el porque la gente fuma ― dijo mientras avanzábamos con rumbo a la parada del autobús. ― En mi caso culpo a Jack… el fue quien me inicio en este vicio ― me justifique. Jasón sonrió al escuchar aquello. ― En lo personal creo que los vicios no se pegan ni se heredan… ― indico ― únicamente encontramos el pretexto perfecto para justificarlos ― ― Puede ser ― dije sin dar mucha importancia al comentario, después de todo tampoco le había hecho caso a mi madre de dejarlo a pesar del sermón sobre el cáncer y no cuantas mas enfermedades, lo cierto era que fumar era uno de los pocos vicios que tenia y no estaba ni cerca de querer dejarlo, mucho menos en aquel momento que me sentía tan nervioso a causa de lo que había ocurrido durante y al final de la clase. ― Tal vez puedas hacerme dejarlo si usas tu “Okus Pokus” ― indique burlón ― No puede ser mas difícil que hacerme un genio de “las mates” ― indique tratando de indagar si mis sospechas de que aquel repentino cambio en mi se debía a algo que el hubiera hecho ― Anda vamos ― lo anime. Jasón se mantuvo en silencio mientras continuábamos avanzando. ― Tú también crees que soy un fenómeno ¿Verdad? ― pregunto tratando de disimular un dejo de tristeza, aquello me pillo desprevenido y me sentí mal de haber sido tan cabeza hueca. ― Venga, que solo estoy de broma ― dije tratando de componer las cosas. ― Pues tus amigos se lo han tomado bastante en serio ― índico mirándome en espera de mi reacción. ― Pues haya ellos ― dije con sinceridad ― Jack puede ser mi amigo pero no deja de ser un pueblerino cabeza hueca que no puede ver mas allá de sus narices ― indique ― además ya se le pasara y si no pues ni modo ― admití tratando de parecer despreocupado, aunque en realidad la actitud de Jack me molestaba más de lo que quería admitir, muy en el fondo aun guardaba la esperanza de que recapacitara y cambiara su actitud. Jasón sonrió al escuchar mi respuesta. Pero pareció no creerme demasiado. ― ¿No piensas revelarme tu secreto? ― pregunte lanzando la colilla al suelo. El cigarrillo estaba a poco menos de la mitad pero ya no me apeteció seguir fumando, por un instante creí que Jasón tenia algo que ver pero de inmediato descarte esa idea, en realidad me costaba mucho creer que algo así pudiera estar pasando en


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realidad, aunque tenia que aceptar que ese chico tenia cierta influencia en mi, de eso no cabía duda. ― Ya te dije que no se de que me estas hablando ― indico ― Yo no he hecho nada ― recalco ― Si quieres dejar de fumar tendrás que hacerlo por tu propia voluntad ― advirtió. ― Eso va a estar un poco difícil ― dije mientras continuábamos avanzando ― En realidad lo de las mates ha estado bueno… ― admití. ― Ya te dije que no tengo nada que ver ― repitió. ― Bueno… ― dije ― Sea como sea espero que dure hasta los parciales ― indique sonriendo. ― Eso seria hacer trampa ― alego Jasón. ― Bueno… no lo es si ninguno de los dos hace nada ¿No es así? ― Jasón sonrió al escuchar mis palabras. Al ver que el autobús llegaba a la parada corrimos para alcanzarlo, una vez arriba nos encaminamos hasta la parte de atrás y nos sentamos juntos, por fortuna aquel día el autobús estaba prácticamente vacío, sin chicas ruidosas ni nada por el estilo, solo una pareja madura que ni siquiera nos noto al pasar junto a ellos. El resto del viaje platicamos sobre cosas sin importancia, aunque para mi fue una bocanada de aire puro ya que estaba acostumbrado a las mismas historias de siempre y a las platicas sin sentido sobre los que siempre ocurría en West Hill. Jasón me hablo de sus viajes y un poco de su vida antes de venir al pueblo, por lo que entendí había vivido en diferentes sitios antes de llegar a West Hill. Inevitablemente volvimos al tema de sus padres, al hacerlo pude notar el cambio de actitud de Jasón. ― No tenemos que hablar de ellos ― indique tratando de cambiar el tema consiente de que debía ser difícil para el. ― No hay problema ― admitió Jasón mirando por la ventana ― finalmente todo en este pueblo me los recuerda, en parte creo que por ese motivo decidí venir a vivir a West Hill… ― admitió. ― ¿Ellos eran de aquí? ― lo cuestione curioso. ― Si… ― Mi madre, poco después de que se casaron vinieron a vivir aquí… yo nací aquí ― indico Jasón con tristeza, debía ser muy difícil recordar aquello, tuve el impulso de cambiar el tema pero estaba muy interesado en conocer un poco mas de él. ― ¿Cómo murieron? ― pregunte casi sin pensar. ― Durante uno de sus viajes… aquel seria más que un viaje de negocios, era la primera vez que visitaban Italia, aquella vez yo estaba muy enfermo así que no pude acompañarlos, el viaje en avión fue muy accidentado y terminaron en medio de uno de los


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accidentes mas horribles que te puedas imaginar ― indico apesumbrado por recordar aquello. Yo me mantuve en silencio imaginando lo difícil que debió haber sido aquella situación. ― Mis padres murieron consumidos por el fuego, al igual que muchos de los pasajeros ― prosiguió narrando ― Fue horrible... ― el chico no pudo terminar la frase, las lagrimas lo traicionaron. Se apresuro a limpiárselas con el dorso del brazo, apenado. El autobús siguió avanzando, unas cuadras más adelante la pareja descendió dejándonos solos a excepción claro del conductor. ― ¿Hace cuantos años murieron Jasón? ― lo cuestione conmovido. ― Veintidós… ― agrego con los ojos enrojecidos. Sin poder evitarlo una oleada de coraje recorrió mi cuerpo nuevamente, mi cambio de expresión debió haber sido bastante evidente ya que en cuanto levanto la mirada y se percato de ella de inmediato se apresuro a cuestionarme. ― ¿Sucede algo malo? ― me pregunto visiblemente preocupado. Lo mire en silencio un instante y de inmediato le recrimine. ― Estas mintiendo ― dije visiblemente molesto, no había nada que me molestara mas que trataran de tomarme el pelo. ― ¿De que estas hablando? ― reacciono Jasón contrariado por mi acusación. ― ¿22 años? ― indique ― ¿Acaso quieres tomarme el pelo? ― Lo cuestione ― puedo ser un neófito para la aritmética pero por lo menos se sumar y restar muy bien ― alegue ― si lo que dices es cierto eso quiere decir que Eidrian no es tu hermano... apenas y tiene mas de once años... ¿No es así? ― La tez de Jasón se puso aun más blanca de lo que regularmente estaba, si es que eso era posible. ― Yo… ― era la primera vez que lo veía tartamudear desde que lo había conocido, en cuestión de segundos había desaparecido toda la seguridad que hasta entonces había demostrado y fue cuando me di cuenta que en realidad estaba mintiendo. ― La próxima vez que inventes una historia, procura ensayarla antes ― indique y de inmediato me levante de mi asiento, por suerte esta vez era él quien había quedado en el asiento junto a la ventana. De inmediato toque el timbre, el autobús se detuvo, Jasón ni siquiera hizo el intento de detenerme, se quedo sentado en su lugar, una vez abajo lo mire a través del vidrio, estaba muy decepcionado, nunca


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creí que fuera capaz de jugar con la muerte de sus padres, de inmediato eche a andar rumbo a mi casa, faltaban solo un par de cuadras para llegar, tome un camino diferente temiendo encontrarme con Jasón en el trayecto consiente de que ambos vivíamos en el mismo vecindario, por fortuna no fue así. Después de saludar a mi madre me encamine rápidamente a mi cuarto aun lleno de coraje, no podía negar que aquella mentira por parte de mi nuevo amigo me había dolido demasiado, a pesar de tener poco tiempo de conocerle comenzaba a sentir un gran aprecio por el, había dejado de lado a mis amigos y sobre todo había ignorado las habladurías y los señalamientos de mis compañeros de escuela y todo por un mentiroso. ― ¡Maldición! ― exclame lanzando de un puntapié mi mochila al otro lado de la habitación. Me deje caer sobre la cama y permanecí en silencio haciendo un examen de conciencia, ¿Qué era lo que me molestaba mas? ¿Qué Jasón me hubiera mentido? o darme cuenta que a pesar de aquello no podía odiarlo, al contrario, me sentía mal por haber actuado de la manera en que lo había hecho, incluso había pasado el resto del camino rumbo a casa imaginando que quizás existía una razón que justificara aquello, incluso había llegado a la conclusión absurda de que quizás en realidad Eidrian no era hermano de Jasón, lo único que se me ocurría es que fuera adoptado, entonces me di cuenta de que quizás aquello no resultaba tan descabellado después de todo. Entonces me sentí aun mas mal al darme cuenta de que no le había dado oportunidad a Jasón de explicarme nada, por un segundo tuve el impulso de ir a la casa Parker ¿Pero con que cara podría hacerlo después de la forma en que había actuado? Y entonces sentí un hueco en el estomago, en vuelto en mi ira no me había percatado que lo que mas me asustaba era aquella posibilidad que había venido de repente a mi cabeza, la posibilidad de que Jasón ya no quisiera ser mi amigo después de aquello. Y entonces eso me preocupo aun más al grado de que durante toda esa noche no pude concilia el sueño.


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5 TRISTEZA Jasón había tenido el impulso de bajarse tras Mike pero prefirió no hacerlo, tendría que explicar demasiadas cosas y no existía una forma sencilla de hacerlo. Aun así no podía evitar sentirse culpable por haber dejado pasar aquel detalle, aunque no había sido premeditado, simplemente había sucedido sin darse cuenta. ― Tal vez sea mejor así ― pensó mientras el autobús seguía avanzando. Al llegar justo frente a la casa Parker el chico descendió y sin poder evitarlo miro hacia el final de la calle en busca de Mike sin mucho éxito, estaba seguro que había tomado alguna vía alterna para no tener que toparse con el durante el trayecto a su casa. Avanzo hacia la casa pero en lugar de entrar se quedo sentado en el pórtico estudiando las posibilidades. La verdad no era una de ellas. Estaba conciente de que quizás no era necesario buscar una explicación para darle a Mike, posiblemente después de aquello ni siquiera querría escucharlo. La puerta se abrió de improviso tras de él y de ella emergió Eidrian quien de inmediato se apresuro a abrazarlo efusivamente. ― ¡Hermanito! ― exclamo emocionado, de la misma forma que todos los días lo recibía cuando regresaba de la escuela. ― ¿Cómo te has portado hoy? ― Lo cuestiono Jasón cargándolo en sus piernas. ― Bien ― respondió el chiquillo jugueteando con la cola de cabello del joven ― ¿Y tu amigo? ― le pregunto este buscando a Mike. ― No lo se… supongo que en su casa ― indico Jasón cabizbajo. ― ¿Te enojaste con él? ― pregunto el chiquillo nuevamente. Jasón asintió como toda respuesta, Eidrian por su parte se limito a abrazarlo tratando de confortarlo. ― ¿Porque nadie nos quiere Hermanito? ― pregunto el chiquillo con la inocencia característica de su edad, sin comprender que aquello era un tema muy difícil para su hermano. ― La gente no entiende Eidrian… ― respondió este ― Anda vamos adentro ― lo apresuro, el cielo estaba despejado pero comenzaba a hacer frió aunque en realidad aquello no implicaba ningún problema para ninguno de los dos hermanos, el frió era algo que siempre los acompañaba. El verdadero motivo era en si dar por terminada aquella charla.


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Una vez adentro Jasón se percato que su abuela se encontraba sentada frente a la chimenea, como era su costumbre y de inmediato se apresuro a saludarla dándole un beso en la frente. ― Hola Ruth ― dijo acariciando tiernamente su blanco cabello, la mujer lo miro unos segundos pero no dijo nada, simplemente continuo mirando el fuego que aprecia estar a punto de extinguirse. ― ¿Cómo te sientes? ― La cuestiono nuevamente el chico. ― Como de costumbre… en realidad mejor de lo que aparento ― dijo volviéndole la mirada sonriente, aunque de inmediato volvió la mirada al fuego. ― Me alegra escuharlo… ― dijo Jasón mirando también el fuego meditabundo. ― ¿Hoy no vino ese chico contigo? ― Lo cuestiono la mujer al darse cuenta de la actitud del chico. ― No… en verdad no creo que vuelva… ― admitió Jasón con pesar. Ruth alargo la mano para acariciar la del chico. ― ¿Te sucede algo? ― le pregunto. ― No es nada Ruth… ― indico el chico mientras se dejaba caer sobre otro de los sillones, callado y meditabundo, por mas que lo intentaba no podía dejar de recriminarse el haber sido tan tonto, aunque ni siquiera se había dado cuenta de cómo es que había accedido a contarle aquella historia. ― Tonto… fue muy tonto ― se dijo para si. ― ¿Estas así por ese chico? ― prosiguió Ruth cuestionándolo. ― He tenido un día difícil Ruth… es mejor que no preguntes ― le pidió el chico poniéndose de pie nuevamente. ― Parecía un buen chico… ― agrego Ruth a pesar de las palabras del chico. Jasón se levanto y se encamino a la cocina, casi por inercia comenzó a preparar la comida de Ruth, su pequeño hermano entro a la habitación y de inmediato como otras muchas veces se abalanzo sobre un trozo de la jugosa manzana que el chico había comenzado a cortar en rebanadas. ― Deja eso Eidrian… sabes que te hará daño ― indico Jasón al ver las intenciones del chiquillo de comer un trozo que se le había escapado de las manos. El niño miro a su hermano mayor unos segundos antes de obedecer y soltar el pedazo de fruta. ― Jasón… ¿Por qué nosotros no comemos lo mismo que la abuela? ― lo cuestiono mientras daba vueltas alrededor de la mesa saltando y tarareado una tonada infantil. ― Ya te lo dije muchas veces ― comenzó a explicar el muchacho de la misma forma en que ya lo había hecho otras veces que el niño lo


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cuestionaba sobre aquello ― Nosotros no necesitamos de este tipo de alimentos para poder vivir… ― indico. Eidrian continuo dando tumbos por la habitación mientras Jasón retiraba la leche que comenzaba a hervir sobre la estufa. Sirvió un poco en una taza. ― La abuela dice que pronto va a morir ― dijo el chico pasando la charola que regularmente usaban para llevarle la comida ― ¿Nosotros también vamos a morir algún día? ― continúo Eidrian cuestionándolo. Jasón miro a Eidrian por un segundo sintiendo pena y una infinita culpa al recordar lo que había hecho, había condenado a Eidrian a vivir eternamente con la apariencia e inocencia de un niño, por eso desde el día en que lo había tomado bajo su tutela, se había empeñado en hacerlo feliz, aunque nada le parecía suficiente para enmendar el pecado tan grande que había cometido. ― ¿Nosotros también vamos a morir algún día hermanito? ― Lo cuestiono nuevamente el chico creyendo que no lo había escuchado. Jasón trago saliva tratando de deshacer el nudo que se había formado en su garganta sin mucho éxito y casi en un susurro respondía a la pregunta del chico. ― Nosotros nunca moriremos Eidrian… ― índico con pesar acariciando la cabeza del niño con ternura. El muchacho tomo la charola y se encamino de regreso a la estancia, la mujer se volvió hacia el quien se sentó a un costado suyo. ― Ya te dije que no es necesario que lo hagas… ― dijo la mujer tomando el trozo de fruta que Jasón le ofrecía. ― Sabes que me gusta hacerlo… ― indico Jasón. Ruth empezó a comer lo que el chico le había llevado, este a su vez acerco la taza de leche a su rostro e inhalo el aroma que esta despedía. ― No sabes como extraño el sabor de la comida… ― dijo este dejando nuevamente la taza sobre la charola frente a Ruth. ― ¿Otra vez deprimido? ― pregunto la anciana sin poder evitar darse cuenta del estado anímico del muchacho. ― No es nada… ya se me pasara ― dijo Jasón tratando de restarle importancia al asunto.


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Sin embargo esta no pareció creerle pues de inmediato frunció el seño, lo conocía demasiado bien para poder adivinar la pena que embargaba a Jasón. ― ¿Por qué le dijiste a Eidrian que vas a morir? ― pregunto Jasón mientras mirando embelezado el fuego de la chimenea. ― Porque es la verdad ― alego la mujer limpiándose con la servilleta ― Ese tipo de cosas las puede sentir cuando estas cada día mas cerca del final… ― agrego sonriendo mostrando todas las arrugas propias de su edad. ― Sabe que yo podría evitar que eso sucediera ― indico Jasón en tono tímido bajando la mirada, aquello mas que una sugerencia pareció una suplica, ya otras veces le había planteado aquel tema, pero la respuesta de la anciana siempre era la misma y esa ocasión no fue la excepción. ― Sabes que nunca permitiré que lo hagas Jasón… ― dijo amablemente acariciando la mejilla del chico sintiendo el tacto frió de su piel ― Quizás si nos hubiéramos conocido unos años antes, pero ahora… ― se entristeció ― solo seria una carga y tu ya tienes mas que suficiente con cuidar a tu hermano… ― Jasón miro a Eidrian quien jugaba sentado sobre la alfombra, ajeno a la plática. Nuevamente vinieron a él los remordimientos y no pudo evitar que su rostro se llenara de tristeza. ― Hiciste lo correcto muchacho… y lo sabes ― dijo la mujer conociendo la causa de su congoja. ― Fue un error Ruth ― alego. ― Sabes que no es así, de otra forma habría muerto… tu mismo me contaste como sucedieron las cosas… no tuviste mas alternativa ― dijo tratando de consolarlo un poco. ― ¿Acaso vale la pena si lo he condenado a vivir así para toda su vida? ― alego Jasón con rabia, sus ojos volvían a ser invadidos por las lágrimas y sin poder soportarlo mas se dejo caer en el regazo de Ruth y descargo todo su pesar. Llevaba ya muchos años con aquella carga en su conciencia y a pesar de haberse repetido una y otra vez que lo que había hecho había sido por ayudar no dejaba de sentirse culpable. ― El ha sido muy feliz a tu lado y estoy segura que siempre lo será… ― dijo la mujer acariciando el cabello de Jasón quien trato de ahogar su llanto para que el pequeño no lo escuchara. ― ¿Pero hasta cuando? ― la cuestiono el chico ― Estoy cansado de esta vida… de ir de allá para acá, sin jamás poder quedarme en un solo sitio, sin poder jamás tener una amistad sincera ni nada que me haga sentir un poco… vivo ― alego con pesar. ― Lo tienes a él ― dijo señalando a Eidrian quien les brindo una sonrisa mientras continuaba jugando sin percatarse de lo que ocurría.


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― No nos dejes solos Ruth ― clamo Jasón casi en tono suplicante ― Ya he tenido que despedir a demasiada gente… has sido siglos de ver como mueren las personas que amo y siempre termino por quedarme solo… ya no quiero estar solo ― repitió. ― Nadie esta realmente solo jamás Jasón ― El muchacho no dijo nada más y se limito a permanecer hecho un ovillo recargado sobre las piernas de la mujer. La idea de perderla le hacia sentir un enorme pesar, ella y Eidrian eran lo único que tenia en el mundo. Lo único. Un rato más tarde los dos chicos acompañaron a Ruth hasta su habitación y después de despedirse de ella salieron para dejarla descansar. ― ¿Por qué yo no puedo dormir hermanito? ― Lo cuestiono Eidrian nuevamente. ― Porque eres eterno Eidrian… ambos lo somos ― índico Jasón con un dejo de pesar en su voz. ― ¿Para siempre? ― ― Para siempre… ― aquella ultima frase calo hondo en el corazón del chico ― Ve a tu cuarto Eidrian… ― índico Jasón al ver que el pequeño se encaminaba detrás de él nuevamente hacia la planta baja. ― ¿Hoy no vas a jugar conmigo hermanito? ― Lo cuestiono Eidrian con desilusión. ― Tal vez mas tarde... ahora tengo algunas cosas que hacer ― mintió. La verdad era que en ese momento Jasón necesitaba estar solo, poner nuevamente en orden sus ideas y recuperar un poco de la seguridad que había perdido después de aquella crisis. ― ¿Puedo ver televisión? ― Lo cuestiono el chiquillo. ― Esta bien… pero solo un rato ― advirtió ― Mas tarde subiré a verte, ahora ve y espérame en tu habitación ― lo apresuro. El chiquillo se encamino al final del pasillo dando saltos no sin antes brindarle una última sonrisa a su hermano. ― No tardes mucho... ― dijo Eidrian asomándose desde la puerta. ― No lo haré... ― respondió el muchacho. Una vez que se encontró solo en el pasillo Jasón suspiro, estaba muy cansado, pero no era del tipo físico si no mas bien mental, aquel había sido uno de esos días largos y estresante, además, ayudar a Mike durante la clase del profesor Carter había resultado mas fatigoso de lo que había imaginado, era extraño pero de alguna


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manera le resultaba un tanto mas difícil penetrar la mente de Mike que la del resto de sus compañeros, aunque en realidad no sabia porque, aquello era lo que mas le había llamado la atención desde la primera vez que cruzo palabra con aquel chico ― ¿Acaso tenia algo especial o era solamente una mera casualidad? ― se cuestiono intrigado, Hasta entonces jamás había conocido a nadie como Mikel había leído los pensamientos de cientos de personas antes y jamás había tenido problema alguno en hacerlo, pero para su sorpresa con Mike por mas que lo había intentado no tuvo éxito, era como si aquel muchacho contase con una barrera que se lo impidiera, y no solo eso, aquello no solo se limitaba a leer sus pensamientos, tampoco podía controlar sus acciones, a menos claro que el chico lo deseara, como aquella tarde cuando había podido percibir el deseo de Mike de poder resolver aquel problema matemático, jamás había conocido a nadie así y eso le intrigaba. ― ¿Qué tiene de especial ese muchacho? ― se pregunto nuevamente sin poder hallar explicación alguna, y sabía que ahora que se había molestado con él seria más difícil averiguarlo. Y aquel pensamiento melló aun más su ánimo. Mike había sido el primer amigo que tenia desde hace años, el primer humano con el cual había logrado hacer contacto, sin contar claro a Ruth quien con el paso de los años se había convertido en algo así como su confidente, pero lo que sentía al estar con Mike era diferente, era como si por primera vez en mucho tiempo por fin pudiera empezar a llevar una vida normal como cualquier chico de su edad, y tan fácil como había empezado se termino. Jasón se encamino nuevamente a la planta baja para recoger los platos en un intento desesperado de olvidarse de todo, aquello no era una tarea demasiado difícil, sin embargo le serviría para distraerse un poco, aunque solo fuera por un momento. ― Es una lastima que no pueda decirle la verdad… ― se lamento mientras dejaba los platos en el fregadero y comenzaba a enjabonarlos.


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6 PREGUNTAS SIN RESPUESTA Al siguiente día me levante mas temprano de lo habitual, me había pasado la mayor parte de la noche tratando de olvidarme de Jasón Parker y la historia que me había inventado sobre la muerte de sus padres, después de tomar una ducha y desayunar salí de casa rumbo a la tienda del señor Braddy la cual estaba ubicada en el centro del pueblo, en realidad aquella era una de las tiendas mas grandes del lugar, aparte de mi había otros tres chicos que le ayudábamos al dueño, dos en caja y uno mas junto conmigo en el almacén. había empezado atrabajar ahí apenas un par de meses atrás, no era mucho lo que ganaba, en realidad mas que por el dinero había decidido ocuparme en algo durante las mañanas ya que no me gustaba quedarme en casa solo. Poco mas tarde del medio día salí como de costumbre y encendí un cigarrillo, aquella mañana en particular la tienda había estado bastante concurrida, además había llegado un montón de mercancía la cual tuvimos que acomodar entre Mat. y yo, en verdad había quedado molido, mas aun por no haber descansado bien la noche anterior. Al punto de la una me despedí del Sr. Braddy y de Paúl y Bryan quienes trabajaban de tiempo completo en la tienda y me dispuse a regresar a casa dispuesto a tomar mis cosas para irme a la escuela. Al llegar como de costumbre encontré una nota pegada en el refrigerador indicándome que mama había dejado listo un plato de comida en el microondas, en realidad no tenia demasiado apetito, así que decidí subir a mi habitación y darme una ducha rápida. Por fortuna era viernes ― pensé ― tendría un largo fin de semana para sacarme de encima todo lo que tuviera que ver con Jasón Parker, sabia que seria mas difícil convencer a mis amigos de que en realidad no tenia nada que ver con el, sobre todo con Jack que era bastante cabeza dura, pero ya me preocuparía en su momento, me vestí rápidamente y salí en mi bicicleta hacia la preparatoria, al llegar me sorprendí de no ver a Jack ni a los otros esperándome en el sitio habitual, aunque en realidad creí que seguirían enojados así que no le di demasiada importancia. La profesora de la primera clase llego puntual y de inmediato me dispuse a entrar, para mi sorpresa ninguno de mis amigos estaba ahí, ni tampoco Jasón. Era imposible que estuvieran juntos ― medite mientras comenzaba la clase ― supuse que Jack y los demás habían decidido no asistir aquel día y con lo que respectaba a Jasón no pude evitar sentirme aliviado de no tener que verlo hasta el siguiente lunes ― Finalmente un poco de suerte ― pensé mientras trataba de prestar un poco de atención a la clase.


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Los viernes regularmente salíamos temprano, así que para cuando termino la ultima de mis clases el sol aun brillaba en el cielo, por un momento tuve el impulso de llamar a Ted o a Hanna para preguntarles donde estaban pero preferí no hacerlo, les daría tiempo a ellos y a Jack para que se les pasara el berrinche por haberlos dejado por Jasón Parker. Tome mi bicicleta y emprendí el camino de regreso a mi casa, aunque preferí nuevamente tomar otro camino que no fuera pasar justo frente a la casa Parker, tenia que mantenerme alejado lo mas posible si es que no quería encontrarme con Jasón. ― Hola Mike ― escuche decir a una voz tras de mi justo cuando estaba a punto de marcharme, aquella no podía ser otra que la chismosa de Keith Collins. ― Hola Keith… ― dije mirándola con un dejo de desprecio en mi mirada ― ¿Se te ofrece algo? ― la cuestione. ― Nada mas que saludarte Mike y preguntarte si piensas ir a la fiesta de esta noche… ― indico con una sonrisa evidentemente falsa. ― ¿Fiesta? ― Aquello me pillo desprevenido ― Lo siento pero no sabia que hoy había fiesta ― indique ― ¿Dónde será? ― pregunte, en realidad pensé que seria una buena idea distraerme un poco. Las chicas que acompañaban a Keith comenzaron a cuchichearse entre ellas sorprendidas de mi respuesta. ― Valla… ― Keith parecía sorprendida ― pensé que ya estarías enterado… ― indico complacida ― La fiesta será en casa de tu amiguita Hanna ― indico ¿No me digas que no te ha invitado? ― me cuestiono fingiendo sorpresa. Sentí un hueco en el estomago al escuchar aquello pero trate de aparentar la mayor de las tranquilidades mientras montaba la bicicleta dispuesto a marcharme. ― Lo que debería asombrarte Keith ― dije sonriendo ― es que te hayan invitado ¿O acaso piensas colarte como siempre lo haces en todas las fiestas? ― La cuestione irónico y sin decir más eche a andar sin esperar siquiera a escuchar su respuesta, satisfecho con ver la cara que había puesto al escuchar mis palabras. ― ¡Eres un patán Stevenson! ― la escuche exclamar a mis espaldas mientras me alejaba a toda velocidad. Unas cuadras mas adelante me detuve, así que por eso no habían asistido ninguno de los tres aquel día a clases, Hanna iba a dar una fiesta en su casa y ni siquiera se habían molestado en informarme, no pude evitar sentirme herido, mas aun a sabiendas que aquello se debía a mi amistad con Jasón Parker ― Una amistad que no valía la pena ― me lamente. Nuevamente monte la bicicleta y esta vez no


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me detuve hasta llegar a casa, sin prestar mayor atención deje mi vehiculo en el patio de enfrente y entre a la casa dando un portazo, por fortuna mi madre aun no había llegado, lo menos que necesitaba en aquel momento es que también ella me reprendiera. Subí a la planta alta y durante un rato di tumbos por t mi cuarto tratando de sacar toda la frustración que traía encima, estaba en extremo molesto, aunque a ciencia cierta no sabia porque o mas bien si lo sabia pero me resistía a aceptarlo. El que Hanna no me hubiera invitado a la fiesta que daba esa tarde en su casa era una clara señal de que mis amigos habían decidido botarme y en realidad no podía culparlos por hacerlo. Por primera vez maldije haber conocido a Jasón y deseé jamás haberle siquiera dirigido la palabra, aunque en realidad ya era muy tarde para lamentaciones. Prendí el televisor con el mero propósito de sacar aquello de una buena vez de mi cabeza, no valía la pena seguir dándole vueltas una y otra vez a lo mismo, ― ¿En realidad me había quedado sin amigos? ― no entendía, aunque aquello era muy simple, había actuado como perfecto idiota, aunque como decía Jack cada vez que me expresaba de esa manera: nadie es perfecto. No podía evitar pensar que quizás habían tenido razón en molestarse por mi amistad con Jasón, después de todo había acabado demostrándome que era un verdadero fiasco, y entonces me sentí aun mas mal, había cambiado a mis amigos por un extraño al cual acababa de conocer ― por un fenómeno ― dije con todo el coraje y frustración que tenia en ese momento. No sabía a ciencia cierta si mi amistad con Jack, Ted y Hanna se había visto realmente afectada o si solo estaban molestos y habían decidido castigarme dejándome fuera de sus planes temporalmente, la idea de que en realidad eso fuera permanente me hizo sentir un hueco en el estomago, así que decidí averiguarlo. De inmediato tome el teléfono y marque el numero de mi amiga, la madre de esta contesto un instante después, costo un poco de trabajo poder escucharla ya que la música parecía estar a todo lo que daba pero al darse cuanta de que se trataba de mi me saludo efusivamente como era su costumbre gritando un poco para que pudiera escucharla. ― Mike… muchacho, tenia mucho tiempo que no tenia noticias tuyas ― me saludo amable ― ¿Cómo sigues querido? ― prosiguió. No comprendí a lo que se refería pero le seguí la corriente tratando de indagar un poco. ― Bien Sra. Trevor… ya estoy mejor ― mentí sin saber bien de que se trataba aquello.


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― Hanna me contó que has pescado una gripe terrible, es una lastima que no hayas podido venir a la fiesta, todos parecen estar muy divertidos… ― señalo. Enfermo… Hanna había inventado que estaba enfermo para justificar el que no estuviera presente en aquella fiesta. Entonces me di cuenta de que hacer aquella llamada había sido un gran error. Ahora me sentía peor que antes. ― ¿Sigues ahí Mike? ― grito nuevamente la mujer tratando de hacerse oír entre la música y los gritos, había preguntado algo pero no alcance a escucharlo. ― Si… disculpe, ¿Qué fue lo que me pregunto? ― la cuestione. ― Que si quieres que te comunique con Hanna ― indico. Lo que menos necesitaba en ese momento era hablar con mi amiga. ― De hecho… ― no supe que decir, pero trate de inventar algo medianamente creíble ― En realidad marque su numero por equivocación, esta gripe aun me tiene un poco atarantado, usted sabe… quería llamar a la farmacia para pedir unos medicamentos ― aquella era la peor excusa pero fue lo único que se me ocurrió al momento. La mujer soltó una leve carcajada y me sentí aliviado pues al parecer había creído mi excusa. ― Muchacho… ― dijo en tono maternal ― ¿Dónde tienes la cabeza? Si necesitas algo puedo salir a comprarlo y llevártelo a tu casa… ― se ofreció amablemente. ― ¡No! ― dije soltando un grito, por fortuna la madre de mi amiga pareció no escucharlo ― No es necesario que se moleste ― dije consiente de mi exagerada reacción ― la verdad es que no quisiera que se contagie, de cualquier forma creo que acaba de llegar mi madre, le pediré a ella que valla por lo que necesito, de cualquier manera gracias… ― Se escucho otra voz que parecía preguntar algo a la Sra. Trevor, alcance a reconocer la voz de mi amiga reclamándole algo, un segundo después tomo el auricular. ― ¿No le habrás dicho sobre la fiesta? ― escuche chillar a Hanna reclamándole a su madre Supuse que le esta le arrebato el auricular a su madre ya que se escucharon unos cuantos ruidos antes de poder escuchar algo mas. ― ¿Mike? ― era ella desde el otro lado de la línea.


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Sin responder colgué el teléfono, lo que menos quería en aquel momento era escuchar absurdas excusas, aunque me quede con las ganas de reclamarle el porque me había hecho pasar por enfermo con su madre, supuse que lo hizo para evitar darle una explicaron del motivo por el cual estábamos peleados. Lance el teléfono lo mas lejos posible cuando comenzó a sonar, no tuve necesidad de ver de quien se trataba, estaba seguro que era Hanna. El teléfono sonó por mas de diez minutos, si que es persistente ― me dije a mi mismo ― finalmente el aparato dejo de sonar, hubiera sido mas fácil apagarlo pero me agradaba pensar en mi amiga desesperada por que le contestara para darme una explicación. Y yo no estaba dispuesto a darle ese gusto. Durante la cena estuve demasiado distraído como para que mi madre no lo notara, me hizo un par de preguntas que supe responder de manera inteligente logrando que me dejara en paz. Una vez que termine regrese a mi habitación con el pretexto de que tenía un montón de deberes, aquello no era del todo mentira aunque en realidad lo que menos me apetecía en aquel momento era hacer números, aun así una vez arriba saque el libro de aritmética pero solo con ver el montón de ecuaciones que tenia que resolver para el siguiente lunes me entraron ganas de asesinar a alguien, a Carter si era posible. Y entonces una idea me vino de repente ― ¿Aun seguiría funcionando lo que sea que Jasón hubiera hecho para que pudiera resolver el problema delante de toda la clase? ― Aunque no podía explicar lo que había sido aquello, estaba seguro que él era el responsable, solo recordé aquella sensación, como si alguien en mi cabeza me dictara los números y signos que debía escribir en el orden correcto hasta finalmente llegar al resultado final, pero aquello era imposible ― me dije. Mire la primera ecuación y comencé a tratar de resolverla. Nada. Mi cabeza estaba tan vacía como siempre lo había estado, por lo menos en lo referente a “las mates”, ni siquiera pude comenzar y frustrado cerré el libro, fuera lo que fura que hubiese hecho el efecto se había pasado ― ¡Que bodrio! ― exclame cerrando el libro. Entonces comencé a dudar que aquello hubiera sido verdad.


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― ¿En realidad el fue el responsable de mi repentina aptitud para la aritmética? ¿O simplemente fue suerte? ― No parecía haber una explicación lógica. Estaba seguro que al siguiente lunes en cuanto Carter viera mi libro totalmente en blanco disfrutaría poniéndome de inmediato en evidencia frente a todos. ― Lo odio… realmente lo odio… ― exclame sin sentir ni un ápice de culpa, sabia que el sentimiento era mutuo. Repentinamente un leve golpeteo en el cristal de mi ventana me saco de mis pensamientos. Me volví y lo que vi me dejo paralizado. Jasón me miraba desde la parte de afuera de la ventana. ― ¿Podrías abrir? ― Me pidió. No supe ni siquiera porque lo hice pero de inmediato me apresure a abrir la ventana. ― ¿Puedo pasar? ― me cuestiono esperando en el umbral. ― ¿Qué haces aquí? ― lo cuestione molesto. ― Quisiera hablar contigo… ¿Puedo pasar? ― pregunto nuevamente. ― Haz lo que quieras… ― indique sentándome sobre la cama. Jasón se mantuvo en el umbral sin moverse un centímetro. ― ¿Entonces puedo pasar? ― dijo mirándome. Únicamente asentí. Una vez adentro me miro, pude notar que luchaba por decir algo, pero parecía no atreverse. ― ¿Y bien? ― Lo apresure ― ¿Ya viste la hora? ― le recrimine ― Son más de las once de la noche… ― ― No vine a que me dieras la hora… vengo a aclarar las cosas contigo ― dijo en un tono evidentemente serio mientras examinaba la habitación ― Tu cuarto es bastante… interesante ― indico tratando de hacerme un cumplido. ― ¿Interesante? ― Lo menos que necesitaba en ese momento era escuchar las opiniones de Jasón sobre mi cuarto ― ¿Viniste hasta aquí solo para a darme tu opinión sobre mi cuarto…? ―


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― No… se que estas molesto conmigo y no puedo dejarlo si ― argumento. Parecía sincero aunque también pensé que podía tratarse de otra de sus magnificas actuaciones. ― Esta bien… ― dije recostándome ― Soy todo oídos… si comienzo a roncar sal por donde viniste y cierra la ventana, no me gustaría pescarme un resfriado… ― dije tratando de parecer despreocupado por su presencia. Jasón hizo una mueca de frustración al darse cuenta del poco interés que le ponía a lo que parecía ser un intento de disculparse. Comenzó a caminar por la habitación mirando los afiches en las paredes, prestando particular atención a uno que mostraba a mi grupo favorito, The Coolers, una banda de rock británica la cual se había desintegrado mucho antes de que yo naciera. ― ¿Fanático de The Coolers? ― me cuestiono mientras examinaba la colección de cd´s que tenia a un lado del stereo, simplemente me limite a emitir un sonido como respuesta. ― Una vez fui a uno de sus conciertos… ― indico mientras sacaba uno de los discos de su estuche y lo colocaba en el aparato, la música comenzó a sonar a un volumen casi inaudible, ladee la cabeza para mirar a Jasón quien parecía extasiado con las notas de “Nothing matters” uno de los singles mas famosos de la banda. Su comentario avivo nuevamente el disgusto que traía desde que había descubierto que me había mentido respecto a la muerte de sus padres. ― ¿Porque te encanta inventar historias? ― lo recrimine. Jasón no me presto atención, continuaba escuchando la melodía. ― ¿A que viniste Jasón? ― le dije mientras me levantaba y me acercaba hasta donde se encontraba y apretaba el botón de apagado del reproductor mirándolo molesto. Jasón sonrió y continúo examinando mi colección de discos sin prestar demasiada atención a mi actitud. ― Ya te dije que por lo menos inventes algo que te pueda creer… ¿Cómo pudiste ir a un concierto de The Coolers? eso es i―m―p―o―s―i―b―l―e ― recalque ― el grupo se desintegro muchos años antes de que tu o yo naciéramos… lo de tus padres también fue una mentira ¿Qué es lo que pretendes? ¿O es que acaso te crees que no tengo tres dedos de frente? ― le reclame completamente furioso levantando la voz, por un momento temí que mi madre me escuchara y subiera para ver a que se debía todo aquel griterío.


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― Aunque no lo creas no te estoy mintiendo… ― indico Jasón con sinceridad. Por un segundo creí que en realidad decía la verdad, aun a sabiendas que aquello era poco más que imposible. ― ¿Cuántos años crees que tengo Mike? ― me cuestiono Jasón conservando aquella calma que comenzaba a exasperarme, las cosas serian mas sencillas de arreglar si por lo menos el pareciera solo un poco molesto, pero nada, ahí estaba, frente a mi, sin inmutarse ni un poco. ― La misma que yo… ― indique convencido. Jasón soltó una risilla que trato de disimular. ― ¿Por qué me hablaste aquella tarde en la escuela Mike? ― prosiguió cuestionándome, provocando que mi confusión sobre el sentido de aquella conversación aumentara más y más. ― No lo se… y ahora que lo pienso quizás no debí hacerlo, desde que lo hice solo me has causado problemas ― dije tratando de romper su sosiego. Aquellas palabras si parecieron impactarlo pues marco una mueca en su rostro. ― Tienes razón… lo mejor es que me valla ― dijo encaminándose de regreso a la ventana pero esta vez fui yo el que lo detuve para cuestionarlo. ― Solo respóndeme una cosa… ― le dije interponiéndome entre el y la salida ― Pero se sincero… ― le advertí ― De eso depende que sigamos o no siendo amigos ― Jasón me miro durativo por un instante. ― Pregunta… ― dijo metiendo las manos en los bolsillos de sus vaqueros, llevaba puesta una gabardina negra que lo hacia lucir aun mas espigado, con una camisa del mismo tono, era la primera vez que me percataba de lo delgado que era. ― ¿Quién eres Jasón? ― dije. El pareció pensar un poco su respuesta. ― De todas las preguntas que pudiste haberme hecho, hiciste la única que no puedo responderte… por lo menos no sin tener que mentirte y no quisiera hacerlo Mike ―


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Lo mire por un instante, aquella fue la gota que derramo el vaso de mi paciencia, ¿Cómo se atrevía a decir aquello si no había hecho otra cosa que mentirme desde que lo conocí? ― Menudo cínico ― ― Lárgate Parker… ― ordene apartándome del paso para que saliera por donde había venido ― Aléjate de mi y evítame la pena de tener que soportarte o escucharte ― Jasón no dijo nada y de un rápido salto salio por la ventana, una vez que estuvo afuera cerré la ventana por dentro sin poder evitar mirarlo mientras se alejaba en medio de la oscuridad de la noche. ― Se acabo… ― indique satisfecho. Me tumbe nuevamente en la cama, sabia que a pesar de todo tendría que seguir viendo a Jasón a diario en la escuela, pero finalmente solo tendría que limitarme a ignorarlo, entonces pensé en lo contentos que se pondrían Jack, Ted y Hanna cuando les diera la noticia de que mi amistad con Parker se había terminada, eso claro si mis amigos volvían a dirigirme alguna vez la palabra, tuve el impulso de salir en ese mismo instante e ir a casa de Hanna a tratar de arreglar las cosas con ellos, pero mi orgullo me lo impidió y decidí esperar hasta el lunes. Un rato después me puse la pijama y me metí en la cama tratando de conciliar el sueño, trate de poner la mente en blanco y no pensar en nada, al día siguiente me esperaba un largo día en el almacén del Sr. Braddy y lo menos que quería era tener que trabajar exhausto por la falta de sueño, me consoló pensar en que tendría todo un fin de semana para poner en orden mis ideas y no tener que preocuparme por nada. ― Me voy a olvidar de todo y de todos para que nada me preocupe… por lo menor hasta que tenga que enfrentarme con ellos y tener que pedirles que me disculpen por cambiarlos por Jasón… ― me dije a mi mismo en tono de orden y me acomode tratando de dormir. Un par de horas después continuaba despierto a pesar de mis intentos por conciliar el sueño. A pesar de todo tenia que aceptarlo… muy en el fondo lamentaba haber dado por terminada mi amistad con Jasón.


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7 LA CHICA NUEVA Al día siguiente me desperté nuevamente temprano, mire el despertador que marcaba las 6 a.m., apenas un par de horas atrás había logrado conciliar el sueño pensando en Jasón y en mis amigos y en todas las explicaciones que tendría que dar después de mi “traición” a causa de la fallida amistad con Jasón Parker. Por un momento examine al situación, en aquellas condiciones me di cuenta de que seria un total infierno el trabajo en el almacén, tuve el impulso de llamar al señor Braddy para avisarle que me sentía enfermo y no iba a poder trabajar ese día, sin embargo la opción de quedarme todo el día dando vueltas en casa tampoco resulto atractiva, así que de mala gana me levante y me encamine directo a la ducha dispuesto a despabilarme un poco. Un rato después baje a la cocina y me serví un cuenco de cereales, mas por inercia ya que el hambre parecía haberme abandonado, el sonido de los tacones de mama provenientes de las escaleras me indicaron que también ella se había despertado, apurada entro a la cocina. ― Mike… te levantaste temprano ¿Vas a trabajar hoy? ― me cuestiono mientras se abrochaba los pendientes. ― Por desgracia… ― dije tomando un sorbo del vaso de jugo de naranja que también me había servido. Mi madre pareció notar mi aspecto ya que se apresuro a cuestionarme sobre mi estado de salud. ― ¿Te sientes mal?… luces como si no hubieras tenido una buena noche… ― indico poniendo su mano en mi frente para revisar mi temperatura. ― Algo así… ― indique sin darle demasiada importancia. ― Deberías pedirle permiso al Sr. Braddy para no ir el día de hoy… de hecho te he pedido cientos de veces que dejes ese trabajo… ― me recordó. ― ¿Y pasar todo el día en casa? ― alegue. ― Podrías salir con tus amigos… ― me sugirió. Solté una risa irónica al escuchar aquello. ― ¿Te has peleado con tus amigos? ― me cuestiono preocupada. ― Algo así… ― dije dando señas de no querer hablar sobre el asunto. ― ¿Por eso no fuiste a la fiesta en casa de Hanna? ― continúo haciendo caso omiso de mi renuencia a hablar. Reaccione sorprendido de que ella supiera aquello.


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― ¿Cómo supiste de la fiesta en casa de Hanna? ― le pregunte mientras tomaba los trastes sucios y los dejaba sobre el lavabo. ― Janne llamo esta mañana para preguntar como seguías… me dijo que lamentaba mucho que no hubieras podido ir a la fiesta a causa de tu resfriado ― indico. Eso lo explicaba, la mama de mi amiga también debía de sospechar algo y había tratado de sacarle información a mi madre. ― ¿Qué le dijiste? ― en realidad aquello era lo de menos pero quería saber a que atenerme, sobre todo cuando tuviera que hablar con Hanna y los demás. ― Le dije que estabas mejor… espero haber hecho lo correcto, aunque sabes que no me gusta mentir ― me indico. ― Pudiste haberle dicho que no estaba enfermo… ― indique ― Supuse que habías tenido una buena razón para decir que estabas enfermo… ¿La tienes? ― Mama me miro expectante de mi respuesta. ― En realidad no… la mentira la ha inventado la propia Hanna, así que tendrías que preguntárselo a ella ― señale encaminándome a la salida ― Es mejor que me valla ― me despedí dándole un beso en la mejilla ― ¿Vienes a comer? ― la cuestione. ― Lo siento cariño ― se disculpo ― tengo montones de trabajo y creo que me quedare hasta tarde en la oficina ― ― No te preocupes ― alegue, en realidad lo que menos necesitaba era a mamá a encima de mi, sobre todo después de saber que las cosas marchaban mal con mis amigos. ― Quedo algo de lasaña… ― indico abriendo el refrigerador para cerciorarse pero la interrumpí antes de que terminara la frase. ― No te preocupes, pediré una pizza o algo así, entonces nos vemos por la noche… ― me despedí nuevamente, sin embargo fue ella quien esta vez me detuvo. ― Esta noche viene Jeff a cenar con nosotros… ― índico mirándome expectante por mi reacción. ― Cena para dos… espero ― dije mirándola serio. ― Me gustaría que convivieras un poco con él… ― alego mi madre casi en tono suplicante ― Si lo conociera un poco mas te darías cuenta de que no es un mal tipo ― argumento tratando de convencerme. ― No me gusta hacer mal tercio… ― dije mirándola torciendo un gesto de desagrado ― Además quien esta saliendo con el eres tu, mientras a ti te agrade por mi no hay problema… siempre y cuando no trates de involucrarme… ―


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Mama se dio cuenta de que aquella plática era una causa perdida, aunque como en muchas otras ocasiones uso el chantaje sentimental para convencerme. ― ¿Podrías hacerlo por mí? ― dijo mirándome suplicante. Mi madre sabia que con tales argumentos siempre terminaba por convencerme. ― Esta bien ― dije dándome por vencido, finalmente una cena con el pretendiente de mama no me mataría y me serviría para tener que ocuparme en algo que no tuviera que ver con mis amigos. Mama sonrió satisfecha al conseguir su objetivo y dándome un beso subió nuevamente a la planta alta. Salí de la casa y tome mi bicicleta encaminadote hacia el almacén, un rato después me encontraba acomodando cajas junto con Matt, en realidad aquello fue mas útil que todos mis intentos de la noche anterior por olvidarme de Jasón, Jack y de todos mis problemas, el cansancio me ayudo a no pensar en nada, por otra parte el que Matt fuera un tipo callado y ensimismado me permitió no tener que mantener platicas sin sentido, simplemente nos concentramos en realizar el trabajo como un par de autómatas. Finalmente cerca del medio día terminamos de acomodar la nueva mercancía en el almacén, como de costumbre Matt se marcho en cuanto el Sr. Braddy le entrego su paga. Yo por mi parte esperaba afuera mientras fumaba un cigarrillo. ― así que aquí estas ― indico el Sr. Barddy saliendo de la tienda ― tu y Matt hicieron un excelente trabajo muchacho ― me felicito entregándome un sobre con mi paga de esa semana el cual metí a mi bolsillo. ― ¿No lo cuentas? ― me pregunto el viejo encendiendo también un cigarrillo. ― No lo creo necesario ― indique tranquilo. ― Matt acaba de renunciar, así que te he dado un poco mas… mientras encuentro alguien que lo reemplace ― indico. ― ¿Matt renuncio? ― en realidad no me importaba mucho ya que no tenia ningún tipo de relación mas que de trabajo, aun así no pude evitar sorprenderme ― ¿Y eso porque? ― ― Le han ofrecido un mejor empleo en la tienda de videos… o al menos eso me dijo ― indico el Sr. Braddy exhalando una profusa bocanada de humo ― ¿Conoces a alguien que quiera trabajar? ― Medite aquello por un segundo, tuve el impulso de mencionar a Jack o a Ted pero no supe si seria prudente, por lo menos hasta saber como quedaría mi relación con ellos.


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― No… pero hablare con algunos chicos de la escuela ― me ofrecí ― si se de alguien lo enviare para que hable con usted ― El viejo pareció satisfecho. ― Bueno Mike… entonces nos veremos el lunes... ― dijo extendiéndome la mano en señal de depedida ― Saludos a tu madre, por cierto, hace un rato llamo una chica… ― indico. ― ¿Una chica? ― pregunte desconcertado, lo primero que se me vino a la mente fue que se trataba de Hanna. ― No quiso dejar mensaje ni nada, solo pregunto si trabajabas aquí… ― alego. ― No tengo ni la menor idea de quien se haya tratado... ― indique desconcertado. ― Quizás alguna admiradora secreta… ― señalo el viejo en tono pícaro. ― Puede ser… ― dije siguiéndole el juego ― Me tengo que ir Sr. Braddy ― me despedí ― Nos vemos el lunes… ― dije tomando mi bicicleta. Inicie el camino rumbo a casa pensando en aquello que me había dicho el señor Braddy ― ¿Una chica? ― seguía creyendo que se había tratado de Hanna, sin embargo lo más sensato hubiera sido pedir hablar conmigo, no preguntar si en realidad trabajaba ahí. Aumente la velocidad tratando de olvidarme del asunto, al llegar a casa me apresure a cambiarme de ropa y de inmediato busque el teléfono de la pizzería, el día anterior no había comido nada durante la cena y por fortuna aquella tarde después del arduo trabajo en el almacén el hambre parecía haber vuelto a mi. Un rato después escuche el sonido del timbre, al abrir me encontré con un repartidor portando el clásico uniforme de una conocida pizzería, le entregue un par de billetes y nuevamente regrese a la sala no sin antes pasar por una coca cola que había puesto a enfriar en el refrigerador. Mas que comer, devore los trozos de pizza sentado frente al televisor mirando una vieja película la cual había visto docenas de veces, aun así me mantuve entretenido el resto de la tarde hasta que finalmente decidí subir a mi cuarto, los deberes de matemáticas seguían esperando sobre el escritorio, aunque en realidad ni siquiera voltee a mirarlos, tome mi Ipod y enchufe los audífonos en mis oídos, la música comenzó a sonar en todo lo alto, comencé a dar tumbos por toda la habitación tratando de seguir el ritmo de la música, la pista termino y do paso a una canción mas tranquila, una balada de esas que daban sueño, ni siquiera recordaba haberla cargado, me tumbe sobre la cama a escuchar la, en realidad no era del todo mala, aunque en realidad no era muy mi estilo, poco a poco me comenzó a vencer el sueño, en parte por el cansancio del trabajo de aquella mañana.


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La música siguió tocando hasta que finalmente se detuvo después de haber tocado todas las canciones cargadas en el aparato. La voz de mi madre me saco de mi letargo. ― Mike… despierta ― dijo moviéndome un poco para despertarme. ― ¿Qué hora es? ― pregunte aun medio adormilado. ― Casi las nueve… ― indico acariciándome el cabello sentada a lado mió. ― ¿Las nueve? ¿Tanto dormí? ― dije incorporándome mirando hacia todos lados ― ¡La cena! ― exclame incorporándome de un salto al recordar que había quedado de pedir algo ya que habíamos quedado por la mañana de cenar con Jeff. ― No te preocupes ― dijo tranquilizándome ― Decidimos que era mejor que se fuera a descansar, fue un día bastante pesado… ― indico. ― Que lastima… ― dije tratando de sonar sincero, aunque en realidad me alegraba ― ¿Tienes hambre? ― la cuestione ― Creo que ha quedado algo de lo que pedí allá abajo ― indique refiriéndome a los restos de la pizza que había dejado sobre la mesa de la sala. ― En realidad no mucha… ― admitió ― Creo que mejor me iré a descansar ― indico quitándose los zapatos, en realidad parecía bastante cansada. ― Esta bien, creo que bajare a recogeré mi desorden y haré lo mismo ― indique levantándome dispuesto a limpiar un poco del desorden que había dejado. ― Muy bien, entonces hasta mañana cariño ― dijo dándome un beso en la frente y de inmediato se encamino hacia su cuarto con los zapatos en la mano. Estaba apunto de bajar cuando la escuche llamarme. ― Por cierto… ― dijo asomándose por el umbral de la puerta de su habitación ― esta mañana te ha llamado una chica ― indico. Aquello llamo mi atención, recordando la llamada que había recibido en el almacén del Sr. Braddy esa misma mañana. ― ¿Una chica? ― la cuestione desconcertado mirándola desde el pasillo ― ¿Te ha dicho su nombre? ― ― No… solo pregunto si era la casa de Mike Stevenson, colgó en cuanto le dije que acabas de marcharte a trabajar, solo agrego que te llamaría ahí… ― ― ¿Le has dado el teléfono del almacén? ― Mama puso cara de haber metido la pata. ― ¿Hice mal? ― me cuestiono inquieta. ― No… ― admití ― Lo que me extraña es que no te haya dado su nombre, supongo que debe de ser alguna chica del colegio… ―


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― Si vuelve a llamar asegúrate de preguntarle su nombre esta vez… ― indique comenzando a descender por las escaleras tratando de no darle mayor importancia a aquel asunto. M e detuve un momento para cuestionar nuevamente a mama, una idea había cruzado por mi mente. ― ¿Crees que pudo ser Hanna? ― la cuestione. Mama volvió a asomarse. ― No ― indico rotundamente ― conozco la voz de Hanna perfectamente, tubo que tratarse de alguna otra chica ― indico ― Quizás sea alguna admiradora secreta ― indico en tono de guasa. Puse los ojos en blanco. ― Pues ni idea de quien se trate… ― dije sin tener pista de quien se trataba. Nuevamente me despedí de ella y me encamine a la planta baja, rápidamente junte los restos de la pizza y los metí al refrigerador, doble la caja y la metí en el bote de la basura junto con el par de latas de soda, envuelto en aquel silencio no pude dejar de pensar en aquel extraño par de llamadas, no podía negar que comenzaba a inquietarme ¿Quién podía ser aquella amiga misteriosa? en fin, lo que menos necesitaba en aquel momento era preocuparme por algo que quizás solo era una tontería. Subí nuevamente a mi habitación dispuesto a dormir; por un momento pensé que no podría conciliar el sueño pero para mi fortuna en cuanto puse la cabeza en la almohada comencé a quedarme dormido. Aquella noche no hubo sueños ni pesadillas, simplemente descanso, que buena falta me hacia después de las noches que me había pasado en vela. El domingo se fue tan rápido que ni siquiera tuve tiempo de preocuparme por nada, aun mas después de que me entere que mi madre había quedado en ir a comer con Jeff como compensación por la cena que había tenido que cancelar el día anterior y mas al enterarme que había tenido la grandiosa idea de incluirme en el plan, aunque después de todo me pase un rato ameno, no podía negar que Jeff era un buen tipo, por lo poco que había pescado durante las platicas con mi madre debía tener alrededor de los cuarenta y tantos, o algo así, aunque en realidad parecía mas joven, hacia mas de tres años que había quedado viudo, por suerte para mi, no tenia hijos, no pude evitar preguntarme lo que hubiera pasado si aparte de todo hubiera tenido que lidiar con los hijos del pretendiente de mi mama. Aquello hubiera sido interesante.


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El lunes por la mañana, como de costumbre, me tocaba abrir el almacén, aquella mañana me desperté particularmente tarde por lo cual tuve que salir corriendo, cuando finalmente arribe a Main Street me di cuenta de que Paul ya había llegado y me esperaba de pie afuera del establecimiento con una mirada de desesperación. En realidad no era del tipo que hablara mucho, pero llevábamos una relación cordial, era un par de años mayor que yo y trabajaba con el Sr. Braddy desde que había cumplido la mayoría de edad, de eso hacia ya mas de seis años, hacia un par de meses que lo habían ascendido y ahora era el encargado de llevar la gerencia de la tienda cuando el Sr. Braddy tenia que salir a atender sus asuntos. Por su actitud me di cuenta de que no me escaparía de una buena llamada de atención. ― Llegas tarde Stevenson ― me indico en cuanto me baje de la bicicleta. ― Se me han pegado las sabanas… ― dije mientras ponía la cadena para evitar que los delincuentes me dejaran andando a pie ― Apenas pasan de las ocho, no te pongas pesado ― dije. Paul sonrió y me extendió la mano para que le entregara las llaves. ― ¿Supiste que Matt renuncio? ― me cuestiono mientras abría los candados para abrir. ― Si ― indique halando la cortina hacia arriba ― El Sr. Braddy me contó que había renunciado ― indique. Los dos no encaminamos al interior, Paul se dirigió directamente a la caja mientras que yo me dispuse a buscar la escoba para barrer la acera. ― Por suerte encontramos rápidamente un reemplazo ― indico contando el dinero que había quedado. ― ¿A si? ― lo cuestione mirándolo de pie en la entrada ― ¿Alguien conocido? ― ― No lo se… lo contrato el Sr. Braddy, bueno, mas bien la contrato ― corrigió Paul. ― ¿Una chica? ― aquello en realidad me sorprendió ― ¿Para el almacén? ― pregunte al encontrarlo ilógico. ― Al parecer la va a dejar en la caja y Bryan trabajara contigo en la bodega ― ― Genial ― pensé ― ¿Y como le ha caído la noticia? ― ― Pues hasta ahora lo ha tomado bastante bien… ― indico Paul ― Supongo que eso se debe a que aun no se lo dice el Sr. Braddy ― Los dos echamos a reír al mismo tiempo consientes de que a Bryan no le haría mucha gracia tener que trabajar en la bodega. Estaba a punto de salir para comenzar con mis tareas cuando de repente la puerta se abrió dando paso a una chica, la mas linda que había


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vista hasta entonces, en realidad supuse que se trataba de algún turista, ya que no recordaba haberla visto jamás. ― Disculpa ― se dirigió a mi ― ¿Se encontrara el Sr. Braddy? ― me cuestiono. ― No… aun no llega ― indique ― ¿Te puedo ayudar en algo? ― Ofrecí amablemente. ― Soy… ― la chica parecía bastante nerviosa ― El Sr., Braddy me contrato, soy la nueva empleada del almacén ― Paul quien había estado escuchándonos desde la caja se apresuro a acercarse a nosotros. ― Kelly ¿No es así? ― la cuestiono dirigiéndose a ella con tono conquistador, al parecer el también había notado la belleza de la chica, y en realidad no podía culparlo, tenia el cabello negro y rizado casi hasta la espalda, lo cual contrastaba con la blancura de su piel, su rostro era perfecto, tenia lo ojos color miel y uno labios rojos, en realidad la chica parecía una modelo sacada de una de esas revistas de moda que había en los anaqueles junto a la caja de cobro. ― Soy Paul, el gerente ― se presento el chico haciendo énfasis en la palabra gerente ― Acompáñame, yo mismo te instruiré en lo que necesites saber ― alego llevándose a la chica al interior de la tienda mientras que yo por mi parte permanecía estático mirándola desde la entrada. ― Ponte a trabajar Stevenson ― ordeno Paul en un evidente intento de alardear frente a Kelly. Torcí un gesto de disgusto que Paul no alcanzo a ver pero que a Kelly pareció resultarle gracioso ya que me brindo una tímida sonrisa. Cerca del medio día, como era mi costumbre salí a tomar un pequeño descanso, de inmediato encendí un cigarrillo y comencé a exhalar el blanquizco humo del tabaco, azul día en particular no había mucha gente así que un instante después Kelly salio tratando de estirar un poco las piernas. ― ¿Qué tal tu primer día? ― la cuestione tratando de entablar un poco de plática. ― No esta del todo mal… ― dijo recargándose contra la pared mirando a los transeúntes que pasaban. ― No eres de por aquí ¿Verdad? ― la cuestione. ― Acabo de llegar, hace solo una semana… ¿Puedo? ― dijo señalando los cigarrillos que había dejado sobre el borde del aparador.


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Me apresure a tomarla y ofrecerle uno, de inmediato saque mi encendedor. ― Es un feo habito ― dije en tono de broma. Kelly sonrió. No pude evitar notar lo linda que era su sonrisa. ― ¿Tiene mucho que llegaste a West Hill? ― me pregunto. ― ¿Cómo sabes que no soy de aquí? ― dije al escuchar aquello. ― No lo se… mas bien lo supuse, no parecer haber crecido en este pueblo… parecer mas bien un chico de gran ciudad… déjame adivinar… ¿San Diego? ― Negué con la cabeza. ― New York… poco más de dos años ― respondí sonriendo. ― ¿Bastante aburrido no? ― dijo refiriéndose al pueblo. ― Bastante… y tu ¿De donde vienes? ― ― L.A. ― indico mirándome, su mirada era impactante. ― ¿Y que te trajo a este pueblo? ― la cuestione cociente de que aquello debía haber sido un cambio de vida bastante radical. ― Mi padre… ― ― Oh, ya veo… ¿vives aquí con el? ― Su expresión pareció cambiar radicalmente al escuchar mi última pregunta. ― Yo nací aquí… ― indico con un dejo de tristeza en su voz ― me fui en cuanto cumplí l a mayoría de edad, tu sabes, quería conocer el mundo, jamás me gusto vivir en este lugar, aunque finalmente tuve que regresar ― ― ¿Tuviste? ― la cuestione sin comprender. ― Mi padre falleció… tuve que venia a arreglar todo al ser su único pariente ― ― Lo lamento ― ― ¿Y piensas quedarte mucho tiempo aquí? ― la cuestione, aunque en realidad debía de tener la intención de quedarse ya que había decidido solicitar el empleo en el almacén del Sr. Braddy. ― Necesito arreglar algunas cosas, quizás un par de meses o algo así… ¿Y tu? ― me cuestiono esta vez ella a mi ― ¿Vives solo? ― ― Con mi madre… ― ― ¿Y tu padre? ― ― Falleció cuando yo era muy pequeño… ― dije sin dar pie a querer hablar mas de aquel asunto. Lance la colilla del cigarrillo lo mas lejos que pude. Mire al interior de la tienda, Paul nos observaba desde el interior con un gesto de molestia más que evidente.


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― Es mejor que me ponga a trabajar o a Paul le va a dar un ataque ― indique ― ¿Vienes? ― dije ofreciéndole mi brazo, ella lo tomo y entramos juntos sonrientes, aquello pareció no gustarle mucho a Paul quien de inmediato se apresuro a reprendernos. ― Me da mucho gusto ver que se llevan tan bien pero esto no es un café, así que pónganse a trabajar ― nos riño molesto. ― Tranquilo ― dije soltando a Kelly ― No hay ni un solo cliente ― dije haciendo una señal evidenciando el local vació a excepción de nosotros tres ― Solo estábamos tomando un descanso ― ― Hay mucho que hacer en la bodega Stevenson… esas cajas no van a acomodarse solas ― indico crispado. Me apresure hacia la bodega, lo que menos quería era seguirle dando pie a Paul para que se luciera frente a Kelly, antes de entrar hice un gesto arremedando a Paul, provocando que mi nueva compañera sonriera de mi ocurrencia. Pase el resto de la mañana acomodando cajas en la bodega, mientras que Paul aprovechaba para enseñarle a Kelly algunas cosas que debía saber, desde como manejar la registradora hasta la forma en que debía saludar y atender a los clientes. Un rato después finalmente llego la hora de salida, como de costumbre me despedí de Paul quien ya estaba dándole indicaciones a Bryan quien no parecía muy contento, al parecer ya se había enterado que tendría que cambiar de lugar con la chica nueva. ― Son ordenes del Sr. Braddy… ― escuche decir a Paul dando por terminado aquel asunto, Bryan se encamino almacén de mala gana. ― ¿Puedes creerlo? ― me dijo con enojo mirando a Kelly ― Lo que puede hacer una cara bonita ― alego. ― No negaras que a cualquiera lo convence esa cara ― indique Bryan soltó un bufido de frustración. ― Venga, no negaras que es linda, además no pretenderás que ella se ponga a cargar las pesadas cajas que llegan ¿O si? Además ― agregue ― si quieres culpar a alguien, culpa a Matt, finalmente el fue el que renuncio ― ― Tienes razón ― indico Bryan ― Ese Matt me las va a apagar… ― y sin decir mas se metió a la bodega dispuesto a comenzar con su trabajo. Avance hasta la caja de cobro donde Kelly terminaba de atender a un cliente. Comencé a empacar las cosas y después de entregarlas me dirigí a ella. ― ¿Trabajaras tiempo completo? ― la cuestione


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― Si… y tu ¿Y te vas? ― ― Si, tengo clases ― Eso es lo bueno de haberme tomado un año sabático, no tengo que preocuparme de la escuela… ― ― Ojala y yo pudiera hacer lo mismo ― indique ― Entonces nos vemos maña ― me despedí. Salí de la tienda y de inmediato monte en mi bicicleta, no sin antes mirar nuevamente a Kelly quien continuaba atendiendo a los clientes. En realidad era una chica bastante linda. No pude evitar lamentar el hecho de que quizás en un par de meses tendría que marcharse, tendría que aprovechar el tiempo.


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8 SORPRESAS Y EXPLICACIONES Por la tarde al llegar a la escuela nuevamente volví a sentir el hueco en el estomago producto de lo que sabia, me esperaba, en primera trate de pensar alguna forma de evitar toparme con Jasón, lo cual era prácticamente imposible ya que ambos íbamos en el mismo grupo, también tenia que arreglar el problema con mis amigos, que como de costumbre platicaban en el sitio de siempre mientras esperaban el inicio de la primera clase, por un momento tuve el impulso de ir con ellos pero preferí no hacerlo, aun no estaba listo para soportar reclamos y sabia que tendrían mucho que reclamar ― había pasado una mañana verdaderamente agradable después de conocer a mi nueva compañera de trabajo como para arruinarlo, por lo menos primero quería tentar el terreno y saber si existía la posibilidad de congraciarme con ellos así que me encamine directamente hacia el salón, estaba seguro que estaría vacío, ninguno de mis compañeros entraba hasta que veían que el profesor hubiera llegado, pero aquel día parecía haber una acepción, casi lamente no haberme acercado a mi ex amigos cuando al llegar me encontré con la sorpresa de que Jasón ya estaba en aquel sitio, seguramente había tenido el mismo pensamiento que yo y había creído que aquel era un buen escondite. Para mi suerte Jasón ni siquiera levanto la mirada del libro que leía, así que tenía la oportunidad de salir lo más rápido posible, aunque eso seria demasiado ― me dije obligándome a desistir de la idea de marcharme ― así que entre al aula mientras mis pasos resonaban con el eco de la habitación. Me senté en mi sitio habitual y saque el libro de aritmética, era caso perdido intentar responder siquiera la primera ecuación, así que lo deje caer pesadamente sobre el pupitre sin siquiera abrirlo, provocando un fuerte sonido, Jasón levanto la mirada de su lectura pero inmediatamente volvió a bajarla. El sonido de la campana anuncio el inicio de la clase, mis compañeros fueron entrando poco a poco al salón hasta que todos los asientos estuvieron ocupados, a excepción de los de Jack, Ted y Hanna, supuse que se habían acobardado, todos sabíamos que era preferible evitar a Carter, sobre todo cuando no hacíamos los deberes, me lamente de no haber hecho lo mismo, hubiera podido irme por ahí hasta que comenzara la siguiente clase, ese día teníamos ingles con la profesora Meyer, una chica solo un par de años mayor que cualquiera del grupo quien recibía su primer oportunidad para impartir cátedra, apenas la conocimos nos percatamos de su inexperiencia pero eso no importaba, la mayoría de los presentes nos la pasábamos muy bien durante sus clases.


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Carter apareció por el umbral de la puerta y de inmediato se sentó en su escritorio. ― Por sus caras sospecho que nadie ha hecho los deberes ― dijo en tono burlón. Su sonrisa lo delataba. ― Yo si los he hecho profesor Carter ― dijo Stwart levantando la mano desde la parte delantera del salón. El profesor hizo caso omiso de las palabras del chico y de inmediato me dirigió una sonrisa que delataba satisfacción mezclada con odio. ― ¿Qué sucedió con usted Sr. Stevenson? ¿Acaso sus dotes aritméticas desaparecieron tan rápido como vinieron? ― El viejo verdaderamente estaba disfrutando ponerme en evidencia, apreté los dientes tratando de evitar que una maldición escapara de mis labios. Era preferible mantenerme callado y no decir nada que diera pie a más humillaciones. Y entonces sucedió esperábamos.

algo

que

ninguno

de

los

presentes

Jasón se levanto de su asiento y coloco el libro de aritmética sobre el escritorio frente a Carter. ― Yo si pude resolverlas y Mike hizo lo mismo ― dijo mirándome inexpresivo. Esta ves por mas que lo intente no pude evitarlo y solté una maldición por lo bajo ¿Acaso aquella era su forma de vengarse de la forma en que lo había echado de mi casa?, si no había duda, aquello era su forma de cobrarse de cómo lo había tratado la noche que había ido a verme a mi casa con el pretexto de arreglar las cosas. ― Entrégueme su libro Sr. Stevenson ― ordeno el profesor mirándome con desden sin poder creer las palabras de Jasón. Aquella orden me tenso, imagine lo que diría Carter al ver todas las respuestas en blanco.


