Revista del Ejército de Salvación
del Territorio de México
484 / Diciembre / 2019
La Buena Nueva Debe ser Compartida
El Grito
de Guerra
Contra todo mal
484-12-19
Fundador: William Booth Líder Internacional: General Brian Peddle Líder Nacional: Comisionado Oscar Sánchez Distribución y dirección de la revista: San Borja Nº 1456 Col. Vértiz Narvarte México, D.F. 03600 Tel. (55) 5559-5244
Página Web: www.ejercitodesalvacion.mx Editor: Mayora Ruth Ruiz Nuñez Diseño Gráfico: Christy Camarillo Mtz. Oficinas Divisionales Tamborel Nº 601 Col. Santa Rosa Chihuahua, Chih. 31050 Calle 19, No. 116 x 22 y 24 - Col. México Mérida, Yuc. 97128 Alicante No. 88 - Col. Alamos México, D.F. 03400 Calle Norte #3720 Col. Burócratas Municipales Monterrey, N.L. C.P. 64769
NOTA EDITORIAL El último día del año se cuantan los minutos antes de que inicie un nuevo año. ¿Te has preguntado si has aprovechado bien tu tiempo este año? El Apóstol Pablo, sabía que su tiempo era corto, y sacó el máximo provecho a la vida que Dios le dio en la Tierra. Una de sus prioridades fue darse a los demás hasta sus últimos días. Dedicó su tiempo y energía a instruir a sus hermanos creyentes y a orar por ellos. El apóstol sabía también que la vida cristiana implica luchas. Y era realista al reconocer sus propias imperfecciones (Romanos 7:5-25). Esto significaba que, para hacer el mejor uso de su tiempo, tenía que perseverar, mantener su fe en las promesas de Dios y confiar en el poder divino para alcanzar la victoria. Por eso, Pablo pudo decir al final de su vida: “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe” (2 Timoteo 4:7). La vida es un regalo. Cada uno de nosotros tiene un número limitado de días en esta tierra. ¿Cómo va usted a utilizar su tiempo para poder decir confiadamente, como Pablo, que terminó bien?
¡Feliz y bendecido Año Nuevo!
Número de reserva 872-102 Publicación Mensual Registro 091-0989, características 218451210 Certificado de Licitud y Contenido 3235 Licitud de Título 3939, 8 mayo 1989
CONTENIDO
Impreso en TRANS-FORMACIÓN Móvil: 55 5963-1931 e-mail: periodicotransformacion@gmail.com
DECLARACIÓN FUNDAMENTAL DE MISIÓN El Ejército de Salvación, es un movimiento Internacional y es parte de la Iglesia Evangélica Universal Cristiana. Su mensaje está basado en la Biblia. Su ministerio está motivado por su amor a Dios. Su misión es predicar el Evangelio del Señor Jesucristo y suplir las necesidades humanas en Su nombre sin ninguna discriminación.
PROPÓSITO DE LA PUBLICACIÓN
-Propagar el Evangelio de Jesucristo -Promover la vida santificada y -Procurar la participación en nuestra empresa terrenal.
Para más información o comentarios comuníquese con nosotros.
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¡Pensándolo mejor…! Comisionado Oscar Sánchez Pág. 5
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Etapas de la Vida Tte. Coronel Tim Foley Pág. 6
Prepárese Para Cambiar de Dirección Karen Swallow P. Pág.10
La buena Nueva Debe ser Compartida - General Brian Peddle Atesorar - Juan López ¡Pensándolo mejor…! - Comisionado Oscar Sánchez Etapas de la Vida - Tte. Coronel Tim Foley Dieta - Juan Gómez El niño del tambor en Nosotros - Jonathan Parnell Misión de Dios - Mayor Miguel Rodríguez Prepárese Para Cambiar de Dirección - Karen Swallow P. Apertura de la Clínica Médica Preventiva
La Buena Nueva Debe ser Compartida "Y al verlo, dieron a conocer lo que se les había dicho acerca del niño" (Lucas 2:17).
Jesús tal “como se les había dicho” (v. 20).
Cuando alguien ha experimentado algo bueno, no puede dejar de hablar de eso. Puede ser una cena memorable, un buen libro, una película buena, música contemporánea, teatro dramático, paisajes rurales. Cualquiera sea la experiencia, deja tal impresión en nosotros que queremos compartirla con los demás. ¡Tenemos que compartirla! La buena nueva tiene que ser compartida.
