Edificando familias Revista del movimiento de Encuentros conyugales de El salvador Del 05 al 18 DE SEPTIEMBRE de 2013
Natividad de la santisima virgen maria
Numero 35
Contenido >> Editorial >>1 Natividad de la Santísima Virgen María >>2 Los Farolitos, Ahuachapán >>2 Luz de la Iglesia >>3 La Voz del Papa >>5 ¿Cómo está tu Familia en Honestidad? >>7 Salud Espiritual (El Estrés) >>9 Matrimonio y Sexualidad >>10 Educación de los Hijos >>11 Defiende tu Fe >>12 Actualidad Familiar >>14 Consejo para la Familia >>15 Servicios >>15 Próximas Actividades >>17 El Movimiento en Movimiento
Editorial
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a Iglesia celebra el 8 de septiembre la fiesta de la Natividad de la Santísima Virgen que surgió en oriente, y con mucha probabilidad en Jerusalén, hacia el siglo V. María ocupa un lugar privilegiado, y su nacimiento es motivo de gozo profundo. He aquí un himno en honor a ella:
I Hoy nace una clara estrella, tan divina y celestial, que, con ser estrella, es tal, que el mismo sol nace de ella.
Gloria al Padre, y gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo, por los siglos de los siglos.
Pues de aquí a catorce años, que en buena hora cumpláis, verán el bien que nos dais, remedio de tantos daños.
Amén. De Ana y de Joaquín, oriente de aquella estrella divina, sale luz clara y digna de ser pura eternamente; el alba más clara y bella no le puede ser igual, que, con ser estrella, es tal, que el mismo Sol nace de ella. No le iguala lumbre alguna de cuantas bordan el cielo, porque es el humilde suelo de sus pies la blanca luna: nace en el suelo tan bella y con luz tan celestial, que, con ser estrella, es tal, que el mismo Sol nace de ella.
II Canten hoy, pues nacéis vos, los ángeles, gran Señora, y ensáyense, desde ahora, para cuando nazca Dios. Canten hoy pues a ver vienen nacida su Reina bella, que el fruto que esperan de ella es por quien la gracia tienen. Dignan, Señora de vos, que habéis de ser su Señora, y ensáyense, desde ahora, para cuando nazca Dios.
Canten y digan, por vos, que desde hoy tienen Señora, y ensáyense desde ahora, para cuando venga Dios. Y nosotros que esperamos que llegue pronto Belén, preparemos también el corazón y las manos. Vete sembrando, Señora, de paz nuestro corazón, y ensayemos, desde ahora, para cuando nazca Dios. Amén.
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Natividad de la Santísima Virgen María
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a Iglesia recuerda el día del nacimiento de la Virgen María cada 8 de septiembre. El Evangelio no nos da datos del nacimiento de María, pero hay varias tradiciones. Se desconoce el lugar donde nació la Virgen María. Algunos dicen que nació en Nazaret, pero otros opinan que nació en Jerusalén, en el barrio vecino a la piscina de Betesda. Ahí, ahora, hay una cripta en la iglesia de Santa Ana que se venera como el lugar en el que nació la Madre de Dios. El nacimiento de la Virgen María tuvo privilegios únicos. Ella vino al mundo sin pecado original. María, la elegida para ser Madre de Dios, era pura, santa, con todas las gracias más preciosas. Tenía la gracia santificante, desde su concepción. Después del pecado original de Adán y Eva, Dios había prometido enviar al mundo a otra mujer cuya descendencia aplastaría la cabeza de la serpiente. Al nacer la Virgen María comenzó a cumplirse la promesa. La vida de la Virgen María nos enseña a alabar a Dios por las gracias que le otorgó y por las bendiciones que por Ella derramó sobre el mundo. Podemos encomendar nuestras necesidades a Ella. La fiesta de la Natividad de la Santísima Virgen María se comenzó a celebrar oficialmente con el Papa San Sergio (687-701 d.C.) al establecer que se celebraran en Roma cuatro fiestas en honor de Nuestra Señora: la Anunciación, la Asunción, la Natividad y la Purificación. La Virgen María fue la Madre de Jesús y, con este hecho, se cumplieron las Escrituras y todo lo dicho por los profetas. Dios escogió a esta mujer para ser la Madre de su Hijo. Con ella se aproximó la hora de la salvación. Por esta razón la Iglesia celebra esta fiesta con alabanzas y acciones de gracias.
