Literatura castellana Ges 2 2017-2018

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LITERATURA CASTELLANA

CFA Mestre Esteve Curso 2017-2018 GES 2


TEMPORIZACIÓN DE LITERATURA CASTELLANA 1ª sesión

2ª sesión 3ª sesión 4ª sesión 5ª sesión 6ª 7ª 8ª 9ª

sesión sesión sesión sesión

10ª sesión

11ª sesión

Criterios de evaluación del módulo. La literatura medieval. El mester de juglaría y clerecía. Poema de Mío Cid y Libro de buen amor. Deberes: pág. 8, ejercicio c. El conde Lucanor. El siglo XV y La Celestina. El Renacimiento. Deberes: pág. 10, ejercicio 5. Fray Luis de León y San Juan de la Cruz. El lazarillo. Deberes: ej. 7-10 de la pág. 24. Miguel de Cervantes. Repaso sobre la literatura medieval y renacentista. Realización del cuestionario de literatura. El Barroco. Examen. Góngora y Quevedo. El Neoclasicismo y el Romanticismo. Rosalía de Castro, Bécquer y Larra. El Realismo y el Naturalismo. Fortunata y Jacinta y La Regenta. Repaso de literatura neoclásica, romántica, realista y naturalista. La Generación del 98 y el Modernismo. Antonio Machado y Rubén Darío. Examen. La Generación del 27. Literatura de posguerra. EVALUACIÓN DEL MÓDULO

Se harán dos exámenes, que supondrán el 40% de la nota final.

Se entregarán los ejercicios del dossier el día del segundo examen de manera obligatoria. Contarán un 20% de la nota final.

Se harán las redacciones siguientes, que son obligatorias y cuentan un 20% de la nota global: o Ejercicio c de la página 8. o Ejercicio 5 de la página 10. o Ejercicio 9 de la página 31. o Ejercicio 5 de la página 37. o Redacción de la página 43.

La actitud (el interés, el trabajo en clase, la asistencia, la puntualidad…) supondrán un 20% de la nota global. Para ser avaluado, el alumno deberá asistir a un 80% de las clases.


Literatura Castellana

LITERATURA CASTELLANA –OBJETIVOS DEL PRIMER BLOQUE TEMA 1. LA LITERATURA MEDIEVAL En esta unidad, aprenderás a: 1. Situar la Edad Media en el tiempo 2. Conocer los hechos más importantes de esta época 3. Conocer los tipos de poemas populares y sus características 4. Distinguir a quién va dirigido un poema y qué persona habla 5. Distinguir entre trovadores y juglares 6. Distinguir entre el mester de clerecía y el de juglaría y describir sus características 7. Conocer el personaje histórico del Cid y su historia y leyenda 8. Conocer la obra de Libro de Buen Amor 9. Analizar la métrica de un poema 10.Reconocer y entender un enxiemplo: su estructura, autor y moraleja 11.Comprender el cambio cultural y social que supuso el siglo XV 12.Conocer el argumento de La Celestina y las diferencias culturales y lingüísticas entre los personajes 13.Comprender poemas y fragmentos literarios medievales y opinar o reflexionar sobre ellos TEMA 2. EL RENACIMIENTO En esta unidad, aprenderás a: 1. Diferenciar la sociedad y la cultura medievales de las renacentistas 2. Comprender y apreciar fragmentos literarios de esa época 3. Analizar los recursos literarios usados en poemas y textos en prosa del Renacimiento 4. Conocer diferentes autores renacentistas 5. Distinguir los temas de la poesía renacentista 6. Analizar la métrica y reconocer versos y estrofas típicas del Renacimiento 7. Definir la mística y la ascética 8. Definir el pícaro como antihéroe y su origen histórico 9. Explicar la relevancia, la finalidad y el estilo de El Lazarillo de

Tormes.

10. Explicar el argumento de El lazarillo de Tormes y el de Don Quijote de la Mancha 11. Señalar los hechos biográficos más relevantes de Miguel de Cervantes 12. Identificar la intención de El Quijote 13. Describir a los protagonistas de la obra 14. Conocer las fechas de publicación de El Quijote


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LITERATURA CASTELLANA - OBJETIVOS DEL SEGUNDO BLOQUE TEMA 3. EL BARROCO En esta unidad aprenderás a: 1. Relacionar la literatura barroca con su época histórica 2. Comparar la concepción de la vida y la situación política en la Edad Media, el Renacimiento y el Barroco 3. Contrastar la situación literaria con la situación histórica en el Barroco 4. Reconocer los temas y el estilo barrocos 5. Definir las dos corrientes barrocas (conceptismo y culteranismo) y conocer sus dos representantes principales 6. Reconocer los recursos literarios y temas en poemas barrocos 7. Comprender poemas del Barroco 8. Analizar el tipo de verso y rima de un poema y reconocer un soneto TEMA 4. EL NEOCLASICISMO Y EL ROMANTICISMO En esta unidad aprenderás a: 1. Situar el Neoclasicismo y el Romanticismo en su época histórica y en el lugar de origen 2. Comparar las características del movimiento neoclásico y las de la Ilustración con las del Romanticismo 3. Definir

las

características

del

Romanticismo:

temas,

actitud,

género

predominante y personajes preferidos 4. Reconocer rasgos románticos en textos románticos 5. Relacionar obras románticas con sus autores 6. Comprender poemas de la época TEMA 5. EL REALISMO Y EL NATURALISMO En esta unidad aprenderás a: 1. Situar el Realismo y el Naturalismo en su época histórica y en el lugar de origen 2. Describir las características de la novela realista 3. Describir las características de la novela naturalista 4. Relacionar novelas de la época con sus autores


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ÍNDICE UNIDAD 1 LA LITERATURA MEDIEVAL

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1. La lírica tradicional 2. Mester de juglaría y mester de clerecía El Poema de Mio Cid El Libro de Buen Amor 3. La prosa didáctica. El Conde Lucanor 4. El siglo XV 5. La Celestina Cuadro cronológico de la literatura medieval

2 5 6 7 9 11 11 16

UNIDAD 2 EL RENACIMIENTO

17

1. La lírica renacentista. Garcilaso de la Vega Fray Luis de León y San Juan de la Cruz

18 18 19

2. La novela picaresca. El lazarillo de Tormes 3. Cervantes y El Quijote

22 25

UNIDAD 3 EL BARROCO

28

1. Culteranismo y conceptismo 2. Luis de Góngora 3. Francisco de Quevedo

29 30 31

UNIDAD 4 EL ROMANTICISMO

32

Selección de textos

34

UNIDAD 5 REALISMO Y NATURALISMO

38

Selección de textos

39

Cuadro cronológico de la literatura del siglo XX

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UNIDAD 1 LA LITERATURA MEDIEVAL Históricamente se entiende que la Edad Media se desarrolla durante los diez siglos que transcurren desde la desaparición del Imperio Romano de Occidente (siglo V) hasta la caída de Constantinopla en el s. XV. En esos diez siglos se produce una completa transformación de la sociedad, política y cultura europeas a partir de las cuales se configurará la mayor parte del mundo actual. Algunos de los factores que contribuyen a esa transformación son los siguientes: •

La formación de las lenguas romances.

El nacimiento de los sentimientos de nacionalidad que posibilitan la total disolución del Imperio Romano.

Expansión del cristianismo y del nuevo concepto del hombre y la vida dominado por el teocentrismo (Dios como centro del mundo)

Paso de una economía basada en la agricultura y en el mundo rural a otra, apoyada en el comercio y el trabajo artesanal, que se concentra en las ciudades.

Además, en España, influirá de manera notable la invasión árabe (siglo VIII) y la posterior Reconquista (hasta finales del siglo XV)

1. La lírica tradicional

Junto a la literatura culta - escrita, inalterable y de autor generalmente conocido corre paralela otra literatura llamada popular y tradicional que muestra, a veces, una extraordinaria calidad artística. Esta literatura pertenece al folclore, es decir, al "saber tradicional del pueblo. Esta literatura tradicional presenta las siguientes características:

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Literatura Castellana La transmisión oral: El pueblo, que considera estas formas literarias como algo suyo, las transmite oralmente, de generación en generación, reelaborándolas. Brevedad: El pueblo prefiere las composiciones breves que se pueden captar fácilmente y por eso a veces se llega a una condensación quizás excesiva, en el afán de reducir y eliminar lo superfluo. Sencillez: La literatura popular es sencilla en el fondo y la forma. No presenta demasiados convencionalismos ni artificios, porque brota espontánea como expresión de un sentir general Anonimia: Hay un creador inicial, un individuo especialmente dotado que interpreta y expresa el sentir del pueblo. Otros individuos a través del tiempo van rehaciendo la obra que se considera un bien común a disposición de la comunidad. Variantes: Como consecuencia del punto anterior, y de su carácter oral, aparece uno de los aspectos más claramente diferenciadores de la literatura popular de la culta: las numerosas variantes de un mismo cantar, cuento o romance.

Las principales manifestaciones de la lírica tradicional en la península son: -

Las jarchas (en mozárabe) Las cantigas de amigo (en galaico-portugués) Las canciones tradicional castellana

Las jarchas Las jarchas son unas cancioncillas en lengua mozárabe que cantaban los cristianos que vivían en territorio dominado por los árabes. Los poetas árabes, y también los judíos, cautivados por la belleza de estas breves composiciones mozárabes, remataban con ellas sus propios poemas cultos llamados moaxajas, escritos en árabe o hebreo. El contenido de la mayoría de las jarchas son lamentaciones amorosas en boca de un personaje femenino, una muchacha por la ausencia de su amigo, haciendo confidente a su madre o a su hermana. Las cantigas de amigo

Son poemas amorosos puestos en boca de una doncella enamorada que, habitualmente, se dirige a la Naturaleza - al mar, a la fuente, a los pinos, a los ciervos... - quejándose de la ausencia o infidelidad de su "amigo" (= amado). La forma de estas canciones es paralelística, es decir, en ellas se repiten dos o más versos con una leve variación final.

La canción tradicional castellana Se puede afirmar que todos los momentos y situaciones importantes de la vida de un pueblo se encuentran recogidos en ella: cantos al triunfador, canciones de trabajo siega y vendimia -, de romería, bodas, fiestas y juegos, canciones infantiles, satíricas y humorísticas, llantos por la muerte de un ser querido...

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Literatura Castellana Pero las más numerosas son las que aparecen en relación con el amor: lamentaciones de la amada por la separación del amigo, requiebros amorosos por parte del enamorado... •

Ejemplo de jarcha: Vayse meu corachón de mib. ya Rab, ¿si me tornarád? ¡Tan mal meu doler li-l-habib! Enfermo yed, ¿cuánd sanarád?

(Mi corazón se va de mí Oh, Dios, ¿acaso se me tornará? ¡Tan fuerte mi dolor por el amado ! Oh, Dios, ¿cuándo sanará?

Ejemplo de cantiga de amigo:

Ondas do mar de Vigo, se vistes meu amigo? E ai Deus!, se verra cedo?

(Olas del mar de Vigo, ¿Visteis a mi amigo? ¡Ay Dios! ¿vendrá pronto?

Ondas do mar levado, se vistes meu amado? E ai Deus!, se verra cedo?

Olas del mar agitado, ¿Visteis a mi amado? ¡Ay Dios! ¿Vendrá pronto?

Se vistes meu amigo, o por que eu sospiro? E ai Deus!, se verra cedo?

¿Visteis a mi amigo, aquél por quien yo suspiro? ¡Ay Dios! ¿Vendrá pronto?

Se vistes meu amado, por que ei gran coidado? E ai Deus!, se verra cedo?

¿Visteis a mi amado, quien me tiene tan preocupada? ¡Ay Dios! ¿Vendrá pronto?)

Ejemplo de alba (canción castellana de despedida del amado) Ya cantan los gallos, amor mío, y vete: cata que amanece. Vete, alma mía, más tarde no esperes, no descubra el día los nuestros placeres. Cata que los gallos, según me parece, dicen que amanece.

ACTIVIDADES 1. 2. 3. 4. 5. 6.

¿Qué tienen en común en cuanto a la temática los poemas anteriores? ¿Qué rasgos psicológicos se observan en las mujeres protagonistas? ¿A quién se dirige la mujer en cada una de las canciones? ¿Qué rasgos de estructura paralelística presenta el segundo poema? ¿De qué tiene miedo la mujer en el tercer poema? ¿Por qué? Después de haber leído los tres poemas ¿qué idea tienes del amor medieval?

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2. Mester de JuglarĂ­a y Mester de clerecĂ­a

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Literatura Castellana EJEMPLO DE MESTER DE JUGLARÍA

EL POEMA DE MIO CID Primer gran texto de nuestra literatura, es también el más antiguo de los cantares de gesta conservados (S XII) El Poema se divide en tres partes o cantares: Cantar del Destierro, Cantar de las bodas y Cantar de la afrenta de Corpes

Cantar I. Cantar del Destierro:

De este modo lo mandaron los Infantes de Carrión: que atrás ninguno quedase, fuese mujer o varón, a no ser sus dos esposas, doña Elvira y doña Sol, que querían recrearse con ellas a su sabor. Todos los demás se han ido, los cuatro solos ¡Por Dios! ¡Cuánto mal que imaginaron infantes de Carrión! -Tenedlo así por muy cierto, doña Elvira y doña Sol. Aquí os escarneceremos en este fiero rincón, y nosotros nos iremos; quedaréis aquí las dos. Ninguna parte tendréis de las tierras de Carrión. Estas noticias irán a ese Cid Campeador.

El Cid sale de Vivar, dejando sus palacios desiertos y llega a

Ahora nos vengaremos por la afrenta del león.

Burgos, donde nadie se atreve a darle asilo por temor a las

Allí las pieles y mantos quitáronles a las dos;

represalias del rey. El Cid se dirige al monasterio de San Pedro de

sólo camisas de seda sobre el cuerpo les quedó.

Cardeña, para despedirse de su esposa, doña Jimena, y de sus dos

Espuelas tienen calzadas los traidores de Carrión;

hijas, a las que deja confiadas al abad de dicho monasterio. Entra

en sus manos cogen cinchas, muy fuertes y duras son.

luego en tierra de moros,

Cuando esto vieron las dueñas, les hablaba doña Sol:

y los vence en varias ocasiones,

recogiendo un rico botín del que envía parte al rey; continúa sus correrías y derrota y prende al conde Barcelona, liberándole poco después .

