EDITORIAL EL MEJOR TIEMPO PARA MI FAMILIA En cada familia se forman, se educan y se evangeliza a los nuevos ciudadanos, profesionales y cristianos que estarán desarrollándose en cada una de las comunidades y países. La familia nutre y provee lazos únicos para la persona humana. Las familias que se unen, y permanecen juntas a través de los años, se fortalecen y se enriquecen. Por ello, entre más tiempo le dedicas a tu familia, mayores serán los frutos que cosecharás. Hoy, en la Edición No.99 de la Revista Edificando Familias, a través del tema “El mejor tiempo para mi familia”, buscamos hacer una reflexión del tiempo que pasamos o que brindamos a la familia, que no se cuenta con las horas que se comparten, sino con memorias, enseñanzas y tradiciones que se crean. Cuando valoramos la importancia y la influencia que la familia tiene se aprovechan mejor todas las oportunidades que se tienen. Si eres padre o madre te invitamos a hacer un alto, y de la misma forma, en que planificas el presupuesto familiar, realicen juntos un inventario de cómo administran el tiempo con sus hijos, con sus padres, con sus hermanos y toda la familia; buscando no sólo hacer presencia, sino creando y participando momentos especiales, invirtiendo en detalles diarios y multiplicando muchas veces tus esfuerzos.
“Padres: ¿saben “perder el tiempo” con sus hijos? Papa Francisco
Unos breves consejos para aprovechar mejor el tiempo y fortalecer la familia son: crea momentos inolvidables, asegúrate de disfrutar a tus hijos, platica, conoce, involúcrate en todas las cosas pequeñas que les interesa; aprovecha los momentos cotidianos, como los almuerzos o cenas, saborea la sobremesa, cuando uno está satisfecho, tiene más tiempo y ganas para platicar, u otro momento puede ser cuando llevas a tus hijos al colegio o la escuela; limita la tecnología, conéctate en persona, usa el tiempo real y por último y no menos importante, dedica tiempo a rezar con tu familia, recuerda familia que reza unida permanece unida. Papa Francisco en su cuenta de twitter, escribió un tweet animando a los padres a “perder el tiempo” con sus hijos. El mensaje, que reincide y ha mencionado a menudo, pregunta: “Padres: ¿saben “perder el tiempo” con sus hijos? Es una de las cosas más importantes que pueden hacer todos los días”. El tiempo vuela y las oportunidades se esfuman rápidamente. Si tu familia es lo más importante asegúrate de darle el lugar y el mejor tiempo que se merecen. ¡Qué sea de mucha bendición para sus familias los temas que ahora les compartimos!
LA VOZ DEL PAPA PALABRAS DEL SANTO PADRE FRANCISCO Vaticano, Catequesis del Papa sobre la convivialidad en la familia, 11 de noviembre de 2015 Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días! Hoy reflexionaremos sobre una cualidad característica de la vida familiar que se aprende desde los primeros años de vida: la convivialidad, es decir, la actitud de compartir los bienes de la vida y ser felices de poderlo hacer. ¡Pero compartir y saber compartir es una virtud preciosa! Su símbolo, su “ícono”, es la familia reunida alrededor de la mesa doméstica. El compartir los alimentos – y por lo tanto, además de los alimentos, también los afectos, los cuentos, los eventos… - es una experiencia fundamental. Cuando hay una fiesta, un cumpleaños, un aniversario, nos reunimos alrededor de la mesa. En algunas culturas es habitual hacerlo también por el luto, para estar cercanos de quien se encuentra en el dolor por la pérdida de un familiar. La convivialidad es un termómetro seguro para medir la salud de las relaciones: si en la familia hay algo que no está bien, o alguna herida escondida, en la mesa se percibe enseguida. Una familia que no come casi nunca juntos, o en cuya mesa no se habla pero se ve la televisión, o el smartphone, es