ANTE LA GRANDEZA DE LA VIDA HERNANI T SANTANA (NUEVO)

Page 1

ANTE La GRANDEZA De La VIDA Por el Espíritu AUREO Libro/Universo y Vida Hernani T. Santana En tono de euforia sensacionalista algo sorprendente, modernas enciclopedias dan como resuelto el problema del origen de la vida en el planeta Tierra, con base en la sintonización de la urea, por Friedrich WShler y ácido desoxirribonucleico (ADN), de Kornberg y Goulian; en el trabajo por Alexander Oparin, sobre coloides y los experimentos de Stanley Miller, Melvin Calvin, J. Oro y Sídney Fox. La tesis dada por victoriosa y aceptada como definitiva es la de la generación espontánea, ya probada como errónea por Pasteur, mas reaplicada a las condiciones vigentes en el planeta terráqueo hace cuatro billones de años, cuando gigantescas mezclas de vapor de agua, hidrogeno, metano y amoníaco habrían producido espontáneamente, bajo la acción de poderosas descargas eléctricas, los ladrillos químicos de la vida, esto es, los aminoácidos que forman las proteínas (de las cuales también participa el nitrógeno), los carbohidratos (pequeños azúcares o ases) y los ácidos grasos, compuestos, los dos últimos, de carbono, hidrogeno y oxigonio. Esos


ladrillos químicos habrían entonces adquirido vida, a través de la formación, por acaso, del DNA — la memoria que les posibilitó mantener la propia Individualidad, por medio de la fijación de las características adquiridas y de la auto-reproducción ordenada. La certeza en que se fundamenta la teoría reposa en el hecho de científicos haber conseguido reproducir en laboratorio lo que debe haber sido la atmosfera primitiva del planeta y, haciendo incidir sobre ella fuertes descargas eléctricas, obteniendo la formación de aminoácidos, adenina y azúcares. Todo eso, y además la famosa experiencia de reconstrucción de un virus, a partir de DNA y proteínas, ofrecen la base para la euforia del descubrimiento. Los apresurados "hombres de ciencia" olvidan que las mezclas de gases, hechas en los laboratorios, y la aplicación a ellas de descargas eléctricas, fueron obra de inteligencias humanas y no el resultado de la casualidad. La evidencia presentada para apoyar la teoría son todas ellas, realizaciones conscientes de los cerebros humanos y no de acontecimientos fortuitos. Todos los resultados obtenidos en pesquisas científicas fueron productos lógicos de acciones provocadoras, practicadas por seres inteligentes, y no prueban la generación espontánea de cosa alguna. Que podría llevar a tal disparate hombres aficionados a la frialdad y la objetividad del razonamiento lógico, sino un orgullo incomprensible, nacido de una vanidad tonta y presuntuosa? Infinitamente más fácil y más racional sería admitir que las inteligencias Superiores actuaron creativamente, bajo la influencia divina, en la incesante arquitectura de los Universos y de la Vida que glorifica. Ellos, sin embargo, a pesar de racionales, prefieren hacer culto a la irracionalidad y, aunque conscientes, insisten en doblar las rodillas al azar, en honor a lo inexistente. Mucha razón tuvo Einstein para pronunciar las memorables palabras con que saludó el gran Max Planck. Dijo él: "Hay muchos tipos de hombres que se dedican a la Ciencia, ni todos por amor a la propia Ciencia. Algunos penetran en su templo porque les da la oportunidad de exhibir sus talentos especiales. Para esta clase de hombres, la ciencia es una especie de deporte, en cuya práctica se


