Nº 77 MENSAJES DE CHICO XAVIER HERMANO X

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DIVULGADORA DE LA DOCTRINA ESPIRITA. 2021 ARTÍCULO S

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MERCHITA 2021

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TERCERO 1 NUMERO


FIESTAS Felipe Rimas renacería con la misión de impulsar la Verdad. Prometió a los Espíritus Superiores recibir sus enseñanzas, dosificarlas y distribuirla a la multitud. Varias veces, antes de la cuna, visitó, en compañía de grandes instructores, el local en el que recibiría la tarea. Y vio, de cerca, la enorme ciudad en que le sonaría la palabra como trompeta del Cielo. Comenzaría el apostolado a través del verbo fulgurante, y lo terminaría con el lanzamiento de algunos libros en que los Mensajeros Divinos expresasen preciosa síntesis de la realidad mayor. Ante los benditos compromisos, nació y se crio Rimas, comenzando el trabajo con admiración generalizada. Aún muy joven, habló, deslumbrando a todo el que lo escuchó. Benefactores invisibles ocuparon su garganta, luego se transformaron en una sublime tuba, y el concepto edificante brotó de su boca. Parecía, en esos momentos, la cascada de luz.


Legiones de personas lo escuchaban, emocionadas. Señoras reconocidas le besaban las manos y compañeros respetables lo abrazaban, conmovidos. Todavía, los Espíritus acomodados a las sensaciones inferiores de la existencia física se mostraban incomodados. Las conferencias de Simas mudaban la vida mental de la mayoría de cuantos encarnados ellos se habían habituado a vampirizar. Habían perdido y actuando por sindicato de exploradores, se reunían en estudio. ¿Cómo remover el embarazo? Al principio, improvisaron dificultades. No en tanto, las dificultades como que le infundían recursos nuevos. Simas oraba y cogía fuerzas. Le invadieron, entonces, el reducto familiar. Inexplicablemente, los hermanos le lanzaban ironías en el rostro. El misionero, con todo, cobraba energías en la oración. Era como si viviese ligado a la Esfera Superior, a la manera de escafandrista del Mundo Espiritual, captándole el sagrado oxigonio de la inspiración, Los perseguidores sutiles inventaron procesos nuevos... Tentaciones variadas, cargas fluídicas en forma de dolor, deserción de amigos, incomprensiones, sarcasmos, prejuicios, más amplias trivialidades domésticas... Más Felipe continuaba hablando. Palabra altisonante, reeducativa. Y, como consecuencia, surgían actitudes de conversación, intercambio de libros nobles, renovaciones, vidas transfiguradas y hogares reconstruidos.


Se reagruparon los adversarios fervorosos y, en la asamblea, hablo uno de ellos más experimentado. – ¿El rapaz ya olio la fortuna? Y las respuestas vinieron: – Si... si... - ¿Ya ha experimentado en placeres diversos? – Y se mostró indiferente... -¿Luchas familiares? – Venció las mayores. – ¿Calumnias? -Las aprovecho, haciéndose un héroe... El técnico en asuntos de las sombras pensó algún tiempo y respondió: ¡Fiestas! ¿Ya fue probado en homenajes personales? Y todo el grupo: - Es... es... todavía no... Pruébalo - dijo el astuto oponente - "muy pocos se libran... Comenzó para Simas una época nueva. Los amigos, como animados por un frenesí de admiración, comenzaron a reverenciarlo. Apoyo y agradecimientos en todo momento. Era el hombre de las fiestas de inauguración. No se hizo nada sin él, en términos de eventos sociales. Inspección inicial de templos espíritas comediantes, almuerzos de confraternización, encuentros conmemorativos, viajes de larga distancia para recibir honorables invitaciones, ágapes familiares, salidas de campo, tiernas reverencias, llenas de flores ...


