Luego de un año al frente de la Máxima Casa de Estudios, el Rector Jesús Áncer Rodríguez rindió su primer informe de actividades, en donde destacó los avances institucionales de la UANL. En la ceremonia, celebrada en el Teatro Universitario, el Rector destacó que la UANL amplió su matrícula a 133 mil 103 estudiantes, 3% mayor respecto al año anterior. Igualmente se incrementó el número de programas académicos que han sido reconocidos nacionalmente, como el aseguramiento de la calidad, en 2010, pues 100 % de la matrícula de licenciatura está inscrita en tal rubro y ha aumentado de manera significativa el número de programas de posgrados dentro del Padrón Nacional de Posgrados de Calidad SEP-CONACyT.
El Rector de la UANL, Jesús Ancer Rodríguez, presentó ante la comunidad universitaria y la sociedad en general el informe de las actividades desarrolladas en la Universidad, a un año de haber asumido el rectorado.
INDICADORES DE LA UANL EN 2010 133 mil 103 estudiantes
344 mdp nueva infraestructura en 2010
25,315 estudiantes en servicio social y prácticas profesionales
66 postgrados en el Padrón acional de Postgrados de Calidad SEP/ CONACyT
121 mil 983 becas otorgadas
72 planteles educativos en 31 municipios
2;919,057 población beneficiada con servicios a la comunidad
427 investigadores Sistema Nacional de Investigadores
82,818 participantes en programas de educación continua
551 estudiantes de intercambio en 25 países
2854 productos de Investigación Propiedad intelectual y transferencia de tecnología
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Fundador-Editor: Miguel Ángel Sánchez de Armas Director: Omar Raúl Martínez Editor: Raúl López Parra Consejo Editorial: Gerardo Arreola, Francisco de Jesús Aceves, Alma Rosa Alva de la Selva, Guillermina Baena, José Luis Becerra, Virgilio Caballero, José Carreño Carlón, José Luis Esquivel, Javier Esteinou, Fátima Fernández Christlieb, Ricardo G. Ocampo, Carmen Gómez Mont, Perla Gómez Gallardo, Javier González Rubio, Miguel Ángel Granados Chapa, Fernando Gutiérrez, José Luis Gutiérrez Espíndola, Octavio Islas, Felipe López Veneroni, Fernando Mejía Barquera, Humberto Musacchio, Raymundo Riva Palacio, Miguel Ángel Sánchez de Armas, Enrique Sánchez Ruíz, Luis Javier Solana, Beatriz Solís Leree, Gabriel Sosa Plata, Florence Toussaint, Ernesto Villanueva Consejo Editorial Internacional: Rafael Roncagliolo (Perú), José Marques de Melo (Brasil), Miguel de Moragas (España), Joaquín Sánchez (Colombia), Marcelino Bisbal (Venezuela), José Manuel de Pablos (España), Sergio Caletti (Argentina), Armand Mattelart (Bélgica), Benjamín Fernández Bogado (Paraguay), Mariano Cebrián (España), Manuel Martín Serrano (España) Coordinadores del Consejo Editorial: Octavio Islas / Gabriel Sosa Plata Gerente Administrativa: Esperanza Narváez Producción: Clara Narváez, Anay Romero, Israel Navarrete, Andrés Camacho Buendía Ilustraciones y Fotografía: Del Ángel, Antonio Soto, Cuartoscuro, Sari Dennis Diseño de Portada: Iván Alberto Cabrera
S u m a r i o
Año XXIII RMC Número 124 RMC nov 2010 / ene 2011
Cobertura del crimen organizado y libertad de prensa
1 2 Darío Ramírez Salazar
Transparencia, seguridad y derechos humanos
1 5 Perla Gómez Gallardo
Hacia un debate necesario
1 7 María Elena Hernández Ramírez de la apología del delito 2 3 Antitesis Gregorio Ortega Molina periodismo en la era YouTube 2 5 El María Elena Meneses El bautizo de un periodista
3 1 Ana Lilia Rodríguez Olvera
Cultura y comunicación organizacional
3 4 Miguel Ángel Sánchez de Armas Los dardos de Ramonet
3 6 José Luis Esquivel
La penetración de Internet y Facebook
3 7 Octavio Islas / Amaia Arribas
Presidente Honorario: Miguel Ángel Sánchez de Armas Presidente: Omar Raúl Martínez Vicepresidenta: Esperanza Narváez Perafán Unidad de Internet: Karla Ivonne Mora García Fondo Editorial: Clara Narváez, Abigail Cervantes Proyectos Especiales: Roberto Barrios Gaxiola, Pilar Ramírez, Alfonso Yáñez, Fabiola Narváez Unidad de Libertad de Expresión: Karina Coronado, Verónica Trinidad Martínez, Raúl Velázquez Asesores de Producción: Antonio Moreno, Adela Ávila, Hormisdas Cobos ✝ Auxiliar de la Dirección: Jorge Jaramillo La Revista Mexicana de Comunicación es el órgano oficial de la Fundación Manuel Buendía, AC. La revista y la Fundación están integradas como observadoras al Consejo Nacional para la Enseñanza e Investigación de las Ciencias de la Comunicación (CONEICC), a la Red Mexicana de Protección a Periodistas y Medios de Comunicación y a la Asociación Mexicana de Investigadores de la Comunicación (AMIC). Ambas son miembros de la Red Iberoamericana de Revistas de Comunicación y Cultura, de la Federación Latinoamericana de Periodistas (FELAP), de la Asociación Latinoamericana de Investigadores de la Comunicación (ALAIC) y del Instituto Internacional de Comunicaciones (IIC), y representadas en la Asociación Internacional de Investigadores de Comunicación de Masas. Revista Mexicana de Comunicación es una publicación bimestral editada por ECO Información SC. ISSN 0187-8190. Certificado de licitud de título 3390, de contenido 3221 y de reserva de uso de título 72-89. Editor responsable: Omar Raúl Martínez Sánchez. Dirección: Guaymas 8-408, col. Roma, 06700, Del. Cuauhtémoc, México, DF. Tel. 52 08 42 61. Impreso en los Talleres de Reproscán, SA de CV, Antonio Maura núm. 190, col. Moderna, 03510, Del. Benito Juárez, México, DF. Tel. 55 90 99 32. Distribución: En locales cerrados de toda la República CITEM, Taxqueña 1798, México DF, Permiso de SEPOMEX como publicación periódica núm. 048-0689; características 229541 409. No se responde por originales no solicitados. Los artículos firmados no reflejan necesariamente la línea editorial de la revista. Se prohibe la reproducción del contenido salvo citas para reseña.
Los defensores de la libertad de prensa
4 0 Rogelio Hernández
Co l u m n a s Libreta de apuntes
6 Blindar el periodismo / Omar
Raúl Martínez
Biblioteca
8 Estilo,
periodismo, democracia, retrato...
Tecnología y sociedad
9 Violencia y nuevos medios / Carmen Gómez Mont Mirador europeo
10 Asesinatos de periodistas / Mariano
Cebrián
Refugios periodísticos
46 Dos jarochos con buen ritmo / Jorge
Meléndez Preciado
Propuestas de reporteros
Libreta Libreta deApuntes Apuntes de Omar Raúl Martínez os amagos y la presiones siempre han sido consustanciales al periodismo crítico de los poderes. Por ello, a lo largo de la historia siempre ha estado presente el conflicto entre la libertad de publicar con ética y el silenciamiento obligado para proteger la integridad física. Si el periodismo es una faena azarosa por ensanchar las fronteras de las libertades y los derechos, las empresas mediáticas han de comprender que para lograr ese cometido no deben ceder a la mordaza como única salida: un antídoto efectivo para las amenazas y la censura es seguir investigando y no dejar de publicar. Y en cualquier circunstancia no puede descalificarse gratuitamente al informador que decide otorgarle mayor prioridad al valor de la vida y al cuidado de su familia, porque uno de los principales valores éticos constituye, sin duda, la preservación de la vida humana frente a todos los contratiempos. Aunque para muchos colegas, el quehacer informativo serio siempre se expone, por lo regular implica dificultades… ¿De qué manera solventar o inhibir los asedios? El mejor blindaje para el periodismo es fomentar el sentido ético de la profesión. Porque los riesgos se aminoran –no se extinguen– teniendo cual coraza un comportamiento responsable. Cuidar que el trabajo informativo cumpla con estándares éticos (apego a los hechos, contraste y confirmación de fuentes, uso preciso del lenguaje, respeto a la vida privada...) es prioritario, pues el mayor cuidado profesional tiende a reducir riesgos. Dicho de otra manera: nuestra libertad de expresión puede ampliarse y blindarse a través de la plena asunción de responsabilidades en su ejercicio. Pero tampoco sobra subrayar que los cruentos escenarios contra los medios y periodistas mexicanos pueden ayudar a romper con las inercias para sumar voluntades y tomar decisiones de manera integral y coordinada, como ya han insistido reporteros y representantes de organismos civiles y gremiales. ¿De qué manera?: promoviendo la organización mediática para hacer frente a las agresiones mediante mecanismos de
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Blindar el periodismo Cada vez resulta más difícil hacer periodismo en ciertas zonas del país donde el oficio informativo es presa de amenazas y víctima del acoso ya no sólo por parte de representantes del Poder Público, sino también por el crimen organizado, particularmente el narcotráfico. ¿Cómo hacer frente a este complejo y adverso escenario? ¿Qué plantean los reporteros de a pie para preservar el sentido de su quehacer profesional y hacer valer el derecho a la información de los ciudadanos? prevención, de alerta inmediata, de difusión y denuncia; supervisando las tareas desarrolladas por las instancias del Estado responsables de proteger el quehacer informativo; instrumentando medidas o diseñando manuales de procesos periodísticos para erradicar la censura y autocensura provocadas por el crimen organizado o por cualquier otro poder fáctico; motivando el obligado involucramiento de dueños y directivos de los medios en la defensa de la libertad de expresión; e impulsando la adopción de códigos éticos o deontológicos, estatutos de redacción, así como de protocolos de seguridad para cierto tipo de coberturas. Iniciativas de esta envergadura harían exigible la unidad de periodistas, de empresas informativas, de grupos civiles, de organismos gremiales, de entidades académicas… La voz de los periodistas No pueden pasar inadvertidas las propuestas de un importante sector del gremio reporteril esbozadas, en marzo pasado, en el Foro “Ni un Periodista Menos” a iniciativa de la Red de Periodistas de a Pie. En dicho encuentro, apoyado por las organizaciones Artículo XIX, la Comisión de Derechos Humanos del DF, Reporteros sin Fronteras y el Centro de Periodismo y Éti-
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ca Pública, se planteó la urgencia de romper las “zonas de silencio” donde el crimen organizado ha logrado aplicar la mordaza a los medios e impulsar la defensa del derecho a la información. Además de coincidir en la necesidad de crear una Red Nacional de Reacción Inmediata frente a casos de agresión o amenazas a informadores y medios informativos en cualquier parte del país, se puso de manifiesto la importancia de desarrollar acciones individuales como las siguientes: a) Impulsar la adopción de estatutos de redacción, códigos de ética, manuales de procesos y protocolos de seguridad en las redacciones. b) Denunciar sistemáticamente las agresiones a periodistas, no sólo en notas informativas sino también a través de blogs o redes sociales. c) Dar continuo seguimiento noticioso al trabajo de las instancias responsables de impartir justicia y evitar la impunidad en el tema de agresiones a periodistas. d) Supervisar que el trabajo informativo cumpla con los estándares de ética para reducir los riesgos. e) Cuidar el uso de las palabras, teniendo presente que en el contexto actual de violencia el lenguaje sirve para legitimar o
deslegitimar intereses particulares, o puede ser usado como propaganda. f) Evitar el manejo del lenguaje impuesto por el crimen organizado, el gobierno o los poderes fácticos. g) Reconocer, cuando la circunstancia así lo requiera, que ha sido imposible contrastar la veracidad de la información recibida para elaborar la nota. h) Implementar, entre los propios reporteros, medidas de reducción de riesgo, hasta donde sea posible con otros colegas confiables, y allegarse de herramientas para realizar coberturas de riesgo. i) Alentar estrategias conjuntas de autoprotección con compañeros de distintos medios y evaluar la posibilidad de realizar investigaciones conjuntas sobre temas riesgosos para garantizar la integridad física. A nivel colectivo se hizo patente que, para contrarrestar la deslegitimación del quehacer informativo expresada en la falta de apoyo y reconocimiento social, se requiere ganar legitimidad mediante procesos de profesionalización y de vinculación con los
intereses ciudadanos. Adicionalmente se enfatizó la pertinencia de encauzar iniciativas colectivas como las siguientes: a) Promover –entre los dueños y directivos de las empresas periodísticas– el diseño e implementación de medidas encaminadas a reducir el peligro de sus reporteros, fotógrafos y corresponsales, construidas en conjunto con los reporteros expuestos al peligro. b) Impulsar, entre directivos de diversos medios, la articulación de estrategias conjuntas, interregionales y a nivel nacional, para proteger la información de la censura impuesta por el crimen organizado. c) Difundir los planes de seguridad, protocolos y guías de seguridad que han elaborado organizaciones de periodistas mexicanos y extranjeras, a través de todos los medios posibles: blogs, redes sociales, páginas de Internet. d) Reforzar a nivel gremial la ética de los periodistas y sus salarios y condiciones laborales. e) Fortalecer los vínculos con la Academia para respaldar la profesionalización del
gremio y formar nuevas generaciones de periodistas éticos y con sentido de responsabilidad social, así como con organizaciones de la sociedad civil, nacionales y extranjeras, e instancias internacionales dedicadas a la defensa de los periodistas para promover programas de prevención y protección en las regiones. f) Pedir cuentas y vigilar permanentemente los resultados de la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Cometidos en Contra de Periodistas de la PGR, la Comisión Nacional de Derechos Humanos, la Comisión Especial para dar Seguimiento a las Agresiones a Periodistas y Medios de Comunicación de la Cámara de Diputados y a todas las instancias involucradas en el tema. Varias de las iniciativas no resultan del todo desconocidas. El meollo y la verdadera tarea consistirá en llevarlas a la realidad con el concurso de todos los actores invoRMC lucrados. Director de RMC, presidente de la Fundación Manuel Buendía y profesor de la UNAM.
A NUESTROS LECTORES A
lo largo de 22 años de vida, la Revista Mexicana de Comunicación (RMC) no ha cejado en su empeño, compromiso y entusiasmo por ofrecer contenidos de interés y alta calidad en torno a medios masivos, nuevas tecnologías y periodismo para la comunidad académica y el ámbito profesional. Sin embargo, durante los últimos dos años, en un contexto de crisis económica y una franca recomposición de los medios de comunicación tradicionales frente a la Internet, así como de una paulatina y recurrente carencia de publicidad, la RMC ha vivido vaivenes e insuficiencias publicitarias y financieras que en distintos momentos la han obligado a rezagar su edición impresa. Tal realidad ha sido motivo de reflexión en el seno de la Fundación Manuel Buendía con la idea de explorar y desarrollar nuevas potencialidades de la Revista a fin de mantener su alcance y presencia entre los lectores. Bajo esa lógica, considerando la irrefrenable modernización y redefinición de los medios frente al entorno digital –en donde, por cierto, la Fundación y su foro de análisis tienen presencia desde 1996–, los editores de la RMC hemos planeado el comienzo de una etapa nueva para la misma con el afán no sólo de mantener sino acrecentar la interrelación con la comunidad de investigadores, periodistas, profesores y estudiantes del escenario comunicacional de México y otras latitudes.
Así, aprovechando precisamente las ventajas que nos ofrecen las nuevas plataformas tecnológicas, a partir de febrero de 2011 iniciaremos la nueva época de la Revista Mexicana de Comunicación Digital. Por ello concentraremos nuestras siguientes ediciones de RMC no en su formato impreso –que dejará de aparecer como tal desde la edición siguiente, la 125, hasta dentro de seis meses o un año, ello dependiendo de las circunstancias económicas–, sino en su versión Web para lo cual habremos de implementar nuevos recursos, contenidos y aplicaciones. Estamos ciertos de que en esta nueva época, y gracias a su fidelidad y participación, la Revista Mexicana de Comunicación (www.mexicanadecomunicacion. com.mx) seguirá significando un relevante foro enraizado en la reflexión, el debate, la pesquisa y el análisis de los medios masivos en México y otros países. Atentamente Omar Raúl Martínez Director
Miguel Ángel Sánchez de Armas Fundador
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Biblioteca Biblioteca Sergio Loya (Coord.)
Hugo Sánchez (Coord.)
Humberto Musacchio Comunicación y democracia
E Estilo de prensa l presente libro condensa el código de ética y las normas editoriales, estilísticas y gramaticales del semanario Proceso. Por la importancia informativa y política del rotativo, esta obra pretende convertirse en un texto de referencia para editores, reporteros, maestros y estudiantes. Sus normas editoriales y de estilo incorporan nuevos criterios académicos, ortográficos y tipográficos, así como numerosos neologismos y mexicanismos. Incluye un “Diccionario de dudas” que establece los usos prevalecientes en torno a determinados conceptos del habla periodística.
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Loya Sergio (Coord.), Manual de estilo de Proceso , Editorial Grijalbo, México DF, 2010. 196 pp.
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Silvia Cherem
Lección de periodismo
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iguel Ángel Granados Chapa es protagonista de la época más brillante de la prensa mexicana, la que va del Excélsior que dirigió Julio Scherer, pasa por la creación de Proceso, la consolidación de Unomásuno, el nacimiento de La Jornada y los primeros años noventa de El Financiero, hasta desembocar en la fundación de Reforma, donde aparece “Plaza Pública”, la columna con más lectores e influencia. Se narra una historia de vida junto a otros importantes hechos del ámbito periodístico y político mexicano. Humberto Musacchio también relata las diferencias éticas con personajes de la prensa, describiendo lo más sobresaliente de los últimos 40 años de nuestro periodismo.
Musacchio Humberto, Granados Chapa, Un periodista en contexto, Editorial Planeta, México DF, 2010. 219 pp.
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sta obra recoge una serie de reflexiones sobre el marco legal y político de los medios en el México globalizado. Los ensayos se articulan en un tronco común: la construcción de una cultura de la legalidad y su incidencia en la regulación del ámbito electoral; las empresas socialmente responsables y su vínculo con la sociedad civil; y el delicado tema de la transparencia. Los autores muestran que no habrá equidad ni transparencia informativa si no se encara la batalla de la comunicación en todas sus dimensiones. Las contradicciones de la comunicación, que menciona Wolton, como las de la democracia, forman parte de la historia y no impiden ni los ideales ni las utopías, sino todo lo contrario.
Sánchez Gudiño, Hugo, (Coord.), Comunicación y democracia. Reflexiones sobre el nuevo escenario mediático y legal de los medios de comunicación en México, Miguel Ángel Porrúa Editores, UNAM, México DF, 2010. 116 pp.
Retrato periodístico
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e acuerdo con Carmen Aristegui, Silvia Cherem retrata, con amplitud y generosidad, todo aquello que ha hecho, al paso del tiempo, de Miguel Ángel Granados Chapa la figura clave e influyente que hoy nutre con gran vigor el debate y la vida pública mexicana. Además de referir la vida del columnista, ofrece luces sobre destacados capítulos de las últimas décadas en la prensa y la historia del país. Granados Chapa transita memorioso y con visión crítica por los caminos recorridos. Desmenuza, rememora y aprieta en algunas llagas. Por la izquierda es un corte de caja de una vida que continúa, que no cedió ante la adversidad médica y que muestra estar decidida a seguir escribiendo, por largo tiempo, los mejores renglones del periodismo nacional.
Cherem, Silvia, Por la izquierda. Medio siglo de historias en el periodismo mexicano contadas por Granados Chapa , Khalida Editores, México DF, 2010. 200 pp.
Tecnología y sociedad Carmen Gómez Mont
a violencia en los medios no es sólo una expresión social, sino también una necesidad de mostrar a la sociedad como se ve y como se le ve. En este caso, las pantallas asumen la función de espejos. No es que los medios generen a una sociedad violenta, ni que una sociedad violenta genere medios que proyectan violencia en sus diversos espacios y lenguajes. La violencia simplemente es. Son múltiples las causas que podrían explicar el incremento de la violencia no sólo en México sino en gran parte del mundo: crisis económica, falta de empleo, deterioro del medio ambiente, bajos niveles de educación y fracturas familiares. Dentro de tal marco puede decirse que no todas las sociedades ni los grupos sociales son igualmente violentos; unos lo son más, otros menos. Hay historias y culturas que en sus prácticas denotan una presencia constante de la muerte; en México data de tiempos prehispánicos. Pero lo indiscutible es que la violencia ha ido incrementándose en todas sus formas y modalidades de expresión durante las últimas décadas, y ésta se empecina en enraizarse en los más jóvenes familiarizados con las tecnologías digitales. Frecuentemente ocurren asesinatos en espacios educativos, o bien son escenarios de violencia irrefrenable. Tampoco puede adjudicarse la causa sólo a los contenidos de la televisión, el cine o la internet. Como una multiplicidad de contextos toman parte en cada uno de esos hechos, resulta imposible adjudicar la violencia a un solo motivo.
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Hay culturas más o menos tolerantes a las imágenes violentas. Algunas de ellas tienen suficiente con ver una manta sobre un atropellado, otras necesitan ver la escena en sus mínimos detalles. Las comunicaciones instantáneas han contribuido al salvajismo de las imágenes en este sentido y a difundirlas rápidamente por los medios digitales. ¿Las consecuencias? No se pueden predecir científicamente, pero se puede disertar sobre ellas: una sociedad cada vez más tolerante hacia la violencia de las imágenes o una sociedad que se resiste a verlas rechazándolas e ignorándolas. Aun así en México la nota roja llega a ser leída diariamente por 800 mil personas: un record sin precedente. Sin embargo, la industria audiovisual y de los nuevos medios algo explica. Cada vez, la velocidad con que circula la información es más rápida al igual que la celeridad con que alguien sube una imagen violenta a YouTube. Lo importante es vender antes que formar e informar. Pero la imagen no termina allí, pues de YouTube pasa a la televisión y luego a la prensa escrita: una espiral interminable. En muchas ocasiones, las imágenes que se suben a la red de redes son imprecisas y están destinadas –más que a informar– a incrementar el morbo de la gente. Gran parte de estos materiales que circulan por internet (salvo los de medios debidamente acreditados), carecen de rigor y tratamiento serio de la información. Desafortunadamente son los que más consultan niños y adolescentes.
Una mirada desde las neurociencias
Violencia y nuevos medios La violencia se hace presente en todos los medios, analógicos y digitales, masivos y no tan masivos. La violencia en los medios no es sólo una proyección social: es consecuencia de infinidad de prácticas y conductas sociales que derivan de una depreciación de la persona que integra a una sociedad en su conjunto.
Hay también un derecho al tratamiento de imágenes que debe ser respetado, es decir: las personas tomadas por una cámara deberían dar su consentimiento para circular por todos los medios. Esto resulta especialmente significativo en el caso de padres que suben imágenes de sus hijos en Youtube con el fin de alcanzar ratings notables, incluso si dicha imagen lo degrada o contribuye a ser burla de una mayoría. Por motivos comerciales, políticos y sociales, la imagen violenta no tendrá fin ni en los medios clásicos ni en los nuevos medios, porque la imagen en sí misma vive una euforia sin precedentes. Incluso tiende a incrementar su crudeza porque dentro de los circuitos comerciales importa contar con mecanismos para retener a su víctima. Si la violencia no se puede detener, ¿qué puede entonces hacerse? Algo esperanzador deriva de la formación neuronal de quienes a diario ven imágenes violentas, en México, casi todas ellas derivadas del narco-
tráfico. ¿Qué pasa en las mentes de quienes constantemente se exponen a tal tipo de imágenes? ¿De qué manera les y nos afectan? Si bien un filme avanzaba ya sobre algunas tesis (Natural Born Killers, Stone, 1994), no se pueden hacer muchas precisiones. Estudios notables realizados por el Consejo Científico del Audiovisual Francés refieren que cada imagen violenta observada, se va almacenando en el cerebro y que estas imágenes permanecen allí por 30 años. Una base de datos inmensa que de alguna manera afecta a quien la transporta justamente en su mente. Sin pasar a la acción, es como llevar un filtro. ¿Es esto lo que hace a una sociedad más violenta? ¿Son esas imágenes las que llevan a cometer crímenes a los más jóvenes? Como se señaló anteriormente, no podría existir ni una sola causa ni una sola explicación sino un conjunto de factores interrelacionandos. A página 24.
