NÚMERO 54
Edificando familias Revista del movimiento de Encuentros conyugales de El salvador Del 29 de mayo al 11 de junio de 2014
Fiesta de pentecostés Pentecostés es el fin del desencuentro de Babel, de esa imposibilidad de entenderse y comprenderse que se ha impuesto desde una soberbia que crece con ínfulas de alcanzar un cielo determinado. Es el final de la diáspora de los corazones y de que la humanidad no pueda tener Buenas Noticias desde la identidad única de cada pueblo. Es el fin del no se puede, el destierro de las resignaciones. Pentecostés es comienzo de una comunidad que es recinto amplio, árbol frondoso con espacio para todos los pájaros, fruto nuevo y fragante de liberación, es paz, es justicia, es memoria. Es empuje que barre nuestros miedos, es coraje, es fuerza, es dinamismo, es la esperanza de los pobres, el viento que derriba los encierros, la vida que fecunda a María, a la Iglesia, a las comunidades temerosas.
31 mayo, Visitación de la virgen maría
7 junio, Sagrado corazón de Jesús
Contenido:
Fiesta de Pentecostés
1
Festividades de la Iglesia
5
La Voz del Papa
8
Conociendo al MEC
10
Actualidad Familiar
11
Catecismo
12
Gotitas de Fe
13
Luz para la Familia
14
Dejad que los Niños Vengan a
15
Servicios
18
Próximas Actividades
19
Editorial El origen de Pentecostés se remonta al antiguo testamento donde los judíos celebraban una fiesta para dar gracias por las cosechas, 50 días después de la pascua. De ahí viene el nombre de Pentecostés. Luego, el sentido de la celebración cambió por el dar gracias por la Ley entregada a Moisés y finalmente adquiere el sentido pleno y definitivo, en la última cena donde es Jesús mismo quien les promete a sus apóstoles la venida del paráclito: “Mi Padre os dará otro Abogado, que estará con vosotros para siempre: el espíritu de Verdad” (San Juan 14, 16-17). Y más adelante les dice: “Les he dicho estas cosas mientras estoy con ustedes; pero el Abogado, El Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, ése les enseñará todo y traerá a la memoria todo lo que yo les he dicho.” (San Juan 14, 25-26). Después de la Ascensión de Jesús, la promesa hecha por Jesús se cumplió: “Estando reunidos los apóstoles con la María Madre de Jesús en el día de la fiesta de Pentecostés. Tenían miedo de salir a predicar. Repentinamente, se escuchó un fuerte viento y pequeñas lenguas de fuego se posaron sobre cada uno de ellos. Quedaron llenos del Espíritu Santo y empezaron a hablar en lenguas desconocidas.” En esos días, había muchos extranjeros y visitantes en Jerusalén, que venían de todas partes del mundo a celebrar la fiesta de Pentecostés judía. Cada uno oía hablar a los apóstoles en su propio idioma y entendían a la perfección lo que ellos hablaban. Todos ellos, desde ese día, ya no tuvieron miedo y salieron a predicar a todo el mundo las enseñanzas de Jesús. El Espíritu Santo es el que les dio a los apóstoles para la gran misión que tenían que cumplir: Llevar la palabra de Jesús a todas las naciones. Pero, ¿quién es El Espíritu Santo?, es la Tercera Persona de la Santísima Trinidad, es el amor que existe entre el Padre y el Hijo. Amor tan grande y tan perfecto que forma una tercera persona. El Espíritu Santo llena nuestras almas en el Bautismo y después, de manera perfecta, en la Confirmación. Con el amor divino de Dios dentro de nosotros, somos capaces de amar a Dios y al prójimo, y nos ayuda a cumplir nuestro compromiso de vida con Jesús. Y es este Espíritu de Verdad, invisible y poderoso que guío a los discípulos a su misión apostólica, es la presencia misma de Dios Padre y Dios Hijo entre los apóstoles y entre nosotros, es esa fuerza que impulsa al servicio, a la entrega por el Reino de Dios y que nos purifica de nuestro egoísmo para dejar paso al amor y hacernos capaces de los pequeños y grandes sacrificios que la vida real y completamente cristiana nos invita a seguir cada día, desde todos los ámbitos que rodean nuestro ser: personal, , familiar, profesional y social. Pidámosle pues a la tercera persona de la Santísima Trinidad que derrame sobre nosotros esos siete sagrados dones: sabiduría, entendimiento, ciencia, consejo, fortaleza, piedad y temor de Dios y con ello darnos el poder de animarnos y santificarnos y lograr en nosotros actos que, por si solos no realizaríamos.