Cantar II. Cantar de las Bodas:

-¡Ay don Diego y don Fernando! Esto os rogamos, por Dios: ya que tenéis dos espadas, que tan cortadoras son, (a la una dicen Colada y a la otra llaman Tizón) nuestras cabezas cortad; dadnos martirio a las dos. Los moros y los cristianos juntos dirán a una voz, que por lo que merecemos, no lo recibimos, no. Estos tan infames tratos, no nos los déis a las dos.

Refiere fundamentalmente la conquista de Valencia. El Cid

Si aquí somos azotadas, la vileza es para vos.

vence al rey moro de Sevilla y envía un nuevo presente al rey

En juicio o bien en Cortes responderéis de esta acción.

Alfonso VI, lo que permite el reencuentro del Cid con su familia.

Lo que pedían las dueñas, de nada allí les sirvió.

Poco después la ciudad es sitiada por el rey moro de Marruecos ;

Comienzan a golpearlas Infantes de Carrión;

el Cid le derrota y envía un tercer presente al rey Alfonso. Los

con las cinchas corredizas las azotan con rigor;

infantes de Carrión solicitan al rey de Castilla las hijas del Cid en

con las espuelas agudas les causan un gran dolor;

matrimonio y el rey y señor del Cid interviene para lograr el

les rasgaron las camisas y las carnes a las dos;

consentimiento de aquel y lo perdona solemnemente. Con los

allí las telas de seda limpia sangre las manchó;

preparativos termina el Cantar.

bien que lo sentían ellas en su mismo corazón. ¡Qué ventura sería ésta, si así lo quisiera Dios,

Cantar III. La afrenta de Corpes :

que apareciese allí entonces nuestro Cid Campeador! ¡Tanto allí las azotaron! Sin fuerzas quedan las dos. Sangre mancha las camisas y los mantos de primor.

Los infantes de Carrión quedan en ridículo ante los cortesanos

Cansados están de herirlas los Infantes de Carrión.

del Cid por su cobardía en el campo de batalla y por el pánico que demuestran a la vista de un león escapado. Deciden entonces vengar las burlas de que han sido objeto, para ello parten de Valencia con sus mujeres y, al llegar al robledal de Corpes las abandonan, después de azotarlas bárbaramente. El Cid pide justicia al rey. Convocadas las cortes en Toledo, los guerreros del Campeador desafían y vencen a los infantes, que son declarados traidores. El Poema con las nuevas bodas de las hijas del Cid, doña Elvira y doña Sol, con los infantes de Navarra y Aragón.

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ACTIVIDADES 1. ¿De qué Cantar del Poema de Mio Cid forma parte el fragmento anterior? 2. Indica las partes en que puede dividirse el fragmento y resume brevemente cada una de ellas. 3. Se trata de un fragmento especialmente dramático. Copia los recursos que utiliza el autor para destacar el dramatismo de la escena. 4. Cuando el juglar presenta los hechos ¿los expone objetivamente o deja traslucir algún sentimiento personal? 5. ¿Por qué te parece que doña Elvira y doña Sol piden a los infantes que les corten las cabezas con sus espadas? 6. ¿Qué rasgos de la psicología de los infantes quedan patentes en el fragmento? 7. ¿Qué función tiene dentro del fragmento la alusión al Cid Campeador que aparece al final? +++++++++++++++++

EJEMPLO DE MESTER DE CLERECÍA El libro de Buen Amor, de Juan Ruiz, Arcipreste de Hita A continuación tienes dos fragmentos de la respuesta que Don Amor da al Arcipreste porque el autor le critica por permitir que todas sus relaciones siempre acaben en un fracaso. De ahí que Don Amor le da unos consejos para triunfar en el amor. El desdén de la mujer villana es un tópico de la literatura medieval. El Arcipreste prefiere la mujer refinada y experta en el amor. [Consejos para elegir a una amante] Si quieres amar dueñas o a cualquier mujer muchas cosas tendrás primero que aprender para que ella te quiera en amor acoger. Primeramente, mira qué mujer escoger. Busca mujer hermosa, atractiva y lozana, que no sea muy alta, pero tampoco enana; si pudieres, no quieras amar mujer villana, pues de amor nada sabe, palurda y chabacana. Busca mujer esbelta, de cabeza pequeña, cabellos amarillos, no teñidos de alheña; las cejas apartadas, largas, altas, en peña; ancheta de caderas, ésta es talla de dueña. Ojos grandes, hermosos, expresivos, lucientes

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Literatura Castellana y con largas pestañas, bien claros y rientes; las orejas pequeñas, delgadas; para mientes si tiene el cuello alto, así gusta a las gentes.

La nariz afilada, los dientes menudillos, iguales y muy blancos, un poco apartadillos, las encías bermejas, los dientes agudillos, los labios de su boca bermejos, angostillos. La su boca pequeña, así, de buena guisa, su cara sea blanca, sin vello, clara y lisa; conviene que la veas primero sin camisa pues la forma del cuerpo te dirá: ¡esto aguisa! […] Si dice que tu dama no tiene miembros grandes, ni los brazos delgados, luego tú le demandes si tienes pechos chicos; si dice sí, demandes por su figura toda, y así seguro andes. Si tiene los sobacos un poquillo mojados y tiene chicas piernas y largos los costados, ancheta de caderas, pies chicos, arqueados, ¡tal mujer no se encuentra en todos los mercados! En la cama muy loca, en la casa muy cuerda; no olvides tal mujer, su ventajas acuerda. Esto que te aconsejo con Ovidio concuerda, y para ello hace falta mensajera no lerda. Hay tres cosas que tengo miedo de descubrir, son faltas muy ocultas, de indiscreto decir: de ellas, muy pocas mujeres pueden con bien salir, cuando yo las mencione se echarán a reír. Guárdate bien que no sea vellosa ni barbuda ¡el demonio se lleve a la pecosa velluda! Si tiene mano chica, delgada o voz aguda, a tal mujer el hombre de buen seso la muda. Le harás una pregunta como última cuestión: si tiene el genio alegre y ardiente el corazón; si no duda, si pide de todo la razón si al hombre dice sí, merece tu pasión.

ACTIVIDADES a. ¿Qué tipo de estrofas son las de este fragmento? Analiza las dos primeras. b. Explica las diferencias que observes entre las seis primeras estrofas y las seis últimas. c. Escribe un texto expositivo de unas 15 líneas, explicando las diferencias que encuentres entre el modelo de belleza que expresa el Arcipreste y el modelo actual de belleza femenina.

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3. La prosa didáctica. El Conde Lucanor, de don Juan Manuel Don Juan Manuel (1282 –1348) fue uno de uno de los principales representantes de la prosa medieval de ficción, sobre todo gracias a su obra El conde Lucanor. El Conde Lucanor o Libro de Patronio Está formado por 51 “enxiemplos” de estructura idéntica: un joven señor feudal, el conde Lucanor, consulta a su ayo ante los muy diversos problemas que se le plantean en el gobierno de sus estados. Patronio le responde con un cuento o ejemplo alusivo al problema planteado y deduce una enseñanza moral. Se dice que el conde la aplica y que le va bien. Don Juan Manuel resume la moraleja en un pareado que remata el enxiemplo. Todos los estados y estratos sociales - ricos y pobres, nobles y plebeyos, mercaderes, frailes, burgueses y prelados - están presentes en ella. Con ello don Juan Manuel nos muestra la realidad española de la época en toda su riqueza y complejidad

Cuento X Lo que sucedió a un hombre que por pobreza y falta de otra cosa comía altramuces* Don Juan Manuel

Otro día hablaba el conde Lucanor con Patronio, su consejero, de este modo: -Patronio, bien sé que Dios me ha dado mucho más de lo que me merezco y que en todas las demás cosas sólo tengo motivos para estar muy satisfecho, pero a veces me encuentro tan necesitado de dinero que no me importaría dejar esta vida. Os pido que me deis algún consejo para remediar esta aflicción mía. -Señor conde Lucanor -dijo Patronio-, para que vos os consoléis cuando os pase esto os convendría saber lo que pasó a dos hombres que fueron muy ricos. El conde le rogó que lo contara. -Señor conde -comenzó Patronio-, uno de estos hombres llegó a tal extremo de pobreza que no le quedaba en el mundo nada que comer. Habiéndose esforzado por encontrar algo, no pudo más que encontrar una escudilla de altramuces. Al recordar cuán rico había sido y pensar que ahora estaba hambriento y no tenía más que los altramuces, que son tan amargos y saben tan mal, empezó a llorar, aunque sin dejar de comer los altramuces, por la mucha hambre, y de echar las cáscaras hacia atrás. En medio de esta congoja y este pesar, notó que detrás de él había otra persona y, volviendo la cabeza, vio que un hombre comía las cáscaras de altramuces que él tiraba al suelo. Este era el otro de quien os dije también había sido rico.

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Cuando aquello vio el de los altramuces, preguntó al otro por qué comía las cáscaras. Respondiole que, aunque había sido más rico que él, había ahora llegado a tal extremo de pobreza y tenía tanta hambre que se alegraba mucho de encontrar aquellas cáscaras que él arrojaba. Cuando esto oyó el de los altramuces se consoló, viendo que había otro más pobre que él y que tenía menos motivo para serlo. Con este consuelo se esforzó por salir de pobreza, lo consiguió con ayuda de Dios y volvió otra vez a ser rico. Vos, señor conde Lucanor, debéis saber que, por permisión de Dios, nadie en el mundo lo logra todo. Pero, pues en todas las demás cosas os hace Dios señalada merced y salís con lo que vos queréis, si alguna vez os falta dinero y pasáis estrecheces, no os entristezcáis, sino tened por cierto que otros más ricos y de más elevada condición las estarán pasando y que se tendrían por felices si pudieran dar a sus gentes aunque fuera menos de lo que vos les dais a los vuestros. Al conde agradó mucho lo que dijo Patronio, se consoló y, esforzándose, logró salir, con ayuda de Dios, de la penuria en que se encontraba. Viendo don Juan que este cuento era bueno, lo hizo poner en este libro y escribió unos versos que dicen: Por pobreza nunca desmayéis, pues otros más pobres que vos veréis. *Altramuz: n. m. Planta de la familia papilionáceas, de hojas palmeadas, flores con racimo terminal y fruto en legumbre, algunas de cuyas variedades se cultivan como planta forrajera, y otras, como planta ornamental.

ACTIVIDADES 1. ¿Cuál es el tema del texto anterior? 2. Escribe un resumen de cinco líneas utilizando tus propias palabras. 3. El texto se puede dividir en cuatro partes. Indica cuáles son y justifica tu respuesta. 4. ¿Te parece que para ilustrar el cuento vale también el refrán “mal de muchos consuelo de tontos”? ¿O significa lo contrario? Justifica tu respuesta. 5. Escribe un texto argumentativo de unas 15 líneas expresando tu opinión sobre la moraleja que aparece al final del “enxiemplo”.

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4. El siglo XV

Este siglo es una etapa de evolución desde la Edad Media hacia el Renacimiento. Respecto de la Edad Media hay algunos cambios entre los que destacan: Pérdida del sentido teocéntrico, aunque sin llegar al antropocentrismo del siglo XVI. El latín ya no se habla ni se escribe, sino que las distintas lenguas romances se han difundido: gallego, catalán y castellano. Cambia la intención de la Literatura, desde la estético-didáctica hacia la críticoestética. Se mantiene la jerarquía entre Dios-Rey-Iglesia-Nobleza-Pueblo, aunque surge definitivamente la burguesía, entre la nobleza y el pueblo, adquiriendo el poder económico y cultural. Se pierde el sentido feudal de la Edad Media. Se pierde el carácter anónimo de la literatura. Hay numerosas influencias extranjeras en lo literario.

Todo ello hace que se conozca esta etapa como el otoño de la Edad Media o Prerrenacimiento.

La Celestina •

La obra

Se llama también Tragicomedia de Calisto y Melibea y es una obra dialogada en prosa que no se puede representar en el teatro debido a su gran extensión y a su estructura. La primera edición (Burgos, 1499) tenía 16 actos y se titulaba Comedia de Calisto y Melibea; En las de Sevilla, Toledo y Salamanca (1502) se titula ya Tragicomedia de Calisto y Melibea y se compone de 21 actos. •

El autor

Durante mucho tiempo se dudó acerca de la autoría de la obra. Se da como seguro que fue Fernando de Rojas, que nació en Puebla de Montalbán (Toledo), probablemente en 1476. Estudió leyes en la Universidad de Salamanca y llegó a ser Alcalde Mayor de Talavera (Toledo), donde murió en el año 1541. Según cuenta él mismo en el prólogo, leyó el primer acto de la obra que circulaba entre los estudiantes de la universidad sin saber quién lo había escrito. Le gustó y se dedicó a continuar la obra con el resto se los actos, acabando en 15 días, durante sus vacaciones. Hay críticos literarios que consideran la imposibilidad de que Fernando de Rojas se identificara tan perfectamente con el autor del primer acto; y que fue él quien escribió toda la obra. Hoy se acepta que en la creación de la obra intervinieron dos autores.

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El argumento

En La Celestina se muestran los trágicos amores de Calisto y Melibea y las malas artes que emplea la alcahueta Celestina para que se enamoren. Calisto, un mozo inteligente y de clase alta, ha conocido en una huerta, algo alejada de la cuidad, a la bellísima Melibea, y se ha enamorado de ella. Vuelve a encontrársela en la ciudad, cerca de la iglesia, y le comunica sus sentimientos; ella lo despide irritada. Vuelve Calisto a su casa y confiesa su amor y su pesar a su criado Sempronio. Éste le propone que utilice a la vieja Celestina como intermediaria, para que suavice la aspereza de Melibea. Celestina logra entrar en la mansión de Melibea e intercede en favor del enamorado; consigue vencer su esquivez y la joven corresponde a Calisto. Sempronio y Pármeno, criados de Calisto, de acuerdo con Celestina, desean explotar la pasión de su amo, que había ofrecido a la vieja una cadena de oro si lograba sus propósitos. Los criados reclaman su parte a la vieja, que se niega; la matan y huyen. Pero son apresados y muertos por la justicia. Calisto suele visitar a Melibea trepando a su jardín por una escalera de cuerda; estando en él, se produce en la calle una pelea. El joven, pensando que uno de sus nuevos criados tiene problemas, desea intervenir en ella y al bajar por la escalera cae al vacío. Calisto muere, y Melibea, al saberlo, sube a una torre y se arroja desde lo alto. La obra termina con el llanto de Pleberio, padre de Melibea. •

Los personajes

Dos mundos se contraponen en la obra: el ideal o renacentista, de los jóvenes enamorados que sólo viven para su pasión; y el real o medieval de la Celestina y los criados, ruines explotadores de aquel amor. El personaje mejor trazado en la obra es de Celestina, la vieja astuta, encarnación del mal, que con tentadoras palabras quebranta la virtud de Melibea. Uno de los aspectos más destacables de la obra es la magnífica caracterización de los personajes a través del lenguaje que emplean: los personajes nobles, como Calisto y Melibea, se expresan con delicadeza y elocuencia, mientras que los personajes populares, como Celestina y los criados, emplean un lenguaje más espontáneo y popular, lleno de refranes y frases hechas

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PÁRMENO.-

Si entre cien mujeres va y alguno dice «¡puta

vieja!», sin ningún empacho luego vuelve la cabeza y responde con alegre cara. En los convites, en las fiestas, en las bodas, en las cofradías, en los mortuorios, en todos los ayuntamientos de gentes, con ella pasan tiempo. Si pasa por los perros, aquello suena su ladrido; si está cerca las aves, otra cosa no cantan; si cerca los ganados, balando lo pregonan; si cerca las bestias, rebuznando dicen «¡puta vieja!». Las ranas de los charcos otra cosa no suelen mentar. Si va entre los herreros, aquello dicen sus martillos.