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Mirador Mirador europeo europeo Mariano Cebrián Herreros
Asesinatos de periodistas El narcotráfico y el terrorismo son dos manifestaciones de máxima violencia en la sociedad actual. El primero con fines económicos, el segundo con fines políticos y también económicos. Existen diferencias entre los dos sectores, pero ambos aparecen vinculados a la información. Los narcotraficantes para silenciarla y los terroristas para aventarla como propaganda. Ni unos ni otros son veraces ni neutrales y tratan que los medios de comunicación y los periodistas se dobleguen a su servicio; en caso contario, se les amenaza, persigue y asesina.
a Comisión de la Unión Europea en su Propuesta de decisión marco del Consejo sobre la lucha contra el terrorismo presentada en Bruselas, el 19 de septiembre de 2001, señalaba: Los delitos terroristas pueden definirse como delitos cometidos intencionalmente por un individuo o un grupo contra uno o más países, sus instituciones o ciudadanos, con el fin de intimidarlos y de alterar gravemente o destruir las estructuras políticas, económicas, medioambientales o sociales de un país. Esto supone que los derechos jurídicos que se ven afectados por esta clase de delitos no son los mismos que los derechos jurídicos que se ven afectados por los delitos comunes. La razón es que la motivación del delincuente es diferente, aunque los delitos terroristas pueden generalmente equipararse a los delitos comunes en cuanto a sus efec-
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tos prácticos y, por tanto, también se ven afectados otros derechos jurídicos. En un artículo posterior resalta los siguientes delitos específicamente terroristas, pero ampliables también a los de narcotráfico: asesinato; lesiones corporales; secuestro o toma de rehenes; extorsión; hurto o robo; secuestro ilícito o daño a instalaciones estatales o gubernamentales, medios de transporte público, infraestructuras públicas, lugares de uso público y a la propiedad; fabricación, posesión, adquisición, transporte o suministro de armas o explosivos; liberación de sustancias contaminantes, o provocación de incendios, explosiones o inundaciones, poniendo en peligro a las personas, la propiedad, los animales o el medio ambiente; interferencia o interrupción del suministro de agua, electricidad u otro recurso fundamental; ataques mediante interferencias con sistemas de información; amenaza de cometer cualquier delito de los
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enumerados anteriormente; dirección de un grupo terrorista; fomento, ayuda o participación en un grupo terrorista. Es un amplio abanico de potenciales delitos que pueden cometerse de manera aislada o asociada. Son delitos contra las personas y los organismos e instituciones. No se matiza entre unas y otras porque concierne a todos por igual. No obstante, es conveniente resaltar, no por corporativismo sino por su transcendencia especial, los delitos contra los medios de comunicación y contra los periodistas por ir contra uno de los valores fundamentales de la sociedad como es el de la libertad de expresión y de información que concierne a todas las personas y en particular a los que la ejercen como profesión, es decir, los periodistas. En los ataques de los narcotraficantes y terroristas hay una fijación peculiar contra ellos, sin olvidar los que van contra otras profesiones como la militar, la policial, la empresarial o la política que suelen ser también víctimas propicias y que cada una de ellas apunta a un rango alto de relevancia pública. En el caso de los periodistas, la peculiaridad surge del ataque directo al ejercicio profesional de difundir información algo consustancial a las democracias. El silencio y la ocultación informativa, lejos de resolver el problema, lo agravan al poblar la sociedad de rumores y especulaciones. Sólo el periodismo riguroso, autocontrolado y dentro de la armonización de derechos a la libertad de información con otros conexos, como el de la intimidad y de la imagen de las víctimas, pueden llevar a una mayor contribución al ataque contra los delincuentes de ambos campos. A veces, especialmente cuando todavía no se dispone de un tiempo amplio de mala experiencia, surgen voces de compresión, de cierta justificación e incluso de amparo por circunstancias políticas, por atacar al poder que no gusta, por razones ideológicas o por otros intereses. Pero no se puede caer en el engaño. Los narcotraficantes y terroristas, por encima de cualquier justificación que presenten de ataque a los poderosos o de liberación de los pueblos, llevan un componente delictivo universal. Van en contra de las democracias establecidas y de los derechos humanos universales. Atacan el derecho más fundamental de todos como es el de la propia vida. Para ellos la vida ajena carece de valor: es un recurso o medio para alcanzar otros objetivos en lugar de lograrlos por la vía democrática. Por esas razones, el periodista tampoco puede permanecer neutral ante las amenazas al sistema de libertades establecido por la Constitución del país, ni adoptar posiciones equidistantes entre verdugos y víctimas. No existe enfrentamiento mutuo sino impo-
co y asumirlo como válido. Una de sición de unos sobre otros mediansus funciones es precisamente deste la comisión de delitos. Son las enmascarar estos usos perversos y situaciones en las que los medios conseguir denominar las realidades de comunicación, como organizacon los términos adecuados y conciones, tienen que tomar las decitextualizados en la situación demosiones a favor del conjunto de la crática de la sociedad. sociedad y de los valores constituAsistimos a fenómenos muy cionales de convivencia. Entre la complejos en los que hay que exainformación o el silencio tienen que minar cada una de las situaciones posicionarse a favor de la primera. en particular sin perder la perspecEsto mismo se exige a los periotiva global de lo que la sociedad distas particulares, pero hay casos democrática se juega en estas side amenazas personales continuatuaciones. Cada país tiene sus pedas ante las que se requieren unos culiaridades y unos contextos concomportamientos de mártires o de cretos en los que se producen los héroes para proseguir con las dehechos delictivos de narcotraficannuncias y la información necesa- Evitar el lenguaje confuso. Foto: CPJ, Canal Latino TV. tes y terroristas, pero en todos ria. Es comprensible que algunos existen unos valores de derecho a sucumban al miedo y apuesten por Los resultados de los asesinatos suelen la vida y de derechos humanos universael silencio. Por encima de todo está su derecho a la vida como el de cualquier otra inyectar bastante espectacularidad a las les que hay que preservar y que el periopersona. Es en estos casos en los que tie- imágenes. La insistencia en ellas, la exal- dismo debe estar a su servicio con plena ne que producirse el apoyo por parte de los tación de los cuerpos troceados y de la san- libertad de relato riguroso y de capacidad medios y de la administración de seguridad gre mediante primeros planos plasma cier- denunciante y crítica. La muerte de periodistas no será en vano para que pueda seguir ejerciendo con liber- tamente la perversión de los delincuentes, tad la información y, en el supuesto de que pero también es un ataque a los sentimien- si ayuda a clarificar las funciones y a amle resulte insuperable, apoyarle también para tos, emociones y sensibilidad de las vícti- pliar los compromisos democráticos de los que decida por lo que su ética y situación mas y de sus allegados. La información que- profesionales de la información. RMC personal le dictamen y no por la imposición da suficientemente recogida con el relato de los hechos. Los medios no deben incudel medio o la presión social. Catedrático de la Universidad Complutense de Ahora bien, en este enfoque de rechazo rrir tampoco en el morbo de la reiteración Madrid. Correo electrónico: marceb@ccinf.ucm.es total a la delincuencia violenta el perio- de las mismas imágenes en los mismos u dismo no debe ceder nunca en sus exi- otros programas; cada vez que se repiten gencias. No por atacar a los narcotrafi- vuelven a removerse los sentimientos de cantes y terroristas se debe ir en contra las víctimas y en lugar de aportar informade los principios periodísticos. Hay que ción llegan a saturar y a adormecer las sentomar partido en defensa de la sociedad, sibilidades de las demás personas. Se requieren unos tratamientos estrictos pero cumpliendo las exigencias éticas profesionales. Ante todo, debe predominar el y adecuados para la armonización del dererelato de los hechos y de los datos con cho de informar con el derecho de las víctitoda la veracidad, con sus correspondien- mas a su propia imagen e intimidad. Lo pertes contrastes, resalte de lo que sea de verso de estos tratamientos es cuando se interés público, contextualización, profun- hace con fines lucrativos, de atraer mayor dización y opiniones argumentadas, así audiencia por su espectacularidad y horror. como la denuncia de la responsabilidad Más que información aportan espectáculo de quienes cometen las amenazas y ase- truculento y redoblan el dolor de las víctisinatos. Tal información, además de im- mas y familiares. Junto a la libertad de información, el pepulsar la libertad, puede convertirse incluso en un instrumento valioso contra la riodista no debe perder la responsabilidad propia delincuencia. Lo peor que le puede ética ante la sociedad. Debe ser implacable ocurrir a una sociedad libre es estar rodea- con los narcotraficantes y terroristas, pero da de amenazas sin saberlo. A la vez que no con las víctimas. Se transmite todos los Otro de los fenómenos importantes en esse desarrolla el derecho de la libertad de martes a las 21:30 horas información, hay que evitar la divulgación tos procesos informativos es el del lenguapropagandística de los delincuentes y, ade- je. Los narcotraficantes y terroristas, conoen Radio Educación más, aunque ante algunas actuaciones haya cedores de la transcendencia del lenguaje, que ejercer una crítica contraria, respetar y tratan de crear uno nuevo y positivo desde Los reportajes, las entrevistas y no entorpecer el trabajo judicial y policial su punto de vista para favorecer y dignifilos comentarios más puntuales en con informaciones que puedan alertar o ayu- car sus actividades delictivas. Buscan demateria de medios de dar a los delincuentes. Y respeto también a nominaciones que los justifique y que delos derechos a la intimidad, imagen y dolor signen los hechos tal como ellos quieren comunicación en México de las víctimas y de sus familiares. Hay aunque se adultere totalmente el significado que cubrir la información, pero también auxi- común de las palabras. Participe y reciba gratuitamente El periodismo riguroso nunca debe caer liar a los damnificados o, al menos, no obslibros y revistas en la trampa del lenguaje confuso y equívotaculizar la labor de otros especialistas.
SINTONICE
el 1060 de AM y escuche
EL FIN JUSTIFICA A LOS MEDIOS Señales de comunicación al aire
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La seguridad comienza por el ejercicio ético y responsable del periodismo
Cobertura del crimen organizado
y libertad de prensa Una sociedad verdaderamente democrática es aquella que respeta, promueve y protege los derechos humanos. A mayor democracia, mayor goce de los derechos. En este sentido, la libertad de expresión es un elemento indispensable para el óptimo desarrollo de los sistemas democráticos. Podríase afirmar que sin libertad de expresión la democracia es inconcebible. El artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos establece que todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión. Darío Ramírez Salazar
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os principales instrumentos internacionales en derechos humanos1 apuntan en el mismo sentido sobre la libertad de buscar, recibir y difundir información. El derecho a la información contenido –como se señala en los instrumentos internacionales– es parte intrínseca y fundamental de la libertad de expresión. Fue en una de sus primeras resoluciones, donde la Asamblea General de las Naciones Unidas señaló que la libertad de información es un derecho humano fundamental entre todas las naciones.2 El derecho a la información constituye uno de los derechos fundamentales y esenciales de toda sociedad y una de las condiciones primordiales para su progreso y para el desarrollo de las personas, el contar con información adecuada y cierta, permite ejercer efectivamente nuestros derechos. Ya que sin información sobre cuáles son estos derechos, la ciudadanía carece de conocimiento que obligue al estado a hacerlos efectivos.
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México está viviendo un momento de desinformación generada por la violencia contra la prensa. Para cubrir las actividades del crimen organizado, los periodistas deben gozar de seguridad para ejercer este derecho y actividad. Habrá una cobertura pobre si los niveles de inseguridad para los periodistas son extremos, como los que hoy se viven en México. La dimensión individual que la Corte Interamericana ha distinguido sobre la libertad de expresión: No se agota en el reconocimiento teórico del derecho a hablar o escribir, sino que comprende además, inseparablemente, el derecho de utilizar cualquier medio apropiado para difundir el pensamiento y hacerlo llegar al mayor número de destinatarios […] la expresión y la difusión del pensamiento y de la información son indivisibles, de modo que una restricción de las posibilidades de divulgación representa directamente, y en la misma medida, un límite al derecho de expresarse libremente.
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La violencia ejercida contra periodistas y otros trabajadores de medios de comunicación constituye un ataque a la libertad de prensa cuando tal violencia es ejercida como consecuencia de la actividad periodística o informativa. El silencio forzado de periodistas, ya sea porque son asesinados, o porque son amenazados de tal manera que afecta el desempeño de su labor periodística, no es sólo una afectación a su derecho, sino también al ejercicio de su libertad de expresión. Porque debido a que tal silencio, también afecta a la sociedad en su conjunto al verse impedida de mantener la recepción de información de ese medio o periodista. El ambiente hostil para el ejercicio de la libertad de expresión en México, se ha visto incrementado en los últimos años y representa un elemento más en las causas que se presentan en el camino hacia una sociedad desinformada. En los últimos años, organizaciones internacionales, regionales y nacionales en Latinoamérica han dado cuenta reitera-
damente de los ataques, amenazas y actos de intimidación en contra de personas que ejercen la labor periodística y los medios de comunicación en el continente. Aunque no de forma generalizada en toda la región, los periodistas que realizan investigaciones vinculadas con el narcotráfico, la corrupción o incluso violaciones a derechos humanos, están en una situación de vulnerabilidad que afecta el ejercicio de la libertad de prensa. ¿Qué quiere decir un contexto de seguridad para ejercer el periodismo? Primero, que se abaten los niveles de impunidad, la cual alienta futuros actos de violencia; segundo, castigos ejemplares para perpetradores; y tercero, la seguridad comienza por el ejercicio ético y responsable del periodismo. La intención no es buscar que los periodistas vivan en una burbuja segura que les imposibilite hacer adecuadamente su trabajo. No. Lo que se debe de alentar Tareas pendientes de todos los actores. para cubrir adecuadamente la información que pone en riesgo a tantos periodistas político previo a la alternancia en la Preen México, es subrayar, entre otras co- sidencia de la República y que de alguna sas, que es responsabilidad del Estado manera no promueven el ejercicio de un brindar seguridad a sus ciudadanos. Tal periodismo independiente, pluralista y étiobligación, de acuerdo con un amplio nú- co. La permanencia de actitudes contramero de teorías políticas, es una de las rias a los principios de transparencia y tareas primordiales del Estado Nación. De máxima publicidad; la falta de criterios clano hacerlo, podemos presumir, hablamos ros para la relación entre fuerzas de sede un Estado fallido. guridad y la prensa es un tema que pocas veces se aborda y que cada vez cobra Gran reto más víctimas. El periodismo hoy precisa de nuevas Las nuevas generaciones de periodisherramientas para cubrir una nueva reali- tas se han encontrado también con una dad. Estas nuevas o renovadas herramien- serie de obstáculos al interior de las mistas periodísticas deben aminorar el ries- mas empresas de medios de comunicago. El hecho es que hoy ya no son ción que también han minado su desarrohechos aislados. Sabemos dónde están llo. La precarización de las condiciones en mayor riesgo los periodistas. Conoce- laborales, que se traduce en falta de apomos prácticas internacionales que pueden yo para el desarrollo profesional y, soayudar a controlar el riesgo (en la medida bre todo, en una ausencia de protocolos de lo posible), y tenemos conocimiento de seguridad (80% de los medios no han de las autoridades corruptas que gene- hablado siquiera de temas de protección ran un contexto de mayor inseguridad. De para sus reporteros, según el informe de todo ello debemos aprender y actuar en Artículo 19 y Cencos de 2009), y otras consecuencia. herramientas de autoprotección para gaLa inseguridad y el ejercicio del perio- rantizar, en mayor medida, una cobertura dismo se acentúa cuando los diferentes segura. A la par, los directivos de los meactores siguen sin hacer su trabajo: los dios de comunicación no han hecho todo periodistas capacitarse, los medios res- lo posible para atender el grave contexto ponsabilizarse por sus reporteros, las au- de violencia que enfrentan las y los petoridades investigar y castigar a quienes riodistas en el país. atenten contra la libertad de prensa y, por Dar cobertura a temas relacionados con último, la sociedad que se debería sentir el crimen organizado es muy peligroso, y agredida cuando atacan a sus comunica- hacerlo en las condiciones por las que dores. atraviesa México lo es más. Es importanLa cobertura de la delincuencia organi- te tener esto claro no para que sirva como zada constituye el gran reto del periodis- pretexto para la autocensura, sino al conmo en América Latina. En México este trario: para adoptar las medidas necesagran reto es acompañado por varios rias de protección y seguridad a fin de lastres que fueron heredados del sistema realizar la cobertura mientras se mitigan
Foto: Fernando Gutiérrez / Procesofoto .
los riesgos. Hoy estamos llegando tarde a detener el fenómeno de la autocensura (o censura provocada por la violencia). Hoy ya es una práctica común en el norte del país como medida de seguridad. Con eso, perdemos todos. La sociedad pierde su información. A diferencia de los riesgos enfrentados en la cobertura de conflictos armados, las amenazas en contextos como en México y Centroamérica, y prácticamente el resto de América Latina, tienden a ser más complejas e impredecibles. Esto requiere partir de una concepción holística respecto a la seguridad para la cobertura de temas relacionados con el narcotráfico. No se puede seguir cubriendo la información en torno a los grupos ilegales en México sin una nueva concepción y herramientas sobre cobertura periodística en zonas de alto riesgo. La utilización de un chaleco antibalas o ser custodiado por escolta armada, no necesariamente abona a la seguridad de él o la reportera y sí, en cambio, puede tener el efecto contrario al perder movilidad o visibilidad. Desde una perspectiva holística podemos identificar varios ámbitos, además de las herramientas duras de seguridad, tales como: legal; primeros auxilios; autoprotección; tratamiento psicológicos y el más importante, nuevas herramientas para el ejercicio de un periodismo ético. Todos y cada uno de estos factores tienen un impacto directo en las condiciones de seguridad de cualquier cobertura periodística. Desde la perspectiva de Article 19, un periodismo ético, pluralista e independiente constituye la herramienta de autopro-
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tección más eficaz. En tal sentido, el periodista Marco Lara Klahr lo ha señalado de manera contundente: “El mejor seguro de vida que puede tener un periodista es la cercanía con las necesidades informativas de la sociedad”. El ejercicio ético de la información, el tratamiento ético de las fuentes, el compromiso ético entre la sociedad y los periodistas son elementos fundamentales para poder hacer una cobertura más segura. La experiencia colombiana puede dar fe de esta aseveración. Hay periodistas colombianos en activo que lo primero que señalan es que su seguridad personal está intrínsecamente ligado al ejercicio ético de su profesión. En otras palabras: un periodismo no ético eleva el grado de vulnerabilidad de un periodista. Desde otro ángulo también se podría afirmar que el ejercicio ético del periodismo es la mejor protección. La ausencia de capacidad para corroborar fuentes e investigar temas ha desembocado en una aberrante práctica: publicar información proveniente de fuentes oficiales sin la debida corroboración e investigación de lo afirmado. Sin embargo, el difundir exclusivamente información proveniente del gobierno no garantiza nada en términos de seguridad, en especial cuando es producto de filtraciones. No es nuevo que los grupos del crimen organizado buscaban imponer el silencio a la prensa, pero lo nuevo es que cada vez es más claro el objetivo de incidir en las agendas noticiosas y líneas editoriales de los medios de comunicación, al imponer una opinión o información determinada. Como ejemplo tenemos
el mensaje que los perpetradores dejaron a las afueras de Televisa Monterrey en enero de 2009 cuando hicieron estallar un artefacto explosivo: “Que dejen de transmitir nada más a nosotros, también transmitan a los narco mandatarios, esto es un aviso”. Ciertamente no podemos ser ingenuos y pensar que no existe una agenda oculta detrás de una fuente que se dedica a alguna actividad relacionada con el crimen organizado. Sin embargo no podemos olvidar que uno de los requisitos indispensables del periodismo es la diversidad de fuentes y la confrontación de la información proveniente de las mismas. En este caso, una vez más, la cobertura ética apegada a los estándares periodísticos más altos es fundamental para lograr mayor seguridad y cumplir con la labor social de informar.
Lineamientos éticos Un aspecto fundamental de esta labor social, es darle voz a las víctimas directas de las actividades del crimen organizado, incluyendo obviamente a las personas víctimas de trata. Retratarlas de manera justa, sin discriminación y sobre todo con empatía. Darle voz a los que muchas veces no tienen forma de hacerse escuchar en los medios de comunicación. Acercarse a las víctimas cargados de prejuicios o bajo perspectivas inquisidoras puede resultar peligroso además de poco productivo en términos informativos. Por lo anterior, es urgente la necesidad de que los medios discutan cómo cubrirán la violencia generada por el crimen organizado, cómo se tratará a las víctimas y a los victimarios. Se hizo en Espa-
Amenazas complejas e impredecibles.
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Foto: Moisés Pablo / Cuartoscuro.
ña y el Reino Unido, no se entendería que en México no se hiciese. De acuerdo con las ideas vertidas a lo largo del texto, la cobertura de la violencia en todas sus formas, está presentando un gran reto para la prensa en México: El dilema de investigar o caer en un periodismo de cuenta-muertos. Cuál es el papel de la prensa en este nuevo México. Cómo generar esa empatía de la ciudadanía que al mismo tiempo se convierte en un elemento de seguridad. Otro punto importante para mantener la neutralidad y evitar comprometer la independencia a favor de la agenda informativa de una de las fuentes es no adoptar el vocabulario de este tipo de grupos. Utilizar palabras como ejecución, levantón, calentada, derecho de piso, encajuelado, en lugar de homicidio, secuestro, ataques o cuotas de extorsión, lo único que hacen es normalizar en el imaginario colectivo la violencia, la invisibilidad de las víctimas y termina por desensibilizar a las audiencias. Las notas que hablan de “el baño de plomo” y “el infierno vivido por los testigos”, no sólo no informan sino que propagan las percepciones erróneas de miedo entre las audiencias. La utilización del lenguaje es, de acuerdo con los especialistas, un indicativo de cómo pensamos. Queda claro que los lineamientos éticos y deontológicos de la práctica periodística aún requieren ser discutidos a profundidad por los medios, las y los periodistas y la propia sociedad mexicana. Falta que como sociedad definamos qué tipo de periodismo queremos: uno plagado de estereotipos y sentencias inquisitorias, en donde todo es visto desde una perspectiva maniquea y víctimas convertidas en cifras estadísticas. O un periodismo que antes de opinar, informe. Un periodismo en donde la pluralidad de fuentes nos permita allegarnos de información de interés público que promueva la rendición de cuentas y la participación política informada. Todo acto de censura implica no sólo la violación de los derechos de la víctima, sino también la vulneración del derecho de la sociedad en su conjunto a estar informada. Cada vez es mayor el número de medios que han decido dejar de dar cobertura a temas de seguridad pública, crimen organizado y corrupción de funcionarios públicos. “Aquí ya sólo le damos champú a los comunicados de prensa del gobierno”, me explicó un editor de la frontera norte. “No investigamos porque es muy peligroso”, sentenció. Además de la ausencia misma, las familias y amistades de periodistas de-
saparecidos o asesinados tienen que enfrentar la indolencia e ineficacia de las autoridades encargadas de las investigaciones. Prácticamente todos los casos reposan en un limbo jurídico. No se cierran las investigaciones pero tampoco se continúa con nuevas líneas de investigación. Los ministerios públicos traspasan la responsabilidad de aportar nuevas pruebas a familiares y colegas. Los casos de periodistas, en su mayoría, carecen de investigación. En otros países se preocupan por capacitar a jueces para obtener sentencias condenatorias contra perpetradores. Aquí estamos preocupados en por qué no se integran las averiguaciones correctamente. La justicia se ve lejana cuando estamos cerca de un expediente. La incapacidad para generar presión por parte de la prensa encaminada a exigir el esclarecimiento de los casos, parte de la fragmentación y desconfianza dentro de los medios. De la poca atención de la prensa de circulación nacional a la realidad y efectos que está sufriendo la prensa local en un contexto de violencia generalizada. La desconfianza entre colegas ha descompuesto la solidaridad necesaria para hacer frente a este problema. Una
desconfianza que se basa en rumores y no en investigaciones eficaces que señalen el móvil de la agresión. El resultado al final es que a las víctimas se les niega no sólo dicha condición sino además la presunción de inocencia.
