Culturas La Vanguardia 816

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SÁBADO, 10 DE FEBRERO DE 2018

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Claves del último premio Nadal Alejandro Palomas, psicoanálisis y tiro con arco P.4

Una galerista y su legado Los artistas preferidos de Soledad Lorenzo P.12

Valery Gergiev en Barcelona El director de orquesta que le g gu usta a Putin P.18

El mundo privado de las Brontë

Ilustración Albert Asensio

Las hermanas escritoras a través de sus muebles, objetos, vestimenta... P.20


los libros más vendidos

Semana anterior/Semana en lista N: libro nuevo en la lista

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Cultura|s La Vanguardia

Sábado, 10 febrero 2018

Establiments consultats: Badalona Saltamartí Barcelona Casa del Llibre, La Central, El Corte Inglés, FNAC, Laie, +Bernat , TROA Garbí Girona Empúries, Llibreria 22 Lleida Punt de Llibre Sabadell Llar del Llibre Tarragona La Capona Vilafranca Odisse

Ficción castellano

Ficción catalán

1 Origen 1/17 Dan Brown, Planeta. Un profesor americano busca en Barcelona la revelación del origen del hombre 2 El día que se perdió el amor 3/4 Javier Castillo, Suma. El inspector Bowring desen­ traña un oscuro ‘affaire’ de amor y destrucción 3 Patria 2/60 Fernando Aramburu, Tusquets. Dos familias vascas ven minada su relación a causa de la violencia 4 El fuego invisible 5/13 Javier Sierra, Planeta. Un joven lingüista rastrea el mito del Santo Grial en la literatura y el arte 5 La villa de las telas –/2 Anne Jacobs, Plaza y Janés. Primer volumen de una saga sobre una dinastía con fábrica textiles 6 Tiempos oscuros N/– John Connolly, Tusquets. Charlie Parker se interna en el pasado de personajes muy malvados 7 La transparencia del tiempo N/– Leonardo Padura, Tusquets. El detective Mario Conde investiga en una Habana que se derrumba 8 Los pacientes del doctor García 7/14 Almudena Grandes, Tusquets. Una historia de es­ pías y nazis en el Madrid de 1946 9 El legado de los espías 4/4 John le Carré, Planeta. Vuelve Smiley, con un epi­ sodio que cierra 50 años de historias de espías 10 El día que se perdió la cordura 10/2 Javier Castillo, Suma. Thriller ambientado en EE.UU, con un psiquiatra entre los protagonistas

1 Origen 1/17 Dan Brown, Columna. Un profesor americano bus­ ca en Barcelona la revelación del origen del hombre 2 El llegat dels espies 2/4 John le Carré, Edicions 62. Vuelve Smiley, con un episodio que cierra 50 años de historias de espías 3 El noi del Maravillas 3/12 Lluís Llach, Empúries. La historia de un teatro de variedades, contada por un cantante lírico 4 L’harem del Tibidabo 6/2 Andreu Martin, Al Revés. Asesinan a la madre del regente de un prostíbulo al pie del Tibidabo 5 Astèrix a Itàlia 5/14 Didier Conrad/Jean­Yves Ferri, Bruño. En su 37.ª aventura, Astérix y Obélix pisan la Italia antigua 6 Wonder 4/8 R.J. Palacio, La Campana. La película ha relanzado el célebre relato sobre el ‘bullying’ 74321 7/15 Paul Auster, Edicions 62. Las vidas simultáneas de un mismo personaje a lo largo del siglo XX 8 Els romanents N/– Victor García Tur, Empúries. Una pareja de ex­ punks tiene problemas con su hijo adolescente 9 Tal com érem N/– Sílvia Tarragona, Columna. Una periodista vive en París un romance con un agregado militar 10 La fugitiva N/– Blanca Busquets, Columna. Una nonagenaria refle­ xiona sobre por qué se ha quedado sola

No ficción castellano

No ficción catalán

1 Qué está pasando en Cataluña 1/9 Eduardo Mendoza, Seix Barral. El autor barcelonés clarifica desde la moderación el órdago catalán 2 La alegría de cocinar 2/9 Karlos Arguiñano, Planeta. El célebre cocinero vuelca su saber de cuatro décadas entre fogones 3 Cree en ti 3/19 Rut Nieves, Planeta. La autora abandona la arqui­ tectura para encontrarse a sí misma en soledad 4 Transforma tu salud 3/18 Xevi Verdaguer, Grijalbo. Qué podemos hacer para curar migrañas y dolores crónicos 5 La indignación activa 6/2 Baltasar Garzón, Planeta. El que fuera superjuez re­ flexiona sobre los retos globales que nos rodean 6 Memoria del comunismo 8/2 Federico Jiménez Losantos, La Esfera de los Libros. De Lenin a Podemos, el comunismo sigue vivo 7 La conjura de los irresponsables 7/4 Jordi Amat, Anagrama. Por qué el consenso entre Catalunya y el Estado ha saltado por los aires 8 El Rey ante el espejo 5/3 Ana Romero, La Esfera de los Libros. Interioridades de los cuarenta meses de reinado de Felipe VI 9 Clásicos para la vida –/6 Nuccio Ordine, Acantilado. Platón, Rabelais o Shakespeare ayudan a cambiar tu vida 10 Recetas del mundo para flipar 10/5 VV.AA., Espasa. Las recetas de los pequeños con­ cursantesdelprogramadeTVE‘MasterchefJunior’

1 Operació urnes 1/7 Xavi Tedó y Laia Vicens, Columna. La operación clandestina que posibilitó el referéndum del 1­O 2 Transforma la teva salut 3/18 Xevi Verdaguer, Rosa dels Vents. Qué podemos ha­ cer para curar migrañas y dolores crónicos 3 La confabulació dels irresponssables 2/8 Jordi Amat, Anagrama. Por qué el consenso entre Catalunya y el Estado ha saltado por los aires 4 Papitu. El somriure sota el bigoti 5/3 Carlota Benet, Columna. La hija de Benet i Jornet cuenta la enfermedad de su padre 5 La màgia de la cuina 4/8 Carme Ruscalleda, Bridge. Platos favoritos de la chef establecida en Sant Pol. 6 Fer­se totes les il∙lusions possibles –/8 Josep Pla, Destino. Dietario con anotaciones que desvelan a un autor harto del erial franquista 7 Torres a la cuina 7/4 Javier y Sergio Torres, Rosa dels Vents. Consejos para sacar partido de los productos de temporada 8 Els fets de l’1 d’octubre N/– VV.AA., Pagès Textos e imágenes sobre el conflicti­ vo referéndum del pasado 1 de octubre 9 Apories de la vida quotidiana N/– Nemrod Carrasco, Angle. Cómo esquivar los calle­ jones sin salida en que nos metemos en el día a día 10 1001 secrets de la Barcelona burgesa 10/4 Núria Miret, L’Arca. Retrato íntimo de una clase que forjó la Barcelona más conocida e icónica

ESTA SEMANA DESTACA. El sello Tusquets puede sentirse satisfecho. Esta semana coinciden en ficción castellano cuatro títulos de su catálogo. Por un lado el long seller ‘Patria’ de Fernando Aramburu –¡que cumple nada menos que sesenta semanas en listas!– y ‘Los pacientes del doctor García’ de Almudena Grandes, una historia de espías y nazis en el Madrid de 1946 y que también está teniendo una trayecto­ ria exitosa. Por otro lado irrumpen dos novelas detectivescas –¿efecto de la reciente BCNegra?–, ‘Tiem­ pos oscuros’ de John Connolly y ‘La transparencia del tiempo’ de Leonardo Padura, donde los conoci­ dos investigadores Charlie Parker y Mario Conde asumen distintos casos enmarañadísimos en una población del noreste de Estados Unidos y en un Habana que se derrumba, respectivamente. ­S.C.

antivirales BEGOÑA GÓMEZ URZAIZ

Modo polémica Mucha chanza se ha hecho con Modo Avión, el grupo del hijo y los sobrinos de Federico Trillo, a los que se ve como los nuevos Taburete (la banda superventas del hijo de Luis Bárcenas y el nieto de Gerardo Díaz Ferrán). Se ha hablado de su nombre, por su desafortunada conexión con el Yak­42, pero no se ha analizado lo sufi­ ciente su foto pro­ mocional, en la que aparecen los cua­ tro miembros del grupo vestidos con traje de tres piezas y corbata (pañue­ lito incluido), y uno de ellos con chaqué. No se veía nada igual desde que Los Ni­ kis, el grupo de la movida al que le perseguía una se­ mijustificada fa­ ma de derechis­ ta, posaron vesti­ dos de obreros con casco. En modo ironía, que dirían los Trillo júnior.

Tomates fresquísimos Lady Bird, la ópera prima de Greta Gerwig como directora, sostuvo durante unas semanas el honor de ser la película con mejores crí­ ticas de la historia de Rotten To­ matoes, la web que agrega las principales reseñas y las clasifi­ ca entre “frescas” y “podridas”. El relato de iniciación protago­ nizado por Saoirse Ronan acu­ mulaba 217 críticas entre posi­ tivas y extáticas hasta que llegó un tal Cole Smithey, que publi­ ca en, ehem, colesmithey.com, y se hace llamar “el crítico de cine más listo del mundo”, y le plantó una crítica negativa, señalando que a Gerwig le quedan muchos Petit Suisse para parecerse a Louis Ma­ lle o a Céline Sciamma. Ahora que Lady Bird se ha queda­ do en una puntuación del 99%, el honor de película más admirada recae en otro estreno del 2017… nada menos que Paddington 2. Nunca hay que subestimar a un oso con trenka amante de los sándwiches de mermelada


Nancy, la superbibliotecaria

Jaranas pre­ Cuaresma

Ya nos hicimos eco aquí de los bi­ bliotecarios australianos que po­ saron como la familia Kardashian para su publicación local. Pues bien, la glamurización de los guar­ dianes de los libros no tiene fin. Una empresa ju­ guetera de Seat­ tle comercializa un muñeco de acción (tipo Ge­ yperman) basa­ do en una biblio­ tecaria real y casi una famosa local en la ciudad del grunge. Nancy Pearl, cuya mu­ ñeca viene con capa, como bue­ na superheroína, es también es­ critora, crítica li­ teraria y, sobre todo, prescripto­ ra de libros. En el 2012, Amazon, que también nació en Seattle, re­ imprimió seis novelas descatalo­ gadas escogidas y prologadas por Pearl.

Aquellos que se indignan con que Halloween gane terreno cada año –hay gente con muchísimo tiempo libre– pueden estar tranquilos: el carnaval sigue siendo la principal referencia para el transformismo y la jarana. El Círculo del Liceu cele­ bró hace unos días su recuperado Baile de Máscaras y este fin de se­ mana dos festivales esporádicos de la ciudad estrenan edición carna­ valera, ambos con concurso de dis­ fraces: el Cruïlla, en el Hivernacle del Poble Espanyol, y el Monu­ mental Club, en la antigua plaza de toros. Esta cita diurna de música y comida se convierte a partir de ahora en cita mensual, cada segun­ do fin de semana del mes.

Le conté a James Ellroy la historia del agresor del rey Fernando, descuartizado por las calles contemporáneo de los hechos Pere Miquel Carbonell y la han reproducido Martí y Borja de Riquer en Reportaje de la historia. El pasado jueves, en el Saló de Cent, tuve la oportunidad de hablar un poco con James Ellroy, que recibía el premio Carvalho de BCNegra. El autor esta­ dounidense me dijo, en su serio tono bromista, que lamentaba “haber traído la violencia a una ciudad medi­ terránea, pacífica y soleada como Barcelona”. Yo le expliqué, a propósito de nuestro pacífico carácter, cómo acabó Juan Canyamàs cerca de donde estábamos ha­ blando, y creo que conseguí modificar su concepto; al menos hizo ver que se impresionaba un poco. Fernando el Católico es un personaje interesante, que inspiró a Maquiavelo su tratado El príncipe. Los perio­ distas de Abc Jesús García Calero y Juan Fernández Miranda acaban de sacar a la luz los códigos secretos que utilizaba para comunicarse con el Gran Capitán, y que han desentrañado expertos del Centro Nacional de Inteligencia, suponemos que en un descanso entre otras funciones. También recientemente José Luis Corral se ha acercado al personaje en su extensa novela histórica El vuelo del águila, y lo retrata magnánimo a veces, como lo fue con Canyamàs, y enigmático y maquiavélico en otras. Muy literario siempre.

SERGIO VILA­SANJUÁN

Cultura|s La Vanguardia

El 7 de diciembre de 1492 el ciudadano Juan Canyamàs se abalanzó sobre Fernando el Católico en las escaleras del Palacio Real Mayor de Barcelona y, espada en mano, le propinó varios cortes en el cuello y la cabeza. Los escoltas, posiblemente muy molestos porque no le ha­ bían visto venir, acorralaron al agresor y empezaron a propinarle puñaladas; sólo se detuvieron cuando Fer­ nando les pidió que no le matasen. Pero el Católico había quedado muy malherido, estuvo a punto de fallecer de resultas del atentado y tuvo que instalarse varias sema­ nas en el monasterio de Sant Jeroni de la Murtra, hoy término de Badalona, para recuperarse. El frustrado regicida fue sometido a tormento para que explicara las razones de su acto, y sus interrogado­ res llegaron a la conclusión de que estaba loco; enterado el agredido, mandó que lo perdonaran. Pero el Consejo Real, “sin que el señor Rey sepa nada”, decidió que Can­ yamàs debía morir “de cruelísima muerte”. Así que lo subieron desnudo y atado a un palo a un carro, lo pasea­ ron por Barcelona y en cada lugar significativo le corta­ ban una parte del cuerpo: en la plaza del Rei un puño y medio brazo, luego un ojo, luego el otro, y así de parada en parada hasta quitarle el cerebro, “y le hicieron morir sufriendo que era cosa de piedad”. Finalmente apedrea­ ron lo que quedaba del cadáver y lo quemaron. Esta estremecedora historia la recogió el cronista

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Justicia cruel en Barcelona

La figura de André the Giant, el ac­ tor y campeón de lucha libre que interpretó a Fezzik en La princesa prometida, sigue fascinando 25 años después de su muerte. André Roussimoff, que padecía de gigan­ tismo o acromegalia, y llegó a los 2,30 metros de altura y 249 kilos de peso, ya inspiró la película My giant, que escribió su amigo Billy Crystal, una novela gráfica escrita por Box Brown y hasta un persona­ je del videojuego Street Fighter. En abril HBO estrenará un documen­ tal que presta atención a su lado más trágico. Ahora parece obvio que su capacidad para beber 150 cervezas de una sentada ocultaba algo de dolor, pero en los 70 y 80, su época dorada en el show business, aquello era un detalle pintoresco más de un moderno monstruo de barraca. Otro punto intrigante que hace apetecible el documental: cuando era niño en Coulommiers, Francia, un vecino solía llevarle al colegio a diario en su camioneta, porque no cabía en el bus escolar. El vecino y amigo de la familia se llamaba Samuel Beckett.