Carpinteros

y

armeros,

herradores,

caldereros,

arcadores, todo oficio de instrumento forma en el aire su nombre. Cantan los carpinteros, péinanla los peinadores, tejedores, labradores en las huertas, en las aradas, en las viñas, en las segadas con ella pasan el afán cotidiano. Al perder en los tableros, luego suenan sus loores. Todas cosas que son hacen, a doquiera que ella está, el tal nombre representan. ¡Oh, qué comedor de huevos asados era su marido! ¡Qué quieres más, sino que si una piedra topa con otra luego suena «¡puta vieja!»!

La Celestina Acto I

CELESTINA.- A la mi fe, la vejez no es sino mesón de enfermedades, posada de pensamientos, amiga de rencillas, congoja continua, llaga incurable, mancilla de lo pasado, pena de lo presente, cuidado triste de lo porvenir, vecina de la muerte, choza sin rama que se llueve por cada parte, cayado de mimbre que con poca carga se doblega. MELIBEA.- ¿Por qué dices, madre, tanto mal de lo que todo el mundo, con tanta eficacia, gozar o ver desea? CELESTINA.- Desean harto mal para sí, desean harto trabajo. Desean llegar allá porque llegando viven, y el vivir es dulce, y viviendo envejecen. Así, que el niño desea ser mozo, y el mozo viejo, y el viejo más, aunque con dolor. Todo por vivir, porque, como dicen, "viva la gallina con su pepita". Pero ¿quién te podría contar, señora, sus daños, sus inconvenientes, sus fatigas, sus cuidados, sus enfermedades, su frío, su calor, su descontentamiento, su rencilla, su pesadumbre; aquel arrugar de cara, aquel mudar de cabellos su primera y fresca color, aquel poco oír, aquel debilitado ver, puestos los ojos a la sombra, aquel hundimiento de boca, aquel caer de dientes, aquel carecer de fuerza, aquel flaco andar, aquel espacioso comer? Pues ¡ay, señora!, si lo dicho viene acompañado de pobreza, allí verás callar todos los otros trabajos cuando sobra la gana y falta la provisión, que jamás sentí peor ahíto que de hambre.

La Celestina Acto IV

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Literatura Castellana CELESTINA.- ¿Quién soy yo, Sernpronio? ¿Quitásteme de la putería? Calla tu lengua, no amengües mis canas, que soy una vieja como Dios me hizo, no peor que todas. Vivo de mi oficio, como cada cual oficial del suyo, muy limpiamente. A quien no me quiere no le busco. De mi casa me vienen a sacar, en mi casa me ruegan. Si bien o mal vivo, Dios es el testigo de mi corazón. Y no pienses con tu ira maltratarme, que justicia hay para todos, a todos es igual. También seré oída, aunque mujer, como vosotros muy peinados. Déjame en mi casa con mi fortuna. Y tú, Pármeno, no pienses que soy tu cativa por saber mis secretos y mi vida pasada y los casos que nos acaecieron a mí y a la desdichada de tu madre. Y aun así me trataba ella, cuando Dios quería. PÁRMENO.- No me hinches las narices con esas memorias; si no, enviarte he con nuevas a ella, donde mejor te puedas quejar. CELESTINA.- ¡Elicia, Elicia! Levántate de esa cama, daca mi manto presto, que por los santos de Dios para aquella justicia me vaya bramando como una loca. ¿Qué es esto, qué quieren decir estas amenazas en mi casa? ¿Con una oveja mansa tenéis vosotros manos y braveza? ¿Con una gallina atada? ¿Con una vieja de sesenta años? ¡Allá, allá, con los hombres como vosotros, contra los que ciñen espada, mostrad vuestras iras; no contra mi flaca rueca! Señal es de gran cobardía acometer a los menores y a los que poco pueden. Las sucias moscas nunca pican, sino los bueyes magros y flacos; los gozques ladradores a los pobres peregrinos aquejan con mayor ímpetu. Si aquélla, que allí está en aquella cama, me hobiese a mí creído, jamás quedaría de noche esta casa sin varón ni dormiríamos a lumbre de pajas; pero por aguardarte, por serte fiel, padecemos esta soledad. Y como nos veis mujeres, habláis y pedís demasías. Lo cual, si hombre sintiésedes en la posada, no haríades. Que, como dicen: "El duro adversario entibia las iras y sañas". SEMPRONIO.- ¡Oh vieja avarienta, garganta muerta de sed por dinero! ¿No serás contenta con la tercia parte de lo ganado? CELESTINA.- ¿Qué tercia parte? Vete con Dios de mi casa tú. Y esotro no dé voces, no llegue la vecindad. No me hagáis salir de seso. No queráis que salgan a plaza las cosas de Calisto y vuestras. SEMPRONIO. - Da voces a gritos, que tú cumplirás lo que prometiste o cumplirás hoy tus días. ELICIA.- Mete, por Dios, el espada. Ténle, Pármeno, ténle, no la mate ese desvariado. CELESTINA.- ¡Justicia, justicia, señores vecinos; justicia, que me matan en mi casa estos rufianes! SEMPRONIO.- ¿Rufianes o qué? Esperad, doña hechicera, que yo te haré ir al infierno con cartas. CELESTINA.¡Ay, que me ha muerto, ay, ay! ¡Confesión, confesión! PÁRMENO.- ¡Dale, dale, acábala, pues comenzaste! ¡Que nos sentirán! ¡Muera, muera; de los enemigos los menos! CELESTINA.- ¡Confesión! ELICIA.- ¡Oh crueles enemigos, en mal poder os veáis! ¡Y para quién tuvistes manos! ¡Muerta es mi madre y mi bien todo! SEMPRONIO.- ¡Huye, huye, Pármeno, que carga mucha gente! ¡Guarte, guarte, que viene el alguacil! PÁRMENO.- ¡Oh pecador de mí, que no hay por do nos vamos, que está tomada la puerta SEMPRONIO. - Saltemos de estas ventanas. No muramos en poder de justicia. PÁRMENO.- Salta, que yo tras ti voy.

La Celestina Acto XII

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MELIBEA.- ¡Oh la más de las tristes triste! ¡Tan poco tiempo poseído el placer, tan presto venido el dolor! LUCRECIA.- Señora, no rasgues tu cara ni meses tus cabellos. ¡Ahora en placer, ahora en tristeza! ¿Qué planeta hubo que tan presto contrarió su destino? ¡Qué poco corazón es éste! Levanta, por Dios, no seas hallada por tu padre en tan sospechoso lugar, que serás sentida. Señora, señora, ¿no me oyes? No te desmayes, por Dios. Ten esfuerzo para sufrir la pena, pues tuviste osadía para el placer. MELIBEA.- ¿Oyes lo que aquellos mozos van hablando? ¿Oyes sus tristes cantares? ¡Rezando llevan con responso mi bien todo, muerta llevan mi alegría! No es tiempo de yo vivir. ¿Cómo no gocé más del gozo? ¿Cómo tuve en tan poco la gloria que entre mis manos tuve? ¡Oh, ingratos mortales! Jamás conocéis vuestros bienes sino cuando de ellos carecéis.

La Celestina Acto XX

ACTIVIDADES

1. En el fragmento del acto I, Pármeno intenta convencer a su señor Calisto de que no contrate los servicios de Celestina. ¿Qué argumentos utiliza? ¿Mediante que recursos lingüísticos lo expresa? 2. ¿Cómo define Celestina en el fragmento del acto IV la vejez y los daños que ésta acarrea? ¿Qué metáforas emplea? 3. ¿Cuándo es más sincera Celestina, cuando habla con Melibea o en el fragmento del acto XII? 4. ¿Cambia la vieja su argumentación de la primera réplica larga de este fragmento a la segunda? ¿En qué sentido? 5. ¿Conocen bien los criados las artimañas de Celestina? ¿Hay alguna posibilidad de que sean engatusados? 6. Señala algunos rasgos coloquiales en los parlamentos de los criados y en los de Celestina. 7. ¿Cómo reacciona Melibea cuando se entera de la muerte de Calisto? 8. ¿De qué se lamenta especialmente?

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CUADRO CRONOLÓGICO DE LA LITERATURA MEDIEVAL

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UNIDAD 2

EL RENACIMIENTO Renacimiento significa resurgimiento de algo. En este caso significa un nuevo resurgir de la cultura grecolatina que se había olvidado tras la caída del imperio romano. Este movimiento social, artístico y literario surgió en Italia en el siglo XV pero se extendió por toda Europa a lo largo del siglo XVI

El Renacimiento supuso un importante cambio social y cultural respecto a la Edad Media: Edad Media

Renacimiento Clases sociales

La sociedad medieval estaba estructurada Al llegar el Renacimiento surge una en tres clases sociales: la nobleza, el clero nueva clase social: la burguesía. Está y el pueblo. formada por comerciantes y artesanos que tienen dinero. Situación política Durante la Edad Media; el poder real; necesitaba la ayuda de los nobles para luchar contra los árabes.

En el Renacimiento se fortalece el poder real. El dueño absoluto es el monarca, y los nobles se convierten en cortesanos.

Conceptos sobre la vida El hombre del medievo concibe la vida como un valle de sufrimiento y de lágrimas. La muerte era considerada muchas veces como una liberación.

El hombre renacentista concibe la vida como una etapa de la que hay que disfrutar antes de que llegue la muerte. El ideal de hombre renacentista es el cortesano: hombre de armas y hombre de letras.

El ideal de hombre medieval es el caballero o guerrero.

La cultura El hombre renacentista siente necesidad Durante la Edad Media el pueblo era de saber y aprender. Aparecen hombres analfabeto; la cultura estaba encerrada en de ciencia que ya no poseen una los monasterios. La iglesia era la única educación eclesiástica. representante del saber. Los libros eran muy escasos, ya que era muy costoso escribirlos a mano.

Con la invención de la imprenta durante el siglo XV, se facilita la difusión de libros.

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1. La poesía renacentista

a) La primera mitad del siglo XVI. Garcilaso de la Vega

Durante el reinado del emperador Carlos V que comenzó en 1517, llega a España la influencia italiana a través de escritores españoles que habían vivido en la corte napolitana, atraídos por su fama y esplendor. Aportaron a la lírica española nuevos versos y estrofas: • •

Versos: el endecasílabo y el heptasílabo que se combinaban entre sí. Estrofas: soneto, lira, silva, terceto

Temas El poeta renacentista se preocupa por encontrar nuevas formas para expresar la belleza, y por renovar los temas de sus obras. El poeta desea crear un mundo de belleza mediante un estilo sencillo. Los temas más frecuente son: •

El amor. Se idealiza a la mujer de tal modo que llega a considerarse como un reflejo de la belleza divina. Este amor idealizado se conoce con el nombre de amor platónico. La naturaleza. Se concibe como un símbolo de la perfección divina. Se describe como un remanso de paz, sosiego y armonía donde se desarrolla la acción amorosa. La mitología. Se utilizan los mitos y leyendas de los dioses grecolatinos como fuente de inspiración poética; sirviendo a la vez para dar belleza a la obra.

Garcilaso de la Vega (1501-1536) SONETO XXIII En tanto que de rosa y azucena se muestra la color en vuestro gesto, y que vuestro mirar ardiente, honesto, enciende el corazón y lo refrena; y en tanto que el cabello, que en la vena del oro se escogió, con vuelo presto por el hermoso cuello blanco, enhiesto, el viento mueve, esparce y desordena; coged de vuestra alegre primavera el dulce fruto, antes que el tiempo airado cubra de nieve la hermosa cumbre. Marchitará la rosa el viento helado. todo lo mudará la edad ligera, por no hacer mudanza en su costumbre.

SONETO XIII A Dafne ya los brazos le crecían y en luengos ramos vueltos se mostraban; en verdes hojas vi que se tornaban los cabellos que el oro oscurecían; de áspera corteza se cubrían los tiernos miembros aún bullendo estaban; los blancos pies en tierra se hincaban y en torcidas raíces se volvían Aquél que fue la causa de tal daño, a fuerza de llorar, crecer hacía este árbol, que con lágrimas regaba. ¡Oh miserable estado, oh mal tamaño, que con llorarla crezca cada día la causa y la razón por que lloraba!

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b) La segunda mitad del siglo XVI. Fray Luis de León y San Juan de la Cruz. La lírica de esta época coincide con el reinado de Felipe II y refleja las preocupaciones religiosas generadas por la reforma protestante. Aparece entonces la literatura llamada ascética y mística. • •

Ascética: Describe las actividades que debe realizar la mente humana para llegar a ser perfecto y salvarse. Mística: Después de la etapa ascética, Dios concede a algunas almas el don del amor en su más alto grado. Se da la unión con Dios y se alcanza la perfección.

Características • • •

Utilización de un lenguaje sencillo, sin demasiados adornos literarios; pero de forma muy cuidada. Los temas son religiosos, morales y filosóficos. La mitología sirve de base para poner ejemplos sobre algún tema religioso, moral o teológico.

ODA A LA VIDA RETIRADA

Fray Luis de León (1527-1591)

El tema de esta oda es el elogio de la vida sencilla y el apartamiento de mundo.Fray Luis opone dos tipos de vida diferentes y los va caracterizando por aquellosrasgos que le son propios. ¡Qué descansada vida la del que huye del mundanal ruïdo, y sigue la escondida senda por donde han ido los pocos sabios que en el mundo han sido

Despiértenme las aves con su cantar süave no aprendido, no los cuidados graves de que es siempre seguido el que al ajeno arbitrio está atendido.

