¿LOS ESPÍRITUS VEN TODO LO QUE HACEMOS? José Batista de Carvalho Libro De los Espíritus Cap. 9, cuestión 456. ¿Los Espíritus ven todo lo que hacemos? — Pueden verlo, pues estáis incesantemente rodeados por ellos. Mas cada uno solo ve aquellas cosas a las que dirige su atención, porque ellos no se ocupan de las que no les interesan. Esa cuestión formulada por Allan Kardec a los sabios Espíritus que lo auxiliaron en la codificación del Espiritismo es una de las dudas que despierta mucho la curiosidad de todos aquellos que se inician en la doctrina. La respuesta no podría ser más clara y directa. Si, ellos ven todo lo que hacemos y no solo nos ven, sino como también están a nuestro alrededor, participan del espacio sin que los notemos. ¿Las personas encarnadas pueden ver a los Espíritus?
En este momento del asunto siempre surge la pregunta: ¿Es verdad que hay personas encarnadas que ven a los Espíritus? Si, existen personas que poseen videncia, que es la facultad de ver a los Espíritus. Esa capacidad mediúmnica puede acontecer de forma consciente, en estado de vigilia normal, con la formación de recordatorio de lo que fue observado. Mas también existen personas que consiguen divisar a los Espíritus cuando están en estado sonambúlico¹. Otro aspecto que aguza la curiosidad e esta área es saber si esas personas que consiguen ver a los Espíritus están viéndolos todo el tiempo. No, porque eso provocaría graves trastornos psico emocionales. ¿Los Espíritus saben lo que pensamos? Sabemos, por tanto, que los Espíritus nos observan y que ellos están a nuestro alrededor. El paso siguiente de Allan Kardec era saber, entonces, si esas entidades consiguen acceder a la parte mental de los encarnados. O sea, si es posible ellos sabrán lo que pensamos. Libro De los Espíritus Cap. 9, cuestión 457. ¿Los Espíritus pueden conocer nuestros pensamientos más secretos? — Conocen, muchas veces, aquello que desearíais ocultar a vosotros mismos; ni actos, ni pensamientos pueden ser disimulados para ellos. Los pensamientos plasman en nuestra aura las imágenes, las intenciones y las emociones que nos embalan. La energía de los pensamientos proyecta imágenes a semejanza de un proyector, y así podemos decir que somos libros abiertos para aquellos que están en el plano espiritual. ¿Podemos ocultar algo a los Espíritus?
Libro De los Espíritus Cap. 9, cuestión 457-a. ¿Así siendo, parecería más fácil ocultarse una cosa a una persona viva, pues no lo podemos hacer a esa misma persona después de muerta? — Ciertamente, pues, cuando os juzgáis bien escondidos, tenéis muchas veces a vuestro lado una multitud de Espíritus que os ven. Imagine, entonces, el siguiente cuadro: una persona pasa la vida entera engañando y mintiendo para algún compañero, sea el de negocios o un relacionamiento sentimental. Ese compañero desencarna y, al observar aquel con quien convivio y confió, descubre que fue engañado. Imagine la decepción de ese que ahora, libre del cuerpo material, posee una mayor desenvoltura y no es visto por aquellos que quedaron. ¿Los Espíritus pueden influenciar en nuestros pensamientos? Ahora el punto crucial en el relacionamiento que mantenemos cotidianamente con esos seres de una otra esfera y si ellos, además de saber lo que hay en nuestras mentes, pueden también, de alguna forma, ejercer interferencia en nuestros pensamientos. ¿Al final, nuestros pensamientos son efectivamente nuestros o sufren injerencia de los Espíritus? Libro De los Espíritus Cap. 9, cuestión 459. ¿Los Espíritus influyen sobre nuestros pensamientos y nuestras acciones? — En ese sentido su influencia es mayor de lo que suponéis, porque muy frecuentemente son ellos los que os dirigen. Para aquellos que piensan ser los amos y señores de su existencia, soberanos de su arbitrio, y que a todo momento desafían a todos afirmando ser los dueños de su voluntad, orad y vigilad, pues pueden estar enredados por seductoras influencias de los Espíritus que los acompañan y consiguen imprimir sus voluntades a los que aún están en la Tierra.