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Los Farolitos, Ahuachapán
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l día de los farolitos es un día muy hermoso en que el municipio de Ahuachapán se ilumina por todas las calles centrales, parques y más; esta hermosa tradición se celebra el 7 de Septiembre. El origen de esta tradición es que en la misma fecha de 1850 ocurrió un terremoto que dejó a todos en la calle durmiendo e iluminándose con candelas, implorando a la protección de la Virgen para que no les ocurriera más desastres. La fiesta consiste en que los fieles católicos colocan en sus viviendas o árboles centenares de farolitos de madera en todo el casco urbano, altares en honor de la Virgen adornada con farolitos forrados con papel celofán de varios colores e iluminados con velitas. El centro de la celebración se lleva a cabo durante la noche, ya que los farolitos iluminan toda la ciudad y sus alrededores. Es un festival que ha tenido mucho auge a través del tiempo, es una celebración que se desarrolla desde hace 400 años.
Luz de la Iglesia
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ened siempre vuestro cenáculo, un asilo de retiro y de oración en vuestro propio hogar doméstico. Allí encontraréis el reposo después de las más duras jornadas, en la fidelidad a vuestras promesas y en la unión perfecta de vuestras almas: Perseverantes unanimiter (Hechos, 1, 14); allí viviréis bajo la mirada de María cum Maria matre Iesu (ibid.), cuya imagen os reunirá cada noche para la oración en familia: unanimiter in oratione. Mejor aún, toda vida personal y familiar puede resultar una oración incesante: perseverantes unanimiter in oratione. (Pío XII, A los recién casados, 27 de marzo de 1940).
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La Voz del Papa CONVOCA A JORNADA DE AYUNO Y ORACIÓN POR LA PAZ EN EL MUNDO La extiende a todas las religiones y a los no creyentes, porque la paz supera todas las barreras
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ueridos hermanos y hermanas, buen día.
Hoy quiero hacerme intérprete del grito que sube desde cada parte de la tierra, desde cada pueblo, del corazón de cada uno, de la única gran familia que es la humanidad, con angustia creciente: es el grito de la paz. Es el grito que dice con fuerza: queremos un mundo de paz. Queremos ser hombres y mujeres de paz. Queremos que en esta sociedad nuestra, destrozada por divisiones y conflictos estalle la paz. ¡Nunca más la guerra, nunca más la guerra! La paz es un don demasiado precioso que tiene que ser promovido y protegido. Vivo con particular sufrimiento y preocupación las diversas situaciones de conflicto que hay en nuestro mundo, pero en estos días mi corazón está profundamente herido por lo que está sucediendo en Siria y angustiado por las dramáticas perspectivas que se prospectan. Dirijo un fuerte apelo por la paz, un apelo que nace del interior de nosotros mismos. ¡Cuánto sufrimiento, cuánta devastación, cuánto dolor llevó y lleva el uso de las armas en este martirizado país. Especialmente entre la población civil e inerme. Pensemos a los niños no podrán ver la luz del futuro. Con particular firmeza condeno el uso de las armas químicas. Les digo que conservo aún fijas en la mente y en el corazón las terribles imágenes que vi en los días pasado. ¡Hay un juicio de Dios y también un juicio de la historia sobre nuestras acciones del que no se puede huir! El uso de la violencia nunca trae la paz. La guerra engendra guerra, la violencia engendra violencia. Con toda mi fuerza pido a las partes en conflicto que escuchen la voz de la propia conciencia, de no cerrarse en los intereses propios, pero que miren al otro como a un hermano y que tomen posición con decisión el camino del encuentro y del negociado, superando la ciega contraposición. Con la misma fuerza exhorto también a la comunidad internacional de manera que haga un esfuerzo para promover, sin ulterior indulgencia, iniciativas claras por la paz en ese país, basadas en el diálogo y la negociación, en el bien de la población Siria. No sea ahorrado ningún esfuerzo para garantizar asistencia humanitaria a quien fue golpeado por este terrible conflicto. En particular a los desplazados en el país y a los numerosos prófugos en los países vecinos. A los operadores humanitarios empeñados en aliviar el sufrimiento de la población, les sea asegurada la posibilidad de dar la ayuda necesaria.
