Culturas La Vanguardia 815

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Magos y farsantes Mayrata publica una historia del espectáculo de la ilusión

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Recuperar a Vilaseca Diarios y narrativa del autor catalán fallecido en Londres P.8

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Arte galáctico Analogí gías entre la abstracción y la conquista del espacio P.12

Europa conmemora el legado revolucionario de la imprenta y la figura de su inventor P.20

Cómo modeló Gutenberg la cultura moderna


los libros más vendidos

Semana anterior/Semana en lista N: libro nuevo en la lista

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Cultura|s La Vanguardia

Sábado, 3 febrero 2018

Establiments consultats: Badalona Saltamartí Barcelona Casa del Llibre, La Central, El Corte Inglés, FNAC, Laie, +Bernat , TROA Garbí Girona Empúries, Llibreria 22 Lleida Punt de Llibre Sabadell Llar del Llibre Tarragona La Capona Vilafranca Odisse

Ficción castellano

Ficción catalán

1 Origen 1/16 Dan Brown, Planeta. Un profesor americano busca en Barcelona la revelación del origen del hombre 2 Patria 2/59 Fernando Aramburu, Tusquets. Dos familias vascas ven minada su relación a causa de la violencia 3 El día que se perdió el amor 3/3 Javier Castillo, Suma. El inspector Bowring desen­ traña un oscuro ‘affaire’ de amor y destrucción 4 El legado de los espías 6/3 John le Carré, Planeta. Vuelve Smiley, con un epi­ sodio que cierra 50 años de historias de espías 5 El fuego invisible 4/12 Javier Sierra, Planeta. Un joven lingüista rastrea el mito del Santo Grial en la literatura y el arte 6 Una columna de fuego 5/18 Ken Follett, Plaza y Janés. Isabel de Inglaterra crea una red de espías para proteger su seguridad 7 Los pacientes del doctor García 7/13 Almudena Grandes, Tusquets. Una historia de es­ pías y nazis en el Madrid de 1946 8 Eva 8/11 Arturo Pérez­Reverte, Alfaguara. En el Tánger de 1937, Falcó brega por hacerse con un carguero 9 Muerte con pingüino N/– Andrei Kurkov, Blackie Books. Un escritor y un pingüino se ven atrapados en una trama violenta 10 El día que se perdió la cordura N/– Javier Castillo, Suma. Thriller ambientado en EE.UU, con un psiquiatra entre los protagonistas

1 Origen 1/16 Dan Brown, Columna. Un profesor americano bus­ ca en Barcelona la revelación del origen del hombre 2 El llegat dels espies 3/3 John le Carré, Edicions 62. Vuelve Smiley, con un episodio que cierra 50 años de historias de espías 3 El noi del Maravillas 2/11 Lluís Llach, Empúries. La historia de un teatro de variedades, contada por un cantante lírico 4 Wonder 4/7 R.J. Palacio, La Campana. La película ha relanzado el célebre relato sobre el ‘bullying’ 5 Astèrix a Itàlia 7/13 Didier Conrad/Jean­Yves Ferri, Bruño. En su 37.ª aventura, Astérix y Obélix pisan la Italia antigua 6 L’harem del Tibidabo N/– Andreu Martín, Alrevés. Asesinan a la madre del re­ gente de un prostíbulo al pie del Tibidabo 74321 5/14 Paul Auster, Edicions 62. Las vidas simultáneas de un mismo personaje a lo largo del siglo XX 8 El foc invisible 8/5 Javier Sierra, Columna. Un joven lingüista rastrea el mito del Santo Grial en la literatura y el arte 9 El camí de les aigües 10/11 Carme Martí, Amsterdam. La vida de la cocinera María Badía, evocada por una joven profesora 10 La casa de la frontera –/8 Rafael Vallbona, Edicions 62. La historia de una fa­ milia que regenta un hostal en la Cerdanya

No ficción castellano

No ficción catalán

1 Qué está pasando en Cataluña 1/8 Eduardo Mendoza, Seix Barral. El autor barcelonés clarifica desde la moderación el órdago catalán 2 La alegría de cocinar 2/8 Karlos Arguiñano, Planeta. El célebre cocinero vuelca su saber de cuatro décadas entre fogones 3 Transforma tu salud 3/17 Xevi Verdaguer, Grijalbo. Qué podemos hacer para curar migrañas y dolores crónicos 4 Cree en ti 6/18 Rut Nieves, Planeta. La autora abandona la arquitec­ tura para encontrarse a sí misma en soledad 5 El Rey ante el espejo 4/2 Ana Romero, La Esfera de los Libros. Interiorida­ des de los cuarenta meses de reinado de Felipe VI 6 La indignación activa N/– Baltasar Garzón, Planeta. El que fuera superjuez re­ flexiona sobre los retos globales que nos rodean 7 La conjura de los irresponsables 7/3 Jordi Amat, Anagrama. Por qué el consenso entre Catalunya y el Estado ha saltado por los aires 8 Memoria del comunismo N/– Federico Jiménez Losantos, La Esfera de los Li­ bros. De Lenin a Podemos, el comunismo sigue vivo 9 Las recetas de ‘Adelgaza para siempre’ 9/2 Àngela Quintas, Planeta. Menús para perder kilos, saludables y fáciles de preparar 10 Recetas del mundo para flipar 5/4 VV.AA., Espasa. Recetas de los pequeños concur­ santes del programa de TVE ‘Masterchef Junior’

1 Operació urnes 1/6 Xavi Tedó y Laia Vicens, Columna. La operación clandestina que posibilitó el referéndum del 1­O 2 Transforma la teva salut 3/17 Xevi Verdaguer, Rosa dels Vents. Qué podemos ha­ cer para curar migrañas y dolores crónicos 3 La confabulació dels irresponsables 2/7 Jordi Amat, Anagrama. Por qué el consenso entre Catalunya y el Estado ha saltado por los aires 4 La màgia de la cuina 6/7 Carme Ruscalleda, Bridge. Platos favoritos de la chef establecida en Sant Pol 5 Papitu. El somriure sota el bigoti 4/2 Carlota Benet, Columna. La hija de Benet i Jornet cuenta la enfermedad de su padre 6 El que la terra m’ha donat 7/12 Lluís Foix, Columna. El autor desgrana vivencias propias marcadas por el paso de las estaciones 7 Torres a la cuina –/3 Javier y Sergio Torres, Rosa dels Vents. Consejos para sacar partido de los productos de temporada 8 Girona F.C. El camí cap a Primera N/– VV.AA., Editorial Base. Las últimas diez tempora­ das del Girona, glosadas en fotos y textos 9 Summits of my life 10/8 Kilian Jornet, Ara Llibres. El gran marchador narra sus gestas subiendo montañas 10 1001 secrets de la Barcelona burgesa 9/3 Núria Miret, L’Arca. Retrato íntimo de una clase que forjó la Barcelona más conocida e icónica

ESTA SEMANA DESTACA. Desde hace años una tendencia de la ficción catalana es la buena recepción que tienen las novelas con sabor retro. ‘Olor de colònia’ o ‘Argelagues’ lo acreditan de sobras. Pilar Rahola o Lluís­Anton Baulenas explotan habitualmente ese filón, y generalmente con éxito. Valga este proemio para resaltar que hay tres novelas de este género manteniéndose ahora mismo entre las más vendidas: ‘El noi del Maravillas’ de Lluís Llach (a la que por cierto Pere Gimferrer ha dedicado elogios); ‘El camí de les aigues’ de Carme Martí, la historia de una cocinera que vive la República y la Guerra Civil ; i ‘La casa de la frontera’ de Rafael Vallbona, la crónica de una familia que regenta un hostal en la Cerdanya. En suma: hay una demanda clara de tramas sobre la Catalunya de ayer. ­ S.C.

antivirales BEGOÑA GÓMEZ URZAIZ

‘Star wars’, en versión macho ¿Qué sobra en Star wars: Los últimos jedi? Laura Dern, Carrie Fisher, Daisy Ridley y Kelly Marie Tran. Eso es lo que piensa un fan anónimo de la serie, activista de “los derechos de los hombres” (traducción: machista extremo con mucho tiempo libre) que se ha tomado la molestia de editar una versión de la película en la que ha eliminado “todo el Girl Power y otras gilipolleces” y la ha dejado en 46 minutos de pura, inviolada, aventura galáctica testos­ terónica. La versión se puede descargar por ahí en diver­ sas webs de torrents y quien lo haga merece como mínimo que el espíritu de Ada Lovelace le mande un virus aniqui­ lador de todos sus dispositivos.

La ballena de Llançà Este fin de semana vuelve una iniciativa que tuvo un gran éxito cuando se estrenó el pasado noviembre, el iN MU­ SEU, que permite acceder a la trastienda de los museos de Barcelona. Vale la pena, por ejemplo, la visita al Laborato­ ri de Natura, en el Castillo de los Tres Dragones del parque de la Ciutadella, una cámara de animales disecados en seco y en alcohol que se presta a todo tipo de elucubra­ ciones. La Antiga Sala de la Balena debe su nombre al esqueleto gigan­ te de cetáceo que se conservaba allí hasta el 2010. La ballena en cues­ tión, que medía más de 17 metros, apareció en las rocas de Cap Ras Llançà en 1862. La UB la compró por 3.500 reales, pero mientras es­ tuvo varada se convirtió en un fenó­ meno local y recibió miles de visi­ tas, algunas ilustres como la de Narcís Monturiol. Ahora sus más de 200 huesos viven en el Museu Blau, en el Fòrum.


Memefest El último día de 2017 se enviaron unos 75.000 millones de mensajes de WhatsApp, de ellos 13.000 eran combinaciones de texto e imagen, probablementememes.Estasmíni­ mas expresiones del humor digital plantean decenas de interrogantes (por ejemplo, en torno a su autoría) y se mueven con extrema rapidez entre lo brillante y lo irritante. El próximo 3 de marzo el CCCB aco­ gerá el primer Memefest, un festi­ valorganizadoporCarloPadial(Al­ go muy gordo, Doctor Portuondo) y Noel Ceballos (Internet Safari) y presidido simbólicamente por una imagen ochentera de Julio Iglesias señalando con el dedo índice.

Pocos de los editores internacionales y gente del libro en general que acuden cada octubre a la Feria del Libro de Frankfurt están al tanto de que, cogiendo un tren en la cercana estación central, y tras un trayecto de apenas veinte minutos, pueden ir a parar a la ciudad que está en el origen de su oficio. Maguncia (Mainz) es la localidad natal de Johannes Gutenberg y también donde creó su célebre artilugio. Allí puede visitarse el Museo Gutenberg, que desde 1900 celebra la figura y la obra de su ciudadano más universal. Y para preparar la visita, nada mejor que la novela histó­ rica escrita por la estadounidense Alix Christie, El discí­ pulo de Gutenberg , publicada por Roca en el año 2015. Se trata de un fascinante fresco sobre cómo el inventor y su discípulo Peter Schöffer consiguieron impulsar el primer taller de imprenta europeo y publicar los primeros libros modernos, generando una revolución intelectual de la que aún hoy nos beneficiamos. En sus páginas Gutenberg aparece como una persona malhumorada y algo energu­ ménica (parece que tuvo que pelearse a menudo con los acreedores), mientras Schöeffer se revela como el con­ trapunto culto y racional del genio. La invención de la imprenta de tipos móviles se des­ arrolló como una brillante operación de síntesis: Guten­ berg y su equipo se vieron obligados a idear uno tras otro los elementos que la acabaron integrando. Eso incluyó

La invención de la imprenta se desarrolló como una genial operación de síntesis

El bautizo de Lenin El 14 de junio de 1936, el pueblo onubense de La Nava celebró un bautizo civil colectivo en el que se dieronlosnombresdeLenin,Liber­ tario, Límber, Pasión, Redención y Sipenia a seis niños del pueblo. To­ do el mundo sabe qué sucedió un mes después. Cuando las tropas de Franco tomaron La Nava obligaron a bautizar por la Iglesia a los seis ni­ ños y les cambiaron los nombres. El episodio fascinó a la artista sevilla­ na Almudena Fernández Ortega, que lo ha recreado en una exposi­ ción titulada El Bautizo Monstruo y que se puede ver hasta marzo en la galería Silvestre de Madrid.

aspectos de diseño (para las páginas), de carpintería y metalurgia (para el torno), de fundición (para los tipos de las letras), de química (para la fabricación de la tinta y del papel… en los pigmentos se utilizaba la membrana del pecho de un estornino, dejada en cal y vinagre). La Iglesia alemana desempeñó un papel determinante en todo este proceso, ya que fue la primera clienta. Prime­ ro encargó a Gutenberg un Misal, que no se concluyó. Y después la famosa Biblia. Tenía que parecer escrita a mano (fue el primer incunable) y para realizarla los im­ presores fabricaron trescientos caracteres. Primero trabajaban cinco personas; acabaron siendo doce. Man­ tenían el máximo secretismo, porque temían que les robaran las ideas. Produjeron 1.200 páginas al día entre 1452 y 1455, años de trabajo que en la recreación de Alix Christie se explican como una novela de aventuras. Hoy se conservan en el mundo 180 biblias de Guten­ berg, de las que el Museo de Maguncia posee dos. El visitante, tras contemplarlas, puede hacer la copia de alguna página trabajando con una prensa como las que sus editores utilizaron. A la salida, uno de los exquisitos pasteles del cercano Dom Café le acabará de remontar el ánimo antes de reintegrarse al simpático frenesí de la Feria de Frankfurt, o a cualquier otro destino.

