EDIFICANDO FAMILIAS Revista del movimiento de Encuentros Conyugales de El Salvador Del 06 al 19 de marzo del 2014 Número 48
CUARESMA
Vívela con ÉL
Contenidos
Editorial
La Cuaresma
La Cuaresma: Tiempo de Imitar a San José
Festividades de la Iglesia
La Voz del Papa
Conociendo al MEC
Actualidad Familiar
Catecismo
Gotitas de Fe
Próximas Actividades
Servicios
Movimiento en Movimiento
Actividades Parroquiales
Editorial La Cuaresma es un tiempo de discernimiento espiritual de acompañamiento a Jesús en sus 40 días de paso por el desierto, y como Él, ser fieles a Dios y vencer al enemigo, que se nos presenta ayer como hoy con gran esplendor de vanidades, poder, lujos, insolidaridad, envidias, discordias, acomodamiento, falta de fe, indiferencia, ambición, materialismo y hasta una justificada y egoísta forma de tratar de vivir la vida más relajada y sin compromiso verdaderamente cristiano. Los cuarenta días que representó para Jesús tiempo de “meditación y preparación” antes de iniciar su vida pública, nos invita a nosotros cristianos a desafiar día con día nuestra constante lucha interna entre el bien y el mal, en dejarnos llevar por las tentaciones o de ser fuertes y vencerlas; pero esto solo se logra con la armas que el Señor mismo nos enseñó en ese paso por el desierto: Ayuno, penitencia o sacrificio y mucha oración. Son éstas armas las que permitieron a Jesús poder vencer la tentación del enemigo y mantenerse fieles a Dios, y son esas armas las que debemos aceptar el reto de practicarlas, pero no solo con el ayuno como tal, sino también siendo capaces de ayunar de no hablar mal del otro, del que nos hace o hizo daño, de quien no comparte mi forma de pensar o de actuar, ese es el gran desafío que Jesús allí solo en el desierto nos invita a acompañarle, a unirnos a Él y aferrarnos a la cruz y seguirle… Cuando realmente aprendamos como cristianos a ver en el otro, en el pobre material y espiritual el rostro de Dios, y sus triunfos y fracasos no nos sean indiferentes; entonces podremos decir que estamos viviendo realmente la cuaresma. Seamos fieles a Dios acompañando a Jesús, no solo en la cuaresma, pasión y muerte, sino que vivamos con Él la resurrección.
La Cuaresma Son 40 días de penitencia, ejercicio de la caridad y oración (ver Mateo 6,1-34) para prepararnos a la gran fiesta de la Pascua. Una ocasión favorable para arrepentirnos, personal y comunitariamente, de nuestros pecados y para cambiar algo de nosotros, de modo que seamos mejores y vivamos más cerca de Cristo. La duración de la Cuaresma está basada en el símbolo del número 40 en la Biblia. En ésta, se habla de los 40 días del diluvio, de los 40 años de la marcha del pueblo judío por el desierto, de los 40 días de Moisés y de Elías en la montaña, de los 40 días que pasó Jesús en el desierto antes de comenzar su vida pública, de los 400 años que duró la estancia de los judíos en Egipto. En la Biblia, el número 4 simboliza el universo material y, seguido de ceros, significa el tiempo de nuestra vida en la tierra, con sus pruebas y dificultades. La Cuaresma se inicia con el rito de la imposición de ceniza (Miércoles de Ceniza) y concluye con la Institución de la Eucaristía, el Jueves Santo. A lo largo de estos días, sobre todo en la liturgia del domingo, hacemos un esfuerzo por recuperar el ritmo y estilo de verdaderos creyentes para vivir como hijos de Dios. El color litúrgico es el morado que significa luto y penitencia. En la Cuaresma, Cristo mismo nos llama a cambiar de vida. Y, nuestra Madre, la Iglesia, por su misión, nos invita a vivir la Cuaresma como un camino hacia Jesucristo, escuchando la Palabra de Dios, orando, compartiendo con el prójimo y haciendo obras buenas, de manera que, por el cultivo de una serie de actitudes cristianas, tomemos conciencia del daño que nos causa el pecado y nos decidamos a seguir fielmente a Jesús. Si bien, cada día, durante toda la vida, hemos de arrojar de nuestros corazones el odio, el rencor, la envidia y los celos que se oponen a nuestro amor a Dios y a los hermanos; en Cuaresma, nos ejercitamos más empeñosamente en el perdón y la reconciliación fraternas y, además, profundizamos en el significado y aprecio de la Cruz de Jesús, y a tomar nuestra cruz con alegría para alcanzar la gloria de la resurrección. La sugestiva ceremonia de la ceniza, que se impone en forma de cruz en la cabeza del penitente y que se obtuvo quemando los ramos de olivo bendecidos el Domingo de Ramos pasado para significar la vinculación de la Cuaresma con la Pascua, eleva nuestras mentes a la realidad eterna de Dios, principio y fin de nuestra existencia. La conversión es un volver a Dios, valorando las realidades terrenales bajo la luz indefectible de su verdad. Una valoración que implica una conciencia cada vez más diáfana del hecho de que estamos de paso en este fatigoso itinerario sobre la tierra, y que nos impulsa y estimula a trabajar hasta el final, a fin de que el Reino de Dios se instaure dentro de nosotros y triunfe su justicia. Es muy importante meditar sobre el significado de las palabras que el sacerdote puede decir cuando impone la ceniza: “Conviértete y cree en el Evangelio” (cf. Mc 1,15), o “Recuerda que eres polvo y al polvo volverás” (cf. Gn 3,19), ya que invitan a la conversión y a la aceptación gozosa de Jesucristo o a considerar desde nuestra caducidad y fragilidad la necesidad del Amor misericordioso de Dios.