8 de Junio, Fiesta de Pentecostés Originalmente se denominaba “fiesta de las semanas” y tenía lugar siete semanas después de la fiesta de los primeros frutos (Lv 23 15 -21; Dt 169). Siete semanas son cincuenta días; de ahí el nombre de Pentecostés (= cincuenta) que recibió más tarde. Según Ex 34 22 se celebraba al término de la cosecha de la cebada y antes de comenzar la del trigo; era una fiesta movible pues dependía de cuándo llegaba cada año la cosecha a su sazón, pero tendría lugar casi siempre durante el mes judío de Siván, equivalente a nuestro Mayo/Junio. En su origen tenía un sentido fundamental de acción de gracias por la cosecha recogida, pero pronto se le añadió un sentido histórico: se celebraba en esta fiesta el hecho de la alianza y el don de la ley. En el marco de esta fiesta judía, el libro de los Hechos coloca la efusión del Espíritu Santo sobre los apóstoles (Hch 2 1.4). A partir de este acontecimiento, Pentecostés se convierte también en fiesta cristiana de primera categoría (Hch 20 16; 1 Cor 168).
PENTECOSTÉS, algo más que la venida del espíritu... La fiesta de Pentecostés es uno de los Domingos más importantes del año, después de la Pascua. En el Antiguo Testamento era la fiesta de la cosecha y, posteriormente, los israelitas, la unieron a la Alianza en el Monte Sinaí, cincuenta días después de la salida de Egipto. Aunque durante mucho tiempo, debido a su importancia, esta fiesta fue llamada por el pueblo segunda Pascua, la liturgia actual de la Iglesia, si bien la mantiene como máxima solemnidad después de la festividad de Pascua, no pretende hacer un paralelo entre ambas, muy por el contrario, busca formar una unidad en donde se destaque Pentecostés como la conclusión de la cincuentena pascual. Vale decir como una fiesta de plenitud y no de inicio. Por lo tanto no podemos desvincularla de la Madre de todas las fiestas que es la Pascua. En este sentido, Pentecostés, no es una fiesta autónoma y no puede quedar sólo como la fiesta en honor al Espíritu Santo. Aunque lamentablemente, hoy en día, son muchísimos los fieles que aún tienen esta visión parcial, lo que lleva a empobrecer su contenido. Hay que insistir que, la fiesta de Pentecostés, es el segundo domingo más importante del año litúrgico en donde los cristianos tenemos la oportunidad de vivir intensamente la relación existente entre la Resurrección de Cristo, su Ascensión y la venida del Espíritu Santo. Es bueno tener presente, entonces, que todo el tiempo de Pascua es, también, tiempo del Espíritu Santo, Espíritu que es fruto de la Pascua, que estuvo en el nacimiento de la Iglesia y que, además, siempre estará presente entre nosotros, inspirando nuestra vida, renovando nuestro interior e impulsándonos a ser testigos en medio de la realidad que nos corresponde vivir.
Página 1
8 de Junio, Fiesta de Pentecostés El Espíritu Santo y la Iglesia: Desde la fundación de la Iglesia el día de Pentecostés, el Espíritu Santo es quien la construye, anima y santifica, le da vida y unidad y la enriquece con sus dones. El Espíritu Santo sigue trabajando en la Iglesia de muchas maneras distintas, inspirando, motivando e impulsando a los cristianos, en forma individual o como Iglesia entera, al proclamar la Buena Nueva de Jesús. Por ejemplo, puede inspirar al Papa a dar un mensaje importante a la humanidad; inspirar al obispo de una diócesis para promover un apostolado; etc. El Espíritu Santo asiste especialmente al representante de Cristo en la Tierra, el Papa, para que guíe rectamente a la Iglesia y cumpla su labor de pastor del rebaño de Jesucristo. Escritura, las oraciones, los cantos, los gestos, los símboEl Espíritu Santo construye, santifica y da vida y unidad a la los, la luz, las imágenes, los colores, la celebración de la Eucaristía y la participación de la asamblea son elementos Iglesia. claves de una Vigilia. El Espíritu Santo tiene el poder de animarnos y santificarnos y lograr en nosotros actos que, por nosotros, no reali- En el caso de Pentecostés centramos la atención en el Espíritu Santo prometido por Jesús en reiteradas ocasiones zaríamos. Esto lo hace a través de sus siete dones. y, ésta vigilia, puede llegar a ser muy atrayente, especialmente para los jóvenes, precisamente por el clima de oración, de alegría y fiesta. Culminar con una vigilia: Entre las muchas actividades que se preparan para esta fiesta, se encuentran, las ya tradicionales, Vigilias de Pentecostés que, bien pensadas y lo suficientemente preparadas, pueden ser experiencias profundas y significativas para quienes participan en ellas. Una vigilia, que significa “Noche en vela” porque se desarrolla de noche, es un acto litúrgico, una importante celebración de un grupo o una comunidad que vigila y reflexiona en oración mientras la población duerme. Se trata de estar despiertos durante la noche a la espera de la luz del día de una fiesta importante, en este caso Pentecostés. En ella se comparten, a la luz de la Palabra de Dios, experiencias, testimonios y vivencias. Todo en un ambiente de acogida y respeto.