Tal fue el impacto de su experiencia en el monte y en el pesebre, sólo tenían que contar la gran historia. La noticia era tan tremenda y gozosa que no podían quedársela para ellos mismos. La noticia acerca de Jesús trajo luz a la oscuridad de un mundo devastado. Lo mismo que los pastores, nosotros también debemos darnos cuenta de que esta noticia no es sólo para nosotros – debe ser compartida.
Actualmente cuando las personas descubren que están esperando un bebé, muchas de ellas buscan maneras creativas para compartir la noticia; algunos organizan una fiesta para compartir el género del bebé aun no nacido; otros tienen celebraciones; y cuando por fin nace el bebé lo anuncian de manera clara y rotunda. El nacimiento de Jesús fue anunciado con una nueva estrella luminosa que apareció en el cielo. Un coro angelical estalló con un canto para comunicar la buena nueva. Los pastores que no sospechaban, se encontraban cuidando de sus ovejas como cualquier otra noche, cuando de pronto el cielo se iluminó y escucharon la más maravillosa noticia de una manera espectacular. Se les apareció un ángel para dar a los pastores el mensaje personalmente (Lucas 2:9-12). Este fue un mensaje detallado – el ángel describió claramente quien era Jesús (v. 11) y cómo le encontrarían (v. 12). Así que los pastores viajaron hasta el establo y hallaron a
En mi mensaje de Navidad a los salvacionistas y amigos, empleados y seguidores, estoy haciendo un llamado para que cada uno de nosotros renovemos nuestra confianza en el evangelio. Juan el Bautista predicó un evangelio de arrepentimiento y preparó el camino para Jesús. Dios envió a su único Hijo para salvar al mundo. Jesús envió después a sus discípulos para predicar la buena nueva, hacer milagros y formar discípulos. Durante el Pentecostés permitió que los discípulos compartieran el evangelio en muchas lenguas y empoderó a la primera iglesia a expandir la historia del Salvador a nuevas tierras y pueblos. El apóstol Pablo declara: “A la verdad, no me avergüenzo del evangelio, pues es poder de Dios para la salvación de todos los que creen: de los judíos, primeramente, pero también de los gentiles” (Romanos 1:16). Somos un Ejército de Salvación – el evangelio es el mensaje de salvación que predicamos en palabras y expresamos en acciones. La buena nueva de Jesús trae esperanza a los que están perdidos, luz a los que están en la oscuridad, gozo a los que están desesperados. Ofrece una transformación verdadera a los que están atrapados por la adicción, desilusionados por el materialismo o están
buscando un propósito y dirección. Compartimos el evangelio porque hemos experimentado por nosotros mismos su verdad y poder, y conocemos personalmente al “autor y perfeccionador”, por lo tanto, tenemos confianza en el poder de transformación del evangelio sobre los demás. En esta Navidad, y mucho después, sigamos el ejemplo de los ángeles y los pastores. Usemos cada oportunidad y todos los medios posibles para difundir el mensaje de quién es Jesús, mostrando a las personas en dónde pueden hallar a Jesús para que también tengan una relación de salvación y personal con Cristo vivo. No es solamente una buena noticia – es la mejor noticia. ¡Compartámosla!
Brian Peddle General
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Atesorar
“Pero María atesoraba todas estas cosas, reflexionando sobre ellas en su corazón” (Lucas 2:19). La historia de la Navidad es una historia que invita a la reflexión. Sin embargo la temporada navideña es quizá una de las temporadas más difíciles en este sentido. Las celebraciones en el trabajo, los programas especiales en la iglesia, las tareas de la escuela y los encuentros familiares, prácticamente hacen casi imposible el tener tiempo de reflexión. La encarnación de nuestro Señor Jesucristo nos invita a la reflexión pero no por el simple hecho de considerar las bendiciones recibidas durante el año, que en unos días terminará, o añorando el tiempo en familia o con nuestros hermanos en la fe. La Navidad es una invitación a considerar la gran obra de Dios en nuestro favor, a darnos cuenta de la magnitud del problema de la humanidad, pero
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también de la magnitud de Su gran amor por nosotros. Estas son buenas noticias, noticias de gran gozo que nos muestran la buena voluntad de Dios. Son noticias que también tienen implicaciones funcionales al pensar que en Él experimentamos al “Admirable Consejero” cuando nos encontramos en situaciones que no sabemos qué hacer, al “Dios Fuerte” en el que podemos encontrar nuestra seguridad, al “Padre Eterno” en quien encontramos aceptación y amor incondicional, y al “Príncipe de paz” quien en medio de la realidad de vivir en un mundo incierto nos da una paz que sobrepasa todo entendimiento. En el gran plan de Dios de redención para la humanidad estaba también el aspecto personal de las implicaciones de su venida. Así como para María esta obra de Dios fue muy personal, también para nosotros hoy esta historia tiene que capturar nuestra atención, nuestra
imaginación, nuestros pensamientos, pero especialmente nuestros afectos y corazón. Es un ejercicio de reflexión que nos debe llevar, como a María, también a atesorar la obra de Dios en nuestra vida de manera que todo lo demás tome un segundo lugar, que toda atadura pierda su fuerza, que todo otro afecto pierda su valor y que toda otra gloria se opaca en comparación. Piensa en esto, y encuentra tu descanso en Él.
