Revista Edificando Familias - Edición 104 by Revista MEC

amor y convicciones firmes, con ternura y seguridad al mismo tiempo.

El ideal con el que debemos confrontar continuamente nuestra familia es la vida en com evangelio a todas las naciones. Por ello podemos hacernos unas cuantas preguntas preocupamos, ayudamos, agradecemos, perdonamos y alegramos juntos? ¿Nos echam cambiantes? ¿Procuramos templar nuestros nervios y posibles molestias? ¿Damos testim que pensamos, decimos y hacemos? ¿Tenemos en cuenta, o no nos olvidamos, de aquel de la paz del Señor?

En la familia es donde se hace posible el amor, el amor sin condiciones; los padres que in razón de sus cualidades. "La familia es siempre testimonio de Amor y Misericordia".

Es en el seno familiar donde cultivamos lo humano del hombre, que es el enseñarlo a pen cultivo de las virtudes, el respeto que es el guardián del amor, la honradez, la generosidad ser creativos en el cultivo de la inteligencia, la voluntad y el corazón, para poder contribui amor en la familia debe trasmitirse a la sociedad.

La familia es el primer ambiente vital que encuentra el hombre al venir a este mundo y su e

Editorial Revista Edificando Familias Familias Testimonio de Amor y Misericordia Edición 104 A pesar de que el hombre fue creado por Dios con una capacidad innata para amar, el crecimiento y la vivencia del amor se realiza a través de la experiencia que el hombre va adquiriendo a lo largo de toda su vida. En el contexto individual de cada persona, esta experiencia se ubica en su familia. Ante las diversas adulteraciones y eufemismos acerca del matrimonio, la familia y la vida, es urgente hoy en día la defensa de la dignidad de la vocación matrimonial y familiar. Y esto se verifica a través del elocuente testimonio sencillo y cotidiano en el seno de nuestra familia, y desde nuestro trabajo y oración. Eduquemos en libertad y responsabilidad, en

munión de Jesús, María y José. La familia es un lugar privilegiado para el anuncio del s: ¿Nos queremos de verdad, de corazón? ¿Cómo miramos, saludamos, cuidamos, mos de menos? ¿Cómo sobrellevamos nuestros temperamentos y humores a menudo monio, con nuestra propia vida, del gran tesoro de tener a Jesucristo en medio de todo lo llos que ya partieron a la casa del Padre donde queremos un día estar con ellos gozando

nician la familia con una promesa de amor quieren a sus hijos porque son sus hijos, no en

nsar, a profundizar, a reflexionar. Es en el ámbito de la familia donde el hombre aprende el d, la responsabilidad, el amor al trabajo, la gratitud, la misericordia. La familia nos invita a ir y abrirnos a la sociedad preparados e íntegros. Es por esta razón que el testimonio del

experiencia es decisiva para siempre.

La Voz del Papa Palabras del Santo Padre Francisco Vaticano, Audiencia General, 13 de mayo de 2015 Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días! La catequesis de hoy es como la puerta de entrada de una serie de reflexiones sobre la vida de la familia, su vida real, con sus tiempos y sus acontecimientos. Sobre esta puerta de entrada están escritas tres palabras, que ya he utilizado en la plaza otras veces. Y esas palabras son: «permiso», «gracias», «perdón». En efecto, estas palabras abren camino para vivir bien en la familia, para vivir en paz. Son palabras sencillas, pero no tan sencillas de llevar a la práctica. Encierran una gran fuerza: la fuerza de custodiar la casa, incluso a través de miles de dificultades y pruebas; en cambio si faltan, poco a poco se abren grietas que pueden hasta hacer que se derrumbe La primera palabra es «permiso». Cuando nos preocupamos por pedir gentilmente incluso lo que tal vez pensamos poder pretender, ponemos un verdadero amparo al espíritu de convivencia matrimonial y familiar. Entrar en la vida del otro, incluso cuando forma parte de nuestra vida, pide la delicadeza de una actitud no invasora, que renueve la confianza y el respeto. La confianza, en definitiva, no autoriza a darlo todo por descontado. Y el amor, cuando es más íntimo y profundo, tanto más exige el respeto de la libertad y la capacidad de esperar que el otro abra la puerta de su corazón. Al respecto recordamos la palabra de Jesús en el libro del Apocalipsis: «Mira, estoy de pie a la puerta y llamo. Si alguien escucha mi voz y abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él y él conmigo» (3, 20). También el Señor pide permiso para entrar. No lo olvidemos. Antes de hacer algo en familia: «Permiso, ¿puedo hacerlo? ¿Te gusta que lo haga así?». Es un lenguaje educado, lleno de amor. Y esto hace mucho bien a las familias.

