COMO ACONTECE NUESTRA EVOLUCIÓN – VISIÓN ESPIRITA Dios creo el Universo. Dentro de ese Universo hay varios mundos. Estos mundos son creados gradualmente juntamente con sus habitantes. Muchos planetas fueron creados antes que nuestro planeta Tierra. Así como otros aún están por crear, serán creados. Serán por tanto, otros Espíritus evolucionaron antes que nosotros. Uno de esos Espíritus es Jesus. El evolucionó en otro planeta antes de nosotros ser creados. Cuando Él estaba muy evolucionado, Dios lo incumbió de acompañar al nacimiento y desenvolvimiento del planeta Tierra.
Nuestro planeta tuvo su origen hace más o menos 4,5 billones de años y todo era una masa incandescente no posibilitando haber vida. En el correr de millones de años, la masa incandescente fue enfriándose y fueron formándose los elementos que existen hoy en nuestro planeta: el aire, el agua, las rocas, el sol, las plantas, los animales y el hombre. La vida apareció hace más o menos 3,5 billones de años, por tanto, un billón de años tras el inicio de la formación de la Tierra. Se afirma que la primera forma de vida surgió en el agua bajo forma de seres minúsculos extremamente simples. Estos fueron tornándose cada vez más complejos y dieron origen a las células, después a las plantas y a los animales invertebrados que habitaban el mar. Más tarde, la vida se fijó sobre la tierra firme y después en el aire. Es fantástica la marcha del surgimiento de diferentes formas de vida sobre la Tierra: microrganismos, plantas, peces, réptiles, aves, mamíferos. A lo largo de mucho tiempo, los seres sufrieron sucesivas transformaciones, dando origen a varias especies. Ese proceso se llama EVOLUCIÓN. Mas, tras los réptiles, surgen los animales horrendos de las eras primitivas, los dinosauros. Emmanuel, en el libro A Camino de la Luz dice que la Naturaleza se tornó una gran oficina de ensayos monstruosos. Los trabajadores de Cristo analizaron la combinación prodigiosa de los complejos celulares, cuya formación ellos mismos habían delineado, entonces, perfeccionaron la máquina celular en el límite posible cara a las leyes físicas del globo. Fue entonces que ellos desaparecieran para siempre de la fauna terrestre. Los primeros seres humanos surgirían sobre la Tierra hace aproximadamente 3 millones de años. Parece mucho, mas no lo es, si consideramos que la vida en el planeta tiene más de 3 billones de años. Los espíritas concordamos con la teoría de Charles Darwin, más él se detuvo en la evolución de la forma física y Kardec dio
continuidad mostrando que el cuerpo evoluciona conforme la evolución espiritual a través de la reencarnación. De acuerdo con la Génesis (el primer libro bíblico), el mundo, los animales y el hombre fueron creados directamente por Dios durante una semana. Esa descripción es de unos 3 mil años atrás, época en que el hombre no tenía los conocimientos científicos de hoy. Actualmente, la narrativa de la creación del mundo sería bien diferente. Más en un punto ella continuará igual: Dios es el creador de todo lo que existe. Todo comienza por el átomo; del átomo pasamos a ser un mineral; del mineral pasamos a ser un vegetal; del vegetal pasamos a ser un animal; del animal pasamos a seres humanos; y en fin, de seres humanos pasaremos a arcángeles. Por milenios y milenios de evolución experimentamos grados inferiores hasta conquistar la inteligencia. Entre lo irracional y el hombre, hay largos caminos a recorrer. No fuimos creados todos al mismo tiempo, porque Dios crea incesantemente, por eso es natural que encontremos Espíritus, encarnados y desencarnados en diferentes grados de evolución. Cuando un cachorro, por ejemplo, de señal de inteligencia, no continuará más aquí en la Tierra, que no le ofrecerá condiciones; al desencarnar el Espíritu de ese cachorro irá para mundos en comienzo de evolución. Tras cachorro, reencarnará en el cuerpo de un primate aprendiendo a andar de pie, a usar las manos. Después reencarnará en un planeta primitivo, cuyos moradores son espíritus que moran en cavernas. Y así, evolucionará con el planeta, así como ocurrió con nosotros. Fuimos moradores de las cavernas, desencarnamos y aprendemos en el plano espiritual alguna cosa; reencarnamos y volvemos mejor, con más conocimiento; desencarnamos y encarnamos varias veces hasta que salimos de la caverna y nos tornamos seres más evolucionados, buscando cada vez más el crecimiento espiritual. Nuestro planeta ya fue un mundo primitivo y está pasando de pruebas y expiaciones para regeneración. En cuanto eso, otros mundos están siendo creados y
con el pasando por todo proceso de evolución de él y de los seres que en el aparecieren. Cada planeta es habitado por Espíritus con grado evolutivo correspondiente al planeta. Allan Kardec clasifica los planetas en: 1) Primitivos: encarnaciones.
donde
los
espíritus
realizan
sus
primeras
2) De pruebas y de Expiaciones: donde predomina el mal, porque hay mucha ignorancia; ahí, las personas sufren las consecuencias de los errores practicados (expiación) o pasa por experiencias, pruebas, testimonios (pruebas). La Tierra es un mundo así. 3) De Regeneración: en ellos no hay más la expiación, más aún hay pruebas por las cuales el espíritu ha de pasar para consolidar las conquistas evolutivas que hizo y desenvolverse más. Son mundos de transición entre los mundos de expiación y los que vienen a seguir. 4) Dichosos o Felices: en estos mundos predomina el bien, porque sus moradores son espíritus más evolucionados; hay mucho bienestar y progreso general. 5) Divinos o Celestes: donde el bien sin cualquier mezcla y la felicidad es absoluta, como obra sublime de sus moradores: los puros espíritus.
Compilación de Rudymara retirados de los libros “LA Génesis” de Kardec; “El Evangelio según el Espiritismo”; “A Camino de la luz” de Emmanuel; “Espiritismo, una nueva era” de Richard Simonetti. Traducido por: M. C. R