regocijan, como el atleta se regocija en el ejercicio de la fuerza muscular. Hay otra casta, que viene al templo a ofrecer su cerebro, movido solo por la esperanza de una compensación ventajosa. Se trata de hombres de ciencia por casualidad de alguna circunstancia que se presentó a la hora de elegir una carrera. Si la circunstancia hubiera sido diferente, se habrían hecho políticos o financistas. El día en que un ángel del Señor descendió para expulsar del templo de la Ciencia todos aquellos que pertenecen a las categorías antes mencionadas, el templo, creo yo, quedaría casi vacío. Pero quedarían algunos creyentes, algunos de épocas pasadas y otros de nuestro tiempo. A estos último pertenece a nuestro Planck. Y es por eso que le queremos bien”. Robert Jastrow, director del Instituto Goddard de Estados Espaciáis de la NASA, escribió, en un artículo publicado por el "Jornal do Brasil", de Rio de Janeiro, edición del 2 de julio de 1978, estas palabras candentes: — "El Universo está explotando ante nuestros ojos, como si presenciásemos el resultado de una gran explosión. Si rehacemos los movimientos para fuera de las galaxias, invirtiéndolos en el tiempo, encontraríamos que todos se juntan unos 20 mil millones de años para trás. (Se desconoce el momento exacto en que esto sucedió; hay una incertidumbre de varios miles de millones de años. Lo importante no es precisamente cuando ocurrió la explosión, sino que haya ocurrido en un instante nítidamente definido.) En ese momento, toda la materia del Universo estaba aglomerada en una masa densa, a temperaturas de muchos millones de grados. El resplandor cegador de la radiación, en este Universo denso y caliente, debe haber estado más allá de toda descripción. La imagen sugiere la explosión de una bomba de hidrógeno cósmica. En el instante en que explotó la bomba cósmica marcó el nacimiento del Universo. Ahora vemos cómo el hallazgo astronómico conduce a una Visión bíblica del origen del mundo (la palabra que la Biblia usa para describir el Universo). Los detalles difieren, pero los elementos esenciales en las versiones astronómica y bíblica del Génesis son lo mismo: la cadena de acontecimientos que conducen al hombre se inició repentina y precisamente en un momento definido del tiempo, en un destello de luz y energía. Algunos científicos se aburren


con la idea de que el mundo empezó así. Hasta hace poco, muchos de mis colegas favorecían la teoría del estado constante, que afirma que el universo no tiene comienzo y es eterno. Mas las últimas pruebas tornan casi cierto que la gran explosión realmente ocurrió, hace muchos billones de años. En 1965, Arno Penzias y Robert Wilson, de los laboratorios de la Bell Telephone, descubrieron que la Tierra es bañada por un débil fulgor de radiación que viene de todas las direcciones del cielo. La medicación mostró que la propia Tierra no podía ser el origen de esa radiación, que tampoco podría venir del lado de la Luna, del Sol o de cualquier otro objeto particular del cielo. La fuente parecía ser todo el Universo. Los dos físicos quedaron intrigados con ese descubrimiento. No pensaban en el origen del Universo y no percibieron que habían dado, por acaso, con la respuesta para uno de los misterios cósmicos. Científicos que acreditaban en la teoría de la gran explosión hacia mucho afirmaban que el Universo debía asemejarse a una bola de fuego incandescente, momentos después a la explosión. A los pocos, en cuanto se expandía y enfriaba, la bola de fuego se tornó menos brillante, mas su radiación jamás desaparecería enteramente. (*(*) Telegrama de Moscú, publicado en el jornal "El Globo", de Rio de Janeiro, edición del 18 de septiembre de 1978, dice textualmente lo siguiente: "Una serie de fantásticas, más aun inexplicables descubrimientos, fue realizado por los cosmonautas soviéticos Vladimir Ovaliono y Alexander Ivanchev, en sus experiencias a bordo de la estación espacial Saliut-6/Soyuz-31, anuncio entonces la radio de Moscú. Lo que más sorprendió a los dos tripulantes del laboratorio fue constatar que por encima de la Ya conocida película luminosa que circunda la atmosfera terrestre existe una otra, aun más fosforescente, envolviendo todo el planeta.") El fulgor difuso de esa radiación, que remontaba al nacimiento del Universo, era lo que Penzias y Wilson habían aparentemente descubierto. Ninguna otra explicación, más allá de la gran explosión, fue encontrada para la radiación de la bola de fuego. El remate final, que convenció casi hasta el último Santo Tomé, es que la radiación descubierta por Penzias y Wilson tiene exactamente el tipo de longitudes de onda que se esperaba que la luz y el calor produjeran en una gran explosión. Los defensores de la teoría del estado constante han intentado desesperadamente descubrir otra