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La Cuaresma Por último, algunas enseñanzas del Papa Francisco para pensarlas en esta Cuaresma y vivirlas en filial sintonía con quien nos guía como Vicario de Cristo en la tierra: *“Dios no se revela mediante el poder y la riqueza del mundo, sino mediante la debilidad y la pobreza”. *“Dios no hizo caer sobre nosotros la salvación desde lo alto, como quien da limosna de lo que le sobra. ¡El amor de Cristo no es esto!”. *“Cuando Jesús entra en las aguas del Jordán y se hace bautizar por Juan el Bautista, no lo hace porque necesita penitencia, conversión; lo hace para estar en medio de la gente, necesitada de perdón, entre nosotros, pecadores, y cargar con el peso de nuestros pecados. Este es el camino que ha elegido para consolarnos, salvarnos, liberarnos de nuestra miseria”. *“Los cristianos estamos llamados a mirar las miserias de los hermanos, a tocarlas, a hacernos cargo de ellas y a realizar obras concretas a fin de aliviarlas. La miseria no coincide con la pobreza; la miseria es la pobreza sin confianza, sin solidaridad, sin esperanza”. *“Tres clases de miseria: a) Material: es la que habitualmente llamamos pobreza y toca a cuantos viven en una condición que no es digna de la persona humana: privados de sus derechos fundamentales y de los bienes de primera necesidad. Cuando el poder, el lujo y el dinero se convierten en ídolos, se anteponen a la exigencia de una distribución justa de las riquezas. Por tanto, es necesario que las conciencias se conviertan a la justicia, a la igualdad, a la sobriedad y al compartir. b) Moral: nos convierte en esclavos del vicio y del pecado. ¡Cuántas familias viven angustiadas porque alguno de sus miembros tiene dependencia del alcohol, las drogas, el juego o la pornografía! Y cuántas personas se ven obligadas a vivir esta miseria por condiciones sociales injustas, por falta de un trabajo, lo cual les priva de la dignidad que da llevar el pan a casa, por falta de igualdad respecto de los derechos a la educación y la salud. c) Espiritual: radica en el alejamiento de Dios y en el rechazo de su Amor. Si creemos que no necesitamos a Dios porque pensamos que nos bastamos a nosotros mismos, nos encaminamos por un camino de fracaso”. *“La Cuaresma es un tiempo adecuado para despojarse; y nos hará bien preguntarnos de qué deberíamos privarnos a fin de ayudar y enriquecer a otros con nuestra pobreza. La verdadera pobreza duele: no sería válido un despojo sin esta dimensión penitencial. Desconfío de la limosna que no cuesta y no duele”. Con la ilusión de haberles ayudado en algo para que la Gracia de esta Cuaresma fructifique en la vida de cada uno de ustedes y por ende en la sociedad toda, los invito también a rezar y a hacer penitencia rogando a Dios que nos ilumine para poder superar los múltiples problemas que aquejan a nuestras familias, a la educación de los niños, adolescentes y jóvenes, al cuidado de nuestros enfermos y ancianos, a la seguridad de cada ciudadano, a la valoración del trabajo y a la consolidación de la sociedad toda por el camino del amor, la justicia y la paz social. Mons. Luis Urbanc 2
La Cuaresma: Tiempo de Imitar a San José José fue elegido por Dios Padre para proteger a sus principales tesoros, que son, su Hijo y la Virgen María, y cumplió su oficio con absoluta fidelidad, sin interferir en los planes Divinos, valiente y siempre humilde sin buscar nunca ser protagonista. En este tiempo de Cuaresma, podemos hacernos el propósito de imitar a San José y lograr de esta manera la Gracia y principalmente la Conversión. PRACTICAR LA OBEDIENCIA: José fue verdaderamente obediente a la voluntad de Dios en su vida. El ángel le dijo: "No temas tomar a María como tu esposa." En cuanto José conoció la voluntad de Dios para él, obedeció. Cuando el ángel le dijo que Herodes planeaba matar al niño, José inmediatamente huyó a Egipto con María y Jesús. José se abandonó a la voluntad de Dios. Hágase a Ud. mismo estas preguntas: "¿Soy obediente a la voluntad de Dios? ¿Obedezco los Diez Mandamientos? ¿Obedezco las enseñanzas de Jesús y la Iglesia en lo que concierne al matrimonio y la vida familiar?" Todos los hombres, sea cual sea su vocación, pueden recurrir a San José para hacerse obedientes hijos de la Iglesia. VIVIR EN SILENCIO: Percibimos a San José como un trabajador silencioso, un artesano que sufrió en silencio. No se quejó ni se enfureció con Dios ni le preguntó: "¿Por qué has hecho esto y por qué tenemos que huir a Egipto?" El aceptaba todo en silencio. Debemos preguntarnos a nosotros mismos: "¿Tengo suficientes períodos de silencio en mi vida? ¿Paso suficiente tiempo con Jesús orando? ¿Escucho a Jesús cuando me habla a través de las lecturas de la misa del domingo? ¿Paso algún tiempo ante el Santísimo Sacramento, el cual está verdaderamente presente? ¿Desperdicio mi tiempo con palabras vacías o aún peor, mintiendo o hablando mal de los demás? ¿O imito a San José siendo un hombre (o una mujer) virtuoso y silencioso?" PROTEGER Y GUIAR A LA FAMILIA: San José era el esposo virginal de la Santa Virgen María. De acuerdo al plan de Dios para la salvación, él fue un esposo amante, amable, considerado, cariñoso y sacrificado. San José tenía la responsabilidad de ser el líder espiritual de su familia, al igual que todos los padres son también los líderes espirituales de sus familias. Cuando Ud. está unido a su esposa con el fin de acercar más a su familia a Dios, Ud. logrará mucho más. Hágase esta pregunta: "¿Ayudo a mi cónyuge? ¿Estamos trabajando en equipo para acercar a nuestros hijos a Dios?" Recuerde, su verdadera y más importante vocación es llevar a su esposa, sus hijos y a Ud. mismo a Dios, cooperando con su gracia. San José que cuidó en la tierra del Hijo de Dios es el protector de la Iglesia. Acudamos a él en nuestros trabajos y angustias para que nos enseñe a vivir fielmente nuestra vocación, con prudencia y humildad.
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Festividades de la Iglesia 19 de marzo, fiesta de SAN JOSÉ. Esposo de la Santísima Virgen María En el Plan Reconciliador de Dios, San José tuvo un papel esencial: Dios le encomendó la gran responsabilidad y privilegio de ser el padre adoptivo del Niño Jesús y de ser esposo virginal de la Virgen María. San José, el santo custodio de la Sagrada Familia, es el santo que más cerca está de Jesús y de la Santísima de la Virgen María. Modelo de silencio y de humildad Las principales fuentes de información sobre la vida de San José son los primeros capítulos del evangelio de Mateo y de Lucas. En los relatos no conocemos palabras expresadas por él, tan sólo conocemos sus obras, sus actos de fe, amor y de protección como padre responsable del bienestar de su amadísima esposa y de su excepcional Hijo. Es un caso excepcional en la Biblia: un santo al que no se le escucha ni una sola palabra. Es, pues, el "Santo del silencio". Su santidad se irradiaba desde antes de los desposorios. Es un "escogido" de Dios; desde el principio recibió la gracia de discernir los mandatos del Señor. No es que haya sido uno de esos seres que no pronunciaban palabra, fue un hombre que cumplió aquel mandato del profeta antiguo: "sean pocas tus palabras". Es decir, su vida sencilla y humilde se entrecruzaban con su silencio integral, que no significa mero mutismo, sino el mantener todo su ser encauzado a cumplir el Plan de Dios. San José, patrono de la vida interior, nos enseña con su propia vida a orar, a amar, a sufrir, a actuar rectamente y a dar gloria a Dios con toda nuestra vida. Vida virtuosa Su libre cooperación con la gracia divina hizo posible que su respuesta sea total y eficaz. Dios le dio la gracia especial según su particular vocación y, al mismo tiempo, la misión divina excepcional que Dios le confió requirió de una santidad proporcionada. Se ha tratado de definir muchas veces las virtudes de San José: "Brillan en el, sobre todo las virtudes de la vida oculta: la virginidad, la humildad, la pobreza, la paciencia, la prudencia, la fidelidad que no puede ser quebrantada por ningún peligro, la sencillez y la fe; la confianza en Dios y la mas perfecta caridad. Guardo con amor y entrega total, el deposito que se le confiara con una fidelidad propia al valor del tesoro que se le deposito en sus manos." San José es también modelo incomparable, después de Jesús, de la santificación del trabajo corporal. Por eso la Iglesia ha instituido la fiesta de S. José Obrero, celebrada el 1 de mayo, presentándole como modelo sublime de los trabajadores manuales. Amor virginal La concepción del Verbo divino en las entrañas virginales de María se hizo en virtud de una acción milagrosa del Espíritu Santo, sin intervención alguna de San José. Este hecho es narrado por el Evangelio y constituye uno de los dogmas fundamentales de nuestra fe católica: la virginidad perpetua de María. En virtud a