Algo que nunca debiera estar ausente en una Vigilia de Pentecostés son los dones y los frutos del Espíritu Santo. A través de diversas formas y distintos recursos (lenguas de fuego, palomas, carteles, voces grabadas, tarjetas, pegatinas, etc.) debemos destacarlos y hacer que la gente los tenga presente, los asimile y los haga vida. No sacamos nada con mencionarlos sólo para esta fiesta, o escribirlos en hermosas tarjetas, o en lenguas de fuego hechas en cartulinas fosforescentes, si no reconocemos que nuestro actuar diario está bajo la acción del Espíritu y de los frutos que vayamos produciendo. Invoquemos, una vez más, al Espíritu Santo para que nos regale sus luces y su fuerza y, sobre todo, nos haga fieles testigos de Jesucristo, nuestro Señor.
Es importante tener presente que la lectura de la Sagrada Página 2
Dones del Espíritu Santo Espíritu de Sabiduría “El primer don es el de la sabiduría. Ésta no es fruto del conocimiento y la experiencia humana, sino que consiste en una luz interior que sólo puede dar el Espíritu Santo y que nos hace capaces de reconocer la huella de Dios en nuestra vida y en la historia.” (Papa Francisco)
Espíritu de Entendimiento “El don del entendimiento, en perfecta unión con la virtud de la fe, nos permite comprender cada vez más las palabras y acciones del Señor y percibir todas las cosas como un don de su amor para nuestra salvación.” (Papa Francisco)
Espíritu de Consejo “Sabemos cuán importante es, en los momentos más delicados, poder contar con las sugerencias de personas sabias y que nos quieren. Ahora, a través del don de consejo, es Dios mismo, con su Espíritu, quien ilumina nuestro corazón, de tal forma que nos hace comprender el modo justo de hablar y de comportarse; y el camino a seguir.” (Papa Francisco)
Espíritu de Fortaleza “En nuestra vida frecuentemente experimentamos nuestra fragilidad, nuestros límites y clausuras. Con el don de fortaleza, el Espíritu Santo nos ayuda a superar nuestra debilidad, para que seamos capaces de responder al amor del Señor. ” (Papa Francisco)
Espíritu de Ciencia "La ciencia que viene del Espíritu Santo no se limita al conocimiento humano: es un don especial que nos lleva a percibir, a través de la creación, la grandeza y el amor de Dios y su relación profunda con cada criatura. " (Papa Francisco)
Espíritu de Piedad El corazón del cristiano no debe ser ni frío ni indiferente. El calor en la fe y el cumplimiento del bien es el don de la piedad, que el Espíritu Santo derrama en las almas.
Temor de Dios El temor de Dios nos equipa con un temor del pecado y de ofender a Dios. No es por miedo al castigo del Señor, sino que brota naturalmente de nuestro profundo amor y respeto por Dios.
Página 3
Festividades de la Iglesia LA DEVOCIÓN AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS La devoción al Corazón de Jesús ha existido desde los primeros tiempos de la Iglesia, cuando se meditaba en el costado y el Corazón abierto de Jesús, de donde salió sangre y agua. De ese Corazón nació la Iglesia y por ese Corazón se abrieron las puertas del Cielo. La devoción al Sagrado Corazón está por encima de otras devociones porque veneramos al mismo Corazón de Dios. Pero fue Jesús mismo quien, en el siglo diecisiete, en Paray-le-Monial, Francia, solicitó, a través de una humilde religiosa, que se estableciera definitiva y específicamente la devoción a su Sacratísimo Corazón. El 16 de junio de 1675 se le apareció Nuestro Señor y le mostró su Corazón a Santa Margarita María de Alacoque. Su Corazón estaba rodeado de llamas de amor, coronado de espinas, con una herida abierta de la cual brotaba sangre y, del interior de su corazón, salía una cruz. Santa Margarita escuchó a Nuestro Señor decir: "He aquí el Corazón que tanto ha amado a los hombres, y en cambio, de la mayor parte de los hombres no recibe nada más que ingratitud, irreverencia y desprecio, en este sacramento de amor." Con estas palabras Nuestro Señor mismo nos dice en qué consiste la devoción a su Sagrado Corazón. La devoción en sí está dirigida a la persona de Nuestro Señor Jesucristo y a su amor no correspondido, representado por su Corazón. Dos, pues son los actos esenciales de esta devoción: amor y reparación. Amor, por lo mucho que Él nos ama. Reparación y desagravio, por las muchas injurias que recibe sobre todo en la Sagrada Eucaristía. LAS PROMESAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Jesús le prometió a Santa Margarita de Alacoque, que si un apersona comulgaba los primeros viernes de mes, durante nueve meses seguidos, le concedería lo siguiente: 1. Les daré todas las gracias necesarias a su estado (casado(a), soltero(a), viudo(a) o consagrado(a) a Dios). 