explicación, pero fracasaron. Actualmente, la teoría del Big Bang no tiene competidores. Los teólogos en general se maravillan con la prueba de que el Universo tuvo un inicio, más los astrónomos quedan curiosamente perturbados. Sus reacciones ofrecen una interesante demostración de la reacción de la mente científica — supuestamente muy objetiva — cuando descubiertas pruebas por la propia Ciencia conducen a un conflicto con los dogmas de nuestra profesión. Los científicos se comportan del mismo modo que los otros, cuando sus creencias entran en conflicto con los hechos. Nos enojamos pretendemos que el conflicto no existe, o lo enrollamos con frases sin sentido”. Y dice más, Robert Jastrow: — "La Ciencia probo que el Universo exploto para la vida en un determinado momento. Ella pregunta: ¿que causa produjo ese efecto? ¿Quién o el que puso materia y energía en el Universo? ¿Fue el Universo creado de la nada, o fue compuesto de materias preexistentes? ¿Y la Ciencia no puede responder a estas preguntas, porque, según los astrónomos, en los primeros momentos de su existencia, el Universo estaba comprimido a un grado extraordinario y consumido por el calor de un fuego más allá de la imaginación humana. El choque de ese instante debe haber destruido cada partícula de prueba que podría dar un indicio de la causa de la gran explosión. Un mundo entero, rico en estructura e historia, puede haber existido antes que nuestro Universo apareciese.” Informa Iain Nicolson, en su libro "Astronomía": - "El belga George Lemaitre presentó la idea de que, hace unos 20 mil millones de años, toda la materia del Universo - bastante, calculó, para hacer cien mil millones de galaxias, todo estaba concentrado en una pequeña masa, que llamado átomo primitivo; esto tendría una densidad increíble. Este átomo primitivo explotó, por algún motivo, enviando su materia para todas las direcciones, y a la medida que la expansión disminuía, se originó un estado estable, época en la que se formaron las galaxias. Algo perturbó el equilibrio y el Universo comenzó a expandirse otra vez, provocando el estado en que nos encontramos. Hay variantes en esa teoría: talvez no haya habido un estado estable. Con todo, básicamente, las teorías evolucionarias presumen que el Universo fue formado en cierto lugar, en un determinado instante, expandiéndose desde


entonces. ¿El Universo continuará expandiéndose? Puede ser que el Universo continúe expandiéndose para siempre, mas algunos astrónomos hallan que la expansión se retardará y finalmente acabará. Entonces, el Universo comenzará a contraerse, hasta que toda su materia se concentre nuevamente en un punto. Posiblemente, el Universo irá oscilar para siempre de ese modo, expandiéndose hasta su radio máximo y después se contraerá." Tras explicar la Teoría del Estado Estáble, desenvuelta en Cambridge por Hoyle, Gold e Bondi, exclama, dramático: — "Varios astrónomos cuestionan la realidad de la expansión del Universo, mas no existe ninguna explicación alternativa plausible." Lo que la Ciencia tendrá que admitir es que no existe solamente nuestro Universo; existen incontables Universos, en la Creación Infinita. Ellos son formados, nacen, crecen, envejecen, se contraen, "mueren", explotan y renacen, en una incesante recreación, bajo las vistas paternales de Dios y bajo el control amoroso y potente de los Arcángeles Divinos. "Se cree— dice aun Nicolson — que las estrellas se formen de nubes de gas y polvo. Cuando la nube se divide en fragmentos, estos comienzan a contraerse bajo fuerzas gravitacionales, se calientan e irradian calor. Cuando la temperatura aumenta suficientemente para iniciar reacciones atómicas, la estrella se mueve para la secuencia principal y se establece en un estado estable en alguna parte de ella, dependiendo de su naturaleza y temperatura. Queda en esa posición durante la mayor parte de su vida, generando energía por la conversión del hidrogeno en helio (como el Sol hace), mas, cuando agota su combustible, el hidrogeno sale de la secuencia principal y se expande para una gigante colorado. Después, no se sabe bien lo que acontece, más se cree que la estrella usa rápidamente varios combustibles y genera toda especie de elementos pesados, hasta se tornar altamente inestable y eventualmente explotara, como una nueva o súper nueva”. Acostumbrados a reducir todo lo que está al alcance de sus sentidos o de su capacidad de comprensión, los hombres quedan atónitos ante la grandeza ilimitada de la Creación y solo su orgullo empedernido les impide desarmar el espíritu y hacerlo estallar en