La segunda palabra es «gracias». Algunas veces nos viene a la mente pensar que nos estamos convirtiendo en una civilización de malas maneras y malas palabras, como si fuese un signo de emancipación. Lo escuchamos decir muchas veces incluso públicamente. La amabilidad y la capacidad de dar gracias son vistas como un signo de debilidad, y a veces suscitan incluso desconfianza. Esta tendencia se debe contrarrestar en el seno mismo de la familia. Debemos convertirnos en intransigentes en lo referido a la educación a la gratitud, al reconocimiento: la dignidad de la persona y la justicia social pasan ambas por esto. Si la vida familiar descuida este estilo, también la vida social lo perderá. La gratitud, además, para un creyente, está en el corazón mismo de la fe: un cristiano que no sabe dar gracias es alguien que ha olvidado el lenguaje de Dios. Escuchad bien: un cristiano que no sabe dar gracias es alguien que ha olvidado el lenguaje de Dios. Recordemos la pregunta de Jesús, cuando curó a diez leprosos y sólo uno de ellos volvió a dar las gracias (cf. Lc 17, 18). Una vez escuché decir a una persona anciana, muy sabia, muy buena, sencilla, pero con la sabiduría de la piedad, de la vida: «La gratitud es una planta que crece sólo en la tierra de almas nobles». Esa nobleza del alma, esa gracia de Dios en el alma nos impulsa a decir gracias a la gratitud. Es la flor de un alma noble. Esto es algo hermoso. La tercera palabra es «perdón». Palabra difícil, es verdad, sin embargo tan necesaria. Cuando falta, se abren pequeñas grietas —incluso sin quererlo— hasta convertirse en fosas profundas. No por casualidad en la oración que nos enseñó Jesús, el «Padrenuestro», que resume todas las peticiones esenciales para nuestra vida, encontramos esta expresión: «Perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden» (Mt 6, 12). Reconocer el hecho de haber faltado, y mostrar el deseo de restituir lo que se ha quitado —respeto, sinceridad, amor— hace dignos del perdón. Y así se detiene la infección. Si no somos capaces de disculparnos, quiere decir que tampoco somos capaces de perdonar. En la casa donde no se pide perdón comienza a faltar el aire, las aguas comienzan a verse estancadas. Muchas heridas de los afectos, muchas laceraciones en la familias comienzan con la pérdida de esta preciosa palabra: «Perdóname». En la vida matrimonial se discute, a veces incluso «vuelan los platos», pero os doy un consejo: nunca terminar el día sin hacer las paces. Escuchad bien: ¿habéis discutido mujer y marido? ¿Los hijos con los padres? ¿Habéis discutido fuerte? No está bien, pero no es este el auténtico problema. El problema es que ese sentimiento esté presente todavía al día siguiente. Por ello, si habéis discutido nunca terminar el día sin hacer las paces en la familia. ¿Y cómo debo hacer las paces? ¿Ponerme de rodillas? ¡No! Sólo un pequeño gesto, algo pequeño y vuelve la armonía familiar. Basta una caricia, sin palabras. Pero nunca terminar el día en familia sin hacer las paces. ¿Entendido esto? No es fácil pero se debe hacer. Y con esto la vida será más bonita.