2. Pondré paz en sus familias. 3. Los consolaré en todas las aflicciones. 4. Seré su refugio durante la vida y, sobre todo, a la hora de la muerte. 5. Bendeciré abundantemente sus empresas. 6. Los pecadores hallarán misericordia. 7. Los tibios se harán fervorosos. 8. Los fervorosos se elevarán rápidamente a gran perfección. 9. Bendeciré los lugares donde la imagen de mi Corazón sea expuesta y venerada. Página 4
Festividades de la Iglesia 10. Les daré la gracia de mover los corazones más endurecidos. 11. Las personas que propaguen esta devoción tendrán su nombre escrito en mi Corazón y jamás será borrado de Él. 12. La gracia de la penitencia final: es decir, no morirán en desgracia y sin haber recibido los Sacramentos. CONSAGRACIÓN DE LA FAMILIA A LOS SAGRADOS CORAZONES DE JESÚS Y MARÍA Santísimos corazones de Jesús y María, unidos en el amor perfecto, como nos miráis con misericordia y cariño, consagramos nuestros corazones, nuestras vidas, y nuestras familias a Vosotros. Conocemos que el ejemplo bello de Vuestro hogar en Nazaret fue un modelo para cada una de nuestras familias. Esperamos obtener, con Vuestra ayuda, la unión y el amor fuerte y perdurable que Os disteis. Qué nuestro hogar sea lleno de gozo. Qué el afecto sincero, la paciencia, la tolerancia, y el respeto mutuo
sean dados libremente a todos. Qué nuestras oraciones incluyan las necesidades de los otros, no solamente las nuestras. Y qué siempre estemos cerca de los sacramentos. Bendecid a todos los presentes y también a los ausentes, tantos los difuntos como los vivientes; qué la paz esté con nosotros, y cuando seamos probados, conceded la resignación cristiana a la voluntad de Dios. Mantened nuestras familias cerca de Vuestros Corazones; qué Vuestra protección especial esté siempre con nosotros. Sagrados Corazones de Jesús y María, escuchad nuestra oración. Amén.
Página 5
La Ascensión del Señor a los Cielos La liturgia pone ante nuestros ojos, una vez más, el último de los misterios de la vida de Jesucristo entre los hombres: Su Ascensión a los cielos. Desde el Nacimiento en Belén, han ocurrido muchas cosas: lo hemos encontrado en el cuna, adorado por pastores y por reyes; lo hemos contemplado en los largos años de trabajo silencioso, en Nazaret; lo hemos acompañado a través de las tierras de Palestina, predicando a los hombres el Reino de Dios y haciendo el bien a todos. Y más tarde, en los días de su Pasión, hemos sufrido al presenciar cómo lo acusaban, con qué saña lo maltrataban, con cuánto odio lo crucificaban. Al dolor, siguió la alegría luminosa de la Resurrección. ¡Qué fundamento más claro y más firme para nuestra fe! Ya no deberíamos dudar. Pero quizá, como los Apóstoles, somos todavía débiles y, en este día de la Ascensión, preguntamos a Cristo:¿Es ahora cuando vas a restaurar el reino de Israel?; ¡es ahora cuando desaparecerán, definitivamente, todas nuestras perplejidades, y todas nuestras miserias? El Señor nos responde subiendo a los cielos. También como los Apóstoles, permanecemos entre admirados y tristes al ver que nos deja. No es fácil, en realidad, acostumbrarse a la ausencia física de Jesús. Me conmueve recordar que, en un alarde de amor, se ha ido y se ha quedado; se ha ido al Cielo y se nos entrega como alimento en la Hostia Santa. Echamos de menos, sin embargo, su palabra humana, su forma de actuar, de mirar, de sonreír, de hacer el bien. Querríamos volver a mirarle de cerca, cuando se sienta al lado del pozo cansado por el duro camino, cuando llora por Lázaro, cuando ora largamente, cuando se compadece de la muchedumbre. Siempre me ha parecido lógico y me ha llenado de alegría que la Santísima Humanidad de Jesucristo suba a la gloria del Padre, pero pienso también que esta tristeza, peculiar del día de la Ascensión, es una muestra del amor que sentimos por Jesús, Señor Nuestro. El, siendo perfecto Dios, se hizo hombre, perfecto hombre, carne de nuestra carne y sangre de nuestra sangre. Y se separa de nosotros, para ir al Cielo. ¿Cómo no echarlo en falta?