Sábado, 10 febrero 2018

latidos

Más grande que la vida


LIBROS Sábado, 10 febrero 2018 Cultura|s La Vanguardia 4

Libro|s

La hora de los tropiezos J.A. MASOLIVER RÓDENAS

Licenciado en Filología por la Uni­ versidad de Barcelona con un más­ ter en Poesía por el New College de San Francisco (Estados Unidos) y traductor del inglés, Alejandro Pa­

lomas (Barcelona, 1967), autor de novelas como El secreto de los Hoff­ man (2008) o El alma del mundo (2011), obtuvo un amplio reconoci­ miento con Una madre (2014), Un hijo (2015) y Un perro (2016). Un

amor podría considerarse como una prolongación de la serie, sólo que ahora la principal protagonis­ ta, Amalia, que entonces tenía se­ senta y cinco años, ahora tiene se­ tenta y tres. Un cambio de edad que

incide definitivamente en el des­ arrollo de la novela. Ella es la cabeza del clan fami­ liar. Es albina, muy miope, ha de ser hospitalizada por sus proble­ mas urinarios y su personalidad es­ tá marcada por “los despistes, la torpeza, las lagunas de memoria, la tensión y ese discurso entre cándi­ do y surrealista que tanto descolo­ ca a quien no la conoce”. Tras la pérdida de la abuela Ester y el di­ vorcio se siente huérfana, una or­ fandad que parece afectar a todos los miembros de una familia muy unida en la que no faltan, por su­ puesto, las tensiones. El narrador es Fer. Amalia no sólo es una exce­ lente persona sino muy abierta. Acepta con la mayor naturalidad la homosexualidad de dos de sus hi­ jos, y le dice a Fer: “Hijo, para que


El escritor Alejan­ dro Palomas, ganador del premio Nadal 2018, practicando tiro con arco, una disciplina que es esencial en su vida

LLIBERT TEIXIDÓ

“El psicoanálisis me ha salvado” ANTÒNIA JUSTÍCIA

“El psicoanálisis me ha salvado la vida”, dice Alejandro Palomas, quien reconoce que lleva tendién­ dose en un diván desde hace 12 años todos los martes a las cinco de la tarde, amén de las horas de terapia de niño, “cuando Franco todavíavivía”ypsicólogoerasinó­ nimo de locura. Por eso escribe así. Por eso dejó de “hermosear” sus historias y de ser “Alejandro Perdón por Vivir” y pasó a ser sólo Alejandro. Y nació Una madre, en 2014, y muchos “unos” más: Un perro, Un hijo y finalmente, Un amor, con el que ha recibido el premio Nadal 2018. Todos for­ man parte de un universo familiar que en su conjunto constituyen el mundo literario del autor. UNA MADRE. Un puntal de la vida real y literaria de Alejandro Palo­ mas, fuente de inspiración y tam­ bién de muchos de los problemas que se plantean en sus tramas. Comparte con la principal prota­ gonista de Una madre y Un amor, Amalia, algunas características fí­ sicascomoelalbinismo,laedad,la deficienciavisualolaaparentede­ bilidad.Ensuafándeprotegerasu madre en la vida real, Palomas le construye un mundo literario donde no sólo le rinde un sentido homenaje sino también donde re­ sarcirla sin rencor ni maldad de todos los sufrimientos que el lec­ torintuyehapadecidoalolargode suvidaporsucondicióndealbina. Y de un arquetipo construyea una entrañable abuela heroína. UNA INFANCIA DE ACOSO. Palomas no rehúye una infancia de acoso escolar que lo llevó cuando tenía seis años a asistir dos veces a la se­ mana a visitar una psicóloga du­ rante cuatro años. Parte de su su­ frimiento era la angustia que le producíaverasuscompañerosre­ írse de su madre albina de origen chileno.“Mimadreveníaavecesa buscarme al colegio y lo que más me aterraba, me dolía y me hacía sufrir era cómo se reían de ella. Y mi gran preocupación era sentar­

mesiempreenprimerafila,allado de la puerta, y salir el primero siempre... Y correr, correr, correr a la calle y llevármela”. De esa te­ rapia nace Guille, alter ego del Pa­ lomas niño, a quien coloca en el centro de la trama de Un hijo (pre­ mio Nacionalde Literatura Infan­ til y Juvenil 2016) para rendir ho­ menaje a esa psicóloga que “me salvó la infancia”. “Quería reflejar esa burbuja de paz que hay cuan­ do uno encuentra a la terapeuta adecuada”, explica. DOS HERMANAS Y UN PERRO. Ale­ jandro Palomas bebe de su círculo más próximo, principalmente del femenino, porque el universo fa­ miliar le fascina. “Es un mundo no elegido, con personajes muy reac­ tivos los unos con los otros, como las bolas de las máquinas del mi­ llón”, cuenta. No es extraño, pues, que Rulfo, su perro en la vida real, haya sido también el protagonista de Un perro, y que sus dos herma­ nas inspiren sendos personajes que siempre acompañan a Ama­ lia.”Mi perro, Rulfo, es la mitad de mi vida. No habría podido inven­ tar un perro que no fuera él. Sólo tengoojosparaélymehabríasen­ tido muy traidor de otra manera”. El TIRO CON ARCO. Es la última de las pasiones del autor y, aunque llegó a esta disciplina por casuali­ dad, ahora practica cada día una media de dos horas. “Cuando cogí un arco y una flecha por primera vez sentí que era yo, que eso era mío. Sentí lo mismo que siento cuando se me ocurre la primera frase de una novela y sé que eso es una novela”, explica. Equipara la práctica del tiro con escribir: “Es­ tás totalmente pendiente de tu postura, de lo que ves, de cómo lo ves, de cómo enfocas, de dónde quieresir...Esunpococómoyovi­ vo el proceso de una novela. Es muy orgánico, y yo escribo de una formamuyorgánica;notengouna arquitectura, no construyo nunca novelas, sino que escribo a ciegas, soy muy intuitivo”. |

Una novela realmente divertida gracias a las extravagancias de la madre, que nunca pierde su dignidad vulnerabilidad, “nos recordé tan asustados por una orfandad que no habíamos catado hasta entonces”. Los personajes secundarios no llegan a ser nunca comparsas. Ni siquiera la perra de la madre, Shir­ ley, quien con su curiosa llegada, “es desde hace años el motor que puso en marcha a la nueva Amalia”. O la mujer de la limpieza, Oksana, que protagoniza una de las escenas más divertidas, la de la confusión de unas deliciosas codornices con chocolate con unos repugnantes murciélagos, que en realidad nadie puede decir que son malos porque nadie los ha probado. También Magalí va creciendo, sobre todo cuando revela que sus padres no son sus padres y “duran­ te unas horas tocamos con los de­ dos la orfandad”. Al lector le toca descubrir la causa de una orfandad en un personaje que parece estar ocultando algo. Y cuya revelación nos permite comprobar la cruel­ dad de la dictadura argentina. Inevitable que una novela que camina tantas veces sobre la cuer­ da floja caiga en algún despropósi­ to, muy especialmente con el exce­ so de risas y carcajadas fuera de lu­ gar. Pero no empañan lo que se propone Alejandro Palomas: en­ tretener y emocionar al lector, fiel al epígrafe de Svetlana Alexiévich: “Para mí, los sentimientos son la realidad”. El oficio para conseguir­ lo es bien visible. | Alejandro Palomas Un amor DESTINO/COLUMNA. 464/400 PÁGINAS. 20,50 EUROS

LIBROS Sábado, 10 febrero 2018

perfil de Alejandro Palomas

se gana la simpatía del lector. Cada uno de los hijos carga con una historia. Son psicologías muy definidas. Los frecuentes estallidos de la mayor, Silvia, la bondad y afa­ bilidad de Emma que parece unir a la familia, y Fer, que para compla­ cer a su madre tiene que inventar una relación amorosa con Sven, en realidad aventura de una noche. Una mentira que pesará sobre su conciencia, porque, como dice la abuela Ester, “nuestra casa está donde no necesitamos mentir”. Los motivos centrales del libro son muchos, y son los que enriquecen su densidad humana. Uno de ellos es la familia, cuyas relaciones se ven fácilmente alteradas. Otra, la orfandad. La que siente la madre y la de los hijos, conscientes de su

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eres gay, si lo único que tiene ser gay es practicar”. Su hija Emma, la más sensata de la familia, se va a ca­ sar con Magalí, una muchacha ar­ gentina que vive en Barcelona des­ de que tenía once años. La novela gira, precisamente, en torno a la boda. Una serie de pe­ ripecias la van posponiendo. Se acumulan las situaciones, con es­ cenas que rozan el puro gag gra­ cias a la madre y sus frecuentes salidas de tono y sus momentos de desvarío provocados por la en­ fermedad. Gracias a sus extra­ vagancias, estamos ante una no­ vela realmente divertida, sin que el personaje pierda nunca su dig­ nidad: la sensatez y la locura de don Quijote. Es decir, se dan si­ tuaciones absurdas por parte de un singular personaje que fácilmente

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Reconocido con el premio Nadal 2018, Alejandro Palomas retoma con ‘Un amor’ el universo de Amalia, una mujer albina de setenta años, trasunto de su propia madre, para seguir indagando en los sentimientos y las relaciones familiares. Una conmovedora y divertida novela donde el autor y narrador es el único contrapunto a un mundo de matices femeninos


LIBROS

Antología Impecable recopilación de textos de un movimiento literario que se manifestó a finales del siglo XIX en Francia e Inglaterra a través de las voces singulares y provocativas de Baudelaire, Ducasse, De l’Isle o Wilde, entre otros

Tiempos de decadencia

breves Nuccio Ordine Clásicos para la vida / Clàssics per a la vida ACANTILADO/QUA­ DERNS CREMA. TRADUCCIÓN: JORDI BAYOD. 12 EUROS

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Sábado, 10 febrero 2018

Ordine nos redescubre un amplio repertorio de clási­ cos de la literatura, autores célebres como Platón, Shakespeare,Goethe, García Márquez o Zweig. Aquellos que transformaron nuestra vida, como una resistencia al actual mundo mercantilista. Sergi Bellver Variaciones sobre Budapest LA LÍNEA DEL HORIZONTE. 128 PÁGINAS. 12

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EUROS

Más allá de la literatura de viajes, este libro, enmarcado por la gran herencia musical húngara, recorre el pasado de Budapest, del imperio austrohúngaro al final de la Unión Soviética, a la vez que contempla el presente. Detalle de ‘Joven decadente. Después del baile’ (1899), de Ramon Casas, actualmente expuesta en el Museo de Montserrat

ROBERT SALADRIGAS

La edición recién aparecida en esta hora oscura de El lector decadente es un volumen de veras excepcional, Bien hecho, cuidadoso con los deta­ lles, elegante, atractivo, tenerlo en las manos constituye un placer y ya no digamos abrirlo, pasar las hojas lentamente, fijarse en detalles como el tipo de letra o la composición de las páginas. Percepciones que pue­ den ser inmensamente gratas: ob­ servar las ilustraciones, sobre todo los clásicos dibujos fascinantes, irre­ verentes, siempre provocadores de Aubrey Beardsley junto con, por ejemplo, una imagen de Henry Ba­ taille dibujada por Pierre Louys en 1901 y a continuación leer un texto de éste, Elegías de Mitilene (1894), debidamenteintroducido.Opueden ser fragmentos bien elegidos y en­ marcados de poemas de Baudelaire, otextosdeDucasse,Williersdel’Isle Adam, Huysmans, Marcel Schwob, Léon Bloy, Mallarmé, Oscar Wilde o Max Beerbohm entre otras fulgu­ rantes luminarias francesas e ingle­ sas del breve período decadentista. ¿Por qué este tipo de lectura ines­ perada y en este preciso momento resulta tan gratificante como para hacerse uno la ilusión de estar go­ zando de piezas intemporales? Eso no es, por descontado, del todo cier­ to. Si se leen como es debido los dos

estupendos y medidos prefacios que Jaime Rosal y Jacobo Siruela dedi­ can al Lector decadente de Francia y al Lector decadente de Inglaterra, re­ cordaremos que el movimiento de­ cadendista está vinculado al final de siglo (XIX) y a una cierta imagen de progresía. Sinembargo,volverahoraalosno hace tanto ardientes Cantos de Mal­ doror de Isidore Ducasse, a una pro­ sa tan deliciosamente viva como la de Max Beerbohm saliendo En de­ fensadelacosmética(1894)ounavez más dejarse seducir por la eterna belleza de la Salomé de Oscar Wilde como si fuese un producto de nues­ tro entorno, esa insospechada at­ mósfera de familiaridad sin tensio­ nes genera una sensación extraña. ¿Acaso significa que en estos tiempos desnortados, sin referentes éticos claros, de una incesante y an­ gustiosa búsqueda de asideros que permitan hacerse la ilusión de tener algo sólido a mano, hay síntomas del rebrote de una sensibilidad deca­ dentista,sofisticada,porpartedeau­ tores y lectores? ¿Es posible tenien­ doencuenta,segúnJaimeRosal,que “elmovimientodecadendistahunde sus raíces en una Francia convulsa y presa de la decepción de finales del siglo XIX”, tras la guerra franco­ prusiana y la proclamación de la Tercera República?