Estas tres palabras-clave de la familia son palabras sencillas, y tal vez en un primer momento nos causarán risa. Pero cuando las olvidamos, ya no hay motivo para reír, ¿verdad? Nuestra educación, tal vez, las descuida demasiado. Que el Señor nos ayude a volver a ponerlas en su sitio, en nuestro corazón, en nuestra casa, y también en nuestra convivencia civil. Son las palabras para entrar precisamente en el amor de la familia. Y ahora os invito a repetir todos juntos estas tres palabras: «permiso», «gracias», «perdón». Todos juntos: (plaza) «permiso», «gracias», «perdón». Son las palabras para entrar precisamente en el amor de la familia, para que la familia permanezca. Luego repitamos el consejo que os he dado, todos juntos: Nunca terminar el día sin hacer las paces. Todos: (plaza) nunca terminar el día sin hacer las paces. Gracias.

Joven Atrévete a ser Diferente

perdón, siempre fue humilde, y siempre buscaba cumplir su misión; “Dar a conocer la voluntad de llevaría esa misión, y aun así él fue obediente. Como Hijos tenemos que siempre ser obedientes Puesto que como jóvenes siempre ponemos nuestros intereses antes que el estar dispuestos y disp todo lo que nuestros padres hacen por nosotros. Otra de las enseñanzas de Jesús hacia nuestras fa Claramente Jesús nos invita a que las familias debemos de tener la misma misión de seguir sus pa familia evangelizar a todos los que los rodean. Puesto que las familias Cristianas son también misio

Pero primero para que exista una familia Cristiana misionera, debe de existir la comprensión, amor, a que cada miembro de la familia, debe ser solidario con cada uno de sus miembros. Retomemos u historias nos narran como Jesús ayudaba a José en su carpintería, y también de como María le ay nos ayudamos entre nosotros, nos apoyamos, compartimos y somos solidarios, no nos va a costar a

Otra manera de poder definir a una familia Cristiana, es basándose en la oración, Jesús entrelaza unida, permanece unida”. Si alguna vez has podido experimentar una oración en familia, te diste c unión, amor y ganas compartir. Porque la oración fortalece, sin mencionar el incluir la Palabra de chismes, novelas, envidias…, el comportamiento de la familia será en torno a ello; pero si se habla d La familia cristiana es privilegiada ya que es llamada por Dios nuestro Padre a ser en donde se d sobre todo, a seguir a Cristo como lo hicieron sus apóstoles. ¡Qué hermoso es encontrar familias que viven ese amor por los demás! ¡Qué felicidad se ve en los r

Familias cristianas testimonio de amor y misericordia “La familia, es una comunidad de fe, esperanza y caridad. Por eso le podemos llamar Iglesia doméstica. La familia cristiana es una comunión de personas, que reflejan la comunión que existe en Dios entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.” (El Pontificio Consejo para la Familia). Podemos empezar a entender el mensaje familiar que nos deja Dios, en base a ciertas actitudes de Jesús hacia su padre Dios y también de su padre a Jesús. Primero, podemos notar el ejemplo más grande y que muchos lo pasamos de largo: - Dios ha sido el creador, nuestro padre, quien nos ha visto crecer, desarrollarnos, tomar decisiones, equivocarnos, etc. Él siempre ha estado allí protegiéndonos de todo peligro y de todo mal, alegrándose y sintiéndose orgulloso de nuestros éxitos. De tras fondo les dice a todos los padres y madres de familia, Cuiden a su hijos, ámenlos; amen ver cómo están creciendo, amen cuando sonrían, amen cuando se equivoquen y corrijan pero siempre con amor. Porque Dios los amó a ustedes sus hijos.

Ahora nos plantearemos una experiencia que vivió Jesús como hijo; todos conocemos su historia y ésta frase: “Jesús fue obediente hasta la muerte”. Ciertamente nos está dejando un mensaje. Nos presentan a un Jesús que siempre busco la justicia, la comprensión, el el Padre”, que las personas conocieran de Dios, que se enamoraran de él. Y Jesús sabía a que lo a nuestros padres. Incluso el cuarto mandamiento lo menciona: “Honra a tu padre y a tu madre”. ponibles para las necesidades de nuestros padres. Sin mencionar el siempre estar agradecidos por amilias, es sobre su insaciable forma de querer llevar la palabra de su Padre a todos las personas. asos, de evangelizar. Pero primero los padres deben de hacerlo con sus propios hijos y luego como oneras, y buscarán que otras personas conozcan a Dios y así ser testimonio del amor de Dios.