San Josemaría Escrivá Fundador del Opus Dei
Página 6
La Voz del Papa Plaza del Pesebre (Belén), Domingo 25 de mayo de 2014 «Y aquí tenéis la señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre » (Lc 2,12). Es una gracia muy grande celebrar la Eucaristía en el lugar en que nació Jesús. Doy gracias a Dios y a vosotros que me habéis recibido en mi peregrinación: al Presidente Mahmoud Abbas y a las demás autoridades; al Patriarca Fouad Twal, a los demás Obispos y Ordinarios de Tierra Santa, a los sacerdotes, a los valerosos Franciscanos, las personas consagradas y a cuantos se esfuerzan por tener viva la fe, la esperanza y la caridad en esta tierra; a los representantes de los fieles provenientes de Gaza, Galilea y a los emigrantes de Asia y África. Gracias por vuestra acogida. El Niño Jesús, nacido en Belén, es el signo que Dios dio a los que esperaban la salvación, y permanece para siempre como signo de la ternura de Dios y de su presencia en el mundo. El ángel dijo a los pastores: «Y aquí tenéis la señal: encontraréis un niño…». También hoy los niños son un signo. Signo de esperanza, signo de vida, pero también signo “diagnóstico” para entender el estado de salud de una familia, de una sociedad, de todo el mundo. Cuando los niños son recibidos, amados, custodiados, tutelados, la familia está sana, la sociedad mejora, el mundo es más humano. Recordemos la labor que realiza el Instituto Effetà Pablo VI en favor de los niños palestinos sordomudos: es un signo concreto de la bondad de Dios. Es un signo concreto de que la sociedad mejora. Dios hoy nos repite también a nosotros, hombres y mujeres del siglo XXI: «Y aquí tenéis la señal», buscad al niño… El Niño de Belén es frágil, como todos los recién nacidos. No sabe hablar y, sin embargo, es la Palabra que se ha hecho carne, que ha venido a cambiar el corazón y la vida de los hombres. Este Niño, como todo niño, es débil y necesita ayuda y protección. También hoy los niños necesitan ser acogidos y defendidos desde el seno materno . En este mundo, que ha desarrollado las tecnologías más sofisticadas, hay todavía por desgracia tantos niños en condiciones deshumanas, que viven al margen de la sociedad, en las periferias de las grandes ciudades o en las zonas rurales. Todavía hoy muchos niños son explotados, maltratados, esclavizados, objeto de violencia y de tráfico ilícito. Demasiados niños son hoy prófugos, refugiados, a veces ahogados en los mares, especialmente en las aguas del Mediterráneo. De todo esto nos avergonzamos hoy delante de Dios, el Dios que se ha hecho Niño.
Página 7
La Voz del Papa Y nos preguntamos: ¿Quién somos nosotros ante Jesús Niño? ¿Quién somos ante los niños de hoy? ¿Somos como María y José, que reciben a Jesús y lo cuidan con amor materno y paterno? ¿O somos como Herodes, que desea eliminarlo? ¿Somos como los pastores, que corren, se arrodillan para adorarlo y le ofrecen sus humildes dones? ¿O somos más bien indiferentes? ¿Somos tal vez retóricos y pietistas, personas que se aprovechan de las imágenes de los niños pobres con fines lucrativos? ¿Somos capaces de estar a su lado, de “perder tiempo” con ellos? ¿Sabemos escucharlos, custodiarlos, rezar por ellos y con ellos? ¿O los descuidamos, para ocuparnos de nuestras cosas? Y aquí tenemos la señal: «encontraréis un niño…». Tal vez ese niño llora. Llora porque tiene hambre, porque tiene frío, porque quiere estar en brazos… También hoy lloran los niños, lloran mucho, y su llanto nos cuestiona. En un mundo que desecha cada día toneladas de alimento y de medicinas, hay niños que lloran en vano por el hambre y por enfermedades fácilmente curables. En una época que proclama la tutela de los menores, se venden armas que terminan en las manos de niños soldados; se comercian productos confeccionados por pequeños trabajadores esclavos. Su llanto es acallado. ¡El llanto de estos niños es acallado! Deben combatir, deben trabajar, no pueden llorar. Pero lloran por ellos sus madres, Raqueles de hoy: lloran por sus hijos, y no quieren ser consoladas (cf. Mt2, 18). «Y aquí tenéis la señal»: encontraréis un niño. El Niño Jesús nacido en Belén, todo niño que nace y crece en cualquier parte del mundo, es signo diagnóstico, que nos permite comprobar el estado de salud de nuestra familia, de nuestra comunidad, de nuestra nación. De este diagnóstico franco y honesto, puede brotar un estilo de vida nuevo, en el que las relaciones no sean ya de conflicto, abuso, consumismo, sino relaciones de fraternidad, de perdón y reconciliación, de participación y de amor. Oh María, Madre de Jesús, tú, que has acogido, enséñanos a acoger; tú, que has adorado, enséñanos a adorar; tú, que has seguido, enséñanos a seguir. Amén.