COMMONS

Tiempos de cambios violentos y frustaciones radicales. Tiempos de crisis sociales, políticas y morales. Y nauralmente, personales. Por otra parte,lamentalidaddecadendistase reveló apenas entre finales del siglo XIX y comienzos del XX. No llegó a consolidar un auténtico movimien­ toliterarioconecoenlashistoriasde la literatura (europea). ¿Qué fue? Quizá sólo una ruptura casi acadé­ micaconlahegemoníadelnaturalis­ mo ya por entonces en declive. Un crujido de rebeldía. Y amargura. ¿Hay síntomas hoy de aliento o voluntad decadentista en la narrati­ va(ylapoesía)europeas?¿Quéescri­ tores tildaríamos de decadentistas? ¿De qué países: sólo de Francia e In­ glaterra? O acaso leo hoy a Baudelai­ re, Mirbau, Moréas, Gautier, Barbey d’Aureville o a Beardsley atraído por algoquesindudanosuneenlaspági­ nasdeestesugestivapiezabibliográ­ fica que es El lector decadente, una impecable antología donde es posi­ blequedeprontounosientasureali­ dad inmersa en un hastío que se ex­ perimenta como si fuese nuestro. Al cabo, tiempos de literatura. | Varios autores (De Baudelaire a Aleister Crow­ ley) El lector decadente ATALANTA. SELECCIÓN Y PREFACIOS DE JAIME ROSAL Y JA­ COBO SIRUELA. 585 PÁGINAS. 30 EUROS

Juan Eslava Galán Enciclopedia eslava ESPASA. 608 PÁGINAS. 21,90 EUROS

Eslava reúne 101 capítulos de la historia, curiosidades y leyendas que él considera que uno debe saber para ser “razonablemente culto”, como la crucifixión de los romanos, el secreto de Cris­ tóbal Colón, la alquimia y el vuelo de las brujas. Ramon Gaja Una dansa nua CIMS EDITORIAL. 216 PÁGINAS. 12 EUROS

En su primera novela, Ramon Gaja, doctor en Literatura Persa y que ha traducido en verso Els Robayat d’Omar Jayam, cuenta la historia de un espíritu que regresa de entre los muertos para averi­ guar quién es.


La autora Najat El Hachmi

JULIÀ GUILLAMON

Qué talento evocativo tiene Najat El Hachmi (Beni Sidel, Marruecos, 1979).NadamásempezarMaredellet imelcolocaunareflexiónsobreelpan y la levadura. La protagonista aban­ donaelpuebloparairseaEuropayse llevalosbártulosdehacerpan,enuna bolsa, protegidos con una manta. La madre le dice que no es buena idea. También se lleva un trozo de masa por fermentar. Ha pasado de la bisa­ buela,alaabuelayalamadre.Lapro­ tagonistaencuentraalpanhechocon estamasaunsaborunpocoácidoque

LLIBERT TEIXIDÓ

la acerca a los suyos. Las mujeres de casa utilizan levadura industrial. Pe­ ro a través del pan que piensa pastar conestamasa,Fatimasesienteligada a unos orígenes ancestrales. No con­ cibequeunacosaquevienedetanan­ tiguo se pueda estropear con el viaje. Es impresionante la cantidad de co­ sas que sugiere este párrafo. El senti­ miento de pertenencia a un mundo que sus familiares han empezado a abandonar, la necesidad de la joven emigrante de mantener el vínculo con la tierra, la historia y la sangre. Unas páginas más allá, la contra­

partida: un fragmento, más extenso y razonado, más dramático y argu­ mentalmente más significativo. La sabiduríapopulardicequeunamujer embarazada no puede amamantar a un bebé. Con toda la pena del alma, Thraithmashadedesmamarasuhija

La levadura que utiliza Najat El Hachmi no se vende en los supermercados literarios

Najat El Hachmi Mare de llet i mel / Madre de leche y miel EDICIONS 62/DESTINO. TRADUCCIÓN AL CASTELLANO: RO­ SA MARIA PRATS. 394/500 PÁGINAS. 20,50 EUROS

LIBROS Sábado, 10 febrero 2018 Cultura|s La Vanguardia

Abuelas, madres, hijas

Fatima, que acaba de cumplir dos años. Lo vive como una imposición arbitraria. En las historias que expli­ can las viejas, las niñas que nacen con dientesoqueabrenlosojospocodes­ pués de nacer están tocadas por una luz divina. La tradición, que en el epi­ sodio del pan, daba continuidad al mundo de abuelas, madres y nietas, que conectaba el mundo primordial con la experiencia de la emigración, aquí es una cadena. En unas pocas páginas la autora ha dispuesto la mesa para que el lector tomeasientoygocedelanovela.Des­ de el primer momento sabemos en qué términos nos seducirá, nos pedi­ rá que dudemos o que tomemos par­ tido, que intentemos entender la hu­ manidad de los personajes que retra­ ta.LagentequeleeaNajatElHachmi desde que en el año 2008 publicó L’últim patriarca, sabe que la levadu­ raqueutilizaensuslibrosnosevende en el supermercado literario. Que muchasdelascosasqueexplicalasha vivido o las ha sentido y que tiene ca­ pacidad de hacerlas vivir y sentir, en catalán, a pesar de la distancia que pueda haber con la realidad que re­ trata. Después de todo, quizás no hay para tanto. ¿Cuántos de nosotros, nietos de valencianos, gallegos o an­ daluces, no acarreamos nuestra leva­ dura y nuestros tabúes de lactancia? Maredelletimelformaunatrilogía con L’últim patriarca y La filla estan­ gera: una novela para el padre, una para la hija, una para la madre. Tres novelas que se calcan los argu­ mentos, a veces con demasiada insis­ tencia.Enestaocasiónelestiloesme­ nos contemporáneo, con una musi­ quilla de romance junto al fuego. Del fuego del Rif que arde en Vic o en Fi­ gueres. |

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Novela La ternura y el dolor, el miedo y la culpa de las mujeres sometidas a un sistema que las lleva a ser correa de transmisión de las imposiciones de los hombres. Punto final de la trilogía que se inició con ‘El último patriarca’


LIBROS Sábado, 10 febrero 2018 Cultura|s La Vanguardia 8

Ensayo Zafra ganó el premio Anagrama de Ensayo con este diagnóstico sobre el nuevo precariado en las industrias de la cultura, que exhibe su triunfo y su fracaso a través de las redes sociales, a veces su único canal de validación

El entusiasmo inútil lleva a la melancolía digital BEGOÑA GÓMEZ URZAIZ

Si a la pregunta “¿a qué te dedicas?” le sigue una respuesta del tipo “soy artista, comisario, gestor cultural, editor, coordinador, escritor, tra­ ductorotodoalavez”,lomáslógico es que la siguiente cuestión sea: “¿Y dequévives?”.O,peor,queelcurio­ so afirme: “Ah, pero eso es una afi­ ción”. El contexto digital y la llama­ da gig economy, en la que el trabaja­ dor cobra por trabajo realizado y no tiene relación fija con un patrón, con ayuda de la eterna recesión han propiciado una nueva clase social, el precariado, que es especialmente frecuente en el mundo de la cultu­ ra. Y, ¿qué les mantiene alerta y en estado de activa esperanza, viendo como pasan los años sin regularizar su situación? El entusiasmo. A esa conclusión llegó Remedios Zafra, escritora y profesora de la Univer­ sidad de Sevilla que ganó el último premio Anagrama de Ensayo con este texto tan del momento. La autora (Zuheros, Córdoba, 1973), que ya había publicado en­ sayos que transitaban entre el gé­ nero y la nueva comunicación (Ne­ tianas. N(hacer) mujer en Internet; (H)adas. Mujeres que crean, pro­ graman, prosumen, teclean) entre­ ga un diagnóstico multigeneracio­ nal –el precariado digital va mucho más allá de los 30– preguntándose qué ha pasado para que “dinero” y “saber” hayan llegadoaestar tan di­

sociados. “En poco tiempo ha pasa­ do que en internet todos nos hemos convertido en creadores potencia­ les, en productores creativos del mundo”, concluye. Y si todo el mundo crea, ¿por qué pagar (justa­ mente) por ello? Hilvanado entre el texto está el relatodeunaentusiastaimaginaria, a la que la autora bautiza Sibila, una aspirante a académica que, llegada una crisis familiar, tiene que aban­ donar sus trabajos precarios para

dedicarse a cuidar a personas, algo que probablemente nadie espera­ ría de a) un hombre o b) un asalaria­ do. Zafra, que durante un tiempo compaginó las carreras de Teleco­ municaciones y Bellas Artes, se dis­ tancia en parte de esta Sibila, pues­ to que ella cuenta con un puesto es­ table en la universidad, lo que la convierte en una rareza, pero sí que pasó años transitando “por becas nunca remuneradas y trabajos cul­ turales por los que casi siempre te­

Remedios Zafra El entusiasmo. Precariedad y trabajo creativo en la era digital La autora Remedios Zafra en Barcelona el pasado año

LLIBERT TEIXIIDO

Novela Urbà Lozano traza un libro de ausencias y una sed de amor

La amenaza de Cesare NÚRIA ALBESA

Uno no puede evitar releer a Cesare Pavesealreconocerunodesusversos en el título de la última novela de Ur­ bà Lozano (Alginet, 1967), Vindrà la mort i tindrà els teus ulls, merecedora del premio Enric Valor de novela. HayenlaobradeLozano,comoen los versos del poeta italiano, una ex­ traña desesperación hacia la figura y la presencia de una mujer, una mujer poderosa de belleza exuberante, una mujer libre poseedora de un gran misterio, que se nos revela como “es­

nía que pagar”, por lo que conoce bien el paño. Tampoco es casual que haya he­ cho de Sibila una mujer, puesto que lasmujeres,comoseñalaenelensa­ yo, han sido las campeonas históri­ cas de la precariedad. “La flexibili­ dad infinita, la multiactividad, la in­ visibilidad y el no valor social han caracterizado la práctica de trabajo feminizado –apunta por e­mail– y me preocupa que ahora estas ca­ racterísticas también describen el trabajo precario en los ámbitos aca­ démicos, culturales y creativos”. De ellas, las “mujeres y pobres”, es de quien se espera un mayor entu­ siasmo. El precario cultural exhibe su triunfo y su fracaso en tiempo real, a través de las redes sociales, que son un instrumento básico y a veces el único canal por donde le llega la validación –esos likes–, lo que, para la autora, también es preocupante. Y, aunque son muchos, el propio sistema le empuja a perder con­ ciencia gremial o sindical. “Lo que antes eran amigos se convierten en competidores, haciéndoles ver que no hay trabajo para todos. (…) Hay una clara lectura política detrás y es que si los trabajadores están entre­ tenidos en competir difícilmente se aliarán para hacer la revolución”, cree Zafra. Y a pesar de todo este negro pa­ norama, se las arregla para cerrar el libro si no con entusiasmo sí con cierto y muy matizado optimismo. Si el feminismo se ha energizado en los últimos años, en parte gracias a las redes digitales, ¿por qué no los movimientos por los derechos de los trabajadores? “Percibo como un inicio, algo que está aun indefinido, pero que habla de la necesidad de articular nuevos plurales bajo una responsabilidad ética”. |

ta muerte que nos acompaña / desde el alba a la noche, insomne, / sorda, como un viejo remordimiento / o un absurdo defecto”. El protagonista de esta historia es un profesor jubilado de carácter ás­ pero. Con una voluntad casi adoles­ cente, empieza a escribir un dietario para deshacerse de los secretos in­ confesables de juventud y soportar los siete días que lo separan de Fiore­ lla, la mujer con quien ha convivido media vida. A medida que se adentra en sus propios recuerdos, se hacen

claras (y lúcidas) sus obsesiones, pri­ mero presentadas bajo una nebulosa de dulce nostalgia y después como una sucesión de dardos descontrola­ dos. Las confesiones rebelan las zo­ nas sombrías de los personajes, y el

Un profesor jubilado comienza a escribir un dietario para deshacerse de los secretos de juventud

ANAGRAMA. 264 PÁGINAS. 19,90 EUROS

redescubrimiento (aparentemente olvidado)losacudedenuevo;sevuel­ ve a enfrontar a Cesare (a un Cesare poeta que no es Pavese) y a Fiorella, y a la derrota silenciosa. En este libro de ausencias resue­ nan la mujer, la tierra y el mar, y la sustancia que las enlaza. Vindrà la mort i tindrà els teus ulls narra la his­ toria de un hombre que tiene una gran necesidad de ser reconocido en el amor, un hombre que espera, que calla y consiente “per por que un dia no tornara i haguera de menjar sem­ pre sol, que un dia no tornara i me n’haguera d’anar al llit també sempre sol”; un hombre sencillo que se escri­ be ysevacíapara,después,recuperar la virtud del silencio. | Urbà Lozano Vindrà la mort i tindrà els teus ulls BROMERA. 216 PÁGINAS. 19,95 EUROS.


Hay gente que saca mucho de nada, yviceversa.Nuestrasabuelasapaña­ ban un caldo nutritivo con una pata­ tachuchurrida,undientedeajocen­ tenario y un puñado de gravilla. Er­ nest Hemingway, por el contrario, condujo ambulancias en la Primera Guerra Mundial y fue herido en las piernas, y de ello sólo extrajo una mundananovelitadebesitosycoto­ rreo. Es curioso: cuando el destino le ofrece a uno una vida asombro­ sa, la parte difícil de la literatura parece resuelta, pero no siempre funciona así. ¿Qué determina, entonces, que la plasmación del itinerario vital devenga obra maestra, mero documento de interés histórico o ladrillazo? Lo de siempre: el viejo talento. EsonosllevaaTrevorNoah, presentador de The daily show (mordaz talk show norteame­ ricano), cómico sudafricano y autor de las memorias Prohi­ bido nacer. Noah es hijo de madre xhosa, “muy negra”, y de padre suizo, “muy blanco”. Nació en Johannesburgo en 1984 de un color que no era ni chichanilimoná,loquelecon­ virtió en el friqui del barrio (“yoeramestizo,peronoerade color. Tenía piel de persona de color,peronosucultura”).Prohi­ bidonacercuentaunahistoriadein­ negable interés. En su autobiografía confluyen temas de calado como el apartheid,lapobreza,laviolenciade género y la delincuencia del gueto.