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La Voz del Papa ¿Qué podemos hacer nosotros por la paz en el mundo? Como decía el papa Juan, a todos nos corresponde la tarea de recomponer la relación de convivencia en la justicia y el amor. Una cadena de empeño por la paz una a todos los hombres y mujeres de buena voluntad. Y hago una fuerte e insistente invitación a toda la Iglesia católica y también la extiendo a los cristianos de otras confesiones, a los hombres y mujeres de cada religión, y también a los hermanos y hermanas que no creen. La paz es un bien que supera cualquier las barrera porque es un bien de toda la humanidad. Repito en alta voz: No es la cultura del enfrentamiento, la cultura del conflicto, la que construye la convivencia de los pueblos y entre los pueblos; sino aquella: la cultura del encuentro, la cultura del diálogo, esta es el único camino hacia la paz. El grito de paz se eleve alto para que llegue al corazón de todos, y todos depongan las armas y se dejen guiar del anhelo de paz. Por esto, hermanos y hermanas, he decidido de convocar para toda la Iglesia, el 7 de septiembre próximo -vigilia de la Natividad de María Reina de la Paz- una jornada de ayuno y oración por la paz en Siria, en el Medio Oriente y en todo el mundo. Y también invito a unirse a esta iniciativa, de la manera que consideraren más oportuna a los hermanos cristianos no católicos, a los que pertenecen a otras religiones y a los hombres de buena voluntad. El 7 de septiembre en la plaza de San Pedro, aquí desde las 19 a las 24 horas, nos reuniremos en oración y en espíritu de penitencia para invocar de Dios este gran don en favor de la amada nación Siria y por todas las situaciones de conflictos y violencias en el mundo. La humanidad necesita ver gestos de paz y oír palabras de esperanza y de paz. Pido a todas las Iglesias particulares que además de vivir este día de ayuno, organicen algún acto litúrgico según esta intención. A María le pedimos que nos ayude a responder a la violencia, al conflicto y a la guerra, con la fuerza del diálogo, la reconciliación y del amor. Ella es madre. Que ella nos ayude a encontrar la paz. Todos nosotros somos sus hijos. ¡Ayúdanos María a superar este difícil momento y a empeñarnos cada día, en cada ambiente, en una auténtica cultura del encuentro y de la paz. María reina de la paz, ruega por nosotros. Todos: María reina de la paz ruega por nosotros". (Oración del Angelus).
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¿Cómo está tu familia en HONESTIDAD?
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a honestidad es una cualidad humana que consiste en comportarse y expresarse con coherencia y sinceridad, y de acuerdo con los valores de verdad y justicia. En su sentido más evidente, la honestidad puede entenderse como el simple respeto a la verdad en relación con el mundo, los hechos y las personas; en otros sentidos, la honestidad también implica la relación entre el sujeto y los demás, y del sujeto consigo mismo. Con toda seguridad, una de las cualidades que más buscamos y exigimos de las personas es la honestidad. Este valor es indispensable para que las relaciones humanas se desenvuelvan en un ambiente de confianza y armonía, pues garantiza respaldo, seguridad y credibilidad en las personas. Es una forma de vivir congruente entre lo que se piensa y la conducta que se observa hacia el prójimo, que junto a la justicia, exige en dar a cada quién lo que le es debido. La persona que es honesta puede reconocerse por: Ser siempre sincero, en su comportamiento, palabras y afectos. Cumplir con sus compromisos y obligaciones al pie de la letra, sin trampas, engaños o retrasos voluntarios. Evitar la murmuración y la crítica que afectan negativamente a las personalidad de los demás. Guardar discreción y seriedad ante las confidencias personales y secretos profesionales. Tener especial cuidado en el manejo de los bienes económicos y materiales. Ser honesto es ser real, acorde con la evidencia que presenta el mundo y sus diversos fenómenos y elementos; es ser genuino, auténtico, objetivo. La honestidad expresa respeto por uno mismo y por los demás, que, como nosotros, "son como son" y no existe razón alguna para esconderlo. Esta actitud siembra confianza en uno mismo y en aquellos quienes están en contacto con la persona honesta. La honestidad no consiste sólo en franqueza (capacidad de decir la verdad) sino en asumir que la verdad es sólo una y que no depende de personas o consensos sino de lo que el mundo real nos presenta como innegable e imprescindible de reconocer.