Página 8
Conociendo al MEC Secretaría de Administrativa y Financiera Objetivo: Administrar, custodiar y controlar los bienes del Movimiento de Encuentros Conyugales. Responsabilidades y funciones: a) Las funciones de la Secretaría Administrativa y Financiera están encaminadas Administrar, custodiar y controlar todos los bienes del M.E.C. b) Recibe y deposita los fondos de la Asociación en el (los) banco (s) seleccionado (s), mantiene actualizados y custodiados los registros y los libros legales de la Asociación. c) Se encarga de la autorización de gastos conjuntamente con los secretarios Nacionales del M.E.C., de conformidad con los límites establecidos. d) Presenta informe financiero trimestral a Junta Directiva (Secretariado), desglosado de forma mensual, además de llevar registro de Los ingresos y egresos del M.E.C. e) Provee de fondos y materiales para otras Secretarias según aprobaciones previas, se encarga además de auditar los registros y el uso de fondos en otras áreas a las que por razones prácticas, les haya sido autorizado el manejo de fondos y bienes del M.E.C. f) Llevar actualizado el control de Inventarios, recibe las liquidaciones de los retiros de crecimiento y mantiene actualizada la contabilidad del Movimiento. g) Esta Secretaría en la encargada de cobrar las cuotas establecidas de los miembros activos del M.E.C., así como el cobro a los participantes en los Encuentros Conyugales de la sede Central. h) Tiene como responsabilidad prioritaria de pagar al personal contratado y cumplir con las prestaciones y todos los aspectos legales. i) Presenta informes periódicos al interior del Movimiento y a las instituciones correspondientes y presenta los informes y declaraciones exigidas por las Leyes de la Republica. Querido hermano encuentrista, si deseas incorporarte al servicio en nuestro querido movimiento, aquí te presentamos otra oportunidad, en la que puedes brindar tu apoyo y poner tus dones al servicio del Señor y los matrimonios del Movimiento.
Página 9
Actualidad Familiar SEIS FORMAS PARA REFORZAR LA RELACIÓN CON SU ESPOSA 1. Pregúntele a su esposa sobre su día antes de empezar a hablar del suyo. Ambos han trabajado duro. Ambos están cansados. Ambos pueden tener cosas que desean compartir. Pero preguntarle primero sobre su día. Siempre. Eso demuestra que valora lo que hace y lo que piensa, lo que demuestra que usted la valora ella. Es recomendable incluso si usted tiene una gran noticia. A menos que algo sea urgente, preguntándole acerca de su día y luego compartiendo una gran noticia demuestra lo mucho que se preocupa por ella. 2. Explícitamente agradézcale a ella todos los días por su trabajo para la familia. Su esposa trabaja duro y probablemente no está consiguiendo un reconocimiento por su trabajo (dinero, elogios públicos, etc.). Es necesario dejar claro que reconoce el trabajo que está haciendo y que usted lo aprecia. Usted necesita comunicárselo a ella de alguna manera todos los días. Dígaselo a ella, déjele una nota, dele un regalo – haga algo. 3. Sea siempre agradecido por lo que ella hace por usted, incluso si no lo ha hecho perfectamente. Ella es tu esposa amada, no un empleado o sirviente. Si ella está haciendo algo para usted, usted debe estar agradecido. Incluso si hay fallas, debe darle las gracias y señalar lo que le gusta de ella. Por ejemplo, aunque no crea que la cena fue genial, coma y dele las gracias de todos modos. No critique. 4. Si algo hay que hacer y los dos están cansados, ser el que va a hacerlo. Es el final de un largo día para los dos, y los dos están deseosos para relajarse, pero hay que cambiar el pañal sucio pañal o los platos todavía tienen que lavarse, o alguna otra cosa necesita ser limpiada, etc). Ambos estan esperando que la otra persona lo haga. Usted debe saltar y hacerlo. Como un marido, que se supone es el líder de la familia, haga el trabajo que ninguno de los dos quiere hacer. 5. Felicitarla con regularidad y sin necesidad de una ocasión especial. Si ella es su esposa, ella es hermosa y maravillosa. Y cuando vea otras cualidades que usted admira, hágaselo saber. 6. Asegúrese de pasar tiempo de calidad con sus hijos por las tardes. Esta es una situación de ganar-ganar para todos. Usted tiene la oportunidad de pasar un rato divertido con sus hijos, y sus hijos la oportunidad de tener un momento de diversión con usted, pero esto es también una manera de amar a su esposa, por dos razones. En primer lugar, porque va a disfrutar viendo a su marido en la construcción de buenas relaciones con sus hijos. En segundo lugar, si ella ha estado con los niños todo el día, el que usted pase tiempo con ellos le da un descanso para hacer otras cosas.