SERGIO VILA­SANJUÁN

Sábado, 3 febrero 2018

Mainz recuerda a Gutenberg

Cultura|s La Vanguardia

La biografía de Santiago Ramón y Cajal da la razón a todos los padres del mundo que alguna vez han di­ cho a sus hijos que pretendían ser artistas: “Tú estudia algo serio y luego, si eso, ya pintarás los fines de semana”. Más o menos. El joven Santiago, apasionado de la fotogra­ fía y excelente dibujante, quería de­ dicarse al arte, pero su padre médi­ co le orientó hacia la ciencia y le in­ dicó que aplicase sus aptitudes con el lápiz hacia el dibujo anatómico. El chaval acabó ganando el Nobel y alumbrando la neurociencia mo­ derna pero también creando obras (de sus observaciones por el mi­ croscopio) que, para el ojo no cien­ tífico, poseen una enorme belleza plástica. Ahora sus ilustraciones se exponen en la New York Universi­ ty y la crítica de arte del New York Times, Roberta Smith, completa­ mente cautivada, ha calificado la muestra como una de las citas artís­ ticas indispensables del año.

latidos

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Consejos paternos


LIBROS Sábado, 3 febrero 2018

Ramón Mayrata ofrece una propuesta estimulante en un recorrido ilustrado por la historia de la magia, que aborda el despojo de su dimensión sagrada para transformarse en juego. El grueso del libro está dedicado al periodo en que la magia se convierte en ilusionismo, con el desarrollo de artilugios como la cámara oscura y los juegos de espejos

Del chamán al ilusionista

MAURICIO BACH

Una de las características de los se­ res humanos, más allá de culturas y épocas, es la capacidad de asombro. Y uno de los modos de saciar esta ansia de ser sorprendidos con lo inimaginable es la magia. Este libro nosproponeunexhaustivoyaratos un poco atropellado recorrido por la historia de la magia, repleto de anécdotas y curiosidades y a través del cual asistimos también a la evolución de las sociedades occi­ dentales. En cierto modo, podríamos resu­ mir esta evolución histórica como elpasodelchamánalilusionista,del nigromante al prestidigitador, del ritual al espectáculo, de lo sagrado a lo lúdico. En el mundo del mito y lo sagrado –estudiado por historiado­ res de las religiones como Mircea Eliade y antropólogos como Lévi­

Desfilan personajes variopintos, desde Philidor y Robertson hasta Houdin, Kircher y el escapista Houdini

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Libro|s

Strauss– la magia se reviste de lo di­ vino o lo demoniaco. A medida que la razón se convierte en principio rector de las sociedades –en el Re­ nacimiento y sobre todo en el siglo de las luces– la magia se va despo­ jando de su manto irracional y se transforma en juego, en manipula­ ción de los sentidos por el puro pla­ cer de asombrar con lo imposible. El grueso del libro está precisa­ mentededicadoalperiodoenquela magia deviene ilusionismo, un re­ corrido muy relacionado con el desarrollo de diversos artilugios, sobre todo ópticos, que permiten engañar al ojo del espectador. Mayrata aborda la invención de la cámara oscura (quien quiera pro­ fundizar en su relación con la pintura holandesa de la escuela de Vermeer que no se pierda el estu­

Historias de magos y farsantes MAGIA Y PINTURA. También los pintores han jugado a ser ilusionis­ tas mediante la anamorfosis, esa imagen “oculta”, invisible a simple vista y que solo puede ser descu­ bierta por l’occhio tenebroso de la imaginación. Leonardo fue pionero en estas técnicas y Dalí las utilizó más de una vez. Pero sin duda el “cuadro con secreto” más famoso es Los embajadores de Holbein, ex­ puesto en la National Gallery de

Londres, con su cráneo de vanitas solo perceptible cuando se contem­ pla desde un ángulo muy concreto. DE LA LINTERNA MÁGICA AL CINE. Los orígenes de la linterna mágica como primitivo método de proyección se remontan al siglo XVII y los magos la utilizaban para hacer aparecer demonios u esqueletos danzantes. De ahí surgirá dos siglos después el cinematógrafo y uno de sus pione­

ros, Georges Méliès –creador del cine fantástico y poético frente al realista de los Lumière–, llevará a la pantalla asombrosos trucos de prestidigitación, como cabezas parlantes que se multiplican o seres fantasmales que aparecen y desapa­ recen. Y es que Méliès fue ilusionis­ ta antes que cineasta, y compró y dirigió en París el teatro creado por el pionero de la magia moderna Robert­Houdin. EL PRIMER TRATADO DE MAGIA ESPA­ ÑOL. Lo escribió Pablo Minguet, que

era además grabador y músico, se publicó en 1733 y se titulaba Enga­ ños a ojos vistas y diversión de traba­ jos mundanos. En sus páginas se lee este consejo: “No siempre hemos de estar revestidos de lo serio, algún tiempo es preciso dedicar a lo joco­ so. No hemos de emplearnos tanto en el trabajo que no hurtemos algún rato para lo divertido.” EL AUTÓMATA AJEDRECISTA. Uno de los autómatas que más asombro causó en el siglo XVIII fue el llama­ do Turco ajedrecista, construido en


trucada ‘El prestidigitador Henri Robin y un espectro’, de Eugène Thié­ bault (1863). Junto a estas líneas, cabeza parlante inter­ pretada por Jeanne d’Alcy en ‘La source enchantée’, alrededor de 1890

ILUSTRACIONES: LA FELGUERA

zaban la manipulación de la magia para ir más allá del juego: espiritis­ tas capaces de convocar fantasmas, inventores de autómatas dotados de una inteligencia sobrehumana... Fantasmagoría es una propuesta estimulante, una historia de la ma­ gia profusamente ilustrada por cu­ yas páginas desfilan variopintos y suculentos personajes: desde los pioneros Paul Philidor y Étienne­ Gaspard Robert Robertson hasta el padre del ilusionismo moderno Jean Eugène Robert­Houdin, pa­ sando por el tratadista Athanasius Kircher, el prestidigitador y pione­ rodelcineGeorgesMélièsoelesca­ pista Harry Houdini. | Ramón Mayrata Fantasmagoría LA FELGUERA. 540 PÁGINAS. 23 EUROS

1769 por Wolfgang von Kempelen y que hasta el siglo XIX fue paseado por teatros, ferias y cortes de Euro­ pa y América. El autómata asom­ braba porque parecía un ordenador avant la lettre, ya que no se limitaba a hacer movimientos mecánicos, sino que jugaba y ganaba. Derrotó a personajes como Catalina II de Rusia, Napoleón y Benjamin Fran­ klin. Edgar Allan Poe escribió en 1836 un texto sobre él: El jugador de ajedrez de Maelzel, cuando el artilu­ gio había pasado a manos de un mecánico de este nombre. Todo era

en realidad una patraña: en el inte­ rior se ocultaba una persona de escasa estatura que era quien deci­ día los movimientos de las piezas. MAGOS EN BARCELONA. En el siglo XIX hubo en la ciudad dos grandes magos: Fructuós Canonge y Joa­ quín Partagás. El primero era anar­ quista y desertor del ejército, por lo que estuvo preso. Se ganó la vida como limpiabotas en la plaza Reial y se hizo célebre por hacer juegos de manos mientras sacaba brillo a los zapatos. Acabó deportado a Cuba y

se instaló en Argentina, donde conoció a Partagás. Este, de regreso a Barcelona, fundó en 1881 la tienda El Rey de la Magia –que fascinaba a Brossa y sigue hoy activa– y un Salón Mágico en la Rambla, réplica del teatro Robert­Houdin de París, donde había visto actuar a Georges Méliès. CONAN DOYLE Y LAS HADAS. Desde la época victoriana y sus historias de fantasmas, Inglaterra fue territorio propicio para ocultistas, teósofos, espiritualistas y demás amantes del

mundo de ultratumba. En 1919 unas fotografías de una niña y una ado­ lescente rodeadas de hadas en Cottingley generaron gran revuelo y fueron utilizadas como prueba concluyente por quienes creían en la existencia de estos seres. Uno de los que con más entusiasmo defen­ dió su veracidad en la prensa fue Arthur Conan Doyle, el creador de Sherlock Holmes. Años después, las dos primas que las habían realizado admitieron que eran trucadas, aunque insistieron en que sí habían visto a las verdaderas hadas.

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Sábado, 3 febrero 2018

LIBROS A la izquierda, dos ilustracio­ nes que mues­ tran una placa para linterna mágica de los talleres del pintor de placas Desch, Francia (1851). En esta página, arriba, Orson Welles en ‘Cagliostro’ (1949). Abajo, izquierda, fotografía

En el siglo de las luces la magia se desliga de lo sagrado, también de lo científico, y compite con la física recreativa

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pendo El ojo del observador de Lau­ ra J. Snyder, recién publicado por Acantilado), de la linterna mágica, delosjuegosdeespejosyotrosarte­ factos que serán los antecedentes de aquel invento mágico que fue el cinematógrafo, en cuyas primeras proyecciones el tren de los Lumière engañaba a los espectadores, que temían ser arrollados por la máqui­ na de la pantalla. Es en el siglo de las luces cuando lamagiasedesligadelosagrado,pe­ ro también de lo científico, y duran­ te mucho tiempo compite con las demostraciones de física recreati­ va, que proponían vistosos experi­ mentos al público. La competitivi­ dad es tal que abundan los escritos que pretenden desenmascarar a los ilusionistas como farsantes frente a los científicos. Y es que siempre existieron embaucadores que utili­


LIBROS

breves Miquel Porta Perales Paganos. Crédulos, fanáti­ cos, farsantes y vanidosos ED LIBROS. 215

Un agudo ensayo que refle­ xiona sobre las creencias de la sociedad actual, que rechaza la religión para, sin embargo, adorar lo que considera dio­ ses menores, como animales, ídolos, meditación, deporte o la gastronomía, revelando la estupidez imperante. Aída Pallarès y Manuel Pérez El carrer és nostre RAIG VERD. 213 PÁGINAS. 17,50 EUROS

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PÁGINAS. 20 EUROS

Este relato sobre la historia de las artes de calle en Cata­ lunya nos acerca a compren­ der qué son, al mismo tiem­ po que invita a pensar en qué punto están y qué papel pueden adoptar para que la calle sea un lugar de todos. Francisco García Lorenzana La Reforma. Europa en la encrucijada ayer y hoy PLATAFORMA. 234 PÁGINAS. 15 EUROS

Un recorrido por la historia de algunos episodios euro­ peos a partir de la Reforma protestante creando un paralelismo con la situación de cambio actual, que de­ manda observar el caso de la Reforma para poder apren­ der de sus aciertos y errores. Miyamoto Yuriko Una flor SATORI. TRADUC­ CIÓN: HIROKO HAMADA. 384 PÁGINAS. 23 EUROS

Tres relatos autobiográficos reproducen de forma realis­ ta el Japón de posguerra. Yuriko, activista que lideró la liberación femenina en su país, retrata con singulari­ dad diferentes episodios, como la redención de Japón.

La Cámara de los Lores, uno de cuyos miembros protagoniza esta obra

CARL COURT/AFP

Policiaca Vaughan publica una notable novela, en la que un político es acusado de violación y su mujer deberá lidiar con lo que pasa dentro y fuera de sala

No por respuesta LILIAN NEUMAN

Ungraveasuntocontadoendostiem­ pos. Uno de ellos, el de un grupo de aventajados universitarios en Ox­ ford, en los noventa. Y aunque no se sepa en principio el porqué de este subyugante relato, es imposible no confiar en él. Un ambiente de futuros hombres notables que en el presente de la historia –el otro tiempo narrati­ vo del libro, en Londres– están cum­ pliendo con su maravilloso destino. Son importantes, tienen familia, pero uno de ellos va a parar al banquillo, acusado de violación. Entonces empieza la novela de jui­ cio –de las que me confieso admira­ dora incondicional– y la novela fuera delasala,lahistoriaqueallínosepue­ de contar. La vida pública, la prensa

De Hall a Vaughan Sarah Hall –verdadero nombre de Sarah Vaughan– se graduó en Literatura en el Brasenose College, Oxford. Fue periodista de The Times y, durante once años, en The Guardian. Convertida en freelance cuando fue madre por segunda vez, siempre quiso escribir ficción. Estando en The Guardian, en el 2002, descubrió que una joven llamada Sarah Hall acababa de publicar una novela. Cuando años

(incluida la más carroñera), nada sa­ ben de la vida de la esposa del acusa­ do.Elladebesentarseallí,peseatodo, apoyándolo.Comocuandoeranjóve­ nes, en Oxford, y ella era una chica afortunada. Su esposo es un político importante. “El parlamentario más apetecible de Gran Bretaña”. Mano derecha del primer ministro que, por cierto, se ha esfumado y deja de foto­ grafiarse con su gran amigo y compa­ ñerodesdelostreceaños.Tampocola prensasabedelavidadelacusado,un tipo atractivo, sin mácula, decidido y eficaz. Ni en la sala –pero sí fuera de ella– puede entenderse hasta dónde la fiscal está implicada en su trabajo. Aunque, en el momento del interro­ gatorio clave, pareciera que su vida entera está en juego. Enprincipioyalaligera,estahisto­ ria podría catalogarse dentro del lla­ mado domestic noir, con el sospecho­ so dentro de casa, y con títulos como La viuda, o Perdida. Sin desmerecer estas historias –tramadas con gran astucia–, hay que poner esta novela en su lugar. Sarah Vaughan (Reino Unido, 1974) consigue algo muy im­ portante con un asunto espinoso, muchas veces de bordes imprecisos, y candente. A través de la absorbente trama, esta novela es una radiografía en movimiento del abuso de poder. Del soterrado, admitido y sutilmente legitimado abuso de poder. Y de la igualdad –o no– de oportunidades. Así, esta autora con nombre de cantante de jazz habla de la ambición juvenilarmadaconaltasdosisdepre­ potencia y desdén. De una persona que un día se da cuenta de que hace muchos años que su fortaleza recibe ataquesadiario.Tambiéndetraumas delargoalcanceydesueñosdejuven­ tud amasados en el gran patio de un college, en donde una chica se siente parte del plató de la serie Morse (y aunque tiene tantas o mejores aptitu­ des que aquellos varones osados, campeones de remo, algo no le saldrá bien). Y, en la actualidad, pese que ha corrido tanta agua, de una víctima en buscadeargumentosparademostrar que, cuando ella ha dicho no –sea en casa, en el college o en el parlamento británico– es que ha dicho que no. | Sarah Vaughan Anatomía de un escándalo / Anatomia d’un en­ gany

La autora Sarah Vaughan

PHILIP MYNOTT

después se lanzó a escribir su primer libro, The art of baking blind (2014), aquella otra Sarah conti­ nuaba con su exitosa carrera (que incluía una nominación al Man Booker Prize). Su agente le habló claro: “Decididamente, no podrás ser Sarah Hall”. Cambió su nom­ bre y siguió escribiendo. Su ante­ rior libro tuvo gran éxito en Fran­ cia y Anatomía de un escándalo, publicada simultáneamente en Inglaterra y Estados Unidos, será traducida a diecisiete idiomas. Un merecido éxito en donde se

ROCA. TRADUCCIÓN AL CASTELLANO: ANA HERRERA/AL CA­ TALÁN: LIBRADA PIÑERO. 384 PÁGINAS. 19,90 EUROS

dicen perlas como estas: “El pro­ blema de las mujeres –le dijo una vez James, haciendo una de esas generalizaciones que nunca haría ante colegas femeninas, pero que sí hacía en casa– es que carecen del valor de sus convicciones. Aparte de la señora Thatcher, no tienen la misma fe en ellas mismas que tenemos nosotros”. Sarah Vaug­ han trabaja en una nueva historia que, como en las anteriores, tiene a mujeres como protagonistas. Vive en las afueras de Cambridge con su esposo y sus dos hijos.