adoración de respeto y amor por el Omnipotente. Sin embargo, el progreso de la Astronomía, quizás más que cualquier otro, los están forzando, cada vez más, a esa sublime entrega, que marcará el comienzo fructífero y glorioso de una sabiduría nueva e insospechada. "El límite de detección de galaxias normales con un telescopio de 5 m - registra Nicolson - es de cinco mil millones de años luz y ninguno de los telescopios actualmente planeados llegará mucho más lejos de esta. Sin embargo, hay una limitación mucho más definida a nuestra observación del espacio: si la ley Hubble sobre la expansión para continuar, las galaxias a una distancia de diez mil millones de años luz se alejará a una velocidad de unos 300.000 kilómetros por segundo, exactamente a la velocidad de la luz, y ninguna señal de luz llegara hasta nosotros, sin importar el tamaño del telescopio que estemos usando”. Desde el telescopio Monte Palomar de cinco metros, se pueden observar alrededor de mil millones de galaxias, algunas tan lejanas en el espacio que la luz que vemos de ellas es la de las que se expandieron en nuestra dirección antes que la Tierra existiese. ¡Mil millones de galaxias! Si un rayo de luz comenzara a viajar a través de nuestra modesta galaxia, moviéndose a una velocidad increíble de 300.000 kilómetros por segundo, se necesitarían cien milenios para atravesarlo. Y la nuestro es de las menores jamás observadas. Y se mueve, todo, con nuestro Sol y todo nuestro Sistema, alrededor desde el centro galáctico a una velocidad de 290.000 metros por segundo. De hecho, es parte de un cúmulo con más de veinte galaxias más... Sin embargo, existen cúmulos galácticos conocidos, con más de cien galaxias. ¡Y decir que solo en nuestra modesta galaxia hay más de cien mil millones de soles! Estos innumerables mundos son, como dijo Jesús, las muchas moradas de la Casa de Padre Eterno. Es en ellos que los Hijos del Creador, la gran familia Universal nacen, crecen, viven y se perfeccionan. Son ellas las grandes Escuelas de las Almas, las Grandes Oficinas del Espíritu, las Grandes Universidades y los Grandes Laboratorios del Infinito... ¡Y son también — Dios sea alabado! las cunas de la vida.


Como los Grandes Espíritus son solidarios entre sí, también lo son los mundos y las Humanidades que ellos gobiernan en nombre del Creador. Cuando Sírius, de la Constelación del Grande Cao, alcanzó la posición de sistema de orbes regenerado, muchos Espíritus orgullosos y rebeldes que allá habitaban fueron transferidos para Capela, de la Constelación de Concheiro, que era en ese momento, un sistema de mundos de prueba y expiación. En el transcurso de milenios, estos exiliados, ya redimidos, regresaron, en su mayor parte, a sus pagados celestiales, o se incorporaron a colectividades, capelinas, de los cuales se convirtieron en devotos conductores. Sin embargo, hubo numerosas entidades, desde poderosa inteligencia, más de renitente corazón, que no apenas perseveraron en su rebeldía, más lideraron, además de eso, legiones de locos seguidores de sus incontinencias. Esos Espíritus que, indeseables en Capela, cuando aquel sistema alcanzo el estado de orbes de regeneración, fueron banidos para la Tierra, donde la magnanimidad de Cristo los recibió y amparó. Tales degradados no vinieron, sin embargo, solos, como si fueran un inmenso rebaño abandonado a la violencia de las tormentas. Algunos de sus grandes líderes, ya redimidos, dimitieron por amor a ellos, a la gloria y felicidad del regreso a Sirio, y descendieron, hasta ellos, a los valles del dolor de Tierra Primitiva, como Grandes Guardianes, poniéndose humildemente al servicio del Cristo planetario. Recibiendo su amorosa cooperación, el Sublime Gobernador de la Tierra usó sus servicios y honró su dedicación, tanto en el Espacio como en la Corteza y entonces, incluso antes del Mesías del Señor Jesús, la historia registra el pasaje, entre los hombres, de Genios espirituales luminosos, como los respetables sacerdotes del Antiguo Egipto, el venerable Mahatmas de la antigua India y las figuras más admirables de Fo-Hi, Lao-Tzu, Confucio, Buda, Esquilo, Heródoto y Sócrates. Fue, sin embargo, entre los hebreos, pueblo elegido para acoger en su seno el Mesías Divino, que esos gloriosos misionarios más frecuentemente se manifestaron, comenzando por el mayor de todos, el Gran Conductor de los degradados, que sería, en la Tierra, el nieto de Abrahán, aquel Jacob que se transformaría en Israel, padre de las doce tribus que se derivaron de sus doce hijos. Siempre actuante y "siempre fiel, el volvería después, como Moisés y como


