Culturas La Vanguardia 819

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SÁBADO, 3 DE MARZO DE 2018

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Guillamon y la memoria familiar

Las modelos de Corot

Música y creación digital

Un retorno al Poblenou de la inmigración y la conversión industrial P.9

El pintor francés mostró en el retrato su registro más íntimo P.12

El festival Mutek apuesta en Barcelona por la escena electrónica P.16

John Connolly, el cartógrafo de la maldad Encuentro en Dublín con el autor de ‘Tiempos oscuros’ P.4


los libros más vendidos

Semana anterior/Semana en lista N: libro nuevo en la lista

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Cultura|s La Vanguardia

Sábado, 3 marzo 2018

Establiments consultats: Badalona Saltamartí Barcelona Casa del Llibre, La Central, El Corte Inglés, FNAC, Laie, +Bernat , TROA Garbí Girona Empúries, Llibreria 22 Lleida Punt de Llibre Sabadell Llar del Llibre Tarragona La Capona Vilafranca Odisse

Ficción castellano

Ficción catalán

1 ¿Y a ti qué te pasa? 3/2 Megan Maxwell, Esencia. Menchu se va a América, hace un cambio de look y reencuentra el amor 2 Patria 2/63 Fernando Aramburu, Tusquets. Dos familias vascas ven minada su relación a causa de la violencia 3 Origen 1/20 Dan Brown, Planeta. Un profesor americano busca en Barcelona la revelación del origen del hombre 4 Carmen, la rebelde N/– Pilar Eyre, Planeta. Alfonso XIII y la actriz Carmen Ruiz Moragas vivieron un amor tempestuoso 5 Amor 7/3 Alejandro Palomas, Destino. Unos hijos intentan que su madre no se entere de una boda fallida 6 El día que se perdió el amor 6/7 Javier Castillo, Suma. El inspector Bowring desen­ traña un oscuro ‘affaire’ de amor y destrucción 7 La villa de las telas 5/5 Anne Jacobs, Plaza y Janés. Primer volumen de una serie sobre una dinastía con fábricas textiles 8 Bajo cielos lejanos 8/3 Sarah Lark, Ediciones B. Una periodista madura vuelve a la Nueva Zelanda de su infancia 9 Que nadie duerma N/– Juan José Millás, Alfaguara. Lucía recorre Madrid en taxi con intenciones mesiánicas 10 Miedo 9/3 Stefan Zweig, Acantilado. Irene Wagner, una adúl­ tera, se ve obligada a ceder a un terrible chantaje

1 Jo soc aquell que va matar Franco 3/2 Joan­Lluís Lluís, Proa. Agustí, un corrector, sufre en Argelers un bombardeo franquista 2 Por 2/3 Stefan Zweig, Quaderns Crema. Irene Wagner, una adúltera, tiene que ceder a un terrible chantaje 3 Origen 1/20 Dan Brown, Columna. Un profesor americano bus­ ca en Barcelona la revelación del origen del hombre 4 Mare de llet i de mel 4/3 Najat El Hachmi, Edicions 62. Fátima y su hija de­ jan el Rif y se van a vivir a Catalunya 5 La bruixa N/– Camilla Läckberg, Amsterdam. Patrick Hedstrom y su mujer rastrean la desaparición de una niña 6 Wonder 9/11 R.J. Palacio, La Campana. La película ha relanzado el célebre relato sobre el ‘bullying’ 7 Un amor 7/3 Alejandro Palomas, Columna. Unos hijos intentan que su madre no se entere de una boda fallida 8 Sota cels llunyans N/– Sarah Lark, Rosa dels Vents. Una periodista madu­ ra vuelve a la Nueva Zelanda de su infancia 9 La fugitiva –/3 Blanca Busquets, Columna. Una nonagenaria refle­ xiona sobre por qué se ha quedado sola 10 Quan surt la reclusa 10/2 Fred Vargas, Amsterdam. El comisario Adamsberg investiga un caso a contrapelo de su brigada