Juan Gómez
¡Pensándolo mejor…! Las celebraciones de la Navidad, especialmente aquellas que caen en los excesos, tienen sus críticos. En años recientes es común encontrar pequeños anuncios que recuerdan al transeúnte que “Cristo es la razón de estas fiestas,” o que mantengamos a Cristo en la Navidad. Estos recordatorios son necesarios ya que fácilmente el verdadero sentido de la Navidad puede perderse entre las celebraciones y la explotación comercial. De buenas a primeras nos preguntamos por qué celebramos la Navidad de la manera que lo hacemos – algunos convirtiéndolo en una especie de carnaval de indulgencias. Mas, ¿acaso la vida de Jesús no comenzó en circunstancias poco ventajosas? ¿No terminó la misma en forma ignominiosa con derramamiento de su sangre en una cruz en el Calvario? ¿Por qué nos preocuparíamos en pensarlo mejor, sobre esta persona que inició su vida con la humillación en Belén y terminó con la tragedia del Calvario? ¿Qué posible relación puede tener nuestra celebración contemporánea de la Navidad tan festiva con este “Varón de dolores” que tuvo un final penoso? Nuestro primer pensamiento sería, quizá muy poco. Pero precisamos pensar mejor sobre este asunto. Y no por eso dejamos la celebración fuera. Los cánticos deben estar presentes. ¿Acaso no fueron los ángeles que en
gran coro llenaron esa noche de melodías angelicales mientras María envolvía su recién nacido hijo en pañales y lo acostaba en un pesebre? Los regalos deben estar presentes. ¿Acaso no vinieron Reyes sabios del oriente, interpretando las señales de los cielos, trayendo regalos de oro, incienso y mirra? ¡Y con certeza que debe haber gozo! ¿Acaso la llegada saludable de un hijo, uno que era esperado, no es motivo para gozarse? María, aún cantando su Magnificat, seguro que estaría de acuerdo. Y también su prima Elizabeth y su esposo Zacarías, quienes todavía estaban maravillados ante el milagro de ser padres a una edad avanzada. Entonces, “pensándolo mejor”, no se puede culpar a Belén por la pobreza en sus alrededores en medio del cual nació Jesús. No fue el primer niño en haber nacido en medio de un establo de animales. Sin duda que hemos visto otros niños luchando por sus vidas en ambientes más hostiles. Hoy día conocemos muchos padres que considerarían lo que tuvieron María y José como un lujo comparado a unas hojas de cartón o plásticos donde deben criar a sus recién nacidos. Las masas de migrantes desplazadas por el mundo impulsadas por las guerras, violencia, pobreza y otros factores multiplican este drama cada día
en la medida que siguen procurando por un mundo mejor y con mejores oportunidades. Sin embargo, el nacimiento de Jesús marcó la historia. El calendario del mundo se funda en ese hecho, aunque millones no tengan idea de eso. Cada vez que un documento es fechado, Dios recuerda Belén, y también nosotros deberíamos hacer lo mismo. La humildad de la encarnación de Cristo va más allá de un lugar pobre o de cierto estatus. Dios, el Creador, Gobernador y Preservador de todas las cosas, aquí se inserta así mismo en el escenario humano. Desde su primer suspiro al nacer como humano hasta su grito final en la cruz del Calvario, Jesús es parte del drama de la humanidad. El nacimiento del infante Jesús fue un evento único en el cual Dios se acerca al hombre. En un acto de incomparable humildad, de condescendencia divina, Dios dio a su Hijo unigénito. Dejó su gloria en los cielos y la voz del eterno se tornó el murmullo de un indefenso bebé. Si el primer pensamiento nos hacía dudar sobre por qué conmemorar alegremente la mejor vida ya vivida, al pensarlo mejor encontramos muchos motivos para esta celebración. La encarnación dio real significado a la palabra, “Emanuel” – ¡Dios con nosotros! Esa es la razón para nuestro gran gozo. Dios, en Jesús, nos reconcilia consigo mismo por el perdón de nuestras deudas. Cristo vino para que tengamos vida, y la tengamos en abundancia. Pensémoslo mejor.
