Circumnavigation Game - ParaLosQueAmanDemasiado by manuel fernando mancera martínez

Manuel Fernando Mancera MartĂnez

Reservados todos los derechos. Ni la totalidad ni parte de este libro puede reproducirse o transmitirse por ningún procedimiento electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación magnética o cualquier almacenamiento de información y sistema de recuperación, sin permiso escrito del autor. Motivo de cubierta: ParaLosQueAmanDemasiado XXII Edita: Museo Histórico Municipal de Écija Plaza de la Constitución s/n - 41400 Écija © Manuel Fernando Mancera Martínez Impreso en papel ecológico Impreso en España-Printed in Spain ISBN 978-84-09-16411-0 Diseño cubierta: Manuel Fernando Mancera Martínez Maquetación: Manuel Fernando Mancera Martínez Impresión: Sevilla2

Circumnavigation Game Historia gráfica realizada con motivo de la exposición colectiva Circunnavegación 3.0

Lugar: Palacio de Benamejí. Museo Histórico Municipal de Écija Plaza de la Constitución s/n 41400 Écija, Sevilla (España)

Fecha: del 15 al 28 de noviembre de 2019

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Ă?ndice

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Introducción ��20 X ◆ VIII ◆ MDXIX ��24 XX ◆ IX ◆ MDXIX ��26 XXVI ◆ IX ◆ MDXIX ��28 XVIII ◆ X ◆ MDXIX ��30 XIII ◆ XII ◆ MDXIX ��32 XXVII ◆ XII ◆ MDXIX ��34 XIII ◆ VII ◆ MDXX ��36 XXI ◆ X ◆ MDXX ��38 I ◆ XI ◆ MDXX ��40 V ◆ XXII ◆ MDXX ��42 VI ◆ III ◆ MDXXI ��44 XXIII ◆ III ◆ MDXXI ��46 IV ◆ IV ◆ MDXXI ��48 VII ◆ IV ◆ MDXXI ��50 I ◆ V ◆ MDXXI ��52 XXVII ◆ V ◆ MDXXI ��54 II ◆ VI ◆ MDXXI ��56 XXIX ◆ VI ◆ MDXXI ��58 XV ◆ VII ◆ MDXXI ��60 XVI ◆ VII ◆ MDXXI ��62 XII ◆ X ◆ MDXXI ��64 XXX ◆ X ◆ MDXXI ��66 VII ◆ XI ◆ MDXXI ��68 IX ◆ XI ◆ MDXXI ��70 XVIII ◆ XII ◆ MDXXI ��72 XXI ◆ XII ◆ MDXXI ��74 XXVIII ◆ XII ◆ MDXXI ��76 XXV ◆ I ◆ MDXXII ��78 XIII ◆ II ◆ MDXXII ��80 VII ◆ VI ◆ MDXXII ��82 IX ◆ VII ◆ MDXXII ��84 VI ◆ IX ◆ MDXXII ��86 VIII ◆ IX ◆ MDXXII ��88 Circumnavigation Game, la obra ��92

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Todas las imágenes incluidas en este libro pertenecen a la serie Cincumnavigation Game (gráfica vectorial /Adobe Illustrator - 215 x 100 rescalable - 2019) y una adaptación impresa con motivo de la exposición colectiva Circunnavegación 3.0 incluida en la página 86 de esta obra, y titulada como esta misma publicación.

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Manuel Fernando Mancera MartĂnez

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Cincumnavigation Game nace con motivo del V Centenario de la Circunnavegación al Globo terráqueo. Expedición que comenzara Fernando de Magallanes en 1519 y finalizara Juan Sebastián Elcano en 1522.

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ParaLosQueAmanDemasiado ha querido explorar en un proyecto artístico en el que aunar historia, arte, literatura y música, un modelo cargado de innovación. Partiendo de los escritos que nos dejara legados Antonio Pigafetta se han analizado y estudiado, de las aportaciones de sus escritos, una identidad gráfica propia que va acompañada de historias fabuladas en torno al amor: el desengaño, la desesperación, el olvido, la pena, los recuerdos... Como el amor, el juego pone en marcha una suerte de mecanismos que enganchan al alma en desconocidos parajes de ensueño... del mismo modo, que todas aquellas personas que se embarcaron en esta aventura hacia las islas de las especias, nos adentraremos en sutiles matices, como el olor de aquellas, que condimentan paladares cargados de palabras perdidas de aquellos doscientos treinta y nueve hombres. A lomos de esa trabazón de pensamientos olvidados se construye esta quimera de relatos que, allende los mares, se disiparon, como la bruma, a lo largo de los años. Aquí quedan, en esta aventura gráfica, recogidos los pensamientos de treinta y tres personas que por amor se vieron obligadas a embarcar hacia un destino incierto. Todas ellas, y aún más, son un juego donde trabar conciencia y locura; la purga del veneno atormentado por el desamor; la expiación de los pecados por marcar en el destierro la salvación de un imposible...

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Que comience el juego

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Ayer perdí la razón. Hoy dejo Sevilla abrazado a la reliquia de un beso que conservo en el estertor de mi más preciado sueño. Mañana renaceré enarbolando el riesgo, endulzado del valor que aquí no tengo, Atormentado, pretendo olvidar a cada milla el pasado, presente está en mi memoria tu mirada, futuro vendrá que me consuele. Anhelo cauteloso que el olvido sea un viento fresco con el que surcar nuevos y mejores momentos.