ello, San José a recibido diversos títulos: padre nutricio, padre adoptivo, padre legal, padre virginal; pero ninguna en si encierra la plenitud de la misión de San José en la vida de Jesús. San José ejerció sobre Jesús la función y los derechos que corresponden a un verdadero padre, del mismo modo que ejerció sobre María, virginalmente, las funciones y derechos de verdadero esposo. Ambas funciones constan en el Evangelio. Al encontrar al Niño en el Templo, la Virgen reclama a Jesús:"Hijo, porque has obrado así con nosotros? Mira que tu padre y yo, apenados, te buscábamos". María nombra a San José dándole el título de padre, prueba evidente de que él era llamado así por el propio Jesús, pues miraba en José un reflejo y una representación auténtica de su Padre Celestial.
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Festividades de la Iglesia La relación de esposos que sostuvo San José y Virgen María es ejemplo para todo matrimonio; ellos nos enseñan que el fundamento de la unión conyugal está en la comunión de corazones en el amor divino. Para los esposos, la unión de cuerpos debe ser una expresión de ese amor y por ende un don de Dios. San José y María Santísima, sin embargo, permanecieron vírgenes por razón de su privilegiada misión en relación a Jesús. La virginidad, como donación total a Dios, nunca es una carencia; abre las puertas para comunicar el amor divino en la forma mas pura y sublime. Dios habitaba siempre en aquellos corazones puros y ellos compartían entre sí los frutos del amor que recibían de Dios. Dolor y Alegría Desde su unión matrimonial con María, San José supo vivir con esperanza en Dios la alegría-dolor fruto de los sucesos de la vida diaria. En Belén tuvo que sufrir con la Virgen la carencia de albergue hasta tener que tomar refugio en un establo. Allí nació el Jesús, Hijo de Dios. El atendía a los dos como si fuese el verdadero padre. Cual sería su estado de admiración a la llegada de los pastores, los ángeles y mas tarde los magos de Oriente. Referente a la Presentación de Jesús en el Templo, San Lucas nos dice: "Su padre y su madre estaban admirados de lo que se decía de él". (Lc 2,33). Después de la visita de los magos de Oriente, Herodes el tirano, lleno de envidia y obsesionado con su poder, quiso matar al niño. San José escuchó el mensaje de Dios transmitido por un ángel: "Levántate, toma contigo al niño y a su madre y huye a Egipto; y estate allí hasta que yo te diga. Porque Herodes va a buscar al niño para matarle" (Mt 2,13). San José obedeció y tomo responsabilidad por la familia que Dios le había confiado. San José tuvo que vivir unos años con la Virgen y el Niño en el exilio de Egipto. Esto representaba dificultades muy grandes: la Sagrada familia, siendo extranjera, no hablaba el idioma, no tenían el apoyo de familiares o amigos, serían víctimas de prejuicios, dificultades para encontrar empleo y la consecuente pobreza. San José aceptó todo eso por amor sin exigir nada, siendo modelo ejemplar de esa amorosa obediencia que como hijo debe a su Padre en el cielo. Lo más probable es que San José haya muerto antes del comienzo de la vida pública de Jesús ya que no estaba presente en las bodas de Canaá ni se habla más de él. De estar vivo, San José hubiese estado sin duda al pie de la Cruz con María. La entrega que hace Jesús de su Madre a San Juan da también a entender que ya San José estaba muerto. Según San Epifanius, San José murió en sus 90 años y el Venerable Beda dice que fue enterrado en el Valle de Josafat. Patrono de la Iglesia Universal El Papa Pío IX, atendiendo a las innumerables peticiones que recibió de los fieles católicos del mundo entero, y, sobre todo, al ruego de los obispos reunidos en el concilio Vaticano I, declaró y constituyó a San José Patrono Universal de la Iglesia, el 8 de diciembre de 1870. ¿Que guardián o que patrón va darle Dios a su Iglesia? pues el que fue el protector del Niño Jesús y de María. Cuando Dios decidió fundar la familia divina en la tierra, eligió a San José para que sea el protector y custodio de su Hijo; para cuando se quiso que esta familia continuase en el mundo, esto es, de fundar, de extender y de conservar la Iglesia, a San José se le encomienda el mismo oficio. Un corazón que es capaz de amar a Dios como a hijo y a la Madre de Dios como a esposa, es capaz de abarcar en su amor y tomar bajo su protección a la Iglesia entera, de la cual Jesús es cabeza y María es Madre.