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― No hice los deberes profesor Carter ― indique bajando la mirada nuevamente. ― Levántese y traiga el libro acá Sr. Stevenson ― ordeno nuevamente. Al ver que aquello no tenía salida tome mi libro y me encamine al frente. Carter prácticamente me arrebato el libro de las manos mientras yo le dedicaba a Jasón una mirada descarada de reproche. ― Si gusta puede revisar ― indico Jasón adelantándose a Carter quien estaba apunto de decir algo ― Podrá creer que nos hemos copiado mutuamente pero como podrá notar los procedimientos que utilizamos para resolver cada uno de los ejercicios es diferente ― indico evidenciando aquel detalle que seguramente Carter utilizaría en nuestra contra. Grande fue mi sorpresa al ver que Carter abría mi libro en las páginas que yo pensaba estarían en blanco, pero no, ahí se podía leer claramente los largos procedimientos de cada uno de los ejercicios, en una letra que por mucho era similar a la mía. Cualquiera hubiera podido jurar que aquellos ejercicios habían sido resueltos por mí. La expresión de Carter se tenso aun más dejando atrás el goce que segundos antes mostraba. ― Siéntense ― ordeno Carter al ver que no tenia nada que decir al respecto. No pude evitar sonreír satisfecho, a pesar de no entender como había sucedido aquello, pero estaba seguro que Jasón había tenido algo que ver. El resto de la clase transcurrió con normalidad, Carter se limito a explicar el siguiente tema del programa, sin poder evitar lanzarnos miradas de odio de vez en cuando tanto a mí como a Jasón. Al sonar la campaña todos nos apresuramos a salir, Jasón avanzo con paso rápido y yo detrás de él, esta vez no iba a permitir que se saliera por la tangente, tendría que explicarme como lo había hecho y no aceptaría otra de sus historias, esta vez estaba empeñado en sacarle la verdad y saber de una buena vez quien… o que era. ― ¡Parker! ― grite alcanzándolo en las escaleras. Pude notar que Jasón había alcanzado a escucharme pero no se detuvo, al contrario, apresuro aun mas el paso. Llegamos hasta el


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patio y estaba a punto de darle alcance pero repentinamente alguien me tomo por el brazo deteniéndome. ― Mike tenemos que hablar ― Era Hanna quien al parecer me estaba esperando de pie en la entrada del edificio. ― Ahora no es buen momento ― indique tratando de seguir tras Jasón. Estaba seguro que trataría de explicar el porque había decidido inventarse lo de mi supuesta enfermedad para no invitarme a la fiesta que había dado en su casa el viernes anterior. Por favor Mike ― rogó Hanna suplicante. No tuve más remedio que detenerme a escucharla. ― Yo… ― Mi amiga parecía verdaderamente apenada pero no iba a desaprovechar esa oportunidad, así que trate de fingirme lo mas ofendido posible. ― No tenemos nada de que hablar… ― indique mirándola con desdén. ― Mike… yo te puedo explicar ― dijo caminando detrás de mi. ― ¿Explicarme que? ― dije mirándola muy serio ― Diste una fiesta y no me invitaste, me lo merezco por ser un cabeza dura y dejarlos por ese… por Parker ― recalque aunque estuve a punto de llamarlo de otra manera. ― ¿Te peleaste con él? ― me cuestiono asombrada. ― ¡Es un idiota! ― fue lo único que atine a decir. Hanna sonrió al escucharme decir aquello. ― Entonces volveremos a ser solo los cuatro ― alego satisfecha. Negué con la cabeza. ― Jack no me perdonara jamás haberlos dejado por… ― ― Por ese fenómeno ― escuche decir desde detrás de mi, era mi amigo quien venia acompañado de Ted, habían alcanzado a escuchar parte de la conversación que sostenía con Hanna. ― Si… es un fenómeno ― dije casi sin pensar. Jack me ofreció el cigarrillo que venia fumando, supe que aquella era su forma de decirme que todo estaba olvidado. Di una bocanada, para sorpresa de todos tosí ahogándome con el humo ― ¡Que asco! ― exclame, aquel morro sabio asqueroso. Mis tres amigos me miraron sorprendidos.


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― ¿Y a ti que te pasa? ― me cuestiono Jack mientras recogía el cigarro del suelo. ― ¿Qué demonios es eso? ― dije escupiendo un poco ― ¡Sabe a rayos! ― alegue. ― ¿De que estas hablando? ― alego Jack soltando una profusa bocanada de humo gris. Y entonces me quede helado recordando lo que unos días antes habían platicado con Jasón Parker. ― Dame acá ― dije quitándole nuevamente el cigarrillo, lo examine detenidamente, era un cigarrillo común y corriente de la misma marca que Jack siempre acostumbraba comprar. Los tres no dejaban de mirarme extrañados por mi actitud. ― Dos días con ese tipo y ya te empieza a comportar de forma extraña ― indico Ted divertido ― Te dije que debimos haberlo rescatado antes ― indico dirigiéndose a Jack. ― Ya déjenlo en paz ― me defendió Hanna ― Lo bueno es que ya estamos nuevamente juntos… ― dijo contenta. ― Ahora cuéntanos Mike ¿Cómo es la casa Parker? ― dijo Ted muerto de la curiosidad. Sabía que aquello seria lo primero que me preguntarían. Casi lamente tener que quitarle la emoción, aquella historia era una de las pocas cosas interesantes que acontecían en West Hill. ― Es como cualquier otra casa ― dije sin demostrar demasiado interés en el tema. ― ¿Cómo son sus padres? ― esta vez fue Jack quien me cuestiono. ― Es huérfano ― indique recordando lo que Jasón me había contado ― Vive con su abuela y con su hermano pequeño, Eidrian ― ― ¿Cuántos años tiene? ― me cuestiono Hanna. ― Once o doce, no estoy muy seguro, no se lo pregunte ― indique. Hanna parejo meditar sobre aquello un poco. ―- Que extraño ― comento ― ¿Sabes si va a la escuela? ― me cuestiono. ― Lo ignoro, aunque supongo que si… ― indique sin comprender ― ¿Por qué la pregunta? ― ― Mi hermano tiene casi la misma edad y jamás me ha platicado nada sobre la presencia del Hijo menor de los Parker ― ― ¿Acaso temes que sea un pequeño fenómeno como ese tal Jasón? ― bromeo Jack al escuchar aquello ― Tu que opinas Mike ¿Podría serlo? ― me cuestiono. Dude un poco antes de responder.


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― No lo se, apenas y cruce un par de palabras con él ― indique ― aunque creo que es bastante retraído ― alegue recordando como se había escondido tras su hermano al conocerme. ― No lo culpo viniendo de esa familia de fenómenos… ― alego Jack encendiendo otro cigarrillo ― Deberían sacarlos de nuevo a patadas del pueblo ― alego con un dejo de odio en su voz. Aquello llamo mucho mi atención. ― ¿De nuevo? ― dije sin entender ― ¿Acaso alguna vez han echado a los Parker de West Hill? ― ― Oh claro, tu no lo sabes ¿Verdad? ― indico Hanna entendiendo el motivo de mi pregunta. ― ¿Saber que? ― ― Los Parker han vivido en West Hill desde hace muchos años, mi abuelo dice que hace mucho eran una de las familias mas ricas de la región… ― ― Si eran dueños de la fundición ― agrego Ted. ― Si, y por el mismo motivo jamás debieron dejar que ninguno de sus descendientes volviera a pisar este pueblo ― alego Jack molesto. No era la primera vez que escuchaba a mí amigo dirigirse con tanto odia hacia la familia de Jasón. ― ¿Por qué odias tanto a los Parker Jack? ― pregunto Ted adelantándoseme ― Tengo entendido que tu abuelo trabajo para ellos cuando era joven ― señalo. ― Si y lo dejaron en la ruina cuando desaparecieron y no solo a él, también a muchas de las familias que dependían directamente de sus trabajos en las industrias de esa gente ― revelo molesto. ― ¿Los arruinaron? ¿Por qué? ― Lo cuestione yo esta vez interesado en saber aquello, hasta entonces no entendía el porque la mayoría de los habitantes de West Hill detestaban tanto aquella familia, aquello parecía explicarlo. ― ¿Conoces la vieja fundición a las afueras de West Hill? ― indico Jack. Asentí como toda respuesta. ― Era propiedad de esa familia, mi abuelo me contó que en ella había mas de 300 trabajadores, la mayoría de aquí, se dedicaban a fundir acero, mi abuelo decía que aquellos fueron los años mas prósperos de la región, pero después de lo que sucedió los Parker desaparecieron con lo cual todo se vino abajo ― ― ¿A que te refieres con “lo que sucedió”? ― pregunte sin entender aquello último. ― La fundición estallo ― señalo Ted. Aquello me dejo pasmado.


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― ¿Fue… un accidente? ― pregunte con temor de la respuesta. ― Algunos dicen que si ― prosiguió narrando Jack ― otros piensan que los Parker provocaron todo ― ― Valla… ― fue lo único que atine a decir. ― Desde entonces la Familia Parker ha sido repudiada por los habitantes de West Hill, los familiares de las victimas los sacaron del pueblo y nunca mas volvimos a saber de ellos… hasta ahora ― Agrego Ted a modo de conclusión de aquella macabra historia. ― ¿Como fue que tu abuelo sobrevivió? ― indague sin poder dejar pasar aquel detalle. ― Lo despidieron ― índico Jack. ― Un día antes de la explosión ― agrego Ted quien al parecer ya había escuchado aquella historia con anterioridad ― ¡Eso es lo que yo llamo suerte! ― ― Si no lo hubieran despedido toda esa gente aun estuviera viva… ― discrepo Jack convencido. ― ¿Por qué lo dices? ― Jack parecía muy convencido de aquello, así que no quise dejar de preguntar el motivo de sus palabras. ― Mi abuelo era responsable de la seguridad ― explico mi amigo ― Durante todo el tiempo que es estuvo a cargo jamás ocurrió ni el mas leve accidente dentro y fuera de la planta, muchos incluso creyeron que… ― Jack se detuvo antes de concluir la frase. ― ¿Lo culparon del accidente? ― indique adivinando lo que seguía. ― Por un tiempo ― señalo Jack, aquello parecía afectarle demasiado y comencé a comprender el porque despreciaba tanto a Jasón ― Muchos creyeron que había provocado el accidente para vengarse de los Parker por haberlo despedido ― agrego. ― Por eso odias al chico Parker ¿No es así? ― lo cuestione. ― ¿Te parece poco? ― me cuestiono molesto. ― Honestamente me parece un poco injusto, Jasón no tubo la culpa de lo que haya hecho su padre o su abuelo ― indique defendiéndolo, aunque de inmediato supe que había hecho mal pues Jack me miro con odio. Hanna noto también aquello y decidió darle fin a la platica tendiendo que se provocara un nuevo altercado entre nosotros. ― ¿Podemos ya dejar el tema? ― sugirió la chica, lo que menos debíamos hacer en ese momento era hablar de cualquier cosa que tuviera que ver con ese chico o su familia. ― Mike tiene razón, ya olvidémonos de ese fenómeno y vámonos ― dijo Jack encaminándose rumbo a la salida. ― ¿Irnos? ¿A dónde? ― pregunte conciente de que aun teníamos ingles con Miss Meyer. ― ¿Cómo que a donde? tenemos que celebrar tu regreso al grupo ― indico Jack dejando de lado el tono sombrío que había adoptado al hablar de su abuelo y el accidente en la tundidora Parker, parecía muy feliz de que hubiera vuelto y me lamente por


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haber sido tan tonto por haber dejado a mis amigos por un completo extraño que apenas y conocía. ― Vamos entonces ― dije sin poder negarme ha aceptar su invitación. Los cuatro salimos de la escuela mientras los chicos me contaban las anécdotas de las fiesta en casa de Hanna, lo mas divertido fue Rob Duglas, se había emborrachado y termino devolviendo la cena en los rosales de la madre de mi amiga, pero aquello no había sido lo peor, los vecinos se habían quejado tanto del escándalo que había armado que terminaron llamando a la policía, Ted jamás había visto tan enojados a los padres de nuestra amiga. Quien finalmente termino castigada por dos semanas. ― Pero valió la pena, nadie que no haya estado ahí opinaría lo contrario ― alego satisfecha. El resto de la tarde la pasamos en el Hole, un café donde regularmente no reuníamos cuando no teníamos nada mejor que hacer, en realidad aquello sucedía con mucha frecuencia, sobre todo por los pocos sitios con los que contaba West Hill para distraerse. El Hole era un sitio lleno de cuadros de distintos pintores, un Dalí, un Picasso, algo de Goya, por supuesto todas eran copias pero aquello le daba un toque bastante interesante. La música había sido repartida en géneros, aquel día tocaban Grunge, que no era de mis favoritos pero aun así me entretenía tarareando la música, Ted por su parte había comenzado a flirtear con una de las camareras como siempre era su costumbre, Hanna bebía un cóctel de un color extraño mientras se movía al ritmo de la música y Jack por su parte seguía expulsando humo como una chimenea ensimismado en sus pensamientos, yo por mi parte jugaba con el popote de mi refresco pensando en Kelly, la chica nueva del trabajo. ― Mejor vámonos chicos ― dijo Hanna dando el ultimo sorbo a aquella bebida azul, saco la cereza y la lanzo dentro de su boca, un instante después saco un moño perfecto hecho con la pata de la fruta ― Si llego tarde mis padres me van a castigar hasta el año que viene. ― Vamos entonces dije levantándome del sillón donde nos encontrábamos los cuatro sentados ― Y al hacerlo sentí un escalofrió, al darme cuenta de que Parker estaba sentado en una de las mesas de la planta baja del lugar. Volví tomar asiento buscando una excusa para quedarnos un rato mas, lo menos que quería en aquel momento es que mis amigos se dieran cuenta de que el se encontraba ahí.


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― Tomemos una ronda mas antes de marcharnos, yo invito ― dije nervioso sin ocurrírseme otra cosas y antes de que pudieran siquiera aceptar mi ofrecimiento le solicite a la mesera las bebidas. ― ¡Tú ni siquiera bebes! ― índico Hanna sorprendida de escucharme pedir cuatro cervezas. ― Pues creo que ya es tiempo de que empiece a hacerlo ¿No creen? ― indique mirando disimuladamente tratando de evitar que mis amigos se dieran cuenta de la presencia de Parker... Jack, Hanna y Ted me miraron extrañados por mi conducta. ― Mis padres me van a asesinar… ― dijo Hanna tomando asiento nuevamente. ― Vamos mujer… no pueden molestarse mas de lo que ya están ― dijo Ed. ― Ted tiene razón ― secundo Jack ― Jamás los había oído gritarte de esa manera ― dijo burlón. Hanna frunció el seño conciente de que sus padres no estarían nada contentos pero permaneció sentada en su lugar dejando su bolso nuevamente a un lado. ― Me disculpan un segundo ― dije levantándome ― necesito ir al baño ― indique. De inmediato me encamine a la planta baja con una sola idea en la cabeza, era mas que obvio que Parker estaba ahí para molestarme, no le había bastado con lo que había hecho en la clase de Carter, estaba seguro de que si los demás lo veían habría problemas así que tendría que persuadirlo para que se marchara o se atuviera a las consecuencias. Pero para mi sorpresa mientras descendía por la estrecha escalera de metal, vi como se levantaba de su asiento y salía del local, tuve el impulso de gritarle pero sabía que eso podría llamaría la atención de mis amigos y eso era lo que menos quería en aquel momento, me dispuse a seguirlo. Una vez afuera me sorprendí al no verlo por ningún lado, apenas habían pasado unos segundos después de haber salido pero no había ni rastro de el, camine un poco mas allá esperando encontrarlo escondido pero nada, había desaparecido. ― ¿A quien buscas? ― Me pregunto Jack sorprendiéndome por su repentina aparición. ― A nadie ― mentí tratando de disimular. Pude notar que Jack parecía nervioso y trataba de decir algo pero no se atrevía.


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― ¿Sucede algo? ― lo cuestione aunque en realidad sospechaba que mi amigo estaba tratando de disculparse. ― Yo… bueno ― tartamudeo ― Lamento como te trate ― se disculpo finalmente. ― Me lo tenia merecido ― dije ― Aunque mi intención nunca fue dejarlos por Ja… por Parker ― corregí. ― Ese tipo me pone los pelos de punta ― indico Jack poniéndose serio ― No se, pero me inspira bastante desconfiada, además, tu quizás no lo sepas pero hay muchos rumores sobre esa familia ― advirtió ― Después de lo que paso en la fundición es más que natural…― indique sin querer hablar mucho al respecto. ― No es solo eso… ― alego ― También se dice que pasan cosas muy raras en la Mansión Parker, tu mismo conoces algunas de las historias que se cuentan ― agrego. ― Es una casa común y corriente ― dije, no tenia caso alimentar mas aquella superstición, además, yo mismo había comprobado que no era mas que eso. ― Aun así… se dicen cosas de esa familia ― repitió de nuevo. ― Cosas… ― aquello ultimo y el tono de voz de mi amigo encendió nuevamente mi curiosidad ― ¿Qué tipo de cosas? ― ― Bueno… mi abuelo decía que había conocido a Emmet Parker, estudiaron juntos en la misma escuela en la que ahora vamos nosotros ― ― ¿Y eso que tiene de raro? ― indique sin comprender ― Mi abuelo decía que después de terminar la escuela los Parker se fueron de West Hill por una temporada y unos años después regresaron, para entonces mi abuelo ya estaba casado y mi padre tendría mas o menos la misma edad que nosotros… ― ― Sigo sin entender ― lo apresure ― Como sabes mi padre estudio también en West High ― prosiguió. ― Es la única escuela de West Hill ― dije exasperado al no ver a donde quería llegar con aquel recorrido por la historia escolar de su abuelo y el abuelo de Jasón ― ¿Cual es el punto? ― ― Mi papa tubo de compañero al hijo de Emmet Parker, su nombre era Charles Parker ― ― ¿Y? ― dije cruzándome de brazos ― ¿Llegaremos a algún punto o solo estas tratando de matarme de aburrimiento en cobro por haberlos abandonado por un fenómeno como Parker? ― alegue, mi semblante cambio al darme cuenta de la forma tan despectiva en que me había dirigido a Jasón, trate de disimular. ― Mi abuelo decía que Emett Parker y Charles Parker eran el mismo sujeto ― dijo finalmente. En mi cara se dibujo la incredulidad. ― Eso es imposible ― indique. ― Lo se ― admitió Jack ― Pero mi abuelo decía que no podía ser que padre e hijo fueran tan similares, tenían que ser la misma


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persona, además dice que jamás vio al padre después de que se marcho de West Hill, en su lugar apareció el supuesto hijo quien fue el que se hizo cargo de la fundición ¿No te parece raro? ― ― Discúlpame pero tu abuelo debió equivocarse ― indique sin poder creer aquello ― Tal vez murió y era lógico que su hijo se hiciera cargo del negocio familiar… que hayan tenido cierto parecido no quería decir que tuvieran que ser la misma persona ― alegue tratando de dar explicación a aquello... ― Tal vez… pero mi abuelo aseguraba que eran completamente idénticos ― Medite aquel punto sin ocurrírseme nada esta vez con que debatirlo. ― Suponiendo que aquello fuera cierto ― dije tratando de indagar mas sobre las leyendas que corrían alrededor de los Parker ― ¿Cuál fue el veredicto de tu abuelo? ¿Cómo explicaba el hecho de que Emmet o Charles hubieran podido vivir tanto tiempo conservando la misma apariencia? ― lo cuestione. Jack permaneció en silencio unos segundo, meditando si era prudente decir o no aquello.

parecía

estar

― Mi abuelo decía… ― mi amigo hizo una pausa ― ¿Prometes no reírte? ― Me pidió antes de continuar. ― Dilo ya… ― lo apresure. ― Mi abuelo decía que la única manera de que alguien viviera tanto tiempo, que pudiera mantenerse de la misma edad era que fuera… ― hizo una pausa y miro hacia todos lados como revisando que nadie nos pudiera escuchar. ― ¿Qué fuera que? ― lo apresure. ― Un vampiro ― dijo finalmente Sin poder evitarlo solté una carcajada reprimida provocando que mi amigo se pusiera colorado. ― Prometiste no reírte ― me recrimino molesto. Yo luchaba por dejar de hacerlo pero aquello era verdaderamente ridículo ― ¿Un vampiro? ¿De verdad creían que el padre de Jasón Parker era un Vampiro? ― aquello tenía que ser una broma. ― Deja de reír o te tiro los dientes de un puñetazo ― amenazo Jack visiblemente incomodo por aquella situación. ― Hermano, es que lo que me dices es verdaderamente ridículo ― indique tratando de no seguir riendo ― Jasón es extremadamente extraño pero te puedo asegurar que no es porque sea el hijo de un vampiro, para empezar los padres de Jasón murieron en un accidente ―


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― ¿Qué conveniente no? ― indico Jack al escuchar aquello ― el padre vuelve a desaparecer y el hijo es que vuelve nuevamente a West Hill ― alego. Pare de reír al darme cuenta de que Jack tenía un punto a su favor. La historia se volvía a repetir. ― Tratemos de ser un poco coherentes ― le solicite a Jack tratando poner aquello en perspectiva ― Para empezar los vampiros no pueden salir durante el día ― indique recordando aquellos detalles que siempre se mencionaban en las películas o libros que hablaban de estos seres, no eran una fuente fidedigna de datos pero era lo único que teníamos ― hemos visto a Jasón Parker infinidad de veces caminar bajo el sol durante las clases, en segundo lugar en todo este tiempo que he vivido en West Hill jamás he escuchado nada parecido a un ataque de vampiro y no creo que los Parker puedan aguantar tanto tiempo sin alimentarse si es que en realidad fueran una familia de chupa sangre ¿Cómo pretendes que no me ría? ― le recalque. ― Yo solo te cuento lo que mi abuelo me dijo ― indico Jack quien empezaba a creer que había sido una verdadera tontería contarle aquello a su amigo ― Incluso en su lecho de muerte me hizo jurarle que jamás seria amigo de un Parker y mi intención es no romper esa promesa ― ― ¿Así que por eso reaccionaste tan mal cuando me hice su amigo? ― dije sonriendo complacido ― ¿Creíste que me iba a chupar la sangre? ― alegue burlón. ― Nunca debí contarte todo esto ― se lamento Jack ― Olvida lo que te dije y te lo advierto, ni una sola palabra de esto a Ted o a Hanna o te juro que… ― amenazo. ― OK, OK… Ni una palabra ― prometí levantando la mano derecha en señal de juramente. Regresamos al interior del establecimiento, me di cuenta de que Jack y yo debimos tardas mas de lo esperado, en la mesa había ya un par de botellas vacías y al parecer nuestros amigos se habían tomado la libertad de pedir una ronda mas mientras aguardaban por nosotros ― ni modo ― pensé, no podía salirles ahora con que no bebería, así que aprovechando decidí hacer un brindis. ― Por los cuatro fantásticos ― dije levantando la botella marrón, el resto de mis amigos hicieron lo mismo. ― Por los cuatro fantásticos ― repitieron mis amigos chocando sus botellas con la mía. Todos le dimos un sorbo, aquel líquido agrio y espumoso me hizo hacer una mueca de desagrado, era la primera vez que mis papilas gustativas percibían ese sabor y no me agrado demasiado. El


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segundo trago supo un poco mejor pero aun así siguió sin gustarme demasiado. ― Hasta el fondo ― indico Ted manteniendo mi botella en alto mientras Hanna hacia lo mismo con la de Jack ― Van una ronda atrás y tienen que emparejarse ― alego. El liquido fluyo por mi boca mientras yo me apresuraba a beber lo mas rápido que pude, aun así un poco de la bebida se derramo sobre mi camisa sin poder evitarlo. Una vez que la botella se encontró vacía los cuatro soltamos un grito en señal de ánimo. ― Miren quien lo viera ― dijo Jack dándole un sorbo a su segunda cerveza como si se tratara de agua, yo hice lo mismo. ― Beban ustedes también ― dije apresurando a Ted y Hanna ― Se hace tarde y hace mas de media hora que salimos de clase de Miss Meyer ― indique conciente de que ya debían de pasar de las ocho de la noche aunque en realidad no me preocupo demasiado ya que nadie me esperaba en casa, aquella noche mi madre había quedado de cenar en casa de una de sus amigas, así que no importaba mucho la hora en que legara. ― Mike tiene razón, mis padres se van a volver a ponerse furiosos ― alego Hanna al recordar que estaba castigada. Jack y Ted se apresuraron a terminar su bebida mientras que Hanna prefirió dejarla a pesar de las protestas de todos, alegando que no podía llegar oliendo a cerveza pues su padres terminarían metiéndola en un convento de monja, aquello fue suficiente para no dejarla de molestar, haciendo bromas de como se vería usando un habito o la reacción de la madre superiora cuando se diera cuenta de que la chica no podía siquiera rezar un padre nuestro de corrido. Treinta minutos después finalmente nos decidimos a pagar la cuenta dispuestos a marcharnos del lugar, Ted y Hanna abordaron un autobús de inmediato en cuanto estuvimos a un par de cuadras del café. Jack y yo nos quedamos solos parados en la acera. La noche era fría, así que me dispuse a ponerme la chaqueta. ― ¡Maldición! ― Exclame de repente al darme cuenta de que había olvidado tomarla del respaldo del sillón en el que habíamos estado sentados toda la tarde. ― ¿Qué sucede? ― me cuestiono Jack al escuchar mi expresión. ― He dejado la chaqueta en el Hole ― indique. ― Si quieres hay que regresar, tal vez aun siga ahí ― sugirió.


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― No te preocupes… además quizás ya la haya pillado alguien, es mejor darla por perdida ― indique pesimista. ― Nada se pierde con probar ― insistió Jack. ― Es muy tarde y si regresamos mi madre me va a reñir toda la noche, es mejor que nos vallamos ― lo apresure. ― Si quieres vete, yo regresare haber si la encuentro y si tengo suerte te la llevo mañana a la escuela ― ofreció. ― Esta loco, déjalo ya ― indique. ― De cualquier modo pensaba regresar, señalo, mis padres han salido esta noche y no llegaran hasta tarde así que no tengo supervisión paternal esta noche… creo que seguiré la fiesta un rato mas ¿Qué dices? ― me pregunto en señal de invitación. Supuse que aquella era la verdadera razón por la cual insistía en que regresáramos, por un instante tuve el impulso de aceptar pero recordé las advertencias de mi madre, así que decidí que lo mejor era no tentar a la suerte. ― Lo siento ― me disculpe ― Ya te dije que mi madre me asesinara si vuelvo a legar tarde ¿Lo dejamos para otra ocasión? ― le pregunte esperando que no se molestara por mi negativa. ― Muy bien… entonces nos vemos ― índico sin evidenciar disgusto alguno ― Veré si encuentro tu chaqueta ― ― Gracias ― indique, aunque en realidad dudaba que tuviera suerte. Jack se encamino de regreso hacia el Hole mientras que yo por mi parte después de despedirme me encamine rumbo a mi casa a toda prisa. West Hill respetaba las reglas de todo pueblo pequeño, pues para esa hora las calles estaban prácticamente desiertas y eran pocos los autobuses que transitaban aun así que prácticamente tenia toda la calle para mi solo. Unas cuadras mas adelante comencé a sentir los efectos de la cerveza sobre mi, un leve mareo me hizo comenzar a caminar en zigzag nublando un poco mi vista, aun así seguí caminado suponiendo que era un efecto normal en alguien que en su vida había probado una gota de alcohol. Seguí avanzando hasta llegar, justo a un par de cuadras antes de la casa Parker, estaba demasiado borracho y demasiado cansado para rodear por Madison Street y así evitar pasar justo frente a la casa embrujada, así que decidido seguí avanzando rogando por no toparme con Jasón en el camino. Un pensamiento vino a mi mente cuando comencé a sentir las arcadas, me sostuve de un buzón para no caer, definitivamente estaba ebrio ― Y con un par de cervezas ― me recrimine. Después de dejar mi almuerzo sobre la acera continué avanzando rogando por que nadie saliera en ese momento, seria demasiado


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bochornoso al día siguiente verle la cara a los vecinos. Pero para mi mala suerte escuche el sonido de un puerta abrirse y rogué por que me tragara la tierra en ese momento. A pesar de mi intento por avanzar me percate de que seguía aferrado al poste de un buzón escarlata, en el se encontraba con letras blancas escrito el apellido de la familia, lo leí con un poco de esfuerzo dado que mi cabeza daba tantas vueltas que por un segundo creí que sin querer me había subido a un tiovivo. Haciendo uso de la poca consciencia que aun me quedaba leí aquel apellido: Parker. Y entonces sentí una mano sobre mi hombro y nuevamente comencé a avanzar, pero en dirección contraria a donde me dirigía, por lo poco que pude captar estaba siendo conducido al interior de aquella casa del buzón rojo, una vez adentro me di cuenta de que aquel sitio no me era desconocido, ahí estaban los cuadros con lo paisajes, las paredes pintadas en color beige y la chimenea, aunque para entonces el fuego ya estaba prácticamente a punto de extinguirse, solo quedaban unas cuantas brazas que se resistían a morir, aquella sin duda era la casa Parker y ese que me conducía escaleras arriba no podía ser otro que Jasón.


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9 UNA NOCHE EN LA CASA PARKER Nuevamente sentí un sabor amargo que se extendió por mi boca, solo que esta vez el líquido caliente escapo totalmente mojándome la camisa quemándome un poco. Cuando volví a abrir los ojos me tope con un techo banco en el cual había dibujados un sol y una luna, todo me daba vueltas provocando que aquel fuera un espectáculo bastante interesante aunque yo estaba tan aturdido que no pude disfrutarlo del todo. ― No deberías beber si no sabes controlarlo ― escuche decir a una voz a mi lado a la vez que nuevamente me pegaban a los labios una taza con aquel liquido amargo y caliente, negué con la cabeza tratando de evitar tomarlo ― Bebe, es café, te hará bien para que se te baje la borrachera que traes ― sugirió. Me volví aun mareado pero pude reconocer el rostro de Jasón quien me miraba con un gesto divertido. ― ¿Por qué me trajiste aquí? ― le pregunte a aquel chico de tez clara y ojos grises que me miraba mientras trataba de hacerme tomar un sorbo de café. ― ¿Hubieras preferido que te dejara afuera abrazado a nuestro buzón? ― me cuestiono. No respondí y me limite a dejarme caer sobre la mullida cama, un sopor me invadió y comencé a quedarme dormido pero la voz de Jasón Parker me hizo volver a abrir los ojos, la luna y el sol pintados en el techo seguían girando, aunque ahora a una velocidad más tranquila. ― Me gusta tu cuarto ― dije con voz entrecortada arrascando las “eses” dado que mi lengua parecía estar dormida ― el techo es muy interesante… ― indique soltando una risita boba. ― ¿Siempre celebras así con tus amigos? ― me pregunto sin prestar atención a mi sarcasmo con respecto a la habitación. ― Es la primera vez ― indique tratando de incorporarme si éxito ― Aunque estoy considerando seriamente hacerlo mas seguido ― indique ― Además no estaba celebrando… todo esto fue tu culpa ― le alegue recordando que por el había decidido pedir la primera ronda de la tarde. ― ¿Mi culpa? ― dijo sorprendido. ― ¿Que hacías en el Hole? ― lo cuestione jalándolo de la playera para acercarlo un poco más. Parker se limito a mirarme sin decir nada.


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― Jack se va a volver a molestar conmigo cuando se entere que estuve nuevamente en tu casa ― dije poniéndome serio, aquello si pareció llamar la atención del chico Parker. ― ¿Te importa? ― dijo subiendo la ceja con molestia. ― Claro que me importa ― respondí ― Es mi amigo ― ― Y porque debería molestarle que también seas amigo mió ― alego Parker frunciendo el seño al escuchar mis palabras. ― Porque le caes muy mal ― revele con la indiferencia propia de mi estado. Jasón me miro durativo, hice el intento de volver a quedarme dormido pero me sacudió tratando de despertarme. ― ¿Y eso porque? ― me cuestiono plenamente interesado. Estaba tan cerca que pude percibir su frió aliento sobre mi rostro. ― Su abuelo dice… ― hice una pausa, me costaba trabajo recordar lo que Jasón me había contado afuera del café ― A si… dice que tu, tu padre y tu abuelo son la misma persona ― indique explicándome como mi poca conciencia lo permitía. Si hubiera estado un poco mas conciente hubiera podido notar la expresión en el rostro de Jasón. ― Valla ― inquirió el chico ― ¿Y que mas? ― continúo. Sabia que seria fácil sacarme toda la sopa en el estado en que me encontraba y no iba a desperdiciar aquella oportunidad. ― Dice que ustedes los Parker ― solté un hipido antes de continuar ― dice que tu siempre has tenido la misma edad y que eso se debe a que tu eres… ― no termine la frase, nuevamente el sueño me embargo y comencé a sentir que me iba hundiendo en un sueño tranquilo y profundo. Parker me sacudió un poco tratando de que terminara de hablar. ― ¿Que yo soy que? ― pregunto levantándome un poco jalándome de los hombros. Abrí los ojos nuevamente con algo de dificultad. ― Dice que porque eres un vampiro… ― exprese con la mayor naturalidad del mundo, sonriéndole. El guardo silencio por un instante como meditando mis palabras, sin poder vitarlo su mirada cambio y un dejo de preocupación se vislumbro, aunque solo duro un segundo ya que de inmediato volvió a adoptar el mismo tono de suficiencia que lo había caracterizado desde que comencé a tratarlo.


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― Los vampiros no existen ― alego serio. ― Lo mismo le dije yo pero ya sabes como es esta gente… ― dije ― Les gusta creer en supersticiones y en tonterías ― ― ¿Y tu que piensas al respecto? ― me cuestiono jalándome un poco mas hacia el. Parecía muy interesado en conocer mi opinión al respecto. ― A mi no me importa ― dije abrazándolo para sostenerme, el me afianzo a su vez tratando de mantenerme atento a la platica que manteníamos ― a mi me caíste bien y yo no creo en esas patrañas ― Parker me miro con sus ojos grises como analizando si aquello en realidad era verdad. ― ¿Y si fuera cierto? ― me cuestiono en un tono que delataba un dejo de nerviosismo, aunque trato de ocultarlo lo más que pudo. Suspire profundamente antes de responder aquella última pregunta y mire a Jasón con los ojos entrecerrados. ― Entonces que mas da… serias mi amigo el vampiro ― dije al fin ― solo promete que no me morderás y no habrá ningún problema ― le solicite en tono de guasa. Y dicho esto me quede profundamente dormido en los brazos del chico Parker. Jasón sonrió al escuchar aquello último y acomodo al chico en su cama para después cubrirlo con la manta. ― Es una lastima que hayamos tenido esta platica contigo en un estado tan… inconveniente ― dijo mirando a Mike quien dormía a pierna suelta. De inmediato tomo el teléfono y marco el numero de la casa de su amigo, había tenido a bien buscarlo primero en su celular consiente de que para esas horas la madre del chico debía esta muy preocupada por su tardanza. Para su alivio después de algunos tonos se activo la contestador automática y de inmediato dejo un mensaje avisando que el y Mike habían tenido que hacer un trabajo para el día siguiente y había tenido que quedarse pues terminarían demasiado noche, de cualquier modo tubo a bien dejar el numero de su casa por si quería comunicarse con él para cerciorarse de que su hijo estuviera bien, aunque por suerte la madre del chico no lo hizo. El resto de la noche Jasón se la paso velando el sueño de su amigo, estaba seguro que al día siguiente cuando despertara le tendría que dar muchas explicaciones, aunque por otro lado también estaba dispuesto a aclararle de una vez por todas el porque parecía haber tanto misterio alrededor de él y de su familia, había pasado toda la tarde hasta antes de encontrarlo fuera de su casa semiinconscientes debatiéndose entre hacerlo o no, las palabras del chico durante su corta platica le habían servido para decidirse, a la


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mañana siguiente en cuanto amaneciera y el chico despertara estaba dispuesto a contarle todo y a revelarle aquel secreto que había guardado tan celosamente durante muchos años, estaba dispuesto a confiarle a Mike Stevenson que él en realidad las sospechar del abuelo de Jack eran ciertas, estaba dispuesto a revelarle que en realidad él era un Vampiro.


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10 LA CONFESION Abrí los ojos y por un momento creí que aun estaba sufriendo los efectos de lo que había tomado la tarde anterior en el Hole, unos ojos azules me miraban desde el techo, aquello me tomo desprevenido y di un salto enredándome con las sabanas cayendo estrepitosamente contra el suelo golpeándome el trasero. Luche unos cuantos minutos para salir de aquella maraña y observe ávido en busca de aquello que me había sobresaltado. Nada. ― ¡Maldición! ― exclame en mis adentros mirando hacia todos lados. Por primera vez observe con suficiente conciencia el dibujo que estaba pintado en el techo de aquella habitación que me resultaba desconocida, el detalle era verdaderamente bueno y entonces recordé de repente un poco de lo que había pasado la noche anterior y me di cuenta de que estaba en la casa Parker. ― ¿Qué demonios fue eso? ― dije mirando hacia todos lados, estaba seguro de que había visto algo pero fue tan rápido que a ciencia cierta no supe de que se trataba. Me arrastre por la cama hasta alcanzar el buró donde se encontraba mi celular, me di cuenta de que había un mensaje, por un momento temí que fuera de mi madre, pero para mi suerte me di cuenta de que era del teléfono de Jack. De inmediato me apresure a escucharlo. ― ¡Mike! ― escuche decir a mi amigo con una voz que evidenciaba lo mucho que había bebido después de que lo deje la noche anterior ― ¡La encontré! ― lo oí exclamar nuevamente, supuse que se refería a mi chamarra ― Nos vemos en clase ― después de eso pareció cortarse la llamada. No pude evitar sonreír, sin embargó al recordar donde me encontraba me di cuenta de que en realidad tendría problemas si es que algunos de mis amigos, sobre todo Jack se llegaba a enterar. La puerta se abrió dando paso a Jasón quien traía consigo una charola con lo que parecía ser café. La cabeza aun me daba un poco de vueltas y me dolía el cuerpo como si me hubiera atropellado un autobús. ― Que bueno que despertaste ― dijo sonriendo mientras depositaba la charola sobre la mesa. ― ¿Cómo llegue aquí? ― Lo cuestione sentándome en la orilla de la cama.


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― Yo te traje ― índico ofreciéndome la taza humeante de aquel líquido ocre, la cual tome a regañadientes. Una pequeña figura atravesó el umbral de la puerta dando saltos, era Eidrian quien de inmediato se acerco a su hermano y lo abrazo cariñosamente. ― Dale los buenos días a nuestro invitado Eidrian ― indico Jasón. El chiquillo me observo tímidamente como era su costumbre con todos los extraños, aun así dio los buenos días sonriéndome, un pasmo me cimbro al ver su ojos azules brillaban con la tenue luz del sol que se filtraba a través de las gruesas cortinas que cubrían la ventana, entonces sentí un escalofrió al darme cuenta de que aquello era lo que me había sobresaltado al despertar, era una locura pero estaba seguro que lo que fuera que hubiera visto colgando del techo aun lado del dibujo de la luna y el sol tenia aquellos mismos ojos. Lo que había visto era a Eidrian colgando del techo observándome, aquella idea me pareció una completa locura. ― Tenemos que hablar ― dije señalando al pequeño. Jasón comprendió y se dirigió de inmediato al chiquillo. ― ¿Podrías dejarnos solos un momento? ― le indico acariciándole el cabello de manera cariñosa. El chiquillo se fue de inmediato dando tumbos sonriendo divertido. Hubo un breve silencio cuando los dos nos quedamos solos en la habitación, al parecer ninguno se atrevía a dar el primer paso consiente de que aquella era una situación tensa después de lo ocurrido la noche anterior durante el viaje a casa. ― ¿Y bien? soy todo oídos ― indico Jasón mirándome fijamente, como si tratase de leer mis pensamientos. Hizo una mueca la cual no pude interpretar pero parecía verdaderamente frustrado. ― ¿Por qué me estas siguiendo? ― lo cuestione mirándolo fijamente ― Y no me digas que no es cierto porque yo mismo te vi en el Hole ¿O me vas a decir que no eras tú? ― ― Si, si era yo pero no te estaba siguiendo ― respondió con un tono tranquilo y relajado. ― ¿Entonces? ― ― Necesitaba hablar contigo de una buena vez… aclarar las cosas ― ― Entonces si me estabas siguiendo… ― repetí.


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Dude por un momento, la cabeza aun me daba vueltas, pero trate de parecer lo mas entero posible, no iba permitir que pensara que tenia la guardia baja y aprovechar para soltarme otra de sus historias. ― No hay mucho que aclarar… ― indique de forma tajante ― a menos de que cambies tu actitud y dejes de decirme mentiras sobre tu vida ― advertí ― de otra manera nunca podremos ser amigos… ― ― Nunca te he mentido Mike ― me interrumpió. ― ¿Acaso me crees un idiota? ― reaccione molesto levantándome de mi asiento, aunque de inmediato me deje caer sobre él nuevamente al sentir un leve temblor en las piernas producto de la resaca. Jasón hizo el intento de ayudarme pero me aparte bruscamente. Pareció contrariado con mi reacción, aunque solo fue por un segundo, ya que de inmediato volvió a adoptar aquella mirada despreocupada y prosiguió. ― Hay veces que es mejor una mentira que una verdad que no podamos soportar ― alego en su defensa. ― Valla desfachatez ― pensé. ― Pues yo no creo lo mismo, así que te daré una ultima oportunidad ― dije en señal de ultimátum ― ¿Quién eres realmente Jasón Parker? ― lo cuestione. Me miro meditabundo por un instante, sin contestar se encamino hacia la ventana y la cerro completamente bien, la luz del sol desapareció dejando todo en penumbras. Me volví y al mirarlo me di cuenta de que su actitud había cambiado, en sus ojos se vislumbraba una profunda tristeza y por un momento creí que estaba siendo demasiado injusto. No podía negar que la sinceridad con la cual me había contado todo aquello que yo creía una mentira me había convencido, sin embargo era imposible creerle. Y entonces nuevamente se encamino hasta donde yo estaba y comenzó a hablar nuevamente. ― Ayer estuviste hablando de mi con tu amigo Jack afuera del café ― indico sentándose nuevamente, había adoptado un tono solemne ― ¿Recuerdas lo que te dijo? ― ― ¿Nos estaba escuchando? ― reaccione molesto. ― Cálmate y escúchame ― me ordeno con un tono de voz que hasta entonces no le había escuchado ― Me pediste la verdad y eso es lo que trato de decirte… ― Jasón prosiguió cuestionándome al respecto sin prestar atención a mi evidente molestia,


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― ¿Qué piensas de lo que te dijo? ― indago tratando de sentar un precedente antes de comenzar a hablar abiertamente del asunto. Fruncí el seño sin comprender a donde quería llegar recordándome la absurda plática que había tenido con Jack. ― ¿Qué hay que pensar? ― respondí sin dar demasiada importancia a lo que Jack me había dicho sobre los Parker y la horrible fama que tenían en West Hill ― Son supercherías de pueblo ― alegue. ― ¿Y si te dijera que parte de lo que te dijo tu amigo es verdad? ― dijo con interés disimulado, en espera de mi respuesta. Lo pensé por un momento, comencé de nuevo a molestarme creyendo que estaba punto de escuchar una nueva mentira. Aun así decidí seguirle un poco el juego. ― Te escucho… ― lo apresure ― Según tu que es lo que si seria verdad de la historia que me contó Jack ― ― ¿Crees poder soportar la verdad Mike? ― prosiguió, aquello comentaba a tornarse tenso. Lo mire por un instante ― ¿Acaso aquello se convertiría en una confesión? ― me cuestione o solo trataba de confundirme. ― Habla claro de una buena vez ― le indique perdiendo un poco la paciencia ― ¿Por qué te la pasas inventando mentiras? ― Aquello pareció ofenderlo y de inmediato se defendió. ― Lo que te dije sobre mis padres fue verdad Mike ― comenzó ― murieron en un accidente aéreo, hace muchos años, para ser exactos murieron en 1917 ― Reí por lo bajo al escuchar aquello. ― Valla, ahora si que me sorprendiste… y supongo que tu abuelo se ahogo en el Titanic ― agregue burlón, era absurdo que creyera que me iba a tragar semejante disparate. Jasón pareció lamentar mucho mi eseptisismo y bajo la mirada. ― Querías la verdad ¿No es así? ― dijo con voz baja que denotaba tristeza ― ¿Porque te cuesta tanto trabajo creerme? ― indico. Lo mire, y medite sobre aquella situación por un instante, en realidad mi problema no era el hecho de no creerle, por le contrario, lo que mas me molestaba es que a pesar de mi lógica, algo en mi interior me decía que era sincero ― pero era imposible ― me dije.


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― Supongamos que te creo por un segundo ― dije levantándome de la cama encaminándome a donde él se encontraba sentado, junto a un viejo escritorio de roble ― si lo que dices es cierto y tus padres murieron cuando tu tenias 22 años ― dije sacando cuentas mentalmente ― tú tendrías cerca de ciento trece años ¿No es así? ― alegue sacando el cálculo. Jasón no levanto la mirada y permaneció impávido escuchando mis palabras. ― Pues permíteme felicitarte porque te has conservado muy bien, deberías compartir el secreto de la eterna juventud con el resto del mundo, muchos te lo agradecerían ― indique con un dejo de ironía mas crudo de lo que pretendía producto de mi enojo. ― ¡EL SECRETO TU YA LO SABES! ― índico furioso sin soportarlo mas perdiendo el sosiego al darse cuenta que yo no cedía a pesar de sus intentos de convencerme. Lo mire igualmente molesto, aquella platica no nos estaba llevando ningún. Trate de meditar sobre lo que Jack me había dicho sobre Jasón y su familia, aquello era completamente absurdo ¿Acaso era posible que Jasón Parker fuera en realidad…? ― Soy un vampiro ― revelo adelantándose a la pregunta que estaba punto de formular, me quede de una pieza al escuchar aquella confesión y lo peor al darme cuenta de que parecía estar siendo sincero. ― ¿Un vampiro? ― exclame sin dar crédito a sus palabras. Hubo un pequeño lapso de silencio, antes de que cualquiera de los dos volviéramos a hablar. ― Eso es imposible… los vampiros no existen ― dije recurriendo a toda mi lógica. ― Tienes uno enfrente ― dijo mirándome nuevamente con sus ojos grises llenos de lagrimas ― Por eso puedo hacer que me escuches en tu cabeza, aparecer y desaparecer de forma misteriosa, tu amigo te dijo la verdad aunque el solo lo sospecha, al igual que tu se niega a creer en la existencia de un ser como yo… de un fenómeno ― dijo con amargura ― Durante años he vivido en este pueblo escondiendo este secreto usando a mi favor la incredulidad de la gente ― indico ― eres el primero y el único al que le he contado esta verdad y aunque no lo puedas aceptar eso es lo que soy… te juro que es verdad ― recalco. Y entonces, para mi sorpresa Jasón se desplomo llorando como un niño, jamás le había revelado aquel secreto a nadie, por lo menos a nadie que no estuviera íntimamente ligado a la familia Parker, el chico estaba conciente de que aquello traería consecuencias, sin


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embargo ya habían sido demasiados años oculto, por primera vez en todo ese tiempo había sentido la necesidad imperiosas de contar lo que era, sin importar lo que sucediera, habían sido demasiado años cargando ese pesado secreto. Permanecí en silencio, confundido, luchado por entender, y fue entonces que me di cuenta de que aquello tenía que ser verdad, a pesar de tratar de usar toda mi lógica aquello era verdad, Jasón Parker era un vampiro. No había otra explicación. ― Es imposible… ― susurre ― ¿Un vampiro? ¡Imposible!― indique con el último dejo de incredulidad que me quedaba. Y entonces un nuevo escalofrió recorrió mi espina al darme cuenta de lo inevitable, había escuchado cintos de historias, algunas bastante creíbles, otras ridículas, sin embargo aquella duda que acababa de llegar a mi me hizo pensar que quizás estaba yendo demasiado lejos, sin embargo la pregunta me quemaba la garganta suplicando por salir y sin poder evitarlo así lo hice. ― Jasón… ― comencé a hablar buscando los ojos de mi amigo quien continuaba sollozando en mi regazo ― Eidrian también es… ― Los ojos grises del chico Parker se encontraron con los míos, no tuvo siquiera que responder, aquella mirada fue suficiente para saber la respuesta a mi pregunta. Mi expresión debió ser demasiado obvia. Jasón se incorporo y se alejo unos cuantos pasos. ― ¿Te horroriza saber lo que somos? ― me cuestiono secándose las lágrimas con el dorso de la mano mientras se levantaba tratando de recuperar un poco la compostura. ― No es eso… solo que… lo me de dices suena tan, discúlpame pero no puedo creer que sea cierto... ― indique desconcertado. ― Lo es… ― alego ― Ahora te toca a ti decidir que es lo que harás ahora que lo sabes… ― Pude notar una nota de amargura en sus palabras, aun así me atreví a preguntar más. ― ¿Y tu abuela? ― indague nuevamente ― Supongo que también es… ― Jasón esta vez negó con la cabeza, no pude evitar sentirme aliviado.


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― En realidad no es mi abuela… ― agrego. Aquello no me sorprendió. ― ¿Lo sabe? ― indique refiriéndome al secreto que me acababa de revelar. Esta vez movió la cabeza afirmativamente. ― Ruth a vivido toda su vida en este pueblo, la conocí cuando apenas tenia 15 años de edad, en un principio no hicimos amigos, después, al morir sus padres vino a vivir con nosotros, en ese entonces acababa de traer también Eidrian conmigo, en un principio fue muy difícil controlar sus instintos… su sed ― indico guardando silencio por un segundo ― Fue por eso que ella descubrió lo que en realidad éramos ― Una nueva pregunta vino a mi mente, aunque no creí que fuera el momento adecuado para hacerla, aunque no conté con las capacidades especiales de Jasón quien de inmediato la respondió. ― Es posible controlar nuestros instintos y sobre todo la sed que sentimos lo seres como nosotros Mike… ― indico ― Es lo que nos ha permitido tener una vida mas o menos normal ― agrego. ― ¿Que paso después? ― dije queriendo saber más de la reacción de Ruth al conocer el secreto de los Parker. ― En un principio como era de esperarse se horrorizo ― continuo ― sin embargo termino por aceptarlo y con los años se convirtió en un miembro mas de esta familia ― hizo una pausa ― por decirlo de alguna manera ― agrego. ― ¿Porque ella no…? ― volvía cuestionarlo pero me interrumpió antes de terminar. Aquella sensación molestarme.

de

vulnerabilidad

mental

comenzaba

a

― Nunca ha aceptado convertirse… ― indico ― incluso hace poco volví a ofrecérselo, con los años su salud se ha visto deteriorada, me temo que no le queda mucho tiempo, aun así se niega a aceptarlo y es lógico, dice que es muy vieja y no desea pasar el resto de su vida así… es casi el mismo problema que tiene Eidrian ― ― ¿Problema? ― aquello último no lo comprendí. ― Generalmente cuando se convierte a alguien… ― comenzó a explicar, pude notar lo avergonzado que se sentía al tener que revelarme aquello ― se hace cuando se ha alcanzado cierto grado de madurez ―


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― ¿Es decir que esta prohibido convertir a un niño? ― dije tratando de poner en claro sus palabras, aunque en realidad no estaba entendiendo muy bien aquello ― No es que este prohibido ― recalco ― simplemente no es recomendable, un niño no tienen la capacidad de comprender lo que es o porque puede o no hacer ciertas cosas… cosas normales… comunes ― indico tratando de ser lo mas explicativo posible. ― Es decir… ¿El no sabe que es un vampiro? ― lo cuestione. ― El sabe que es diferente… sin embargo no alcanza a comprenderlo, incluso la sed para el es un juego inocente… el no bebe por placer, lo hace por necesidad, por hambre… es solo un niño con necesidad de alimentarse ― No pude evitar sentir un nudo en el estomago al pensar en Vidrian de esa forma. Entonces comprendí el porque no se permitía convertir a alguien de tan corta edad aunque supuse que Jasón había tenido una buena razón para hacerlo Iba a cuestionarlo al respecto pero nuevamente me contuve, consiente que en su momento el mismo me lo contaría. ― ¿Y tu…? ― lo cuestione tratando de no parecer horrorizado ― ¿Cómo es que has vivido todos estos años sin que nadie te descubra? ¿Cómo controlas tu sed? ― Aunque no entendía muy bien como funcionaba aquello trate de explicarme ― ¿Acaso has…? ― no pude terminar la frase. Jasón volvió la vista en señal de vergüenza. ― Alguna vez lo hice… ― revelo con congoja ― Pero eso fue hace muchos años… poco a poco fui descubriendo que con los años es posible llegar a controlar el impulso, la sed ― indico ― con las cuales es posible evitar convertirse en una bestia irracional y sin conciencia ― Aquello me tranquilizo un poco. ― ¿Cómo sobrevives entonces? ― lo cuestione acercando un poco a él aunque sin atreverme a hacerlo demasiado. ― He encontrado los medios… ― dijo sin pretender revelar demasiado, decidí que era mejor no presionar y dejarlo pasar. Por lo menos en ese momento. Nuevamente el silencio inundo la habitación. ― ¿Te horroriza saber lo que soy? ― me pregunto con voz entrecortada al darse cuenta de mi pasmo después de haberme contado todo aquello.


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Dude un segundo antes de responder, meditando sobre las palabras que debía usar para expresar lo que sentía al respecto, en realidad mas que horrorizado me costaba trabajo dar crédito a que aquello estuviera sucediendo realmente. Una cosa eran las historias que todos conocíamos, con las que incluso nos asustábamos de pequeños, sin embargo tener enfrente la prueba real y tangible de la existencia de algo así en la vida real representaba un shock para cualquiera. ― No estoy horrorizado… ― indique convencido ― Mas bien estoy sorprendido… ― comencé a explicarme tratando de no decir algo indebido ― es… difícil de creer ― dije sin saber como expresarlo de otra manera. ― ¿Qué harás ahora que sabes mi secreto? ― ― No lo se… ― dije con toda la honestidad del mundo. Hubo un silencio molesto, Jasón permaneció de pie en el centro de la habitación, inamovible, como si se tratara de una estatua, yo por mi parte me deje caer sobre una silla tratando de digerir aquello. ― Te puedo hacer una pregunta mas ― lo cuestione. Jasón me miro nuevamente, sus ojos estaban enrojecidos por las lágrimas. ― ¿Cómo controlas la sed de Eidrian? ― aquella pregunta escapo de mis labios sin poder evitarlo mas, ahora estaba seguro que lo que había visto aquella mañana al despertar había sido a Eidirian y por un momento me di cuenta del peligro que aquello había representado ― Siendo tan pequeño no debe tener tanto autocontrol como tu ¿O me equivoco? ― ― En un principio fue difícil hacerlo… sin embargo con el paso de los años… ― índico. ― ¿Cuánto tiempo llevan juntos? ― ― Casi cuarenta años ― No pude ocultar nuevamente mi sorpresa. ― ¿Jamás crecerá? ― ― Nunca… permanecerá con la apariencia de un chiquillo para siempre… ― índico con pesar consiente de lo que aquello significaba. Entonces comprendí el porque Ruth había decidido no convertirse ella también. ― Y tú… ¿Qué edad tienes? ―


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― Mas de los que podrías imaginar… ― alego mirándome un tanto mas tranquilo denotando que aquel seria un secreto que no me revelaría aun. Lo mire nuevamente, ahora consiente de que aquel chico frente a mi era un vampiro, millones de dudas mas vinieron a mi inevitablemente dada mi curiosidad nata, pero eran tantas que no sabia a ciencia cierta por cual empezar y peor aun, si era correcto abusar de la confianza que Parker estaba depositando en mi. Finalmente decidí solo hacer una última pregunta. ― ¿Por qué has decidido contarme tu secreto? ― dije dando un par de pasos mas cerca del chico, este hizo lo contrario, tratando de hacer nuevamente espacio entre ambos sin dejar de mirarme. ― Porque eres la primera persona en años que me trata como si fuera un ser humano común y corriente ― indico. Y sin decir mas se abalanzo sobre mí y me estrecho, yo no supe por que pero correspondí a su abrazo, por primera vez pude sentir el tacto frió de sus manos sobre mi espalda. Aquel abrazo duro solo un instante pero fue mas que suficiente para borrar todas dudas, sin saber porque estaba seguro que Jasón jamás seria capaz de hacerme daño y entonces todo el miedo que sentí al descubrir lo que en realidad era pareció desaparecer para dar paso nuevamente al sentimiento de amistad que en un principio había experimentado por el. ― Tienes que prometerme algo… ― le solicite una vez que rompimos aquel abrazo de amigos. Jasón me miro durativo. ― Tienes que dejar de leer mis pensamientos ― indique consiente de ser incapaz de no tener algunos pensamientos que podrían confundir a mi amigo con respecto a lo que pensaba al respecto de su condición. ― Lo siento… es algo innato ― se disculpo ― de cualquier modo es muy difícil hacerlo, ahora con la resaca que tienes al parecer te encuentras vulnerable, por eso he podido hacerlo, en condiciones normales me cuesta demasiado trabajo, incluso algunas veces es casi imposible ― ― ¿Eso es algo raro? ― lo cuestione sin comprender. ― Generalmente me es bastante fácil poder ver los pensamientos de otras personas, en tu caso… ― ― Valla me alegro de escucharlo ― Admití ― Pero puedes controlarlo ¿No es así? ― indique ― Solo si lo quiero hacer… ― alego.


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― Entonces hazlo ― le solicite ― De por si es difícil ya ordenar mis ideas, no quisiera tener a alguien mas, mucho menos alguien que pueda darse cuenta del desorden que traigo acá dentro ― ― No deberías subestimarte tanto ― índico. ― Solo digo la verdad… ― respondí ― Mi madre dice que se necesita esta loco para poder entenderme ― agregue ― es casi una lastima no poder decir le que hay alguien que ha podido probar de buena fuente que no es así ― bromee. Los dos echamos a reír. ― Ya te dije que al parecer solo puedo entrar en tu mente cuando tienes resaca o algo por el estilo… de otra forma me resulta casi imposible… ― ― Eso quiere decir entonces que tendré que mantenerme lejos de ti cuando decida echar la fiesta ― indique. Jasón sonrió al escuchar mis palabras. ― Me tengo que ir ― indique recordando la situación y preocupado por no haber ido a dormir a casa ― No te preocupes, he llamado a tu casa para dejar un mensaje ― explico Jasón comprendiendo el motivo de mi prisa por marcharme. Aliviado me tumbe nuevamente en la cama, a pesar de que la resaca se había suavizado un poco aun sentía los remanentes de la juerga de la noche anterior. Me arrastre un poco hasta el otro lado, sobre el buró descansaba mi mochila y de inmediato me apresure a buscar un cigarrillo. Jasón me brindo una mirada de desaprobación. ― ¿Te molesta si fumo? ― lo cuestione consiente de que aquella debía de ser su habitación. ― Ya te dije que es un feo habito… ― me recordó. ― Solo uno ― dije con un tono bastante similar al que usaba de pequeño cuando mi madre no me dejaba hacer algo. Jasón volvió a sonreír. De inmediato encendí el cigarrillo y di la primera bocanada, el sabor del tabaco impregno mis papilas gustativas, sin embargo no pude evitar soltar una expresión de asco al darme cuenta que aquello tenia un sabor verdaderamente asqueroso. ― Esto sabe horrible ― dije con un gesto de disgusto en el rostro.


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Jasón hecho a reír al ver mi reacción. Entonces me di cuenta de que el había tenido algo que ver en aquello. Le lance uno de los almohadones, pero logro evadirlo fácilmente. ― Tu mismo me dijiste que querías que hiciera algo para que lo dejaras ¿No es así? ― alego divertido. ― ¿Entonces si puedes hacerlo? ― indique lanzando el cigarrillo al bote de basura ― También fue obra tuya lo que ocurrió en clase de Carter? ― lo cuestione emocionado. ― Si… ― su expresión cambio de repente al escuchar mis palabras. ― ¿Qué sucede? ― lo cuestione al darme cuenta de su reacción al mencionar al profesor Carter. Jasón pareció dudar un poco antes de volver a hablar. ― ¿Tienes idea de porque Carter te odia tanto? ― me cuestiono serio. Levante la ceja sin comprender bien aquella pregunta. ― Ese tipo odia a todo el mundo… ― indique tratando de restarle importancia. ― Debes tener cuidado con él… ― me advirtió. ― ¿Cuidado? ― aquello comenzó a preocuparme, era mas que evidente que Carter tenía cierta aversión hacia mi pero jamás imagine que se tratara de algo que mereciera ponerse tan serio como lo estaba Jasón en ese momento. ― El odio de Carter va mas allá de una simple antipatía ― señalo ― incluso podría asegurarte que a ese tipo le gustaría verte muerto… ― Aquello último me tomo por sorpresa. ― Debes tener cuidado con él Mike… ― volvió a advertirme ― Fue por eso que te seguí al Hole, esa tarde durante su clase Carter estuvo pensando en como hacerles daño a ti y a tu amigos… incluso me pregunto por ti al terminar la clase ― ― ¿Carter te pregunto por mí? ― Aquello se hacia cada vez mas bizarro. ― Le dije que no sabía nada de ti y me pidió que te advirtiera que estabas llegando al límite de su paciencia… ― Nuevamente la tensión invadió la habitación, me levante de la cama y extraje la cajetilla de cigarros y el encendedor que un instante antes había botado en él. Saque un cigarrillo del empaque y lo coloque en mi boca, estaba a punto de encenderlo pero antes me volvía mirar a Jasón.


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― ¿Te importaría bajar el Swich? ― le indique refiriéndome a lo que fuera que hubiera hecho en mi cabeza momentos antes. El no pareció muy contento pero no dijo nada. Encendí el cigarrillo y di una bocanada, esta vez pude sentir el sabor del tabaco en lugar de aquel horrible sabor que había experimentado la vez anterior. ― Siempre creí que no le caía bien a ese tipo pero por lo que dices creo que debo preocuparme mas… ― indique sentándome nuevamente al borde de la cama. ― No te preocupes ― me tranquilizo Jasón, aunque el también parecía preocupado ― Lo mantendré vigilado… ― me aseguro. ― Me tengo que ir ― dije levantándome de la cama y comenzando a recoger mis cosas, acababa de darme cuenta el enorme desorden que había hecho en la habitación de Jasón. ― Deberías darte un baño antes de marcharte ― índico levantándose y encaminándose a la salida ― si gustas puedes tomar lo que necesites de mi armario. Le agradecí el gesto y de inmediato me metí al baño, era justo lo que necesitaba para despabilarme un poco. ― Jasón… ― lo llame asomándome desde la puerta del baño antes de que abandonar la habitación. El se volvió a mirarme, sus ojos grises habían recuperado el brillo que habían perdido y no pude evitar sentirme extasiado al verlos nuevamente. ― Gracias por confiar en mi… ― dije. El solo sonrió y desapareció cerrando la puerta tras de si.


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11 RUTH Una vez que me encontré nuevamente solo en la habitación, sin esperar mas me dispuse a darme un buen baño, mi ropa olía a rayos y no quise indagar el porque, aunque me lo imaginaba. El agua tibia pareció aflojar un poco la tensión muscular y alivio la resaca que a pesar de no ser tan fuerte ya, parecía haberse quedado atorada en algún rincón de mi cabeza, nunca en mi vida había añorado tanto tener a la mano un par de aspirinas. Mientras el agua continuaba cayendo sobre mi medite sobre todo lo que acabábamos de hablar Jasón y yo, sobre todo en la amenaza de Carter, aquello me intrigaba aunque al fin de cuentas trate de restarle importancia, sobre todo ahora que sabia que Jasón podía escrutinar su mente para descubrir el motivo de su odio. Seria lo primero que haríamos la próxima vez que lo tuviéramos cerca, al menos así lo había acordado con Jasón. Quince minutos después salí del baño envuelto en una toalla y comencé a buscar entre la ropa de mi amigo algo que fuera con mi gusto, para mi sorpresa la mayoría de su ropa era de colores oscuros, rebuscando en los cajones bajos finalmente di con unos jeans deslavados y una playera de cuello redondo de color gris, una vez vestido me mire en el espejo, aquella ropa me sentaba bastante bien, aunque no pude evitar sentirme un poco extraño por usarla. Mas sabiendo que era de Jasón. Salí de la habitación de mi amigo y me encamine a la planta baja aun con el cabello húmedo, ya con mi mochila en hombros dispuesto a marcharme pero el aroma proveniente de la cocina llamo mí atención y no pude evitar asomarme al interior, ahí me encontré con Ruth quien al darse cuenta de mi presencia a diferencia de la primera vez que nos vimos me brindo una amplia sonrisa, haciendo que las arrugas propias de su edad aparecieran por todo su rostro. ― Pasa muchacho ― me indico amable ― Debes tener hambre después de una noche tan ajetreada ― comento. Sentí que los colores se me subían hasta las orejas, aquello no paso desapercibido para la mujer quien sonrió al ver mi reacción. ― No tienes porque apenarte ― dijo mientras continuaba cocinando ― A todos se nos han pasado las copas alguna vez ― señalo ― Si yo te contara… ― dijo en tono de guasa soltando una carcajada. Camine al interior, sobre la mesa había ya dispuesto un servicio.


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― ¡Pero siéntate muchacho! ― Me apresuro la mujer, a pesar de sus años aquella mañana parecía llena de vida y fortaleza, nada que ver con la mujer que había conocido unos días atrás al visitar por primera vez la casa Parker ― Espero que te guste lo que he preparado… ― indico ― Hacia años que no preparaba el desayuno… aunque no creo haber perdido mi buen sazón ― continuo hablando animadamente mientras vaciaba un par de huevos en el plato, acompañados de una buena ración de beicon. Me quede viendo el plato como si no supiera que hacer con el, en realidad no tenia mucha hambre, mi estomago era un lió pero creí que seria una grosería rechazar aquel gesto por lo que sin esperar mas tome el tenedor y eche un bocado. Aquello estaba verdaderamente bueno. ― Esta delicioso ― dije comenzando a comer mientras Ruth servia un vaso de jugo de naranja y me acercaba un cesto con panecillos. ― Me alegro que te guste ― índico tomando asiento a lado mió. Ruth me miro detenidamente por un instante, parecía estar a punto de decir algo pero no se atrevía, así que fui yo quien dio el primer paso. ― ¿Sucede algo? ― la cuestione limpiándome de la comisura de los labios un poco de jugo que había escapado al dar un trago. ― Me alegra mucho que seas amigo de Jasón ― indico con mirada tranquila ― El esta muy solo desde hace mucho tiempo ― dejando entrever un dejo de tristeza en su voz. ― Los tiene a usted y a Eidrian ― indique sin saber que más decir. La mujer tomo mis manos entre las suyas tiernamente. ― No es lo mismo muchacho ― indico mirándome ― Eidrian es un niño… ― hizo una pausa ― siempre lo será ― indico al perecer conciente de que Jasón me había revelado ya su secreto ― yo por mi parte ― prosiguió ― soy solo una vieja achacosa que muy pronto dejara este mundo… ― Un nudo se formo en mi garganta al escuchar aquello último, jamás me había gustado hablar sobre la muerte y ese tipo de cosas: a pesar de apenas conocer a Ruth, sentía un extraño sentimiento cada vez que escuchaba decir que estaba cerca el fin de sus días. ― No diga eso ― indique al escuchar sus palabras ― Ustedes dos son la familia de Jasón, se que hace muy poco que lo conozco pero estoy seguro de que usted es muy importante para él… si usted quisiera… no tendría que dejarlo solo ― sin pensarlo deje escapar aquella ultima frase.


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Por un momento temí haber ido demasiado lejos, aquella era una decisión solo de ella, aunque estaba conciente de que Jasón también opinaba los mismo que yo. ― Únicamente seria una carga, como lo he sido estos últimos años para Jas ― dijo refiriéndose a mi amigo ― así lo llamo de cariño ― aclaro ― el ya tiene suficiente con la responsabilidad de cuidar de su pequeño hermano como para pasar la eternidad cuidando de mi, además, lo que él necesita en realidad es a alguien como tu ― indico. Me quede mudo sin saber que responder. ― ¿Alguien como yo? ― pregunte sin comprender a que se refería. ― Un amigo… un verdadero amigo ― indico acariciando mi cabello tiernamente ― Anda termina tu desayuno ― me apresuro levantándose nuevamente. Pude darme cuenta de que las lágrimas estaban a punto de traicionarla, pero se contuvo. ― ¿Dónde esta Jasón? ― la cuestione mientras terminaba con el último sorbo de jugo. ― Salio un momento… pero no debe de tardar, fue a comprar el diario ― Continué comiendo en silencio, Ruth me sirvió una tanda mas de jugo de naranja y se sirvió un poco para si. Un instante después se escucho la puerta, Ruth se apresuro a llamar a Jasón al darse cuenta que se disponía a subir nuevamente a la planta alta. ― Estamos aquí en la cocina ― lo llamo. Mi amigo apareció a través del umbral de la puerta, como lo había indicado Ruth llevaba en la mano el diario y una bolsa la cual contenía algunas manzanas. ― ¿Cómo te sientes? ― me cuestiono al verme sentado a la mesa. ― Bien… ― fue lo único que se me ocurrió responder. ― ¿Qué tal sabe lo que te ha preparado Ruth para el desayuno? ― indago mirando los restos de comida que habían quedado en el plato. ― Delicioso… te vas a chupar los dedos… ― me pare en seco, había dicho aquello casi por inercia ― lo siento ― me disculpe apenado por mi error. ― No te preocupes ― indico Jasón sonriendo ― A veces lamento no poder hacerlo ― indico ― Aunque jamás he probado la comida de Ruth estoy seguro que debe de saber deliciosa… ―


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― ¿Te resulta peligroso comer? ― lo cuestione sin poder frenar mi curiosidad. Aquello podía más que mis esfuerzos por mantenerme callado. ― No es que me cause algún tipo de daño… simplemente no tengo la necesidad de hacerlo ― indico. Mi expresión se torno confusa. Jasón lo noto y trato de explicarse mejor. ― ¿Has masticado un trozo de caucho o plástico? ― me cuestiono. Asentí con la cabeza aun sin comprender. ― Para mi es lo mismo con cualquier tipo de alimento ― señalo ― no percibo sabor alguno, aun si se trata del mas exquisito de los manjares… ― agrego. ― Ya veo… ― fue lo único que atine a decir. Ruth comenzó a retirar el servicio y en silencio los deposito sobre el fregadero. Jasón y yo continuamos un rato mas platicando sobre trivialidades, evadí mas de una vez el tema del porque había decidido beber la noche anterior, me resultaba en extremo vergonzoso admitir que había terminado ebrio tan solo con un par de cervezas. Le dimo unas cuantas vueltas al asunto de Carter, ninguno de los dos nos explicábamos el porque del odio que sentía hacia mi, no parecía haber motivo. ― Es solo un viejo amargado ― dije sin dar demasiada importancia, aunque no podía sentirme intranquilo, una cosa era sospechar que alguien siente cierta aversión hacia ti, otra muy diferente tener la plena seguridad. Por mas que lo intentaba no podía sacarme de la cabeza el que el profesor Carter me quisiera ver muerto. ― Debemos tenerlo vigilado… ― señalo Jasón con una mirada de molestia ― Ese tipo no me da buena espina ― dijo haciendo un gesto de disgusto. Mire el reloj, eran cerca de las doce del día, supuse que ya era hora de ir a casa. ― Tengo que irme ― indique levantándome de mi asiento, aunque en realidad quería seguir platicando con Jasón ― Tengo que llamar al Sr. Braddy para disculparme por no haber ido hoy a trabajar ― indique conciente de que Paul debía estar ansioso por reprenderme, entonces no pude evitar lamentar el no ver a Kelly, la chica nueva. ― ¿Trabajas en el almacén? ― me cuestiono al escuchar aquello.