Su padre no podía ni saludarle por la calle, pues los matrimonios interraciales se pagaban con la cárcel Noah lo pinta en un paisaje familiar máscolorido,sicabe,quesuentorno político­racial:sumadre,tanamoro­ sa como ultra­religiosa, le arreaba tundas correctivas a diario; su pali­ ducho padre natural no podía ni sa­ ludarle por la calle (pues los matri­ monios interraciales se pagaban con la cárcel); su madre dejó al segundo marido, un borracho insolvente y paranoico, y él casi la mata a tiros.

Trevor Noah en el Metropolitan de NY

NEILSON BARNARD

Trevor Noah Prohibido nacer. Memorias de racismo, ra­ bia y risa BLACKIEBOOKS.TRADUCCIÓN:JAVIERCALVO.336PÁ­ GINAS..19,90 EUROS

MIQUEL ESCUDERO

AlexisRacioneroesprofesordecine en la Escac (UB) y se doctoró en HistoriadelCineconunatesissobre los vínculos entre el cine del New Hollywood y la contracultura de los años sesenta. En este libro proyecta sus miradas de Oriente (darshan) obtenidas sobre el terreno. Desde queenel2004hicierasuprimervia­ je a la India, el autor viaja con fre­ cuencia a los diversos países asiáti­ cos, una actividad que va más allá de cumplir un expediente turístico. Lo hace, según declara, con una volun­ tad de contemplar y vivenciar, con la intención de “entrar en la rutina y vivir el presente”. Cuenta cómo aprendió en Vietnam a vivir “aquí y ahora”,anoperderelmomentopre­ sente yéndose al pasado o volando su mente al futuro, sino focalizando la atención en el fluir de la circuns­ tancia presente. En esta operación hay margen para conectar con lo sa­ grado, trascendente y espiritual. AlexisRacioneroRagué,quesim­ patizaconelbudismoysedefineco­ mo “un romántico, viajero y mitó­ mano”, dedica el libro a quienes son viajeros de la conciencia y preten­ dendarformaaunavisiónpersonal, a quienes quieren construir un mundo mejor, compartir y buscar puentes para complementar y enri­ quecer quienes somos. Estas pági­ nas han sido escritas desde la creen­ cia de que somos partes de un todo, de que somos partes del Uno. En la labor planteada importa lo que co­ memos y consumimos, también dónde habitamos y los espacios en quenosmovemos.Asimismopostu­ la “vivir con menos”, al compás del mantra“menosesmás”deMiesvan derRohe,quiendefendíaunaarqui­ tectura de “piel y huesos”. “Vivir con menos –dice Racionero– no só­ lo debe entenderse desde lo mate­ rial, sino también en lo mental y emotivo”. Consumimos demasiada porquería mediática. Shanti, shanti es uno de los sutras que aquí se recogen. Esto significa tómatelo con calma. No importa tanto la sonrisa, sino lo que hay de­ trásdeella.“Unavidaenpermanen­ te sonrisa resulta artificial. Tarde o temprano, la máscara que oculta los problemas se caerá”. | Alexis Racionero Ragué Darshan KAIRÓS. 280 PÁGINAS. 15 EUROS

LIBROS

Puentes hacia Asia

Sábado, 10 febrero 2018

KIKO AMAT

Ensayo

Cultura|s La Vanguardia

Racismo y rabia (con sonrisa accidental)

Noah, asaz dañado por todo ello, en­ caminó su juventud hacia la pella universitaria, el planchado de cedés piratas(un“miniimperio”)ylaorga­ nización de fiestas en favelas: multi­ taskingtrapichero(“siyohubiesein­ vertido toda aquella energía en la universidad, me habría sacado un máster”).Todoellomandasumesti­ zo culo a la cárcel, como era de espe­ rar. Allí, Noah decide cambiar su vi­ da y todas esas cosas, a sabiendas de que en el futuro tendrá anecdotario para dar y vender. Y así es. Si invitáramos a Trevor Noah a cenar, la sobremesa sería un monólogo de variashoras que el res­ to de comensales escucharía con la boca abierta. Y santiguándose. Las vio de todos los colores: su colega bailarín se llamaba Hitler (y la gente lo jaleaba así: “¡Ale, Hitler! ¡Ale, Hi­ tler!”); se hizo pasar (sobre un esce­ nario)porelraperoamericanoSpliff Star; descubrió que el gobierno sud­ africano determinaba si alguien era blanco o negro mediante la “prueba del lápiz” (“si se te quedaba enreda­ do en el pelo, eras negro”). Y más anécdotasdevidacotidianaenelSo­ weto de los ochenta, un lugar de­ lirante donde, por ejemplo, na­ die tenía coche pero todo el mundo construía su choza con parking y entrada. Por desgracia, no todo el anecdotario es así, ni el anecdotario lo es todo. Pe­ se a que el subtítulo del li­ bro es Memorias de racis­ mo, rabia y risa, de lo últi­ mo hay lo justo. A pesar de que Noah es, en directo, un stand­upcompetente,suli­ bro no alcanza la hilaridad, quizásporquerehúyelahi­ pérboleylosgagsdespiden un cierto aroma a hoja pa­ rroquial. En segundo lugar, Noah, como suele suceder­ les a los archifamosos con infanciaazarosa,creequeto­ do lo que emerge de su boca es oro de dieciocho quilates. Incapazdedecidirquécautiva a la audiencia, otorga un núme­ ro inmoderado de páginas a baga­ telas como sus primeras citas con chicasolavidayhábitosdesuperra Fufi (era “supertraviesa”). El tema­ rio, así, rebota todo el rato entre lo asombroso y lo ultramundano, y vuelta a empezar. Para colmo, No­ ah chapotea de un modo impru­ dente en el populismo de estrella “humilde”: cuando nos confiesa que no se “arrepiente” de nada o que su comida favorita es aún “la mortadela”, suena como Rod Ste­ wart. La tautología, los momentos de autoayuda y las bromas desca­ feinadas acaban convirtiendo un libro que podría haber sido me­ morable en nada más que reco­ mendable. |

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Memorias El ‘showman’ Trevor Noah relata en su autobiografía su infancia y juventud en la Sudáfrica del apartheid y los guetos


Periodismo sólido JORDI AMAT

Sábado, 10 febrero 2018

LIBROS

Gaziel en ‘El Sol’

libroscopio

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Cultura|s La Vanguardia

El astronauta Scott Kelly en su visita a Madrid

ASÍS AYERBE

Tierra de milagros Ahora los niños quieren ser de mayores youtubers. En mis tiempos, soñába­ mos con ser astronautas. No me resisto a leer Resistencia; un año en el espa­ cio(Debate), donde relata su peripecia el astronauta Scott Kelly, que ha bati­ do el récord de estancia de humanos fuera de la Tierra, junto al cosmonauta ruso Mikhail Kornienko. La portada no lo dice, pero la buena lectura del libro se debe a la mano de la escritora experta en asuntos espaciales Margaret Lazarus Dean, que tiene un blog apasionante. Kelly explica cómo llega a la Estación Espacial Internacional en una nave Soyuz rusa. Desde hace casi una década son los rusos los que llevan amiga­ blemente (por un módico precio) a los astronautas americanos allá arriba desde su base de lanzamiento de Baikonur, al no disponer la NASA de trans­ bordador propio: “La Estación Espacial Internacional es el mayor proyecto internacional en tiempos de paz de la historia”. Viene de ser piloto militar y no es un tipo especialmente dado a la poesía. Mejor así. La poesía, como el azúcar del café, es mejor que cada uno se la dosifique al gusto. En la EEI se ve una puesta de sol cada 90 minutos y a mí me recuerda al planeta de El principito, que corría la silla de un lado a otro para ver ponerse el sol. Pero él nos habla con precisión del día a día en una caja del tamaño de un campo de fútbol lanzada a 27.000 kilómetros por hora alrededor de la Tierra, tan llena de cables que corres riesgo de electrocutarte y donde la máquina más difícil de manejar es el retrete. Uno de los asuntos clave para el ansiado viaje a Marte es el del agua potable: la parte más impor­ tante del agua potable que toman es la orina reciclada. Entre eso y la dieta de productos liofilizados, gourmets de morro fino, abstenerse. Nos habla de sus autopsias a ratones y sus arduas tareas de mantenimiento hasta que, al final de la jornada, se retira a su cubículo del nodo 2 del tamaño de una cabina de teléfonos a escribir e­mails a su familia. Echa de menos a los suyos o sentarse en lugar donde todo flota. Y “cuesta explicar a quienes no han vivido aquí cuánto se echa de menos la naturaleza”. Tomo una nave en la estación de Sants y aterrizo en la Gran Vía de Madrid para ver a Scott Kelly, que presenta su libro en la Fundación Telefónica. Tiene gesto serio y aire marcial. Me fascina su cabeza de asteroide. No estoy acreditado para la rueda de prensa, pero le hago al guardia jurado el saludo Vulcano de Star Trek y paso. Uno de los colegas le pregunta si allá arriba ha visto ovnis. Kelly escucha atentamente la traducción y responde muy profe­ sional –yo creo que con retranca–: “¿Se refiere usted a objetos en vuelo sin identificación o a contacto con elementos susceptibles de pertenecer a otras civilizaciones?”. El otro lo apremia: “¡Ovnis, ovnis!”. Pero Kelly da con su gozo en un pozo. Nada de nada. Explica que desde la estación orbital “ver la degradación ambiental causa­ da por los humanos es desolador”. Con gelidez cortante desacredita la matra­ ca de Donald Trump con volver a la luna –“es una maniobra propagandísti­ ca”–, y lamenta los recortes al presupuesto de la NASA, que retrasará la llega­ da a Marte. Dice que se apuntaría al viaje a Marte “siempre que sea de ida y vuelta”. Pero cuando habla de lo que ha aprendido allá arriba, se le ablanda la mirada: “He aprendido a valorar las pequeñas cosas: que la hierba huele de maravilla, que sentir el viento es asombroso, que la lluvia es un milagro”. Al final, bajo el traje hermético del astronauta, siempre hay un poeta. | ANTONIO ITURBE

La propuesta había sido de un grupo de empresarios, mayoritariamente catalán, que habían adquirido el dia­ rio madrileño El Sol. Lo documentó Arnau Gonzàlez Vilalta. Situémo­ nos. Principios de 1935. El periódico, de oxidada tradición liberal, amena­ zaba bancarrota y una posibilidad pararelanzarloseríanombrarnuevo director.SobrelamesaAgustíCalvet Gaziel (1887­1964). Aún en la resaca de octubre del 34, que había tensado la relación entre el director de La Vanguardia y la propiedad de la em­ presa, Calvet se planteaba cambiar deaires.“Sillegásemosacrearesefo­ co,esehogarespiritualeideológico”, se entusiasmaba en carta a otro con­ servador republicano como él, “ten­ dríamos una fuerza formidable, por encima de todas las tendencias polí­ ticas,ydaríamosaEspañaelejemplo yelespejodeunaconvivenciafecun­ da”. Al fin la operación no llegó a buen puerto, pero en ese momento Gaziel recordó el momento climáti­

La madrileña calle Sevilla en 1927, época de los artículos reunidos GETTY

co de El Sol: durante la dictadura de Primo de Rivera, en la cima de su in­ fluencia, dando ideas para derrum­ bar la monarquía. Él, con sus artícu­ los, había sido uno de los intelectua­ les que habían minado un sistema carcomido. Esos artículos, exactamente 110, publicadosentre1925y1930(básica­ mente entre el octubre del 25 y fina­ lesde1928),serecopilanahora.Hace un mundo que el filólogo Narcís Ga­ rolera –editor de las colaboraciones enElSoldeJosepMariadeSagarray Josep Pla– los desenterró de la he­ meroteca y ahora, por fin, se publi­ can prologados por Francesc­Marc

Álvaro, uno de los mejores lectores de Gaziel. Describe Álvaro, compa­ rando a Gaziel con el patriarca del periodismo norteamericano Walter Lippmann, la posición desde la que ambosejercíandeopinadoresdepri­ mer rango: “Se aferraban a los he­ chos, a la racionalidad y a un tipo de distanciamiento elegante que les otorgaba credibilidad y solidez”. Exacto. Si algo caracteriza la se­ gundavidadelGazielarticulistaessu solidez. Si al estallar la Primera Gue­ rranacióalperiodismocomocronis­ ta de guerra, su madurez fue el de un ensayista comprometido con su tiempo perfectamente adaptado a lascoordenadasdelartículodepren­ sa.Comounhumanistaapiedeobra. A diferencia de las dos antologías preparadas por el viejo Gaziel y que tuve la chiripa de localizar en la Bi­ blioteca de Catalunya –una sobre Barcelona y otra sobre política cata­ lana, que incluía cinco de estos artí­ culos de El Sol–, la virtud inicial de ¿Seréyoespañol?esmostrarelabani­ co de temas sobre los que este espec­ tadoreraaltamentecompetente.Po­ día escribir sobre política –interna­ cional o interna–, meditar sobre España como Estado secado por los poderes o inacabado –porque no lo­ graba articular políticamente la pe­ nínsula Ibérica–, señalar los peligros que se cernían sobre Europa tras la gestión equivocada de la postguerra yelascensoimparabledelosEstados Unidos como potencia. Podía refle­ xionar sobre el feminismo o la histo­ ria moderna de España, la caída de Trotski o describir un viaje a Alema­ nia. Rememorar su encuentro con el líder griego Venizelos y clavar un re­ trato de Cambó. Hablase de lo que hablase, brillaba por su solidez. Yelrostroquizámásdesconocido, peroqueaquídeslumbracomounfa­ ro,es eldelfilósofodelacultura.Val­ dríaporsussólidosreprochesaGau­ dí (los típicos de un noucentista de manual), a Dostoievski (los espera­ bles en un laico racionalista como él) o a Murillo (por melifluo). Su refle­ xiónentresentregassobrelahistoria moral de la novela, explicándola en paralelo al cambio político de la Re­ volución Francesa, es extraordina­ ria. Pero es al comparar a Cervantes conCharlot,enunapiezaantológica, que Gaziel revela una profundidad que lo confirma como el más hondo periodista español del siglo XX. | Gaziel ¿Seré yo español? Un periodista catalán en Ma­ drid (1925­1930) PENÍNSULA. 539 PÁGINAS. 22,90 EUROS