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¿Cómo está tu familia en HONESTIDAD? Muchas veces los seres humanos tendemos a no querer enfrentar la verdad de las cosas porque el hacerlo implica tomar acción. En otras ocasiones negamos la realidad porque pensamos que si así lo hacemos en algún momento desaparecerá. Pero, pronto descubrimos que el tiempo pasa y no es así, al contrario, las cosas se complican más, acumulando una mentira encima de la otra alejándonos cada vez más de esa vida de paz interna que añoramos tener. La honestidad conlleva a tener el valor de hacernos las preguntas más difíciles y contestarlas con la verdad. Estas respuestas incluyen nuestras creencias, deberes, valores, responsabilidades y postura hacia la vida. Si anhelamos una vida de armonía y paz interna es necesario ser honestos con nosotros mismos. Para que las relaciones humanas se desenvuelvan y crezcan en un ambiente de confianza y armonía es importante que exista honestidad. Es una virtud que nos aporta seguridad y credibilidad en las personas, y en ocasiones hasta admiración.
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Catecismo
1809
La templanza es la virtud moral que modera la atrac-
ción de los placeres y procura el equilibrio en el uso de los bienes creados. Asegura el dominio de la voluntad sobre los instintos y mantiene los deseos en los límites de la honestidad. La persona moderada orienta hacia el bien sus apetitos sensibles, guarda una sana discreción y no se deja arrastrar “para seguir la pasión de su corazón” (Si 5,2; Cf. 37, 27-31). La templanza es a menudo alabada en el Antiguo Testamento: “No vayas detrás de tus pasiones, tus deseos refrena” (Si 18, 30). En el Nuevo Testamento es llamada “moderación” o “sobriedad”. Debemos “vivir con moderación, justicia y piedad en el siglo presente” (Tt 2, 12).
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Salud Espiritual (El Estrés)
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l estrés se ha convertido en una palabra cotidiana de nuestros tiempos y es considerado uno de los grandes males que nos tocan padecer, sin distinción de edad, género o clase social. Las personas que manejan un alto grado de responsabilidad suelen ser las más afectadas por este trastorno que se está transformando, cada vez más, en una especie de enfermedad alarmante. El ritmo acelerado de vida, así como el desarrollo tecnológico y la prisa con que debemos iniciar y vivir cada día ha creado una tensión permanente en nuestro diario vivir que nos lleva a estar angustiados, ansiosos, apurados y perder vitalidad. Esto hace que nuestro organismo emita una respuesta a semejante cantidad de estímulos o, dicho de otra manera, el estrés es la respuesta «adaptativa» del organismo ante los diversos «estresores». El estrés es algo habitual en nuestras vidas, no puede evitarse, ya que cualquier cambio al que debamos adaptarnos representa estrés. Es la reacción de nuestro organismo frente a la presión constante, y, cuando los mecanismos de recuperación fallan, se produce las enfermedades de adaptación. La disconformidad crónica, el apuro, la urgencia, los estados ansiosos, los sentimientos de impotencia, el alerta constante, el miedo irracional, las preocupaciones económicas, laborales o escolares y otras generan, consecuentemente, ansiedad, angustia y tensión. Nuestro cuerpo responde con cansancio, problemas digestivos, dolores de cabeza, pérdida del apetito se nos olvidan las cosas, cambia nuestro estado de ánimo, tenemos problemas para dormir o descansar, dolores musculares, irritabilidad o aislamiento, aumentan las frecuencias respiratorias y cardíacas, entre otras. Cuando estos síntomas perduran y se instalan en el tiempo, el estrés se constituye en un proceso relativamente independiente del síndrome general de adaptación, en una "enfermedad" en sí misma. Cualquier suceso que genere una respuesta emocional puede causar estrés. Las experiencias estresantes provienen de tres fuentes básicas: nuestro entorno (referente a las condiciones ambientales, como el ruido, las aglomeraciones, etc.), nuestro cuerpo y nuestros pensamientos. Esto incluye tanto las situaciones positivas (el nacimiento de un hijo, matrimonio), como las negativas (pérdida del empleo, muerte de un familiar).