Página 10
Catecismo CAPÍTULO SEGUNDO CREO EN JESUCRISTO, HIJO ÚNICO DE DIOS ARTÍCULO 3 "JESUCRISTO FUE CONCEBIDO POR OBRA Y GRACIA DEL ESPÍRITU SANTO Y NACIÓ DE SANTA MARÍA VIRGEN" El Corazón del Verbo encarnado 478 Jesús, durante su vida, su agonía y su pasión nos ha conocido y amado a todos y a cada uno de nosotros y se ha entregado por cada uno de nosotros: "El Hijo de Dios me amó y se entregó a sí mismo por mí" (Ga 2, 20). Nos ha amado a todos con un corazón humano. Por esta razón, el sagrado Corazón de Jesús, traspasado por nuestros pecados y para nuestra salvación (cf. Jn 19, 34), "es considerado como el principal indicador y símbolo [...] de aquel amor con que el divino Redentor ama continuamente al eterno Padre y a todos los hombres" (Pio XII, Enc.Haurietis aquas: DS, 3924; cf. ID. enc. Mystici Corporis: ibíd., 3812). Resumen 479 En el momento establecido por Dios, el Hijo único del Padre, la Palabra eterna, es decir, el Verbo e Imagen substancial del Padre, se hizo carne: sin perder la naturaleza divina asumió la naturaleza humana. 480 Jesucristo es verdadero Dios y verdadero Hombre en la unidad de su Persona divina; por esta razón Él es el único Mediador entre Dios y los hombres. 481 Jesucristo posee dos naturalezas, la divina y la humana, no confundidas, sino unidas en la única Persona del Hijo de Dios. 482 Cristo, siendo verdadero Dios y verdadero Hombre, tiene una inteligencia y una voluntad humanas, perfectamente de acuerdo y sometidas a su inteligencia y a su voluntad divinas que tiene en común con el Padre y el Espíritu Santo. 483 La encarnación es, pues, el misterio de la admirable unión de la naturaleza divina y de la naturaleza humana en la única Persona del Verbo.
Página 11
Gotitas de Fe La División de los Cristianos, un Problema Antiguo El problema de la división empezó desde un principio, viviendo todavía los apóstoles. Así que no le podemos achacar la culpa a una determinada persona o institución. De por sí el hombre es pecador y tiende a apartarse de Dios y de su hermano, por envidia, orgullo, intereses personales, para formar un grupo aparte y sentirse superior. Todo lo demás es puro pretexto. En realidad, la voluntad de Cristo es muy clara;
"Que todos sean uno" (Jn 17,21). El que se aparta, para formar otro grupo, tiene que saber claramente que se está portando mal, poniéndose en contra de la voluntad clara de Cristo. Jesús quiere la unidad de todos los que creen en su nombre. La división viene del pecado y del demonio. Cada uno va proclamando: "Yo soy de Pablo", "yo soy de Apolo", "yo soy de Pedro", "yo soy de Cristo". ¿Acaso está dividido Cristo? (1Cor 1,12-13). Hijitos míos, es la última hora, y se les dijo que tendría que llegar el Anticristo; en realidad, ya han venido varios anticristos, por donde comprobamos que ésta es la última hora. Ellos salieron de entre nosotros mismos, aunque realmente no eran de los nuestros. Si hubieran sido de los nuestros, se habrían quedado con nosotros. Al salir ellos, vimos claramente que entre nosotros no todos eran de los nuestros ( 1 Juan 2,18-19). Muchos dicen: "Cuando yo era católico, era malo, me emborrachaba, le pegaba a mi mujer. Desde que dejé la religión católica y entré en esta nueva religión, encontré a Cristo y cambié de vida". Ahora la pregunta es la siguiente: "Antes de cambiar de religión, ¿conocías de veras el catolicismo? Y si lo conocías, ¿tratabas de vivirlo? ¿O tal vez abandonaste el catolicismo, antes de haberlo conocido y vivido?". Si antes de conocer y vivir el catolicismo, cambiaste de religión, "Tú no eras de los nuestros. Si hubieras sido de los nuestros, te habrías quedado con nosotros. Al salirte, vimos claramente que entre nosotros no todos eran de los nuestros" (1 Juan 2,19). Y este problema sigue todavía. A causa de tantos malos ejemplos presentes en la Iglesia, de tan pocos evangelizadores y de la triste realidad de una masa que se llama católica, sin un mínimo de instrucción y vivencia cristiana, muchos se aprovechan para desacreditarla y sacarle gente para sus distintos grupos.