Fotografía del escritor suizo Maurice Chap­ paz tomada en Le Châble (Suiza) en septiembre de 1997 ARCHIVO

Martigny, cantón del Valais, 2009) y desde entonces, al parecer, se ha con­ vertido en un “libro mítico,” fruto de una aguda crisis personal que tras la SegundaGuerrallevóaChappazare­ correrlasaltascimasdeloscincocon­ tinentes. Un tipo seguramente apa­ sionante si uno tenía la fortuna de es­ cuchar sus relatos orales. Pero lo que hace único el libro –permítanme creerqueenefectosetratadeunlibro único, una joya– es que Chappaz, que tenía vocación y dotes de narrador, escribe no sobre lo que sus ojos ven mientras atraviesa los glaciares sui­ zos, sino cómo lo ve la mirada poética de su espíritu. Es un ejercicio abru­ mador de subjetividad en vilo que Chappaz interpreta buscando las pa­ labras“deunaverdaderaliturgia–ex­ plica el acertado texto de la contra­ portada– (en la que la belleza, en to­ das sus formas, es más importante que el frío)”. Como si Chappaz se hu­ biese dejado embriagar por la mezcla

La ruta alpina, “un universo lunar nevado”, nos es descrita por alguien que conoce “la soledad del esquiador”

de emociones y sensaciones de una ruta iniciática sin paralelismo con ningunaotraquehabíadellevarleala esencialidad de una conclusión hu­ manística: “Si morimos, el tiempo (lo he experimentado), corre terrible­ mente deprisa en los abismos”. Llegar hasta aquí supone para el lector el placentero esfuerzo de fami­ liarizarse con el lenguaje, las metáfo­ ras, los símbolos, las elipsis, la mezcla dehumorcorrosivo,ironíadolorosae inteligencia (“mi amplia porción de fracaso, mi inexistencia en el alpinis­ mo puro, me permite escribir La alta ruta”) que Chappaz combina con en­ vidiable habilidad para nombrar –asocia la literatura alpina con litera­ tura erótica– lo que sólo para él tiene sentido:“Laúnicarazóndelasascen­ siones y de los amores: la dialéctica del ‘me persigo y huyo de mí’”. Creo

que queda muy claro lo que me pro­ pongodecir.Unotienequeadaptarse a lo largo de la lectura no tanto a las formas de dialéctica como al código poéticodeChappazparaasíentraren su universo de elevado voltaje imagi­ nario y saber interpretarlo. En este aspectomiimpresiónesquecuarenta años después de su aparición sigue siendo una obra irrepetible, ejemplo de literatura de las cimas –siempre han fascinado a grandes creadores– con estilo propio que está inserta con todomerecimientoenlaactualhisto­ ria general de la narrativa europea. Por supuesto que su traducción –sin duda complicada– es un acierto. | Maurice Chappaz La alta ruta PERIFÉRICA. TRADUCCIÓN: RAFAEL JOSÉ DÍAZ. 158 PÁGI­ NAS. 16 EUROS

Novela Un pueblo hermético con mitología propia, lo último de Ramon Mas

El carácter de un pueblo NÚRIA ALBESA

Pueblo antiguo de Corbera d’Ebre

MARCEL∙LA AGUILÓ

A diferencia de otras novelas en las que el escenario ocupa una posición secundaria, en Afores, el último libro deRamonMas(editordeMalesHer­ bes y autor de dos novelas, Crònica d’undelictemenoryMentreelmónex­ plota, y un libro de poemas, Òsties), el pueblo de Puigsech es el personaje central e indiscutible y con una mito­ logía propia. En Puigsech (este pueblo que po­ dríasercualquierotro),solose puede acceder des de las afueras, o bien so­ brevolándolo, a vista de pájaro. De­ lante de los forasteros, siempre se mantiene expectante y hermético y es cómplice de los secretos que guar­ dan sus habitantes. Solo se puede ac­

ceder a él a través de la (re)lectura de unos testimonios interconectados. Llena de elementos inquietantes y una atmósfera mágica que a veces confundeallector,reivindicalosmis­ mos ambientes rurales y ásperos que describían Prudenci Bertrana y Rai­ monCasellas,ydestacaporsuestruc­ tura formal, que recuerda, como ad­ mite el mismo autor, a Winesburg Ohio, de Sherwood Anderson, una novela en la que la acción también se desarrolla en un espacio de tiempo li­ mitado y donde las declaraciones de los personajes dibujan un mosaico que,recompuestomástarde,encajaa la perfección. Mas ha escrito una no­ vela fragmentaria en ocho capítulos que funcionan como narraciones in­

dependientes, cada una de ellas cen­ trada en la vida de un personaje. Más allá de las historias de pueblo, que por sí solas podrían considerarse frívolas, pero que sintetizan bien la estupidez humana, hay una lectura interesante del concepto afueras, que acertadamente refleja el título. Por­ que esta novela, explicada, curiosa­ mente, por alguien ajeno al pueblo, también habla de acceder al centro desdelaperiferia,deatravesarsecre­ tos para acceder a la verdad, hablar desde fuera (y de fuera) para acabar accediendo al interior. | Ramon Mas Afores EDICIONS DE 1984. 144 PÁGINAS. 16,80 EUROS

Cultura|s La Vanguardia

No me cabe la menor duda que existe una más o menos potente literatura dealtamontaña.Recuerdounanove­ ladelgranJamesSalter(Ensolitario), yahoramismoseanuncialainminen­ te traducción de una obra con vitola de éxito, Las ocho montañas de Paolo Cognetti. Lo cierto es que nunca me han atraído las alturas ni estoy fami­ liarizado con la filosofía de vida que implican, pero acabo de leer un libro excepcional que sencillamente me llegó, lo abrí, le di un vistazo, traté de leer algunos párrafos sueltos y ense­ guida comprendí que estaba ante un texto clásico de la tradición alpina y o lo leía de cabo a rabo, disfrutando de su singular escritura, o era preferible no empezar la travesía que de alguna manera, según me dio a entender el texto de la contraportada, iba a guiar­ me por la alta ruta alpina que conecta Chamonix con Zermatt “a través del solemne y bellísimo vacío de los gla­ ciales, un universo lunar nevado, atravesado por la soledad del es­ quiador o el alpinista que tan bien conoce el vértigo y la embriaguez del esfuerzo”. La alta ruta se publicó por primera vezenfrancésen1974,esobradelsui­ zo Maurice Chappaz (Lausana, 1916­

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ROBERT SALADRIGAS

Sábado, 3 febrero 2018

Literatura de las cimas

LIBROS

Narrativa El autor suizo Maurice Chappaz recrea un universo de glaciares y nieves de asombrosa belleza con el cuidado de un acto litúrgico


LIBROS Sábado, 3 febrero 2018

Que veinte años no es nada JUAN ÁNGEL JURISTO

El gato encerrado, primer volumen de un diario que Andrés Trapiello (Manzaneda de Torío, León, 1953) tenía proyectado extender en al­ gunos volúmenes, lleva como tí­ tulo general Salón de los pasos per­ didos, apareció en 1990 y corres­ pondía al año 1987. Veinte años después se edita Mundo es, de ce­ lestinesco título, tomo número veintiuno de estos descomunales dietarios de los que no conozco al­ go similar, por lo menos en nuestro idioma y si acaso se me ocurre, en

algo parecido a su vocación por la extensión, iría de lleno a las pági­ nas que llevaron a cabo el duque de Saint­Simon o Paul Léautaud... po­ co más. Y de tal manera enorme a su modo es tal obra que en 1999 apareció Capricho extremeño, una antología de las páginas que el au­ tor ha dedicado al campo de Extre­ madura a lo largo de estos dieta­ rios para centrar al lector en un te­ ma que, de interesarle, podría haberse perdido en el océano de páginas del dietario completo. En 2011, además, se publicó una edi­

Las páginas sobre el IV Congreso de la Lengua en Colombia reflejan las dotes del autor para la ironía y la parodia

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Cultura|s La Vanguardia

Dietarios Trapiello publica el tomo número veintiuno de su ‘Salón de los pasos perdidos’ donde lo cotidiano trasciende en algo significativo

ción revisada. Veintiún tomos dan para mu­ cho, recordemos Una caña que piensa, de pascaliana tendencia, Los hemisferios de Magdeburgo o Troppo vero entre sus títulos más significativos, y cuando digo dan para mucho es que la cosa es simi­ lar a la vida, vale decir, dan para to­ do. Mundo es, creo, es uno de los mejores títulos de este dietario, no hace falta más que leer las páginas dedicadas al IV Congreso Interna­ cional de la Lengua que se celebró en Colombia para darnos cuenta de las dotes del autor para la ironía e incluso la parodia. Sin embargo lo más precioso de este libro, en es­ te sentido lo poseen todos los de­ más, a veces con mayor o menor fortuna, es el modo en que el autor se narra y ello de tal modo que con­ sigue que lo cotidiano trascienda en algo significativo, esencial para esa vida que transcurre, que es la del propio autor, con sus dimes y diretes. Así, los paseos en la madrileña Cuesta de Moyano o en el Rastro siempre en busca de libros, las fan­ tasías con las féminas con las que se tropieza o atisba, los arrepenti­ mientos de lo que debió hacer y no hizo, las frecuentes visitas al Mu­ seo del Prado, las visitas a su queri­ da casa de Las Viñas, vale decir, la vida misma. | Andrés Trapiello Mundo es El autor Andrés Tapiello

EMILIA GUTIÉRREZ

PRE­ TEXTOS. 445 PÁGINAS. 29 EUROS

El autor David Vilaseca

JORDI PLAY

Testimonio A partir de veinte años de dietarios, David Vilaseca construyó una obra entre la novela y la autobiografía, con pinceladas de ensayo

Freud (y Lacan) en la sauna JULIÀ GUILLAMON

La conexión inglesa. Años cincuenta: Joan Triadú y Joaquim Molas, críti­ cos literarios. Años sesenta: Terenci Moix, novelista gamberro. Años se­ senta­setenta: Narcís Comadira, Francesc Parcerisas, Marta Pesa­ rrodona, poetas. Años ochenta­no­ venta;Josep­AntonFernándezyJor­ di Marrugat, críticos. David Vilaseca (1964­2010) llegó a Londres en 1989, después de dos años en la Indiana University, de Bloomington, en Esta­ do Unidos, y se quedó en Londres, con alguna intermitencia, hasta su muerte.Condosideas:cursarundoc­ toradoyllegaraserescritor.Susestu­ diossobreelgéneroautobiográficoli­ gaban con lo que él mismo pretendía escribir: se especializó en autobio­ grafías gays, se interesó por Terenci, publicósobreJuanGoytisoloySalva­ dor Dalí, que aparecen a menudo en Els homes i els dies. Sentía una gran

vocación de escritor y un gran miedo, que a medida que avanza el dietario sevuelvecadavezmásinsondable,de no llegar a serlo. Losdiariosdejuventud,entre 1987 y el 2002 dieron pie a L’aprenentatge de la soledat, que ganó el premio An­ drómina del 2007. Pasa por ser una

Malogrado Cada vez que Vilaseca dice que va en bicicleta a dar un paseo o a ver una exposición hace estremecer. Murió en el 2010 en un accidente, cuando iba en bici. Había resuelto el dilema que está en la base de L’aprenentatge de la soledat (¿volver?, ¿no volver?) y era profesor de la Royal Holloway University of London.


JORDI AMAT

Noesfácilubicarseenlapropuestade conocimiento que propone este pro­ totípico libro académico, copado por investigadores del Grup de Recerca enHistòriadelDretCatalàdelaPom­ peu Fabra. Lo apuntado en la contra­ cubierta, aunque disimule lo erudito, de entrada no puede ser más sugesti­ vo: el estudio de la aportación de los juristas catalanes “para dar lugar a lo que debería ser una casa común: el Estado”. El volumen escrito por 14 profesores universitarios, planteado así, implicaría la sana impugnación de aquel tópico que postula una tara congénita de la que gente que vive y trabaja en este pequeño rincón de mundo: nuestra falta de sentido de Estado. Aquí la historia del derecho vendría a demostrar que, en realidad, nosotros también habríamos colabo­ rado en dar forma al Estado español. El Minotauro que en teoría descono­ cemos, tal y como postuló Vicens (y así nos va), no nos sería tan ajeno. Los hombres que aparecen retra­ tados en la cubierta del volumen –los juristas protagonistas del estudio son hombres, siempre hombres– serían el mejor ejemplo de dicha interven­ ción estatal. Valdría de una manera obvia para los padres de la Constitu­ ción Roca y Solé Tura, también para Prat de la Riba –en tanto que impul­ sor de la Ley de Reforma de la Admi­

nistración Territorial, como desarro­ lla Albert Balcells– e incluso para el máslejanoymenosconocido:Ramón Lázaro de Dou, primer presidente de las Cortes de Cádiz y autor de una obra de título infinito –Instituciones de Derecho público general de España, connoticiasdelparticulardeCataluña y de las principales reglas de gobierno en cualquier estado– redactada en tiempos del antiguo régimen pero publicadayaaldespuntardelaeradel constitucionalismo. El estudio de la

Nos acerca a figuras como Lázaro de Dou y Prat de la Riba; también a Roca Junyent o Solé Tura trayectoria de este hombre del abso­ lutismoquemereceríaunamonogra­ fía completa, nacido en Barcelona en 1742 y que en 1832 murió en Cervera (estuvo muy comprometido con su Universidad),ejemplificalaprincipal virtud del libro que nos ocupa: dar a conocer,demanerasistemática,atra­ vés de olvidadísimas fuentes prima­ rias, las aportaciones jurídicas de al­ gunas decenas de catalanes a la hora deorganizarelpoderpúblico.Deeso, más que de la relación de los juristas con el Estado –¿dónde está Laureano

José María Pérez Collados y Tomás de Montagut i Estragués Los juristas catalanes y el Estado español MARCIAL PONS. 416 PÁGINAS. 32 EUROS

David Vilaseca Els homes i els dies. Obra narrativa completa L’ALTRA EDITORIAL. 751 PÁGINAS. 25 EUROS.