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― Si… medio tiempo, me ayuda a entretenerme en algo por las mañanas, aunque conociendo a Paul se que estará impaciente por ponerme de patitas en la calle ― indique sin demasiada preocupación. ― Si quieres puedo hacer algo al respecto… ― insinuó mirándome con complicidad. ― ¿Crees que podrías usar tu persuasión? ― dije entendiendo a que se refería. ― Incluso podría hacer que te aumente el sueldo ― alego plenamente convencido de sus capacidades. ― Suena interesante, déjame saber como están las cosas y ya veremos si es necesario… ― indique sonriendo, aunque en realidad no concederé que fuera necesario lavarle es seso a Paul, finalmente lo mas que podía era soltar un par de maldiciones por haberlo dejado tirado con el trabajo del almacén. ― Es mejor que me valla ― repetí levantándome del asiento a la vez que le agradecía a Ruth por el desayuno. Jasón pareció entristecerle mi partida, aunque trato de disimularlo. ― Recuerda, te has quedado a hacer un trabajo para la escuela ― me recordó ― no vallas meter la pata y tu madre descubra que todo ha sido una mentira… lo que menos necesitas es que se de cuenta de que le he mentido ― ― Me sorprende que la hayas convencido tan fácilmente… ― revele. ― Es una suerte que yo sea tan… persuasivo ― dijo complacido. ― ¿“Persuasivo”? ― lo mire haciendo énfasis en aquella palabra ― ¿Has hecho algo para que mi madre no saliera corriendo a buscarme o a llamar a la policía? ― dije recordando lo sobre protectora que podía ser mi madre, era uno de los grandes problemas de ser hijo único. ― Ya te lo dije… solo he sido ecuánime y le he inventado una buena historia, ahora solo no lo eches a perder o no me hago responsable de las consecuencias ― dijo en son de broma ― por lo que me has contado tu madre es de armas tomar ― agrego. ― No tienes idea ― indique echándome la mochila al hombro Me encamine rumbo a la salida después de despedirme de Ruth nueve mantee. ― ¿Te vas? ― me pregunto dejando su labor y extendiendo la mano para tomar la mía. ― Si… pero otro día volveré con mas calma para que continuemos charlando ― indique ― Solo espero esta vez llegar en mis cinco sentidos ― bromee. Los dos echamos a reír. ― Cuando quieras… esta es tu casa ― respondió amablemente.


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Jasón me acompaño hasta la puerta pero permaneció en el umbral, el sol del medio día brillaba en todo su esplendor y fue entonces que caí en un detalle que hasta entonces no había reparado. ― Debo suponer que eso de no poder salir de día… ― como otras tantas veces Jasón se adelanto antes de poder terminar de formular mi pregunta. ― En parte es un mito… ― dijo extendiendo la mano hacia los rayos del sol. Su blanca piel pareció resplandecer al contacto con aquella luz de inmediato la retiro. ― Mas que hacerme arder en llamas, la luz del sol tiene un efecto reflector sobre nuestra piel ― indico ― Generalmente por eso prefiero usar colores oscuros que contrarresten tal efecto ― prosiguió ― es mas evidente dependiendo de la intensidad de la luz ― puntualizo. ― Tengo mucho que aprender sobre ustedes… ― dije sin querer sonar despectivo. ― Poco a poco te contare todo lo que quieras saber ― se ofreció cortésmente. ― Cuídate Jas ― me despedí dirigiéndome a el de la misma forma en que lo había hecho Ruth durante el desayuno. Jasón sonrió al escucharme llamarlo de esa manera. Mi teléfono celular comenzó a vibrar en mi bolsillo, estaba casi seguro que se trataba de un mensaje de mi madre pidiéndome que la llamara a su oficina, haciendo una seña con la mano me despedí de mi amigo y eche a correr en dirección a casa, solo eran unas cuanta cuadras, así que unos minutos después me encontraba al teléfono dándole explicaciones del porque había decidido quedarme en la casa Parker sin consultarla. En un principio se mostró renuente y casi estuve a punto de creer que había echado abajo el bien elaborado plan de Jasón, pero por fortuna después de un par mas de explicaciones termino por creerme. Después de colgar marque el teléfono del almacén, por fortuna fue el Sr. Braddy quien respondió, tuve que inventarle que me había sentido mal, nada de gravedad por supuesto, en realidad el viejo no era tan estricto y después de darme un par de recomendaciones que según el me harían sentir mejor me despedí disculpándome nuevamente por no haberle avisado antes, satisfecho subí a mi habitación y me deje caer sobre la cama, tratando de asimilar todo lo que había sucedido la noche anterior y lo que había hablado con Jasón aquella mañana. El y su hermano Eidrian eran vampiros, aun me costaba creer que fuera cierto, sin embargo no me importaba, al contrario, ahora menos que nunca me importaba lo que dijeran o


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pensaran sobre mi amistad con Jasón Parker. Ahora menos que nunca quería separarme de él aunque a ciencia cierta no sabía a que se debía ese sentimiento que ni yo mismo podía explicar.


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12 EL ACCIDENTE DE JACK Mire el reloj y me di cuenta que eran casi las dos de la tarde, aunque no me preocupo demasiado, había decidido que esa tarde era mejor no ir a la escuela, el dolor de cabeza producto de la resaca aprecia haberse estancado en mi cabeza a pesar de los Tylenol que me había tomado un rato antes, lo menos que necesitaba era tener que aguantar una clase de Carter en esas condiciones. Aparte aun estaba muy cansado, más que física, mentalmente producto de todas las emociones vividas, no sólo había pasado la noche fuera de casa por primera vez en toda mi vida, por lo menos sin tener el permiso explicito de mi madre, aparte me había enterado de que mi nuevo amigo era un vampiro, entonces recordé que usaba la ropa de Jasón y tuve el impulso de cambiarme, sin embargo antes de hacerlo me detuve frente al espejo y me examine un poco. Aquella ropa era el puro estilo de Jasón, no había duda, jamás en mi vida me había gustado usar colores tan sobrios, aunque tenia que aceptar que me sentaban demasiado bien y por alguna extraña razón que no alcance a comprender me hacían sentir diferente, sabia que era absurdo, era como si de repente algo hubiera cambiado, como si en verdad fuera otra persona ― absurdo ― me repetí, pero así me sentía. Finalmente decidí quedarme vestido tal y como estaba. El resto de la tarde me la pase dando tumbos por la casa, había omitido decirle a mama que faltaría a clases así que seguramente había salido a comer con Jeff así que tuve la libertad de pensar en todo lo que había sucedido sin que nadie me interrumpiera, aun me costaba creer que de la noche a la mañana me había convertido en el mejor amigo de un vampiro ― Que insólito suena… ― pensé, era tan raro pensar en Jasón de esa manera, y aun mas pensar que para cualquier otro aquello significaría una razón suficiente para salir corriendo, para mi era solo una razón mas para sentirme fascinado. No había duda ― me increpé a mi mismo ― Estas verdaderamente loco ― Aunque no podía dejar de pensar que aquello era lo mejor que me había pasado desde que había llegado a West Hill. A pesar de todo no podía negar que en determinado momento había sentido miedo, sobre todo al recordar a Eidrian mirándome con aquellos profundos ojos azules colgando del techo de la habitación de Jasón, como él mismo Jasón lo había dicho, Eidrian era demasiado pequeño para controlar sus impulsos… su sed. Me estremecí al darme cuenta el peligro que significaba aquella falta de control sobre los instintos del pequeño, sin duda no debía ser una


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tarea fácil para Jasón, no había duda de que mi nuevo amigo era una buena persona, apenas lo conocía, pero me atrevía a decir que lo era. Había cuidado de Eidrian durante todos esos años, de la misma manera que había cuidado de Ruth. De su familia. Cerca de la hora de cenar el sueño finalmente comenzó a vencerme, había pasado muy mala noche a pesar de la comodidad de la cama en casa de los Parker, incluso mi propia cama me parecía ahora incomoda en comparación de aquel mullido colchón ― ¿Pero que me pasa? ― me pregunte, una noche en casa de los Parker y ya la extraño como si hubiera vivido ahí toda la vida. En realidad aquel sentimiento iba mas allá de solo un simple añoramiento, en realidad lo que extrañaba más era la compañía de Jasón. Estar con él me hacia sentir de una forma extraña, me había pasado el resto de la tarde tratando de encontrar una explicación, pero a la única conclusión que pude llegar fue que estar con Jasón Parker me hacia sentir libre. Finalmente me quede dormido, hasta que el repentino tocar a la puerta de mi habitación me despertó. Estaba seguro que era mi madre que seguramente había llegado del trabajo. ― ¿Ya estas listo Mike? ― pregunto asomándose por la puerta, para mi sorpresa me di cuenta de que llevaba puesto un vestido negro de satín. ― ¿Listo? ― pregunte con desconcierto ― ¿Para que? ― Mi madre frunció el seño mientras se acomodaba un mechón de cabello rebelde que se negaba a quedarse en su lugar. ― ¿Pero como es posible que lo hayas olvidado? ― indico molesta. ― ¡La cena con Jeff! ― exclame recordando ― Se me olvido por completo ― indique apenado. Para mi sorpresa mi madre se planto frente a mí con un gesto serio. ― ¡Michael Stevenson Evans! ― exclamo mi madre llamándome por mi nombre completo, sabia que solo hacia eso cuando estaba verdaderamente molesta ― ¿Dónde tienes la cabeza jovencito? ― me recrimino usando su característico tono de voz, el mismo que usaba cada vez que me reprendía de pequeño ― ¿Cómo has podido olvidarlo si te lo recordé esta mañana? ― Me Riño. Sabía que estaba en serios problemas. ― Lo siento mama ― me disculpe ― Me olvide por completo ― La mirada de mi madre se torno aun mas dura.


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― Jeff no debe de tardar en pasar por nosotros… ― alego mi madre rebuscando en mi closet algo decente que me pudiera poner para ir a cenar, lanzo sobre la cama una camisa azul y un pantalón gris de casimir ― Tienes cinco minutos para cambiarte ― me apresuro. Mi mente trabajo a mil por hora tratando de safarme de aquella incomoda situación y de inmediato fragüe una excusa. ― Lo siento mama ― me disculpe ― preferiría quedarme y descansar un poco ― dije a la vez que solté un gran bostezo para hacer mas creíble aquella farsa ― Anoche terminamos casi a las tres de la mañana del trabajo que tuvimos que hacer y estoy muy cansado ― puse la cara mas patética que pude ― ¿Te molestaría cenar sola con Jeff? ― dije de manera amigable. Mi madre dudo por un segundo. ― Esta bien… ― dijo después de pensarlo un poco mas ― Te disculpare con él… ― índico guardando nuevamente las prendas en el closet. De no ser porque hubiera arruinado aquello evite soltar un hurra por todo lo alto en señal de festejo, en lugar de eso preferí únicamente sonreír. ― Disfruten la cena ― dije dándole un beso en la mejilla. El timbre de la puerta sonó. Estaba seguro de que era Jeff. Casi me lo pude imaginar parado en la puerta con un ramo de rosas esperando impaciente que le abrieran. ― Anda, ve a recibirlo… ― la apresure. ― La siguiente vez no podrás safarte tan fácil ― me advirtió ― La próxima semana iremos a cenar los tres juntos y nos hay pretextos ¿De acuerdo? ― Me di cuenta que aquello me iba a costar bastante caro pero no tuve mas alternativa que aceptar. ― Muy bien… sin excusas ― dije sonriendo. Aunque en mis adentro solté una pequeña maldición. ― Duerme bien ― me recomendó dándome un beso en la frente ― tienes una ojeras terribles ― señalo acariciándome la mejilla ― Y quítate ya esa indumentaria… ― agrego mirando las ropas que llevaba puestas ― ¿De donde las sacaste? Me cuestiono al darse cuenta de que no eran mías. ― Me la presto Jasón, sin querer derrame soda sobre mi…― mentí. ― Déjala sobre la lavadora para poder lavarla y que se la entregues a ese chico… ¿Cómo se llama? ―


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― Jasón… ― le recordé. ― Jasón… tengo que conocer a ese chico ― indico, en realidad sabia que tarde o temprano tendría que llevar a Jasón para que pasara el escrutinio reglamentario para ver si se trataba de lo que mi mama llamaba “una buena influencia”, estaba seguro que Jasón estaba muy lejos de lo que mi madre podría considerar así, sobre todo por su condición. Por un momento imagine lo que mi madre diría si se enterara de que era amigo de un vampiro. No pude evitar sonreír ante aquel pensamiento. ― Por cierto… ― dijo ― ¿Por qué no has hecho el trabajo con Jack o con algún otro de tus amigos? ― me cuestiono conciente de que cada vez que debíamos hacer alguno trabajo en equipo lo hacia con alguno de ellos. Sabía que no tardaría en indagar sobre aquello. Esta vez no me tomo desprevenido. ― El profesor armo los equipos al azar… ― mentí nuevamente, no pude evitar notar que comenzaba a hacerlo con extrema facilidad. Me miro por un instante tratando de encontrar el más mínimo rastro de duda en mis palabras, odiaba mentirle a mi madre y en menos de 48 horas ya lo había hecho más de un par de ocasiones. No había duda de que Jasón Parker estaba teniendo una influencia en mi, bastante negativa por cierto. ― No llegaremos muy tarde… que descanses ― comento finalmente sin atreverse a poner en duda mis palabras. Y sin decir más se encamino rápidamente a abrir la puerta dejándome nuevamente solo en mi habitación. Cinco minutos después escuche el motor del auto de Jeff. Aliviado solté un suspiro de resignación y me deje caer sobre la cama mientras pensaba en lo interesante que seria presentarle a mi madre a mí amigo, el vampiro. Me quede viendo el techo de mi habitación, pintado de un pulcro color blanco, entonces recordé el dibujo en el techo de la habitación de Jasón, un sol y una luna, me pregunte si mis sospechar eran ciertas y el mismo los había pintado, se lo preguntare la próxima vez que lo vea ― puntualice ― Repentinamente el sonido de mi teléfono celular me saco de mis pensamientos, mire el identificador que mostraba el numero del cual provenía la llamada ― era el numero de la casa de Jack ― por un momento tuve el impulso de no contestarle pero en realidad no encontré razón para no hacerlo. De inmediato pulse el botón para


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contestar. Para mi sorpresa no se trataba de mi amigo, una voz de mujer me respondió del otro lado de la línea. ― ¿Mike? ― pregunto una voz afligida. Era la madre de Jack ― Si soy yo… ― indique sorprendido ― ¿Sucede algo Sra. Sawyer? ― la cuestione preocupado por el tono de su voz. Se escudaba bastante afligida. ― ¿Jack esta contigo? ― me cuestiono sin responder a mi pregunta. Aquello me desconcertó aun más. ― No señora Sawyer… desde ayer después de la escuela no lo he visto ― La mujer parecía estar acompañada de alguien mas pues de inmediato le aviso que mi amigo no se encontraba conmigo, nuevamente la mujer volvió a dirigirse a mí. ― Anoche no llego a dormir… pensé que se había quedado contigo o con Ted pero ya lo llame y me ha dicho que el tampoco sabe nada de él desde ayer ― indico la afligida mujer. ― No se preocupe Sra. Sawyer ― dije tratando de tranquilizarla ― Posiblemente se encuentre con algún otro de sus amigos… ¿Ya llamo a su padre? ― la cuestione. Sabia que los padres de Jack estaban divorciados desde hacia algunos años, el Sr. Sawyer vivía a un par de horas de West Hill, Jack reglamente pasaba algunos días con él, sobre todo cuando su madre y el peleaban ya fuera por su mal desempeño en la escuela o por cualquier otra razón, en realidad la relación entre Jack y su madre no era muy buena, pensé que aquella era una de sus clásicas peleas y que mi amigo posiblemente estaba en casa de su padre mientras se le pasaba el berrinche. Sin embargo aquella esperanza no duro mucho. ― Karl tampoco sabe nada ― indico la mujer ― Hable con el esta mañana y dice que hace casi un mes que Jack no va a verlo ― Aquello comenzó a preocuparme. ― Si llego a tener noticias de Jack se lo haré saber de inmediato ― dije sin saber que mas hacer, era obvio que no podía hacer nada, no tenia ni la menor idea de donde se había metido mi amigo. ― Te lo agradezco mucho Mike… disculpa que te haya molestado a esta hora ― se disculpo la afligida mujer y sin esperar a mi respuesta colgó. ― ¿Dónde se habrá metido? ― me pregunte tratando de pensar en algo que me ayudara a dar con Jack.


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De repente me vino una idea así que de inmediato me apresure a llamar al celular de Hanna, sonó un par de veces hasta que por fin escuche la voz de mi amiga. ― Mike… ¿Sabes algo de Jack? ― me cuestiono de inmediato sin darme tiempo de hacerle la misma pregunta ― ¿Esta contigo? ― ― No… ― dije en cuanto mi amiga me permitió hablar ― Acabo de enterarme por su madre… ― señale. ― Es como si se lo hubiera tragado la tierra Mike ― indico Hanna mortificada ― Ted me llamo, tampoco sabe nada de Jack, ¿Dónde lo has dejado después de que nos despedimos de ustedes? ― ― En realidad yo me marche solo, el se regresó al Hole… ― explique. ― ¿Se regreso? ― Hanna parecía desconcertada de escuchar aquello. ― Según él a seguir un poco mas la fiesta ― explique ― En realidad ahora que lo pienso creo que no debí dejarlo solo ― me lamente. No me atreví a comentarle que sin querer yo mismo le había proporcionado el pretexto para regresar al olvidar mi chaqueta. ― Mike, tengo miedo de que algo malo le haya pasado… ― revelo Hanna aterrada. Sentí un escalofrió. ― ¿Acaso crees que…? ― ― No lo se Mike… ¿Qué otra razón encuentras a que no aparezca por ningún lado? ― alego desesperada. De repente la voz de Hanna se quebró por el llanto. Por más que trate de seguir hablando con ella fue imposible, la llamada se cortó dejándome en medio de la incertidumbre. ― ¿Dónde diantres te metiste Jack? ― exclame desesperado por aquella situación, en un segundo miles de ideas se agazaparon en mi cabeza, estaba conciente de que podía haberle pasado cualquier cosa y eso me hacia sentir terriblemente mal, tan solo de pensarlo. Medite mientras trataba de pensar en algo que me ayudara a dar con el paradero de mi amigo. A parte de Hanna y Ted no se me ocurría nadie más a quien poder llamar, por lo menos nadie que me pudiera decir si sabia algo de él. Comencé a recorrer la lista de contactos registrada en mi celular y entonces caí en que aun no había hecho lo más coherente. No sabía si alguien mas había hecho aquello pero no perdía nada con tratar, así que de inmediato marque el número del celular de Jack. Espere uno, dos tonos, al tercero finalmente contestaron.


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― ¿Jack? ― pregunte esperando escuchar la voz de mi amigo. Por un instante me sentí aliviado, aunque aquella sensación no duro demasiado. Nadie respondió. ― ¡Déjate de bromas Jack! ― exclame pensando que trataba de jugarme una broma pero la voz de un hombre del otro lado de la línea me hizo pararme en seco antes de continuar con mi reclamo. ― ¿Quién habla? ― me pregunto aquel extraño. ― Estoy buscando a mi amigo… ― alegue sin responder ¿Por qué tiene su teléfono? ― reclame. ― Tranquilícese por favor ― solicito aquel sujeto ― Habla el teniente Morris, ¿Tiene usted forma de localizar a algún familiar de su amigo? ― me cuestiono, aquello me hizo sentir un hueco en el estomago. ― ¿Le sucedió algo a Jack? ― pregunte alterado. ― Su amigo esta en el hospital St. Louise, ¿Podría proporcionarme algún teléfono en el que podamos localizar a los familiares del chico? ― solicito nuevamente. Me quede mudo de la impresión. ― Muchacho… responde… ― escuche decir al teniente Morris. ― ¿Esta vivo? ― fue lo único que atine a preguntar. ― Si… pero esta muy grave ― explico el hombre ― Necesitamos que vengan sus familiares, su estado es bastante critico… ― Sin perder tiempo le indique al teniente en número donde podía localizar a los padres de mi amigo y sin esperar salí corriendo de mi habitación en cuanto termine de hablar por teléfono. El hospital St. Louse quedaba en las afueras de West Hill, sabia que tenia que llegar lo antes posible, eran cerca de las diez de la noche así que sin pensármelo dos veces tome las llaves de la camioneta de mi madre la cual por fortuna había tenido a bien dejar en su sitio habitual. De inmediato aborde el vehiculo y emprendí la marcha hacia el hospital, durante todo el tiempo que duro el trayecto miles de ideas cruzaron por mi mente, la mas recurrente era imaginándome a Jack sufriendo un asaltado, otras, un tanto mas descabelladas oscilaban entre la posibilidad de haber sufrido un aparatoso accidente o cosas peores. Cualquiera de las posibilidades terminaba con Jack en el hospital debatiéndose entre la vida y la muerte. Cuarenta y cinco minutos después me encontré finalmente en la recepción del hospital, como era de esperarse el señor y la señora Sawyer ya se encontraban ahí, de inmediato me acerque a ellos, no fue necesario preguntar nada, su expresión llena de tristeza me


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permitió darme cuenta de que mi amigo debía encontrarse verdaderamente mal. La Sra. Sayer confirmo mis sospechas. ― Esta muy grave Mike ― exclamo envuelta en lagrimas. Lárice, la hermana mayor de Jack trato de consolarla, aunque ella misma también parecía devastada por lo sucedido. ― ¿Lo vieron? ― cuestione al padre de mi amigo, el tampoco podía ocultar la enorme preocupación que sentía. ― Aun no… ― indico revolviéndose el cabello con un gesto desesperado ― Solo nos dijeron que esta muy grave, al parecer perdió mucha sangre… aun nadie nos ha dicho ciencia cierta lo que le paso pero al parecer lo atacaron… la policía cree que fue algún tipo de animal o algo así… ― ― ¿Un animal? ― reaccione desconcertado ― ¿Qué clase de animal? ― En ese momento se acerco a nosotros un hombre de cabello cano, corpulento, al escucharlo dirigirse al Sr. Sawyer me di cuenta que se trataba del mismo hombre que me había contestado el teléfono. Aquel hombre era el Teniente Morris. Después de cruzar unas cuantas palabras con el padre de mi amigo se dirigió hacia mí. ― ¿Puedo hacerte algunas preguntas? ― me dijo examinándome disimuladamente. Hice un gesto afirmativo con la cabeza, aunque intente no pude emitir sonido por alguna extraña razón. Nos alejamos hasta una pequeña sala de estar a unos cuantos metros de los Sawyer. ― Eres amigo de la victima ¿No es así? ― comenzó a interrogarme con frialdad. ― Se llama Jack ― indique con voz entre cortada mirándolo con recelo al escuchar llamar a mi amigo de esa forma. ― Jack… ― repitió el sujeto torciendo la boca con disgusto ― ¿Cuándo lo viste por última vez? ― prosiguió. ― Ayer… después de la escuela ― puntualice. Morris levanto la ceja incrédulo. ― ¿Seguro? ― indago sin sonar muy convencido.


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Recapacite mi respuesta, conciente de que no era lo más prudente mentirle a la policía, sobre todo si lo que querría era ayudar para descubrir que era lo que le había ocurrido. ― Después de la escuela fuimos junto con algunos amigos al Hole ― mire el gesto que hizo al escuchar el nombre del sitio donde habíamos estado, estaba seguro que aquel nombre no le decía nada ― En un café en le centro de West Hill ― le explique. ― ¿Hasta que hora estuvieron ahí? ― prosiguió siguiendo con el interrogatorio. ― No estoy muy seguro… cerca de las nueve ― dude ― Jack se quedo hasta mas tarde ― indique. ― ¿Bebieron? ― pregunto mirándome fijamente. ― Un poco ― ― ¿Qué tan poco? ― ― Solo bebimos un par de cervezas… la verdad no se si Jack seguiría bebiendo después de que lo deje ― mentí, en realidad estaba seguro de que Jack había bebido muchísimo mas, tomando en cuenta como lo había escuchado en el mensaje queme había dejado, pero preferí no mencionar aquel detalle. ― ¿Sabe si su amigo consumía algún tipo de droga? ― dijo mientras anotaba en una pequeña libreta. ― ¡Por supuesto que no! ― respondí en tono ofendido. Una enfermera se apresuro a solicitarme que bajara la voz. Morris continúo anotando sin prestar atención a mi desazón. ― ¿Qué fue lo que le paso a Jack? ― lo cuestione impaciente. ― Los doctores lo están atendiendo en cuanto tenga noticias les informaran… ― alego el teniente haciendo el intento de marcharse. Lo detuve por el brazo. ― ¿Qué fue lo que le sucedió? ― repetí sin dar señas de querer soltarlo a meno de que me diera una respuesta. Dando un tiro se safó. ― Lo encontraron gravemente herido… ― expreso a regañadientes ― Su estado es critico, aun no sabemos que o quien lo ataco… el medico en su momento les dirá lo que sucedió ― ― ¿Cree que pudo haberlo atacarlo algún animal? ― lo cuestione, aunque jamás había oído de que hubiera ocurrido algo similar en West Hill en todo el tiempo que llevaba viviendo ahí. ― No estamos seguros… los doctores creer que pudo haber sido un perro, tiene una mordida en el cuello… ― ― ¿En el cuello? ― dije abriendo los ojos. ― Le están haciendo algunos estudios para descartar la posibilidad de que haya sido algún animal rabioso… no es muy frecuente pero algunas veces puede suceder que un animal de estos escape de casa, enferme y termine atacando a cualquiera que tenga la mala


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suerte de cruzarse en su camino ― indico sin parecer muy convencido ― En cuanto tengamos los resultados confirmaremos si este es el caso, si no tendremos que considerar otras opciones… ― Aquello Ultimo pareció escapársele casi sin querer. ― ¿Otras opciones? ― pregunte desconcertado ― ¿A que se refiere con considerar “otras opciones”? ¿Si no fue un animal que más pudo ser? ― dije, aunque en realidad empezaba a sospechar a que se refería Morris. El teniente me miro sin saber bien que responder. ― Te sorprendería lo que pude pasar en un pueblo como West Hill… a veces suceden cosas que no son fáciles de explicar― respondió sin dar seña de tener la intención de continuar con aquella charla y sin darme tiempo de preguntar nada mas se alejo dejándome solo en medio del pasillo. Una idea que me estremeció me hizo sentir un pánico que hasta entonces jamás había experimentado antes al recordar lo que segundos antes me había dicho el teniente... ―…una mordida ― repetí en mi mente tratando de poner en orden mis ideas ― una mordida en el cuello… ― tenia que haber cualquier otra explicación que no implicara que Jack hubiera sido atacado por… ― la simple idea me horrorizo aun mas. Y lo peor de todo no era solo pensar en la posibilidad de que aquello no hubiera sido un simple ataque, había visto la preocupación dibujada en el rostro del teniente Morris al referirse en considerar “otras posibilites” Acaso el teniente Morris estaba considerando que Jack había sido atacado por… ¿un vampiro? No… aquello no podía ser, el mismo Jasón me había asegurado que desde hacia mucho tiempo había logrado controlar sus instintos, aquel pensamiento me tranquilizo, pero entonces una nueva posibilidad llego a mi al recordar lo que había dicho sobre Eidrian, siendo tan pequeño no era conciente de sus acciones… de lo que era. ― No, no podía haber sido el ― recapacite de inmediato ― Tenia que haber otra explicación ― dije tratando de convencerme a mi mismo ― una que no tuviera nada que ver con Jasón o con Eidrian ― sabia que ninguno de los dos podía haber sido capaz de atacar a Jack, pero entonces ¿Eso quería decir que había otros vampiros en West Hill aparte de Jasón y Eidrian? ¿Habían sido ellos los responsables de lo que le había sucedido a mi amigo? El único que podía responderme aquello era Jasón, así que mi primer impulso fue ir en su búsqueda pero algo me detuvo antes de poder hacerlo.


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― ¡Mike! ― me llamo una voz desde el fondo del pasillo. Al volverme me di cuenta que se trataba de Ted que iba acompañado de Hanna. Mi amiga me abrazo en cuanto llego hasta donde me encontraba. ― ¿Cómo esta? ¿Lo has visto? ― me cuestiono en cuanto pudo ahogar un poco el llanto que parecía no haberla abandonado desde que hablamos unas horas antes, tenia los ojos rojos e hinchados, Ted también lucia desencajado a causa de la preocupación. ― Aun no… los doctores lo siguen atendiendo, dicen que lo ataco un animal… ― informe de tajo evidenciando que era todo lo que sabia para así evitar que me continuaran bombardeando con sus preguntas. ― ¿Un animal? ― Ted pareció desconcertado. ― Yo tampoco entiendo… pero al parecer no es la primera vez que sucede algo así en West Hill ― indique recordando las palabras de Morris ― ¿Recuelan haber escuchado algo sobre otro ataque similar o algo así? ― Ted y Hanna movieron la cabeza negativamente. ― ¿Esta muy mal? ― pregunto Ted, pude notar que el también estaba muy afectado por la noticia. El y Jack se conocían desde pequeños, prácticamente habían crecido juntos. ― No lo se… dicen que perdió mucha sangre, su estado es grave… ― indique. Hanna se hecho a llora nuevamente, esta vez fue Ted quien le brindo abrigo entre sus brazos. ― Tengo que irme ― anuncie, necesitaba ir a ver a Jasón para disipar todas mis dudas y averiguar si mis temores eran fundados o no. ― ¿Irte? ― Ted me miro sorprendido ― ¿A dónde? ― . ― Volveré en cuanto averigüe algo importante… llámenme en cuanto sepan algo de Jack ― les solicite ― Lleva a Hanna a la sala de espera, ahí se encuentras los padres de Jack, trata de calmarte ― me dirigí esta vez a mi amiga ― tenemos que darles ánimos… Jack se va a poner bien ― asegure, aunque ni yo mismo creí aquello. Ted y Hanna se encaminaron por el pasillo que les había indicado para acompañar a los padres de nuestro amigo, sin perder tiempo me encamine a la salida y de inmediato aborde la camioneta de mi madre y acelere al máximo dispuesto a ir a la casa Parker. Tenía que estar seguro de que Jasón y Eidrian no estaban involucrados en lo que le había sucedido a Jack, en caso de ser así, el era el único que podía ayudarme a descubrir quien estaba detrás de todo aquello.


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13 LA SOSPECHA Las luces de la casa Parker estaban apagadas, como en la mayoría de las casas aledañas, incluyendo la mía, aunque ni siquiera me preocupe conciente de que en cuanto mi madre se diera cuenta de que había salido y me había llevado su camioneta no tardaría ni un segundo en llamarme, entonces le explicaría lo que había sucedido, pasaban ya de las doce de la noches, sin embargo ni siquiera me preocupe por ser inoportuno y de inmediato golpee la puerta. Un instante después el pórtico se ilumino con una tenue luz y en el interior se encendió también una luz. Jasón abrió la puerta, parecía sorprendido de verme ahí a esa hora. ― ¿Mike? ― dijo sonriendo invitándome a pasar cortésmente ― ¿Sucede algo? ― me pregunto preocupado al darse cuenta de la seriedad de mi rostro. ― ¿Dónde esta Eidrian? ― lo cuestione sin responder a su pregunta. ― En su cuarto ― indico desconcertado por mi pregunta. ― ¿Estas seguro? ― indague ― ¿Puedo verlo? ― le solicite... ― ¿Estas bien Mike? ― me cuestiono nuevamente sin entender mi interés por sabes si su hermano estaba en casa. Sin responder me dispuse a subir las escaleras, depuesto a cerciorarme de que no me estuviera mintiendo. ― ¿Qué diablos te sucede Mike? ― me recrimino Jasón en un tono menos cordial interponiéndose en mi camino esta vez. ― Jack esta en el hospital… ― dije mirando seriamente a Jasón ― Lo encontraron medio muerto, dicen que alguien o algo lo ataco… tiene una mordida en el cuello ― indique. Jasón apretó los dientes molesto al entender por fin el motivo de mi presencia en su casa y el porque buscaba tan desesperadamente cerciorarme de que Eidrian se encontrara en casa. ― ¿Estas insinuando que Eidrian…? ― era la primera vez que veía a Jasón tan molesto, sus pupilas se dilataron tornándose oscuras, fue entonces me di cuenta de que quizás había sido demasiado arriesgado ir yo solo, aunque de cualquier modo seguía creyendo incapaz a Jasón de hacerme algún daño. ― Tu mismo me lo dijiste… es solo un niño… no controla sus instintos… ni su sed… ― alegue. Jasón no dijo nada y de inmediato se encamino hasta el final del pasillo, de inmediato me dispuse a seguirlo. Llegamos hasta la última puerta, el chico saco un llavero de su bolsa y abrió la puerta la cual se encontraba totalmente a oscuras. Rápidamente encendió la luz.


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A primera vista aquella habitación lucia como cualquier otra de un niño, en las paredes había varias repisas llenas de juguetes, algunos parecían muy antiguos otros, prácticamente nuevos, incluso algunos aun se encontraban guardados en su empaque, la habitación era bastante grande, pero dada la cantidad de cosas que había en ella el espacio para andar era bastante reducido, llamo mi atención el notar que no había ninguna cama ahí, solo un par de sillas a lado de una mesa la cual también se encontraba repleta de legos, soldados y algunas otras chuchearías. Mire hacia todos lados sin poder ver a Eidrian por ningún lado, un sudor frió recorrió mi nuca. Mire a Jasón en espera de una reacción de su parte, pero el permaneció tranquilo. ― ¡No esta…! ― fue lo único que atine a decir. Jasón volvió la mirada hacia el techo, hice lo mismo y lo que vi me sorprendió, aunque no tanto como aquella mañana, Eidrian pendía del techo mirándonos con aquellos profundos ojos azules. ― ¿Vienen a jugar conmigo hermanito? ― pregunto el chiquillo a la vez que de un salto caía de pie frente a nosotros con una agilidad sorprendente. ― Quizás mas tarde Eidrian… ― índico Jasón en un tono tierno ― Mike ha querido pasar a saludarte ― indico con un tono que denotaba ironía. Me incline un poco para quedar a la misma altura del chico. Era imposible que aquel pequeño de sonrisa alegre y sincera hubiera sido capaz de atacar a Jack, por un instante me sentí mal de haber tenido aquel pensamiento, sin embargo de inmediato me recordé que no se trataba de un niño común y corriente, aquel pequeño en realidad era un vampiro. Al igual que su hermano. ― ¿Quieres jugar conmigo? ― pregunto nuevamente el chiquillo ofreciéndome los juguetes que llevaba en las manos. De ninguna manera podía tratarse de un asesino, recapacite al darme cuenta de su infantil inocencia. ― Quizás en otra ocasión ― dije acariciando la cabeza del chiquillo en señal de afecto ― Ahora necesito platicar con tu hermano… pero te prometo que en cuanto pueda volveré y jugaremos a lo que tu quieras ― prometí. Eidrian me miro, por un segundo pensé que al igual que su hermano estaba tratando de leer mis pensamientos, recordé lo que Jasón había dicho sobre lo difícil que le resultaba hacer aquello conmigo y espere que para Eidrian fuera igualmente difícil para que no pudiera


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saber lo que segundos antes había pensado sobre él, finalmente me brindo una amplia sonrisa y de inmediato continuo jugando feliz sentado sobre el suelo. ― Vamos a mi habitación ― exclamo Jasón quien se había mantenido en silencio observándonos ― De inmediato me encamine de nuevo al pasillo, Jasón paso la llave a la puerta nuevamente, entonces me sentí un paco mas aliviado, era imposible que hubiera sido Eidrian el que había atacado a Jack, había notado que aquella habitación tampoco tenia ninguna ventana, todas habían sido tapiadas con tablas desde adentro. Avanzamos en silencio por el pasillo hasta la primera puerta y de inmediato ingresamos a la habitación de Jasón, la cual también se encontraba en penumbras, una vez que encendió la luz pude ver nuevamente el dibujo de la luna y el sol pintado en el techo. El chico se sentó en la orilla de la cama y me miro con gesto molesto por unos segundos. ― Eidrian no tubo nada que ver con lo que le paso a Jack… ― índico ― como ya te habrás dado cuenta es imposible, todas las noches permanece en su habitación, encerrado ― Jasón hizo énfasis en aquel ultimo detalle ― ¿Qué fue lo que le paso a Jack? ― ― Dicen que algo lo mordió… en el cuello ― dije enfatizando el ultimo tramo de la frase ― Comprenderás que no pude evitar pensar que quizás… ― .no me atreví a terminar la frase. ― Ya te dije que Eidrian no tienen nada que ver… ni yo tampoco ― alego con tranquilidad aunque notablemente molesto. Un silencio molesto igual al de la vez anterior que habíamos platicado en esa misma habitación nos envolvió. No sabia si creerle o no, si no tenían ninguna responsabilidad en lo que le había ocurrido a Jack eso quería decir entonces que había mas de una familia como la Parker en West Hill. Estaba apunto de cuestionarlo al respecto pero se me adelanto. ― Tengo entendido de que somos los únicos en este pueblo… aunque podría estar equivocado ― indico respondiendo a mi pregunta no realizada. Me sorprendió el hecho de que supiera aquello pero de inmediato recordé sus capacidades para leerme como un libro abierto. ― ¿Podrías dejar de hacer eso? ― dije refiriéndome a usas sus habilidades sobre mi ― Pensé que habías dicho que era difícil leer mi mente y por lo que veo puedes hacerlo como si fuera un libro abierto ― reñí... ― Lo siento… ― se disculpo ― Estas particularmente vulnerable, supongo que son los nervios o algo así ― Suspire tratando de calmarme.


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― ¿Qué sucederá si como sospecho Jack fue atacado por un… por uno de tu especie? ― dije tratando de sonar lo menos despectivo posible. ― Eso depende ― índico Jasón pensativo. Jasón se levanto de la cama y se acerco hasta mi, sin darme cuenta me había mantenido de pie en el quicio de la puerta, mi instinto me decía que debía mantenerme alerta, a pesar de saber que Jasón me consideraba su amigo no podía evitar sentirme nervioso consiente del peligro que representaba estar en la casa Parker acusando a uno de ellos de haber atacado a mi amigo. Jasón dio una profunda exhalación una vez que me tubo lo suficientemente cerca. Pude notar que su expresión cambiaba. ― Vueles a miedo ― dijo mirándome fijamente con aquellos ojos grises que tanto admiraba de él, por primera vez note una chispa de odio en ellos. Era evidente que Jasón estaba controlando toda la ira que sentía a causa de mi infundada acusación. ― ¿Qué le va a pasar a Jack? ― pregunte nuevamente mientras una gota de sudor recorría mi espalda provocándome calofríos. ― Si ha perdido mucha sangre seguramente morirá… ― indico caminado nuevamente al interior de la habitación ― En el peor de los casos, si esta contaminado agonizar un par de días antes de… convertirse ― ― ¿Contaminado? ― Aquel adjetivo me pasmo. ― Todo depende de quien lo haya mordido… en algunos casos también puede suceder un milagro y haber sido solo un ataque espontáneo, remediable con un poco de antibióticos y descanso ― ― Eso quiere decir que existe la posibilidad de que Jack no se convierta en un… ― me sentí aliviado, aunque fuera, existía la mínima posibilidad de que Jack se salvara. ― Ya te lo dije… todo depende de quien lo hayan mordido ― repitió. Nuevamente los dos guardamos silencio. Por un momento medite sobre aquellas tres posibilidades, no pude sentirme mal al considerar que era mejor que Jack muriera sobre la alternativa de verlo convertido en… en eso. Trate de ser un poco mas positivo y considere la posibilidad de que sucediera un milagro y Jack saliera bien librado, no conocía bien como funcionaba aquello, pero era la única oportunidad que tenia mi amigo, ni la muerte o la vida eterna parecían ser debatibles a consideración. ― Te horroriza la idea de que Jack se convierta en un ser como nosotros ¿No es así? ― me cuestiono Jack rompiendo nuevamente el silencio.


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Lo mire molesto. La idea de que continuara hurgando en mis pensamientos me molestaba. ― No necesito leer tu mente para darme cuenta de que preferirías verlo muerto antes de verlo convertido en… esto ― me recrimino. ― Él no podría soportarlo ― fue lo único que atine a decir. ― Ni tú tampoco… ― puntualizo. Jasón continúo mirándome en espera de mi reacción. ― ¿Por qué creíste que había sido Eidrian? ― me cuestiono rompiendo el silencio nuevamente ― ¿Por qué no yo? ― me cuestiono. Esta vez ni siquiera lo pensé y respondí de inmediato. ― Porque te conozco… me tuviste toda la noche aquí mismo… de haberlo querido hubiera sido mas sencillo hacerlo mientras estaba ebrio ¿no lo crees? ― indique. ― Poniéndolo de esa forma suena bastante tentador… aunque en realidad no llegue a considerarlo siquiera ― indico. Supe que era sincero. ― Tu mismo dijiste que dada la condición de Eidrian era mas difícil controlar su sed… ― proseguí ― Por un momento creí que quizás… existe la posibilidad ¿No es así? ― lo cuestione ― ¿Es por ese motivo que lo mantienes encerrado? ― ― Es una mera precaución… al cabo de un tiempo te aburres si debes pasar los días y las noches despierto ― índico. Nuevamente volvió a tomar asiento sobre la cama y se dejo caer recostado sobre ella, en silencio contemplo el dibujo en el techo. Parecía visiblemente abstraído. Repentinamente mi celular comenzó a vibrar en mi bolsillo, de inmediato me apresure a contestar. Era Ted. ― ¿Ya supieron algo? ― Lo cuestione de inmediato ― ¿Cómo esta Jack? ― dije sin darle tiempo de responderme. Silencio. ― Ted… ¿Qué sucede? ― pregunte preocupado. ― Dicen los médicos que hicieron todo lo posible Mike… ― indico Ted con voz entrecortada. Aquello fue mas que suficiente para darme cuenta de lo que había sucedido. Sin necesidad de decírmelo supe que finalmente había ocurrido. Jack estaba muerto.


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Colgué sin esperar siquiera a que Ted confirmara mi sospecha, di unos cuantos pasos al interior de la habitación, Jasón continuaba mirando sin prestarme mayor atención, juntando las fuerzas que me quedaban después de haber recibido aquella noticia me senté a su lado y me recosté mirando también el relieve. ― Fue mejor así… ― dijo sin atreverse a mirarme. ― Lo se… ― respondí, luchando por que las lagrimas no me traicionaran. ― En verdad lo siento ― ―- ¿Tú lo pintaste? ― dije refiriéndome a la pintura del techo, tratando de buscar cualquier cosa que me permitiera evitar pensar en la muerte de mi amigo. Jasón asintió. ― Las noches son menos largas si encuentras en que entretenerte ― revelo. ― ¿Jamás duermen? ― lo cuestione sin dejar de prestar atención al dibujo. ― Nunca ― Jasón se volvió a mirarme y yo hice lo mismo. ― Lamento mucho lo que le sucedió a tu Jack ― dijo, sus ojos habían vuelto a recobrar la calma y nuevamente volví a quedarme absorto en ellos, aunque solo fue por un segundo. ― Tu mismo lo dijiste… creo que fue mejor así ― dije casi en un susurro. Jasón negó con la cabeza. ― ¿Qué hubiera sucedido? ― pregunte temeroso de la respuesta, aun así proseguí, necesitaba saber ― Si se hubiera convertido… ¿Qué hubiera pasado? ― termine la frase. ― Lo primero que te viene es la sed… ― indico Jasón, su rostro se turbo ― ¿Cómo has hecho para controlarla? ― proseguí. ― La sed no se controla… ― indico tajante ― simplemente encuentras alguna otra formas de saciarla… en realidad cada caso es diferentes, eso depende mucho del tipo de persona, del carácter, incluso de la edad… ― ― Por eso no es recomendable convertir a alguien tan pequeño… como Eidrian ― ― Si… aunque en realidad no existe una edad ideal, por decirlo de alguna manera… ― Jasón se inclino hacia mí y me miro, no supe si estaba en lo correcto pero su mirada parecía transmitirme un poco de sosiego.


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― Te juro que daré con el responsable Mike ― me aseguro ― Te prometo que haré todo lo posible por averiguar quien es el responsable ― ― Déjame ayudarte ― fue lo único que atine a decir. Jasón se levanto como impulsado por un resorte. ― Es demasiado peligroso… ― indico preocupado por mis palabras perdiendo toda la tranquilidad de su mirada. ― ¡No me importa! ― exclame levantándome también de la cama ― ¡Era mi amigo Jasón! ¡Ahora esta muerto y creo que fue por mi culpa! ― exclame, esta vez las lagrimas me traicionaron. ― ¿Tu culpa? ― Jasón pareció desconcertado por mis palabras ― ¿de que estas hablando? ― Jasón y yo quedamos frente a frente, mirándonos el uno al otro fijamente. ― ¡Mike, respóndeme! ― me ordeno ― ¿Por qué dices que la muerte de Jack fue culpa tuya? ― me cuestiono nuevamente. Sin atreverme a responder me levante de la cama dispuesto a marcharme conciente de que tenia que volver al hospital. ― Tengo que irme ― dije evadiendo nuevamente la pregunta de Jasón ― ¡No voy a permitir que te arriesgues!, digas lo que digas tienes que prometerme que te mantendrás lejos de cualquier peligro… ― me exigió deteniéndome por el brazo. ― ¡No puedes pedirme semejante cosa! ― exclame safandome de un tirón. ― ¡Lo único que conseguirás será terminar igual que tu amigo…! ― indico acercándose al closet del cual extrajo un saco oscuro el cual me extendió. Lo mire sin comprender. ― Vamos… ― indico ― Te acompañare de regreso al hospital ― se ofreció. ― No es necesario ― indique. ― Sin peros… voy contigo y no hay pero que valga ― advirtió tajante. ― ¿Vas a dejar solo a Eidrian? ― lo cuestione, creí haber cometido una imprudencia al ver la forma en que me observo al escuchar mi comentario. ― Jamás ha atacado a nadie ― indico ― además te olvidas de que esta encerrado ― me recordó.


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Sin atreverme a decir nada mas me calce el saco y me apresure a salir de la habitación de Jasón, me solicito que lo aguardara un segundo en la estancia mientras el se encamino nuevamente al fondo del pasillo, aunque esta vez se detuvo una puerta antes, en la habitación de Ruth, supuse que la pondría al tanto para que no se preocupara por su ausencia. Un momento después se reunió conmigo, al salir el viento frió de la noche me golpeo la cara, me di cuenta de que Jasón no llevaba puesto mas que una ligera playera, negra, no pude evitar pensar en Jack al darme cuenta de que ambos parecíamos haber estado preparados prematuramente para lo que se avecinaba. ― Deberías haber traído algo con que cubrirte ― indique. Aquella noche era particularmente fría o quizás solo era el sentimiento de perdida y los nervios que me hacían sentir de esa manera. ― No es necesario ― me indico mientras avanzábamos para abordar la camioneta de mi madre, Jasón acerco su mano y toco la mía, su tacto era frió como si tocara un bloque de hielo ― ¿Vez? ― me indico. En silencio abordamos el vehiculo y emprendimos el camino de regreso al hospital, le solicite que fuera él quien manejara, estaba demasiado nervioso para hacerlo yo mismo, lo menos que necesitaba en ese momento era causar un accidente. Jasón acelero a mas de 160 por lo que el viaje se redujo considerablemente, casi a la mitad de lo que había tomado la primera vez. A pesar del shock en que me encontraba me pude percatar de la pericia de mi amigo, tenía unos reflejos sorprendentes. Imagine que aquello se debía a su propia naturaleza. Una vez que se estaciono fuera del hospital los dos descendimos del vehiculo, Jasón se encamino al interior, sin embargo yo me quede estático, mirando la fachada de aquel edificio consiente de que en el interior me esperaba uno de mis mejores amigos. Muerto. Jasón se acerco a mi y me pregunto como me encontraba ― no respondí ― las lagrimas volvieron a traicionarme, esta vez no me contuve, sabia que lo menos que necesitaban en ese momento los padres de Jack o cualquiera de mis amigos era mirarme en ese estado así que decidí que era mejor desahogarme ante de entrar y enfrentar aquella terrible realidad. Jasón se limito a abrazarme mientras yo descargaba todo mi pesar, aquella pesadilla apenas había comenzado, no sabia que la muerte de mi amigo era solo el comienzo de una serie de eventos que vendrían a poner de cabeza la tranquila vida de West Hill.


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14 INVESTIGANDO ― ¿Seguro que estas mas tranquilo? ― me cuestiono Jasón mirándome preocupado ― Aja ― fue todo lo que pude responder, estaba demasiado aturdido, así que me mantuve en silencio mirando el fondo de la taza de café que mi amigo había comprado en la cafetería del hospital, donde nos encontrábamos. ― Tienes que se fuerte… ― agrego. ― ¿Qué crees que haya pasado? ― lo cuestione, aquella duda clamaba por salir de mi boca desde que Ted me había llamado. ― Posiblemente lo atacaron mientras iba para su casa… si como me contaste siguió bebiendo en el Hole después de que te marcharte, en ese estado debió ser era una presa fácil de atrapar ― Se me revolvió el estomago al escuchar a Jasón dirigirse de esa manera ― Una presa ― eso era lo que éramos para ellos, simples presas que cazar, ― Lo siento ― se disculpo, me di cuenta de que nuevamente había comenzado a usar sus habilidades para hurgar en mis pensamientos. ― Mi cabeza es un lió… ― dije levantando la mirada ― ¿Te importaría? ― ― Ya te dije que no necesito leer tu mente para saber lo que piensas ― puntualizo ― Además deje de hacerlo desde la primera ve z que me lo solicitaste ― indico ― tratar me produce una jaqueca terrible ― indico. Supuse que aquello se debía a lo que había comentado sobre la barrera que parecía tener, aunque no me ocupe demasiado de aquello en ese momento. ― Hay algo que me preocupa ― exprese, sabia que el era él único que podría ayudarme a disipar aquella duda. ― ¿El que? ― me cuestiono. ― El que ataco a Jack sigue allá afuera, podría atacar a cualquiera… ― indique preocupado. ― Estoy seguro de que fue un caso aislado ― señalo Jasón tratando de tranquilizarme ― Jack estuvo en el lugar equivocado en el momento equivocado ― se acerco un poco a mi tratando de evitar que alguno de los presentes lo escuchara ― No todos los vampiros somos territoriales… la mayoría prefieren ser nómadas, andan de aquí para allá, si alguien tiene la mala suerte de toparse con ellos, atacan, estoy seguro que fue lo que le sucedió a Jack ― ― Tu eres el experto ― indique sin estar muy convencido de que Jasón tuviera razón ― Lo que me inquieta es… ― dude, sin embargo sabia que no podría dormir tranquilo si hacer aquello que me tenia


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tan inquieto ― necesito verlo ― revele, pude notar el asombro el la cara de Jasón al escuchar mis palabras. ― Verlo ¿Acaso te volviste loco? ― me pregunto horrorizado de mis palabras. ― Necesito comprobar que esta muerto ― puntualice. Jasón me miro comprendiendo el porque de esa necesidad. ― No veo de que manera puedas verlo… ― indico tratando de persuadirme de desistir de aquella idea. ― Necesito de “tu persuasión” ― Indique convencido de que era la única manera de lograrlo. Jasón negó con la cabeza sin dar crédito a mis palabras. ― No puedo Mike… ― indico mi amigo dudativo ― el cuerpo de Jack ya debe de estar en la morgue del hospital ― señalo ― ese tipo de lugares… el aroma que despiden… me trastorna, hasta un punto en el cual no se si seria capaz de controlarme… ― ― Te entiendo… ― dije. Jasón pareció aliviado de escuchar aquello pero de inmediato lo decepcionaron mis siguientes palabras. ― aun así tendré que intentarlo ― Me levante de mi asiento y me encamine a la recepción del hospital. Jasón me alcanzo en el pasillo y de inmediato me desvió de mi ruta. ― Eres peligrosamente terco ― dijo guiándome a la parte posterior del hospital, uno de los letreros indicaba que aquel era el camino hacia la morgue. ― Solo consigue que el sujeto de guardia me deje entrar… ― dije feliz de no tener que hacer aquello solo. ― Ni lo sueñes ― me repelo al escucharme ― Necesito ver el tipo de herida, solo así sabré a que tipo de criatura nos enfrentamos… ― indico. Al llegar justo frente a la puerta de la morgue Jasón hizo un gesto de disgusto. Lo mire expectante. ― Es una suerte que no puedas percibirlo ― indico cubriéndose con el dorso del brazo ― Es asqueroso ― puntualizo. Lo mire sin comprender. ― ¿Percibir que? ― lo cuestione. ― El aroma… la muerte… ― señalo ― Hay que hacerlo rápido ― me apresuro.


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De inmediato nos encaminamos hacia una puerta metálica con una pequeña mirilla, toque un par de veces, de inmediato un sujeto con lentes de armazón y bata blanca salio y se nos quedo mirando con extrañeza. ― ¿Los puedo ayudar? ― pregunto con cierta desconfianza. Jasón se apresuro a usar su “persuasión” con aquel tipo o al menos eso creí. ― Necesitamos ver al chico Sawyer ― le dijo con un tono de voz mas que elocuente, mas que pedirlo parecía estar ordenándoselo. ― Nadie puede pasar sin una autorización ― señalo el sujeto con una nota de duda en su voz mirando a Jasón. ― Tenemos que verlo ― indico Jasón con un tono aun mas persuasivo. Por un instante creí que aquello no funcionaria pero para mi sorpresa esta vez pareció dar resultado. ― Esta bien… ― dijo el tipo mirando a Jasón embobado. Tras cruzar la puerta avanzamos por un largo pasillo iluminado por lámparas de neón, finalmente cruzamos un par de rejas mas hasta finalmente llegar a nuestro destino, aquella era una habitación bastante amplia, había dos hileras de camas algunas estaban vacías, en otras se podía notar la silueta de los cuerpos inertes cubiertos por pulcras sabanas blancas, en algunos de los casos estas mostraban señales de sangre y manchas de algunos otros líquidos que preferí no tratar de indagar que eran. En una de las paredes se apreciaban un gran numero de puertas metálicas, cada una marcada con un numero. ― Es aquel ― señalo Jasón, ― la segunda puerta de la fila central ― indico después de mirar el tablero donde se indicaban los nombre de los occiso y el numero de gaveta que ocupaban. Me dispuse a acercarme, sin embargo Jasón me detuvo por el brazo. ― Rápido ― me apresuro ― no creo soportar demasiado esta peste ― advirtió. Jasón se quedo de pie cerca de la entrada acompañado del cuidador, avance lo mas rápido que me lo permitieron mis pierna, las cuales temblaban a causa de los nervios, una vez que me encontré justo frente al compartimiento que Jasón me había indicado dude un momento antes de tomar la manija que lo abría, al hacerlo el sonido de los rieles inundo la habitación.


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Permanecí en silencio mirando aquella silueta formada bajo la sabana que lo cubría. ― Mike ― la voz de Jasón retumbo con el eco de la habitación. Tome una esquina de la tela y comencé a descubrí el cuerpo. El rostro de Jack apareció, tenia unas pronunciadas ojeras bajo los ojos y el rostro salpicado de sangre, en su cuello se vislumbraba un profuso moretón, apenas y pude notar dos pequeños orificios en el centro de aquella mancha, no cabía duda, aquella era la mordida de un vampiro o por lo menos lo parecía. Extendí la mano dispuesto a tocar la herida, aun me parecía irreal a pesar de tener la prueba fehaciente de aquello que había comenzado a descubrir pocos días antes. ― ¡No lo toques! ― La voz de Jasón me sobresalto, en un instante había llegado hasta donde me encontraba y había sujetado mi mano antes de poder palpar la herida. ― ¿Porqué ha quedado así? ― Lo cuestione refiriéndome a aquella mancha purpúrea alrededor de la herida. ― La infección ― respondió Jasón haciendo una mueca, aquel olor que percibía debía de ser verdaderamente asqueroso. ― ¿Estas bien? ― lo cuestione preocupado. ― Si ― respondió cubriéndose nuevamente con el dorso de la mano. ― ¿Por qué no se convirtió? ― lo cuestione, me sentía aliviado aunque no podía evitar preguntar aquello. ― Supongo que su corazón no resistió… ― indico a la vez que descubría el torso de Jack, ahí se podía observar el corte propio de la autopsia ― debe transcurrir determinado lapso de tiempo antes de que se pare el corazón, la infección debe invadir todos los órganos para finalmente poder morir… y convertirte totalmente ― indico. Sentí un hueco en el estomago y volví a cubrir completamente a Jack con la sabana. ― Vámonos ― indique encaminándome a la salida. Durante el trayecto pasamos junto a uno de los cuerpos, la sabana mostraba una profusa mancha de color carmín, Jasón la miro como extasiado por unos segundos, era mas que evidente que aquello debía ser a lo que se refería cuando comento que le seria muy difícil contenerse. ― ¡Jasón! ― lo llame tratándolo de sacarlo del trance en el que parecía estar. Lo jale tratando de sacarlo lo más pronto de ahí. Una vez en el exterior pareció recobrar un poco la lucidez nuevamente.


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― ¿Jasón? ― lo llame nuevamente un tanto preocupado. ― No te preocupes, ya paso ― dijo recuperando un poco la compostura. ― ¿Estas seguro? ― iba a decir que estaba pálido pero recordé que aquel era el color habitual de su piel. ― Hacia mucho que no percibía el aroma de la sangre humana… ― indico ― Hace algunos años no hubiera soportado ni un minuto allá adentro ― ― Lo siento… pero necesitaba ver a Jack con mis propios ojos… ― me disculpe. ― Te entiendo ― Sin decir mas nos encaminamos de regreso a la sala de espera, ahí permanecían aun Hanna y Ted, acompañados de los padres de Jack, quienes estaban destrozaos. Para mi sorpresa mi madre también se encontraba en el lugar acompañado de Jeff quien al verme de inmediato se apresuro a reprenderme. ― ¿Dónde estabas? ― me dijo en tono de reproche ― Tu madre esta muy preocupada… ―. Lo que menos necesitaba en aquel momento era recibir reproches, mucho menos de alguien como Jeff, así que lo ignore pasando de largo sin prestarle la menor atención a sus palabras y de inmediato me encamine a lado de mi madre. ― Lamento haber tomado tu camioneta… compraderas que fue una emergencia ― dije. ― No te preocupes… ― indico abrazándome, agradecí que por lo menos ella no reaccionara de la misma manera que Jeff ― ¿Cómo te sientes? ― me cuestiono preocupada. ― Mal ― acepte sin esforzarme en mentir siquiera. Mi mejor amigo había muero, no podía sentirme de otra manera. Jeff se acerco nuevamente hasta mi madre y yo. De inmediato me aleje de el y me acerque a Hanna y Ted quien me miraba con recelo, aquello no me paso desapercibido y lo cuestione del porqué de su actitud. ― ¿Sucede algo malo? ― lo cuestione dándome cuenta de que no le quitaba la vista de encima a Jasón quien esperaba sentado en uno de los sillones. ― ¿Qué hace ese fenómeno aquí? ― me cuestiono. Jasón levanto la mirada, estaba seguro que a pesar de estar lejos de nosotros había escuchado la manera tan despectiva en que Ted lo había nombrado.


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― Yo le pedí que me acompañara… ― señale molesto ― Te suplico que no te dirijas él de esa forma… Jasón no es ningún fenómeno ― puntualice. ― Por lo que veo has encontrado pronto un reemplazo para Jack ― indico Ted con sarna ― Debí adivinarlo… solo mírate, incluso ya hasta te viste como él ― dijo señalando las ropas que llevaba puestas. Había olvidado por completo que aun llevaba puesta la ropa que había tomado prestada aquella mañana en casa de Jasón. ― No es el momento ni el lugar para pelear ― indico Hanna mitificada por aquella actitud de Ted ― ¿Podrías llevarme a mi casa? ― Le solicito como un mero intento de para aquello. Ted tomo su chamarra del respaldo del asiento y sujeto a la chica del brazo, jalándola sin siquiera darle tiempo de despedirse, Jeff se acerco nuevamente a mi, aunque esta vez me hablo con un tono mas condescendiente, aun así me molesto. ― Tu madre esta cansada… es mejor que nos vallamos ― señalo ― Afuera esta el auto… ― Nuevamente volví a ignorarlo y me encamine a lado de mi madre. ― ¿Te importaría irte con sola con Jeff? ― La cuestione ― Tengo que llevar a Jasón a su casa ― indique. Mi madre miro a mi amigo por un instante. ― ¿Estas seguro? ― me cuestiono ― preferiría que te fueras con nosotros ― indico. ― ¿Y tu camioneta? ― la cuestione. Pareció considerar aquello por un momento, no debió encontrar ninguna otra opción ya que termino accediendo a mi petición. ― Esta bien… ― miro su reloj ― nos vemos en una hora en casa… ni un minuto mas ― advirtió ― ― Perfecto ― pensé ― con la forma de manejar de Jasón tendríamos por lo menos veinte minutos antes de tener que volver a casa, aun tenia muchas preguntas que hacerle, aprovecharía el viaje de regreso para comenzar y darme tiempo de disipar todas mis dudas. ― Te veo en casa en un rato ― dije dándole un beso en la frente. Avance hacia Jasón pasando de largo junto a Jeff quien pareció decepcionado al ver que no le había funcionado su intento de paternidad fallida.


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Acompañado de Jasón salí nuevamente y de inmediato abordamos la camioneta de mi madre, como lo había planeado le solicite que el manejara a lo cual accedió. Una vez que emprendimos le viaje comencé a cuestionarlo sobre todas mis dudas. ― ¿Es doloroso convertirse? ― comencé con aquel interrogatorio. Jasón se mantuvo callado. Supuse que no querría hablar mucho acerca de ese tema. Afortunadamente me equivoque. ― Si… mucho, aunque solo mientras dura el proceso… ― dijo con un tono de voz melancólico. ― Mientras avanza la infección ― puntualice recordando lo que había dicho cuando estábamos en la morgue ― ¿Y después? ― Jasón quedo confundido con mi pregunta. ― ¿Qué sucede una vez que te has convertido? ¿Eres conciente de lo que te ocurrió? ― ― No… ― mi compañero e viaje parecía querer mantener aquella platica a través del uso de monosílabos. ― Necesito saber Jasón ― le indique tratando que accediera a ser un tanto mas elocuente con sus respuestas. ― En un principio de lo único que eres conciente es de la sed… ― explico ― la tienes que saciar, como te explique dependiendo del tipo de persona puedes hacerlo de una manera… ecuánime, por llamarlo de alguna manera, sin embargo en algunos otros casos llega a convertirse en un instinto tan irracional que pierdes completamente el control y terminas por atacar a lo primero que se te ponga enfrente, posiblemente ese era el caso del sujeto que ataco a Jack… ― Una oleada de pánico recorrió mi cuerpo. ― ¿Eso quiere decir que por ahí anda un recién convertido? ― dije preocupado, no sabia si el termino era adecuado, pero fue la única manera que se me ocurrió llamarlo ― Pensé que tu y Eidrian eran los únicos vampiros en esta zona… ― ― Yo también lo creí… pero al parecer me equivoque ― admitió Jasón con pena y preocupación. ― Debemos hacer algo antes de que alguien mas salga herido ― indique. ― Por ahora no debemos preocuparnos ― me tranquilizo Jasón ― si no me equivoco ha bebido lo suficiente… ― señalo ― Primero que nada debemos averiguar quien es el que convirtió al sujeto que mato a Jack, aunque no será nada fácil… ― ― ¿Tienes idea de cómo hacerlo? ―


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Jasón hizo una señal con la mano refiriéndose a su olfato. ― ¿Puedes encontrarlo? ― lo cuestione El pareció adivinar mis intenciones. ― Si… pero no pienso decirte donde esta ― advirtió ― ya te dije que es muy peligroso ― Trate de protestar pero Jasón se me adelanto. ― Sin peros… ― alego mirándome ― le prometiste a tu madre estar antes de una hora en casa y no pienso permitir que la preocupes mas… ― me amenazo. Sin tener argumentos para refutar me cruce de brazos y guarde silencio. ― Pude darme cuenta de que no te llevas muy bien con tu padre… ― comento Jasón tratando de cambiar de tema, sin duda se refería a la forma en que había tratado al novio de mama. ― Ese tipo no es mi padre… ― puntualice molesto ― solo es su pretendiente ― Jasón sonrió divertido al ver mi actitud. ― Aunque te cueste trabajo aceptarlo su preocupación por ti es autentica… ― señalo, había hecho uso de sus habilidades para sondear a Jeff, aquello me tomo por sorpresa. ― Aun así… creo que no debe meterse en lo que no le importa ― argumente, aunque experimente algo muy cercano a la culpa al darme cuenta de que quizás había sido demasiado grosero con él. ― Esta noche le ha propuesto a tu madre ir a New York… ― explico. Lo mire sin entender el punto. ― Por lo que entendí hará un viaje de negocios pero dadas las circunstancias ― prosiguió ― Ambos están muy preocupados por tu reacción por la muerte de tu amigo, quiere que tu también los acompañes… ― No pude evitar sorprenderme al escuchar aquel último comentario. ― Pierde su tiempo… ahora menos que nunca estoy dispuesto a abandonar West Hill ― Jasón pareció no atreverse a debatirme. Aun así que prosiguió.


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― Yo en tu lugar aceptaría en cuanto te lo propongan… West Hill no es mas un lugar seguro, ni para ni ti para tu madre… ― advirtió ― convendría que te alejaras un poco… mientras descubro quien fue el responsable de la muerte de Jack ― propuso. En parte me di cuenta de que aquello no sonaba tan descabellado. ― Es una buena idea… ― admití, Jasón pareció sorprendido, supuse la causa así que de inmediato lo desengañe. ― Tratare de convencer a mi madre para que acepte y se marche con Jeff… ― puntualice. ― La idea es que tu también vallas… ― repitió. ― No hasta que descubra al responsable de la muerte de Jack ― advertí. ― No voy a permitir que lo hagas… eso seria un suicidio ― dijo Jasón en tono de ultimátum. ― No he dicho que te pediré permiso para hacerlo ― advertí evidenciando que aquella platica había terminado. El resto del viaje lo realizamos completamente en silencio. Exactamente treinta minutos después de haber abandonado el hospital nos encontramos frente la mansión Parker. Estaba seguro que al lo menos por aquella noche no obtendría más información de Jasón Parker. ― ¿Crees poder manejar desde aquí hasta tu casa o prefieres que te lleve? ― me cuestiono antes de abandonar el asiento del piloto. Lo mire con un gesto de molestia al escuchar aquella insinuación. Jasón descendió del auto, rápidamente me deslice del asiento del copiloto hasta quedar frente al volante. Jasón me hizo una última advertencia antes de dejarme partir. ― Promete que no harás nada tonto ― me solicito ― Por lo menos por esta noche ― ― Y tu promete que no harás nada para hacerme cambiar de opinión… ― indique recordando lo persuasivo que podía ser si se lo proponía. Aunque me tranquilizaba el hecho de saber lo difícil que le resultaba inmiscuirse en mi mente. Los dos nos miramos expectantes en espera de la respuesta a nuestras peticiones. ― No lo haré ha menos de que sea necesario… ― me advirtió. ― Lo mismo digo… ― respondí. Aquella respuesta no le gustó demasiado pero pareció ser suficiente, por lo menos por esa noche.


