LA AUTOVALORIZACIÓN ES UN TRABAJO INTERIOR Por: ZIBIA GASPARETTO En la relación amorosa, lo que cuenta son las energías. Están las que atraen y las que son repulsivas. Esto es “cosa de la piel” es eso. Para que las dos personas se sientan atraídas, es preciso que sus energías combinen. Hay mujeres feas que son tan atrayentes y disputadas, amadas por los hombres guapos y buenos, que provocan el comentario: ¿Qué será lo que el habrá visto en ella?”. La atracción, aquel algo más” es creado por su aura energética. ¿Cómo se realiza eso? Mejorando el padrón mental, enriqueciendo el espíritu, desenvolviendo sus potenciales y valorizándose. La autovaloración no es cambiar lo que se ve, hacer todo lo que desea y salir por ahí incomodando, invadiendo el espacio de los otros a pretexto de ser “usted”. La autovaloración es un trabajo interior. Viene de la atención que usted da a sus sentimientos, siendo verdadera, no incomodándose con la opinión ajena. Es decir si cuando siente que debe y no decir si cuando siente que no quiere. Es preciso dejar de querer ser
“maravillosa”, la “verdadera”, hacer lo que siente, aun mismo corriendo el riesgo de no alcanzar las expectativas de los otros. No confunda la no valorización con la humildad. Ser humilde es no tener vergüenza de ser como usted es. Ahí usted va a descubrir las cualidades que ya tiene. Saber con lo que puede contar va a darle la seguridad y motivación para aprender más. Encontrará otras actividades en el día a día que van a enriquecer su espíritu. ¿Qué es la energía de la atracción sino el brillo del alma? Domine la ansiedad y sepa esperar la vida le traerá la persona cierta. Es preferible quedar solo a estropearse con un casamiento inadecuado. La insatisfacción, el recelo de la soledad, el deseo de “conseguir” a alguien a cualquier precio crean energías desagradables que los rapaces sienten, y entonces huyen como el diablo de la cruz. Si uno de ellos fuera solo será para crear problemas. ¡No haga eso! No entre en la obsesión de muchas mujeres que estragaron su oportunidad de ser felices. Valorícese, cultive el bien, confíe en la vida. No tenga prisa. Un día, cuando menos lo espere, va aparecer la persona adecuada, en la hora cierta. Juntos construirán un hogar feliz y próspero. ¿No es eso lo que usted desea? Traducido por: M. C. R