Comisionado Oscar Sánchez Comandante Territorial
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Etapas vida
de la
Por: Tte. Coronel Tim Foley
Recientemente compré unos lentes en línea que pensé que se veían geniales y modernos. El precio era justo y accesible. El armazón incluso daba una sensación de moda sobre ellos. Sin embargo, cuando me los puse hubo dos problemas. El primero fue que no pude ver. Desafortunadamente, en el pedido de los lentes dejó fuera la parte bifocal de la receta que necesito desesperadamente para leer cualquier cosa. El segundo fue como un puñetazo en el estómago. Cuando me los puse, mi esposa me miró y dijo con franqueza: "No". –"Creo que me hacen ver genial", protesté. Ella me miró y simplemente dijo: "Te hacen ver más viejo de lo que realmente eres". No hace falta decir que mi increíble compra de anteojos contemporáneos fue enviada de vuelta al vendedor. Cuando vemos fotos de nosotros mismos en el pasado, a menudo notamos dos cosas. Esa no es la misma persona que vimos esta mañana en el espejo, ¿o sí? Nos esforzamos mucho y no nos limitamos en gastos en el inútil intento de mantener las apariencias físicas. El hecho es que el envejecimiento nos afecta a todos. La segunda ley de la termodinámica siempre está en funcionamiento: todo finalmente se deteriora.
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Una de las cosas hermosas en el viaje de la vida es que cuando envejecemos, crecemos en nuestro conocimiento y sabiduría. Comenzamos a entender cómo funcionan las cosas juntas y por qué. Nos abrimos paso a través de las dificultades y aguas turbulentas para finalmente encontrar un camino pacífico. Un Salmo atribuido a Moisés resume mejor un patrón que debemos seguir a medida que avanzamos a través de estas etapas en la vida: "Los días de nuestra edad son setenta años; Y si en los más robustos son ochenta años, con todo, su fortaleza es molestia y trabajo, porque pronto pasan, y volamos. ¿Quién conoce el poder de tu ira, y tu indignación según que debes ser temido? Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría" (Salmo 90:10-12 Nueva Versión Internacional). Moisés nos da un recordatorio de nuestra posible duración de días, pero no la promesa segura de un número exacto. Recientemente, un querido amigo de mi secundaria falleció repentinamente. Mi pequeño círculo de amigos compartió nuestros recuerdos de él en una publicación de Facebook. Después de este tiempo, un amigo nos animó a todos a reunirnos físicamente para disfrutar del
tiempo antes de que "alguien más se vaya" pronto, porque en un abrir y cerrar de ojos todo se va. Moisés continúa hablando de la realidad de la vida: No es fácil. Nadie dijo nunca que sería así. Vamos a resolver eso por adelantado. La vida a menudo nos arroja a cambios difíciles, aguas turbulentas u oportunidades que nos permiten crecer. La forma en que aprendemos a hacer frente y resistir en esos tiempos difíciles viene con la experiencia que ganamos con el paso de los años. Aprendemos que eventualmente todo pasa. Donde vivimos en Alejandría, Virginia, en se encuentran las tierras de cultivo históricas del presidente George Washington. Recientemente fuimos invitados al picnic anual en Mount Vernon con todos nuestros vecinos. Disfrutamos de una cena en una cálida y bochornosa noche de verano en el césped por el extenso río Potomac. Mientras estaba sentado en el césped me puse a pensar en las muchas personas que pasaron por esa propiedad a lo largo del tiempo, ya sea para vivir o para visitar. Han pasado siglos y sólo queda el registro histórico. Moisés insta al lector a tener algo simple en mente: usted también pasará. No es un pensamiento malsano ni una amenaza. Es un recordatorio muy realista de que, a medida que avanzamos por etapas
Una Noche Estrellada Fue en una noche estrellada, cuando todo descansaba en paz. Luego en un establo, en pesebre, un Niño nació, Rey del mundo es Él. Los ángeles cantaron, campanas resonaron, el Niño nació, Rey del mundo es Él. Los ángeles cantaron, campanas resonaron, el Niño nació, Rey del mundo es Él. difíciles de la vida, ésta se nos va realmente rápido. Desde el nacimiento hasta la escuela, el cortejo, el matrimonio, la crianza de los hijos, la formación profesional y finalmente la jubilación, en el lapso de la eternidad, todo esto pasa demasiado rápido. La petición urgente es abrazar el ahora. Saborea los momentos, respira, mira a las personas a los ojos, sonríe más, rie más seguido e incluso más fuerte. El artista James Taylor lo expresó mejor: “Empapa de amor a las personas que amas. Muéstrales cómo te sientes”. A nivel personal, me veo dando vueltas a medio camino entre la tercera y la cuarta esquina de mi vida; todavía demasiado joven para habitar en una mentalidad retraída, pero sintiendo la lucha corporal para mantener la energía que tenía en mi juventud. Estoy disfrutando de la entrada en la fraternidad de abuelos, sin embargo, todavía estoy comprometido con mis hijos adultos, ya que cada uno hace su transición en sus propias formas únicas a través de sus etapas. Hay un buen consejo de un amado profeta de Dios. Busca ganar un corazón después de Dios mientras deambulas y te preguntas sobre el camino de la vida que tienes por delante.