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Jasón dio la vuelta pasando frente al vehiculo, una vez que estuvo sobre la acera me asome por la ventanilla del copiloto. ― ¿Te veré mañana en la escuela? ― Le cuestione. ― No lo creo… ― admitió, supuse que aquello se debía a que comenzaría a buscar de inmediato al responsable por la muerte de Jack. ― Vas a comenzar a buscarlo ¿No es así? ― lo cuestione. Jasón asintió. ― Déjame ayudarte Jasón… ― le solicite aunque en realidad aquello sonó mas como una suplica. ― Es muy peligroso… ― dijo negando con la cabeza ― Es mejor que te vallas ― Me apresuro ― Tu madre no tardara en llegar y recuerda lo que te dijo… ― ― No voy a marcharme… ― advertí refiriéndome a su recomendación de irme con Jeff y mi madre a New York ― Pase lo que pase voy a tratar de encontrar al asesino de Jack… con o sin tu ayuda ― puntualice. ― ¡Maldición Mike! ― exploto Jasón al escuchar mis palabras ― ¡Lo único que vas a conseguir es que a ti también te maten! ― ― ¡Entonces ayúdame! ― le solicite nuevamente. ― Ya te dije que no voy a permitir que te inmiscuyas en esto Mike… ― dijo en tono de ultimátum. Y sin decir mas se encamino al interior de la casa y entro dando un portazo. Sentí un hueco al pensar en que tendría que enfrentar aquello solo. La poca seguridad que aun me quedaba pareció escurrirse de mi cuerpo al escuchar aquello. No podía negar que a pesar de su terquedad Jasón tenía la razón. Aquello era poco menos que un suicidio. Eche a andar la camioneta de mi madre, en menos de dos minutos llegue a casa, el auto de Jeff no estaba por ningún lado señal de que aun no habían llegado, de inmediato imagine que aun se encontraban en la carretera consiente de la absurda necesidad de Jeff por respetar cada uno de los señalamientos, incluso a esas horas de la noche. Las pocas veces que había salido junto con el y mi madre había terminado a punto de un ataque de histeria por la extremada precaución de Jeff cuando manejaba. Era desquiciante. Metí el auto al garaje y entre a casa, me senté a esperar la llegada de mama y Jeff en la sala mientras meditaba sobre todo lo ocurrido, Jack estaba muerto, y no solo eso, había estado a punto de convertirse en un vampiro, Por un momento me imagine lo que seria


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ver a Jack aparecer de repente frente a nosotros con la piel pálida y una mirada similar a la de Jasón ― ¿Podría seguir siendo el mismo que había conocido o habría cambiado radicalmente? ― de inmediato preferí pensar en otra cosa, de cualquier modo jamás lo sabría. Así que no tenía sentido atormentarme más con esa idea. No pude evitar alegrarme, finalmente sabia que era preferible que hubiera muerto, antes de convertirse en el ser que mas odiaba en el mundo.


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15 DESICIONES Las siguientes veinticuatro horas fueron una verdadera pesadilla, tal y como era de esperarse después de lo que había sucedido. El jueves por la mañana me levante a primera hora, había dado vueltas en la cama tratando de conciliar el sueño pero me había sido imposible lograrlo. Salí de mi cuarto y me encamine a la cocina en busca de un poco de agua, repentinamente una voz me sobresalto. ― Deberías regresar a la cama… ― escuche decir a Jeff quien permanecía recostado sobre el sofá. Por un instante me había olvidado que se encontraba ahí. Mi madre no le había permitido marcharse después de haberla traído a casa alegando que seria demasiado peligroso manejar a esas altas horas de la noche. ― Me he quedado sin sueño ― indique avanzando hacia la cocina sin prestarle mayor atención. Abrí el refrigerador y saque el cartón de leche y me serví un poco, desganado me senté sobre uno de los banquillos de la barra y comencé a beberla lentamente. Jeff entro y tomando un vaso de uno de los estantes también se sirvió un poco. Se sentó frente a mí y trato de sonreírme de manera cordial. Entonces recordé lo que Jasón me había dicho sobre él la noche anterior en el hospital. Decidí entablar un poco de charla antes de indagar sobre los planes que tenía de llevarnos a mí y a mi madre a New York. ― Debes de estar molido… se por experiencia propia que es prácticamente imposible poder dormir en ese sofá… ― comente. El rostro de Jeff pareció atónito, en todo el tiempo que llevaba saliendo con mi madre apenas y habíamos cruzado el saludo. En realidad no tenia nada contra él, simplemente prefería no meterme en los asuntos correspondientes a la vida social de mi madre. ― No esta del todo mal ― admitió. Hice un gesto de incredulidad. ― Ok, es horrible ― acepto. ― ¿Es verdad que viajaras a New York? ― lo cuestione sin poder dar mas largas a aquel asunto, Jeff pareció sorprendido de que yo supiera aquello. En realidad debía estarlo ya que Jasón había sacado esa información directamente de sus pensamientos.


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― ¿Quién te lo ha dicho? ― me cuestiono estupefacto. ― Mama… me contó que se lo propusiste anoche durante la cena ― mentí ― Espero que haya aceptado ir contigo ― indague. Jeff negó con la cabeza. ― Aun no me ha dado ninguna respuesta ― reveló con desánimo ― Me ha dicho que quería consultarlo contigo ― indico ― Habría preferido proponérselos a los dos juntos anoche pero por desgracia no pudiste acompañarnos ― se lamento. Por primera vez me di cuenta que quizás había sido muy injusto en tratar a Jeff de la manera en que hasta entonces lo había hecho. En realidad parecía ser un buen sujeto. Decidí usar aquello en mi favor. ― Tienes que convencerla de que se valla contigo… ― le solicite. Jeff me miro sin comprender. ― ¿Y tú? ― pregunto con sincera preocupación ― Michael, se que no nos llevamos muy bien pero ¿No crees que es la oportunidad que necesitamos para conocernos un poco mas? ― sugirió. ― No en este momento… ― respondí dando un sorbo a mi vaso, Jeff pareció lamentar mi respuesta, sabia que era necesario tenerlo de mi lado así que procedí a darle un poco de esperanzas al respecto ― No me mal interpretes Jeff, se que he sido muy duro contigo pero debo de aceptar que parece ser un buen sujeto y si no lo acompaño no es porque tenga algo en contra tuya o de tu relación con mama… simplemente ― refrendé ― no es un buen momento, ahora mas que nunca tengo que permanecer aquí… en West Hill ― aclare ― Pero seria buena idea que te llevaras a mama ― proseguí ― Convéncela que te acompañe… ― Aquel último comentario pareció surtir efecto. Jeff pareció meditar sobre mis palabras. ― Ella jamás aceptaría irse sin ti… ― índico conciente de la estrecha relación que existía entre mi madre y yo. ― Confió en que puedas persuadirla de hacerlo… si en verdad la quieres tienes que hacer lo necesario para alejarla de West Hill… ― indique. Mi comentario hizo que el rostro de Jeff se tornara serio.


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― ¿Alejarla? ― me cuestiono con preocupación ― ¿De que o de quien? ― dijo sin comprender el verdadero significado de mis palabras De inmediato me apresure a corregir mis palabras. ― A lo que me refiero es que últimamente mama a trabajado demasiado, le vendría bien alejarse un poco del trabajo y esas cosas ― puntualice tomando una nueva vertiente en la conversación. ― Si… últimamente se ha estresado demasiado ― señalo. ― Convéncela de hacer ese viaje… ¿Cuánto tiempo duraría? ― lo cuestione. ― Dos semanas, quizás tres… por eso seria bueno que tú también vinieras con nosotros ― volvió a insistir. ― No puedo faltar tanto a la escuela… ― pretexte. ― Entonces podemos dejarlo para cuando estés de vacaciones ― sugirió. Tenia que evitar a toda costa que desistiera de llevarse a mama, sabia que dos semanas era muy poco tiempo pero aun así me permitiría tener un poco de libertad para poder buscar al responsable de la muerte de Jack. Me di cuenta de que Jeff no accedería tan fácilmente como había creído, así que opte por usas un as bajo la manga que hubiera preferido no utilizar. ― Esta podría ser la oportunidad que necesitas para formalizar su relación… ― puntualice ― llévala contigo a New York… el resto depende de ti ― sugerí. Rogué que aquello fuera suficiente para convencerlo. ― ¿Qué harás tu mientras tanto? ― indico Jeff, pude notar que comenzaba a considerar muy en serio aquella opción como la oportunidad de finalmente pedirle matrimonio a mi madre. ― Eso es solo asunto mió Jeff… ― le indique. Jeff frunció el seño al escuchar mi respuesta. ― Si me dices lo que te sucede quizás pueda ayudarte ― se ofreció Jeff sinceramente al darse cuenta de lo extraño de mi actitud. ― Si en verdad quieres ayudarme llévate a mama contigo… ― indique en el tono más condescendiente que pude. ― ¿Entonces si estas planeando hacer algo durante nuestra ausencia? ― me cuestiono al escuchar mi respuesta ― ¿Tiene esto que ver con la muerte de tu amigo? ― indago tratando de saber lo que tenia planeado. ― Ya te dije que eso es asunto mió… ― respondí tajante ― No te preocupes, ya tengo edad para cuidarme solo ― recalque.


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― Eso creemos todos a tu edad… pero créeme, siempre necesitamos que alguien no proteja… que no ayude ― ― Jeff… te lo agradezco pero en realidad a quien debes de cuidar y proteger es a mi madre, así que lo dejo en tus manos, solo espero que tomes la decisión correcta… ― alegue consiente de que no había nada mas que pudiera decir.

Jeff seguía sin dar crédito a mis palabras, pero comenzaba a comprender que aquello, mas que un simple capricho se trataba de un sacrificio. Pareció comprender entonces. ― ¿Estarás bien? ― me cuestiono al ver que no cambiaria de opinión. ― Si…― respondí aunque no plenamente convencido, consciente del peligro que debía enfrentar. ― No será nada fácil convencer a tu madre ― advirtió nuevamente. ― Creo que entre los dos lograremos persuadirla… ― señale ― Entonces… ¿Me ayudaras? ― lo cuestione. Jeff dudo solo un segundo más. ― Esta bien ― acepto finalmente y en señal de de pacto me extendió su mano. Haciendo lo propio la estreche. Después de agradecerle nuevamente la ayuda, me apresure a subir nuevamente a mi habitación con el fin de evitar que Jeff continuara tratando de descubrir el porque estaba tan interesado en quedarme solo en West Hill, estaba convencido de que Jeff cumpliría su palabra y me ayudaría a convencer a mi madre para irse con el a New York. Ahora el siguiente paso era persuadirla de la idea de acompañarlos, ya tenia pensadas mas de una excusa lo suficientemente convincente. Las pondría en práctica durante el desayuno. Unas horas mas tarde el aroma procedente de la cocina se extendió por toda la casa, Jeff se había marchado para entonces, no sin antes pasar a despedirse, esta vez a diferencia de veces anteriores nuestro trato fue cordial, intento una vez de convencerme de acompañarlos, pero termino aceptando que nada me haría cambiar de opinión y quedo de hablar con mi madre aquella misma tarde. Yo comenzaría a poner en marcha el plan de convencimiento y el le daría el golpe final, como el lo había dicho usando una excusa que según el mi madre no podría resistir. Aunque no me quiso decir exactamente de que se trataba.


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Salí de mi cuarto enfundado en un par de jeans y una playera sencilla, también había llamado al Sr. Braddy para avisarle que tampoco iría ese día a trabajar, para mi desgracia fue Paul quien contesto esta vez y de inmediato comenzó a reprenderme por haberlo dejado solo el día anterior, al parecer Kelly tampoco había ido a trabajar, en cuanto me lo permitió le conté a grandes rasgos lo que le había ocurrido a Jack y no tubo mas remedio que darme permiso, colgué el teléfono y termine de vestirme, por un instante había tenido el deseo de ir al almacén, en realidad lo que menos necesitaba era quedarme en casa agazapado en mis pensamientos, sin embargo no tenia ningún animo de salir así que preferí quedarme a pesar de todo. Baje a la estancia y de inmediato me encamine a la cocina. Observe a mi madre preparando el desayuno, en cuanto se dio cuenta de mi presencia me brindo la mejor de sus sonrisas conciente de mi estado anímico. ― Espero que tengas hambre… ― comento invitándome a tomar asiento. En realidad tenia el estomago revuelto desde la noche anterior, las imágenes de la morgue, de Jack, la sangre, parecían no querer borrarse de mi cabeza, por un momento lamente no poder pedirle a Jasón que hiciera algo al respecto, consiente de que él era el único capaz de poner remedio a aquello. Aun así me senté tratando de lucir lo más tranquilo. Tenía que convencer a mi madre que me encontraba bien, de otra forma jamás accedería a acompañar a Jeff a New York. ― ¿Cómo te encuentras? ― me cuestiono mientras colocaba un plato con hot cakes frente a mí. ― Bien… ― aquello no era precisamente un buen comienzo, así que trate de ser mas expresivo ― Me encuentro bien, en lo que cabe… ― ― Joan llamo esta mañana ― indico refiriéndose a la madre de Jack. ― ¿Cómo esta? ― la respuesta era más que obvia pero aun así no se me ocurrió nada más que preguntar. ― Destrozada ― ― ¿Cuándo es el sepelio? ― la cuestione con un nudo en la garganta. Esta vez no respondió. ― ¿Mama? ― pregunte creyendo que la había pescado desprevenida con mi pregunta, en realidad mi madre meditaba sobre si era o no prudente responderme. Finalmente al ver la forma en que la miraba en espera de su respuesta no tuvo otro remedio que contestar.


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― Por recomendación del hospital decidieron que era mejor cremar el cuerpo… ― me explico. El tenedor escapo de mi mano producto de la sorpresa causada al saber aquello. ― ¿Cremarlo? ― ― Es por mera precaución… ― Aquello empeoro aun mas las cosas. ― ¿Percusión de que? ― reaccione suspicaz. ― Los médicos no pudieron dictaminar que tipo de animal había atacado a Jack… pero dadas las circunstancias prefirieron incinerar el cuerpo para evitar cualquier brote de infección, en caso de que se tratase de algún animal rabioso… en pueblos como este son muy quisquillosos con ese tipo de situaciones ― Trate de recobrar la compostura, consiente de que en realidad aquello no estaba muy alejado de la realidad. Me recordé nuevamente que debía lucir sereno, de otro modo no podría convencer a mi madre de que se fuera de viaje con Jeff. Sabía que era mejor parecer lo menos afectado por aquello. Aunque en realidad mi ánimo se había mellado al saber que para ese momento mi amigo era ya solo un montón de cenizas en una urna. Lo importante ahora era poner en marcha el plan que había fraguado. ― ¿Qué tal te fue anoche? ― la cuestione sacando a colación la cita que había tenido con Jeff. ― Bien… ― me di cuenta de que mi madre parecía renuente a comentar algo al respecto así que tuve que ayudarla un poco para sacar el tema a colación. ― Jeff me comento sobre la proposición que te hizo… ― proseguí. Mi madre se volvió a mi madre con la perplejidad dibujada en su rostro, no supe si por darse cuenta de que tenia conocimiento de aquello o por haber reconocido tener una charla con su novio al que estaba seguro, pensaba que detestaba. ― ¿Cuándo has hablado con Jeff? ― me cuestiono incrédula. ― Esta mañana… me ha dicho que ha pasado una noche de perros durmiendo en el sofá ― indique con la mayor naturalidad del mundo como si aquello se tratase de un hecho común n la vida diaria de la familia. ― ¿Te ha dicho algo más? ― ― Ya te lo dije… me comento sobre el viaje que planean hacer ― proseguí.


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― ¿Y que opinas al respecto? ― pregunto tentando el terreno. ― Me parece que es una muy buena idea… ― señale echándome a la boca un enorme trozo de hot cake que me obligue a comer con algo de esfuerzo. Pude notar que mi madre sonreía al escuchar mis palabras. ― No pensé que lo tomarías tan bien… me alegra saber que comienzas a llevarte mejor con Jeff ― indico sentándose a lado mió ― Anoche no me atreví a darle una respuesta, aunque en realidad en cuanto me lo propuso me sentí muy emocionada, tengo muchas ganas de visitar a mis amigas y necesito comprar algo de ropa… en realidad me pareció que era una excelente idea ― admitió ― Estoy segura de que Jeff estará muy contento cuando sepa que has iremos los tres juntos… ― ― Mama… ― la detuve antes de que pudiera continuar. Ya había picado el anzuelo, ahora tenía que poner todas las cartas sobre la mesa. ― No me refería a ir los tres… ― indique ― mas bien estaba pensando en que era buena idea que tu y Jeff fueran… solos ― puntualice. La emoción desapareció del rostro de mi madre en cuanto escucho mis palabras. ― ¿Quedarte? ― me cuestiono perpleja ― ¿Crees que en este momento te dejaría quedarte aquí solo? ¡De ninguna manera…! ― señalo tajante. Aquello no iba a ser fácil después de todo. Trate de mantenerme lo mas calmado posible para no cometer ningún error que echara todo a perder. ― Mama… ― volví a comenzar, sabia que era necesario ser lo mas elocuente posible ― Ya no soy ningún niño… además tu misma lo dijiste, es una muy buena oportunidad para que visites a tus amigas… ― dije tratando de animarla ― Nada me gustaría mas que acompañarlos, pero no puedo, estoy a punto de iniciar los parciales y no quisiera retrasarme… ― me justifique. ― Entonces tendremos que dejarlo para otra ocasión ― alego. No esperaba que fuera fácil convencerla de irse del pueblo, sin embargó me estaba costando mas trabajo del que pensé. De alguna manera tenía que convencerla de por lo menos considerar realizar aquel viaje con Jeff. Contaba con que Jeff cumpliera con su palabra y me ayudara a convencerla.


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― Seré sincero contigo… ― puntualice ― estoy seguro de que Jeff preferiría que fueran tu y él solos… ¿Entiendes? no es que me lo haya dicho pero por lo que pude darme cuenta este será un viaje muy especial para ambos ― explique, sabia que era una mentira pero no tenia mas remedio que seguir adelante ahora que había comenzado ― No quiero ser el mal tercio ― dije haciendo una mueca ― Por favor… ― suplique. Mama frunció el seño aunque no pudo evitar soltar una pequeña risilla emocionada por mi insinuación que acababa de hacer. ― Este es un viaje para dos… ― señale ― Y lo sabes ― puntualice. ― Pero… ― Me felicite al ver que mi madre comenzaba a dudar. ― Te prometo que me mantendré alejado de los problemas ― proseguí ― si te parece incluso puedo quedarme en casa de alguno de mis amigos… ― ofrecí. Aquello parecía estar dando resultado, el semblante de duda comenzaba a desaparecer del rostro de mi madre quien se debatía entre la curiosidad, la emoción y sus sentimientos maternos. Lance mi última carta. ― He invitado a Jeff a cenar esta noche… le prometí que te convencería de aceptar, no me hagas quedar mal la primera vez que me he ofrecido a hacer algo por él… ― advertí. Aquello pareció volcar las últimas defensas de mi madre. ― Jeff me va a escuchar esta noche ― advirtió divertida ― Mira que poner a mi propio hijo en complicidad con él… ― alego divertida ― Aunque debo admitir que me alegra ver que comienzan a llevarse mejor ― Me sentí aliviado, todo estaba saliendo a la perfección, ahora solo tenia que esperar a la noche, el resto dependía de Jeff. Mi madre se despidió en cuanto termino de tomar su café y se marcho a toda prisa a la oficina, no sin antes cuestionarme sobre mis planes para ese día. ― ¿No vas a ir a trabajar? ― me cuestiono mientras se acomodaba el abrigo. Negué con la cabeza. ― Ya he llamado al Sr. Braddy para pedirle permiso… de hecho creo que voy a renunciar, espero que estés de acuerdo ― dije aunque en realidad lo haría de todos modos.


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― Me parece bien, así tendrás más tiempo para dedicarte a tus estudios ― comento sin darle mayor importancia a aquello, en realidad mi madre jamás había estado de acuerdo en que trabajara en el almacén, siempre me decía que mi única obligación era la escuela. ― Tampoco pienso ir a la escuela… no me siento del todo bien… ― agregue, sabia que aquello si la haría protestar. Se acerco y me puso una mano en la frente. ― ¿Quieres que llame al medico? ― me cuestiono preocupada. ― No… mi estado es mas anímico que físico ― indique ― Supongo que es normal, estaré bien ― indique tratando de tranquilizarla. MI madre pareció n creerme demasiado. ― Si sigues así vas a perder el año ― indico consiente de que aquello podía prolongarse por lo menos aquella semana ― Te serviría ir para distraerte un poco en lugar de quedarte aquí encerrado toda la tarde pensando en… ― se detuvo antes de concluir la frase. ― Deja de preocuparte ― dije conciente de que no era el mejor momento de inquietar a mi madre, podía cambiar de opinión y decidir cancelar el viaje con Jeff y eso no me convenía ya que la tendría sobre mi cuidando cada uno de mis pasos. ― Si te hace sentir más tranquila iré a clases ― indique. ― Esta bien, cualquier cosa llámame a la oficina ― índico mirando nuevamente la hora ― me tengo que ir, tratare de venir a comer para que no tengas que hacerlo solo ― ― Te veré entonces a la hora de la comida… ― consiente de que aquello era una manera de asegurarse que cumpliría con mi promesa, pero preferí no protestar, en realidad no tenia ánimos para hacerlo. Me dio un beso y salio a toda prisa. Termine de desayunar y de inmediato me apresure a regresar a mi habitación. Rebusque entre mis cosas y encontré la tarjeta que alguna vez Jeff me había dejado ― en caso de que necesitara su ayuda ― me alegre de no haberla botado a la basura. Me apresure a llamarlo para ponerlo al tanto de la situación, le indique por donde debía atacar, en un principio insistió nuevamente en que los acompañara, de inmediato le deje nuevamente claro que no tenia ni la menor intención de cambiar de opinión, así que no se atrevió a insistir más y prometió hacer todo lo que estuviera en sus manos para convencer a mi madre. ― Creo que aun no he logrado convencerla pero con un poco mas de persuasión tuya creo que terminara por aceptar ― le indique ― Espero que no lo eches a perder ― ― No te preocupes, haré lo posible por no arruinarlo ― indico Jeff.


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― Hay algo mas que debes saber… ― agregue un tanto apenado, consiente de que había ido un poco lejos tratando de convencer a mi madre de marcharse con él a New York ― Le he dado entender a mama que una de las razones por la cual es preferible que vallan solos en ese viaje es debido a que tu tienes la intención de formalizar un poco mas su relación… ― Para mi sorpresa escuche reír a Jeff del otro lado de la línea. ― No te preocupes… ― indico ― No dijiste nada que no fuera verdad, en realidad parte de ese viaje esta enfocado a pedirle a tu madre que sea mi esposa ― respondió. Me quede mudo producto de la sorpresa. ― ¿Mike? ― Mi silencio pareció preocupar a Jeff ― Mike… ¿sigues ahí? ― ― Lo siento… ― dije casi con un hilo de voz ― no es el tipo de noticia que uno espera recibir por teléfono ― revele desconcertado. ― Lo siento… quise que lo supieras antes de hacerlo ― ― Te lo agradezco Jeff ― dije aun consternado por la noticia. ― Entonces hasta esta noche ― se despidió. ― Hasta esta noche Jeff ― respondí. Una vez que colgué el teléfono medite un segundo, dos días atrás, si alguien me hubiera dicho que terminaría siendo cómplice de Jeff en sus esfuerzos por formalizar con mi madre me habría reído. Irónico… aquello era verdaderamente irónico. Trate de alejar la idea de convertirme en el hijastro de Jeff, después de todo era algo que tarde o temprano tendría que enfrentar pero aquel no era el momento oportuno de hacerlo, por mas que Jeff y yo hubiéramos comenzado a congeniar las cosas se habían dado tan repentinamente que ni siquiera quise preocuparme, lo haría en el momento oportuno. Ahora problemas más serios de que ocuparme. Un poco mas tarde logre juntar el valor suficiente y me decidí a llamar a casa de los Sawyer, le di el pésame a la madre de mi amigo y le pedí hiciera lo mismo con su esposo, me disculpe por no hacerlo personalmente, sabia que no tendría el valor suficiente para hacerlo, mucho menos para enfrenta el hecho de que Jack había dejado de existir. La Sra. Sawyer comprendió perfectamente y me reitero que las puertas de su casa estaban abiertas. Pase el resto de la tarde preparándome para recibir a Jeff, mi madre había llamado un par de horas después de marcharse para avisarme que no podría comer conmigo pues se le había


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presentado un imprevisto, al parecer Jeff ya había platicado con ella y me confirmo que los dos llegarían juntos después del trabajo. No pudo evitar la sorpresa cuando me ofrecí a preparar todo para esa noche, en realidad solo fue un pretexto para no tener que ir aquella tarde al colegio, después de un par de protestas i madre termino por aceptar pero me hizo prometerle que al siguiente día asistiría sin ningún pretexto, no tuve otro remedio que aceptar. Después de colgar me di cuenta de que no había considerado lo que implicaba preparar la cena, en realidad no tenia siquiera la mas mínima idea de cómo se cocinaba un huevo, afortunadamente después de buscar un poco en el directorio logre encontrar un par de establecimientos decentes que entregaban comida a domicilio, termine decidiéndome por la comida china aunque en realidad mi apetito aun no parecía haber mejorado. Pase el resto de la tarde pensando en lo que le había dicho aquella mañana a mi madre sobre renunciar a mi empleo en el almacén del Sr. Braddy, en realidad lo que mas lamentaba era no poder ver mas a Kelly, no podía negar que la chica me había gustado desde el primer momento en que había puesto un pie en el almacén. Ni modo, por ahora lo que menos necesitaba era complicarme la vida con ese tipo de cosas, tenia que mantener toda mi atención en encontrar al responsable de la muerte de mi amigo, así que al día siguiente presentaría mi renuncia, sabia que a Paul le iba a dar un infarto cuando se enterara. Al punto de las ocho todo había quedado dispuesto, sabía que aquella velada tenia que ser perfecta, de eso dependía en gran medida el triunfo de mi plan. Subí nuevamente a mi habitación y me di rápidamente una ducha, me vestí de manera formal, sin exageraciones, finalmente la cena seria solo un pretexto, una vez que mi madre hubiera aceptado marcharse con Jeff a New York, me escurriría con el pretexto de dejarlos solos. No pude evitar sentirme molesto por el papel de cupido que sin querer había adoptado. Me senté sobre la cama, faltaba poco mas de media hora para que mama regresara del trabajo, Jeff llegaría junto con ella, así que lo único que podía hacer era esperar y entonces sin poder evitarlo más, todos mis pensamientos se desbordaron en Jasón. Me había propuesto evitar a toda costa pensar en él, la impotencia de no poder ayudar me volvía loco y no quería que Jeff o mama se dieran cuenta de mi ansiedad, sabia que echaría todo a perder, así que me obligue a dejar de pensar en Jasón por lo menos hasta el siguiente día, pero me fue imposible hacerlo del todo, me pregunte que estaría haciendo en aquel momento, lo imagine jugando con Eidrian en su cuarto o platicando con Ruth mientras esta reposaba


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frente a la chimenea. Entonces me di cuenta de que no deseaba nada más que estar con ellos en ese momento, por alguna extraña razón me provocaba un sentimiento de añoranza el pensar en la casa Parker, era absurdo, pero así era. El sonido del teléfono me saco de mis pensamientos. Me apresure a contestar. ― ¿Mike? ― Era Jasón. No pude evitar sorprenderme. ― ¿Cómo conseguiste mi teléfono? ― pregunte recordando que el mismo había sugerido no tener contacto hasta el siguiente día. ― El directorio… ― indico ― Perdóname, si estas ocupado puedo llamar en otro momento ― se disculpo. ― No, lo siento ― dije, al notar que había sido un tanto descortés ― Me alegra que me hayas llamado… ¿Cómo están Ruth y Eidrian? ― lo cuestione tratando de entablar conversación. ― Bien… ― respondió ― Mi hermano dice que espera cumplas con la promesa que le hiciste… ― me recordó. ― Dile que lo haré pronto…― señale. Mi tino de voz se torno un tanto melancólico notarlo de inmediato.

y Jasón pareció

― ¿Cómo estas? ― Estaba seguro que no tardaría en hacerme esa pregunta. ― Bien… ― dije sin sonar muy convencido. ― ¿Has pensado lo que te sugerí? ― me cuestiono. ― No voy a irme Jasón… ― le repetí convencido ― Afortunadamente logre convencer a Jeff de que se lleve a mama, eso me permitirá tener la libertad necesaria para poder investigar sin tener que dar explicaciones a nadie ― señale haciendo énfasis en la ultima palabra. ― Estas muy equivocado si crees que voy a dejar que juegues al detective Mike ― la voz de Jasón había tomado un tono incomodo ― Es muy peligroso… ― ― No si me ayudas… ― señale ― Definitivamente será todo mucho mas fácil teniéndote de mi lado, de otra forma me costar mucho mas trabajo dar con el responsable de la muerte de mi amigo ― puntualice conciente de mis limitaciones ― aun así estoy decidido a hacerlo, con o sin tu ayuda ― advertí. ― Eres un testarudo ― me indico. ― No tienes idea cuanto ― puntualice. ― ¿Cuando se van? ― me cuestiono, sin atreverse a debatir más.


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― Aun no lo se, esta noche cenaremos los tres juntos, si todo sale bien supongo que a mas tardar la próxima semana ― ― Tienes que ir con ellos Mike ― insistió nuevamente. ― No lo haré… ― repetí ― Déjalo ya, no voy a permitir que me convenzas ― señale. ― Sabes que puedo usar otros métodos… aunque preferiría no tener que hacerlo ― ― ¡No te atrevas Jasón Parker! ― lo amenace. ― Entonces márchate… no quiero que tu también salgas lastimado ― ― Tengo que colgar Jasón ― dije al ver que no estaba dispuesto a ayudarme ― Te veo mañana en clase… ― y sin esperar a que me respondiera colgué. Por un momento temí que cumpliera su amenaza y usara en mi aquello que él llamaba “persuasión”, no estaba seguro si podía hacerlo sin la necesidad de estar directamente en contacto conmigo, tampoco quería correr el riego así que me tendría que mantener alejado de él a pesar de saber lo difícil que parecía resultarle hacer aquello conmigo, de cualquier modo no estaba de mas tomar precauciones. El sonido de un auto me devolvió a la realidad, al asomarme por la ventana me percate que se trataba de mi madre, acompañada de Jeff. De inmediato me apresure a bajar a recibirlos, al entrar les brinde la mejor de mis sonrisas. Los dos me agradecieron el gesto de preparar la cena. Mi madre subió rápidamente a su habitación a cambiarse los zapatos alegando que no los soportaba ni un minuto mas, aproveche el haberme quedado solo con Jeff para darle las últimas indicaciones. ― Recuerda… hay que convencerla de que me deje quedarme aquí… esta mañana al parecer logre hacer que por lo menos lo considerara… ahora todo depende de ti ― susurre tratando de evitar que mama nos escuchara. ― ¿Qué es lo que tienes planeado hacer Mike? ― me cuestiono preocupado ― ¿Por qué te interesa tanto quedarte solo en West Hill? ― Me cuestiono sin darme tiempo siquiera de responder. ― Confía en mi Jeff… ― indique encaminándolo al comedor consiente de que mi madre podía bajar en cualquier momento ― Yo se lo que hago… solo promete que mantendrás a mama en New York el mayor tiempo posible ― ― Dos semanas Mike… ― indico Jeff. ― Suficiente… ― dije susurrando. ― ¿Suficiente para que? ― Jeff pareció creer que aquella noche estaba más abierto a explicarle mis planes pero yo me mantuve renuente. Los pasos de mi madre bajando las escaleras me permitieron librarme de aquel interrogatorio, le solicite a Jeff que tomara asiento, mi madre entro al comedor sonriente, sin imaginar que


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aquello se trataba solo de una farsa planeada con el fin de sacarla a toda costa de West Hill. No sabía si Jeff seguiría el plan al pie de la letra después de haberle dicho aquello, estaba seguro de que lo había inquietado aun más con mis palabras. ― ¿Qué están tramando ustedes dos? ― Nos cuestiono al ver que guardábamos silencio al verla entrar. Jeff y yo nos miramos sin saber que responder. ― Sea lo que sea me alegra que ambos comiencen a entenderse un poco mas… ― señalo al ver que ninguno de los dos decía nada ― Aunque creo que me están ocultando algo ― dijo mientras tomaba asiento. Como de costumbre Jeff se apresuro a acercarle la silla caballerosamente. ― ¿Ya decidieron cuando se irán a New York? ― la cuestione, me lamente de forzar aquello pero necesitaba disipar pronto esa duda, ― ¿Por qué estas tan interesado en que nos marchemos Mike? ― me cuestiono mi madre. ― Porque se lo mucho que necesitas ese viaje… desde que llegamos aquí no has parado de trabajar y trabajar… ― exprese, había pasado toda la tarde buscando respuestas a las posibles preguntas que mi madre podría formularme. Mire a Jeff en busca de un poco de apoyo. ― Mike tiene razón Loraine ― secundo Jeff ― Últimamente te has quejado de sopesado que ha estado el trabajo en la oficina, te vendrá bien relajarte un poco ― señalo. Mama nos miro a albos percatándose de que seriamos dos contra uno durante toda la velada. ― Ustedes dos se traen algo ente manos ¿No es así? ― nos cuestiono mirándonos con duda. ― Pues deberías sentirte orgullosa de que por fin hayamos coincidido en algo ― puntualice. ― Me sentiría mas feliz si decidieras acompañarnos ― respondió. Aquella seria una velada difícil, así que decidí que quizás era preferible hablar con el estomago lleno. ― ¿Qué les parece si antes de todo cenamos? ― sugerí ― espero que les guste lo que he preparado ― señale levantando y encaminándome a la cocina. Un segundo después regrese a la mesa llevando conmigo la cena.


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― ¿Comida china? ― me cuestiono mi madre ― Cuando te ofreciste a prepara la cena creí que te referías a cocinar algo tu mismo ― me recrimino divertida. ― Créeme ― dije comenzando a servir un poco en cada plato ― Lo hice por su propio bien, no quisiera que ninguno de ustedes terminara intoxicado en el hospital… sabes que soy un pésimo cocinero ― apunte. Mi madre y Jeff echaron a reír con el comentario. Aquello pareció relajar un poco la tensión, los tres cenamos en calma, aunque fue inevitable mencionar el tema de la muerte de Jack durante la cena, aun así no permití que mi madre se percatara de mi tristeza, tenia que convencerla de que a pesar de lo mucho que me había dolido la perdida de mi amigo, me encontraba bien, de otra forma no la haría subirse a un avión ni aun haciendo uso de la “persuasión especial” de Jasón. ― No puedo evitar preguntarme que clase de animal fue el que ataco a Jack ― señalo mi madre horrorizada. Me mantuve en silencio, no quería decir nada que pusiera en evidencia lo mucho que me afectaba hablar del tema. Aun así no paso desapercibido para mama ni para Jeff. ― No es bueno que te guardes lo que sientes Mike ― comenzó mi madre a pesar de mis ruegos por que no intentara hacerme sentir mejor. Lo único que conseguirá traerme un poco de paz seria descubrir quien había sido el responsable de la muerte de mi amigo. Trate de buscar una respuesta que la dejara tranquila. ― Estoy bien… estaré bien ― fue lo único que atine a responder ― Prefiero no hablar al respecto… por favor ― indique casi suplicante. Jeff intervino cambiando nuevamente el tema, lo cual agradecí. El resto de la velada la pasamos hablando de trivialidades a las cuales no les puse demasiada atención. Al terminar la cena volví a retomar el tema del viaje a New York, comencé hablándoles de lo interesante que seria que Jeff conociera a las amigas de mama, estaba seguro que a él no le encanto la idea pero no dijo nada y como lo habíamos acordado se esforzó al máximo en tratar de convencer a mi madre de hacer ese viaje solos. Era sorprendente como Jeff y yo parecíamos estar mentalmente conectados, entonces me di cuenta de que en realidad era como si pudiera leer la mente de Jeff y saber lo que diría y porque lo diría, aquello no era normal, estaba recibiendo ayuda y de alguna manera supe que no podía tratarse de otra persona más que de Jasón.


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Más tarde me preocuparía por averiguar si mis sospechas eran ciertas. Ahora tenia que poner toda mi atención en lo más importante que era conseguir mandar a mama y a Jeff a New York. Cierto o no aquello parecía estar dando resultado ya que habían pasado un rato desde la última negativa de mi madre de hacer el viaje.

― Esta bien... Esta bien… ― exclamo mama en señal de rendición ― Nos iremos A New York pero debes prometerme que nos llamaras diario ― solicito. Sentí un gran alivio al escucharla. ― Esta bien, pero no te quejes si la cuenta del teléfono se va hasta el cielo, además estoy seguro que en cuanto llegues a New York no tendrás siquiera tiempo de pensar en esperar a que te llame… lo importante es que te diviertas, te prometo que yo estaré bien… ¿Qué peligro crees que pueda correr en un pueblo aburrido como West Hill? ― La cuestione. Jeff me brindo una mirada de incredulidad que preferí ignorar. ― Entonces esta acordado… ― alego Jeff después de mirarme al escuchar mis ultimas palabras, consiente de que si estaba tan interesado en que mi madre se marchara era porque en realidad West Hill no era tan seguro como yo quería hacérselos creer ― No iremos el jueves por la tarde, mañana me encargare de conseguir los boletos y hacer las reservaciones ― señalo. ― ¡Es una locura! ― exclamo mi madre sin poder ocultar lo emocionada que estaba por hacer ese viaje ― Mike… seria fantástico si vinieras con nosotros ― insistió. ― Mama… ― dije sin dar pie a aceptar ― Ya te lo dije, será la próxima vez, te lo prometo ― ― Si y quizás en esa ocasión ya lo hagamos como una familia ― agrego Jeff. Aquello último en particular pareció conmover a mi madre quien tomo la mano de Jeff y la mía amorosa. ― ¡Nada me haría más feliz! ― exclamo al punto de las lágrimas. Me levante de mi asiento, había llegado el momento de hacer mutis, antes de que mi madre comenzara a ponerse sentimental. No pude evitar pensar que Jeff había exagerado demasiado. Aunque finalmente le había dicho que hiciera todo lo posible por convencer a mi madre. Sabía que no tenia derecho a reclamar nada.


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Bostece fingiéndome cansado de la manera mas exagerada que pude. ― Es mejor que me valla a dormir ― señale ― Mañana tengo escuela y debo que levantarme temprano para ir a ver al Sr. Braddy… ― agregue. ― ¿Entonces vas a renuncias? ― ― Si… como dices, así podré dedicarme un poco mas a los estudios… ― indique, aunque en realidad mis intenciones eran otras. Comencé a recoger los platos pero mi madre no me lo permitió. ― Déjalo cariño, no te preocupes, yo lo haré ― se ofreció ― Es mejor que te vallas a descansar ― Tomo los trastos y se encamino a la cocina. Nuevamente aproveche aquel instante para hablar con Jeff. ― Todo salio perfecto ― musite cuidando que mi madre no se diera cuenta ― Te agradezco mucho que me hayas ayudado… de verdad ― dije estrechando nuevamente la mano de Jeff. ― Hablaba en serio cuando dije que esperaba hacer el siguiente viaje como familia Mike ― repitió Jeff ― Aprovechare este viaje para pedirle a tu madre que sea mi esposa… espero contar con tu aprobación ― Me quede mudo. Ya lo venia venir pero no esperaba que fuera tan rápido. ― Yo… ― balbucee ― Es decisión de mi madre y no mía… como sea yo no tendré inconveniente alguno ni tampoco pienso ser un obstáculo, ahora que comienzo a darme cuenta que en realidad eres un buen sujeto… ― admito. Jeff sonrió satisfecho. ― Solo no esperes que te diga papa si es que tienes suerte y mama acepta casarse contigo ― advertí. ― Jeff será suficiente ― indico divertido ― Prométeme que te cuidaras mucho Mike… tu madre confía en ti… yo confió en ti ― señalo ― De otra forma no hubiera accedido a ayudarte en este descabellado plan ― prosiguió ― lo único que te pido es que no hagas nada que te ponga en peligro mientras regresamos ― ― No lo haré ― asegure aunque no estaba muy convencido de poder cumplir mi promesa. Mi madre regreso en ese momento.


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― Entonces hasta mañana… ― Di un beso a mi madre y me despedí de Jeff cordialmente antes de subir las escaleras. Una vez que estuve en mi cuarto suspire tranquilo, había conseguido sacar a mama de West Hill, estaba seguro que aquello me permitiría moverme con libertad sin tener que dar explicaciones y en dado caso ― siendo un tanto pesimistas ― no preocuparla si algo salía mal. Ahora venia lo mas difícil de todo aquel asunto, convencer a Jasón para que me ayudara a dar con el asesino de Jack. Sabia que no seria una tarea fácil pero estaba dispuesto a todo con tal de conseguirlo. Cuando escuche nuevamente el andar del auto de Jeff debían de ser cerca de las dos de la mañana, a pesar de haber tratado de conciliar el sueño no había podido conseguir lo. Claramente escuche a mi madre subir las escaleras, fingí dormir al escuchar el sonido de la puerta de mi cuarto abrirse, mi madre ingreso a la habitación y después de darme un beso y arroparme un poco volvió a salir al pasillo dispuesta a irse a dormir. Permanecí con los ojos cerrados hasta que escuche cerrar la puerta nuevamente. Me esforcé por finalmente quedarme dormido pero todo fue inútil. La mañana me sorprendió despierto, pensando en todo lo ocurrido, en como mi vida había cambiado en los últimos días y sobre todo, pensando en la forma de convencer a Jasón Parker de que me ayudara a encontrar al asesino de Jack.


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16 REMORDIMIENTOS Hacia un par de hora que mama se había marchado a la oficina cuando finalmente aborde mi bicicleta en dirección al almacén del Sr. Braddy, al llegar frente al gran almacén aparque afuera y me dispuse a entrar a hablar con el viejo, en realidad me dolía dejar mi empleo pero no tenia otro remedio. Paul me dio la bienvenida con una de sus ironías pero ni siquiera le preste atención y me dirigí de inmediato a la oficina del dueño, no sin antes saludar a Kelly quien en ese momento atendía a un par de clientes. ― El viejo no esta ― me indico Paul desde el mostrado principal, así que ponte a trabajar antes de que te despida ― Me amenazo. Ni siquiera le preste atención y me encamine nuevamente al exterior del establecimiento y con toda la tranquilidad del mundo encendí un cigarrillo dispuesto esperar a que legara el Sr. Braddy para hablar con el. Paul salio un par de segundos después. ― ¿Acaso no me escuchaste? ― me pregunto visiblemente molesto ― Ponte a trabajar o te pondré de patitas en la calle ― me amenazo nuevamente. Lo mire torciendo una sonrisa. Estaba apunto de responderle pero justo en ese momento apareció el Sr. Braddy. ― ¡Muchacho! ― exclamo el viejo bajando de su vieja Chevolet 68. ― Sr. Braddy ― se apresuro Paul a acusarme ― Stevenson llego tarde y aparte de todo no ha hecho caso de ponerse a trabajar y en lugar de eso se ha venido a tomar l sol tranquilamente… ― ― Vamos a mi oficina Mike… ― indico el viejo sin dejar de sonreírme ― Ahí podremos charlar tranquilamente ― indico ― Y tu ― se dirigió a Paul ― Ponte a trabajar antes de que tenga que despedirte… ― Paul pareció sorprendido de las palabras de Braddy, de inmediato entro al almacén visiblemente molesto. Una vez que estuvimos en la oficina del Sr. Braddy comencé a explicarle todo lo que había ocurrido y el motivo de aquella visita. ― No quiero quitarle mucho tiempo ― dije una vez que estuvimos los dos solos tomando asiento ― Únicamente quería agradecerle por el trabajo, pero lamentablemente voy a tener que presentarle mi renuncia… ― dije. ― Lo imagine muchacho… ¿Cómo te encuentras? ― me cuestiono, supuse que ya se había enterado de la muerte de Jack. ― Bien… supongo ― dije sin estar muy convencido.


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― Es una lastima que tengas que dejarnos pero te entiendo… debes estar muy confundido después de lo que le paso a tu amigo ― dijo confirmando mi sospechas. Preferí no hablar de aquello y de inmediato retome el tema principal de mi visita. ― Espero que encuentre pronto alguien que me remplace, si gusta puedo quedarme el día de hoy ― ofrecí ― por lo menos para terminar lo que deje pendiente el fin de semana ― ― No te preocupes muchacho, nos las arreglaremos, es mejor que te vallas a tu casa, tienes una facha terrible, deberías tratar de descansar un poco ― me sugirió. ― Lo haré ― indique, aunque en realidad no tenia la menor intención de hacerlo. ― Mucha suerte muchacho ― dijo estrechando mi mano. Salí de la oficina de Braddy, a pesar de mi negativa el viejo insistió en págame mi sueldo completo a pesar de haber faltado los últimos días y agrego un poco mas según el como liquidación, a pesar de ser yo el que había dejado el empleo, no pude mas que agradecer aquel gestó, sabia que necesitaría todo el efectivo posible para poder sustentar mis gastos, por lo menos hasta que pudiera volver a conseguir otro empleo, lo menos que quería era tener que volver a depender de mi madre, aunque sabia que en el remoto caso de tener que hacerlo no tendría otra alternativa que usar un poco de lo que tenia guardado en mi fondo para la universidad. Pude notar que Paul me miraba lanzando chispas por los ojos al darse cuenta de que el Sr. Braddy no me había despedido a patadas como el lo hubiera querido, sin prestarle atención me acerque hasta la caja para despedirme de Kelly. ― ¿Te despidió? ― me pregunto preocupada. ― Renuncie ― indique sonriéndole mostrando el sobre de mi liquidación. ― Que lastima ― dijo con un dejo de tristeza en su voz ― Aunque no lo creas te voy a extrañar, aunque en realidad no creo durar mucho en este empleo, Walker es un pesado ― dijo. Paul hizo un gesto, evidenciando que había escuchado el comentario de la chica. ― Me tengo que ir ― indique sin saber que mas decir, en realidad aquella chica me ponía bastante nervioso, quise decirle que yo también iba a extrañarla pero no me atreví. Kelly tomo un trozo de papel y se apresuro a escribir algo en el y me lo entrego, al hacerlo aprovecho y me jalo por el brazo y sin darme tiempo de reaccionar me dio un beso. Una corriente eléctrica me


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recorrió, el beso fue subiendo de intensidad hasta que de repente sentí un fuerte dolor en el labio inferior, me aparte sorprendido, ― Lo siento ― se disculpo Kelly confundida por mi reacción, en realidad no esperaba una muestra de afecto tan… efusiva. Paul nos miraba con la boca abierta. ― Tengo que irme ― dije metiendo el trozo de papel en mi bolsillo, no tuve siquiera que revisarlo, sabia que en el había apuntado su teléfono. Salí del almacén sin siquiera despedirme de Paul y monte la bicicleta y eche a andar a toda velocidad. Unas cuadras más adelante me detuve tratando de recuperar la respiración, producto de aquella carrera tan repentina. Cuando pude finalmente tranquilizarme me di cuenta del lugar donde había parado y no pude evitar sorprenderme. Estaba frente a la casa Parker. Veinte minutos después de haber llegado seguía debatiéndome por avanzar y tocar la puerta o marcharme lo mas rápido posible, en parte por el miedo de que Jasón encontrara la forma de convencerme con su persuasión como lo había amenazado hacerlo para terminar en un avión directo a New York sin saber siquiera porque lo había hecho. Me había prometido mantenerme alejado de él, por lo menos hasta que mama y Jeff se hubieran marchado, además prefería tener cierta idea de cómo le haría para localizar a la criatura que había atacado a Jack antes de volver a pedirle a Jasón que me ayudara, sin embargo no estaba seguro de poder hacerlo. La caza de vampiros no era precisamente algo que pudiera aprenderse de la noche a la mañana. Así que mi única esperanza era Jasón. ― Ni hablar ― pensé dando la vuelta dispuesto a regresar a casa finalmente después de pensarlo un poco mas, me dispuse a montar mi bicicleta nuevamente pero para mi sorpresa me encontré frente a frente con Jasón quien me miraba examinándome de pie a un lado de mi vehiculo. ― ¿Vas a algún lado? ― me cuestiono mirándome con recelo. ― Yo… ― me quede mudo sin saber que responder. ― Eres un cabeza dura… ― exclamo ― deberías estar empacando para irte con tu madre a New York ― me recrimino ― Y en lugar de hacerlo te has plantado frente a mi casa tratando de encontrar a forma de convencerme de que te ayude en tu descabellado plan… o mas bien el suicidio que pretendes cometer ― me recrimino ― Aun tienes tiempo de reconsiderarlo ― dijo esta vez en tono de suplica.


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― No pienso hacerlo Jasón ― le advertí ― necesito encontrar al responsable…― recalque. ― Lo que necesitas es un psicólogo… ― índico ― o en todo caso una camisa de fuerza porque estas completamente loco ― ― Lo haré de toda maneras ― puntualice ― contigo o sin ti ― recalque levantando la bicicleta del suelo dispuesto a marcharme al ver que Jasón parecía no querer cambiar de opinión. Jasón frunció el seño, conciente de que nada me detendría en seguir adelante con mi plan. De pronto se quedo mirándome fijamente, como si me estudiara. ― ¿Sucede algo? ― lo cuestione al ver la extraña forma en que me observaba. ― ¿Qué te sucedió? ― dijo señalándose los labios. Toque los míos y sentí un leve dolor. Entonces recordé el efusivo beso de Kelly. ― Nada… ― me apresure a responder ― Me he golpeado al caer de la bicicleta ― Mentí. Jasón me miro incrédulo de mi respuesta, no supe si me creyó o no pero no pregunto más al respecto. ― Vamos adentro ― dijo sujetando el manubrio del vehiculo, su tono de su voz delataba enojo. Aun así me encamine tras el en cuanto comenzó a avanzar hacia la casa Parker, Eidrian nos recibió efusivo sonriendo, parecía feliz de verme. ― ¿Viniste a jugar conmigo? ― me cuestiono con una amplia sonrisa. Sabia que tenía que aprovechar aquella oportunidad para hablar con Jasón y tratar de convencerlo de que cambiara de opinion, sin embargo no me atreví a decepcionar a Eidrian. ― Si… te prometí que lo haría ¿No es así? ― señale finalmente, conciente de que quizás era mejor dejar que Jasón se calmara un poco. ― Entonces vamos a mi cuarto ― me apresuro Eidrian escaleras arriba jalándome por el brazo. Mire a Jasón, parecía feliz de que Eidrian estuviera tan contento, supuse que había tomado una buena decisión al posponer nuestra charla, aquello me permitiría pensar un poco las cosas antes de


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volverle a solicitar su ayuda. Aun albergaba la esperanza de que terminaría aceptando. A pesar de la promesa que le había hecho a mi madre de no volver a faltar a la escuela me pase el resto de la tarde jugando con el pequeño Eidrian en su habitación, a simple vista parecía la un chiquillo como cualquier otro, su inocencia era sorprendente, parecía no tener malicia alguna. Al final de cuentas, a pesar de su condición, el seguía siendo simplemente un niño, un niño que viviría eternamente. Cerca de la hora de la cena Jasón hizo acto de presencia en la habitación de su pequeño hermano, al vernos tumbados en el suelo sonrió divertido. Eidrian me había pedido jugar a los indios, por supuesto yo tuve que ser el vaquero que había sido capturado ye estaba apunto de perder el cuero cabelludo. El chico me había atado fuertemente a una silla, me sorprendió en extremo la fuerza con la cual me había sujetado, supuse que eso se debía a que a pesar de su corta edad, debía tener algunos efectos producto de haber sido convertido, uno de ellos era el poder colgar de paredes y techo sin el menor problema. Su fuerza también debía deberse al mismo motivo. Jasón se apresuro a desatarme en cuanto se dio cuenta de que en realidad aquella lucha por soltarme no era solo un mero juego. ― ¿Acaso estas demente? ― me susurro mientras aflojaba un poco las cuerdas. ― Solo estábamos jugando ― indique despreocupado. Aunque en realidad empezaba a sentir un poco de temor. Eidrian no era conciente de su fuerza, en realidad podía lastimarme, aunque lo haría de manera inconciente. ― Eidrian puede parecer solo un niño, pero finalmente también es un vampiro, te he dicho que aun no controla al cien por ciento sus instintos… ― me recrimino molesto por mi insensatez. ― Tu mismo me dijiste que Eidrian era incapaz de lastimar a nadie… ― le recordé. Jasón hizo una mueca, pude darme cuenta que en realidad estaba muy molesto. ― ¿Ya no vamos a seguir jugando? ― me cuestiono el pequeño con la desilusión marcada en su rostro. ― Creo que por hoy a sido suficiente ― indique ― pero volveré pronto ― prometí. Eidrian volvió a sonreír y de inmediato se puso a jugar nuevamente.


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Jasón me hizo una seña para que saliéramos de la habitación, de inmediato me apresure a seguirlo. Una vez que estuvimos en el pasillo comenzó nuevamente a reprenderme. ― Eres muy inconsciente Mike… ― me reprocho ― Y demasiado confiado ― dijo. ― Y tú exageras demasiado… ¿Cómo puedes pensar que tu hermano puede hacerme algún daño? ― le recrimine. ― Tu mismo creíste que había sido el quien ataco a Jack… ― me recordó ― Finalmente ambos sabemos que por mas que trate de ocultarlo, Eidrian es un ser salvaje… capaz de asesinar ― Aquella sugerencia me hizo sentir un escalofrió. ― Ya es suficiente con que la gente los discrimine… no lo hagas tu también ― le solicite con desánimo. ― No puedo cegarme a nuestra realidad… ― señalo con tristeza. En realidad parecía muy afectado por su condición. ― ¿Te arrepientes de haberlo convertido? ― lo cuestione. Jasón pareció pasmado al escuchar aquella pregunta. ― ¿Quién te ha dicho que fui yo quien lo convertí… en eso? ― cuestiono con vergüenza. ― Solo lo supuse… en realidad creo que debiste haber tenido una buena razón para hacerlo… ― recalque. Jasón guardo silencio. ― Ahora que lo pienso fríamente no creo haberle hecho un gran favor… ― indico abatido ― lo condene a una eternidad confinado entre cuatro paredes… eso es aun peor que haberlo dejado morir ― exclamo. ― ¡No digas tonterías! ― le recrimine molesto por sus palabras ― Eidrian a vivido feliz todos estos años, estoy seguro que el no podría estar mejor en ningún otro lugar, te tiene a ti, a Ruth y ahora también me tiene a mi… ― ― Fue un error Mike… tu lo sabes, el jamás podrá vivir una vida plena… ― ― Hace cuanto tiempo que sucedió ― dije refiriéndome al hecho de haberlo convertido. ― Veinte años… ― ― ¿No crees que ha llegado el momento de que conozca un poco el mundo? ― lo cuestione. Jasón me miro con incredulidad. ― ¿Acaso estas loco? ― ― Si en vedad quieres que tenga una vida plena ― comencé a explicar ― tienes que dejarlo que conozca el mundo… si tu has


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podido hacerlo estoy seguro de que el también lo lograra, la madurez va mas allá de la edad, son las experiencias, la vida misma lo que nos permite crecer, entender, en mi opinión Eidrian me parece lo suficientemente maduro para dar ese paso, a pesar de su condición estoy seguro que todos estos años le han servido para comprender su propia naturaleza, de otra manera no habría podido controlarla todo este tiempo… se que tu también estas consiente de eso… de haber querido escapar o seguir sus propios instintos lo habría hecho desde hace mucho… ni los cerrojos ni esas cuatro paredes en los que ha vivido confinado pueden detenerlo… el permanece aquí por su propia voluntad… tienes que darle por lo menos la oportunidad, de otra forma en verdad lo estarías condenando… ― ― No tienes ni la menor idea de lo que estas hablando… ― alego molesto ― vete Mike… y por favor no regreses ― me solicito. Aquello me tomo por sorpresa. ― ¿Estas hablando en serio? ― lo cuestione. ― Aléjate de nosotros… ― continuo ― olvídate que existimos, márchate de West Hill… es lo mejor ― El nudo en mi garganta se hizo mas duro aun. ― No tengo la menor intención de marcharme… ― advertí ― No sin antes descubrir al responsable de la muerte de Jack… y acabar con el ― ― Lo único que lograras es acabar igual que el… o peor ― ― Estoy dispuesto a correr el riesgo… ― señale tajante. M e apresure a bajar las escaleras, había creído que a pesar de todo Jasón accedería a ayudarme pero me acababa de dar cuenta de que no seria así. En lugar de eso me había echado de su casa y sin importarle me había echado también de su vida. ― Mike… muchacho, no sabia que estabas aquí… ― me saludo Ruth desde el sillón frente a la chimenea. Ni siquiera me detuve a saludar y de inmediato salí dando un portazo que debió haberse escuchado por toda la casa. ― ¿Sucedió algo malo? ― cuestiono Ruth a Jasón quien se había quedado pasmado a medias escaleras. ― Le he pedido que se marche y nos deje en paz ― índico el chico con un dejo de tristeza en su voz. Ruth comprendió entonces la actitud de Mike y lamento escuchar aquello, consiente de lo mucho que debía estar doliéndole a Jasón haber perdido a su único amigo.


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― Eres muy obstinado Jasón… ― le dijo levantándose de su asiento. ― El también lo es… ― recalco tragándose las lagrimas que estaban a punto de brotar de sus ojos. ― Entonces ahora mas que nunca debes permanecer con él… ― le advirtió ― Sabes que corre un gran peligro… no puedes abandonarlo ― ― Lo se… pero también corre un gran peligro estando conmigo… lo he visto en sus pensamientos… no puedo permitir que vuelva a pasar… no puedo Ruth ― Y sin poder soportarlo mas echo a andar escaleras arriba y se encerró en su habitación.


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17 ENCUENTRO Avance a toda prisa por las calles de West Hill luchado contra la mezcla de sentimientos que se habían agazapado en mi cabeza, por un lado rabia por la forma en que Jasón me había tratado, en un principio había albergado la idea de contar con él, de esa manera las cosas serian mas fáciles, sin embargo con su actitud me había demostrado que estaba completamente equivocado. También sentía un odio indescriptible hacia el responsable de la muerte de Jack, sentía la necesidad imperiosa de saber quien era y una vez que lo tuviera en mis manos provocarle el mismo sufrimiento que seguramente le había hecho sentir a mi amigo. Un enorme pesar me invadía cada vez que pensaba el sufrimiento que debían estar pasando los padres y la hermana de Jack, aunado al profundo sentimiento de abandono al recordar que al día siguiente mi madre también me dejaría, mezclado con el alivio de saber que por lo menos ella y Jeff estarían a salvo en New York, aunque aun así no dejaba de dolerme su partida. Aquella mezcla de sentimientos amenazaba con romper la poca cordura que aun me quedaba, y lo pero de todo es que a pesar de todo, parecía no ser suficiente ya que sobre todo aquello, el miedo luchaba por abrirse paso, aunque en realidad no era el miedo a morir o a salir lastimado, el realidad mi miedo mas grande eral pensar en tener que mantenerme alejado de Ruth, Eidrian y sobre todo, no volver a ver a Jasón Parker. Al salir de la casa Parker había tomado el camino contrario en lugar de dirigirme a casa, no quería que mi madre se diera cuenta de mi estado anímico, eso provocaría nuevas dudas en ella que quizás la harían considerar quedarse y no podía permitir que eso sucediera. Por mas muy en el fondo deseara hacerlo. Mientras continuaba avanzando no pude evitar considerar la opción de marcharme con ella a New York. Estaba seguro que durante aquel viaje Jeff conseguirá que ella aceptara casarse con el, sabia, por medio de mi madre, que la mayor parte de los negocios de Jeff se centraban en New York, estaba seguro que lo primero que haríamos en cuanto mama y él estuvieran casados seria mudarnos de regreso allá, eso claro si yo lograba sobrevivir para compartir con ellos esa felicidad. En ese preciso instante no veía muchas posibilidades de que aquello pasara. Un rato después de andar me percate de que no tenia la menor idea de a donde me dirigía, cuando finalmente detuve la marcha y comencé a tratar de orientarme me di cuenta que estaba en los suburbios, recién que mi madre y yo habíamos llegado a West Hill


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habíamos vivido ahí, solo por un par de meses, por una extraña razón mis pies me habían llevado hasta ahí. Supuse que se trataba de una mera coincidencia. Comencé a reconocer el vecindario, así que avance un poco más en busca de la casa hasta que finalmente di con ella, prácticamente seguía igual de cómo la recordaba, a excepción de que la pintura era un poco más vieja y el césped había crecido inmensurable a causa del abandono. Era evidente que aquella casa aun seguía vacía. Me encamine hacia el patio trasero, aquel había sido mi lugar preferido desde que habíamos llegado y por mucho, siempre me cuestione como una casa tan pequeña podía tener un traspatio tan amplio, el contraste, mi habitación era solo un cuarto de dos por dos en el que me sentía atrapado, sobre todo considerando el montón de cosas que había logrado meter adentro. Una vez ahí me di cuenta de que no estaba en mejores condiciones que la parte anterior de la casa, ahora estaba repleto de cachivaches y viejos trastos apilados a un lado de la puerta trasera. No me atreví a entrar, la estructura licia bastante débil y temí que podría venirse abajo en cualquier momento. Finalmente decidí sentarme sobre un tronco en silencio. Tenia que poner en orden mis ideas Solté un profundo suspiro, aquel sitio me hacia sentir aliviado. Aunque no pude decir a bien porque. Pero así era. Era la misma sensación que uno experimenta cuando visitas tu vieja escuela o te reencuentras con un amigo de la infancia después de no haberlo visto por muchos años. ― ¿Estas buscando a alguien? ― pregunto una voz detrás de mí sobresaltándome. Me volví de inmediato para ver de quien se trataba. Una chica me observaba recargada del otro lado de la cerca que dividía una casa y otra. Lo primero que llamo mi atención fue su sonrisa y su bello rostro enmarcado por una mata de oscuro cabello. No cabía duda que aquella chica era la mas hermosa que había visto en mi vida. Por lo menos la mas hermosa que recordaba haber visto en West Hill. Entonces me di cuenta de que se trataba de Kelly, la chica nueva del almacén del Sr. Braddy. ― ¿Michael? ― reacciono sorprendida al reconocerme ― ¿Qué estas haciendo aquí? ― me cuestiono sorprendida por mi presencia en aquel lugar. Yo me quede pasmado a causa de aquel encuentro tan repentino.


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― ¿Perdón? ― me disculpe, no había alcanzado a escuchar su pregunta por estar embobado observándola sin saber que hacer o como reaccionar. ― Lamento haberte asustado ― se disculpo al ver mi reacción, brindándome una tímida sonrisa ― Te pregunte que estas haciendo en este sitio ― repitió ― ¿Cómo supiste que vivía en los suburbios? ― me cuestiono sorprendida de que me encontrara a.C. ― En realidad ― comencé a explicar con dificultad ― Solo se trata de una mera casualidad ― admití. Aquello pareció decepcionarla un poco ― Valla… ― exclamo desilusionada. La chica rodeo la cerca y se acerco hasta donde me encontraba y me saludo con un efusivo abrazo. ― ¿Entonces vives en este sitio? ― indique señalando la casa a un lado de la que mi madre y yo habíamos ocupado tiempo atrás, aquel sitio no estaba en mejores condiciones. ― Es lo único que he podido alquilar con lo que gano en el almacén ― admitió con un poco de pena. No pude evitar reír al escuchar aquel último comentario. ― ¿Qué tal le has ido a ti y Bryan solo con Paul en el almacén? ― la cuestione consiente de que este ultimo debía estar haciéndolos pasar un muy mal rato. ― Bryan aun no me dirige la palabra, creo que aun no me perdona por haberle robado su puesto, y Paul, bueno, me he pasado la mayor parte de la mañana tratando de frenar el impulso de asesinarlo, aunque no se cuanto tiempo mas pueda soportarlo ― bromeo, aunque en realidad lo dijo con tal seriedad que por un momento creí que hablaba en serio. ― Podemos ponernos de acuerdo y hacerlo parecer como un accidente ― indique tratando de seguir la broma ― No creo que muchos lo lamenten ― agregue, aunque de inmediato me sentí mal por decir algo así, aunque se tratara de Paul. ― ¿Y que es lo que te trajo a los suburbios? ― me cuestiono nuevamente al darse cuenta de que no había respondido su pregunta la primera vez que me la había hecho ― ¿Estas considerando volver a vivir aquí? ― Negué con la cabeza. ― En realidad ha sido solo un mero impulso ― dije recordando lo que acababa de suceder sin poder evitar entristecerme nuevamente. Ella pareció notarlo.


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― ¿Tienes problemas? ― alego, en realidad parecía muy preocupada. ― Yo… ― tartamudee, lo menos que quería en ese momento era hablar al respecto ― Tengo que irme ― señale sin encontrar otra cosas que decir. Kelly pareció desanimada al escuchar aquello. ― Mira... ― indico ― Mi casa aun es un desastre, me falta aun mucho por desempacar pero ¿Qué dices si invito un café y platicamos un poco mas? ― ofreció sonriéndome nuevamente ― Creo que es lo mínimo que puedes hacer por mi después de haberme abandonado con Paul ― bromeo. Dude por un instante pero finalmente termine aceptando su invitación, después de todo aquello me serviría para olvidarme un poco de mis problemas. Kelly me tomo del brazo y juntos nos encaminamos hacia su casa. Una vez adentro me pude percatar que en efecto aquel sitio era un completo desorden, había cajas y bolsas apiladas, también pude darme cuenta por el silencio que reinaba de que no había nadie más aparte de nosotros dos. ― ¿Vives sola? ― la cuestione mientras me quitaba la chamarra y la colgaba en el perchero junto a la puerta. ― Si… ― expresó mientras me conducía a través de aquel laberinto de cajas hasta la cocina, una vez adentro me invito a tomar asiento mientras prendía la cafetera. Aquel sitio estaba un tanto menos desordenado. ― ¿Cuánto tiempo tiene que te mudaste? ― la cuestione sentándome sobre una de las pocas sillas que no estaba ocupada por cajas llenas de trastos y cachivaches. ― Cerca de un mes… ― admitió mientras rebuscaba algo en uno de los cajones. ― ¿Un mes? ― exclame sin poder ocultar mi sorpresa, por la apariencia de la casa parecía que apenas esa misma mañana se había mudado. ― No te burles… ― advirtió divertida por mi reacción ― No he tenido mucho tiempo para desempacar aun… bueno, en realidad si, pero he preferido hacerlo poco a poco ― agrego guiñándome un ojo. El sonido del artefacto en funcionamiento se dejo escuchar como un leve silbido anunciando que el café estaba listo, al tiempo que el aroma comenzó a invadir la habitación. ― ¿Es tu padre? ― la cuestione mirando una de las fotografías pegadas en la puerta del refrigerados, en ella aprecia una pareja bastante mayor, los dos sonreían felices posando de pie frente a lo que parecía ser una posada, debía ser navidad pues se notaban


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algunos adornos y todo estaba cubierto un manto blanco que deduje debía ser nieve. ― Si ― el tono de voz de Kelly se torno levemente serio ― Es la ultima foto que se tomaron juntos ― indico. ― ¿La ultima? ― la cuestione, aunque en realidad sospeche lo que vendría a continuación y me lamente por haber mencionado aquello. ― Murieron hace tres meses ― expreso con tristeza ― En un accidente ― ― Lo lamento mucho ― dije apenado de haber tocado aquel tema. Hubo un instante de silencio antes de que Kelly volviera a recuperar la sonrisa y comenzara nuevamente a cuestionarme. ― ¿Y tú? Vives con tus padres, supongo ― continuo con la charla mientras vaciaba un poco de azúcar en un recipiente recuperando el tono alegre de su voz. ― Con mi madre… ― indique echando un cucharada de azúcar en la taza que Kelly acababa de poner frente a mi ― Nos mudamos para acá por su trabajo ― respondí sin pretender dar mas detalles al respecto. Kelly pareció captar el mensaje y cambio nuevamente de tema. ― ¿Y que tal te va la vida en West Hill? ― me cuestiono quitando un par de cajas de una silla para sentarse justo frente a mí. ― Bien… supongo ― dije levantándome para ayudarla. Nuevamente volví a tomar asiento. ― No te veo muy convencido ― dijo dando un sorbo a su taza. ― A veces puede ser muy aburrido… ― indique. ― Te he visto un par de veces por el intitulo ― expreso ― ¿Estudias ahí? ― ― Si… estoy apunto de graduarme de preparatoria… ― indique. ― ¡Valla! entonces eres mas joven de lo que había imaginado ― dijo aunque aquello pareció más que un comentario un pensamiento en voz alta ― ¿Cuántos años tienes? ― ― Adivina ― dije tratando de jugar un poco. ― ¿20? ― Negué con la cabeza. ― Ni un poco cerca ― indique. ― ¿Menos? ― pregunto aun mas sorprendida. ― Acabo de cumplir 18 ― señale ― ¿18? ― dijo con un gesto de incredulidad en su rostro ― Valla, no te hacia tan joven… me haces sentir como una verdadera anciana a tu lado ― bromeo.


