SOLEDAD DEL ALMA ¿Qué sentimiento es ese que surge de repente y nos sentimos como una minúscula hormiga para cargar el mundo a cuestas? ¿Quién ya no vivencio al menos por un día esa experiencia? Es importante que comprendamos cuales son las causas de ese sentimiento tan triste que llamamos soledad. No podemos confundir el estar solo en un espacio físico con la soledad que viene de dentro. Algunos podrían cuestionar el pasaje en el que Jesús deja a todos y se dirige al monte para orar. En este momento Él estaba solo, viviendo un momento de introspección y comunión con el Padre. Era un momento de interiorización, de diálogo íntimo. Y no un momento de soledad como sinónimo de desespero, amargura y tristeza. Incluso cuando hablamos de soledad, muchas otras imágenes se formaron en nuestra mente como la figura de un ermitaño, un monje, o una residencia de ancianos para la mejor edad o las habitaciones vacías de una casa donde los niños se han mudado o incluso tras el final de una relación matrimonial.
Queremos abordar aquí un concepto más amplitud de la soledad. La soledad que es mucho más que un espacio físico, la soledad del alma. Hay millones de personas que se sienten en completa soledad en las grandes ciudades como São Paulo, Nueva York, Tokio, Inglaterra, etc. ¿Has pensado sobre eso? Rodeado de seres y completamente solo. En el mundo materialista en el que vivemos hay una enorme competición por status, posición en el mercado, de entre tantas otras cosas. Somos inducidos a vivir egoístamente y con mucho orgullo en nuestras “burbujas”, en nuestras dolencias. Aún hay el sentimiento de que por diversas veces, nos sentimos profundamente solos aun mismo ante de amigos y de personas que amamos mucho. ¿De esa manera no podemos considerar la soledad del alma como la ausencia de personas alrededor, están de acuerdo? Profundicemos un poco más… Soledad del alma es no encontrarse consigo mismo. ¿Cuantos viven hoy distantes de su alma? ¿Distantes de sí mismos? ¿Por qué? ¿Ustedes sabrían responderme? Por el simple hecho de no haber aprendido aun a desenvolver el auto amor, el auto perdón… No se conocen a si mismos, talvez con miedo de que puedan encontrar las posibles decepciones de lo que se idealizo. ¿Más que adelanta vivir de máscaras? Preferimos dejar de oír la centella divina que habita en nuestro interior y nos ofrece todas las respuestas a nuestros cuestionamientos íntimos y vamos procurar la aprobación de los otros. Cuando no conseguimos la aprobación nos sentimos profundamente en soledad. Y de esta manera caminamos a galopes para entrar en una depresión y quien sabe hasta en una obsesión y un suicidio.
¿Entonces cuál es la causa de esa soledad? Quien es el responsable? ¿El otro que no se preocupó conmigo? ¿O que no acepto mi manera de pensar? Creo que la mayoría diría que la culpa es del otro. Mas respondo con total convicción de que la culpa es suya. ¿Y aun podrán cuestionarme, más y en los casos de las casas de reposo, donde muchos niños abandonan los padres y esos se sienten en completa soledad, que culpa tendrán los padres? ¿O si mi cónyuge no me escucha? Mis amigos no comparten ideas y momentos conmigo, ¿cómo no voy a sentir soledad? Y con calma respondo... SÍ, y cada uno es culpable por sus acciones. Veamos por qué. Esa soledad que se siente en los casos presentados es proveniente de nuestro egoísmo, de nuestra manía de perfección, de nuestro orgullo. Creemos que siempre tenemos las mejores respuestas, los mejores caminos, al final somos “casi perfectos” ¿no es así? Cuidando decir “casi”, porque como espiritistas sabemos que solo Dios es perfecto. No somos mejores o peores que ostros apenas cada cual vive según el estado de aprendizaje en el que se encuentra. Teniendo la certeza de que todos llegaran más próximos a la perfección en un futuro, pues es esa nuestra misión. Creamos expectativas en relación al otro y en relación a nosotros mismos. Y cuando las expectativas no son atendidas sentimos la más profunda soledad, e en nuestra forma “racional” de pensar, acreditamos que es nuestro “deber” cambiar al otro y así no respetamos su tiempo de aprendizaje y su libre arbitrio. Esa situación es muy común en los relacionamientos. Recordemos que los cambios acontecen solamente interiormente. Cambio es un movimiento de dentro para fuera, o sea, es preciso querer cambiar. Es también una opción personal, por tanto no mudamos a las personas. Todo cambio será proveniente del empeño, dedicación y persistencia de la misma. A través del
ejemplo podemos influenciar de forma positiva o negativa, más el cambio real depende del empeño y conquista de cada ser. Vivenciamos aun la soledad por no saber lidiar con nuestros sentimientos. ¿Decimos que somos Todos UM con El padre, entonces como podremos sentirnos solos? ¿Cómo podemos vivenciar esa soledad? Jamás seremos abandonados por el Padre. Coraje amigos… Enfrentemos los fantasmas que nos asombran. Asumamos nuestro equilibrio interno, hagamos una limpieza en nuestros archivos emocionales y conseguiremos desmitificar la soledad. Recordemos que somos frutos de nuestros pensamientos y nunca estamos solos. Emanando y recibiendo vibraciones estamos siempre en la compañía de los que poseen la misma frecuencia. Compartamos con todos los Universos la grandeza de ser Hijos de Dios, en la comunión, amparo y apoyo eternos. Estén en paz y en la compañía de todos los que vibran y obran por el bien. El 18.11.2013 Médium: Lúcia (Cavile) Espírito: Mateos (Colonia Espiritual Maria de Nazaret)