No ficción castellano

No ficción catalán

1 Fuego y furia N/– Michael Wolff, Península. Los primeros (y escan­ dalosos) nueve meses de Trump en la Casa Blanca 2 Empantanados 4/2 Joan Coscubiela, Península. El independentismo no puede seguir siendo el eje de la política catalana 3 Fariña N/– Nacho Carretero, Libros del KO. Reportaje sobre el narcotráfico gallego en los años 80 y 90 4 Qué está pasando en Cataluña 1/12 Eduardo Mendoza, Seix Barral. El autor barcelonés clarifica desde la moderación el órdago catalán 5 Memoria del comunismo 5/5 Federico Jiménez Losantos, La Esfera de los Li­ bros. De Lenin a Podemos el comunismo sigue vivo 6 La indignación activa 2/5 Baltasar Garzón, Planeta. El que fuera superjuez re­ flexiona sobre los retos que nos rodean 7 La conjura de los irresponsables 7/7 Jordi Amat, Anagrama. Por qué el consenso entre Catalunya y el Estado ha saltado por los aires 8 Cree en ti 3/22 Rut Nieves, Planeta. La autora abandona la arqui­ tectura para encontrarse a sí misma en soledad 9 Teoría King Kong 9/2 Virginie Despentes, Penguin. Cómo construir una feminidad desde presupuestos heterodoxos 10 Transforma tu salud 6/21 Xevi Verdaguer, Grijalbo. Qué podemos hacer para curar migrañas y dolores crónicos

1 Dies que duraran anys 4/2 Jordi Borràs, Ara Llibres. Fotos del reférendum del 1­O y de las tensiones generadas en algunos puntos 2 Bon dia, són les vuit! 1/3 Antoni Bassas, Destino. El comunicador recuerda sus años en ‘El matí de Catalunya Ràdio’ 3 Operació urnes 2/10 Xavi Tedó i Laia Vicens, Columna. La operación clandestina que posibilitó el referéndum del 1­O 4 Els fets de l’1 d’octubre 3/4 VV.AA., Pagès. Textos e imágenes sobre el conflicti­ vo referéndum del 1 de octubre 5 La confabulació dels irresponsables 5/11 Jordi Amat, Anagrama. Por qué el consenso entre Catalunya y el Estado ha saltado por los aires 6 Transforma la teva salut 8/21 Xevi Verdaguer, Rosa dels Vents. Qué podemos ha­ cer para curar migrañas y dolores crónicos 7 República pagesa 7/4 Montserrat Tura, Pòrtic. La autora evoca a su abue­ lo, un importante luchador ‘rabassaire’ 8 Papitu. El somriure sota el bigoti 6/6 Carlota Benet, Columna. La hija de Benet i Jornet cuenta la enfermedad de su padre 9 Una certa distància. Memòries N/– Josep Maria Bricall, La Magrana. El autor repasa sus años de rector y su paso por la política 10 El llegat de Rondissoni N/– Manel Guirado, Ara Llibres. Historia de un cocine­ ro legendario establecido en Barcelona

ESTA SEMANA DESTACA. En no ficción castellano irrumpe en el número uno ‘Fuego y furia’ de Michael Wolff, el libro –cuya publicación Donald Trump intentó parar a toda costa– en los primeros tres días vendió un millón de ejemplares. Wolff revela, entre otras interioridades, que Trump y Melania se que­ daron paralizados y superados al saberse vencedores en la liza electoral, y detalla por lo menudo una serie de cotilleos ocurridos en las mismas entrañas de la Casa Blanca. El sello Península corre con la edición de este best seller y tiene en listas, también, otro libro de éxito, ‘Empantanados’, de Joan Coscubiela. El que fuera secretario de Comisiones en Catalunya defiende que hay que desatascar el embrollo catalán, buscando alternativas fuera del independentismo y del centralismo estatalista.­ S.C.

antivirales BEGOÑA GÓMEZ URZAIZ

Anastasia Steele, editora Con tanto látigo y tanta escena de ascensor, a muchos es­ pectadores y lectores de la trilogía Cincuenta sombras de Grey se les ha escapado una realidad incontestable: olví­ dense del sexo con ligera violencia consentida y de las re­ laciones de poder entre géneros, de lo que va la serie es del presente y futuro de la industria editorial. Anastasia Steele (Dakota Johnson en las pelis) se presenta, al fin y al cabo, como una chica de letras. Nada más conocerse, Christian Grey lo reconoce regalándole una primera edi­ ción de Tess, la de los d’Urberville. Ella acaba trabajando en un conglomerado editorial, SIP, y avanzando brusca­ mente en el organigrama, quizá porque Christian compra la empresa. En un momento de Cincuenta sombras libera­ das, Steele pide “subir dos puntos” el tamaño de la tipo­ grafía de un determinado libro y de inmediato consigue un best­seller. Tomen nota, editores.