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― ¿Hablas en serio? ― La cuestione ― No se si sea correcto preguntarlo… ― indique ― 24 ― admitió antes de terminar la frase ― Aunque la mayoría de las personas que me conocen dicen que no parezco de mas de 20 ¿Tu que piensas? ― ― Podrías pasar incluso por una de diez y nueve y medio… ― bromee. Kelly frunció el seño pero de inmediato sonrió nuevamente. ― Me preguntaba porque no te había visto en el colegio ― dije ― ahora entiendo ― ― ¿Y que piensas estudiar cuando termines la preparatoria Mike? ― pregunto interesada. ― No lo se… pienso tomarme un pequeño receso antes de decidirlo, aunque a mi madre le encantaría que estudiara administración, como ella ― indique ― ¿Números? ― Kelly pareció sorprendida ― No pareces del tipo de persona que se le den los números… ― señalo. ― ¿Qué se supone que significa eso? ― pregunte incomodo por aquella insinuación. ― No me mal interpretes pero hasta ahora no he conocido nadie que sea bueno en los números y a la vez bien parecido… y tu lo eres, así que una de dos, o eres la excepción a la regla o creo que tendrás que pensar en elegir otra carrera ― bromeo. No pude apenarme al escuchar aquel último cumplido. Aunque de inmediato volví a adoptar un semblante serio y meditabundo. Kelly me miro a la vez que tomaba mis manos entre las de ella. ― ¿No quieres contarme lo que te sucede? ― señalo. En realidad lo que menos quería en aquel momento era hablar de mis problemas, estaba pasando un buen rato acompañado de aquella chica. ― No quiero hablar de eso ― indique poniéndome de pie ― Te agradezco el café ― dije en el tono mas amable que pude ― Tengo que irme ― Kelly se apresuro a detenerme. ― Perdón… no quise ser inoportuna ― se disculpo. ― No es eso… en realidad ya es bastante tarde y tengo que marcharme ― puntualice. ― Prométeme entonces que volverás ― me solicito ― O que iras de vez en cuando a visitarme al almacén de SR. Braddy ―


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La mire sin saber que decir. ― Promételo Mike ― repitió mirándome fijamente. Ni siquiera supe porque lo dije, simplemente las palabras escaparon de mis labios. ― Te lo prometo ― Y lo siguiente que hice me desconcertó aun más. Fue un impulso, o mas bien un deseo que no pude refrenar, nuestro labios se unieron en un beso que a diferencia del anterior esta vez fue tierno pero poco a poco se fue tornando mas y mas intenso hasta que comenzó a lastimarme nuevamente , aunque en realidad no me importo demasiado. Esta vez solo duro un instante pero aquello fue suficiente para hacerme sentir nuevamente el mismo choque eléctrico de mil voltios que recorrió mi espina dorsal aquella misma mañana en el almacén de Sr. Braddy. ― Discúlpame… no debí ― me excuse una vez que nos separamos. ― No… la culpa fue mía… ― dijo ella igualmente apenada ― Es mejor que te vallas ― señalo. De inmediato me apresure hacia la puerta. ― Gracias por el café ― agradecí nuevamente ― y la compañía ― ― Cuando gustes puedes volver… ― índico. Comencé a avanzar rápidamente sin atreverme a voltear la mirarla. Finalmente no pude refrenar el impulso y me volví y haciendo una señal con la mano me despedí. Apresure el paso conciente de la hora aunque por primera vez me importo poco que mi madre me fuera a reñir por llegar tarde, en el fondo me sentía contento de haber logrado sacar de mi cabeza todos los problemas, por lo menos por un momento, después de lo que había ocurrido lo único en lo que podía pensar era en Kelly Dowson y en el beso que acababa de darle. Sentí una leve punzada en el labio inferior nuevamente, supuse que se debía a la intensidad de aquel beso, toque un poco y no pude evitar sorprenderme al ver una leve mancha de sangre en mis dedos. No le di mayor importancia y me limpie con el dorso de la mano y continué mi camino, hasta ese momento me lamente haber dejado la bicicleta en la casa Parker. La tarde se había tornado fría para entonces y el viento soplaba fuerte calándome los huesos, entonces que me di cuenta que había olvidado tomar mi chamarra antes de salir de casa de Kelly ― Ni


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hablar ― pensé descartando la idea de volver por ella. No pude evitar alegrarme, ahora tenía un pretexto más para volver a visitarla. Avance hasta la parada del autobús y aborde el primero que paso sin siquiera fijarme si se dirigía a mi destino. Finalmente aquel viaje no planeado había servido de algo, pensé tomando asiento en la parte posterior del vehiculo el cual iba prácticamente vació, durante todo el trayecto continué pensando en aquel encuentro y en lo mucho que me había servido, estar con Kelly había sacado de mi cabeza a Jasón Parker y la muerte de Jack. Me obligue a no sentirme mal sobre todo por lo último. Un rato después me encontré nuevamente en mi vecindario, mire a través de la ventana justamente cuando pasábamos frente a la casa Parker, aunque en realidad no me importo demasiado. Unas cuadras adelante descendí del vehiculo y de inmediato me dispuse a entrar a mi casa, sin embargo esta vez si lamente no haber hecho caso de volver por mi chamarra, al darme cuenta de que había dejado en ella las llaves de mi casa. ― ¡Genial! ― exclame dando un puntapié a la puerta. Me senté en la acera consiente de que mi madre tardaría por lo menos un par de horas mas en llegar. Mire a un costado de la entrada de la cochera y me di cuenta de que ahí se encontraba mi bicicleta, estaba seguro de que Jasón la había llevado hasta ahí, supuse que lo había hecho mientras yo estaba en casa de Kelly, después de que Jasón me había echado de su casa. Una lluvia ligera comenzó a caer sobre mi, pero ni siquiera hice el intento de moverme de mi lugar, tan repentino como se había marchado volvió a mi aquel sentimiento de abatimiento que había luchado por mantener a raya toda la tarde, así que permanecí ahí, inmóvil bajo la lluvia que poco a poco fue subiendo de intensidad hasta convertirse en una tormenta, pensando, preocupado nuevamente por lo que vendría y por lo que se avecinaba ahora que finalmente tendría que enfrentar todo aquello solo. Ni el recuerdo de la sonrisa de Kelly ni su beso pudo sacar de mí aquella sensación nuevamente. El frió que comenzaba a calarme hasta los huesos tampoco ayudo mucho a mejorar mi estado de animo.


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18 CONFIANZA En todo el tiempo que mama tenia saliendo con Jeff, jamás me había sentido tan feliz de verlo llegar en su auto, estaba seguro de que con él vendría mi madre, pero grande fue mi desilusión al descubrir que nadie viajaba con el. Al verme se apresuro a bajar del auto y de inmediato abrió un paraguas con el cual me cubrió, aunque finalmente era inútil ya que para entonces estaba hecho una sopa. ― ¿Pero que demonios estas haciendo ahí parado como estatua Mike? ― me cuestiono ― ¿Cuánto tiempo llevas esperando bajo la lluvia? ― ― ¿Dónde esta mama? ― lo cuestione tiritando, el frió me calaba hasta los huesos. Jeff se apresuro a quitarse el saco y me cubrió con el. ― ¿Aun no ha llegado? ― Me cuestiono ― Seguramente debe estar atorada en el trafico, quiso pasar a comprar algunas cosas al centro comercial… ¿Por qué no entraste a la casa? ― me cuestiono. ― He olvidado mi llave ― indique. ― Subamos al auto – me apresuro, iba a protestar pero Jeff se adelanto. ― Sin peros… ― advirtió. Al abordar el asiento del copiloto y cerrar la puerta pude sentir el alivio del aire acondicionado, frote mis manos tratando de recuperar un poco del calor perdido, Jeff se apresuro a entrar también. Nos quedamos en silencio por un momento. Finalmente fue él quien comenzó a cuestionarme nuevamente, ya que yo por mi parte apenas y podía hablar. ― No se que esta ocurriéndote Mike… ― comenzó con un tono que revelaba sincera preocupación ― Pero empiezo a dudar que sea buena idea hacer este viaje… quizás sea mejor que lo pospongamos ― sugirió. ― Por favor…. ― musite ― Tu y mama tienen que irse… ― señale. ― ¿Porque Mike? ― dijo mirándome, hasta entonces había evitado todo contacto visual con Jeff pero esta vez no pude evitarlo ― Esa es exactamente la parte que me preocupa… ¿Por qué tu madre y yo “tenemos” que irnos? ― dijo haciendo énfasis en la palabra “tenemos”. ― Confía en mi Jeff… ― fue lo único que se me ocurrió decir. ― ¿Cómo puedes pedirme confianza si tú no haces lo mismo? ― Aquel fue un golpe bajo que no vi venir así que no supe que responder y en lugar de eso baje la mirada rogando por que


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aquella plática terminara pronto. Pensé en bajarme del auto pero tenia los músculos de las piernas engarrotados por el frió, así que preferí no hacerlo. ― Se que no soy tu padre Mike, pero quisiera que por lo menos me vieras como un amigo… necesito saber lo que te sucede, quizás junto podamos solucionarlo ― ― Hay cosas que es mejor no saber… cosas que quizás no puedas entender ― señale. ― ¿Esto tiene que ver con la muerte de tu amigo? ― me cuestiono nuevamente, no había respondido aquella pregunta la primera vez que me la había hecho y esta muy lejos de querer hacerlo ahora. No respondí, aunque no fue necesario, me di cuenta de que Jeff era más perceptivo de lo que imaginaba. ― Nada de lo que hagas le devolverá la vida Mike ― indico. ― Lo se ― musite. ― ¿Entonces para que seguir atormentadote? ― me pregunto tratando de encontrar una explicación a mi comportamiento ― Se lo debo… ― fue lo único que atine a decir. Jeff me observo con la pena grabada en su mirada. ― No ha sido tu culpa Mike ― puntualizo ― Lo que le sucedió a tu amigo no ha sido culpa de nadie… fue un hecho desafortunado que pudo pasarle a cualquiera… ― dijo tratando de hacerme entender. ― Nadie ha dicho que me este culpando, simplemente necesito encontrar… ― me detuve, conciente de que estaba hablando demasiado. ― ¿Encontrar a quien Mike? ― La preocupación de Jeff aumento al escuchar mis últimas palabras. Volví la mirada tratando de ver por la ventanilla pero esta se había opacado a causa de nuestra respiración. La limpie con el dorso de la mano, la lluvia parecía haber parado finalmente. ― Mama viene llegando ― indique al ver la camioneta que se acercaba a nosotros, hice el intento de bajar del auto de Jeff pero este me detuvo antes de poder hacerlo. ― Si Algo te llegara a suceder ella seria la mas afectada… ― indico ― piensa en ella antes de hacer algo que te ponga en peligro ― me solicito. ― Lo haré ― indique. Jeff me soltó, baje del auto y de inmediato me encamine hacia la camioneta, mi madre me miro perpleja de ver que estaba todo empapado y usando el saco de Jeff. Trate de parecer divertido con la situación para evitar preocuparla.


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― ¡Por todos los santos! ― exclamo en cuanto bajo del auto y se percato de mi estado ― ¿Qué fue lo que te paso Mike? ― ― Me he quedado afuera… ― indique sonriendo con esfuerzo ― Por fortuna Jeff ha llegado en mi rescate, estaba a punto de pescar una pulmonía ― indique sacudiéndome el cabello como un perro. Jeff se acerco a nosotros, por un momento pensé que me delataría pero por fortuna no dijo nada y se limito a permanecer en silencio. ― Es una suerte que te hayas adelantado… ― señalo mientras abría la cajuela del auto, al parecer había comprado mas de medio centro comercial. Me apresure a tomar unas cuantas bolsas, pero mi madre me lo impidió. ― Jeff y yo nos encargaremos de esto ― señalo entregándome su juego de llaves ― apresúrate y entra a cambiarte ― me sugirió ― O en verdad vas pescar una pulmonía ― No me atreví a contradecirla, de inmediato me encamine al interior de la casa y una vez adentro me apresure a subir a mi cuarto, comencé a quitarme la ropa mojada dispuesto a ponerme la pijama, de repente la voz de mi madres se escucho desde la planta baja. ― Date una ducha caliente… en un momento subo ― En realidad pensé que aquello era una buena recomendación, así que me encamine al baño y abrí la llave del agua caliente, me coloque debajo del chorro del agua, aquella sensación era verdaderamente reconfortante, poco a poco me fui aclimatando, un rato después salí de la ducha y me apresure a vestirme lanzando la toalla al cesto de la ropa sucia. Un minuto después mi madre entro a la habitación cargada con una vaporosa taza de chocolate. ― Anda ― me indico ― Tómatelo… te caerá bien, ¡Menuda empapada te has puesto! ― Exclamo ― solo espero que no te enfermes o tendremos que posponer el viaje ― señalo sentándose sobre la cama dejando la bebida sobre el buró. Aquella posibilidad me estremeció. ― Estoy bien mama ― indique tomando con cuidado la taza y dando un pequeño sorbo, lo menos que necesitaba era que por una imprudencia mía se echara a perder todo ― Además no


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puedes hacerle eso a Jeff… esta muy emocionado con el viaje ― señale tratando de quitarle aquella idea de la cabeza. ― ¿Pero que fue lo que te sucedió? ― me cuestiono alargado su mano hacia mi boca. Esta vez la pregunta no me tomo desprevenido, al salir de la ducha me había percatado que tenia un leve moretón en el labio inferior, al recordar el motivo no pude evitar sonreír, sin embargo sabia que aquello no pasaría desapercibido para mi madre y me había preparado una excusa, en realidad, usaría la misma que había dado a la otra persona que había preguntado al respecto solo unas cuantas horas antes. ― Me he caído esta mañana de la bicicleta… no te preocupes, no es nada ― dije tratando de restarle importancia ― Venia un poco distraído y no me fije por donde andaba ― ― Últimamente andas mas distraído que de costumbre Mike ― dijo mi madre dándose cuenta de lo mucho que había cambiado mi actitud los últimos días ― Te caes de la bicicleta, pierdes las llaves… ― ― Por fortuna llego Jeff ― dije tratando de cambiar el tema. ― Comienzas a llevarte bien con él ¿No es así? ― me pregunto con una mezcla de alegría y duda dejando de lado el tema y enfocándose en mi nueva simpatía para con su novio ― He notado que últimamente te has acercado mucho a él ¿Algún motivo en especial? ― alego sonriendo. Sabia que tarde o temprano mi madre terminaría por notar aquel cambio de actitud mía para con Jeff. Desde que había comenzado a salir con él se había empeñado en que conviviéramos más. Finalmente, aunque no por los motivos que ella imaginaba, parecíamos empezar a tener una relación más cordial. ― Finalmente me he dado cuenta de que es un buen tipo ― admití. ― Me alegra oírte hablar así ― expreso contenta ― Sabes… ― prosiguió tímidamente, aquello parecía haberle dado pie a sincerarse conmigo ― es posible que después de este viaje, Jeff y yo formalicemos un poco mas nuestra relación ― me indico un tanto apenada ― Pero me gustaría saber primero tu opinión al respecto ― ― ¿Estas hablando de matrimonio? ― la cuestione dando un sorbo a mi bebida. ― Puede ser… ― ― Si es lo que tu quieres ― admití ― Sabes que tienes todo mi apoyo ― recalque. Mama sonrió feliz por mis palabras. Di un enorme trago terminando de beber y le hice entrega de la taza a mi madre, esta se levanto


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de la cama y se encamino hacia la puerta no sin antes darme un beso. ― En un rato mas tendré lista la cena ― índico ― En cuanto este todo listo te llamare, mientras deberías descansar un poco… ― me sugirió. ― ¿Y Jeff? ― la cuestione consiente de que quizás le contaría algo de lo que habíamos platicado minutos antes en su auto en cuanto estuvieran solos. ― Se marcho… aun tiene que empacar ― Aquello me tranquilizo un poco. ― ¿Siempre si se van mañana? ― la cuestiones, había olvidado preguntárselo a Jeff mientras habíamos estado en su auto. ― Si… salimos en el vuelo de las 12:00 ― me indico ― De verdad me hubiera encantado que nos acompañaras… ― insistió. ― Te prometo que después de que pase todo esto haremos un viaje los tres juntos… ― señale. Mi madre pareció desconcertada. ― ¿Después de que pase que Mike? ¿A que te refieres? ― me cuestiono preocupada por mis palabras. Solté una maldición por lo bajo consiente de mi tontería al hablar de esa manera. ― M refiero… ― dude, se me estaban acabando las ideas ― Solo quise decir que es mejor que este viaje lo realicen solos tu y Jeff ― por un instante pensé que me había descubierto yo solo ― Estoy seguro que la próxima vez que hagamos un viaje lo haremos los juntos… en familia ― puntualice. Aquello pareció disipar los temores de mi madre. ― ¿Por lo menos iras a despedirnos al aeropuerto? ― me cuestiono. ― Por supuesto… ― dije animado ― Alguien tiene que ayudarle a Jeff a cargar las maletas, conociéndote estoy seguro que será necesario apartar por lo menos la mitad del compartimiento de equipaje solo para ti ― bromee. ― ¿Cómo te fue con el Sr. Braddy? ― me cuestiono antes de salir de mi habitación recordando que aquella mañana había dicho que renunciaría a mi empleo. ― Lo tomo bastante bien… creo que sobrevivirá sin mi ― indique. Mama rió al escuchar aquello. ― Te dejo para que descanses… ― índico un poco mas tranquila.


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― ¿Te molestaría si no ceno esta noche contigo? ― La cuestione ― preferiría descansar, hoy tuve un día bastante pesado ― aquello ultimo en realidad no era una mentira, aquel día en particular había sido uno bastante malo, entre la pelea con Jasón, el viaje a pie a los suburbios y la torrencial lluvia me encontraba molido. Por supuesto no contaba el rato que había pasado en casa de Kelly. ― Esta bien, si te da hambre te dejare algo en el microondas ― solicito. ― Gracias… ― Mama abrió la puerta dispuesta a salir de la habitación, pero antes de hacerlo se volvió a mirarme, parecía querer preguntar algo, aunque al parecer no se atrevía del todo. Finalmente después de dudar un poco me cuestiono. ― ¿Dónde estuviste toda la tarde Mike? ― dijo mirándome desde el quicio de la puerta ― y no me digas que en la escuela porque tus libros siguen sobre el escritorio y no se han movido de ahí ― dijo segura. ― Fui… ― pensé un poco antes de responderle, finalmente me di cuenta de que esta vez no había necesidad de mentir ― Estuve en la casa Parker… fui a visitar a Eidrian, el hermano de Jasón, le había prometido ir a jugar con el uno de estos días ― señale ― Te prometo que no volveré a faltar ― indique. ― ¿Te pasaste toda la tarde jugando con el hermano de tu amigo? ― Mama parecía incrédula. ― No… después de ahí fui a dar una vuelta… estuve en los suburbios ― indique. ― ¿En los suburbios? ― Mama pareció desconcertada. ― Si… de hecho me encontré a una amiga del trabajo… se acaba de mudar para acá ― Mi madre lo pensó un poco antes de volver a cuestionarme. ― ¿Es linda? ― indago con picardía. ― Mama… ― aquella conversación comenzaba a tornarse incomoda. ― ¿Fueron a algún lado? ― continúo sin prestar atención a mi protesta. ― No, me invito a tomar un café, estuvimos platicando largo rato… olvide mi chamarra con las llaves en su casa… ― Mi madre ingreso nuevamente a la habitación y volvió a sentarse a lado mió. ― ¿Te puedo hacer una pregunta Mike? ― Me cuestiono seria, aquello tenia que ser algo verdaderamente importante.


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― Solo si prometes no molestarte sin no puedo responderte ― advertí ― ¿Sucede algo malo? ― la cuestione al ver el cambio de expresión en su rostro. ― No… en realidad más que una pregunta es un comentario… mas bien un consejo ― señalo. ― ¿De que estas hablando mama? ― la cuestione sin entender. ― Quiero que tengas cuidado…― ― ¿Cuidado? ― pregunte sin comprender. ― Después de lo que le sucedió a Jack… ― mama parecía afligida, comencé entender a donde quería llegar y decidí que era mejor tratar de tranquilizarla. ― Pierde cuidado mama ― señale convencido ― Tendré cuidado… ahora mas que nunca ― puntualice. Mi último comentario pareció desconcertarla. ― ¿Y eso que significa? ― ― Solo es un decir ― mentí. ― Tengo la sensación que me estas ocultando algo ― advirtió mi madre mirándome como si pudiera leer mis pensamientos. Trate de permanecer lo mas sereno posible. ― Ideas tuyas… ― señale ― Deja de preocuparte y mejor relájate, te esperan unos días de descanso al lado de Jeff… eso es lo único en que debes ocuparte por lo menos hasta que estén de regreso… ¿De acuerdo? ― afirme. Mi madre pareció satisfecha con mis palabras. ― Tal vez tengas razón y estoy exagerando ― señalo finalmente restándole importancia al asunto. Se levanto nuevamente dispuesta a marcharse dejarme descansar. ― Te quiero ― me dijo desde el quicio de la puerta. Trate de brindarle la mejor de mis sonrisas, cerro la puerta tras ella dejándome nuevamente solo en la habitación. Finalmente había logrado mi objetivo, en menos de doce horas mi madre y Jeff estarían a bordo de un avión rumbo a New York, y entonces tendría la libertad necesaria para poder averiguar quien había sido el responsable de la muerte de Jack, no sabia si el tiempo seria suficiente, rogaba por que así fuera. Lo mas difícil de todo seria encontrar un punto de partida, finalmente mis conocimientos sobre los vampiros y sus costumbres eran limitados. Fuera de los clichés que había obtenido de la televisión y el cine no tenia nada más. Gracias a Jasón había podido comprobar que algunos de ellos eras simplemente especulaciones así que tenia que irme con cuidado


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para no perder el tiempo en pistas falsas que no me condujeran a nada. Nuevamente no pude evitar lamentarme la actitud que había tomado Jasón al respecto, sabia que con el de mi lado seria más fácil lograr dar con el asesino. Aun así no estaba ni un poco cerca de cejar en mi empeño par dar con el asesino de Jack.


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19 DESPEDIDA A diferencia de las noches anteriores esta vez si pude conciliar el sueño, aunque desgraciadamente no me proporciono el descanso que tanto necesitaba después de aquellos días tan difíciles ya que las pesadillas me impidieron tener un sueño tranquilo, en ellas veía a Jack y a un horrible ser que lo perseguía, aquellas imágenes eran verdaderamente espantosas, pude ver a mi amigo correr con la desesperación grabada en su rostro, escucharlo suplicar e incluso de alguna manera, podría decirse que podía percibir su miedo como un aroma embriagante que a pesar de no haberlo percibido jamás sabia que no podía ser otra cosa mas que miedo. Y entonces me sentí horrorizado al descubrir que aquella criatura que perseguía a mi amigo. era yo. Desperté envuelto en sudor antes de saltar sobre Jack y terminar con él, con la respiración agitada y temblando. Trate de tranquilizarme un poco, por un segundo me pregunte si mi pesadilla estaba cerca de la realidad, si en verdad aquello era lo que le había sucedido a mi amigo, también me pregunte el porque había soñado con eso, ¿Porque me había visto a mi mismo como aquel ser que supuestamente había sido el responsable de la muerte de mi amigo? No encontré ninguna respuesta. Por lo menos ninguna coherente. Mire el reloj, eran cerca de las siete de la mañana, conciente de que no podría volver a conciliar el sueño me levante y me dispuse a darme un baño para despejarme un poco. Un rato después me entretuve un poco preparando el desayuno, mi madre pareció sorprendida de aquel detalle al levantarse y encontrarme metido en la cocina, dos veces en la misma semana eran un verdadero suceso. ― No te acostumbres demasiado a esto ― le indique sirviendo un par de cuencos con cereal. Simplemente se limito a sonreír y me miro pensativa, adivinando sus intenciones me adelante antes de que pudiera decir algo. ― Ya te dije que no puedo ir con ustedes… la próxima ocasión juro que iremos los tres juntos ― indique. ― Esta bien ― acepto sin poder evitar hacer evidente su desilusión, dando un trago a su vaso de jugo de naranja ― No quería dejar de


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intentarlo por lo menos una ultima vez, hay que apresurarnos, Jeff no tardara en pasar por nosotros… ― indico mirando el reloj. ― Faltan mas de cinco horas para que salga su vuelo… aun hay tiempo ― la tranquilice. ― Tenemos que llegar por lo menos dos horas antes para la revisión… ― indico. ― Tres… ― la corregí ― tomando en cuenta la cantidad de maletas que llevas ― bromee ― Si no te conociera sospecharía que tienes planeado quedarte con Jeff en New York ― Mama no pareció disgustarle demasiado aquella sugerencia. ― En realidad mi plan va mas allá Michael ― dijo siguiendo la broma ― He decidido empacar también tu ropa sin que te dieras cuenta, en cuanto estemos en el aeropuerto Jeff y yo tenemos pensado maniatarte y subirte a la fuerza a ese avión para que te vallas con nosotros ― La mire y me di cuenta de que estaba bromeando, por un momento la creí capaz de hacerlo. ― ¿Y después? ― dije mirándola divertido. ― Llegando a New York rentaremos una casa en los suburbios… ― ― ¿En los suburbios? ― la cuestione, mi madre siempre había preferido el ruido y movimiento de las grandes ciudades, en realidad esa había sido la principal razón para mudarnos poco después de haber llegado a West Hill. ― Si… ahí viviríamos los tres como una familia ― ― Suena bastante bien ― admití, en realidad dada la situación en la que me encontraba, aquello parecía la solución perfecta a mis problemas, me alejaría de West Hill, del dolor que me causaba la muerte de mi amigo y sobre todo, me alejaría de Jasón Parker. ― Entonces ven con nosotros… ― repitió, esta vez mas que una petición aquello sonó como una suplica, era como si mi madre sospechara lo que tenia planeado hacer en su ausencia, sin embargo me recordé a mi mismo que aquello era imposible. Recobrando nuevamente la cordura trate de evidenciar mis deseos por quedarme en West Hill. ― Hay un fallo en su plan Sra. Stevnson ― indique tratando de continuar con aquel juego. ― ¿A si? ― me cuestiono acercándose a mí y abrazándome por la cintura. Asentí. ― ¿Cual? ― me cuestiono divertida.


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― Te olvidas que Jeff esta de mi lado… ― señale. Eso en cierta forma era verdad. Los dos echamos a reír al escuchar aquello. ― Lo que me alegra es que finalmente tu y Jeff hayan logrado llevarse un poco mejor… sin importar que eso signifique que serán dos contra uno… ― admitió satisfecha. ― Solo por esta ocasión ― indique ― sabes que siempre juego en tu equipo ― ― Mas te vale ― advirtió. Terminamos de desayunar y comenzamos a limpiar un poco. ― Es mejor que termines una buena vez de empacar ― dije metiendo los platos en el lavavajillas ― No quiero que vallan a perder el avión ― la apresure. Mama salio de la cocina, no sin antes darme un beso. Una vez que hube terminado subí a mi habitación nuevamente, mire a hora, eran casi las diez, estaba seguro que Jeff no tardaría en llegar, así que fui donde mi madre y baje un par de maletas mas que faltaban, en realidad pensaba que seis maletas para un viaje que duraría solo semanas era una verdadera exageración, pero finalmente Jeff seria el que tendría que arreglárselas una vez que llegaran a New York. No pude evitar sentir un poco de pena por él. De cuerdo a lo planeado Jeff arribo a casa cinco minutos antes de la hora, de inmediato me apresure a guardar las maletas en el portaequipaje, dándome cuenta que Jeff solo llevaba una maleta, en realidad supuse que aquello se debía a que estaba conciente que de otro modo seria necesario llevar el equipaje de mama en dos autos. Una ve que todo estuvo dispuesto los tres emprendimos el viaje al aeropuerto, durante el cual no pude evitar recibir millones de recomendaciones tanto de mama como del propio Jeff. ― Nada de fiesta durante mi ausencia ― me advirtió mi madre. ― Eso arruina el plan de esta noche ― señale divertido. ― Hablo en serio Michael… confió plenamente en que cumplirás con tu palabra y te portaras bien mientras estemos de viaje ― ― No te preocupes… ― alegue. ― Si necesitas algo no dudes en llamar… ― dijo esta vez Jeff. ― “…sin importar la hora” ― repetí, me había hecho aquella recomendación un millón de veces antes de salir de casa mientras esperábamos que mama saliera.


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― Solo nos tomaría un par de horas estar de regreso… ― señalo mirándome por el retrovisor ― Aunque cuento que te mantengas alejado de los problemas ― indico. Estaba conciente de que aquella mas que una recomendación era una sugerencia disimulada debido a que Jeff sospechaba que traía algo entre manos dada mi necesidad de alejarlos a mi madre y a él de West Hill. ― Ok, ok… ― dije un tanto agobiado ― Nada de sexo, drogas, alcohol… llegare antes de que anochezca y solo saldré de casa en cuanto el sol brille en el cielo…. pudieron haberme dejado encerrado en casa solo con la comida y el agua suficiente para sobrevivir mientras ustedes regresan… ― sugerí irónico. ― Esa era una buena opción… te dije que debimos considerarla Joan ― dijo Jeff divertido. ― Aun no es tarde… ― dijo mama siguiéndole el juego. Los mire a los dos haciendo una mueca que pareció divertirlos aun más. Finalmente llegamos al aeropuerto y comenzamos a caminar en medio del mar de gente que iba y venia a toda prisa por los pasillos, una vez que llegamos al área de revisión nos dispusimos a esperar, me senté en uno de los pocos asientos libres, faltaban solo un par de horas para que mama y Jeff se marcharan, entonces podría empezar y poner mi plan en acción, aunque en realidad hasta entonces aun no tenia ninguno. Mi primer movimiento seria ir a visitar a la hermana de Jack, era la única que podría darme cierta información, lo primero era saber donde habían encontrado a Jack la noche en que fue atacado, al menos así tendría por donde empezar, en seguida tenia que saber si la policía tenia alguna pista sobre que o quien lo había atacado, aquello no iba a ser nada fácil pero trataría de que se me ocurriera alguna forma de averiguar aquello. No era mucho pero era lo único que se me ocurría hacer. Mire la pantalla donde se anunciaban las salidas de los vuelos, faltaban poco menos de treinta minutos, Jeff ya había vuelto de registrar el equipaje y dejarlo para que lo subieran al avión si que platicaba animado con mama en espera de que los llamaran a bordar. No pude evitar pensar que en realidad hacían una bonita pareja mientras los observaba. Me alegraba pensar que si en llegado caso me llegara a pasar algo, mama contaría con alguien que la apoyara a afrontar aquello. Aquel pensamiento hizo que se me secara la boca.


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― Creo que iré por algo de beber… ― indique poniéndome de pie ― ¿Necesitan algo? ― los cuestione. Los dos negaron con la cabeza. ― No tardare ― indique encaminándome hacia alguno de los establecimientos. ― Ten cuidado ― me indico Jeff con tono paternal. Comencé a darme cuenta que se estaba tomando muy enserio aquello de formar parte de la familia, aunque me molesto menos de lo que esperaba. Apenas había avanzado unos cuantos pasos cuando repentinamente mi mirada se topo con la de alguien que me observaba a lo lejos, me quede pasmado, aquella mirada penetrante no podía pertenecer a nadie mas, podía reconocer aquellos ojos grises incluso en medio de aquella multitud, era Jasón. En cuanto se percato que lo había descubierto procedió a mezclarse entre la gente, eche a correr tratando de alcanzarlo. ― ¡Jaso, espera! ― grite yendo tras el empujando a la gente a mi paso, algunos protestaron pero ni siquiera preste atención y continué corriendo. Jasón se movía entre la gente con una agilidad sorprendente, al ver que seria casi imposible detenerlo opte por hacer algo desesperado. ― ¡Alguien deténgalo! ― indique llamando la atención de muchos de los presentes, entre ellos un par de vigilantes del aeropuerto. Los dos sujetos se apresuraron a tratar de detenerlo, era evidente que no podía hace nada que lo delatara, así que sin poder evitarlo fue atrapado antes de salir del edificio. Jasón me miro con desconcierto en cuanto me tuvo enfrente. ― ¿Le ha robado algo? ― me cuestiono uno de los vigilantes sujetando fuertemente a Jasón. Fue entonces que pensé por un momento que aquello había sido una verdadera imprudencia, trate de improvisar algo que nos sacara de algún predicamento. ― En realidad ― dude, pero una idea me vino de repente ― Solo quería devolverle esto ― indique sacando de mi bolsillo mi propia cartera… ― La ha dejado olvidada en una de las mesas de la cafetería del aeropuerto… ―


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Los dos vigilantes me miraron sorprendidos. ― ¿Es suya esa cartera? ― Lo cuestiono el otro vigilante, quien permanecía aun sujetándolo. Por un momento temí que Jasón no siguiera el juego o que a alguno de los vigilantes se les ocurriera revisar la cartera, en cuanto vieran mi identificación sabrían que estaba mintiendo y estarían ansiosos de saber porque había armado aquel barullo. Por suerte no fue así. ― Si… creo que olvide recogerla después de pagar ― admitió tomando la cartera guardándola en el bolsillo de la chaqueta. Si los vigilantes hubieran sido un tanto mas observadores podrían haberse dado cuenta que Jasón no se la había guardado en la bolsa trasera del pantalón ya que ahí llevaba la propia. Los dos vigilantes se miraron el uno al otro, al darse cuenta de que aquello era un mal entendido finalmente lo soltaron. ― La próxima vez tenga mas cuidado amigo ― sugirió uno de los hombres. ― Lo tendré ― señalo Jasón. En realidad supuse que más que a aquella mentira se refería al hecho de no dejarse descubrir tan fácilmente. Una vez que los dos vigilantes se marcharon me dirigí a Jasón sorprendido de que estuviera ahí. ― ¿Qué haces aquí? ― lo cuestione de inmediato. Jasón permaneció en silencio. ― Te hice una pregunta ― indique con un tono mas recio. ― Por un momento creí que había estrado en razón y había decidido marcharte… ― señalo ― pero por lo que veo me equivoque… ― dijo con un tono de voz que delataba tristeza aunque también alivio. ― Solo vine despedir a mama y a Jeff… logre convencerlos de hacer el viaje ellos dos solos… ― señale. ― ¿Sigues empeñado en tu plan suicida? ― me cuestiono sin poder evitar sonar inquieto. ― Si… ya te lo dije ― advertí ― no voy a descansar hasta encontrar al responsable de la muerte de Jack ― ― Estas loco Mike… ― advirtió. ― Lo se… pero tengo que hacerlo ― señale.


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― Ni siquiera estas seguro por donde empezar… ― indico convencido al conocer mi poca experiencia en lo que a vampiros se refería. Aquello no estaba lejos de la verdad, aun así no tenia planeado que eso me detuviera. ― Seria mas fácil si tu me ayudaras… ― le repetí, ya había perdido la cuenta de las veces que le había dicho aquello. ― No es tan fácil Mike… ― alego consternado Aquella conversación no nos estaba llevando a ningún lado así que decidí darla por terminada. ― Entonces mantente al margen… ― le advertí dándole la espalda dispuesto a marcharme pero me detuvo sujetándome por el hombro. ― No puedes pedirme eso ― señalo. ― No te lo estoy pidiendo… te lo estoy exigiendo ― señale. Y sin decir mas me solté y comencé a avanzar consiente de que el vuelo de mama y Jeff estaría apunto de salir, lo menos que quería es que lo perdieran por mi culpa. Para mi sorpresa Jasón se apresuro a seguirme. ― Eres un necio ― indico mientras avanzábamos de regreso hasta el anden donde me esperaban. ― ¿Eso quiere decir que me ayudaras? ― lo cuestione mientras continuaba avanzando. ― ¿Tengo otra alternativa? ― me cuestiono. Sonreí disimuladamente. En cuanto llegamos nuevamente a la sala de espera mire a mi madre quien al parecer estaba nerviosa a causa de mi tardanza. ― ¿Dónde te metiste? ― me cuestiono en cuanto me tuvo a lado ― El avión esta a punto de salir… ― ― Lo siento me disculpe, me di cuenta de que mama miraba a Jasón con insistencia ― Por cierto… el es Jasón… Jasón Parker ― lo presenté ― Ha venido también a despedirlos… es un amigo de la escuela ― ― Así que tu eres el famoso chico Parker ― dijo Jeff saludándolo. ― Mucho gusto ― dijo Jasón con un tono gentil y diplomático. ― Tenemos que abordar el avión cariño ― dijo mi madre apresurándose a abrazarme ― Por favor… prométeme que te vas a cuidar y que me llamaras todos los días para saber que estas bien… ― ― Lo prometo ― dije dándole un beso.


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― No se preocupe Sra. Stevenson ― dijo Jasón interviniendo en la charla ― De hecho tenia pensado pedirle a Mike que se quedara en mi casa mientras estén de viaje… claro si usted esta de acuerdo ― indico. No pude evitar sorprenderme al escuchar aquello, más al darme cuenta de que mama parecía estar considerando aquello. ― Me parece una idea excelente… ― exclamo mi madre aliviada de saber que no me quedaría solo en casa. ― Este es el numero ― prosiguió Jasón apuntando el teléfono en un trozo de papel y entregándoselo ― llame en cualquier momento, en dado caso que no estemos mi abuela tomara el recado o le informara en donde estamos… ― indico ― No se preocupe, ella se encargara de mantenernos a raya y fuera de cualquier problema ― agrego. Pude notar que mi madre sonreía complacida de escuchar aquello. ― Es mejor que se den prisa o los dejara el avión ― dije apresurándolos al escuchar la voz de una mujer llamando a los pasajeros para que abordaran. Después de estrechar la mano de Jeff, mi madre y él se apresuraron a abordar el avión mientras Jasón y yo los despedíamos con una enorme sonrisa. En cuanto desaparecieron por la puerta me apresure a reñir a Jasón. ― No tenías porque ofrecerte a ser mi nana ― le recrimine. ― Aunque no lo creas dije en serio eso de que Ruth nos mantendrá alejados de los problemas… ― indico divertido. ― Ni creas que tengo la menor intención de pasar estos días en tu casa… ― le advertí. ― Si no lo haces entonces no hay trato ― indico tajante.

Me di cuenta de que no tenía otra alternativa más que aceptar. ― Se lo que pretendes Jasón… ― ― ¿A que te refieres? ― me cuestiono mientras emprendíamos el viaje rumbo a la salida. ― Me quieres tener en tu casa para mantenerme vigilado… ― indique. ― En parte… aunque en realidad lo he hecho también por la tranquilidad de tu madre… estaba a punto de decirle a Jeff que cancelaran el viaje… ― índico. ― ¿En verdad? ― lo cuestione sorprendido. ― Le preocupas mas de lo que te imaginas Mike… ― índico ― Si te llega a pasar algo ella será la más afectada y estoy seguro de que


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jamás le perdonara a Jeff el habérsela llevado a New York a sabiendas de que sospechaba que algo tramabas… ― indico, supuse que aquello lo había descubierto hurgando en las mentes de Jeff y de mi madre. ― Lo se… ― admití conciente de que aquello era verdad. Una vez afuera no encaminamos a través del estacionamiento hasta donde habíamos dejado aparcada la camioneta de mi madre. ― ¿Cuál es el plan? ― lo cuestione en cuanto llegamos al vehiculo. ― Pasamos a tu casa, recoges algo de ropa y lo que necesites… ― ― ¿Y después? ― ― Supongo que lo mas coherente es hacer lo que has pesado… ― me dijo. ― ¿Visitar a la hermana de Jack? ― estuve a punto de cuestionarlo sobre como sabia que haría aquello pero recordé las habilidades especiales con las que contaba. ― Te pedí que dejaras de hacer eso ― lo recrimine. ― A veces es necesario… de hecho tendré que hacerlo o de otra forma no podré evitar que hagas alguna tontería… ― ― Pensé que habías dicho que era difícil hacer esto conmigo… ― ― No cuando estas tan estresado, no se explicarlo pero supongo que las barreras de tu mente se debilitan cuando te encuentras en esas condiciones… ― Aquel último comentario me obligo a mirarlo con un poco de recelo. ― Empiezo a lamentar haberte pedido tu ayuda ― señale. ― Aun puedes tomar un avión y alcanzar a tu madre en Nueva York ― indico. Sin decir mas aborde el vehiculo y abrí la puerta del copiloto invitándolo a subir, estaba conciente de que Jasón haría hasta lo imposible por alejarme del peligro y mantenerme a salvo. En realidad a pesar de aquello me sentía feliz de haberlo convencido de ayudarme, conciente de que teniéndolo de mi lado seria mucho mas fácil dar con asesino de Jack.


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20 EL PRIMER ENCUENTRO Durante el tiempo que duro el viaje de regreso del aeropuerto, Jasón se mantuvo callado sin dar señales de querer hablar de lo que haríamos una vez que comenzáramos a investigar sobre la muerte de Jack, parecía abstraído en sus propios pensamientos así que decidí que lo mejor era no importunarlo con preguntas que seguramente se negaría a responder. Sin embargo no podía evitar sentirme ansioso por lo que sabia, nos esperaba, dos semanas me parecían muy poco tiempo para lograr conseguir siquiera una pista que nos llevara tras el rastro del asesino de mi amigo, rogaba por que Jeff pudiera persuadir a mi madre de permanecer por lo menos una semana mas de lo planeado, estaba seguro que una vez que mi madre regresara a West Hill me iba a ser muy difícil seguir con mis planes si para entonces aun no habíamos logrado ningún resultado. Aquella posibilidad me estremecían, el solo pasar que aquello fuera una causa perdida me hacia sentir impotente. Jasón pareció notar mi desasosiego, pues durante el trayecto a casa se volvió a mirarme pero no se atrevió a decirme nada, sabia que en aquellas condiciones le era mucho mas sencillo hurgar en mi cabeza y me esforcé por tratar de poner a tope las barreras mentales que según él me había dicho mi mente poseía, aunque a ciencia cierta no sabia como hacerlo, lo único que se me ocurrió fue tratar de tranquilizarme un poco. ― ¿Duele? ― dije sin apartar la vista del camino atreviéndome a romper el silencio que nos había envuelto desde que abordamos el vehiculo. Jasón me miro desconcertado, entonces me di cuenta de que había dejado de entrometerse en mis pensamientos y en realidad se encontraba sumido en los propios. ― Convertirse… ¿Recuerdas como fue? ― Jasón guardo silencio por un instante, en un principio creí que aquello era señal de que no me respondería, pero para mi fortuna no fue así, en realidad parecía haber estado buscando las palabras correctas para explicarme aquello. ― No tengo muy claro como sucedió… en realidad por lo que entiendo una vez que te conviertes olvidas toda tu vida pasada, incluyendo el dolor o lo que sea que uno sienta al momento de ser convertido… ― señalo. ― ¿Entonces no recuerdas quien fuiste? ― lo cuestione sorprendido al escuchar aquello.


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― Lo se ― admitió ― no porque lo recuerde, si no mas bien porque durante algunos años me dedique a investigar sobre mi… nací en Boston, en 1899, mis padres eran comerciantes, no éramos precisamente ricos pero contábamos con una buena posición… ¿Recuerdas Que te conté que murieron en un accidente? ― me cuestiono. Asentí atreviéndome a mirarlo por primera vez desde que habíamos comenzado el viaje de regreso, pude notar la mirada triste en su rostro. ― Yo iba con ellos… por lo que supe murieron instantáneamente, yo tuve más suerte y fui de los pocos sobrevivientes de aquella tragedia, aunque en realidad ninguno de los doctores esperaban que pasara de esa noche… en realidad fue un milagro que hubiera sobrevivido ― ― ¿Estabas muy mal? ― ― Por el informe medico que logre encontrar me entere que mi estado al llegar al hospital era critico, nadie esperaba que viera la luz del siguiente día… y en realidad así fue. ― ¿A que te refieres? ― pregunte sin comprender bien sus últimas palabras. ― Junto con el reporte medico encontré un acta de defunción… esa misma noche fallecí o al menos eso creyeron los médicos… ― ― ¿Te convirtieron mientras estuviste en el hospital? ― lo cuestione horrorizado. ― Supongo que quien fuera que lo hizo pensó en darme una segunda oportunidad… aunque por mas que trate nunca supe quien fue el responsable de aquello ― admitió con un dejo de pena en su voz ― En un principio creí que habría sido alguno de los médicos que me atendieron pero los fui descartando uno a uno conforme fueron muriendo con el paso de los años. Finalmente tuve que aceptar el hecho de que jamás averiguaría quien había sido el responsable de esto… ― Hubo un breve nuevamente.

silencio

antes

de

atreverme

a

preguntar

― ¿Se lo agradeces? ― dije con un hilo de voz. ― No lo se… supongo ― indico Jasón sin mostrarse demasiado convencido. ― ¿Qué paso después? ― indague ― Si supuestamente habías muerto, ¿como escaparte del hospital? ― ― No lo recuerdo bien… los primeros días después del accidente los tengo únicamente como un recuerdo vago, supongo que de alguna forma logre escapar, pero no se como ni si alguien e dio cuenta de que en realidad no había muerto como todos habían creído… ― ― ¿Qué es lo primero que recuerdas? ―


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― La sed… el sentirme invadido por el incontrolable deseo de beber hasta apagar el fuego que me carcomía las entrañas… en realidad no sabia bien lo que me había sucedido pero en el fondo sabia que algo en mi había cambiado… que ya no era mas un ser humano ― ― Comencé a buscar una presa que me permitiera saciar mis instintos… ― puntualizo. No pude evitar sentir un hueco en el estomago al escuchar aquello. ― ¿La presa?― Lo cuestione. ― Animales generalmente… ― me tranquilizo comprendiendo el motivo de mi pasmo ― A pesar del instinto salvaje que me invadía al parecer había quedado algo de humano en mi que me impedía atacar a seres inocentes… aunque en mas de una ocasión estuve a punto de hacerlo pero por fortuna logre controlarlo… ― Me alegre de escuchar aquello. ― Controlar la sed no es algo que puedas lograr de la noche a la mañana ― puntualizo como si tratara de hacer énfasis en aquel punto en particular. Aunque en realidad no supe porque. ― ¿Y después que hiciste? Es decir, supongo que no pudiste volver a tu casa ya que todos pensaban que estabas muerto y además no recordabas ni siquiera quien eras… ― ― Vagar… Hasta que un día llegue a West Hill, durante todo el tiempo que estuve recorriendo el mundo logre hacer un poco de fortuna, es una de las ventajas de vivir eternamente ― dijo sonriendo por primera vez desde que había comenzado a hablar ― Con eso eche a andar la vieja fundición, en ese entonces había decidido presentarme como Emmet Parker… Mi abuelo, por decirlo de alguna manera, unos años mas tarde supuse que empezarían a sospechar de mi al ver que no envejecía así que decidí marcharme una temporada regresar veinte años después como Charles, el hijo de Emmet Parker ― ― ¿Entonces si conociste al abuelo de Jack? ― pregunte recordando lo que me había contado mi amigo aquella noche afuera del Hole. Jasón movió la cabeza afirmativamente. ― Peter era un buen sujeto, por eso decidí que fuera el responsable de la seguridad de la fundición, por un tiempo llevamos cierta amistad aunque con las reservas de que jamás le conté mi secreto… eran otros tiempos y estoy seguro de que no lo hubiera comprendido ― indico. ― Y después volviste haciéndote pasar por el hijo de Emmet Parker… Charles y fue cuando sucedió el accidente que hizo que la fundición estallara ¿No es así?―


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El semblante de Jasón se nublo nuevamente. ― ¿Qué fue lo que sucedió Jasón? ― lo cuestione conciente de que tendría que saber aquello ― ¿Quién fue el responsable de lo que ocurrió? ― Jasón hizo una larga pausa antes de atreverse a responder. ― Yo… ― indico viendo nuevamente al camino sin atreverse a mirarme. ― ¿Tu? ― reaccione incrédulo ― ¿Entonces lo que Jack me contó era cierto? ― dije sin podré aceptar aquello como cierto ― Tienes que estar bromeando ― indique. ― tuve que hacerlo Mike… ― fue todo lo que Jasón fue capaz de decir. ― ¿”Tuviste”? ― alegue sin comprender ― ¿A que te refieres con que tuviste que hacerlo? ― Jasón detuvo el auto y de inmediato se orillo aparcando a un lado de la carretera, me miro en silencio, parecía costarle mucho trabajo hablar de aquello pero no iba permitir que esta vez dejara la historia a medias, tenia que saber cual había sido el motivo que lo había orillado a cometer semejante acto. No tuve que decir nada, Jasón comenzó a hablar, así que decidí que era mejor escucharlo sin hacer preguntas. ― Durante esa época llego otro vampiro a West Hill ― indico ― Su nombre era Joseph y a diferencia mía el tenia un gusto bastante arraigado por la sangre humana, a pesar de eso, en un principio pareció dispuesto a adoptar mis costumbre y lo invite a pasar una temporada en mi casa, en realidad pensé que era la oportunidad de conocer un poco mas sobre mi mundo y sobre los que eran igual a mi, Joseph había sido convertido muchísimos años antes que yo y tenia mas experiencia, comenzó a hablarme de diferentes clanes alrededor del mundo y de cómo habían logrado mezclarse entre los humanos sin que estos se dieran cuenta de nuestra existencias, en realidad me maravillaba pensar en el hecho de no estar solo, pero entonces, un día me di cuenta de cuales eran las verdaderas intenciones de Joseph, aunque ya fue demasiado tarde… ― ― ¿Sus verdaderas intenciones? ― pregunte con un hilo de voz. Jasón me miro. Quería formar su propio clan… ― índico. ― ¿Eso quiere decir que el? ― reaccione horrorizado al comprender. ― El día que sucedió todo Joseph puso en marcha el plan que había confabulado para cumplir con sus propósitos, había elegido


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cuidadosamente a las personas que iba a convertir, primero, para formar su ejercito, todos trabajadores de la fundición, entre ellos el abuelo de Jack, después, una vez que su grupo fuera mas numerosos convertirían a todos los habitantes del pueblo… ― ― ¿Qué hiciste cuando lo descubriste? ― lo apresure al ver que se detenía en su relato. ― Esa tarde cuando llegue a la fundición Joseph había victimado a todos los trabajadores… el único que había logrado salvarse fue el abuelo de Jack a quien había despedido un día antes de que todo aquello ocurriera… ― indico. ― ¿Por qué lo despediste? ― lo cuestiones consiente de que esa era una de las razones por la que la familia de Jack despreciaba a los Parker. ― Peter era muy perspicaz… jamás se trago el cuento de que parecido entre los hombres Parker era una mera casualidad, el siempre sospecho que Emett y Charles eran la misma persona, comenzó a desconfiar y eso no le gusto mucho Joseph quien amenazo con deshacerse de el si era necesario, entonces decidí despedirlo… por su propio bien ― puntualizo Jasón. No pude dejar de pensar en lo irónico que resultaba aquello, Jasón había despedido al abuelo de Jack con el único fin de protegerlo y ellos habían pasado las últimas tres generaciones odiando a los Parker por aquel hecho cuando en realidad debían habérselo agradecido. ― ¿Qué hizo Joseph cuando se vio descubierto? ― ― Trato de persuadirme de unirme a el, en realidad hubiera sido una tarea fácil entre los dos apoderándome de West Hill y formar un poderoso clan capaz de extenderse a lo largo de la región… incluso sin mi ayuda, estaba seguro que aquel seria el siguiente paso, no podía permitirlo así que decidí detenerlo… ― Lo mire expectante. ― Hice volar la fundición con Joseph y los trabajadores que había convertido… ― revelo. Aquella revelación me dejo sin palabras. ― Todos pensaron que el “accidente” había sido provocado y no se equivocaron, aunque en realidad acusaron a la persona incorrecta, muchos pensaron que Peter, el abuelo de tu amigo había tenido algo que ver con lo sucedido, yo por mi parte decidí marcharme un poco después no sin antes asegurarme que los familiares de los trabajadores que habían fallecido fueran retribuidos por la perdida. Aunque nada hubiera podido compensar su perdida. ― No fue culpa tuya Jasón… lo que hiciste impidió que mas gente saliera lastimada ― fue lo único que atine a decir al ver el dolor en el


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rostro de Jasón, me di cuenta de que se sentía culpable por lo que había ocurrido. ― Permití que Joseph se quedara… ― puntualizo Jasón son pesar ― Por no querer estar solo traje a este pueblo la desgracias, ¡Por supuesto que fue culpa mía! ― exclamo. ― ¿Qué paso con Joseph? ― lo cuestione al ver que era inútil tratar de convencerlo de lo contrario ― ¿Murió también? ― ― En realidad no lo se… supongo que la explosión también acabo con él, ya que no volví a saber de él ― Al menos había valido la pena aquel sacrificio por parte de Jasón. ― Cincuenta años después decidí que ya era tiempo de volver… ― índico concluyendo su historia. ― Como Jasón Parker, el bisnieto de Emett Parker… ― ― Muchos de los que hoy habitan el pueblo de han olvidado de Emmet y de Charles, deje pasar una generación, no quise que se repitiera el error y que alguien se percatara de que en realidad los tres somos la misma apersona… ― ― Entiendo… ― fue lo único que atine a decir, mira por la ventanilla del auto y me di cuenta de que finalmente habíamos llegado a casa. Una vez que aparque la los dos bajamos del vehiculo y no dispusimos a entrar, sin embargo Jasón se quedo al pie de la entrada. ― ¿Sucede algo? ― lo cuestione. ― No puedo entrar… ― índico. ― ¿Alguna razón en particular? ― lo cuestione sin comprender su extraña actitud. Jasón torció una sonrisa. ― Solo esta… ― dijo dando un paso hacia adentro, para mi sorpresa se impacto contra la nada en el umbral de la puerta como si se tratara de una sólida pared de ladrillos. ― Sorprendente…― fue lo único que atine a decir ― Pero no entiendo… estuviste ya una vez en mi casa… ― ― ¿No recuerdas que te solicite varias veces que me invitaras a entrar? ― me cuestiono. Recordé entonces aquella noche en que Jasón había estado en mi casa, en realidad había dejado pasar de largo aquel detalle. ― Un vampiro no puede entrar a ningún sitio al cual no haya sido invitado… para poder pasar por una puerta, ventana o cualquier tipo de acceso debemos ser invitados por quien vive ahí, de lo contrario no podremos hacerlo… ― señalo ― así que a menos que quieras que entre nuevamente por la ventana tendrás que invitarme a pasar ― indico.


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― Valla… pensé que todo lo que se decía sobre los vampiros eran supercherías ― musite. ― Algunas cosas tienen su parte de verdad ― admitió recargado sobre aquella barrera invisible que le impedía el paso. ― ¿So? ― lo cuestione ― ¿Con un simple adelante bastara? ― ― Suficiente… ― dijo avanzando al interior de la casa sin problema. ― Mmmm… ¿Algo mas que deba saber sobre ustedes? ― lo cuestione haciéndole una señal para que me siguiera a la planta alta. ― Pregunta lo que quieras… ― indico subiendo las escaleras. ― ¿El Ajo? ― ― Falso… ― indico ― Aunque en realidad a mi en particular nunca me ha gustado el aroma ― ― ¿Lo de las estacas y el corazón? – ― Falso también… en realidad la única forma de destruir a un vampiro es quemándolo… ― Aquel comentario me hizo recordar lo que habían hecho con el cuerpo de Jack. ― ¿Cuánto tiempo tarda alguien que ha sido mordido en convertirse? ― ― No lo se con exactitud… depende de la experiencia del que te convierte o de la resistencia que tengas a la ponzoña… ― ― Cremaron el cuerpo de Jack… ― indique. ― Lo se… ― respondió Jack sorprendiéndome de que supiera aquello. ― ¿Quién te lo dijo? ― lo cuestione sin comprender. ― En el hospital… hable con el doctor que lo atendió ― Jasón dudo por un segundo si era prudente decir aquello ― me encargue de que les recomendara a los padres de tu amigo que hicieran aquello ― revelo ― supuse que era mejor asegurarnos… ― Me quede perplejo. ― ¿Crees que él…? ― ― Existía la posibilidad ― No se me ocurrió que mas decir. ― ¿Crees que hice mal? ― me cuestiono Jasón al darse cuenta la forma en que aquella confesión me había afectado. ― No… en realidad creo que fue lo mejor ― dije convencido ― Jack no hubiera soportado verse convertido en… ― me detuve antes de terminar la frase. ― En un fenómeno ― dijo Jasón terminándola por mí. ― Tengo una duda… ― indique sentándome sobre la cama una vez que entramos a mi habitación. ― ¿Cual? ―


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― En un principio creí que podría tratarse de un recién convertido ― indique ― pero ahora que me has contado lo de la sed y los instintos me doy cuenta que en realidad no pude ser alguien que haya sido recientemente convertido… ¿No lo crees? ― ― ¿Qué te hace pensar eso? ― ― La sed… si no pudiera controlar su ser habría mas reportes de ataques… ¿No lo crees? ― Jasón pareció considerar aquello. ― Supongo… ― Entonces tiene que ser un vampiro que ya tenga experiencia… ― ― Puede ser… ― ― Pensé que habías dicho que los vampiros eran territoriales ― ― Lo somos ― admitió pensativo mientras revisaba mi colección de cd´s ― Aunque en realidad no seguimos la regla al pie de la letra ― ― ¿Crees que aun siga en West Hill? ― pregunte esperanzado, aunque en realidad una parte de mi tenia la necesidad imperiosa de encontrarlo y vengar la muerte de mi amigo. ― Puede que solo haya estado de paso… no me atrevería a asegurarlo ― ― Cada cuando necesitan… ― no supe como llamarlo, el adjetivo comer me parecía demasiado grotesco y no se me ocurría otra forma de llamarlo. ― Hay algo que debes entender Mike… ― comenzó hablando en tono solemne ― Nosotros no nos guiamos por una necesidad, mas bien es por impulso, algunos beben por necesidad… ― señalo ― otros lo hacen por diversión… ¿Entiendes? ― Guarde silencio tratando de contener la nausea al imaginar aquel espectáculo. ― Tú… ¿Lo has hecho? ― ― ¿El que? ― me pregunto sin entender bien mi pregunta. ― Beber… por diversión ¿Alguna vez lo hiciste? ― Jasón no respondió. Tampoco necesito hacerlo, la expresión de su rostro me permitió saber que lo había hecho en determinado momento, aunque también pude darme cuenta de lo avergonzado que se sentía al respecto. ― Comienza a empacar lo que necesites ― me apresuro ― ¿Te importaría? ― dijo mostrándome un par de discos que había extraído del librero. ― Llévate los que quieras… ― indique abriendo el closet, saque una maleta pequeña, finalmente si necesitaba algo mas podría ir y venir, metí un par de camisas y unas cuantas playeras acomodadas en el costado derecho y un par de jeans y unos tenis en el espacio que sobraba. Me encamine hacia el baño mientras Jasón daba una


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segunda repasada a la colección de discos, parecía muy interesado en uno de Frank Sinatra que ni siquiera recordaba tener. Mire mi rostro en el espejo, una grandes ojeras se dibujaban bajo mis ojos, tenia que dormir un poco mas o comenzaría aparecer un zombi o algo peor. Abrí el cajón del lavamanos y saque un cepillo de dientes nuevo y un paquete de hilo dental, no quise dejarme nada olvidado, ignoraba los hábitos de limpieza de los vampiros, aunque en realidad debían de ser similares a los de un humano común, aun así preferí no arriesgarme. Metí todo en una bolsa de plástico y me encamine de regreso a la habitación, para mi sorpresa me di cuenta de que Jasón ya no se encontraba ahí. ― ¿Jasón? ― lo llame, no obtuve respuesta. Me asome al pasillo. Nada. Avance en dirección a la planta baja, repentinamente una mano cubrió mi boca, sobresaltándome, trate de luchar pero me jalo con fuerza al interior del armario a pie de la escalera que acababa de descender. ― Shhhhh! ― indico una voz susurrándome al oído. Comprendí que debía guardar silencio. La mano de Jasón aun así siguió cubriendo mi boca, mientras que la otra me mantenía sujeto fuertemente, el espacio era limitado así que pude sentir el frió cuerpo de mi amigo, en realidad aquello era como estar recargado sobre un bloque de hielo. No pude evitar sentir un escalofrió. No estuve seguro de cuanto tiempo transcurrió, pero un rato después Jasón abrió la puerta y se asomo un poco. ― Se ha ido ― índico saliendo completamente de nuestro escondite. ― ¿Se ha ido? ― pregunte desconcertado ― ¿De que estas hablando? ¿Qué fue lo que sucedió? ― ― Él estuvo aquí… creo que sabe que lo estamos buscando ― indico. ― ¿Él? ― lo cuestione sin entender ― El que mato a Jack… ― Me quede pasmado. ― ¿Y que estamos esperando? ― dije sobresaltado al escuchar aquello ― Tenemos que ir tras él ― alegue apresurado, me disponía a salir de la casa pero Jasón volvió a detenerme. ― ¿Estas loco? ― me cuestiono sujetándome.


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― ¡Déjame! ― indique tratando de soltarme pero era evidente que Jasón era por lo menos cinco veces mas fuerte que yo. ― ¡Es un cazador Mike! ― me indico lanzándome sobre el sofá como a un muñeco de trapo. ― Me importa un comino… ¿Qué no lo entiendes? ― lo cuestione levantándome ― ¡Ese tipo mato a Jack! ¡Tengo que atraparlo! ― indique volviendo a hacer el intento por salir. Jasón se movió con una rapidez sobrehumana y deteniéndome nuevamente. ― Perdóname Mike ― indico a la vez que daba un certero golpe en mi nuca. Todo se oscureció de repente y sin poder evitarlo perdí el sentido. Jasón se apresuro a subir nuevamente a la habitación y de inmediato bajo la maleta que Mike había empacado un rato antes, se apresuro a buscar las llaves de la camioneta de la madre del chico, por fortuna las encontró rápidamente. Entonces se dio cuenta de que seria un problema sacar a su amigo de la casa en tales condiciones, si alguno de los vecinos se daba cuenta seguramente llamarían a la policía y lo que menos necesitaba en aquel momento eran mas problemas de los que ya tenían. Con una facilidad sorprendente Jasón cargo a Mike y lo deposito sobre el sillón donde segundos antes lo había lanzado tratando de detener su ímpetu por ir en busca del asesino de Jack. ― Eres un tozudo ― le dijo mirándolo con un dejo de pena por lo que acababa de hacerle. Sin embargo aquella había sido la única manera de detenerlo. Miro el reloj de pie situado a un lado de la entrada de la sala y se dio cuenta de que faltaba mucho para que oscureciera. Tendría que esperar para poder sacar a Mike y sus cosas para llevarlo a la casa Parker. Tomo el teléfono y marco el número de su casa, como era de esperarse fue Ruth quien contesto del otro lado de la línea... ― ¿Dónde te has metido muchacho? ― lo cuestiono al darse cuenta de quien se trataba. ― Estoy con Mike… ― indico Jasón sin saber si era necesario explicarle lo que en realidad pasaba. ― ¿Sucede algo malo? ― Lo cuestiono la mujer al darse cuenta de su nerviosismo. ― Estábamos apunto de salir de casa de Mike… pero nos hemos topado con un problema ― ― ¿Problema? ― la mujer reacciono alarmada ― ¿Qué clase de problema? ―


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― Un cazador ― indico Jasón a sabiendas de que Ruth conocía lo que aquello implicaba. ― ¿Estas seguro? ― lo cuestiono alarmada. ― Mike quería ir tras el así que tuve que… tranquilizarlo ― alego Jasón apenado. ― ¿Tranquilizarlo? ― Ruth pareció aun mas sorprendida ― Espero que no le hayas hecho mucho daño ― ― Quien me querrá hacer daño cuando vuelva en si será él… tendré que esperar a que despierte ― dijo mirando a su amigo ― si todo sale bien y me deja explicarle el motivo de mi reacción te veremos en un rato mas, así que por favor, mantente alerta y no lo olvides, sea quien sea que se presente no lo dejes pasar a la casa, solo así podremos evitar que les haga algo a ti o a Eidrian ― advirtió. ― No te preocupes muchacho ― le aseguro Ruth con un tono lleno de determinación ― Nadie entrara aquí… ― Después de darle un par de recomendaciones mas, Jasón colgó el teléfono y miro a su inconciente compañero, había aplicado aquel método un par de veces anteriormente, aunque en realidad esta vez creyó que por la premura y los nervios del momento se le había pasado un poco la mano, aun así sabia que en un par de horas a lo mucho el chico volvería en si. Lo que en realidad le preocupaba era la actitud que tomaría Mike. Seguramente estaría bastante molesto.


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21 MÁS EXPLICACIONES Para cuando desperté la noche ya había caído, por lo menos eso creí ya que al abrir los ojos me di cuenta de que estaba en una habitación en completa oscuridad. Aun me sentía un tanto aturdido y en realidad no tenia idea de lo que había pasado, mi ultimo recuerdo era el haber estado forcejeando con Jasón y un segundo después todo se habían nublado y no supe mas de mi. En realidad no sentía dolor alguno, por contrario, estaba totalmente relajado y casi lamente haber despertado de mi letargo. Entonces recordé el porque había comenzado todo aquello y nuevamente sentí la tensión recorrer mi cuerpo haciéndome levantar como impulsado por un resorte. Para mi mala suerte tropecé con una silla y volví a caer al suelo. Entonces se encendió una luz, dejándome notar que me encontraba en mi cuarto. Jasón me miraba de pie junto al quicio de la puerta tratando de evitar soltar una carcajada. ― ¿Por qué lo hiciste? ― lo cuestione incorporándome como pude y trastabillado hasta donde el se encontraba ― ― ¿Hacer que? ― Me cuestiono con una expresión inocente la cual no le creí ni un poco. ― Lo que sea que hayas hecho… ¡Me noqueaste! ― le dije exaltado. ― De no hacerlo hubieras hecho una tontería ― explico con una calma desquiciante. ― Hubiera hecho lo que tenia que hacer… ― indique mirándole desafiante ― Tranquilízate y déjame explicarte… ― me solicito. ― ¡Por supuesto que vas a explicarme! ― alegue aun mas molesto ― ¿Te das cuenta de la oportunidad que acabamos de perder? ― le reclame. ― Si…y déjame repetirte lo que te he venido diciendo desde que decidiste enredarte en este asunto, lo que pretendías hacer se llama s―u―i―c―i―d―i―o ― indico ― Siéntate y déjame hablar antes de que vuelva a ponerte fuera de combate, aunque tenga que llevarte como un bulto en la cajuela del auto hasta mi casa ― ― No serias capaz ― le dije mirándolo con recelo. ― No me tientes… ― advirtió. Sin tener otra alternativa me deje caer de mala gana sobre la cama dispuesto a escuchar lo que fuera que me tuviera que decir. ― Mas vale que tengas una buena razón para actuar de la forma en que lo hiciste ― ― La tengo ― indico ― Explícate entonces… ― lo apresure.


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Jasón jalo una silla y se sentó dándole la espalda a la puerta, aquello me pareció una clara señal de que no me dejaría salir de ahí hasta que el lo considerara prudente. No pude evitar sentirme secuestrado en mi propia casa. ― Lo primero que debes saber es que el que ataco a Jack no ha sido un vampiro común y corriente… ― inicio ― es lo que entre nosotros conocemos como “Cazadores” ― señalo ― como te explique, algunos podemos controlar la sed, en realidad la mayoría de nosotros ha optado por alimentarnos de una manera menos ― Jasón pareció pensar un poco la palabra que utilizaría para describir aquello antes de decirlo ― “deleitable “― Aquel término no me pareció en realidad muy asertivo. ― ¿Eso significa? ― ― Algunos lo hacemos de maneras mas discretas otros prefieren y disfrutan aun más la emoción que les causa cazar… ― ― ¿Estas tratando de decirme que ese sujeto mato a Jack solo por el placer de hacerlo? ― exclame fuera de mis casillas levantándome nuevamente. Jasón movió la cabeza afirmativamente. ― Cuando un cazador elige a su presa nada lo detiene hasta que consigue atraparla… ― puntualizo. ― ¿Eso quiere decir que? ― ― Al parecer eligió a West Hill como su lugar de recreo personal ― admitió. No pude evitar sentir miedo al escuchar aquello, aunque por un lado me sentí feliz de haber convencido a Jeff de llevarse a mi madre, seguro de que cualquier obstáculo que se atravesara en el camino de aquel cazador seria eliminado sin la menor consideración. ― No entiendo… ― comencé tratando de explicar lo que en mi cabeza comenzaba a revolverse ― Si ya mato a su presa… ¿Qué es lo que vino a buscar aquí a mi casa? ― lo cuestione. Jasón me miro. ― El aun no termina de cazar Mike… ― Una idea cruzo por mi cabeza aunque en realidad preferí confirmarla antes de hacerme millones de ideas al respecto que quizás nada tendrían que ver con la realidad.


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― Te refieres a que la presa que eligió… ¿soy yo? ― pregunte con un nudo en la garganta. ― Eso parece... ― La expresión de mi amigo había cambiado radicalmente, pude darme cuenta de que estaba tratando de controlar su propia ira. Entonces no pude evitar sentirme mas mal de lo que ya me sentía para entonces. ― ¿Entonces por que mato a Jack? ― lo cuestione sin comprender. ― No lo se… pero estoy casi seguro que el no era su presa… eres tu su verdadero objetivo ― indico. ― ¿Qué te hace pensarlo? ― Jasón dudo en responder a mi pregunta. ― ¿Qué te hace pensarlo Jasón? ― lo cuestione nuevamente. ― Ha venido a tu casa… un cazador no hace eso si no esta interesado en alguien ― indico ― Estarás a salvo mientras no lo invites a pasar, y me temo que no tardara en regresar por aquí… tenemos que marcharnos pero no es seguro salir ahora, podría estar vigilando… en realidad estoy seguro de que lo esta haciendo ― ― ¿Esta allá afuera? ― lo cuestione sorprendido al escuchar aquello y de inmediato me levante para dirigirme a la ventana pero Jasón haciendo gala nuevamente de sus ágiles reflejos se apresuro a evitármelo. ― ¿Qué crees que haces? ― me cuestiono sujetándome para impedirme acercarme. ― Tu mismo dijiste que no podía entrar… ― Señale ― ― Si pero eso no quiere decir que no pueda usar otros medios para sacarte de aquí… ― advirtió ― Los cazadores cuentas con armas muy poderosas para seducir a sus victimas, eso los hace aun mas letales… ― ― ¿Qué tipo de medios? ― lo cuestione. ― Tienden a ser aun mas perceptivos de las sensaciones humanas… pueden llegar a tener una persuasión tan sorprendente que incluso su presa termina por entregarse voluntariamente a ellos… ― ― ¿Puede llegar a controlar mis acciones? ― pregunte tratando de comprender bien aquello. ― No solo las tuyas si no la de cualquiera que este a tu alrededor... pero necesita haber tenido contacto directo por lo menos una vez… ― ― ¿Cualquiera? ― indague con temor. ― Cualquiera que no sea vampiro… ese tipo de cosas no funcionan entre nosotros mismos… ― Me sentí aliviado de escuchar aquello, lo que menos necesitaba era que el propio Jasón terminada matándome.