Toma de posesión de los nuevos miembros de la Comisión Jurídica Asesora en el Palau de la Generalitat de Catalunya

XAVIER GÓMEZ

LIBROS Sábado, 3 febrero 2018

Hombres de leyes

López Rodó?–, trata el libro. ¿Durante qué periodo? Aclararlo pronto, para no quedar descolocado, es condición necesaria para ubicarse. Porque, en función de los juristas re­ tratados en la cubierta, podríamos deducir que aquí se estudia el dere­ cho producido por catalanes durante la época moderna y contemporánea –del tiempo de las monarquías impe­ riales al del surgimiento y predomi­ nio de los Estados nación–, pero en realidad el conjunto es más bien una aproximación, detallada en ocasio­ nes y en otras enciclopédica, a asun­ tos específicos. A algunas épocas, a algunos juristas (Josep Maria Pi Su­ nyer tiene un delicioso capítulo bio­ gráfico), a algunas instituciones (ya sea el Tribunal de Contrafaccions de principios del siglo XVIII o la Comis­ sió Jurídica Assessora durante la Se­ gunda República) o algunos episo­ dios (vale para la redacción del Esta­ tut republicano o para el espléndido capítulo sobre la compilación del de­ recho civil catalán durante el fran­ quismo). Pero insisto, ¿durante qué periodo? Porque no son cuatro días. El análisis dirigido por Montagut y Pérez Collados arranca en la Edad Media (cuando la Moral y el Derecho eran los instrumentos del juristapara el desarrollo de la comunidad) y llega hasta el inmediato presente (el últi­ mo estudiado es Carles Viver Pi­Sun­ yer, el jurista del procés). Y aunque lo que implica esa complejísima muta­ ción de los órdenes que organizan el poder a lo largo de siete siglos no se explica,enlaintroduccióninicialsíse abordalamutacióndelafiguradelju­ rista a lo largo de la historia hasta hoy cuando “al jurista se le entenderá co­ mo una pieza del poder estatal, me­ diado por la ideología, por el pensa­ miento político”. |

Cultura|s La Vanguardia

Historia Pérez Collados y Montagut dirigen un volumen que analiza las aportaciones jurídicas de catalanes para la organización del poder público

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novela, el autor se refiere a a él como si lo fuera, aunque el tono de dietario domina absolutamente. Como pasa a menudo en la literatura actual cuan­ do es fiel a su tiempo, es una mezcla de géneros y estilos –confesión, na­ rración, especulación– en torno a las relaciones de pareja, el sexo, el amor, eldeseoylafidelidad.Elprotagonista estáagotandounarelaciónconunno­ vio,obsesionadoconlasinfidelidades de éste y tras esta obsesión se lanza él mismo a un vértigo de relaciones. En la pantalla de esta historia se proyecta desde una lectura de la bio­ grafía del dramaturgo Joe Orton, que tenía un novio que no era del gremio literario (Terenci trató este tema en uncuentodelosañossesenta,Totglo­ rificant l’onanisme europeu), hasta el miedo al sida, que al principio era, simplemente, miedo a las enferme­ dades de transmisión sexual (ladillas, gonorreaysífilis).Mientrasescribeel diario y, posteriormente, mientras prepara la novela, asiste a sesiones de psicoanálisis.Suslecturascomocríti­ co –Sobre la tendència universal al re­ baixament en l’esfera amorosa de Freud, De la psychose paranoïaque dans ses rapports avec la personnalité deLacan– le permiteninterpretarde manera nada obvia su comporta­ miento sexual. De la combinación de estos ele­ mentos surge un relato que gira y vuelve a girar sobre sí mismo, sin parar, como si a través de la escritura Vilaseca quisiera atornillarse en el mundo. Escribir es el contrapeso de la deriva en la que se han convertido su vida afectiva, sexual, académica y familiar. Una confesión sin justifica­ cionesquepudieranrestarlecomple­ jidad y sin miedo a llegar hasta las úl­ timas consecuencias. Detrás de la ob­ sesión por el sexo anónimo de su exnovio, busca relaciones instantá­ neas. El protagonista tiene la sensa­ ción de que no ha escrito su guión, que no domina su vida. Con todo, L’aprenentatge de la soledat describe una superación y una salida del labe­ rinto. El momento más interesante de Els homes i els dies es el salto entre la novelapublicadayElnenferit,unase­ gunda recopilación de sus dietarios, inédita hasta hoy. Con cuarenta y sie­ teaños,enel2008,hacaídoenunavi­ da rutinaria y mediocre. Cuando de joven pensaba en este tipo de vida te­ nía arcadas. A diferencia de L’apre­ nentatge de la soledat que es tan con­ céntrico, abre el foco hacia libros, música, películas, los recuerdos de infancia, la relación con la madre, as­ fixiante de tan intensa. Vilaseca pensaba que le habían ex­ cluido de la literatura catalana. No es el primero que se lo piensa ni será el último. Su obra necesitaba un buen editor, que creyera en ella, y lectores apasionadosdelaliteratura,queexis­ ten. La edición en un volumen de sus dos libros, abre el camino a una repa­ ración. |


LIBROS

Narrativa Porta revisita a los personajes de ‘Braudel por Braudel’, en una novela fragmentaria que gira en torno a un misterioso Asesino de la Eutanasia

libroscopio

Sí llegiu

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Cultura|s La Vanguardia

Sábado, 3 febrero 2018

La enfermedad de ser viejo J.A. MASOLIVER RÓDENAS

Xavier Vidal y Monika Zgustova en la librería Nollegiu

A. ITURBE

Un domingo andaba vagabundeando por Poblenou acordándome de una cosa que decía Xavier Benguerel, premio Planeta con Icaria, Icaria y uno de los escritores con más orgullo de barrio que vivió en estas calles obre­ ras: “Yo, pobre de mí, soy un humilde servidor de las cosas que amo”. Y justo en la calle Amistat, me encontré con una cadena humana como las de los westerns, cuando se prendía fuego a un granero en la noche y todo el pueblo se pasaba cubos de agua de mano en mano. Pero para mi pasmo lo que la gente se pasaba eran libros. Aquí la intención era a la inversa: no se trataba de apagar un incendio sino de avivarlo. La peque­ ña librería Nollegiu había abierto sus puertas empujada por el optimis­ mo irreductible de Xavier Vidal, periodista que ejerció cargos de respon­ sabilidad como responsable de comunicación de la Generalitat, aunque acabó tan aburrido que decidió hacerse librero. En 65 metros cuadrados y con un fondo de 3.000 libros se puso en marcha, organizando todo tipo de presentaciones y eventos, desde danza a montar salidas teatrales a la sala Beckett con descuentos. Y la librería se había quedado pequeña. Siguiendo el rastro de los libros, llegué al nuevo local, muy próximo, ubicado en una de esas tiendas históricas de barrio, La Juanita. Tres plantas para dar rienda suelta a las ideas en cascada de Vidal. Una de ellas es una escuela de lectura creativa donde escritores y gente de la cultura transmiten su pasión por determinadas obras o autores: “Es una manera de abrir a la gente las puertas de la literatura”. Vidal tiene muy claro que “antes de ser escritor hay que ser lector. Y si no lo es, se le nota”. Le pregunto si a día de hoy una librería ha de ser algo más que una barra de despachar libros para sobrevivir: “Si me hubiera quedado parado detrás del mostrador habría cerrado en tres meses. Yo veo la librería como un centro cultural, un lugar donde compartir. No me interesa la idea de la literatura individual y onanista… ¡ha de ser una fiesta!”. En su ortodoxia heterodoxa me dice que “los libros se pueden quemar. El libro no es lo importante, es sólo un instrumento: lo impor­ tante es la lectura”. Me he enterado de que cobra por asistir a las presentaciones de li­ bros… ¡Hay que echarle valor! ¡Si muchas presentaciones gratis están vacías! “Bueno, porque a lo gratuito no se da valor. A la gente que viene la invito a un vermouth, pero han de comprar el libro o pagar cinco eu­ ros”. Y la cosa, modestamente, le va funcionando. Al cabo de un rato, en una intervención de Monika Zgustova hay una treintena de personas hipnotizadas por la escritora y traductora checo­española. Antes de despedirme, le digo que en un gremio de pesimistas va a contracorriente: “No hay motivo para el pesimismo. Hay lectores: somos pocos, pero existimos, no somos un holograma. La lectura y los libros van a ir a más”. ¡Insensato!, le digo. ¿Pero cómo va a ser posible con el acecho de tantas opciones de ocio estupendas en smartphones, series de televisión, redes sociales...? “La gente empieza a hacer un clic. Se da cuenta que no puede estar 24 horas enganchada a una pantalla y ha de desconectar, reclama una pausa. Lanzar al mar tres horas el teléfono móvil es una gozada”. Se cumplen justo ahora dos años de aquel traslado mano a mano en pleno Poblenou hacia esa tienda La Juanita, cuyo rótulo sigue luciendo en la puerta intacto. Y mañana domingo 4 de febrero la Nollegiu va a celebrar aquella caravana de libros con vermouth para todos, celebrando la conjura de la lectura como lo que es: una fiesta. | ANTONIO ITURBE

Con el seudónimo de Kithou, A. G. Porta (Barcelona, 1954) fue incluido en la antología Algunos poetas en Barcelona(1978)juntoa,entreotros, Roberto Bolaño y Bruno Montané. En colaboración con Bolaño escri­ bió Consejos de un discípulo de Mo­ rrison a un fanático de Joyce, premio Ámbito Literario 1984. Con Braudel por Braudel (1999) se inicia un reco­ rrido marcado por el rigor y la cohe­ rencia, con personajes que se le ha­ cen familiares al lector. “Todas mis novelas están unidas”, nos dice. Y es así como en Hormigas salvajes y sui­ cidas nos reencontramos con el co­ ronel, los agentes Blaya, Braudel y McGregor o la hija del primero, Al­ bertine,admiradora,comoPorta,de Salinger. La estrecha relación con el escri­ tor chileno se manifiesta en Los sin­ sabores del verdadero policía (2011), comounguiñoenelprofesorAntoni Carrera,quenoesotroquesuamigo barcelonés.Eltítulodelanovelaque comento ahora procede de El viejo de la montaña, de Bolaño: “Dos hor­ migas salvajes y suicidas. Belano y Lima…”, una nueva complicidad quenotienenadadearbitrarioyque se convierte en un motivo recurren­ te. En las primeras páginas el lector se sentirá desconcertado por el cru­ ce de voces, pero pronto lo que do­ mina es una absoluta nitidez, como nítida es la prosa, por más que la agi­ tación que viven los personajes no permite hablar de desnudez. Los personajes, escasos, están bien di­ bujados. Las distintas voces están controladasporlanarradora,Alber­

A.G. Porta fotografiado en Barcelona el 2015

tine –inevitable pensar en Proust–, presente sobre todo en el último texto.Estamosanteunanovelafrag­ mentaria que va encontrando su unidad.Lospersonajescentraleses­ tán los tres jubilados y cada uno lu­ cha a su modo contra la vejez, con obsesiones que acaban contagiando a todos. Albertine nos anuncia des­ de las primeras páginas cuál va a ser el centro narrativo: al coronel “le prometí un informe de la operación Hormigas Salvajes y Suicidas en las que participaron el inspector de po­ licía José Blaya y el también policía Lalo Lucena”. La primera parte de la novela se centra en los rasgos de cada uno de los protagonistas, aferrados los tres asurutina,obsesionesqueenelcaso de Lucena son muchas, entre ellas los toros, las novelas de Marcial Es­ tefanía Lafuente y muy especial­ mente la pornografía. Es ésta la que nos lleva a las dos muchachas rusas. La novela encuentra ahora su uni­ dadysutensiónnarrativasenelmo­ mento en el que Lucena y Blaya de­ cidenvengarsedelosproxenetas.Se suceden las escenas brillantes, el pensamientoseconvierteenacción, enunritmotrepidante,yfinalmente vemos con claridad la inmensa tela de araña que se ha ido tejiendo en tornoalmisteriosoAsesinodelaEu­ tanasia. Pocos ejemplos tan claros de la enorme calidad de las novelas que llamamos –y que lo son injusta­ mente– minoritarias. | A.G. Porta Hormigas salvajes y suicidas ACANTILADO. 304 PÁGINAS. 20 EUROS

KIM MANRESA


LIBROS

historia para pensar

Johannes Vermeer, el geógrafo

‘El geógrafo’, del artista neerlandés Johannes Vermeer, actualmente en el Museo Städel de Alemania

aparecen libros que explican la función del arte en la historia me­ jorando los métodos de análisis de las obras de arte. Veamos en este contexto la recuperación del se­ minario impartido por el maestro Otto Pächt cuando regresó a Vie­ na tras una larga estancia en Lon­ dres, convertido en una cita obli­ gada sobre la percepción y com­ prensión de las obras de arte. Porque delinea un método de es­

ARCHIVO

esa “flecha sin blanco”, de la que habla Manuel Cruz en sus intere­ santes reflexiones sobre la políti­ ca­espectáculo. El campo de percepción crea una naturaleza artificial, que se impone a la propia naturaleza. Ese hecho es el argumento de base del libro de Laura J. Snyder, Eye of the beholder, cuyo título original tiene ecos del célebre Rembrandt’s eyes de Simon Schama, y que llega has­

ta nosotros en una mejorable edi­ ción con el título El ojo del obser­ vador. Al igual que Schama, la pro­ fesora Snyder se interesa por la sociedad holandesa del siglo XVII y por el efecto del capital en la cul­ tura. Porque, en aquel “siglo de los holandeses”, se hizo evidente que el capital fijaba los deseos y las emociones de la sociedad, orien­ tándolos por senderos plausibles. Todo lo que se diseñaba contra el capital estaba condenado al fraca­ so, incluso las guerras que se so­ portaron tras la invasión de las tropas de Luis XIV. Eso es así por­ que el campo de observación de esos años descansaba en las razo­ nes del capital donde lo moderno consistía en “modelar el ojo como otro instrumento más” con el fin de “ver el mundo como lo ve una lente”, el único modo aceptable de que “el mundo tuviera sentido”. Snyder se enfrenta a este argu­ mento mediante un esquema clá­ sico, el de las vidas paralelas que viene de Plutarco: en su caso, si­ gue paso a paso las vidas del pintor Vermeer y el naturalista Leeu­ wenhoek dando lugar a una ma­ gistral lección de historia narrati­ va. Su mayor atractivo radica en descifrar minuciosamente “cómo ambos desempeñaron papeles clave en el cambio trascendental de la idea de ver que se produjo en ese tiempo y en ese lugar”. Una na­ rración centrada en la ciudad de Delft, donde a pocos metros de distancia, y en la misma semana de 1632, nacen el pintor y el naturalis­ ta; viviendo y trabajando toda su vida a unos pocos metros de dis­ tancia. Incluso puede ser que El geógrafo que pintó Vermeer en 1669 fuera Leeuwenhoek pues ambos se movían en círculos pró­ ximos dedicados a la exigencia de verificación experimental, y no es casual tampoco que este último fuese el albacea de Vermeer cuan­ do falleció de muerte súbita en 1675 a los cuarenta y tres años. Las vidas de ambos nos enseñan el efecto de la revolución científi­ ca propuesta por Francis Bacon en el modo de crear, ya que “Vermeer construyó su carrera en torno a los fenómenos ópticos”, demostran­ do “como los instrumentos ópti­ cos permitían ver el mundo con una nueva y emocionante luz”;

mientras que Leeuwenhoek, con “el descubrimiento de la vida mi­ croscópica puso en cierto modo las cosas en su sitio”. Lo que Ga­ lileo logró con el telescopio al des­ cubrir las lunas de Júpiter, él lo hizo al desvelar “las pequeñas criaturas que se veían en los mi­ croscopios”. La razón de todo se

libros Otto Pächt Questions de méthode en histoire de l’art

ÉDITIONS MACULA. 208 PÁGINAS. TRADUC­ CIÓN: JEAN LACOSTE. 25 EUROS

Manuel Cruz La flecha (sin blanco) de la historia

ANAGRAMA. 232

PÁGINAS. 18,90 EUROS

Laura J. Snyder El ojo del observador. Johannes Vermeer, Antoni van Leeuwenhoek y la reinvención de la mirada ACANTILADO. TRADUC­ CIÓN: JOSÉ MANUEL ÁLVAREZ­FLÓREZ. 536 PÁGINAS. 29 EUROS.