Camilo Sesto â &#x2DC; Amor... amar

VeĂamos la costa alejarse, y a nuestros ojos afloraban recuerdos que se agolpaban para explotar en ilusiĂłn y miedo. Yo llenaba mis pensamientos de regalos para mi tierno corazĂłn haciendo que el horizonte fuera el lazo del que tirar y abrirlos. Inventaba momentos suculentamente inquietantes.

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Ante la inmensidad del mar se purificaban mis secretos y por momentos les dejaba bucear en la dicha de un por venir. Cuando escucho a los muchachos las historias que cuentan se me encoje el alma, y pienso si hice bien en abandonar mi hogar... pero entonces alzo la vista y el cielo me susurra que no tenga miedo... y me siento feliz de salir a buscarme, cueste lo que cueste; llegue a donde llegue; valga o no la pena. Intento encontrar mi verdadero yo. Necesito escucharme. Busco encontrarme. Quiero saberme. Pido sentirme. Conocerme. Ser.

Alejandro FernĂĄndez â &#x2DC; Tengo ganas

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Hoy al avistar tierra, sin saber porqué me eché a llorar como un niño. A lo lejos, en la orilla, la gente saludaba y eso me recordó a ti, despidiendo la esperanza cuando partíamos, al inicio de esta aventura. Allí quedaron, contigo, los mapas soñados de parajes idílicos donde, en un futuro, pudiéramos recostar nuestro amor. Conmigo, ahora, navegan quimeras de las locuras que antes parecían una fácil empresa. Pero te prometí alcanzar nuestro sueño, y eso me hace recalibrar los miedos y persistir, a golpe de amor, en esta travesía que de aventura carga escopetas de historias que contar, después, entre susurros, adormeciéndote en mis brazos... Tan sólo rezo por llegar a descubrir en una de estas orillas la imagen de aquel paisaje que, entre ensoñaciones, construimos en aquellas tardes cargadas de besos. Besos que ahora se enjuagan en vino por resistir su falta, esperando volver a tenerlos.

Nino Bravo â &#x2DC; Un beso y una flor

-Te harás un hombre - me dijeron. Y aquí me encuentro, sin saber si me embarqué por crecer o complacer. Intento no pensar en lo amargo de la travesía, y siempre reparo en una mirada amiga, que me consuele el temblor tamborilero del corazón queriendo gritar consuelo. 30 31

A cada embestida del embravecido mar yo mismo me reto queriendo ser el animado mancebo que conquista, en sus pesquisas por endurecer su armadura, el día a día de un devenir incierto. Tan solo en la noche, cuanto casi todos duermen, me levanto y me crezco, airoso, reforzando mi espíritu, sabiendo que mañana mi brazo un pulso echará contra el más fiero, y a base de persistir llegaré a ser el hombre que querían que fuera. Ay cruel destino... A fuerza de resistir. Por ser muñeco de sueños ajenos. A Dios porgo por testigo. Escondiendo mis anhelos. Al demonio, véndome al peso...

Julio Iglesias â &#x2DC; Me olvidĂŠ de vivir

Cansados de toda la trepidante monotonía acumulada, las fuerzas nos faltaban a golpe de penuria. y el hambre nos cantaba, en estruendosa algarabía con voces de fuero interno un tanto perturbado.

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Conscientes de la imposibilidad posible de supervivencia, y después de tantos días rezando por no perder la vida, por fin el destino nos tiende un puente a tierra. No embarqué con pretensiones de nada, tan sólo quise lanzarme al olvido. Tal vez en mi duelo, por haber perdido el amor de mi vida, la razón de acallar la desdicha me dijo: ve y empieza de nuevo... Errático en las órdenes encomendadas tropecé contigo. Tu sonrisa me golpeó. En la encrucijada de echar raíces o seguir persiguiendo los sueños, la vida te da sorpresas al trueque de una mirada. Y me debatía entre el recuerdo de un amor perdido y un “empezar de nuevo”. Recuerdo que te devolví la sonrisa catapultada en un resorte de alegría. ...Pero tuve miedo de volver a perder el calor de esos ojos hechiceros que dulcemente te envenenan, cadenciosos, en el sucumbir de un beso silencioso. Ahora levando anclas quiero saltar y buscarte, pero un eco me sigue martilleando: ve y empieza de nuevo.

Nina Simone â &#x2DC;I put a spell on you

He lanzado un mensaje al mar. En él he escupido mis secretos, los que no cuento ni cuando los cuento a quien quiero. En la quemazón que me provocan esas reservadas paranoias creía que el mar me lo quería traer de vuelta, pudiendo servir de escarnio entre mis compañeros. Aún teniendo sumo cuidado del momento en que lancé la botella al mar a ratos me invadía un desasosiego que se debatía entre la libertad de contar lo impronunciable y el temor de ser descubierto. Aquellas aguas desconocidas no podían jugármela. Inquieto anduve largos días oteando. Pareciera que todo salió como debía. 34 35

Si llegara a puerto tan sólo sería un mensaje a la deriva, sin nombre, sin destinatario. Un secreto contado a voces. Un libertar el silencio. Un hacerme sentir renovado. Un miedo fabulado en boca ajena. Un pecado confesado. Un soltar esta condena. Un querer ser náufraga botella. Un querer ser rescatado. Un poder ser libre. Y vivir bienaventurado.