Página 12
Luz para la Familia Sugerencias para celebrar el Día de Pentecostés El domingo 8 de junio, la Iglesia celebra el día de Pentecostés de acuerdo al calendario litúrgico. Esta fiesta tan central para la iglesia de Jesucristo es la conmemoración que cierra todo un ciclo de celebraciones en el espíritu de la resurrección del Señor. Proponemos algunas ideas para celebrar tan importante evento: 1. Pentecostés es la fiesta en que somos enviados, bajo el influjo del Espíritu, a continuar con la misión de Jesús. Por tanto es también la fiesta de la misión de la iglesia. Es una buena oportunidad para renovar nuestro compromiso misionero. Los cantos, las oraciones, la reflexión bíblica, pueden reflejar este contenido de misión y envío, teniendo en cuenta los desafíos que presentan el mundo y la sociedad actual a la misión de la iglesia. 2. Pentecostés es la fiesta del encuentro y del re-encuentro con los demás. Es oportunidad para promover la unidad cristiana, la unidad familiar, la unidad entre las naciones, de orar por la superación de las diferencias que hoy siguen dividiendo a los seres humanos y destruyendo nuestra propia vida y nuestro futuro. Serán importantes aquí los cantos de acogida, saludos, las oraciones de intercesión por estas necesidades, la confesión de nuestros pecados cuando no vivimos realmente promoviendo la unidad y la reconciliación. Pentecostés destaca la ternura como un estilo de vida. 3. Pentecostés es la fiesta de la diversidad y la riqueza de la creación de Dios, donde cada cultura y lengua proclama las buenas noticias del amor de Dios. Es por ello que el ambiente debe ser muy colorido, muy alegre, tratando de mostrar esa diversidad de la creación. El rojo es un color usado como símbolo del fuego que es el Espíritu, telas de colores pueden adornar el espacio del culto; símbolos, afiches, fotos, dibujos que hagan los niños. La música debe expresar esa alegría y esa diversidad. Se recomienda usar cantos de diferentes países, y sobre todo cantos sobre el Espíritu Santo y sobre la Trinidad, símbolo de la diversidad en el propio ser de Dios. 4. Pentecostés es también tiempo de comunión y solidaridad. La iglesia es enviada a vivir como Jesús, atenta a las necesidades del prójimo, promoviendo la comunión entre los cristianos, con todas las personas que nos rodean, con toda la creación divina. Esta temática puede tratarse en las predicaciones, en las oraciones, en momentos de testimonios. Las ofrendas serían en esta ocasión un símbolo de nuestro compromiso y entrega a otros y otras. 5. Pentecostés es tiempo de escucha. Necesitamos escuchar los gemidos del Espíritu en los gemidos de la naturaleza amenazada, en los gemidos de la humanidad pobre y hambrienta que sufre las injusticias y el desamor, en los gemidos de tanta gente que exige libertad, paz y derecho a la vida (Ro 8:23). Pidamos a Dios que podamos comprender lo que cada lengua y nación quiere decirnos hoy, lo que cada situación y persona nos está diciendo. El Espíritu quiere que escuchemos y hagamos la voluntad de aquel que nos envía. El momento de leer la Palabra y discernir la Palabra nos llama a esta escucha atenta que el Espíritu quiere provocar en nosotros. 6. Algunos textos bíblicos usados en esta ocasión son: Salmo 104 (cántico a la acción creadora y vivificante del Espíritu), Juan 5:17 (Dios continúa trabajando, re-creando la vida) y 1 Cor 12 (el Espíritu provee unidad en la diversidad). Página 13
Dejad que los Niños Venga a Mí
Página 14
Dejad que los Niños Venga a Mí
Página 15
Dejad que los Niños Venga a Mí
Página 16
Servicios Asamblea Jun-03
UNIDOS POR JESUS Y MARIA
239
Jun-03
CONSAGRADOS AL ESPIRITU SANTO
239
Jun-03
UNIDOS POR EL AMOR DE DIOS
238
Jun-10
BENDECIDOS POR EL ESPIRITU SANTO
233
Jun-10
ESPERANZA DE AMOR
221
Jun-10
EN MANOS DEL ALFARERO
238
Escuela de Dios Jun-03
TOTUS TOUS
219
Jun-10
DISCIPULOS A LOS PIES DE CRISTO
236
Imagen de la Sagrada Familia Jun-03
LLAMADOS PARA SERVIR
246
Jun-10
LAS HUELLAS DEL SEテ前R
245
Misa May-31
RENACIENDO CON CRISTO
247
May-31
OVEJAS DEL MAESTRO
247
May-31
JESUS NUESTRO AMIGO
231
Jun-07
SECRETARIADO
Pテ。gina 17
Pr贸ximas Actividades
P谩gina 18
¡Estamos en la Web! Visítanos en la dirección: http://www.encuentrosconyugales.org Y en redes sociales
Encuentros Conyugales
@MEC_SV