El seminario impartido por Otto Pächt tras una estancia en Londres es una cita obligada sobre la percepción y comprensión de las obras de arte ‘El geógrafo’ de Vermeer podría ser Leeuwenhoek; estaban en círculos próximos dedicados a la exigencia de verificación experimental resiste en que el capital apoyaba ese camino hacia la modernidad, que dejó profundas huellas en el arte y en la ciencia porque abrió la conciencia crítica de la sociedad de que muchos deseos son irreali­ zables al ser ilusorios porque, co­ mo decía Leonardo, no hay nada peor que no saber razonar sobre la naturaleza de las cosas con el pro­ pio entendimiento. Hoy, más que nunca, conviene pensar en eso. | JOSÉ ENRIQUE RUIZ­DOMÈNEC

Cultura|s La Vanguardia

tudio que va más allá de la iconolo­ gía y de la sociología para vincular el arte al mundo vital de sus crea­ dores. Definir el canon que nos viene de la historia quiere decir definir el mundo en el que vivi­ mos; vale decir, superar la frag­ mentación sin recurrir para su re­ dención a un fin trascendental, a

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La sociedad actual se basa en la transgresión, pero no acepta su efecto, la fragmentación. No lo acepta porque mantiene como punto de referencia el canon que viene de la historia. El lugar donde mejor se define ese canon es el ar­ te como razón de ser de la belleza. Por eso en los momentos críticos

Sábado, 3 febrero 2018

Laura J. Snyder publica un texto magistral sobre la cultura y la ciencia en la próspera Holanda del siglo XVII. Las reflexiones de Pächt y Cruz son buenos complementos a su lectura


ARTES

BILBAO

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Cultura|s La Vanguardia

Sábado, 3 febrero 2018

Arte|s

Una odisea espacial en el Guggenheim ISABEL GÓMEZ MELENCHÓN

Suena un vals; al fondo, una pareja de espontáneosevolucionaalcompásde 2001. Una odisea del espacio. La músi­ ca procede de una de las salas del se­ gundo piso, íntegramente dedicado a una exposición de esas que demues­ tran el poderío de un museo. El arte y el espacio forma parte de las celebra­ ciones del 20.º aniversario del Gug­ genheim de Bilbao y constituye un paseo por lo que ha dado de sí la abs­ tracción en las últimas seis décadas, aunque en realidad deberíamos decir un recorrido por la manera en que el

arte se ha apropiado del espacio y lo ha hecho suyo en plena era espacial, valga la redundancia. Efectivamente, la muestra tiene comopuntodepartidaellibroquere­ sultó de la colaboración entre el es­ cultor Eduardo Chillida y el filósofo Martin Heidegger y cuyo título da nombre a la exposición. Fue en 1969, la carrera espacial culminaba con la llegada del hombre a la luna, el año anterior se había estrenado la pelícu­ la de Stanley Kubrick y el mundo del arte pero también el literario –Italo Calvino, Georges Perec– dirigía la

mirada hacia arriba en busca de nue­ vas cosmogonías. Chillida, que había empezado su carrera como arquitec­ to,afirmaríaañosdespuésque“cons­ truir es crear en el espacio. En esto consiste la escultura y, en términos generales, la escultura y la arquitec­

Chillida afirmaba que “construir es crear en el espacio, en esto consisten la escultura y la arquitectura”

tura”, y así, la exposición, más de un centenar de obras procedentes de las colecciones Guggenheim de todo el mundo y otrospréstamos internacio­ nales, permite recorrer las diferentes maneras en que el arte y el espacio han dialogado e interactuado entre ellos, se han atravesado, limitado y expandido, a través del volumen, de la iluminación y el equilibrio, de la creación artística y la investigación filosófica. Una de las primeras cuestiones que plantea la muestra es cómo el es­ pacio se convirtió en tema funda­ >


ARTES Cultura|s La Vanguardia

BRUCE NAUMAN: PASILLO DE LUZ VERDE, 1970 El artista estadou­ nidense desarrolló en los 60 una serie de estructuras en los que juega con la luz y los límites del espacio para crear una sensación perturbadora en el visitante

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JAMES ROSENQUIST: CÁPSULA FLAMENCO, 1970 La instalación, de grandes dimensiones, está compuesta por cuatro lienzos y dos paneles de aluminio acoplados a los extremos que reflejan la pintura, extendiéndola en el espacio. El conjunto rinde homenaje a tres astronautas que murieron en un incendio en el Apollo 1 en 1967 durante un entrenamiento: sobre un fondo de fuerte colorido –Rosenquist formó parte del pop art– aparecen restos de un uniforme metálico con la bandera norteamericana

Sábado, 3 febrero 2018

El espacio, la última frontera. No es sólo el enunciado de una serie de aventuras galácticas, es también uno de los retos a los que se ha enfrentado la creación artística; una amplia exposición en el Guggenheim rastrea las intersecciones entre el espacio y la abstracción a través de un centenar de obras en muy distintos formatos. Toda una lección

EDUARDO CHILLIDA: CONSEJO AL ESPACIO V, 1993 Esta escultura, construida median­ te enormes láminas de acero, iba a ser instalada frente a la Neue Pinakothek de Munich; perte­ nece a la colección Guggenheim Bilbao y su forma recuerda a una chimenea

IVÁN NAVARRO: ATAJOS (SHORT­ CUTS), 2005 El artista chileno se inspira en los trabajos en neón de Dan Flavin para sus investigaciones de tubos fosfores­ centes


ARTES Sábado, 3 febrero 2018 Cultura|s La Vanguardia 14

> mental para el arte abstracto. En realidad, la cuestión espacial ha esta­ do presente en la creación artística desdesusiniciosyconmayorintensi­ dad a partir de las vanguardias de principios del siglo XX: la teoría de la relatividad de Einstein, los hallazgos en torno al átomo, todo ello llevó a plantear los problemas de la repre­ sentación: ¿es un objeto la masa que vemos o la suma de las partículas que se mueven en el espacio? Algo que la exposición deja claro desde la prime­ rasalaesque“elespacioplásticonun­ caesunsololugar,sinolacompresión de muchos, de las relaciones que se establecen entre ellos”, tal como se afirma en el catálogo. Así, las escultu­ ras proteicas de Eduardo Chillida (1924­2002) o Jorge Oteiza (1908­ 2003) ofrecen el contrapunto a las Piezas de estudio, con las que la ale­ mana Eva Hesse (1936­1970) trans­ formó la escultura mediante la utili­ zación de materiales como estopilla, cinta adhesiva o látex, y las grabacio­ nes de intervenciones arquitectóni­ cas de Gordon Matta­Clark (1943­ 1978). La exposición avanza al ritmo de las redes y estructuras que globalizan y envuelven al mundo y que plantean nuevas interrogaciones. En este sen­ tido llaman especialmente la aten­ ción las piezas Derechos aéreos, los meteoritos que la artista polaca Ag­

Motherwell deja un rectángulo en su lienzo para simbolizar cómo la pintura ha sido una ventana al mundo nieszka Kurant (1978) deja en sus­ pensión para reivindicar el valor ar­ tístico del aire. Las nociones de es­ pacio vacío y de desplazamiento inspiranlas24esferasde30centíme­ tros de diámetro que forman el círcu­ loLalunaquerespiradeldanésOlafur Eliasson (1967), que reflejan y multi­ plican el espacio, mientras que en otra sala el Círculo de Bilbao del britá­ nico Richard Long (1945) ilustra la afirmación de Heidegger según la cual que “las cosas mismas son los lu­ gares y que no se limitan a pertenecer a un lugar”: un enorme círculo hecho de fragmentos de pizarra remite a un enclave ritual realizado por una co­ munidad invisible. Hablar de espacios es también ha­ blar de sus límites; el Estudio fenicio rojo del expresionista Robert Mo­ therwell (1915­1991) deja en el lienzo un pequeño recuadro que simboliza lafuncióndelapinturacomoventana al mundo, y el más reciente Peter Ha­ lley (Estados Unidos, 1943) hace de suscuadrosceldasenlasqueseencie­ rra la obsesión de la modernidad por la geometría. Una asepsia como la que movía a Hal 9000 a ritmo de vals. Aunque el ordenador estuviera ence­ rrado en su espacio. | El arte y el espacio COMISARIO:MANUEL CIRAUQUI. GUGGENHEIM.BILBAO. WWW.GUGGENHEIM­BILBAO.ES.HASTA EL 15 DE ABRIL

Recuperación La Fundació Suñol dedica una exposición a una figura imprescindible en la dinamización de la cultura y el arte durante varias décadas, pionero en introducir el videoarte en nuestro país

Vijande. un galerista mítico

Andy Warhol y Fernando Vijande en la exposición ‘Pistolas, cuchillos y cruces’, en la galería Vijande. Luis Pérez Mínguez, Madrid 1983

SÒNIA HERNÁNDEZ

A veces la historia construye a las personas y en otras ocasiones las personasconstruyenlahistoria.Enel caso del mítico galerista Fernando Vijande (Barcelona, 1930­Madrid, 1986) es difícil dilucidar a qué grupo de los dos mencionados pertenece: y eso ya significa mucho. Hijo de un ingeniero catalán y de una represen­ tantedelaaltasociedadbelga,cultoe inquieto por lo que sucedía en el ex­ tranjero–unterritoriolegendarioto­ davía para los españoles de princi­ piosdelossetenta–,tuvolaintuición de transformar con su socia Gloria Kirbyunatiendadeantigüedadesen la galería de arte Vandrés. En un tiempo de ruptura y de agitación so­ cial, el espacio de Vijande devino, tal y como se le recuerda, un motor de modernización de la cultura y el arte madrileños y españoles. La historia de esta galería, que du­ ró hasta 1980, así como la Vijande, que abrió posteriormente con su apellido y que existiría hasta 1989, pueden narrarse con una serie de hi­ tos, tales como la primera proyec­ ción de videoarte en una galería es­ pañola, a cargo de Antoni Muntadas (1971); la censura retirando obras de la exposición Eros y el arte actual (1971), que no hizo sino aumentar la popularidad del espacio; la muestra y visita de Andy Warhol (1983); o la colectivaqueorganizóenelGuggen­ heim de Nueva York, New images fromSpain(1980),parapresentarin­

ternacionalmente a sus artistas es­ pañoles. Todos estos momentos se recrean en la exposición de la Fun­ dació Suñol, con la que se deja testi­ monio de una época apasionante y apasionada del arte español, pero también de la relación entre Vijande y Josep Suñol, convertida en para­ digma de los roles de coleccionista y galerista. Asegura la crítica y comisaria Ma­ ría Escribano que Vijande “estaba más loco que sus artistas”, a los que pagaba un sueldo, posibilitando así el desarrollo de algunas de las carre­ rasmásdestacadasdeestepaísenlas últimas décadas del siglo XX. La

Entrada de la galería Vijande, Madrid, 1982

muestrarecorrelosañosdelagalería a través de unos cincuenta creado­ res,entrelosqueestánLuisGordillo, Joan Miró, Muntadas, Arranz­Bra­ vo,RobertLlimós,JoséLuisAlexan­ co,DaríoVillalba,SergiAguilar,Car­ men Calvo, Joan Hernández­Pi­ juan, Albert Ràfols Casamada, Zush, NinoLongobardioRobertMapplet­ horpe. Obras y recortes de prensa dan forma a la personalidad de un galerista y a la historia de un país. | Fernando Vijande. Retrato: 1971­1987 COMISARIOS: FUNDACIÓ SUÑOL Y JOSÉ LUIS ALEXANCO. FUNDACIÓ SUÑOL. BARCELONA. WWW.FUNDACIOSU­ NOL.ORG. HASTA EL 7 DE ABRIL


IMMA PRIETO

¿Qué espacio ocupa un cuerpo? ¿Cómo se revela el movimiento en el espacio? Rosemarie Castoro (Nueva York 1939­2015) ha sabido dibujar ese rastro que deja el cuer­ po en movimiento. Ha sabido ima­ ginar la huella invisible del gesto en el espacio. Lo interesante en su trabajo, interesante y genial, es que ese espacio ha sido interpretado en todas sus posibilidades. El espacio en el que el cuerpo se desliza, ese cuerpo que danza y que el recuer­ do sabe reinterpretar en otros lu­ gares. Estos, los lugares, se hacen visibles a través de la superficie bi­ dimensional de sus composiciones plásticas o, como bien se experi­ menta en la exposición que estos días le dedica el Macba, en el mis­

mo espacio que es ocupado por sus instalaciones escultóricas. Rosemarie Castoro. Enfocar al infinito es la primera gran retros­ pectiva institucional de la obra de Castoro y se centra en el periodo 1964­1979. La artista inició su ca­ rrera en el momento en el que el

performativas en el espacio públi­ co y en su estudio, poesía, escultu­ ra o land art, entre algunas otras. Algo que da muestra de la impor­ tancia del concepto o idea en su trabajo. Para Castoro el lenguaje fue siempre la herramienta me­ diante la que continuaba interro­

Castoro siempre se interesó por la interrelación entre pintura, escultura, dibujo, performance o lenguaje, bajo el concepto de ‘intermedia’ minimalismo y el conceptualismo formaban parte de la vanguardia neoyorquina. La exposición revela la amplia diversidad de la práctica artística de Castoro. En su trayec­ toria encontramos pintura abs­ tracta, arte conceptual, acciones Arriba, ‘Blue Red Gold Pink Green Yellow Y Bar’, 1965 Abajo, izquierda, ‘Orange Ochre Purple Yellow Y’, 1965 Abajo, derecha, ‘Yellow pink brown blue’, 1964 IMÁGENES CORTESÍA THE ESTATE OF ROSEMARIE CASTORO AND BROADWAY 1602, HARLEM ©THE ESTATE OF ROSEMARIE CASTORO

gándose acerca del cuerpo y el es­ pacio. A su vez, cada uno de los conceptos le permiten abrir nue­ vos interrogantes que apuntan ha­ cia cuestiones relativas a lo político y a lo social. En la muestra también se analiza el contexto de su trabajo,

Rosemarie Castoro. Enfocar al infinito COMISARIA: TANYA BARSON. MACBA.BARCELONA. WWW.MACBA.CAT. HASTA EL 15 DE ABRIL