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Salud Espiritual (El Estrés) Si logramos percibir estos síntomas como alertas y no como parte normal de nuestra vida, si aprendemos a escucharlos como mensajes que nos dicen que estamos a punto de perder el equilibrio que debe haber entre las presiones diarias y nuestra capacidad de respuesta a ellas, es el momento justo de otorgarnos un respiro y tomarnos un tiempo para nosotros mismos. ¿Qué hacer, entonces, frente al estrés?
No preocuparnos de las cosas que no podemos controlar. (No sólo en los días soleados suceden cosas buenas) Hacer algo con las cosas que sí podemos controlar. (Aprendamos a poner límites a aquellos que nos exigen dar o hacer más de lo que podemos dar o hacer) Prepararnos, lo mejor posible, para sucesos que sabemos que pueden ocasionarnos estrés. (Al fin de cuentas, esas circunstancias también pasaran, y vendrán otras mejores) Esforzarnos por resolver los conflictos con otras personas. (Un buen diálogo quiebra barreras y concilia los ánimos) Pedir ayuda a nuestros amigos, familiares o profesionales. (Dejar la omnipotencia de lado no es signo de debilidad) Fijarnos metas realistas en casa, en el trabajo o en la escuela. (Poner mucha expectativa en un proyecto, casi imposible acarrea desdicha) No olvidar de realizar una actividad física (Alguien dijo mens sana in corpore sano) Orar un poco más. (La buena oración nos conecta con lo trascendente) Tratar de ver los cambios como desafíos positivos, no como amenazas. (Dice el saber popular "no hay mal que por bien no venga") Poner más atención en lo que tenemos y no en lo que nos falta. (Por ahí, descubrimos lo inmensamente ricos que somos.)
Seguramente, dado los tiempos que corren, no podremos eliminar, del todo, las fuentes que nos suscitan estrés, sin embargo, sí podemos aprender a buscar un equilibrio ante las consecuencias que la presión y las exigencias excesivas generan. Si logramos no llegar a los extremos, tal vez entonces, tengamos tiempo para disfrutar y ver la vida desde un lugar más positivo.
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Matrimonio y Sexualidad
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a unión sexual es pues, la expresión más profunda y completa del amor conyugal. En ella tiene su culmen, pues el amor abarca a toda la persona, desde su espíritu (inteligencia y voluntad), su corazón (sentimientos, emociones y pasiones), hasta su cuerpo (genitalidad). El Concilio Vaticano II nos dice:
Los actos con los que los esposos se unen íntima y castamente entre sí son honestos y dignos, y, realizados de modo verdaderamente humano, significan y fomentan la recíproca donación, con la que se enriquecen mutuamente con alegría y gratitud (GS, 49). En el encuentro sexual, como en múltiples actividades humanas que la persona desempeña libre y conscientemente, Dios ha imprimido una satisfacción, como estímulo y recompensa de aquellas: el placer. Así, en la actividad de alimentarse, tenemos el placer del gusto; al descansar el cuerpo, tenemos el placer del sueño; en la unión carnal, el placer sexual. De ahí, que la responsabilidad del ser humano en el encuentro sexual ha de ser, buscar la entrega total y completa al otro, y no buscar como finalidad el placer. El placer es un medio, más no un fin. El mundo de hoy, tan lleno de erotismo, promueve fuertemente la búsqueda del placer en el encuentro sexual, olvidando la entrega, el don de sí y la fecundidad. Sexualidad y Genitalidad La persona humana es sexuada, es decir, es masculina o femenina. El hombre y la mujer, aunque tienen la misma dignidad como personas, son diferentes por ser sexuados. A su vez se complementan mutuamente. El instinto sexual en el ser humano es una tendencia natural de los dos sexos que se atraen mutuamente en búsqueda de la unión, de la complementariedad y de la fecundidad. Ha de ser dominada y encauzada por voluntad de la persona. El amor conyugal es el contexto adecuado para el uso plenamente humano de la tendencia sexual. La genitalidad es el aspecto corporal de la sexualidad. Conformada por los órganos reproductores masculinos y femeninos y sus funciones propias.