una familia “poco familia”. Cuando los hijos en la mesa están pegados a la computadora, al móvil, y no se escuchan entre ellos, esto no es familia, es un jubilado. El Cristianismo tiene una especial vocación por la convivialidad, todos lo saben. El Señor Jesús enseñaba frecuentemente en la mesa, y representaba algunas veces el Reino de Dios como un banquete gozoso. Jesús escogió la comida también para entregar a sus discípulos su testamento espiritual – lo hizo en la cena – condensado en el gesto memorial de su Sacrificio: donación de su Cuerpo y de su Sangre como Alimento y Bebida de salvación, que nutren el amor verdadero y duradero. En esta perspectiva, podemos bien decir que la familia es “de casa” a la Misa, propio porque lleva a la Eucaristía la propia experiencia de convivencia y la abre a la gracia de una convivialidad universal, del amor de Dios por el mundo. Participando en la Eucaristía, la familia es purificada de la tentación de cerrarse en sí misma, fortalecida en el amor y en la fidelidad, y extiende los confines de su propia fraternidad según el corazón de Cristo. La Eucaristía de una Iglesia de familias, capaces de restituir a la comunidad la levadura dinámica de la convivialidad y de hospitalidad recíproca, es una ¡escuela de inclusión humana que no teme confrontaciones! No existen pequeños, huérfanos, débiles, indefensos, heridos y desilusionados, desesperados y abandonados, que la convivialidad eucarística de las familias no pueda nutrir, restaurar, proteger y hospedar. Hoy muchos contextos sociales ponen obstáculos a la convivialidad familiar. Es verdad, hoy no es fácil. Debemos encontrar el modo de recuperarla; en la mesa se habla, en la mesa se escucha. Nada de silencio, ese silencio que no es el silencio de las religiosas, es el silencio del egoísmo: cada uno tiene lo suyo, o la televisión o el ordenador… y no se habla. No, nada de silencio. Recuperar esta convivialidad familiar aunque sea adaptándola a los tiempos. La convivialidad parece que se ha convertido en una cosa que se compra y se vende, pero así es otra cosa. Y la nutrición no es siempre el símbolo de un justo compartir de los bienes, capaz de alcanzar a quien no tiene ni pan ni afectos. Cuando no hay convivialidad hay egoísmo, cada uno piensa en sí mismo. Es tanto así, que la publicidad la ha reducido a un deseo de galletas y dulces. Mientras tanto, muchos hermanos y hermanas se quedan fuera de la mesa. ¡Es un poco vergonzoso! ¿No?
Miremos el misterio del Banquete eucarístico. El Señor entrega su Cuerpo y derrama su Sangre por todos. De verdad no existe división que pueda resistir a este Sacrificio de comunión; solo la actitud de falsedad, de complicidad con el mal puede excluir de ello. Cualquier otra distancia no puede resistir a la potencia indefensa de este pan partido y de este vino derramado, Sacramento del único Cuerpo del Señor. La alianza viva y vital de las familias cristianas, que precede, sostiene y abraza en el dinamismo de su hospitalidad las fatigas y las alegrías cotidianas, coopera con la gracia de la Eucaristía, que es capaz de crear comunión siempre nueva con la fuerza que incluye y que salva. La familia cristiana mostrará así, la amplitud de su verdadero horizonte, que es el horizonte de la Iglesia Madre de todos los hombres, de todos los abandonados y de los excluidos, en todos los pueblos. Oremos para que esta convivialidad familiar pueda crecer y madurar en el tiempo de gracia del próximo Jubileo de la Misericordia. Gracias.
LUZ PARA LA FAMILIA TIEMPO DE ORACIÓN EN FAMILIA ¡¡Familia que ora Unida Permanece Unida!! La Familia es lo más hermoso creado por Dios. El Señor nos ha dado el privilegio al ser Humano para poder crear nuestra propia Familia, e instruirlos en una Educación, Valores y Respeto al prójimo.
