ISSN 2339-4234
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Órgano informativo de la Asociación de Salas de Artes Escénicas de Medellín Edición No. 37 - Marzo /2015 - 10.000 ejemplares - Distribución gratuita
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Día Internacional del
Teatro
EDITORIAL 2Editorial
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Medellín en Escena
“Fingid que lloráis, amigos míos, porque los poetas sólo fingimos que morimos”
Primer mensaje del Día Internacional del Teatro* Recién creado el Instituto Internacional de Teatro Unesco. París, 1962
Por Jean Cocteau Mediante el privilegio del teatro sucede esa paradoja según la cual, la historia que se deforma con el tiempo y el mito que, con el tiempo, se fortifica, encuentran su verdadera realidad sobre las tablas. Sin duda sería ventajoso que un mentalista viniese a hipnotizar una sala teatral para convencerla de haber visto un espectáculo sublime, pero lamentablemente, ese personaje no existe y es al dramaturgo a quien corresponde, por sus medios modestos, provocar la hipnosis colectiva y compartir su sueño, porque el sueño y la fantasía disponen una suerte de genio al alcance de todas las almas. Pero, sin ir tan lejos, tiene lugar este fenómeno y sucede que una masa de espectadores se desindividualiza en beneficio de un pensamiento externo, que adopta y con el cual colabora. Esa masa se convierte en una sola persona de alma casi infantil, puesto que el mejor público es el que gusta aún de las marionetas, y el nuestro sería del mismo orden si llegara a perder su resistencia orgullosa y se encontrara en capacidad de gritar, por ejemplo, a Edipo: “¡No te cases con Yocasta, es tu madre!”. La verdadera admiración no es aquella que se expresa en el encuentro de ideas comunes. Es, por el contrario, la capacidad de compartir ideas que no son las nuestras, hasta el punto de permitirnos entender que bien podríamos nosotros ser sus autores. Se trata entonces de una forma de amor, pues en el amor los antagonismos se unen. Incluso Francia, cuidadosa de dejarse adormecer y reticente, a fuerza de individualismo, al fenómeno de la hipnosis del
espectáculo, ha probado, en el Teatro de las Naciones, su necesidad y su hambre de distraerse sin la menor frivolidad. Compañías del mundo entero logran encantar, con su repertorio, públicos que imaginábamos incapaces de olvidar su propio idioma y sus propias intrigas para interesarse en idiomas e intrigas extranjeros. El Día Mundial del Teatro marcará el evento de estos festejos profundos en los que lo singular y lo plural, lo objetivo y lo subjetivo, lo consciente y lo inconsciente, presentan los monstruos prestigiosos a los que dan origen. Muchas son las discordias nacidas del alejamiento de los espíritus y de la barrera de los idiomas, que el vasto aparato teatral se propone atravesar. Los pueblos, gracias a las jornadas mundiales del teatro, tomarán al fin conciencia de sus respectivas riquezas y colaborarán con la alta empresa de la paz. Nietzsche decía: “Las ideas que cambian el rostro del mundo vienen sobre patas de palomas”. Es quizás por un medio que muy constantemente estuvo limitado al simple pretexto de agradar, que la juventud se beneficiará de una Sorbona brillante y llena de vida, de diálogos en carne y hueso, mientras que las fatigas del estudio hacían perder a las obras maestras su violencia original y las debilitaban. Añado: la máquina, al parecer, habría dado el golpe de gracia al teatro. No lo creo y, dado que el Instituto Internacional del Teatro me entrega la palabra en su nombre, declaro entonces, como se declaró antaño para nuestros reyes (modificando un poco la fórmula): “¡Si el teatro ha muerto, que viva el teatro!”.
*Traducido del original francés por Laura Meneses. Revisión de Nadia Silva
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Entrevista ENTREVISTA 3
Simplemente Chava Entrevista a María Isabel García Por: Por María Camila López Isaza Me había detenido a observarla la noche anterior. Completamente despojada del personaje al que acababa de dar vida hacía menos de una hora, caminaba lentamente, ensimismada; pensando en quién sabe qué. Parecía no preocuparle andar sola cuando eran más de las diez de la noche y un carro se atravesó justo en la vía por donde cruzaba. Con la misma calma se detuvo, esperó y siguió impávida su camino.
La luz amarilla de un reflector ilumina la parte izquierda de su cuerpo. María Isabel García permanece sentada, atenta, con la mano derecha metida en el bolsillo de su falda de jean. Una voz serena y controlada matiza la intensidad de las palabras y pareciera que su dueña saborea cada una de ellas, como lo haría con las tajaditas de plátano maduro que tanto la tientan. Parece no molestarle el golpe de voltios sobre su rostro. Lleva treinta y cinco años dejando que las luces revelen su figura en medio de la oscuridad y el espacio vacío de un escenario. Nació en Envigado, cuna de varios talentos culturales e intelectuales de Antioquia. Sin embargo, nunca tuvo mayor contacto con expresiones artísticas durante sus primeros años. “Yo recuerdo muy poquito de eso, pero
digamos que lo que me indujo más a la parte artística fue mi mamá, porque a ella le gustaba mucho la música española; le gustaba mucho Lola Flores. Entonces, cuando hacían fiestas, siempre había un momento en que todo paraba, ponían la música de Lola Flores y mi mamá empezaba a bailar y a tocar castañuelas”, cuenta. Aparte de esto, Chava, como le decían en su casa, vivía en una burbuja de absoluto desconocimiento, en una época en la que los libros y las artes eran para los ricos o para los rebeldes. “En mi casa no leían, no sabían qué era eso. Cuando yo entré al teatro, no sabía qué era un violín, qué era poesía. No conocía nada de eso, porque nosotros vivíamos en otro mundo […]. Es más, yo creo que conocí el teatro porque vi al Matacandelas […]. Mi familia nunca ha
Llevaba al hombro el bolso que no la desampara. Probablemente había metido en él su magerit, así designa ella a esa porción de comida cuidadosamente empacada, por si la atacaba el hambre más tarde o al otro día en la mañana. Esa noche había encarnado al ´patafísico escribano René Isidore Panmuple, un fantoche, según ella. Pero, ahora, era una mujer cualquiera caminando temeraria en el centro de la ciudad. Dobló la esquina y no la vi más.