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La Voz del Papa El 2 de marzo de 2014, el Papa Francisco dirigió el rezo del Ángelus. En su alocución previa el Obispo de Roma, recordando especialmente a nuestros hermanos que se encuentran en necesidad, observó que el camino que Jesús indica puede parecer poco realista con respecto a la mentalidad común y a los problemas de la crisis económica; pero, si pensamos bien, nos conduce a la escala justa de valores. “Para hacer que a nadie le falte el pan, el agua, el vestido, la casa, el trabajo, la salud, es necesario que todos nos reconozcamos hijos del Padre que está en el cielo y por lo tanto hermanos entre nosotros, y nos comportemos consecuentemente. Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días! Al centro de la Liturgia de este domingo encontramos una de las verdades más confortantes: la divina Providencia. El profeta Isaías la presenta con la imagen del amor materno lleno de ternura: “¿Se olvida una madre de su criatura, no se compadece del hijo de sus entrañas? ¡Pero aunque ella se olvide, yo no te olvidaré!” (49,15). Esta invitación a la confianza en Dios encuentra un paralelo en la página del Evangelio de Mateo: “Miren los pájaros del cielo –dice Jesús- ellos no siembran ni cosechan, ni acumulan en graneros, y sin embargo, el Padre que está en el cielo los alimenta.… Miren los lirios del campo, cómo van creciendo sin fatigarse ni tejer. Yo les aseguro que ni Salomón, en el esplendor de su gloria, se vistió como uno de ellos.” (Mt 6,26.28-29). Pensando en tantas personas que viven en condiciones de precariedad, o incluso en la miseria que ofende su dignidad, estas palabras de Jesús podrían parecer abstractas, si no ilusorias. ¡Pero en realidad son más que nunca actuales! Nos recuerdan que no se puede servir a dos patrones: Dios y la riqueza. Mientras cada uno busque acumular para sí, jamás habrá justicia. Si en cambio, confiando en la providencia de Dios, buscamos juntos su Reino, entonces a nadie faltará lo necesario para vivir dignamente. Un corazón ocupado por la furia de poseer es un corazón vacío de Dios. Por eso Jesús ha advertido varias veces a los ricos, porque en ellos es fuerte el riesgo de colocar la propia seguridad en los bienes de este mundo. En un corazón poseído por las riquezas, no hay más espacio para la fe. Si en cambio se deja a Dios el lugar que le espera, o sea el primer lugar, entonces su amor conduce a compartir también las riquezas, a ponerlas al servicio de proyectos de solidaridad y de desarrollo, como demuestran tantos ejemplos, también recientes, en la historia de la Iglesia. El camino que Jesús indica puede parecer poco realista con respecto a la mentalidad común y a los problemas de la crisis económica; pero, si pensamos bien, nos conduce a la escala justa de valores. Él dice: “¿No vale acaso más la vida que la comida y el cuerpo más que el vestido?” (Mt 6,25). Para hacer que a nadie le falte el pan, el agua, el vestido, la casa, el trabajo, la salud, es necesario que todos nos reconozcamos hijos del Padre que está en el cielo y por lo tanto hermanos entre nosotros, y nos comportemos consecuentemente. Lo recordé en el Mensaje para la Paz del 1 de enero de este año: el camino para la paz es la fraternidad. A la luz de la Palabra de Dios de este domingo, invoquemos a la Virgen María como Madre de la divina Providencia. A ella confiamos nuestra existencia, el camino de la Iglesia y de la humanidad. En particular, invoquemos su intercesión para que todos nos esforcemos en vivir con un estilo simple y sobrio, con la mirada atenta a las necesidades de los hermanos más necesitados. Fuente: Radio Vaticana 6
Conociendo al MEC (Unidad de Encuentristas Predilectos) Es una nueva unidad del movimiento, responsable de coordinar y reunir a todos los viudos y viudas del Movimiento de Encuentros Conyugales, a quienes les llamamos “ENCUENTRISTAS PREDILECTOS”. Dado que la viudez plantea problemáticas muy específicas, El Movimiento de Encuentros Conyugales, a través del Secretariado Nacional, promueve y alienta la creación de grupos, que con asesoramiento espiritual se reúnen para: Atender a personas encuentristas viudas, para que conozcan, acompañen, fortalezcan, promuevan y cultiven el descubrimiento espiritual de su situación. El objetivo de la unidad es acogerlos con mucho amor, integrarlos y alimentarlos para su crecimiento dentro de la comunidad, y así continuar juntos trabajando en el servicio apostólico en