Sin descanso, ejercítate para la piedad

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Mensaje Dominical

Noviembre 11 / 2012

Sin descanso,

ejercítate para la

Piedad

Pst. Parrish Jácome Hernández

Texto: 1 Timoteo 4: 7 - 8

El Gran Panorama

La preocupación por los temas sociales, encuentra en un sector de esta generación, un terreno fértil para sembrar la semilla de la solidaridad, que en otro tiempo dejó de tener importancia. El involucramiento de jóvenes en diversos proyectos comunitarios, continúa en alza, mostrando que el dolor encontró mejor respuesta, en quienes se piensa que no tienen tiempo para pensar en otros, por estar ocupados en sus propios intereses. Esta realidad es producto de un trabajo intencionado de diversas instituciones educativas, donde el estudiante desde sus primeros años es puesto en contacto con un entorno diferente, desarrollando una sensibilidad que no se produciría si no se estimulará. Hace poco, una joven al regreso de una labor comunitaria manifestaba la satisfacción de involucrarse en estas tareas donde su ser interior crece, reconociendo la oportunidad de servicio a los más necesitados. La piedad como virtud cristiana necesita ser constantemente desafiada, presentando las múltiples opciones donde la fe, ejercita sus postulados, mostrando que el amor sigue siendo el camino por excelencia. Un transitar que no se construye solo, es necesario empujarlo, confrontando al creyente con ese otro lado, no siempre dispuesto a mirar, donde los corazones al ser desafiados y animados, establecen un patrón de conducta diferente, donde la indolencia e indiferencia, ya no son sus códigos normales de conducta.

“La piedad visibiliza a Cristo, mostrando el rostro humano de su iglesia, sensible, tierna, solidaria, donde el dolor no es visto con indiferencia, contrariamente es asumido como un espacio de servicio permanente para manifestar el amor del Czreador.”


El Texto No es un Pretexto La preocupación del apóstol Pablo por sus fieles colaboradores es evidente, aprovechando los medios a su alcance, para seguir afirmando los valores que no se pueden desdibujar en el transitar diario. Ese ámbito pastoral es determinante para forjar el carácter, acompañando mediante el consejo, la instrucción, necesaria para crear el criterio que permita distinguir las sanas intensiones de las perniciosas. Timoteo por su parte, lucha con su juventud, debiendo ser afirmado en una vocación que descansa en un llamamiento divino, donde la edad no es un impedimento para ejercer con autoridad la responsabilidad encargada. Uno de los aspectos que le preocupan a Pablo es la enseñanza, aquello que se está inculcando como ejes normativos, donde las prácticas no pueden reducirse a prohibiciones que terminan encerrando la fe en un manojo de instrucciones de lo que se debe y no debe hacer. Esta línea es combatida, secando la frescura de una fe viva, capaz de transitar en esa libertad que Jesús proporcionó, sin los temores de lo que se come, bebe, reconociendo que todo lo creado fue para sustento del hombre, debiendo siempre recibírselo en acción de gracias. Una estructura de pensamiento liberador, distinto al clásico judaísmo, donde los legalismos impiden apreciar la vida más allá de regulaciones, muchas de las cuales son mecanismos que al perder su esencia, quedaron desprovistos de sentido. Allí radica la gran preocupación, evitar que esta esperanza abrigada como un nuevo aire, termine secuestrada por expresiones de religiosidad, recibidas como valiosas en su primera instancia, para luego perderse en un esquema ritualista que no influye, ni transforma. Esta postura no anula la necesidad de cultivar valores indispensables para la fe, donde el compartirlos, entenderlos, asumirlos, requiere un trabajo intencional de los llamados a educar en la comunidad eclesial. La analogía de inmediato se produce, creando un escenario donde el ejercitarse es parte de una premisa natural, vinculada a la buena salud, relacionada con disciplinas diarias que al irse realizando van fortaleciendo y tonificando el cuerpo. Este marco es trasladado a la fe, donde el fortalecimiento de las convicciones, requiere una dinámica recurrente de estos valores, donde la sinergia entre la palabra y el hecho produzca esa certeza que la inversión de tiempo y recursos no ha sido en vano. Lejos está de Pablo presentar ese antagonismo entre el cuerpo y el espíritu, creado a partir de pobres interpretaciones, donde se asume al ser humano fragmentado, segmentado, levantando una teología que se desdibuja al romper con ese principio de unidad en el individuo. @iglesiaisrael