Tareas pendientes La responsabilidad para resolver el contexto adverso y brindar mayor protección a los periodistas y comunicadores es de todos los actores. Todos tienen una tarea pendiente. La etapa de diagnóstico, tal vez por el incremento exponencial en el número de casos o por los señalamientos de organizaciones de la sociedad civil nacional e internacional, ha sido superada. Sobran ya cifras, análisis y pronunciamientos. Faltan acciones concretas, en especial aquellas provenientes del Estado mexicano, que tiene la obligación de proveer un contexto de seguridad para el ejercicio de la libertad de prensa. Se ha probado que el contexto de la violencia contra la prensa es complejo y, por ello, merece una respuesta integral. Esto se traduce en reconocer la responsabilidad compartida de los diferentes ac-
Combatir la opacidad
Transparencia, seguridad y derechos humanos Perla Gómez Gallardo
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a realidad nacional en materia de seguridad pública obliga a hacer un alto para reflexionar sobre la forma como se implementó una política que, sin haber figurado nunca en alguna propuesta de campaña, en cada Informe de Gobierno del actual Presidente de la República parece convertirse en el relanzamiento de un Plan Nacional de Desarrollo. La búsqueda de legitimidad a través de una lucha sin cuartel (la expresión es literal), primero “contra el narcotráfico” y en el último año “por la seguridad”, tiene como resultados un México con más de 23 mil muertos y un titular del Poder Ejecutivo que no atina a diferenciar a las víctimas inocentes de los criminales. El privilegio de contar con leyes de transparencia y acceso a la información, creadas en todas la entidades federativas y poderes federales durante los siete años recientes, nos permite hacer la revisión directa de las actividades que en materia de seguridad pública desarrolla el Estado Mexicano. No podemos permitir que con el pretexto de la seguridad se vulneren derechos humanos o se restrinja el acceso a la información. Esta última prerrogativa nos posibilitaría inclu-
tores: Estado, medios y periodistas y la sociedad. El trabajo de cada uno es vital para encontrar respuestas y eventualmente soluciones: a) El Estado. Para revertir la situación por la que atraviesa la libertad de expresión en México, es necesaria la actuación del Estado en tres vías: 1) Abstenerse de interferir con el libre flujo de ideas (buscar, recibir y difundir), información y opiniones. Ello incluye sancionar a los agentes que atenten contra la integridad física y seguridad jurídica de periodistas; 2) Garantizar el ejercicio de este derecho humano a través de una política de prevención y protección de periodistas en riesgo, a través de la instalación de un mecanismo nacional en el que se asegure la participación de periodistas y organizaciones civiles expertas en el tema. No se necesita reinventar la rueda, ahí está la experiencia colombiana; 3) Combatir la impunidad a través de investigaciones efectivas y diligentes de los casos existentes. Vale la pena señalar que la ineficacia está tanto en el fuero federal (en la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos contra la Libertad de Expresión) como en las procuradurías locales; 4) Mo-
so el eficaz combate a la corrupción que en mucho aporta para el fortalecimiento de las prácticas de la delincuencia organizada. En la próxima obra del principal especialista de derecho a la información en México, Ernesto Villanueva, veremos una aproximación interesante del uso del derecho de acceso a la información pública y la seguridad como forma de protección de los derechos humanos. A través de una serie de preguntas en rubros que pueden clasificarse en administrativos, selección de personal, prestaciones laborales, políticas y protocolos de seguridad en materia de comando, asistencia a víctimas y testigos, operaciones juveniles, por citar algunos, se realizaron solicitudes de información a diversas entidades federativas o a su secretaría de seguridad pública y a su procuraduría. Los resultados son poco alentadores. El tema de seguridad puede convertirse en un comodín para la opacidad. En la totalidad de las leyes, el aspecto de seguridad es una de las causales que permite la reserva temporal del acceso. Sin negar el acceso se puede equilibrar el derecho a saber con la necesaria protección de información referente a la seguridad con la exigencia de una mayor fundamentación y motivación con la acreditación en la reserva de la prueba de daño: la información está en las causales de reserva de la ley; el dar a conocer esa información puede causar un daño; y el daño que se puede causar es mayor que el interés público de conocer. El estudio de Villanueva libra el obstáculo de las reservas (con algunas resistencias infundadas) al de manera ingeniosa cruzar datos que en principio parecieran no ser tan relevantes. El resultado es muy claro: en materia de seguridad pública en México no hay inteligencia, hay burocracia.
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dificar el marco legal con el fin de darle mayores atribuciones a la Federación para investigar los casos. En otras palabras, aprobar la federalización de los delitos contra periodistas. b) Los medios y periodistas. Al mismo tiempo, las empresas tienen que adoptar protocolos de seguridad y administración de riesgos, así como capacitar a la planta de reporteros en materia de seguridad y autoprotección. El sentido común no es tan común. Una emergencia es el peor escenario para tomar decisiones. Elaborar y adoptar un protocolo de seguridad permite a los y las periodistas, identificar con antelación los posibles riesgos o amenazas potenciales y atender cada uno de ellos. Pero sobre todo permite planear y saber qué tiene que hacer cada quien (editores, colegas y familiares) en caso de una emergencia. Los medios en su conjunto deben revisar sus líneas editoriales sobre la cobertura de la violencia. Emprender una reflexión expedita y de cara a la sociedad. Sigue siendo una tarea pendiente. La unión de la prensa es un elemento sine qua non para revertir la realidad. El
interés compartido de la prensa es tener un contexto seguro para ejercer la profesión. No hay discusión ni puntos encontrados. La unión pone los cimientos para generar una voz que presione y exija un total alto a las agresiones. De esta manera, la prensa debe de buscar mecanismo, ya sea en conjunto o por separado, para asegurar coberturas con seguridad y así no dejar morir la información. c) La sociedad. Finalmente, la sociedad en su conjunto tiene que expresar solidaridad con sus mensajeros. Debe de ser firme y demandar a la prensa una cobertura equilibrada y oportuna. Corresponde a la sociedad interesarse más en el tema, sabiendo que también sus intereses y su derecho a la información es vulnerado cada vez que se ataca RMC a la prensa. Notas 1) En Latinoamérica destacan el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y la Convención Americana de los Derechos Humanos. 2) Resolución (59 (I)) del 14 de diciembre de 1946. Traducción libre.
Las respuestas a cada una de las baterías de preguntas, al ser sobre diversos temas que en principio no tienen impacto directo en temas de seguridad, permite entender las condiciones en que se lleva a cabo esa tarea. Destacan las condiciones de trabajo en donde no se diferencia las cuestiones de riesgo y la necesidad de mecanismos rígidos de selección de personal, que en la mayoría de las veces no cuenta con los requerimientos mínimos de capacitación y protección para el ejercicio de su encargo. La transparencia evidenció los excesos y desigualdad de la asignación de salarios. Los altos mandos destacan por tener ingresos sobrevaluados y otros, por el contrario, sobreviven con los mínimos que no corresponden a las actividades que desempeñan. Aunque en la práctica el tener un buen salario no es garantía para evitar la corrupción, sí es un elemento que puede evitar las presiones por la estabilidad que genera. Otro punto destacable como adelanto del referido estudio es la deficiente comunicación entre las entidades y la heterogeneidad de políticas que hace que se convierta en una torre de babel el flujo de información que circula torpemente. El estudio ofrecerá en la sistematización de la información obtenida un insumo importante que al cruzarse, analizarse con oportunidad y criticar su contenido, puede darnos nuevas formas de entender dónde estamos parados y cómo podemos mejorar institucionalmente las estructuras y mecanismos en materia de seguridad. Finalmente, así como la seguridad no debe ser pretexto para la opacidad, también debemos retomar la importancia de no ceder derechos a cambio de la garantía de seguridad. Es muy tentador restringir el ejercicio de los derechos. Hay que tener cuidado con esas políticas del todo o nada: “o estás conmigo o estás contra mí”. Criticar la política pública
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de legitimación con base en la lucha contra el crimen organizado de ninguna manera es ponerse del lado de los delincuentes. No debemos permitir la restricción de derechos como pago por la seguridad. La autoridad tiene la obligación de garantizar la estabilidad del Estado sin convertirse en trasgresor de los derechos a través de situaciones de emergencia excepcionales. En esos casos, la propia Constitución establece los mecanismos para la suspensión de derechos. La discrecionalidad no debe ser una atribución de quien tiene el monopolio de la fuerza. Queremos anticipar y tener la certeza de las consecuencias ante ciertos actos y no la violencia –no sólo fáctica sino institucional– que paradójicamente al pretender garantizarnos un derecho termina quitándonos los demás. De nueva cuenta, el derecho de acceso a la información con la transparencia y la rendición de cuentas nos pueden servir de contrapeso como una forma de fiscalización y exigencia de protección de los derechos humanos en el combate al crimen organizado. No debemos olvidar que todos somos inocentes hasta que se demuestre lo contrario, y que como sociedad aun con el peor delincuente no debe rebajarse a atacar su dignidad. Mucho en la forma en cómo respetamos y garantizamos los mecanismos institucionales por encima de la discrecionalidad, permitirá transitar en este proceso (que amerita revisar de manera permanente) sin que además de la violencia lleguemos a un estado de exención de la autoridad en donde todo esté permitido bajo el uso de la palabra: seguridad. RMC Profesora Investigadora de la Universidad Nacional Autónoma Metropolitana Cuajimalpa.
Oficio periodístico, narcotráfico y libertad de expresión
Hacia un debate
necesario
El periodismo mexicano vuelve a ser tema de debate nacional y de preocupación internacional. Los hechos de violencia que embargan al país por la recomposición de los cárteles de la droga y su lucha por el control de las plazas, han puesto al periodismo nuevamente “en la mira”, “bajo la lupa”, en la agenda de las discusiones inaplazables. María Elena Hernández Ramírez
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as numerosas agresiones contra los periodistas y las sofisticadas formas de intervenir los medios que se han registrado en el contexto de la “guerra contra el narcotráfico”, declarada por Felipe Calderón al inicio de su mandato, han ganado visibilidad gracias a la atención de los organismos internacionales que vigilan el ejercicio de la libertad de expresión. La mirada internacional interpela al Estado y evita que los crecientes problemas y el incipiente e intermitente debate sean ignorados. Por otro lado, la gravedad y lo inusitado de los acontecimientos que se están presentando día con día bajo nuevas formas de violencia interna, han puesto en evidencia la pobreza y la insuficiencia de los recursos del periodismo mexicano predominante para dar cuenta de los asuntos de seguridad pública: un ámbito que tradicionalmente se ha limitado al tratamiento informativo de la llamada nota roja o policiaca, y a presentar las versiones de actores y fuentes oficiales. El seguimiento de las agresiones ha llevado a los organismos internacionales a señalar, de manera enfática, problemas estructurales de la sociedad mexicana que han afectado históricamente las prácticas periodísticas. Tales problemas han sido planteados en forma recurrente por pe-
riodistas y analistas nacionales: la corrupción en las instituciones y la impunidad imperante en todos los ámbitos del sistema de justicia. Ante el violento escenario nacional, muchos periodistas mexicanos han tenido que detenerse a reflexionar sobre cómo cubrir los asuntos relacionados con el crimen organizado, sin poner en peligro la vida, sin ser utilizados por los grupos de poder y sin reducir el recuento de los hechos a episodios de nota roja. Otros han dejado de reportar los acontecimientos: por precaución o por miedo, han optado por el silencio. En ambos casos, las prácticas de los periodistas mexicanos en la cobertura sobre temas de seguridad pública se han venido modificando en medio de situaciones de emergencia. El escenario actual para toda la sociedad mexicana, incluyendo en ella a los periodistas, es complejo, confuso, inédito y atemorizante; por lo mismo, exige análisis y acción. El que el periodismo vuelva a ser tema de debate y objeto de reflexión en la circunstancia actual es, pese a todo, una oportunidad para revisar internamente la pertinencia y la utilidad social de ciertas prácticas en los medios, y para prolongar la discusión en torno a los problemas derivados de la impunidad, ante los reflectores del escrutinio internacional.
La última coyuntura en que el periodismo mexicano fue objeto de tanto interés se relaciona con la construcción de condiciones para la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Durante el periodo presidencial de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994), el discurso oficial en torno a la necesidad de modernizar las relaciones entre la institución de la prensa y el Estado1 abrió una ventana de oportunidad para que diversos medios informativos, periodistas e intelectuales expresaran, con cierta apertura, sus críticas al sistema de relaciones perversas o equívocas prevalecientes entre la prensa y el poder político, a lo largo de casi un siglo.2 Como nunca antes, las prácticas periodísticas (y particularmente la intromisión del Estado en ellas) fueron objeto de análisis que se ventilaron en los propios medios. En el contexto político y económico de la firma del TLCAN, México tenía que demostrar a la comunidad internacional que había libertad de expresión en el país, que los medios eran independientes y plurales, y que íbamos camino a la democracia.3 El debate fue inusitado, ineludible y efímero. Entonces, como ahora, los ojos vigilantes de la comunidad internacional constituyeron un factor fundamental para mantener viva la discusión y hacer visibles los
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mecanismos de relación y colusión entre los grupos de poder que han limitado sistemáticamente al ejercicio periodístico. También entonces se generó un debate desestructurado, pero continuo a lo largo de casi cuatro años, sobre las prácticas periodísticas predominantes. Los debates sobre el periodismo o los medios son algo poco frecuente en nuestro contexto.
¿Ante qué estamos? Los reportes internacionales más recientes denuncian que el periodismo mexicano está “en la mira”, “entre dos fuegos”, “en tiempos de silencio”, “en estado de emergencia”, “censurado por las balas”, “bajo la línea de fuego”… Las metáforas utilizadas para sintetizar la gravedad de las cosas, tienen su origen en testimonios de cómo viven el día a día los periodistas en nuestro país. El peso de las denuncias está haciendo reaccionar (al menos discursivamente) al Estado, que también está en la mira, por no brindar las condiciones para el ejercicio de la libertad de expresión en un sistema que se dice democrático. Las instituciones han sido rebasadas por la violencia vinculada al crimen organizado: no están garantizando ni la seguridad de los ciudadanos, en general, ni la de los periodistas, en particular. Las frases dramáticas emitidas en cada momento ante los inusitados hechos de violencia en el territorio nacional, son insuficientes para describir el estado de cosas de nuevos episodios.
En octubre de 2008, un mes después de que Alejandro Junco, presidente del Grupo Reforma, abandonara el país ante presuntas amenazas del crimen organizado4, en la 64ª Asamblea de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) se concluía que el ejercicio periodístico en México se desarrollaba “en medio de la peor espiral de violencia” que se hubiese conocido, pues entre enero de 2007 y julio de 2008 se habían registrado “al menos cuatro mil muertes derivadas principalmente de enfrentamientos entre bandas del crimen organizado por la lucha de territorios”.5 En agosto de 2010, dos años más tarde y contando 28 mil muertes relacionadas con la “guerra contra el narcotráfico”, el presidente Felipe Calderón diría a los periodistas: No hemos sabido explicar qué estamos haciendo, por qué lo estamos haciendo, qué es lo que estamos viendo a nuestro alrededor.6 Poco después, México sería catalogado por los relatores de la ONU y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, como el país más peligroso para ejercer el periodismo en América desde el año 2000.7 Joel Simón, director del Comité para la Protección de Periodistas (CPJ), reportaba en octubre de este año a 30 periodistas asesinados o desaparecidos en México desde diciembre de 2006.8 En el contexto de la expansión del fenómeno del narcotráfico y de otras formas de crimen organizado en la sociedad mexicana, las prácticas periodísticas predominantes están mostrando sus limita-
ciones: los medios mexicanos no tienen experiencia en cubrir situaciones de violencia interna equiparables al terrorismo. La cobertura prevaleciente refleja que no hay acuerdos claros ni al interior de los medios, ni entre las distintas empresas informativas sobre qué informar y cómo hacerlo, para cumplir con el papel social que les toca desempeñar en esta circunstancia. No se siguen protocolos de seguridad9 ni se planifican las coberturas pensando en evitar riesgos. La mayor parte de los medios da cuenta del proceso como si se tratara de sucesos aislados. Predomina la lógica de la nota roja: el reporte de cifras sin contexto, sin historia, sin referentes, sin análisis, y con un lenguaje que alimenta el morbo (simplificador, estereotipado, insuficiente para describir lo que estamos conociendo). 10 El tema de las agresiones contra periodistas en México, y sus implicaciones en los indicadores de libertad de expresión, ha estado siempre presente en los reportes internacionales de Artículo 19, Reporteros Sin Fronteras y el Comité para la Protección de Periodistas, entre otros. En el contexto de la violencia desatada en el país, las agresiones a los informadores son el problema más evidente, pero no el único. En México, los periodistas que dan seguimiento al poder y a los hechos de corrupción siempre han estado en riesgo: “Tan difícil es conseguir información sobre los cárteles como de hechos de corrupción político-institucional”, explica Alejandro Pérez, coordinador de edición del semanario Proceso.11 Uno de los problemas emergentes más graves que está silenciando a los medios mexicanos, es la intromisión abierta del crimen organizado en su agenda informativa: mediante violencia, amenazas, manipulación de reporteros e infiltración en las redacciones, los cárteles de la droga están decidiendo qué se puede decir sobre ellos y sobre los sucesos relacionados con sus acciones. “Ellos están decidiendo nuestra agenda”, sostiene María Idalia Gómez, periodista de la Unidad de Respuesta Rápida de la.SIP.12
Control de la agenda
Escenario confuso e inédito.
Foto: Oscar Alvarado / Cuartoscuro.
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El crimen organizado ha aprendido a manipular y utilizar los medios de comunicación: videograbaciones que se entregan a la televisión, mantas con mensajes en lugares clave, llamadas en vivo a noticiarios, avisos a las redacciones para prevenirles sobre sucesos que deberían cubrir,13 monitoreo de medios y revisión de prensa para dar seguimiento a la cobertura; incluso, exigencia a los sicarios de que presenten el recorte de periódico con
la noticia de la ejecución realizada evidente pérdida de garantías para el (como prueba fehaciente de que el enejercicio de la profesión: cargo se llevó a cabo)…14 “Los cárteles El crimen organizado ha alcanzaentienden el juego mediático”.15 do otros temas, ha hecho su agenda Por ello estamos ante un escenario más grande, se interesa más por las incierto, y cada vez más acotado para extorsiones, por los secuestros y ya el trabajo periodístico sobre temas de no sólo por el narcotráfico, y eso hace narcotráfico, y sobre cualquier espacio que los periodistas no puedan aborque tenga relación con este fenómeno. dar esos temas porque también corren Es conocido que para seguir la inforun riesgo real de muerte.24 mación sobre poder y corrupción, en La relatoría de las intervenciones de ocasiones, hay que negociar con las periodistas participantes en el seminafuentes. rio “Periodismo en tiempos de amenaEn el escenario actual, las dosis de zas, censura y violencia”, organizado por la Fundación Knight en marzo de manipulación son muchísimo más grandes. Los cárteles están utilizando 2010, respalda la emergencia del proa los reporteros. En un contexto de blema: ante el hermetismo de las fuentes de información y las restricciones confusión, cualquiera puede sorprender a un reportero. Hay fuentes que que se autoimponen los medios para empinan o colocan la información. El reducir los riesgos, las presiones velacrimen organizado tiene todo un apadas y amenazas directas de grupos crirato para modificar la opinión públiminales o, incluso, de aparatos del proca a su favor.16 pio Gobierno, “están reemplazando los En medio de la espiral de violencia tradicionales criterios de editores para decidir qué es noticia y cuál será su que vive el país, el periodista queda Contra el silencio. Foto: Moisés Pablo / Cuartoscuro . tratamiento”.25 en una posición muy vulnerable. El control explícito o manipulación de la La agenda se ve trastocada también agenda es uno de los problemas emer- informe del Centro de Periodismo y Ética por otro grave fenómeno: la infiltración gentes más graves que vive el periodis- Pública (CEPET) plantea en su título el de los cárteles en las redacciones. Jorge mo mexicano. Este fenómeno está ocasio- grave fenómeno en forma sintética: “Go- Zepeda, director editorial de El Universal, nando lo que los periodistas llaman bierno y narco: la lucha por imponer la sostiene que la infiltración del crimen orgaapagones informativos (information agenda periodística”.20 nizado ya está ocurriendo en los medios: Desde junio de 2006, la Oficina en Wasblackouts) y la reducción o achicamienEs un cáncer. No es todavía generalihington para Asuntos Latinoamericanos zado, pero comienza a experimentarse y to de la agenda.17 La Sociedad Interamericana de Prensa (WOLA por sus siglas en inglés) repor- es muy probable que esto vaya en au(SIP) asienta en su informe 2010 sobre taba que los medios de comunicación mento.26 México el notable incremento de la auto- mexicanos locales eran censurados y soPara los observadores internacionacensura en los medios mexicanos, parti- bornados por las organizaciones crimina- les, es evidente que el crimen organizado cularmente en los estados de Chihuahua, les, las que incluso tenían agentes de está interviniendo las agendas periodísSinaloa, Tamaulipas, Michoacán, Sonora prensa indicando a los reporteros qué in- ticas. En el análisis de Carlos Lauria, coorcidentes relacionados con las drogas po- dinador del Programa de las Américas del y Baja California: En algunas zonas del país, los medios dían publicarse. Se hablaba en particular de Comité de Protección de Periodistas de comunicación han decidido no divul- los Zetas en Nuevo Laredo, Tamaulipas: (CPJ), el controvertido editorial “Qué Hay poca cobertura real sobre la quieren de nosotros”, publicado por El gar ninguna información relacionada con las actividades de las organizacio- guerra de las drogas que plaga la ciu- Diario de Juárez el 19 de septiembre nes criminales, ni siquiera se publican dad. La información básica sobre los de 2010, es un ejemplo claro de lo que los boletines oficiales del Ejército o de asesinatos –el quién, cuándo y dónde– ocurre en México.27 las policías por temor a represalias de los es reportada, pero el porqué y cómo Las preguntas de los periodistas ante grupos delictivos, generando un alto ni- están notablemente ausentes.21 las agresiones contra ellos por la cobervel de desinformación.18 tura de la violencia imperante en la zona, El dejar de informar por completo so- Información coartada sugieren “un grito desesperado”: ¿De qué se puede dar cuenta periodísbre el fenómeno del narcotráfico constiSeñores de las diferentes organizaciotuye un apagón informativo, una acción ticamente cuando todo conduce al crimen nes que se disputan la plaza de Ciudad de autocensura extrema obligada por el organizado, cuando “todo México es te- Juárez […] queremos que nos expliquen rritorio narco”22, cuando en el entorno “el qué es lo que quieren de nosotros, qué miedo, la desprotección y la impunidad. La relatoría del seminario “Cobertura narco es una forma de vida”?23 es lo que pretenden que publiquemos o María Idalia Gómez explica que la agen- dejemos de publicar, para saber a qué transfronteriza del narcotrá?co entre México y Estados Unidos”, auspiciado por el da periodística se achica, se encoge, se atenernos.28 Centro Knight para el periodismo en las reduce, porque el crimen organizado ha El tema de la autocensura es tabú para Américas, da cuenta de estos nuevos de- expandido su incidencia a múltiples esfe- el periodista. Antítesis del libre pensasafíos (el control de la agenda y los ras de la vida social. El achicamiento de miento y la libre expresión, autocensura apagones informativos), y de la violencia la agenda es una de las consecuencias es un concepto que se evade o se disfracontra los periodistas por parte de los del temor de los periodistas mexicanos a za en las redacciones. Sin embargo, en el grupos criminales y de las propias insti- publicar no sólo sobre el narcotráfico, periodismo mexicano siempre ha estado tuciones del Gobierno.19 El más reciente sino sobre cada vez más temas, ante la presente. noviembre 2010-enero 2011 /REVISTA MEXICANA DE COMUNICACIÓN
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El tránsito aún no concluido de un sistema autoritario a uno democrático ha sido el contexto en el que, con frecuencia, los periodistas mexicanos han decidido no abordar temas que involucran a los poderes oficiales y a los fácticos. Por miedo, prudencia o conveniencia, la autocensura no ha sido ajena a la mayor parte de los periodistas. No obstante, reconocerla no es promoverla o aprobarla. La autocensura es, por supuesto, una limitación para el periodismo. En el escenario actual, los periodistas que cubren los temas sobre seguridad pública enfrentan cada vez con mayor frecuencia el dilema entre publicar o no informaciones relacionadas con actos del crimen organizado. No se trata sólo de autocensura: es también una cuestión de responsabilidad social de los medios. ¿Qué de todas las acciones de los grupos criminales tiene que ser divulgado? ¿Cómo hay que darlo a conocer? ¿A quién sirve la información que se difunde? Raymundo Riva Palacio planteó esta reflexión en mayo de 2007, ante el auge de “la inducción y la manipulación” de los medios por parte de los cárteles de la droga. El periodista analizaba que, “aun a costa de ratings y circulación”, no sería un acto de autocensura el suprimir la publicación de videos y fotografías de escenas de terror propiciadas por la estrategia mediática de los cárteles; sería más bien un acto de responsabilidad social, porque “nos tienen tomada la medida, hambrientos todos de la exclusiva trascendental”.29 En el mismo sentido, y en medio de la crisis que generó el secuestro de cuatro reporteros en Gómez Palacio, Durango, y del seguimiento del plagio del ex senador Diego Fernández de Cevallos, Pascal Beltrán del Río argumentaba: No podemos acercarnos a los temas de seguridad pública sin reflexionar respecto de cómo estamos informando a la opinión pública sobre sucesos terribles como ejecuciones, matanzas indiscriminadas, secuestros, actos de extorsión, tráfico de personas, entre otros. [...] La propuesta no es el silencio, sino informar con sentido de servicio a la sociedad y responsabilidad, así como con apego a los hechos, el interés público y la ética periodística.30
¿Cambios en las prácticas periodísticas? Las prácticas de los periodistas mexicanos sobre temas de seguridad pública se han venido modificando en diversas zonas del país, no todavía como resultado de la reflexión sino por la necesidad
de supervivencia. Los cambios, en algunos casos, han llevado a la reserva, a la extrema precaución31 e incluso al silencio. El testimonio de los periodistas de El Mañana que presenta el video En la línea de fuego32, de la serie de la SIP “Impunidad, el poder en la mira”,33 resume la experiencia que se vive en los estados más afectados por el crimen organizado. Ramón Cantú, director de El Mañana, explica que, ante la falta de garantías que el Estado no puede ofrecer porque las instituciones están rebasadas, el reportero policial “cubre sólo accidentes, crímenes pasionales, acaso un robo, pero no se mete en la esfera del narco”. Por cuestión de supervivencia, la tarea del reportero se limita: “No publiques nada sobre violencia, sobre levantones, ejecuciones, balaceras…”, señala Jaime Orozco, reportero paralizado por una agresión sufrida por el diario.34 Y todos se apegan al principio que sostiene “ninguna noticia vale una vida”, enunciado en El Tiempo de Colombia en los años noventa, en medio de la intensa violencia que acompañó el proceso de pacificación del país.35 En El Mañana se ha llegado al punto en que si alguien busca a un desaparecido, “tiene que poner un anuncio” (porque no encontrará la noticia en el diario).36 Al interior de algunos medios, todavía muy pocos, se ha empezado a discutir cómo cubrir los temas delicados para no ceder terreno al crimen organizado, pero sin poner en riesgo a los reporteros. “Se nos está orillando a reasumir el periodismo desde estancias de excelencia”, dice Alejandro Pérez, editor de Proceso. “El primer protocolo, por antonomasia, es el sentido común: más aún, el sentido de autoprotección”. Es importante concebir los temas y las órdenes de trabajo en equipo, ser solidarios, aquilatar los riesgos, planificar cuidadosa y responsablemente las coberturas.37 La editora de informaciones del semanario Zeta, Rosario Mosso, sostiene que en el manejo de la información sobre crimen organizado hay que hacer “lo mismo que hacemos con todas las notas: rigor periodístico. Empezamos por dudar. No publicamos nada sin corroborar”. Javier Valdez, de Río Doce, plantea dos prácticas posibles en un contexto en el que “no podemos contar todo porque el narco nos impone una dinámica de terror, en la que uno tiene que jugársela para seguir publicando”: Administrar la información y acudir a la narrativa. “Administrar la información, porque administrar nos permite controlar el riesgo”. Evitar “la forma burocrática de presentar la información". Contar la vida cotidiana, porque el
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narco dejó de ser un problema policiaco. “El narco es una forma de vida que cercena: impone dinámicas en la vida pública”. El autor de Malayerba38 y Miss Narco39, convoca a usar la narrativa: las figuras de la literatura “que nos pueden permitir contar estas historias, esta tragedia constante. Hay que contarlo”.40 “Las buenas prácticas profesionales siempre son importantes”, sintetiza Carlos Lauria, del CPJ.41 Buenas prácticas en diferentes frentes, según María Teresa Rondero: del lado del periodista, de los editores, de los dueños, del gremio… En el caso de los reporteros, entre otras cosas, hay que cuidar el trato transparente con las fuentes: “Uno no sabe con quién está lidiando. No hacerse amigo de las fuentes”. La importancia del silencio en ciertas situaciones: “Los vendedores ambulantes, los taxistas, son las primeras fuentes de inteligencia en algunos lugares”. En cuanto a la vida personal, también hay que hacer cambios: “Reporteros que los fines de semana graban videos de fiestas… ¡Ni eso ni chismes! Puede costar la vida”. Olvidar el protagonismo: “La fama o la bala” (firmar la nota a veces te pone en riesgo).42 En la búsqueda de los periodistas mexicanos por combatir el silencio y encontrar prácticas seguras, el 4 de agosto nace en Chihuahua el primer Protocolo de Seguridad para Periodistas en Situación de Alto Riesgo.43 Es el primero en su tipo en México. El documento toma como base al Manual para la Protección del Periodista (Fundación para la Libertad de Prensa de Colombia), a la Guía Práctica de Reporteros de la organización Reporteros Sin Fronteras, y a ordenamientos, convenciones y protocolos internacionales sobre la materia, según se explica en la presentación de esta iniciativa. Es el comienzo.