Cómo se ha puesto el merchandising musical De un lustro a esta parte, el viejo nego­ cio de las camisetas de concierto que se compraban como recuerdo tras ver a una banda se ha sofisticado hasta lími­ tes insospechados, y en el caso de ar­ tistas como Beyoncé o Kanye West no está claro si va antes la canción o el merchandising. El último en rizar el rizo ha sido Justin Timberlake, que ha creado objetos en colaboración con distintas marcas para celebrar cada una de las 16 canciones de su disco, Man of the woods, y los vende en una tienda efímera en Nueva York. Justin espera, por ejemplo, que el fan verda­ deramente dedicado del tema Young man lo demuestre desembolsando 650 euros por un par de botas italianas hechas con la firma Lucchese. Quien prefiera la canción Sauce se ahorra un pico, con una petaca que apenas supe­ ra los 100 euros.


Barbra Streisand era él

La casa del artista El artista noruego Bjarne Melgaard invierte una gran cantidad de energía en generar po­ lémica. En el 2015 le acusaron de promover la pedofilia por su vídeo Las reinas del gim­ nasio deben morir, en el que salía un hombre simulando que se comía un brazo de bebé. También firmó una performance en la que jugaba a la ruleta rusa del VIH. Escogía a seis hombres, uno de los cuales era seropositivo, y escogía a uno para mantener relaciones se­ xuales desprotegidas. Y no hay que olvidar su obra más famosa, una adaptación de la fa­ mosa silla de Allen Jones en el que una mani­ quí de una mujer negra vestida de sadomaso hace de asiento. Ahora Melgaard se quiere hacer una casa nueva en su país y no, no se va a ir a un adosado estándar. Planea una vi­ vienda llamada La casa en la que morir sus­

Mi mujer me invitó hace unos días a ver, en el cine Phenomena, Tal como éramos. Se trata, para mi gusto, de uno de los mejores melodramas que se han filmado. Con esa combinación de historia romántica y conflicto político, Barbra Streisand y Robert Redford en el mejor momento de sus carreras, la canción de los títulos y su síntesis de mitología norteamericana: la paradisiaca –para los ricos– universidad Ivy League del inicio; Nueva York durante la guerra; Hollywood y la caza de brujas; Nueva York de nuevo en los años cincuenta... La vi por primera vez en el cine Aribau en la Navidad de 1974 y la había revisado en vídeo, pero nada comparable al placer de recuperarla en pantalla grande y V.O., entre cinéfilos ¡que aplaudieron al acabar la proyección! En la película de Sidney Pollack, Streisand es una activista judía, comunista e intensa, dispuesta a superar sus prejuicios ideológicos y darlo todo por el amor del apolíneo literato Redford, a quien “todo en la vida le había sido fácil”. Su Hubell Gardiner funciona como el fondo neutro de los grandes retratistas sobre el que resalta el fascinante carácter de Katie Morosky. Alguna vez me había preguntado si los protagonistas estaban basados en figuras reales. La respuesta es que sí. Bus­ cando un poco encontré que el guión se debe a Arthur Laurents (con la ayuda de algunos colaboradores, como el célebre Dalton Trumbo, uno de los “diez de Holly­

El guionista Arthur Laurents volcó sus vivencias de juventud en la Katie Morosky de ‘Tal como éramos’ pendida sobre esculturas de panteras, que incluirá una habitación de las drogas (por el efecto alucinógeno que genera) y un come­ dor con piscina. El estilo está inspirado en las casas que se construyen en Afganistán los grandes barones del opio, famosas por sus lo­ cas mezclas arquitectónicas.

Tirarse a la piscina Temps salvatge, la nueva obra del dramaturgo demodaenBarcelona,JosepMariaMiró,nose estrenaenelTNChastamayoperoyacirculasu impactante póster con Laia Manzanares con bañador,flotadorylasgafasdeSueLyonenLo­ lita. El libreto transcurre en la zona común de una urbanización, territorio 100% Miró. Las piscinas aparecían también en Obac, El principi d’Arquímedes y Nerium Park, y eso que no son unelementofácil detrasladaralaescenografía. El dramaturgo, que ahora tiene en cartelera Ol­ vidémonos de ser turistas en la sala Beckett, ad­ mitequeparaélsonunespaciodedeseoeinde­ fensión y que disfruta echando allí a sus perso­ najesparavercómoselasarreglan.Sinflotador.