El énfasis realizado por el apóstol, no busca desconocer lo valioso del ejercicio corporal, importante para una cultura donde el cuidado personal estaba entre los aspectos más importantes, descuidando aquellos que revitalizan de forma integral. La piedad es presentada como un valor de esta nueva vida en Cristo, donde su presencia debe ser animada, mediante una consciente asimilación de los beneficios que produce, cuando se la cultiva y ejercita. Si la preocupación por el ejercicio corporal significa inversión en tiempo, esfuerzo, disciplina, Pablo busca generar conciencia de la importancia que debe tener ejercitarse en prácticas que contribuyen a una fe auténtica, solidaria, responsable. La dimensión de eternidad es rescatada, compartiendo los valores que de forma intencional se siembran, provocando una repercusión no sólo para este tiempo, sino también para el desconocido y expectante futuro. La piedad, es una marca inconfundible, donde la experiencia de conocer a Jesús afecta la forma de pensar, actuar, relacionarse, desarrollando una sensibilidad que se expresa de forma abierta y espontánea en todo momento, provocando respuestas impensadas, cuando la religión pretende oscurecer la fe.

“La piedad como virtud cristiana necesita ser constantemente desafiada, presentando las múltiples opciones donde la fe, ejercita sus postulados, mostrando que el amor sigue siendo el camino por excelencia.”

Pensar que se cultiva sola es ingenuo, requiere esa decisión donde el papel de la palabra es gravitante, para ir rompiendo esos esquemas de egoísmos, indolencia, indiferencia, incongruentes con el ejemplo de Jesús. Allí radica el peso de esta demanda clara para un pueblo que no puede esconder una marca, que siempre lo debe caracterizar como agente de transformación y cambio, al no conformarse con el sistema reinante. La piedad visibiliza a Cristo, mostrando el rostro humano de su iglesia, sensible, tierna, solidaria, donde el dolor no es visto con indiferencia, contrariamente es asumido como un espacio de servicio permanente para manifestar el amor del Creador. Ejercitarse en la piedad es imprescindible para revitalizar el seguimiento a Jesús, desafiado por los sistemas religiosos, ocupados cada vez más en sostener sus esquemas e intereses, dejando de lado el llamado urgente a vivir una fe, que en el camino siga mostrando con esperanza la posibilidad de un mundo diferente. Si hay algo que hace falta con urgencia es piedad, aquella que sane, liberte, restaure, mostrando que el amor, sigue siendo poderoso para germinar en toda sociedad, ese vínculo que supere los obstáculos y deje atrás las diferencias. "Pero gran ganancia es la piedad, acompañada de contentamiento" 1 Timoteo 6: 6 Iglesia Israel


Define el Enfoque Las marcas que deben caracterizar la fe cristiana, no pueden oscurecerse, pretendiendo desdibujar los valores que distinguen a los seguidores del maestro, con prácticas que dejan de lado lo fundamental para evidenciar la transformación que en Cristo se ha producido. La piedad cumple ese rol, mostrando la sensibilidad que cada creyente debe cultivar en su diario caminar, al exponerse al consejo de la palabra, donde su instrucción es precisa para enfatizar su prioridad como un valor que no debe descuidarse. Esta verdad implica una intencionalidad, donde el ejercitarse en la piedad, irá cambiando aquellos patrones que al llegar a la fe, no pueden mantenerse por ser inconsistente con el amor, la justicia, y la verdad que Jesús deja como ejemplo a seguir.

Tu Rol en el Cuadro Considere las siguientes preguntas, reflexione y responda con claridad: Si la práctica de los valores distinguen. En tu vida, ¿es la piedad un valor que prácticas? Desde tu punto de vista, ¿Cómo se cultiva la piedad? ¿Con que aspectos de la vida cotidiana debe luchar la piedad, para ser reconocida como una prioridad a ser cultivada? El ejercitarse demanda disciplina, tiempo, entrega. ¿Estas considerando que el ejercicio de la piedad, también lo requiere? ¿Qué cambios o ajustes estás haciendo? Hay evidencia en tu vida de estar ejercitándote en la piedad. ¿Puedes señalar algunos? Si el cultivar la piedad es una decisión intencional. Existe el compromiso en tu vida de hacerlo; ¿De qué forma?

Acción a Realizar

Cambia los hábitos, remueve tus patrones

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