DIVULGADORA DE LA DOCTRINA ESPIRITA. 2021 ARTÍCULO S
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MERCHITA 2021
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PRIMERO
Todos los jóvenes precisan del amparo de los padres, aunque en la adolescencia, en general, la rebeldía de los hijos sea inevitable. Una tradición de severidad paterna, pautada por el autoritarismo político y religioso, dio el concepto erróneo a los padres de SEGUNDO que deben sujetar a los hijos – y particularmente a los jóvenes – a sus principios y a su forma de ser. Más los jóvenes traen su propia personalidad y su propio derrotero en la vida, y justamente en esa fase de la adolescencia están firmando su yo ante el mundo. TERCERO Es conocido el problema de la “crisis de la adolescencia”, sobre la cual Maurice Debesse 1 escribió uno de sus libros más bellos y profundos. Más es en René Hubert, en el capítulo NUMERO sobre “Psicología de la juventud”, de su Pedagogía general, que encontramos mayor sintonía con los principios espiritas. Psicólogos y pedagogos conocen bien ese problema que responde por el llamado “conflicto de las generaciones”.
Emmanuel nos da su llave al recordar que cada espíritu ya trae para la Tierra su prueba y su camino de servicio, escogidos libremente en la vida espiritual según sus necesidades de evolución y mejoramiento. El amparo de los padres puede ser dado por medio de imposición y autoritarismo, bajo pena de dejar de ser amparo para transformarse en tiranía. Si el “conflicto de generaciones” siempre existió en el mundo, ahora se muestra más violento porque el tiempo de la tiranía está en el fin y porque la era de la transición en que vivimos acentúa en los jóvenes las ansias del futuro. Los padres solo podrán ampararlos si tuvieran amor suficiente para comprenderlos y ayudarlos sin exigencias. Esta es también una hora de aprendizaje para los padres. Y solo el amor verdadero por los hijos puede socorrerlos.
El joven de hoy es el hombre de mañana. Los tiempos cambian y no podemos querer sujetarlos a nuestro modelo. Cualquier coacción paterna solo podrá apartarlos de casa y de la familia, lanzándolos a medios y compañías peligrosas. La verdadera educación es el equilibrio entre el amor y la comprensión. La energía paterna y la disciplina filial brotan naturalmente entre esos dos márgenes, fluyendo como las aguas de una fuente en el paisaje de la vida. Artículo publicado originalmente en la columna dominical “Chico Xavier pide licencia” del periódico Diario de San Paulo, en la década de 1970
La pregunta 203 de El Libro de los Espíritus se refiere a los elementos que los padres transmiten a los hijos. La respuesta de los espíritus es esta: “Dales apenas la vida animal, pues el alma es indivisible. Un padre obtuso puede tener hijos inteligentes y viceversa. ”Se creía que los padres transmitían a los hijos alguna cosa de sus propias almas. Los espíritus refutaron esa tesis. Las semejanzas de temperamento y tendencias en las familias no son explicadas en el espiritismo por la hereditariedad física, ni por la afinidad espiritual. En la reencarnación los espíritus son atraídos a los padres en virtud de ligaciones del pasado. Las ligaciones positivas se reconocen por la afinidad, las negativas por la repulsión. Padres, e hijos que se ajustan son espíritus afines, los que se repelen son acreedores y deudores que se reencuentran. El espíritu suficientemente evolucionado para tener conciencia de sus deficiencias, luego que vence el plazo destinado para su permanencia en la vida espiritual, pide para reencarnar. Se liga, entonces, por afecto o por remordimiento, la persona de su convivencia en la vida anterior (ligaciones positivas o negativas), pidiéndoles que los acepten como hijos. Cada nacimiento en la Tierra implica decisiones tomadas en el mundo espiritual. Hay los que piden y los que imploran para nacer. Los que imploran son generalmente los que más reclaman en esta vida, los que más se desajustan en la familia, los más rebeldes – porque son los más necesitados.