sido intelectual; ha sido una familia muy sencilla, muy campesina (risas)”. Aunque pocos, los primeros contactos con la música y el teatro comenzaron a calar, tal vez de manera inconsciente, en esta niña rebelde y solitaria. Una madre danzaora y las inocentes puestas en escena escolares, iban marcando un rumbo importante para aquella que ninguna intención tenía de meterse en el cuento. “Me tocó hacer sociodramas y yo era la directora (risas), decía qué poníamos, qué no poníamos, cómo hacíamos. Es que yo conocí al Matacandelas por eso, porque estábamos en un centro literario y montamos una obra que se llamaba dizque, Farsa de la ignorancia y la intolerancia, un texto del dramaturgo Gustavo Andrade Rivera. Estábamos ensayando en el colegio, pero nos dimos
cuenta de que en la Casa de la Cultura de Envigado había como un espaciecito donde podíamos ensayar mejor; como más calmadito y bien chévere. Entonces nos fuimos para allá”. Y, como si todo hubiera estado cuidadosamente preparado por un misterio llamado destino, por allá resultó estar el naciente Colectivo Teatral Matacandelas, cofundado y dirigido por Cristóbal Peláez, otro envigadeño recién llegado de España, que empezaba su recorrido con un primer montaje: Qué cuento es vuestro cuento. “Yo vi esa obra y quedé impactada. Mejor dicho, quedé ocho días mal. Ocho días con esos textos en la cabeza, y me daban vueltas y vueltas”. Una significativa apertura al mundo tenía lugar en la Casa de la Cultura de Envigado. Chava, de
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diecisiete años, encontraba en este grupo de teatro una posibilidad distinta al mundo sin novedades en el que vivía. Los cuestionamientos intelectuales comenzaron a gestarse a través de las letras de varios autores. “Recuerdo que era León de Greiff; León Felipe; había algo de García Márquez, muy bonito también; había de Mario Benedetti… Eran como pedazos de poesías, de cuentos pequeños escenificados, se iban juntando todos y había un juglar que los iba como uniendo […]. Esa forma de actuar a mí me dejo impactada, porque era tan real, que es algo que el Matacandelas todavía tiene: la relación entre el espectador y el actor”. Pese a las inquietudes desatadas con Qué cuento es vuestro cuento, pertenecer al grupo no la desvelaba. El teatro era en aquella época —y aun hoy— una actividad revolucionaria; de locos y soñadores. Su llegada al Matacandelas fue, más bien, una forma de salir del desparche con una de sus amigas. Cansadas de tomar cerveza todos los fines de semana en el parque de Envigado, aceptaron la invitación de Cristóbal a hacer “gimnasia casi olímpica” —según Chava— con los integrantes del grupo. “Ensayaban de cinco a ocho, entonces fuimos. Tratamos de hacer lo que ellos hacían […], nos fueron explicando y enseñando. A mí me gustó mucho todo eso y yo me quedé. Y mi compañera se fue”, recuerda. El pregón de la muerte en
ruedas, de Jorge Zalamea Borda, sería la prueba de fuego para estrenarse como actriz. El rigor y la disciplina que tanto le atraían del grupo, no impedirían la aparición de ese poderoso temor escénico que, probablemente, invade a todo neófito teatral. “¡Yo lloré! Porque Cristóbal me decía, '¡Hable duro; con fuerza, con energía!'. Y uno no era capaz. Y me bregó y me bregó, y eso salió”. La imponente presencia del rock se convertía en el símbolo de la juventud ochentera, en la que bullía irreverencia y precocidad. La rebeldía permanente de Chava se alimentaba entonces con melodías estridentes y letras cargadas de inconformismo. Era la época de sexo, droga y rock & roll. “Los roqueros en esa época eran el símbolo más importante. La rebeldía eran ellos. Yo me mantenía en un bar de Envigado donde ponían rock […] se llamaba El Palomar, pero ya no existe. Y yo me iba pa'llá. Inclusive meseriaba, pero no [porque] me pagaban, sino por ayudarle al señor —porque eso se llenaba— y por estar ahí. Entonces me daba cerveza, y yo por una cerveza meseriaba. Y por la música, que era puro rock. Pero el problema del rock es que no llega sino hasta la borrachera”, comenta. Entrar al Matacandelas suponía no solo un encuentro con el teatro; era un descubrimiento poético, literario y altamente ideológico. Los planteamientos marxistas permearon,
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durante los primeros años, el proceso creativo del grupo, haciendo eco en el carácter revolucionario de Chava. “Creíamos en una sociedad justa, donde no iba a haber ricos ni pobres, sino que todos íbamos a ser iguales […]. Yo lo creí en mi momento como una niña de cinco años cree en una cosa que le dice el papá […], nosotros creíamos que la revolución iba a ser a los dos o tres años, entonces estábamos trabajando para eso”. La mezcla entre poesía y teatro panfletario fue la línea de trabajo del Matacandelas durante ese período. Eran la parte artística inmersa en los anhelos de cambio. Aunque ahora tiene claro que ya no cree en los ideales que alguna vez determinaron su forma de concebir el mundo, Chava recuerda, con no poca emoción, esa época donde la revolución se introducía victoriosa y promisoria en todas las dimensiones de su vida. “Había por qué luchar, entonces uno quería luchar por algo […], todo eso estaba junto: era la poesía; era el teatro; eran mis camaradas tan formales, tan chéveres, tan especiales. Más una causa: estábamos metidos en un movimiento político. Un movimiento de izquierda que quería transformar el mundo. No solamente a Colombia, sino que la idea era el mundo entero. Hace treinta y cinco años (risas). Y mirá cómo vamos, ¡ay, no!”. C o n u n g o l p e d e desconcertante realismo, el espíritu revolucionario que alguna vez movió la
pulsión creativa, se fue difuminando al ver que no llegaban las transformaciones esperadas. La consecución de la primera sede del Matacandelas, en la carrera Córdova —centro de Medellín—, representaba no solo una independencia espacial, sino un cambio radical en las temáticas que llevaban a escena. “Cuando ya tuvimos un escenario para nosotros, empezamos a explorar teatro, ya no tan social, tan comprometido; sino un teatro más poético, más filosófico. Y ahí empezaron a salir otro tipo de obras […]. Ya aquí vieron que la revolución no llegaba, que no había forma de tumbar el Gobierno (risas), tuvieron que empezar a buscar otras opciones. Entonces el teatro fue a donde debía estar”. Montajes como La zapatera prodigiosa, de Federico García Lorca; Vi a j e c o m p a r t i d o , d e A g u i l e r a Garramuño y Andrés Caidedo; y O marinheiro, de Fernando Pessoa, se gestaron en este nuevo espacio. Mientras conversamos, las inflexiones en su voz delatan el nivel de pasión que le produce cada tema. Pasa con facilidad de un tono suave y neutro, a uno fuerte, resonante y contundente. Los párpados levemente caídos se abren para dar lugar a unos ojos claros y expresivos, que se entornan cuando trata de recordar algún episodio importante, y brotan excitados cuando habla de su compañera infaltable: la música. Lo que inicialmente era un
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requerimiento teatral que poco le atraía, es ahora una parte fundamental de su identidad. “La música empezó, primero, como una práctica disciplinaria y de aprendizaje […] pero, con el tiempo, la fui usando como un desahogo; como un modo de vida. Se me convirtió en una cosa que hacía parte de todo lo que yo era. Era tan especial que, cuando tenía problemas en el teatro con alguien, o peleaba, o me iba muy mal con un personaje, me ponía a estudiar. Y como que estudiaba y me calmaba”. La relación entre música y teatro constituye una dupla inseparable en el trabajo del Matacandelas. Para Chava, una melodía debe tener la capacidad de juzgar una escena o entrar en “un momento donde produzca una atmósfera, una tensión o una resolución. La música nos ayuda a ver otras posibilidades del teatro; que no se quede solamente en la representación, sino que sea intervenido, cuestionado […]”, enfatiza. Durante este recorrido desordenado de historias y recuerdos, algunos nublados por las inevitables traiciones de la memoria, aparece un elemento conductor que construye perfectamente el perfil de esta actriz, a "El Estructuralista” quien tantas veces he visto sobre un escenario, pero con la que, solo hoy, me he sentado a conversar durante casi cuatro horas… sobre un escenario. La disciplina ha sido, indudablemente, la materia prima que ha dado vida a personajes memorables como Winnie, en Los bellos días, de Samuel Beckett; Medea —en la obra que lleva el mismo
