Pág. 25
PORQUE TE AMABA, TE DEJÉ PARTIR Por Erica de la O Conferencista, Master Coach y Locutora Internacional www.EricaconC.com www.LatinoRadioTV.com
¿Eres de los que le suplica a Dios que no se lleve a tu ser amado aún y a pesar de que lo ves sufrir? Yo tenía escasamente 18 años, muchos sueños y un futuro prometedor al lado del hombre que con su semillita permitió que yo viniera al mundo. Él fue el primer hombre de mi vida, el que me enseñó a ser fuerte, valiente, trabajadora, luchadora, competitiva, entradora, atrevida, juguetona, bailarina, entregada, sonriente...
“Aférrate a la vida cuando estás viviendo no cuando estás muriendo” – Erica de la O Tal vez esto te esté pasando ahora, y le pidas a toda persona que de blanco viste, que le salve, que haga todo lo que esté en sus manos para mantener con vida a tu ser amado, luego volteas al cielo y suplicas por su pronta recuperación; te entiendo perfectamente, no quieres sentir ese dolor que te está oprimiendo el pecho y desgarrando las entrañas, yo lo sentí, sin embargo, para el día 10, empaticé con mi padre, y no solo me puse sus zapatos, caminé con ellos. Fue entonces que me arrodillé, le rogué y le supliqué a Dios que se lo llevara, dejando a un lado mi egoísmo de querer quedármelo a como diera lugar; en ese momento comprendí que mis oraciones hacia Dios deberían ser desde ese momento y hasta el día de hoy “Hágase tu voluntad y no la mía”
...una niña, joven y adulta de hierro y con un gran corazón. Lo amaba tanto, que SIEMPRE estuve con él, en sus momentos más difíciles y en los de completa algarabía. Él era un hombre indestructible y cuando se ponía sensible era un pequeño buscando los brazos protectores de mamá, creo que desde ahí comenzó a florecer mi maternidad y protección hacia otro humano. Para él era muy complicado comunicar con palabras el amor profundo que sentía por su familia, pero sus HECHOS LO DECÍAN TODO, años después lo comprendí, pues siendo yo una persona altamente auditiva no alcanzaba a comprender porque no me lo decía cuando a gritos (sentido figurado) yo se lo pedía, muchas veces estuve enojada y triste por ello ¿Te ha pasado algo igual? Un día, en un trágico accidente, así de la noche a la mañana, llegó a una sala de emergencias, a un helado hospital y por 11 días, en terapia intensiva y con varias intervenciones quirúrgicas, luchó para seguir estando a mi lado. No sabes cuánto lloré y le supliqué a la vida que no me lo arrebatara, mientras esperaba en una sala de espera helada y escalofriante, tirada en el suelo con unas cuantas cobijas por las noches y en el día donde hubiese lugar, esperando noticias sobre su salud. Cada que me tocaba verlo, por escasamente 10 minutos, quería ser yo la que estuviese en su lugar, definitivamente hubiese dado mi vida por él. Hablaba con él, lo acariciaba, lo besaba, y agarraba sus manos para que el acariciara mi rostro mientras mis lágrimas caían. Cuando él estaba un poco lúcido pedía unos tacos al pastor, creo que por eso son mis favoritos; y cuando estaba en completo dolor, lo amarraban para que no se quitara todos los tubos que tenía pues ya lo había intentado antes y eso no ayudaba, y claro, a mí me desgarraba.
Fotografía: Sitio.com
Continuación…