LIBROS

Pensar lo que sentimos

La exigencia que se autoimpone Próspero, el protagonista de la últi­ maobradeWilliamShakespeare,de abandonar la magia, incluso aquella que da resultados y es positiva, con el propósito de avanzar en una vida espiritual plena no es suficiente, pues avanzar en lo inexplicable siempre arroja más luz sobre lo que somos. La editorial Kairós, compro­ metida en abarcar las preguntas que asaltan permanentemente nuestra existencia sobre el modo en que de­ bemos afrontar la vida y la muerte para hacerlo en plenitud, publica dos títulos que permiten enfrentar­ nos a dichas preguntas desde la ciencia, la filosofía y las religiones. LanaturalezadelarealidaddeEr­ vinLaszloyElartedeserdelafilóso­ fa Mónica Cavallé exploran y dan pautas sobre algunos aspectos rele­ vantesalosquecasinuncaunoquie­ reenfrentarseperoquesonesencia­ les, como es saber vivir, donde habi­ ta la conciencia o cómo afrontar los miedos y las emociones, entre otros. La paradoja que nos proponen es advertir cómo hemos sido capaces de definir una identidad exterior con mucha precisión, origen, reli­ gión, cultura, familia, o clase social, y, en el sentido contrario, no pode­ mos ser capaces de conocer y domi­ nar nuestra identidad interior, don­ de surgen las emociones, las pasio­

nes, las dudas y las incertidumbres. Tres días antes de morir, el escri­ tor Aldous Huxley, en una conver­ sación con su mujer Laura Archera Huxley, le explicó: “Vamos hacia una religión existencial y mística…”. El escritor y filósofo autor de Con­ trapunto y Un mundo feliz culmina su obra con un artículo donde plan­ teaba, entre otras dudas, cómo am­ pliar nuestra conciencia: “Nuestra tareaesdespertar.Tenemosqueen­ contrar los medios para detectar la totalidad de la realidad de la parte ilusoria…”. En la misma dirección que Huxley, Shamik Desai plantea, enelepílogodellibrodeErvinLasz­ lo, detenerse en el poder de la con­ ciencia: “Por primera vez en la his­ toria, existe un reconocimiento glo­ balmente difundido de que la conciencia está en la base de todas lascosas,yquenuestrodebersupre­ moesdescubriryexpandirestacon­ cienciaalmáximodenuestrascapa­ cidades”. Conciencia tras la muerte

En su obra se muestra y se demues­ tra, a partir de casos concretos, que la conciencia está presente en au­ sencia de un cerebro vivo, como ha ocurrido en personas que estuvie­ ron en el umbral de la muerte y regresaron. La teoría convencional

Imagen de la última fiesta Holi en Barcelona, celebración importada de la India de exaltación de la naturaleza y los sentidos LUIS TATO

Laszlo muestra que la conciencia sobrevive al cerebro vivo y puede seguir activa

los libros Ervin Laszlo La naturaleza de la realidad

KAIRÓS. TRADUCCIÓN: AGUSTÍN LÓPEZ TOBAJAS. 360 PÁGINAS. 18 EUROS

Mónica Cavallé El arte de ser

KAIRÓS. 536 PÁGINAS. 19,50 EUROS

El arte de ser de Mónica Cavallé plantea un proceso de reconstruc­ ción personal a través del autocono­ cimiento filosófico. El camino a se­ guir para superar los obstáculos in­ ternos que impiden nuestro desarrollo es lo que su autora deno­ mina filosofía sapiencial. Es una propuesta para abandonar, como dice la autora, “el confinamiento de nuestra mente y de nuestras peque­ ñas vidas”. La propuesta es integral, paraquienlasigaopuedaseguir,pa­ ra una transformación global a tra­ vés del autoconocimiento. Este tra­ bajo sitúa a la autora en el campo de la filosofía como cura, consolación, superación y búsqueda. Con enorme claridad expositiva, propone al lector iniciar un proceso de autocrítica personal y colectiva para exponer aquellos elementos que inciden en nuestra debilidad y provocan incertidumbre como son labúsquedadeloexterno,lasconse­ cuencias de lo que consumimos, la única forma de llenar nuestros va­ cíos, la crítica del yo superficial, las pasiones que ciegan y que provocan errores de juicio, entre otros… Se trata de pensar, como dice Cavallé, sobre lo que sentimos, en lugar de sentirlo. No debemos confundir la aceptación con la resignación. El libro es un viaje estimulante a través de distintas tradiciones filo­ sóficas y de pensamiento clásico pa­ ra establecer un genuino sentido de nuestra existencia. Representa ade­ másunejemplomássobrelanecesi­ daddedespertaryadvertirlaurgen­ ciadetomarconcienciadequeeles­ pacio de confortabilidad que nos hemos dotado, tal vez no sea más queunajauladoradaquenosimpide volar. | FÈLIX RIERA

Sábado, 10 febrero 2018

La ediforial barcelonesa Kairós, fiel a su dedicación a temas de nueva conciencia, ofrece dos títulos sobre cómo afrontar la vida y la muerte combinando perspectivas actuales de la ciencia, la filosofía y las religiones

Cultura|s La Vanguardia

La tarea de despertar

indica que “el cerebro humano ge­ nera la conciencia que aparece en nosotros… cuando el cerebro fun­ ciona, generaconciencia,quees una corriente de sensaciones. Cuando la turbina se apaga, la corriente eléc­ trica desaparece, y cuando el cere­ bro se apaga, la corriente de sensa­ cionescesa”.Lateoríaconvencional indica que cuando una persona muerequedasinconciencia;sinem­ bargo, Laszlo demuestra con el ejemplo de diversos casos que la concienciasigueactivatraslamuer­ te y se expande más allá de los lími­ tes de nuestra realidad; ejemplos de experienciasdepersonasquesehan visto fuera de su cuerpo o con capa­ cidad de visión remota para ver ob­ jetos y personas separados por el tiempoyelespacio.Elretoqueplan­ tea es que hay una explicación alter­ nativa a la convencional que permi­ te explicar y probar que puede exis­ tir conciencia más allá del cerebro.

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pensamiento y otras ocurrencias


ARTES

MADRID

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Cultura|s La Vanguardia

Sábado, 10 febrero 2018

Arte|s

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Cuando el arte es una cuestió ROCÍO DE LA VILLA

La promesa de donación al Museo Reina Sofía de casi cuatrocientas piezas de calidad (pinturas, dibu­ jos, fotografías, esculturas, instala­ ciones) y de creadores de primera fila en el ámbito español e interna­ cional –valorada en decenas de mi­ llones de euros– es un aconteci­ miento excepcional. Como lo es la responsable de esta decisión: la ga­ lerista Soledad Lorenzo (Torrela­ vega, 1937) que, tras cuatro décadas de vivir (más que trabajar) en el ar­ te, prefirió compartir con todos su colección, fruto de veintiséis años de galerista (1986­2012), y tras dos muestras en el 2013 en el Museo de Arte Contemporáneo de Santander y el IVAM. También es excepcional que el museo dedique dos exposiciones para mostrar parte de este legado, bajo los títulos muy abiertos Punto de encuentro y Cuestiones persona­ lesque,sibienaludenalprotagonis­ mo de su galería en el mundo del ar­ te madrileño –capaz de aglutinar a propios y extraños de dentro y fue­

ra de nuestro país–, y también al trato cómplice de la galerista con sus artistas –como relatan ellos mismos en la biografía Soledad Lo­ renzo.Unavidaconelarte–;encam­ bio, sus guiones no convencen de los motivos para dividir en dos en­ tregas esta presentación, que qui­ zás puedan apreciar con otras mi­ radas un público muy joven, recién incorporado al circuito, o bien los visitantes extranjeros del museo. Ya que la galería Soledad Lorenzo fue seguramente la más visitada en nuestro país. Y quienes la frecuen­ tamosyconocimospor primeravez las obras que cuelgan ahora como retazos de aquellas experiencias no podemos evitar comparar estos montajes algo deshilachados frente a la concepción exacta de las obras en el espacio que Soledad prefigu­ raba ya en sus visitas a los estudios de los artistas para preparar una nueva exposición. Como cuando Soledad fue al estudio neoyorquino de Louise Bourgeois e hizo medir la Araña –que después adquiriría el Museo Reina Sofía–: aliviada,

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Cultura|s La Vanguardia

Sábado, 10 febrero 2018

01 ADRIANA VAREJÃO: RUINA DE CHARQUE – CORDOVIL, 2002. PHILIPP FRÖH­ LICH: SIN TÍTULO, 2008. La estética de lo sublime y abyecto bajo la forma de ruina en los azulejos arrancados (izquierda) junto a una de las últimas adquisiciones de la galerista.

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ón personal porque sólo con cinco centímetros más no hubiera cabido en la sala principal de su galería. Valgan estos comentarios –compartidos con otros muchos profesionales del sistema del arte– para expresar el componente emocional ante estas selecciones extraídas de las más de doscientasexposicionesporlasque

Soledad Lorenzo decidió desde el principio que quería una galería de artistas y no de tendencias pasaron unos ochenta artistas. Soledad ha contado cómo se fue formando su colección: al final de una exposición, no se explicaba có­ mo alguna obra de tanta calidad no había sido adquirida, y se la queda­ ba –ella, que tenía fama de venderlo todo–; en alguna ocasión, se produ­ cía el flechazo en el estudio del ar­ tista e intentaba reservarla. La exposición que pudo verse

durante el pasado otoño, Punto de encuentro, mostraba el hueco que encontró la galerista cuando abrió a mediados de los ochenta, en un sis­ tema del arte al que en nuestro país le quedaba mucho por crecer. Des­ de el inicio, Soledad Lorenzo –si­ guiendo el modelo de Juana Mor­ dó– decidió tener una galería de ar­ tistas, no de tendencias. Había artistas españoles muy destacados singalería,obieninsatisfechosante la imposibilidad de encajar bien en­ tre las pocas galerías que trabaja­ ban a nivel profesional, como los ya consagrados Tàpies o Palazuelo –versiones contrastadas de la abs­ tracción–, y otros pertenecientes a las siguientes generaciones, como Ángeles Marco y Soledad Sevilla, Pérez Villalta, Juan Uslé, Perejau­ mey AdriàJulià, en un abanicodes­ de el constructivismo a la neofigu­ ración y la apertura a planteamien­ tos conceptuales. A los que iría sumando, casi como sello de la casa, los jóvenes vascos: Badiola, Euba, Irazu, Prego y Ana Laura Aláez. En suma, Punto de encuentro de al­ >

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02 ERIC FISCHL: EL PINTOR DOMINGUERO, 1992. El neo­ yorquino evolucionó a una figuración fuertemente expresionista. 03 LUIS GORDILLO: BEETHOVEN TOSÍA AL VERDE, 1989. Después de Alfonso Fraile con quien inauguró la galería en 1986, Gordillo sería uno de los primeros pintores en ingresar. Esta obra es ejemplo de su incerti­ dumbre ante la bidimensionali­ dad de la pintura.

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Soledad Lorenzo aglutinó en su galería a artistas de primera fila, nacionales e internacionales, figurativos y abstractos. Ahora su colección privada, en depósito temporal en el Reina Sofía y de la que exhibe una selección, hace un recorrido por cuatro décadas de creación y de vida en el arte

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04 JORGE GALINDO: CALLE ALUCINADA, 2000. Una buena muestra del interés de la galerista por las huellas de lo escatológico, que tanto admiraba en la pintura de la última etapa de Tàpies. 05 JULIAN SCHNABEL: SIN TÍTULO (LA BANANA È BUONA), 1988. Aunque a Soledad Loren­ zo no le intere­ só la transvan­ guardia, sí apostó por los chicos malos del escenario estadounidense posmoderno. Schnabel expuso en tres ocasiones en su galería. 05


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> gún modo mostraba la importan­ cia del rigor formal en sus múltiples posibilidades, a cargo de maestros y en su día jóvenes descubrimientos, que demostraban el acierto de la galerista. Cuestiones personales refleja el momento de la internacionaliza­ cióndelaescenadelarteenEspaña, en la que Soledad Lorenzo aportó un granito de arena sustantivo, con su presencia en las ferias más pres­ tigiosas como Basel –donde fue premiada por la Federación de Ga­ lerías Europeas en el 2009, siendo la primera vez que se otorgaba el galardón a un galerista del área me­ diterránea– y su empeño en traba­ jar con artistas y galeristas estadou­ nidenses, asumiendo en ocasiones tareas que se hubiera esperado que desempeñaran instituciones. Ya a finales de los 80 plantea una colec­ tiva en la que participan David Salle y Erich Fischl, con estupendas telas en esta exposición. Pero será a me­ diados de los 90 cuando se acentúe la presencia de artistas neoyorqui­ nos, como Robert Longo, Julian Schnabel y George Condo, y en es­ pecial, de la costa oeste –como tan­ tas veces ha reconocido Soledad, “mitentación”–conTonyOurslery Paul McCarthy, de quien se mues­ tran aquí una serie de fotografías de

En el estudio de Louise Bourgeois en Nueva York la galerista hizo medir la ‘Araña’ para ver si cabía en su sala la performance que realizó en la ga­ lería. También hay fotografías de Catherine Opie –resultado de la co­ lectiva Cruising L.A., celebrada en su galería en 1997. Artistas todos ellos que cuestionan la identidad, como hace la artista valenciana afincada en Nueva York Victoria Civera, aquí con su extraordinaria escultura Blanquita, 2008. Y las performers Itziar Okariz y La Ri­ bot, que durante quince días en el 2002 presentó Still distinguished en la galería y de la que se muestra el vídeo Another pa amb tomàquet, próximo a la estética de lo abyecto. Como puede verse en esta expo­ sición, en las últimas décadas Sole­ dad Lorenzo apostó por artistas inscritos en tendencias micropo­ líticas, como la crítica a la especu­ lacióninmobiliariadeJuanUgalde, la pintura poscolonial de Manuel Ocampo, y la revisión de la me­ moria histórica de la portuguesa Adriana Varejão. En total, medio centenar de obras que muestran la plenitud de la galerista, que ha in­ tentado llenar con esta donación el enorme vacío que dejó tras el cierre de su establecimiento. | Colección Soledad Lorenzo. Cuestiones perso­ nales COMISARIOS: MANUEL BORJA­VILLEL Y SALVADOR NA­ DALES. MUSEO REINA SOFÍA. MADRID.WWW.MUSEO­ REINASOFIA.ES. HASTA EL 5 DE MARZO