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― Pero… tu mismo dijiste que era muy difícil entremeterse en mi cabeza… esa podría ser una ventaja ¿No lo crees? ― dije recordando lo que Jasón había mencionado sobre las extrañas barreras de mi mente. ― Eso no garantiza nada… para mi puede ser difícil meterme en tu cabeza pero para el puede ser bastante simple… los cazadores son vampiros que han vivido mas de dos mil años, parte de que se conviertan en cazadores es el aburrimiento de haber probado ya todos los placeres que este mundo les proporciona…― ― Genial ― pensé ― Todo aquello estaba sucediendo solo porque aquel sujeto estaba aburrido. ― Estamos en problemas ― señalo Jasón preocupado, era la primera vez que veía aquella expresión en su rostro y no pude evitar sentirme preocupado, Jasón pareció notarlo así que trato de sonreír. ― ¿Cuál es el plan? ― ― Tenemos que ser muy cuidadosos y en caso de que suceda lo peor quiero que me prometas que te marcharas de West Hill… lo más lejos posible. Sabía que “lo peor” se refería a que de alguna forma aquel cazador acabara con Jasón, aquello me pareció completamente imposible. ― ¡Eso no va a suceder! ― Indique convencido de las capacidades de mi amigo. ― Existe una gran posibilidad, créeme… ― replico Jasón. ― Eso es imposible, eres el vampiro mas poderoso que conozco… ― puntualice. ― Soy el único vampiro que conoces… Eidrian no cuenta porque solo es un niño ― puntualizo Jasón. Jamás me había sentido tan vulnerable después de saber que existía la posibilidad de que aquello sucediera, si Jasón no podía hacer nada ¿Qué posibilidades tendría yo de hacer algo? me alterque preocupado. ― ¿Por qué yo? ― lo cuestione tratando de evitar pensar en lo que Jasón acababa de decir ― ¿Cómo elige un cazador a su presa? ¿En base a que? ― Jasón bajo la cabeza, pude notar que parecía apenado, sin atreverse a responder a mi última pregunta. Al ver su actitud me acerque a el y lo sujete con toda mis fuerzas y lo obligue a que me mirara. ― ¡Jasón responde! ― dije sacudiéndolo ― ¿Porque me ha escogido a mi? ―


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― Creo que… por culpa mía ― confesó finalmente con un dejo de tristeza en su voz. Al escuchar aquello todas las fuerzas volvieron a abandonarme y deje de sujetarlo. ― ¿Tu culpa? ― dije mirándolo desconcertado. ― Creo que de alguna forma se ha enterado del vinculo que nos une… ― comenzó a explicar ― la mayoría de los cazadores encuentra fascinante la relación humano―vampiro, a tal grado que saber que una vez que se ha logrado entabla cierta relación entre ellos, cualquiera de los dos hará hasta lo imposible para defender al otro, he ahí el reto que representa matar a un humano que tiene por amigo a un vampiro… ― ― Lo hace por diversión… ― musite con un hilo de voz ― No solo quiere matarme a mi sino que primero te matara a ti para conseguir su objetivo… sin importarle quien se interponga en su camino… ― puntualice sacando mis propias conclusiones. ― Jack solo fue un aviso… ― expreso. De pronto una oleada de temor recorrió mi cuerpo, no sabia hasta que punto aquel sujeto estaba enterado de mi vida, conocía mi amistad con Jack y ahora él estaba muerto, en ese instante pensé en Ted, en Hanna, en el propio Jasón, Ruth y el pequeño Eidrian, todos corrían peligro por la misma razón. Corrían peligro por mí. ― Hay un fallo en su plan ― indique convencido a pesar de aquel miedo que me hacia temblar. Jasón me miro desconcertado. ― Tu mismo lo has dicho... ― dije con la voz rota por el miedo, los nervios y la adrenalina que corría por todo mi cuerpo ― el placer es matar a un humano indefenso… ― señale ― la única forma de detenerlo es haciendo algo que ni el mismo te imaginaria capaz de hacer ― ― ¿A que te refieres Mike? ― me cuestiono sin comprender por primera vez a lo que me refería. ― Tienes que convertirme Jasón… ― Su rostro se lleno de pánico al escuchar mis palabras y su reacción no se hizo esperar. ― ¿Acaso te has vuelto loco? ― me cuestiono incrédulo. ― ¡Es la única oportunidad que tenemos…! ― puntualice ― ¡Y lo sabes! ― ― ¿Te das cuenta de lo que me esta pidiendo? ― prosiguió, por primera vez desde que lo conocía Jasón había perdido toda aquella seguridad que lo caracterizaba, me di cuenta que en


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realidad le horrorizaba la idea de hacer aquello que le había sugerido. ― Es eso o… ― no pude concluir mi frase, Jasón se lanzo sobre mi completamente desquiciado, sus ojos brillaban llenos de odio, no hacia mi, si no hacia aquel que nos había hecho llegar hasta aquel punto. ― ¡Mírame Mike! ― dijo sujetándome contra la pared con una fuerza sobrehumana ― ¡Fíjate bien porque esto es en lo que te convertirás si hago lo que me pides! ― En un segundo las facciones de Jasón se habían deformado dando pie a la bestia que habitaba dentro de él, pude ver los filosos colmillos asomar por la comisura de sus labios, su piel se torno aun mas blanca y sus ojos expulsaban una rabia contenida a punto de explotar, en aquel momento me sentí diminuto frente a la imponente figura del vampiro, del verdadero ser de la oscuridad que se ocultaba dentro de Jasón Parker. Aun así no sentí miedo, por el contrario, por primera vez me di cuenta de que en realidad existía una oportunidad de salir bien librados de aquello. ― ¡No voy a dejar que te pase nada! ― dijo volviendo a ser el mismo chico que había conocido semanas atrás, nuevamente su mirad se torno tranquila, aunque a causa del esfuerzo jadeaba. Aquello sonó como una promesa. ― Lo se… ― admití mirándolo, no con temor, mas bien con asombro ― Lo que temo es que el te haga algún daño a ti… jamás me lo perdonaría ― señale. Los ánimos comenzaron a calmarse nuevamente. Jasón se tumbo sentado en el suelo, hice lo mismo y por un instante permanecimos en silencio. ― ¿Estamos seguros aquí? ― lo cuestione. ― No puede entrar… no sin que sea invitado a pasar ― ― No podemos permanecer para siempre aquí… ― indique. ― Ahora seria demasiado arriesgado salir… ― respondió meditando sobre la situación. ― ¿Hay alguna forma de matarlo? ― en realidad supuse que seria la misma forma que con un vampiro común, es decir, con fuego, pero quise saber si en realidad nos enfrentábamos a un caso de esos o tendríamos mas dificultades deshaciéndonos de él. ― Fuego… ― fue lo único que dijo. ― ¿Es tan rápido como tu? ― ― Quizás más… ― señalo. ― ¿Y la fuerza? ― ― Nada extraordinario ― indico sonriendo por primera vez en la noche ― Pero puede tener trucos bajo la manga, ha vivido lo suficiente para perfeccionar sus tácticas de caza ― apunto. Permanecí en silencio después de la ultima pregunta, aunque se trataba de solamente un sujeto sabia que no seria nada fácil poder


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hacer algo que le resultara verdaderamente útil a Jasón, finalmente, no podía evitar pensar que él se había visto envuelto en aquel embrollo por culpa mía. ― Esto no es culpa de nadie Mike… mucho menos tuya ― señalo mirándome serio. Estaba a punto de reñirlo nuevamente pero se me adelanto. ― Ya te dije que no necesito usar mis habilidades para saber como piensas… me he dado cuenta de que eres propenso a culparte por cosas que están fuera de tu alcance ― indico. ― ¿Cómo cuales? ― pregunte un tanto ofendido ante aquella insinuación. ― Te culpas de la muerte de Jack… de haber puesto en peligro a tu madre, de que yo me haya visto involucrado y no te has preocupado ni un instante por lo que te pueda llegar a pasar… tu eres el que mas peligro corre en todo este asunto ― ― Lo se… ― indique ― Otro en tu lugar habría perdido ya la cabeza con solo saber de la existencia de seres como nosotros ― prosiguió ― Tu en cambio… pareces fascinado con la idea e incluso consideras que la única opción que te queda es volverte uno de nosotros… ― ― Jamás e tenido ningún tipo de prejuicio hacia la gente ― admití sin encontrar que mas responder. ― Esto va más allá de un prejuicio Mike… ― insistió Jasón No es que te hayas hecho amigo de un negro, un pobre o un homosexual… soy un vampiro ― repitió tratando de hacerme entender el punto. ― ¿Creíste que saldría corriendo en cuanto supiera lo que eras? ― lo cuestione recordando que hasta entonces no habíamos tocado el tema, finalmente lo había terminado por aceptar si mayores problemas, en realidad me daba cuenta que Jasón había esperado por lo menos que lo rechazara o que me horrorizara saber lo que era, tenia que admitir que en cierta forma tenia razón, una persona en sus cabales habría salido corriendo en cuanto escuchara aquello. Pero yo lo había tomado como lo más natural del mundo. ― Una persona normal lo hubiera hecho… ― índico. ― Entonces tu error fue decírselo a alguien tan anormal como yo… ― dije en son de broma. Los dos embozamos una leve sonrisa. ― Deberías comer algo ― índico Jasón poniéndose de pie y ayudándome a incorporarme ― Desde la mañana no has comido nada ― índico. ― En realidad no tengo hambre ― señale. ― Necesitare que cuentes con todas tus fuerzas, sobre todo si en realidad quieres ser de ayuda, de lo contrario tendré que cargarte en mi espalda cuando desfallezcas de hambre ― bromeo.


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Hice una mueca de disgusto ante aquella sugerencia. ― Vamos a la cocina para que comas algo ― ordeno y de inmediato se encauzo hacia la puerta. Sin decir nada me encamine tras de el y juntos bajamos a la planta baja, me di cuenta de que todas las cortinas estaba cerradas. ― Hay que evitar que tenga contacto visual contigo… ― dijo adivinando la pregunta que estaba a punto de realizar. ― ¿Por lo del control mental? ― ― En realidad… ― comenzó mientras sacaba un poco de leche del refrigerador. Dudo por un segundo. ― Sin secretos Parker ― advertí al verlo renuente a continuar. ― Es solo una teoría pero creo que aun no te conoce… no sabe como eres ― dijo al fin. Hice una mueca de no comprender aquello. ― Los cazadores se guían por el olfato… creo que hasta ahora se ha dejado guiar únicamente por ese sentido, finalmente lo trajo hasta aquí, estoy mas que seguro que se encargo de visitar cada uno de los sitios en los que has estado… ― señalo. ― ¡oh por Dios! ― exclame horrorizado al darme cuanta de un detalle que hasta entonces había dejado pasar. ― ¿Qué sucede? ― me cuestiono Jasón al ver la expresión de mi rostro. ― Creo… ― un nudo se formo en mi garganta ― Jack tenia mi chamarra consigo cuando murió ― señale ― la deje olvidada en el Hole y el se regreso por ella… por eso fue tras él, estaba siguiéndome y sin querer creyó que al que atacaba era a mi… ― indique atando cabos. Jasón medito aquello un segundo antes de hablar. ― ¿Te das cuenta? ― dije aterrado de aquel pensamiento ― Ha sido culpa mía que Jack este muerto… ¡debía ser yo…! ― exclame pasmado. Mi amigo había muerto por un error mió. ― Fue un accidente Mike ― alego Jasón sacudiéndome por los hombre tratando de sacarme de mi histeria ― Tu no sabias que aquello pasaría, ni siquiera sabias que había un cazador detrás de ti ― dijo tratando de hacerme entrar en razón. ― ¡Aun así…! ― indique. ― Deja de buscar formas de culparte, entiéndelo de una buena vez ― alego nuevamente con tono autoritario ― Esto no es culpa tuya, si


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en realidad quieres encontrar un culpable, ese soy yo, te involucre en esto… ¡Por haberte pedido que fueras mi amigo! ― exclamo con visible pesar. No supe que decir, en realidad estaba muy confundido. ― ¿Te arrepientes? ― lo cuestione preocupado. ― No… pero no puedo evitar sentirme culpable ― admitió ― Entonces déjate de tonterías ― alegue con seguridad ― lo que debemos hacer ahora es buscar una manera de solucionar esto… tiene que haber una forma ― dije tratando de recuperar la calma, aunque en realidad no se me ocurría ninguna. ― La única forma es matarlo, aunque no resultara nada fácil… ― ― Pero hay una posibilidad… ― alegue consiente de que por lo menos existía la mínima oportunidad de tener éxito. ― Tienes que irte Mike… ― indico Jasón repentinamente ― Esa es la única oportunidad que tenemos… ― ― ¿De que estas hablando? ― lo cuestione sin entender como ahora que habíamos comenzado a lograr un entendimiento Jasón parecía nuevamente renuente a dejarme ayudarlo a salir de aquel problema. ― No puedo asegurarte que pueda derrotar a ese cazador… ― se justifico antes de poder hacerle siquiera un reclamo ― existe la posibilidad de que el sea quien acabe conmigo y lo mejor es que cuando eso suceda tu estés lo mas lejos posible… vete a New York, alcanza tu madre y convéncela de que se queden allá, será mucho mas difícil que de contigo en una ciudad tan grande y una vez que se canse cesara en su empeño de matarte… es la única opción que nos queda ― ― ¡No me marchare! ― anuncie convencido, como jamás lo había estado en toda mi vida ― ¡no voy a dejar que te mate¡ ¡No sin por lo menos intentar hacer algo¡ ― ― ¿Qué no te das cuenta? ― exclamo en tono desesperado ― ¡No puedes hacer nada! ― indico perdiendo nuevamente la paciencia ― Solo eres un humano y el es un depredador, un asesino que no se tentara el corazón en hacerte padecer de una manera que ni siquiera te imaginas… ― advirtió al darse cuenta que en realidad aquello era un callejón sin salida. ― ¡Entonces hazlo! ― dije convencido y mirándolo retadoramente acechándome a el. ― ¡Ya te dije que nunca voy a hacerlo! ― dijo alejándose de mí. ― ¡Es eso o la muerte!… ¡La tuya y la mía! ― ― ¡No si me haces caso y te marchas de West Hill! ― indico ― ¡No voy a dejar que te sacrifiques por mí! ― exclame consiente de lo que aquello significaba ― ¿Qué va a ser de Eidrian? ― Lo cuestione convencido de que no estaba considerando el destino de aquel pequeño que dependía totalmente de su cuidado. Aquel último argumento pareció mellar aun más el ánimo de Jasón.


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― ¡Maldita Sea Mike! ― índico con la mirada baja ― Esto no estaría pasando de no ser por mi culpa… ― ― ¡Ya deja de culparte! ― exclame sujetándolo por los hombros, sabia que lo peor que podíamos hacer en aquel momento era caer en pánico ― Tenemos que encontrar la manera de salir de esto… ― Jasón me miro ― Encontraremos la forma… ― musito finalmente recuperando un poco de su mesura. Sonreí tratando de demostrarle que tenía toda mi confianza. ― Anda, tienes que comer… ― me ordeno. Estaba a punto de soltar una negativa pero preferí hacer lo que me pedía para evitar seguir discutiendo. Los dos nos encaminamos en silencia hacia la cocina, metidos en nuestros propios pensamientos, a pesar de no tener hambre me prepare un emparedado y comencé a comer en silencio mientras Jasón parecía meditar sobre nuestra situación. Di un trago a la lata de refresco que Jasón había sacado de la nevera y entonces me cuestione sobre el estado de mi amigo, en realidad no conocía sus hábitos alimenticios, pero no pude evitar sentir curiosidad. ― ¿Cada cuando te alimentas Jasón? ― lo cuestione. M i pregunta pareció sacarlo de su meditación. ― No te preocupes… estoy bien, no tienes porque inquietarte ― indico creyendo que en realidad lo que temía es que se lanzara hambriento sobre mi en cualquier momento. ― No te lo pregunte por ese motivo… ― admití molesto aunque preferí dejarlo pasar conciente de que no era el mejor momento para reñirle aun mas. ― Estoy bien… ― repitió dando a entender que era mejor dejar el tema. ― Eventualmente tendrá que irse ¿No es así? ― lo cuestione preocupado por el tiempo que tendríamos que pasar enclaustrado en casa. ― Cuando salga el sol… ― indico ― prefieren cazar de noche… ― revelo. Mire el reloj, eran poco mas de la una de la mañana, faltaban por lo menos cinco horas mas antes de que el sol se asomara por el horizonte. ― Es mejor que descanses ― me indico al ver que había terminado.


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― Eso es poco más que imposible ― indique, en realidad estaba exhausto, pero era el tipo de cansancio que no permitía siquiera conciliar el sueño mucho menos tener un reposo tranquilo. ― Por lo menos recuéstate un poco, mañana nos espera un día bastante largo… ― me advirtió. Estuve a punto de preguntar lo que haríamos en cuanto estuviéramos seguros de que aquel sujeto e había marchado y pudiéramos salir de la casa, pero estaba seguro de que no me diría nada hasta que fuera necesario. A pesar del corto tiempo que llevaba de conocerlo me di cuenta de que incluso comenzaba a conocer sus manías características, aquella era una de las más recurrentes. Sin protestar me levante de mi asiento y me dispuse a subir a la habitación, antes de salir de la cocina me volví y me dirigí a Jasón. ― Se que tu no duermes… ― indique ― pero no me gustaría estar solo… menos sabiendo que esa cosa esta allá afuera asechándome ― dije a modo de invitación para que me hiciera compañía. Jasón se levanto también de su asiento y se encamino tras de mi a la planta alta. Una vez que estuvimos nuevamente en mi cuarto me tumbe sobre la cama, Jasón se sentó en una silla al costado del escritorio. ― Deberías llamar a Ruth para decirle que estamos bien ― señale ― Ya lo he hecho… también le he advertido sobre el cazador ― señalo. ― Tal vez debería advertir a Ted o a Hanna ― indique preocupado. ― No creo que corran peligro… ya te dije que en realidad lo que le sucedió a Jack fue un mero accidente… en realidad supongo que por el aroma de tu chamarra lo confundió contigo… ― Jasón pareció apenado de reconocer aquello que un rato antes yo mismo había planteado como una posibilidad. Posibilidad que ahora el mismo me confirmaba. ― Lo siento ― se disculpo al darse cuenta de mi reacción al escuchar aquello. Nuevamente el silencio invadió la habitación. ― Esa noche… ― dije rompiendo el silencio ― Jack me llamo, supongo que un poco antes de que fuera atacado… si no me hubiera embriagado tal vez hubiera podido ― me lamente sin poder terminar la frase. ― No sabias lo que estaba por ocurrir ― dijo Jasón en un intento por animarme un poco. ― Lo se… a lo que me refiero… ― señale sin saber bien como explicarme ― Perdí la ultima oportunidad de hablar con él…


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¿sabes? ― proseguí ― me dejo un mensaje en el celular… me decía que había recuperado mi chaqueta… prometió entregármela al día siguiente… sin pensar que… ― un hueco se formo en mi estomago. Sin saber porque eche a llorar como un niño, me cubrí con la almohada tratando de ahogar el llanto que me había invadido. Hasta ese momento no había derramado ni una sola lágrima por la muerte de mi amigo, ni una sola, en realidad había preferido convertir mi pena en odio, en un odio dirigido hacia quien quiera que hubiera sido el responsable de la muerte de mi amigo, ahora sabía que, de manera indirecta, ese culpable había sido yo. Repentinamente sentí un tacto frió sobre mi hombro y el movimiento de alguien sobre la cama sentado a mi lado, me descubrí y me encontré con el rostro de Jasón, con su mirada triste. Me abrace a él y descargue todo el dolor y el pesar que estaba a punto de volverme loco, no supe cuanto tiempo estuve aferrado a él como un naufrago que se sujeta a una tabla en medio del mar tratando de salvarse, finalmente un sopor producido por el llanto comenzó a invadirme y el sueño comenzó a vencerme, en realidad a lado de Jasón me sentía seguro y fue esa la razón principal por la cual no luche por mantenerme despierto y me deje caer en el abismo de la inconciencia. Jasón permaneció el resto de la noche velando el sueño de su amigo en silencio, pensando la manera de salir de aquel predicamento que ahora tenían sobre sus espaldas,


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22 LA ÚLTIMA SALIDA Desperté al siguiente día con una extraña sensación que no alcance a comprender hasta que finalmente me despabile y logre despabilarme del todo, repentinamente sentí un vuelco al darme cuenta de que me encontraba completamente solo en la habitación y nuevamente el miedo hizo que la adrenalina recorriera todo mi cuerpo en cuestión de segundos, me levante de la cama lanzando las cobijas a un lado y salí corriendo pensando que quizás algo había ocurrido mientras yo me encontraba dormido. Una vez que llegue a la planta baja estaba a punto de salir por la puerta principal cuando repentinamente escuche un ruido procedente de la cocina y de inmediato me apresure hacia allá, para mi sorpresa y alivio Jasón se encontraba ahí y no estaba solo, Ruth lo acompañaba mientras preparaba el desayuno. ― Buenos días Mike ― me saludo la anciana sonriéndome. ― Ruth… ― dije sorprendido de verla en i casa. Mire a Jasón en busca de una respuesta. ― Ha venido a ver como hemos pasado la noche… ― índico, mi amigo parecía un tanto más relajado. Pude notar que sus ojos habían recuperado un poco del brillo que habían perdido a causa de la situación en que nos encontrábamos. Me senté junto a él mientras le hacia un reclamo silencioso. ― ¡Me has metido un susto marca diablo! ― lo recrimine mientras la sangre comenzaba a circular nuevamente con normalidad por mis venas aunque el corazón seguía palpitando a mil por hora. ― Lo siento… preferí dejarte descansar un poco mas… ― me indico. ― ¿Se ha ido? ― lo cuestione bajando aun más el volumen de mi voz. Jasón únicamente se limito a asentir. ― ¿Hambriento? ― Me cuestiono Ruth sin darse cuenta de nuestra silenciosa charla. Ruth puso un plato con un par de huevos y beicon, además de una gran jarra de jugo recién exprimido y algunas tostadas con mantequilla. Aquello se veía realmente suculento. ― Espero que no le molestes pero… ― temí ofenderla con mi rechazo así que preferí no hacerlo, sobre todo al ver la desilusión en


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su rostro. Sin decir mas tome el tenedor y comencé a comer. Rut pareció complacida. Jasón me miro unos segundos, expectante, me di cuenta de que estaba esperando mi opinión. ― Bastante bueno ― admití sinceramente, en realidad aquello sabia tan bien como se veía. Ruth pareció complacido de escuchar aquello, se dio la vuelta y continúo con su tarea. ― Hace mucho que no cocinaba para alguien… ― comento mientras buscaba algo en los estantes. ― Siempre Alardea de ser muy buena cocinera, aunque en realidad hasta ahora no había podido comprobarlo ― añadió Jasón ― ¿Esta bueno? ― me cuestiono nuevamente. ― Bastante… ― dije con toda la sinceridad. Ruth sonto una risilla complacida. ― ¿Café? ― me cuestiono cuando finalmente dio con las tazas. Negué con la cabeza mientras trataba de tragar un trozo grande de tostada que me había metido recién a la boca. ― Bueno... creo que es mejor que me valla ― señalo Ruth quitándose el delantal ― No me gusta dejar demasiado tiempo a Eidrian solo ― admitió ― Entonces caí en aquel detalle, el pequeño hermano de Jasón debía haberse quedado en la casa Parker. ― ¿Por qué no lo trajo con usted? ― la cuestione ― Recuerdas Lo que te comente sobre… ― me recordó ― los vampiros no podemos entrar a ningún sitio sin ser invitados ― Entonces comprendí. ― Solo terminaremos de empacar las cosas de Mike e iremos directamente a casa ― dijo ayudando a Ruth, aunque en realidad, en aquel momento pude darme cuenta que a pesar de su apariencia frágil y cansada Rut aun tenia fuerzas suficientes para valerse por si misma. ― ¿No crees que deberías llevarla? ― señale sin evitar preocuparme aunque en realidad la casa Parker no quedaba demasiado lejos de la mía. ― No se preocupen ― se adelanto a responder Ruth ― Me hará bien caminar ― indico.


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La mujer se despido de mi y de Jasón, a este ultimo le brindo una tierna caricia y de inmediato se encamino rumbo a la salida. Una vez que estuvimos solos nuevamente me atreví a volver a cuestionar a mi amigo. ― No entiendo ― dije mirando a mi amigo con incredulidad ― ¿En verdad no comes nada de esto? ― lo cuestione. ― No… aunque en realidad como ya te lo dije, más que no poder, es simplemente que no tenemos necesidad de hacerlo... ― señalo nuevamente. ― Pero podrías hacerlo… ― señale. ― Si… no me provoca ningún daño hacerlo... ― Y sin pensarlo dos veces tomo una de las tostadas con mantequilla y le dio un gran mordisco, después de masticarlo unos segundos lo trago con naturalidad. ― ¿Vez? ― dijo limpiándose la comisura de los labios con una servilleta. ― ¿Lo extrañas? ― lo cuestione ― Es decir… son hábitos que terminamos por adoptar… ― ― A veces… aunque en realidad con el tiempo te acostumbras… es igual que el dormir, aunque en realidad eso si que lo extraño... Sobre todo porque al no dormir es imposible poder soñar… ― Aquella revelación me sorprendió. ― ¿Los vampiros no sueñan? ― ― No… bueno, por lo menos no dormidos ― ― Valla… ― fue lo único que atine a decir. Jasón tomo el resto de la tostada que había comenzado a comerse y le dio otra mordida, lo mire desconcertado. ― Tengo que empezar a practicar… ― señalo al darse cuenta de mi reacción. ― ¿Practicar? ― lo cuestione sin comprender ― ¿Para que? ― dije sin entender. ― Anoche mientras dormías se me ocurrió algo… ― me indico ― Hable con Ruth y ella también cree que es una buena idea ― explico. ― ¿De que estas hablando? ― dije sin comprender. ― Ambos creemos que lo mejor es que te vallas a Nueva York ― Estaba punto de protestar pero Jasón me lo impido.


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― Escúcheme primero antes de que digas nada ― me pidió ― Ruth me hizo darme cuenta que enviarte solo seria demasiado arriesgado, el cazador podría seguirte y serias un blanco fácil si no estoy contigo para protegerte ― señalo ― Incluso en una ciudad tan grande como New York ― Reaccione incrédulo. ― Eso quiere decir que… ¿Vas a venir conmigo a New York? ― jamás imagine que aquello fuera verdaderamente cierto. Para mi sorpresa no me equivocaba. ― Si… espero que estés de acuerdo ― me cuestiono. ― ¿Bromeas? ― dije incrédulo ― Es la primera idea coherente que se te ocurre… ― dije convencido. Medite sobre las palabras de Jasón, en realidad me sentía renuente a irme de West Hill sin siquiera intentar vengar la muerte de Jack pero por otro lado la idea de que Jasón fuera conmigo me parecía aun mas alentadora. En realidad la verdadera razón por la cual no quería irme de aquel sitio era la amistad que me ligaba a él. ― ¿Qué va a pasar con Ruth y con Eidrian? ― lo cuestione. ― Vendrían con nosotros ― señalo. Aquel plan comenzó a entusiasmarme realmente. ― ¿Cuando nos iríamos? ― lo cuestione sin dejar de sorprenderme que en realidad estuviera considerando aquello. ― Lo mas pronto posible, hoy mismo si es necesario ― ― ¿Qué le diré a mama? Se extrañara de vernos a todos allá… ― ― O eso es fácil, les dirás que consideraste mejor las cosas y que decidiste hacer con ellos el viaje ― ― ¿Y después? ― aquello sonaba sencillo pero estaba seguro que mi madre no se lo tragaría tan fácil, además, estaba también Jeff quien al parecer ya sospechaba que me traía algo entre manos, sobre todo después de nuestra ultima charla. ― Ruth, Eidrian y yo buscaremos un sitio donde establecernos allá, mientras trataremos de convencer a tu madre y a Jeff de que decidan quedarse allá permanentemente ― ― Con tu persuasión… ― indique ― Si es necesario… no debemos permitir que regresen ― indico ― aunque n realidad ellos no corren ningún peligro, es a ti a quien quiere… ― señalo con un dejo de odio en su voz. Me tense de solo pensar aquello. ― Todo saldrá bien ― dijo Jasón tratando de tranquilizarme. Suspire profundamente y pensé detenidamente en aquello que Jasón sugería, de todo lo que habíamos planteado como posibilidad aquella era la menos descabellada, en realidad no


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quería que mama regresara a West Hill, mucho menos sabiendo el peligro que aquello representaba, estaba mas que seguro que Jeff haría los arreglos necesarios para establecernos en New York en cuanto me reuniera con ellos, en realidad ― pensé ― tal vez para aquel momento Jeff ya le hubiera planteado aquella posibilidad a mama. Aun así me detuve un segundo a considerar si era justo que Jasón usara sus habilidades para facilitarnos un poco mas las cosas en caso de que se mostraran renuentes a aceptar, finalmente termine por aceptar que aquello era por su propio bien. ― Hagámoslo entonces ― accedí convencido ― ¿Crees que podremos encontrar boletos para el vuelo que sale a New York esta misma tarde? ― lo cuestione. ― De hecho… ― señalo Jasón un tanto satisfecho de ver que estaba de acuerdo en su plan ― llame esta mañana y ya aparte cuatro boletos para irnos hoy mismo ― me señalo. Me sorprendí de saber que Jasón se había adelantado tanto a los hechos. ― ¿Sabias que aceptaría? ― Lo cuestione mirándolo curioso ― ¿No te habrás atrevido a…? ― pregunte temiendo que hubiera hecho uso de sus habilidades sobre mí. ― Te juro que la decisión a sido solo tuya… no he interferido de ninguna forma ― alego en su defensa. Parecía sincero, así que no tuve más remedio que creerle. ― Contaba con que fueras sensato por una vez en tu vida… ― indico terminando de comer el ultimo trozo de tostada ― ¿Sabes? ― dijo después de tragarlo ― En realidad esto no debe saber del todo mal… podría acostumbrarme ― señalo en tono de broma. Solté una pequeña risa al escuchar sus palabras. Por primera vez después de lo ocurrido con Jack y de saber que era perseguido por un cazador sediento de sangre pude sentirme un poco esperanzado de que las cosas salieran bien. Me apresure a terminar de comer lo que Ruth me había preparado y un rato después Jasón me ayudo a empacar todo lo necesario para el viaje, finalmente nos dispusimos a salir de casa, no pude evitar mirar hacia todos lados, por una extraña razón me sentía observado, asechado, aunque Jasón me aseguro que no había moros en la costa. Subimos a la camioneta de mi madre después de meter las maletas en el portaequipaje y emprendimos el corto viaje hacia la casa Parker. En pocas horas nos encontraríamos rumbo a New York y la pesadilla habría terminado ― pensé optimista, sin embargo no contaba con que las cosas darían un vuelco que complicarían nuevamente aquella situación.


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23 UNA LLAMADA INESPERADA. No puede evitar sentirme mas seguro una vez que estuvimos dentro de la casa Parker, en realidad, por mas que tratara de evitarlo no conseguía dejar de creerme invadido, sabia que aquella sensación solamente me abandonaría una vez que hubiéramos puesto tierra de por medio. Cuando todos estuviéramos lo mas lejos posible de ese cazador. De ese asesino. Como de costumbre Eidrian le dio una efusiva bienvenida a Jasón como era su costumbre, para mi sorpresa, esta vez a mi también me recibió de la misma forma. ― ¿Vienes a jugar conmigo? ― me pregunto brindándome una franca sonrisa abrazado a mis piernas. ― Tal vez mas tarde ― dije acariciando su castaño cabello ― Tu hermano y yo tenemos que salir nuevamente ― le indique recordando que durante el viaje Jasón había mencionado que tendríamos que ir a recoger los boletos y conseguir algunas cosas para el viaje, aunque en realidad no me quiso decir a que se refería. ― Preferiría ir yo solo Mike ― señalo Jasón mostrándose un tanto renuente a que lo acompañara. Trate de protestar pero no me lo permitió. ― No tardare ― señalo ― Además creo que es mas seguro que no rondes demasiado por el pueblo, en realidad no sabemos si estamos siendo vigilados… el no puede entrar aquí, así que estarás mas seguro que conmigo ― explico. En realidad aquello no me convenció del todo, pero no me atreví a protestar, después de todo, aquella situación era por culpa mía y lo menos que podía hacer era mostrarme accesible a las peticiones de mi amigo. ― Esta bien… ― acepte. Jasón pareció sorprendido de que esta vez acatara sus órdenes sin protestar. ― ¿Entonces si jugaras conmigo? ― pregunto Eidrian entusiasmado. Asentí a la vez que lo tomaba de la mano y nos encaminábamos dispuestos a subir a su habitación.


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― No tardare ― índico Jasón en señal de despedida ― Ruth Debe estar juntando sus cosas, si pregunta dile que todo se hará como lo platicamos esta mañana ― me solicito. Después de despedirse de Eidrian y de mi, Jasón abandono la casa, escuche el motor del auto de mi madre y no pude evitar sentir un poco de abatimiento, finalmente las ultimas veinticuatro horas las había pasado aferrándome a Jasón como único pretexto para no dejarme caer. Estaba desarrollando cierto grado de dependencia hacia mi amigo y eso no era bueno, eventualmente tendría que hacer algo al respecto, aunque aquel no era ni remotamente el mejor momento par hacerlo. ― ¿Eres tu Jas? ― escuche decir a Ruth desde una de las habitaciones. Avance hasta la entrada, toque un par de veces, la puerta estaba abierta así que me aventure a entrar. Eidrian me miro triste. ― Solo será un segundo, lo prometo ― indique. Ingrese a la habitación, de primera vista me hizo recordad la casa de mi abuela, había algunas fotografías en las paredes, la mayoría en blanco y negro, en el centro había una cama con un hermoso cubrecama beige, en uno de los costados un ropero con las puertas de par en par, adentro se podían adivinar algunos vestidos y abrigos. Una cómoda mecedora descansaba en un rincón al lado de la única ventana. Sobre el tocador se adivinaban algunas botellas ― perfumes ― pensé, algunos otros parecían ser medicinas; un gran espejo con luna me devolvió la imagen de Ruth quien me sonreía. ― Oh eres tu Mike… me alegra que ya estén aquí ― me saludo. ― Jasón me pidió que le avisara que fue a recoger los boletos… y a comprar algunas cosas que necesita ― indique. ― Estoy casi a apunto de terminar de empacar… ― señalo ― nunca pensé que a mi edad tendría que salir huyendo de West Hill ― indico mientras acomodaba con cuidado algunas cosas dentro de una maleta. ― Lo siento ― me disculpe al darme cuenta que había venido a poner de cabeza la vida de Rut y de Jasón y su hermano. ― Muchacho… ― indico Ruth dándose cuenta de que había mal interpretado su comentario ― No me mal entiendas, no es que me este quejando, al contrario, no sabes lo mucho que siempre desee conocer New York aunque a mi edad pensé que ya no podría hacerlo, en realidad estoy entusiasmada ― dijo tratando de animarme. ― Mike… ― gimió Eidrian impacientándose por mi tardanza.


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― Anda ve con él ― indico Ruth acariciando mi mejilla, en cuanto termine iré a empacar las cosas de Eidrian, ahí podemos seguir con nuestra charla ― Estaba a punto de abandonar la habitación cuando Ruth me llamo nuevamente. ― Mike… ― dijo ― Ayer por la noche llamo tu madre ― Había olvidado por completo que ella se había quedado con la idea de que estaría en la casa Parker mientras el y Jeff estuvieran de viaje. ― Ella y su prometido llegaron bien a New York, por fortuna llamaron cerca de la media noche, les dije que ya te habías ido a dormir así que se quedo tranquila, de cualquier modo deberías llamarla para avisarle que estas bien… ― sugirió. ― Lo haré ― indique tranquilo de que mi madre estuviera disfrutando de su viaje ajena de lo que estaba sucediendo. Trate de sonreír, aunque en realidad solo alcance a embocar una mueca. Me apresure a salir de la habitación, una vez que estuvimos nuevamente en el pasillo el pequeño hermano de Jasón me apresuro. ― ¿Podrías adelantarte Eidrian? ― cuestione al chico ― necesito hacer una breve escala ― dije señalando el baño. El chiquillo no pareció comprenderme pero de inmediato hecho a correr hasta la puerta de su habitación y entro en ella, no sin antes asomarse por el umbral y llamarme nuevamente. ― No tardes… ― dijo con rapidez antes de cerrar la puerta tras de él. De inmediato me metí al baño, me mire en el espejo y pude notar una profusa sombra bajo los ojos, provocado por la escasez de sueño y el poco descanso que había tenido durante los últimos días, abrí el grifo y eche un poco de agua en mi rostro tratando de despabilarme, desde que había despertado no había podido sacarme aquel sopor en el cual estaba sumido desde que todo había comenzado, Aquello pareció no tener demasiado efecto. Estaba a punto de salir cuando repentinamente sentí el vibrar de mi teléfono en el bolsillo, ni siquiera recordaba haberlo tomado al salir de casa, por un momento creí que se trataría de mi madre, con todo lo sucedido había olvidado llamarla para reportarme, sin embargo grande fue mi sorpresa al ver que no se trataba de ella, en la pantalla se desplegaba el numero del cual procedía la llamada, aquel numero no me era desconocido, miles de veces lo había


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visto, no pude evitar sentirme aterrado, aquel era el numero del teléfono de Jack. ― Bueno ― dije con voz entrecortada, por un segundo creí que escucharía a mi amigo del otro lado de la línea pero para mi sorpresa una voz desconocida me respondió. ― Michael Stevenson… ― respondieron del otro lado de la línea arrastrando la voz. ― ¿Quién habla? ― pregunte nervioso. ― Alguien que esta muy interesado en conocerte… personalmente ― indico con plena satisfacción en su voz ― ¿Por qué tienes el teléfono de mi amigo Jack? ― lo cuestione, aunque en realidad comenzaba a entender, aquel que llamaba no podía ser otro mas que el que había matado a mi amigo, el mismo que andaba ahora tras de mi. ― Así que ese era el nombre de ese chico… Jack ― señalo ― fue una gran desilusión darme cuenta que había atrapado al sujeto incorrecto… aunque en realidad debo aceptar que ese chico me resulto bastante… suculento ― dijo con evidente satisfacción. ― ¡¿Qué es lo que pretendes?! ― exclame lleno de ira de escuchar aquello ― ¿Por qué yo? ¿Qué es lo que tienes contra mí? ― pregunte sin entender su proceder. ― ¡Humanos entupidos! ― exclamo al escuchar mis cuestionamientos ― nosotros no nos guiamos por rencores o por saldar alguna cuenta… no entienden que nosotros nos guiamos por el simple placer de conseguir una victima que represente un verdadero reto… en cuanto conocí a tu amiguito me di cuenta del desafío que representaría cazarte… eso hace mas placentero el goce de finalmente probar tu sangre… ansió saborearla… sentir como lentamente se va deteniendo tu corazón mientras suplicas que te mate de una buena vez…. Esto va mas allá de un simple juego Mike… eres la presa ideal… tu conocerán el terror de morir en mis manos y ese traidor la humillación de verse vencido por mi y la tristeza de haberte fallado porque ¿Sabes? Hasta ahora ninguna de mis presas a logrado salir avante… ni siquiera pienses que tu pequeña treta lograra que salgas con vida de esto… ― Me pasme al darme cuenta que conocía nuestros planes. ― ¿Qué es lo que quieres? ― pregunte consiente de que no me dejaría marcharme tan fácilmente de West Hill. ― Ya lo sabes… ― indico ― te quiero a ti… ― ― ¿Y que recibo yo a cambio si accedo a entregarme sin resistencia alguna? ― dije. Estaba conciente que aquello representaba un suicidio pero fue lo único que se me ocurrió.


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― Honestamente preferiría que no lo hicieras… le quitarías lo divertido a toda esta situación… ― admitió al escuchar mis palabras. ― Hacemos un trato o yo mismo terminare con mi propia vida antes e que siquiera puedas ponerme una mano encima… ― amenace. ― No te atreverías… ― dijo sin creerme capaz de cometer semejante disparate. ― Eso demuestra lo poco que me conoces… ― alegue convencido. Finalice la llamada y permanecí expectante, un segundo después el timbre del teléfono volvió a sonar, no tuve siquiera que mirar la pantalla del aparato, sabia que se trataba de él. – Esta bien niño, tu ganas ― señalo al darse cuenta de que hablaba en serio ― seria una verdadera lastima desperdiciar la oportunidad de probar tu sangre así que te propongo un trato… ― ― Escucho ― dije tratando de controlar el temblor de mi voz. ― Harás lo que yo te diga… a cambio dejare que tu amigo siga viviendo, de lo contrario los matare a los dos… ― señalo. ― ¿Qué me garantiza que no mataras también a Jasón cuando me hayas matado a mi? ― lo cuestione. ― Tienes mi palabra ― señalo ― además ya te lo he dicho, mi objetivo principal eres tu… no él ― ― ¿Qué decides? ― me cuestiono ― tu vida a cambio de la de él ― repitió ― en cuanto haya probado tu sangre me marchare de este pueblo y no tocare a ninguno de tus preciados amigos… y ni se te ocurra hacer una tontería o todos pagaran las consecuencias ― me amenazo. ― Esta bien ― acepte finalmente a sabiendas de que esa pesadilla no terminaría si no aceptaba sus condiciones De haber estado frente a aquel sujeto hubiera podido ver la cara de satisfacción que puso al escuchar aquello. ― Entonces te espero esta noche… en los suburbios ― índico. Aquello me sorprendió a sobre manera. ― ¿Por qué justamente en ese sitio? ― lo cuestione sorprendido de que hubiera escogido ese lugar en particular. ― Debo tener la garantía de que no jugaras sucio… si no vas y decides marcharte con tu amiguito Jasón entonces tendré que saciar mi sed de otra forma… gracias a otro de tus olvidos conocí a cierta personita que te interesa…― indico divertido. ― ¡Kelly! ― exclame comprendiendo a que se refería. ― Otro de tus olvidos me llevo hasta ella ― indico ― debes ser un tanto mas cuidadoso de no dejar olvidadas tus cosas… aunque debo admitir que las dos veces que lo has hecho me ha resultado bastante… satisfactorio ―


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― ¡No te atrevas a hacerle daño! ― exclame ― ella no tiene nada que ver en esto… apenas y la conozco ― indique. ― Y por esa misma razón resultara bastante interesante saber si eres capaz de dejarla morir o preferirás sacrificarte en lugar de ella… ― dijo plenamente satisfecho ― Cuento con que hagas lo segundo… Te espero a las seis en punto en su casa… ya conoces el camino ― indico Y sin dejarme decir nada mas colgó. No Pude evitar sentirme impotente, de pronto todo nuestro plan se había venido abajo, de alguna manera aquel sujeto había logrado averiguar que esa misma tarde teníamos planeado huir, sin embargo no podía dejar que masacrara a Kelly, tenia que acudir a la cita y entregarme en el lugar de ella. Lo único que me preocupaba era tener que escaparme de Jasón, por un segundo tuve el impulso de plantearle la cuestión pero me di cuenta de que jamás accedería a dejarme ir, tenia que escapar sin que se diera cuenta ¿Pero como? Repentinamente el pensamientos.

sonido de la puerta

me

saco de mis

― ¡Mike! ― exclamo Eidrian desde el exterior ― ¿Qué haces? Ya tardaste demasiado ― dijo golpeando la puerta. Salí del baño desconcertado aunque en realidad más bien estaba sumido en un miedo terrible, Consiente que en poco tiempo tendría que enfrentarme frente a frente a la muerte. ― No me siento del todo bien… ― dije tratando de explicarle a Eidrian ― ¿Te importa si descanso un poco? te prometo que en un rato mas jugare contigo ¿De acuerdo? ― Eidrian pareció decepcionado, pero a pesar de su corta edad pudo darse cuenta que en realidad me encontraba mal. ― ¿Lo prometes? ― dijo mirándome con aquello ojos profundos muy parecidos a los de Jasón que tanto me fascinaban. ― Te lo prometo ― dije, conciente de que seria incapaz de cumplir con mi juramento. Eidrian se retiro nuevamente a su habitación Por inercia me dirigí a la habitación de Jasón y una vez adentro volví a tumbarme sobre su cama con la mirada perdida en el dibujo del techo, sabia que quizás aquella seria la ultima oportunidad que tendría de verlo. Estaba seguro que la única manera de dar por terminado aquello era haciendo lo que el cazador me había


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pedido, no había vuelta atrás, tenia que intentar por lo menos salvar a Kelly, no podía marcharme sabiendo que eso representaría su muerte. Simplemente no podría vivir con una muerte mas en mi conciencia, sabia que tampoco podría vivir con la muerte de Jasón a cuestas, eso representaba el desamparo de Eidrian y no podía permitirlo. No podía. De inmediato busque papel y lápiz, por fortuna encontré una libreta en el escritorio y extraje un bolígrafo de su mochila que permanecía a un lado tumbada en el suelo. Pensé unos segundos antes de comenzar a escribir, tenia que usar las palabras exactas para hacerle entender que aquélla había sido la única opción que tenía. Un nudo se formo en mi garganta, me alegre de no tener que decir aquel adiós de mi propia voz conciente de que no hubiera podido hacerlo. Comencé a escribir a pesar del temblor que me había invadido a causa de los nervios y el miedo. Jasón: Hubiera sido genial poder marcharnos juntos los cuatro a New York y comenzar una nueva vida, sin embargo finalmente el destino se ha encargado de que las cosas sean de manera diferente y simplemente no puedo arriesgarme a que le suceda algo malo al alguien mas por mi culpa. He decidido entregarme al cazador, esa es la única forma de detenerlo, de evitar que te mate, sabes que no puedo permitirlo, eso representaría dejar a Eidrian en el desamparo. Esta decisión no ha sido fácil pero estoy seguro que es la única manera de que toda la gente que este a mí alrededor deje de vivir en constante peligro. Se que no me entenderás pero tengo que hacerlo, de otra manera viviré con miedo toda mi vida, por mas corta que sea no podré vivir así… no quiero vivir así. Quiero que sepas que conocerte ha sido lo mejor que me ha pasado y espero que en caso de que las cosas salgan como las planeo tu y los demás puedan continuar con sus vidas, por favor, hagan que este sacrificio valga la pena o de lo contrario todo habrá sido totalmente en vano… simplemente espero que puedan seguir adelante sin ningún remordimiento, hiciste lo que pudiste pero se que esto va mas allá de tus posibilidades, no es que dude de ti pero lo que menos quiero es que salgas lastimando… no podría perdonármelo. Encuentra la manera de hacer que mama sufra lo menos posible, se que tu podrás hacerlo haciendo uso de tus habilidades, se que sabrás hacer lo que sea necesario para que ella encuentre la resignación necesaria. Dile que la quiero y que espero que sea muy feliz con Jeff. A él agradécele lo mucho que me apoyo para poner a salvo a mama.


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Despídeme también de Ted y de Hanna. Cuida mucho a Eidrian y dale a Ruth un beso de mi parte. Cuídate mucho Jasón, gracias por ser mi amigo, gracias por confiarme tu secreto. Mike. Aunque trate de evitarlo con todas mis fuerzas las lágrimas finalmente me traicionaron, aquella despedida era lo más difícil que había tenido que enfrentar en mi corta vida, sin embargo no podía permitirme flaquear. No podía dudar ahora que había tomado la decisión. Deje la carta sobre la cama y de inmediato me dispuse a salir, procurando que nadie me viera al hacerlo, por fortuna Eidrian y Ruth continuaban en sus respectivas habitaciones, me encamine a la planta baja y silenciosamente camine hasta la puerta no sin antes darle una última mirada a la casa Parker. Mire el reloj, apenas eras poco mas de las doce del medio día, faltaban por lo menos seis horas para la cita pactada con el cazador pero era preferible irme antes de que Jasón regresara, sabia que seria mucho mas difícil hacerlo con el en casa. Afuera el sol brillaba en todo su esplendor pero para mi aquel día era verdaderamente triste, de la misma manera que la vez anterior eche a andar en dirección a los suburbios, perdido en mis pensamientos, opte por una vía diferente para evitar toparme con Jasón. Una vez que estuve lo suficientemente lejos del centro de West Hill aminore el paso, finalmente sabia que tendría que asistir a la cita a la hora pactada, no tenía caso apresurar las cosas, estaba seguro que aquel sujeto preferiría disfrutar un poco antes de terminar conmigo, así que avance lentamente. Un par de horas después llegue frente a la casa que mi madre y yo habíamos ocupado al llegar a aquel lugar unos cuantos años atrás, a un lado estaba la casa de Kelly, estaba seguro que en el interior se encontraba ella, quizás aterrada en compañía del cazador, por un momento tuve el impulso de lanzarme al interior y terminar de una buena vez con todo aquello pero eso representaba arriesgar la vida de la chica, así que me escurrí al interior de la vieja casa donde había vivido los primeros meses al llegar a West Hill. Todo estaba lleno de polvo, los pocos muebles que habían quedado estaban cubiertos con sabanas alguna vez blancas, hoy grises y amarillentas a causa del tiempo. Me senté sobe el suelo en espera de que llegara la hora, igual que un reo en espera de que fuera cumplida su sentencia. Y


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nuevamente no puede evitar pensar en Jasón y lo que haría cuando supiera que había escapado. Rogaba por que no hiciera nada que lo pusiera en peligro.


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24 EL DESCUBRIMIENTO Jasón miraba los cuatro boletos de avión que había dejado sobre el asiento del copiloto en cuanto se subió nuevamente a la camioneta de la madre de Mike, le parecía increíble que en unas horas estarían a bordo de un avión con rumbo a New York dispuestos a iniciar una nueva vida. No tenia conocimiento de si existía alguien de los suyos en ese sitio, aunque en realidad dado el tamaño de la población suponía que tendría que haber por lo menos dos o tres clanes. Aquello representaba un panorama interesante, hacia décadas que no tenía contacto con ninguno otro de su especie, a excepción de Eidrian y Joseph. Un rato después de andar en la carretera finalmente llego a su destino, como siempre había sido su costumbre prefirió ingresar por la parte trasera del Hospital St. Louise como muchas otras veces lo había hecho ya. Bajo del vehiculo y de inmediato se dirigió hacia la entrada de empleados, un sujeto lo esperaba de pie recargado contra la pared. ― ¿La tienes? ― lo cuestiono Jasón en cuanto estuvo frente a el. ― Si… pero costara mas, cada vez es mas difícil conseguirla, mucho mas ahora… ― indico aquel hombre, estaba ataviado en el uniforme característico de los camilleros del hospital, en realidad el sujeto tenia mas de diez y ocho años laborando en aquel sitio, En el banco de sangre. ― ¿Más difícil? ¿Y eso por que? ― aquella observación llamo la atención de Jasón. ― Digamos que la demanda ha aumentado… además en esta ocasión me has pedido el doble que regularmente necesitas… así que es justo que el costo aumente un poco, tómalo o déjalo ― ― ¿Alguien mas te ha pedido que la consigas para el? ― ― Digamos que ya no eres único en el pueblo… ― se limito e responder. George, ese era el nombre del sujeto, había conocido a Jasón la primera vez que lo había pescado robando en el banco de sangre, sin embargo para sorpresa del chico el sujeto se ofreció a conseguirle aquello con menor trabajo a cambio claro de dinero. Jasón había dudado si aquello le convenía, aunque en realidad lo mejor era no llamar demasiado la atención así que termino accediendo. ― ¿Quieres decir que alguien mas te ha pedido que le vendas sangre? ― pregunto Jasón sorprendido ― ¿Desde cuando? ―


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― No tiene mucho… ¿Te sorprende no ser el único con gustos tan exóticos?― señalo George sin preocupación. ― ¿Sabes quien es?― lo cuestiono Jasón conciente de que podría tratarse del cazador que andaba tras Mike. ― No… en realidad lo único que hago es dejar “el pedido” en el sitio que el me indica y a cambio recibo la paga por mis servicios, mientras cumpla no necesito saber de quien se trata ― Jasón Maldijo por lo bajo, por un momento creyó tener la posibilidad de poder detener aquello. ― Toma ― dijo entregándole a George un sobre con la paga correspondiente. El sujeto le entrego una hielera con “el pedido” de Jasón. ― ¿La misma cantidad dentro de un mes? ― Lo cuestiono el sujeto mientras contaba el dinero. ― No… yo te llamare si es que necesito algo ― dijo Jasón encaminadose a la camioneta. Una vez adentro encendió nuevamente el motor sin poder evitar pensar en quien seria aquel otro sujeto que había llegado al pueblo, sus hábitos alimenticios no correspondían precisamente a los de un cazador, Jasón estaba conciente que beber sangre de esa forma era solo costumbre de los vampiros mas “civilizados” lo cual no aplicaba a los cazadores que preferían extraerla directamente de su presa. Algo no cuadraba en todo ese asunto. Jasón miro la hielera la cual contenía la sangre que George le había conseguido, estaba consiente de que pasaría un buen rato antes de poder conseguir un nuevo proveedor en su nuevo hogar, además sabia que tendría que alimentar bien a Eidrian, aquella seria la primera vez que saldría de casa y lo menos que quería era que por un descuido el chico se evidenciara frente a todos. Exactamente cuarenta minutos después Jasón aparco nuevamente frente a su casa y de inmediato se dispuso a abrir la puerta pero Ruth se le adelanto. Su mirada delataba que algo malo había ocurrido. ― Se fue Jasón… Mike se fue ― exclamo la mujer sosteniendo la carta que el chico había dejado en la habitación. ― ¿Se fue? ¿A dónde? ― la cuestiono Jasón sin entender aquello. De inmediato tomo la carta que Ruth sostenía en sus manos y la llevo rápidamente, sin poder evitarlo soltó unas cuantas maldiciones en cuanto termino de leerla.


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― ¡Es un idiota! ― dijo luchando con los sentimientos encontrados que se había agazapado en su cabeza ― ¡Se va a entregar! Dejara que lo maten pensando que eso solucionara las cosas ¡Es un estupido! ― dijo fuera de si. ― ¡Cálmate Jas! ― le solicito Ruth al darse cuenta de la desesperación de Jasón. ― ¡Tengo que encontrarlo! ― dijo el chico sin tener la menor idea de donde comenzar a buscar. A pesar de que West Hill era un sitio pequeño existían miles de sitios donde podría estar oculto el cazador, incluso ― temió ― para aquel entonces ya fuera demasiado tarde para hacer algo. ― ¿Hace cuanto que se marcho? ― la cuestiono. ― Eidrian dice que a partir de que estuvo platicando conmigo no volvió a verlo... De eso ya casi dos horas… ― El rostro de Jasón se lleno de temor al escuchar aquello. ― ¿Dos horas? ― exclamo temiendo que ya fuera demasiado tarde. ― ¿Qué vamos a hacer Jasón? ― lo cuestiono al mujer afligida. ― No lo se… lo tengo que encontrarlo ― Alego Jasón convencido ― Vivo o muerto… ¡Cuando lo haga voy a hacer que ese maldito cazador pague todo lo que nos ha hecho! ― ― ¿Eso quiere decir que no nos marcharemos? ― pregunto Eidrian saliendo de detrás de las faldas de Ruth. Una idea cruzo la mente de Jasón devolviéndole un poco la esperanza. ― Eidrian… ¿Viste a Mike antes de que se marchara? ― cuestiono el chico a su hermano. ― Si… dijo que se sentía mal y que necesitaba descansar ― indico el niño. ― Eidrian… ¿Notaste algo raro en Mike? ― Lo cuestiono. El niño pareció meditar la pregunta por un instante antes de responder. ― Estaba triste… ― fue lo único que atino a decir. ― ¿Pudiste ver algo?… ¿En su mente? ― El chiquillo asintió como toda respuesta. ― ¿Sabes donde esta Eidrian? ― Esta vez la respuesta fue negativa. ― No solo pude ver que pensaba en una chica… tenia miedo por ella, aunque no se porque ― indico el pequeño quien a pesar de su


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corta edad parecía contar con un poco de las habilidades de Jasón ― El también tenia mucho miedo… ― agrego. ― ¿Una chica? ― dijo Ruth quien permanecía escuchando aquello en silencio. En la carta menciona a una chica de nombre Hanna ¿No crees que se trate de ella? ― dijo esperanzada. ― Puede ser… ― indico Jasón aunque no muy convencido ― tengo que averiguar donde vive y saber si esta con ella, quizás los dos estén en peligro ― alego. ― ¿Cómo darás con ella? ― ― Supongo que alguien de la escuela deberá saber donde vive ― indico esperanzado Y sin esperar un segundo mas abordo nuevamente la camioneta de la madre de Mike y se dirigió a toda velocidad hacia allá, quince minutos después se estaciono justo afuera de la entrada y se encamino corriendo hacia su salón y sin importarle que la clase ya hubiese comenzado ingreso a la aula ante el enojo de el profesor Carter. ― ¿Pero como se atreve a entrar de esa manera a mi clase? ― le recrimino este poniéndose de pie, todos los alumnos dejaron de hacer lo que hacían sorprendidos por la actitud de Jasón, entre ellos Hanna y Ted. ― ¿Han visto a Mike? ― cuestiono Jasón a la chica sin poder de dejar de evidenciar su preocupación. ― No… ― dijo la chica sin comprender la actitud de Jasón. Las esperanzas de Jasón se esfumaron tan rápido como llegaron. ― ¿Qué es lo que sucede? ― lo cuestiono Ted al darse cuenta de la preocupación del chico. ― Tengo que encontrar a Mike antes que… ― Jasón no pudo concluir la frase ya que Carter se aproximo hasta el y lo tomo por el brazo en un intento por hacerlos salir del aula. ― ¿Acaso no me ha escuchado? ― lo cuestiono evidenciando su molestia. Jasón le lanzo una mirada capaz de amedrentar al mas valiente de los hombres, Carter lo soltó y dio unos cuantos pasos atrás atemorizado. Jasón se apresuro a salir del salón, Hanna y Ted salieron tras el sin siquiera molestarse en escuchar los reclamos de Carter. Ted alcanzo a Jasón en el pasillo y lo sujeto sin importarle que este lo enfrentara.


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― ¿Qué es lo que le ha sucedido a Mike? ― Lo cuestiono. Jasón lo miro con la misma actitud que lo había hecho con Carter pero no surtió el mismo efecto con Ted. ― Esta en un enorme peligro… tengo que encontrarlo ― fue lo único que pudo revelarle Jasón. ― ¿Peligro? ― Hanna parecía sorprendida de las palabras del chico ― ¿Que clase de peligro? ― lo cuestiono. Jasón hizo el intento de seguir adelante ignorando los cuestionamientos de los dos amigos pero sabia que quizás ellos podrían proporcionarle la información necesaria para encontrar a Mike. ― Mike tiene otra amiga o conocida aquí en West Hill… alguna compañera que no haya venido hay tampoco a clases ― cuestiono Jasón a Hanna. ― No que yo sepa… ― fue lo único que atino a decir ― Dinos que sucede… ¿Esto tiene que ver con lo que le paso a Jack? ― ― ¿En que problema lo metiste fenómeno? ― dijo ted perdiendo los estribos lanzándose sobre Jasón. Hanna trato de separarlos ― ¡Basta! ― exclamo la chica interponiéndose entre ambos tratando de parar aquello, aunque inútilmente, Ted sujetaba a Jasón por el cuello, este a pesar de poder fácilmente quitárselo de encima no lo hizo, en realidad lo que menos le importaba en aquel momento era defenderse siquiera, se sentía culpable ya que en realidad creía que la culpa de todo aquello era suya. ― ¿Dónde esta Mike? ― Continuo cuestionándolo Ted mientras forcejeaba con Jasón quien permanecía impávido ― ¡Contesta fenómeno! ¿Qué le has hecho? ― Jasón hizo un rápido movimiento, no tenia caso seguir perdiendo el tiempo, cada segundo perdido podía significar la muerte de Mike, Ted salio despedido por el aire como si se tratase de un muñeco de trapo y cayo a unos cuentos metros sobre los matorrales. Hanna se quedo boquiabierta al darse cuenta de que Jasón no era un tipo común. ― ¡Ted! ― exclamo Hanna asustada al ver que Jasón se acercaba a ella.


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Sin embargo su amigo había quedado inconciente tumbado en el césped a causa del golpe. ― ¡Escúchame! ― advirtió Jasón sujetándola por los hombros ― Mike puede estar en peligro así que trata de recordar… sabes de alguien a quien Mike hubiera querido proteger… necesito saber ― exigió. ― ¡No lo se…! ― Sollozo la chica tratando de soltarse ― Te juro que no sabemos nada ― La última esperanza de Jasón se esfumo al darse cuenta de que la chica estaba siendo sincera. ― Hay que ayudar a tu amigo… ― indico Jasón soltando a Hanna. La chica pareció sorprendida, aun así se encamino tras Jasón quien de inmediato comenzó a tratar de reanimar al muchacho. ― No quería hacerle daño dijo mientras revisaba su pulso ― solo se ha desmayado… estará bien ― dijo. Hanna continuaba mirando a Jasón sorprendida, se pudo dar cuenta de que su expresión había cambiado. ― ¿Por qué crees que Mike esta en peligro? ― ― No lo creo… lo se… ― fue lo único que respondió Jasón. ― ¿Quién eres Jasón? ― se atrevió a preguntar la chica conciente de que la fuerza sobrehumana de Jasón tenía una explicación. ― No es un buen momento para dar explicaciones ― señalo Jasón ― Tengo que irme, si llegas a saber algo de Mike por favor ― dijo entregándole un papel después de escribir en el su teléfono ― Cualquier cosa podría ayudarme a dar con él ― indico y de inmediato se dispuso a marcharse. ― Te juro que no se nada… ― señalo Hanna La chica dudo por unos segundos al recordar algo que Mike le había contado la última vez que estuvieron juntos. ― Tal vez este con Kelly ― exclamo. ― ¿Kelly? ― Jasón se detuvo. ― No estoy seguro pero creo que es una chica que trabajaba con el en el almacén del Sr. Braddy… una chica que vive en los suburbios, Mike nos contó que vive en la casa vecina a le que el y su madre ocuparon recién legaron a West Hill ― la chica no termino la frase. ― ¿Los suburbios? ― Hanna se apresuro a tratar de levantar a Ted. ― Ayúdame… ― señalo la chica ― Yo te llevare, se donde vivía Mike antes de mudarse a Main Street ― dijo la chica.


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― ¡De ninguna manera! ― exclamo Jasón ― Solo dime donde es… puede ser muy peligroso ― La chica lo miro decidida a no ceder. ― ¿Traes auto? ― lo cuestiono sin dar importancia a sus palabras. Jaso se dio cuenta de que la chica no se andaba con miramientos. Apoyado en los hombros entre los dos sacaron a Ted aun inconcientes, después de acomodarlo en el asiento trasero del auto emprendieron el camino hacia los suburbios, a pesar de las protestas de Jasón Hanna no hizo el menor intento de cejar en su empeño.


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25 LA PETICION DE MIKE Permanecí en silencio, hecho un ovillo en el polvoso suelo de la que un día fuera mi habitación, las lágrimas me habían traicionado en un repentino ataque de pánico al pensar en lo que me esperaba en poco tiempo, en mi corta vida jamás imagine que tendría un fin tan repentino, mucho menos de aquel modo tan infrecuente. En medio de la oscuridad me hacia una y otra vez la misma pregunta ¿Qué haría Jasón cuando finalmente descubriera donde encontrarme? Cuando descubriera que había tomado la decisión de entregarme… ― de algo estaba seguro, para cuando lo hiciera quizás ya seria demasiado tarde, aquello mas que entristecerme, me alegraba, si el cazador cumplía con su palabra para entonces estaría muy lejos y Jasón, Eidrian y Ruth podrían seguir una vida normal como lo habían hecho hasta ahora. Esa esperanza era lo único que me permitía permanecer ahí y no salir corriendo, en el tiempo que llevaba en aquel sitio había pasado por todos los sentimientos que un ser humano podía experimentar, había sentido la tristeza de imagina a mi madre abatida al saber la noticia de que su único hijo estaba muerto, el miedo de pensar en que el cazador no cumpliera con el paco y le hiciera algo a Nelly o la alegría de darme cuenta de que en realidad aquello no importaba, finalmente estaría muerto y no tendría que sufrir pasara lo que pasara y entonces me di cuenta de que estaba siendo bastante egoísta, había encontrado en la muerte una salida fácil. La salida del cobarde. Me incorpore un poco en medio de la oscura habitación, faltaba poco menos de una hora para que se cumpliera la hora pactada, en realidad no sabia si para entonces tendría el valor sufriente para enfrentarme a mi destino, así que tome mi celular y antes de marcar me di cuenta de la gran cantidad de llamadas perdidas que tenia, estaba mas que seguro que la mayoría serian de Jasón tratando de localizarme, en realidad había escuchado el sonar del teléfono pero sabia que de contestar no podría evitar pedirle a Jasón que viniera en mi ayuda, y eso no podía permitirlo, así que preferí que el teléfono sonara una y otra y otra vez hasta que finalmente se detenía y todo volvía a quedar en silencio. también había tenido la intención de llamar a mi madre para poder escucharla al menos por ultima vez pero desistí al saber que no seria capaz de contenerme y echar a llorar como un niño en cuanto escuchara su voz del otro lado del teléfono, lo que menos quería era preocuparla antes de que fuera necesario que se enterase que su hijo había muerto. Marque el número del que un día había sido el teléfono de mi mejor amigo dispuesto a dar por terminado todo de una buena vez.


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― ¿Impaciente? ― me cuestiono la voz de aquel sujeto contestándome al primer timbrazo. ― Acabemos de una buena vez con esto… ― indique con voz fría tratando de disimular el temblor de mi voz provocado por el miedo. ― Aun no…. Primero quisiera disfrutar un poco mas de esta situación… es uno de los pocos placeres que me ha dejado la vida ― señalo divertido. ― ¿Kelly esta bien? ― lo cuestione preocupado del destino de mi amiga. ― Asómate por la ventana y míralo con tus propios ojos ― me invito. Sentí un escalofrió al darme cuenta de que estaba consiente de que me encontraba cerca de la casa de mi amiga. Me acerque a la ventana que daba directamente a la casa de Kelly y mire a través de ella, la cortina de una de las ventanas de la planta alta se recorrió y Kelly apareció en el umbral mirándome desde ella. Rápidamente la cortina volvió a cerrarse. ― ¿Satisfecho? ― lo escuche cuestionarme del otro lado de la línea. ― ¿Qué te hizo pensar que ella te serviría de carnada? ― lo cuestione, la adrenalina recorriendo mi cuerpo causada por el miedo me hacia ser un tanto mas audaz que de costumbre. ― La estupidez humana no tiene limite… sus sentimientos son su mayor debilidad… sabia que no tendrías corazón para dejarla morir… ― señalo complacido. ― Apenas y la conozco… ― señale. ― Eso es lo que hace mas interesante las cosas… estas dispuesto a morir prácticamente por una completa extraña… ― ― Esto no lo hago únicamente por ella… ― indique. ― Si, estoy consiente de que también lo haces por tu amiguito Jasón… quien lo creería… das tu vida por el mismo tipo de criatura que esta a punto de quitarte la vida, irónico ¿No lo crees? ― ― No te compares con él ― dije molesto al escucharlo decir que el y mi amigo eran iguales. ― ¿De verdad crees que te aprecia tanto como tu a él? ― pregunto incrédulo. ― No se trata de quien quiere más a quien… se trata de evitar que mas gente muera solo por un capricho tuyo… ― indique. Aquel sujeto soltó una carcajada cargada de ironía. ― ¿De donde les vine esa actitud de mártires? ― me cuestiono divertido ― Jamás lo he comprendido ― ― Se llama a mistad, amor, hermandad… cosas que tu jamás comprenderás ― ― Alguna vez también fui humano ― alego ― Ahora solo eres un moustro… un cazador ― indique.


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Hubo un silencio antes de volver escucharlo hablar. ― No desesperes que pronto terminare con ti agonía… ― señalo y sin darme tiempo a responder colgó el teléfono. Me quede de pie en el centro de la habitación, conciente que sus palabras eran ciertas, en poco tiempo terminaría aquella pesadilla.


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26 EL ENGAÑO

― ¿Crees que Mike este bien? ― Cuestiono Hanna a Jasón quien manejaba con la vista clavada en la carretera. ― Eso espero… ― fue lo único que atino a responder. En realidad no sabía si era cierto. ― ¿Esto tiene que ver con la muerte de Jack? ― Volvió a cuestionarlo a sabiendas de que se había mostrado renuente a contestar aquella pregunta la primera vez que se la había hecho minutos después de salir de la escuela. Jasón asintió esta vez. ― ¿Entonces es cierto? ― dijo Hanna con un hilo de voz. ― ¿Cierto? ― Jasón pareció confundido ― ¿A que te refieres? ― ― Esa noche… la noche en que sucedió lo de Jack… yo pude hablar con el antes de que muriera… ― Jasón se volvió a mirar Hanna desconcertado. ― ¿Te dijo algo? ― la cuestiono el chico al escuchar aquello. ― Solo una palabra… ― Hanna hizo una pausa como si fuera demasiado difícil pronunciar aquello. ― ¿Qué fue lo que Jack dijo? ― la presiono Jasón para que hablara. ― Vampiro ― señalo la chica mirándolo. Repentinamente Ted comenzó a volver en si. ― ¿Cómo te sientes? ― se apresuro Hanna a preguntar ayudándolo a incorporarse un poco. En cuanto Ted se dio cuenta de donde se encontraba volvió a ponerse a la defensiva. ― ¿Pero que demonios estas haciendo? ¿A donde nos llevas? ― dijo tratando de abrir la portezuela, por suerte Jasón había tenido la precaución de poner los seguros. ― ¡Tranquilízate o tendré que volver a ponerte quieto! ― advirtió Jasón. ― Jasón tiene razón ― indico Hanna para sorpresa ― Tenemos que trabajar juntos para encontrar a Mike ― Ted los miro a los dos con un dejo de desconfianza pero termino accediendo.


