LOS MALOS PENSAMIENTOS CORROMPEN LOS FLUIDOS ESPIRITUALES Allan Kardec “Los malos pensamientos corrompen los fluidos espirituales, como los miasmas deletéreos corrompen el aire respirable.” (Allan Kardec - A Génesis, cap. XIV, ítem 16). Vimos que el pensamiento ejerce una poderosa influencia en los fluidos espirituales, modificando sus características básicas. Los pensamientos buenos les imponen luminosidad y vibraciones elevadas que causan confort y sensación de bienestar a las personas bajo su influencia. Los pensamientos malos provocan alteraciones vibratorias contrarias a las citadas antes. Los fluidos quedan oscuros y su acción provoca malestar físico y psíquico. Se puede concluir así, que em torno de una persona, de una familia, de una ciudad, de una nación o planeta, existe una atmosfera
espiritual fluídica, que varía vibratoriamente, según la naturaleza moral de los Espíritus envueltos. A la atmosfera fluídica se asocian seres desencarnados con tendencias morales y vibratorias semejantes. Por esta razón, los Espíritus superiores recomiendan que nuestra conducta, en las relaciones con la vida, sea la más elevada posible. Una criatura que vive entregada al pesimismo y a los malos pensamientos, tiene alrededor de si una atmosfera espiritual oscura, a la cual se aproximan Espíritus enfermos. La angustia, la tristeza y la desesperanza aparecen, formando un cuadro físico-psíquico deprimente, que puede ser modificado bajo la orientación de las enseñanzas morales de Jesús. “La acción de los Espíritus sobre los fluidos espirituales tienen consecuencias de importancia directa y capital para los encarnados. Desde el instante em que tales fluidos son el vehículo del pensamiento; que el pensamiento les puede modificar las propiedades, es evidente que ellos deben estar impregnados delas cualidades buenas o malas, de los pensamientos que los colocan en vibración, modificados por la pureza o impureza de los sentimientos”. (Allan Kardec - La Génesis, cap. XIV, ítem 16). A la medida que crece a través del conocimiento, el hombre percibe que sus malezas, tanto físicas como espirituales, es directamente proporcional a su grado evolutivo y que él puede mudar ese estado de cosas, modificándose moralmente. Aliándose a buen999as compañías espirituales a través de sus buenos pensamientos, podrá establecer una mejor atmosfera fluídica em torno de si y, consecuentemente, del ambiente en que vive. Resumiendo, todos somos responsables por el estado de dificultades morales que vive el planeta actualmente. “Mejorándose, la humanidad verá depurarse la atmosfera fluídica em cuyo medio vive, porque no le enviará sino buenos fluidos, y estos operan una barrera para la invasión de los malos.
Si un día la Tierra llegara a no ser poblada sino por hombres que, entre sí, practican las leyes divinas del amor y de la caridad, nadie duda que no se encuentren em condiciones de higiene física y moral completamente otras que las hoy existentes”.. (Allan Kardec - Revista Espírita, Mayo, 1867).