nombre—, de Séneca, y Zenaida, en Juegos Nocturnos 1, de Jean Tardieu . “Lo de la disciplina siempre me ha gustado, yo creo que fue por mi mamá, que era tan estricta. Siempre me ha parecido maravilloso. Me ha gustado mucho la gente cumplida, lo que sí se hace; que no se queden cosas en planes […]”. Risueña y pícara, como una niña confesando alguna travesura, admite que conserva cierta rebeldía en el escenario, que odia los esquemas y que le gusta “variar, variar y variar”. En otros términos, hacer lo que le dé la gana, sobre todo en los montajes que no son con Cristóbal. A Chava le aburren los personajes planos, los textos demasiado técnicos y la falta de rigurosidad en el proceso creativo. Por el contrario, la motivan los personajes complejos, con historia, con drama y con voz propia. Tal vez por eso tiene muy claro las exigencias de su interpretación. “El mejor tiempo es para la obra. Las mejores condiciones son para la obra. No me gusta dejar el teatro como de último y como lo que sobró del día […], es un principio personal. Yo he respetado tanto el teatro, que siempre le dejo la mejor parte […]. Para mí siempre ha sido un rito en ese sentido: en la disposición […], me gusta creer que eso es verdad y la trasescena es para mí importantísima, porque no me gusta desconectarme de la obra e irme a hablar bobadas. No. Estoy aquí y estoy allá en lo mismo. Me voy a orinar y estoy en el mismo cuento. Yo no estoy en otro lado, estoy es aquí, en lo que está
Entrevista ENTREVISTA 5 sucediendo acá. Como si fuera verdad, como si fuera algo conectado […]. La trasescena también hace parte del teatro”. Más de tres décadas de creación colectiva con el Matacandelas, no dan mérito solo de una habilidad individual. El trabajo y la convivencia en un grupo de teatro constituyen un reto al que pocos se le miden. “Es increíble, pero nos entendemos más en el escenario que en la vida real (risita). En los momentos en los que hemos tenido más dificultades, en el escenario siempre hay conexión […]. Debe ser por la práctica constante, porque cuando un actor se presenta cada año, se pierden muchas cosas. Cuando hay una práctica constante, le produce ese tipo de conexiones”, afirma. Como a cualquier actor consciente de la complejidad de su oficio, las búsquedas artísticas son igualmente una preocupación diaria. “Se han logrado cosas muy chéveres a nivel estético y organizativo […], estamos en [un] punto muy complicado porque ya nos toca inventarnos el mundo otra vez y uno no sabe a dónde iremos a dar […]; sería muy bueno lograr cambios bien especiales en la parte estética […], no quedarnos como en lo mismo; no casarnos con lo que ya sabemos […] es un punto difícil en la creación. Bastante difícil”. Pese a la necesidad permanente de nuevas soluciones escénicas, para Chava la identidad teatral del grupo se conserva en cada uno de los montajes, independiente del autor y el género. “Yo
veo, en casi todas las obras que hacemos, la obrita que vi de ellos hace treinta y cinco años […]. Qué cuento es vuestro cuento está en todas las obras: está el rigor, la poesía, esa necesidad filosófica de preguntarse qué está haciendo el hombre aquí, pa qué vinimos y qué somos nosotros. Está toda esa indagación […]. Ya de aquí pa adelante sí es el problema, porque pa dónde más se mueve uno, imagínate. De aquí pa adelante, nos empiezan a invadir los fantasmas de todo lo que hemos hecho”, reitera. La idea de colectividad, aunque con ciertos cambios, también se ha mantenido. “Hay un ambiente familiar tan especial. La familia que yo encontré hace treinta y cinco años todavía subsiste, con variantes, claro […], pero subyace en el fondo esa hermandad que yo siempre he querido; que siempre estuve buscando”. La formación antiacadémica del Matacandelas, más la libertad que ha buscado dentro y fuera del escenario, le han ido configurando una visión clara del oficio teatral y un diagnóstico de las propuestas que se están gestando. “A mí la academia me parece horrible, porque son muy técnicos y yo no soy técnica, entonces me da mucha dificultad […]; descuidan de una manera total la parte humana, ¡total! Allá no hay filosofía, allá no hay ideales, no hay cosas qué lograr, no hay cosas pa cambiar. Ellos creen que el actor es una máquina que bota texto y no es eso. Un actor tiene que tener cosas en su intelecto y en su vida; tiene que tener metas a nivel social, a
Juegos Nocturnos I Fotografía: Ronal Castañeda
ar Botero
Foto: Ósc
ENTREVISTA 6 Entrevista nivel político y a nivel humano. Un actor no puede estar separado de la sociedad […] el incremento de salas y de grupos ha ayudado mucho a que se cree el público. […] Falta más búsqueda; falta mucha más experimentación […], se encierran en una estética como si fuera la única, y yo creo que hay muchas posibilidades […],
se escogen unos textos y unas situaciones que no le están diciendo mucho a los espectadores. Los estamos mandando muy vacíos pa la casa. Estamos bajando la guardia”. Contrario a los imaginarios que se tienen frente a la intensa vida social que se supone lleva un actor, la soledad y el silencio son para Chava las
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herramientas por excelencia para la preparación y la reflexión. Siempre que vaya a un almuerzo en Matacandelas, sabré que la voy a encontrar sentada, con sus audífonos puestos, en la silla del extremo de una barra que hay en la cocina. Sabré que, si no la veo a ella pero escucho la melodía de una trompeta, será Chava quien esté
tocando. Y, cuando no la vea ni la escuche, pensaré que, calladita y concentrada, está preparando un nuevo personaje.
Obras
Medea de Séneca. Fotografía: Carlos Lema
Que cuento es vuestro cuento de Autores Varios (1979) La estatua de Pablo Anchoa de la Galería Salesiana (1979) Gritos para orientar un disparo de Jorge Zalamea Borda (1980) La comedia de Facundina, títeres (1980) El papá de Trina de Ciro Mendía (1981) Parte sin novedad de Augusto Boal (1983) Lux in tenebris de Bertolt Brecht (1983) Vía Pública de Cristóbal Peláez, teatro callejero (1984) Espantapájaros (1984) Recital de música Popular (1984) Cajon de muertos de Cristóbal Peláez (1985) Recital de música del renacimiento (1985) Recital de música Infantil (1986) Recital de Villancicos (1986) La Zapatera Prodigiosa de Federico García Lorca (1987) Titiritaina, títeres (1987) Viaje Compartido de Marco T. Aguilera Garramuño y Andrés Caicedo (1988) La cantante calva de Eugene Ionesco (1988) Lalolilalola, títeres (1988) Confesionario de Tennessee Williams (1989) Fiesta, títeres (1989) Chorrillo Sietevueltas, títeres (1990) O marinheiro de Fernando Pessoa (1990) El Astrólogo Coroconcholus, títeres (1991) Juegos nocturnos I de Jean Tardeau (1992) Perspectivas ulteriores de Franz Xavier Kroets (1992) Pinocho, títeres (1993) Angelitos empantanados de Andrés Caicedo (1995) Los diplomas de Andrés Caicedo (1997) Los bellos días de Samuel Beckett (1998) Doña Rosita la soltera de Federico García Lorca (1999) Hechizerias, títeres (1999) Paco Aguinaldo, infantil (1999) La chica que quería ser Dios, creación colectiva (2000) Diablitos de Nochebuena, infantil (2000) Los ciegos de Maurice Maeterlinck (2001) Medea de Lucio Anneo Seneca (2002) La princesa Katyuska, infantil (2002) La hechicera Mandarina, títeres (2003) Juegos nocturnos 2 - Velada ´Patafisica de Alfred Jarry (2004) Fiesta en el Bosque (con lobo al fondo) (2004) El hada y el cartero, títeres (2005) El pozo de los deseos, infantil (2005) El Rey Rabietas, infantil (2006) Fernando González velada metafísica, creación colectiva (2007) La caída de la casa Usher de Edgar Allan Poe (2007) 4 Mujeres de Edgar Allan Poe (2008) Dicha y desdicha de la niña Conchita, infantil (2008) El oscuro alimento de Carlos Vásquez (2010) Poemas ilustrados de Jaime Jaramillo Escobar (2010) El Mediumuerto de Jose Domingo Garzón (2010) La bella durmiente, infantil (2010) Las danzas privadas de Jorge Holguín Uribe (2011) Cenicienta, infantil (2011) La bella y la bestia, infantil (2012) Ego Scriptor de Luigi Maria Musati (2013) Blanca Nieves, infantil (2014)
