DIVULGADORA DE LA DOCTRINA ESPIRITA. 2021 ARTÍCULO S
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NOTÍCIAS DE JONAS
Jonás EL profeta, descansaba, finalmente, en encantador paisaje. Había construido una tosca choza, al oeste de Nínive, y allí, ante el cielo y la naturaleza, prefería el silencio al bullicio de los hombres. Se sentía triste, desengañado, y rumiaba improperios contra el propio Señor. Contemplando el caserío distante, en la brisa del crepúsculo, recordó el inicio del ministerio en el que presumía haber fracasado. Vivía calmo - pensaba, vivía calmo y sin atrito. Adoraba los olivos del viejo sitio, cuidaba, feliz, su rebaño de cabras. El anonimato le garantizaba el sosiego del plato sin problemas. El Señor, sin embargo, surgiera ante sus ojos y todo se alterara. La palabra del le irrumpió en los oídos, en cualquier lugar y a cualquier hora. Si fuese solo apenas el placer de oírlo... Mas el Señor quejaba de Nínive y lo incumbía de severa advertencia. Le cabía la obligación de avisar a los ninivitas de que les destruiría la ciudad, como se prende fuego a un campo invadido por plagas. Que Jonás hablase, gritase, anunciase, predijese. La medida podría apartar a los moradores que deseasen purificar el corazón y mejorar la vida. Entretanto, el, Jonás, no ignoraba que el Señor siempre era profundamente compasivo. Si bien respetaba sus determinaciones, temía interferir en un asunto tan serio. ¿Y si hubiera una
contraorden? ¿Y si alguna nueva deliberación perdonaba a los condenados? Mejor la indicación de otra persona. Alguien de carácter maleable, sin brío suficiente para sufrir con la probabilidad del retroceso. Recelando desmoralizarse, huyo, resoluto. Descendió para Jope y tomó una embarcación para Társia, mas, en el viaje, sobreviniera una tempestad y tuvo miedo. En el auge de la tormenta, declaró a los tripulantes que, de cierto, estaría en presencia de la causa del temporal que parecía inquebrantable. Había desobedecido la voz de Arriba. Se había hecho sujeto a un castigo severo. Asustados, los remeros lo arrojaron a las olas. Luchando en el abismo, lamentó su deserción y prometió cumplir rigurosamente su mandato. Veneraría la bondad del Trono Eterno y entregaría fielmente el mensaje. El Señor escuchó su petición y envió recursos para salvarlo. Se da la vuelta atrapado en el voraz remolino y lo lleva con seguridad a la playa. Renovado y confiado, había hecho tres días de laboriosa marcha y, al llegar a Nínive, se había entregado a las oscuras predicciones. Cuarenta días más y la ciudad sería aniquilada. La gente de Nínive creyó en él y, comenzando por los jefes, se arrepintieron con lágrimas de sincero compunción, pidiendo ayuda a la bondad celestial. Se hicieron oraciones colectivas y logros piadosos. El Señor fue tierno y, lleno de compasión, absolvió a la ciudad, dando a los habitantes nuevos recursos para el trabajo y la corrección. Justamente por eso, se hallaba, allí, solo y decepcionado. Herido en el amor propio, demandara el retiro agreste para guardarse al sarcasmo de la vía pública.
Tanto lloro, en aquel ocaso ceniciento, confesando a si mismo invencible desánimo, que el Señor se dispuso a visitarlo y, al verlo moralmente sordo y ciego de indignación y amargura, le brindó la choza con una semilla de calabaza. A breve espacio, Jonás descubrió la plantita naciente y se ilusionó. Se consagró a ella con paternal cariño. La trepadora creció, exuberante, y abrazó su cabaña. Se parecía a la hermosa corona verde que lo defendía del sol, haciéndole olvidar todos los dolores. No en tanto, cuando el profeta se revelaba más devotado a su pasatiempo, surge lo imprevisto. Un gran ratón arruinó las raíces del hermoso adorno y las ramas se marchitaron, de repente. Jonás, enfurecido, se hundió en la desesperación. Amaba la planta, se había dedicado por completo a ella. ¿Por qué la destrucción, por qué la ruina? Lanzándose los puños a su propia cabeza, se enfureció contra los paganos y, acariciando hojas muertas, preguntó entre lágrimas: “¿Por qué? ¿por qué"? Fue entonces cuando el Señor se le apareció, se materializó plenamente y le habló de manera concisa: _ ¡Ah! Jonás, me consideras cobarde, por ejercitar la misericordia, y te apasionaste, de esta forma, por una calabaza, de la cual desconoces la formación, en cuyo desenvolvimiento no trabajaste, que nació una noche y que, en un día, pereció? ¿Lloras amargamente por un simples vegetal, intentando recuperarlo y no me permites cualquier compasión por Nínive,
donde están más de ciento veinte mil hombres, aun débiles e ignorantes, y que, por en cuanto, no sabe discernir la mano derecha de la mano izquierda? Así termina la sabrosa narración del Viejo Testamento. Y, al releerla, pensamos en muchos religiosos de la Tierra que se hacen censores de los hermanos en dificultades para asimilar los talentos de la fe, para exigir que el Señor les destruya la existencia, más profundamente agarrados a sus comodidades y a sus calabazas.