Cuando los pastores vieron al bebé se postraron en adoración. Y otra vez creyeron pues la Luz llegó, el niño nació, Rey del mundo es Él. Este hermoso villancico es lo suficientemente simple como para ser cantado por coros de niños y adultos, y está en los Coros Aleluya del Ejército de Salvación para que las congregaciones también puedan cantarlo. La autora, Mayora Joy Webb, escribió la mayoría de sus canciones para adultos, y es conocida por su famoso grupo "Joystrings", la primera banda "pop" del Ejército de Salvación, que se hizo famosa en Inglaterra en la década de 1960. El grupo incluso llegó a las listas de éxitos de radio, particularmente con "Una Noche Estrellada" y It´s an Open Secret. Mayora Webb es una pianista y vocalista de formación clásica que también toca la guitarra. En 2004, en su retiro, fue galardonada con la Orden del Fundador, el mayor honor del Ejército de Salvación. Se dijo que a lo largo de su carrera había "demostrado un compromiso excepcional con el uso
creativo e innovador de la música, la poesía y el drama en la evangelización y la adoración, logrando un éxito incomparable en la expresión del Evangelio en los modismos populares de la época, al mismo tiempo que refleja constantemente los estándares del Evangelio en su vida personal”. Su autobiografía se puede encontrar en su libro, Bridge of Songs.
Tomado de: The Salvation Army Osahwa Blog
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El niño del tambor
en nosotros
“El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay, siendo Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos por manos humanas, ni es honrado por manos de hombres, como si necesitase de algo; pues él es quien da a todos vida y aliento y todas las cosas” (Hechos 17:24-25). Sabemos de los pastores guardando las vigilias de la noche, y luego los magos de oriente que llegaron a Jerusalén. Sabemos del mesonero que le dijo a María y José que no había espacio, y sabemos del edicto malicioso de Herodes de matar a los bebés varones de Belén. Pero luego está el pequeño tamborilero, el personaje ficticio de la canción popular de Navidad registrado por primera vez en 1955. Este niño del tambor no está, por supuesto, en la historia bíblica, pero su presencia se ha hecho legendaria en nuestra moderna concepción de Navidad. Y podemos aprender de él. Así dice la canción Al escucharla, aunque la canción es tan simple y cargada de tantos ro-pompom-poms, no es tan evidente lo que está sucediendo. La canción narra la historia del niño del tambor, con los magos reclutándolo para que se les uniera para ir ver a Jesús. ”Los pastorcillos quieren ver a su Rey, le traen regalos en su humilde zurrón al Redentor”.