wood” represaliados). Lo basó en su propia novela, publicada por Harper&Row en 1972. Este Laurents es un personaje del mayor interés. Fallecido con 93 años en el 2010, los obituarios apareci­ dos entonces nos permiten reconstruir su trayectoria. Vástago de una familia judía ortodoxa, formado en la Universidad de Cornell, gay, fue guionista de Hitchcock y a raíz de su trabajo en La soga vivió un romance con el actor Farley Granger. Estuvo en el origen de algunos de los mayores éxitos de la historia de Broadway: escribió el libreto de los musicales West Side Story y Gipsy y dirigió La jaula de las locas. Combatió toda su vida el antisemitismo y la homofobia, tuvo problemas con el Comité de Actividades Antiamericanas y fue un hom­ bre de carácter. Tras su muerte, su amigo Freddie Ger­ shon escribió a The New York Times recordando que Laurents había proyectado sus vivencias en muchos de sus textos y que, según propia confesión, el personaje de Barbra Streisand en Tal como éramos constituía una plasmación de sí mismo, en su idealista juventud. Todo eso salió de una sesión en el Phenomena, con su auditorio ascendente, sus paredes y butacas rojas y sus cortinas abriéndose lentamente antes de empezar la proyección. Habrá que volver a este cine­experiencia.

SERGIO VILA­SANJUÁN

Sábado, 3 marzo 2018

Si algo queda claro tras ver Jim & Andy, el documental sobre el rodaje de la película Man on the moon, es que trabajar con Jim Carrey no es fácil. Allí vemos a Milos Forman, el director, testar los límites de su propia paciencia con un Carrey empeñado en mantenerse dentro del personaje en todo momento, estuviera o no la cámara en funcionamiento. El maquillador de efectos especiales Kazuhiro Tsuji, nominado al Oscar por tercera vez por convertir a Gary Oldman en un creíble Winston Churchill en La hora más oscura, confesó recientemente que tuvo que ingresarse en terapia después de lidiar con Jim Carrey en The Grinch, cuando el actor se pasó todo el rodaje humillándolo y criticando su trabajo.

Cultura|s La Vanguardia

latidos

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El bueno de Jim Carrey


LIBROS Sábado, 3 marzo 2018 Cultura|s La Vanguardia 4

Libro|s JOHN CONNOLLY Visitamos en Dublín al creador del detective Charlie ‘Bird’ Parker con motivo de la publicación de ‘Tiempos oscuros’, la nueva novela que muestra las peripecias físicas y metafísicas del expolicía de Nueva York

El corazón puro del cartógrafo de la maldad ANTONIO LOZANO

Todo aquel que se ha cruzado por el camino de John Connolly (Dublín, 1968) sabe que el hombre empecina­ do en cartografiar la oscuridad y de cuya imaginación han brotado sin descanso seres (mamíferos o sobre­ naturales) a cual más terrorífico, es un trozo de pan. Regala cedés con la bandasonoradesuslibrosenlaspre­ sentaciones,reparteobsequiosentre elpersonaldesuseditorialescuando viaja de promoción, modera desde hace años un club de lectura en una prisión… Por eso no resulta extraño que ante la visita de este periodista a Dublínnoselopensaradosvecesala hora de ofrecerse a recogerlo en el aeropuerto. Y es así que de pronto se encuentra uno a bordo de un Volvo rojo al que debe costarle lo suyo pa­ sar la ITV cada año, con el escritor a su derecha, tres perros en la parte trasera –Shasha, Juno y Coco, resca­ tados de la perrera, por si tenían al­ gunaduda–yundíaprevisiblemente encapotado tras las ventanas. Mientras estudiaba literatura in­ glesa en el Trinity College, Connolly encadenó trabajos alimenticios co­ mo camarero en Lisdoonvarna, un pueblecitofamosoporsufestivalpa­

ra encontrar pareja, o en el departa­ mento de paquetería de los almace­ nes Harrods –“creo que mis jefes no repararon en el peligro de tener a un irlandés ahí en un momento en que el IRA enviaba sin descanso paque­ tes bomba”–. Ya licenciado, ejerció tres años de periodista en The Irish Times, “pero no era lo mío, no desta­ caba–comentarámásadelante–.Me resultómuyútildecaraadisciplinar­ me y quitarle florituras a mi prosa. Y como estoy convencido de que el desarrollo artístico necesita del im­