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― ¿A dónde nos dirigimos? ― dijo colocándose el cinturón de seguridad, nerviosos por la velocidad a la que Jasón manejaba. ― A los Suburbios ― indio Hanna ― ¿Crees que se encuentre ahí? ― pregunto Ted ― Jasón menciono a una chica cuando estábamos en el Hole… ― señalo la chica, era el único dato con el que contaban, así que esa era su ultima esperanza de dar con el paradero de Mike. ― ¿Una chica? No lo recuerdo… ― índico Ted mirando a Hanna. ― Estuvimos platicando mas de media hora sobre aquello ¿Acaso nunca pones atención? ― lo riño Hanna. Jasón pareció notar la confusión del rostro de Ted, de inmediato se apresuro a hurgar en su mente. ― Ted dice la verdad… Mike no menciono nada sobre una chica la noche que estuvieron en el Hole… ― admitió deteniendo el auto en medio de la carretera. De inmediato se apresuro a sujetar a Hanna, Ted pareció molesto por el gesto pero se limito a observar. ― Pero en tu mente puedo ver ese recuerdo… ¿Con quien has estado últimamente Hanna? ¡Respóndeme! ― inicio Jasón preocupado. Hanna pareció asustada. ― No lo recuerdo… ― indico la chica ― No puedo recordar nada ― dijo conciente de que eso no era algo normal. ― ¿Que es lo que sucede? ― pregunto ted sin comprender. ― Alguien le ha metido esa información en la cabeza para llevarnos a los suburbios… seguramente esto tenga que ver con esa chica… Kelly ― indico Jasón convencido de que algo raro estaba sucediendo. ¿Crees que este con ella? ― ― Es muy posible ― señalo Jasón volviendo a echar a andar el auto. ― ¿Qué es lo que esta sucediendo? ― lo cuestiono Ted nuevamente. ― Limítate a saber que posiblemente ambos estén en peligro ― señalo Jasón ― Cuando lleguemos quiero que se mantengan en la camioneta, si algo sale mal quiero que se marchen lo mas rápido posible ― ― ¿De que estas hablando? ― lo cuestiono Ted sin entender. Esta vez Jasón se mantuvo callado, en su lugar Hanna fue la que respondió. ― Es un vampiro ― indico mirando fijamente a Jasón desde el asiento del copiloto donde viajaba.


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La mirada de Ted se lleno de incredulidad. ― ¿Te has vuelto loca? ― la cuestiono creyendo que su amiga le jugaba algún tipo de broma. ― Por eso puede ver lo que pensamos… ¿Qué fue lo que viste en mi cabeza y en la de Ted? ― lo cuestiono la chica. ― El recuerdo de la noche en que estuvieron en el Hole… en la mente de Ted concuerda con la de Mike, sin embargo en la tuya hay un recuerdo extra que estoy seguro alguien se encargo de introducir para llevarnos a los suburbios… posiblemente se trate de una trampa pero es todo lo que tenemos ― explico Jasón aumentando la velocidad. ― ¿Por eso no puedo recordar nada? ― indago Hanna. Jasón movió la cabeza afirmativamente. ― ¿Y lo que ataco a Jack? ― dijo dirigiéndose a Jasón ― ¿Qué fue lo que mato a nuestro amigo? ― Ted escuchaba la conversación sin poder comprender bien aquello. ― Entonces es cierto todo lo que se rumoraba sobre la familia Parker… Emmet Parker, Charles y tu…siempre se trato de la misma persona… ¿No es así? ― lo cuestiono ― Siempre fuiste tu ― puntualizo Hanna. ― Esas son supercherías… ― dijo Ted sin aun poder creer que aquello estuviera sucediendo. ― Yo también lo creía… pero ahí lo tienes ― señalo Hanna ― Jasón parker… padre, hijo y nieto… la misma persona que ha vivido en este pueblo por mas cien años ― Ted miro a Jasón sin poder creer las palabras de su amiga. ― ¡Imposible! ― fue lo único que atino a decir Ted. ― ¿Es otro vampiro? ― continuo Hanna ― ¿Tiene a Mike? ― alego preocupada. ― Si… un cazador, en realidad no estoy seguro pero creo que Mike fue quien decidió entregarse a el… ― ― ¿Entregarse? ― ― Para salvarnos… se esta sacrificando por mi ― Los tres jóvenes permanecieron en silencio. ― Ahí ― señalo Hanna hacia una de las casas. La camioneta paso de frente sin detenerse. ― ¿Qué no escuchaste? ― pregunto Ted al ver que seguían de frente.


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― La escuche… pero no pensaras que vamos a llegar así como así, esta no es una visita de cortesía… ― ― Jasón tiene razón… debemos hacer un plan ― sugirió Hanna. Jasón aparco un par de cuadras mas adelante a la vuelta de la esquina. Una vez ahí Jasón comenzó a darles indicaciones. ― Muy bien… ¿Cuál es el plan? ― pregunto la chica. ― El plan se limita a que ustedes dos permanezcan aquí sin hacer tonterías ¿De acuerdo? ― ― Por supuesto que no… yo voy contigo ― indico Ted. ― Solo me estorbaras… ― índico Jasón. ― Me importa un comino, el que esta allá es mi amigo y no vas a poder detenerme… así que tómalo o déjalo ― Jasón y Ted se miraron con furia.

― ¡Déjense de tonterías! ― los reprendió Hanna ― Creo que lo mejor es que valla Ted ― indico. ― ¿Estas loca? ― dijo Jasón al escuchar aquella sugerencia. ― Por lo que nos has contado el cazador ya te conoce… si metió ese recuerdo falso en mi cabeza es porque a mi también, así que el único que queda es Ted. puede hacerse pasar como una amigo de Kelly y comprobar si Mike se encuentra con ella o si el cazador los tiene a ambos como rehenes ― ― No voy a permitir que lo haga ― advirtió Jasón. ― No es mala idea ― dijo Ted a pesar de estar conciente de lo peligroso que aquello resultaría. ― ¿Acaso ustedes están dementes? ― reacciono Jasón ― Pensé que el único que tenia ese problema era Mike pero veo que es un mal generalizado entre los chicos de hoy quererse poner en peligro sin ninguna razón ― ― Te olvidas de que Mike también es nuestro amigo ― puntualizo Ted ― Ya perdimos a Jack y no vamos a permitir que suceda lo mismo con el ― ― Ted tiene razón… ― agrego Hanna ― Ted podrá tentar terreno, no estamos seguros que Mike este en casa de Kelly, quizás hemos estado siguiendo una pista falsa ― sugirió. Jasón miro a Hanna y a Ted sin poder creer que estuviera considerando que hacer aquello fuera una buena opción. ― Esta bien… ― termino cediendo al ver que no tenía otra salida. ― Yo voy con el ― dijo al fin ― Pero… ― Jasón quiso protestar pero Hanna se apresuro a explicar el motivo de su reacción. ― Quien sea que haya planeado esto metió ese recuerdo en mi cabeza por algo, será muy sospechoso que Ted llegue así como


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así… además cuento con que si algo sale mal tú iras en nuestra ayuda… ― señalo Hanna sonriéndole por primera vez desde que había conocido a Jasón. ― Es muy peligroso…. ― fue lo único que atino a decir. ― Estamos perdiendo tiempo… ― señalo Hanna abriendo la puerta dispuesta a bajar. ― Entonces vamos ― señalo Ted haciendo lo mismo. ― Solo tenemos que cerciorarnos si Mike esta con ella… se supone que ella fue el señuelo ― indico Jasón. Los dos amigos se encaminaron hasta la casa que Mike había habitado al llegar a West Hill, la casa de la derecha también parecía deshabitada así que supusieron que la de la izquierda era donde debía vivir Kelly. Ted le hizo una señal a Hanna tratando de tranquilizarla un poco, Jasón por su parte observaba a unos cuantos metros. Tocaron el timbre y esperaron un momento antes de escuchar pasos acercándose ― ― ¿Puedo ayudarlos? ― dijo una voz desde el interior. ― Estamos buscando a una amiga nuestra… su nombre es Kelly ¿Vive aquí? ― pregunto Ted. La puerta se abrió. Jasón desde la lejanía sintió un hueco en el estomago. ― ¿Los conozco? ― pregunto la chica, la misma chica con la cual Mike había estado tomado café en esa misma casa unos días antes. ― ¿Kelly? ― pregunto Hanna desconcertada. ― así es… discúlpame pero creo que te has confundido de persona ― señalo ― Honestamente no recuerdo conocerlos de ningún lado ― Hanna y Ted se miraron desconcertados. ― Somos amigos de Mike ― señalo Ted sin saber que otra cosas hacer. ― ¿Mike? ― pregunto la chica con preocupación ― Oh valla… si, el y yo nos conocemos, trabajamos juntos en el almacén del Sr. Braddy pero hace un par de días que no lo veo ― indico. Repentinamente apareció Jasón y de un rápido movimiento hizo que Ted y Hanna ingresaran a la casa. ― ¿Pero que sucede? ― los cuestiono la chica sin comprender lo que sucedía. ― Estuvo aquí ― indico Jasón caminado por la estancia ― Mike estuvo aquí ― señalo entrando a la cocina.


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― ¿Quiénes son ustedes? ¿Que es lo que quieren? ― prosiguió preguntando Kelly sin comprender la actitud del chico. ― Mike esta en peligro ― dijo Hanna dirigiéndose a la chica ― ¿Lo has visto el día de hoy? ― la cuestiono. ― No… ― respondió Kelly tajante. ― Esta mintiendo ― dijo Jasón acercándose a ella sujetándola por los hombros ― ¡Juro que no lo he visto! ― exclamo la chica asustada al ver al actitud de Jasón ― Estuvo aquí… hace no mucho… puedo percibir su aroma… también el del cazador… ¿Ha donde se lo ha llevado? ― La cuestiono sacudiéndola ― Jasón… ― dijo Hanna deteniéndolo ― Tal vez el cazador le ha hecho lo mismo que a mi y por eso no lo recuerda ― sugirió. ― Puede ser… ― señalo Jasón aunque no muy convencido ― ¿De que están hablando? ― pregunto Kelly desconcertada mientras Jasón continuaba sujetándola con fuerza. ― ¿Recuerdas lo que hiciste el día de hoy? ― la cuestiono este liberándola. ― Yo… ― la chica pareció confundida. ― Entonces si estuvo aquí… ― señalo Ted al darse cuenta que la chica no recordaba nada. ― ¿Dónde pudo llevarlo? ― pregunto Hanna preocupada por el destino de su amigo. Jasón dudo por un instante, a pesar de conocer ciertos hábitos de los cazadores en realidad cada uno tenia su propia forma de cazar. Miro por la ventana y repentinamente una idea cruzo por su mente. ― El bosque… ― dijo al ver la extensa masa de árboles que se extendía unos kilómetros mas allá de los suburbios ― Por eso lo ha traído aquí… quiere cazarlo como a un animal salvaje ― señalo. La noche comenzaba a caer, aquel sitio parecía el lugar perfecto para cumplir con su deseo. ― ¿Qué vamos a hacer? ― dijo Ted ― Ustedes permanezcan aquí ― índico Jasón ― De ninguna manera ― dijo Hanna esta vez adelantándose a Ted. ― Es muy peligroso que anden conmigo en el bosque ― El cazador podría matarlos a ustedes también ― advirtió. ― ¿Qué esta sucediendo? ― pregunto Kelly mirando a los tres chicos. ― ¿Ella estará bien? ― Inquirió Ted al ver a la chica. ― Es mejor que no recuerde nada de lo que vivió con el cazador ― señalo Jasón ― Tengo que darme prisa, cada segundo que perdemos aquí puede representar la muerte de Mike ― indico. Sin decir mas Jasón se lanzo a toda velocidad por la ventana, Hanna, Kelly y Ted corrieron hacia el gran hueco que el chico dejo,


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únicamente pudieron ver sorprendidos la rapidez con la que Jasón se perdía entre los árboles. ― Tenemos que ir tras el ― señalo Ted a pesar de la advertencia que había hecho el vampiro antes de marcharse. ― Pero Jasón dijo… ― se apresuro Hanna deteniéndolo. ― Necesita toda la ayuda posible… ― índico Ted buscando por tota la habitación la cual aun permanecía desordenada tal y como Mike la había visto unos días antes al estar en aquel mismo sitio. ― ¿Qué es lo que buscas? ― lo cuestiono Hanna al darse cuenta de la actitud del chico. Este se dirigió a Kelly quien permanecía de pie mirando por la ventana. ― ¿tienes algún arma o algo que pueda sernos de utilidad? ― la cuestiono. La chica permaneció quieta sin prestar atención a la pregunta de Ted. ― ¿Te Encuentras bien? ― le pregunto Hanna preocupada pensando que la chica había quedado en Shok después de lo que había vivido aquel día. Para su sorpresa ambos se pudieron dar cuenta que el rostro de Kelly mostraba una evidente satisfacción. ― Ustedes solo estorbaran ― dijo mirándoles con desprecio. . Ted y Hanna la miraron sin comprender el sentido de sus palabras. ― ¿De que estas hablando?― dijo Hanna. ― Lo interesante de la cacería es poder hacerlo sin que ninguna de las presas sepa que no es el único objetivo de la caza ― continuo, sus ojos habían adoptado un brillo diabólico que antes no tenían. ― Tu… ― dijo Hanna presa del pánico ― Eres el cazador ― ― Valla… tenemos a una chica inteligente… ― dijo Kelly sonriendo. ― ¿De que estas hablando? ― pregunto ted desconcertado ― ¿Ella es el vampiro que anda tras Mike? ― pregunto. Ted no daba crédito a que aquella chica frente a él fuera un despiadado asesino. Un vampiro. ― Su amiguito Jasón es bastante tonto… ― indico la chica complacida ― ni siquiera se ha dado cuenta de que yo era el cazador ― ahora a ido en busca de Mike sin sospechar que el también se ha convertido en parte de este juego, en parte eso debo agradecértelo a ti ― dijo mirando a Hanna ― sabia que Jasón


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no tardaría en buscar a alguno de ustedes así que decidí meter en esa pequeña cabecita tuya un recuerdo falso que los condujera hacia mi… todo salio como estaba planeado desde un principio ― rió complacida ― Ahora los dos morirán juntos… en mis manos ― Hanna dio un paso intentando salir corriendo. ― Ni se te ocurra… ― señalo Kelly al ver el intento de la chica. ― No vamos a dejar que mates a Mike… ni a Jasón ― advirtió Ted colocándose frente a su amiga tratando de protegerla. ― ¿Y que crees que puedes hacer tu insignificante humano como tu? ― pregunto incrédula de que Ted pudiera siquiera detenerla un segundo. ― Quizás no mucho… pero por lo menos lo intentare ― reconoció Ted y de un rápido movimiento lanzo una silla contra la chica. ― ¡Corre Hanna! ― exclamo este lanzándose contra Kelly quien con suma facilidad desbarato el objeto de un certero golpe. La chica emprendió la huida y de inmediato hecho a correr hasta donde habían dejado la camioneta mientras Ted seguía forcejeando con Kelly en el interior de la caza. ― Hubiera sido mejor que no se interpusieran ― señalo esta mirando a Ted con una sonrisa irónica, en realidad la fuerza del chico no representaba ningún problema para la chica pero parecía divertida por los esfuerzos del chico para hacer algo que permitiera darle tiempo a Hanna de huir . ― No dejaremos que hagas nada en contra de nuestro amigos ― señalo este luchando con todas su fuerzas por mantener sujeta a la chica. ― ¿De verdad crees que con tu inútiles fuerzas puedes ser capaz de detenerme? ― dijo esta soltándose con tanta facilidad dejando ver que había dejado escapar a Hanna a propósito ― Esto solo vuelve mas interesante el juego ― dijo mirando al chico fijamente ― no quisiera arruinar mi apetito contigo pero… siento curiosidad ― dijo mirando al chico con regodeo. Y de un rápido movimiento la chica clavo sus colmillos en el cuello de Ted quien exclamo un grito ahogado, repentinamente todas su fuerzas comenzaron abandonarlo, su vista se nublo y no supo mas de el. Kelly dejo caer el cuerpo al suelo mientras se limpiaba la comisura de los labios con deleite y después de mirar por un segundo a su victima hecho a andar tras Hanna. ― Humanos estupidos… ― dijo saliendo de la casa tranquilamente a sabiendas de que Hanna no debía estar muy lejos. Aun así decidió


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que era mejor ir en busca de Mike y Jasón conciente de que Hanna haría lo mismo. Con la misma agilidad que había demostrado Jasón la chica avanzo entre las sombras en dirección del espeso bosque a las afueras de los suburbios. La noche había caído completamente, sin embargo aquello parecía no afectarla para nada. La cacería había comenzado finalmente.


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27 LA CAZA Seguí avanzando a paso lento entre los árboles del espeso bosque en el cual me había internado, sabia que no tenia ningún caso correr, conciente de la velocidad sobrehumana de aquello seres, Y aunque lo hiciera seria inútil, La oscuridad era casi completa, había tropezado ya en mas de una ocasión provocándome daño pero no me importaba, finalmente sabia que el inminente fin estaba cerca, así que no le daría el gusto de correr ― me repetí ― ya ni siquiera sentía miedo, sabia que eso mas que ayudarme, me delataría aun mas a sabiendas de que para mi perseguidor solo representaría un deleite aun mayor. Había caído como un tonto en aquella trampa, no podía evitar pensar que yo mismo me había metido en aquello y no solo a mí, sino también a Jasón y a su familia. ― ¿Dónde estas? ― pregunte en silencio levantándome del suelo por décima vez, frotándome la rodilla sintiendo un pequeño corte a causa del golpe. Sin animo me recargue sobre el tronco de un frondoso árbol, la luz de la luna ilumino un poco aquel oscuro paraje permitiéndome ver a mi alrededor, en realidad aquello no fue demasiado alentador, árboles y mas arboles era lo único que podía vislumbrar. Nada más. Por primera vez desde que había descubierto la identidad del cazador pude meditar en los pequeños detalles que había dejado pasar, había sido tan tonto por no haber podido imaginar que en calidad aquello era un plan bien elaborado. Por un momento pensé que todo había valido la pena, entregarme era un sacrificio pequeño si con ello salvaba a la chica que apenas hace unos días acababa de conocer, jamás se me hubiera podido ocurrir que en realidad ella era el cazador. Kelly era el cazador y al descubrirlo me di cuenta de lo tonto que había sido. ― No voy a morir tan fácil… ― me dije a mi mismo ― Tengo que pensar, tienes que pensar Mike ― me alenté observando a todos lados en busca de algo que pudiera servirme ― Nada ― en realidad a lo mas que podía aspirar era encofrar un buen trozo de madera o algunas rocas, nada que le fura de verdadera utilidad. ― ¿Tienes miedo? ― pregunto una voz detrás de mí. Sentí que un escalofrió recorría todo mi cuerpo. ― Eres rápida… ― fue lo único que atine a decir volviéndome para ver a la chica de frente. ― Esperaba que por lo menos te esforzarías un poco ― alego Kelly un tanto desanimada por lo sencillo que le había resultando dar conmigo ― Solo espero que el resto de tus amigos si representen un buen reto… ―


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Mi mirada se lleno de horror al escuchar sus palabras. ― ¡Me diste tu palabra que los dejarías en paz si me entregaba! ― dije envuelto en cólera. ― Yo he cumplido mi palabra ― alego la chica con plena satisfacción ― Fueron ellos quienes decidieron entrar en el juego… uno menos, faltan tres ― indico. Sentí que un nudo se me formaba en la garganta. ― ¿Quién…? ― ― Creo que su nombre era… Ted ― ― Esta… muerto ― pregunte consiente de que existí la posibilidad de que o fuera así, lo cual evidentemente era peor. ― Eso depende… si es fuerte podría volverse uno de los nuestros, eso seria interesante ¿No lo crees? ― me cuestiono complacida. ― ¿Qué le hiciste maldita? ― exclame lleno de cólera lanzando me sobre ella pero de inmediato y gracias a su sobrehumana velocidad logro evitarme. ― Deberías preocuparte por lo que voy a hacerte a ti… ― amenazo con plasentia sonriendo cínica. ― Mátame de una buena vez… ― indique casi en un ruego. Kelly sonrió al escucharme. ― En principio pensé que serias una buena presa… ahora me doy cuenta de que me equivoque aunque empiezo a considerar algunas otras opciones… ― dijo rodeándome con la cadencia de un león acechando a su presa. ― ¿Otras opciones? ― pregunte desconcertado. ― ¿Qué te parecería vivir eternamente Mike? ― me cuestiono mirándome fijamente, estaba seguro que de la misma manera en que Jasón podía, ella también tenia la capacidad de leer mis pensamientos ni siquiera me detuve en preguntar como había librado las barreras, supuse que en aquel momento estaba totalmente indefenso producto del miedo y el cansancio. ― Te grada la idea… en verdad que eres extraño ― alego sonriendo. Entonces me di cuenta que en realidad aquella opción no me desagradaba del todo. ― ¿Qué ganas tu? ― la cuestione tratando de hacer un poco de tiempo mientras se me ocurría algo. ― ¿Ganar? ― pregunto sin comprender ― Ya te lo he explicado, yo no me dirijo por sentimientos ni actitudes humanas, cazo por el placer de hacerlo… si he de convertirte en uno de los nuestros no es con un fin o con un motivo en especifico… simplemente seria


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interesante ver lo que serias capaz de hacer al convertirte… en un vampiro ― ― Estas loca... ― fue lo único que atine a decir Kelly se acerco a mí, tan cerca que pude sentir su respiración sobre mi rostro. ― ¿Ya no tienes miedo Mike? ― señalo con deleite aspirando mi aroma ― Eres todo un misterio… ¿Sabes? En realidad me gustaste desde la primera vez que te vi… ― indico ― por eso decidí seguirte, hice que Trevor dejara su trabajo para poder estar aun mas cerca de ti… te hice venir a este lugar después de que te peleaste con tu querido amiguito… desde que probé tu sangre con ese beso no he deseado otra cosa que convertirte… seria un verdadero placer… ¿Te imaginas? Juntos tu y yo hasta la eternidad… ― ― Me siento alagado ― dije irónico de la misma forma en que había hecho cuando un rato antes me había dicho lo mismo al descubrir que en realidad ella era el cazador, mas a diferencia de la primer vez que me había ofrecido convertirme esta vez mi respuesta fue diferente. ― Conviérteme… ― indique convencido ― Hazlo y atente a las consecuencias… una vez que seamos iguales no voy a descansar hasta matarte… ― la amenace. ― Mmmmm… ― Kelly se alejo de un ágil movimiento unos cuantos metros sonriendo ― Me agrada tu actitud chico… la venganza ha sido uno de los sentimientos humanos que siempre me ha agradado, seria muy divertido verte tratando de vengar la muerte de tus amigos… ― ― Entonces hazlo… ― la alenté nuevamente dando un par de pasos hacia ella. Kelly soltó una carcajada. ― Lo haré… ― dijo avanzando amenazadoramente hacia mi. Me abrazo delicadamente como si temiera que me rompiera si lo hacia de forma ruda, como si creyera que estaba hecho de cristal, sentí el frió de su cuerpo, el frió que dentro de poco invadiría para siempre mi cuerpo. El frió mortal de convertirme en un ser Eterno. Había llegado el momento, no sabia en realidad como seria aquello, lo único que sabia era que en cuanto volviera a tener conciencia seria un ser completamente diferente, en realidad no entendía bien como seria el convertirme en aquello, ni siquiera me importo perder todo recuerdo de mi vida anterior, pensé por ultima vez en mi madre, sabia que después no seria capaz de hacerlo nuevamente, pensé en Jack, Ted, Hanna y también pensé en Jasón, conciente de que jamás me perdonaría haber hecho aquello, tampoco me importo conciente de que tampoco recordaría mi


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amistad con él, suspire y me enfoque en mantener el deseo de venganza vivo, solo eso, nada mas. Cerré lo ojos en espera del dolor. Para mi sorpresa escucha la voz de Kelly dejando de sentir el tacto frió de su piel. ― Pero no ahora Mike… ― dijo mirándome fijamente de pie frente a mi a solo unos centímetros ― Te voy a dar un poco mas de tiempo… ― señalo. ― ¿Tiempo? ― reaccione desconcertado ― Para que me odies lo suficiente… ― alego. ― Oh no tienes idea de lo que ya te odio en este momento… ― puntualice. ― Vamos a hacer esto un poco mas interesante… ― dijo sacando algo de su bolsillo, me extendió lo que parecía ser un papel. ― ¿Qué es? ― la cuestione sin comprender. ― Un boleto de avión ― indico ― para ser exactos un boleto de avión a New York ¿Ese era el plan o no? ― me cuestiono. ― Aun así no entiendo… ― recalque confundido ― ¿Que significa esto? ― ― Tienes dos opciones Mikey… ― señalo divertida ― Puedes marcharte de West Hill y seguir una vida normal, olvidarte que existimos o… ― puntualizo ― quedarte y tratar de ayudar a tu amiguito Jasón… cuento con que hagas lo segundo ― admitió divertida. ― No voy a marcharme… ― le indique convencido. Kelly sonrió satisfecha. Y sin darme tiempo sus labios se posaron sobre los míos, sentí una descarga eléctrica, aunque de inmediato la empuje rompiendo el contacto entre nosotros, Kelly metió el boleto de avión en el bolsillo de mi camisa la vez que soltaba una risilla burlona y de un rápido movimiento desapareció entre la maleza. Comprendí a que se refería con “un reto mayor”, entonces comencé a correr en la dirección en la cual había desaparecido, estaba seguro que Jasón y quizás también Hanna estaban a punto de ser atacados por ella, en realidad Jasón sabia como defenderse, por lo que me tranquilizo un poco el pensar que estuviera cerca, pero Hanna no tendría oportunidad, comencé a avanzar entre las ramas de los árboles sin importarme los golpes o las veces que caí y me levante para continuar corriendo sin dirección en especifico. Repentinamente una voz tras de mi llamo mi atención. ― ¡Mike! ― escuche llamarme claramente. ― ¡Hanna! ― dije mirando el rostro de mi amiga, en la cual puede vislumbrar una mezcla de miedo y alegría al verme.


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La chica corrió y me abrazo efusivamente. ― ¿Estas bien? ― La cuestione mirándola, tenia la ropa llena de fango, en realidad toda ella estaba cubierta de el. ― ¡Tenemos que marcharnos Mike! ― indico jalándome por el brazo. ― ¿Dónde esta Jasón? ― la cuestione. ― No lo se… salio antes que yo, después descubrimos que Kelly es… ― ― El cazador… ¡Fui un idiota! ― me lamente. ― ¡Esto no es culpa tuya Mike! ― dijo mi amiga tratando de confortarme ― Esta demente… ― ― ¡Tenemos que marcharnos de aquí! ― señale conciente del peligro ― ¿Como llegaste hasta acá? ― la cuestione. ― El la camioneta de tu madre ― señalo ― La deje aparcada a un lado de la carretera ― ― Tienes que irte… ― le indique. ― ¿De que estas hablando? ― me cuestiono Hanna ― Tu vienes conmigo ― indico. ― Primero tengo que ayudar a Jasón ― indique, sabia que no podía dejarlo después de que yo había sido el responsable de que estuviera metido en aquel embrollo. ― ¡No me voy a ir si ti! ― me amenazo. ― Hanna ― ― Jasón puede cuidarse solo… ― indico ― Por lo menos se enfrentara de igual a igual ― indico. Aquello me sorprendió. ― ¿Qué quieres decir? ― la cuestione sin comprender el significado de sus palabras. ― Se que Jasón es un vampiro Mike… nos lo confeso a mi y a Ted cuando íbamos a buscarte a casa de Kelly ― Entonces de di cuenta de que Hanna tenia razón, Jasón tenia mas posibilidades que cualquiera de nosotros dos. ― Andando ― la apresure aunque en realidad no sabíamos que dirección tomar en medio de esa oscuridad. Avanzamos entre la espesura del bosque, a cada paso nos deteníamos al escuchar el mas mínimo ruido concientes del peligro que nos acechaba, sin embargo al parecer la suerte comenzaba a estar de nuestro lado, por lo menos eso creí al vislumbrar el vehiculo aparcado justo donde Hanna me había indicado. ― ¡Ahí esta! ― exclamo mi amiga. De inmediato nos apresuramos a abordar el vehiculo, sin embargo nos dimos cuenta que no seria tan fácil.


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― ¡No funciona! ― exclame al darme cuenta de que no encendía. Nuevamente descendimos y abrí el cofre para revisar el motor ― ¡Esta completamente destruido! ― alegue en cuanto abrí y pude ver el motor ― Tuvo que ser ella ― dije convencido de que aquello era una jugarreta mas de Kelly. ― ¿Y ahora que es lo que haremos? ― pregunto Hanna desolada. ― Vamos… tienes que ponerte a salvo... ― indique consiente de que seria inútil tratar de arreglarlo. Comenzamos a caminar a lo largo de la carretera, atentos a cada sonido, repentinamente los faros de un auto nos iluminaron, de inmediato nos apresuramos a pedir ayuda. El vehiculo se detuvo, un hombre mayor nos miro con un poco de recelo. ― ¿Se perdieron muchachos? ― nos cuestiono un hombre, parecía extranjero así que supuse que se trataba de algún turista, aunque en realidad no nos importo demasiado, lo único importante era marcharnos de ese sitio inmediatamente. ― Algo así… ― dije tratando de sonar tranquilo ― ¿Podría llevarnos? ― le solicite. El hombre se asomo un poco, los dos íbamos hechos un verdadero lió, llenos de fango. ― Esta bien, suban ― accedió finalmente. Hanna abordo el vehiculo quedando entre aquel hombre y yo. ― ¿Puedo preguntar que fue lo que les paso? ― dijo echando a andar el auto ― Nos perdimos ― fue lo único que atine a decir. ― Nos sorprendió la lluvia y nos partamos de nuestro grupo… ― agrego Hanna tratando de hacer aun mas creíble aquella historia. ― Ha valla… ― dijo el hombre en tono pícaro ― Ya entiendo… jóvenes ― dijo sonriendo. Un rato después entramos a West Hill, el hombre nos dejo justamente en el centro, a unas cuantas cuadras de la casa parker, aunque en realidad no deseaba ir allá, sabia que Ruth me recriminaría haberme escapado, aunque quería saber si ya tenia noticias de Jasón. ― ¿Y ahora que? ― pregunto Hanna. Me di cuenta de que temblaba, en parte del frió, en parte por la adrenalina. ― te llevare a tu casa ― indique al darme cuenta de que era lo único que podía hacer.


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Rápidamente nos apresuramos a tomar un taxi, en realidad aquello costo bastante trabajo considerando nuestra facha, al tercer intento un auto se detuvo y lo abordamos, después de darle la dirección comenzamos el viaje. ― ¿Qué vamos a hacer Mike? ― me pregunto la chica con un hilo de voz, el conductor nos miro por el retrovisor curioso de nuestra extraña actitud y estado. ― Estarás segura en tu casa… no puede entrar a menos que los invites a pasar… ― dije evidenciando que me refería a Kelly. ― Eventualmente tendremos que salir, no podemos vivir toda la vida encerrados… ¿Crees que Jasón pueda hacer algo para detenerla? ― pregunto temerosa de la respuesta. ― En realidad no lo se… espero que si ― dije tratando de sonar un poco optimista, aunque en realidad no sabia si para ese entonces Jasón aun seguía en pie o había sido eliminado por el cazador. ― Hanna… ¿Que fue lo que le sucedió a Ted? ― la cuestione al recordar lo que Nelly había dicho sobre de que se había encargado de el. Mi amiga hecho a llorar. El conductor pareció incomodo y acelero un poco trancando de apresurar el viaje. ― Tranquila… ― dije abrazándola, aunque en realidad yo estaba a punto de soltar también a llorar solo de pensar en que otro de mis amigos también estaba muerto. ― ¿Me puede indicar por donde? ― dijo el conductor, me di cuenta de casi llegábamos a nuestro destino. ―- Ahí… ― indique señalando. Al descender del auto saque un billete de mi bolsillo y después de pagar no encaminamos a la entrada. Las luces estaban apagadas lo cual evidenciaba que los padres de mi amiga aun no habían llegado del trabajo, nos detuvimos juntos frente a la puerta sin atreverme a entrar. ― ¿Sucede algo? ― Me cuestión Hanna al ver mi actitud. ― Tengo que irme ― señale ― Permanece aquí y pase lo que pase no invites a pasar a ningún extraño, no sabemos si esa mujer esta sola o si tiene cómplices ― le advertí. ― ¿De que estas hablando? ― me cuestiono asustada al darse cuenta de mi intención de dejarla sola ― ¿A dónde piensas ir? ¿Vas regresar a buscar a Jasón? ― Negué con al cabeza. ― Necesito saber de Ted… podría estar vivo… ― ― ¡Voy contigo! ― exclamo.


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― No… tienes que quedarte aquí… es peligroso ― indique. ― Pero Mike… ― ― Sin pero Hanna… ― Hanna se hecho en mis brazos y comenzó a sollozar amargamente, no pude evitar sentirme mal, en realidad aquello era en gran parte por culpa mía, trate de tranquilizarla, aunque en realidad sabia que aun estábamos en un gran peligro mientras el cazador siguiera libre. ― Aquí estarás a salvo ― le repetí ― Volveré lo mas pronto posible, te prometo que seré muy cuidadoso, pero entiende ― trate de explicarle ― no podemos dejar a Ted a su suerte… tengo que asegurarme si murió o si quizás… ― Hanna pareció comprender. ― ¿Crees que pueda convertirse en uno de ellos? ― inquirió horrorizada ante la idea. ― No se si haya estado expuesto lo suficiente… por la misma razón seria mejor asegurarme ― indique. ― Y si… ¿Qué harás si lo encuentras y te das cuenta de que se ha convertido en un vampiro? ― ― Tengo que darme prisa ― dije evitando tratar de responder aquella pregunta. ― Tengo mucho miedo Mike… ― musito la chica. ― Lo se… yo también ― admití ― pero te aseguro que esto pronto terminara… ― dije consiente de que quizás estaba mintiéndole sin querer ― Volveré lo mas rápido que pueda… ― indique haciendo el intento de irme pero Hanna me detuvo. ― Espera ― dijo y de inmediato se apresuro a entrar volviendo solo en un instante. Me entrego unas llaves. ― Llévate el auto de mama ― indico señalándome el Pointer estacionado en la entrada de la cochera ― así podrás traer a Ted ― indico, trate de negarme pero esta vez fue ella la que se adelanto antes de poder decir algo. ― Sin peros Mike ― alego convencida Después de darle un par de recomendaciones mas aborde el auto y eche a andar hacia los suburbios, en realidad, en mis adentros sabia que era muy posible que para entonces Ted ya no estuviera con vida, pero tenia que ir yo mismo y comprobarlo, no podía sentar y esperar a que alguien mas saliera lastimado, por otro lado también me preocupaba Jasón, no sabia si para ese entonces el aun continuara bien o si el cazador ya había logrado deshacerse de el.


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28 OTRA NOCHE EN ST. LOUSE Me detuve justo frente a la casa de Kelly, ni siquiera a pague el motor consiente de que quizás tendría que salir a toda prisa si es que la cazadora había regresado, un escalofrió me recorrió todo el cuerpo al darme cuenta de que eso significaría que Jasón no había podido con ella, aunque trate de descartar de inmediato aquella idea y me encamine al interior, todo estaba en completa penumbra pero no me asombro encontrar la puerta abierta, avance tranquilo a sabiendas de que no había nadie, de lo contrario ya habría salido en mi encuentro, avance hasta la estancia, un escalofrió recorrió mi cuerpo al ver a mi amigo Ted tendido en el suelo. ― ¡Ted! ¡Ted! ― dije acercándome de inmediato. Al volverlo me di cuenta de que tenia una herida en el cuello la cual lucia bastante mal, muy parecida a la que había visto en Jack la noche que había estado en la morgue del hospital St. Louse junto con Jasón. ― ¡Dios! ― exclame al darme cuenta de lo que aquello significaba. Trate de controlar los nervios y busque su pulso, en principio no pude hacerlo pero por fortuna finalmente pude sentir un latió aunque leve. ― ¡Esta vivo! ― dije sin saber si debía sentirme feliz o temer por lo que aquello significaba. ― Mike… ― exclamo mi amigo abriendo un poco los ojos, hizo un esfuerzo por sonreírme pero solo consiguió embozar una mueca. ― No te muevas ― lo detuve al ver que hacia el intento de levantarse ― Vas a estar bien… ― dije aunque en realidad no sabia si aquello seria cierto. ― Hanna… ― ― Esta a salvo ― indique al ver su preocupación ― Tenemos que llevarte a un hospital ― Esta vez fue el quien me detuvo antes de poder moverlo para levantarlo. ― Me mordió Mike… ― indico Ted, un par de lagrimas escaparon de sus ojos, al parecer estaba conciente de lo que eso significaba. ― Vas a estar bien Ted… pero tenemos que llevarte con un doctor ― asegure a pesar de estar conciente de que aquello era una mentira.


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― ¡No quiero convertirme en uno de ellos Mike! ― alego entrando en pánico ― ¡No quiero! ¡Tienes que acabar conmigo! ¡Tienes que mátame Mike! ― exclamo. Aquella petición me tomo por sorpresa. ― Solo fue una herida leve… tal vez… ― indique tratando de ser un tanto optimista. ― No quiero correr el riesgo… Mike, por favor… te lo pido como amigos ― suplico. ― No todos son malos Ted… ― Alegue ― Y pase lo que pase estaré a tu lado para que enfrentemos esto juntos ― ofrecí. ― ¿Lo prometes?― me cuestiono mirándome con temor. ― Te lo juro…― dije convencido. De inmediato me apresure a tratar de levantarlo, Ted estaba muy débil por la perdida de sangre, sin embargo pudo ayudarme un poco, de inmediato tome lo primero que pude y cubrí la herida tratando de detener la hemorragia que había comenzado a sangrar nuevamente, como pude lo saque de la casa temiendo que su dueña regresara en cualquier momento. Subí a Ted al asiento del copiloto y después de ponerle el cinturón de seguridad me apresure a subir y de inmediato partimos en dirección al hospital mas cercano, en realidad lo único que se me ocurrió fue llevarlo a St. Louse así que emprendí el camino hacia allá. ― Ted… ― dije al ver que mi amigo volvía cerrar los ojos ― tienes que mantenerte despertó ― indique consiente de que si se dormía podía no volver a despertar. ― No voy a lograrlo Mike… ― índico el chico con un hilo de voz. ― ¡Tienes que hacerlo! ― Lo alenté ― No voy a dejar que tu también mueras…― ― Mike… tienes que prometerlo... ― comenzó a decir, por un momento pensé que estaba comenzando a delirar ― No dejes que lastime a nadie… ― continuo ― Promételo Mike… promete que no dejaras… ― me suplico. ― Te lo prometo Ted ― dije manejando a toda velocidad tratando de no chocar. ― Mike… ― exclamo sujetándome por la camisa, parecía estar sufriendo un dolor indescriptible. ― ¡Aguanta! ― fue lo único que atine a decir. No supe en realidad cuantas luces rojas me pase, en realidad fue una verdadera suerte llegar en una sola pieza, un momento después por fin no encontramos frente a la entrada del hospital, de inmediato descendí del auto y comencé a pedir ayuda. ― ¡Ayúdenme! ¡Por favor! ― grite llamando la atención de un par de sujetos que estaban en la entrada del hospital ― ¡Necesito una


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camilla, mi amigo viene herido… ha perdido mucha sangre! ― exclame. De inmediato un par de paramédicos se acercaron, uno de ellos me cuestiono de inmediato. ― ¿Que le ha ocurrido? ― me cuestiono en cuanto se percato de la herida que Ted llevaba en el cuello. Por fortuna durante el camino había considerado que me harían tal cuestionamiento y de inmediato me apresure a responde lo que se me había concurrido que seria mejor decir. ― Lo ataco un animal salvaje… estábamos acampando en el bosque… ― improvise, mi aspecto ayudo a que los dos sujetos creyeran mi historia. ― ¿Qué tipo de animal ha sido? ― me pregunto el otro sujeto tomando el pulso de mi amigo. ― No se… estaba muy oscuro y no pudimos verlo… ¡Dense prisa! ha perdido mucha sangre ― exclame tratando de no dar mayores explicaciones. De inmediato pusieron a Ted en una camilla, me apresure a ir con el, Ted me jalo un poco nuevamente tratando de que nadie mas escuchara lo que me decía. ― Recuerda tu promesa Mike… ― dijo antes de que los paramédicos lo metieran al interior del hospital, una enfermera me solicito que esperara evitándome continuar. ― Su amigo va a estar bien ― dijo tratando de tranquilizarme. No respondí, me limite a dejarme caer sobre una butaca tratando de acomodar mis ideas. ― Podría acompañarme… necesito que me algunos datos… ― me solicito. Me levante aunque en realidad las piernas me temblaban. Como pude me apresure a seguir a la chica hasta la recepción donde comenzaron a hacerme preguntas sobre Ted. Unos minutos termino de llenar le formulario. ― ¿Desea que llamemos a alguien? ― me cuestiono la chica. Negué con la cabeza. ― En cuanto tengamos noticias te informaremos ― me indico encaminadose hacia donde minutos antes ted había ingresado.


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Nuevamente tome asiento, tratando de asimilar aquella situación, existían enormes posibilidades de que Ted se convirtiera en un vampiro ― ¿Qué tendría que hacer entonces? ― Me cuestione sin saber a ciencia cierta lo que pasaría, lo único que restaba era esperar, sin embargo aquella incertidumbre me agobiaba al extremo, por un lado estaba Ted, con amplias posibilidades de terminar convertido en uno de los seres que mas odiaba y por el otro el no tener ninguna noticia de Jasón, aunque en realidad sabia que eso significaba quizás que aun no se había encontrado con el cazador. Marque el telefono de Hanna, fue ella la que respondió en cuanto sonó el primer timbrazo, supuse que había estado todo el tiempo pegada al teléfono en espera de noticias. ― Mike… ¿Eres tu? ― se apresuro a preguntar en cuanto levanto la bocina ― Si Hanna… ¿Cómo estas? ― la cuestione. ― Bien… que fue lo que sucedió ¿Encontraste a Ted? ¿Esta vivo? ― me cuestiono expectante de mi respuesta. ― Si… lo traje a St. Louse. ― Voy para allá exclamo al escuchar aquello. ― ¡No! ― exclame ― Es muy peligroso que salgas de tu casa ― indique ― Es mejor que permanezca ahí, te mantendré informada ― indique. ― Pero… ― ― Hanna, por favor, necesito que por lo menos tu estés a salvo ― dije casi suplicante. ― ¿Has tenido noticias de Jasón? ― me cuestiono desistiendo de su idea de venir al hospital. ― No… aun no ― me lamente. ― Estoy segura de que esta bien ― indico Hanna tratando de darme ánimos. ― Si… yo también ― indique aunque no muy convencido. ― ¿Qué pasara con Ted? ― supuse que Hanna se refería a la posibilidad de que nuestro amigo se convirtiera en Vampiro. ― No lo se… puede ser que no haya estado expuesto el tiempo suficiente para infectarse…. ― dije siendo optimista, después de todo a pesar del tiempo que había pasado desde que lo habían mordido aun no daba señales de que existiera aquella posibilidad. ― ¿Piensas quedarte toda la noche en el hospital? ― me cuestiono. ― Solo en caso de que algo salga mal… ― indique conciente de la promesa que le había hecho a Ted. ― Cuídate Mike ― ― Lo haré ― dije terminando la llamada. Pasaron un par de horas que para mi fueron interminables antes de que la enfermera volviera a darme informes de mi amigo, la mujer se acerco a mi provocándome un hueco en el estomago causado por la incertidumbre.


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― Su amigo va a ponerse bien ― indico tratándole tranquilizarme, supuse que mi expresión debía denotar la preocupación que me invadía. ― ¿Esta fuera de peligro? ― indique sorprendido. ― Los doctores pudieron controlar la hemorragia y ahora esta durmiendo, se va a poner bien, ya hemos llamado a sus padres y vienen para acá ― me informo. ― ¿Puedo verlo? ― cuestione a la enfermera. ― Lo siento… no es prudente… ― comenzó a explicar pero la interrumpí. ― Solo un momento… ― rogué. La mujer pareció compadecerse de mí. ― Esta bien… pero solo un minuto ― acepto indicándome el camino ― El doctor le dio analgésicos y lo mejor es que lo dejes descansar para que se recupere ― Avance por el pasillo, hasta que finalmente llegue a la puerta de la habitación que me había indicado la mujer. De inmediato me apresure a entrar, ahí encontré a mi amigo sobre una cama conectado a varios aparatos que monitoreaban sus signos vitales. ― Ted ― dije en voz baja una vez que estuve a su lado. Mi amigo abrió los ojos y me sonrió. ― Mike… ― mi amigo parecía débil pero no podía negar que tenia mejor semblante que hace unas horas cuando lo había traído casi medio muerto. ― Los doctores dicen que vas a ponerte bien ― dije tranquilizándolo. ― ¿No me convertiré en uno de ellos? ― pregunto aliviado. Negué con la cabeza. ― ¿Has sabido algo de Jasón? ― me cuestiono, aquello me sorprendió, sobre todo porque esta vez se había dirigido a mi amigo por su nombre no llamándolo fenómeno como siempre había sido su costumbre. ― No… pero supongo que estará bien ― indique conciente que era mejor no inquietar a Ted. ― ¿Crees que pueda detenerla? ― ― No te preocupes por eso y descansa… ― le indique ― Ya les llamaron a tus padres y vienen para acá ― indique. ― ¿Qué les has dicho a los médicos? ― me cuestiono conciente de que no había podido decirles que lo había mordido un vampiro. ― Que te ha atacado un animal mientras andábamos de campamento… fue lo único que se me ocurrió ― admití.


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― Mantendremos esa versión también con mis padres… ― puntualizo ― Si preguntan les diré que ignoro quien me trajo a este lugar, no quiero que te veas involucrado, eso podría complicar aun mas las cosas ― sugirió Sabía que aquello era lo mejor para evitar tener que dar explicaciones y contestar preguntas que quizás no podríamos responder. ― Es mejor que me valla, tus padres no tardaran en llegar y lo mejor es que no me encuentran aquí ― dije, en realidad mas que eso lo que me preocupaba era averiguar si Jasón se las había arreglado para detener a Kelly. ― Dile a Jasón en cuanto lo veas que su secreto esta seguro… y pídele que me disculpe por la forma en que lo trate ― me solicito Ted. ― En cuanto esto termine volveremos a tener la misma vida aburrida de siempre y tu mismo podrás hacerlo ― apunte feliz de saber que Ted había decidido darle una oportunidad a Jasón. ― Eso espero ― indico sonriendo, comenzaba a quedarse dormido, señal de que los analgésicos habían comenzado a hacerle efecto. Justo en ese momento la enfermera entro a la habitación. ― Muchacho… ― me indico haciendo una señal para que saliera de la habitación. Mire a mi amigo una vez mas antes de marcharme contento de que aun se encontrara con vida y me encamine rumbo a la salida. ― ¿Aun no llegan los padres de mi amigo? ― la cuestione. ― No pero ya no deben de tardar… ― indico mientras apuntaba algo en una tabla de registro que llevaba consigo ― Menudo susto se han llevado cuando les avise lo que le había ocurrido a su hijo, ustedes nunca se ponen a pensar en sus padres cuando deciden lanzarse a vivir sus locas aventuras, deben tener mas cuidado en adelante, esta vez tuvieron suerte pero la próxima puede que no la cuenten… ― sugirió. No pude evitar pensar en que en cierto modo sus palabras eran ciertas. ― Es mejor que te vallas a tu casa ― me indico ― Date una ducha y trata de descansar ― sugirió. Le agradecí sus atenciones no sin antes preguntarle nuevamente si Ted se podría bien, no podía dejar de temer que algo saliera mal y mi amigo experimentara algún tipo de transformación de efecto retardado. La enfermera me miro extrañada cuando la cuestione


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sobre si no habían encontrado nada extraño en los análisis de sangre, sin embargo me aseguro que todos los estudios habían resultado negativos y volvió a repetirme que Ted estaría bien. ― Por cierto ― dijo mirando uno de los documentos que llevaba consigo ― No has puesto tu nombre al momento de registrar el ingreso de tu amigo… ― me indico mostrándome el espacio nación que había dejado en la solicitud que había llenado. ― Creo que lo olvide... ― indique conciente de que no podía dar ese dato y por la misma razón había omitido escribirlo. La mujer me miro expectante. Para su sorpresa antes de que pudiera siquiera reaccionar eche a correr hacia la salida y de inmediato aborde el Pointer plateado propiedad de los padres de Hanna. Lo último que pude escuchar antes de arrancar fue el grito de la enfermera pidiéndome que me detuvieran. Salí a toda velocidad rogando que nadie pudiera anotar las placas del auto, lo ultimo que necesitaba era que molestaran a los padres de Hanna, sin embargo en aquel momento eso era lo de menos, ahora tenia que ir en busca de Jasón y saber si se encontraba bien, entonces recordé que la propia Kelly me había contactado vía el teléfono celular de Jack, supuse que aun lo tendría, así que decidí que lo único que podía hacer era llamarla y preguntarle si había conseguido su cometido. Comencé a marcar el número lentamente sin atreverme, esta vez para mi sorpresa no contestaron al primer timbrado. Esa no podía ser una buena señal.


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29 EL TRUEQUE ― ¡Mikey! ― exclamo la voz de Janice del otro lado de la línea segundos después del tercer timbrazo – Comenzaba a preguntarme si habías decidido tomar ese vuelo a New York tu solo, pero por lo que me doy cuenta decidiste quedarte, estoy con alguien que seguramente te dará gusto hablar ― indico irónica. ― ¡Tienes que irte Mike! ― escuche gritar a Jasón del otro lado de la línea. Trate de decirle algo pero nuevamente escuche la voz de Kelly al teléfono. ― Son tan tiernos… ― se burlo ― ¿Pensaste en mi propuesta? ― me cuestiono refiriéndose a lo que habíamos hablado cuando nos habíamos encontrado en el bosque. ― No tengo nada que pensar ― puntualice convencido ― Deja en paz a mis amigos y a mi familia, ¡Es a mi a quien quieres! ― indique. ― Eso es muy cierto… así que te propongo que hagamos un trueque ― ofreció ― Tu vida por la de tu amigo ¿Qué dices? Me parece un trato justo, sobre todo si consideras que no te ofrezco precisamente la muerte sino por el contrario, te estoy ofreciendo la vida eterna ― ― ¡No la escuches Mike! ― oí gritar a Jasón nuevamente, parecía desesperado. ― ¿Dónde estas? ― pregunte ignorando los gritos desesperadote de Jasón a sabiendas de que nada garantizaba que Janice cumpliera su palabra. ― ¿Conoces la vieja fundición Parker? ― me cuestiono sorprendiéndome que hubiera elegido aquel sitio en particular. ― Si… ― indique. ― Aquí te estaremos esperando ― dijo echando a reír antes de colgar nuevamente el teléfono sin darme tiempo de decir o preguntar nada mas. Lance el teléfono sobre el asiento del copiloto, sabia que estaba cayendo directamente en una trampa pero no tenia otra opción, tenia que ir a la fundición Parker dispuesto a entregarme… dispuesto a convertirme, los gritos de Jasón resonaban en mi cabeza, no pude evitar sentirme a aliviado, por lo menos ahora sabía que mi amigo aun continuaba en una pieza. Ahora lo mas importante era buscar la forma de que ambos saliéramos bien de aquella situación o en el peor de los casos lograr que lo dejaran libre, aun a costa de mi propia vida. La vieja fundición parker estaba al otro lado del pueblo, así que me apresure y pise el acelerador a tope conciente de que cada minuto contaba, el trayecto era largo y en las condiciones de pánico en


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que me encontraba en aquel momento lo fue aun mas, a pesar de que no tarde mas de cuarenta minutos en atravesar el pueblo de lado a lado hasta que finalmente pude vislumbrar los restos de lo que había sido la fundadora de acero de los Parker. Aquel sitio al paso de los años había terminado por convertirse en un depósito de basura y chatarra, avance lo más que pude hasta que finalmente llegue al final de un camino formado entre pilas de autos viejos y montones de desperdicios. En una de las ventanas se alcanzaba a distinguir una tenue luz, estaba seguro que aquel era el sitio donde se encontraba Kelly y Jasón, me apresure a entrar a lo que quedaba de aquella construcción la cual al parecer era una de las naves de producción de la fundidora. La oscuridad era total, poco o nada era lo que se alcanzaba a ver con la escasa luz que entraba por las rendijas del techo. La tenue luz de la luna parecía querer extinguirse en cualquier segundo cubierta por la nubes que comenzaban a aparecer en el cielo, por fortuna pude orientarme hasta llegar a las escaleras que conducían al nivel superior donde seguramente se encontraba la habitación donde me esperaban. Subí cuidadosamente escuchando el rechinido del metal oxidado bajo mis pies, por un momento temí que aquella vieja estructura no soportaría mi peso, pero por fortuna pareció ser mas resistente de lo que pensaba, finalmente me encontré en el segundo nivel de aquel edificio donde solo quedaba un pasillo igual de oscuro que el resto del lugar a excepción de una pequeña luz al final de este. Avance lentamente tratando de hacer el menor ruido posible a pesar de saber que después de mi llamada no podría contar con el factor sorpresa para tener un poco de ventaja. Finalmente llegue hasta la puerta de la habitación, la luz que había visto procedía de una lámpara situada justo en el centro de la habitación, entonces mire a Jasón tirado en el suelo y me apresure hasta llegar junto a él, estaba atado fuertemente con cadenas, trate de liberarlo pero todo fue inútil. Lo único que pude hacer fue retirar la mordaza. En cuanto pudo hablar lo primero que hizo fue recriminarme. ― ¡Te ordene que te fueras! ― exclamo colérico ― ¿Por qué no me has hecho caso? ― me cuestiono. ― ¡Tu hubieras hecho lo mismo! ― alegue buscando por la habitación tratando de encontrar algo con que poder romper las cadenas que lo mantenían prisionero. ― Janice tiene las llaves… ― me indico conciente de que no habría otra manera de liberarlo. ― ¿Janice? ― lo cuestione sin comprender a quien se refería. ― Janice es el verdadero nombre de esa chica… Kelly ― me indico ― Después que tú y Hanna se marcharon ella y yo nos encontramos en el bosque… y no solo eso, entonces pude confirmar mis sospecha, ella no estaba sola, tenía un cómplice ― índico. ― ¿Un cómplice? ¿A quien te refieres? ― lo cuestione.


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El repentino sonido de unos pasos tras de mi me hizo volver la mirada. La figura de un hombre de aspecto recio e imponente fue iluminada por la tenue luz de la lámpara, su mirada denotaba un odio que jamás había visto. ― ¿Así que este es el insignificante humano por el cal fuiste capaz de perderlo todo? ― Expreso con sorna ― Pensé que con el tiempo cambiaria pero por o que veo me equivoque Charles, sigues teniendo el mismo apego repugnante que siempre demostraste por los humanos ― dijo refriéndose a Jasón. ― ¿Charles? ― dije mirando a aquel sujeto. ― Joseph es el padre de Janice ― indico Jasón tratando de forzar la cadenas que lo mantenían inmóvil ― ― ¿Joseph? ¿El responsable de la muerte de los obreros de la fundidora? ― exclame comprendiendo. ― ¡Lo que yo les ofrecí fue la vida eterna! ― exclamo aquel sujeto mirándome con desprecio ― Pero este traidor se empeño en proteger a su pequeña comunidad de repugnantes humanos… ― ― ¡El no tiene nada que ver en todo aquello! ― exclamo Jasón. ― Eso y ano importa… ahora será diferente, nadie nos detendrá y lograre terminar lo que comencé hace tantos años… pero primero me voy a encargar de que nadie me estorbe amenazo dando un par de pasos hacia Jasón. ― Eso si yo se lo permito ― indique interponiéndome. ― ¿Tu? ― dijo mirándome incrédulo ― Pero si solo eres un simple humano incapaz de matar a una mosca ¿Qué puede hacer tú contra mí? ― rió tomándome por el cuello levantándome con extrema facilidad. Justo en ese momento apareció Janice, y de inmediato se acerco sujetando a Joseph. ― ¡Joseph! ― exclamo ― Prometiste que no lo lastimarías… ― le indico al ver que estaba dispuesto a terminar de una buena vez con mi vida. Joseph disminuyo la fuerza y me soltó, caí en el suelo tosiendo y respirando con dificultad. Janice se apresura a ayudarme. ― Así que viniste Mike… no creí que lo harías ― indico ayudándole a incorporarme. ― Y yo no pensé que faltarías nuevamente a tu palabra… habíamos acordado un trueque, supongo que en parte la culpa es mía, por seguir confiando en ti ― dije. ― El trato sigue en pie… ― dijo la chica.


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― El trato era mi vida por la de Jasón ― indique ― Y no creo que Joseph tenga la menor intención de dejarlo libre… ― señale. Janice se volvió a mirarlo expectante. ― No es un simple humano ― explico Janice tratando de convencer a Joseph al ver que aun dudaba de cumplir el pacto que había hecho ― puede sernos de gran utilidad una vez que sea uno de los nuestros… ― Joseph me observo como si me estudiara, entonces me pude dar cuenta que estaba tratando de entremeterse en mi cabeza. Hice hasta lo imposible por impedírselo. ― Ya veo… ― dijo dándose cuenta que las palabras de Janice eran ciertas ― Ahora entiendo el porque Charles esta tan interesado en ti… así que parecer ser que la leyenda era cierta ― dijo mirándome con descarado interés. ― ¿De que están hablando? ― los cuestione sin poder comprender a que se refería. ― ¡El no es lo que tu crees! ― exclamo Jasón, al parecer el si había comprendido aquello. ― Es un puro… ― puntualizo Janice. Los mire desconcertado. ― Sangre limpia… que jamás se a mezclado, se dice que si un puro es convertido en vampiro nada ni nadie podrá detenerlo ― explico Joseph. ― ¿Entonces podemos quedárnoslo? ― pregunto Janice haciéndome sentir como si yo fuera algún tipo de mascota que ella deseaba poseer. ― Mi intención era continuar con mis planes… ― indico Joseph aun durativo ― pero la posibilidad de tener a un puro de nuestro lado suena aun mas tentadora… ― señalo visiblemente interesado. Sentí pánico al escuchar aquello, no podía permitir que Joseph hiciera algo en contra de los habitantes de West Hill, así que decidí sacarle un poco de provecho a aquello que habían mencionado. ― ¡No voy a permitir que le haga nada a la gente de este pueblo! ― Lo amenace, eche a correr hacia la ventana, el viento frió golpeo mi rostro, ambos parecieron comprender mis intenciones. ― ¡Mike! ― exclamo Jasón al darse cuenta ― No serias capaz de hacerlo… ― dijo Joseph aunque no pudo disimular la preocupación al darse cuenta que estaba dispuesto a saltar al vació. ― ¡Padre! ― exclamo Janice haciendo el intento de acercarse a mi ― podemos buscar otro sitio ― intervino ― Prometiste que si Mike


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aceptaba venir con nosotros darías tu venganza por terminada… míralo tu mismo, no habrá mayor castigo para Parker que le arrebates lo que mas quiere en este mundo ― señalo atenta a los esfuerzos de Jasón para liberarse ― Además es un puro… ¡Padre te lo suplico! ― ― ¿Qué decides Joseph? ― lo cuestione dando un paso mas cerca de la orilla ― Dejaras en paz a Jasón y a todos los habitantes de West Hill, a cambio me iré con ustedes sin poner la menor resistencia y podrán hacer conmigo lo que mejor les convenga ― ― ¡Mike no lo hagas! ― exclamo Jasón sin poder creer que estuviéramos llevando aquel trueque. Joseph pareció meditar por un instante las palabras de la chica al darse cuenta de la desesperación de Jasón. ― Tal vez tengas razón… ― admitió aun con un dejo de duda ― Siempre has sido apegado a los humanos y por lo que he podido observar con este en especial pareces tener la mayor predilección… ― digo acercándose a Jasón quien lo miro con un odio que jamás había visto en sus ojos ― Además un Puro podría darnos mayores posibilidades de llevar a cabo los planes de extender nuestro clan ― puntualizo. Jasón exclamo maldiciones amenazando a Joseph pero este no hizo caso alguno a sus amenazas. ― Tu ganas muchacho… ― dijo mirándome ― Nos marcharemos de este pueblo y te convertiré en uno de los nuestros… a cambio de eso Charles vivirá el resto de la eternidad atormentado por tu muerte y conversión… una venganza perfecta ― indico satisfecho. ― ¡No te atrevas a aceptar semejante oferta Mike! ― exclamo Jasón desesperado. Janice pareció complacida con la decisión que había tomado su padre. ― Andando entonces… ― dije avanzando dándole la espalda a Jasón sin atreverme a mirarlo, sabia que de hacerlo no podría seguir adelante. Jasón grito nuevamente luchando con todas sus fuerzas tratando de liberarse. ― ¡Mike no lo hagas! ― exclamo al ver que comenzaba a avanzar tras Joseph. ― Es la única opción que nos queda Jasón ― dije. ― ¡No puedes hacer esto Mike! ― exclamo desesperado.


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― Recuerda lo que te pedí ― indique recordándole lo que debía hacer en caso de que nuestros planes salieran mal como finalmente había sucedido. ― ¡Mike! ― Grito a todo pulmón ― ¡Te juro que no voy a descansar hasta encontrarte y traerte de regreso! ― exclamo. Joseph, Janice y yo salimos de la habitación dejando a Jasón gritando a todo pulmón. Una vez en el exterior nos encaminamos a la parte posterior de la vieja fundición donde se encontraba aparcada una camioneta 4x4 a la cual me indicaron que subiera de inmediato, antes de hacerlo me detuve a cuestionarlos sobre el destino de Jasón. ― No pensaras que vamos a soltarlo… ― indico Janice conciente que de hacerlo Jasón no permitiría que me llevaran con ellos. ― Conozco a Charles ― indico Joseph refiriéndose a Jasón, al parecer prefería referirse a el con el nombre que este usaba la primera vez que se conocieron ― No tardara mucho en encontrar la forma de liberarse, para cuando lo haga estaremos lo suficientemente lejos. Nuevamente me apresuraron a subir al vehiculo, Janice subió al asiento del copiloto y Joseph abordo echando a andar de inmediato el vehiculo que rugió bajo nosotros anunciando nuestra partida, las luces delanteras iluminaron el camino mientras avanzábamos enfilándonos hacia la carretera, mire hacia atrás observando la oscura silueta de la fundidora Parker donde seguramente Jasón continuaba luchado por liberarse. Sabía que aquello era definitivo, aun no entendía bien cuales eran los planes de Joseph, no entendía bien aquello de referirse a que yo era un puro, lo único que entendía era que me daba cierta ventaja, lo único que me aliviaba era saber que mi sacrificio había salvado a Jasón y a mis amigos de tener que enfrentar el regreso de Joseph y sus planes de transformar West Hill y a sus habitantes en su clan y ejercito particular. Ahora lo único que me restaba era esperar, sabia que tarde o temprano tendría que cumplir la otra parte del trato y tendría que dejar que me transformaran en un ser como ellos, en un ser Eterno. La única opción que me quedaba era adelantar y terminar con mi vida antes de que lograran cumplir su cometido.


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30 LA BUSQUEDA Habían pasado cerca de dos meses desde que Mike se había marchado con Joseph y Janice. Hanna y Ted, quien un par de semanas atrás había salido finalmente del hospital y se había sumado a la búsqueda de su amigo, sin haber logrado aun mucho avance. Después de investigar un poco haban logrado descubrir que los tres habían tomado un avión con destino a Denver, Jasón se había pasado el ultimo mes fuera de West Hill tratando de seguir el rastro de Joseph peo no había tenido suerte. Parecía que se los había tragado la tierra. Aquella tarde Hanna había ido a visitar a Ted a su casa para llevarle las noticias de la última llamada de Jasón. ― ¿Entonces aun no saben nada? ― se lamento Ted al escuchar lo que Hanna le acababa de contar. ― No… lo peor de todo es que Jasón teme que sea demasiado tarde, han pasado mas de dos meses desde que se llevaron a Mike ― ― ¿Cree que ya sea uno de ellos? ― Inquirió Ted sin poder disimular su preocupación. ― Según él su plan era convertirlo… aunque aun guarda la esperanza de que todavía no lo hagan ― explico Hanna. Los dos chico aguardaron silencio, aquellos últimos meses habían sido una total pesadilla, lo mas difícil había sido tener que explicarle a la madre de Mike el motivo de la desaparición de su hijo. La Sra. Stevenson había sufrido mucho al enterarse que Mike había desaparecido un día después de que ella y Jeff se habían marchado a New York, de inmediato tomaron el primer vuelo de regreso sin poder creer que todo aquello hubiera pasado tan rápido. Y lo peor de todo aquello era el hecho de no poder decirle la verdad: que su hijo había sido secuestrado por un vampiro. Durante los pocos días que Jasón pasaba en West Hill cuando no estaba buscando a Mike por todos los lugares en los cuales encontraba en menor indicio de la presencia de vampiros, se pasaba la mayor parte del tiempo con la madre de Mike. Para la Sra. Stevenson había sido un gran consuelo contar con el apoyo de Jasón, Hanna y Ted quienes se esforzaban en mantenerla optimista de que Mike no tardaría en aparecer aunque ellos mismos sabían que quizás aquello jamás sucedería. También temblaban con la idea de encontrarlo, cuando ya fuera demasiado tarde. ― ¿Cuándo regresa Jasón? ― pregunto Ted tocándose la cicatriz que había le había quedado producto del ataque de Janice.


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― ¿Aun te duele? ― Lo cuestiono Hanna al darse cuenta. ― No… solo me pregunto si no hubiera sido mejor haberme convertido ― índico. Hanna pareció sorprendida de las palabras de su amigo. ― ¿De que estas hablando? ― pregunto incrédula ante las palabras de Ted. ― Creo que seria de mas ayuda teniendo las habilidades de eso… ― iba a decir fenómenos pero se atrevió ― de esos seres ― puntualizo. ― ¡No digas tonterías! ― exclamo Hanna sintiendo un escalofrió solo de imaginar lo que seria ver a Ted o al propio Mike convertidos en un ser como Joseph, sediento, cruel y sin el menor dejo de compasión o humanidad. ― ¿Crees que algún día podamos encontrarlo? ― pregunto ted sin albergar muchas esperanzas. ― Espero que si… ojala y cuando lo hagamos siga siendo el mismo… ― puntualizo. Jasón les había explicado un poco después de haber comenzado la búsqueda de Mike lo que le sucedía a un ser humano que era convertido en vampiro, sabían que Mike podría andar por ahí, sin saber quien era o sin siquiera recordar que un día había tenido familia y amigos, ni siquiera que había vivido en West Hill. ― Lo vamos a encontrar… ― indico Ted al darse cuenta del semblante preocupado de Hanna ― Veras que Jasón lograra dar con el y todo volverá a ser igual que antes ― Hanna abrazo a Ted, aquella situación los había unido más. ― Tengo que irme ― dijo Hanna disponiéndose a marcharse ― Quede de ir a ver a la madre de Mike ― ― Salúdala de mi parte ― le pidió Ted. Hanna salio de la casa de su amigo y se encamino a la casa de Mike. Por un momento trato de imaginar donde se encontraba su amigo, habían pasado semanas enteras buscándolo sin poder encontrar ni una pequeña pista que les permitiera dar con su paradero y no podía evitar a veces perder las esperanzas de que algún día lo volvería a ver. Sabia que Jasón también se encontraba desesperado, aun no podía sacar de su mente la imagen de Jasón, envuelto en lágrimas desesperado después de haber logrado escapar de la fundidora Parker donde Joseph lo había dejado después de llevarse consigo a su mejor amigo. Desde entonces no había parado de buscarlo sin dejar piedra sin voltear, a veces, cuando parecía estar cerca de dar con su paradero parecía recuperar un poco de la confianza que


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había perdido pero al darse cuenta de que había seguido un rastro falso volvía a sumirse en la tristeza. La situación de la madre de Mike no era muy diferente de la de Jasón, la mujer había quedado destrozada después de enterarse de la desaparición de su hijo, había tomado el primer vuelo de regreso y había acudido de inmediato a la policía, aunque poco fue lo que pudieron hacer para ayudarla. Joseph había sido muy cuidadoso, había tenido la precaución de hacer que Mike escribiera una carta en la que explicaba que había decidido huir de casa, por supuesto aquello era falso, se habían llevado un poco de ropa y el pasaporte de Mike, lo cual les facilito moverse sin necesidad de usar documentación falsa lo cual los habría delatado. La policía había sido muy clara al decir que la desaparición de Mike no había sido un secuestro, para ellos solo era otro chico desorientado que había decidido escapar de casa. Aquello estaba muy lejos de la realidad. Mike se había sacrificado por salvar a su amigo, por devolverles la paz a sus amigos y por evitar que Joseph retomara sus planes y tomara a West Hill como su centro de diversión personal. Pero nadie aparte de sus amigos lo sabían. Un par de meses más pasaron. Jasón no había parado de buscar a Mike pero ahora pasaba la mayor parte del tiempo fuera de West Hill, en cada aeropuerto hasta donde las escasas pistas de la presencia de Joseph lo llevaban, en cada ciudad donde había indicio de actividad relacionada con vampiros. Pero hasta ahora no había logrado siquiera acercarse un poco a saber sobre Mike y lo que había sucedido con el después de haberse marchado del pueblo. Un sábado por la tarde Ted y Hanna llegaron a la casa Parker después de recibir la llamada de Ruth avisándoles que Jasón había regresado después de haber estado tras una pista que lo había llevado hasta San Francisco. Parecía haber buenas noticias. ― ¿Lo encontraste? ― Lo cuestiono Hanna una vez que estuvieron los cuatro sentados en la sala de la casa Parker mientras Eidrian jugaba ajeno a lo que sucedía. Jasón negó con la cabeza. ― Contrate un investigador privado en cuanto llegue a San Francisco ― comenzó a narrar Jasón, parecía muy cansado después de este ultimo viaje, los tres estaban consignes de lo difícil que


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debía ser conseguir alimentarse durante sus viajes, el chico parecía mas delgado de lo que debía estar. ― ¿Y? ― pregunto Ted expectante. Jasón extrajo un sobre de la bolsa de su chaqueta y se lo entrego a Hanna quien de inmediato se apresuro a sacar su contenido. En su interior había algunas fotos, los ojos de Hanna y Ted se abrieron como platos por la sorpresa. ― ¡Es Mike! ― exclamo la chica al ver que en ellas parecía un chico muy parecido a su amigo, aunque en realidad parecía un tanto diferente a como lo recordaban, se había cortado el cabello casi a rape y su mirada se había endurecido. Pero sin duda aquel chico que parecía caminando por las calles de San Francisco tenia que ser Mike. ― ¿Entonces esta en San Francisco? ― inquirió Ruth mirando también las fotografías. Jasón no paresia entusiasmado a pesar de haber encontrado a Mike y so no paso desapercibido para ninguno de los presentes. ― ¿Por qué no lo has traído contigo? ― lo cuestiono Hanna. ― Porque ese que ven en las fotografías no es Mike… ― indico Jasón sorprendiendo a todos con su respuesta. ― Es obvio que esta un poco cambiado pero no hay duda que se trata de el… míralo ― indico Hanna. ― No entiendes… cuando me refiero a que no es el no quiero decir que no se trate de Mike… si no… ― Jasón bajo la mirada sin poder continuar. ― Ya lo hicieron ― índico Ted comprendiendo finalmente a lo que se refería Jasón. ― ¡Dios mió! ― exclamo Ruth dejando caer las fotografías sobre la mesa cubriéndose el rostro con las manos. ― Entonces es demasiado tarde… ― musito Hanna entendiendo finalmente. Mike había sido convertido finalmente. ― ¿Qué vamos a hacer ahora? ― pregunto Ruth mirando a Jasón expectante. ― El no recuerda nada… ― comenzó a explicar Jasón, parecía muy afectado. ― ¿Has hablado con el? ― lo cuestiono Ted. Jasón movió la cabeza afirmativamente.