Y Simas hablaba, conmoviéndose. Aplausos y lágrimas. Y estallaron nuevas invitaciones... Cenas íntimas, conversaciones confidenciales, auditorios fieles, amigos turnándose en generosas ofrendas... Coches, aquí y allá, a disposición. Retratos rodantes, álbumes de viajes, recortes de periódicos en los que se había citado su nombre. Relatorías cordiales hasta altas horas de la noche, visitas interminables... y con ello, glotonería festiva. Donde Felipe estuviese, surgía la mesa. Aperitivos, bocadillos, comidas, licores... Mucha gente del séquito sabía de antemano: Rimas, llegando, abundante comida. Como complemento a los inofensivos licores, hubo “bombas” alcohólicas para el grupo más íntimo. Con algunos pocos años, fue arrancado del cultivo de la reflexión y del hábito saludable de la lectura noble, Simas era dueño de conversación rutinaria. Repetía casos, repasaba conceptos sin meditarlos. De tanto aceptar homenajes enfiestados por manos manjares, se acostumbró al plato grande. Se hizo un gastrónomo exigente. Y, por cierto, en razón de la gordura excesiva, no más aguantaba servir los largos comentarios edificantes. Nada más allá de cinco minutos. Se cansaba, se decía portador de varias molestias, se decía en prueba. Los ex aduladores ahora no tenían más tiempo para cortejarlo. Y, mucho antes de los días programados para los libros reveladores, Simas, derrotado, se había convertido en una persona andrajosa, adicta a las pastillas para el dolor de cabeza.


Cuando lo vi, por última vez, era un hombre afónico, neurasténico. Discutía con la esposa. Clamaba contra la gripe, contra la lluvia, contra la humedad y contra el viento. Y, no lejos, dos antiguos adversarios de su misión, ya fracasada, decían, irónicos, entre sí: ¿Qué hacer para levantar Simas de nuevo? ¡Hagamos fiestas! Una fiesta es el remedio ideal. Y se reían abiertamente.


DIÁRIO DE UN MÉDIUM Cuando, por solicitación de amigos, penetramos el cuarto de Alfredo Lucio, para ayudarlo en el proceso de desencarnación, el diario que el tiempo amarilleara estaba abierto y podíamos leer, en trechos cortos, la historia de su experiencia. -El 22 de octubre en esa noche inolvidable de 1928, Hago mí profesión de fe. Asistí a un encuentro íntimo en el “Centro Espírita Vicente de Paulo”, en Rúa Tavares Guerra, 74, aquí en Río, y pude escuchar las palabras de mi madre, quien yo suponía que estaba muerta. Ella misma. Me hablo por el médium, como si estuviésemos en nuestra casa del Méier. Llore mucho. Estoy transformado. Soy ahora espirita. Pido a Dios me bendiga los votos solemnes de trabajar por la gran causa. El 22 de Octubre –Intente la mediumnidad escribiente y lo conseguí. ¡Maravilloso! La idea me brotaba de la cabeza con la misma rapidez con que la frase escrita me salía de la mano. Recibí confortador mensaje asignado por D. Amelia Harley Antúnez Maciel, la Baronesa de Tres Cerros, que fue compañera de infancia de mi madre. Me aconsejó perfeccionar la mediumnidad, a fin de cooperar en la evangelización del pueblo. Si, si, obedeceré... El 22 de Octubre – Procure al cofrade RR. Augusto Ramos, de la Directorio del "Vicente de Paulo”, en la Punta del Caju, y le hablé de mis planes. Me animó. Fue un valioso entendimiento espiritual para mí. Quiero servir, servir.


El 22 de Octubre – Congregue varios hermanos en el “Centro”, en animada conversación sobre los desastres morales. La prensa está repleta de casos tristes. Suicidios, homicidios. Comentamos el imperativo de la mediumnidad apostólica. ¡Y es mucho el sufrimiento nacido de la ignorancia! Dios de Bondad Infinita, daré mi vida por el esclarecimiento de mis hermanos en Humanidad!... El 22de octubre – Me reuní hoy con Rr. Leopold, Cirne y su querida esposa, en su propia casa. Eran amigos de doña Amelia. Oramos. La baronesa se comunicó, instándome a cumplir con mi deber. Me invitó a estudios serios. El Sr. Cirze me habló amablemente de la necesidad de discernimiento. El 22 de Octubre – Continuo para trabajar activamente en la psicografía... El 10 de Noviembre – El presidente de nuestra casa espírita ponderó conmigo que es importante no acelerar el desenvolvimiento mediúmnico. Entretanto, no concorde. La ignorancia y el dolor esperan por mensajes de lo Alto. En las últimas seis noches, recibí páginas y páginas" del Espíritu que se dio a conocer como siendo Filón, de Atenas, desencarnado en la Grecia antigua. Me dijo que tengo una gran misión a cumplir... El 2 de Diciembre – Era tanta gente hablándome sobre estudio, que deje de frecuentar el “Centro”... Preciso trabajar, trabajar. Filón está escribiendo cuatro horas diariamente, por mi intermedio. Está preparando dos libros, a través de mis facultades. Si, él tiene razón. El mundo espera, ansioso, la evidencia del Plano Espiritual!