“En mis libros parto con frecuencia de un 1% de verdad para meter un 99% de invención” pulso de cierta rabia y necesidad de demostrarle a los otros que se equi­ vocan, el hecho de que no me pusie­ ran al frente de la sección de Educa­ ción, porque mis superiores clara­ mentenomecreíanalnivel,avivóun fuego creativo en mí que serviría en parte para mostrarles mi valía”. Como todo periodista que se pre­


LIBROS

los libros Todos los títulos mencionados en este reportaje y los restantes de Conno­ lly en castellano están publicados por Editorial Tusquets. En catalán, Edicions Bromera ha publica­ do del autor los siguientes libros: Els turmentats Els homes de la dalla Els amants Les veus Corbs

cie, el dublinés luchaba con una no­ vela en sus horas libres, la seminal Todo lo que muere. Al contrario que el 99% de los novelistas irlandeses, iba a ser de género negro. Al contra­ rio que el 99% de las novelas, iba a combinar el género negro con el fan­ tástico. “Mis lecturas eran de miste­ rio, obra de americanos e ingleses, y por mucho que coloqué a un detecti­ ve en Maine, no pude escapar de mi condición de producto de una islita

católicacomoIrlanda.Aquítenemos una relación especial con el folklore y la mitología, a lo que se añade que las mejores novelas góticas las han

Mezcla sin complejos el género negro, el gótico, el terror y el fantástico, además de crear su propia mitología

firmado irlandeses. Nuestra descon­ fianza hacia el racionalismo, algo muy católico, infectó mi mundo”. La primera parada es en el Phoe­ nixPark,cuyas707hectáreaslocon­ vierten en uno de los parques cerra­ dos más grandes de Europa, cuya extensión duplica la de Central Park y acoge la residencia presidencial. Mientras los tres perros olfatean y se alivian por doquier, John Connolly –al que jamás he visto sin una cruz >

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Charlie Bird Parker, que toma obvia­ no lineal también queda garantizado mente su nombre del mito del jazz, es un porque en cada título hay un nuevo caso expolicía de Nueva York metido a inves­ que conduce al detective a enfrentarse a tigador privado cuya gran obsesión es encarnaciones concretas del mal –la dar caza al Viajante, el asesino en serie caracterización de sus villanos posible­ que acabó con las vidas de su esposa y su mente no tenga parangón–, mientras que hija, quien se queda con la piel de la cara en las sombras confabula un mal de de sus víctimas como trofeo. Su persecu­ perfil cósmico –cercano en lo conceptual ción otorga continuidad a un ciclo en al propuesto por Lovecraft en Los mitos que la huella sobrenatural ha ido ganan­ de Cthulhu o Robert William Chambers do en diámetro, hasta el punto de que el en El Rey de Amarillo–. Por fortuna principal sostén a estas alturas es el Parker no está solo. La pareja gay e inte­ enigma de las fuerzas diabólicas que rracial que conforman el ex asesino a acechan al prota­ sueldo Louis y el gonista –liderados exladrón Ángel lo por el Dios Ente­ acompaña en las rrado o Dios de las misiones más Avispas, cuya arriesgadas. Su liberación por una sola presencia corte de fanáticos intimida y son podría desencade­ capaces de ejercer nar el Armage­ una violencia desaforada pero dón–, un Parker capaz de comuni­ también sirven de carse con los contrapunto hu­ muertos y cuya morístico. verdadera natura­ La excelencia de leza continúa la serie de Parker pendiente de salir radica, sobre todo, a la luz. en su atrevimiento Los fans acérri­ para mezclar mos no tienen géneros sin com­ oportunidad de plejos –negro, desengancharse, gótico, terror, El mito del jazz Charlie Parker GETTY pues a estos gran­ fantástico…– y en des interrogantes haber construido se suma que Connolly introduce ligeras su propia mitología a partir de un gran experimentaciones formales o estructu­ variedad de influencias, desde relatos de rales en cada novela. Sabedor del destino fantasmas, folklore irlandés, hard boiled que le aguarda a su atormentada criatura americano, evangelios apócrifos, leyen­ –“podría sentarme a escribir la última das de Europa del Este… Una inmersión entrega mañana mismo”–, el escritor en la violencia y el dolor para insistir una asegura que a los más fieles les aguardan y otra vez en la importancia de la compa­ gratificaciones en el horizonte, como sión. “Mis modelos son Lew Archer y descubrir que hay vínculos entre cele­ Dave Robicheaux, los detectives de Ross brados elementos sobrenaturales de sus MacDonald y James Lee Burke, respec­ cuentos y el universo Parker, o un próxi­ tivamente. Seres humanos decentes y mo libro en el que saltaremos atrás a su criaturas morales que se aplicaron la vida de casado. lección de Victor Hugo: ‘No existe mal­ El disfrute de la lectura esporádica o dad insignificante”’.