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Al parecer, el niño del tambor está de acuerdo en acompañarlos, y la letra nos lleva hacia él cerca del recién nacido Jesús, reconociendo su pobreza, admitiendo que no tiene regalo que dar que sea digno de un rey. Pero tiene un tambor. Y entonces el niño dice: “¡Tocaré para tí!”, y el niño del tambor toca, y toca lo mejor que puede. Entonces Jesús sonríe. Mi Tambor y yo Aunque sabemos que no es histórico, sabemos que pudo haber sucedido. De hecho, de diferentes formas, este escenario se ha presentado una y otra vez desde hace miles de años. Los adoradores de Jesús (como los magos) invitan a sus prójimos (como el niño del tambor) a considerar a Jesús: a venir a verlo, por así decirlo. Y cuando lo hacen, si ellos creen, ocurre un momento donde se dan cuenta de que su ruina está expuesta. Ven a Jesús y comprenden Su gloria, y luego se miran a sí mismos: Pero estoy quebrantado. Estoy vacío y pobre. No tengo nada que traerle a este Rey que pueda acercarse a representar el honor que a él se le debe. Todo lo que tengo es este tambor. Comienza de esta manera para todos nosotros, ya ves. Yo era ese pequeño tamborilero, y también lo eras tú. Antes de que podamos ser los magos invitando a otros a acompañarnos, nosotros somos los que nos sentimos totalmente inadecuados y que, en cierto sentido, siempre
lo seremos. Si viéramos a Jesús, y comprendiéramos su significado, no podemos dejar de sentir nuestra propia fragilidad. Todo lo que tenemos es este tambor. ¿Qué en el mundo pudiera ser suficiente para este Rey? Sólo tenemos este tambor, y preguntamos, ¿quieres eso? ¿Quieres este tambor estúpido? Y él dice: Sí, trae tu nada, toca el tambor. Y así lo tocamos para él, y tocamos lo mejor que podamos para él, declarando que somos pequeños, que somos débiles, que no nos necesita en lo más mínimo, pero que con todo lo que somos, con toda partícula de nada que tenemos, se lo estamos dando a Él. Sabemos que este rey no tiene necesidad, que no necesita nada, pero que nosotros, a causa de Él, somos absoluta, total, y maravillosamente suyos. Mi tambor y yo: somos todo suyos. Nota: Este artículo fue publicado originalmente por Desiring God, a petición de “The Worship Initiative” (La iniciativa de adoración) de parte de Shane & Shane, que se preocupa por entrenar a músicos para dirigir la adoración y escribir canciones de una mejor manera.
Jonathan Parnell
MISIÓN DE DIOS En el capítulo 13 del libro de Números, leemos la historia de doce espías que fueron enviados por Moisés para reconocer la tierra que deberían conquistar. Durante este relato, encontramos a 10 de estos espías cuya misión era casi imposible, es decir, conquistar una tierra en donde había gigantes, hombres de pelea, sanguinarios, violentos, agresivos, mal encachados, hacedores de lo malo, etc. Era como ir a la muerte segura. Estos diez hombres tuvieron miedo de enfrentar a los moradores de esa tierra, aun sabiendo que Dios mismo estaba con ellos.
Cuando salieron de Egipto los hijos de Israel, lo hicieron apoyados en la Palabra de Dios que había determinado que a ellos les sería dada la Tierra Prometida. Cada Tribu de Israel tendría su parte en la herencia de acuerdo con la fidelidad, el desempeño y la importancia de cada uno. Entonces, Moisés repartió la tierra e hizo todo de acuerdo con la Promesa de Dios. Pero a vosotros os he dicho: Vosotros poseeréis la tierra de ellos, y Yo os la daré para que la poseáis por heredad,
Pero no todo está perdido, Dios siempre tiene preparados y prepara a hombres y mujeres que están dispuestos no sólo en creer en Él, si no creerle a Él. Josué y Caleb, dos jóvenes que depositaban su confianza en el Todo Poderoso, en el Rey de la Guerra, en el Jehová Jireh, que provee y da sustento y triunfo, estos jóvenes decidieron creerle a Dios y regresaron, con noticias buenas y alentadoras, a diferencia de los otros diez espías. “Esa tierra es tierra que fluye leche y miel, tierra buena y tierra habitable”, esa era su forma de ver la inspección que habían hecho a la tierra que ya Dios les había prometido. Bajo esa visión y bajo esa fe en Dios que caracterizó a estos jóvenes, podemos ver más adelante, como Josué tomó el mando que le dejaría Moisés. Josué hizo cumplir la promesa de Dios en su vida escuchando su llamado, un llamado que requería de dejarlo todo, “TODO”, por guiar al pueblo bajo la dirección de Dios.
Israel andaba por el desierto; y ahora, he aquí, hoy soy de edad de ochenta y cinco años. Todavía estoy tan fuerte como el día que Moisés me envió; cual era mi fuerza entonces, tal es ahora mi fuerza para la guerra, y para salir y para entrar (Josué 14:10-11). Mi amigo y hermano, quizás usted esté enfrentando el mismo problema. El tiempo está pasando, y la Promesa de Dios aún no se cumplió en su vida. Puede ver a otros Josués que han tomado la tierra que les tocaba, que han cambiado vidas, que están dirigiendo empresas, iglesias, grupos, etc. Quizá usted se sienta olvidado y despreciado por los hombres. ¡NO SE DESANIME! Haga como Caleb. A pesar de sentirse olvidado, no se desanimó y permaneció firme en la misma fe en la cual Dios lo había llamado.