Amy Winehouse â &#x2DC; Back to black

Aveces las penurias nos enloquecen y nos convierten en un truhán sin escrúpulos dentro de este juego en el que estamos inmersos. Y la razón se envenena de injurias y desconsoladas historias... Ahora en la distancia, viendo la vida desde otra perspectiva, entiendo que lo que pasó no tiene mayor importancia. La discreción que me pedías y la cautelosa actuación de tus maneras me enajenaba. Y no quise o no supe esperar.

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Me aterra pensar que, al llegar, si llegase, de esta, cada vez más inhóspita y tortuosa aventura, te hubiera perdido... y entonces pienso que en momentos de flaqueza más valiera tirar la toalla o quedar abandonado a mi suerte en alguna de estas tierras donde nadie me conoce ni sabe de lo cobarde que soy. Desde que embarqué ando altivo, como si fuera mi naturaleza, cuando ante tus ojos era un manso cordero sin saber defender lo que te quería. Cuando, moribundo, creo que me llama la discordia de nuestro enloquecido amor para retarme a un duelo, saco fuerzas de flaquezas y quiero impulsar con mi pasión las velas y llegar cuanto antes para arrancarte de los brazos del otro. Tan solo me atempero pensando que si ahora hago las cosas bien llegaré siendo quien te gustaría que fuese. Con historias que contar, con heridas que consolar, acaudalado en lo terrenal y enriquecido en lo personal. Luchando con mis pensamiento, duérmome amor, como cada noche, soñando con vos.

ABBA â &#x2DC; The winner takes it all

Como un salto de fe, así te pedía mi querer que me quisieras. Herrumbroso de desprecios y malas intenciones te obligaba a curtir tus sinsabores. Maledicente altanería la mía quería subyugarte a mis deseos. Tentadores caramelos mis palabras si te atisbaba desconsuelo para endulzar la dureza del hecho. Castrado perdón en tus quehaceres. Despiadado y mordaz en público como afrenta a tu discurso. Y ante tal desfachatez, sin embargo, en mi regazo descansabas mirándome con cariño y paciencia.

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Maldigo el día que te ofrecí a un amigo en pago a un mal juego. Tú que nunca reprochabas ni con gestos ni palabras mi insensibilidad. Entonces, fue entonces cuando me atravesó el más frío de los puñales. Tu mirada me hizo perder el equilibrio y en la trabazón de mis desatinos hoy me veo aquí endiabladamente atormentado. El eco de tus caricias, que antaño tú me dabas, hoy tórnanse en la brisa puñalitos fieros en recuerdo de mi necedad. Pido a quien pueda oírme castigue mi alma y no ceje en dejarme ciego, moribundo y en agonía perpetua. No creo sobrevivir a este viaje que, por días, se torna infierno, y por otra parte quiero sobrevivir para que te cuenten cuán mal lo hemos pasado por si eso consuela y acalla el dolor que te dejé prendido de tu pelo, cuando te acaricié cadencioso y entre sonrisas aquella última vez. Si existe el perdón, y el castigo se exonera, no me atrevería más que a pedir estar siempre a tus pies. De algún modo quiero revertir el pasado y caer en tus manos siendo manso polichinela al antojo de tus pareceres. Castígame como tú quieras, pero quiéreme, o dame la muerte.

Miguel Poveda â &#x2DC; A ciegas

Cuando me pediste amor no supe dártelo y hoy, atravesado medio mundo, me veo volar libre por concederlo aún siendo criticado por los pareceres ajenos a nuestros quereres. A mi vengan, ahora y pudiendo estar a tu lado, palabras ignominiosas que, cogido de tu mano, sabremos atravesarles la retorcida conciencia hasta hacerlos mil pedazos.

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Que si lupanar de descrédito perpetuo. Que si el mal en los andares ensuciando las baldosas de la calle. Que tu mirar una indecencia. Que tu sentir imprudencia. Por disfrazar la naturaleza. Por ser correcto a las cabezas. Por que fingir enaltece. Para cubrir los linajes de opulenta y falsa apariencia. Anhelo el momento de poder abrazarte ante la envidiosa mirada de los atemorizados secretos de los bien hallados en el terror de lo escondido. Desde aquí grito que te quiero, y me miran sin acertar a saber a qué me refiero, y lo toman por un desvarío a causa del mal tiempo o por falta de alimento... Desde aquí quisiera que me oyeras, amor... Hace días observé cómo alguien desde otro de los barcos lanzaba una botella. Supongo que contenía un mensaje... Si supiera que es correo de fiel camino, a diario lanzaría mis buenas nuevas para que te llegaran y supieras que por ti muero y en ti pervivo.