EL MANCEBO RICO
Ante el asunto, que se refería a la reunión de grupos religiosos, el poderoso Simón, un sabio israelita incorpóreo, consideró sonriendo: - Problemas similares ya estaban floreciendo en torno al propio Cristo... Y, ante la curiosidad general, el anciano informó: - Efraím, hijo de Bunan, era un jefe prestigioso de los fariseos, considerado cabeza de los hileritas, que, al tempo del Señor, eran francamente más liberales y más instruidos que los partidarios del Rabí Schammai, fanáticos y formalistas. Judío profundamente culto, Efraím, a los cuarenta de edad, ya se hiciera autoridad máxima de los herederos espirituales de Hilel, el admirable doctor de las Siete Reglas... Excesivamente rico, disponía no solamente de valiosas tierras cultivadas y de hermoso palacio residencial en Jericó, donde sustentaba largo prestigio, más también de casas diversas en Jerusalén, viñedos y campos de cebada, rebaños y negocios importantes en Siria. Entretanto, no era solo eso. Era el depositario de los recursos amonedados de numerosos compañeros. Todo fariseo hilerita que se le vinculase a la amistad, hipotecaba su confianza y, con eso, los propios bienes. Transformaba la fortuna personal, de ese modo, en extensa formación bancaria, recogiendo depósitos vultuosos y pagando juros compensadores. En el centro de la organización, cuyos intereses financieros se expandían, constantes, era el, aunque relativamente joven, un oráculo y un amigo...
El narrador hizo longa pausa, como si nos quisiese monopolizar las atenciones, y prosiguió: -Devotado lector de la Mischna y enamorado de las doctrinas del antiguo guía que había hecho todo lo posible por desenredar el espíritu de la letra, al interpretar las Escrituras, Efraín escuchó, con inmensa simpatía, la noticia del Reino de Dios, de la que Jesús se reveló portador. Al señalar el odio gratuito con que los fariseos estrictos arremetían contra el Maestro, se le exacerbo su deseo de un contacto directo. El Maestro Nazareno habló de amor, armonía, humildad, tolerancia. Operaba maravillas. Trajo señales del cielo, en el alivio del sufrimiento humano. ¿No sería él, Jesús, el mensajero de la unión suprema? Desde muy joven, soñaba Efraím con la alianza de todas las creencias del pueblo de Israel. Mantenía habitualmente conversaciones pacíficas con saduceos amigos, bien colocados en el Sinedrio, buscando la suspirada conciliación, sin resultados. De entendimiento seguro con los schammaitas, desistirá. Se cansó de intrigas y sarcasmos. Diligenciara coger los puntos de vista de los nazarenos y samaritanos, conocidos por opiniones menos extritas, había escuchado la compatibilidad marcada mentalmente por las innovaciones de los credos extranjeros, que estaban en activa correspondencia con Grecia y Egipto, pero todo en vano ... Las controversias chocaban, como púas ardientes, alentando persecuciones ... Había exigido una deliciosa retirada de los esenios , en cuya intimidad había descansado unos días, anotando con deleite diversas referencias en torno a las enseñanzas de Cristo; sin embargo, incluso allí, en el seno de la colectividad dedicada a la comunidad de bienes, al servicio de la
agricultura, se había encontrado con antagonistas intransigentes, que no vacilaban en burlarse de los especuladores, de otras convicciones ... Poco a poco, maduro el proyecto de ir en persona al encuentro de Jesús, el fascinante conductor de multitudes, a fin de exponerle el magnífico proyecto. Reunir, en fin, a los descendientes de las doce tribus, eliminar para siempre las discusiones y establecer la solidaridad real... Así pensando, al saberlo en actividad, más allá del Jordán, Efraím salió del hogar, intentando sorprenderlo. Tras algún tiempo, lo encontró entre hombres cansados y tristes y, al verlo, se le enterneció el corazón... Como que tocado de luz invisible, miro para sí mismo y se avergonzó, de las joyas que traía, aunque adoptó, en ese momento, el atuendo que solía ser más sencillo para él. Tomando una profunda ventaja emocional, ahora temía la ansiada entrevista. Se sentía inhibido, pequeño de espíritu. Intento frenar, con dificultad, sus propias lágrimas...Si, concluía consigo mismo, se dirigiría al Maestro de la Buena Nueva, disfrazado de aprendiz, esconderías tu propia grandeza individual ... Magnetizado, al fin, por la mirada serena de Jesús, se acercó a él y le preguntó? -¿Buen Maestro, que hare para heredar la vida eterna? Eludiendo de la adulación, Cristo respondió: -¿Porque me llamas bueno? No hay bueno sino uno que es Dios. Mas, si quieres entrar en la vida eterna, guarda los mandamientos.