Que no le enturbia el pecho de los soberbios grandes del estado, ni del dorado techo se admira, fabricado del sabio moro, en jaspes sustentado.

Vivir quiero conmigo, gozar quiero del bien que debo al cielo, a solas sin testigo, libre de amor, de celo, de odio, de esperanzas, de recelo.

No cura si la fama canta con voz su nombre pregonera, ni cura si encarama la lengua lisonjera lo que condena la verdad sincera. [...]

Del monte en la ladera por mi mano plantado tengo un huerto, que con la primavera de bella flor cubierto ya muestra en esperanza el fruto cierto. [...] . A mí una pobrecilla mesa de amable paz bien abastada me baste, y la vajilla de fino oro labrada sea de quien la mar no tema airada.

¿¡Oh monte, oh fuente, oh río! ¡Oh secreto seguro deleitoso! Roto casi el navío, a vuestro almo reposo huyo de aqueste mar tempestüoso. Un no rompido sueño, un día puro, alegre, libre quiero; no quiero ver el ceño vanamente severo de a quien la sangre ensalza o el dinero

Y mientras miserablemente se están los otros abrasando, con sed insacïable del no durable mando, tendido yo a la sombra esté cantando.

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Noche oscura [Poema: Texto completo] San Juan de la Cruz (1542-1591) Canciones del alma que se goza de haber llegado al alto estado de la perfección, que es la unión con Dios, por el camino de la negación espiritual. 1. En una noche oscura con ansias, en amores inflamada, ¡oh dichosa ventura! salí sin ser notada, estando ya mi casa sosegada. 2. A oscuras, y segura, por la secreta escala disfrazada, ¡Oh dichosa ventura! a oscuras, y en celada, estando ya mi casa sosegada. 3. En la noche dichosa en secreto, que nadie me veía, ni yo miraba cosa, sin otra luz y guía, sino la que en el corazón ardía. 4. Aquésta me guiaba más cierto que la luz del mediodía, adonde me esperaba quien yo bien me sabía, en parte donde nadie parecía. 5. ¡Oh noche que guiaste! ¡Oh noche amable más que la alborada: oh noche que juntaste Amado con Amada. Amada en el Amado transformada! 6. En mi pecho florido, que entero para él sólo se guardaba, allí quedó dormido, y yo le regalaba, y el ventalle de cedros aire daba. 7. El aire de la almena, cuando yo sus cabellos esparcía, con su mano serena en mi cuello hería, y todos mis sentidos suspendía. 8. Quedéme, y olvidéme, el rostro recliné sobre el Amado, cesó todo, y dejéme, dejando mi cuidado entre las azucenas olvidado.

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ACTIVIDADES 1. Consulta la teoría de las páginas 16 y 17 y di por qué podemos considerar renacentistas los dos poemas de Garcilaso, en relación a la forma y al contenido. 2. En el soneto XXIII se enumeran algunos de los rasgos de la belleza femenina del Renacimiento. ¿Cuáles son? 3. Copia y explica las metáforas que encuentres en el soneto XXIII. 4. Busca información sobre el tópico del carpe diem y di dónde lo encontramos en el soneto XXIII 5. Resume con tus palabras el contenido del soneto XIII de Garcilaso. 6. ¿En qué partes podemos dividirlo en cuanto al contenido? 7. Copia los contrastes que Garcilaso utiliza en el soneto XIII para describir el proceso de transformación de Dafne. 8. ¿Qué dos tipos de vida opone Fray Luis en su Oda a la vida retirada? 9. Busca información sobre el tópico del locus amoenus y di dónde lo encontramos en el poema de Fray Luis. 10. En el poema de San Juan se describe el proceso de unión del alma con Dios. ¿Qué etapas observamos en ese proceso? ¿En qué estrofa vemos el momento culminante de la unión? ¿Qué recurso utiliza San Juan para mostrar la emoción de ese momento? ¿Cómo describirías el momento de después de la unión?

2. La novela picaresca. El Lazarillo de Tormes

La picaresca y sus causas La aparición de la literatura picaresca está relacionada con la situación social de una parte de la población española de la época. Las continuas guerras que mantiene España y la conquista de América hace que en nuestro país abunden los soldados y aventureros inválidos o empobrecidos. Estas personas llevan una vida inestable y sin trabajo fijo. Eran holgazanes y despreciaban el trabajo manual que consideraban humillante. Acostumbrados a correr peligros en la guerra, las pequeñas aventuras para conseguir comida les parecían un riesgo sin importancia. Al reflejarse esta situación en la literatura se crea la figura del pícaro. El pícaro • • • • •

Es un ser astuto que siempre está en guardia. Sólo roba para subsistir. Es un héroe al revés, ya que destaca por sus fechorías. Es un niño marginado en la sociedad. Aparece como criado de personajes que pertenecen a diversos estamentos sociales a los que critica duramente.

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Literatura Castellana El Lazarillo de Tormes En 1554, durante el reinado de Carlos I, se publicó esta novela de autor desconocido con el nombre de "La vida del Lazarillo de Tormes de sus fortunas y adversidades". Su protagonista no es una persona importante por su origen o sus hazañas; sino una persona insignificante que pertenece a la clase social más baja. Esto llamó poderosamente la atención en su época; pues estaban habituados a leer novelas en las que los protagonistas eran de las clases sociales más privilegiadas y se movían en mundos totalmente irreales. La obra A lo largo de los siete capítulos (tratados) que forman la novela, Lázaro nos cuenta su miserable vida: hijo de un ladrón y una lavandera, se queda huérfano de padre siendo muy niño. Al no poder mantenerlo, su madre se lo entrega a un ciego que será el primero de sus amos. Con el paso del tiempo servirá a otros muchos amos: un clérigo avariento, un escudero, un fraile de la Merced, un alguacil, etc.; hasta que finalmente se casa con la criada y protegida de un capellán de Toledo que le ayuda a conseguir el "honroso" oficio de pregonero y que le es infiel. La novela termina con la irónica afirmación que el protagonista hace de haber tenido mucha suerte en la vida. Finalidad y estilo

El autor aprovecha la ocasión para criticar a los estamentos sociales dominantes, principalmente a la nobleza y al clero. Ofrece una visión realista del mundo a través de un lenguaje sencillo y llano, como corresponde a la lengua hablada en la época por la gente del pueblo. Y así me fui para mi amo, que esperándome estaba. Salimos de Salamanca, y, llegando al puente, está a la entrada de ella un animal de piedra, que casi tiene forma de toro, y el ciego mandóme que llegase cerca del animal, y, allí puesto, me dijo: ─Lázaro, llega el oído a este toro y oirás gran ruido dentro de él. Yo simplemente llegué, creyendo ser así. Y como sintió que tenía la cabeza par de la piedra, afirmó recio la mano y diome una gran calabazada en el diablo del toro, que más de tres días me duró el dolor de la cornada, y díjome: ─Necio, aprende, que el mozo del ciego un punto ha de saber más que el diablo. Y rió mucho la burla. Parecióme que en aquel instante desperté de la simpleza en que, como niño, dormido estaba. Dije entre mí: «Verdad dice éste, que me cumple avivar el ojo y avisar, pues solo soy, y pensar cómo me sepa valer». Comenzamos nuestro camino, y en muy pocos días me mostró jerigonza. Y, como me viese de buen ingenio, holgábase mucho y decía: _Yo oro ni plata no te lo puedo dar; mas avisos para vivir muchos te mostraré. Y fue así, que, después de Dios, éste me dio la vida, y, siendo ciego, me alumbró y adestró en la carrera de vivir.

El Lazarillo, Tratado I

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Literatura Castellana Usaba poner cabe sí un jarrillo de vino cuando comíamos, y yo muy de presto le asía y daba un par de besos callados y tornábale a su lugar. Más duróme poco, que en los tragos conocía la falta, y, por reservar su vino a salvo, nunca después desamparaba el jarro, antes lo tenía por el asa asido. Mas no había piedra imán que así trajese a sí como yo con una paja larga de centeno que para aquel menester tenía hecha, la cual, metiéndola en la boca del jarro, chupando el vino, lo dejaba a buenas noches. Mas, como fuese el traidor tan astuto, pienso que me sintió, y dende en adelante mudó propósito y asentaba su jarro entre las piernas y atapábale con la mano, y así bebía seguro. Yo, como estaba hecho al vino, moría por él, y viendo que aquel remedio de la paja no me aprovechaba ni valía, acordé en el suelo del jarro hacerle una fuentecilla y agujero sutil, y, delicadamente, con una muy delgada tortilla de cera, taparlo; y, al tiempo de comer, fingiendo haber frío, entrábame entre las piernas del triste ciego a calentarme en la pobrecilla lumbre que teníamos, y, al calor de ella luego derretida la cera, por ser muy poca, comenzaba la fuentecilla a destilarme en la boca, la cual yo de tal manera ponía, que maldita la gota se perdía. Cuando el pobreto iba a beber, no hallaba nada. Espantábase, maldecíase, daba al diablo el jarro y el vino, no sabiendo qué podía ser. ─No diréis, tío, que os lo bebo yo _decía_, pues no le quitáis de la mano. Tantas vueltas y tientos dio al jarro, que halló la fuente y cayó en la burla; mas así lo disimuló como si no lo hubiera sentido. Y luego otro día, teniendo yo rezumando mi jarro como solía, no pensando el daño que me estaba aparejado ni que el mal ciego me sentía, senteme como solía; estando recibiendo aquellos dulces tragos, mi cara puesta hacia el cielo, un poco cerrados los ojos por mejor gustar el sabroso licor, sintió el desesperado ciego que agora tenía tiempo de tomar de mí venganza, y con toda su fuerza, alzando con dos manos aquel dulce y amargo jarro, le dejó caer sobre mi boca, ayudándose, como digo, con todo su poder, de manera que el pobre Lázaro, que de nada de esto se guardaba, antes, como otras veces, estaba descuidado y gozoso, verdaderamente me pareció que el cielo, con todo lo que en él hay, me había caído encima. Fue tal el golpecillo, que me desatinó y sacó de sentido, y el jarrazo tan grande, que los pedazos de él se me metieron por la cara, rompiéndomela por muchas partes, y me quebró los dientes, sin los cuales hasta hoy día me quedé. Desde aquella hora quise mal al mal ciego, y, aunque me quería y regalaba y me curaba, bien vi que se había holgado del cruel castigo. Lavóme con vino las roturas que con los pedazos del jarro me había hecho, y, sonriéndose, decía: ─¿Qué te parece Lázaro? Lo que te enfermó te sana y da salud _y otros donaires que a mi gusto no lo eran. El Lazarillo, Tratado I

Como llovía recio y el triste se mojaba, y con la priesa que llevábamos de salir del agua, que encima de nos caía, y, lo más principal, porque Dios le cegó aquella hora el entendimiento (fue por darme de él venganza), creyóse de mí, y dijo: ─Ponme bien derecho y salta tú el arroyo. Yo le puse bien derecho enfrente del pilar, y doy un salto y póngome detrás del poste, como quien espera tope de toro, y díjele: ─¡Sus, saltad todo lo que podáis, porque deis de este cabo del agua! Aun apenas lo había acabado de decir, cuando se abalanza el pobre ciego como cabrón y de toda su fuerza arremete, tomando un paso atrás de la corrida para hacer mayor salto, y da con la cabeza en el poste, que sonó tan recio como si diera con una gran calabaza, y cayó luego para atrás medio muerto y hendida la cabeza. _¿Cómo, y olisteis la longaniza y no el poste? ¡Oled! ¡Oled! _le dije yo. Y dejéle en poder de mucha gente que lo había ido a socorrer, y tomo la puerta de la villa en los pies de un trote, y, antes de que la noche viniese, di conmigo en Torrijos. No supe más lo que Dios de él hizo ni curé de saberlo.

El Lazarillo, Tratado I

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Literatura Castellana ACTIVIDADES A lo largo de los tres textos anteriores se puede observar el proceso de aprendizaje que lleva a cabo Lázaro. 1. ¿Cuál es la primera experiencia decisiva? 2. ¿Qué efecto produce esta experiencia en Lázaro? 3. ¿Qué evolución observamos en Lázaro en el segundo fragmento? 4. ¿Qué consecuencias tiene en Lázaro la experiencia del jarro de vino? 5. Los dos primeros textos terminan con una paradoja. Comenta su significado. 6. ¿Qué sentido tiene la anécdota del tercer texto en relación a los dos anteriores?

Y comienzo a cenar y morder en mis tripas y pan, y disimuladamente miraba al desventurado señor mío, que no partía sus ojos de mis faldas, que aquella sazón servían de plato. Tanta lástima haya Dios de mí, como yo había de él, porque sentí lo que sentía, y muchas veces había por ello pasado y pasaba cada día. Pensaba si sería bien comedirmea convidarle; mas por me haber dicho que había comido, temíame no aceptaría el convite. Finalmente, yo deseaba que aquel pecador ayudase a su trabajo del mío y se desayunase como el día antes hizo, pues había mejor aparejo, por ser mejor la vianda y menos mi hambre. Quiso Dios cumplir mi deseo, y aun pienso que el suyo; porque corno` comencé a comer, y él se andaba paseando, llegose a mí y díjome: –Dígote, Lázaro, que tienes en comer la mejor gracia que en mi vida vi a hombre, y que nadie te lo verá hacer que no le pongas gana aunque no la tenga. "La muy buena que tú tienes –dije yo entre mí– te hace parecer la mía hermosa." Con todo, pareciome ayudarle, pues se ayudaba y me abría camino para ello. y díjele: –Señor, el buen aparejo hace buen artífice. Este pan está sabrosísimo, v esta uña de vaca tan bien cocida y sazonada, que no habrá a quien no convide con su sabor. –¿Uña de vaca es? –Sí, señor. –Dígote que es elmejor bocado del mundo, y que no hay faisán que así me sepa.

–Pues pruebe, señor, y verá qué tal está. Póngole en las uñas la otra, y tres o cuatro raciones de pan de lo más blanco. Y sentose al lado y comienza a comer como aquel que lo había gana, royendo cada huesecillo de aquellos mejor que un galgo lo hiciera. El Lazarillo, Tratado III

7. Lázaro se ha convertido en un perspicaz psicólogo. Señala datos que lo confirmen. 8. El criado no desea humillar al amo. ¿Cómo se comporta? 9. Pero el escudero es astuto. ¿Qué táctica emplea para que el mozo le dé parte? 10. Caracteriza a Lázaro a partir de su comportamiento en los episodios que has leído. ¿Te parece malo por naturaleza o por las circunstancias? Justifica tu respuesta con ejemplos de los textos. 11. La comparación es un recurso expresivo frecuente en la obra. Copia y comenta las que encuentres en los textos anteriores.