Sábado, 3 marzo 2018

Un detective entre dos mundos

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La armilla y la cruz bizantina en el cuello son dos constantes en la imagen de John Connolly IVAN GIMÉNEZ


LIBROS Sábado, 3 marzo 2018 Cultura|s La Vanguardia 6

> bizantina al cuello y sin lucir cha­ leco–habladesufascinaciónpordos disciplinas cruciales para entender su obra: la psicogeografía –estudio del impacto de los entornos físicos, ya sean naturales o artificiales, en nuestras emociones– y el concepto derridiano de hauntology –que, en lenguaje llano, analiza cómo las ma­ nifestaciones del pasado proyectan su influencia sobre nuestro presente yfuturo–.“Déjame,sinembargo,de­ jar la teoría abstrusa a un lado y que te explique dos experiencias infanti­ les que sospecho que marcaron mi

Cinco casos imprescindibles del ciclo Parker ‘TODO LO QUE MUERE’ Título bautismal de la serie. Parker es un hombre roto por el dolor y la culpa a raíz del salvaje asesinato de sus seres más que­ ridos, por los que clama vengan­ za. Un ex compañero lo conven­ ce para localizar a una chica desaparecida, lo que le llevará a destapar una red de crimen organizado, al tiempo que des­ cubrirá la identidad del Viajante y dará inicio a su rastreo. ‘EL CAMINO BLANCO’ Cuarta entrega y favorita (difícil elección) de este periodista. Parker debe demostrar la ino­ cencia de un joven negro al que se le acusa de haber violado y asesinado a la hija de un prebos­ te de Carolina del Sur. El predi­ cador Faulkner quizá sea el personaje más terrorífico acuña­ do porque su fanatismo y su odio suenan muy terrenales. Las arañas, los coches fantasma, los espectros y los seres deformes que desfilan por la trama no le hacen la menor sombra.

‘LOS AMANTES’ El mayor piropo que le han lanzado a Parker durante uno de sus casos quizás sea: “Te resistes a morir”. Y se resiste a morir porque él mismo es su caso abierto más complejo y todavía no ha descorrido todas las tinie­ blas que lo rodean. Todo esto se agudiza en la novena entrega, donde lo encontramos trabajan­ do en un bar, mientras aguarda a que le devuelvan la licencia de detective, e investigando los motivos que le llevaron a su padre ex policía a matar a dos jóvenes y acto seguido a suici­ darse. En su camino se encon­ trará con traumáticas revelacio­ nes sobre sus orígenes y con ángeles caídos en busca de su media naranja. ‘LA IRA DE LOS ÁNGELES’ Entre los restos de un avión siniestrado en los Grandes Bos­ ques del Norte de Maine no se hallan los presuntos cadáveres, pero sí una lista con los nombres de una serie de individuos con­

fabulados para conseguir que las tinieblas desciendan sobre la Tierra. En la undécima entrega debuta un personaje que irá reapareciendo y que promete ser clave en el desarrollo futuro de la mitología: el asesino en serie apodado el Coleccionista, capaz de ver las almas de los muertos detrás de la superficie de los espejos. ‘TIEMPOS OSCUROS’ Última traducción al español de las peripecias físicas y metafísi­ cas del detective, aunque en el mercado anglosajón van dos títulos por delante: Game of ghosts y The game in the woods (prevista esta última para pri­ mavera). Los davidianos atrin­ cherados en Waco eran unas hermanitas de la caridad com­ parados con las gentes del Tajo y el Rey Muerto al que profesan culto, que pone los pelos como escarpias. Un Parker de vuelta de todo (incluso de la muerte) arremeterá con toda la caballería.