-¿Cuales? –preguntó Efraím, preocupado. Y Jesús enumero algunos de los antiguos preceptos de Moisés: - Amarás a Dios sobre todas las cosas; no matarás; no cometerás adulterio; no hurtarás; no pronunciarás falso testimonio; honrarás a tus padres; amarás al prójimo como a ti mismo... Efraín, que no olvidó su propia condición de príncipe de la cultura y las finanzas farisaicas, añadió sonriendo: - Todo eso lo he observado desde mi juventud. El Maestro, sin embargo, fijó sus ojos lúcidos en él, como si quisiera desentrañar el interior de su alma, y consideró: - Algo te falta, aun... Si quieres perfeccionarte, ve, vende todo lo que tienes, todo entregando a los pobres, y tendrás un tesoro en los Cielos... Hecho eso, ven y sígueme. El poderoso dirigente de los fariseos, con todo, al oír esas palabras, recordó súbitamente las enormes riquezas que poseía y se retiró muy triste... Verdiano, un amigo que no compartió los estudios, preguntó, en cuanto el reportero terminó la narración: - ¿No es esa la historia del joven rico que se menciona en el Evangelio? Simão sonrió ampliamente e informó: - Sin más ni menos...
Y señalando nuestra sorpresa, concluyó, sin que luego nos fuera posible agregar ningún comentario: - La fusión de agrupaciones religiosas en el mundo es un tema muy antiguo. Se aconseja fervientemente, aquí y allá; sin embargo, a la hora de vaciar la bolsa, a favor de los necesitados, para que el amor puro garantice la construcción del Reino de Dios, en la fuerza del espíritu, casi todos los patronos de la proclamada unión salen muy tristes...
TALIDOMIDA En la tela cinematográfica, junto a la cual sentíamos la realidad sin distorsión, el profesor del Plano Espiritual exhibió dos pequeños documentales sobre el asunto que nos sería motivo de largo debate. 1939 – 1943 – Apareció a escena una metrópolis europea agitada. En todo, el ambiente de guerra. Desfiles militares de expresión pomposa. En la cima de los edificios más altos, bocas de fuego se alzaron desafiantes. En las calles, miles de jóvenes se destacaron en formaciones de tropa, tocando tambores, haciendo alarde de símbolos y banderas. La gente, triste y aprensiva en las líneas de suministro, parecía estar frenética de alegría en los desfiles políticos, vitoreando a los oradores en las plazas públicas. De vez en cuando, las sirenas emitían un chillido de alarma. Aviones sobrevolaban, incesantemente, el caserío enorme, recordando águilas metálicas, de atalaya en los cielos, para desfechar ataques defensivos contra enemigos que les quisiesen quitar el nido. A través de informaciones precisas, registrábamos los mínimos tópicos de cada conversación. De súbito, nos vimos mentalmente adjuntados a dilatado recinto, donde centenas de policías y civiles cuchicheaban en la sombra.
