LA CARTA DE PABLO SOBRE EL AMOR 1 Corintios 13 “Aunque yo hablase las lenguas de los hombres y de los ángeles, y no tuviese amor, sería como el metal que suena o como el tintineo de la campana. Y aunque tenga el don de profecía, y conozca todos los misterios y toda la ciencia, y aunque tenga toda la fe, de tal manera que transporte las montañas, si no tuviese amor, nada sería. E incluso si distribuyera toda mi fortuna para sostener a los pobres, y aunque entregara mi cuerpo para que lo quemaran y no tuviera amor, nada de eso me valdría. El amor es sufridor, es bondadoso; el amor no es envidioso; el amor no trata con la liviandad, no se envanece. No se comporta de manera indecente, no persigue sus intereses, no se enoja, no sospecha mal; No se regocija con la injusticia, sino que se regocija con la verdad;
Todo sufre, todo cree, todo espera, todo soporta. El amor nunca falla; pero si hay profecías, serán aniquiladas; si hay lenguas, cesarán; si hay ciencia, desaparecerá; Porque, en parte, conocemos y en parte profetizamos; Más, cuando viniera lo perfecto, entonces lo que es en parte será aniquilado. Cuando yo era niño, hablaba como un niño, sentía como niño, discurría como niño, mas, luego cuando a ser hombre, acabé con las cosas de niño. Porque ahora vemos a través de un espejo en enigma, pero luego veremos cara a cara; ahora conozco en parte, pero luego conoceré como también soy conocido. Ahora, pues, permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres, pero el mayor de ellos es el amor”. Pablo de Tarso Comentario sobre la Carta de Pablo. Lea a continuación algunos trechos del comentario de Adalberto Domingos Casonatto. (*) “En este texto, escrito en griego, Pablo proclama la superioridad del amor sobre los demás dones, carismas y virtudes humanas. La comunidad cristiana de Corinto se estaba dividendo, retornando a las costumbres de los paganos, encaminándose para la licenciosidad propia de ciudades portuarias helénicas, los cristianos estaban huyendo del espíritu de amor, paz, solidaridad y pureza que debe guiar a los seguidores de Cristo. Al final del capítulo 12, habla de los carismas concedidos a la comunidad cristiana y Pablo prepara a los lectores para la
comprensión del don más precioso, que es el amor: “Procuren con celo los dones mayores. Yo voy a mostrarles un camino sobremodo excelente”. (1 Cor 12, 31). Tal construcción literaria nos lleva a concluir que el amor es el primer don de Dios y la suma de todos los carismas. Como primicia de los dones mayores, los que más edifican a las personas y a las comunidades, se sitúa el amor. Hay dones edificantes (que aproximan al hombre a Dios) y dones de servicio (que realizan en el mundo el proyecto de Dios). El amor se torna la síntesis de todos ellos. Podemos afirmar que el hilo conductor del mensaje escatológico de San Pablo es el amor de Dios, y el amor-ágape entre los hombres. El amor segundo Pablo dirigiendo el mensaje a la comunidad de Corintos se torna el acto generador de toda la actividad cristiana. Es por esta razón que se debe siempre actuar de acuerdo con la inspiración divina. El apóstol nos revela, en su predicación y actividad pastoral, que ese principio organizador, el amor cristiano, debe ampliarse, transcender horizontes, insuflando en las personas deseos de acogida, servicio y salvación.” (*) Adalberto Domingos Casonatto – Con doctorado en Sagradas Escrituras por la Escuela Bíblica Franciscana de Jerusalén, se dedicó por muchos años como profesor del Nuevo Testamento en el Instituto de Teología y Pastoral de Paso Fundo, RS, y en dirección y enseñanza en el Curso de Teología para Leigos en régimen Especial de Ferias. Además de eso acompaño los encuentros de Biblistas del CEBI/RS y los grupos de Estudio del CEBI con palestras y Cursos. Hoy se dedica a la pesquisa bíblica en especial el Nuevo Testamento.