El concepto humano de que nadie pidió para nacer es un error producido por la ceguera espiritual de los hombres. Como olvidamos los antecedentes espirituales del nacimiento – precisamente para poder vivir una vida nueva, sin recuerdos perturbadores -, tenemos la impresión de que fuimos enviados al mundo en contra de nuestro deseo. Y muchos acusan a los padres de responsables por su nacimiento, como si los padres tuviesen el poder de engendrar cuando quieren y de elegir a los espíritus que deben nacer como sus hijos. El mensaje de Emmanuel, colocando el problema en sus términos exactos, nos advierte la necesidad de atender a los deberes de la vida en familia, pues el cumplimiento o no de esos deberes determinará nuestra futura situación en la vida espiritual. La vida material pasa deprisa y los lazos espirituales continúan más allá de la muerte y repercuten en las vidas futuras. Artículo publicado originalmente en la columna dominical “Chico Xavier pide licencia” del jornal Diario de San Paulo, en la década de 1970
Eza de Quiroz, en páginas que envió a la Tierra, después de muerta, a través de la mediúmnidad admirable de Fernando de Lacerda, cuenta que su bagaje literario fue considerado, en la aduana del más allá, como averiada. Humberto de Campos, sirviéndose de la Psicografía de Chico Xavier, advirtió que los valores despreciados en la Tierra por el escritor son los más importantes en el mundo espiritual.
Emmanuel confirma eso en el presente mensaje, que encierra con una síntesis de la mecánica de la comunicación. Vemos, por esa síntesis, que la comunicación no es apenas transmisión de ideas, más es también creación. En el proceso que va del sentimiento a la acción, creando el destino, se evidencia la pesada responsabilidad de quien escribe. Lo que más importa en el acto de escribir no es el perfeccionamiento de la forma, ni el descubrimiento, hoy obsesivo, de nuevos caminos estéticos. La originalidad artificial es flor de estufa. Solo es original lo que brota espontaneo de la facultad creadora. Y el éxito literario o periodístico nada vale, si no es determinado por el esfuerzo legítimo de servir, enriqueciendo el patrimonio espiritual de la Humanidad.
La fascinación de las conquistas inmediatas alimenta la vanidad del autor y perturba su visión de la realidad. La vida pasa rápida y la muerte le llevará para el plano de la introspección, en un mundo en el que las apariencias se deshacen como las burbujas en el aire. Más lo peor es que las obras ilusorias persisten en el plano terreno de la ilusión, suscitando sentimientos que van a crear nuevos destinos y desviar otras vocaciones de su camino cierto. La responsabilidad del autor, que en la Tierra se disfraza en espejismos estéticos, en el más allá se desnuda a sus ojos espirituales de manera indisfrazable. Por eso podemos decir que ese pequeño mensaje de Emmanuel es una lección enviada del más allá a los maestros. En una hora en que multitudes ansiosas procuran palabras de orientación y estimulo, el deber de quien escribe es atender a esas exigencias en vez de explorar la desorientación general.
Los mandarines de la cultura moderna, refinados creadores de artificios que brillan en las letras como broches metálicos, y los exploradores del sensacionalismo podrán encontrar en esa página de Emmanuel – si tuvieran humildad ambos- la advertencia oportuna de que necesitan. Se reproduce aquí el artículo titulado Misión de la Prensa, publicado en la columna dominical “Chico Xavier pide Licencia” del periódico Diario de S. Paulo, en la década de 1970 El presenta el mensaje Escribir, dictado a Chico Xavier por el Espíritu Emmanuel, que Herculano Pires (con el pseudónimo de Hermano Saulo) comenta por medio de su texto Lección a los Maestros
J. Herculano Pires (Hermano
La obsesión mundial por el alcohol, en el plano humano, corresponde a un cuadro espantoso de vampirismo en el plano espiritual. La medicina actual aun es reacia - e infelizmente en sus sectores más ligados al asunto, que son los de la psicoterapia- en aceptar la tesis espirita de la desobsesión. Desde Rhine, Wickland, Pratt, en los Estados Unidos, a Soal, Carington, Price, en Inglaterra, hasta otros parapsicólogos materialistas, ha descubierto el vampirismo que se procesa en cadena. Todos los verdaderos parapsicólogos , de renombre científico y no marcados por la obsesión del sectarismo religioso, proclaman hoy la realidad de las influencias mentales entre las criaturas humanas, y entre estas y las “mentes desencarnadas”. Jean Ehrenwald, psicoanalista, llegó a publicar importante libro titulado: nuevas dimensiones profundas de un análisis, corroborando las experiencias de Karl Wickland en treinta años entre los muertos. Koogan, en Europa de hoy, acompañado por varios investigadores, efectuó experiencias de control remoto en la conducta humana por la telepatía, obteniendo resultados satisfactorios.