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3. Cervantes y El Quijote

Miguel de Cervantes Saavedra Nació en el año 1547 en Alcalá de Henares en el seno de una familia humilde. Vivió algunos años en Valladolid y en Madrid. Después de pasar algún tiempo en Italia, se alistó en el ejército, participando en la famosa batalla de Lepanto contra los turcos. Cuando regresaba a España fue apresado por los turcos y retenido en Argel durante cinco años. Fue rescatado por los padres Trinitarios que lo devolvieron a España. Ejerció los oficios de abastecedor de la Armada Invencible y, más tarde, de recaudador de impuestos. En ambos cargos tuvo problemas con la justicia por irregularidades en las cuentas y en más de una ocasión fue encarcelado; aunque no por mucho tiempo. Murió en Madrid el 23 de abril de 1616. Don Quijote de la Mancha Esta obra tiene dos partes: la primera se publica en el año 1605 y la segunda en el 1615. En 1614 había aparecido una segunda parte falsa firmada por Avellaneda, lo que hizo que Cervantes se apresurara a terminar su segunda parte. El autor escribió esta obra para combatir al auge de los disparatados libros de caballerías, como él mismo dice en el prólogo: "...no ha sido otro mi deseo que poner en aborrecimiento de los hombres las fingidas y disparatadas historias de los libros de caballerías...". Para llevar a cabo esta idea, Cervantes escribe otro libro de caballerías. Don Quijote intenta ser un caballero andante como los que aparecen en los libros. Sirviéndose de él para parodiar los libros de caballerías del mismo modo que un cómico, al intentar poner en ridículo a un personaje, le imita y exagera sus rasgos. Pero además de esta intención burlesca, en la obra hay un valioso reflejo de la sociedad: la lucha del idealismo, encarnado en Don Quijote, y el realismo, representado en su escudero Sancho Panza. Cervantes demuestra su dominio del lenguaje, ajustándolo en cada momento a la complejidad y riqueza de los temas tratados o a las situaciones relatadas. Argumento de la obra Alonso Quijano (Don Quijote) ha perdido la razón de tanto leer libros de caballerías. Esta locura hace que intente imitar las aventuras que ha leído: sale de su pueblo, vive una serie de aventuras y regresa a casa vencido y maltratado. •

Primera parte

Don Quijote prepara unas viejas y estropeadas armas que han pertenecido a sus bisabuelos, se disfraza con ellas y lleva a cabo una primera salida por los caminos de la Mancha, tierra de honrados campesinos, con el propósito de impartir justicia, como decían los libros de caballerías que hacían los caballeros andantes. Llega a una venta

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Literatura Castellana que su imaginación transforma en castillo, se hace armar caballero en una ridícula ceremonia, busca algunas aventuras y vuelve a casa maltrecho y apaleado. La segunda salida comprende el resto de la primera parte. Don Quijote vuelve a escaparse de su casa, pero esta vez acompañado por un humilde vecino que va a servirle de escudero. La aparición de Sancho Panza enriquece enormemente las posibilidades expresivas de la novela, ya que va a servir de confidente a su amo; con lo que el diálogo adquirirá una gran importancia. Además, los personajes se contraponen y complementan influyéndose mutuamente. Podemos decir que se van contagiando mutuamente. En esta salida se describen muchas aventuras y al final nuestro caballero andante es conducido con engaños a su aldea por el cura y el barbero que han salido a buscarlo. .•

Segunda parte

Comprende la tercera y última salida. Nuevas aventuras, muchas de las cuales se desarrollan en la corte de unos duques que, por haber leído la primera parte, conocen la fama de Don Quijote y que para divertirse y burlarse de él fingen vivir en una corte caballeresca. Al final de esta segunda parte, el bachiller Sansón Carrasco, disfrazado también de caballero andante, reta y vence a Don Quijote, obligándole a volver a su casa. Allí recobra la razón y muere.

En esto parece ser, o que el frío de la mañana que ya venía, o que Sancho hubiese cenado algunas cosas lenitivas, o que fuese una cosa natural (que es lo que más se debe creer) a él le vino en voluntad y deseo de hacer lo que otro no podía hacer por él; mas era tanto el miedo que había entrado en su corazón, que no osaba apartarse un negro de uña de su amo; pues pensar de no hacer lo que tenía gana, tampoco era posible, y así lo que hizo por bien de paz fue soltar la mano derecha, que tenía asida al arzón trasero, con lo cual bonitamente y sin rumor alguno se soltó la lazada corrediza con que los calzones se sostenían sin ayuda de otra alguna, y en quitándosela dieron luego abajo, y se le quedaron como grillos. Tras esto alzó la camisa lo mejor que pudo, y echó al aire entrambas posaderas, que no eran muy pequeñas. Hecho esto (que él pensó que era lo más que tenía que hacer para salir de aquel terrible aprieto y angustia) le sobrevino otra mayor, que fue que le pareció, que no podía mudarse sin hacer estrépito y ruido, y comenzó a apretar los dientes y a encoger los hombros, recogiendo en sí el aliento todo cuanto podía; pero con todas estas diligencias fue tan desdichado, que al cabo vino a hacer un poco de ruido, bien diferente de aquel que a él le ponía tanto miedo. Oyolo Don Quijote, y dijo: − ¿Qué rumor es ése, Sancho? − No sé, señor, respondió él. Alguna cosa nueva debe ser, que las aventuras y desventuras nunca comienzan por poco. Tornó otra vez a probar ventura, y sucedióle tan bien, que sin más ruido y alboroto que el pasado, se halló libre de la carga que tanta pesadumbre le había dado; mas como Don Quijote tenía el sentido del olfato tan vivo como el de los oídos, y Sancho estaba tan junto y cosido con él, que casi por línea recta subían los vapores hacia arriba, no se pudo excusar de que algunos no se llegasen a sus narices, y apenas hubieron llegado, cuando él fue al socorro apretándolas entre los dos dedos, y con tono algo gangoso, dijo: ─ Paréceme, Sancho, que tienes mucho miedo. ─ Sí tengo ─ respondió Sancho ─ ¿mas en que lo echa de ver vuestra merced ahora más que nunca? ─ En que ahora más que nunca hueles, y no a ámbar ─ respondió Don Quijote. ─ Bien podrá ser ─ dijo Sancho ─ mas yo no tengo la culpa, sino vuestra merced, que me trae a deshoras y por estos no acostumbrados pasos. ─ Retírate tres o cuatro allá, amigo ─ dijo Don Quijote, todo esto sin quitarse los dedos de las narices ─ , y desde aquí adelante ten más en cuenta con tu persona, y con lo que debes a la mía, que la mucha conversación que tengo contigo ha engendrado este menosprecio.

Don Quijote de la Mancha(I, 20)

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Ya en esto salieron de la selva, y descubrieron cerca a las tres aldeanas. Tendió don Quijote los ojos portodo el camino del Toboso, y como no vio sino a las tres labradoras, turbose todo, y preguntó a Sancho silas había dejado fuera de la ciudad. —¿Cómo fuera de la ciudad? —respondió—. ¿Por ventura tiene vuesa merced los ojos en el colodrillo, que no ve que son estas, las que aquí vienen, resplandecientes como el mismo sol a mediodía? —Yo no veo, Sancho —dijo don Quijote—, sino a tres labradoras sobre tres borricos. —¡Agora me libre Dios del diablo! —respondió Sancho—. Y ¿es posible que tres hacaneas, o como sellaman, blancas como el ampo de la nieve, le parezcan a vuesa merced borricos? ¡Vive el Señor, que mepele estas barbas si tal fuese verdad! —Pues yo te digo, Sancho amigo —dijo don Quijote—, que es tan verdad que son borricos, o borricas, como yo soy don Quijote y tú Sancho Panza; a lo menos, a mí tales me parecen. —Calle, señor —dijo Sancho—, no diga la tal palabra, sino despabile esos ojos, y venga a hacer reverencia a la señora de sus pensamientos, que ya llega cerca. Y, diciendo esto, se adelantó a recebir a las tres aldeanas; y, apeándose del rucio, tuvo del cabestro al jumento de una de las tres labradoras, y, hincando ambas rodillas en el suelo, dijo: —Reina y princesa y duquesa de la hermosura, vuestra altivez y grandeza sea servida de recebir en su gracia y buen talente al cautivo caballero vuestro, que allí está hecho piedra mármol, todo turbado y sin pulsos de verse ante vuestra magnífica presencia. Yo soy Sancho Panza, su escudero, y él es el asendereado caballero don Quijote de la Mancha, llamado por otro nombre el Caballero de la Triste Figura. A esta sazón, ya se había puesto don Quijote de hinojos junto a Sancho, y miraba con ojos desencajados y vista turbada a la que Sancho llamaba reina y señora, y, como no descubría en ella sino una moza aldeana, y no de muy buen rostro, porque era carirredonda y chata, estaba suspenso y admirado, sin osar desplegar los labios. Las labradoras estaban asimismo atónitas, viendo aquellos dos hombres tan diferentes hincados de rodillas, que no dejaban pasar adelante a su compañera; pero, rompiendo el silencio la detenida, toda desgraciada y mohína, dijo: —Apártense nora en tal del camino, y déjenmos pasar, que vamos de priesa. A lo que respondió Sancho: —¡Oh princesa y señora universal del Toboso! ¿Cómo vuestro magnánimo corazón no se enternece viendo arrodillado ante vuestra sublimada presencia a la coluna y sustento de la andante caballería? Oyendo lo cual, otra de las dos dijo: —Mas, ¡jo, que te estrego, burra de mi suegro! ¡Mirad con qué se vienen los señoritos ahora a hacer burla de las aldeanas, como si aquí no supiésemos echar pullas como ellos! Vayan su camino, e déjenmos hacer el nueso, y serles ha sano.

Don Quijote de la Mancha(II, 10)

ACTIVIDADES Texto 1

1. En el relato de los apuros de Sancho, ¿Cervantes es omnisciente (lo sabe todo de sus personajes) o escribe desde fuera de ellos, como si fuera un testigo divertido. Justifica tu respuesta con alguna referencia del texto. 2. Los apuros de Sancho tienen dos fases. ¿cuáles? 3. Cervantes utiliza en este texto varios eufemismos. Localízalos. 4. Comenta los recursos humorísticos que encuentres. Texto 2 1. Don Quijote y Sancho no reaccionan aquí como esperábamos. ¿En qué consiste su cambio de comportamiento? 2. Sancho imita la forma de hablar de los caballeros andantes. Localiza las expresiones propias de este registro. 3. ¿Qué contraste se produce entre las palabras de Sancho y las de las aldeanas? 4. ¿Cómo se siente Don Quijote ante lo que contempla? ¿A qué te parece que puede ser debido que no transforme la realidad?

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UNIDAD 3 EL BARROCO

Se entiende por Barroco la evolución que sufre el arte renacentista, que culmina en el siglo XVII cuando las obras de arte se recargan con adornos superfluos y los temas se centran en el desengaño y el pesimismo. Edad Media (S. V al XV)

Renacimiento (S. XVI)

Barroco (S. XVII)

Concepción de la vida El hombre medieval concibe la vida como un valle de lágrimas. La muerte era considerada muchas veces como la liberación del hombre.

El hombre renacentista concibe la vida como una etapa en la que hay que disfrutar antes de que llegue la muerte.

Para el hombre del Barroco la vida se convierte en pesimismo y desengaño; el hombre ve el mundo como un conjunto de falsas ilusiones que acaba con la muerte.

Situación Política Durante la Edad Media, el poder real estaba muy debilitado; necesitaban ayuda de los nobles para sus campañas militares.

En el Renacimiento se fortalece el poder real. El dueño absoluto es el monarca, y los nobles se convierten en cortesanos.

España, que había sido la potencia más importante del mundo, se hunde en un total fracaso y nuestro imperio termina con los últimos reyes de la casa de Austria.

La literatura barroca El Barroco transcurre bajo los reinados de los tres últimos reyes de la casa de Austria: Felipe III, Felipe IV y Carlos II. Es una época de contrastes: decadencia política y social, por un lado y florecimiento artístico, por otro. •

Temas

Se critica y satiriza sobre la ambición, el poder y el dinero. La brevedad de la vida, vista como un paso rápido hacia la muerte, es otro tema que atormenta a los hombres del Barroco. •

Finalidad

El escritor del Barroco pretende impresionar los sentidos y la inteligencia con estímulos violentos, bien de orden sensorial, sentimental o intelectual. Para lograr lo anterior, recurre a un lenguaje ampuloso y retorcido, que dificulta muchas veces la comprensión.

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Culteranismo y conceptismo El Barroco es una época de contrastes y por esa razón ofrece dos tendencias literarias que se oponen; pero que persiguen el mismo fin: romper el equilibrio clásico. El culteranismo es una corriente literaria que se basa principalmente en la forma de las palabras; mientras que el conceptismo se basa en el significado o concepto de la palabra. CULTERANISMO

CONCEPTISMO

Corriente literaria que cultiva la forma de las palabras dejando en un segundo plano su contenido y pretende crear un mundo de belleza, impresionando para ello los sentidos con los más variados estímulos de luz, color, sonido y con un lenguaje ampuloso y culto.

Corriente literaria que profundiza en el sentido o concepto de las palabras; se puede definir como una agudeza mental que da preferencia a las ideas con el fin de impresionar la inteligencia o el deseo de decir mucho con pocas palabras.

Recursos

Recursos

- Abuso de la metáfora con el fin de crear un mundo de belleza absoluta: Puertas de rubíes en lugar de labios. - Uso frecuente de cultismos: palabras tomadas del latín o del griego: Argentar en lugar de platear; tórrido, umbroso, áureo... - Abuso del hipérbaton. Consiste en alterar el orden de una oración, con lo que se llega a hacer difícil su comprensión: Un torrente es su barba impetuoso, en lugar de: su barba es un torrente impetuoso. - Uso de palabras parónimas. Es decir, palabras de un sonido parecido y diferente significado; con lo que logran impresionar y llamar la atención sobre nuestros sentidos: Nubes-naves.