Se articulan avisos. Se ramifica la trama. Camionetas se deslizan dentro de la noche. Otros agrupamientos se constituyen. Más algún tiempo y magotes de transeúntes se agregan en un solo punto, formando vasta legión popular en operoso barrio de ascendencia israelita. Son paisanos decididos al rapiña. Hombres y mujeres de raciocinio maduro combinan el asalto en mira. Temprano en la mañana, cuando los soldados seleccionados bajan de los vehículos con la orden de apresar a las familias indefensas, invaden las casas judías, agravando el tumulto. Para nosotros que asistíamos al espectáculo, paralizados por el dolor, era como si fuéramos corsarios de la tierra, en el alboroto del saqueo. Manos que sostenían anillos, muñecas que llevaban adornos, pendientes ornamentados y bustos enjoyados recibieron golpes rápidos, muchos de ellos cayendo cortados en torrentes de sangre. Cualquiera que se presentara con el coraje suficiente para atacar a los criminales, cuya impunidad estaba garantizada por la indiferencia de quienes compartían su copiosa presa, pronto caería con las piernas mutiladas, por lo que no avanzaría al rescate de la víctima. Y los cuadros vivos se repetían en otros lugares y en otras noches, con personajes diversos, en los mismos delirios de violencia.
1949 – 1953 – La pantalla comienza a mostrar Dark Valley in Space. Examinamos, angustiados, miles de seres humanos en condiciones deplorables. Se arrastran hacia el mal gobierno. Hay quienes lloran la ausencia de brazos, quienes lloran la pérdida de sus pies. Sin embargo, es posible identificar muchos de ellos. Son los mismos desgraciados de 1939 a 1943, participantes en empresas de robo y muerte, al margen de la guerra. Desencarnados, se atormentan a sí mismos en el remordimiento que está incrustado en sus conciencias. Llevando sus mentes arrugadas por las atrocidades de las que eran autores, plasmaron en sí mismos, en los órganos y en los miembros profundamente sensibles del cuerpo espiritual, las deformidades que infligían a sus indefensos hermanos israelitas. Aún así, las almas heroicas atraviesan la niebla y reparten consuelos. Para que puedan rehacerse, es necesario que se reencarnen nuevamente, en breves períodos de inmersión en los fluidos anestesiantes del plano físico. Es necesario retomar la organización carnal, a la manera de pacientes complicados que exigen un régimen carcelario para un tratamiento preciso. Las enseñanzas continúan alrededor de la película. Sí, más adelante pasarán las pruebas regenerativas que se revelen necesitadas, pero, por el momento, están amparadas por los brazos cariñosos de amigos, que están dispuestos a apoyarlos, piadosamente, o entregados a parejas que necesitan problemas de niños pequeños, para reembolsar deudas en tiempo pasado.
La mayoría de los involucrados renacen en el país donde el crimen fue asombroso, y muchos de ellos, en varias otras partes del mundo, reaparecen alentados por familias hospitalarias o endeudadas, que se acurrucan en beneficio del reajuste. Ciertamente – comentó el instructor, al término de la película - ciertamente que no todos los casos de malformación congénita pueden ser debidos la influencia de la talidomida en la vida fetal. En todo momento, según los principios de causa y efecto, aparecen niños desfigurados en cunas terrestres. El estudio, sin embargo, que llevamos a cabo a través de la imagen aclara con seguridad el fenómeno de las ocurrencias de malformaciones que han surgido en masa, entre los hombres, en los últimos tiempos. Nos hallábamos suficientemente elucidados; no en tanto, mi viejo amigo Luís Vilas indagó: - Eso quiere decir entonces, profesor, que la talidomida y la ordalía obraron en obediencia a la justicia, pero no será lícito olvidar que el hogar y la ciencia vigilante de los hombres también funcionaron en obediencia a la Divina Misericordia, que todo lo previó, para que la administración de ese medicamento no ultrapasase los límites justos. ¿Comprendieron? Si, recibiremos la llave para entender el asunto que envolvía dolorosa disciplina expiatoria, y, cara a la emoción que nos imponía silencio, la lección fue cerrada.
SINGULAR CARTA
Frente al hermano Licinio Mendoza, estaba la carta que había firmado, comunicando a su madre: “Querida Madre: Te pido que me bendigas. Al regresar de su hermosa fiesta de cumpleaños, después de mucha meditación, decidí escribirle. Setenta y ocho años, ¿eh mami? Gracias a Dios te tenemos con nosotros, firme como el jequitibá que plantó la abuela frente al molino. A pesar de querer otro siglo para ti, en la existencia actual, te pido perdón si vengo aquí a tratar un asunto serio. Es el problema del tiempo y las buenas obras, mamá. Como saben, soy espiritista desde hace más de veinte años y soy muy propenso a la desencarnación. Tienes otra creencia, pero en el fondo buscamos al mismo Cristo; ¿No cree que deberíamos reflexionar, siempre que estemos sanos de salud y raciocinio, sobre la correcta distribución de los bienes que nos fueron confiados? Cumpliré cincuenta en enero el mes que viene; sin embargo, mis planes están listos.