El 1 de Enero– Entre en el Año Nuevo psicografiando... El 29 de Enero– Presente al Sr. Leopoldo Cirne los frutos de mi trabajo. Dos libros asignados por el Espíritu de Filón. Un romance y un manual de meditaciones evangélicas. El Sr. Cirne me pidió revisarlo en la semana próxima. El 5 de Febrero – ¡Grande decepción! O Sr. Leopoldo Cirne me habló francamente. Admite que yo sea engañado. Reconoce mis cualidades mediúmnicas, más pide que yo estudie, afirmando que los libros de Filo son débiles. El cree que es pronto para yo pensar en publicación de libros, que debo madurar en conocimientos y experiencia para colaborar seriamente con los buenos Espíritus. Me despedí, desanimado... El 5 de Febrero – Procure al Dr. Guillon Ribeiro, de la Federación Espírita Brasileña, que me recibió, cortés, en su propia casa. Le entregué mis mediúmnicos originales, pidiendo una opinión. El 20 de Febrero – Volví al Dr. Guillon Ribeiro. Me devolvió los mensajes, refiriéndose, paternal, al peligro de las mistificaciones y a la necesidad de criterio, en la presentación de cualquier asunto espírita. Declaró que tengo promisora mediumnidad, aunque aún muy verde, y aseveró que debo prepararme para afrontar el futuro. Un rapaz, que se hallaba junto a él, hablo de la obsesión. Informo que un médium pode ser atacado, sin percibirlo, por la influencia de Espíritus inferiores, así como planta susceptible de ser asaltada por plagas silenciosas. Comprendí claramente que el mozo me consideraba obsesado. ¡Una ofensa! Salí revotado.


Comencé a desilusionarme... El 4 de Abril – Estoy desolado. Hoy escuché al Dr. Ignacio Bethencourt, por cuarta vez en una semana. Ya tengo cuatro libros nuevos del Spirite of Filón, pero el Sr. Bethencourt, que los leyó, está “en contra”. Me recomendó estudiar. Me dio un consejo. Parece que el hombrecito quiere entrar en mi vida. Me habló de reforma íntima, como si yo fuera un criminal en regeneración... El 6 de Abril – Converse con D. Retília, médium experimentada, en casa de D. Francisca de Souza, después de reunión familiar. Parece que ella me vio una persona irresponsable, pues me ofreció larga lista de instrucciones, explicando que preciso reajustarme. Y me habló también de la necesidad del estudio... El 8 de abril – Nao aguanto. Cualquier espírita que me encuentra, en vez de ayudarme, solo me habla del estudio y discernimiento, en discernimiento y estudio... ¿Seré algún niño? ¡Arre con tanta ponderación!... Si mediumnidad es servicio en el que debamos atender las exigencias de todo el mundo, no nací para ser cachorro de nadie! Todos los espíritas se juzgan con el derecho de advertirme e reprobarme!... Soy un hombre sensible... ¡no puedo más!... Se veía que el libro de notas fue abandonado por muchos años. Entretanto, luego en seguida a los apuntamientos mencionados, estaba escrito en tinta fresca: El 6 de Septiembre de 1959 –¡Amado Jesús, quiero abrazar ahora la luz de la mediumnidad de la que deserte, hace más de treinta años! ¡Quiero cumplir mi tarea, Señor! ¡Perdóname el tiempo perdido. Dame algún, tiempo más!... ¡Preciso de más tiempo, Maestro! ¡Socórreme! ¡Levántame las fuerzas! ¡Prometo servir a la verdad durante el resto de mi vida!...


Mas el vehículo orgánico de Alfredo Lucio no conseguiría esperar por la concesión, pues finalizada nuestra rápida lectura, mal tuvimos tiempo para ayudarlo a salir del cuerpo, cuyos ojos congestionados se cerraron pesadamente para el sueño de la muerte.


