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El "vintage" y la moda sostenible
Por: Atenas Hernández Fotos por: Fuente Externa
A estas alturas, a nadie se le escapan las graves amenazas que se ciernen sobre nuestro planeta. Para hacerles frente y paliar los efectos del cambio climático han surgido innumerables iniciativas en todos los ámbitos y, cómo no, también dentro del mundo de la moda. La moda sostenible o “slow fashion” nace con esa vocación, como una alternativa a la moda convencional más responsable socialmente y respetuosa con el medioambiente.
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Algunas grandes marcas están produciendo sus propias líneas sostenibles, como H&M con “Conscious”, una línea de prendas hechas con materiales orgánicos.
Otra opción muy interesante es, simplemente, no comprar tantas prendas nuevas, sino reutilizarlas o adquirirlas de segunda mano. Cada vez hay más tiendas de segunda mano y menos gente con prejuicios al respecto. Poco a poco ha ido calando la idea de que repetir prendas o darles una nueva vida no sólo supone ahorrar dinero, también es una forma de ser responsable y solidario con el planeta y con los demás.
Es más, las prendas y complementos de segunda mano son usualmente de buena calidad, pues en caso contrario ya estarían rotos y su diseño hubiera quedado desfasado.
Esas prendas pueden adquirirse en lo que llamamos tienda “vintage”. Se trata de un mercado en constante y exponencial crecimiento. Además, decir que una prenda es “vintage” es lo más “chic” o “cool” del mundo.
Y ¿cómo encuentras esas famosas tiendas “vintage”? Muy fácil, ¡por internet! Busca “tienda vintage” en tu ciudad. Aquí te dejo algunas de mis favoritas, que además venden vía internet (especialmente cómodo en tiempos del Covid-19). Ahorrarás un dinero y estarás haciendo un favor al medio ambiente. Y recuerda las 3R: Reduce, Recicla y Reutiliza.
En ellas podrás encontrar desde un bolso de Chanel de 1960 hasta una chaqueta “bomber” con tu banda preferida de los ochenta. Eso sí… ten cuidado, porque con el éxito de las tiendas “vintage” algunas han subido muchos los precios también. Algunos llegan a vender, por ejemplo, una pieza Givenchy de 1975 al doble de lo que te puede costar hoy en día una nueva. También es cierto que esa pieza pudiera ser única y siempre habrá quien esté dispuesta a pagar un extra por esa exclusividad. ¿Conclusión? Como siempre, busca bien, compara e infórmate. El proceso puede ser además muy divertido.