Estrella Morente â &#x2DC; Le di a la caza alcance

Desde que salí de puerto no sales de mi cabeza y en los nervios de la quemazón, que me provoca lo que hice, he caído enfermo. No sé si esto es un castigo. No sé si te llegó mi mensaje. Tal vez sea mejor no sobrevivir. No obstante deseo llegar y cruzarme contigo. No sé cuál habrá sido tu reacción. Desconozco si ya lo sabrá todo el mundo. 42 43

En los delirios que me acusan estos días, me retuerzo entre los peores pensamientos, que se diluyen en el dolor que siento; y cuando me repongo, a poco que me siento más fuerte, las visiones se tornan idílicas y reconfortantes. Entonces los compañeros me tratan condescendientes pensando que estoy más cerca de la muerte que en otros momentos. No hice nada malo. No hice nada malo. No hice nada malo, me repito... No hice nada malo, tan sólo dejar por escrito el amor que siento. No hice nada malo. No hice nada malo. No hice nada malo, me repito. Y eso me mantiene ingeniosamente vivo.

Falete â &#x2DC; Tengo miedo

Alguien de nuestras familias decidió que yo tendría que desaparecer. De los tuyos incluso la muerte habrá sido el mejor de sus pensamientos. De mi propio padre recibí las últimas palabras que nunca pensé escuchar de sus labios. De mi madre sólo silencio. Ni nos dejaron despedirnos. Ni sé si te han perturbado con algo para que intentes olvidarme. Día a día, noche tras noche, pienso en cómo resolver este conflicto y estudio las distintas posibilidades: • Fugarnos • Ocultarlo 44 45

• Defenderlo. Espero, con lo creyentes que son nuestras familias que, si regreso, entiendan que, Dios Nuestro Señor, me ha permitido sobrevivir porque no es malo amarnos. Sin embargo en más de una ocasión me he visto a punto de sucumbir en peligrosas reyertas y el hambre ha querido ser mi más fiel compañera hasta casi sentir el frío aliento de la muerte. Pero sacando fuerzas de flaquezas ante la adversidad juego, como el trilero, a defenderme de su punzante embestida, que las más de las veces ha estado a punto de ganar la partida. Triunfante quiero entrar, dios mediante, en mi casa y defender al menos mi existencia. Después ya tendremos tiempo de estudiar las distintas posibilidades: fugarnos, ocultarlo o defenderlo... Confío en que tus pensamientos sean como los míos y encontrarte, al llegar, esperando mi regreso, como solías esperarme todas las tardes para salir a pasear.

Raphael â &#x2DC; Digan lo que digan

Crápula en mi vivir, jamás quise atarme a nada. Antes de enrolarme y partir a una vida libidinosa que prometían en la cantina, una vieja con un parche y con el aliento de mil pesares me echó la buenaventura. Mancloy sungaló bi garlochín. Olajay te sabinde. Docambé que te pires. Vengues chorés te acharen. Orobes gacharao bi bají. No entendí nada, pero como me lo dijo con una sonrisa quise entender que me deseaba suerte. Después de muchos infortunios hemos llegado a unas islas que ganan en cualquier comparación a todo lo que hayamos visto hasta ahora. 46 47

Y yo que siempre fui un truhán quise divertirme aquí resarciéndome por todo lo pasado, aunque no lo hubiera llegado a pasar mal del todo allá donde hubiera puesto el pie. Al cargar con unos víveres aquí, y con intención de entablar conversación, intentamos cruzar algunas palabras. Su susurrante palabrería indescifrable iba lastrando un poso de dulzura en mi desconocida y turbada abnegación. Prendado de un sentimiento que nunca había experimentado buscaba a cada momento su mirada, pero no pareciera ser consciente de mi rendición. Y a más descarado devaneo que ofrecía en sus encantos, más castigado se veía mi deseo. Por más que hiciera no consentía en nada más que en forzadas reverencias. Sin embargo yo no podía dejar de soñar intensamente estar en sus brazos que, siendo yermo mi deseo, pensaba caer loco de amor a sus pies sin importarme nada...

Príncipe ingrato y sin corazón / Que la maldición te sobrevenga / A donde quiera que vayas / Espíritus malos te atormenten / Y llores enamorado sin suerte

Chavela Vargas â &#x2DC; AmanecĂ en tus brazos

Ay amor... Si pudiera con mis inocentes besos y mis torpes caricias traspasarte todo lo que siento... pero el amor, que es más que lo carnal, necesita de palabras para dar forma a su discernimiento, y enarbolar con los hechos los distintos momentos en un conjunto de pareceres. 48 49

Amor es más que estar amando. Y qué es el amor sin la alquímica combinación de miradas, caricias, palabras y besos. Baldío el conjunto de tres que carece de uno de estos cuatro elementos. Para los que aman demasiado, tres, cualesquiera que fuesen de los cuatro, son una receta incompleta que no satisface al paladar. La constante variable de una de las cuatro condiciones enriquece cualquier sentimiento que pueda aflorar entre los amantes. Amar así es sentirse libremente atado a alguien. En ese tándem se es ladrón de los gestos, de los pequeños matices y sus complicados vericuetos, se intenta aprehender todo, y en todo momento, por recordar en el tiempo los secretos que se esconden en el amor de los eternos amantes. Ay amor...