En muchos centros espíritas, una escena es común. Cuando llegan personas para tratarse y luego avisan que ven o sienten tener Espíritus à su alrededor causando molestias e interrumpiendo todo. Generalmente no es solo un Espírito, mas un comandante que organiza y ordena las acciones para todo un pelotón que le obedece. Si esa persona es sensato, el jefe y su séquito serán buenos y amables. Pero si no, la clase no será la más agradable. ¿Qué es lo queatrae a los espíritus cerca de nosotros? Usted, es posible que ahora se esté preguntando: ¿qué es lo que atrae a esos compañeros a nuestro alrededor? Es su pensamiento. Esto acontece porque la cualidad de los pensamientos irá se sintonizara con vibraciones semejantes. O sea, aquellos que viven queriendo sacar ventajas, atraerán Espíritus que ven su índole y con ella se identifican. Así, Espíritus interesados y manipuladores consiguen dominar aquellos que actúan de la misma forma y que quedan, entonces, bajo su influencia. Por otro lado, las personas que no consiguen librarse de los pensamientos negativos, tristes y desanimados, atraerán luego los grupos de Espíritus sufridores y deprimidos que inducirán aún más al sufrimiento, melancolía y depresión. Y así, la Ley de Atracción va actuando bajo el comando de la voluntad que se pierde al no usarse adecuadamente el libre arbitrio, dejando la mente ser secuestrada por fuerzas espurias, perturbando la harmonía energética, bajando la vibración e instituyendo, así, un círculo vicioso de orden energético y espiritual. Por más que se quiera refutar la premisa de que lo que ocurre en nuestra vida, invariablemente, es una respuesta a alguna acción por nosotros cometida, la verdad nunca será vencida. ¿Nuestras emociones también pueden atraer espíritus?
En los momentos difíciles de nuestra vida, nos sumergimos en el océano profundo de las emociones contrariadas, en relaciones que provocan dolor y resentimiento y, lejos del don del perdón, lanzamos acusaciones por todas partes, rompiendo incluso con nuestro propio ser. En estos momentos, con la mente llena de ira, los pensamientos que surgen se alinean con las perniciosas vibraciones de un astral muy bajo, atrayendo así legiones de espíritus perversos y sufrientes que se alimentarán de esta energía densa e impura. Y, guiados por los Espíritus de Luz que ayudaron a Kardec, sabemos que quienes están en el plano espiritual pueden influirnos y lo hacen, a través de la inducción energética aplicada a los pensamientos. ¿Cómo podemos defendernos de las malas energías de los Espíritus? En caso de que estemos acompañados de amigos iluminados que trabajen por nuestro progreso, seremos guiados por intuiciones e inspiraciones, ya que respetan nuestra individualidad y no interfieren con el libre albedrío. Pero cuando estamos atrapados en emociones bajas, cultivando pensamientos negativos, el séquito que nos rodea no tiene reparos en interferir con nuestra voluntad para lograr su intención. Estos hermanos infelices se sintieron atraídos por una energía que les es querida. Entonces, si la fuente deja de vibrar y emite este tipo de energía, se alejan en busca de otra fuente que les proporcione el elemento que les gusta. Entonces, la mejor defensa y tratamiento para mantenernos alejados de las influencias dañinas de los Espíritus malévolos es asumir la responsabilidad de nuestras acciones, que son el fruto de nuestros pensamientos. Podemos aprovechar las oportunidades de renovación para un bien mayor, la responsabilidad de traer amor y luz a nuestras vidas. Y así, toda la Tierra estará un poco mejor y con más luz.