beneficio de los matrimonios y las familias del movimiento. Objetivos principales de la unidad: Continuar alimentando su crecimiento espiritual dentro de la comunidad. Apoyar a los encuentristas predilectos en sus situaciones existenciales y espirituales. Organizar retiros de crecimiento, en conjunto con la Secretaría Nacional, apropiados para la condición de los encuentristas predilectos, con el fin de generar una atención continua. Propiciar la participación de los encuentristas predilectos en los servicios de la comunidad. Descubrir y cultivar su espiritualidad para alcanzar una fe que sea: Asumida, vivida, compartida, creativa, comprometida y alegre. Valorizar e intensificar la vida comunitaria como medio idóneo de apoyo mutuo, para el análisis y solución de los problemas que se plantean en cumplimiento del rol familiar de la persona viuda, dentro de la mística fraternal propia del MEC. Preparar para asumir en forma positiva y fecunda para sí mismos y para sus hijos y nietos la realidad de un nuevo vínculo. Actualmente los encuentristas predilectos se encuentran ya sirviendo en las diversas actividades del Movimiento.
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Actualidad Familiar El matrimonio tiene diferentes etapas por las que va pasando, de acuerdo a la edad, adaptación y crecimiento de los hijos. Desde los primeros tres años de casados que constituyen la primera etapa hasta la última, cuando se afronta la vejez, la pareja se enfrenta ante obstáculos poder, intimidad y comunicación. Estas son las cinco etapas y las situaciones que en cada una se presentan: Primera etapa: "De transición y adaptación temprana” Esta etapa es la primera en la relación de pareja y dura aproximadamente los tres primeros años de casados. Es una etapa muy importante y fundamental ya que en ella la pareja se adapta al nuevo sistema de vida, en el cual habrá grandes diferencias en la manera de enfrentarse a la cotidianidad y hábitos muy particulares en cada uno de los cónyuges. Es una etapa de aprendizaje en un rol que hasta entonces era desconocido. Hay parejas que se callan y se guardan para sí las inconformidades y desde muy temprano en la relación no logran acuerdos realistas y maduros para manejar los conflictos. Otros discuten fuertemente pero son incapaces de ceder y nunca llegan a soluciones adecuadas. Por lo tanto es una etapa en la que es de suma importancia saber dialogar y negociar adecuadamente los desacuerdos. Una tarea muy importante es la de crear y definir límites con las familias de origen, pues pueden surgir ciertos problemas por la cercanía o distancia que se debe tener hacia los padres y su influencia ante las decisiones de la joven pareja. Los aspectos más importantes para resolver en este período de ajuste son: Desprenderse de sus familias de origen y no buscar constantemente el apoyo y consejo de estos, con el fin de lograr la autonomía que toda pareja necesita para llegar preparada a las siguientes etapas. Es una etapa de establecer las reglas de intimidad, sobre los gustos y preferencias, y aquellos momentos o situaciones que a cada uno le es desagradable. La pareja se prueba en el manejo y administración de dinero, tipo y cantidad de diversiones, así como en la distribución de tareas del hogar. En las amistades también se debe decidir y llegar a acuerdos en los que ambos se sientan tomados en cuenta y respetados en sus opiniones. Segunda etapa: “De reafirmación como pareja y la experiencia de la paternidad” Ocurre entre los 3 y los 8 años de casados aproximadamente. En esta etapa se pueden seguir dos caminos. Ya ha terminado la luna de miel y la adaptación. En algunos casos puede venir una desilusión y dudas de haber elegido bien al cónyuge. Es muy importante resolver estas dudas y superar los aspectos que han desilusionado para reafirmarse y lograr una estabilidad. Pero en ocasiones la inmadurez, la terquedad y la idealización de lo que se espera de la relación, puede llevar a la infelicidad, y a sentirse insatisfechos. Es en esta etapa donde se da el número más elevado de divorcios. En esta época la mayoría de las parejas se enfrentan a la tarea de ser padres, hecho da grandes satisfacciones, pero también es una etapa de presiones constantes; todo cambia en el hogar cuando llegan los hijos y debe diseñarse una nueva organización. Algunos autores han llamado a este momento “el bache del bebé” y el peor error es centrarse demasiado en ellos y descuidar la relación de pareja.