- Frecuentes metáforas, no con el fin de embellecer, como el culteranismo, sino para impresionar la inteligencia. - Juegos de palabras: utilización de una misma palabra con significados diferentes: "Salió de la cárcel con tanta honra, que le acompañaron doscientos cardenales, sino que a ninguno llamaban eminencia". (Quevedo.) - Estilo breve y conciso, que se logra mediante la elipsis o eliminación de palabras. Aplican el refrán: "Lo bueno, si breve, dos veces bueno". - Antítesis de palabras, frases o ideas, con el fin de impresionar y agudizar la mente: "Mi negra capa, ya blanca por los pecados".

Máximo representante

Máximo representante

Luis de Góngora (1561-1627)

Francisco de Quevedo (1580-1645)

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Poemas de Góngora

Que se nos va la pascua Mozuelas las de mi barrio, loquillas y confiadas, mirad no os engañe el tiempo, la edad y la confianza. No os dejéis lisonjear de la juventud lozana, porque de caducas flores teje el tiempo sus guirnaldas. ¡Que se nos va la Pascua, mozas! ¡Que se nos va la Pascua! Yo sé de una buena vieja que fue un tiempo rubia y zarca, y que al presente le cuesta harto caro el ver su cara, porque su bruñida frente y sus mejillas se hallan más que roquete de obispo encogidas y arrugadas.

Mientras por competir con tu cabello, oro bruñido, el Sol relumbra en vano, mientras con menosprecio en medio el llano mira tu blanca frente el lirio bello; mientras a cada labio, por cogello, siguen más ojos que al clavel temprano y mientras triunfa con desdén lozano del luciente cristal tu gentil cuello goza cuello, cabello, labio y frente antes que lo que fue en tu edad dorada oro, lirio, clavel, cristal luciente, no sólo en plata, o viola troncada se vuelva, mas tú y ello juntamente en tierra, en humo, el polvo, en sombra, en nada.

¡Que se nos va la Pascua, mozas! ¡Que se nos va la Pascua! Y sé de otra buena vieja que un diente que le quedaba se lo dejó este otro día sepultado en unas natas; y con lágrimas le dice: Diente mío de mi alma, yo sé cuando fuiste perla, aunque ahora no sois nada. ¡Que se nos va la Pascua, mozas! ¡Que se nos va la Pascua! Por eso, mozuelas locas, antes que la edad avara el rubio cabello de oro convierta en luciente plata, quered cuando sois queridas, amad cuando sois amadas; mirad, bobas, que detrás se pinta la ocasión calva. ¡Que se nos va la Pascua, mozas! ¡Que se nos va la Pascua!

ACTIVIDADES 1. Uno de los dos poemas anteriores es de carácter popular y el otro representa la lírica culta gongorina. Justifícalo mediante referencias al léxico, a la rima y a la métrica. 2. En ambos poemas aparecen varios tópicos de la literatura. Aquel en el que se invita a gozar de la vida y aquel otro en el que se constata el paso del tiempo. ¿Recuerdas con qué expresiones latinas se denominan? 3. Qué versos en concreto de cada uno de estos poemas expresan esos tópicos. ¿Cuáles te parecen más convincentes? 4. ¿Qué recursos expresivos destacarías en el primer poema? 5. ¿Y en el segundo? 6. ¿Cuál de los dos poemas es más vitalista? ¿En qué composición parece pesar más el poder destructivo de la muerte? ¿Qué poema te parece más barroco? ¿Por qué? 7. ¿Qué semejanzas y diferencias encuentras entre el segundo poema y el soneto XXIII de Garcilaso (página 17)? ¿A qué crees que se deben esas diferencias?

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Poemas de Quevedo PODEROSO CABALLERO ES DON DINERO Madre, yo al oro me humillo, Él es mi amante y mi amado, Pues de puro enamorado De contino anda amarillo. Que pues doblón o sencillo Hace todo cuanto quiero, Poderoso Caballero Es don Dinero. Nace en las Indias honrado, Donde el Mundo le acompaña; Viene a morir en España, Y es en Génova enterrado. Y pues quien le trae al lado Es hermoso, aunque sea fiero, Poderoso Caballero ... Es don Dinero. Es galán, y es como un oro, Tiene quebrado el color, Persona de gran valor, Tan Cristiano como Moro. Pues que da y quita el decoro Y quebranta cualquier fuero, Poderoso Caballero Es don Dinero. Son sus padres principales, Y es de nobles descendiente, Porque en las venas de Oriente Todas las sangres son Reales. Y pues es quien hace iguales Al duque y al ganadero, Poderoso Caballero Es don Dinero. Mas ¿a quién no maravilla Ver en su gloria, sin tasa, Que es lo menos de su casa Doña Blanca de Castilla? Pero pues da al bajo silla Y al cobarde hace guerrero, Poderoso Caballero Es don Dinero. Sus escudos de Armas nobles Son siempre tan principales, Que sin sus Escudos Reales No hay Escudos de armas dobles. Y pues a los mismos robles Da codicia su minero, Poderoso Caballero Es don Dinero. [...] Y es tanta su majestad (Aunque son sus duelos hartos), Que con haberle hecho cuartos, No pierde su autoridad. Pero pues da calidad Al noble y al pordiosero, Poderoso Caballero Es don Dinero. Nunca vi Damas ingratas A su gusto y afición, Que a las caras de un doblón Hacen sus caras baratas. Y pues las hace bravatas Desde una bolsa de cuero, Poderoso Caballero Es don Dinero. Más valen en cualquier tierra, (Mirad si es harto sagaz) Sus escudos en la paz Que rodelas en la guerra. Y pues al pobre le entierra Y hace proprio al forastero, Poderoso Caballero Es don Dinero.

A UN HOMBRE DE GRAN NARIZ Érase un hombre a una nariz pegado, érase una nariz superlativa, érase una nariz sayón y escriba, érase un peje espada muy barbado. Era un reloj de sol mal encarado, érase una alquitara pensativa, érase un elefante boca arriba, era Ovidio Nasón más narizado. Érase un espolón de una galera, érase una pirámide de Egipto, las doce Tribus de narices era. Érase un naricísimo infinito, muchísimo nariz, nariz tan fiera que en la cara de Anás fuera delito

Es es es es

hielo abrasador, es fuego helado, herida que duele y no se siente, un soñado bien, un mal presente, un breve descanso muy cansado.

Es un descuido que nos da cuidado, un cobarde con nombre de valiente, un andar solitario entre la gente, un amar solamente ser amado. Es una libertad encarcelada, que dura hasta el postrero paroxismo; enfermedad que crece si es curada. Éste es el niño Amor, éste es su abismo. ¿Mirad cuál amistad tendrá con nada el que en todo es contrario de sí mismo!

ACTIVIDADES 1. ¿Qué similitudes en la forma y en el tono encontramos entre el primer poema de Góngora y el primer poema de Quevedo? 2. ¿En qué reside el poder del dinero, según Quevedo? 3. Quevedo cita en estos a tres personajes históricos: doña Blanca de Castilla, Ovidio Nasón y Anás. Justifícalo en relación al contenido de los poemas en que aparecen. 4. En Poderoso caballero, Quevedo utiliza frecuentemente los juegos de palabras. Cita y comenta los que encuentres. 5. ¿Qué intención tiene Quevedo en su segundo poema? 6. En A un hombre de gran nariz, el autor utiliza como recurso expresivo la hipérbole. Copia las tres que te parezcan más acertadas y justifica tu elección. 7. ¿Qué idea del amor expone Quevedo en el tercer poema? 8. En el último poema son frecuentes las paradojas. Copia y comenta las que encuentres. 9. Escribe un texto de unas 15 líneas desarrollando una de las siguientes opciones: a) Vigencia del poema Poderoso caballero. b) Descripción humorística y exagerada de un personaje popular. c) Importancia del sentimiento amoroso en nuestras vidas.

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UNIDAD 4 EL ROMANTICISMO Este movimiento literario, que transcurre en la primera mitad del siglo XIX, se originó en Alemania e Inglaterra. Tras la muerte de Fernando VII, en 1833, los liberales que estaban exiliados regresaron con las ideas románticas que triunfarían en España. Contra el racionalismo francés del siglo anterior, que sometía al arte a reglas rígidas, el escritor romántico reacciona, expresando sus sentimientos. Las características más importantes son: • • • • •

Rebelión del individuo contra cualquier norma que la impida expresar sus propios sentimientos. Absoluta libertad en política, moral y arte. Mantienen una actitud idealista que no corresponde a la realidad que los rodea y los lleva a la rebeldía contra la patria, la sociedad e incluso contra Dios. Como consecuencia del enfrentamiento entre su espíritu idealista y la cruda realidad, se produce la desesperación y el desengaño. Si en el siglo anterior la verdad era igual a belleza, para el Romanticismo sólo la belleza es la verdad.

Temática del Romanticismo El autor romántico, al hacer prevalecer los sentimientos sobre la razón, manifiesta libremente sus emociones más íntimas, dando prioridad a la melancolía y a la desesperación. La lírica será su género preferido. •

La naturaleza

El romántico considera el paisaje como un elemento muy importante en su obra. Prefiere unanaturaleza que conecte con sus sentimientos tumultuosos; por eso buscan paisajes agrestes, noches tormentosas, mar tempestuoso, ambientes nocturnos y sepulcrales, ruinas de castillos medievales... La naturaleza participa de los propios sentimientos del poeta y se convierte en una compañera con la que se comunica. •

Lo lejano y lo exótico

La poderosa imaginación del romántico choca con la realidad circundante. Como consecuencia de este choque, el poeta busca evasión en lo lejano. La Edad Media será fuente de inspiración para el arte y la literatura: renacen las leyendas medievales, los cuentos de hadas... Lo exótico se manifiesta en la atracción que sienten los románticos por la España musulmana y por la mitología nórdica, que sustituye a la mitología grecolatina.

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Resurgimiento de lo popular

La vuelta a una época lejana supone el resurgimiento de la cultura medieval. El Romancero y las leyendas épicas son fuente de inspiración para la poesía y el teatro. •

El amor

Se idealiza el amor hasta el punto de considerar a la mujer como un ser que lleva a Dios. El amor es considerado como un principio divino. A la par que esa mujer angelical, los románticos también ven a la mujer como un principio de perdición, como una fatalidad que destruye al hombre. •

La libertad

La exaltación de la libertad del hombre frente a cualquier ley humana es un tema frecuente. El romántico siente una fuerte admiración por todos aquellos seres que están fuera de la ley (piratas, bandoleros, vagabundos), a los que considera como verdaderos símbolos de la libertad.

Viajero frente al mar de niebla (1818) de Friedrich

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Selección de textos

El rayo de luna de Gustavo Adolfo Bécquer (1836-1870) A continuación ves un fragmento de la leyenda cuyo argumento es muy simple: Un joven llamado Manrique cree ver, en una noche de luna, algo blanco que se agita entre los árboles. Su imaginación construye una bella fantasía y cree haber visto el borde de un vestido blanco de mujer. Durante varias noches persigue a la bella e imaginada desconocida. Al final descubre que la cosa "blanca, ligera, flotante" era...

Sobre el Duero, que pasa lamiendo las carcomidas y oscuras piedras de las murallas de Soria, hay un puente que conduce de la ciudad al antiguo convento de los Templarios, cuyas posesiones se extendían a lo largo de la opuesta margen del río. En la época a que nos referimos, los caballeros de la Orden habían ya abandonado sus históricas fortalezas; pero aún quedaban en pie restos de los anchos torreones de sus muros; aún se veían, como en parte se ven hoy, cubiertos de hiedra y campanillas blancas, los macizos arcos de su claustro, las prolongadas galerías ojivales de sus patios de armas, en las que suspiraba el viento con un gemido, agitando las altas hierbas. En los huertos y en los jardines, cuyos senderos no hollaban hacía muchos años las plantas de los religiosos, la vegetación, abandonada de sí misma, desplegaba todas sus galas, sin temor de que la mano del hombre la mutilase, creyendo embellecerla. Las plantas trepadoras subían encaramándose por los añosos troncos de los árboles; y las sombrías calles de álamos, cuyas copas se tocaban y se confundían entre sí, se había cubierto de césped; los cardos silvestres y las ortigas brotaban en medio de los enarenados caminos, y en los trozos de fábrica próximos a desplomarse, el jaramago, flotando al viento como el penacho de una cimera, y las campanillas blancas y azules, balanceándose como en un columpio sobre sus largos y flexibles tallos, pregonaban la victoria de la destrucción y la ruina. Era de noche; una noche de verano, templada, llena de perfumes y de rumores apacibles, y con una luna blanca y serena en mitad de un cielo azul, luminoso y transparente. Manrique, presa su imaginación de un vértigo de poesía, después de atravesar el puente, desde donde contempló un momento la negra silueta de la ciudad que se destacaba sobre el fondo de algunas nubes blanquecinas y ligeras arrolladas en el horizonte, se internó en las desiertas ruinas de los Templarios. La medianoche tocaba a su punto. La luna, que se había ido remontando lentamente, estaba ya en lo más alto del cielo, cuando al entrar en una oscura alameda que conducía desde el derruido claustro a la margen del Duero, Manrique exhaló un grito, un grito leve y ahogado, mezcla extraña de sorpresa, de temor y de júbilo. En el fondo de la sombría alameda había visto agitarse una cosa blanca que flotó un momento y desapareció en la oscuridad. La orla del traje de una mujer, de una mujer que había cruzado el sendero y se ocultaba entre el follaje, en el mismo instante en que el loco soñador de quimeras o imposibles penetraba en los jardines. -¡Una mujer desconocida!... ¡En este sitio!... ¡A estas horas! Ésa, ésa es la mujer que yo busco -exclamó Manrique-, y se lanzó en su seguimiento, rápido como una saeta.