Especial ESPECIAL7
Asociación de Salas de Artes Escénicas
Rodrigo por Omar Ruiz
Me acuerdo de…
Rodrigo Saldarriaga “Cuando descubrí el teatro, encontré una razón para gastarme el tiempo, no la hubiera encontrado nunca ni en la arquitectura ni en otra profesión. El arte del teatro me ha permitido ejercer un oficio sin patrones y sin límites, me ha dejado ejercer la absoluta libertad de decir lo que he querido en el momento en que lo he querido y me ha entregado al fin del tiempo la esperanza renovada en el arte. Moriré de un puñetazo de mi libertad siendo sibarita, hedonista, amante, ateo, comunista y haciendo teatro”. Rodrigo Saldarriaga. Me acuerdo de esa risita fingida cuando algo no le parecía para nada gracioso. Me acuerdo de larguísimas tertulias con cigarrillos y cervezas contando historias que creo después iba arreglando a su amaño. Me acuerdo de sus pataletas cuando sonaba un celular en la sala. Me acuerdo de verlo feliz como un niño cuando veía la casa llena de gente. Me acuerdo de lo mucho que le gustaba pararse en la puerta a las siete de la noche para ver entrar muchachas bonitas. Me acuerdo de cuando estaba escribiendo Los chorros de Tapartó y en las noches compartía conmigo lo que había escrito, leído por él mismo, con ese vozarrón que llenaba todo. Me acuerdo de que, gracias a Rodrigo, conocí el helado de macadamia, probé mi primer bloody mary y aprendí a comer un buen trozo de carne sangrante. Catalina Murillo. Me acuerdo de Rodrigo tronando sus dedos para que se hicieran rápido las cosas. Andrés Moure. Me acuerdo de su poderosa voz cuando algo no le gustaba. Luis Alberto Correa. Me acuerdo del momento en que le pregunté: —Hola, Mono, ¿por qué no vas a ver mi obra? —No voy a teatro porque no quiero que me influencien. Me acuerdo de cuando vio la obra La controversia de Valladolid, salio llorando y me dijo: “Eso es teatro”. Gilberto Martínez. Me acuerdo de su frase cuando el alcalde Luis Pérez le pidió un proyecto a concertar: “Yo no soy un proyecto, soy una realidad”. Ramiro Tejada. Me acuerdo de que fue Rodrigo quien me enseñó el gusto por los buenos tragos, nunca se me olvidará el primer sorbo de Rémy Martin. Albeiro Pérez. Me acuerdo del amigo incondicional que siempre tuvo un consejo, una palabra de aliento en el momento preciso. Cruz Elena Palacio: Me acuerdo de cuando, estando en la escuela, Rodrigo me dijo: “Diana de pie”, —refiriéndose a dar el apunte en el texto—, y yo me pare a leer. Diana
Moreno. Me acuerdo de que Rodrigo no podía escuchar un celular, pero los celulares lo perseguían por todas partes, especialmente cuando estaba en escena o viendo una obra o escuchando un concierto, era su sino trágico. Omaira Rodríguez. Me acuerdo de la forma tan sutil en que don Rodrigo me mentaba la madre… “¿Y su mamá cómo está orinando? ¿Todavía le suena el chorro?”. Manuela Muñoz. Me acuerdo de que lo conocí, por accidente, sin conocerlo, una tarde de sábado pre-día de madres en el auditorio del Liceo Manuel Uribe Ángel (el MUA) de Envigado (¿1969?) con la obra La madre. Llegamos casuales al grito de algún avezado: “!Va a haber una obra de teatro en el MUA!”. Caímos apurados en gallada pensando que habría multitudes, pero resultamos muy pocos espectadores. Lo que vimos nos dejó perplejos. Entonces no sabía que ese joven rubio que hacía de revolucionario destacado, era Rodrigo Saldarriaga, ni sabía quién era Jairo Aníbal Niño ni Bertolt Brecht ni Máximo Gorki ni el MOIR. Después el director nos convocó a un foro con los actores —yo no sabía qué era un foro—. En ese momento entendí que el teatro se podía mover en otra dimensión social. Aquella tarde supe por labios de Jairo Aníbal Niño que existía un género llamado teatro realista. Entonces nuestra incipiente noción de teatro se nos conflictó, maravillosamente. Me acuerdo de la manera tan sonora como leía los poemas de Fernando Pessoa en el estreno de la obra O marinheiro, mientras el público hacía antesala. Me acuerdo de cómo restallaba en su voz la palabra “nubes”. Me acuerdo de que a instancias de Rodrigo empezamos en nuestra sede a ofrecer de cortesía tinto y aromática a los espectadores, pues “es lo mínimo que se le puede ofrecer a una visita”. Cristóbal Peláez G. Me acuerdo de la noche en que Rodrigo y Gilberto fueron a ver una obra del Teatro La Mancha y eran los únicos espectadores, al final él nos invito a todos los actores a una botella de ron. Me acuerdo de que la estructura metálica del
techo del Teatro Oficina Central de los Sueños (antes sede de Casa del Teatro), la donó Rodrigo. Me Acuerdo de que Rodrigo siempre, desde que lo conocí, tuvo pinta de viejo. Jaiver Jurado G. Me acuerdo de que cuando era chiquita le tenía miedo, porque siempre me saludaba dándome un fuerte apretón de cachetes y su respectivo jalón de cabello. Me acuerdo de que siempre le decía a mis amigos que mi padrino se parecía a Jesús. Catalina González, ahijada. Me acuerdo de junio de 1972. Me encontré con el Mono Rodrigo en la Cafetería 11 de Noviembre, en Barranquilla, y lo primero que me dijo fue: “Oíste, güevón, ¿qué estamos haciendo aquí? Vámonos para Medellín, armamos un grupo de teatro y montamos esta obra que acabo de escribir”. Esa obra era Anacleto Morones y tres años después fundamos a Pequeño Teatro y montamos la obra. Me acuerdo de abril de 1977, acabados de estrenar la obra Tiempo vidrio, y le conté al Mono que nos habían invitado a hacer una función en La Dorada, Caldas, y a una gira por el río Magdalena. —Entonces qué, Mono, ¿nos vamos? —le dije—. Y él me contestó: —Nos vamos es mucha gente, yo me quedo aquí y atiendo lo del grupo. Y nos fuimos sin el Mono. Me acuerdo de nuestro regreso de Bogotá en 1981, Rodrigo estaba muy áspero (como cosa rara) y le dije: “Rodrigo, esperame un momentico que ya vuelvo”. Me esperó hasta 1990, para montar con Vicky Valencia Las cuatro estaciones del amor. Eduardo Cárdenas. Me acuerdo de sus palabras, sus palabras justas, generosas, airadas, las palabras que le sirvieron para Ser y para soñar. Me acuerdo de su corazón amplio de teatrero donde convivían en paz reyes y mendigos, prostitutas y damas, sirvientes y amos. Me acuerdo de su solidaridad hecha política en cuyas tablas actuó con la palabra y el corazón. Rosa Moreno.
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Molestia aparte
El ángel de la culpa
Diego Trujillo 8:00 p.m. $50.000
8:00 p.m. $18.000 $9.000 Est.
Lloro sólo por verte triste
7:30 p.m. $12.000 $6.000 Est.
La casa de la lagartija
Entre faldas y patas de gallina
8:00 p.m. Trueque
7:30 p.m. Aporte voluntario
La casa de la lagartija
Entre faldas y patas de gallina
8:00 p.m. $12.000 6.000 Est.
7:30 p.m. $12.000 $6.000 Est.
Molestia aparte
8:00 p.m. $10.000
El ángel de la culpa
Lloro sólo por verte triste
8:00 p.m. $10.000
8:00 p.m. $10.000
Molestia aparte
El ángel de la culpa
Diego Trujillo 8:00 p.m. $50.000
8:00 p.m. $18.000 $9.000 Est.