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Actualidad Familiar En cuanto a la intimidad, si en la etapa anterior se elaboraron reglas claras y se fomentó la comunicación, se llega a un momento de gran intimidad y satisfacciones. Lo que hay que cuidar es que ante las presiones de los hijos, el trabajo y las demandas de la vida diaria, no inicie un gradual distanciamiento. En el área del poder, se establecen patrones de poder y cómo y quién lo ejerce. Pueden darse tres tipos de relación de poder: 1. La relación simétrica: Es una relación en que ambos cónyuges esperan dar y recibir órdenes. Los cónyuges tienen esencialmente iguales derechos y obligaciones. Este tipo de relación nos puede parecer ideal, pero en la vida real ocasiona problemas de competencia y luchas encubiertas en las que ambos deseen ganar poder. 2. La relación complementaria: Es una relación en la que un miembro predomina y manda y el otro se somete y obedece. Este tipo de relación aumenta al máximo las diferencias, y aunque tiene la ventaja de desarrollar menos competencia, con frecuencia el miembro que se somete acumula enojo y resentimientos, sintiéndose que no es tomado en cuenta y que es poco valorado. 3. La relación paralela: Aquí los esposos alternan entre relaciones simétricas y complementarias de acuerdo a contextos diferentes y situaciones cambiantes. Pueden darse mutuo apoyo y pueden competir sanamente. Este tipo de relación es la más deseable, pues cada uno tiene el poder en ciertas áreas como la administración de la casa y el dinero, las actividades diarias o los eventos cotidianos, cualquiera de los dos puede tomar el poder y decidir.
Catecismo
1438 Los tiempos y los días de penitencia a lo largo del año litúrgico (el tiempo de Cuaresma, cada viernes en memoria de la muerte del Señor) son momentos fuertes de la práctica penitencial de la Iglesia (cf SC 109-110; CIC can. 1249-1253; CCEO 880883). Estos tiempos son particularmente apropiados para los ejercicios espirituales, las liturgias penitenciales, las peregrinaciones como signo de penitencia, las privaciones voluntarias como el ayuno y la limosna, la comunicación cristiana de bienes (obras caritativas y misioneras).
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Gotitas de Fe “La fe es la certeza de lo que se cree, la convicción de lo que no se ve” (Hebreos 11,1) El Conocimiento de Cristo se ha difundido por todo el mundo mediante la comunidad que el Señor estableció para eso. Esta comunidad es la Iglesia Católica a quien podemos relacionar bíblicamente e históricamente hasta los días en que el Señor Jesús llamó a sus primeros discípulos (San Marcos 3,13-14; San Mateo 16,18). La palabra comunidad se traduce del griego: “ekklessia” de donde se deriva la palabra Iglesia. Esta Iglesia tiene una misión: “Vayan por todo el mundo a anunciar el Evangelio.” Ir por todo el mundo significa que la comunidad (Iglesia) establecida por el Señor tiene una misión Universal y la palabra Universal se traduce de la palabra griega “Katolikos”. Por lo tanto, siempre se dijo que la Iglesia tiene una misión Universal, una misión Católica. De allí toma el nombre con que sus miembros la conocen: una comunidad Católica, es decir, destinada a una misión Universal, “ir por todo el mundo a dar a conocer al Señor quien es el evangelio.” Esta iglesia católica tiene verdades de fe en las que creemos todos sus miembros, y son esas verdades las que nos mueven e impulsan a cumplir el mandato de anunciar al Señor a todas las personas de todos los lugares y de todos los tiempos. De tal manera que todos los miembros de la Iglesia creemos en las mismas verdades que alimentan a la comunidad, y ningún Cristiano Católico debería cuestionar esas verdades aceptadas por la comunidad, mas bien debe profundizar en ellas para tener “la certeza de lo que cree, la convicción de lo que no ve,” y así fortalecer su fe. Conforme van pasando los siglos, de esta Iglesia que ha difundido la fe en el Señor Jesucristo, han surgido personas que han construido sus propias ideas y se han salido de la comunidad para ir a formar sus propias comunidades o iglesias en donde alimentan con sus seguidores en lo que ellos creen. Es lógico que en estos grupos se crea diferente que en la comunidad Católica por ser grupos diferentes, aunque se autodenominen cristianos, y los católicos no pueden ni deben participar de las ideas de esos grupos porque si no tienen un sólido fundamento, tarde o temprano terminan creyendo como ellos y negando las verdades de fe de la comunidad católica. A los hermanos cristianos no