Formé cuatro cafetales en mis tierras del noreste, que están produciendo satisfactoriamente, mis fincas en Itair van con excelentes ganancias. Además, con los alquileres de mis departamentos en San Paulo y de mis casas en Campinas, organicé cinco tiendas, que están mejorando mi patrimonio. ¿Pero crees que estoy apegado al dinero? Absolutamente ninguno. Desde que me convertí en espírita, he querido fundar una institución de caridad que reuniera a ancianos y niños de la miseria. Ya tengo veinte diseños diferentes para las Formé cuatro cafetales en mis tierras del noreste, que están construcciones conmigo; sin embargo, necesito reunir capital. No quiero un trabajo cutre, produciendo satisfactoriamente, mis fincas en Itair van con uno de esos que hay.excelentes Por otro lado, estoy en contra de la vagancia. Para las personas ganancias. Además, con los alquileres de mis mayores, las mujeres departamentos y los niños que se acercan calle, doy un centavo. Ese negocio de en San Paulo y deen mislacasas enno Campinas, compartir migas y organicé hacer cinco comida para pájaros y fomentar el engaño. Necesitamos tiendas, que están mejorando mi patrimonio. establecimientos seguros. criar vagabundos sinvergüenzas en nombre de la caridad. En ¿Pero No crees que estoy apegado alydinero? Absolutamente ninguno. este punto, no temprano. Justo ahora, la semana pasada, Pinheiro me pidió unos polis para una mujer que intentó envenenar a dos niños y luego suicidarse, con el pretexto del hambre. No me importaba Si quiere dinero, vaya a trabajar. Esta beneficencia teatral es cosa de limosna. Quiero una organización eficiente que resuelva los problemas en lugar de agravarlos. Para el conjunto de edificaciones que pretendo construir, ya percibo los ingresos aproximados de cuatro millones quinientos mil cruzeiros mensuales; sin embargo, esto es poco. Es esencial al menos duplicar esa cantidad para comenzar.
Últimamente, sin embargo, mamá, he estado reflexionando sobre tu situación. Desde que papá falleció, quiero pedirte que ayudes su espíritu, con el servicio de los demás. Con los intereses de los depósitos bancarios y con los productos de las fincas que dejó en Paraná, es posible hacer mucho. ¡Que no aceptes el Espiritismo, ve allí! Pero usted es cristiano y debe apoyar las obras cristianas. No es recomendable dejar tanto dinero sin una aplicación definida en la asistencia a los que sufren. Disculpe, pero le pido que haga un testamento a partir de ahora a favor de las organizaciones benéficas de su simpatía. ¡Mamá, piensa en el Más Allá! ... Convéncete de que nadie muere. En el mundo espiritual, una persona es responsable de las propiedades que acumula. ¡Visita los institutos benéficos, mamá! Estudia lo que te propongo. Tan pronto como pueda, consulte con nuestro abogado. No dejes el tema para más tarde. ¡Urgencia, mamá! Tú, viuda, y yo también tenemos grandes responsabilidades. Estamos solos para gestionar lo nuestro. Por mi parte, creo que dentro de unos años habré solucionado el problema de mi fundación. Solo me preocupa la actitud de la dama. Reflexiona, mamá. No quiero decir que seas mayor, pero es imperativo asegurar nuestra tranquilidad de conciencia, mientras nuestra memoria sea buena. Espero ir a verla en la primera oportunidad, para que podamos hablar con más seguridad. Mucho cariño y un beso en la frente con todo el corazón de tu hijo. Licinio”
Esta era la carta que acababa de escribirle a su madre, cuando la muerte lo sorprendió con un ataque de angina, sin que pudiéramos ayudarlo a regresar a su cuerpo irrecuperable. Con tantos planes de servicio y tantos recursos, Licinio, que había sabido elaborar tan oportunas consideraciones sobre la aplicación de las finanzas y el tiempo, había dejado el vehículo físico, como espiritista, sin que las instituciones espíritas conocieran su existencia. Y al día siguiente, cuando la venerable Señora Mendoza llegó en un auto para los funerales, gris pero remilgado, nos dio la impresión de que todavía tendría mucho tiempo en la Tierra para vivir fuerte y dura.