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Educación de los hijos La educación sexual ha de ser clara.
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laridad en la explicación. Que el niño no se quede, después de que se le haya hablado, con más dudas de las que antes tenía. La ignorancia no es buena. Puede ser, incluso, causa de problemas al llegar al matrimonio. Escribe la Dra. Fischle Carl: "Aún no hace mucho -se está refiriendo a Chile-estaba vedado emplear en sociedad palabras como "parto", "amamantar", "embarazo" y "sexualidad", porque eran consideradas indecorosas. Las adolescentes no eran educadas para convertirse en mujeres, sino en seres indefinidos. Debían vivir en una absoluta ignorancia patológica hasta el matrimonio, para luego asustarse el día de la boda. Estas criaturas, conservadas artificialmente infantiles, eran consideradas puras y especialmente dignas. No se reconocía que muchas se tornaban frígidas y problematizadas" Claridad sin mojigatería. "Bienaventurado el vientre que te llevó y los pechos que te amamantaron". Pocas alabanzas tan exultantes y tan poco ñoñas se hicieron a la Madre de Jesús, a aquella Virgen que siendo adolescente tendría unos l7 años- al recibir el anuncio de que habría de tener un hijo exclamó: "¿Cómo puede ser eso si no conozco varón?". Y luego se apresuró a ir a casa de su prima Isabel para atenderla en el parto. No: no hay mojigatería en el Evangelio. Y esa Edad Media, tan injustamente menospreciada por nosotros, no tenía inconveniente en pintar Madonnas que dan el pecho al niño Jesús y en llamar por su nombre, sin eufemismos a los órganos sexuales. Proceder muy lógico por otra parte, pues como bella y concisamente escribe Clemente de Alejandría: "¿Por qué vamos a avergonzarnos nosotros de nombrar aquello que Dios no se avergonzó en crear?". Claridad llena de sencillez: No transferir a la ingenua alma del niño el doble fondo de muchos de nuestros pensamientos. El pequeño pregunta sobre estas cosas de la misma forma que lo hace sobre cómo se podrá coger la luna y cuántas son las estrellas. Y con esa misma sencillez, aunque adaptando nuestra explicación a su mentalidad, se le debe referir el plan maravilloso de Dios al incorporar al padre y a la madre a la tarea de la procreación dentro del cálido ambiente familiar.