Lloro sólo por verte triste
Diego Trujillo 8:00 p.m. $50.000
8:00 p.m. $10.000
Semana del Teatro Día Internacional del Teatro y el Espectáculo Vivo Convocan: Consejo Municipal de Artes Escénicas, Ateneo Porfirio Barba Jacob, Salas Independientes, Medellín en Escena. Martes
24
III Foro Municipal Circulación. Experiencias y realidades Hora: 6:30 p.m. Lugar: Pequeño Teatro
Miércoles
25
Día de la Dramaturgia Lecturas dramáticas - Teatro Medellín en Escena (Antes sede de Fractal). Córdova con Caracas Obra: San Sebastián en Medellín Dramaturgo: Leoyan Ramírez Hora: 5:00 p.m. - Teatro Ateneo Porfirio Barba Jacob (Torres de Bomboná) Obra: El silencio de los moradores del viento Dramaturgo: Henry Díaz Hora: 6:30 p.m. - Teatro Elemental Carrera 42 44-46 (Pascasio) Obra: De monstruos y martirio. Otras recitaciones del hombre feroz Dramaturga: María Victoria Valencia Hora: 8:00 p.m. Brindis y homenaje a su trayectoria artística.
Viernes
27
Viernes 27 Acto central Día Internacional del Teatro Acto público celebratorio, lectura de la proclama al teatro y brindis Sede Área Artística. Estadio Atanasio Girardot, local 30, bajos tribuna oriental, diagonal a la cancha Marte 1 Hora: 4:00 p.m.
Sábado
28
Encuentro con la narración oral (maratón) Lugar: Corporación Vivapalabra Hora: 7:00 a 9:00 p.m. Cuenteros de cuatro asociaciones le cuentan a la ciudad
cional del
Teatro
OFICINA TEATRO VIVACENTRAL DE LA POPULAR DE ZIRUMA MATAPALABRA POLILLA CANDELAS LOS SUEÑOS MEDELLÍN CL 64 # 39-18 CL 55 # 43-63 CL 23 # 76-85 Belén Tel: 343 36 27
Cachos de la Vida Real 8:00 p.m. $7.000
CL 47 # 43-47 Centro Tel: 215 10 10
Cra 43 # 52-50 Centro Tel: 239 41 79
El maestro
Cabaret Baudelaire 8:00 p.m. $18.000 $9.000 Est.
Laboratorio Escénico de Antioquia 8:00 p.m. $12.000
El maestro Cachos de la Vida Real 8:00 p.m. $7.000
Laboratorio Escénico de Antioquia 8:00 p.m. $12.000
El maestro Cachos de la Vida Real 8:00 p.m. $7.000
Laboratorio Escénico de Antioquia 8:00 p.m. $12.000
Cabaret Baudelaire 8:00 p.m. Varieté Jabrú Títeres 10:00 p.m. $10.000 Cabaret Baudelaire 8:00 p.m. $18.000 $9.000 Est.
CL 48 # 41-13 Centro Tel: 216 62 62
Villa Hermosa Tel: 284 34 62
Hamlet
V-IVE
8:00 p.m. $20.000 $10.000 Est.
8:00 p.m. $5.000 $3.000 Est
Centro Tel: 239 61 04
Exilio
Exilio
Hamlet V-IVE
8:00 p.m. $20.000 $10.000 Est. (2x1)
8:00 p.m. Trueque
Hamlet
V-IVE
8:00 p.m. $20.000 $10.000 Est.
8:00 p.m. $5.000 $3.000 Est
LA
CIRCO CARETAS CASA DEL Karla Sepúlveda MANICOMIO Cuentos DE MUÑECOS MEDELLÍN TEATRO FANFARRIA 8:00 p.m. CL 32EE # 82A-26 Cra 53 # 30A-155 Cra 126B # 61A-71 CL 59 # 50A-25 Cra 84 # 42C-54 La América Prado Centro San Cristóbal La Castellana Cerro Nutibara $13.000 Tel: 250 92 30 Tel: 254 03 97 Tel: 427 06 98 Tel: 413 11 31 Tel: 265 23 69 $7.000 Est Recorrido con Personajes del Teatro Títeres 6:00 p.m. 8:00 p.m. 7:00 p.m. Aporte voluntario Cuentería $22.000 7:30 p.m. o Regalo $11.000 Niños $6.000/Trueque
Semana Santa Karla Sepúlveda con Bartolito Cuentos 8:00 p.m. Regalo
Cabaret circus
El médico a palos
Los buenos vecinos
U. ITM 7:00 p.m. $5.000
Títeres 10:00 a.m. $15.000
El día Semana Santa Cabaret El médico internacional con Bartolito Don Renato circus a palos del teatro es gato pa’ rato Títeres 8:00 p.m. todo un 2:00 a 7:00 p.m. Universidad ITM 5:00 p.m. Aporte voluntario 7:00 p.m. cuento $6.000/Trueque $22.000 7:00 p.m. Entrada libre
Domingo
29
$11.000 Niños
Semana Santa con Bartolito Títeres 11:00 a.m. $22.000 $11.000 Niños
o Regalo
$5.000
Circo en familia
NUESTRA GENTE
4:00 p.m. $10.000
CL 99 # 50C-38 Santa Cruz Tel: 258 03 48
Viernes
27
Organiza
Apoya
Domitilo el rey de la rumba 8:00 p.m. Trueque
10
Medellín en Escena
La fiesta en Bello CASA GESTOS Cr.53 # 50-52 B.Pérez, Tel.596 69 96
TEATRO GALEÓN Cr 49 # 55-11 Tel. 596 72 83
CASA TEATRO TECOC Cr 53a # 49-09 Tel. 452 30 47
Organiza: Red de Teatro Bellanita
CASA COMEDIA
Martes
Casa de la Cultura Cerro del Ángel
24 Miércoles
25
OTROS ESPACIOS
Cr 52 # 50-57 B.Pérez Tel. 272 10 43
Contando y contando
El país de nadie
Cuenteros 7:30 p.m.
Argemimo 7:30 p.m.
Biblioteca Pública Marco Fidel Suárez
De repente Galeón 7:30 p.m.
Clle 52A # 51-00
Jueves
26
La abeja Hermelinda
La palabra en escena
Contando y contando
7:30 p.m.
Gestos Mnemes 7:30 p.m.
Cuenteros 7:30 p.m.
Macbeth
De repente
Entre nos
Gestos Mnemes 7:30 p.m.
Galeón 7:30 p.m.
Tecoc 7:30 p.m.
Sex o no sex Undosportres
Entre nos
La abeja Hermelinda
Mujeres bajo sospecha
Rostro de Madera 7:30 p.m.
La burbuja descarada 7:30 p.m.
Rostro de Madera 10:00 a.m.
Sex o no sex Undosportres
Viernes
27 Sábado
28
Tecoc 7:30 p.m.
7:30 p.m.
Casa de la Cultura Cerro del Ángel Parque Andrés Bello (Choza Marco Fidel Suárez)
Desfile de comparsas por las principales calles de la ciudad Salida: Casa de la Cultura 5:00 p.m. Llegada: Platea Choza Marco Fidel Suárez
El canto de la selva Rostro de Madera 4:00 p.m.
El país de nadie Argemimo 7:30 p.m.
Itinerante Jaime Mimo 6:00 p.m.
Hospital Marco Fidel Suárez
Casa Betania
Payasos hospitalarios Mediclaun 3:00 p.m.
El corazón delator
(Barrio Zamora)
El grupo de teatro 7:00 p.m.
Hogar Geriátrico Rogelio Arango
Los buenos vecinos 10:00 a.m.
El país de nadie Argemimo 7:30 p.m.