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Una minimalista a descubrir

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Rosemarie Castoro El Macba recupera la figura de la artista estadounidense, muy relevante dentro de un movimiento erróneamente considerado masculino y relegada, como otras muchas, por su condición de mujer

ese Nueva York que reunió a un gran número de artistas, de distin­ tas disciplinas, que compartían in­ tereses no sólo artísticos. Así se da a conocer también su activismo en la Art Workers’ Coalition (Coali­ ción de Trabajadores de Arte), pla­ taforma que ya exigía una serie de derechos y condiciones dignas pa­ ra la labor que los artistas llevaban a cabo, algo, muy a nuestro pesar, que sigue siendo vigente en la ac­ tualidad, especialmente en nuestro país. Así surgen y se explican algu­ nas de sus colaboraciones con ar­ tistas como Carl André, Hollis Frampton, Sol LeWitt o Yvonne Rainer, quien a propósito de la ex­ posición ha estado en el Macba presentando un programa de dan­ za. Castoro participó como in­ térprete en Carriage discreteness, pieza clave de Rainer en la que los accesorios minimalistas fueron diseñados por André. La obra fue presentada en el marco de Nine evenings: Theatre and engineering en 1966. La grabación de esta pieza de danza está incluida en la exposi­ ción junto con algunas otras que ayudan a construir esta especie de cartografía relacional. Los primeros trabajos de la ar­ tista vieron la luz a través del dibu­ jo, de hecho la superficie bidimen­ sional la acompañará a lo largo de toda su carrera. Pronto fue cauti­ vada por la danza y poco después por la pintura. Pensar su recorrido es seguir un camino natural que la conduce por distintos lenguajes preguntándose siempre por el es­ pacio: “¿Todos mis problemas gi­ ran en torno al espacio? Antes, el tiempo era mi problema. Ahora es el espacio. Quiero esculpir el espa­ cio. Estoy esculpiendo el espacio.” En la exposición también se re­ sigue el interés que siempre mos­ tró la artista por la relación exis­ tente entre diferentes lenguajes, aquellos diálogos invisibles que pueden ser entendidos bajo el con­ cepto de intermedia, o interrela­ ción entre pintura, escultura, dibu­ jo, lenguaje o performance. La in­ tención, como sugiere la comisaria Tanya Barson, es demostrar cómo algunas de las figuras más relevan­ tes del minimalismo no han recibi­ do la atención que merecen, en es­ pecial el grupo de mujeres artistas pertenecientes a un movimiento erróneamente identificado como esencialmente masculino, pero que, como dice Lucy Lippard, quién trabajó con Castoro en va­ rias ocasiones, “subvirtió el mini­ malismo en su propio terreno”. Como consecuencia de esta consi­ deración de la obra de Castoro, la exposición subrayará la necesidad de repensar el minimalismo, ex­ pandiéndolo para incluir a un ma­ yor número de artistas y cuestio­ nando los relatos hegemónicos de este movimiento. |


ESCENARIOS

Escenario|s

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TEATRO INTERNACIONAL Roma acogió los XVI premios Europa de Teatro. Jeremy Irons e Isabelle Huppert fueron las estrellas y los galardones a las nuevas realidades escénicas radiografiaron las tendencias del sector: búsqueda de un nuevo lenguaje interpretativo, más carga política y poder creciente de las mujeres

Las mujeres pisan fuerte en la nueva escena europea JUSTO BARRANCO

JeremyIronse IsabelleHuppertfue­ ron las grandes estrellas de los últi­ mos premios Europa de teatro, esos que montaron el incombustible Jack Lang y la añorada Melina Mercouri en 1986. Irons y Huppert se llevaron ex aequo el gran galardón por su tra­ yectoria y, por cierto, conjuntamente protagonizaron una bronca épica. La que Irons le propinó impasible pero imparable a Huppert, enojado con la intervención que ofrecieron en el teatro Argentina, en el corazón de Roma, leyendo unas cartas entre Ca­ mus y María Casares y Cenizas a las cenizas de Harold Pinter. Huppert había estado firmemente errática frente a un Irons que no abandona el oficio ni para tomar el sol y que tras despacharse, se fue. Se quedaron en el renacentista Pa­ lazzo Venezia –donde Mussolini te­ nía el despacho y un balcón para arengaralasmasasydondesetomóla copa de rigor tras la entrega de galar­ dones–elrestodelospremiados.Con algunaexcepciónobligatoriacomola de Kirill Serebrennikov, director del Gogol Center de Moscú, detenido en su domicilio por el régimen de Putin acusado de un extraño caso de co­ rrupción que durante las jornadas de debate de los premios se atribuyó al cambiodehegemoníadentrodelpro­ pio régimen: durante la época de Medvédev como presidente, se seña­ ló, la palabra clave era moderniza­ ción en todos los ámbitos; ahora los equilibrios internos han cambiado y la detención de Serebrennikov es un mensaje entre grupos. Serebrennikov no pudo estar pero el resto de galardonados con los pre­ mios a las Nuevas Realidades Escéni­ cas Europeas fueron un buen termó­ metro de las tendencias actuales: la búsquedadeunnuevolenguajeenes­ cena porque la convención interpre­ tativa del siglo XX ha entrado en de­ cadencia para el público; el creciente poderdelas mujeresysuspropuestas innovadoras; y la mayor carga políti­ ca de los espectáculos, que pretende mostrar el mundo en su pluralidad y

dar poder a los que no lo han tenido. Un empoderamiento y una carga política incluso salvaje que ha venido de las premiadas más que de los pre­ miados, varios de los cuáles brillan porlapoesíaescénicadesumezclade danza y teatro: es el caso del griego Dimitris Papaioannou con la fasci­ nante El gran domador, donde toda la historiadelarteconstruyesimbólica­ mente una historia de lo humano; y del italiano Alessandro Sciarroni con las evocadoras repeticiones de sus performers a un ritmo casi obsesivo. Frente a ellos, las premiadas. Para empezar la estonia Ene­Liis Semper,

ñía llevó al teatro a todo el país con NO75UnifiedEstoniaAssembly:crea­ ron un movimiento político que in­ quietó al gobierno y cautivó a los me­ dios. En año preelectoral anunciaron que Theatre NO99 se convertía en partido, empapelaron las calles y ce­ lebraron mítines multitudinarios hi­ perpopulistas donde prometían de todo, exponiendo los mecanismos de la política actual y convirtiendo por 44 días el país en un teatro. Por su parte, la alemana Susanne Kennedy, que forma parte de la nue­ va Volksbühne de Chris Dercon, pa­ rece dispuesta a acabar con la teatra­

DIMITRIS PAPAIOANNOU. La obra del creador griego, autor de la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de Atenas, está marcada por una poderosa poesía escénica. En la imagen, una escena de su creación ‘El gran domador’, que se pudo ver en el Grec J.MOMMERT

que junto a Tiit Ojasoo encabeza Theatre NO99 con obrascomo NO43 Filth o NO42 El Dorado: The clowns raid of destruction, en las que política y religión cobran vida en medio del barroodeuncircocon payasosterro­ ríficos a un ritmo endiablado. Obras duras que hablan de líderes ilumina­ dos, sadismo y de lo fácil que es para unacomunidadperderlacivilización y caer en la locura. Es más, la compa­

Ene­Liis Semper, Yael Ronen y Susanne Kennedy han obtenido el premio Europa de Nuevas Realidades Escénicas con un teatro innovador y magnético

lidad tal y como la entendíamos. En su adaptación de Las vírgenes suici­ das, de Jeffrey Eugenides, los actores llevan máscaras, como en muchas otras de sus obras, la voz es distorsio­ nada y en off y en la decoración se mezclan pantallas de vídeo con una estética kitsch de colorista bazar chi­ no. Eugenides se mezcla con frases del psicodélico Timothy Leary en una obra contada a través de la mira­ da masculina, la de los chicos que ro­ deabanaestasniñasdefamiliafanáti­ ca religiosa y cuyas muertes les persi­ guen. Cero interpretación, ritmo lisérgico y aún así mucho magnetis­ mo: quiere, dice, volver al ritual del teatro de hace milenios para un tiem­ po en el que sabe que personas y má­ quinas, humanos y planeta, mantie­ nen nuevos y complicados equili­ brios y en el que “el sujeto ya no es un tema y encontrarse es perderse”. Deencontrarsevaelteatrodelaúl­ tima premiada, la israelí Yael Ronen, que utiliza las herramientas del tea­ tro comunitario de empoderamiento tan en boga hoy –en el que miembros de colectivos trans, homeless, ancia­ nos o discapacitados explican en es­ cena sus historias– , para aplicarlas a actores de verdad que pertenecen a esos colectivos y encontrar un diálo­ go en escena entre grupos en conflic­ to –por ejemplo, israelíes y palesti­ nos–deconstruyendolasidentidades quehanheredado.Perotambiénexa­ minando nuestros tabúes sexuales o nuestras negaciones internas. Ronen es la directora residente del Gorki Theatre de Berlín, estrella ascenden­ tedelpanoramaalemándesdequeen el2012nombraranalfrentedelteatro a Shermin Langhoff, que llegó de Turquíacuandoeraunaniñayqueha hechoquemásdelamitaddesucom­ pañía tenga raíces fuera de Alemania para empezar a reflejar la realidad de una ciudad donde el 25% las tiene. Además, han creado el Exile Ensem­ bleconactoresprofesionalesdeSiria, Afganistán y Palestina para crear con ellos obras como Winterreise, dirigi­ da por Ronen. El teatro como forma de reconocimiento y conocimiento. |


ESCENARIOS SUSANNE KENNEDY. ‘Las vírgenes suicidas’, sobre la novela de Jeffrey Eugenides, ejemplifi­ ca el teatro de una creadora que calza máscaras a los actores, una estética post­humana para un mundo en el que la vieja manera de representar no funciona ya JUDITH BUSS

YAEL RONEN. Una escena de ‘Roma Armee’, una de las obras con las que la israelí Yael Ronen deconstruye la identidad en el escenario y abre nuevos caminos, en este caso con un grupo de actores profesionales pertenecientes al colectivo romaní europeo UTE LANGKAFEL

Hasubidoaescenaaisraelíesypales­ tinos, serbios, bosnios y croatas. Su teatro es un teatro del conflicto, pero, sobre todo, de lo que lo origina tantas veces:laidentidad.Sisuabuelopartió del imperio austrohúngaro a recupe­ rar la tierra prometida en Israel, ella ahora vive en Berlín. Es Yael Ronen (Jerusalén, 1976), una de las ganado­ ras de los premios Europa de Teatro, en los que presentó Roma Armee, protagonizada por jóvenes actores del variado pueblo romaní, de Reino Unido a Serbia, en una función en la quesemezclansushistoriaspersona­ les, la Historia y la ficción. ¿De dónde surge su interés por llevar conflictos a escena? En Israel es un tema ardiente que no puedes decidir si tratas o no. Lo vives en cada reunión social. Mi primer in­ tento de unir en escena gente de gru­ pos diferentes de un conflicto fue en Plonterenel2005,yfue poderosapa­ ramí,curativa.Conocíalpadrepales­ tinodemihijo,hicefuertesamistades y tuvo un eco artístico y social fuerte. Me hizo reflexionar sobre el poder del teatro como herramienta curati­ va. Quizá resolución de conflictos es una palabra demasiado grande, pero haceraflorarasuntossocialesconhe­ rramientas de lo que se solía llamar teatro comunitario, pero con artistas profesionales, tiene un poder mágico de transformación. ¿Siempre se ha centrado en el conflicto entre diferentes grupos? Me ha ocupado la deconstrucción de la identidad, sea sexual, nacional o psicológica. Esas construcciones que llevamos dentro y nos han venido da­ das por padres, profesores, sociedad. Trabajo sobre las construcciones de la identidad, las cosas que adoptamos como historia de quiénes somos. Y qué pasa si empezamos a introducir alguna grieta en esas identificacio­ nes. Las grietas suceden cuando la gente se encuentra de verdad.

THEATRE NO99. Una escena sobre el barro que preside la dura y fascinante representación de ‘NO43 ­ Filth’, de la compañía estonia Theatre NO99, encabezada por Ene­Liis Semper y Tiit Ojasoo, cuyas obras aúnan como pocas una gran carga política y estética TIIT OJASOO

¿El encuentro es la solución más fácil pa­ ra el conflicto? No, porque la capacidad de encon­ trarse realmente con otro es la más profunda cualidad que uno puede te­ ner. Es una aspiración en mi vida pri­

vada y mi trabajo. Cuando la audien­ cia percibe un momento profundo de verdad, el destello de un alma huma­ na, porque cuenta su verdadera his­ toria o una mentira que toca un senti­ miento real, sientes una vibración en el aire y que una barrera se ha roto. Buscaunteatrodondelalíneaentrerea­ lidad y ficción desaparezca. ¿Por qué? Porque en un mundo en el que noso­ tros estamos hechos de construccio­ nes, la línea entre realidad y ficción, verdad y mentira, no importa. En sus montajes, ¿ha habido choques? La gente viene con las narrativas con las que creció y construyó su identi­ dad. Se necesita esfuerzo, dolor y co­ rajeparadejarlas.Teabresalaposibi­ lidad de una crisis de identidad pro­ funda. Los valientes son premiados con conocerse mejor. Y a los demás. ¿Por qué dejó su país? Por trabajo, pero ahora no me veo re­ gresando.Noparecemicasa. Nopue­ do identificarme con las aspiraciones de su gobierno ni los valores de mu­ cha gente. Espero un gran despertar. Los pensamientos en relación con la identidad nacional, si miras la histo­ ria, ves que son una construcción ri­ dícula que cambia todo el tiempo, y no tiene sentido vivir y morir por eso. Me gustaba la respuesta de mi abuelo cuando le preguntaban de dónde era: austrohúngaro. Me hacía gracia que insistiera en ser parte de un país que no existía: eso expone cómo de estú­ pida es la construcción de quién eres. El conflicto entre israelíes y palestinos, ¿es posible solucionarlo? Con un deseo de curación, cambio y valor. Estamos pegados a nuestras historias por miedo a perder el suelo bajonuestrospies.EnRomaArmeevi muchos paralelismos entre la histo­ ria judía y la gitana, qué significa que una identidad esté construida sobre la condición de víctimas. No porque no sea verdad, pero cuando está tan construida sobre eso y lo conmemo­ ra,hay miedoa dejarloir porquepue­ de causar un gran vacío. ¿Quién soy yosineso?Latransformaciónparalas sociedades humanas comienza con quién soy yo sin ese pensamiento. Es una pregunta muy amenazante. |

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J. B.