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Defiende tu Fe
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os que están en contra de nuestra Iglesia, de nuestros ritos dicen: No consta en la Biblia que los primeros cristianos hayan recibido el cuerpo de Cristo. A esto respondemos abriendo la Biblia: “La copa de bendición que bendecimos, ¿no es acaso comunión con la Sangre de Cristo? Y el pan que partimos, ¿no es comunión con el Cuerpo de Cristo? (1 Cor 10,16).” “Ustedes no pueden beber de la copa del Señor y de la copa de los demonios; tampoco pueden sentarse a la mesa del Señor y a la mesa de los demonios. (1 Cor 10,21).” El Apóstol Pablo amonesta a los cristianos con palabras fraternales: “por esto, queridos míos, eviten la idolatría. (1 Cor 10,14)”. Y Pone en oposición el sacrificio a los cristianos. Este sacrificio es “la fracción del pan” o la Eucaristía como también llamaron en los primeros tiempos al sacrificio de la misa. Aún más la primera referencia que hallamos en el nuevo testamento de la celebración de la Eucaristía, está claramente en los Hechos de los apóstoles (2,42). “Acudían asiduamente a la enseñanza de los apóstoles, a la convivencia, a la fracción del pan y a las oraciones. (Hch 2,42).” Luego el sacrificio eucarístico (la misa) era designado con esa frase: “la fracción del pan”. Aludiendo a lo que hizo Jesús quien al instituirlo distribuyó el pan consagrado a sus discípulos después de haberlo fraccionado o partido en pedazos. Luego podemos concluir que los primeros cristianos celebraban la eucaristía y que se halla con toda claridad en las páginas de la biblia. José Antonio Guevara Salesiano
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Actualidad Familiar
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as raíces más profundas de la homosexualidad son no sexuales
Causas no sexuales Las raíces de la homosexualidad por consiguiente no son sexuales. El deseo de interacción sexual proviene simplemente de un deseo de amor, seguridad, afirmación y de alguien que diga “estás bien”. Al no tener una figura que te proteja, te aliente y te ame, entonces el temor y el aislamiento comienzan a ser un sentimiento y problema psicológico en un niño que no tiene conexión con una figura paterna. La falta de modelo del mismo sexo crea problemas al niño al ir creciendo. Si un niño varón solo tiene la influencia de su madre en su vida, reaccionará al mundo en la forma en que cree que su madre reaccionaría. El niño comenzara a tener problemas de relación con sus compañeros de edad en la escuela, sus compañeros rápidamente captarán su afeminamiento y lo ridiculizarán, excluyéndolo de su circulo de amistad. De esta forma el niño es aislado completamente de su segunda oportunidad de tener afirmación masculina: sus compañeros de mismo sexo. Por su parte una niña que haya desarrollado una fuerte identidad con su padre también se encontrará a sí misma separada a veces de su grupo de compañeras y de sus intereses comunes. Con frecuencia echará de menos su acercamiento femenino a la vida y se excluirá de toda afirmación. Uno de los principales problemas fundamentales de la homosexualidad es una falta de pertenencia y afirmación. El rechazo de los compañeros puede jugar un papel importante en afirmar la diferencia de un niño y el rechazo. Los niños “diferentes” se enfrentan a una pertenencia negada.. ya que no pertenecen al grupo de niños de la escuela por ser débil, retraído, pasivo, amanerado y comenzando una búsqueda de un sentimiento de intimidad que se les ha negado sin poder compartir secretos y camarería que el resto de chicos si tienen. Así el niño interpreta, mi Padre me rechaza, mis compañeros del mismo sexo me rechazan, entonces decide aislarse y construir un Muro Invisible entre él y las personas de su mismo sexo ya que esto solo le causa dolor y rechazo, Y una vez más a un nivel más fuerte sólo encuentra pertenencia y seguridad en la madre, reafirmando aun más ese vínculo con ella.
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Actualidad Familiar Comienza el proceso hacia la homosexualidad Un niño que ha sentido el dolor del rechazo comienza a envidiar subconscientemente el poder ser aceptado por otros varones, aquí comienza un proceso que de concluirse el niño o adolescente será conducido hacia lo que algunos llaman “orientación homosexual“. Todo comienza con una simple comparación del niño con otros; al sentirse menos que los demás por tanto se llega a la conclusión que es diferente a los demás. Llega el descubrimiento de que uno no puede cumplir con las normas del grupo, el niño ya no intenta interactuar con sus amigos y se conforma admitiendo su debilidad. Esto comienza a despertar en el niño una admiración de aquellos que son mejores que él de alguna forma. El comienza a notar que son más aptos en los deportes, son más fuertes, son más guapos, tienen mejor cuerpo, son más inteligentes y todo un conjunto de virtudes. Se comienza a sentir entonces una admiración predominante por aquellos que tienen valor y cualidades que el niño le gustaría poseer. En alguna parte a lo largo de este proceso, esta admiración se comienza a tornar en envidia y un fuerte deseo de poseer. Generalmente siempre hay una persona especial que es objeto de esta envidia y admiración, así este niño crece y llega a la pubertad, reafirmando con cada evento traumático en su vida social una y otra vez este proceso. En la pubertad, mientas el deseo sexual comienza a emerger, este deseo simplemente se dirige hacia lo que el niño siempre ha estado enfocado, su objeto de admiración y envidia y así esta envidia se convierte ahora en un deseo erótico. En la vida para muchos este proceso no llega a su fin, pero para la persona homosexual este deseo sexual hacia una persona de su mismo sexo parece completamente natural debido a que comenzó como un deseo no sexual, un simple deseo de pertenencia y afirmación. Décadas más tarde, la persona homosexual puede estar aún en una búsqueda de reemplazo de este primer amor. Desean fuertemente que esta persona sea su “mejor amigo”. Tienen fantasías sobre estar solos con esta persona y poder relacionarse íntimamente con ellos.