Directorio Medellin en Escena Cra 42 # 54 - 50 Centro - 239 81 25 medellinenescena@medellinenescena. com La Polilla Calle 23 # 76 - 85 Belén - 343 36 27 info@lapolilla.org Caretas Cra 126B # 61A - 71 San Cristóbal 427 06 98 caretas@une.net.co La Fanfarria Cra 84 # 42C - 54 La América 250 92 30 fanfarria@une.net.co El Trueque Cra 40 # 50B 32 Centro - 217 26 05 eltrueque@teatroeltrueque.com Ziruma Calle 64 # 39 - 18 Villa Hermosa
284 34 62 arte-ziruma@hotmail.com Carantoña Cra 75 # 24 - 47 Belén - 343 40 22 corporacioncarantona@gmail.com Exfanfarria Calle 50B # 39 - 36 Centro 217 83 64 exfanfarriateatro@gmail.com Elemental Teatro Cra 42 # 44 - 46 Centro - 217 63 75 teatroelemental@gmail.com El Teatrico Transv 39B # Circular 2 - 46 Laureles - 411 88 78 reservas@elteatrico.co Nuestra Gente Calle 99 # 50C - 38 Santa Cruz 258 03 48 nuestragente@une.net.co Canchimalos Calle 47 # 80 - 37 Floresta - 448 97 40
culturacanchimalos@gmail.com Matacandelas Calle 47 # 43 - 47 Centro - 215 10 10 matacandelas@matacandelas.com Viva Palabra Calle 55 # 43 - 63 Centro - 239 61 04 corporacionvivapalabra@yahoo.com Teatro Popular de Medellín Calle 48 # 41 - 13 - Centro 216 62 62 teatrotpm@une.net.co Casa Clown Cra 44 # 69 - 71Manrique Central 211 65 70 colectivoinfusion@gmail.com Barra del Silencio Calle 45C # 75 - 151- Velódromo 413 55 83 barradelsilencio@gmail.com
Oficina Central de los Sueños Cra 43 # 52 - 50 - Centro - 239 41 79 teatrooficina@une.net.co CasaTeatro El Poblado Cra 47B # 17B sur - 30 - Poblado 321 11 00 info@casateatropoblado.org Circo Medellín Cra 53 # 30A - 155 Cerro Nutibara 265 23 69 info@fundacioncircomedellin.com Casa del Teatro Calle 59 # 50A - 25 Prado Centro 254 03 97 administracion@casadelteatro.org.co Manicomio de Muñecos Calle 32EE # 82A - 26 La Castellana 413 11 31 manicomiodemunecos@gmail.com
LOCAL L O C A L 11
Asociación de Salas de Artes Escénicas
40 grandes años en la escena nacional Por: Iván Zapata R. Cuando Giorgio Strehler y Paolo Grassi fundaron en Milán, Italia, en 1947 un “pequeño teatro” (piccolo teatro) que representó una manera nueva de entender el teatro en el resto de Europa y diferenciarlo del “gran teatro” de la ópera, nunca se imaginaron que en Medellín, Colombia, en 1975, un grupo de actores con una alta formación académica, cultural y artística decidieran asumir su quehacer con un interés profesional y una posición reflexiva e investigativa sobre la actividad teatral. Por eso, el Pequeño Teatro de Medellín, desde su fundación, nació grande. Es así como ese mismo año llevan a la escena una trilogía de cuentos de Juan Rulfo: Nos han dado la tierra, Anacleto Morones y Diles que no me maten. De ahí en adelante, no han parado de producir, montando año tras año diversos autores nacionales y universales como: Esquilo, Sófocles, William Shakespeare, Jacinto Benavente, John Steinbeck, Arthur Miller, Eugene O'Neill, Arnold Wesker, Harold Pinter, Heinrich Henkel, Tennessee Williams, Molière, Jean Anouilh, August Strindberg, José Saramago, Samuel Beckett, Bertolt
XXIV Festival Internacional de Títeres La Fanfarria
Homenaje a los titiriteros colombianos Del 10 al 30 de abril, se llevará a cabo la vigésima cuarta versión del Festival Internacional de Títeres La Fanfarria. Éste año será en homenaje a los titiriteros colombiano, mujeres y hombres que por su trayectoria, merecen un puesto de honor a nivel nacional e internacional. Según la investigación inédita de Ciro Gómez de Bogotá, existen en el país 160 grupos estables, 24 salas de títeres y 12 festivales. Más de 400 obras hacen parte del repertorio nacional, 475 titiriteros, el 67% hombres y el 33% mujeres. Habrá una muestra representativa del país y en un abrazo de amistad, se unirán al festival las salas de: Manicomio de Muñecos, La Polilla, Barra del Silencio, Carantoña, TECOC de Bello, Girantes de Marinilla y Tespis de El Carmen de Viboral, además 6 espacios de la Alcaldía, Universidad de Antioquia, Centro Comercial Puerta del Norte en Bello y Ciudad Bolívar. Serán más de 50 funciones, con la participación de 17 grupos y 23 obras. Damos las gracias a la Secretaría de Cultura Ciudadana de la Alcaldía de Medellín, por su valioso apoyo. Bienvenidos titiriteros, ésta es su casa.
Brecht, George Büchner, Zeami-Mishima, Athol Fugard, Edward Albee, Sam Shepard, Nicolai Gogol, Antoine de Saint-Exupéry, José Gabriel Mesa, Jairo Aníbal Niño, Sebastián Ospina, Efraim Londoño, Henry Díaz, José Domingo Garzón, Enrique Buenaventura, Gilberto Martínez y, por supuesto, Rodrigo Saldarriaga, quien aún sigue vivo en cada rincón de esa casona de arquitectura republicana de finales de siglo XIX: creando, investigando, montando y desmontando, teniendo como compañía un buen tinto y un cigarrillo. Actualmente son más de setenta y cinco montajes producidos y un promedio de seiscientos mil espectadores al año, que asisten a sus dos salas: la principal para quinientos espectadores y la alterna para 90. Además, cuenta con la Escuela de Formación de Actores, una biblioteca temática y una galería de arte. El grupo mira hacia atrás y es conocedor de un largo camino recorrido, pero tiene la conciencia de un camino aún más largo por recorrer consecuente con su posición histórica y de representatividad en el teatro colombiano.