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La canción del pirata, de José de Espronceda (1808-1842)

Con diez cañones por banda, viento en popa a toda vela, no corta el mar, sino vuela un velero bergantín; bajel pirata que llaman, por su bravura, el Temido, en todo el mar conocido del uno al otro confín. La luna en el mar ríela, en la lona gime el viento y alza en blando movimiento olas de plata y azul; y va el capitán pirata, cantando alegre en la popa, Asia a un lado, al otro Europa, y allá a su frente Estambul; -"Navega velero mío, sin temor, que ni enemigo navío, ni tormenta, ni bonanza, tu rumbo a torcer alcanza, ni a sujetar tu valor. Veinte presas hemos hecho a despecho del inglés y han rendido sus pendones cien naciones a mis pies. Que es mi barco mi tesoro que es mi dios la libertad, mi ley, la fuerza y el viento, mi única patria la mar. Allá muevan feroz guerra ciegos reyes por un palmo más de tierra,

que yo tengo aquí por mío cuanto abarca el mar bravío, a quien nadie puso leyes. Y no hay playa sea cualquiera, ni bandera de esplendor, que no sienta mi derecho y dé pecho a mi valor. Que es mi barco mi tesoro que es mi dios la libertad, mi ley, la fuerza y el viento, mi única patria la mar. A la voz de ¡barco viene! es de ver cómo vira y se previene a todo trapo a escapar: que yo soy el rey del mar, y mi furia es de temer. En las presas yo divido lo cogido por igual: sólo quiero por riqueza la belleza sin rival. Que es mi barco mi tesoro que es mi dios la libertad, mi ley, la fuerza y el viento, mi única patria la mar. ¡Sentenciado estoy a muerte! yo me río;

no me abandone la suerte, y al mismo que me condena, colgaré de alguna antena quizá en su propio navío. Y si caigo, ¿qué es la vida? Por perdida ya la di, cuando el yugo del esclavo como un bravo sacudí. Que es mi barco mi tesoro que es mi dios la libertad, mi ley, la fuerza y el viento, mi única patria la mar. Son mi música mejor aquilones el estrépito y temblor de los cables sacudidos, del negro mar los bramidos y el rugir de mis cañones. Y del trueno al son violento, y del viento al rebramar, yo me duermo sosegado arrullado por el mar. Que es mi barco mi tesoro, que es mi dios la libertad, mi ley, la fuerza y el viento, mi única patria la mar.

Rima LII Olas gigantes que os rompéis bramando en las playas desiertas y remotas, envuelto entre la sábana de espumas, ¡llevadme con vosotras! Ráfagas de huracán, que arrebatáis del alto bosque las marchitas hojas, arrastrando en el cielo torbellino, ¡llevadme con vosotras! Nubes de tempestad que rompe el rayo y en fuego ornáis las desprendidas orlas, arrebatado entre la niebla oscura, ¡llevadme con vosotras! Llevadme, por piedad, adonde el vértigo con la razón me arranque la memoria... ¡Por piedad!... ¡Tengo miedo de quedarme con mi dolor a solas!

Rima XVII Hoy la tierra y los cielos me sonríen, hoy llega al fondo de mi alma el sol, hoy la he visto..., la he visto y me ha mirado..., ¡hoy creo en Dios!

Gustavo A. Bécquer

Gustavo A. Bécquer

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Literatura Castellana Cenicientas las aguas, los desnudos árboles y los montes cenicientos; parda la bruma que los vela y pardas las nubes que atraviesan por el cielo; triste, en la tierra, el color gris domina, ¡el color de los viejos! De cuando en cuando de la lluvia el sordo rumor suena, y el viento al pasar por el bosque silba o finge lamentos tan extraños, tan hondos y dolientes que parece que llaman por los muertos.

Rima XIX Alguna vez la encuentro por el mundo y pasa junto a mí: y pasa sonriéndose y yo digo ¿Cómo puede reír? Luego asoma a mi labio otra sonrisa máscara del dolor, y entonces pienso: “¡Acaso ella se ríe, como me río yo!”

Seguido del mastín, que helado tiembla, el labrador, envuelto en su capa de juncos, cruza el monte; el campo está desierto, y tan sólo en los charcos que negrean del ancho prado entre el verdor intenso posa el vuelo la blanca gaviota, mientras graznan los cuervos. Yo desde mi ventana, que azotan los airados elementos, regocijada y pensativa escucho el discorde concierto simpático a mi alma... ¡Oh, mi amigo el invierno!, mil y mil veces bien venido seas, mi sombrío y adusto compañero. ¿No eres acaso el precursor dichoso del tibio mayo y del abril risueño? ¡Ah, si el invierno triste de la vida, como tú de las flores y los céfiros, también precursor fuera de la hermosa y eterna primavera de mis sueños...!

Gustavo A. Bécquer

Rima XI Yo soy ardiente, yo soy morena, yo soy el símbolo de la pasión, de ansia de goces mi alma está llena. ¿A mí me buscas? -No es a ti: no. -Mi frente es pálida, mis trenzas de oro, puedo brindarte dichas sin fin. Yo de ternura guardo un tesoro. ¿A mi me llamas? -No: no es a ti. -Yo soy un sueño, un imposible, vano fantasma de niebla y luz; soy incorpórea, soy intangible: no puedo amarte. -¡Oh, ven; ven tú! Gustavo A. Bécquer

Rosalía de Castro (1837-1885)

El día de difuntos de 1836 de Mariano José de Larra Dirigíanse las gentes por las calles en gran número y larga procesión, serpenteando de unas en otras como largas culebras de infinitos colores: ¡al cementerio, al cementerio! ¡Y para eso salían de las puertas de Madrid! Vamos claros, dije yo para mí, ¿dónde está el cementerio? ¿Fuera o dentro? Un vértigo espantoso se apoderó de mí, y comencé a ver claro. El cementerio está dentro de Madrid. Madrid es el cementerio. Pero vasto cementerio donde cada casa es el nicho de una familia, cada calle el sepulcro de un acontecimiento, cada corazón la urna cineraria de una esperanza o de un deseo. Entonces, y en tanto que los que creen vivir acudían a la mansión que presumen de los muertos, yo comencé a pasear con toda la devoción y recogimiento de que soy capaz las calles del grande osario. –¡Necios! –decía a los transeúntes–. ¿Os movéis para ver muertos? ¿No tenéis espejos por ventura? ¿Ha acabado también Gómez con el azogue de Madrid? ¡Miraos, insensatos, a vosotros mismos, y en vuestra frente veréis vuestro propio epitafio! ¿Vais a ver a vuestros padres y a vuestros abuelos, cuando vosotros sois los muertos? Ellos viven, porque ellos tienen paz; ellos tienen libertad, la única posible sobre la tierra, la que da la muerte; ellos no pagan contribuciones que no tienen; ellos no serán alistados ni movilizados; ellos no son presos ni denunciados; ellos, en fin, no gimen bajo la jurisdicción del celador del cuartel; ellos son los únicos que gozan de la libertad de imprenta, porque ellos hablan al mundo. Hablan en voz bien alta y que ningún jurado se atrevería a encausar y a condenar. Ellos, en fin, no reconocen más que una ley, la imperiosa ley de la Naturaleza que allí les puso, y ésa la obedecen.

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ACTIVIDADES El rayo de luna 1. ¿En cuántas partes podemos dividir el fragmento? Coméntalas brevemente. 2. ¿Qué elementos propios del Romanticismo se destacan en el paisaje? 3. ¿Qué rasgos psicológicos presenta el personaje de Manrique? ¿Se trata de un personaje romántico? Justifica tu respuesta. 4. ¿Qué es lo que hace que Manrique se sienta atraído por la mujer al final del fragmento? 5. Busca la leyenda completa en la biblioteca o en internet y redacta un resumen que incluya el final de la historia. La canción del pirata 1. ¿Por qué Espronceda escoge al pirata como protagonista de su poema? ¿Qué ideal romántico representa? 2. A lo largo del poema se va repitiendo el estribillo. ¿Qué cuatro elementos destaca el poeta y con qué los compara? ¿Crees que esas comparaciones se avienen con la mentalidad burguesa típica? 3. Señala, explica y comenta las opiniones que el protagonista expresa sobre la riqueza material y la muerte. Poema de Rosalía de Castro 1. Cita los elementos del poema relativos a percepciones sensoriales. 2. ¿Por qué la autora describe un paisaje de invierno? 3. ¿Qué sentido tiene la última estrofa en relación al conjunto del poema? Rimas de Bécquer 1. Haz un listado de elementos románticos que observamos en las rimas de Bécquer 2. ¿Qué rasgos de la personalidad de Bécquer se deducen de la lectura de las rimas? ¿Tiene algo que ver con el protagonista de El Rayo de luna? El día de difuntos de 1836

1. La intención de Larra es retratar las costumbres de su tiempo, en este caso se plantea hacer una crónica del día de Difuntos. ¿Cuál es la costumbre española en ese día? ¿Perdura hasta el presente? ¿Hay algún cambio? 2. El artículo toma como excusa un aspecto costumbrista para hacer crítica política. ¿De qué modo? 3. Observa el perspectivismo del fragmento: Larra se desdobla en narrador y personaje. ¿Qué aporta esta doble presencia? 4. Comenta el contraste entre la realidad inmediata y la interpretación que Larra hace de ella. 5. ¿Qué comparaciones y metáforas utiliza el autor en el fragmento? ¿Cómo revelan su estado de ánimo y su actitud ante la realidad?

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UNIDAD 5 REALISMO Y NATURALISMO

La segunda mitad del siglo XIX Es importante conocer la situación histórica y cultural de España en la segunda mitad del siglo XIX. Situación de España. Situación histórica - La burguesía, formada por grandes empresarios y terratenientes, es la clase dominante del país. Se instalan en el poder y se vuelven conservadores y moderados.

Situación socio-cultural - El positivismo, corriente filosófica que surge tras los avances técnicos y científicos, propone la observación rigurosa y la experimentación como únicos métodos para llegar al conocimiento de la realidad. Se desechan las corrientes románticas en las que predominaba el sentimiento y la imaginación. Surge el realismo literario que pretende reflejar la realidad tal y como es.

- Los progresistas, integrados por pequeños - El evolucionismo es un nuevo método experimental sobre las leyes de la empresarios, artesanos y militares de baja graduación, se enfrentan al conservadurismo y a los herencia y la evolución de las especies. Este método pretende explicar el privilegios de los ricos. comportamiento del hombre. Los escritores naturalistas reflejan estas corrientes en sus obras. - El proletariado, clase a la que pertenecen los obreros y campesinos, intenta defender sus intereses; socialismo y anarquismo se enfrentan al sistema político dominante. La caída de Isabel II en 1868 abre el camino hacia un gobierno republicano. Situación literaria Los cambios sociales y las nuevas corrientes ideológicas que surgen en esta segunda mitad del siglo XIX influyen en la producción literaria. La fantasía y la subjetividad del Romanticismo, así como la expresión libre de sus sentimientos más íntimos son sustituidas por todo aquello que rodea al hombre. El Realismo y el Naturalismo sustituyen al Romanticismo.

Rasgos fundamentales del Realismo español Los rasgos fundamentales del Realismo español se podrían sintetizar en los siguientes puntos: •

La observación de la realidad: No es realismo la reproducción desnuda de la vida. El auténtico objetivo es hacer una crítica de los hechos, la verdad que ocultan. En este sentido, cada autor adopta una perspectiva particular y elige las historias que le permitan mostrar con más eficacia la verdadera naturaleza del mundo. El interés por lo cotidiano: Los materiales han de tomarse del entorno inmediato y contemporáneo. En la literatura entran los barrios, las fábricas, el campo... Los personajes no se limitan a un único segmento, se intenta representar un espectro social amplio.

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Literatura Castellana • • •

La descripción de los ambientes: El escenario no es indiferente. Se intenta poner en relación con los personajes e incluso incorpora elementos simbólicos, metafóricos. La defensa de tesis morales con un propósito didáctico: El arte ha de servir para que una serie de ideas echen raíces en la vida cotidiana y contribuyan al esclarecimiento de la realidad. El predominio de la novela como género literario: El narrador suele ser omnisciente e interviene en la historia a través de sus opiniones y comentarios.

El Naturalismo en España El Naturalismo lleva hasta el extremo los postulados de la literatura realista. Es la consecuencia lógica de un siglo entusiasmado con el dato objetivo. El autor asume el papel de "científico" y analiza el cuerpo social como si fuera un enfermo al que es preciso diagnosticar y poner un tratamiento: "al problema, por sus causas", si somos capaces de determinar el origen del mal, podremos curarlo. El francés Émile Zola es el creador de la corriente. Piensa que son las leyes naturales las que gobiernan al hombre y explican sus reacciones, por eso "experimenta" con sus personajes colocándolos en determinadas situaciones para ver cómo las circunstancias determinan sus actos. El Naturalismo tuvo poco éxito en España, sobre todo, por dos razones: •

Concede demasiado peso a la herencia biológica y al influjo del medio social sobre el individuo. Roza el determinismo (la vida del hombre viene marcada desde una instancia ajena a él) negando la libertad de la persona y enfrentándose directamente la idea católica del libre albedrío que es la que secularmente ha imperado en nuestro país. Las novelas naturalistas muestran a los aspectos más sucios, bajos y sórdidos de la sociedad, lo que no fue bien acogido entre las clases “bienpensantes”.

Se suelen señalar aspectos naturalistas en la obra de Clarín, pero nosotros nos centraremos en dos casos más claros: Emilia Pardo Bazán y Vicente Blasco Ibáñez.