Necesario debate Se requiere capacitación, reflexión, replantear las prácticas tradicionales, explorar nuevas narrativas, pensar en la utilidad social de la información, abandonar la competencia por la primicia, tomar conciencia, unir esfuerzos. Se requiere que los dueños de los medios participen, que los grandes medios se involucren. La referencia que he hecho a los planteamientos de periodistas sobre los retos que está enfrentando el periodismo mexicano en general, y el de seguridad pública en particular, son una muestra de un debate desestructurado, pero presente. Es importante reconocerlo y romper las inercias que lo obstaculizan: la falta de unidad o solidaridad entre periodistas; la indiferencia de los propietarios de los me-
dios (preocupados por sus intereses comerciales), la pasividad de los públicos consumidores de información (educados por los propios medios centrados en el entretenimiento) y, por supuesto, las omisiones legislativas del Estado mexicano. El debate es asistemático, pero está en curso. En el momento actual, con uno de los peores escenarios posibles para el ejercicio del periodismo (el del hermetismo, la corrupción y la impunidad), los reflectores de los organismos internacionales que impulsan el ejercicio de la libertad de expresión están orientados hacia la sociedad y el periodismo mexicanos. Es una circunstancia que no deberíamos desaprovechar: podemos extender la experiencia, analizar las prácticas, reportar responsable y creativamente, “administrar el riesRMC go”, evitar el silencio.
24) Entrevista de Esther Vargas a María Idalia Gómez (17 de agosto 2009): http://www.youtube. com/watch?v=meLaFMTWieE 25) Cobertura transfronteriza del narcotráfico entre México y Estados Unidos. Periodismo en tiempos de amenazas, censura y violencia, (2010). P.30 Disponible en PDF http://knightcenter.utexas.edu 26) Jorge Zepeda, durante la reunión de la SIP y el CPJ con el presidente Felipe Calderón, 22 septiembre 2010. http://www.youtube.com/watch_po pup?v=AJK7Tf2 ynLU&vq=medium 27) Carlos Lauria habla sobre la reunión de la SIP y el CPJ con el presidente Felipe Calderón. Recuperado de http://www.youtube.com/watch?v =23RnmxC2UaY Pájaropolítico, 22 de septiembre de 2010. 28) Diario de Juárez, 19 de septiembre de 2010. Consultado en http://www.diario.com.mx/notas. php?f=2010/09/19&id=ce557112f34b187454 d7b6d117a76cb5 29) Raymundo Riva Palacio, "La campaña del terror", Estrictamente personal. El Universal, 04 de mayo de 2007. http://www.eluniversal.com.mx/co lumnas/vi_65032.html 30) Pascal Beltrán Del Río, Excélsior, 1º de agosto, 2010. 31) Ver: Rodelo Amezcua, Frida Viridiana (2009). "Periodismo en entornos violentos: el caso de los periodistas de Culiacán, Sinaloa." Comunicación y Sociedad Nueva época, núm. 12, julio-diciembre, 2009, pp.101-118. 32) http://www.youtube.com/ProyectoImpunidad #p/a/u/0/8Dqgn1wbxJw 33) El 12 de octubre de 2010, y como parte de su campaña internacional para contrarrestar la impuNotas nidad de los crímenes contra periodistas, la So1) Discurso de Carlos Salinas en el festejo del "Día ciedad Interamericana de Prensa inauguró su sede la Libertad de Expresión", junio de 1989. rie de videos cortos "Impunidad, el poder en la 2) Ver: Carreño Carlón, José (2000), "Cien años mira". La serie abrió con "Bajo la línea de fuego", de subordinación. Un modelo histórico de la relafilmado en Nuevo Laredo con testimonios de los ¿Autocensura o responsabilidad social? ción entre prensa y poder en México en el siglo periodistas de El Mañana. Véase: http://www.ifex. XX", en http://Saladeprensa.org/art102.htm Foto: Isaac Esquivel / Cuartoscuro . org/mexico/2010/10/15/youtube_video/es/ 3) Ver: Hernández Ramírez, María Elena (2006), 34) Agresión de un grupo armado al diario El MaLa "professionnalisation" du journalisme au ñana, 6 de febrero de 2006. http://www.jornada. Mexique: Le discours "Modernisateur" de Carlos Salinas 13) De acuerdo con la editora de informaciones del semaunam.mx/2006/02/07/index.php?section=politica& de Gortari sur les Relations Presse-Gouvernement. Tesis nario Zeta, Rosario Mosso, los cárteles hablan a los mearticle=022n1pol de doctorado presentada en la Universidad de París 8, dios para decir que las autoridades les están tratando de 35) El Tiempo de Colombia, 3 de enero de 1999 p. 2 A (ver Francia. ocultar la información: "Les van a ganar la nota" ."Tienen Luis Alfonso Yepes Bustamate. Defensoría del lector en 4) Comunicado de la SIP, septiembre de 2008 http:// que informarlo"."Nosotros les decimos que gracias por la tres periódicos colombianos 1992-2007. U. de Antiowww.sipiapa.org/v4/index.php?page=det_informe&asam información. Vamos a corroborar. Y no publicamos nada quía, p. 134). blea=20&infoid=322&idioma=sp sin corroborar." Parte de su intervenión durante el Semi36) Narrador del video de la SIP: "En la línea de fuego". 5) http://www.sipiapa.org/v4/index.php?page=det_ nario-Taller "Mafias, corrupción, crimen organizado: el 37) Intervenciones de Alejandro Pérez en el Seminarioinforme&asamblea=20&infoid=322&idioma=sp desafío de la década". FNPI-Open Soceity Foundation. Taller "Mafias, corrupción, crimen organizado: el desafío 6) Palabras de Felipe Calderón en los Diálogos por la Lagos de Moreno, Jalisco, 24-25 de septiembre de 2010. de la década". Seguridad, 3 de agosto de 2010. Ver: http://www.bbc.co. 14) Testimonio de un periodista de radio y prensa en 38) Malayerba es el título de la columna de Javier Valdez, uk/mundo/america_latina/2010/08/100803_2300_mexi Guadalajara que pidió anonimato (2 de septiembre de pero también de su libro "su gran crónica fragmentada", co_cifras_victimas_violencia_narcotrafico_alf.shtml 2010). dice Carlos Monsiváis en el prólogo. Editorial Jus, 2009. 7) Informe de los relatores para la libertad de expresión 15) Diego Petersen Farah, "Narco y periodismo". El Uni39) Valdez, Javier (2009). Miss Narco. Belleza, poder y de la CIDH y de la ONU. http://www.amedi.org.mx/doversal, Sábado 25 de septiembre de 2010. Recuperado en violencia. México, Editorial Aguilar. cumentos/informe2010.pdf y El Universal, 25 de agosto http://www.eluniversal.com.mx/editoriales/vi_500 40) Javier Valdez: "Yo he tenido mucha experiencia en el de 2010. "México, el país más peligroso para periodistas 00.html tratamiento de las personas…no del narco. Me especialien América". http://www.eluniversal.com.mx/nacion/ 16) Conversación entre la autora y Alejandro Pérez zo en las personas en el narco (en retratarlas)". Participa179911.html Utrera, en el Seminario-Taller "Mafias, corrupción, crición en el Seminario-Taller "Mafias, corrupción, crimen 8) "Acto de solidaridad en EU con periodistas mexicamen organizado: el desafío de la década" ya referido. organizado: el desafío de la década". nos; condenan impunidad y censura. Nueva York 21 de 17) María Idalia Gómez, periodista de la Unidad de 41) Carlos Lauria (CPJ)sobre la reunión con Felipe Caloctubre de 2010. http://www.libertad-expresion.org.mx/ Respuesta Rápida de la SIP en México, ha empleado derón, 22 de septiembre de 2010. Recuperado de noticias/acto-de-solidaridad-en-eu-con-periodistas-mexieste término en distintos seminarios de la SIP y la Pájaropolítico: http://www.youtube.com/watch?v=23 canos-condenan-impunidad-y-censura/#more-5917 Knight Foundation desde 2006. Considero que ella RnmxC2UaY 9) El Universal, 2 de agosto de 2010. "Urgen a crear lo ha acuñado. 42) Maria Teresa Rondero, profesora en el Seminario-Taprotocolos de protección a medios": http://www.eluniver 18) Reunión de Medio Año de la SIP, del 19 al 22 de ller "Mafias, corrupción, crimen organizado: el desafío sal.com.mx/primera/35322.html marzo 2010, Oranjestad, Aruba http://www.sipiapa.org/ de la década." Se puede dar seguimiento puntual a su 10) Planteado en María Elena Hernández Ramírez y Frida v4/index.php?page=det_informe&asamblea=25&in trabajo a través del sitio de la FNPI. Viridiana Rodelo Amezcua, "Dilemas del periodismo foid=405&idioma=sp 43) El 4 de agosto 2010 se formalizó el Protocolo de mexicano en la cobertura de La guerra contra el narcotrá19) Cobertura transfronteriza del narcotráfico entre MéxiSeguridad para Periodistas en Situación de Alto Riesfico: ¿Periodismo de guerra o de nota roja?". En: Rodríco y Estados Unidos. Periodismo en tiempos de amenago en Chihuahua. En su elaboración participaron: Coguez Morales, Zeyda (2010). Entretejidos comunicaciozas, censura y violencia (2010). Disponible en PDF legio de Periodistas de Chihuahua, Comisión Estatal nales. Aproximaciones a objetos y campos de la http://knightcenter.utexas.edu de los Derechos Humanos, Federación de Asociaciocomunicación. México: Universidad de Guadalajara. 20) Disponible en http://www.cepet.org/ nes de Periodistas Mexicanos, Foro de Periodistas de 11) Conversación entre la autora y Alejandro Pérez 21) Freeman Laurie (2006), "Estado bajo asalto: la Chihuahua, Colegio de Periodistas José Vasconcelos, Utrera, coordinador de edición de Proceso, durante el narcoviolencia y corrupción en México". Informe EspeInstituto Internacional de Periodismo y Comunicación y Seminario-Taller "Mafias, corrupción, crimen organizacial de Wola. Washington Oc. Junio 2006. P.9 Disponiautoridades locales. Ver Libertas 5 de agosto 2010: http:/ do: el desafío de la década". FNPI-Open Society ble en: http://www.wola.org/index.php?option=com_ /www.libertas.com.mx/noticia.php?Id=10905 Foundation. Lagos de Moreno, Jalisco, 24-25 de sepcontent&task=viewp&id=50&Itemid=2&LANG=sp tiembre de 2010. 22) Alejandro Almazán en su intervención durante el 12) María Idalia Gómez en su exposición: "El peligro Seminario-Taller "Mafias, corrupción, crimen organizado: Profesora e investigadora del Departamento de del silencio… Trabajar bajo riesgo, algunas reflexiones el desafío de la década". Estudios de la Comunicación Social en la y alternativas", Seminario "Periodismo en tiempos de si23) Javier Valdez (Río Doce) en el Seminario-Taller Universidad de Guadalajara. lencio: Seguridad e independencia informativa." Hermo"Mafias, corrupción, crimen organizado: el desafío de la sillo, Sonora, 23 y 24 de julio, 2009. Correo electrónico: marielenhr@gmail.com década".
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El periodismo mexicano en medio de la guerra contra el narco
Antítesis de la apología del delito ¿Cómo deben comportarse los reporteros y los dueños de los medios? ¿Existe un código de ética que los periodistas deban observar y cumplir a rajatabla? ¿Qué significa ser periodista en tiempos de crisis? Gregorio Ortega Molina
Gabriel García Márquez y sus exégetas se les llena la boca cuando hablan de nuevo periodismo. Eso no existe, porque dicha actividad no es una profesión, es un oficio; para aprenderlo, éste ha de entrar en el cuerpo de quien lo ejerce, confundirse con él, adquirir dimensión humana. De la misma manera que es imposible que los alebrijes sean copias fieles de ellos mismos, porque no se producen industrialmente, las notas informativas sobre un mismo suceso no solamente no pueden, no deben ser iguales, porque quienes observan el hecho e informan sobre él, son diferentes, en todo, aunque coincidan en filiación política y religiosa, gusten de la misma música y coman en la misma cantina, o compartan amores. Autoridades y escuelas son las que pervierten el oficio, en una corrupción mucho más perversa y deformante que la dádiva, porque buscan la uniformidad de criterios, cuando precisamente lo que enriquece y forma a la opinión pública es la diversidad. Pero la opinión pública es peligrosa: puede tumbar gobiernos, causar disminución de impuestos, imponer criterios judiciales, y ninguna actividad que disminuya su
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poder pueden tolerarla los gobiernos. Por eso se crearon las oficinas de prensa, y éstas concibieron los boletines, primero, luego el telefonazo, la línea y hasta la imposición de criterios bajo amenaza. Todavía se recuerda entre viejos periodistas, en algunas redacciones y hasta en salas de prensa, la frase de Mauro Jiménez Lazcano, quien escaló hasta convertirse en subsecretario de información de Presidencia de la República. Una vez tirada la línea, con los labios pegados al micrófono del teléfono y voz meliflua recomendaba: “Ahí… como cosa tuya hermano… ya sabes”. El boletín de prensa debe ser sustituido por la apertura informativa. El reportero tiene la obligación de investigar, y sus jefes tienen la responsabilidad de ayudarlo a abrir las puertas, el acceso a la información cuando éste se cierra para ocultar matices, facetas del hecho, porque al día siguiente o diez años después, la verdad es expuesta. El periodismo, como oficio, tiene un canon, similar al de la novela de enigmas, policiaca: qué, quién, cómo, cuándo, dónde. Es el responder a estas interrogantes lo que incomoda a los gobiernos, sobre todo cuando de políticas públicas no totalmente aceptadas
por la sociedad se trata, pero también cuando el resultado de esas políticas públicas no es claro, afecta a la sociedad y causa daños colaterales insospechados; por ello, el presidente Felipe Calderón promueve, a través de la Cámara de la Industria de la Radio y Televisión, un convenio que establezca “criterios informativos” aceptados por todos, cuando de informar de la guerra contra el narcotráfico se trate. Lo que el gobierno hace y promueve en materia de salud pública –de acuerdo con el concepto acuñado por Louis Antoine de Saint-Just– necesita ser conocido por la sociedad, por la tan temida y deformada opinión pública, porque los resultados están a la vista, no pueden ocultarse: 30 mil muertos, 50 mil huérfanos, incontadas viudas y padres que quedaron sin sustento por la muerte de sus hijos, cientos de municipios en poder del crimen organizado, 13 presidentes municipales y un candidato a gobernador asesinados, cientos de jóvenes ejecutados -a la manera de quienes pudieran haber diseñado un genocidio contra un grupo-, negocios cerrados por la extorsión y la inversión extranjera y nacional que disminuye, como decrece la confianza de los mexicanos en su gobierno. ¿Debe o no in-
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Violencia y nuevos...
Pasíón y honestidad para crear opinión pública.
formarse de los sucesos cotidianos de la guerra contra el narco? La narcoviolencia es un hecho incontrovertible, como también lo es que las autoridades se ven en la necesidad de escalar en la represión y, hay que decirlo, en la violación de los derechos humanos. Eso sucede en toda guerra. George W. Bush blindó la presencia de las tropas estadunidenses en Irak, pero Julian Assange, fundador de la página Wikileaks, defendió en Londres la publicación de cerca de 400 mil documentos hasta ahora secretos sobre la guerra de Irak. Esta segunda publicación masiva de archivos secretos permite acceder «al detalle íntimo de esa guerra desde la perspectiva de Estados Unidos», y ha permitido saber que en ella murieron al menos 15 mil civiles más de lo que se creía hasta ahora”. ¿Cómo deben comportarse entonces los reporteros y los dueños de los medios? ¿Existe un código de ética que los periodistas deban observar y cumplir a rajatabla? ¿Qué significa ser periodista en tiempos de crisis? Sólo una observación antes de proceder a la respuesta de las preguntas planteadas: las imágenes de los cuerpos de los marines transportados en bolsas negras, obligó a Richard Nixon a apresurar la paz en Vietnam. Estados Unidos perdió la guerra de manera deshonrosa. El código de ética para periodistas propuesto por Camilo José Cela es adorno para una profesión, pero no define el comportamiento de un reportero, un jefe de información o el dueño del me-
Foto: Moisés Pablo / Cuartosuro.
dio, cuando el periodismo es cultivado y desempeñado como un oficio. Si aceptamos esta premisa, el principal problema del periodismo como oficio es la condición humana de los periodistas, y es en este contexto que la ética periodística sólo puede considerarse como una vocación por la verdad. Esta es simple, pero afectada por las filias y las fobias del ser humano, y víctima de esas debilidades la verdad no es objetiva. El boletín aspiró a corregir ese hecho, pero después, casi de inmediato, se convirtió en imposición de criterios. Ser periodista en medio de la guerra contra el narco, exige pasión, honestidad y honradez. Esas tres características imprimirán en los diversos medios la diversidad de criterios honestos que crearán opinión pública. Los dueños de los medios, los jefes de información y los reporteros, conscientes de que trabajan en un negocio, deben convertirse en aliados de la sociedad, de sus potenciales consumidores de información, pues ellos serán el sustento de su fuerza para opinar y corregir políticas públicas para beneficio de la población. Lo demás son adornos, porque el periodismo es un oficio, no una profesión. Sólo recuerden un aforismo de E. M. Cioram: “huyo de mis testigos”. Eso es exactamente lo que son los peRMC riodistas: testigos de oficio. Escritor y periodista. Columnista del periódico digital Eje Central.
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Las neurociencias señalan que las neuronas de los jóvenes detienen su crecimiento a los 18 años. Después de esa edad para mantener una expansión adecuada de las mismas, hace falta establecer contacto con un mundo altamente gratificante y formativo como lo es la música clásica, la novela y la poesía, la pintura, la danza o cualquier expresión artística o científica. Las neuronas largas son las encargadas de formar estos extendidos filamentos cerebrales que se entretejen unos con otros y que permiten a la persona proyectar, prever, planear, innovar. Es raíz, entonces, de la creatividad. Cuando los sistemas sociales, educativos y familiares no permiten que estos tejidos sigan creciendo, la neurona cerebral se queda muy corta. Entonces hay una gran habilidad motriz, una gran capacidad para responder rápidamente, para ver imágenes a gran velocidad y grabarlas en el fondo de la memoria, pero no hay elementos para cuestionarlas y neutralizarlas. Aquí radica preocupante porque podría convertirse hoy en el único antídoto para reducir los niveles de violencia. ¿Cuál será el futuro en México cuando los jóvenes de hoy, mañana lleguen a ocupar espacios de toma de decisión política, social y económica? Su visión, no hay duda, será corta e inmediata, pero no podrá pensar ni planear a largo plazo. La Internet no parará; seguirá siendo de todos y desde donde todo se vale. La televisión se verá en una situación cada vez más desamparada porque a medida que los jóvenes se hagan de una computadora e Internet, la preferirán a la linealidad de las imágenes. Por tanto, la TV comercial tenderá a incrementar el discurso de la violencia como tal, pero en cuadros/segundo cada vez más cortos, y por ende con un potencial enorme para incidir en el subconsciente de los telespectadores. ¿Será la única forma de ganar audiencias de aquí a 20 años? ¿Y la educación? La educación, tan olvidada en México, seguirá siendo la única llave posible para lograr cambiar la mirada y abatir la manera como las imágenes y los medios violentos afectan a los usuarios del siglo XXI. La violencia no se detendrá. La mirada es, en este caso, la única barrera que la RMC podría desviar. Investigadora. Correo electrónico: cegomo_8@hotmail.com
¿Hacia dónde se encamina el quehacer informativo?
El periodismo en la era YouTube Es un lugar común asegurar que la convergencia, la Internet y los nuevos medios representan una ola de cambios tecnológicos sin precedente en la industria de los periódicos. La industria del periodismo desde el siglo XIX, ha sido puesta a prueba por las innovaciones tecnológicas. Maria Elena Meneses
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a radio, la televisión, los satélites, por mencionar algunas, exigieron a esta industria renovarse y fortalecerse y, a sus empleados, adecuarse a cada ola de cambio, pero en la Sociedad de la información, las innovaciones tecnológicas abren la posibilidad, ciertamente inédita, de la participación de la audiencia en el proceso informativo, lo que le otorga el carácter de inédito a esta etapa de transformaciones. En la actualidad, los grandes medios de comunicación y los periodistas no son los únicos emisores de mensajes, agenten no profesionales tienen la posibilidad de recoger, editar e informar a partir de los nuevos medios, que más que como soportes tecnológicos, los observo desde las implicaciones que conllevan en las prácticas culturales y en las posibilidades que representan tanto para ensanchar el espacio público –y con ello la vida democrática–, como para transformar la verticalidad de la industria. Sus aplicaciones fortalecen la posibilidad de participación de la audiencia a través de diversas aplicaciones que promueven la autoexpresión que la industria periodística adapta paulatinamente a su cultura tradicionalmente vertical y que le representan un factor de competencia difícil de aprehender. En la era de los aficionados, el contrato social e histórico autolegitimado por
los propios medios y periodistas, en el que se les atribuye la competencia de recoger acontecimientos de acuerdo con sus intereses, está siendo irrumpido por aficionados. Como señala Yochai Benkler, la base material de la producción se ha desmaterializado en tiempos de Internet gracias a innovaciones entre las que destacan el software libre y los dispositivos más accesibles que las mismas computadoras como los teléfonos y otros dispositivos móviles como las tabletas. La ejecución del ex presidente de Irak Sadam Hussein, el 30 de diciembre de 2006, fue objeto de comentarios en la prensa mundial y en las grandes cadenas de televisión; sin embargo, ningún periodista había estado presente. Un testigo grabó el hecho en su teléfono móvil y lo hizo público a través de numerosos sitios de Internet; a los medios tradicionales, no les quedó más remedio que reproducir el video, potenciando un hecho con innegables características de noticia y por lo tanto fácilmente noticiable. En las noticias más impactantes de la primera década del siglo, los aficionados han estado presentes mediante mensajes de texto, en blogs, podcasts o tuits. En los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York, los mensajes de texto que enviaron los tes-
tigos a sus familiares, así como la información diseminada a través de los periódicos convergentes, fueron parte de la información que el mundo obtuvo, así como parte de los expedientes criminales que obran en poder de las autoridades investigadoras. En cuanto a la rapidez u oportunidad, pareciera que nada podrá competir con los nuevos medios. Así como en 1991, la invasión a Irak fue un evento eminentemente televisivo en el que la CNN y sus corresponsales tuvieron un papel preeminente, en los atentados terroristas de Nueva York, Londres y Madrid. Según los más entusiastas, la participación de la audiencia, podría ser el inicio de un proceso de desverticalización en la industria, que implica la necesaria rearticulación del periodismo que incluiría al pacto social que le da legitimidad para ser el profesional que informa, así como una transformación en la percepción del periodista de sí mismo. Sin embargo, al discurso de la participación ciudadana habría que tomarlo con cautela, si se cuentan los usuarios registrados y se excluyen los programas robot que acceden a la enciclopedia virtual Wikipedia, sólo 10% de los usuarios hacen 80% de todas las ediciones de los artículos. La participación depende de otras variables como la conectividad y las competencias digitales, así como una cultura participativa.