Bola de nieve â &#x2DC; Ay amor

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Hay momentos en que el amor nace en un descuido. Otras, como en un tortuoso laberinto, cuesta perseguirlo y hasta alcanzarlo. El llanto en ocasiones crea un caudal donde se cruzan dos barcos a la deriva. Importunados contratiempos, a veces, son el pegamento de una manifiesta alegría. En ocasiones se compra o se canjea por regalos. Y las más de las veces se disfraza de turbadora pasión que se desinfla en pequeñas dosis de cansancio y desconsuelo. Pero el amor, el auténticamente verdadero, como la sangre que te invade todo el cuerpo, es el que germina, cuando una mirada fecunda de palabras la antesala de un beso, y se acuna entre caricias, electrificando la piel desde la punta del pelo hasta las uñas de los pies.

La bien querida â &#x2DC; De momento abril

Engalanar mentiras nunca ha sido la solución. En una traición el amor pierde el brillo y su color. ¿A qué vender esperanzas si se ha timado al corazón? Y después, si poco importa la verdad, que siempre suena a piadosa mentira ¿qué más da lo que pase con el contrato que se tenía firmado? 52 53

Cuando uno siente la picazón del engaño nada reemplaza el sentimiento. Ni rutilantes piruetas de sacrificado sortilegio. Marcar distancias y separar la razón del condenado sentimiento es el primero de los remedios. Fortalecer con la indiferencia y arredrar el canal de los mensajes con interferencias de sonoro olvido, la solución. Pero, ay amor... si te atormenta como a mí el corazón en cadenciosas estimulaciones del recuerdo y, por más que lo intentes, cualquier cosa es una tortura que te invade el pensamiento, tal vez la solución esté en morir... o en vivir alimentándote de la ensoñación del pasado y creando espejismos, recrear en otros parecidos lo que en aquel entonces te fue concedido como el amor tildado de perfecto. Tal vez entonces te llamen loco. Tal vez tu locura sea un fiel reflejo de la reproducibilidad por querer vivir lo que no es posible volver a vivir. Amor inventado es amor condenado.

María Jiménez ⁘ Se acabó

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Sin darme cuenta, cada vez que era consciente de la realidad, me encontraba mirando mi reflejo en las aguas. Oscuras y profundas, o turquesas y serenas. Sin saber por qué, sentía la necesidad de buscar en mi reflejo, o en lo que hubiera tras de mí, un algo..., un no sé qué... Sin pretenderlo me aislaba en mi otro yo. De algún modo quería descubrir algo en mí que nadie me había contado...

The Platters â &#x2DC; Smoke gets in your eyes

En cuanto puse el pie en tierra me tomaste de la mano y me guiaste. Deduje que era cortesía y amabilidad pues los demás también remedaban el gesto con el resto de mis compañeros. Sin embargo la calidez, el tiento y la firmeza me dio que pensar. Miré sus ojos fijamente intentando descifrar algún mensaje oculto. Como respuesta su mirada parecía ser, incluso, más amigable. Le acaricié en ese trance su mano, con el ademán de asirme más firmemente mientras le sonreía. Cauteloso comprobé si el resto de los presentes estaban en las mismas condiciones que yo. Algunos más y otros menos parecían encontrarse en el mismo trance. Pero entonces me pregunté si acaso todos estábamos sintiendo lo mismo. 56 57

Para mi disgusto, más pronto que tarde nos soltaron. Entonces entendí que todo había sido una percepción equivocada. Sin embargo, cuando ya casi se me había olvidado, y no seguía buscando su sonrisa entre la multitud, se me acercó por detrás y me extendió de nuevo la mano. Se me erizó hasta el último de los pelos, mientras me levantaba, viendo que no sucedía lo mismo con otro de los nuestros. Mientras caminaba un poco retrasado viendo como me arrastraba hacia lo desconocido, por mi cabeza pasaban en tropel las más variadas situaciones. Nervioso tiré hacia mí un poco de la inercia. Se giró y me sonrió. Miró por encima de mi hombro como oteando si había alguien cerca. Me arrastró con mayor firmeza por un corto trayecto en el que sólo podía tener en mi cabeza el sentir sus labios, carnosos y delicados, pegados a los míos. Quizás...

Nat King Cole ⁘ Quizás, quizás, quizás

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Hipnotizante tintineo era la danza para mi corazón viendo sus formas conjurar enigmáticos movimientos. Fácil presa del placebo era en esencia mi predisposición, pero en otras tierras había probado que regalos tan hermosos de la naturaleza, de un modo u otro, no servían más que para enloquecer por un momento y de repente ser torturado por la rutina del viaje. A cada puerto caía arrebatadamente a merced de los encantos, que en su desnudez, solían exponer sin pudor sus habitantes. Tal vez mi tendencia natural, hasta ahora, había sido sucumbir a la belleza, al exotismo endiabladamente picante... Pero hoy, mientras el susurrar de los cascabeles me incitaba a caer de nuevo en las redes de un amor banal, algo me dijo que, el nuevo recuerdo de perder algo que has querido, podría llegar a destrozarme por entero. Sacando fuerzas de flaquezas me levanté para alejarme lo más que pudiera de aquel festejo. Intentando no sucumbir a tan deseable escena hice lo imposible por avanzar hacia la nada. Sin fuerzas, unos metros más adelante me dejé caer y, mirando las nubes pasar, la música tintineante me sirvió de cuna.