La artista ante su obra ‘Estil Internacional (Mur d’Ònix)’, en la muestra de Fabra i Coats Centre d’Art ‘Matèria primera’

perfil de Lúa Coderch

La voz que crea espacios SÒNIA HERNÁNDEZ

Lavozpuedeserunaobradearteque revela toda una vida. Incluso si no emite más que sonidos carentes de sentido y que, por tanto, nunca for­ marán palabras. Y como objeto artís­ tico,comosisetrataradeunaescultu­ ra,creaunespacioasualrededordes­ de el mismo momento en que se produce. Este tipo de reflexiones son lasqueseaprehendenenlaconversa­ ción con la artista barcelonesa Lúa Coderch (Iquitos, Perú, 1982), o bien al acercarse a sus proyectos. De la misma manera que muchos pintores aseguran que realizan auto­ rretratos porque ellos mismos son el modelo más cercano, Lúa Coderch empezó a trabajar con la voz porque, comenta, “me pareció el primer ma­ terial, el más disponible. Incluso la primera máscara”. Desde entonces, la ha utilizado “de mil maneras dife­ rentes”: para analizar los tópicos con que se quiere romper una relación sentimental; para memorizar la letra delcancionerorepublicanoenunho­ menaje con que quiere recordar y a la vez distanciarse ideológicamente de sus abuelos, que apoyaron al bando nacional durante la Guerra Civil; y para enviar cartas en vídeo a las per­ sonas queridas desde lugares recón­ ditosenlosqueinstalaunrefugiopre­ carioparaponerapruebasuresisten­ cia en su proyecto Shelter. Parte de este proyecto, con el que

ganó la beca de la Fundación BBVA a la Creación de Videoarte, puede ver­ se en la exposición de Àngels Barce­ lona. También otras piezas con las que reflexiona sobre “el hecho de ser privado de la posibilidad de enunciar algo y que tu sonido sea como una es­ pecie de sinsentido, una cosa mons­ truosa y no articulada, un blabla­ blá…”. Los trabajos de la poeta cana­ diense Anne Carson, Sylvia Plath, Samuel Beckett o el crítico Jan Ver­

las claves LA ARTISTA Lúa Coderch cambió los estudios de Dere­ cho (casi concluidos) por Bellas Artes y un máster en Producción e Investigación artística. LA OBRA Considera su práctica artística básicamente un ejercicio de exploración alre­ dedor de preguntas concretas. woertsonreferentesenlaspiezasex­ hibidas.Unoscojines“blandos,silen­ ciosos, mullidos y decorativos” re­ presentan el terrible sentimiento de Plath cuando necesita manifestar un pensamiento que no puede verbali­ zar. También hay una máquina de fa­ bricar voz y “esculturas verbales”.

XAVIER CERVERA

AlacabarelinstitutoestudióDere­ cho, que casi terminó. En una de sus piezas explica cómo dos asignaturas pendientes acercan más a la idea del enorme esfuerzo que tuvo que hacer que si dijera que concluyó la carrera. Aunquedefiendeladimensiónestéti­ ca del Derecho, se acabó imponiendo su práctica artística, muy vinculada a la investigación académica. Después de acabar Bellas Artes especializán­ dose en escultura y un máster en Pro­ ducción e Investigación artística, en septiembre del año pasado defendió su tesis doctoral. Aseguraque“laestéticanosaporta un tipo de conocimiento específico del mundo que nos rodea que es difí­ cil conseguir en otros ámbitos. Nos permite relacionarnos con la piel de lascosasyentendercómonosafectan y cómo las percibimos”. Ubica su “punto cero de conciencia estética” en su niñez, cuando sin saberlo reali­ zaba sus primeras instalaciones para fingir que se había duchado: salpicar las baldosas, llenar de vaho el baño, mojarlastoallasyhumedecerseelca­ bello le daba más trabajo que duchar­ se,peroleayudóareflexionarsobrela cantidad de indicios que se necesitan para crear una imagen. Desde enton­ ces, su biografía tiene una presencia destacada en sus proyectos, a través de los cuales la artista se va ficcionali­ zando progresivamente, como ocu­ rre con la distancia desde la que ob­ serva su nacimiento en Perú durante un viaje de sus padres. Con la narración y las reflexiones que está construyendo ya ha conse­ guido varios premios y sus obras han podidoverseenmuestrascolectivase individuales en el Macba, Fabra i Coats,FundacióJoanMiró,ArtsSan­ ta Mònica o la Fundació Suñol . | Lúa Coderch The girl with no door on her mouth ÀNGELS BARCELONA. BARCELONA. WWW.ANGELSBARCE­ LONA.COM. HASTA EL 30 DE MARZO


Desde que descubrí a Cima da Conegliano no he dejado de pensar en él; su aparición ha sido cíclica gran pastelista pero pintora a años luz de ambos artistas. Más allá de estas disquisiciones de historiador del arte, un viaje es siempre un descubrimiento. Y llegué enfermo de pintura como si las aguas verdes de la laguna se hubiesen convertido en óleo puro.

ARTES

por Bellini, su preferencia por Tizia­ no o el Veronés y su poca querencia por Tintoretto pero no estuve de acuerdo en su animadversión por la pintura del XVIII, especialmente el desdén con el que trata a Tiepolo o Piazetta y en cambio su atracción por Pietro Longhi (quizás pensó que era un ancestro) o Rosalba Carriera,

Cima da Conegliano: ‘Madonna col Bambino in trono e santi’ (detalle)

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Me gusta leer mientras viajo para intelectualizar la mirada. Mirar y después leer, siempre en este orden como sugería Tom Wolfe en La palabra pintada. Hace unos meses recorrí Venecia en busca de la pintura. Redescubrí la poesía de Giovanni Bellini, la fuerza de Carpaccio, la grandeza de Tiziano, la magia de Giorgione y el movimiento de Tintoretto. Comprendí la acrobacia esceno­ gráfica de Tiepolo y la sutileza de los vedutistas, Canaletto más descriptivo, Guardi más narrati­ vo. Cuando llegaba al hotel con­ frontaba lo que habían visto mis ojos con las palabras que escribió Roberto Longhi en Viatico per cinque secoli di pittura veneziana (aún no traducido entre noso­ tros), ensayo que redactó un lejano dopoguerra después de visitar una muestra de pintura veneciana in situ. Coincidí más o menos con su veredicto, su amor

Desde que descubrí a Cima da Conegliano no he dejado de pensar en él. Su aparición fue cíclica. Lo vi por primera vez en la Accademia, el gran retablo de la Virgen sentada en su trono bajo una lluvia de cabezas de ángeles y a ambos lados, simétri­ camente dispuestos, los santos como lacayos. Pensé que era de Bellini. Después lo reencontré en Santa Maria del Orto y casi miré más su maravilloso San Juan Bautista que los dos Tintorettos. Me fijé en el árbol más bello jamás pintado cuyo tronco y hojas se recortaban sobre el cielo mientras respiraba el aire de un tiempo detenido, tan feliz. Y ya cuando nos íbamos, por azar, encontré una tabla extraordina­ ria en una iglesia intrascendente. Puse un euro en la caja metálica junto al altar para que se hiciese la luz y como salido de un mundo antiguo aparecieron los santos junto a la Virgen y se quedó su nombre clavado en la cima de mi memoria.

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Cinco siglos de pintura veneciana

ARTUR RAMON

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opinión


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EL AGUA Y LA CULTURA Esencial para la vida, desde la antigüedad se han fabricado recipientes para transportarla y contenerla, y más adelante para publicitarla; ahora, las botellas se han convertido en reclamo y en valor por ellas mismas

Diseños que entran por la vista

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DANIEL GIRALT­ MIRACLE

Aunque la definición académica nos diga que el agua es un líquido incolo­ ro, inodoro e insípido, su presenta­ ción para el consumo humano se ha convertido en un campo más en el que inciden las empresas que comer­ cializan las aguas, para abrir nuevos mercados, sin dudar incluso en ofre­ cerlas como elemento diferenciador o producto de lujo. De este modo, la alianza entre di­ señadores, nuevas tecnologías y ex­

pertos de estrategias de difusión y económicas han transformado de­ terminadas aguas minerales envasa­ das en productos codiciados, por su ergonomía, belleza o singularidad. Loquealprincipioteníaqueserun envase cuya única misión era la de trasladar el agua, con el tiempo fue derivando en un nuevo producto que debía ser identificable, para diferen­ ciarlodeenvasesdeotrasmarcas,pe­ ro a la vez variable para poder distin­ guir si el agua de una misma comer­

cializadora era con gas o sin gas; ligero para facilitar su transporte, de tamañosdistintos,parasatisfacerne­ cesidades distintas; ergonómica para facilitar su uso al consumidor… De manera que cada vez más se fue ahondando en aquello que definía la botella: su diseño y etiqueta. Del en­ vase de cerámica, se pasó al de cristal y de este al PET, una variante del plástico; de las etiquetas de papel im­ preso pegadas, se pasó a serigrafiar­ las directamente sobre el cristal o a imprimirlas digitalmente también sobre el cristal o aluminio; de los ta­ pones cerámicos se pasó a los de alu­ miniooalosdeplástico,delosdepre­ sión, a los de rosca; diversos procedi­ mientos que con el tiempo se han ido recuperando y actualizando. Sin em­ bargo,loquemásllamalaatenciónes la gran variedad de diseños de los en­ vases, en una moda que empezó en París, se instaló con éxito en Nueva Yorkyhoyesdealcancemundial.In­ cluso, las estrellas de cine, los mode­ los o las celebrities exhiben una bote­ lla de agua, como antes lo hacían con determinados vinos o refrescos, de los que se convertían en imagen pu­ blicitaria. La nueva gastronomía y la cultura de vino son cada vez más exigentes y buscan la excepcionalidad, lo que re­ percuteenlacalidaddelosalimentos ycaldosquesedemandanyelaguaha alcanzado también este estatus. Se analiza y compara su dureza, si es ba­ ja o no en sodio, si es rica o no en cal­ cio,si esyodada,si tiene máso menos oxígeno,sucolor,siestánenriqueci­ das con algún mineral, incluso, aunque en teoría sea insípida, se valora sabor, sin olvidar que ca­

01 Anuncio de agua mineral Magnum, c. 1900 02 Botella de agua fabricada en baque­ lita que imita el mármol. Noviglia, Italia, década de 1920 03 Philippe Starck diseñó para la fundación France Libertés la botella ‘Feuille d’eau’, “rellenable con agua del grifo”. 04 El creador de moda Paul Smith firma este envase de la firma Evian. 05 Cartel del agua mineral Rubinat, España, c. 1900. 06 Botella de agua de viaje hecha en cristal y procedente de Tiro, Líbano, siglo IV. FOTOS: GETTY

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da vez más aparecen en el mercado aguas con aromas frutales. Las hay para todos los gustos y necesidades y los nuevos gourmets del agua han creado una tendencia que ha hecho aumentar sus mercados, llegando a crearse la moda de las aguas 5 estre­ llas,quenotieneelmismoprecioque las aguas normales, lo que no parece ser un impedimento para su éxito. Esteelementodeconsumodelque los humanos no podemos prescindir nos ha acompañado desde siempre, poresosurecogida,transporteycon­ servación ha sido una de las preocu­ paciones de la humanidad, pero hoy

Del envase de cerámica se pasó al de cristal y de este al PET; de las etiquetas impresas y pegadas a la serigrafía su uso ya no se limita a saciar la sed. Laimagendeunhombreounamujer contemporáneos circulando por la ciudad con un botellín de agua entre sus manos es habitual. Y si hay quien se detiene en los pormenores de cada agua, normalmente se prescinde de su composición química, para cen­ trarse en alguna propiedad terapéu­ tica que llame la atención, y su enva­ se. De aquí que cada vez más las co­ mercializadoras de agua den más relevancia al di­ seño e intenten sofisticar­ lo en busca de nuevos consumidores, in­ cluso recabando la colaboración de diseñadores


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Muchas posibilidades

Es curioso que los tres envases de vi­ driorecientesdeaguasespañolasque nos han venido a la memoria hacien­ do este repaso recurren a las serigra­ fiasyalastransparencias,yaqueÁlex de Marco también usó este recurso pararealizarunaediciónlimitadapa­ ra el agua Cabreiroá, en la que apro­ vechaba la verticalidad de los faros para serigrafiarlos sobre el cuerpo de las botellas. En este ranking no pueden faltar 04 dos botellas, la de las aguas de Su­

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de Diseño, han incidido en este cam­ po. Ferrer lo hizo de la mano de Agua de Lunares, para la que diseño una botella de perfil convencional en la que jugando con las transparencias situo unas etiquetas ilustradas con los cuatro elementos de la naturaleza en una evocación más lírica que des­ criptiva.Porsuparte,PatiNuñezrea­ lizó para Fuensanta una botella de ediciónlimitadadirigidaalsegmento alto de la hostelería y tiendas gour­ met, en la que sobre el cristal total­ mentetransparenteserigrafiódistin­ tos helechos que circundan la botella creando un trampantojo que nos acerca a la naturaleza.