, respeto y espíritu de servicio interno. ¿A que nos podemos referir con esto? Hacemos referencia un poco la relación familiar que existía entre Jesús, María y José. Si somos observadores, muchas yudo a Jesús a poder iniciar su vida pública, al realizar su primer milagro en las bodas de Caná. Si ayudar a los demás, y poder ser una familia solidaria.

aba su relación con Dios en base a ella, y nos invita a hacer lo mismo, pues “una familia que reza cuenta de que esa frase tiene sentido cada vez que la familia pone a Dios como centro, hay paz, Dios en ella, ya que Dios está presente en las conversaciones. Si únicamente se habla de fútbol, de Dios, el comportamiento de la familia será el reflejo del amor de Dios. dé la educación en los valores cristianos como el amor, la ayuda mutua, el servicio a los demás y

rostros de aquéllos que aman a Dios!

Actualidad Familiar

Con los hijos el matrimonio se convierte en familia, y la convivencia conyugal en doméstico. La familia es el ambiente propicio para el surgimiento de la vida hum educación y realización cristiana. Pero ante esa situación la familia cristian llamada a dar un claro testimonio de comunidad de vida, de amor, respeto, cor fraterna y perdón.

El amor es esencial en la vida de familia; es el eje de las relaciones dentro de la Amar y ser amado es la gratificación de los padres, los esposos y los hijos, e impulsa y recompensa el sacrificio de los padres; y el agradecimiento de amor b los hijos al experimentar cuánto hacen por ellos sus padres. También los la sangre entre hermanos se ponen de manifiesto en la ayuda mutua y el amor frate

Sin embargo en la convivencia familiar no faltan pequeñas o grandes ofensa acumuladas, pueden provocar resentimientos, agresividad, rencores y muerte de existente hasta entonces. Urge la humildad, la generosidad en el perdón, y el de El perdón es la ley fundamental para la supervivencia de la vida conyugal y fam surge del reconocimiento del error y de la capacidad de amar tanto para pedir como para perdonar.

El perdón es una actitud difícil, y que debe ser practicado tanto de Padres hacia viceversa; en la manera que los padres tengan la humildad de reconocer sus de pedir perdón cuando lo amerite a sus hijos, éstos también verán el ejemplo de su responderán con humildad y madurez reconociendo sus errores y pidiendo perdó

Dios es la fuente de la felicidad y prosperidad familiar. Si amar y ser amado cons Por eso cuando brilla el amor en una familia, ahí está Dios. Pero cuando falta Dio Cuando Dios está presente en la familia y en el hogar se cumple la promesa del contra aquella casa; pero ella no cayó porque estaba cimentada sobre la roca" (M

n hogar mana, su na está rrección

familia. el amor brota en azos de erno.

as que, el amor e olvido. miliar; y perdón

a los hijos y esaciertos y us padres y ón.

El amor y el perdón Dentro de la familia

stituye la dinámica de la vida familiar, Dios es amor y su ley se reduce al amor. os, allí no hay amor ni existe familia como tal. Señor: "Cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos y embistieron Mateo 7:25).

Amoris Laet

64. «El ejemplo de milagro en la fiest amistad con la fam (cf. Mt8,14). Esc (cf. Mc5,41; Lc 7, implica el restable aparece claramen adúltera (cf. Jn 8,1 gratuito de Jesús»

65. La encarnación la historia del mun sí de María al anu José, que dio el no pesebre, en la ado de su pueblo exili alegría que acom Simeón y Ana en sabiduría de Jesús ganaba el pan trab pueblo y educándo Este es el misterio misterio que tanto Foucauld, del cua alegría.