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Se complejiza la competencia informativa.
La democratización del yo: Los Blogs La periodista estadunidense Ariana Huffington comenzó a publicar su blog The Huffington Post en 2005, y al año siguiente la revista Time la consideró una de las 100 personas más influyentes en su país y, en 2008, su blog se encuentra entre los 30 sitios digitales de mayor tráfico en Estados Unidos de acuerdo con el sitio Technorati.com Son pocos los periodistas profesionales que en un par de años logran el renombre internacional, tal como lo hizo la bloguera cubana Yeoani Sánchez, con su bitácora Generación Y quien desde Cuba, entre trivialidades de juventud, suele denunciar la dictadura de Fidel Castro. Sánchez ganó el premio Ortega y Gasset de periodismo en 2008. Las disertaciones en torno al impacto de los blogs en el periodismo son cuasi nuevas y agrupan en sí a otras prácticas interactivas posibilitadas por los nuevos medios. Los blogs pueden mirarse no sólo como foros periodísticos, sino también como un desafío al periodismo de los grandes conglomerados y, en opinión de Raúl Trejo Delarbre, como un espacio o zona propicia para ensanchar el espacio público, que no es lo más común. Estos espacios que requieren el compromiso del creador quien los mantiene actualizados o bien los abandona en el ciberespacio, son propicios para servir como foros de expresión personal o colectiva, como el caso de movimientos sociales que abanderan causas como el medio ambiente, el altermundismo o el terrorismo.
Foto: Moisés Pablo / Cuartoscuro.
En la blogósfera, como se ha dado en denominar al espacio virtual en el que concurren los blogueros, hallamos poetas, académicos, artistas, estudiantes, amas de casa y todo aquel que tenga la disposición de actualizar los contenidos de manera continua. Y es en este punto, donde los no profesionales, tienen algo que perder por su falta de entrenamiento para la escritura diaria, propia del proceso productivo noticioso, que le otorga ventajas a los profesionales como el caso de Arianna Huffington. El investigador Javier Diaz Noci sugiere que a los blogs, se les puede considerar como un género ciberperiodístico de opinión. Es difícil no estar de acuerdo con tal propuesta cuando se observa el contenido opinativo de éstos llevado en ocasiones al extremo y cuando vemos que la industria periodística ha adoptado a estas expresiones como extensión de los artículos de opinión y columnas al ciberespacio, con el objeto de allegarse lectores jóvenes, en tanto que otros albergan a blogueros diversos con la condición de que obtengan un número determinado de visitas y la mayoría de las veces, sin pago alguno. No hay consenso sobre el poderío de estas ciberexpresiones, pero tampoco hay quienes se rehúsen a considerarlos un nuevo actor en el escenario mediático contemporáneo. En la actualidad no hay candidato no digamos presidencial, sino a cargos políticos más modestos, que no recurra a campañas a través de blogs como tampoco, los militantes y ciudadanos que los construyan para promover las bondades de su candidato y en denuesto del adversario.
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Quienes se dedican a medir el tamaño de la blogósfera reconocen la escasa fiabilidad de los datos debido en parte a que muchos de los blogs fueron abiertos, pero abandonados por sus creadores en el ciberespacio. De acuerdo con la encuesta de la agencia internacional de relaciones públicas Universal McCann, en 2008 habría unos 184 millones de blogs, cifra que se duplica según la página especializada Technorati.com, cada seis meses, aunque en 2008 estudiosos de la blogósfera como Cristóbal Cobo Romaní comenzaron a observar una tendencia a la estabilización. La ola amateur encabezada por los blogueros es vista también con posiciones contradictorias e irreconciliables. Hay quienes la ven como un poder oscuro que provoca la pérdida de credibilidad y calidad de la prensa; que pone en riesgo a industrias y profesiones como la del periodismo y que además, corrompe el debate público al ser cada vez más tenue la línea entre la realidad y la ficción, la verdad y los inventos de los no profesionales que no rinden cuentas a nadie. Los entusiastas, por su lado, señalan que el enorme poder cognitivo de los ciudadanos denominado por autores como Pierre Levy «inteligencia colectiva», es subestimada la mayoría de las veces y parte del supuesto de que nunca pensamos solos y que al hacerlo en colectividad o en multitud, los pensamientos individuales se potencian y producen innovaciones mayores. En este caso, en el periodismo, la multitud inteligente ayudaría a cubrir un acontecimiento de manera más integral que un solo reportero.
¿Democratización o negocio? Los periódicos producidos por no profesionales se agregan al escenario de los medios de comunicación en la actualidad. El denominado periodismo ciudadano no es asunto nuevo. Según Nuria Almirón, el concepto fue desarrollado en la primera mitad del siglo XX por el filósofo norteamericano John Dewey, para quien el poder social y en colectivo de los individuos suele ser preferible al individualismo, postura a su vez contraria a la de otros estudiosos como el periodista Walter Lippman para quien el periodismo –actividad imprescindible de la sociedad moderna– no podría ser dejado en manos de personas no entrenadas para informar. La forma más acabada hasta ahora de periodismo ciudadano, es la que observamos en los periódicos producidos por aficionados y periodistas y que son posibles gracias al software libre.
En la primera década del siglo hemos visto aparecer expresiones informativas como el francés Rue 89, creado por experiodistas del diario liberal Libération; el OhMyNews de Corea del Sur; el MinnPost de Estados Unidos, por mencionar sólo algunos cuyos contenidos son producidos de manera colaborativa entre periodistas y aficionados, si bien es pertinente mencionar que algunos de éstos, fueron creados por periodistas tradicionales y, en el caso del francés, concebido para un periódico tradicional. Rue 89.com fue fundado por dos periodistas del diario de izquierda francés; se trataba de un proyecto para el periódico; sin embargo, por divergencias entre los creadores y los directivos, los primeros decidieron abandonar las filas del diario para formar su propio negocio, que contaba, en 2007, con un millón de visitantes al mes y un promedio de 100 comentarios por nota, mismas que son de la autoría de estudiantes, ciudadanos comunes y periodistas. El 30% del contenido de ese periódico es producido de manera colaborativa. Rue 89 se publicita sin miramientos, como el espacio donde no sólo los periodistas pueden publicar; el surcoreano, por su parte, es producido por 47 mil personas no profesionales y presume a la industria tradicional un promedio de 700 mil visitantes diarios y se financia, además de la publicidad, de los contenidos sindicados por los cuales cobra, así como de donaciones del público. OhMyNews, por su parte, se encuentra catalogado entre las cinco publicaciones más leídas de Corea del Sur, sin soslayar que se trata de uno de los países con mayor índice de conectividad a Internet de banda ancha del mundo. Los colaboradores reciben pagos con base en la popularidad y el número de votos que obtienen sus notas por parte de la audiencia. Además de la irrupción de nuevos agentes al escenario mediático, resulta importante resaltar que es rasgo común a publicaciones como las aquí descritas, la gestación de nuevos modelos de negocio. El periodismo ciudadano es un modelo de negocio alternativo al de la prensa a lo largo del siglo XX, es decir: un producto de un empresario editorial que vende espacios a sus anunciantes y que procura ofrecer noticias atractivas. Los periódicos ciudadanos, pese a que su nombre nos inspira a pensar en otras cosas tales como un periodismo más cercano a la gente o a sus necesidades, son en realidad negocios que se financian de maneras diversas, algunos son auspiciados por organismos de la sociedad civil
o universidades. Estas nuevas expresiones periodísticas han sido creados por periodistas, quienes a un bajo costo lanzaron sus producciones periodísticas que, sin duda, coadyuvan a desverticalizar a la poderosa industria informativa. El periodismo ciudadano, o como guste denominársele a este tipo de proyectos participativos, es posible gracias a los nuevos medios que permiten la concurrencia de las audiencias en la generación de contenidos. Algunos periódicos ciudadanos están auspiciados por medios tradicionales y fundaciones, en lo que en ocasiones pareciera ser más un experimento empresarial o universitario que un intento real o auténtico por incorporar la voz ciudadana a los periódicos. Aun así, su presencia en el escenario mediático constituye un factor que incrementa la complejidad aquí descrita. Hasta ahora, los periódicos ciudadanos son arma de libertad para algunos y un potencial nicho de negocio para la propia industria en toda su dimensión. Como puede observarse, sus creadores son periodistas que una vez establecidos como periodistas ciudadanos, funcionan con una lógica en la que si bien cambia la naturaleza de los emisores (redactores, reporteros y editores) a quienes se les paga por clic tarde que temprano, acaban por entrar en una lógica organizativa y de mercado, caracterizada por la venta de publicidad y la conquista de lectores para su supervivencia.
Posibilidades inéditas para los medios.
Paralelamente este modelo de negocio periodístico se encuentra en una fase de experimentación que implica reajustes en el modelo de financiamiento. ¿Cuánto tiempo aguantaría un ciudadano común, un ama de casa o estudiante, trabajando sin cobrar o esperando reunir clics para recibir un pago? Como señalamos antes, un elemento que contribuye a la economía de la gratuidad, es el denominado poder de las multitudes (crowdsourcing), descrito por James Surowiecki como el que supone que las decisiones grupales aciertan siempre y que es paradigma al cual aluden empresas como Google, Wikipedia y también los periódicos ciudadanos. Trátese de amas de casa, taxistas, inmigrantes, estudiantes, sin duda brindan a los nuevos negocios su mano de obra gratuita, que no exige salarios fijos ni prestaciones.
De Oxfam a Indymedia A la erosión del papel tradicional de mediadores asignado a los periodistas, se suman otros actores como los portales de información provenientes de la academia y de organizaciones civiles, cuyo deslinde de los blogs es prudente en tanto que éstos últimos, obedecen en mayor medida a motivaciones personales. Otro es el caso de los portales provenientes de organismos civiles, instituciones y gobiernos que hacen pública toda clase de información y que se unen a lo que Benkler denomina la economía de la información en red, caracterizada por la descentralización de la base material
Foto: Diego Simón Sánchez / Cuartoscuro.
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de la producción cultural, gracias a aplicaciones basadas en software libre. Dentro de tal tipo de expresiones, podemos situar a portales o blogs como Indymedia.org, cuya creación se concibió a partir del movimiento antiglobalización de Seattle en 1999. En ella concurren organizaciones y medios independientes que a través de estas expresiones, forjan lo que Castells denomina “identidad de la resistencia”, una de las características de la construcción de identidades en la red y evidencia de que estas manifestaciones pueden contribuir a ampliar la Esfera y el Espacio Público, lo cual no significa lo que los optimistas exacerbados proclaman, es decir: que la red es por naturaleza libertaria. En medio de esta ola de resistencia en red, la competencia informativa se complejiza. Anteriormente un periódico se planteaba competir con otro; en la actualidad, la competencia informativa y de entretenimiento en el universo convergente, se caracteriza por la diversidad de soportes y orígenes mediáticos. Las televisión en Internet compite con estaciones de radio, periódicos convergentes e incluso con expresiones propias de los nuevos medios, que además tienen como rasgo distintivo su alcance global y la posibilidad de crear un nuevo orden informativo, pues permiten modificar la agenda de los grandes medios y de reconstituir la esfera pública. Para Benkler estas expresiones estarían enmarcadas en la crisis del Estado nación en la que éste cede espacios y responsabilidades al mercado y, por lo tanto, también a los medios de comunicación privados, tradicionales y digitales que, a su vez, al volverse
globales, escapan a los controles tradicionales de los Estados nacionales.
El ejercicio periodístico, puesto a prueba.
Foto: Damián Chávez / Cuartoscuro.
Y ¿qué estás haciendo ahora? Los miembros de Twitter que responden a la pregunta “¿qué estás haciendo ahora?”, se hacen llamar seguidores (followers), quienes deciden a quién seguir y a quiénes no desean que los sigan. De esa forma establecen comunicación en cuasi tiempo real de manera cronológica y con un límite de 140 caracteres. La elocuencia, la mesura y el contexto no constituyen el valor principal de esta red social, pero sí en cambio su potencial informativo y movilizador como ha sido el caso de tuiteros de ciudades mexicanas como Reynosa con su movimiento bajo el hashtag #Reynosafollow, en el que los ciudadanos han dado cuenta del clima de inseguridad, así como de la ciudad de Monterrey ante los bloqueos viales por parte de bandas del crimen organizado. Estos acontecimientos cimbraron a la sociedad del norte de México en 2010 y paradójicamente fueron enviados a páginas interiores en la prensa nacional. En la radio y la televisión mexicana de alcance nacional se les otorgó espacios breves, sin brindar mayor contexto y sin llamar a las autoridades responsables a rendir cuentas sobre la situación. El 9 de junio de 2010, el Ejército mexicano detuvo al líder del peligroso cártel los Zetas Raúl Luna alias El Tory en la ciudad de Monterrey, lo cual desató de inmediato la reacción del grupo criminal que puso en marcha unos 40 bloqueos en el área metropolitana de la capital de Nuevo León.
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La fuerza pública no fue la única que reaccionó tarde, también las autoridades y los medios tradicionales a excepción de la radio local y las redes sociales virtuales. Estas últimas en medio del clima de violencia, insuficientemente contextualizado en los grandes medios, se convirtieron en un microespacio público articulado alrededor de los medios tradicionales. Los pros y contras de esta red social tienen que ver con su tamaño, con sus usos sociales y con la identidad y compromiso de los emisores que sin embargo, son objeciones que se extienden a la mayoría de las plataformas de la red como aquí mencionados. En México como quizá en la mayoría de los países fuera de Estados Unidos, Twitter representa un pequeñísimo espacio del espacio público, lo que no le impidió en octubre de 2009 ser pieza clave para frenar en el Senado mexicano la pretensión de gravar los servicios de telecomunicaciones. “Los tuiteros me convencieron”, declaró a la prensa el presidente del Senado. La identidad de los emisores y su anarquía es quizá la mayor vulnerabilidad de esta red social, que alcanza dimensiones prácticas y éticas. Prácticas porque aun sigue siendo necesaria la prensa y los medios tradicionales con todo y sus imperfecciones, para corroborar esos 140 caracteres, así como la interacción de boca en boca, base de la comunicación humana. En Monterrey, la consulta de diversas fuentes de información se hizo necesaria ante la carencia de instituciones que brindaran certezas a la ciudadanía ante el clima de violencia generado por la guerra contra el narcotráfico emprendida por el presidente Felipe Calderón. Esta complejidad alcanza dimensiones éticas a partir de la identidad. Cuando la autoría no estaba puesta a debate como un derecho mínimo a ser respetado y reclamado por el creador, las marcas periodísticas y los nombres de los locutores, reporteros y articulistas estrella, eran el único referente de la información. La agenda pública era controlada por unos cuantos que, en la actualidad, comparten esa función muy a su pesar, con otros que no son obligados a decir su nombre. Los nicknames que abren la posibilidad para esconder la verdadera identidad o para robarse una, es parte de la levedad de esta red que le ocasiona descalificaciones constantes sobre todo por parte de periodistas, quienes solían ser los únicos agentes validados para informar a la ciudadanía y arrogarse el derecho de establecer la agenda nacional con base en sus intereses. La modernidad otorgó mediante pactos sociales a los medios y periodistas
la responsabilidad de ser los agentes validados para informar, los cuales –al menos en sentido prescriptivo– deben rendir cuentas por ostentar tal poder. Los tuiteros no cargan con esta responsabilidad.
¿Qué hace a un periodista diferente de un aficionado? La Casa Blanca, una de las fuentes de información más prestigiadas y representativas del periodismo internacional, acreditó al primer bloguero en 2005. Por dos años, Jeff Gannon cubrió las ruedas de prensa como reportero de Talon News, un sitio conservador afín al gobierno republicano del presidente George W. Bush hasta que se descubrió que usaba un nombre falso y que pertenecía a una asociación ultraconservadora. Más allá de lo anecdótico, esta situación ayuda a responder, aunque parcialmente, los cuestionamientos sobre cuán sustituibles son los periodistas en la era de YouTube. Por un lado, demuestra el arribo de nuevos actores a una esfera resguardada para los periodistas y, por el otro, que la legitimidad racional otorgada a los periodistas por las propias instituciones y acogida por la sociedad en un pacto o convención para resguardar el orden social es lo que pudiera hacer la diferencia. En un escenario tecnologizado y de libre mercado hay un importante predominio de contenidos sin verificar, ni interpretar, con lo que el papel del periodista está lejos de ser obsoleto en la sociedad actual, sin embargo debe transformarse. He sido cautelosa y por ello advierto que por ahora ofrezco al lector una respuesta insuficiente y es que en el poder de los grandes conglomerados mediáticos, que adoptan toda innovación y que negocian con las audienciasabriéndoles espacios, en ocasiones simulados para su inclusión, es donde radica una enorme fuerza de resistencia a la desverticalización. La industria no puede caminar sin las audiencias empoderadas por los nuevos medios. Los periodistas ya no son los únicos agentes que pueden reportar hechos ni los editores quienes eligen qué noticias merecen ser publicadas. Esto nos lleva a reconocer que los profesionales deben modificar prácticas y rutinas, al tiempo de reconfigurar su papel en la sociedad, acercándose más a los ciudadanos y guardando distancia de las élites económicas y políticas. En una sociedad plena e inundada de información, el periodista podría constituirse en un investigador-gestor de información, que coadyuve a los ciudadanos a elaborar una agenda ciudadana
y democrática y a construir un consecuente sentido de comunidad. La labor de gestión periodística cobró notoriedad en 2010 a raíz de las filtraciones del sitio Wikilieaks sobre la guerra de Afganistán. De 400 mil archivos secretos filtrados al sitio de Internet, periodistas de los diarios The New York Times, The Guardian y Der Spiegel han tenido que administrar los contenidos para su publicación cuidando los derechos de terceros. La transformación del periodista, sin embargo, está sujeta a diversas variables, por lo que no se mira como un asunto fácil, pues el mayor obstáculo para lograrlo es la corporativización creciente del periodismo que diluye los valores de la profesión. Y por otro lado se añade el desplazamiento de la misión de la profesión otorgada por la democracia hacia el entretenimiento como el fin de los nuevos medios. Evitarlo sería una labor de los gobiernos responsables de encaminar acciones que fomenten la diversidad mediática y la conectividad; de la sociedad y de la academia formadora de periodistas, así como de un gremio informativo educado y responsable, interesado en coadyuvar a que el periodismo retome el lugar que se le asignó en la sociedad moRMC derna. Fuentes Almiron Roig, N.Los valores del periodismo en la convergencia digital. civil journalism y quinto poder. Revista Latina de Comunicación Social, 61. Recuperado el 9 de octubre de 2007 en: http://www.utl.es/publicaciones/latina/200 609Almiron.htm Anderson, C.The long tail: why the future of business is selling less of more. Hyperion.NY,2006 Benkler, Y.The wealth of networks. How social production transformsmarkets and freedom.Ya leUniversityPress. USA, 2006. Castells, M.La era de la informacion (vol. 1) Economia, sociedad y cultura. La sociedad red. Siglo XXI. México,200. La era de la informacion (vol. 2) Economia, sociedad y cultura. El poder de la identidad. Siglo XXI, México. 2004 Cobo Romaní, C. Se desinfla la burbuja 2.0. blog e-rgonomic. Recuperado el 18 de mayo de 2008 en: http://e-rgonomic.blogspot.com/ Coriat, B. El taller y el cronómetro.Siglo XXI.México,1992 Deuze, M. The web and its journalisms: considering the consequences of different types of news media online, en New media and society. Sage Vol 5. Pp. 203-230, 2003. Diaz Noci, J. y Salaverria, R. Manual de Redacción Ciberperiodística. Ariel. Barcelona,2003. Habermas, J. Historia y crìtica de la opinión pública, la transformación estructural de la vida pública. Gustavo Gili. Barcelona,1981 Jenkins, H. Convergence Culture, where old media and new media collide. United States of America: University Press. NY,2006 Keen, A.The cult of the amateu .How todayinternet is killing our culture. Doubleday. USA,2007
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Andanzas, reflexiones y miradas de Humberto Musacchio
El bautizo de un
periodista
Incursionó en el periodismo cultural gracias al movimiento estudiantil del 68, ha participado en la creación de dos importantes diarios, es un prolífico estudioso de la prensa mexicana, un enciclopedista y un columnista especializado en cultura. Se trata de Humberto Musacchio, quien habla en entrevista sobre su trayectoria profesional, sus proyectos y aprendizajes que lo colocan hoy, tras cuatro décadas de trasiego, como un referente para los nuevos periodistas culturales. Ana Lilia Rodríguez Olvera
D
esde joven conoció la labor periodística con naturalidad y también de esa manera se enamoró de ella y, cual bautizo iniciático, conoció los velos de la censura. De la seriedad absoluta a la amabilidad y la charla amena, Humberto Musacchio habla sobre las potencialidades del periodismo: “Hay muchas cosas que se pueden hacer. Yo escribo libros gracias a las armas que me dio el periodismo”. Este oficio por casualidad le abrió las puertas: “Me metí al movimiento estudiantil del 68 de cabeza y abandoné mi empleo”. Fue un sobreviviente y un revolucionario como lo eran muchos jóvenes de aquella época. Tras la matanza del 2 de octubre, se encontró en la nada. Y su amigo Manuel Blanco –que más tarde sería un pionero del diarismo cultural contemporáneo en México– lo invitó a vivir en casa de su madre, junto con otros compañeros en la misma situación. “Leíamos mucho. Como Manuel tenía desde entonces una muy buena biblioteca construida por su mamá, leíamos y discutíamos todas las noches de libros y de política”. Así se la llevaban, leyendo y
discutiendo, hasta que uno de los que ahí vivían, llamado Jesús Luís Benítez, El Boocker, que trabajaba en El Nacional los alentó a escribir algo de lo que en esas habitaciones se discutía. “El Boocker era autodidacta: había estudiado hasta tercero de primaria; había trabajado de todo: de carpintero, de mozo, e incursionó como periodista y lo hacía bastante bien… Una noche me dijo: ¿por qué en lugar de estar discutiendo sobre libros, mejor escriben sobre ellos y llevan sus escritos a Juan Rejano?” Y así lo hicieron. Musacchio escribió una sinopsis en torno al libro de René Avilés Fabila: Reseña del fin del mundo. De esa manera comenzó su trayectoria en el periodismo. Era el año de 1969. México se perdía en una difusa tranquilidad, mientras su juventud excitada, a la que pertenecía Musacchio, comenzaba a adaptarse al mundo.