La familia que ora unida, permanece unida. Nuestro deber como Cristianos es enseñarles a nuestros Hijos: la importancia de la lectura diaria de la Palabra de Dios y la relación con Él, y estar orando y velando por la protección de nuestra familia así como por las necesidades que vayamos viendo a nuestro alrededor. Es muy saludable para una Familia pasar Tiempo de Calidad, y de igual modo, dedicarle a diario un tiempo a estar juntos leyendo la Palabra de Dios y estando en oración, no sólo les va a ayudar a los padres a conocer más acerca de la personalidad y las inquietudes que tienen sus hijos, sino que éstos van a ver cómo cuando se han puesto de acuerdo con sus padres orando al Señor, además van a crear un vínculo muy fuerte entre padres e hijos que hará que la familia permanezca unida siempre, sea cual sea la situación por la que estén atravesando en sus vidas. Mateo 18,20 “Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos”. Una familia que pasa tiempo con el Señor, vivirán en la presencia de Dios, experimentando plenitud de gozo (Salmos 16, 11) y una Paz que sobrepasa todo entendimiento y guardará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús (Filipenses 4,7). No permitamos que se sigan perdiendo las antiguas y buenas costumbres, pasemos tiempo de calidad con Dios y con nuestra Familia aunque no esté "de moda" en esta sociedad
"El verdadero vínculo es siempre con el Señor. Todas las familias, tienen necesidad de Dios: todas, ¡todas! Necesidad de su ayuda, de su fuerza, de su bendición, de su misericordia, de su perdón. Y se requiere sencillez. ¡Para rezar en familia se requiere sencillez! Cuando la familia reza unida, el vínculo se hace fuerte"
Papa Francisco
ACTUALIDAD FAMILIAR ¿CÓMO VIVIR UN TIEMPO DE CALIDAD CON LA FAMILIA?
Uno de los más grandes retos que poseen las familias hoy en día es saber equilibrar trabajo y atención a la familia; no es fácil hacer juegos malabaristas con tres ocupaciones al mismo tiempo: trabajador(a), esposo(a) y padre/madre. ¿Cómo se pueden compartir momentos de calidad, de padres a hijos y entre esposos y equilibrar la relación trabajo familia?... He aquí algunos pequeños pero prácticos consejos.
Destine algunas horas del día, para compartir un tiempo de comida o merienda para conversar de cómo ha estado el día entre los miembros de la familia; al hacerlo mantener contacto con la vista mientras se habla con ellos, eso les hace saber que son importantes.
Al trasladarse en el vehículo a los centros de estudio, trabajo o de paseo de fin de semana, realizar una oración en familia, luego hablar espontáneamente de un tema de interés o simplemente jugar a las adivinanzas.
Compartir tareas u oficios del hogar que puedan realizar juntos de acuerdo con la edad; de manera que los miembros se sientan importantes y útiles, por ejemplo preparar la mesa mientras papá y mamá cocinan.
Si durante la semana resulta imposible coincidir con todos los miembros del grupo familiar y compartir alguna actividad juntos (comida, juego de mesa, paseo); ya sea por estudio o trabajo proponerse y hacerlo el fin de semana.
El contacto físico es importante, despedir y recibir a cada miembro de la familia con una bendición, frase cariñosa y un beso; lo hace sentir que el amor de sus seres queridos lo acompañan siempre.
Llamar por teléfono o poner un mensaje a hijos y esposo(a) a diario en los momentos de receso, para que sepan que aún en la distancia están pendiente de ellos.
Orar y meditar la palabra de Dios al anochecer y procurar hacerlo siempre juntos.
MISERICORDIOSOS COMO EL PADRE FAMILIAS SIGNOS DE LA MISERICORDIA Y ACOGIDA DE DIOS
El Santo Padre recordó que “la Sagrada Familia de Nazaret sabe bien qué cosa significa una puerta abierta o cerrada, para quien espera un hijo, para quien no tiene amparo, para quien huye del peligro”. Por ello, el Papa alentó a que “las familias cristianas hagan del umbral de sus casas un pequeño gran signo de la Puerta de la misericordia y de la acogida de Dios”. “Es así que la Iglesia deberá ser reconocida, en cada rincón de la tierra: como la custodia de un Dios que toca, como la
acogida de un Dios que no te cierra la puerta, con la excusa que no eres de casa”, dijo. “La puerta es generosamente abierta, pero nosotros debemos valerosamente cruzar el umbral”, señaló. El Papa indicó que tras el recientemente celebrado Sínodo sobre la Familia “todas las familias, y la Iglesia entera, han recibido un gran aliento para encontrarse bajo el umbral de esta puerta”.
“La Iglesia ha sido animada a abrir sus puertas, para salir con el Señor al
“Jesús es la puerta que nos hace entrar y salir. ¡Porque el rebaño de Dios es un amparo, no una prisión!”
encuentro de sus hijos y de sus hijas en camino, a veces inciertos, a veces perdidos, en estos tiempos difíciles. Las familias cristianas, en particular, han sido animadas a abrir la puerta al Señor que espera para entrar, trayendo su bendición y su amistad”, señaló.