El tiempo pasó, las Tribus de Israel recibieron su parte en la herencia, pero sólo hay una persona de la cual no se vuelve a hablar, pareciera que ha sido olvidada por el pueblo. Caleb. Este guerrero tuvo un desempeño muy importante en la historia del pueblo de Israel, porque fue la única persona, juntamente con Josué, que creyó y defendió con uñas y dientes la calidad de esa tierra.
Crea que, así como Caleb fue honrado, también usted será honrado por Dios. La Palabra de Dios se cumplirá en su vida y, por la fe, usted también recibirá su parte en esta heredad. Usted puede ser llamado por Dios aún a esta edad, para poseer la tierra que le corresponde tomar. Dios no se ha olvidado de Usted, pero quizá, usted se olvidó de hacer cumplir el propósito de Dios en su vida. Caleb a sus más de ochenta años dijo Todavía estoy tan fuerte como el día que Moisés me envió. Usted puede decir: Todavía estoy tan fuerte como el día que Dios me llamó. Levántese, tome el reto de servir a Dios, levántese tome ese monte tal como lo hizo Caleb (Josué 14:11-12).
Ahora bien, el SEÑOR me ha hecho vivir, como Él dijo, estos cuarenta y cinco años, desde el tiempo que el SEÑOR habló estas palabras a Moisés, cuando
Mayor Miguel Ángel Rodríguez Secretario Territorial de Relaciones Públicas
tierra que fluye leche y miel. Yo el SEÑOR vuestro Dios, que os he apartado de los pueblos (Levítico 20:24).
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Prepárese Para Cambiar De Dirección Soy una planificadora. Cuando tenía siete años de edad, ya tenía toda mi vida planeada. Después de que mi familia recibiera a unos estudiantes universitarios que formaban parte de una coral, decidí que me gustaría estudiar en la universidad algún día, aunque no entendía lo que eso significaba. Pensé en estudiar una carrera, aunque no estaba segura de cuál sería. Y, por supuesto, tendría hijos, lo cual me parecía el trabajo más importante del mundo. Me fue bien en los estudios. Asistí a la universidad. Me casé y luego me inscribí en la universidad para obtener un título de posgrado. ¿Pero qué de los niños? No venían. Después de hacerme unas cuantas pruebas, de una cirugía y de las promesas del médico, no pasó nada. Las puertas que se habían abierto para adoptar parecieron cerrarse rápidamente. Yo había pasado toda mi vida dirigida hacia un objetivo final. Y no era cualquier meta, era un objetivo bíblico que honraba a Dios. Yo no entendía por qué mi Padre celestial no estaba haciendo su parte. ¿Había estado mal el que yo planificara todos esos años? Un día, después de enfrentar una decepción tras otra, me topé con un versículo que parecía haber sido escrito justamente para mí: “El corazón del hombre traza su rumbo, pero sus pasos los dirige el Señor” (Pr 16.9 NVI). Yo, ciertamente, había hecho planes, y este versículo decía que planificar era algo bueno. Pero la segunda parte del versículo completaba una gran verdad: mientras yo estaba tramando, Dios estaba dirigiendo. Pensé que los pasos de mi propio plan me estaban llevando en la dirección correcta, pero Dios estaba usándolos para llevarme en otra dirección. Desde entonces, he llegado a creer que la vida cristiana es como hacer un largo viaje por carretera. Usted comienza según el mapa que ha trazado, pero cuando llega a una carretera que está cerrada, hace un cambio de dirección. Es prudente planificar, pero negarse a cambiar de dirección en los
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puntos críticos es insensato y peligroso. Comprendí que amar a Dios y desear servirle no son garantías de que estemos en el lugar donde Él quiere que estemos. De hecho, muchos de nosotros erramos mientras buscamos su dirección en medio de nuestros bien trazados planes. Es por esto que la Biblia nos dice claramente: “Esfuércense más todavía por asegurarse del llamado de Dios” (2 P 1.10 NVI). De acuerdo a este pasaje, estar en sintonía con Dios —o “tener parte en la naturaleza divina” (v. 4)— requiere más que tener fe. A la fe, se nos dice, debemos añadir virtud, entendimiento, dominio propio, constancia, devoción a Dios, afecto fraternal, y amor (vv. 5-7). Este pasaje promete que evitaremos “[ser] inútiles e improductivos” (v. 8) cuando tales cualidades aumenten en nosotros. Cuando entendí que la senda que me había trazado estaba cerrada para mí, y se me hizo claro que Dios estaba redirigiendo mi vida, comencé a mirar más de cerca todos los caminos que estaban abiertos. Dios estaba bendiciendo mi trabajo académico, así que continué en el mismo. E incluso, antes de haberme graduado, me abrió las puertas de una universidad cristiana; así que pude conseguir empleo en un campo en el que muchos de mis colegas habían intentado infructuosamente durante años.