En su despacho hay de todo: figuritas de ‘Dr. Who’, dos cráneos, un sable y varios demonios y murciélagos

Escenarios

Portland, en el estado de Maine, es uno de los escenarios más utilizados por Connolly; incluso el autor tiene una casa en esta ciudad

Si el ciclo Parker llega a la tele­ visión –Connolly se ha decidido al fin a subastar los derechos–, lo único seguro es que los res­ ponsables de la localización de exteriores van a tener que pei­ nar a fondo el estado de Maine (y, por pedir, uno sueña con Adam Arkapaw, director de fotografía de la primera tempo­ rada de True Detective). El irlan­ dés quiso compartir con su reverenciado Stephen King la transformación del frondoso y francófono Maine en un pozo sin fondo de manifestaciones malignas, de raíz tanto terrenal

como sobrenatural. Tal es su pasión por la zona que es dueño de una casa en Portland, la ciu­ dad más poblada del estado, a la que “acudo unas tres veces al año. Rodeado de naturaleza y liberado de compromisos, en una semana me saco el trabajo de un mes”. En sus bosques hemos visto morar turbias co­ munidades religiosas, asesinos legendarios, fantasmas, entes diabólicos, criaturas impropias de este mundo, árboles de frutos extraños, bandas de moteros, traficantes de todo tipo de sus­ tancias…

En ocasiones el autor ha in­ corporado el sur de Estados Unidos a su cartografía literaria, esta vez bajo la inspiración de otro admirado colega como James Lee Burke. Por sus terri­ torios pantanosos, sofocantes y proclives a la superstición se han escampado fanáticos, mé­ diums y monstruos del más variado pelaje. Imposible olvi­ dar a la anciana negra que habla con los difuntos desde un cha­ mizo de Louisiana o a Cyrus Nairn, la aberración de la natu­ raleza que custodia sus secretos en la orilla de un río.

PETER UNGER / GETTY

interés en lo oculto. Recuerdo las va­ caciones de verano en el campo en que oí hablar por primera vez de los fairy forts (fortines de hadas), esos montículosalosquenosellevaelga­ nado a pastar, y que con frecuencia se vallan, porque existe el convenci­ miento ancestral –¡aún hoy! –de que los habitan entes maléficos. Por otro lado,enlasaladeestardelacasadon­ de crecí, cuyas paredes estaban cu­ biertas con el mismo papel pintado, como es tradición en los hogares ir­ landeses,selevantabaunespejoenel que,sitecolocabasenunángulopre­ ciso, podías ver toda la estancia sin quesereflejaratuimagen.Eralomás parecido a sentirse un vampiro”. EneldespachodeConnolly,situa­ do en la cuarta de las cinco plantas deledificiodeestiloeduardianoenel quevivejuntoasumujeryunodesus dos hijos, no se ven espejos, sí en cambio muchas figuritas del univer­ so de Dr. Who, dos cráneos, un sable de La guerra de las galaxias , espadas antiguas, un tocadiscos y diversos demonios y murciélagos de papel maché y trapo. Vuela una hora hablando, entre otros temas, sobre la variada fortuna del ciclo Parker en el extranjero –los países protestantes le dan la espalda, Japón censura cualquier referencia gay...–,losvikingosqueejercieronde mercenarios para los reyes sajones y que le inspiraron la figura del Rey MuertodeTiempososcuros–“enmis libros parto con frecuencia de un 1% de verdad para meter un 99% de in­ vención”–, cómo le inspiran las his­ toriasdefantasmasdecimonónicasa lahoradeperturbarasuslectores,su rutina de quinientas palabras dia­ rias, su aversión al pescado y la posi­ bilidaddequeexistaunmalprimige­ nio, más allá del entendimiento hu­ mano, que surgiera con el big bang. Antes de despedirnos, John Con­ nolly me entrega dos libros y dos cedés e insiste en llevarme en coche al hotel. | John Connolly Tiempos oscuros TUSQUETS. TRADUCCIÓN: VICENTE CAMPOS. 448 PÁGI­ NAS. 19,90 EUROS


LIBROS

breves Albert Manent y Jaume Medina Carles Riba. Biografia i antologia poètica comentada CAL∙LÍGRAF. 212 PÁGINAS. 19 EUROS

ALIANZA. TRADUC­ CIÓN: JUAN MALPARTIDA. 136 PÁGINAS. 9,50 EUROS

En esta nueva edición en castellano del clásico su­ rrealista el ser humano y el mundo mantienen una misteriosa y mágica interre­ lación donde se funden la casualidad y el deseo, lo vital y lo onírico.