LA CASCARA DE PLÁTANO Secundino renaciera entre los hombres para socorrer niños desamparados, y, para eso, se le organizo una gran misión en el Plano Espiritual. Tendría consigo determinada fortuna, la fortuna produciría trabajo, el trabajo rendiría dinero y el dinero le ofrecería recursos para alimentar, vestir y educar dos mil criaturitas sin refugio doméstico. En respuesta a la empresa, Lizel, la instructora incorpórea que lo seguiría entre los hombres, le proporcionaría, a su debido tiempo, la fuente de inspiración necesaria. Estarían juntos, y Secundino, internado en el cuerpo terrestre, asimilaría las ideas que su mentor le insuflaba. La experiencia comenzó, así, promisora… De la infancia a la mocedad, el capataz parecía blindado contra la enfermedad. Extravagante como nadie, descendió, sudando, de un vigoroso caballo de la finca de su padre, zambulléndose en el helado, sin ningún choque orgánico, y comió fruta estropeada, como si tuviese un estómago de resistencia invencible. En todas las particularidades de la lucha, contaba con la atención de Lizel, y, muy pronto, se vio en contacto con el amigo espiritual, que no sólo se le aparecía en sueños, como también a través de los médiums, con los cuales entrase en sintonía.


El benefactor le hablaba de niños perdidos, para ellos pedía protección para los niños sin rumbo, le rogaba, indirectamente, la atención para el noticiario sobre niños al desabrigo. Y tanto hizo Lizel que Secundino planeo el gran cometido. Seria, si, el protector de los niños desamparados... Entretanto, considerando las necesidades del servicio, pedía dinero en oración. Y el dinero llegó, abundante... Al influjo del amor providencial de Lizel, se sentía bañado en ondas de buena suerte... Exploro la venda de manganeso y ganó dinero, negocio inmueble y atrajo dinero, compró una hacienda e hizo dinero, plantó café y ajustó dinero... Comenzó, sin embargo, la batalla moral. Lizel hablaba de niños y Secundino hablaba de oro. – “Protegería la infancia desdichada – meditaba, convencido –; con todo, antes, precisaba protegerse, garantizar la familia, asegurar la tranquilidad y organizar la cobertura ". Casado, organizo fortuna para la mujer para el padre, acumuló fortuna para los hijos y para el suegro, amontonó riquezas para nueras y yernos, y, abuelo, adquirió bienes para los nietos... Porque tardase demasiado en la ejecución de los compromisos, la Esfera Superior lo entrego a la propia suerte. Apenas Lizel lo seguía, generoso. Y lo seguía arrasado de sufrimiento moral, señalándole la frustración.


Secundino se vició en los grandes lances de las ventajas inmediatas y se esposo francamente con la idea del lucro a cualquier precio. Recordaba los antiguos proyectos como sueños de la mocedad... Nada de asistencia a menores abandonados, que eso era obra de los gobiernos... Quería dinero, respiraba dinero, mentalizaba novas rentas y tenía la cabeza repleta de cifras. Lizel, a pesar de eso, lo acompañaba, aun... Agonizaba para que Secundino volviera a pensar en los muchachos sin nada... ¡Anhelaba volver a ver en él el ideal de otro tiempo! ... ¡Todo sería diferente si el pobre compañero despertase con las bendiciones del espíritu! ... . Sin embargo, sucedió lo inesperado. Cuando desciende en un auto brillante para estudiar el monopolio de la leche, Secundino no nota una pequeña cáscara de plátano tirada en el suelo. Lizel señala el peligro, pero suplica en vano la ayuda de otros amigos espirituales. El adinerado comerciante choca contra el patín improvisado y pierde el equilibrio en una caída redonda. Se fracturó la cabeza del fémur y surge la internación en el hospital; con todo, el corazón cansado no corresponde a los imperativos del tratamiento. Aparece la cardiopatía, la flebitis, la trombosis y, por fin, la uremia... En el lecho lujoso, el misionario frustrado piensa ahora en los niños desamparados, experimentando el enternecimiento del principio... Llora. Quiere vivir más tiempo en la Tierra para realizar el gran plan. Apela para Dios y para Lizel, en las rayas de la muerte...


Su instructor, al notarle el sentimiento puro, llora también, tomado de alegría... No en tanto, emocionado consigue decirle apenas: - ¡Amigo mío! ¡Mi amigo!... Agradezcamos al Señor y a la cascara de plátano la felicidad del reequilibrio!... Su ideal volvió intacto, mas ahora es tarde... Esperemos que la cuna sea adecuada para ti...


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