Ánimos censores Al siguiente año, ya con varios textos publicados, Humberto Musacchio comenzó a colaborar en el periódico El Día, en una sección especializada llamada Correo Económico, dirigida por Gregorio Rosas. En 1971 propuso para El Universal un
proyecto de página cultural que fue aceptada. “Para mí, que era un estudiante de lo más pobre, comenzar a ganar mucho dinero era la locura. Yo andaba de cantina en cantina como Pedro Infante”. Hasta que conoció la censura: “Tuve un problema porque escribí dos artículos en contra de Martín Luis Guzmán y me suspendieron sin más averiguación”. Pasaron dos semanas antes de enterarse del motivo de tal reprimenda. Martín Luis Guzmán en aquel entonces presidía tanto la Asociación Nacional de Periódicos Diarios, como el Consejo de Administración de PIPSA, que le suministraba el papel a los periódicos. Además era asesor del Presidente de la República y director de la Comisión de los Libros de Texto Gratuito. Era un personaje intocable. Cuando regresó al periódico le ordenaron cubrir el Festival de Avándaro, acompañado de Jorge Meléndez, quien ahora escribe en El Financiero. Cuenta que todo transcurrió con relativa calma: miles de personas se reunieron para escuchar rock. Los padres de familia acompañaban a sus hijas e hijos. Había hilos de gente que agotaron en pocas horas los víveres y el espacio, pero nadie se movía. Todos
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querían seguir disfrutando. El festival se prolongó hasta el día siguiente, cuando supuestamente habría una carrera de autos, pero se canceló porque las bandas de rock siguieron tocando exhaustas. “El domingo a mediodía nosotros queríamos salir, ya también hartos de estar sentados en el coche, sin bañarnos, todos mugrosos”. Se encaminaron al Distrito Federal a trabajar en el texto que sería publicado el martes siguiente. Al llegar leyeron sorprendidos los diarios, pues todos reportaban un acto que nada tenía que ver con el Avándaro que ellos habían testimoniado: “Dijimos: `nos perdimos de un fiestononón riquísimo´, porque los periódicos referían una orgía general, que los jóvenes practicaron sexo al aire libre y de forma tumultuaria. Esa juventud estaba perdida. Curiosamente fue la misma juventud a la que Echeverría había ordenado asesinar el 10 de junio de 1971 y a la que Díaz Ordaz había mandado matar el 2 de octubre y a lo largo del movimiento del 68. Había que descalificar moral- Reciente obra de Musacchio. mente a esa juventud: era una operación del gobierno. Todos los periódicos Excélsior, el fin del sexenio de Salinas, la estaban de acuerdo en esa versión que guerrilla en Chiapas, los asesinatos polínada tenía que ver con la realidad. Noso- ticos, la ciudadanización del IFE, fueron tros por supuesto dijimos que íbamos a catalizadores de una mayor libertad de prensa. Periódicos como Reforma y La decir la verdad de lo sucedido”. Humberto redactó su artículo, donde Jornada llegaron en un muy buen moexplicaba exactamente lo que había ocu- mento. “Creo que los periodistas hemos librarrido en Avándaro, y desmentía la verdad difundida en los diarios de manera do batallas, a veces en condiciones tounánime, pero no se publicó. “Entregué talmente adversas, por ejemplo la que dio mi material el lunes, y el martes no se pu- Excélsior. La etapa del Excélsior de Jublicó ni una línea. Dije: bueno, a lo mejor lio Scherer para mi es importantísima, había mucha publicidad y aparecerá el día definitoria en todo lo que pasó después. siguiente. Pasaron el miércoles, el jueves, Yo en ese tiempo estaba en la Unión de el viernes y el texto nunca apareció. Yo Periodistas Democráticos, y apoyamos me quedé otra vez sin saber qué había con todo a Excélsior, cosa que se le olhecho mal. Me encontré en la cantina La vida a Julio Scherer”. Para los nuevos periodistas Julio Mundial al subdirector y aproveché para preguntarle qué había ocurrido. Respon- Scherer representa una institución: su ludió: `¿qué no te das cuenta?´, Añadí: ´De cha por la libre expresión y la constituqué debo darme cuenta si todos dieron ción de un nuevo medio, además de su una versión mentirosa de lo que pasó ahí. calidad periodística, son sus cartas de A mí me interesa difundir lo que yo vi´. presentación. Sin embargo, asegura Volvió a responderme: `ah! cómo eres… ´ Musacchio, ese no fue un trabajo que –no me dijo tonto, me dijo peor y se en- haya realizado solo: “También los grancogió de hombros como diciendo `este des hombres tienen aspectos mezquinos, idiota no tiene remedio´. Y volví a cola- y es el caso de Scherer”. La creación de Proceso fue resultado borar con mi página pero ya sin saber a del trabajo colectivo pues participaron qué atenerme”. grandes intelectuales de nuestra época, que en su tiempo eran hombres y mujeBatallas periodísticas Según Musacchio, el camino avanzado res con convicciones y pasión por el pepor la libertad de expresión es amplio. Los riodismo. Ellos son los maestros, los que movimientos sociales que vivió México a en las aulas son conocidos como pefinales del siglo pasado como el caso riodistas de la vieja guardia. Uno de
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ellos fue Miguel Ángel Granados Chapa, de quien recientemente Musacchio publicó un libro biográfico titulado Granados Chapa: Un periodista en contexto. Una obra donde relata la historia de vida del columnista, mostrándolo como un hombre comprometido con el periodismo, idealista, y con su fuerza intelectual como única arma. “Miguel Granados Chapa es el colaborador estrella en la revista Proceso y, pese a ello, allí no se ha publicado una sola línea sobre mi libro. Eso es mezquindad de Julio Scherer. Quizás, el actual director, Rafael Rodríguez Castañeda, no publica nada porque teme la reacción del señor de la Hacienda. Son gajes del oficio: lo asumo”. Musacchio, otrora subdirector fundador de La Jornada, imprime con calidad los conocimientos adquiridos a cuatro décadas de su iniciación en el periodismo. Sus columnas siempre críticas –los lunes en la sección cultural y los jueves en las páginas políticas de Excélsior–, su programa de radio en Red AM, sus trabajos de investigación sobre la prensa en México, son muestra clara de ello. Este oficio de románticos revolucionarios, dice, tiene claroscuros: “Aunque los sueldos son muy malos tenemos ventajas: es un oficio que te permite compartir por la mañana la miseria del más pobre de los campesinos y por la noche cenamos en la mesa de un rey. Una vez que uno entra en ese ambiente, sobre todo cuando te preocupas por no ser tan ignorante, las puertas que abre el periodismo son infinitas. Nunca me he arrepentido”. Periodista cultural desde siempre y actual columnista de Excelsior, Humberto Musacchio no se considera un iniciador de un periodismo más literario en México. “Tengo tres libros de crónicas (Ciudad quebrada, Hojas del tiempo y Urbe fugitiva), la novela no se me ha dado ni la busco mucho. Publiqué un libro de cuentos hace mucho en mis mocedades. He cultivado la crónica que es un género que va sobre dos rieles, sobre el periodismo y la literatura”. Como cronista goza de un estilo narrativo dinámico, resultado de la observación casi obsesiva de los acontecimientos. En Ciudad quebrada, por ejemplo, hace la crónica del terremoto de 1985, las reacciones de la gente y de los medios, la organización de civiles para rescatar a algún sobreviviente entre los escombros, las posturas políticas...
Se convirtió en historiador de la prensa con su obra Historia del Periodismo Cultural en México, en donde describe y desglosa las publicaciones existentes desde 1539. “El periodismo cultural desde el siglo XVIII, pasa por buenos momentos, luego baja su calidad, su presencia, incluso casi desaparece. Esa es una constante del periodismo cultural: subir y bajar. Ha habido momentos brillantísimos del periodismo cultural, aunque luego entra en periodos muy grises como el actual. Hay una idea equivocada de los directores o dueños de los medios que creen que el periodismo cultural no es negocio. Es comprobable, sobre todo hoy, que el periodismo cultural es más negocio que el de otras especialidades: nadie exige tener muchos anuncios en la sección de internacionales. El Conaculta se anuncia en algunos casos hasta en planas completas. Lo mismo Bellas Artes, las casas editoriales, museos… Hay una gran cantidad de instituciones privadas y públicas que se anuncian en las secciones culturales: sí es negocio. No hay razón para que vengan con eso de que no lo es. Menos negocio es el periodismo internacional y a nadie se le ha ocurrido quitarla. “Antes, el periodismo cultural era de reflexión. Cada vez que nos asomamos a la historia del periodismo cultural en México, los mejores momentos no han sido del periodismo informativo de todos los días. Lo que interesa es el análisis de los fenómenos. Análisis informado de especialistas o de gente con la estructura intelectual para abordar esos temas. El problema es que el periodismo cultural está confiado a jóvenes reporteros que no siempre saben de lo que están hablando, y los que lo dirigen tampoco”.
tados son mejores. Además, los maestros de las universidades de periodismo, salvo pocas excepciones, no son periodistas, jamás han escrito una línea, jamás han pisado una redacción: ¿qué les pueden enseñar a los muchachos? Pero eso tiene que cambiar. La necesidad va a surgir de la sociedad, porque ésta les va a dar la espalda, o de alguna manera ya se las empieza a dar. Aunque es un fenómeno minoritario, el auge de la Internet se da porque los medios no pueden satisfacerla. Van a tener que inventar algo” Aparte de la baja en la calidad informativa, Musacchio apoya la teoría de que la prensa en papel desaparecerá desplazada por los avances tecnológicos: “Hay muchos periódicos en el mundo que han reducido sus tirajes, pero el tiraje global sigue en aumento. Va a llegar un momento en que empiece a descender: es muy caro el papel”. A pesar de que su trabajo periodístico se limita a colaboraciones, Musacchio es un hombre de proyectos: está preparando una colección de seis tomos sobre la historia de la prensa en México. “Tengo también casi terminado un libro sobre el taller de gráfica popular –mi primera obra sobre artes plásticas–, y si la fortuna me sonríe espero tener terminado ya este año otro libro con textos míos sobre plástica. “Estoy haciendo una antología de 200 años en torno a periodismo cultural.
Hombre de proyectos Musacchio precisa una de las causas de la actual crisis del periodismo: “Conozco reporteros que no leen ni su periódico. Eso influye para que tengamos un periodismo a la baja, malo. En muchos periódicos, los jefes son gente que nada tiene que ver con el periodismo, o son dueños o se han dedicado a otros rubros. “Creo que va a surgir la necesidad de contar con periodistas mejor preparados. En México antes se discutía quiénes eran mejores, si los periodistas empíricos o los universitarios. No creo que el dilema sea en esos términos, pero el periodismo es un oficio como la carnicería o la carpintería: si aprendes sobre la marcha, tus resul-
Escritor y periodista cultural.
Tengo ya mucho tiempo trabajando en un libro sobre las cafeterías de la Ciudad de México: qué han aportado a la vida intelectual, qué grupos se reunían en qué café. “Víctor Roura me pidió unas colaboraciones para unos libros que está editando, chiquitos, de 120 cuartillas. Quiero publicar mis escritos sobre el 68. Tengo, por ejemplo, una croniquita de lo que me ocurrió el 2 de octubre del 68: cómo lo viví. Tengo otros trabajos sobre el 68: cómo eran en aquel entonces, la plástica, los libros, la prensa, en fin, todo eso lo integro en ese libro”. Musacchio conoce muy bien la labor social del periodismo y sabe del poder que brindan los medios al pueblo informado. “Hay que pelear siempre. Creo que ya hasta me gusta”, dice mientras se le escapa una carcajada. Y continúa con un ejemplo de osadía periodística: “La despenalización de la mariguana nosotros lo planteamos en la revista El Machete hace 30 años. Todo el mundo se escandalizó. En catorce estados de la Unión Americana es legal para fines médicos. En Holanda está severamente reglamentado pero es legal, puedes ir a un café si eres mayor de edad. Los adictos a las drogas duras reciben en su casa aguja y jeringa gratis. Allá no hay negocio para los narcotraficantes. Y nosotros esperando a que Estados Unidos acabe de despenalizarla y nosotros nos seguimos matando”. Recomienda a los nuevos periodistas “leer, leer y leer más, y después de leer, leer más. No hay otra cosa: leer tu periódico y el de los demás. No hay otra forma”. Y finaliza la entrevista con una explicación de lo que significa ser periodista en México: “Creo que la vida de un periodista que no sea un sinvergüenza, es una vida dura: sueldos bajos, no tenemos sindicato, hay pésimas condiciones de trabajo, no hay organizaciones sólidas para nuestra defensa. Lógicamente se necesita mucha vocación para estar aquí. Yo asumo cabalmente los problemas y las desventajas del oficio. Me gusta y lo voy a seguir haciendo. Y cuando en este país se imponga la censura en los medios informativos, seguiré haciendo periodismo en Internet –en el 68 lo hacíamos en las paredes–. Yo creo que siempre vale la pena”. RMC
Foto: Roberto Angulo / Cuartoscuro.
Estudiante de Periodismo en la FES Acatlán de la UNAM.
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Necesario, un enfoque multidisciplinario para el estudio de las empresas
Cultura y comunicación
organizacional La comunicación organizacional es estratégica para cualquier empresa, sea chica, mediana, grande o global, y una herramienta insustituible para fijar la cultura de la organización. Miguel Ángel Sánchez de Armas
L
a palabra comunicación proviene del latín communis que significa común. También en castellano el radical común es compartido por los términos comunicación y comunidad. Ello indica a nivel etimológico la estrecha relación entre comunicarse y estar en comunidad. En pocas palabras: se está en comunidad porque se pone algo en común a través de la comunicación. Para que haya comunicación es necesario un sistema compartido de símbolos referentes, lo cual implica un intercambio de símbolos comunes entre las personas que intervienen en el proceso comunicativo. Quienes se comunican deben tener un grado mínimo de experiencia común y de significados compartidos. Existe una corriente relativamente nueva que echa mano de diversas disciplinas tanto de las ciencias sociales como biológicas para demostrar la existencia de una cultura organizacional que norma y conduce la vida de las empresas de forma muy semejante a como se da en las culturas sociales. Es pertinente utilizar un enfoque multidisciplinario para el estudio de las organizaciones empresariales, que como conjuntos humanos son sujetos de estudio de la sociología, la historiografía, la antropología e incluso la paleontología, quizá anteponiendo el prefijo micro a cada especialidad.
En tal sentido, quizá no sea un despropósito hablar de una “antropología de la organización empresarial”. Ya en el pasado se han utilizado las herramientas de análisis de esta disciplina para entender las relaciones y jerarquías que se dan al interior de grupos y organismos. No parece incorrecto proponer como parte de la cultura organizacional, una historia, una forma de hacer las cosas y una visión del futuro. Hay autores que hablan de una mitología, de una heráldica e incluso de leyendas, gestas y tradiciones, cuyo estudio y conocimiento son esenciales para entender las razones del crecimiento o desaparición de las organizaciones empresariales, muy a la manera en que mediante el paciente y aplicado escrutinio del Beowulf, los viejos lingüistas de Cambridge pudieron encontrar la génesis de algunas estructuras sociales inglesas. En una definición formal, cultura es el conjunto de rasgos distintivos, espirituales y materiales, intelectuales y afectivos, que caracterizan a una sociedad o grupo social en un periodo determinado; la expresión engloba además modos de vida, ceremonias, arte, invenciones, tecnología, sistemas de valores, derechos fundamentales del ser humano, tradiciones y creencias. A través de la cultura se expresa el hombre, toma conciencia de sí mismo, cuestiona sus realizaciones, busca nuevos significados y crea obras que le trascienden.
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En este sentido amplio se entiende que el conjunto de fundamentos teóricos y la batería de herramientas para el análisis de los sistemas internos de una organización empresarial y las relaciones entre los seres humanos en su interior, deben estar sustentados precisamente en un concepto de cultura. Los mecanismos de conocimiento de la cultura organizacional no son menos complejos que los requeridos para el estudio de lo que llamamos cultura social. También parece un acierto incursionar en lo historiográfico y mitológico, que si bien son terrenos resbaladizos, ofrecen herramientas para entender la cultura de las organizaciones y evitar, como quería Santayana, caer en errores del pasado, afianzar el presente y dar certeza al futuro. Una vez establecido que la organización empresarial es una cultura, las herramientas para su estudio pueden ser tan variadas como las empleadas en el estudio de la cultural social. Veamos, a manera de ejemplo, dos aproximaciones: la elitista o autoritaria, y la igualitaria o democrática, para entrar en el análisis de la relación entre comunicación organizacional y cultura organizacional. La propuesta aristotélica que conocemos como autocrática es una filosofía que propone que la conducción social debe estar en manos de los mejores individuos, los más capaces, en tanto que la filosofía
platónica o democrática, sin ser necesariamente el opuesto de la anterior, pone en duda la pertinencia de colocar la conducción social en unas pocas manos y favorece una participación de base más amplia e igualitaria. Los alcances de estas doctrinas pueden ejemplificarse con dos extremos: un grupo militar y un partido político. En el primero, los integrantes operan en base a una estructura rígida y autocrática, orientada a la consecución de fines muy poco o nada variables, mientras que en el segundo hay una gran dosis de comunicación e interacción de los individuos que ejerce influencia sobre la estructura, estrategias y metas de la organización. Entre estos polos se mueven la mayoría de las organizaciones. No hay casos puros. En un mismo grupo o empresa se pueden dar distintos niveles de comunicación autoritaria e igualitaria. Estas propuestas nos permiten analizar los flujos de comunicación y son base para acciones de diseño comunicacional y organizacional que respondan de manera adecuada a las necesidades particulares de una organización.
Sociedad globalizada
municación escrita era confiable y cómoda. Alguien más podría sostener que fue el 17 de diciembre de 1903, cuando el avión de los hermanos Wright se mantuvo en el aire durante 12 segundos sin que nadie, ni aún los más audaces, pudiese anticipar lo que ese invento significaría para la globalidad. Hay quien propone que la globalización comenzó con la puesta en órbita del Sputnik en 1957, o con la transmisión en vivo de las Olimpíadas de Tokio en 1964, o con el Mundial de Inglaterra en 1966 e incluso con las transmisiones en tiempo real de la Guerra del Golfo. Algunos científicos sociales ubican la fecha a mediados de la década de los sesenta cuando se desarrolló la red “Arpanet”, madre tecnológica de la Internet, desarrollada por la Advanced Research Projects Agency (División de Proyectos Avanzados de Investigación, ARPA por sus siglas en inglés) del Departamento de Defensa de Estados Unidos, para mantener las comunicaciones en caso de un ataque nuclear. Otra corriente liga el surgimiento de lo global al desarrollo de las computadoras y sostiene, con lógica, que la conectividad, instrumento de la Internet y por ende de la globalidad, no pudo haberse dado en ausencia de aquellos aparatos de relativamente reciente apa-
La relación entre comunicación y cultura organizacional es fundamental. Por ejemplo, la administración científica y burocrática pone énfasis en flujos de comunicación unidireccionales empatados a la especialización de tareas. La administración participativa promueve flujos de comunicación bidireccionales y el intercambio de roles de trabajo. Poner el acento en metas de producción resulta en una comunicación más orientada al trabajo, en tanto que el énfasis en las necesidades individuales da como resultado flujos comunicacionales ricos en contenidos personales. Que hoy vivimos en una sociedad globalizada es un aserto que nadie cuestiona, aunque determinar cuándo exactamente comenzó esta globalidad puede provocar animados debates. No es fácil encasillar periodos. En la historiografía se fijan arbitrariamente puntos de comienzo para delimitar objetos de estudio. Quizá lo global comenzó en 1844, con la transmisión del primer telegrama público, o cuando Alexander Graham Bell presentó el teléfono en 1876 durante la Exposición del Centenario en Filadelfia y los asistentes se preguntaban qué utilidad podría tener hablar con Organización empresarial. Foto: Guillermo otros a grandes distancias si la co-
rición: Robinson, la primera, entró en operación en 1940 en la Gran Bretaña. Se tiene el registro de que en 1983, ya con Internet en operación, el número de computadoras personales en Estados Unidos era de seis millones, un crecimiento de mil veces en 23 años. Esta cifra la presentan algunos como soporte medible para fijar el nacimiento de la globalización a mediados de los sesenta. El hecho es que Internet hoy enlaza a millones de personas y a cientos de miles de organizaciones en los cuatro continentes. La transformación del Arpanet en Internet fue, además de sus implicaciones científicas, un cambio cultural que algunos han equiparado al que provocó en su momento la imprenta de Gutenberg. Quizá nunca antes un sistema tecnológico había sido una palanca de cambio tan decisiva como fue la Internet, que obligó a redefinir, entre otros conceptos, los de distancia, fronteras nacionales y... organizaciones empresariales. Esta globalidad de los mercados derivada de la conectividad que nos dieron las nuevas tecnologías de comunicación e información (TIC) provocó a fines de los setenta y durante los ochenta una avalancha de empresas llamadas dot.com, descarga de energía semejante al “gold rush” que llevó oleadas de aventureros al viejo oeste norteamericano con la certeza de que sacarían el oro a cucharadas de cualquier arroyo. Y como en el viejo oeste, muchos fueron los perdedores y unos pocos los afortunados. El hecho desató una escuela de investigación y surgieron voces sabias que convocaron a la reflexión y que alertaron contra los mitos del nuevo mercado global. No sólo las empresas se han visto atrapadas en la globalidad. Las naciones también. Destaca el ejemplo de China, que en menos de 50 años transitó de la convulsión de una revolución marxista, a ser una de las economías de mayor crecimiento en el mundo, crecimiento aparejado con el de usuarios de Internet, que pasaron de 620 mil registrados en 1997 a cerca de 120 millones a fines del 2005. La comunicación organizacional, pues, es estratégica para la entidad empresarial, sea chica, mediana, grande o global, y una herramienta insustituible para fijar la cultura de la orRMC ganización.
Perea / Cuartoscuro .
Profesor e investigador en el Departamento de Ciencias Sociales de la UPAEP Puebla.
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Recibe galardón por su labor en la prensa
Los dardos de
Ramonet
Ignacio Ramonet, uno de los periodistas de izquierda más influyentes del mundo, recibió en octubre pasado, en Barcelona, el Premio Antonio Asensio de Periodismo, creado por el Grupo Zeta. El jurado valoró la lucha de Ramonet en favor de un mundo donde la libertad se apoye sobre la justicia como forma de convivencia mundial. José Luis Esquivel Hernández
R
amonet vive desde hace décadas en París. Recluído en un pequeño y luminoso despacho de la calle StephenPichon, en el distrito 13, cerca de la Plaza d'Italie, dirige ahora la edición española de Le Monde Diplomatique. En junio de 2007 lo visitamos y le propusimos una visita a la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Autónoma de Nuevo León, que se concretó el pasado septiembre con motivo del Coloquio Internacional de Comunicación, organizado por la citada dependencia universitaria, donde dictó una conferencia magistral. Su énfasis en el periodismo social ha dado generado diversas reflexiones que ahora ha puesto de manifiesto en una entrevista con El Periódico de Cataluña, en vísperas de la entrega del citado galardón: Creo que llega un momento en que el periodista no debe limitarse a reflejar una situación: debe hacer propuestas. Como actor intelectual puede sugerir pistas para buscar soluciones. Eso es lo que he pretendido con la creación de Attac o del Foro Social Mundial. Y al reiterar su crítica a los medios de comunicación señala el papel de éstos en la era de la Internet: No es casualidad que Superman, Spiderman o Tintín fueran periodistas. Pero hoy el periodista ya no es un héroe. Para la gran mayoría la situación laboral se degrada, y la internet ha
provocado una crisis de identidad. Los medios dominantes son las redes sociales. Hoy hay un discurso que consiste en decir que todo el mundo es periodista. La Internet está produciendo un fenómeno que yo llamo la inseguridad informativa. Está lleno de informaciones falsas y de rumores, que a partir del momento en que un medio creíble las reproduce se convierten en verdades, como ocurrió con el famoso rumor de la crisis del matrimonio Sarkozy. Luego estamos inmersos en una carrera por la inmediatez, que no siempre es sinónimo de calidad. Hay problemas nuevos, pero no creo que haya habido nunca una edad de oro del periodismo; siempre ha sido difícil ejercerlo. Una vida de lucha Ignacio Ramonet nació el 5 de mayo de 1943 en Redondela, Pontevedra, al norte de España, pero sus padres lo llevaron muy niño a vivir a Marruecos de donde pasó, a los 16 años, a estudiar en París hasta obtener el doctorado en Semiología e Historia de la Cultura en la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales, donde tuvo como profesor a Roland Barthes, de quien no deja de hacer un breve perfil en su recuerdo: Roland Barthes era una persona encantadora y además un gran pedagogo a quien le tuve un especial aprecio por su dedicación a la cátedra y su firme convicción en la defensa de sus principios de vida.
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Testigo de una fructífera época, Ramonet quedó marcado por su propia pasión hacia la crítica literaria de Barthes y por la no menos acentuada pasión del profesor francés hacia los signos en el sentido que le dio al término Ferdinand de Saussure, de modo que al paso de los años el hoy galardonado periodista se convirtió en catedrático de Teoría de la Comunicación en la Universidad Denis Diderot en París VII y profesor invitado en la Universidad Carlos III de Madrid. En 2000 recibió los premios al Mejor Periodista del Año en Gerona, España, y el de Defensor de los Derechos Humanos de Roma, Italia, producto de su labor editorial al producir una gran cantidad de libros como La golosina visual en 1985, Cómo nos venden la moto, en coautoría con Noam Chomsky en 1995, La Tiranía de la Comunicación en 1999 y el polémico Fidel Castro: biografía a dos voces en 2006. Pero no se crea que Ramonet margina las críticas que al por mayor despierta su activismo social y su ideología en la prensa, y por eso solamente ríe cuando se le encasilla en el anaquel de la izquierda carnívora por su radicalismo superior a la izquierda vegetariana a que se refiere el nuevo Premio Nóbel de Literatura, Mario Vargas Llosa, al glosar el libro El Regreso del Idiota, como secuela de otro libro de hace diez años titulado Manual del Perfecto Idiota Latinoamericano, escrito por Plinio Apuleyo Mendoza, Carlos Alberto Montaner y Álvaro Vargas Llosa. Ahora ha vuelto casi a gritar su férrea oposición al neoliberlaismo económico al que le asesta sus dardos en el centro de la diana en El Periódico de Cataluña: El capitalismo siempre ha funcionado con base en la articulación del mercado con el Estado. En 1980 triunfó la idea de que el mercado no necesitaba al Estado. Al final de cada ciclo se buscaba una solución razonable, keynesiana, pero siempre se volvía a caer en la tentación del mercado salvaje, y la explosión de cada burbuja era peor que la precedente. No hay ninguna razón para creer que un mercado desbocado no nos lleve a un desastre peor. El sistema no puede ir de burbuja en burbuja. De cada 10 euros, nueve los crea el sistema financiero y sólo uno el sistema de producción. Somos un coche de carreras que circula sin control y a toda velocidad. La esperanza es que la gente diga basta. Hasta ahora ha reaccionado de forma extremadamente serena y sumisa. Lo que está pasando en Francia puede ser un detonante para el resto del mundo, puede generar una revolución. Sólo cambiaremos las cosas si la sociedad se subleva y dice basta. RMC Profesor en la Facultad de Comunicación de la UANL. Doctor en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.