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dáfrica Blue Republic, de forma esfé­ rica y con un casquete metálico en su partealta,rememorandounglobote­ rráqueo y su polo Norte, y las botellas delaguaBlingH2O,undiseñorefina­ do y depurado, del que se han hecho distintasvariantes,todasellasconin­ crustaciones de cristales de Swarov­ ski,unproductolanzadoporunpare­ ce ser famoso guionista y productor deHollywood,quehizodianacones­ te diseño que promocionan y consu­ men las celebrities. No podemos acabar esta revisión sin hacer la reflexión de que todos los soportes resultan válidos para publi­ citar o apoyar cualquier producto. Como muestra la apuesta realizada por Evian, primero, y por Font Vella, unos años después, presentando co­ lecciones dedicadas a Star wars. La marca francesa con cinco botellas de distintasaltura,grafismoycoloración que simulan los protagonistas de esta famosa serie, y la española con un packde seisbotellasiguales que se di­ ferencian por el etiquetaje que las re­ cubre, que representa distintos per­ sonajes de la serie cinematográfica. Vemos pues que son muchas las posibilidades que ofrece el diseño de botellas de agua, que ya se han con­ vertido en territorio para la creativi­ dad, que incluso ha comportado la existencia de un premio internacio­ nal, el Global Bottled Water Awards, que se conceden anualmente y que en el 2017 tuvo como sede la ciudad de Barcelona. Y es por todo ello que conclui­ mosquehoyelaguanoes tan transparente ni invi­ sible como nos dicen. |

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de prestigio de otras disciplinas, o apuntándose a iniciativas solidarias, como hizo el agua Solan de Cabras, con la edición en rosa de su caracte­ rística botella azul que recuerda a una garrafa. Esta carrera por hacer la botella más atractiva hace años que se inició y aún sigue, por lo que no pretende­ mos hacer un repaso exhaustivo de esta producción botellera, sino que solorecordaremosunosejemplos,al­ gunos incluso antiguos pero que sin duda están en el imaginario colecti­ vo. Pensamos que en propuestas de reconocidos diseñadores internacio­ nales de producto como Phillipe Starck, que proyectó botellas para el agua Saint¬Georges, procedente de un manantial de Córcega; yuna bote­ lla de agua de plástico reutilizable, cuyas ventas estaban destinadas a una función filantrópica francesa quepromovíalaideadequeelaguaes un bien universal; así como Ora­Ïto, que hizo la botella esférica para el agua noruega Ogo; Neil Kraft, exdi­ rector creativo de Calvin Klein, que firmóelesencialyelegantediseñodel envase del agua noruega Voss; o los también diseñadores de moda Ken­ zo,ChristianLacroix,JeanPaulGau­ tier, Paul Smith, Issey Miyake o Elie Saab, que se apuntaron a esta moda para realizar ediciones limitadas pa­ ra la francesa Evian, empresa que también confió un diseño que hizo fortuna a la firma Landor, que en su forma alude a los Alpes, una alusión, la de la montaña, a la cual también ha recurrido la española Lanjaron. En nuestro país diseñadores de prestigio como Isidro Ferrer y Pati Nuñez, ambos premios Nacionales


ESCENARIOS

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El maestro dirige ahora con los ojos

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perfil de Valery Gergiev, director de orquesta

ROBERTO HERSCHERR

Hace un cuarto de siglo, cuando co­ menzó a viajar a España con su Or­ questa Mariinski de San Petersbur­ go,sepodíaentenderelestilodediri­ gir de Valery Gergiev sin necesidad de escuchar a la orquesta: bastaba conmirarlosgolpesconstantes,pre­ cisos y enérgicos con la batuta, el gesto imperioso de subir o bajar el volumen y la intensidad con la mano izquierda, la forma en que su cuerpo se cimbraba o daba saltos al impulso de su propia energía, la manera en queflotabasumechóndepelorebel­ de, cuidadamente descuidado. Pero las cosas han cambiado. Los músicos de orquestas españolas que han tocado recientemente bajo su

dirección, como los de la Orquesta Sinfónica de Barcelona y Nacional deCatalunya(OBC)elañopasado,lo encuentran menos volcánico y más introspectivo. Ahora dirige princi­ palmente con los ojos. Esos dos car­ bones negros, escrutadores, que an­ tes reforzaban sus gestos hoy son el eje de sus indicaciones y su expresi­ vidad. Con los ojos o con todo el cuerpo, el maestro Gergiev parece siempre estar atento y siempre sintiendo la música con una emotividad muy es­ lava. Dice en sus entrevistas que he­ redó la parte del control de su padre, un militar que murió cuando Valery tenía catorce años, y la sensibilidad artística de su madre. Así comenzó

muy joven como asistente de Yuri Temirkánov, el director del Ma­ riinski, que en la era soviética se lla­ maba Kirov. En tres décadas subió a directorartísticoyasuactualpuesto de director general y zar de los cuer­ pos orquestales, los coros, el ballet y los técnicos de una sala de concier­ tos,otradecámara,unteatrodeópe­ ra tradicional y otro, gigantesco y de última tecnología, terminado hace tres años con presupuesto millona­ rio.Entotal,másdedosmilpersonas y el mayor complejo musical del mundo bajo su atenta mirada. Gergiev nació en Moscú en 1953 pero muy pequeño se mudó con sus padres a la que considera su patria chica, Osetia del Sur. Siempre con­

testa en las entrevistas que ya de ni­ ño quiso ser director de orquesta, y a los veintidós años, en 1975, ganó el prestigioso concurso Herbert von Karajan para directores en Berlín. Tras un período de perfecciona­ miento en la Orquesta Estatal de Ar­ menia, en 1988 volvió al Kirov, don­ de desde entonces ordena y guía el camino artístico de una orquesta que bajo su égida subió a los más al­ tos escalones de prestigio sinfónico. En los noventa mostró con el Ma­ riinski versiones espectaculares de losclásicosdeMúsorgski,Chaikovs­ ki y Stravinsky, de los que se apropió como defensor y especialista. Tam­ bién llevó la música de su patria a las grandes salas, como el Covent Gar­ den de Londres o el Metropolitande Nueva York, donde estrenó con éxi­ to rotundo Guerra y paz de Prokó­ fiev. En esa ópera dio a conocer al mundo a uno de los tantos talentos que descubrió y alentó; la descollan­ te soprano Anna Netrebko. Poco a poco, junto con el reperto­ rio ruso que siempre lo acompaña, empezó a destacar con versiones de músculo, sutileza y precisión del gran repertorio alemán. Tras casi un siglo sin que se pusieran en escena en Rusia, produjo versiones vibran­ tes, llenas de matices, de las obras

Valery y Vladimir: alianza polémica En marzo del 2015, cuando asu­ mió la dirección de uno de los pilares del sinfonismo alemán, la Sinfónica de Munich, la periodis­ ta de la radio pública germana Deutsche Welle, Anastassia Boutsko, le preguntó a Gergiev por su relación, vista en Occiden­ te como peligrosamente cercana, con el poderoso presidente ruso Vladimir Putin. Alterado, Gergiev contestó: “¿Le parece que corra por ahí gritando: ‘Tenemos un presidente espantoso en Rusia’? Opino que estoy mucho mejor informado de lo que hace real­

mente el presidente Putin que los que gritan precisamente eso. Es muy importante que el presidente de un país entienda que la cultura y la educación tienen un papel clave. Y Putin lo entiende. (…) Putin es simplemente mucho más inteligente que otros”. Su defensa sin fisuras de Putin lo coloca en un lugar poco habi­ tual para un director de orquesta, y muchos relacionan esta cerca­ nía (que Gergiev data en sus orí­ genes en el siglo pasado, cuando el presidente era vicealcalde de la entonces Leningrado) con la

Puitin atento a un discurso de Gergiev en el 2013

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cantidad y rapidez con que el dinero fluyó para el nuevo Teatro Mariinski y los auspicios públicos a producciones y giras. Cuando Rusia ocupó la penín­ sula de Crimea luego de que los proeuropeos quitaran el poder en Ucrania a los prorusos en el 2014, Gergiev firmó con otros 510 artis­ tas rusos una carta muy polémica, apoyando al presidente Putin. Esta declaración provocó re­ vuelo en muchos países, pero sólo Ucrania tomó medidas concretas: en Kiev todavía están prohibidas sus presentaciones. R.H.


Puede ser al mismo tiempo paternal y exigente hasta la rudeza, pragmático y generoso en el podio 2002 también creó y se hizo cargo del Festival de Pascua en la capital rusa.Ycasicadaañoorganizaunfes­ tivalparalosgrandesaniversariosde los grandes compositores rusos, donde alterna los caballos de batalla de siempre con las rarezas que él vuelve a la vida: ya lleva dos festiva­ les Chaikovski, con cuya desaforada sensibilidad parece encontrar espe­ cial afinidad, y uno con la música de la gran víctima del control soviético sobre las artes, Dimitri Shostakó­ vich. En este siglo es uno de los directo­ res más apetecidos por las principa­ lesorquestasmundiales.Desde1997 está a cargo de la Orquesta Mundial para la Paz creada por Georg Solti y

En las fotos, Gergiev dirigiendo en el 2017, 2015 y 2013

FOTOS GETTY

ESCENARIOS

programaba dos de las columnas vertebrales de la juventud revolu­ cionaria del gran Igor, pero Gergiev nos propinó Petrushka, El pájaro de fuego y La consagración de la prima­ vera, con dos intervalos, en tres ho­ ras magníficas y demoledoras. Un Gergiev sudoroso y agotado sonreía tras su hazaña, y el público barcelo­ nés que estuvo presente, lo recorda­ rá por años. En febrero del 2016 trajo a Barce­ lona otro de sus desafíos memora­ bles: juntó a sus fuerzas del Mariins­ ki con los músicos de la OBC para una interpretación monumental de la Cuarta Sinfonía de Shostakovich. Unos 130 músicos se apiñaban en el vasto escenario del Auditori. Los so­ listas principales de cada cuerda de la OBC, acostumbrados a sus pues­ tos de privilegio y a que el colega del

En el 2016 dirigió al Mariinski y la OBC, 130 músicos en el escenario del Auditori: una noche mágica costado pasara las hojas de la parti­ tura, debían echarse ellos mismos adelante para pasar las hojas, en de­ ferencia con sus colegas rusos. ¡Era digno de verse! Dos cuerpos orques­ tales muy distintos, dos tradiciones tocandounaobraallímitedelogran­ dioso. Y los ojos flamígeros de un maduro Valery Gergiev controlán­ dolotodo,levantandoyacallandolas olassonorasdeunapartituraembra­ vecida en una noche interminable y mágica para el público barcelonés. | Mahler Sinfonía nº 2, ‘Resurrección’ ORQUESTASINFÓNICADELTEATROMARIINSKI/CORIBER­ CAMERA. VALERY GERGIEV, DIRECTOR. L’AUDITORI. 13 DE FEBRERO

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sus apariciones con las filarmónicas deBerlín,Viena,París,NuevaYorko Los Ángeles y las sinfónicas de Chi­ cago, Cleveland, Boston y San Fran­ cisco, además de la del Royal Con­ certgebouw de Amsterdam, son puntos altos en cada una de estas ciudades. Como ejemplo de su lealtad a las orquestas que confiaron en él en tiempos pretéritos, sigue actuando con la Filarmónica de Rotterdam, con la que estrenó buena parte de su repertorio actual en su carácter de director titular de 1995 al 2008. Gergiev fascina hoy en el mundo de la música clásica como uno de los pocos artistas originales, insustitui­ bles, con sus complejidades y sus ambigüedades. Es un audaz inicia­ dorde nuevasaventuras musicalesy a la vez un tradicionalista en reper­ torio y en apego a cuerpos orques­ tales con los que lleva décadas de relación. Es exigente hasta la rudeza y al mismo tiempo paternal con sus jóvenes promesas. Y puede ser a la vez la mar de pragmático en su rela­ ción con teatros y programadores y un derroche de generosidad en el podio. En España dio varias muestras de este incansable espíritu que a veces lleva a la agradecida extenuación a su público. Con la ópera del Palau de les Arts de Valencia inició la tempo­ rada 2009­2010 con un Les troyens deBerliozimponenteytremendoen lo musical y desafiante, desigual en una nueva puesta en escena de La Fura dels Baus. Tras cinco horas al mando de la precisa orquesta de Les Arts,hastaloscríticos,muchosagra­ decidos con el sonido suntuoso de la orquestación de Berlioz, queríamos que Troya cayera de una vez en ma­ nos griegas. Y en Barcelona recuer­ do una lección de cómo se tocan los siempre modernos clásicos de Stra­ vinsky. Nadie se hubiera quejado si

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maestras de Wagner: Parsifal y las cuatro partes de El anillo del nibe­ lungo. En su incansable andar, durante unadécadacombinósuscompromi­ sos rusos con los de director titular delaOrquestaSinfónicadeLondres, la decana de las inglesas, con la que grabóunaintegraldelassinfoníasde Mahler, hoy de referencia. Y en el 2015 asumió un reto mayúsculo co­ mo director de la Sinfónica de Mu­ nichtraslamuertedellegendariodi­ rector norteamericano Lorin Maa­ zel. Se rumorea que en breve cumplirá uno de los pocos desafíos quelefaltacumplir:dirigireneltem­ plo de los fanáticos wagnerianos, el Festival de Bayreuth. No es que le falten festivales: en 1993 fundó el Festival de las Noches Blancas de San Petersburgo, en el

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Figura tan indiscutible como polémica, el director de orquesta ruso Valery Gergiev regresa a Barcelona con la Orquesta del Teatro Mariinsky de San Petersburgo, al frente de la cual cumple ya tres décadas. Oportunidad de ver –y oír– a un artista complejo, original y arriesgado


La interpretación de los objetos es subjetiva, pero ofrece datos objetivos sobre sus poseedores y la época en que vivieron. Cuando se cumplen 200 años del nacimiento de las autoras de ‘Jane Eyre’ y ‘Cumbres borrascosas’ una biografía arroja luz sobre las escritoras a través de sus joyas o costura

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Las hermanas Brontë en nueve objetos ISABEL GÓMEZ MELENCHÓN

ANNE, EMILY Y CHARLOTTE BRONTË retratadas por su hermano Patrick Branwell, a quien podemos ver de forma borrosa en el fondo de la pintura, c. 1834 NATIONAL PORTRAIT GALLERY / GETTY

