NO BUSQUE LA LUZ QUE Disipe Las Sombras, ELLA ESTÁ EN USTED José Batista de Carvalho Sombras La sombra es el submundo del ser humano. Mucho oímos hablar sobre las sombras. Esa figura arquetípica ejerce una fascinación sobre la imaginación de todos, principalmente cuando se habla sobre el comportamiento de las personas, pues ella se refiere a lo más profundo del ser humano, al submundo donde residen las instancias más primitivas y salvajes que aparece en las noticias policiales. En el mundo físico solamente la luz puede disipar las sombras, y lo mismo se da en el mundo interior. “Usted no conoce el poder del lado sombrío.” Como base de esa instancia insana, tenemos el más primitivo y visceral de los instintos: el egoísmo, esa fuerza feroz de la auto
preservación no solo de la vida material, mas también la de los afectos y proyecciones que regulan el sentido de aprobación y aceptación en una sociedad cada vez más egocéntrica en los estereotipos de valor y poder. Esta criatura, alojada en las más profundas cavernas de las emociones, es la sombra. Ella representa toda la fuerza, la estructura y la organización del lado sombrío del alma. Es el local donde son producidas todas las maldades y violencias que asolan nuestra Tierra. “El miedo es el camino para el lado negro. “ La inspección interior es necesario para enfrentar a los enemigos ocultos. Ciertamente el hombre, como un todo, no es tan bueno como piensa que es. Todos poseen una sombra y, de hecho, cuanto menos esa sombra aparece conscientemente, más profunda, pesada y oscura ella es. Cuando un sentimiento de inferioridad es consciente, siempre será posible mejorarlo, pues reconocer lo que necesita de atención proporciona la posibilidad de cambios. "Que la fuerza este contigo. Pero si se oculta y se saca de la conciencia, por no querer exponer el defecto, nunca se corregirá. Además, son estos materiales reprimidos los que pueden explotar inesperadamente, provocando crisis emocionales. Según Jung, es necesario aceptar plenamente la sombra. Dice que es nuestro trabajo en la vida aceptarnos por completo y luego integrar la sombra en la personalidad. Una frase del que frecuenta mucho los perfiles de las redes sociales muestra el camino: “Aquel que no atraviesa el infierno de sus pasiones no las supera.” Es preciso ir allá al fondo, hacer la inspección interior para enfrentar al peor enemigo que existe: la sombra. Pues ella busca esconderse por tras los miedos, se alimenta de la avidez de los
vicios, se agarra a las pasiones de la materia y de la ignorancia. Y, sin duda, es por eso que son creados los infiernos aquí en la Tierra. Las diferentes sombras que habitan en nosotros. Conviene distinguir que existen dos arquetipos distintos de sombras: 1 – sombra personal. Todos la tienen. Ella es formada por las frustraciones, egoísmo, inseguridad, miedos, pesimismo, entre otros. 2 – sombra impersonal. Trae la raíz del mal, la esencia de la violencia, es formada por la energía de todos los actos violentos, guerras y comportamientos de chacinas y matanzas perpetrados por el hombre contra el hombre, también como la crueldad contra los animales y la naturaleza. Al hablar sobre la sombra que habita en nosotros, estamos abordando la raíz del mal que está presente y operante en el interior de cada uno. Es un mecanismo de defensa el que aceptemos esa realidad, pues vivimos en un planeta de pruebas y expiaciones. Por tanto, expiar es sufrir por el mal causado en otras encarnaciones o mismo en esta existencia, y en todo instante nuestro pensamiento precisa meditar si no se está realizando una evaluación importante. Para encontrar la luz que disipa las sombras, es preciso parar de procurarla. En las lides espiritualistas, principalmente, lo que más encontramos son personas que están en todo momento buscando las mejores formas para encontrar la salvación, la purificación, la iluminación. La percepción de una instancia de sombra en sí, fuerza a esa persona a buscar algo que las convenza que están purificándose, iluminando, mejorando sea ello lo que sea esa salvación que ellas acrediten precisar.
Pocos perciben, entretanto, que en la mayoría de los casos esa es más una artimaña del ego, de la sombra que se muestra como combatiente del egoísmo para mantener su poder sobre la persona. Vemos ejemplos de eso en las más diversas casas espiritualistas, donde las personas acreditan estar en el camino de la luz, buscando ser más iluminadas, pues así serán salvadas. Creo que es el tiempo de parar, de pensar más profundamente. Es parar para procurar la luz. Muchas veces eso atropella, porque mucha luz puede cegar. La pretensión de ser luz puede cegar. La iglesia, que quiso ser tan iluminada, que quiso llevar la luz a los pueblos paganos en la Edad Media, llevo a la guerra y al sacrificio con las Cruzadas. Hitler, en sus delirios de pureza, perpetró el holocausto, diezmando a millones de seres humanos Abstente, por tanto, de esa pretensión de ser luz, de ser iluminado, de querer brillar. Al final, a lo largo de la historia de la humanidad, percibimos que todos aquellos que tuvieron sueños de grandeza, que quisieron brillar y elevarse por encima de los otros, que quisieron ser mejores que los otros, cometieron grandes tragedias, hirieron a personas, esparcieron la muerte. Perciba que, por otro lado, aquellos que verdaderamente trajeron transformaciones positivas al mundo, se mostraban humildemente, eran los menores entre los pequeños. Francisco de Asís, Chico Xavier, Madre Teresa de Calcuta, Hermana Dulce. Vea esos ejemplos, conozca la historia de ellos. Muchos pueden decir que los ejemplos son demasiado altos. Sí, incluso diría que es imposible que ninguno de nosotros se acerque. Pero al conocer la vida de esas personas que, como nosotros, también sufrieron los imperativos de la materia, tenían hambre,
dolor, fatiga y ver lo que de todos modos, ellos hicieron, tal vez podamos sentirnos inspirados para hacer un poco de eso. “Quien mira para fuera sueña, quien mira para dentro despierta.” El tiempo pide coraje para mirar a los ojos del lado oscuro. Estamos, sin duda, en un momento de transformación planetaria. "Depende de nosotros discernir, el único propósito de la existencia humana es arrojar un poco de luz sobre la oscuridad del mero ser". Pero el momento de este cambio depende mucho de cómo cada uno se enfrente a sus sombras. Depende de cómo te esfuerces por mirar el lado oscuro a los ojos y abrazar todo lo que no es bello o constructivo. Reconoce la pequeñez de los sentidos y luego da la bienvenida al pobre quebrantado ser que eres, aunque sea incómodo, frío, doloroso y oscuro, aprovecha ese encuentro para dar la bienvenida a quien en realidad eres.