Principales estadísticas a lo largo y ancho del mundo
La penetración de
Internet y Facebook Antes de finalizar el año 2010, el total de usuarios de Internet en el planeta podría ascender a poco más de dos mil millones. En Brasil y México actualmente se concentra el mayor número de internautas en Latinoamérica. Sin embargo es superior la presencia porcentual en Argentina, Uruguay y Chile. En cambio, la penetración en México es considerada incipiente e inclusive resulta menor al promedio mundial. Por su parte, Facebook es hoy la principal red social en el mundo. En agosto pasado, la WorldStats (IWS), una de las principales fuentes de información estadística de Internet, dio a conocer que México es el país con mayor número de usuarios de Facebook en América Latina. Octavio Islas / Amaia Arribas
E
l junio pasado, la WorldStats actualizó sus informes y estimó la población mundial en 6,845,609,960 personas, de las cuales 1,966,514,816 son usuarios de Internet. La penetración internacional de la red de redes fue establecida en 28.7%.1 En torno a la distribución regional de los usuarios de Internet, 5.6% se ubican en África, 42% en Asia, 24.2% en Europa, 3.2% en Medio Oriente, 13.5% en América del Norte, 10.4% en América Latina y el Caribe, 1.1% en Oceanía. Es posible anticipar que antes de finalizar 2010 habrá más de dos mil millones de internautas en el mundo.2
Tendencias en América Latina De acuerdo con la IWS, la penetración de Internet en América Latina y el Caribe (34.5%), resulta 8.8% superior al promedio mundial (28.7%). La penetración en 12 de los 20 países analizados3 es inferior al promedio mundial (28.7%). En Latinoamérica, la menor penetración de Internet se presenta en Nicaragua
(10%), Bolivia (11.1%), Honduras (12%) y Cuba (14%).4 La penetración de Internet en México que reporta la IWS (27.2%), resulta 1.5% inferior al promedio mundial (28.7%) y 6.1% menor a la que reporta la IWS en la región (34.8%).5 En contraste, la penetración reportada por la Asociación Mexi-
cana de Internet (AMIPCI)6, en su estudio de 2009, resulta 4.7% superior al promedio regional, y 2.4% menor con respecto al promedio mundial. La presencia de la gran red en México se considera incipiente y ello en buena medida es resultado de los elevados costos que representa el acceso, pues en
Tabla 1 TOTAL DE USUARIOS Y PENETRACIÓN DE INTERNET EN LA POBLACIÓN MUNDIAL REGIÓN
POBLACIÓN ESTIMADA
África
1,013,779,050
Asia
USUARIOS DE INTERNET
PENETRACIÓN % POBLACIÓN
110,931,700
10.9%
3,834,792,852
825,094,396
21.5%
Europa
813,319,511
475,069,448
58.4%
Medio Oriente
212,336,924
63,240,946
29.8%
Norteamérica
344,124,450
266,224,500
77.4%
América Latina y el Caribe
592,566,972
204,689,836
34.5%
34,700,201
21,263,990
61.3
6,845,609,960
1,966,514,816
28.7%
Oceanía Totales FUENTE: IWS.
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37
Tabla 2 TOTAL DE USUARIOS Y PENETRACIÓN DE INTERNET EN AMÉRICA LATINA PAÍS 1.- Argentina
POBLACIÓN ESTIMADA
USUARIOS DE INTERNET
PENETRACIÓN % POBLACIÓN
41,343,201
26,614,813
64.4%
2.- Uruguay
3,510,386
1,855,000
52.8 %
3.- Chile
16,746,491
8,369,036
50.0 %
4.- Colombia
44,205,293
21,529,415
48.7 %
4,516,220
2,000,000
44.3 %
201,103,330
75,943,600
37.8 %
27,223,228
9,306,916
34.2%
8.- República Dominicana
9,823,821
3,000,000
30.5 %
9.- Panamá
3,410,676
959,900
28.1 %
10.- México
112,468,855
30,600,000
27.2 %
5.- Costa Rica 6.- Brasil 7.- Venezuela
FUENTE: IWS.
nuestro país se pagan las tarifas más elevadas entre los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Además de los altos precios de los servicios de Internet, la capacidad del ancho de banda disponible es uno de los más limitados del mundo.
Facebook en el mundo El agosto pasado, la IWS publicó en su sitio web informes sobre la penetración mundial de Facebook, que hoy definitivamente es considerada la red social más importante a nivel internacional. Su número de usuarios se calcula en 517,760,460. La penetración mundial de Facebook fue establecida en 7.6%. Sin embargo, si consideramos el porcentaje que representan los usuarios de
Facebook en relación con el total de usuarios de Internet en el mundo –dato que la IWS designó como “índice Facebook”– , el total es 26.3%. La penetración de Facebook la establece la IWS tomando en cuenta el total de usuarios de Facebook en un país o región, respecto al total de la población. La IWS estimó 550,924,250 habitantes en América Latina, de los cuales 195,042,230 son usuarios de Internet y 68,189,920 lo son de Facebook. Ello significa que 35% del total de usuarios de Internet en América Latina emplean Facebook. La penetración de esta última en la región (12.4%) es 4.8% superior al promedio mundial (7.6%). La IWS adoptó diferentes criterios para presentar las estadísticas en torno a la penetración de Facebook en América La-
tina, considerando la manera como publica los datos sobre la presencia de Internet en la región. La IWS prescindió de las tablas y optó por dividir la información con base en dos grandes descriptores: Centroamérica y América del Sur, donde ofreció datos de países omitidos en el estudio regional. Se soslaya, además, información sobre países sí considerados –como es el caso de Perú, del cual no refiere información relativa a la penetración de Facebook. En las Islas Falkland, Reino Unido (que el IWS también refiere como Islas Malvinas), se presenta la cifra perfecta en el índice Facebook: 100%. Todos los internautas también son usuarios de Facebook. El 31 de agosto, la IWS estimó 30,600,000 usuarios de Internet en México y 15,037,020 de Facebook. Nuestro país cuenta con el mayor número de usuarios de Facebook en América Latina (13.4%), según la IWS. Ello se debe a que en 2010 fueron considerados 112,468,855 habitantes en el territorio nacional. La IWS omitió precisar el índice Facebook en México, el cual, de acuerdo con nuestras estimaciones, asciende a 49.14%. Lo anterior significa que de cada 10 usuarios de Internet en la República Mexicana, cinco son usuarios de Facebook. Debemos tener presente que la IWS estimó en 35% el índice Facebook en la región. En México, el índice Facebook es 14.14% superior al promedio regional. El índice Facebook en nuestro país resulta sumamente revelador. Debemos tener presente que si bien la penetración de esta red social en Argentina (27.5%) es 14% superior a la reportada en México (13.4%), el “índice Face-
Tabla 3 TOTAL DE USUARIOS DE INTERNET Y FACEBOOK. PENETRACIÓN EN LA POBLACIÓN MUNDIAL * REGIÓN
POBLACIÓN ESTIMADA
USUARIOS DE INTERNET
USUARIOS DE FACEBOOK
PENETRACIÓN DE INTERNET
PENETRACIÓN DE FACEBOOK
África
1,013,779,050
110,948,420
17,607,440
10.9%
1.7%
15.9%
Asia
3,834,792,852
828,930,856
93,584,580
21.6%
2.4%
11.3 %
Europa
813,319,511
475,121,735
162,104,640
58.4%
19.9%
34.1%
Medio Oriente
212,336,924
63,240,946
11,698,120
29.8%
5.5%
18.5%
Norteamérica
344,124,450
266,224,500
149,054,040
77%
43.3%
56%
América Latina
550,924,250
195,042,230
68,189,920
30.4%
12.4%
35%
El Caribe
41,632,722
10,055,240
10,055,240
24.2%
9.4%
39%
Oceanía-Australia
34,700,201
21,272,470
7,620,480
61.3%
33.4%
54.5%
6,845,609,960
517,760,460
1,966,514,816
28.8%
7.6%
26.3%
Totales
* En esta tabla, la IWS optó presentar por separado la información relativa a América Latina y El Caribe. FUENTE: IWS.7
38 REVISTA MEXICANA DE COMUNICACIÓN/noviembre 2010-enero 2011
INDICE FACEBOOK
Tabla 4 TOTAL DE USUARIOS DE INTERNET Y FACEBOOK. PENETRACIÓN EN AMÉRICA CENTRAL Y SUDAMÉRICA PAÍS Argentina Bolivia
POBLACIÓN ESTIMADA
USUARIOS DE INTERNET
USUARIOS DE FACEBOOK
PENETRACIÓN DE INTERNET
PENETRACIÓN DE FACEBOOK
41,343,201
26,614,813
11,381,120
64.4%
27.5%
9,947,418
1,102,500
771,800
11.1%
7.8%
Brasil
201,103,330
75,943,600
6,114,340
37.8%
3.0%
Chile**
16,601,707
8,369,036
7,362,040
50.4%
44%
Colombia
44,205,293
21,529,415
11,115,840
48.7%
25.1%
Ecuador
14,790,608
2,359,710
1,503,860
16%
10.2%
2,546
1,940
1,940
76.2%
76.2%
235,690
58,000
22,920
61.3%
9.7%
Islas Falkland
ejemplo–, demanda mayores velocidades en el ancho de banda disponible. Ello significa que es posible establecer una relación directa entre la infraestructura de telecomunicaciones disponible y el tipo de prácticas culturales que es posible emprender a través de ambientes comunicativos como Facebook. RMC Notas
1) Véase: http://www.inter networldstats.com/stats.htm Fecha de consulta: 2 de noGuyana 748,488 220,000 56,700 29.4% 7.6% viembre de 2010. 2) En México, la velocidad Paraguay 6,375,830 1,000,000 298,900 15.7% 4.7% es muy limitada, inferior a Surinam 486,618 163,000 31,960 33.5% 6.6% los 10 Mb. En cambio en Finlandia, Francia, Japón y Uruguay 3,510,386 1,855,000 907,740 52.8% 25.9% Corea, las velocidades proVenezuela 27,223,228 9,306,916 7,148 1000 34.2% 26.3% medio son de 100 Mb. 3) En la tabla relativa a la Belice 314,522 60,000 31,820 19.1% 10.1% penetración de Internet en Costa Rica 4,516,220 2,000,000 905,260 44.3% 20% América Latina, la IWS considera un total de 20 paíEl Salvador 6,052,064 975,000 476,380 16.1% 7.9% ses: Argentina, Bolivia, BraGuatemala 13,550,440 2,280,000 370,620 16.8% 4.6% sil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Honduras 7,989,415 958,500 370,620 12% 4.6% Salvador, Guatemala, HonMéxico 112,468,855 30,600,000 15,037,020 27.2% 13.4% duras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Nicaragua 5,995,928 600,000 224,220 10% 3.7% Puerto Rico, República DoPanamá 3,410,676 959,900 603,500 28.1% 17.7% minicana, Uruguay, Venezuela. Guyana 748,488 220,000 56,700 29.4% 7.6% 4) Véase: http://www.inter networldstats.com/stats10. *Elaboración a cargo de los autores del texto. ** Vale la pena destacar que la información estadística más reciente que cuenta la IWS de Chile procede de 2008. htm Fecha de consulta: 2 de FUENTE: Elaboración propia con base en información disponible en el IWS.8 noviembre de 2010. 5) Es posible advertir una diferencia de más .4% en los book” en México (49.14%) es superior de internautas en América Latina. En datos relativos a la penetración de Internet en 6.38% al índice Facebook en Argenti- cambio, de acuerdo con el número de la región, consignados en las tablas disponibles en http://www.internetworldstats.com/stats10. usuarios de Facebook, según la IWS, htm y http://www.internetworldstats.com/stats. na (42.76%). En años recientes, la República Orien- en cuatro países de América Latina hay htm Fecha de consulta: 2 de noviembre de 2010. tal de Uruguay ha realizado un extraordi- más usuarios de Facebook que en Bra- 6) El universo del estudio de la AMIPCI exclunario esfuerzo para disminuir la brecha sil: México (15,037,020), Argentina yó a menores de 6 años de edad. digital de su población. El gobierno en- (11,381,120), Colombia (11,115,840) y Ve- 7) Véase: http://www.internetworldstats.com/ stats25.htm Fecha de consulta: 2 de noviembre tregó un considerable número de compu- nezuela (7,148 1000). de 2010. El reciente informe anual del World 8) Véase: http://www.internetworldstats.com/ tadoras portátiles a niños que están a punto de concluir su instrucción prima- Internet Project relativo a la penetración south.htm y http://www.internetworldstats.com/ ria. El total de habitantes en Uruguay fue de Internet a nivel mundial –World In- central.htm Fecha de consulta: 2 de noviembre estimado por la IWS en 3,510,386, de los ternet Project International Report de 2010.
Guyana Francesa
cuales 1,855,000 son usuarios de Internet y 907,740 lo son de Facebook. La penetración de esta última fue reportada en 25.9%. Considerando los referidos datos, el Indice Facebook en Uruguay lo estimamos en 48.93% Decepciona el escaso número de usuarios de Facebook en Brasil que reporta el IWS (6,114,340), particularmente si consideramos la población total (201,103,330) y el total de usuarios de Internet (75,943,600): la mayor cantidad
2010–, revela que el tipo de prácticas comunicativas realizadas en Asia difiere significativamente de las que llevan a cabo los usuarios de Facebook en América Latina. En Latinoamérica, la mayoría de usuarios destina Facebook a actividades de socialización. En contraste, los usuarios de Asia practican diversos juegos a través de dicha red social. El desarrollo de determinadas actividades grupales vía Facebook –como los juegos, por
* Director de la Cátedra de Comunicaciones Digitales Estratégicas del Tecnológico de Monterrey, Campus Estado de México. Director de la revista web Razón y Palabra. Correo electrónico: octavio.islas@itesm.mx ** Doctora en periodismo y comunicación egresada de la Universidad del País Vasco. Investigadora en la Cátedra de Comunicaciones Digitales Estratégicas del Tecnológico de Monterrey, Campus Estado de México. Correo electrónico: amaya.arribas@itesm.mx
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Un insólito movimiento social en desarrollo
Los defensores de la libertad de prensa El ciclo de violencia extrema contra periodistas y medios de prensa en México ya está completando diez años, sigue acumulando agravios y asesinatos, escalando formas virulentas y parece irrefrenable. El fenómeno ha exhibido las enormes flaquezas del poder público en todos sus niveles. Tal violencia y la impotencia gubernamental han presionado a la conformación de un insólito movimiento social que comenzó a mostrarse claramente en 2010. Rogelio Hernández López
L
a singularidad de este movimiento estriba en que, como ningún otro, tiene un creciente respaldo internacional y despliega fuertes tendencias a la coordinación de agrupamientos afines con otros que normalmente transitan por rutas diferenciadas y a veces confrontadas. Los vínculos logrados, y los que están en desarrollo, son parte de lo sorprendente de tal movimiento. Lo más estimulante es la actitud que han mostrado sus partes de encontrar coincidencias básicas y definirlas en cuatro ejes: presionar al Estado a que cumpla con sus responsabilidades, que se construya un mecanismo federal de protección a periodistas y medios, que se procure justicia para abatir la impunidad, y que se edifique un mínimo andamiaje legal que prevenga esos y otros agravios contra la libertad de prensa. Ese movimiento social ha sido poco estudiado. Sus características comenzaron a perfilarse también una década atrás, desde aquellas primeras escaramuzas contra los intentos del gobierno federal de Vicente Fox de cambiar las relaciones Prensa-Estado y el incremento de agresiones a medios y periodistas disfuncionales a la conveniencia de funcionarios de distintos niveles de gobierno.
Durante la última década se han mostrado protagonistas muy heterogéneos: desde fuera han multiplicado sus misiones en México los organismos no gubernamentales paralelos a los institucionales; han permanecido y fortalecido las coaliciones empresariales del sector; se han definido, hecho estables y reproducido las organizaciones no gubernamentales defensoras de la libertad de expresión, y la atomización crónica de los periodistas comenzó a mostrar ligeras tendencias contrarias. Así, en la medida que creció y se tornó implacable el actual ciclo de violencia extrema contra la prensa, se han ido configurando distintas convergencias, primero de los más afines y luego de éstos con los distintos. Hoy una parte muy importante de los protagonistas de la década se han vinculado al nuevo movimiento social. Aunque la mayoría de las partes prosiguen con sus visiones y agendas particulares, la búsqueda de coincidencias es también para darse fortaleza como interlocutores ante el Estado mexicano y promover cambios institucionales.
Las convergencias Este movimiento muestra, a fines de 2010, al menos cuatro polos de conexión escalados en plataformas sociales de ac-
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ción común y un frente social más amplio de coordinación. Son convergencias extraordinarias para enfrentar una situación extraordinaria: a) Frente Nacional de Periodistas por la Libertad de Expresión: plataforma con identidad jurídica de Asociación Civil, que comenzó a operar en julio de 2009 pero que acrisola esfuerzos y personas de varios organismos similares desde 1990. b) Mesa Interdisciplinaria para la libertad de expresión en el Distrito Federal: plataforma de coordinación de autoridades de gobierno y legislativas con asociaciones civiles, creada en julio de 2010. c) Casa de los Derechos de Periodistas: plataforma con identidad jurídica de Asociación Civil, creada en agosto de 2010. d) Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos: plataforma de coordinación de grupos y uniones estatales de periodistas y trabajadores de medios, creada en mayo de 2002. e) La Coordinación: es el frente más amplio de convergencia entre asociaciones no gubernamentales de alcance internacional con similares y sindicatos de raíz mexicana. Comenzó a operar en septiembre de 2010. Éstas son, a finales de 2010, las expresiones más concurridas de un movimien-
to social convergente por la defensa de los periodistas y los medios. Alrededor de tales ejes o plataformas se vinculan decenas de organismos, muchos de ellos participan simultáneamente en varias plataformas y otros se enlazan en foros y actividades especiales.
Un movimiento social Los movimientos sociales son una modalidad de la acción convergente de movimientos colectivos más pequeños que pasan a formas de coordinación más complejas, por ejemplo en busca de solidaridad. Los comportamientos colectivos y los movimientos sociales se basan en valores compartidos, que ante situaciones de conflicto en su entorno, dan lugar a nuevas colectividades caracterizadas por la persuasión de un destino común.1 Neil Smelser, alumno de Talcot Parssons, asegura: Los episodios de comportamiento colectivo constituyen con frecuencia un primer estadío de cambio social cuando se presentan condiciones de tensión pero antes de que los medios institucionales hayan sido movilizados por un ataque específico y posiblemente eficaz a las fuentes de tensión.2 En esta perspectiva, la existencia de un movimiento social tiene cinco componentes base para su acción: diagnóstico compartido; metas generales que proveen, desde el mismo principio, una guía al comportamiento social orientado hacia un fin; reglas o normas que gobiernan la persecución de tales propósitos; la movilización de la energía individual para conseguir los fines establecidos y las facilidades que el agente o movimiento utiliza como medios: Estos comprenden el conocimiento del ambiente, el poder de predecir consecuencias de la acción, además de las habilidades y medios adecuados.3
La reunión se denominó "Seminario Internacional: Seguridad, Protección y Libertad de Expresión en México" y fue diseñado por la International Media Support, el Open Society Institute y el Centro Nacional de Comunicación Social (Cencos). En él participaron –trasmitiendo sus experiencias de protección y con una clara actitud de cooperar– representantes de 20 organismos civiles no gubernamentales en su mayoría: nueve de los internacionales más activos, tres ya veteranos de América del Sur, cinco asociaciones civiles mexicanas y tres organismos gremiales y profesionales de México. Ésta fue la primera ocasión en que concurrieron a un solo sitio y con ánimos de encontrar más puntos de coincidencia tantos agrupamientos. Entre los de corte internacional que operan en México con oficinas filiales y financiamientos originados en otros países, estuvieron representantes de Artículo XIX, Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC), Comité para la Protección de Periodistas (CPJ), Fundación Rory Peck Trust, Internacional Media Support, International Press Institute, Open Society Institute, Reporteros Sin Fronteras (RSF), Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), Instituto Prensa y Sociedad de Perú (IPyS), Foro de Periodismo Argentino, y Fundación para la Libertad de Prensa de Colombia. De México concurrieron otros que se originaron localmente pero también cuentan con apoyo monetario internacional para realizar algunos programas. Entre ellos, Centro de Información de la Mujer
(CIMAC), Centro de Periodismo y Ética Pública (Cepet), Centro Nacional de Comunicación Social, Fundación Prensa y Democracia y Ciudadanos en Medios. Adicionalmente hubo representación de entidades conformadas por periodistas, cuya labor es mucho más difícil por debilidades financieras y que, en ocasiones consiguen respaldos en especie para foros y otras acciones de entidades mexicanas de derechos humanos y/o institucionales: Red de Periodistas de a Pie, Sindicato Independiente de Trabajadores de La Jornada (Sitrajor), y Sindicato Nacional de Redactores de Prensa (SNRP). Muchas de los presentes también participan (varios simultáneamente) en las plataformas de coordinación: Casa de los Derechos de Periodistas, Mesa Interdisciplinaria por la Libertad de Expresión y del Frente Nacional de Periodistas por la Libertad de Expresión. El encuentro, en dos días de trabajo, permitió identificar y suscribir posibles acciones comunes para brindar protecciones a periodistas mexicanos en situación de vulnerabilidad. Este fue uno de sus acuerdos de la mayor importancia. Pero además identificaron un diagnóstico, una actitud, una estrategia y dos agendas que, aunque generales, son su guía para seguir actuando convergentemente. l Identificación del diagnóstico: México es considerado uno de los países más peligrosos para ejercer el periodismo. l Ubicación de una de las causas: Las medidas adoptadas por el Estado resultan insuficientes para contrarrestar este serio problema […] La respuesta
La Coordinación En ese marco se explican mejor los significados de un encuentro que se realizó los días 8 y 9 de septiembre de 2010. Allí se sentó la base de la mayor convergencia, la coordinación más extendida, de todas las que expresa este movimiento social. Se concentraron en el Gran Hotel de la Ciudad de México las mujeres y hombres que encabezan o representan distintos grupos internacionales, de otros tres países y de México que defienden –cada uno según su visión y programas– la libertad de expresión, pero movidos por el aciago ciclo de violencia contra periodistas y medios mexicanos.
En busca de la convergencia.
Foto: Cencos.
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estatal ha dado pocos y pobres resultados, además de carecer de una visión integral, que reconozca los impactos diferenciados en mujeres y hombres. l Suscripción de la actitud convergente más importante: Proteger periodistas y medios […. y] continuar la presión por parte de la comunidad nacional e internacional para que el Estado mexicano asuma sus responsabilidades. l Identificación de la demanda estratégica: Exigir al Estado mexicano que cumpla con sus obligaciones internacionales de prevenir, investigar y sancionar las violaciones al derecho a la libertad de expresión de periodistas y medios de comunicación…. l Identificación y suscripción de una agenda pública común: Impulso e incidencia en temas urgentes de la agenda pública con el objetivo de garantizar el ejercicio periodístico y la libertad de expresión en México. Entre estos temas destacan: 1) Combatir la impunidad mediante la asignación de los recursos y competencias adecuadas a la Fiscalía Especial. 2) La federalización de delitos contra la libertad de expresión. 3) La creación de un mecanismo nacional especializado en protección para periodistas. 4) Una legislación que garantice la pluralidad y diversidad en los medios de comunicación audiovisual. 5) La incorporación de una visión transversal de género en el desarrollo de políticas de prevención, atención y protección a periodistas. 6) La efectiva implementación de las recomendaciones emitidas en los últimos años por los organismos internacionales de derechos humanos, tales como las que emanaron de la reciente visita oficial conjunta de las relatorías para la libertad de expresión de la Organización de Estados Americanos (OEA) y de las Naciones Unidas (ONU). l La identificación de una agenda común para la coordinación de acciones alternativas y/o complementarias para la protección de periodistas y medios, que sería implementada por las organizaciones pactantes y otras, incluidos los medios de comunicación: 1) Tomar conciencia del contexto y del riesgo para el ejercicio periodístico. 2) Adoptar las medidas preventivas adecuadas para la cobertura en zonas de riesgo. 3) Promover acciones de capacitación a periodistas y medios de comuni-
cación para mejorar la calidad del ejercicio periodístico. 4) Considerar el apoyo profesional y psicológico que en su caso requieran las víctimas de agresiones. 5) Apoyar nuevas iniciativas dedicadas a protección. 6) Impulsar medidas que promuevan y sostengan procesos para garantizar a periodistas y medios de comunicación, incluyendo a medios comunitarios, el derecho a ejercer su labor. 7) Involucrar actores claves como la academia y la ciudadanía en general para abonar en el fortalecimiento de dichas acciones.