“Las hermanas Brontë cosían, pela­ ban, cocinaban pudin, escribían un poco y regresaban a sus labores del hogar”. Ese “poco” que escribían alumbró cimas de la literatura uni­ versal,unhechoquesiemprehaintri­ gado a críticos y biógrafos, asombra­ dos porque de un mundo tan cerrado pudieran surgir prodigios como Cumbresborrascosas (obradeEmily) oJaneEyre (deCharlotte).Sí,lasher­ manas Brontë vivieron vidas ordina­ rias, rodeadas de cuchillos para pelar patatas, agujas para coser vestidos y plumas para escribir cuando podían hacerlo. A todos estos objetos se re­ mite Deborah Lutz en El gabinete de las hermanas Brontë. Nueve objetos que marcaron sus vidas (Siruela), una documentada, sensible y muy bien escrita biografía que rastrea la in­ fluencia de sus utensilios cotidianos, que es tanto como decir sus vidas, en la obra literaria de los Brontë. Cuatro hermanos que fueron seis, las dos mayores, María y Elizabeth, murieron en la infancia de tisis con­ traídas en el internado. Fue por ello que las otras hijas, Charlotte (1816­ 1855), Emily (1818­1848) y Anne (1820­1849), y el hermano Branwell (1817­1848),untantobalaperdidape­ ro que también experimentó conatos de escritor y artista, se educaron en casa, donde no había mucho que ha­ cer, salvo ayudar a la criada Tabby con las labores del hogar, dibujar y dar largos paseos por el campo con losperrosdelafamilia.Yescribir.Co­ mo explica Lutz, en 1829 “todos los hermanos Brontë supervivientes eranpresadeloqueBranwelldefinía, con su recién aprendido latín, como furor scribendi”. Los cuatro concibie­ ron un mundo propio y fantástico mucho antes que Tolkien imagina­ >


MIRADAS MUERTE Y RELIQUIAS. Los “turistas victoria­ nos” sentían predilección por los escritores; pronto tanto la rectoría de Haworth como los escenarios de las novelas de las Brontë se vieron inundadas por los visitantes. Tumba de Anne en Scarbo­ rough. GETTY

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MASCOTAS. Como era habitual, la familia convivía con animales, gatos, gansos, hasta un halcón, pero sentían predilección por los perros. Estos collares pertenecieron a Flossy, el perro de Anne (izquierda), y Keeper, el perro de Emily, y llevan escrito el nombre de su propietario oficial, el reverendo Patrick Brontë. BRIDGEMAN

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RECUERDOS. El arte postmortem, y en especial la joyería capilar vivió un momento de esplendor a media­ dos del XIX. Esta pulsera pertene­ ciente a Charlotte Brontë y que luce en su centro varias amatistas está confeccionada con los cabellos trenza­ dos de Anne y Emily. BRIDGEMAN

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ESCRITORIOS. Los victorianos adoraban las cajas y cajones donde ordenar sus cosas, especialmente el recado de escribir; las Brontë no fueron ajenas a la fiebre de los escritorios, este perteneció a Charlotte y se conserva en la casa de Haworth, es de madera oscura y de diseño simple, ya que no podía costearse uno más lujoso. GETTY


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> ra el suyo; lo llamaron Glass Town Federation y estaba formado por los reinosdeAngria,acargodeCharlotte yBranwell,yGondal,conEmilyyAn­ ne. Pero no sólo crearon las historias, también los libros. Los hermanos, en su furor, utilizaban todo cuanto caía en sus manos: hacían anotaciones en loslibrosdelacasa,decocina,degeo­ grafía o de cualquier materia, obras que llegaban desde la biblioteca am­ bulante a la que estaba suscrita la fa­ milia o que compraban en tiendas de segunda mano. También reciclaban: el coste del papel era muy elevado, debido a su composición, sobre todo de trapos viejos, antes de que empezara a co­ mercializarselapulpadepapelafina­ les del siglo XIX. La experta en esta tarea era Charlotte: recortaba ocho pliegos rectangulares de 5 cm por 3,5 y los doblaba por la mitad, luego re­ cortaba un rectángulo más grande de papel marrón recuperado de algún envoltorio, también lo doblaba y lo cosía de forma que fuera la cubierta,

el bicentenario Nacidos con pocos años de diferencia entre ellos, la celebración del bicentena­ rio de las hermanas Bron­ të iniciada en el 2016 y que concluirá el 2020 ha pro­ piciado, además de la obra de Deborah Lutz, la reedi­ ción de sus novelas (Alian­ za, Alba y Planeta). Alba además ha reeditado la primera biografía de Charlotte a cargo de Eliza­ beth Gaskell.

Emily escribía mientras planchaba o cocinaba, siempre llevaba un lápiz y un trozo de papel encima así conseguía un librito diminuto de 16 páginas. Hasta bien entrada la ju­ ventud siguieron componiendo estos relatos, llegando a juntar más de un centenar de libros en miniatura. Tambiénsemantuvolacostumbrede escribir en compañía: durante los pe­ riodos en que los hermanos coinci­ dían en la casa paterna de Haworth –casi todos buscaron trabajo como preceptores o institutrices para man­ tenerse, aunque no retuvieron mu­ cho tiempo sus puestos– escribían a solas de día y a partir de las 9 de la no­ che se sentaban juntas y discutían sus tramas;EmilyyAnnecolaborabanen sus poemas. A Emily le costaba escri­ bir con pluma, primero de ganso y más tarde con portaplumas de made­ raconplumasmetálicas:suescritorio y manuscritos están llenos de borro­ nes producto de esta lucha. Para las hermanas los escritorios se convirtieron en un objeto impres­ cindible, y no sólo para ellas: durante

la era victoriana se pusieron de moda los secretaires portátiles, de buenas maderas y acabados. Las Brontë guardaban en ellos sus escritos pero sobre todo su correspondencia, la ra­ zóndelaugedeestosartilugiosreple­ tos de mecanismos y cajones escon­ didos.Hastalaintroduccióndelosse­ llos era el destinatario quien pagaba al cartero en la puerta de casa, lo que daba lugar a situaciones embarazo­ sas, ya que el precio dependía de la distancia y el peso y número de plie­ gues, convirtiendo así el correo en un artículo de semilujo. Con el desarro­ llo del ferrocarril y la introducción del franqueo nacional de 1 penique el envío de cartas se popularizó y surgió una fascinación por los sellos, con­ vertidoscasiqueenmoneda,alpunto que Charlotte llegó a utilizarlos para pagar pequeñas deudas. Charlotte, que desde niña mantenía una corres­ pondenciaconsuamigaEllenNussey –cuyo hermano llegó a pedirle matri­ monio y a la que envió unas 500 car­ tas–fuedelasprimerasenutilizarso­ bres en lugar de hojas grandes donde cabían la dirección y el sello y que to­ do el mundo podía leer. “O tapicero o mujer”

La rutina en la casa de Haworth in­ cluía largas sesiones de costura. Las niñas de la época utilizaban los de­ chadoscasicomolibrosdetexto,bor­ dandoenellosleccionesdegeografía, mapassolaresoárbolesgenealógicos. Las Brontë, que tenían cada una su propio costurero, no llegaron a hilva­ nar estas florituras pero sí oraciones; de adultas siguieron cosiendo y tam­ bién lo hicieron los personajes de sus novelas;traseléxitodeJaneEyreem­ pezaron las especulaciones sobre el género de Currer Bell, seudónimo de Charlotte: la escritora Harriet Marti­ neau señaló la autoría femenina por un pasaje “sobre costura que sólo po­ día haber sido concebido por un tapi­ cero o una mujer”. Cuando Anne y Charlotte se emplearon como insti­ tutrices, el peso de la casa recayó so­ bre Emily, quien siguió escribiendo peseaestacarga.Lutzcuentaque,se­ gún las criadas, la joven escribía mientras planchaba: dejaba a un lado la plancha de hierro y garabateaba en untrozodepapel.Inclusocuandoco­ cinaba llevaba un lápiz consigo. Emilyfallecióalos30añosen1848; la familia compró guantes blancos paralosasistentesalfuneral.Charlot­ te mandó confeccionar varias joyas con el pelo de las hermanas, siguien­ do una costumbre de la época. Todos estos objetos se encuentran también en la casa­museo, junto con las plan­ chas, los utensilios de cocina y las ca­ jas de costuras. En las celebraciones del bicentenario se ha incluido una dramatización de sus vidas con el apropiado título de To walk invisible. Existencias invisibles, pero que gra­ cias a la literatura se trascendieron e hicieron historia. | Deborah Lutz El gabinete de las hermanas Brontë SIRUELA. TRADUCCIÓN DE MARÍA PORRAS SÁNCHEZ. 324 PÁGINAS. 26 EUROS

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ROPA. La costura era parte imprescindible en la vida de las mujeres, en ocasiones como entretenimiento pero en otras como necesidad, tal es el caso de las Brontë, que debían confeccionar buena parte de sus vestidos y complementos. Estos pertenecieron a Charlotte y se conservan en su habitación de la casa de Haworth. GETTY

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LIBROS DIMINUTOS. Los Brontë escribieron de niños libros miniaturas sobre una serie de aventuras en tierras imaginarias. Este, a cuatro manos entre Charlotte y Branwell, mide 2,5 x 5 cm y está hecho con papeles desechados. © PRESIDENT AND FELLOWS OF HARVARD COLLEGE


REALIDAD Y LITERATURA. Emily encontró la inspiración en sus paseos para dar nombre al protagonista de ‘Cumbres borrascosas’: Heathcliff (‘heath’ significa páramo, ‘cliff’, risco).

CARLES BARBA

DECHADOS. Los paños en los que se practican puntos de costura suponían para muchas niñas su primer encuentro con la escritura: se cosían oraciones o consejos piadosos. Este dechado con versícu­ los de los Proverbios fue bordado por Emily a los 11 años.

JUGUETES. En 1826 Patrick Brontë trajo a su hijo Branwell de un viaje a Leeds una docena de soldaditos de madera que sirvieron de inspiración para ‘The Young Men’s Magazine’, el último de una serie de tres cuadernos que Branwell escribió con Charlotte (1830).

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¿Dónde se foguean de verdad los es­ critores, por qué medios descubren los resortes de su creatividad? En la escuela del sufrimiento, haciendo el aprendizaje de la desdicha, respon­ derían probablemente un Conrad, una Virginia Woolf, un Camus. Y no digamos las Brontë, que desde muy niñas–paradecirloconeltítulodees­ ta novela– conocieron el sabor de las penas, ysupieronconvertirlalevadu­ ra de sus infortunios en triunfantes realizaciones artísticas. Jude Mor­ ganpresentayaenelarranquemismo el traumático suceso que sacudió sus infancias:lamuerteportisisdelama­ dre, quedando los seis hijos (cinco ni­ ñas y un chaval) a merced de un cléri­ gopobre,yenunconfíndelYorkshire además –la rectoría de Haworth y los ventosos páramos– que las aislaban del mundo. Pero Charlotte, Emily y Anne –las tresescritorasdelclan–consiguieron transformar ventajosamente las ad­ versidades –para más inri no tarda­ ron en morírseles las dos hermanas mayores– y en cambio el único her­ mano varón, Branwell, aunque talen­ toso,fracasóentodoyacabóalcoholi­ zado.Elsabordelaspenaslograintro­ ducirnos verosímilmente en aquel hogar rural anglicano, y describe con hondura cómo aquellas muchachas sobrellevaron tantos sinsabores: por un lado apiñándose entre sí, y des­ arrollando una fuerte lealtad, y por otro entregándose con dibujos, ver­ sos y prosas a una serie de fantasías que las transportaban a países imagi­ narios. Tendrían que pasar aún por muchaspruebasdolorosas–sobreto­ do en sus empleos como institutri­ ces– y por muertes punzantes –su

hermano Branwell– para que aque­ llos ejercicios de escritura de evasión se transmutaran en algo más serio, y las catapultaran a la escena literaria. Morgan pinta estas metamorfosis con sensibilidad, y como quien no quiere la cosa nos va convenciendo de que Jane Eyre, Agnes Grey y Cum­ bres borrascosas fueron a la postre desquites, y sus autoras las alumbra­ ron para resarcirse. Hay aquí una se­ cuencia clara del carácter purgativo de las ficciones brontëanas: en la es­ cuela para hijas de clérigos a donde han ido a parar, su director, el reve­ rendo Carus Wilson, las trata con tal saña que Charlotte, impotente para contrarrestarle, piensa: “Algún día te responderé”.JaneEyreessurespues­ ta pendiente, y en el desenlace –la fe­ liz unión de Jane con Rochester– se quita otra espina, su frustrado amor enBruselasporeldirectordeunpen­ sionado. Y Emily creando el Heath­ cliff de Cumbres borrascosas conjura sin duda a su queridísimo hermano Branwell, tan inepto para la vida co­ mo apto para causar infelicidad. Sí,lasBrontëescondíanunaimagi­ naciónsalvajetrassuportedehuérfa­ nas, solteronas, provincianas y hasta gazmoñas. Y cuando Thackeray en Londres consintió en leer Jane Eyre de un tal Currer Bell (nomme de plu­ me de Charlotte) se llevó una sorpre­ sa tan fenomenal como nuestro Ma­ ragall al confrontarse con los Drames rurals de un tal Víctor Català (tras el que se escudaba otro rugiente cora­ zón de mujer). | Jude Morgan El sabor de las penas ALIANZA. TRADUCCIÓN DE MARÍA CORNIERO. 576 PÁGI­ NAS. 12,95 EUROS

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CARTAS. Autora de una abundante correspondencia, Charlotte firmó esta misiva como“Currer Bell”, su pseudónimo durante años, dirigida al escritor Thomas De Quincey el 17 de junio de 1847 GETTY

Grupo Godó Presidente Javier Godó, conde de Godó. Consejero Delegado Carlos Godó Valls La Vanguardia Director Màrius Carol. Cultura|s Redactor jefe Sergio Vila­Sanjuán. Jefa sección Isabel Gómez Melenchón. Redacción Anna Duran, Antònia Justicia, Ignasi Moya. Diseño Anna Belil, Carol Téllez Cultura|s. Edita: La Vanguardia Ediciones, S.L. Imprime: CRE­A, Impresiones de Catalunya, SL. Depósito legal: B­6389­1958

Ruido y furia en los páramos

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MIRADAS

La novela sobre las hermanas Brontë


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