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“El teatro tiene poder curativo”

Sábado, 3 febrero 2018

entrevista a Yael Ronen


ESCENARIOS

Después del ensayo

Po or Ed duard d Mo olne er

Sábado, 3 febrero 2018

Han coincidido en la cartelera barcelonesa tres obras muy diferentes pero que coinciden en presentar personajes al final de un camino. Tres formas diferentes de interrogar a los espectadores sobre el sentido de la vida. Y en los tres casos con propuestas escénicas notablemente exitosas

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¿Qué hacemos aquí? M

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orris Wine quiere disfrutar de un presente de placer, establecido en un país de ficción, su Arco Iris particular. Gito Spaiano esta instalado, por el con­ trario, en una búsqueda cargada de escepticismo. Ni él mismo sabe exactamente qué busca, aunque el presente le asquea. Este es el plan­ teamiento inicial de Begin the begui­ ne, un guión original de John Cassa­ vetes, dramatizado por Elke Jans­ sens y dirigido por Jan Lauwers. ¿Morris Wine es un hedonista? Tampoco. La actitud de los dos per­ sonajes,WineySpaiano,esladedos individuos que ya están de vuelta en la vida, por eso la ironía del título, Begin the beguine. ¿Es un no co­ mienzo, o el comienzo del final? Más bien esto último. Un Cassave­ tes ya maduro escribe una pieza pensando en sus dos amigos, los ac­ tores Ben Gazzara y Peter Falk, compañeros generacionales. La re­ flexión sobre el sentido de la vida, expresada a través de un intercam­ bio entre la necesidad de obviar la realidad con la huida permanente, y la necesidad de profundizarla, de traspasarla con la reflexión. Pero una reflexión muerta, porque no va acompañada de una acción, de una

conclusión, de un mínimo progra­ ma de vida alternativa. Hay Beckett aquí, efectivamente, el nihilismo vi­ tal de la espera eterna de alguien o algo que será decisivo. Wine llama una y otra vez al proxeneta Jeffrey quevaenviandoparejasdeprostitu­ tas, pero ojo, porque el diálogo inte­ ligente entre Gito Spaiano y Morris Wine no es el único elemento escé­ niconotable.Lapuestaenescenade Jan Lauwers descansa sobre un tra­ bajo de cuerpo de gran valor de las dos prostitutas, interpretadas por una Inge Van Bruystegem y Romy Louise Lauwers extraordinarias. Los diez minutos iniciales de Van Bruystegem son una exhibición portentosa de la densidad de signos que un cuerpo desnudo puede ex­ presar: la lucha entre la fuerza de la voluntadyelímpetudeladerrota,la fragilidad humana contra la misma convicción, frustración y encanto. Todo eso y mucho más en un solo cuerpo, el de sus personajes, que van de la credulidad al escepticis­ mo,mientrasquelainicialescéptica y más contenida Romy Louise Lau­ wers deriva después hacia la credu­ lidad. En cualquier caso ellas no pa­ recen perdidas como ellos. Están dispuestasajugarelrolqueparecen

haber escogido soberanamente. Mientras que enfrente tienen a dos hombrespericlitados,acabados,pe­ or todavía, agotados, que ya no sa­ ben qué son y qué pintan en este mundo. Están sin ser. Y esta última frasetiene todo el sentido, porque la pieza de Cassavetes tiene un aire de aquel Huis Clos sartriano que ya ha­ blaba de ámbitos sin salida. La pro­ puesta de Lauwers sobresale tam­ bién en los detalles, que como siem­ pre en sus montajes aparentan

Asegura la vigencia de ‘Blasted’ la magnífica descripción del ocaso de un ser humano perdido, desvalido improvisación, pero están absoluta­ mente milimetrados. Desde la pre­ sencia de la laca (la obsesión para fi­ jar,aunqueseademaneratemporal, alguna cosa) hasta los planos de las tomas de vídeo de fiesta colectiva. También el Ian del Blasted de Sara Kane –en el TNC, dirección de Alícia Gorina– es un hombre que ya está de vuelta de todo en la vida, y quiere refugiarse en un amor impo­

Para ver Herman Melville Moby Dick TETARE GOYA. HASTA EL 4 DE MARZO

El clásico de Melville en versión de Juan Cavestany, dirigido por Andrés Lima y con Josep M. Pou Guillem Morales / Mary Shelley Frankenstein TNC. DEL 15 DE FEBRERO AL 25 DE MARZO

A la derecha, Joel Joan en un ensayo del ‘Frankenstein’ que se verá en el TNC DAVID RUANO

Joel Joan y Àngel Llàcer protago­ nizan esta adaptación que dirige Carme Portaceli

sible con Cate, la adolescente que lo acompaña en una habitación de ho­ tel cara, el regalo que él le ha prepa­ rado para seducirla. Cate no confía, tampoco lo quiere, por lo visto sólo le queda una cierta ternura hacia un hombre maduro, perdido, enloque­ cido de miedo y por el contrario ab­ solutamente decidido a vivir la vida que le queda (poca, es un enfermo terminal), sin privarse de ninguno de los placeres (alcohol, tabaco, et­ cétera) que todavía le hacen la vida soportable. Blasted es una pieza en dos (ojo, no dos en una), quiero de­ cir que tiene dos partes claramente diferenciadas que basculan ambas sobre el personaje de Ian. En la pri­ mera parte el centro es su relación con Cate, que desemboca en una violación elidida para el espectador, pero fundamental, porque hace de eslabón hacia a una segunda parte centrada en su intercambio con el soldado. Toda esta segunda parte es un crescendo de violencia sin cesar, con la representación de escenas que generaron el rechazo casi uná­ nime de la prensa inglesa en el mo­ mento de su estreno en enero de 1995. Claro que de eso hace más de veinte años, pero si hacemos el es­ fuerzo de trasladarnos, recordare­ mos el impacto, por ejemplo, de la guerra en la antigua Yugoslavia, con asesinatos y violaciones masivas. Imágenes y relatos que la conforta­ ble y acomodada clase media euro­ pea creía definitivamente desterra­ dasdelcontinentedesdelaSegunda Guerra Mundial. Este fue el contex­ to del estreno de esta pieza. Cierta­ mente aquí la violencia no es taran­ tiniana, no está coreografíada y es­ pectacularizada, es transparente, cruda, espantosamente humana. Y desgraciadamente, de 1995 a hoy la violencia ha continuado presente en Europa y sobre todo en sus már­ genes. Tal vez, sin embargo, el im­ pacto que podía tener la pieza en 1995ahorayahaquedadoamortiza­ do; seguramente la piel del especta­ dor se ha endurecido. Con todo, la vigencia de Blasted continúa asegu­ rada porque, más allá de la honesti­ dad de la representación de la vio­


ESCENARIOS Sábado, 3 febrero 2018 Cultura|s La Vanguardia Arriba, ‘Olvidémo­ nos de ser turistas’, el nuevo estreno de Josep Maria Miró en la Beckett KIKU PIÑOL

En ‘Olvidémonos...’ hay una ‘road movie’ sin épica ni glamur a la búsqueda de lo que puede dar respuestas

Visto Josep Maria Miró Olvidémonos de ser turistas SALA BECKETT. HASTA EL 25 DE FEBRERO

Nuevo espectáculo que forma parte del ciclo que la Sala Beckett dedica al dramaturgo Sarah Kane Blasted (Rebentats) TNC. HASTA EL 11 DE FEBRERO

Una dura pieza de la autora britá­ nica que protagonizan Pere Arqui­ llué, Marta Ossó y Blai Juanet John Cassavetes / Jan Lauwers Begin the beguine TEATRE LLIURE

Versión teatral del guión de cine escrito por Cassavetes

A la izquierda, ‘Begin the begui­ ne’, de Jan Lawers, en el Lliure MAARTEN VANDEN ABEELE

A la derecha, ‘Blasted (Reben­ tats)’, de Sarah Kane en el TNC FELIPE MENA

nes y lecturas dramatizadas de sus piezas en el continente americano y europeo,yedicionesdecompilacio­ nes de sus obras traducidas al caste­ llano por la prestigiosa editorial ar­ gentinaLosada.ElproyectodeOlvi­ démonos... supone la primera obra escrita directamente en castellano por este dramaturgo. Un matrimonio ya maduro inicia una especie de discusión al entrar en su habitación de hotel. Es una es­ cena tremendamente alambicada donde todas y cada una de las répli­ cas son preguntas; preguntas carga­ das con el sentido que sólo la convi­ vencia de muchos años en común puede dar. Hay una membrana de amor que no se rompe entre ellos dos, una especie de frontera de res­ peto que no se traspasa, pero tam­ bién adivinamos un fondo de fatiga en la búsqueda común para encon­ trar sentido al momento vital que atraviesan. Lina Lambert y Pablo Viña, los dos actores que interpre­

tan esta pareja de Barcelona, turis­ tas en Foz de Iguazú, en el Brasil fronterizo con Argentina, han llega­ do a una especie de callejón sin sali­ da. Sólo queda romper este callejón sin salida y, naturalmente, es ella quien tendrá el empuje para hacer­ lo. Empieza aquí una road movie sin ninguna épica ni glamur, en busca deaquelloquepuededarrespuestas a una pregunta formulada en medio del dolor más inimaginable, ¿por qué?, ¿por qué a nosotros? La pro­ puesta austera de Gabriela Izco­ vich, bien entendida por los actores de aquí, Lambert y Viña, pero tam­ bién por los argentinos Eugenia AlonsoyEstebanMeloni,seajustaa las necesidades de un texto que modula extraordinariamente la te­ situra emocional. El carácter ne­ cesariamente íntimo del dolor, aquí excelentemente representado, choca contra la tendencia de nues­ tros tiempos. Bienvenidas sean es­ tas alertas. |

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lencia que contiene, hay una magní­ fica descripción del ocaso de un ser humano –aquí como en Cassave­ tes– perdido, desvalido, que es a un tiempo una preciosa manifestación artística de la reivindicación del va­ lor de la compasión humana. Sin embargo, lo que seguramente hará hablar de Kane dentro de muchos años como un clásico del siglo XX son textos como Ansia o incluso Psicosis de las 4.48. Sentirnos felices de ver un texto de Kane en el TNC –¡por fin!– no nos debe hacer ol­ vidar el camino que nos queda por recorrer para alcanzar unos mí­ nimos de su presencia en nuestra cartelera. Olvidémonos de ser turistas es el primerestrenodeuncicloquelaSa­ la Beckett dedica a Josep Maria Mi­ ró,que,desdeelestrenodeElprinci­ pio de Arquímedes en el 2012 en la misma sala, inició un espiral de cre­ cimiento y conocimiento de su obra portodaspartes,conrepresentacio­


Cómo modeló Gutenberg la cultura moderna

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MIRADAS

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Inmersos como estamos en la era digital, a menudo se olvida la trascendencia de conquistas pasadas que revolucionaron el mundo y fueron determinantes en su evolución, cultural, social o política. Es el caso de la imprenta, invento de Johannes Gutenberg que cambió la historia. A los 550 años de la muerte del primer impresor, analizamos la importancia de su hallazgo DANIEL GIRALT­MIRACLE

A la derecha, de arriba a abajo: caracteres de un catálogo tipográfi­ co; composición de una página con tipo de plomo; y catálo­ go de fuentes tipográficas digi­ tales FOTOS GETTY

Justo hoy hace 550 años de la muerte de Gutenberg, personaje clave en la historia de la cultura y el progreso porque su invento de la imprenta supuso un cambio tras­ cendental en la concepción del mundo. No es casualidad que en 1997 la revista Time­Life lo escogie­ ra como el más importante del se­ gundo milenio y que en 1999 el A&E Network, una poderosa cade­ na norteamericana de televisión por cable y satélite, situara a Guten­ berg en el número 1 de su lista de Gente del Milenio. El paso del tiempo puede hacer que nos olvidemos de este hito, porque es fácil que las novedades en los ámbitos tecnológico y comu­ nicativo eclipsen las aportaciones antecedentes, más aún esta de la edad media. Pero hay que recordar a las nuevas generaciones que la imprenta tipográfica pervivió hasta la segunda mitad del siglo XX. Y de hecho los estudiantes que visitába­ mos los talleres de La Vanguardia en los años sesenta y setenta del si­ glo pasado todavía pudimos ver có­

mo el diario se componía con tipos móviles o líneas de plomo, que en los talleres había cajistas, compo­ nedores y comodines donde guar­ dar las cajas tipográficas; que los cajistas componían y descompo­ nían letra por letra las páginas de

que ha sido la base de las ideas y de los movimientos que han configu­ rado los tiempos modernos. La inquietud de la humanidad para que la palabra perviviera me­ diante su transcripción viene de muy antiguo. Lo probaron los chi­

La imprenta propició la divulgación del humanismo y la conciencia de que el ser humano tenía que ser educado mediante la lectura un diario que todavía era monocro­ mo, porque tanto los textos como las imágenes se imprimían en tinta negra. Por todo ello, la historia, la cultura o la política, por mencionar algunas disciplinas, no se pueden estudiar sin aludir a la imprenta,

nos, con los sellos cerámicos; los asirios,conlosselloscilíndricos;los romanos, con los estiletes con los que escribían sobre tabletas de ce­ ra, etcétera, pero fue Gutenberg quien consiguió que la alianza en­ tre matrices, tinta y papel permitie­

ra multiplicar un documento, solu­ ción que haría que la población de Europa y, más tarde, de América, pasara más rápidamente a ser alfa­ betizada y culta y, sobre todo, que el libro dejara de ser un bien exclusi­ vo del clero, de las universidades y de los patricios. Durante siglos los libros habían sido fruto del trabajo abnegado de los copistas, generalmente frailes o monjes que en los conventos se es­ forzaban en escribir a mano pági­ nas, y páginas que copiaban del ori­ ginal. Incluso parece que algunos de estos copistas no eran alfabeti­ zados, porque lo que importaba no era que conocieran lo que copia­ ban, sino que reprodujeran fiel­ mente letras y números. Una refe­ rencia de 1333 nos dice que un ama­ nuense tardó seis meses en copiar un Nuevo Testamento de 278 pági­ nas, lo cual quiere decir que cada día hacía una media de 1,5 páginas, con la posibilidad de trasladar tam­ bién los errores del manuscrito que copiaba. Es fácil deducir, pues, que el coste de un libro era muy alto, y que por eso se concentraban en las bibliotecas de los conventos, las universidades y las familias acomo­ dados, unas bibliotecas, que, como mucho, disponían de unos quinien­ tos libros. Esta restricción duró hasta la creación de la imprenta en1450 por parte Johannes Gensfleisch zur Laden (Maguncia, c. 1400­1468), más conocido como Gutenberg, nombre del topónimo donde resi­ día su familia. A pesar de que la existencia de este orfebre e inven­ tor está llena de altibajos económi­ cos y que las referencias documen­ tales sobre su vida privada son muy escasas, es un lugar común consi­ derar a Gutenberg como el padre de la imprenta, descubrimiento que también se atribuye a figuras como el holandés Laurens Coster (1370­ 1440) o el italiano Aldo Manuzio (1449­1551). La gran contribución de Guten­ berg, sin embargo, fue la del uso de los tipos móviles. Se dedicó a reali­ zar individualmente cada una de las letras del alfabeto, primero en madera, y después en plomo y esta­ ño, de manera que las piezas se pu­ dieran combinar para componer palabras. Estas palabras las deposi­ taba componiendo líneas y forman­ do un bloque sobre una platina. Cuando tenía el bloque hecho lo li­ gaba perimetralmente con cuerda o lo cerraba con un marco y así for­ maba la página. Posteriormente trasladaba la platina a la prensa, donde entintaba la superficie de las letras, sobre las que después situa­ baunpapelqueseestampabaconla presión de la prensa. Gutenberg >


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Del siglo XV a la era digital