SELECCIÓN DE TEXTOS

Si la hubieras visto...! Fortunata tenía los ojos como dos estrellas [...] Fortunata tenía las manos bastas de tanto trabajar, el corazón lleno de inocencia... Fortunata no tenía educación; aquella boca tan linda se comía muchas letras y otras las equivocaba. Decía indilugencias, golver, asín. Pasó su niñez cuidando el ganado. ¿Sabes lo que es el ganado? Las gallinas. [...] Yo la perdí, la engañé, le dije mil mentiras, le hice creer que me iba a casar con ella. ¿Has visto?... ¡Si seré pillín!... Déjame que me ría un poco... Sí, todas las papas que yo le decía, se las tragaba... El pueblo es muy inocente, es tonto de remate, todo se lo cree con tal que se lo digan con palabras finas... La engañé, le garfiñé su honor, y tan tranquilo. Los hombres, digo, los señoritos, somos unos miserables; creemos que el honor de las hijas del pueblo es cosa de juego... No me pongas esa cara, vida mía. Comprendo que tienes razón; soy un infame, merezco tu desprecio; porque... lo que tú dirás, una mujer es siempre una criatura de Dios, ¿verdad?... y yo, después que me divertí con ella, la dejé abandonada en medio de las calles... justo... su destino es el destino de las perras... Di que sí. Benito Pérez Galdós (1843-1920) , Fortunata y Jacinta

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En cuanto a la belleza y donaire corporal de Pepita, crea usted que lo he considerado todo con entera limpieza de pensamiento. Y aunque me sea costoso el decirlo, y aunque a usted le duela un poco, le confesaré que si alguna leve mancha ha venido a empañar el sereno y pulido espejo de mi alma, en que Pepita se reflejaba, ha sido la ruda sospecha de usted, que casi me ha llevado por un instante a que yo mismo sospeche. Pero no. ¿Qué he pensado yo, qué he mirado, qué he celebrado en Pepita, por donde nadie pueda colegir que propendo a sentir por ella algo que no sea amistad y aquella inocente y limpia admiración que inspira una obra de arte, y más si la obra es del Artífice soberano, y nada menos que su templo? Por otra parte, querido tío, yo tengo que vivir en el mundo, tengo que tratar a las gentes, tengo que verlas, y no he de arrancarme los ojos. Usted me ha dicho mil veces que me quiere en la vida activa, predicando la ley divina, difundiéndola por el mundo, y no entregado a la vida contemplativa en la soledad y el aislamiento. Juan Valera (1824-1905), Pepita Jiménez

Ana corrió con mucho cuidado las colgaduras granate, como si alguien pudiera verla desde el tocador. Dejó caer con negligencia su bata azul con encajes crema, y apareció blanca toda, como se la figuraba don Saturno poco antes de dormirse, pero mucho más hermosa que Bermúdez podía representársela. Después de abandonar todas las prendas que no habían de acompañarla al lecho, quedó sobre la piel de tigre, hundiendo los pies desnudos, pequeños y rollizos, en la espesura de las manchas pardas. Un brazo desnudo se apoyaba en la cabeza, algo inclinada, y el otro pendía a lo largo del cuerpo, siguiendo la curva graciosa de la robusta cadera. [...] Abrió el lecho. Sin mover los pies, dejose caer de bruces sobre aquella blandura suave con los brazos tendidos. Apoyaba la mejilla en la sábana y tenía los ojos muy abiertos. La deleitaba aquel placer del tacto que corría desde la cintura a las sienes. [...] Se acordó de que no había conocido a su madre. [...] Esta costumbre de acariciar la sábana con la mejilla la había conservado desde la niñez. Una mujer seca, delgada, fría, ceremoniosa, la obligaba a acostarse todas las noches antes de tener sueño. Apagaba la luz y se iba. Anita lloraba sobre la almohada [...]. Aquella blandura de los colchones era todo lo maternal con que ella podía contar; no había más suavidad para la pobre niña. [...] Recordaba vagamente un perro de lanas, noble y hermoso; debía de ser un terranova. ¿Qué habría sido de él? El perro se tendía al sol, con la cabeza entre las patas, y ella se acostaba a su lado y apoyaba la mejilla sobre el lomo rizado, ocultando casi todo el rostro en la lana suave y caliente. En los prados se arrojaba de espaldas o de bruces sobre los montones de yerba segada. Como nadie la consolaba al dormirse llorando, acababa por buscar consuelo en sí misma, contándose cuentos llenos de luz y de caricias. Leopoldo Alas, Clarín (1852-1901), La Regenta

Al día siguiente, muy temprano, a la hora de siempre, Pinín y Rosa fueron al prao Somonte. Aquella soledad no lo había sido nunca para ellos triste; aquel día, el Somonte sin la Cordera parecía desierto. De repente silbó la máquina, apareció el humo, luego el tren. En un furgón cerrado, en unas estrechas ventanas altas o respiraderos, vislumbraron los hermanos gemelos cabezas de vacas que, pasmadas, miraban por aquellos tragaluces. -¡Adiós, Cordera! - gritó Rosa, adivinando allí a su amiga, a la vaca abuela. -¡Adiós, Cordera! - vociferó Pinín con la misma fe, enseñando los puños al tren, que volaba camino de Castilla. Y, llorando, repetía el rapaz, más enterado que su hermana de las picardías del mundo: -La llevan al Matadero... Carne de vaca, para comer los señores, los curas..., los indianos. -¡Adiós, Cordera! -¡Adiós, Cordera! Y Rosa y Pinín miraban con rencor la vía, el telégrafo, los símbolos de aquel mundo enemigo que les arrebataba, que les devoraba a su compañera de tantas soledades, de tantas ternuras deliciosas, para sus apetitos, para convertirla en manjares de ricos glotones... -¡Adiós, Cordera! -¡Adiós, Cordera! Leopoldo Alas, Clarín (1852-1901), ¡Adiós, Cordera!

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-¿Quién piensa en la muerte? Eso, no; yo me encuentro muy a gusto en este mundo fandanguero, y hasta le tengo ley a los trabajillos que paso. Morirse no [...]. Me conformo [con esta vida], porque no está en mi mano el darme otra. Venga todo antes que la muerte, y padezcamos con tal que no falte un pedazo de pan, y pueda uno comérselo con dos salsas muy buenas: el hambre y la esperanza. [...] ¡Estaría bueno que nos dejáramos morir de hambre, estando las tiendas tan llenas de cosas de substancia! Eso no: Dios no quiere que a nadie se le enfríe el cielo de la boca por no comer, y cuando no nos da dinero, un suponer, nos da la sutileza del caletre para inventar modos de allegar lo que hace falta, sin robarlo... eso no. Porque yo prometo pagar, y pagaré cuando lo tengamos. Ya saben que somos pobres... que hay formalidad encasa, ya que no haigan otras cosas. [...] -Es que tú no tienes vergüenza, Nina; quiero decir, decoro; quiero decir, dignidad. -Yo no sé si tengo eso; pero tengo boca y estómago natural, y sé también que Dios me ha puesto en el mundo para que viva, y no para que me deje morir de hambre. Los gorriones, un suponer,¿tienen vergüenza? ¡Quiá!... lo que tienen es pico... Y mirando las cosas como deben mirarse, yo digo que Dios, no tan sólo ha criado la tierra y el mar, sino que son obra suya mismamente las tiendas de ultramarinos, el Banco de España, las casas donde vivimos y, pongo por caso, los puestos de verdura... Todo es de Dios. Benito Pérez Galdós (1843-1920), Misericordia

La menor no hay duda que era muy linda, blanca con cabellos negros, alta y esbelta, pero la mal disimulada pasión del ánimo, las cárdenas ojeras, amenguaban su atractivo para don Pedro, que no estaba por romanticismo. [...] Nucha asemejábase bastante a la menor, sólo que en feo: sus ojos, de magnífico tamaño, negros también como moras, padecían leve estrabismo convergente [...] Manolita ofrecía otro tipo distinto, admirándose en ella lozanas carnes y suma gracia [...] A la que no se podía poner tachas era a Rita, la hermana mayor. Lo que más cautivaba a su primo, en Rita, no era tanto la belleza del rostro como la cumplida proporción del tronco y los miembros, la amplitud y redondez de la cadera, el desarrollo del seno, todo cuanto en las valientes y armónicas curvas de su briosa persona prometía la madre fecunda y la nodriza inexhausta. ¡Soberbio vaso en verdad para encerrar un mocoso legítimo, magnífico patrón donde injertar el heredero, el continuador del nombre! El marqués presentía en tan arrogante hembra, no el placer de los sentidos, sino la numerosa y masculina prole que debía rendir; bien como el agricultor que ante un terreno fértil no se prenda de las florecillas que lo esmaltan, pero calcula aproximadamente la cosecha que podrá rendir al terminarse el estío. Emilia Pardo Bazán (1851-1921), Los Pazos de Ulloa

Por qué no eran suyos los campos? Todos sus abuelos habían dejado la vida entre aquellos terrones; estaban regados con el sudor de la familia; si no fuera por ellos, por los Barret, estarían las tierras tan despobladas como la orilla del mar... y ahora venía a apretarle la argolla, a hacerle morir con sus recordatorios, aquel viejo sin entrañas que era el amo, aunque no sabía coger un azadón ni en su vida había doblegado el espinazo... ¡Cristo! ¡Y cómo arreglan las cosas los hombres!... Pero estas rebeliones era momentáneas; volvía a él la sumisión resignada del labriego, el respeto tradicional y supersticioso para la propiedad: había que trabajar y ser honrado. Y el pobre hombre, que consideraba el no pagar como la mayor de las deshonras, volvía a la carga cada vez más débil, más extenuado, sintiendo en su interior el lento desplome desu energía, convencido de que no podría prolongar la situación, pero indignado ante la posibilidad tan sólo de abandonar un palmo de las tierras de sus abuelos. Vicente Blasco Ibáñez (1867-1928), La Barraca

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ACTIVIDADES

Pepita Jiménez Es una novela epistolar que cuenta la historia de un seminarista, Luis de Vargas, cuya vocación se derrumba ante los encantos de la protagonista, Pepita, prometida de su padre. La pareja acabará felizmente casada. El relato está constituido por las cartas que Luis remite a un tío suyo, un excelente recurso para que el lector perciba entre líneas las dudas y la evolución psicológica del joven. 1. El pasaje está tomado de una de las cartas que Luis de Vargas remite a su tío hablándole de Pepita, la prometida de su padre. Se puede apreciar que Luis vive con una conciencia “a dos niveles”: lo que dice explícitamente –que su admiración por Pepita es “inocente y limpia” – y unos sentimientos amorosos que intenta ocultar por su condición de seminarista. ¿Cómo se manifiesta esta dualidad en el texto? Se habla de amistad, pero ¿qué se lee entre líneas? 2. ¿Cómo aparece caracterizada Pepita al comienzo del texto? Más tarde se hace hincapié en su condición de criatura de Dios, ¿por qué?, ¿con qué se la identifica? ¿Refuerza este retrato en dos fases la dualidad de que venimos hablando? 3. Luis de Vargas no es sincero con su tío, pero ¿es sincero consigo mismo?, ¿cómo intenta justificarse?, ¿qué argumentos emplea?, ¿cómo estructuran el texto?, ¿son excusas para su tío o para tranquilizar su conciencia. Fortunata y Jacinta El pasaje forma parte de la confesión que hace el acomodado Juanito Santa Cruz a su mujer, Jacinta, admitiendo que ha sido el amante de Fortunata, una muchacha del pueblo. 1. ¿Cómo se describe a Fortunata y cómo habla el propio Juanito Santa Cruz de sí mismo? Comenta el contaste. 2. Los personajes son representativos de una clase social. ¿Cómo se percibe esto en el texto? Fíjate en que incluso llegan a resaltarse términos característicos del habla vulgar. ¿Cómo se generaliza su caso concreto? 3. Reflexiona brevemente sobre el papel que parece corresponder a la mujer y al hombre en el texto. La Regenta Su protagonista, la joven Ana Ozores, está casada con Víctor Quintanar, Regente de Vetusta (ciudad tras la que se esconde Oviedo), un hombre mayor que no le proporciona el cariño que necesitaría. Esto da pie a que otros dos hombres se acerquen para cubrir esta carencia. De un lado está Fermín de Pas, su confesor, magistral de la Catedral, quien le ofrece una religiosidad sentimental, paliativa, consoladora. Por otro, está Álvaro Mesía, un donjuán que la tienta con su sensualidad romántica. El argumento sirve al análisis psicológico de los personajes y a una crítica social feroz contra la aristocracia, la burguesía, el clero y el pueblo. Víctor, Fermín y Álvaro son tres fuerzas que tiran a la vez de Ana. La conclusión es la esperada: el juguete se rompe. Ana cae en los brazos del cínico Mesía que luego la abandona. El adulterio provoca un duelo en el que Quintanar muere. Fermín reniega de ella. Ana queda sola y aislada. 1. Si nos dejamos llevar por las primeras líneas del texto podríamos pensar que nos encontramos ante un pasaje de tono erótico. Señala los elementos que contribuyen a transmitir esta impresión

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Literatura Castellana 2.

La muchacha piensa en su madre. En este punto, el texto da un giro inesperado. Coméntalo. Explica cómo se reinterpretan la caricia de la sábana sobre la piel y el tacto de la piel de tigre. ¿Cambia el tono del fragmento? ¿A qué da paso el erotismo?

3.

Ana Ozores se define por la falta de cariño. ¿Cómo se muestra esto en el pasaje que hemos elegido?

4.

Un rasgo de estilo: la evocación. Pasa por ser una característica propia de la novela moderna. Puedes investigar algo al respecto interesándote por Marcel Proust y su obra En busca del tiempo perdido. ¿Qué se evoca allí? ¿Con qué anécdota? ¿Se puede comparar con lo que ocurre en La Regenta?

5.

Fíjate en la manera en que Ana Ozores recupera su infancia. ¿Qué consuelo encuentra para el dolor y la soledad? ¿Cómo se manifiesta este contraste en el texto? Fíjate que el pasaje está dominado por lo sensorial (tacto, vista). ¿Qué paralelo existe entre pasado y presente?

Misericordia, ¡Adiós, Cordera! y La barraca En Misericordia, la protagonista, la vieja criada Nina, ayuda a su señora doña Paca a salir adelante en medio de la pobreza y las penurias. En ¡Adiós, Cordera!, Pinín y Rosa han de despedirse de la vaca Cordera, cuando la llevan al matadero. En La barraca se nos presentan los modos y costumbres de la huerta valenciana y sus contrastes de clase. 1. Qué nos enseña el fragmento de Misericordia sobre el carácter de Nina? Fíjate en su "conformismo" y en las resonancias evangélicas del fragmento. ¿Cómo piensa en solucionar sus problemas? Compáralo ahora con el pasaje de La barraca. ¿Qué aprecias? ¿Hay un cambio en el tono? ¿Y en el fondo? ¿Qué aspectos unen los dos pasajes y cuáles los diferencian? Añade a estas observaciones las que hagas sobre la muestra de "¡Adiós, Cordera!". ¿A cuál de los dos textos anteriores se asemeja más? 2. Los tres ejemplos que barajas tratan el problema de la pobreza y los diferentes modos de enfrentarse a ella. ¿Podríamos trazar una línea que va del Realismo al Naturalismo? ¿Cuál es más combativo? ¿Cuál introduce detalles más violentos? ¿Cuál analiza de forma crítica (a veces despiadada) la realidad del cuerpo social? ¿En cuál hay más esperanza?

Los Pazos de Ulloa En el Fragmento de Los Pazos de Ulloa, Pedro, el protagonista, elige mujer entre sus primas. 1. Comenta los rasgos naturalistas que observes en el fragmento. 2. ¿Qué te parecen las consideraciones que hace el marqués sobre la que será su esposa?

REDACCIÓN Escoge el personaje del Realismo que más te haya gustado y escribe una carta como si fueras él. Refiere las circunstancias por las que estás pasando e imagina un final para tu historia (no tiene por qué coincidir con el que se da en la novela). Procura incluir los aspectos psicológicos (motivaciones, sentimientos, esperanzas), morales (carácter del personaje) y de estilo que has venido observando.

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Literatura Castellana

CUADRO CRONOLÓGICO DE LA LITERATURA DEL SIGLO XX

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