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― No me ha reconocido… ― indico ― Aunque de inmediato se dio cuenta que soy un vampiro… ― ― ¿Pudiste averiguar si aun esta con Joseph o Janice? ― ― Trate de indagar un poco… pero las barreras mentales de Mike han aumentado ahora que es un… ahora que lo han convertido ― explico ― Pero el sabe quien soy yo ― puntualizo. ― Leyó tu mente ― dijo Hanna, durante el tiempo que había pasado había aprendido algunas cosas sobre los vampiros y sus habilidades. ― Lo extrajo todo de mis recuerdos y pensamientos con tal facilidad que solo le costo un minuto saber todo lo que había ocurrido. ― ¿Y como reacciono? ― ― En realidad para el no significa mucho… ha comenzado una vida nueva, por fortuna no compartió los ideales de Joseph ni sus ideales de formar un ejercito como ellos lo esperaban… ― indico. ― ¿Entonces? ― ― Lo mato… ― índico Jasón Aquella revelación pasmo a todos. Aunque no pudieron evitar sentirse aliviados de saber que Joseph había dejado de existir. ― ¡Bien merecido que se lo tiene! ― exclamo Ted feliz de escuchar aquello. ― ¿Y Janice? ― pregunto Hanna conciente que ella debía hacer sido la responsable de que Mike fuera ahora un vampiro. ― Ella aun esta con el… pero por fortuna no me vio ni supo que estuvimos juntos… ― ― Y entonces ¿Qué vamos a hacer? ― pregunto Ted a sabiendas de que aquello complicaba aun mas las cosas. ― Le propuse regresar… ― índico Jasón Todos parecieron emocionados al escuchar aquello. ―…pero no acepto ― puntualizo Jasón. El desanimo fue general. ― Le hablaste de su madre… ― índico Hanna creyendo que aquello podría persuadirlo. ― En parte por eso no quiere regresar… el dice que el hijo que ella esta esperando a dejado de existir y en parte tiene razón… Mike ya no es el mismo que todos nosotros conocimos, en cuanto pusiera un pie en West Hill cualquiera podría decirle a la Sra. Stevenson que Mike ha vuelto y no podremos explicarle el hecho de que el no recuerde absolutamente nada de su vida, además, también debemos tomas en cuenta que sus hábitos ahora han cambiado… ― señalo. ― Quieres decir que el ahora… ¿Bebe sangre? ― Hanna pareció horrorizada.


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― Por fortuna Mike parece haber decidido optar por alimentarse de un modo mas… discreto ― señalo. ― Eso indica que no es un ser salvaje… ¿No es así? ― Jasón asintió. ― Mike tiene un control sorprendente sobre sus instintos ― explico Jasón ― Y capacidades aun mas desarrolladas que las de cualquier vampiro común... ― ― Es por lo que mencionaste… ― señalo Hanna ― ¿Eso de que Mike era un ser de sangre Pura? ― ― Si… ― Jasón parecía saber más sobre aquello pero hasta entonces se había portado renuente a contarles más al respecto. ― Pero entonces… ¿Eso quiere decir que nunca lo volveremos a ver? ― pregunto Ted desesperanzado. ― Me a pedido que regrese a San Francisco… ― explico Jasón un tanto mas optimista ― Esta muy interesado en conocer sobre su vida, sobre su pasado antes de convertirse… ― ― ¿Eso quiere decir que aun queda la posibilidad de que reconsidere su decisión y regrese? ― alego Ruth animada. ― No quiero albergar falsas esperanzas… pero he decidido volver a San Francisco y dejarlo conocer un poco de su pasado y así poder estar cerca de el hasta que finalmente decida algo ― indico. ― ¿Podemos ir contigo? ― lo cuestiono Ted. ― Para su sorpresa Jasón respondió afirmativamente. ― El mismo me ha pedido que los lleve, le conté que estaban al tanto de lo que había ocurrido y esta muy interesado en conocerlos ― indico. ― ¿Cuando piensas volver a verlo? ― pregunto Hanna emocionada. ― El fin de semana… solo que hay un problema ― indico Jasón creyendo prudente mencionarles aquello que el mismo había encontrado el único problema de haber encontrado a Mike ― ― ¿Problema? ― ― Janice… tendremos que aceptar que ella esta con Mike… ― ― ¿Estas diciéndome que tendremos que soportar a “esa” después de que fue la principal responsable de que hallamos perdido a Mike? ― reacciona Hanna incrédula ― ¡No puedes pedirnos eso! ― ― Hanna… ― dijo Ted tratando de tranquilizar un poco a su amiga. ― Es la única manera que estemos cerca de Mike… de otra forma tendremos que hacernos a la idea de que lo hemos perdido para siempre ― puntualizo Jasón. Hanna pareció considerar mejor las cosas, lo que en ese momento importaba era que por fin después de tantos meses de búsqueda habían encontrado a Mike, no iba a perder la oportunidad de verlo nuevamente, a pesar de Janice.


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― Esta bien… ― asedio finalmente. ― ¿Cómo creen que lo tome Janice cuando sepa que hemos encontrado a Mike? ― pregunto Ted conciente de que aquello no le encantaría a la chica. ― Por lo que entiendo Janice hace lo que Mike le ordena… se ha convertido en algo así como su ― Jasón pareció no encontrar el adjetivo correcto. ― Su compañera ― puntualizo Ruth. Los tres chicos pusieron mala cara al escuchar aquello. ― Es mejor que descanses ― sugirió la anciana al darse cuenta de lo débil que estaba Jasón después de un viaje tan largo que había realizado ― Ted y Hanna hicieron un viaje al hospital y lograron conectar a George, por si necesitas alimentarte ― indico. Jasón miro a Ted y a Hanna. ― Gracias ― musito. Un rato después los dos chicos se despidieron dispuestos a marcharse a casa, faltaban dos días para emprender el viaje a San Francisco, no podían sentirse emocionados de poder volver a ver a Mike, aunque estaban concientes de que el los había olvidado por completo. Aun así las siguientes cuarenta y ocho horas les parecieron una larga espera. Jasón había decidido que era mejor que únicamente Hanna y Ted lo acompañaran, era muy peligroso llevar a Eidrian a un viaje tan largo, por lo que Ruth se ofreció a permanecer con el en casa. A pesar de ya haber visto a Mike, Jasón no podía evitar sentirse emocionado de que en solo un par de días estaría nuevamente con su amigo, a pesar de que este no recordaba nada de su pasado ni de lo que habían vivido juntos en el corto tiempo que había durado su amistad.


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31 EL ENCUENTRO El sábado por la mañana Jasón, Hanna y Ted abordaron muy temprano el avión a San Francisco. Ninguno podía ocular su nerviosismo, finalmente después de meses de espera estarían nuevamente con su amigo, con aquel al que habían dado por perdido después haberlo buscado por cielo, mar y tierra. ― ¿Temes que se haya marchado? ― pregunto Hanna al notar que Jasón parecía el más nervioso de los tres a pesar de haber estado ya con Mike. ― No, el no tiene ningún motivo para seguir huyendo ― señalo aunque no plenamente convencido ― Los meses que paso huyendo se debió a que Joseph aun seguía vivo y el aun estaba muy débil para poder hacer algo para evitar que se lo llevaran ― Hanna creyó que aquella era una buena oportunidad para preguntarle aquello que no había podido la tarde en que Jasón les había anunciado que había encontrado a Mike. ― ¿Te dijo porque decidió matarlo? ― pregunto la chica con temor, la idea de que las manos de Mike estuvieran manchadas de sangre le horrorizaba, a pesar de tratarse de la sangre de un vampiro. ― Joseph pensó que seria fácil controlar a Mike para lograr sus propósitos ― señalo Jasón ― Jamás contó con que Mike no se había convertido en un vampiro común y corriente, en realidad jamás tomo en cuenta que estaba cavando su propia tumba al convertir a Mike en uno de los nuestro ― indico. ― ¿Joseph fue el que lo transformo? ― pregunto Hanna. ― No... fue Janice ― indico. Hanna no pudo evitar sentir un profundo odio hacia ella, no estaba segur a de poder mantener la calma cuando la tuviera enfrente, mas aun sabiendo que ella era la responsable de que Mike fuera ahora un vampiro. ― ¿Eso quiere decir que Mike sigue siendo uno de los buenos? ― pregunto Hanna. ― Hay algo que debes comprender Hanna… ― comenzó a explicar Jasón, había considerado que lo mejor era ser completamente sincero con la chica, así evitaría que esta sufriera una desilusión al esperar encontrar a el amigo que había perdido. ― Lo se… Mike ya no es el mismo chico que todos conocimos ― indico comprendiendo a que se refería Jasón. ― Va mas allá de eso… por cierto, el ya no se llama Michael ― indico a sabiendas de que aun no les hablaba de aquel detalle.


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― Era de suponerse que había cambiado de nombre ― admitió Hanna consiente de que durante la búsqueda habían ya considerado aquella posibilidad ― Espero que haya elegido uno que le valla bien ― bromeo. Jasón sonrió al escuchar las palabras de la chica. ― ¿Piensas decírmelo o no? Lo cuestiono Hanna expectante de saber el nuevo nombre de su amigo. ― Jack ― revelo Jasón. Hanna pareció sorprendida. ― ¿Pensé que habías dicho que no recordaba nada de su vida pasada? ― consiente de lo que aquel nombre significaba. ― El también se sorprendió al enterarse que había escogido el nombre de su mejor amigo… ― indico Jasón ― ¿Sabe lo que le sucedió a Jack? ― pregunto la chica. Jasón negó con la cabeza. ― Tampoco sabe que Janice es la responsable de la muerte de Jack, creo que es mejor que por el momento no lo sepa ― aquello sonó más como una advertencia que como una sugerencia. ― ¡Pero eso podría ayudar a que se decida a dejar a Janice! ― alego Hanna consiente de que ella haya sido la responsable de la muerte de Jack. ― Se lo diremos cuando considere que sea el momento adecuado… ― indico Jasón sin dar señal de querer cambiar de opinión al respecto ― Ahora lo importante es convencer a Mike… a Jack de que vuelva con nosotros a West Hill, si es necesario que venga Janice con él tendremos que aceptarlo ― advirtió. La idea no pareció gustarle mucho a Hanna pero prefirió no protestar. Aun así no dejo de hacer patente la opinión que tenia al respecto. ― Le tienes demasiadas consideraciones a esa tipa… ― indico Hanna ― No entiendo porque no le guardas ningún rencor después de que fue ella la principal responsable de todo esto ― ― En su momento saldare cuentas con ella… ― sentencio Jasón tornando su semblante en una mueca llena de odio. Faltaba poco tiempo para aterrizar finalmente en San Francisco, cada segundo aumentaba la expectación y el nerviosismo consientes de que pronto se encontraría nuevamente con su amigo. Una vez que se encontraron en el aeropuerto Hanna se disponía a cuestionar a Jasón sobre como llegarían con Mike pero no tubo que


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hacerlo, en la salida los esperaba un hombre a lado de una limusina. De inmediato abrió la cajuela para que pudieran subir su equipaje y les solicito que abordaran para llevarlos a la Mansión Uris. ― Mike administra la fortuna de Joseph… ― explico Jasón al ver las miradas de incomprensión de Hanna y Ted ― Al parecer Mike se convirtió en uno de los hombres mas ricos de este país… ― indico. ― ¡Pues valla que ha tenido suerte! ― exclamo Ted sin pensar. Hanna lo miro molesta por su comentario. ― Lo siento… ― se apresuro a decir Ted. ― En parte tiene razón… ― indico Jasón ― Jack ha hecho muy buen uso de los recursos que Joseph había estado acumulando para lograr sus planes… ― explico ― Se ha dedicado a hacer grandes donaciones a diferentes obras benéficas… por supuesto todas ellas las ha realizado en secreto ocultando su identidad ― ― Eso suena al Mike que todos conocemos ― apunto Ted emocionado de conocer aquello ― El siempre se preocupaba por los demás, ahora puede hacer cosas que antes no podía ― Ted seguía evidenciando que creía que aquello que le había pasado a Mike no era del todo malo. ― Pero ha tenido que pagar un precio muy alto… no solo se sacrifico par salvarnos a todos, tuvo que renunciar a su vida y ahora no recuerda quien fue ni a sus seres queridos… me parece injusto ― señalo Hanna molesta por los comentarios del chico. ― De cualquier forma no hay nada que hacer al respecto ― intervino Jasón ― Al menos debemos sentirnos felices de que Mike siga siendo un buen sujeto, eso nos ayudara cuando tratemos de convencerlo de volver con su madre, por lo menos para que ella vuelva a estar tranquila ― ― Entonces si trataremos de convencerlo de que regrese ― indago Ted. ― Ese es el plan ― ― Janice no estará muy contenta ― ― Ya nos encargaremos de ella ― musito Hanna. Jasón y Ted la miraron sorprendidos por su comentario. ― Claro, si es que trata de impedir que Mike regrese con nosotros ― puntualizo ― Por favor Hanna ― indico Jasón consiente de que la chica sentía una gran antipatía por Janice ― Tenemos que ser prudentes ― le sugirió. ― Lo seré… ― fue tolo que la chica atino a decir. Un rato después la enorme limusina negra se detuvo frente un enorme edificio de cristal, los tres jóvenes descendieron del vehiculo y fueron recibidos por un sujeto que les sonreía complacido.


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― Sean bienvenidos ― exclamo estrechando efusivamente las manos de los jóvenes ― Permítanme que me presente, mi nombre es Bandino, el Sr. Uris me pidió que los recibiera, el ha tenido que atender algunos negocios pero se reunirá con ustedes a la hora de la comida ― indico ― me ha pedido que se instalen y se pongan cómodos mientras lo esperan ― dijo encaminándolos al interior del edificio. Aquel sitio era a todo lujo, por supuesto el sujeto que los había recibido les explico que solo era una de las muchas propiedades de la familia Uris en San Francisco, los cuatro abordaron el elevador y de inmediato ascendieron al Penhause, ahí se llevaron la primer sorpresa desagradable de aquel día. Janice los miro con disimulado desden en cuanto los vio entrar. ― Janice… ― dijo Jasón con un tono disimulado de desagrado. ― No creí que fuera cierto… pero veo que me he equivocado ― dijo esta avanzando hacia ellos ― Puedes retirarte Bandino ― dijo despidiendo al sujeto que los había llevado hasta aquel sitio. El hombre entro nuevamente al elevador dejando a los recién llegados solos con Janice. ― Si vienen a recuperar a su amigo han llegado demasiado tarde ― puntualizo la chica irónica ― Jack ahora es uno de los nuestros… ― puntualizo. Hanna estuvo a punto de decir algo pero Jasón la detuvo. ― Dame una buena razón para no matarte ahora mismo… ― dijo acercándose a Janice amenazadoramente mirándola con odio. ― El jamás te lo perdonaría… soy lo único que tiene, me he convertido en parte importante de su vida y tu lo sabes ― señalo confiada. Jasón apretó los dientes tratando de ahogar la cólera que sentía. ― Mike tarde o temprano se dará cuenta de la clase de alimaña que eres y te despreciara tanto que terminara matándote con sus propias manos ― amenazo Jasón. Janice pareció asustada por las palabras de Jasón pero de inmediato recupero el aire de suficiencia que la caracterizaba. ― ¡Mike ya no existe estupido! ― exclamo molesta ― Ahora Jack y yo estamos juntos para siempre… nada ni nadie nos va a poder separar ―


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Esta vez Hanna no pudo contenerse y se lanzo sobre la chica. ― ¡Eso lo veremos! ― exclamo a la vez que soltaba una bofetada que impacto en el rostro de Janice quien se quedo pasmada. Ted se apresuro a sujetar a la chica. De repente una voz tras de ellos los izo detener aquella pelea. ― ¿Qué sucede aquí? ― pregunto una voz a sus espaldas. Los tres se volvieron encontrándose con la figura del chico que acababa de salir del elevador. Ahí frente a ellos se encontraba Mike, lo que Jasón les había dicho era cierto, aquel ya no era mas el chico que todos recordaban, su voz se había transformado casi totalmente abandonando la calidez que la caracterizaba, su piel lucia pálida, casi marfilezca, y sus ojos, aquello era el primer detalle que Jack y Hanna habían notado, su mirada se había tornado profunda, destellaban como si fueran dos esmeraldas. ― Jack ― se apresuro Janice a correr al lado del chico tomándolo del brazo ― No me informaste que tendríamos visitas… ― le recrimino. ― Déjanos solos… ― aquello mas que una petición fue una orden. Janice pareció muy ofendida por la manera en que Jack la trataba, más al encontrarse frente a Jasón y los demás pero no se atrevió a desobedecer y de inmediato se encamino al elevador desapareciendo al cerrarse las puertas tras ella. Jack avanzo mirando a Ted y a Hanna como si tratara de recordarlos. ― Jack Uris ― dijo extendiéndole el saludo a Hanna quien lo miraba sin poder evitar mostrarse sorprendida La chica no pudo contener sus ímpetus y se abalanzo sobre el chico sin importarle que este no correspondiera a su abrazo. ― Mike ― sollozo la chica emocionada. El chico permaneció impávido sin demostrar reacción alguna mirando a la chica. ― Preferiría que no me llamaran de ese modo ― indique escucharla llamarme por aquel nombre.

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― ¿De verdad no recuerdas nada? ― Lo cuestiono Hanna soltándolo al escuchar aquello, no pudo evitar sentir un escalofrió al darse cuenta que abrazar a Mike era como hacerlo con un bloque de hielo, su cuerpo había perdido la calidez dando paso a la frialdad de la muerte. ― No… ya se lo he explicado a Jasón ― puntualizo ― Lo lamento ― se disculpo el chico ― Tu debes ser Ted… ― saludo al chico quien lo miraba como si tratara de convencerse que aquel que tenia frente a el era en realidad su amigo ― Pasen ― dijo invitándolos a tomar asiento sin mostrar el mas mínimo rasgo de emoción o cualquier otro sentimiento. Los cuatro tomaron asiento. ― Estoy muy interesado en conocer mi pasado... ― comencé a explicar ― Necesito saber quien fui antes de ser… lo que soy ― ― Para eso estamos aquí… ― puntualizo Jasón. ― Quiero ser muy claro con ustedes… ― continuo ― Eso no quiere decir que tenga le menor intención de volver ni de retomar mi vida anterior… ― aquello lo dijo con un tono que denotaba total determinación. ― ¿Ni siquiera por tu madre? ― se apresuro Hanna a cuestionarlo. ― En especial por ella… ― musito el chico. Hanna se levanto y se acerco a Jack y se apresuro a tomar sus manos entre las de ella, el frió tacto del chico volvía a estremecerla. ― Ella ha sufrido mucho desde que se entero que habías desaparecido Mike… ― ― Ya te dije que no me llames así ― volvió a corregirla el chico. ― ¡Me importa un comino lo que me hayas pedido! ― exploto Hanna ― ¡Para mi y para todos nosotros siempre serás Mike! ― Índico ― ¿No te das cuenta? Estas viviendo con la responsable de que te hayas convertido en… esto ― le dijo tratando de hacerlo entrar en razón ― Estas viviendo con la asesina de Jack… ¡Con la asesina de tu mejor amigo! ― Jasón se apresuro tratar de calamar un poco a la chica. ― Janice ha sido muy buena conmigo ― explico Jasón con toda la tranquilidad del mundo ― Pero tengo entendido que la decisión de venir con ellos fue mía ¿No así? ― dijo cuestionando a Jasón. ― Si… pero te viste obligado ― puntualizo. ― Aun así… fue mi decisión y si decidí hacer esto fue porque estaba conciente de lo que estaba haciendo y de las consecuencias que esto atraería ― ― No puedes estar hablando en serio ― dijoTed interviniendo por primera vez en aquella plática.


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― Fui muy claro cuando le explique a Jasón que lo único que quería era saber quien había sido Michel Stevenson… si están dispuestos a ayudarme a hacerlo son bienvenidos a quedarse, de lo contrario pueden regresar por donde vinieron ― La actitud del chico los dejo perplejos. Ninguno de ellos alcanzaba a comprender el porque de la actitud del chico, aun así ninguno se atrevió a marcharse. ― Esta bien…― dijo Hanna ― ¿Que hay de Janice? ― ― ¿Qué con ella? ― pregunto Mike. ― ¿Porque no la mataste como lo hiciste con Joseph? ― agrego Ted comprendiendo a que se refería Hanna. ― Porque yo no he matado a Joseph…― revelo este ― A sido la propia Janice la que termino con el… ― Los tres amigos parecieron sorprendidos de saber eso. ― ¿Janice mato a Joseph? ― pregunto Jasón quien también estaba desconcertado. ― Si… ― ― Debes estar bromeando ― índico Hanna incrédula. ― Es mejor que dejemos esta platica para después ― indico Mike poniéndose de pie ― Tengo algunos asuntos que atender y ustedes deben de estar cansados por el viaje… los veré durante la cena y para ti ― dijo dirigiéndose esta vez a Jasón ― he dispuesto que te proporcionen lo que necesites, se te ve bastante desmejorado y supongo que eso se debe a que no has tenido el tiempo necesario para alimentarte como es debido ― indico. ― Gracias… ― fue lo único que atino a decir. Mike avanzo nuevamente hacia el elevador dispuesto a marcharse no sin antes recordarles que todo el personal del edificio estaba a su disposición, un momento después el mismo sujeto que antes los había recibido los condujo a sus habitaciones. Los tres chicos estaban muy confundidos, estaban concientes de que su amigo había sufrido una enorme transformación pero jamás imaginaron que ahora estuviera tan arraigado a Janice. Sabían que seria muy difícil, por no decir, imposible convencer a Mike de volver a West Hill, sin embargo no estaban dispuestos a darse por vencidos tan fácilmente.


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32 RECUERDOS Hanna miraba por la ventana la majestuosa ciudad de San Francisco, sin embargo mas que disfrutar de la vista pensaba en la forma en que los había tratado Mike a su llegada, le era tan difícil creer que aquel sujeto tan frió y distante fuera el amigo al que habían estado buscando tan arduamente durante los últimos veces con la ilusión de encontrarlo sano y salvo, una lagrima escapo escurriéndose por su mejilla producto del dolor de darse cuenta de que a pesar de sus esfuerzos habían llegado demasiado tarde, no pudo evitar sentirse mal constatar que no quedaba ni un solo rastro de Mike Stevenson. Ahora solo existía el ser inmortal en que Janice lo había convertido. ― Janice… ― dijo para si apretando los puños con furia, no podía evitar hacer aquello cada vez que recordaba que ella era la principal culpable de que ahora se encontraran en aquella situación. Repentinamente el sonido de la puesta saco a la chica de sus pensamientos. ― Adelante ― indico la chica limpiándose el rostro con el dorso de la mano. Al volverse me miro sorprendida de mi presencia. ― Espero que la habitación haya sido de tu agrado ― dije mirándola con atención, Hanna sabia lo que significaba aquella mirada, era la misma que ponía Jasón cuando trataba de leer lo que pensaba. ― Desearía tener la capacidad de poner una barrera para que evitaras hacer eso ― indico con un dejo de tristeza en su voz acercándose hacia mi ― preferiría que no hurgaras en mi mente, sobre todo ahora que hay tanta confusión en ella ― indico. ― Lo Siento ― me disculpe apenado ― Venia a visarte que la cena esta lista ― le indique haciendo el intento de marcharme pero Hanna me detuvo antes de poder hacerlo. ― Espera… ― exclamo en un tono poco más que implorante. Hanna se acerco y comenzó a observarme con detenimiento, entonces pude darme cuenta de que en realidad parecía bastante afligida. ― ¿Lloraste? ― la cuestione al darme cuenta que tenia los ojos enrojecidos, ni siquiera tuve que hacer uso de mis habilidades, era


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mas que obvio que la chica estaba bastante afligida y supuse que se debía a aquella situación. ― No es nada… ― se apresuro. ― Es por lo que esta sucediendo… por mi ¿No es así? ― la cuestione.

Hanna no se atrevió a responderme. ― Todos tenemos un destino Hanna… este era el míos puntualice tratando de hacerle comprender un poco las cosas a sabiendas de que ella era la mas renuente a aceptar que ahora era un vampiro. ― ¡Es que no debió ser así Mike! ¡Debiste darnos tiempo! ― exclamo la chica sin poder controlarse ― Te sacrificaste y ahora… Mike ¿No te das cuenta? Te necesitamos… ― musito, el llanto ahogo sus palabras impidiéndole continuar. Me acerque a ella y la abrace tratando de calmarla un poco, permanecido así unos cuantos minutos hasta que finalmente pareció recobrar nuevamente la calma, Hanna levanto la mirada y me observo detenidamente por un instante. ― Tu sigues siendo Mike Stevenson… ― musito. ― Te equivocas ― indique soltándola, sin embargo esta vez fue ella quien me sujeto impidiéndome alejarme. ― Es indudable que has cambiado… ― prosiguió ― la palidez ― indico pasando la lema de sus dedos por mi rostro ― el frió… ― agrego a la vez que tomaba mi mano entre las suyas y la acercaba a su rostro ― aun, a pesar de todo podría decirse que sigues siendo el mismo, pero en el interior… ― hizo una pausa ― eres una persona completamente diferente ― puntualizo recargando su cabeza sobre mi pecho. ― Lo soy ― indique algo incomodo por la cercanía de la chica. Esta pareció darse cuenta y me soltó finalmente. ― ¿Por qué decidiste usar el nombre de Jack? ― Me cuestiono mirándome en espera de mi reacción a aquella pregunta. De inmediata comprendí a donde quería llegar con aquella pregunta. ― No lo se… simplemente necesitaba un nombre y fue el primero que se me ocurrió…― confesé. ― ¿Janice no te ha contado nada? ― me cuestiono intrigada ― Supongo que le sorprendió tanto como a nosotros que eligieras ese nombre en particular ― puntualizo. Moví la cabeza afirmativamente.


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― Si, se sorprendió bastante… ― indique. ― Te dijo algo sobre lo que significaba ese nombre en tu vida… ― prosiguió interesada por saber aquello En realidad prefería no tocar aquel tema pero supuse que era preferible dejar claro de una buena vez aquel asunto, tarde o temprano tendría que hacerlo. ― No fue Janice sino Jasón quien me hablo sobre mi amistad con Jack y lo que le sucedió ― indique, aquel había sido el argumento que había sudado Parker al persuadirme de abandonar a Janice y estaba seguro que Hanna estaba apunto de hacer lo mismo. ― ¿Te dijo quien lo mato? ― inquirió expectante. ― Si, estoy consciente de que fue Janice… ― puntualice. La mirada de la chica cambio completamente al darse cuenta de que conocía aquel detalle y de inmediato se apresuro a recriminarme. ― Y si es así ¿Como puedes seguir a su lado? ― me recrimino desconcertada ― ¡Esa mujer es una asesina! ― exclamo con un dejo de odio en su voz ― ¿Acaso no te importa? ― Me cuestiono ― Janice mato a Jack… tu mejor amigo ― dijo haciendo énfasis en esto ultimo ― ¿Acaso eso no significa nada para ti? ― alego. Como supuse Hanna tuvo la misma reacción que Jasón al saber aquello, sabia que seria inútil tratar de explicárselo, por lo cual decidí que era mejor no continuar con aquella platica he hice el intento de marcharme nuevamente. ― Es mejor que dejemos el tema Hanna… ― indique haciendo el intento de abandonar la habitación pero Hanna se interpuso frente a la salida para impedírmelo. ― No, no podemos dejarlo… ― puntualizo ― Estas viviendo con la asesina de tu mejor amigo ― ― Entiéndelo de una buena vez, yo he dejado de ser Mike… ― le recordé. ― Jack era tu amigo Mike… te guste o no un día tu fuiste Michael Stevenson y eso no lo cambiara nada… ni siquiera esto ― señalo ― Tienes que dejarla Mike… ella es una mala persona, ayudo a Joseph para que todos cayéramos en su trampa… ella es tan culpable de esto como el mismo Joseph ― agrego tratando de hacerme entrar en razón. ― No puedo dejarla… - puntualice ― ahora es lo único que tengo ― Hanna pareció no dar crédito a mis palabras. ― ¿De que estas hablando? ― reacciono molesta ― Nos tienes a nosotros, la oportunidad de volver a tu casa con los que te


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queremos pero te niegas a aceptarla ― me recrimino ― prefieres quedarte junto a la responsable de toda tu desgracia, perdóname pero no te comprendo… ¡Es una locura! ― exclamo ― Lo único que tienes que hacer es regresar con nosotros, con tus amigos… buscaremos la forma de explicarle todo a tu madre… se que es difícil pero estoy segura que ella comprenderá… ― La interrumpí antes de que pudiera terminar la frase. ― No es tan fácil como crees… ― puntualice. ― ¿Pero porque? Lo único que tienes que hacer es dejas a Janice y volver con nosotros a West Hill… ¿Qué te detiene en este lugar Mike? ¡Explícame!― dijo Hanna perdiendo los estribos. ― Esta conversación no tiene sentido ― puntualice tratando de hacerla a un lado para salir pero se resistió. ― No voy a dejar que te vallas hasta que aceptes volver con nosotros MiKe… ― amenazo Comenzaba a exasperarme aquella situación. ― ¡¿Acaso no te das cuenta?! ― exclame perdiendo los estribos sujetando a la chica por los hombros dejando salir un poco a la bestia que habitaba dentro de mi ― ¡Yo ya no soy Michael Stevenson! ― dije lanzándola sobre la cama como si se tratara de una muñeca de trapo. Hanna me miro sorprendida. ― ¡Mike desapareció acéptalo de una buena vez! ― Repeti nuevamente. Hanna se levanto y se aferro a mí. ― Mike... ― Hanna trato de decir algo más pero nuevamente las lágrimas la volvieron a traicionar. ― ¡Basta Hanna! ― dije nuevamente perdiendo los estribos. ― ¡No, nos hagas esto Mike! ― suplico sujetándome con toda su fuerza. No pude evitar sentir pena por ella, a pesar de mis intentos continuaba aferrada a un ser que había dejado de existir, poco a poco comencé a calmarme nuevamente, sin saber porque la abrace tratando de confortarla un poco mientras acariciaba su castaño cabello. ― Aunque te cueste trabajo aceptarlo yo ya no soy el chico que conociste… he perdido mis recuerdos y esto es lo que soy ahora… ― repetí ― Tienes que entenderlo… y aceptarlo ― puntualice.


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― No puedo… simplemente no puedo ― índico nuevamente aunque ahora su tono era casi implorante ― Tienes que volver Mike ― Negué con la cabeza. ― Aunque quisiera no puedo hacer lo que me pides… es muy arriesgado ― puntualice. Hanna levanto la mirada y me observo. ― ¿Arriesgado? ― Hanna pareció aun más desconcertada al escuchar aquello y me cuestiono sin comprender a que me refería con eso. ― Allá afuera hay cientos… miles mas iguales o peores que Joseph y muchos de ellos saben que a muerto por mi culpa y no tardaran en venir a buscarme, ¿Te imaginas lo que sucedería si se dan cuenta de que tengo amigos… familia? Serian a los primeros que buscarían para aprovechar esa ventaja y no puedo permitirlo… ― ― Pero quien mato a Joseph fue Janice, no tu… ― puntualizo. ― Aun así, ella lo hizo por mi, para salvarme y evitar que el cumpliera con su amenaza y se deshiciera de mi… ― alegue ― Los seres como Joseph no se detendrán por nada hasta lograr matarnos a ambos, al resto de ustedes los utilizaran para saciar su sed en lo que logran conseguir su objetivo ¿Ahora entiendes? Si regreso a West Hill todos estarían en un enorme peligro… ― ― Mike… ― musito Hanna acercándose a el comprendiendo el verdadero motivo que le impedía al chico volver con ellos. ― Cuando encontré a Jasón y supe que tenia familia… amigos… una vida ― proseguí un tanto mas tranquilo ― mi primer impulso fue volver ― acepte ― cuando vi los recuerdos que guardaba Jasón y me vi feliz, pensé que podría volver a ser Mike Stevenson, pero no puedo hacerlo… ― gemí ― No hasta que este seguro que nadie corra peligro por estar a mi lado ― indique. Una pregunta vino a la mente de la chica pero casi temió preguntar consiente de cual seria mi respuesta. Aun así la hizo. ― ¿Existe la posibilidad de que eso suceda? ― dijo mirándome con un dejo de tristeza. Guarde silencio por un instante antes de responderle, en realidad lo mas fácil habría sido mentirle pero considere que lo mejor era ser completamente sincero.


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― No lo se… ― musite ― lo mejor es que continúen con sus vidas… ― dijo el chico sonriéndole por primera vez desde que habían llegado a ese lugar. Un dejo del antiguo Mike se asomo, aunque solo fue un instante. ― Vamos… ― la apresuro levantándose y ayudando a la chica a hacer lo mismo ― Nos están esperando ― Los dos amigos abandonaron la habitación, Hanna Estaba feliz de que por lo menos existiera la más mínima posibilidad de poder recuperar al viejo Mike. Sabia que debajo de aquella nueva apariencia se encontraba el amigo que todos habían estado buscado desesperados, ahora que lo habían encontrado no pensaba darse por vencida sin antes luchar con todas su fueras por lograr su objetivo. Ted y Jasón ya estaban esperándolos sentados en un amplio comedor, tan elegante como el resto de las habitaciones, como era de esperarse los únicos que tenían un servicio dispuesto eran Ted y Hanna. ― ¿Y ustedes? ― pregunto Ted en cuanto comenzaron a servirles, aunque de inmediato se dio cuenta que había cometido una imprudencia la preguntar aquello. ― Considero de muy mal gusto alimentarme frente a las visitas… ― indique sonriendo ― Y supongo que tu ya tuviste la oportunidad de hacerlo ― dijo dirigiéndome a Jasón. Este asintió. Ted y Hanna no pudieron evitar sentir un escalofrió al comprender lo que aquello significaba. ― Espero que les guste lo que he mandado preparar ― señale. Ted y Hanna empezaron a comer en silencio. Entonces me percate de que Jasón parecía un tanto distraído. ― ¿Sucede algo malo Ted? ― lo cuestione, en realidad hubiera sido más fácil leer su mente pero preferí que el mismo me dijera el motivo de su actitud. ― No es nada… solo me preguntaba porque no hemos visto a Janice desde que llegamos ― indico, ― De compras supongo…― exclame ― De nos ser por lo enorme que es la fortuna Uris me preocuparía por el riesgo de quedarme en bancarrota… ― indique. Jasón sonrió al darse cuenta que mi humor parecía estar mejorando después de mi charla con Hanna.


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― ¿Qué piensas de lo que has visto hasta ahora? ― me cuestiono consiente que había estado hurgando en los recuerdos de los tres desde que habían llegado tratando de armar el rompecabezas sobre mi vida anterior. ― Es como ver viejos videos familiares, aunque la mayoría se limitan a la escuela y algunas salidas ― dije ― Algunas otras cosas creo que ha sido mejor olvidarlas, sobre todo lo que ocurrió los últimos meses antes de toparnos con Joseph ― puntualice. ― Seria genial que pudieras ver los recuerdos de tu madre… así podrías ver tu infancia y cosas que nosotros desconocemos ― apunto Ted. Se hizo un profundo silencio, en realidad sabia que Ted tenia razón pero eso implicaba tener que estar cerca de ella y en aquel momento sabia que eso seria poco menos que imposible. ― Aun sigo sin comprender el porque se pierden todos los recuerdos ― indico Hanna rompiendo el silencio nuevamente. ― Yo tampoco lo entiendo... pero al parecer sucede en la mayoría de los casos… ― puntualizo Jasón. ― ¿Es decir que no todos olvidan lo que fueron antes de convertirse en un vampiro? ― pregunto Ted. Jasón movió la cabeza afirmativamente. ― Conocí a una chica en Italia que podía recordar perfectamente quien había sido antes de convertirse… ― dijo mirándome ― aunque en realidad todo depende de la persona… ― ― ¿Tu no recuerdas absolutamente nada? ― me cuestiono Ted. Negué con la cabeza y Ted pareció decepcionado al escuchar aquello. ― No es que me importe demasiado pero supongo que a Janice no le ha caído muy en gracia que Jasón te haya encontrado ¿No es así? ― dijo Ted. ― Lo Ha tomado bastante mejor de lo que esperaba ― indique ― De cualquier modo le pedí que se mantuviera lo mas alejada posible de ustedes, mientras permanezcan aquí no tendrán que verla… ― anuncie ― Así no los importunara con su presencia… estoy conciente de lo irritable que puede llegar a ser cuando se lo propone, aunque en realidad no es tan mala persona como algunos creen… ― indique. Hanna soltó un leve gruñido por lo bajo al escuchar aquello ultimo. ― Me gustaría hablar con ella antes de marcharnos ― puntualizo Jasón.


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Aquella petición me extrañado pero no quise siquiera intentar leer su mente del chico, sabia que de cualquier forma Jasón estaría esforzándose por impedírmelo. ― Se lo comunicare ― indique. Una vez que Ted y Hanna terminaron de cenar me ofrecí a llevarlos a conocer la ciudad pero ninguno de los tres acepto. ― Esto no es un viaje de placer Mike ― anuncio Hanna conciente de que solo tenían un día mas para poder hacerme cambiar de opinión a pesar de la platica que habíamos tenido al respecto ― Aun tenemos mucho de que hablar ― puntualizo. ― Esta bien… pero antes me gustaría hacerles unas cuantas preguntas ― puntualice. ― Comienza… ― indico Ted. ― ¿Cómo se sientes con respecto a mi condición… a que soy un vampiro? ― dije mirándolos expectante. ― ¿Quieres que respondamos o prefieres usar tus habilidades para sacarlo directamente de nuestras cabezas? ― alego Hanna conciente de mis capacidades. ― Prefiero escucharlo de ustedes… ― Hanna y Ted se miraron esperando que uno de los dos comenzara. Ella decidió ser la primera. ― Para mi a representado un verdadero shock saber que te habías convertido… no me mal entiendas ― se explico al ver mi expresión ― Me alegro saber que Jasón te había encontrado finalmente después de pasar casi un año buscándote ― indico la chica siendo completamente sincera ― creo que todos albergábamos la esperanza de encontrarte antes de que Joseph te matara… a pesar de todo me alegro que no lo haya hecho ― agrego. ― En cierta forma lo hizo ― puntualice irónico ― ¿Y tu Ted? ― dije mirándolo en espera de su respuesta. ― Sabes lo que pienso sobre ustedes los vampiros… ― Mire a Ted con una mueca de incredulidad ante su comentario. ― Lo siento… ― se disculpo al darse cuenta de que aquel comienzo no era el mas apropiado así que trato de explicarse un poco mejor y tratar de sonar menos despectivo ― Quizás sea a mi a quien mas trabajo le ha costado creer que todo esto haya sucedido realmente ― señalo ― supongo que el hecho de haber estado a punto de convertirme yo también fue lo que me ha ayudado a poner las cosas en perspectiva ― dijo sin poder evitar tocar la cicatriz que había quedado producto del ataque de Janice ― Durante todo este tiempo he tenido la oportunita de conocer mejor a Jasón y con lo cual he podido darme cuenta de que a pesar de ser lo que es…


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― dijo mirándolo ― Es un buen sujeto, el que tu ahora también seas un vampiro no cambia nada pero… ― Ted hizo una pausa antes de continuar ― Lo que me molesta es que a pesar de todos nuestros esfuerzos no quieras volver con nosotros y mas aun que te aferres a permanecer a lado de Janice… ¡De una asesina! ― dijo molesto. Medite por un segundo las palabras de Hanna y de Ted antes de volver a decir algo. ― Les agradezco su sinceridad ― dije finalmente tratando de no dar pie a controversias con respecto a mi decisión de permanecer alejado de ellos ― Como ya les he explicado no es tan fácil tomar la decisión de regresar a West Hill y volver a ser Michael Stevenson como si nada hubiera pasado ― deben aceptar el hecho de que las cosas han cambiado ― puntualice ― Por mas que se nieguen a aceptarlo yo no soy mas un chico normal y por esa misma razón no puedo volver a lado suyo y de mi familia, ¿Cómo le explicaría a mi madre el hecho de no envejecer? ¿De no tener la necesidad de alimentarme normalmente? ¿Creen que ella seria capaz de aceptar que su hijo se ha convertido en esto? ― les explico. Hanna y Ted permanecieron en silencio consientes de que no habían meditado aquellos detalles. ― Es mejor que esa mujer se haga a la idea de que su hijo desapareció y nunca regresara… ― continué ― a la larga el tiempo cura todas las heridas… ― ― Estas siendo muy egoísta ― musito Jasón interviniendo. ― ¿Egoísta? ― reaccione sorprendido, de todos los calificativos que esperaba recibir aquel era el ultimo que se me hubiera ocurrido. ― Ten entregaste voluntariamente sin considerar lo mucho que harías sufrir a todos… ahora nos pides que te dejemos continuar tu vida sin siquiera intentarlo ― explico Jasón al darse cuenta de la molestia que me había causado aquel comentario. ― Tu mismo sabes que no teníamos ninguna otra opción, de no haberlo hecho Joseph te hubiera matado y habría convertido a todos en su aquelarre personal ― le recordé. Jasón trato de decir algo pero me adelante antes de que pudiera hacerlo. ― No tiene caso volver a discutir por lo mismo… lo hecho, hecho esta y no hay vuelta de hoja, vivan su vida y déjenme vivir la mía… lo que queda de ella ― puntualice. Esta vez fue Jasón el que pareció molesto por mis palabras ― ¡Tu vida no solo te pertenecía a ti Mike! ― exclamo llamándome de esa manera por primera vez desde que había llegado ― ¡Debiste


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pensar en tu madre, tus amigos… en mi antes de tomar una decisión que nos afectaría todos! ― reclamo. ― Digan lo que digan no hay vuelta atrás, las decisiones fueron tomadas y nada de lo que digan o hagan podrán cambiar mi manera de pensar ― indique consiente de que aquella platica era una total perdida de tiempo. Sin decir mas me levanté de mí asiento y me encamine a la salida. Antes de abandonar la habitación me dirigí una vez mas ha ellos. ― Les agradezco mucho que hayan venido y que me hayan permitido conocer un poco de m pasado pero creo que lo mejor es que se marchen mañana a primera hora ― dije mirando a los tres jóvenes con dureza, de la misma forma que lo había hecho cuando recién habían llegado ― Hagan de cuenta que jamás me volvía cruzar en su camino ― indique a manera de orden ― y sigan con sus vidas… ― agregue. Emprendí nuevamente la marcha pero la voz de Jasón me hizo detenerme nuevamente. ― Lo dices como si fuera algo fácil de hacer ― exclamo dando un paso hacia mí pero le hice una señal indicándole que se detuviera. ― Ya he tomado una decisión y nada de lo que digan me hará cambiar de parecer… ― indique ― Mañana por la mañana un vehiculo los estará esperando para llevarlos al aeropuerto… espero que tengan un buen viaje y de verdad, se los pido ― guarde silencio reconsiderando mis palabras y corregí ― Se los suplico… no hagan esto mas difícil de lo que ya es… ― señale. Sin decir mal abandone la habitación dejando a Jasón, Hanna y Ted perplejos, consientes de que habían fracasado en su intento por convencerme de volver con ellos. A pesar de todo sabia que los tres comprendían las razones que les había dado para no regresar, sin embargo les costaba trabajo aceptar el hecho de que habían perdido a Mike para siempre. Por un momento habían albergado la esperanza de que todo volviera a ser igual. Saber que tendrían que volver al día siguiente y hacerse a la idea de vivir sin Mike no parecía una tarea fácil, pero tendrían que hacerlo.


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33 ENTRE LA ESPADA Y LA PARED Al entrar a mi habitación un montón de sentimientos volvieron a agazaparse en mi cabeza. Por primera vez desde el día en que Janice me había convertido, me volvía a sentir vulnerable, perdido… solo, hasta entonces ni siquiera había tenido la necesidad de preocuparme por el pasado, sin embargo los vividos recuerdos de mi vida en las mentes de Jasón, Hanna y Ted me habían provocado sentimientos encontrados, añoranza y la necesidad de volver a experimentar la felicidad de vivir, de querer, y supuse que eso era provocado por el mínimo dejo de humanidad que aun quedaba en mi, el mismo que me había permitido controlar los instintos salvajes de la bestia que ahora habitaba en mi interior, que me habían hecho buscar la saciedad en medios que no implicaran la muerte de otro ser humano. Sin embargo a pesar de eso no podía negar la verdad, jamás podría regresar, jamás podría volver a ser Mike Stevenson. ― Tienes que olvidarlos… ― me dije a mi mismo tratando de poner en orden mis ideas ― Tienes que evitar pensar en lo que fuiste y concentrarte en lo que ahora eres… ― El sonido de la puerta me saco de mis pensamientos. Por un momento creí que se trataría de alguno de ellos pero para mi fortuna se trataba del mayordomo. ― Señor… ― indico Bandino entrando a la habitación ― La señorita Hanna ME ha pedido que le entregue esto ― dijo señalando el paquete que traía consigo. ― ¿Qué es? ― lo cuestione intrigado ― Lo ignoro Sr., solo me dijo que se lo entregara lo antes posible ― dijo poniendo aquello sobre el escritorio ― ¿Se le ofrece algo? ― ― Nada Bandino… ve a descansar ― indique. Bandino salio de la habitación dejándome nuevamente solo, mire por un instante el paquete que acababa de traer, lo tome y comencé a abrirlo, entonces me di cuenta de lo que se trataba, en el interior yacían algunas cuantas fotografías, algunos sobres los cuales al leer me di cuenta que procedían de New York, eran cartas procedentes de New York, cartas que mi madre le había escrito a Hanna. Tome una de las fotografías, en ella aparecía Hanna, Ted y Jack, era la primera vez que veía el rostro del que había sido mi mejor


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amigo en West Hill sin la necesidad de tener que verlo en los recuerdos de alguien, en la fotografía también aparecía yo mismo, mire el reverso, la fecha era de unos cuantos meses después de haber llegado a West Hill, había cuatro mensajes escritos de puño y letra de cada uno de los que aparecíamos en aquella fotografía, no pude evitar sentirme extraño al leer lo que yo mismo había escrito. “Con mis mejores amigos” Michael Stevenson Hurgue un poco mas en el contenido del paquete que había enviado Hanna y entonces encontré otra fotografía en ella aparecía una mujer y un niño acompañados de Jasón quien al parecer hacia su mejor esfuerzo por sonreí. ― Ruth… ― dije reconociendo a la mujer que había visto en los recuerdos del propio Jasón. Fue entonces que recordé la primera vez que escuche el nombre de Jasón Parker de labios de Joseph, había sentido un escalofrió y una sensación extraña que de momento no supe identificar, después de convertirme todo se había vuelto una mancha borrosa, aquella debía ser la misma sensación que experimenta un recién nacido que no conoce nada del mundo que lo rodea, que con el paso del tiempo va aprendiendo y entonces me di cuenta que Joseph era un ser lleno de odio y de rencor y fue justo en aquel momento que decidí enfrentarme a el a pesar de que aun no tenia pleno control de mis nuevas habilidades. Extraje un recorte de periódico que yacía hasta el fondo del paquete, para mi sorpresa me di cuenta que en el se hablaba de la muerte de Jack, supuse que Hanna lo había puesto para recordarme el hechos e que Janice había sido la culpable de la muerte de su amigo, en realidad comprendía el que no entendieran el porque me aferraba a permanecer al lado de la asesina o de la que ellos consideraban la principal responsable de todo lo que había ocurrido, sin embargo Janice también había sido la que, en mi lugar había acabado con Joseph y arreglado todo para que yo tomara su lugar como heredero de toda su fortuna, misma que Janice me había entregado sin pensarlo un segundo. Joseph jamás imagino que encontraría el fin en manos de la que consideraba su hija, eso me demostró que los seres como nosotros podíamos ser afectados por sentimientos humanos como el amor y el odio, eso significaba que debía quedar el más mínimo rastro de humanidad a pesar de haber sido transformados en aquellos seres, símbolo del miedo.


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― Mike Stevenson… ― musite tratando de recordar lo que me significaba aquel nombre. Nada. Mientras tanto los tres amigos continuaban debatiéndose contra los sentimientos encontrados que les provocaba la tajante negativa de su amigo. ― No nos podemos marchar ― índico Hanna mostrándose renuente a rendirse tan fácilmente a pesar de lo que Mike les había dicho. ― Nada de lo que hagamos lo hará cambiar de opinión… tenemos que darle tiempo ― sugirió Ted ― ¿Qué fue lo que le enviaste con Bandino? ― La cuestiono curioso de saber lo que contenía el paquete que le había entregado al empleado de Mike para que se lo hiciera llegar. ― Algo que espero nos dude a convencerlo de que vuelva con nosotros ― índico la chica esperanzada. ― Ya lo escuchaste… su negativa es definitiva ― puntualizo Jasón quien finalmente parecía haberse dado por vencido – Creo que lo mejor es que lo dejemos en paz… en cierta forma debemos comprender que para el también debe ser muy difícil haberse dado cuenta de todas las cosas a las que renuncio y que jamás podrá recuperar ― ― Me niego a darme por vencida… ― repitió Hanna ― No lo dejaremos ¿Verdad Ted? ― El chico no supo que decir y se limito a mirarla. ― Hemos hecho todo lo que estaba en nuestras manos… ahora la decisión es de él, cuando este listo volverá, estoy seguro ― dijo Ted tratando de darles ánimos aunque sus palabras parecieron no servir de mucho Muy en el fondo suceder.

el tampoco creía que eso de verdad fuera a

Un rato después Jasón decidió dejar a Ted y a Hanna solos discutiendo sobre si debían o no marcharse al día siguiente, el chico estaba cansado de escuchar a Hanna decir que no se marcharía sin Mike, conciente de que a pesar de las protestas de su amiga tendrían que marcharse solos y tratar de seguir sus vidas a sabiendas de que añorarían a Mike de la misma forma en que lo habían hecho con Jack después de su muerte. En cierta forma no pudo evitar pensar que Mike, el Mike que todos conocían había dejado de existir.


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El chico entro su habitación y encendió la luz, sin poder evitar sorprenderse al darse cuenta de que me encontraba ahí esperándolo. ― Mik… Jack ― corrigió. ― Puedes llamarme Mike si así lo deseas ― admití. ― ¿Qué haces a.C.? ― me cuestiono sorprendido, supuse que Jasón había creído que no volvería a verme después de la forma en que me había marchado después de la plática que habíamos tenido los cuatro en el comedor. ― ¿Me odias? ― lo cuestione sin responderle acercándome unos cuantos pasos hacia él El negó con la cabeza. ― Aunque lo niegues puedo percibirlo… ― aleje, había decidido no hacer uso de mis habilidades así que no podía saber lo que Jasón pensaba en aquel momento pero era inevitable percibir el aroma del miedo que había comenzado a emanar en cuanto se dio cuenta de mi presencia. ― Te equivocas ― se apresuro a corregirme tomando asiento mirándome como si estuviera tratando de leer mis pensamientos ― ¿Qué haces aquí? ― me cuestiono al darse cuenta de que era inútil tratar de hacerlo. ― Necesitaba hablar contigo a solas… ― puntualice ― en realidad solo quería disipara esa duda… ― Jasón me miro sin comprender. ― No te odio… simplemente no comprendo tu decisión pero no me queda mas remedio que respetarla ― puntualizo ― Tú mejor que nadie sabe lo difícil que es vivir una vida como esta… ― puntualice. Jasón pareció comprender a lo que me refería. ― Difícil mas no imposible… ― señalo ― Mike… ― dijo acercándose a mi ― Discúlpame ― musito. Lo mire sin comprender. ― Esto no habría sucedido si no me hubiera cruzado en tu camino ― alego visiblemente mortificado. ― Creo que ninguno de los esperábamos que esto sucediera ― admití ― Sin embargo las cosas pudieron resultar mucho peores y al final de cuentas logre cumplir con el objetivo que perseguía desde un principio… ― puntualice. Jasón pareció esta vez no comprender.


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― Vengar la muerte de Jack ― señale. ― Pensé que no recordabas nada de tu vida antes de convertirte ― reacciono sorprendido. ― No lo recuerdo… pero pude verme en tus pensamientos… estaba obsesionado por vengar la muerte de Jack… porque pensaba que había sido culpa mía que lo asesinaran… y lo hice, Joseph esta muerto… ― ― Si… pero tuviste que pagar un precio demasiado alto para lograrlo ― indico Jasón ― Tal vez… ― musite. ― Sigo sin comprender los motivos que tienes para mantenerte alejado de todo y de todos… pero se que no habrá poder humano que te haga cambiar de opinión… es una de las pocas cosas en la que te sigues pareciendo al viejo Mike ― No pude evitar reírme al escuchar aquel último comentario. ― Lamento que haya hecho este viaje tan largo por nada ― indique. ― Aun es tiempo de que cambies de opinión y hagas que haya valido la pena todo por lo que hemos pasado… digas lo que digas para nosotros siempre seguirás siendo Mike ― indico. ― Lo se… pero es mejor así Jasón, además aun me falta hacer una ultima cosa… ― puntualice ― ¿A que te refieres? ― me cuestiono Jasón preocupado por mis palabras. ― Es mejor que no lo sepas… les deseo un buen viaje de regreso y si he de pedirte algo es que cuides de ellos en la medida de lo posible… también de Ruth y de Eidrian ― le solicite. ― Hablas como si esta fuera una despedida definitiva ― dijo con un tono de preocupación en su voz. ― Lo es Jasón… es mejor así ― dije. ― Digas lo que digas te esperaremos el tiempo que sea necesario… yo tengo una eternidad para hacerlo ― indico sonriendo. Mire a Jasón, sin necesidad de hacer nada me di cuenta de que era sincero. ― Gracias Jasón… gracias por todo ― musiten extendiéndole la mano en señal de despedida. ― Lo mismo digo… ― indico respondiendo al gesto estrechándola. Me encamine a la salida pero Jasón ME llamo antes de poder hacerlo. ― Los humanos son seres extraños ― dijo mirándome. ― Te olvidas de que ya no soy uno de ellos ― le recordé sin comprender bien la razón de su comentario.


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Jasón sonrió nuevamente. ― Aun así… siempre serás el mas extraño que pude haber conocido… ― puntualizo Jasón. ― ¿En verdad? ― dije curioso al escuchar aquel comentario. ― Aceptaste ser mi amigo a pesar de saber lo que yo era…cualquier otro que estuviera en sus cabales habría salido corriendo ― puntualizo ― Tu, Hanna, y Ted… son verdaderamente sorprendentes ― Jasón bajo la mirada, parecía ser que los recuerdos lo lastimaban. ― Lamento no recordar… pero por tu expresión puedo darme cuenta que debimos pasarla muy bien juntos… ― admití. Abrí la puerta dispuesto a marcharme pero Jasón me detuvo nuevamente. ― Mike… ¿Puedo hacerte una pregunta mas antes de que te marches?― indico. ― Pregunta ― lo alenté conciente de que era más que justo responder a todas sus dudas antes de separarnos para siempre nuevamente. ― Hay algo que no logro entender bien, pero si de algo estoy seguro es que para Janice Joseph era algo así como su padre, después de todo el la había convertido ¿Por qué lo hizo? ― pregunto. Exhale un profundo suspiro antes de contestar, me costaba mucho trabajo hablar acerca de aquello pero Jasón tenia que saber lo. ― Yo se lo pedí… ― indique La sorpresa de Jasón fue más que evidente. ― ¿Tu? ― Jasón no daba crédito a mis palabras. ― A cambio le ofrecí convertirme ― ― Mike… ― Los dos permanecimos en silencio por un momento. ― Tu mas que nadie sabes que no se podía confiar en Joseph, janice me contó que el tenia planeado regresar a West Hill y terminar con lo que había comenzado años atrás, cuando tu y el se conocieron por primera vez… algo en mi interior me hizo darme cuenta de que no debía permitírselo… aun antes de saber siquiera de mi vida y de ustedes… le pedía a Janice que me contara el porque del interés de Joseph y fue entonces cuando me contó sobre lo que había ocurrido, de cómo yo mismo me había entregado mi vida a cambio de la suya… no podía permitir que Joseph me traicionara… ―


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― Entiendo… ― ― Tengo que marcharme… ― dije al darme cuenta de que estaba a punto de amanecer ― Me ha dado mucho gusto que hayan venido pero por favor… ― esto lo dije mas como una petición que como una suplica ― no intenten buscarme nuevamente ― puntualice. ― Piensas marcharte en cuanto nosotros hagamos lo mismo ¿No es así? ― me cuestiono conciente de que no iba a permitir que se vieran involucrados. Preferí no responder aunque aquello seria lo primero que haría en cuanto ellos hubieran emprendido el viaje de regreso a West Hill. ― Por lo menos podrías mantenerte en contacto… hacernos saber que estas bien… ― me solicito. ― Lo intentare ― mentí cociente de que no tenia la menor intención de cumplir aquella promesa. Jasón me extendió la mano en señal de despedida, a pesar de no tener recuerdos de los meses que había durado mi amistad con el, pude sentir por un segundo un vinculo entre nosotros. ― Mike… ― me detuvo antes de cerrar la puerta ― Estaremos esperándote… ― puntualito. ― Gracias… ― dije sonriendo A la mañana siguiente como lo había dicho un auto esperaba en la salida del edificio para levar a Jasón y a los demás al aeropuerto, a pesar de las protestas de Hanna quien exigiendo ver a su amigo a toda costa antes de irse tuvieron que partir en cuanto Bandino, el mayordomo les informo que Mike se había marchado por la madrugada ― según él para atender algunos negocios pendientes. La desilusión de los chicos fue evidente al darse cuenta de que aquel viaje no había servido de nada. Lo único que restaba era hacerse a la idea de que Mike Stevenson había dejado de existir…


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PREFACIO ETERNO Aquella noche en particular Janice lucia despampanante, como cada año se celebraba la fiesta de fin de año para todos los empleados del consorcio Uris, la mayoría de los presentes parecían absortos por la belleza de la chica quien se paso la mayor parte de la noche bailando y disfrutando, la misma belleza de la cual había hecho alarde las ultimas cinco décadas, belleza eterna que había permanecido congelada para el resto de la eternidad, a pesar de mis sentimientos hacia ella era innegable que era una mujer hermosa, aquella noche en particular la blancura de su piel resaltaba con el rojo vestido que había elegido para asistir a la fiesta de año nuevo. ― ¿Estas contenta? ― la cuestione tomándola del talle mientras bailábamos en el centro de la pista como cualquier pareja común y corriente de las que habían asistido a aquel evento. ― Hacia mucho que no celebrábamos nada… de hecho me sorprendió que aceptaras asistir ― índico sin poder disimular su entusiasmo ― Se que llevabas mucho tiempo deseando hacerlo y me pareció la noche perfecta para hacerlo… ― dije mientras me soltaba la corbata guardándomela en el bolsillo. ― Que has pensado de lo que te propuse esta mañana… ¿En verdad no te has aburrido de vivir en San Francisco? ― me cuestiono. Negué con la cabeza. ― Ni un poco… ― dije haciéndola dar una vuelta. Janice hizo un gesto de desagrado al escuchar mi respuesta, parecía haberse aburrido de estar en un solo sitio par tanto tiempo y me había sugerido mas de un millón de veces marcharnos, en parte supuse que aquello se debía a un intento disimulado de alejarme de Jasón y de los demás concientes de que podrían intentar tratar de convencerme nuevamente que volviera con ellos. ― Vamos a la terraza ― le indique tomándola por le brazo, de inmediato nos dirigimos afuera, un par de parejas aprovechaban la tenue luz de la luna para filtrar un poco, una vez que nos encontramos ahí me asome por la baranda para observar la ciudad de San francisco que se levantaba imponente a mis pies, la vista desde el piso veinticinco del edificio en que nos encontrábamos era maravillosa.


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― ¿Qué te parece si vamos a otro sitio? ― sugirió Janice acercándose a mi para darme un beso en la mejilla, de inmediato comprendí sus intenciones y sonreí al darme cuenta de que todo saldría tal y como lo esperaba. ― Te aburres con demasiada facilidad… ― indique ― además la idea de venir fue tuya… ― le recordé. ― Es lo que sucede cuando has vivido tanto tiempo, en algunos años tu estarás igual… ― me indico. Eche otro visazo a la ciudad y sin poder evitarlo me quede absorto en mis pensamientos, Janice pareció notarlo pues se apresuro a cuestionarme por mi actitud. ― ¿Sucede algo malo? ― inquirió intrigada. La mire y le sonreí tratando de disipar su preocupación. ― No... En realidad solo quiero hacer un poco de tiempo ― indique, en realidad aquello era cierto. ― ¿Tiempo? ¿Para que? ― me cuestiono curiosa. ― Es una sorpresa ― indique. Justo en ese momento comenzó a vibrar mi teléfono, mire el mensaje, era Bandino indicándome que todo estaba listo, tal y como se lo había solicitado. ― Listo… vámonos ― dije extendiéndole la mano para que me acompañara. Janice me sujeto por el brazo sin comprender bien. Después de despedirnos de unos cuantos conocidos con los que nos cruzamos en el trayecto hacia la salida entramos al ascensor y nos marchamos del lugar. La chica me miro curiosa desde el asiento del copiloto mientras yo conducía a toda velocidad. ― ¿A dónde nos dirigimos? ― me cuestiono. ― Ya te dije que es una sorpresa… ― repetí. Diez minutos después llegamos a nuestro destino, Janice pregunto un par de veces mas de que se trataba todo aquello mientras la conducía por los pasillos, aquel edificio pertenecía al corporativo Uris así que lo conocía de pies a cabeza, aquella noche se encontraba totalmente vació dado que todos estaban celebrando. Llegamos hasta el siguiente piso donde estaba todo dispuesto como lo había solicitado. Había aprendido muchas cosas sobre Janice durante el tiempo que había pasado junto a ella, las rosas eran sus flores predilectas, así que había solicitado que toda la habitación


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fuera adornada con ellas, jarrones de todas las formas y tamaños contenían las flores a lo largo de toda la habitación. Janice reacciono sorprendida al ver aquello. ― ¿Te gusta? ― la cuestione, aunque en realidad era más que evidente que estaba encantada con la sorpresa. ― ¡Me encanta! ― dijo lanzándose a abrazarme La chica comenzó a recorrer la habitación mirando maravillada los grandes ramos de flores, de inmediato me apresure a cerrar la puerta con llave, de inmediato me acerque a una de las ventanas y con un movimiento disimulado me deshice de la misma lanzándola lo mas lejos posible. Janice pareció no notar nada ya que continuaba absorta con las flores. ― Te he traído aquí por un motivo en especial dije sonriendo acercándome a ella. ― ¿A si? ― me cuestiono ― Vas de sorpresa en sorpresa… ― me dijo. ― Janice… ha llegado el momento de terminar de una buena vez con esto…. ― puntualice tornándome serio. La expresión de Janice cambio radicalmente al escuchar mis palabras. ― ¿De que estas hablando? ― me pregunto sin comprender. ― De ti… de mí… ― exprese ― ¿Vas a dejarme? ― me cuestiono plenamente mortificada sin entender a lo que me refería. ― No… te di mi palabra de estar siempre a tu lado y pienso cumplirlo ― indique. El gesto de duda en el rostro de Janice se hizo aun mas profundo ― ¿Entonces a que te refieres?― me cuestiono acercándose a la puerta dándose cuenta de que estaba cerrada. El Pánico se dibujo en su rostro. ― Estos últimos meses los he pasado arreglando todo asunto pendiente que pudiera detenerme en este mundos… ahora que todo ha quedado arreglado es momento de que esto termine de una buena vez… ― ― ¿De que estas hablando? ― indico cada vez mas asustada. ― Yo no pienso vivir eternamente Janice… te voy a llevar conmigo para cumplir mi promesa de estar contigo… hasta la eternidad ―


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― Todo esto… ― musito Janice al darse cuenta de mis verdaderas intenciones ― ¡Es una trampa! ― dijo tratando de salir, sin embargo me había tomado la precaución de arreglar todo de tal manera que le fuera imposible hacerlo. ― Es inútil que intentes escapar Janice… ni yo seria capaz de hacerlo, este sitio esta blindado, agradécelo a el dinero que tu misma pusiste en mis manos, esta es nuestra ultima noche juntos, pero antes hay algo que quisiera saber ― indique con toda la calma del mundo ― Esperaba que pudieras resolverme una ultima duda ― indique. Janice continuaba luchando inútilmente por abrir la puerta sin ningún éxito, al ver que no estaba adapuesta a hacer las cosas por las buenas no tuve otro remedio que persuadirla un poco. De un rápido movimiento me acerque a ella y la sujete fuertemente contra la pared dejando salir al moustro que habitaba dentro de mi, era la primer a vez que Janice se daba cuenta de en lo que me había convertido, no pudo disimular el miedo que sentía al ver que no tenia escapatoria alguna. ― ¡Eres un maldito traidor!― exclamo a pesar de tener fuerza sobrehumana sus fuerzas con se comparaban con las mías así que no pudo evitar que la dominara. ― ¿Creíste que te perdonaría haber matado a Jack Janice? ― la cuestione, el brillo de mis ojos delataba el odio que sentía en aquel momento, el odio que había mantenido dormido en mi interior hasta entonces. ― ¿A ti que mas te da? ― exclamo. Solté una carcajada al darme cuenta de que aun no terminaba de entender bien lo que en realidad había sucedido. ― Te mentí Janice… ― indique complacido ― les he mentido a todos al decir que no recuerdo nada de mi vida anterior… lo recuerdo todo, los sentimientos, las amistades, lo mucho que te odie cuando descubrí que estabas detrás de todo esto y que ayudabas a Joseph a vengarse de Jasón y tratar de matar a todos los que quería… todo este tiempo he contenido mis ganas de acabar contigo, primero tenia que saber, aprender, asegurarme que ni tu ni Joseph pudieran hacer nada mas que afectara a la gente que quiero… tu misma te encargaste de quitar a Joseph de mi camino y ahora a llegado el momento que te cobre todo lo que me debes… que te cobre el haber matado a mi mejor amigo ¿O acaso creíste en verdad que te perdonaría? No Janice… todo este tiempo he esperado por este momento… ― La expresión de terror de Janice se hizo aun mas evidente al darse cuenta de que todo había sido una farsa, que durante todo el


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tiempo que había pasado desde que había decidido irme con ella y Joseph a cambio de la vida de mis amigos había esperado por aquel momento para poder cumplir con mi principal objetivo: vengar la muerte de Jack. La solté y comencé a romper uno a uno los floreros por toda la habitación, el aroma del líquido derramándose sobre los muebles y el suelo comenzó a invadir la habitación. ― No lo hagas Mike… te lo suplico ― exclamo Janice al darse cuenta de cuales eran mis intenciones ― Te juro que desapareceré de tu vida y de la de todos tus amigos… pero no lo hagas… yo te salve… te salve de Joseph… me lo debes ― Aquellas palabras me sacaron de mis cabales nuevamente, de un rápido movimiento volví a sujetarla. ― ¡No te debo nada! ― exclame lleno de cólera ― Lo único que hiciste por mi fue convertirme en un moustro y ahora vas a pagar por todo… por la muerte de Jack, por los malos ratos que les hiciste pasara a todos… por el dolor de mi madre… ― dije. Janice se soltó y trato de buscar otra salida al darse cuenta de que no estaba dispuesto a perdonarla Sin prestarle más atención saque del bolsillo del saco un cigarrillo y me lo coloque en los labios. ― ¿Sabes? ― dije extrayendo un encendedor del bolsillo derecho del pantalón ― Algunas vez alguien me dijo que este vicio me mataría ― bromee a la vez que lo encendía y exhalaba una bocanada de humo. Por un segundo pude sentir el sabor del tabaco en mi boca. ― No lo hagas Mike… ― repitió la chica con el terror grabado en su rostro. ― Adiós Janice ― dije mirándola con extremo placer, había llegado el momento de terminar con todo aquello. Janice se lanzo sobre mi al ver que no hacia le menor intento de parar aquello, deje escapar el cigarrillo de mi boca antes de que pudiera evitarlo; la habitación comenzó a arder con gran rapidez gracias a la gasolina que yo mismo había derramado al romper los jarrones que había por toda la habitación, Janice comenzó a gritar y a luchar por escapar mientras el hermoso vestido rojo que llevaba puesto comenzaba a incendiarse carcomiéndose con el fuego al igual que su piel.


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El fuego también me había alcanzado para cuando janice había dejado de luchar y su cuerpo habla quedado tendido sobre el suelo convertido en un despojo sin forma consumido por las llamas, di una ultima mirada a la ciudad de San Francisco y deje volar mi mente a tiempos en los cuales había sido feliz recordando a mis amigos, a mi familia, deseando que todos pudieran vivir una vida plena y feliz, sabia que la noticia de mi muerte les llegaría pronto y que seria inevitable causarles cierto dolor, sin embargo, como había aprendido con el tiempo que había trascurrido convertido en un ser eterno finalmente el dolor pasaría tarde o temprano dando paso a la resignación. Fue entonces que Mike Stevenson volvió a existir, solo por ese instante en el cual al morir logre recuperar mi humanidad… el dolor me hizo sentirme nuevamente vivo y al final de mi existencia volví a ser solo un simple ser humano.


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