Isabel Pantoja â &#x2DC; Nada

Conciencia y corazón no saben bailar juntos. Y a causa de los tropiezos, o bien acabas pisoteado por los suelos o, en el tropel de la música, pasan por tus brazos otros brazos que quisieras retener y, sin conseguirlo, se te escapan.

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Retozas en el vodevil. El ritmo te emborracha. Ríes sin descanso. El desorden se convierte en paranoia. Pero en el zarandeo quieres parar un momento, y por más que lo intentas no puedes. La atolondrada locura nos recorre los miembros hasta que caemos extenuados. Sin conciencia ni corazón sucumbes al silencio dentro de la algarabía. Tal vez todos entramos en ese trance. Pero no se atisba a reconocer lo que sucede. El mareo se ha colado hasta el tuétano. De un chasquido sordo resucitas. No sabes cuanto tiempo estuviste inconsciente. A tu alrededor la danza sigue. Pero ahora aprovechas y antes de volver a subirte a la escalesita, en el pausado resurgir tienes tiempo de apreciar lo que en torno a ti sucede. Las miradas que se cruzan y echan chispas; las caricias que, furtivas, juegan al pilla pilla; la intención trabada en casualidad. Y en ese discurrir de antesala a la conciencia, el corazón no quiso quedarse sólo..., y sin dar tiempo a pensarlo se dejó llevar de nuevo a los besos no dados, las caricias evasivas, las palabras amorosas silenciadas en el griterío que todo lo circundaba.

Pedro Vargas â &#x2DC; La Ăşltima noche

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Todo aquí es exótico y reverberante en sus excesivos colores. Y a mí, que llorando abandoné mi tierra, y nunca pensé que pudiera enamorarme de otros lares, se me atasca en la retina el recuerdo de los evocadores atardeceres que siempre disfruté; y sin embargo, en el umbral de esa ceguera se fondea un nuevo horizonte, estrepitoso y exuberante que amenaza hacerme sucumbir, y lo consigue.

Lucho Gatica â &#x2DC; Encadenados

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Afrodisiacos olores transportaba el aire, rotundos, potentes, infinitamente perennes. De su piel emanaban los más dulces matices que jamás hubiera soñado. Y envenenarse en su rotundidez era un consuelo cuando me apretaba contra su pecho. Recuerdo que aquella tarde nos fuimos a bañar a una fuente donde el paraje hacía de marco a tan idílico escenario. Nos sumergimos, y al resurgir, y comprobar que su persistente fragancia seguía adornando su piel quise cerrar los ojos y soñar para siempre abrazado a su pecho.

Maite MartĂn â &#x2DC; S.O.S.

Sin saber porqué, y habiendo visto maravillas que ya resultaban cuantiosas, aquel momento, la luz de la tarde, tal vez como tropecé sin pretenderlo... Lo cierto es que mis ojos se abrieron a su máxima extensión y entonces se dieron de bruces con la belleza más rotunda que jamás hubiera podido conocer. 66 67

A contraluz, la imagen era digna del más virtuoso de los pintores. Quise admirar más cerca aquella escultura y viendo que no hacía amago de escapar me aproximé, y descubrí en su desnudez, entre las aguas cristalinas que titilaban enriqueciendo los tonos de tu piel, lo más tierno y lo más firme a la vez Cuando me dispuse a acercar mis labios para comulgar con aquella especie de eucaristía se desvaneció y quedé, tembloroso, cegado por los rayos de un sol crepuscular y en mis párpados se agolparon lamentaciones que con palabras no habrían podido definir mi sentimiento. Aturdido me giré imaginando que, la suerte de aquel desfallecimiento había hecho que se zafara de mi, pero que estaría detrás sonriendo desafiante, esperándome. Mi decadente sombra se extendía delante de mí. Nada más había en esas aguas cristalinas.

Charles Aznavour â &#x2DC; Quand tu mâ&#x20AC;&#x2122;embrasses

En este periplo cada uno de los que habíamos embarcado buscaba algo diferente. Unos abandonar una carga incómoda; otros buscaban olvidos; los más hallar fortuna; me puedo aventurar a decir que algunos lo hicieron incluso oliendo la muerte; yo sólo quería investigar los distintos niveles de amor que pudieran existir entre tanta tierra lejana y desconocida.

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Así pues, mis pretensiones no eran otras que las de investigar y analizar las múltiples posibilidades que podían aportar en el lenguaje no verbal los besos secretos, dulces, intensos, con sabor a lágrimas, inocentes, temblorosos, cálidos; las caricias deseadas, falseadas, incómodas, electrizantes; las miradas esquivas, ambiciosas, honestas, penetrantes, lascivas, curiosas, incitantes. La tríada conformadora del amor perfecto. Evaluable en sus pesquisas más variopintas y exponiendo al ejercicio como cobaya a mi propio cuerpo, pretende demostrar que, aquí o allá, existe un patrón conductual sobre el que cimentar la riqueza, dentro de la comunicación humana, que nos aportan estos tres elementos en su más amplia extensión. Sacrificio grande soportar o actuar según qué espécimen se tratase en el estudio como modelo objetivo. Pero queriendo aportar un Tratado de Amor como compendio, y ajustado a la máxima científica, para profundizar en todo lo conocido, pensable e inimaginable, y abstraer los resultados en un documento que poder, al regreso, divulgar.