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Actualidad Familiar Con la experiencia de oír cientos de historias de cómo un hombre llego a descubrir su homosexualidad, siempre están inmiscuidos estos factores. La falta de una figura paterna, el rechazo de su entorno social de su mismo sexo, una madre sobre protectora y finalmente durante la pubertad un “enamoramiento” hacia un varón que tiene grandes virtudes. Hemos descubierto que el patrón de la homosexualidad se desarrolla durante un largo período de tiempo desde la infancia hasta la adolescencia. Debido a su comienzos tempranos puede parecer algo innato, natural o constitucional, pero no lo es. En algún lugar de la pubertad, la persona llega a esta consciente de que este interés en gente del mismo sexo no es normal y de que sus compañeros o compañeras están mudando sus intereses hacia deseos hacia el sexo opuesto, el diseño natural de la sexualidad que Dios diseñó, la heterosexualidad.
Consejo para la Familia
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as expresiones de afecto no deben faltar en el
matrimonio, a veces al paso de los años, algunos matrimonios dejan de mostrarse afectuosos, como si la magia hubiese llegado su fin; mucho más si se convierten en padres. Evita distanciarte de tu cónyuge, propicien señales y formas de encuentro afectivo. La vida sexual no debe dejar de ser plena. La pareja tiene que encontrar sus espacios de privacidad. De no ser así, el hielo en la vida conyugal crece y las emociones externas pueden acosar tu vida familiar
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Servicios del 5 al 18 de Septiembre Asamblea Sep-10
Cristo ha Resucitado
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Sep-10
En tu Manos Señor
229
Sep-10
Unidos por Jesús y María.
239
Sep-17
Jesús es mi Pastor
223
Sep-17
Unidos por el Amor de Dios
238
Sep-17
Peregrinos de Cristo
244
Guardería Sep-10
Fe y Obediencia a Cristo
239/40
Sep-17
Liberados por Cristo
242
Misa Sep-07
Secretaría
Sep-14
Todos Tuyos Señor
230
Sep-14
Cantar de los Cantares
237
Sep-14
Hijos de María
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Próximas Actividades
“Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que siguieron a Jesús por la palabra de Juan. Andrés fue a buscar primero a su hermano Simón y le dijo: Hemos encontrado al Mesías, al Cristo.” (Sn.Juan 1,40-41) Por este medio estamos recordando a todos los hermanos encuentristas, que el 5 y 6 de Octubre se realizará el encuentro conyugal No. 246. Invitemos a nuestros amigos, compañeros de trabajo o vecinos para que asistan a las reuniones de Viveros – todos los martes a las 7:30 pm.
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Pr贸ximas Actividades
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El Movimiento en Movimiento
N
o te pierdas todos los martes nuestras asambleas que estĂĄn organizadas y preparadas con mucho amor por nuestros hermanos de la secretarĂa de reuniones generales para nuestro continuo crecimiento y fortalecimiento espiritual tanto conyugal como familiar.
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¡Estamos en la Web! Visítanos en la dirección: http://www.encuentrosconyugales.org
Encuentros Conyugales
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