REGIONAL 12 Regional
Medellín en Escena
Teatro Bitácoras
Teatro Bitácoras. Directora: Gisselle Villada. www.teatrobitacoras.blogspot.com facebook: Teatro Bitácoras https://www.flickr.com/photos/94035295@N02/ teatrobitacoras@hotmail.com
…Norte, Sur, Oriente, Occidente y yo. …y vos, y yo, y todos… Somos Teatro Bitácoras. Somos una tripulación de estudio y creación poética desde y para el escenario y, por ahora, abordamos el nombre de Compañía. Ahora recorremos las aguas de La Ceja del Tambo, en el Oriente antioqueño, y desde aquí, desde este verdadero mar de los sargazos, invocamos el viento de las artes. Teatro Bitácoras zarpó un 27 de marzo de 2011 con la idea fija de huir despavoridamente del teatro, para reencontrarnos con nosotros mismos, con la corriente perpetua de la búsqueda y con nuestra propia bitácora hacia el teatro que queremos perseguir (pero nunca encontrar, para no cerrar páginas). En la despensa hemos dispuesto pólvora, cine, vino, libros, cómics, un giroscopio de hueso, pinturas y pintores, la música del mundo, collares y danzas del mundo, harapos, vestidos de alta costura tejidos de legítima impaciencia, a Alexander McQueen, una trapera limpia, cadenas para quien no se amotine, recámaras para atraer polizones, tiburones hambrientos, más libros, calculadoras y herramientas de todo tipo de vergüenza, y, sagrado e indispensable: un televisor. Hemos definido nuestras rutas viendo televisión. Desconfiamos incluso de los mapas, pero los coleccionamos con recelo, pues siendo nuestro destino la tierra movediza de la conciencia humana y, más allá de todo, el de llegar a ninguna parte un martes por la tarde, sabemos que la única brújula confiable es la que desordene al cielo y las estrellas, y desmantele las corrientes que nos guíen. Durante estos años de zozobra firme hemos conocido algunas islas, alguien podría llamarlas obras o trayectoria artística, cada cual…
Iniciamos convirtiendo algunos parques, desde la mirada de Manet, y de nuestras manías afrancesadas, en un paraje del siglo XIX, en los Campos Elíseos, con la obra Desayuno sobre la Hierba (2011). Luego desafiamos las tormentas de la poesía, conjurando su ira con danza, luz y tambores africanos en el montaje Palabras y tambores (2011). Como un Juego de truhanes y mocosos niños de ocho años, despertamos un dragón y lo llevamos a las plazas a interrumpir la batalla de dos maleducados caballeros medievales, San Jorge y el dragón (2012). Cumplimos un sueño inhumano: llevamos a la escena algunas de las versiones más trágicas y humanas de la naturaleza humana con la adaptación del cómic La broma mortal, de Alan Moore; Batman, el joker y gente asesinada en la producción de Batman: un motivo para reír (2013). Cambiando de mares y climas, mantuvimos el sextante fijo en la tragedia y escarbamos en el vientre de Medea, prolongando la danza de los hijos en los brazos, de manera que la furia y la venganza final detonasen desde el combustible materno, Medea madre (2014). De los viajes recogidos y los anhelos de parajes que aún no conocemos, construimos un recorrido por las músicas, las danzas y los cielos del mundo tal como lo imaginamos, compartiendo escenarios con otros amigos músicos y bailarines: Sobre las alas del mundo (2014). A la luz de las pinturas de Débora Arango, del Roman de Fauvel del siglo XIX, de la fauna política y la receta tradicional de la morcilla cenamos con las figuras zoogástricas del poder en la obra La republica de Débora Arango (2014). Justo ahora estamos juntando las últimas monedas para saldar una deuda con nosotros mismos, y atracar en las danzas terribles y apasionantes de lo que puede significar estar en los zapatos de las mujeres, que es una maldición contemporánea más antigua que
Andersen o las leyendas nórdicas, con la obra Las zapatillas rojas (2015). Y claro, como buenos piratas, continuaremos atesorando deudas, anhelando otras islas y proyectos: Momo y los hombres grises, una versión negra e injusta de la muerte (para que no nos resulte tan ajena) rumbeando con el muerto de Píper Pimienta, nuestra propia comisión de acusaciones, la flecha fuerte del tiempo y otras mujeres terribles. Por verdadera malicia, la del que está mojado y empuja a los demás al charco, lideramos una escuela de formación escénica en la que profundizamos sobre dudas e incertidumbres con niños, jóvenes, adultos y abuelas entrañables: sin embargo nuestra escuela no es semillero ni cantera del grupo, lo que nos permite guardarla en la despensa, y llevarla a otros sitios, regando la epidemia, y coleccionando enfermedades de otros creadores, que comparten con nosotros estos procesos de diálogo. Como a todo solitario la soledad no nos ha respetado y nos ha puesto en muelles y altamar, cuadrillas de marineros aliados de todo tipo: hacemos parte de la Red Movimiento Gato, que maúlla incansablemente en los patios del Oriente antioqueño; emulando a Carmentea, estamos armando enredo propio con la Red de Teatro de La Ceja del Tambo; con otros grupos y redes como REMIC, CasaEscuela y Asociarce, lideramos el Movimiento Escena Independiente de La Ceja, convencidos de que el arte, la creatividad y la cultura son imprescindibles para hacer pedalear este pueblo bicicletero; tenemos emisarios además en el Consejo Departamental de Teatro, alimentando un parlare incansable contra la corriente. Condenados a naufragar, seguimos hundiendo el barco con todo tipo de rutas por seguir, así que hemos sucumbido a la ingeniería de las luces,
el sonido, los químicos y las máquinas escénicas; a la escultura, la fotografía, la pintura y la performancia, a hacer música y juntarnos con otros amigos músicos, a danzar y producir espectáculos de danza de otras compañías como BanuSanaz, a creer en nuestra propia dramaturgia y a veces a escribirla, a invadir de nuestras sospechas poéticas todos los arrecifes que se nos atraviesan. Para terminar, podemos decir con orgullo prudente que hemos logrado acariciar presupuestos y apoyos de varias entidades municipales, departamentales y nacionales a quienes pudimos convencer de que la tierra es redonda, y luego de lo contrario, a discreción de nuestras convicciones del momento. Becas de creación nacional y departamental, circulación a otros municipios, regiones y países, proyectos de concertación del ministerio de cultura y el departamento y apoyos de otras entidades que alcahuetean la vergüenza de prolongar los vicios de la estética. Más allá de eso nos mantiene a flote el mapa de nodos amistosos y estratégicos que desde Instituciones educativas como Bernardo Uribe Londoño o Parque Educativo Futuro de La Ceja, así como los amigos de teatro y tinto, apoyan la terquedad de hacer arte en un pueblo hasta ahora borrascoso y poco profundo. Sería casi grosero hacer aquí una lista de premios o reconocimientos, los que al decir de Ambrose Bierce, son un último recurso de la tortura que merecemos los poetas. También sería grosero hacer una lista de amigos y compañeros de viaje en estas travesías, a riesgo de enlodar con olvido a algunos entre tantos. Teatro Bitácoras no ha sido ni será este grupo, o esta compañía que diseña, crea y produce espejismos, sino el mar que dibuja la bitácora abierta e indecisa que estamos recorriendo.
Nacional N A C I O N A L 13
Asociación de Salas de Artes Escénicas
Es innegable que los grupos y artistas de teatro que buscan un reconocimiento de su apuesta por el teatro en el departamento de Nariño y su capital, Pasto, reclamen la atención del país frente a la entrega y el trabajo en solitario que realizan las capitales intermedias y sus movimientos teatrales, casi siempre olvidados por la centralidad. Ellos, los grupos de Pasto, reunidos en el Colectivo Teatral de Pasto, han propuesto una mirada diferente y justa frente a todo su quehacer en el país. La Asociación Medellín en Escena reconoce este esfuerzo y se une a su propuesta: Pasto Ciudad Teatral de Colombia.