Falete â &#x2DC; Mi amante amigo

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Dichosa la vida que ve cumplidos sus sueños más allá de las riquezas terrenales. Afortunado el pensamiento que almacena en los recuerdos las vivencias de lo intangible. Que el amor ideado en la narcoléptica alquimia de los deseos se transforme en realidad no tiene precio. Hoy, en un día como otro cualquiera, apareciste tú, mezcla de verdad y reto. Tuve que pellizcarme para saber, que lo que ante mis ojos estaba, no era parte del espejismo de ensoñación con que jugaba normalmente. Cuantas veces había falseado la realidad, incorporando a los hechos esos pequeños matices de oníricos desenlaces. Pero ahora, en este mismo instante, no se esfumaba tembloroso el beso mientras recomponía la presencia, y me adaptaba a la cruel existencia. Fue entonces, cuando sus labios rozaron los míos; en ese preciso instante que saboreé los sueños, y sentíme pletórico de regodearme en ello.

Javier Solís ⁘ Sombras nada más

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El idĂlico sacramento del amor correspondido... Me quiere. No me quiere. Me quiere. No me quiere. Me quiere. No me quiere. Me quiere....

Nicole Kidman y Ewan McGregor â &#x2DC; Come what may

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Una promesa me había traído hasta aquí. Días antes de alistarme en la tripulación de lo que prometían, sería una aventura, que nunca olvidaríamos, por las calles no cejaban las propagandas que se canturreaban para hacerlas más hipnóticas: Naveguemos juntos buscando ventura La algarabía, si te parabas a observar, dejaba entrever como, por encima de esos corrillos que ya navegaban juntos, pululaban sueños queriendo prenderse de nuestro pelo, entrar por nuestras orejas, cegarnos, engrandeciendo por la euforia grupal, lo mágico de todo aquello. Me paré un momento y el resto de la muchedumbre de muchachos y hombres de toda índole, seguía su caudal. Cuando estuve a punto de abandonar aquel pelotón me empujaron. Entonces te vi... Me hice una promesa...

Laurie Darmon ⁘ Laisse-moi t’aimer

76 77 Me lancé a surcar los mares buscando la réplica de tus besos. Ya que tu me los negaste después de aquella primera vez en que consiguieron envenenarme la sangre. Hambriento de algo inexplicable me pierdo intentando dar con el sabor, la dulzura y su calidez. En vano he intentado hasta ahora reconstruir aquel enigmático momento. La desesperación me hace pensar que si busco una hora de la tarde propicia, o un modo de inclinar tu cabeza, servirán para conseguir destilar el néctar de aquella necesitada golosina. Tal vez deba admitir que aquello que me diste no es posible volver a encontrarlo. Es ingrato ver como se encallan mis labios de tanto probar suerte sin conseguir rememorar la patente de tus besos.

Los Panchos ⁘ Bésame mucho

Se embriagaban nuestros sentidos con aquel aroma y nos aturdían la conciencia. En nuestros compañeros crecía un tercer ojo en el medio de su frente que te dominaba para hacer cuanto les apetecía. De la cornamenta que salía tras sus orejas avanzaban unas extensiones cargadas de tentáculos que, circundando nuestra cabeza parecía extraer nuestra voluntad. Y de su boca, soportada por diez manos, salían diez instrumentos de viento. 78 79

Una vez nos tenían agarrados enérgicamente se erguían suspendiendo sus cuerpos sobre una nebulosa y, nosotros con nuestro dueño, subíamos hasta unos parajes en donde la tierra era un enjambre de espinas que se retorcía y expandía intentando alcanzarnos. Pero una torre fortificada, de cien pies de alto, resurgía de entre aquella maleza para, desde sus merlones, salir disparadas, en todas direcciones, una lluvia continua de renacuajos de color rojo que, en rápida metamorfosis, invadían nuestro cuerpo convirtiéndose, al contacto, en una especie de coraza de un rojo escarlata que se adaptaba a nuestra piel. Entonces, lo que antes gritos, se transformaba en nuestras bocas en un croar continuado que ensordecía el firmamento. Llegados a ese punto un agujero inmenso que se abría en el cielo empezaba a succionar todo lo que encontraba a su paso. El estruendo se mudaba en silencio. El dolor en sosiego. Y el miedo envenenaba nuestros cuerpos hasta hacernos adormecer.

Frank Sinatra â &#x2DC; Come fly with me

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Estrellas, sólo veía estrellas al terminar de besar sus labios. Todo un firmamento había llegado a explorar en aquellos días. Fugaz quemazón a veces. Otras reverberante dulzor Besos como antesala. Besos para el camino Besos y más besos. Amor en besos...

Michael Bublé ⁘ I only have eyes for you

Estábamos cercanos al retorno y por más que intentaba animarme con ello, la tristeza me invadía pensando en los besos dados, que día a día se iban difuminando. Me aferraba a ellos queriendo, con el sueño, aprehenderlos por más tiempo. Como afectado de alguna extraña locura sólo quería llegar a puerto para volver a enrolarme en alguna otra aventura. Adicto al amor de los mágicos momentos que había experimentado, me mostraba nervioso por empujar las horas y tartamudeaba, como intoxicado por la vergüenza, pareciendo más un doliente náufrago llorando la costa perdida, que el orillado artificio por ocultar el volver a empezar. 82 83

Quería repetir cuantas caricias había dado y, de nuevo, temblar con los estímulos recibidos. Jamás encontraría allí donde retornaba nada parecido a lo que ya había vivido y por tanto, allí donde iba no me importaba llegar. Quería seguir sintiendo la libertad de amar. Sin vergüenza. Con placer. Amar... y ser amado. Amor que limpia de pecado. Verdadero amor. Furtivo y cautivador. Acaso amigo. Adversario afortunado.