titia -

Sobre la misericordia en la familia

e Jesús es un paradigma para la Iglesia [...] Él inició su vida pública con el ta nupcial en Caná (cf. Jn 2,1-11) [...] Compartió momentos cotidianos de milia de Lázaro y sus hermanas (cf. Lc10,38) y con la familia de Pedro cuchó el llanto de los padres por sus hijos, devolviéndoles la vida ,14-15), y mostrando así el verdadero sentido de la misericordia, la cual ecimiento de la Alianza (cf. Juan Pablo II, Dives in misericordia, 4). Esto nte en los encuentros con la mujer samaritana (cf. Jn 4,1-30) y con la 1-11), en los que la percepción del pecado se despierta de frente al amor

n del Verbo en una familia humana, en Nazaret, conmueve con su novedad ndo. Necesitamos sumergirnos en el misterio del nacimiento de Jesús, en el uncio del ángel, cuando germinó la Palabra en su seno; también en el sí de ombre a Jesús y se hizo cargo de María; en la fiesta de los pastores junto al oración de los Magos; en fuga a Egipto, en la que Jesús participa en el dolor iado, perseguido y humillado; en la religiosa espera de Zacarías y en la mpaña el nacimiento de Juan el Bautista, en la promesa cumplida para n el templo, en la admiración de los doctores de la ley escuchando la s adolescente. Y luego, penetrar en los treinta largos años donde Jesús se bajando con sus manos, susurrando la oración y la tradición creyente de su ose en la fe de sus padres, hasta hacerla fructificar en el misterio del Reino. o de la Navidad y el secreto de Nazaret, lleno de perfume a familia. Es el o fascinó a Francisco de Asís, a Teresa del Niño Jesús y a Carlos de al beben también las familias cristianas para renovar su esperanza y su

Catecismo de la Iglesia Católica

1013 La muerte es el fin de la peregrinación terrena del hombre, del tiem de gracia y de misericordia que Dios le ofrece para realizar su vida terr según el designio divino y para decidir su último destino. Cuando ha ten fin "el único curso de nuestra vida terrena" (LG 48), ya no volveremo otras vidas terrenas. "Está establecido que los hombres mueran sola vez" (Hb 9, 27). No hay "reencarnación" después de la muerte.

1422 "Los que se acercan al sacramento de la penitencia obtienen d misericordia de Dios el perdón de los pecados cometidos contra Él y mismo tiempo, se reconcilian con la Iglesia, a la que ofendieron con pecados. Ella les mueve a conversión con su amor, su ejemplo y oraciones" (LG 11).

1489 Volver a la comunión con Dios, después de haberla perdido po pecado, es un movimiento que nace de la gracia de Dios, rico misericordia y deseoso de la salvación de los hombres. Es preciso p este don precioso para sí mismo y para los demás.

1609 En su misericordia, Dios no abandonó al hombre pecador. Las pe que son consecuencia del pecado, "los dolores del parto" (Gn 3,16) trabajo "con el sudor de tu frente" (Gn 3,19), constituyen también remed que limitan los daños del pecado. Tras la caída, el matrimonio ayud vencer el repliegue sobre sí mismo, el egoísmo, la búsqueda del pro placer, y a abrirse al otro, a la ayuda mutua, al don de sí

mpo rena nido os a una

de la y, al sus sus

or el o en pedir

enas ), el dios da a opio

Festividades de la Iglesia

en la vida de las iglesias locales y son acogidos cordialmente por los Obispos y sacerdotes e nueva evangelización y para la actividad misionera propiamente dicha".

También el rezo del Santo Rosario, es una de las actividades que los católicos realizam promoviéndolo, principalmente en sus apariciones a los pastorcillos de Fátima. El Rosario querido que muchas gracias nos lleguen por su conducto, ya que fue por ella que nos llegó la

Rezar el Rosario es como llevar diez flores a María en cada misterio. Es una manera de rep repetir con frecuencia las mismas palabras, porque siempre contienen algo nuevo. Si lo rez intercede por nosotros sus hijos y no nos deja de premiar con su ayuda. Al rezarlo, recor conducta admirable de María: los gozosos, los dolorosos, los luminosos y los gloriosos. Nos Calvario, María al pie de la cruz, Cristo resucitado, el Cielo, todo esto pasa por nuestra ment