católicos les llamamos protestantes; por lo tanto, si un hermano protestante te dice que la Virgen tuvo más hijos porque en su Iglesia así le han enseñado, nuestra actitud debe ser de respeto a lo que ellos creen; pero nosotros seguimos creyendo que la Santísima Virgen es madre únicamente de nuestro Señor Jesucristo y que de su vientre fecundado por obra del Espíritu Santo no ha nacido ningún otro hijo. Si un hermano protestante te dice que los católicos somos idólatras porque tenemos imágenes de madera o de cualquier otro material. Nosotros debemos saber que nos lo dice porque eso lo aprendió en su iglesia o en su secta y por eso piensa así; pero nosotros los católicos sabemos que “Ídolo es todo aquello que ubicamos en el lugar que le corresponde a Dios.” Y que las imágenes no son ídolos, sino ”Señales de salvación que nos recuerdan las cosas del cielo.” La Iglesia católica nunca ha enseñado que las imágenes tienen alguna divinidad o poder y eso es lo que creemos los cristianos católicos miembros de esta Iglesia. Veamos lo que la Iglesia manifestó en el Concilio Ecuménico de Nicea del 24 de septiembre al 23 de octubre del año 787: “Los que contemplen estas imágenes, más rápidamente se elevan a recordar y desear a quienes representan, y a besar con veneración …el honor a las imágenes pasa a lo que ellas representan.
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Gotitas de Fe Y en el concilio Ecuménico de Trento del 3 de diciembre de 1563 la Iglesia manifestó: “Que las imágenes se conserven principalmente en los templos y se les tribute el debido respeto y honor, no porque se crea que en ellas resida alguna divinidad o poder…de tal manera que a través de las imágenes que besamos, ante las cuales nos descubrimos la cabeza y nos inclinamos, es a Cristo a quien adoramos y a los Santos, cuya representación tienen ellas, veneramos.” Nosotros los Cristianos católicos debemos profundizar en nuestra fe y no depender de lo que los miembros de otros grupos, iglesias o sectas opinen. Por lo tanto, es del todo perjudicial que hermanos católicos no preparados se reúnan en otros grupos para compartir la fe; porque de ninguna manera coincidirán en las verdades que se creen en esas comunidades y en nuestra Iglesia, con el serio de peligro de caer en confusión. No es conveniente asistir a las reuniones de hermanos protestantes, mucho menos caer en la trampa de aquellos grupos que se disfrazan para atraer miembros como LOS HOMBRES DE NEGOCIO DEL EVANGELIO
Próximas Actividades
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Servicios del 6 al 19 de Marzo del 2014 ASAMBLEA Mar-11
JESUS TE ADORO CON DEVOCION
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MILAGROS DE JESUS
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ESCUELA DE DIOS SEMBRADORES DE FE Y AMOR
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MISA Mar-08
HIJOS DE MARIA
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JESUS ES MI PASTOR
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Mar-08
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SECRETARIA INFANTO JUVENIL IMAGEN DE LA SAGRADA FAMILIA
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Mar-18
SAGRADA FAMILIA
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Movimiento en Movimiento Este pasado martes en nuestra Asamblea, , el tema principal fue "Como Vivir la Cuaresma en Familia", tratando los temas siguientes: ¿Qué podemos hacer en familia para vivir la cuaresma? Recuperar el sentido de un Dios que nos ama como Creador y Padre. Recuperar el sentido de nuestros pecados, nos ayuda a pedir perdón y perdonar en familia. Atrevernos a cultivar la actitud del hijo pródigo, que se anima a regresar a la casa, confiando que su padre no lo rechazará. Gozar la fiesta del perdón y del reencuentro que Dios padre organiza en beneficio nuestro. No te pierdas todos los martes nuestras asambleas que están organizadas y preparadas con mucho amor por nuestros hermanos de la secretaría de reuniones generales para nuestro continuo crecimiento y fortalecimiento espiritual tanto conyugal como familiar.
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Actividades Parroquiales Jornada de Profundizaci贸n en la Vida Espiritual Fecha: Marzo 12 Invita: Escuela Teresiana de Promoci贸n Espiritual Horarios: 9:00 - 11:00 a.m y 7:00 - 9:00 p.m.
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¡Estamos en la Web! Visítanos en la dirección: http://www.encuentrosconyugales.org Y en redes sociales
Encuentros Conyugales
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