Todo eso nada vale para los que se obstinan en la negación pura y simple, como hacían los científicos y los médicos en el tiempo de Pasteur en relación al mundo bacteriano. Los cuartetos de Cornelio Pires sobre la obsesión alcohólica no son solo apenas un juego poético. Ellos nos muestran – en un panorama visto desde el lado oculto de la vida - la propio mecanismo de ese proceso obsesivo. Espíritus enemigos, (que ofendimos gravemente en existencias anteriores), nos excitan el deseo inocente de “tomar un trago”. Aceptamos la “idea loca” y espíritus vampirizados son atraídos por las emanaciones alcohólicas de nuestro cuerpo. De ahí en adelante, como aconteció a Juca de Juan Dorio, “nos doblegamos a la botella” y vamos a parar al sanatorio. Los Espíritus vampirizados son viciosos que murieron en el vicio y continúan en el mundo espiritual inferior, aquí mismo en la Tierra, buscando ansiosamente sus “tragos”. Se satisfacen con las emanaciones alcohólicas de sus víctimas y las siguen para chuparlas como vampiros psíquicos.
En las instituciones espiritas dirigidas ese proceso es bastante conocido, y son muchos los infelices que se salvan después de un tratamiento serio. En los hospitales espiritas las curas son numerosas. Véase la obra del Dr. Inácio Ferreira: Nuevos rumbos de la medicina, relatando las curas realizadas en el Hospital Espirita de Uberaba. No es solo la obsesión alcohólica la que está en juego en los procesos obsesivos. Los desvíos sexuales ofrecen un contingente tal vez mayor y más trágico que el alcohol, porque es más difícil de ser tratado. Tiene razón el poeta cuando advirtió que “para ayudar al alcohólico, es necesaria la medicina”. Solo en las aplicaciones médicas el alcohol puede ser usado como remedio. Mas hemos de acrecentar, infelizmente, que los médicos de ojos cerrados para la realidad espiritual no están en condiciones de atender los casos de alcoholismo. Los grupos espiritas y las asociaciones alcohólicas obtienes resultados más positivos, en tratamientos bien dirigidos. Artículo publicado originalmente en la columna dominical “Chico Xavier pide licencia” del periódico Diario
¿Será el amor materno una virtud o apenas un instinto que tanto se manifiesta en la Humanidad como en los animales? Kardec propuso esa cuestión a los espíritus superiores y podemos encontrarla, con la respuesta dada, en la pregunta 890 de El Libro de los Espíritus. En la reunión a que se refiere Chico Xavier, abierto el libro al acaso, fue esa la cuestión que salió para los estudios. Los espíritus responden que el amor materno es instinto en los animales y también en la criatura humana, más en los animales es limitado a las necesidades de conservación y desarrollo de la prole, despareciendo enseguida. Y acrecientan: “En la criatura humana persiste por toda la vida y aporta una devoción y abnegación, que constituyen virtudes, pues sobreviven a la propia muerte, acompañando al hijo más allá de la tumba. Ved en hay en el alguna cosa de lo que en el animal.”
Emmanuel recuerda la carga de fuerzas negativas procedentes de existencias anteriores y la fragilidad de la criatura humana para vencerlas en ciertas circunstancias. De ahí el aconsejar a la mujer que no condene al tránsfuga, para no aumentar esa carga, auxiliándolo a vencerla con sus buenos pensamientos y sentimientos de amor. La madre está biológica y espiritualmente más ligada a los hijos que el padre. En ella, por tanto, el instinto natural y la virtud moral se conjugan de manera más profunda. Grande es la responsabilidad paterna por los hijos, más la responsabilidad materna es aún mayor. Artículo publicado originalmente en la columna dominical “Chico Xavier pide licencia” del periódico Diario de S. Paulo, en la década de 1970