Octubre mes de la misiones y el Santo Rosario La Iglesia Católica vive el mes de octubre dedicado mundialmente a despertar el Espíritu Misionero en los fieles, con gestos de solidaridad hacia los 200,000 misioneros que entregan sus vidas por el anuncio del Evangelio en el mundo. Durante este mes, llamado "Mes de las Misiones" se intensifica la animación misionera, uniéndonos todos en oración mediante el Santo Rosario, el sacrificio y el aporte económico a favor de las misiones, a fin de que el evangelio se proclame a todos los hombres. Ojalá que la celebración de la Jornada mundial de las misiones sea un estímulo providencial para poner en marcha las estructuras de caridad y para que cada uno de los cristianos y sus comunidades den testimonio efectivo de la caridad. Se trata de "una cita importante en la vida de la Iglesia, porque enseña cómo se ha de dar: en la celebración eucarística, esto es, como ofrenda a Dios, y para todas las misiones del mundo" (Redemptoris missio, 81). San Juan Pablo II.

San Juan Pablo II en el Nº 72 de la Redemptoris Missio, mencionó a los "movimientos eclesiales dotados de dinamismo misionero" que, "cuando se integran con humildad en las estructuras diocesanas y parroquiales, representan un verdadero don de Dios para la

mos con mayor fervor durante el mes de octubre. Nuestra Madre del Cielo ha seguido es una verdadera fuente de gracias. María es medianera de las gracias de Dios. Dios ha a salvación.

petirle muchas veces lo mucho que la queremos. El amor y la piedad no se cansan nunca de zamos todos los días, la Virgen nos llenará de gracias y nos ayudará a llegar al Cielo. María rdamos con la mente y el corazón los misterios de la vida de Jesús y los misterios de la s metemos en las escenas evangélicas: Belén, Nazaret, Jerusalén, el huerto de los Olivos, el te mientras nuestros labios oran.

brinda los equipos tecnológic lo practica dado que los mie del día.

El Rincón de la Salud

Una buena idea para hacer a tal como limpieza del vecind institución en particular. Esto sus intereses y desarrollar m

Las familias que toman com mutuamente a lograr metas,

Buenos hábitos con amor La familia es un elemento clave en el desarrollo de actitudes, destrezas y aptitudes de sus hijos. Los padres son los primeros responsables de establecer reglas dentro y fuera del hogar, que a la larga se convertirán en hábitos. Para lograr las metas en la formación de hábitos es esencial mantener una buena comunicación con la pareja y con los hijos La responsabilidad es el cumplimiento voluntario de las reglas de conducta establecidas por la familia hacia sus hijos en el hogar, o en el ámbito escolar, es un factor de vital importancia porque en la medida en que los niños son responsables, es más fácil el aprendizaje y la consolidación de los hábitos.

Es recomendable hacer tiempo para tener comidas familiares juntos tales como a la hora del almuerzo o la cena, donde los padres pueden ayudar a los hijos a desarrollar buenos hábitos y modales al comer. El hacer tiempo para comer juntos sin la distracción que cos, la televisión o la radio puede traer significativas ventajas para la familia que embros de la familia pueden hablar juntos, charlar o comentar sobre las acciones

algo productivo juntos en familia incluye tomar parte de un proyecto comunitario, dario, recolectar papeles y reciclarlos, participar en jornadas de ayuda a alguna o hace que la familia se sienta apreciada y que puedan llegar a conocer mejor mayor aprecio por lo que tienen.

mo medida desarrollar buenos hábitos tienen más posibilidades de ayudarse , alcanzar el éxito y entenderse mutuamente.

Planificación Jornada de Evangelización Parroquia el Carmen, San Salvador Octubre 2016 Nº

1er. SABADO 8 2do. SABADO OCTUBRE 15 OCTUBRE

SECRETARÍA GENERAL

3er. SABADO 22 OCTUBRE

4to. SABADO 29 OCTUBRE

SECRETARIOS NACIONALES 1

SECRETARIOS NACIONALES SECRETARÍAS

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Dejad que los niĂąos vengan a Mi Familia testimonio de amor y misericordia

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