Manos a la obra Después de esa reunión y su primer posicionamiento estratégico, La Coordinación inició reuniones en octubre encaminados a establecer reglas y normas para su actuación posterior. Se fijaron reuniones ordinarias por mes para evaluar circunstancias y las agendas, y se comenzaron a realizar reuniones extraordinarias frente a temas urgentes, tales como las reuniones del Presidente de la República con los directivos de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) y el Comité de Protección a Periodistas (CPJ), o ante la inminencia de los anuncios del gobierno federal del mecanismo de protección a periodistas y medios, o para expresiones colectivas en foros internacionales de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos o de la SIP. En el mismo sentido hicieron reuniones de trabajo las personas con más experiencia en la protección de algunos organismos (Artículo XIX, Comité de Protección a Periodistas, Centro de Periodismo y Ética Pública y Reporteros Sin Fronteras). A veces en forma bilateral o multilateralmente comenzaron a encontrarse con mayor frecuencia para compartir información y brindarse apoyo mutuo ante casos específicos de periodistas y medios en alto riesgo. La Coordinación comenzó a actuar como lo hacen los frentes amplios, o redes que comparten agendas generales, en este caso impuestas por el clima de violencia contra medios y periodistas; agendas que, en la medida de su consecución, irán definiendo otros objetivos y, por lógica, reforzarán las ligas entre los más parecidos, y alejará a quienes disientan de las nuevas definiciones particulares. Esto es así porque los frentes amplios son la expresión de la mayor concurrencia de movimientos sociales y/o movimientos políticos; son, por naturaleza, coyunturales, determinados por la vigencia
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y virulencia de la contradicción social o el conflicto político que estimuló su conformación. Si esos móviles disminuyen, los frentes amplios tienden a disolverse o a reagruparse según el tamaño de sus coincidencias. Esta es una ley de comportamiento social aceptada por los teóricos de todas las corrientes sociológicas. Una prueba de ello es que, en junio de 2005, hubo un esfuerzo para intentar una mínima coordinación y una agenda común similar a La Coordinación, pero no resultó pese a algunas reuniones y la existencia de motivos, protagonistas y voluntad. En aquella ocasión hubo representantes de La Jornada de San Luis, la Asociación Mexicana de Editores de Periódicos, la Asociación de Editores de los Estados, El Universal, el diario Noticias de Oaxaca, la Federación de Asociaciones de Periodistas de México, el Club Primera Plana, la Fraternidad de Reporteros de México, el Sindicato Independiente de Trabajadores de La Jornada, el Sindicato Nacional de Redactores de Prensa, el Sindicato de Trabajadores de Radio Educación, la Fundación Manuel Buendía, Reporteros Sin Fronteras y la Red Mexicana de Protección a Periodistas. El objetivo, desde entonces, fue crear una “Coordinación de Reacción Inmediata ante Agresiones a la Libertad de Prensa”. Las preocupaciones principales eran: El narcotráfico sigue matando periodistas; gobernadores que usan recursos públicos para acallar medios incómodos y los políticos que presionan judicialmente a reporteros. Hace cinco años también se percibía extrema debilidad en el gobierno federal. Pero las reuniones de tal conglomerado no cristalizaron en una coordinación. Los representantes de propietarios y algunos periodistas se encaminaron a constituir algunos mecanismos de autoprotección en medios de estados norteños; otros reforzaron tareas en la Red Mexicana de Protección a Periodistas, y otros más se dirigieron individualmente a crear proyectos de mejoría del periodismo. No hubo aquí presencia de organismos internacionales ni de organizaciones civiles que, normalmente, tienen activistas profesionales. De todos modos así se fueron sembrando semillas para el movimiento. La conjunción de los desiguales no es fácil. Sólo cuando crece la hostilidad o el conflicto que afecta a muchos es cuando se incrementan las convergencias amplias. Por eso también destaca el valor de La Coordinación, ahora estimulada por el
persistente activismo de las ONGs defensoras de la libertad de expresión y el cobijo de las organizaciones internacionales. La Coordinación tuvo dos antecedentes directos en 2007: en julio se realizó la audiencia ante la CIDH: Situación de la Libertad de Expresión; y se juntaron Artículo XIX, AMARC, Cencos, Fundación Manuel Buendía, RSF, LIMAC y Fundar. En noviembre de ese año hubo un seminario sobre metodologías del registro de las agresiones convocado por Cencos, Artículo XIX y Fundación Prensa y Democracia. En ese Seminario estuvieron, además de los referidos, CIMAC, la Fiscalía Especial y la CNDH. Fueron acompañados por FLIP, IPyS y el CPJ.
Las plataformas La Coordinación es la mayor convergencia del movimiento social por la defensa de los periodistas y medios de prensa mexicanos, pero sería inexplicable sin las inercias unitarias desatadas antes por otras convergencias que no son, sociológicamente hablando, frentes amplios coyunturales, sino plataformas de acción común más estables, entre otras razones porque lograron pactar agendas más amplias y ambiciosas y cuentan con normas de coordinación más elaboradas. Tres de esas plataformas alimentan a La Coordinación y en ellas coinciden también, con otros actores sociales y/o gubernamentales, lo que refuerza las características del movimiento social. Estas plataformas, o centros de convergencia social, son: el Frente Nacional de Periodistas por la Libertad de Expresión, la Mesa Multisectorial por la Libertad de Expresión en el Distrito Federal y la Casa de los Derechos de Periodistas. Existe una cuarta plataforma: la Federación de Asociaciones de Periodistas de México (Fapermex) que busca trabajar y presionar por la agenda de los derechos a la información, libertad de prensa y defensa de los periodistas, pero difícilmente acepta coordinarse en ningún otro frente. Además de estas plataformas, existen otras en México relacionadas con la libertad de expresión, más permanentes, en forma de Cámaras empresariales de medios, o asociaciones civiles y/o profesionales que no son parte del movimiento, pero sí coinciden eventualmente con él sobre todo en presionar a distintas instancias del Estado cuando algún conflicto o medidas legales atañen a sus programas o intereses.
Tarea estratégica.
Foto: Isaac Esquivel / Cuartoscuro.
El Frente El Frente Nacional de Periodistas por la Libertad de Expresión es la plataforma de coordinación con los antecedentes más antiguos. Contiene fuertes rasgos gremiales y profesionales en favor de los periodistas y trabajadores de medios, pero también defiende la libertad de expresión y el derecho a la información de los ciudadanos. Hasta octubre de 2010 concurrían dirigentes y representantes de diez organismos junto a varias individualidades: Sindicato Independiente de Trabajadores de La Jornada, Sindicato Nacional de Redactores de Prensa, Sindicato Único de Trabajadores de Notimex, Fundación Manuel Buendía, revista Contralínea, Sindicato de El Sol de Puebla y Sindicato de Radio Educación. Además confluyen periodistas de la revista Zócalo, de Reporteros Sin Fronteras, algunos independientes como Miguel Ángel Granados Chapa, José Reveles, Rogelio Hernández López, Jaime Guerrero García, los abogados Eréndira Cruzvillegas, Manuel Fuentes y Perla Gómez. El Frente es derivación directa de la desaparecida Coordinadora Nacional de Trabajadores de Medios (1990-1996) cuya columna vertebral era la Unión de Periodistas Democráticos, hoy desaparecida. Después, a partir de 1997, algunas organizaciones civiles y gremiales conformaron la Red Mexicana de Protección a Periodistas (1997-2008), donde destacaron la Fundación Manuel Buendía, el Centro Nacional de Comunicación Social, el SNRP, Reporteros sin Fronteras, el Centro de Derechos Humanos Mi-
guel Agustín Pro, la Academia Mexicana de Derechos Humanos, la Fraternidad de Reporteros de México, y el Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria. En mayo de 2007 cierra trabajos la Red Mexicana de Protección a Periodistas con su último Recuento de Daños. Además concurren aquí individualidades o dirigentes de otros esfuerzos de organización como las reuniones del Mesón del Cid en 2005 y el Encuentro de Periodistas, foro amplio de unos 70 informadores que durante agosto del 2008 intentó una agenda común para proteger periodistas y donde participaron, por ejemplo, Miguel Badillo, Marco Lara, Carlos Padilla, José Reveles, Rogaciano Méndez, Balbina Flores, los abogados David Peña y Perla Gómez. Aunque El Frente comenzó a actuar como plataforma de coordinación desde julio de 2009, se constituyó formalmente el 10 de diciembre de ese año, el mismo día que se presentó con un mitin frente a las instalaciones de la Procuraduría General de la República y luego con una marcha hasta el monumento a Francisco Zarco en la Ciudad de México. Su diagnóstico también comparte la visión de que ésta es la peor época para el ejercicio del periodismo en México y que el país ocupa el primer lugar en peligrosidad. Su Programa contiene propósitos para el desarrollo profesional de periodistas y trabajadores de los medios y sus demandas principales son: a) Revisar y fortalecer el trabajo de la Fiscalía Especial de Atención a Delitos contra Periodistas.
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b) Promover el proceso de una real federalización de los delitos contra periodistas en el Senado de la República y las reformas necesarias a la ley orgánica de la PGR. c) Información precisa del seguimiento que dio la PGR a la recomendación 17/09 de la CNDH sobre agravios a periodistas. d) Que el gobierno federal abra un espacio de comunicación permanente con periodistas y organizaciones defensoras de la libertad de expresión. Para la acción común tiene establecido fomentar una red permanente de información sobre agravios a periodistas, pugnar por el refugio de periodistas en casos de persecución y amenazas, promover su defensa jurídica e incentivar mejores ambientes para el ejercicio del periodismo.
La Mesa La Mesa Multisectorial por la Libertad de Expresión en el Distrito Federal es un mecanismo insólito en todo México. Se constituyó formalmente el 28 de julio de 2010. Parte de su singularidad es que su representación es tripartita (legisladores, funcionarios y dirigentes sociales) y que su estrategia es aplicar 64 líneas de acción, pero ya avanzadas como políticas públicas, para garantizar la libertad de expresión. La responsabilidad central de La Mesa corresponde a la Subsecretaría de Gobierno del Distrito Federal y se coordinan la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, la Relatoría para la Libertad de Expresión de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal y el Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal. Participan en La Mesa un representante de organizaciones no gubernamentales, uno por periodistas organizados y un tercero proveniente de la academia. El programa específico, derivado del general de Derechos Humanos para la capital se denomina “Capítulo 8. Derecho a la Libertad de Expresión”. A cada una de las 64 líneas de acción corresponde un objetivo específico. Y para el cumplimiento de cada una ya están designadas las dependencias responsables de su operación. Dichas líneas de acción se desprenden de los objetivos generales de diseñar una política pública integral, armonizar leyes en materia del secreto profesional de los periodistas, la cláusula de conciencia, los derechos laborales, protección y derecho a la integridad, derecho a la vida íntima de las personas, derecho de réplica, derecho a la información, regular la publicidad ofi-
cial y otras acciones para avanzar en la sociedad de la información. Así, por su composición y agenda, La Mesa no tiene precedentes en todo México. Ni siquiera en el nivel federal existe una instancia de diálogo permanente entre el gobierno y representantes de medios y periodistas, menos tiene mecanismos para hacer seguimiento de una agenda amplia por la libertad de expresión. En esta Mesa o plataforma convergen representantes de varios grupos sociales con experiencia acumulada en el tema y que son parte del movimiento que reivindica el derecho fundamental y el ejercicio pleno de periodistas y medios de prensa: Artículo XIX, Asociación Mundial de Radios Comunitarias, Centro de Información de la Mujer, Centro de Periodismo y Ética Pública, Centro Nacional de Comunicación Social, Ciudadanos en Medios, Fundación Manuel Buendía, Red de Periodistas de a Píe, Reporteros Sin Fronteras, Sindicato Independiente de Trabajadores de La Jornada y Sindicato Nacional de Redactores de Prensa. Para la aplicación concreta de los compromisos de La Mesa se comenzaron a formar cuatro comisiones de trabajo; el 28 de octubre se instaló la primera para protección social y laboral de periodistas y trabajadores de medios. En las comisiones concurrirán expertos académicos y de sociedad civil, así como periodistas (casi todos emanados del movimiento social) para trabajar con los operadores de las dependencias, especialmente de la procuraduría capitalina, jueces, magistrados, y personas de las secretarías de desarrollo social, educación y otras. La Mesa es, pues, la plataforma más ambiciosa y comenzaba a dar resultados en el cuarto trimestre de 2010.
La Casa La Casa de los Derechos de Periodistas significará otro centro de coordinación inédito: una plataforma singular del movimiento que cuenta con personalidad jurídica como Asociación Civil. Para su creación fue determinante el marco político que se creó por decisión de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal y del Gobierno capitalino. Esos órganos de gobierno suscribieron un ambicioso programa por los derechos humanos en la Ciudad de México emanado de la Comisión de Derechos Humanos del DF. En ese programa incluyeron el apartado específico para la libertad de expresión y etiquetaron recursos financieros para la creación de una casa-refugio y de-
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fensa de periodistas y la libertad de expresión. Ese marco facilitó y estimuló la conjunción de esfuerzos de personas muy experimentadas en el movimiento a convocatoria de Eréndira Cruzvillegas, ex relatora de la CDHDF, desde la oficina de la diputada Aleida Alavez. Así, entre marzo y agosto de 2010, la mayoría de los convocados a fundar la casa-refugio para periodistas pudieron sentar las bases estatutarias, las normas de convivencia, para erigir esta plataforma de acciones comunes, de carácter civil no gubernamental, pero fuertemente apoyada por las instituciones capitalinas legislativa y de gobierno. La agenda o programa de trabajo de La Casa tendrá dos singularidades: si bien se concentrará en la defensa y desarrollo de la libertad de expresión, desplegará particular atención a la integridad y los derechos de periodistas y trabajadores de medios; la otra particularidad es que nació con la intención explícita de apoyar los esfuerzos que hacen otros organismos defensores de informadores, con la idea de crear sinergias de coordinación y fortalecer los esfuerzos encaminados a los mismos fines. La Asociación Civil Casa de los Derechos de Periodistas fue fundada por 14 mujeres y hombres a título individual y no como representantes de organización o entidad gubernamental. El Acta Constitutiva, aprobada el 12 de agosto de 2010, de todos modos refleja la enorme pluralidad, experiencia y activismo de sus asociados en distintos frentes: Amalia Rivera, secretaria de Relaciones del Sindicato Independiente de Trabajadores de La Jornada; Amor Lajud, ex directora ejecutiva del Consejo Ciudadano del Premio Nacional de Periodismo; Balbina Flores, corresponsal en México de Reporteros Sin Fronteras; David Peña, abogado veterano en la defensa de los derechos humanos y periodistas en riesgo; Elia Baltazar, integrante de la Red de Periodistas de a Pie y del Centro de Periodismo y Ética Pública; Eréndira Cruzvillegas, ex relatora de la Libertad de Expresión en la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal; Judith Calderón, secretaría general del Sindicato Independiente de Trabajadores de La Jornada y presidenta del Frente de Periodistas por la Libertad de Expresión; Lucía Lagunes, coordinadora ejecutiva del Centro de Información de la Mujer; Manuel Fuentes, presidente de la Asociación Nacional de Abogados Democráticos, consejero ciudadano de la Comisión de Derechos Humanos del DF; Miguel Badillo, fundador de la Fraternidad de Reporteros de México y director de la revis-
ta Contralínea; Omar Raúl Martínez, presidente de la Fundación Manuel Buendía y director de la Revista Mexicana de Comunicación; Perla Gómez, doctora especializada en libertad de expresión e investigadora en la Universidad Autónoma Metropolitana; Rogaciano Méndez, secretario del Sindicato Nacional de Redactores de Prensa; Rogelio Hernández López, ex secretario general de la Unión de Periodistas Democráticos, integrante del Frente de Periodistas por la Libertad de Expresión. De los fundadores de La Casa es el único no asociado para evitar conflictos de interés, porque fue nombrado su director ejecutivo. El diagnóstico de esta plataforma es coincidente, en lo general, con los otros organismos y plataformas del movimiento: Nos une la preocupación por el prolongado ciclo de agravios y ataques violentos contra periodistas y empresas de medios, que ha menguado no sólo a las libertades de prensa y de expresión sino también el derecho a informarse de los mexicanos. Coincidimos, igualmente, en reconocer la debilidad del Estado mexicano para proporcionar las garantías necesarias y frenar este aciago fenómeno de violencia y muertes que también se enderezó contra la prensa. Y en sus 25 propósitos o líneas de trabajo establecen la mayor de sus singularidades: propiciar mayor unidad al movimiento: Nuestra convergencia tiene, como objetivo principal, coadyuvar a la unidad de todos los esfuerzos que se hacen para salvaguardar esos derechos fundamentales (de expresión y de prensa) y, especialmente, para proteger la integridad de los periodistas más vulnerables. En la búsqueda de alternativas fue que arribamos a la conclusión de que es necesario un instrumento de nuevo tipo, un organismo techo, una casa común, que desde la sociedad civil, propicie la conjunción de sinergias, potencie los esfuerzos que sinceramente se hacen desde distintas instancias, tanto gubernamentales, como civiles, como de entidades nacionales e internacionales. Su otra diferenciación es el propósito de ampliar a los sujetos de atención y el tipo de servicios: Hemos decidido dedicar la mayor parte de nuestros esfuerzos unitarios a brindar refugio y protección a los periodistas y trabajadores de los medios y comunicadores en situación de vulnerabilidad, a proporcionales asesoría jurídica y acompañamientos para la obtención de los apoyos públicos y pri-
vados necesarios para que su desempeño cotidiano sea con mayor seguridad, profesionalismo, responsabilidad, libertad y más respetado socialmente.
La Federación Otra plataforma por la defensa de los periodistas y la libertad de expresión es la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos (Fapermex), creada el 18 de mayo de 2002, con un acentuado rasgo gremial. Una de las singularidades que distinguen a La Federación es la convergencia de decenas de organismos de prensa en distintas entidades de la República. De acuerdo con sus documentos, los fundadores eran representantes de 68 agrupaciones y el Club Primera Plana, como su promotor y columna vertebral. Para mayo de 2010 aseguró contar con 103 organismos vinculados, y para el 18 de agosto del mismo año, después de su Asamblea Nacional, su declaración respectiva aseguró que ya agrupaba “a 110 organizaciones con más de 20 mil periodistas afiliados”. Su motivación principal fue crear: Un techo que nos defienda de agresiones, hostilidades y atentados a que estamos sujetos, y que promueva el desarrollo profesional, social y laboral de los practicantes de la comunicación social. La Federación no ha coincidido en acciones ni en reuniones con las otras plataformas del movimiento por la defensa de los periodistas y la libertad de expresión. Su colaboración mayor fue en Chihuahua en julio de 2010, donde algunos de sus dirigentes colaboraron para la redacción del protocolo para autoprotección de periodistas. Y, de todos los demás encuentros y reuniones donde han participado los representantes de organismos de estas coordinaciones durante 2010, una sola vez coincidieron en la Secretaría de Gobernación en el mes de agosto, a propósito de la visita de los relatores por la libertad de expresión de RMC la ONU y de la OEA. Notas 1) Esta caracterización es de los sociólogos Norberto Bobbio, Nicola Matteucci y Giafranco Pasquino, en su ya clásico Diccionario de política, Siglo XXI, 6a Edición, páginas 1015-1018. 2) Idem, pags 1016. 3) Ibidem, pág. 1016.
Reportero. Articulista de Contralinea y Zócalo. Director ejecutivo de la Casa de los Derechos de Periodistas. noviembre 2010-enero 2011 /REVISTA MEXICANA DE COMUNICACIÓN
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Refugios Periodísticos
Jorge Meléndez Preciado ecuerdo a Germán en una serie televisiva con Ricardo Garibay. Seguramente eran las llamadas charlas del autor de Bellísima bahía. A su lado un par de intelectuales en serio, que manejaban infinidad de materias y un lenguaje preciso: Ikram Antaki y Germán Dehesa. El trío era realmente insuperable, aunque el maestro fuera e ex boxeador devenido en literato, e incluso autor de discursos presidenciales. Duró poco el experimento. Me dicen que no obstante la fiereza de Ricardo, no pudieron conjugarse las voluntades de la siria y el tlacotalpense. Las disputas eran frecuentes entre mujer y hombre, jóvenes, ambiciosos. Luego vino La almohada. En ella estaba, joven y bella, Ángeles Mastretta, antes de ser escritora famosa por Arráncame la vida y el buen Germán. Todo mundo vaticinaba, dado el horario de medianoche: “Buen punto de Imevisión, van a dormir al auditorio”. Tal vez para los que ven en la telera lo banal. Muchos descubrimos el arte de la conversa en un medio tan difícil y complicado para ello. Lo mismo ocurrió por las tardes en varias estaciones, sobre todo Radio Centro. Dehesa aparentemente decía cosas muy trilladas, aunque con el espíritu desfachatado iban construyendo en la imaginación más preguntas que respuestas, algo que debe hacer cualquier buen maestro, ilustrador del público, periodista con oficio y ansias de comunicarse en serio con sus escuchas o lectores. A la Planta de luz asistí en algunas ocasiones. Lo mismo para recordar a los Beatles que para darnos cuenta de que ya teníamos o llegaríamos a los 64 años. Su convocatoria a músicos, artistas y todo aquel que no le tuviera miedo al escenario lo podía hacer porque sin estar en la farándula, profesionalmente, no le fallaba a la audiencia en lo que emprendiera. Cómo olvidar su vocería a favor del periódico donde escribía, Reforma. Y es que resultaba prácticamente imposible que los repartidores de periódicos admitieran una nueva publicación. Recuerdo que al estar en La voz de México y Oposición, órganos del PCM, a los hacedores de esos impresos se nos revolvía el hígado al darnos cuenta que los bultos regresaban igual que
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Germán Dehesa y Fausto Fernández Ponte
Dos jarochos con buen ritmo En 2010 se han ido, físicamente, una buena cantidad de compañeros de las letras. Los Carlos, Monsiváis y Montemayor, el artista múltiple, Daniel Manrique, y dos veracruzanos que sabían hacer bailar La Bamba y otras tonadas a los politiquillos, los poderosos, los que únicamente tienen como sacramento y señal el dinero. Ambos, por cierto, con una prosa envidiable y singular, cada uno en su estilo: Germán Dehesa y Fausto Fernández Ponte. los habíamos enviado; ni siquiera los desamarraban. Así pues, comprendí que luchar por el hijo que uno hace, es indispensable para ampliar las libertades en este mágico y trágico país. Cuando empezó a reclamar sus trapacerías al hoy escondido Arturo Montiel, Germán les puso el ejemplo a otros que ahora en sus columnas reiteran justicia por muchas canalladas que se pretende queden impunes. La serie concluyó al finalizar los artículos de Dehesa. Sin pausa. Actitud recia. Que haya fallecido tranquilo en su sillón favorito, con sus parientes y algunos cercanos y un vaso de güisqui en la mano, es también ejemplar. Nada de mojigaterías. A los pocos días de esa partida me llegó, por la tarde, otra noticia que sabía ocurriría pero no esperaba fuera tan rápida: murió Fausto Fernández Ponte, el de Coatzacoalcos, nacido en 1936. Tiempo atrás se le hizo un homenaje en el Club de Periodistas, luego que había remontado una enfermedad agresiva. Los asistentes nos congratulamos que estuviera nuevamente activo; la gran mayoría lo ovacionamos de pie, aunque no faltaron unos cuantos malquerientes. El hombre de los tirantes, voz propia de los costeños y finos modales, tuvo una larga trayectoria en los medios. Estuvo en muchos pero uno fue su base en diferentes momentos: Excélsior. Ahí lo conocí en la época de Julio Scherer, aunque parecía un cometa pues lo mismo andaba en guerras o reportajes especiales que se iba a vivir a Estados Unidos y Buenos Aires, Argentina. En la primera nación incluso estudió periodismo y fue corresponsal durante muchos
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años. Por lo tanto, hablaba y escribía fluidamente en anglo. Pero su estilo en nuestra lengua era barroco, juntando palabras con sentido original y en ocasiones tradicional. Para quienes no entendían lo que significaban algunas, al final del texto aparecía un glosario. En la tierra de Borges codirigió Latin Reuters, un proyecto de varios diarios, los más importantes de América Latina, entre ellos el mexicano. Risueño, sin escatimar pero sin alargar las charlas, en pocas ocasiones lo vi acudir a cantinas o cafés. Me parecía más alguien que “no pierde el tiempo”, como algunos hacemos por placer o vagancia. Cada quien su gen. Me dicen que desde muy joven redactaba y fue parte de los periódicos Zócalo y Tabloide, los cuales yo vendía siendo un mocoso. Luego, al darme cuenta de lo publicado en el segundo, que se adquiría como pan caliente, exclamé: ¡“Bárbaro!”, pues su anticomunismo era feroz. Me hubiera gustado preguntarle a Fausto su opinión. Esperaré a hacerlo si existe reencarnación. Coincidimos en El Financiero, donde publicaba “Asimetrías”. Y ambos le enviamos colaboraciones a Eduardo Ibarra Aguirre para, la odiada por Los Pinos, revista Forum. Y realmente saboreaba su columna “Infiernillo” por Faustófoles. Murió, seguramente, con el dedo en la tecla, como los valientes. Dos jarochos ilustres e imborrables. RMC Periodista de El Financiero. Correo electrónico: jamelendez@prodigy.net.mx