Elias, para tornar nuevamente al mundo en la figura sublime del Bautista”. Tal como el, Abrahán, que fue más tarde Salomón y después Simón Pedro; Isaac, que sería Daniel y posteriormente Juan, el Evangelista; José, el Canciller de Egipto, que se convertiría en David y luego Pablo de Tarso; y muchos otros, entre los que casi todos los que lo llaman Jesús, integrarían su Colegio Apostólico. Mas el amor sublime de excelsos Espíritus de Sírius no abandono a los antiguos compañeros, y fue de allá, de aquel orbe santificado, que vinieran, desde los principios de la Tierra, para auxiliar voluntariamente a Cristo Jesús, aquellos seres extraordinarios que rodearon, en el mundo, al Mesías, como Ana y Simeón, Isabel y Zacarías, y principalmente o Carpintero José y la Santa Madre Maria. Las crónicas del mundo espiritual acerca de numerosas figuras del luminoso séquito de Cristo no pueden ser aquí mencionadas y mucho menos reproducidas, y nuestras modestas anotaciones visan apenas a dar muy pálida idea de cómo los hechos maravillosos del amor están en la base de todos los movimientos de redención, en todas las dimensiones del Infinito. La verdad es que, cuanto más elevados en la jerarquía de la Vida, más los Espíritus se devotan al amor y a la renuncia, al trabajo y al sacrificio, en beneficio de sus hermanos menos adelantados en la senda evolutiva. Ese soberano sentido de solidaridad es principio divino que inspira a las Grandes Almas y las lleva posponer indefinidamente la realización de ideales sublimes de dicha personal, hasta que estos ideales, como imaginamos, acaban diluyéndose naturalmente en la infinidad de Amor divino, totalizador y eterno, que ningún egoísmo podrá empañar jamás. Son ejemplos de esa maravillosa realidad la Madre y el Precursor del Excelso Maestro, cuya intraducible devoción los hizo cambiar sus luminosos paraísos por el servicio permanente y sacrificial a una Humanidad ignorante y sufridora. Jesús le dijo a la esposa de Zebedeo que solo se sentarían a su derecha y a su izquierda, en el


Reino de los Cielos, aquellos para quienes el Padre había reservado estos lugares, porque sabía que el Eterno ya había elegido para estos supremos ministerios al gran Bautista y a la magnánima María de Nazaret; el primero para regir, bajo su supervisión cristiana, los problemas planetarios de la Justicia, y Ella en supervisar, bajo su influencia soberana, las benevolencias del Amor. Por tanto, todos los decretos labrados por el Sublime Chanciller de la Justicia solamente son homologados por Cristo después de ser examinados e instruidos por la Excelsa Abogada de la Humanidad, a fin de que nunca falte, en cualquier proceso de dolor, las bendiciones compasivas de la misericordia y de la esperanza.


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.