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La imprenta fue una revolución a largo plazo Albert Corbeto es doctor en Historia del Arte por la Universi­ tat Autònoma de Barcelona. Realiza su actividad profe­ sional en la Reial Acadèmia de Bones Lletres de Barcelona y es profesor de Historia del Libro y la Tipografía en EINA

A la derecha, una rotativa moderna de prensa, en la que se imprimen los ejemplares de ‘La Vanguardia’ ROSER VILALLONGA/ ARCHIVO

ALBERT CORBETO

La tendencia actual es hacer coin­ cidir la aparición de la imprenta a mediadosdelsigloXVconelfindel periodo medieval y el inicio de la época moderna. Lo cierto es que nadie cuestiona su decisivo influjo en las profundas transformaciones que con su advenimiento se produ­ jeron en la Europa occidental, a pe­ sar de que en las últimas décadas se ha tratado de relativizar el celebra­ do concepto de Galaxia Gutenberg enelquesesubordinabatodalahis­ toriaposterioralainvencióndelar­ te tipográfico al efecto de la palabra impresa, o la teoría de la revolución de la imprenta según la cual el nue­ voinventoactuócomounagentede cambio que hizo posible las reali­ zaciones intelectuales del Renaci­ miento o de la Reforma religiosa. En cualquier caso, la defensa de te­ sis evolutivas que han priorizado la invención de la escritura, la apari­ ción del alfabeto o el códice manus­ crito medieval no impide que se re­ conozca el impacto que supuso la rápida expansión de esta tecnolo­ gía que posibilitó casi de inmediato una mayor circulación de ideas y el progreso del conocimiento. No cabe duda de todos modos de que los efectos de mayor transcen­ dencia en el cambio social resul­ tantes de la implantación del arte de la imprenta fueron los vincula­ dos a la democratización del saber y a la inoculación del espíritu críti­ co que originó la aparición de la opiniónpública.Podríaconfirmar­ se por lo tanto la existencia de una revolución tipográfica de larga du­ ración que tuvo su origen en el creación de Gutenberg y que no se manifestó plenamente hasta que la mayorpartedeloshombresydelas mujeres pudieron educarse libre­ mente a través de la lectura. De hecho cuando los escritores de la Revolución francesa celebra­ ban el espíritu crítico que había in­ troducido la aparición de la im­ prenta, se sorprendían que ningu­ no de los contemporáneos de Gutenberg hubiera sabido recono­ cer los poderes latentes de la nueva tecnología, y de que no hubieran

optado por destruirla antes de que se hiciese lo bastante fuerte como para desarrollar su función de des­ enmascarar a los poderes estable­ cidos. En realidad las autoridades civi­ les y religiosas habían recibido con entusiasmo los poderes duplicati­ vos de la imprenta, y en principio no sospecharon que los efectos del nuevoarteacabaríansiendodecisi­ vos en la caída del Antiguo Régi­ men. Los gobiernos hicieron un uso efectivo de la tipografía como medio de propaganda y de difusión

cioso para la estabilidad social. No pudieron prevenir sin em­ bargo que los poderes duplicativos de la imprenta y el naciente merca­ dointernacionaldellibrodifundie­ ranportodaEuropalastesisconlas queLuterodesacreditabaladoctri­ na papal y reclamaba la reforma de la Iglesia. El arte tipográfico, con­ vertidoenunarmametafóricaenel conflicto entre católicos y protes­ tantes,preservópeseatodosuima­ gen idealizada en contraste con otros inventos de progreso que co­ mo la pólvora se usaban con fines

Para los ilustrados, el uso del arte tipográfico debía permitir el triunfo final de la razón sobre la revelación y de la ciencia sobre la superstición de masas, y la iglesia romana no só­ lo apreció la capacidad del nuevo sistemadeescrituramecánicapara estandarizar la liturgia sino tam­ bién porque permitía con la venta de indulgencias financiar las cru­ zadas contra los infieles. Pero el te­ mor a la difusión de herejías o a la sediciónpolíticaprontolesobligóa adoptar una posición más ambi­ valente y promulgar medidas para controlar la palabra impresa por­ que, a pesar de valorar la imprenta como un regalo de Dios, tuvieron que reconocer que un instrumento divino también podía ser perni­

bélicos en las cruentas guerras de religión. Las referencias a la im­ prenta de algunos autores de la época, como François Rabelais en Gargantúa y Pantagruel, confir­ manquegozabadegranestimapor su capacidad para promover la paz ylalibertadenoposiciónaladiabó­ lica invención de la artillería, que no hacía otra cosa que propagar la muerte. La concepción protestante de la imprenta como un obsequio llega­ do de los cielos que prometía una nueva edad de oro tuvo gran acep­ tación entre los filósofos anticleri­

cales de la Ilustración, quienes confiaban en que esta herramienta de progreso permitiría acabar con el monopolio del conocimiento que había ostentado la Iglesia. De hecho, en el siglo XVIII los erudi­ tos y hombres de letras manifesta­ ron un gran interés por el arte que preserva todas las artes, y siguien­ dolatradicióndecelebrarsuapari­ ción, conmemoraron los trescien­ tos años de su existencia con varias publicaciones dedicadas al que consideraban como el más impor­ tante acontecimiento en la historia de la humanidad. Los tributos a Gutenberg y al in­ ventoquehabíainiciadounanueva era de progreso se correspondían con la fiebre impresora que reco­ rría Europa. La enorme produc­ ción de las imprentas se estimaba inaccesible por lo que para poder abarcar todo el conocimiento pro­ ducido por la humanidad se consi­ deró necesario compilarlo y sinte­ tizarloenobrasenciclopédicas,co­ mo la de Diderot y D’Alembert. El gran esfuerzo realizado por los ilustrados para llevar a cabo estas monumentales empresas editoria­ les tenía como objetivo la difusión del saber acumulado, que gracias a un uso efectivo del arte tipográfico debía permitir el triunfo final de la razón sobre la revelación y de la ciencia sobre la superstición. Estemismoparecerfuecompar­ tido por los pensadores de la Fran­ cia revolucionaria, como el célebre Nicolas de Condorcet, líder del partido Girondino, quien asegura­ baensuobrapóstumaEsbozodeun cuadro histórico de los progresos del espíritu humano, que la imprenta pondría fin a los sistemas políticos basados en el secreto y el poder ar­ bitrario y acabaría con los prejui­ cios y toda religión organizada. La opresión había sido posible porque la comunicación todavía no se ha­ bía desarrollado en su máximo po­ tencial, pero la tecnología tipográ­ fica había puesto las bases para poder educar a las masas y propor­ cionarles las herramientas con las que poder descubrir la verdad. El proceso iniciado con la aparición de la imprenta empezaría a com­ pletarse según el marqués de Con­ dorcet con el final del régimen de reyes y curas, y lo cierto es que con la posterior consecución de la li­ bertaddeprensaydepensamiento, o el enorme aumento de la alfabe­ tización, se manifestaron con ma­ yor amplitud los efectos de esta re­ volución a largo plazo cuya in­ fluencia posiblemente no haya cesado todavía por completo en la actual era digital.


que, más allá de la técnica utilizada, su gran invento fue doble. Por una parte, la creación de tipos fundidos en metal, por otra, el haber pensado que combinando letras, números y puntuaciones se podían crear pala­ bras y líneas, que podían articular un relato entero y que, además, las letras devueltas al comodín se po­ dían utilizar de nuevo para hacer otros impresos. La aparición de la impresión ti­ pográfica y de su éxito, ya que per­ mitía hacer libros en mucho menos tiempo del que necesitaban los co­ pistas, tuvo consecuencias: hizo que estos perdieran el trabajo o se transformaran en maestros de lec­ tura, provocó una sacudida en el mundo universitario europeo en la baja edad media y, en los siglos XV y XVI, propició la divulgación del humanismo, base del Renacimien­ to; las controversias de la Reforma y, sobre todo, la conciencia de que el ser humano tenía que ser educa­ do mediante la lectura. Por eso Lu­ tero, gran entusiasta de la impren­ ta, la consideró un don divino: “La imprenta es summum et postrerum donum, a través del cual Dios pro­ mueve la causa del Evangelio”. El primer best seller

El best seller de este periodo fue la Biblia de 42 líneas, un proyecto de Gutenberg de la que había previsto

El papel y el plomo

La difusión de la imprenta compor­ tó el desarrollo de la industria del papel y la necesidad de disponer de más plomo. La industria del papel, hecho con tejidos y celulosas, tuvo que evolucionar de manera que de la manufactura medieval, que en nuestro país se hacía en molinos como los de Xàtiva y Capellades, se pasó a un proceso de producción que sin dejar de ser artesanal mejo­ raba la calidad y permitía aumentar la producción, porque poco a poco el papel se fue utilizando no sólo por pequeños impresos o libros si­ no también por revistas, diarios, impresos comerciales, carteles y publicidad de todo tipo. Con res­ pecto al plomo, no sólo se encareció por la gran demanda que había, si­ no que pasó a ser considerado una materia fundamental en la trans­ misión de la cultura y su universali­ zación, porque era el metal que uti­ lizaban todas las imprentas que fueron surgiendo en Europa, mu­ chas de ellas fundadas por alema­

agenda Los actos conmemorativos del Año Gutenberg en Barcelona se centran en el Museu del Disseny, el Centre Universitari de Disseny BAU y la Biblioteca de Catalunya, desde el pasado 1 de febrero hasta el mes de junio. Exposición sobre la historia de la imprenta

BAU, CENTRE UNIVERSITARI DE DISSENY. PUJADES, 118. 2 Y 3 DE FEBRERO

Talleres: La lletra gòtica: de la cal∙ligrafia al lettering Tipus mòbils: de Gutenberg fins abans­d’ahir BAU. 3 DE FEBRERO

Exposición: Incunables i altres tresors de la Biblioteca

BIBLIOTECA DE CATALUNYA. DEL 16 DE MAYO AL 17 DE JUNIO

Información sobre las celebraciones del Año Gutenberg en Barcelona: GUTENBERG2018.ES. Información sobre celebraciones en otros lugares de Europa: GUTENBERG2018.DE ESPACE­GUTENBERG.FR WWW.GUTENBERG2018.EU

cluso Maguncia, su ciudad natal, le ha dedicado un museo. Y las pren­ sas, las máquinas planas, las miner­ vas, las rotativas, las linotipias y, evidentemente, las letras de plomo y madera, también se han converti­ do en historia. Pero el legado de Gutenberg perdura y se extiende a internet, porque no hay papel, no hay encuadernaciones, pero sigue habiendo lectura. Por lo tanto es ló­ gico que con ocasión del 550 ani­ versario de la muerte del inventor que hizo posible esta realidad se le quiera recordar y homenajear, co­ mo en nuestra ciudad han empeza­ do a hacer estos días los impulsores del programa Gutenberg 2018. |

A la izquierda, detalle de una página de la ‘Biblia de 42 líneas’ (en referencia a las líneas de texto por página) impresa por Gutenberg en el siglo XV GETTY

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nes que se instalaban en otros paí­ ses, como Francia o Italia, y más tarde en la Península Ibérica, ini­ cialmente en ciudades como Sego­ via, Barcelona, Salamanca o Valèn­ cia. De ahí que el físico alemán Georg C. Lichtenberg (1742­1799), creador del módulo DIN A4 de pa­ pel y famoso por sus aforismos, di­ jera: “Más que el plomo en las balas, es el plomo de las cajas de imprenta el que ha cambiado el mundo”. Teoría que han compartido otros, como el canadiense Marshall McLuhan (1911­1980), probable­ mente quien mejor definió las con­ secuencias del invento de Guten­ berg cuando afirmó que “la prensa de tipo móvil creó un nuevo mundo circundante, del todo inesperado: creó al público”. Es por esta razón que cuando las artes gráficas se han convertido en industrias gráficas y cuando la co­ municación se basa fundamental­ mente en redes digitales, Guten­ berg ya es una pieza de museo; in­

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“Más que el plomo en las balas, es el plomo de las cajas de imprenta el que ha cambiado el mundo”

hacer 150 ejemplares, que acabó sa­ liendo a la luz de la mano de Fust porque era parte del material que este se quedó cuando Gutenberg no pudo devolverle el dinero que el so­ cio le reclamaba. No obstante, la Biblia de 42 líneas sigue considerándose la obra más significativa de Gutenberg y es co­ nocida con este nombre porque sus páginas tienen 42 líneas, ya que fueron compaginadas adoptando la configuración de los libros manus­ critos, característica que no segui­ rían las ediciones posteriores, que tendrían páginas de 36 líneas. Otro rasgo importante de esta Biblia, pa­ rece que aparecida en 1454 o 1455, es que se hizo con letra gótica a par­ tir del texto de la denominada Vul­ gata, la Biblia que san Jerónimo tradujo de las lenguas originales (hebreo, griego y arameo) al latín. El hecho de que los escritores y los editores fueran abandonando progresivamente el uso del latín en beneficio de las lenguas vernácu­ las, añadido a la aparición de la im­ prenta, favoreció el éxito de esta técnica, que no sólo servía para pu­ blicar libros, sino también para edi­ tar bandos, pasquines, panfletos... que se convirtieron en el medio de comunicación de la época entre una población que cada vez estaba más alfabetizada y que, por lo tanto, tenía un gran interés por leer textos profanos hasta entonces prohibi­ dos, los clásicos como Cicerón y Virgilio y textos sagrados, cosa que acabaría motivando que de la tra­ ducción al alemán de la Biblia que en 1523 hizo Lutero se realizaran más de cuatrocientas ediciones.

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gran invento y por eso lo iba perfec­ cionando en secreto, hasta que arruinado le resultó imprescindi­ ble un ingreso extraordinario de di­ nero, que consiguió de Johann Fust en 1450, que en 1452 le volvió a ha­ cer un préstamo. La técnica se iba desarrollando pero el capital apor­ tado por Fust resultó insuficiente y Gutenberg le pidió una nueva in­ versión, a la que Fust no sólo se ne­ gó sino que reclamó las iniciales, que Gutenberg fue incapaz de re­ tornar, motivo por el cual el obra­ dor, la maquinaria y los materiales pasaron a manos de Fust, que puso al frente del negocio a su yerno Pe­ ter Schöffer, que había aprendido el oficio al lado de Gutenberg y que siguió trabajando en el proyecto con éxito. Por eso en ocasiones se atribuye el invento de la imprenta a un trío: Gutenberg, Fust y Schöffer. Aun así, es indudable que el re­ sultado no habría sido posible sin la participación de Gutenberg por­

Grupo Godó Presidente Javier Godó, conde de Godó. Consejero Delegado Carlos Godó Valls La Vanguardia Director Màrius Carol. Cultura|s Redactor jefe Sergio Vila­Sanjuán. Jefa sección Isabel Gómez Melenchón. Redacción Anna Duran, Antònia Justicia, Ignasi Moya. Diseño Anna Belil, Carol Téllez Cultura|s. Edita: La Vanguardia Ediciones, S.L. Imprime: CRE­A, Impresiones de Catalunya, SL. Depósito legal: B­6389­1958

> era consciente de que este era un


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