Pasto colectiva y teatral Por: Asociación Colectivo Teatral de Pasto La entidad Como la Red de Teatro de Barranquilla, las Salas Concertadas de Bogotá, la Red Antioquia en Escena y Medellín en Escena, Pasto le apuesta al trabajo asociativo de sus grupos de teatro profesionales, universitarios, escolares y rurales. Trayectoria En sus diez años de existencia, creó el Festival Pasto Teatro, que cuenta con siete ediciones; apoya el Festival Internacional de Teatro San Juan de Pasto, el Festiencuentro con la Infancia y el festival callejero La Máscara del Pueblo. Acompaña el Festival Nacional Universitario, el Encuentro Universitario Teatrademia, las Olimpiadas Teatrales Estudiantiles, los festivales Sombreros al Viento y Chutón, organizados por las comunidades rurales de la capital de Nariño. Ha promovido, igualmente, diversos talleres y diplomados, conversatorios y simposios sobre aspectos relacionados con el quehacer teatral y distintos temas sobre la importancia del arte en la sociedad. En los Carnavales de Negros y Blancos ha participado en doce ediciones de la Familia Castañeda el 4 de enero. Grupos asociados · · · · · · · · · · · · · · ·
Fundación Escénica y Cultural El Muro Fundación Aleph Teatro Corporación Escénica La Guagua Fundación Escénica y Cultural Hadaluna Cirkocírculo Teatro Fundación Oveja Negra Corporación Cultural Utopía Teatro Fundación Rayuela Teatro y Títeres Fundación Proyecto Nómade Teatro Colectivo Libre Colibrí Colectivo Escénico Teatro Transeúntes Comarca Teatro y Títeres Fundación Teatro Odeón Fundación Escénica Tatambud Danza Proyecto Escénico El Excéntrico Polígono de las Puntas Redondas
·
Paso y Rostro Danza-Teatro Pasto Ciudad Piloto
En la idea de reconocer las ciudades intermedias como canteras culturales y generadoras de artistas, grupos y dramaturgias para el país, la Asociación Colectivo Teatral propone que Pasto sea la primera Ciudad Teatral, como ejercicio piloto, ya que cuenta con las condiciones propicias para su desarrollo. En infraestructura cuenta con los siguientes escenarios: Teatro Imperial; los teatros de los colegios Maridíaz, Bethlemitas y Javeriano; las salas de teatro de la Fundación Aleph Teatro y de la Corporación Escénica de Pasto La Guagua, ambas salas concertadas con el Ministerio de Cultura; el Pequeño Teatro de la Universidad de Nariño; espacios no convencionales como la Plaza del Carnaval, la Plazoleta de la Catedral, y parques San Felipe, Infantil y Chapalito; La Casona de Taminango, La Pinacoteca de la Gobernación, los Auditorios de la Universidad de Nariño y Universidad Mariana, lugares apropiados para presentaciones escénicas, encuentros académicos y formativos. En 2015 se desarrollarán el XIX Festival Internacional de Teatro San Juan de Pasto, el VIII Festival Pasto Teatro, el IV Festiencuentro con la Infancia, el IV Festival Callejero la Máscara del Pueblo, Teatrademia; y los festivales rurales Sombreros al Viento y Chutún; además de las Olimpiadas Teatrales Estudiantiles. Pasto goza, también, de una múltiple manifestación cultural enriquecida por los diversos grupos étnicos de la región y de expresiones mundialmente reconocidas como el Carnaval de Negros y Blancos, donde la plástica, la música, la danza, el teatro y el juego se dan cita. Una vez finalizado el proyecto, se entregará al Ministerio de Cultura en medios magnéticos e impresos una crónica detallada de lo acontecido en el año de ejecución del proyecto: Ciudades teatrales de Colombia, Pasto Ciudad Piloto.
14
MedellĂn en Escena
Asociación de Salas de Artes Escénicas
Violeta Parra y sus voces “Jardinera locera costurera Bailarina del agua transparente Árbol lleno de pájaros cantores Violeta Parra”. Nicanor Parra (Fragmento de Defensa de Violeta Parra) Este montaje teatral es una versión libre del texto Violeta Parra y sus voces, de Beatriz Mosquera (Chile). Violeta Parra, sempiterna artista chilena que reúne las virtudes integrales de la mujer latinoamericana, fue cantautora, pintora, escritora, madre, bordadora y ceramista; considerada una de las folcloristas más importantes de Chile y pilar fundamental para lo que se denominó: la nueva canción chilena. De este legado y de la interpretación de este texto, el Colectivo Teatral Infusión lleva a escena con música en vivo y cantos, una
NOTAS NOTASEN ENESCENA ESCENA 15
celebración de la vida/muerte. Violeta Parra, personificada por la actriz y cantante Diana Fuentes, recibirá al público que, sin saberlo, acaba de llegar a la despedida que ella misma ha preparado. Durante el montaje ella tejerá su historia acompañada de personajes que representan sus voces: amores, hijos, familiares y personajes populares, personificados por las actrices Sara Suárez y Yamile Valencia; y con la música en vivo a cargo de Nicolás Ortiz (Chile) y Karen Londoño (Medellín). La obra transcurre entre la risa y el llanto, con voz de tierra, con palabras del pueblo, recogiendo los frutos de la tradición, eternizándose con su impotencia, su energía arrolladora, utilizando elementos del teatro gestual y la técnica de máscaras de la comedia humana propuestas por Jacques Lecoq. Aquí, el Colectivo Teatral Infusión
elabora una propuesta escénica que transita entre el drama y el humor, como la vida misma de Violeta Parra. “La gran placenta de la tierra la está pariendo cotidianamente, como a un niño de material sangriento e irreparable, y el hambre milenaria y polvorosa de todos los pueblos calibra su vocabulario y su idioma folklórico, es decir, su estilo, como su destino estético y no a la manera de las categorías”. Pablo de Rokha. Ficha técnica: Dirección: Norman Lemaitre Elenco: Diana Fuentes, Sara Suárez, Yamile Valencia, Nicolás Ortiz (director musical, guitarras y arreglos), Karen Londoño (violonchelo).
Medellín en Escena tiene sede La Asociación de Salas de Artes Escénicas de Medellín carecía de un espacio autónomo de reunión y administración para desarrollar sus actividades centrales, entre ellas la edición del periódico, la semana del teatro, talleres y la realización de la Fiesta de las Artes Escénicas. Además,
su crecimiento constante demandaba mayor capacidad logística. Es por eso que se ha concebido un espacio para ser la nueva sede de la Asociación en la carrera Córdova, entre calles Caracas y Perú, en la casa que durante varios años fue sede de Fractal Teatro.
Actualmente tiene atención de lunes a viernes, de 8:00 a.m. a 6:00 p.m. mientras se realizan todos los procesos de instalación y planeación. Más información en:
www.medellinenescena.com contacto@medellinenescena.com Teléfono: 239 81 25
Cuarta Pared 2015 Este año cuarta pared se reinventa. Contamos con un nuevo espacio en la emisora UN Radio, 100.4 FM. Allí estaremos todos los miércoles a las 7:00 p.m., para seguir compartiendo con nuestros oyentes y conversando sobre lo que se mueve en las tablas de teatro de la ciudad. Para este año contamos también con un cambio en nuestras secciones; en ellas continuaremos con nuestra labor de
difundir, promover y conocer las artes escénicas de Medellín. En Leamos teatro recomendaremos textos literarios, dramatúrgicos y otros que tengan que ver con las artes escénicas, seguimos visitando el Corazón de las salas, pero este año también conoceremos proyectos, personajes, ensayos y otras cosas que laten en el interior de cada una de ellas. Y, finalmente, seguiremos con nuestra
sección de Parte del elenco, donde aquellos que hacen, viven y sienten el teatro atraviesan con nosotras la Cuarta Pared. Tenemos también activas nuestras redes sociales para continuar los diálogos con el teatro: Página web: programacuartapared.com Twitter: @pcuartapared Facebook: Programa Cuarta Pared.
con las estigmatizaciones, las explicaciones académicas y las cifras oficiales. Su narrativa y estética exhibe la espiritualidad y el deseo de los personajes. El deseo sin fin es el último de los escritos del actor, director y dramaturgo, Henry Díaz Vargas, quien pone a sus personajes en una encrucijada dramática y en una historia que se desarrolla en medio de enigmas, para que los espectadores sean quienes le den su último sentido. Moldea personajes metafóricos que ponen en evidencia los diversos cuerpos que habitan el centro.
Este montaje teatral expone a la ciudad la voz de aquellos que son silenciados, escondidos y estigmatizados. Las historias de Camilo Ventura (Octavio Castro Bedoya), Deyanira (Gloria Gutiérrez), doña Oriana (Luz Amparo Zapata), el transeúnte (Luis Alberto Chica) y el perro, son un grito, un llamado al reconocimiento de las realidades sociales que fluctúan en un solo lugar: el centro de Medellín. La obra recibió el reconocimiento: Beca de Creación Teatral 2014, del Ministerio de Cultura.
El deseo sin fin El Teatro Pablo Tobón Uribe se une a la celebración del Día Internacional del Teatro el 24 de marzo a las 7:30 p. m. con el estreno del grupo Las Puertas Teatro, de la Academia Teatral de Antioquia con dirección y dramaturgia de Henry Díaz Vargas. Sobre el escenario cinco personajes narran sus deseos, sueños, frustraciones y experiencias. Sus vidas transitan sobre el centro de Medellín, entre ambientes enloquecedores, ruidos y elementos desechados. En el montaje teatral El deseo sin fin, se narra la ciudad desde la mirada de quienes la sienten y la experimentan para romper