Raffaella Carrà ⁘ Dammi un bacio

84 85 Agotado y hambriento sólo me reconfortaba pensar en los besos dados. El saborearlos en su remembranza atemperaban las sacudidas que sentía por falta de alimentos. Y aún así, cuando llenaba el estómago por alguna gracia de Dios, de postre recurría a los mismos recuerdos por ser el sabor más persistente de los que mi paladar hubiera nunca probado. Conocedores de encontrarnos cerca de nuestro destino final, a borbotones acudían a nuestro semblante las horas felices que nos antecedieron a modo de píldora de salvación, pues no hay mayor resistencia que la de un corazón recalibrado por amores ya buscados, ya perdidos, ya sentidos, tal vez indignos, tal vez mitificados.

Patti Page ⁘ I don’t care if the sun don’t shine

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Volvía cargado de experiencia. Mis labios, antes inexpertos, ahora podrían retarse en cualquier enfrentamiento. Habían aprendido a adormecer sutilmente los impetuosos ruegos; a encender adormecidas mojigaterías; a restaurar alegrías perdidas; a conseguir lo deseado por conveniencia; a vender piadosos deseos. Adalid del amor, curtido en mil batallas; experimentado mago de la idolatría; pícaro chantapufi de maneras cadenciosamente histriónicas Hacedor de besos envasados a granel que pregona en su vender que a amar se entra amando por el camino de los sentidos.

Pablo Alborán ⁘ El beso

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Volvíamos dieciocho personas cargadas de miles de sucesos a nuestras espaldas. Conservaremos, hasta sentirlo tatuado en el pellejo de la inocencia moribunda, todas las imágenes que en nuestra retina dibujaron idilios y desengaños, sinsabores y satisfacciones, utopías e infortunios; presenciadas, sentidas y soñadas.

Carlos Gardel â &#x2DC; Volver

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End Game

Título: Circumnavigation Game. Técnica: Gráfica vectorial

Soporte: papel. Medida: 500 x 700 mm.

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Como un juego en el que no hay ganador que reclame su premio, así, mi vida a la deriva prosigue. Siéntome vidente ciego a lo evidente. Más palabras secas no sembraron nunca jardín tan yermo. Y a más vueltas de horizontes que se me presentaran, no habría magia que encandilase mi huida para retenerla. Mi vida, ya no me digas nada. Prefiero una despedida corta...

Lucha Villa â &#x2DC; Un mundo raro

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Mal que cien años dure, un día en tu mirada cicatriza sus heridas. Temblar en tu presencia es un mecido compás que me encadena a los deseos ideados en la secreta sinrazón. Hallarme en espejismos reverberantes de ficticias frases cargadas de maravillosas promesas que jamás se cumplirán conforman mi estado natural. En tus ficticios abrazos de mantis me atrapas como en un sueño. Entre palabras, diseñadas ex profeso para raptarme, haces ...de la verdad un cuento, de la parábola un silencio; y en la callada algarabía del color de un beso, me despiertas haciendo saborear mentiras, y pensando que cerrar los ojos es saltar a la vida, ...quiero que me dejes morir en tus brazos. Más allá de lo que diga, me conformo con ser parte de tu nada.

Marisol â &#x2DC; Me conformo

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A veces, no decir nada, es decirlo todo...

MarĂa Dolores Pradera â &#x2DC; Que nadie sepa mi sufrir

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En el puesto de los besos a granel, los maduros saben a la dulce apariencia de lo eterno, y los verdes a la picazón del sabiendo a poco. Con suerte, saborearemos en el trueque de los sentidos, la verdad de lo inconfesable. Sin embargo, al entrar en este juego, todo lo que pensabas puede tornarse incomprensiblemente ajeno a tus deseos. La alegría, perezosa tortura esperando que acabe para apagar la mueca. La desgana, incontrolable querer gustar a quien se te antoja lo mejor que te pueda suceder. Pero, en este pasatiempo, si ya la piel curtida, te ha enquistado las dolientes cicatrices, como el tatuaje de los pasados amores perdidos hasta lo más hondo, la verdad de la razón se vuelve hiriéntemente sincera. Y entonces, desde los secretos mandamientos de la alquímica receta de la sanación, surgen dudas, tal vez inquietudes. Solo entonces, hay que haber sido instruido concienzudamente en las lides amorosas y sus calamitosas consecuencias, para que a nuestra mente únicamente aflore una sentencia: Intentarlo de nuevo... para qué.

Pasión Vega ⁘ Olvidarte

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Este libro se diseñó en los talleres ParaLosQueAmanDemasiado y fue publicado en Sevilla en noviembre de 2019, quinientos años después de que la expedición pasara la línea equinoccial en su periplo. Sol: 08:01 a 18:17 - Luna: 19:03 a 09:39 (14)