De todas las carreras que había imaginado para mí siendo niña, la enseñanza no había estado en la lista. Pero cuando decidí intentarlo, descubrí que Dios, en realidad, me creó para enseñar. Como profesora, todas mis pasiones fueron satisfechas: el amor por el aprendizaje; el deseo de utilizar tanto las partes creativas como las analíticas de mi mente; la orientación y el cuidado que había buscado dar como madre; y la necesidad de marcar la diferencia moldeando a la nueva generación. Pero Dios no había terminado conmigo todavía. Pronto utilizó la plataforma que tenía como profesora universitaria para darme la oportunidad de escribir libros y artículos, extendiendo así tanto mi trabajo en el aula como mi creatividad al resto del mundo. Al igual que la enseñanza, escribir no había estado en mi planificación. Pero Dios mismo estaba dirigiendo mis pasos, guiándome. El viaje que había trazado para mi vida se convirtió en el camino que no tomé. Sin embargo, Dios está utilizando cada uno de mis planes, pero con un propósito distinto al que yo había imaginado. Acudir a su llamado para mi vida, dando tropezones —y optar por ese llamado en vez de lo que mi corazón había deseado— me ha enseñado que el lugar donde Dios me ha puesto es el único en el quiero estar. Karen Swallow Prior
Apertura de La Clínica de Medicina Preventiva Incursionando en el medio de la salud, se inaugura la primera clínica de medicina preventiva en la Ciudad de México, cuyo objetivo es apoyar a las personas que requieren de un servicio profesional y de costos accesibles. El pasado 4 de noviembre del presente año, se inauguró la primera clínica de medicina preventiva en la ciudad de México, en donde se ofrecen diversos servicios relacionados a la salud, tales como análisis clínicos, odontología, medicina geriátrica, medicina oftalmológica, medicina general, análisis clínicos y una farmacia con precios muy accesibles para los clientes atendidos en la clínica o clientes de otros lugares que deseen surtir sus recetas. La Clínica de Salud preventiva se encuentra en la Avenida Centenario No 2049 de la Colonia Pueblo de Santiago Atzacoalco, en la Ciudad de México. Con teléfono exclusivo para atención al cliente los cuales son: 55 7095 2972 y el 55 7090 0297, en estos teléfonos se puede concertar la cita para cualquiera de los servicios que el cliente requiera.
Las instalaciones son completamente nuevas y con tecnología avanzada que permite brindar un servicio de alta calidad a un buen precio. Los especialistas son doctores calificados en cada una de las áreas que atienden y con amplia experiencia que permite dar confianza al cliente. Con esta clínica, se pretende apoyar a la comunidad que asista y con ello incursionar en una de las áreas en donde se requiere mucho apoyo para quienes no cuentan con servicio médico por parte de su trabajo o del gobierno y que no cuenta con suficientes recursos para asistir a este tipo de clínicas, todo esto, sin olvidar que los recursos obtenidos por esta clínica servirán de apoyo para los otros programas con los que cuenta el Ejército de Salvación en México. Te invitamos a que nos visites y conozcas esta nueva modalidad de prevención de enfermedades y los programas con los que contamos. Mayor Miguel Ángel Rodríguez Secretario Territorial de Relaciones Públicas
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El ABCD de la Salvación
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Arrepiéntete de tus pecados “Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios”
Como lector del Grito de Guerra, estoy interesado en lo siguiente: _____ Oración _____ Ser aconsejado por una persona salvacionista _____ Cómo hacer una nueva suscripción a esta revista _____ Cómo ser salvacionista _____ Dirección de un Cuerpo cerca de mi hogar _____ Cómo recibir a Cristo como mi Salvador personal _____ Cómo recibir santidad
(Romanos 3:23).
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Busca el perdón de tus pecados “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad” (1ª Juan 1:9). Cree en Cristo “Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa” (Hechos 16:31). Decide aceptar a Cristo como tu Salvador personal “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en Su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios” (Juan 1:12). Siente pesar por tus pecados y a través del poder de Cristo, aléjate de ellos. Comienza a vivir para Cristo. Él te dará fortaleza, poder, victoria, propósito y vida eterna.
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