“Jesús es la puerta que nos hace entrar y salir. ¡Porque el rebaño de Dios es un amparo, no una prisión!”, señaló, y advirtió que “son los ladrones, aquellos que
tratan de evitar la puerta, porque tienen malas intenciones, y se meten en el rebaño para engañar a las ovejas y aprovecharse de ellas”. El Papa precisó que “nosotros debemos pasar por la puerta y escuchar la voz de Jesús: si sentimos su tono de voz, estamos seguros, somos salvados. Podemos entrar sin temor y salir sin peligro”. “Si el guardián escucha la voz del Pastor, entonces abre, y hace entrar a todas las ovejas que el Pastor trae, todas, incluso aquellas perdidas en el bosque, que el buen Pastor ha ido a buscarlas”. Francisco explicó que “las ovejas no los elige el guardián, sino el buen Pastor. El guardián –también él– obedece a la voz del Pastor”. “Entonces, podemos bien decir que nosotros debemos ser como este guardián. La Iglesia es la portera de la casa del
Señor, no la dueña”.
JOVEN ATRÉVETE A SER DIFERENTE LA CONVIVENCIA DE LOS JÓVENES EN LA FAMILIA
“La humanidad entera tiene una necesidad imperiosa del testimonio de jóvenes libres y valientes, que se atrevan a caminar contracorriente y a proclamar con fuerza y entusiasmo su propia fe en Dios, Señor y Salvador”. San Juan Pablo II ¿Acaso somos esclavos del mundo? ¿Somos libres de tomar nuestras propias decisiones? Actualmente muchos jóvenes nos dejamos llevar por las tentaciones del mundo y somos esclavos de muchas distracciones que poco a poco nos alejan del camino de Dios, por ejemplo: antes una familia se reunían para cenar y hablar sobre sus actividades diarias, era un momento para compartir tiempo de calidad en familia, sin embargo, ahora con las nuevas tecnologías los jóvenes nos hemos visto atrapados en un mundo de redes sociales y olvidado de lo maravilloso que es conversar de las bendiciones que recibimos día a día con nuestros seres queridos. Muchos somos los llamados a seguir el camino del Señor, más no todos somos capaces de dar ese paso, solo aquellos jóvenes valientes y con mucha fe se atreven a ser diferentes. Puede ser que por estar más cerca de Dios perdamos “amigos” y seamos vistos como diferentes para el mundo pero para Dios somos especiales y Él nos mostrará quienes son realmente amigos y quiénes no. Por lo tanto tenemos que ser capaces de valorar nuestra vida en familia, respetarla y ponerla al servicio del Señor para que nosotros siendo jóvenes seamos luz para los demás y demos un buen ejemplo a seguir para todos aquellos que no conocen a Dios. El papa Francisco nos invita a ser auténticos, que seamos atletas de Cristo y juguemos en su equipo.
“La alegría del amor que se vive en las familias es también el júbilo de la Iglesia. Como han indicado los Padres sinodales, a pesar de las numerosas señales de crisis del matrimonio, «El deseo de familia permanece vivo, especialmente entre los jóvenes, y esto motiva a la Iglesia». Como respuesta a ese anhelo «el anuncio cristiano relativo a la familia es verdaderamente una buena noticia». Amoris Laetitia - Papa Francisco Marcela Gómez Secretaría Infanto Juvenil Movimiento de Encuentros Conyugales
CARTA ENCÍCLICA - PAPA FRANCISCO
AMORIS LAETITIA, No. 33 y 50 33. Por otra parte, « hay que considerar el creciente peligro que representa un individualismo exasperado que desvirtúa los vínculos familiares y acaba por considerar a cada componente de la familia como una isla, haciendo que prevalezca, en ciertos casos, la idea de un sujeto que se construye según sus propios deseos asumidos con carácter absoluto». 50. Las respuestas recibidas a las dos consultas efectuadas durante el camino sinodal, mencionaron las más diversas situaciones que plantean nuevos desafíos. Además de las ya indicadas, muchos se han referido a la función educativa, que se ve dificultada, entre otras causas, porque los padres llegan a su casa cansados y sin ganas de conversar, en muchas familias ya ni siquiera existe el hábito de comer juntos, y crece una gran variedad de ofertas de distracción además de la adicción a la televisión. Esto dificulta la transmisión de la fe de padres a hijos.
CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA, No. 1655 y 1656 1655 Cristo quiso nacer y crecer en el seno de la Sagrada Familia de José y de María. La Iglesia no es otra cosa que la "familia de Dios". Desde sus orígenes, el núcleo de la Iglesia estaba a menudo constituido por los que, "con toda su casa", habían llegado a ser creyentes (Cf. Hch 18,8). 1656 En nuestros días, en un mundo frecuentemente extraño e incluso hostil a la fe, las familias creyentes tienen una importancia primordial en cuanto faros de una fe viva e irradiadora. Por eso el Concilio Vaticano II llama a la familia, con una antigua expresión, "Ecclesia domestica" (LG 11; Cf. FC 21). En el seno de la familia, "los padres han de ser para sus hijos los primeros anunciadores de la fe con su palabra y con su ejemplo, y han de fomentar la vocación personal de cada uno y, con especial cuidado, a vocación a la vida consagrada" (LG 11).
FESTIVIDADES DE LA IGLESIA 11 de Junio San Bernabé Apóstol A pesar de que San Bernabé no fue uno de los doce elegidos por Jesucristo, es considerado Apóstol por los primeros padres de la Iglesia, aún por San Lucas, a causa de la misión especial que le confió el Espíritu Santo y de su activa tarea apostólica. Bernabé era un judío de la tribu de Levi, había nacido en Chipre; su nombre original era el de José, pero los Apóstoles lo cambiaron al de Bernabé que significa ‘hombre esforzado’. Se le menciona en las Sagradas Escrituras, en el cuarto capítulo de los Hechos de los Apóstoles; se menciona la venta de sus propiedades. El Santo fue elegido para llevar el Evangelio a Antioquía, instruir y guiar a los neófitos. Para esta misión obtuvo la cooperación de San Pablo. Los dos predicadores obtuvieron gran éxito; Antioquía se convirtió en el gran centro de evangelización y fue ahí donde, por primera vez, se dio el nombre de Cristianos, a los fieles seguidores de Cristo.
13 de Junio San Antonio de Padua Celebración de San Antonio de Padua.El 13 de junio la Iglesia celebra la fiesta de uno de los santos más conocidos y venerados en el mundo, San Antonio de Padua, nació en Portugal en 1195 en una familia de la nobleza. Desde niño se consagró a la Santísima Virgen. En su juventud fue atacado por las pasiones sensuales pero con ayuda de Dios el dominó, encontrando su fortaleza en las visitas al Santísimo. Se dice que en una ocasión, mientras oraba, se le apareció el niño Jesús y lo sostuvo en sus brazos. A San Antonio se le invoca para encontrar objetos perdidos, muchos fieles acuden a San Antonio para que interceda para hallar un buen esposo o esposa. Es patrono de mujeres estériles, pobres, viajeros, albañiles, panaderos y papeleros.
24 de junio Nacimiento de San Juan Bautista Este es el único santo al cual se le celebra la fiesta el día de su nacimiento. San Juan Bautista nació seis meses antes de Jesucristo (de hoy en seis meses - el 24 de diciembre - estaremos celebrando el nacimiento de nuestro Redentor, Jesús). El capítulo primero del evangelio de San Lucas nos cuenta de la siguiente manera el nacimiento de Juan: Zacarías era un sacerdote judío que estaba casado con Santa Isabel, y no tenían hijos porque ella era estéril. Siendo ya viejos, un día cuando estaba él en el Templo, se le apareció un ángel de pie a la derecha del altar. Al verlo se asustó, mas el ángel le dijo: "No tengas miedo, Zacarías; pues vengo a decirte que tú verás al Mesías, y que tu mujer va a tener un hijo, que será su precursor, a quien pondrás por nombre Juan. No beberá vino ni cosa que pueda embriagar y ya desde el vientre de su madre será lleno del Espíritu Santo, y convertirá a muchos para Dios".
DEJAD QUE LOS NIÑOS VENGAN A MI
LOS MEJORES MOMENTOS CON MI FAMILIA
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