El escritor Manuel Vilas en Barcelona

Narrativa Manuel Vilas experimenta con la autobiografía narrada con tensión propia de la ficción, en un libro escrito desde la orfandad y la luminosidad del amor, y donde el autor trata de recuperar a sus padres a través del recuerdo

Los enigmas del pasado J.A. MASOLIVER RÓDENAS

Pere Carreras y David Jou Creació. Pregà­ ries, himnes, poemes VIENA EDICIONS. 240 PÁGINAS. 19 EUROS

Diálogo entre un teólogo y un científico donde ambos reflexionan sobre el concep­ to de Creación del mundo. A través de formulaciones literarias se pone de mani­ fiesto el dinamismo y la evolución de esta idea. La Enciclopedia. Antología sobre la Ilustración EDICIÓN DE GONZA­ LO TORNÉ. DEBATE. 416 PÁGINAS. 24,90 EUROS

Selección de los artículos más relevantes de la Enciclopedia de Diderot y D’Alembert que muestra al lector las perspecti­ vas morales, humanísticas, políticas y económicas de las mentes de la Ilustración como Voltaire o Rousseau.

MONTSE GIRALT

La desaparecida editorial DVD, de Sergio Gaspar, apostó abiertamen­ te por los nuevos narradores y poe­ tas de finales del siglo XX y princi­ pios del siglo XXI. Entre ellos está, primus inter pares, Manuel Vilas (Barbastro, Huesca, 1962), que im­ pactó con su primera novela, Espa­ ña, reseñada por mí en estas pági­ nas. DVD había publicado previa­ mente dos libros de relatos de Vilas, Zeta(2002)yMagia(2004).Talvez el hecho de que su prosa haya sido tan bien acogida ha relegado muy injustamente una larga trayectoria como poeta que de momento se cie­ rra con su Poesía completa 1980­ 2015(2016).TrasnovelascomoAire nuestro (2009) o Los inmortales (2012), su narrativa encuentra una nueva expresión en Ordesa, auto­ biografía narrada con una tensión propia de la ficción. Ocurre que el poeta y el narrador siguen presen­ tes en el que probablemente va a ser su libro más celebrado. Desde las primeras páginas sabemos que nos vamos a sentir arrastrados por su amenidad y, sobre todo, por su in­ tensidad. No es tanto su biografía como la de una familia que lo es al mismo tiempo de una época. La ne­ cesidad de escribirlo –que se tradu­ ceenautenticidad–surgededoshe­ chos traumáticos: “Mi madre mu­ rió con mi matrimonio, de modo que se funden la muerte de mi ma­ dre y de mi matrimonio en una sola

muerte. Allí hay una intriga”. Se añade asimismo un interrogante: “¿Qué hago yo en la noche del mun­ do si no puedo poseer la primera noche de mi mundo?”. Un mundo que trata de reconstruir pero que está lleno de vacíos. Las cosas que callaron sus padres, lo que no sabe de sus abuelos, las escasas fotos que se conservan y que se reproducen en el libro como testimonio de una melancolía. A este vacío se añade el de la so­ ciedad en la que le ha tocado vivir, “la solemne nada histórica en que vivimospapá,túyyo”,nosdiceenel

Hay partes dramáticas, como el alcoholismo que le llevó al divorcio, y críticas, como la que dedica a la enseñanza último verso con el que se cierra el libro, en el poema dedicado a la ma­ dre. La pobreza no les abandona ja­ más. “La confesión de la pobreza en España parece una inmoralidad, al­ go repudiable, una afrenta. Y, sin embargo, es lo que hemos sido casi todos”; “no me gusta lo que España hizo a mis padres, ni lo que me está haciendo a mí”. Y en las tierras del Somontano ve “una mezcla de va­ cío y de aviso de la negritud y feal­ dad de la noche que todos sere­ mos”. La noche de la muerte que

obsesiona al narrador: la muerte de las cosas y la de los seres queridos. Muy especialmente del padre y de la madre, los grandes protagonistas de un libro escrito desde la orfan­ dad, “no me espera nadie en ningún sitio”; y por eso trata de recuperar a sus padres a través del recuerdo. Por un lado “me dañan el corazón los enigmas del pasado que ya nun­ ca podré descifrar” en esta especie de“cementeriodela memoria”;por el otro, “el pasado es amor tam­ bién”. De modo que este libro no es­ tá escrito solamente desde la deso­ lación:“Creoenlosmuertosporque ellosmeamaronmuchomásquelos vivos de hoy”. Y su amor por Hues­ ca está también ligado a sus recuer­ dos que reencuentra en la soledad: “Es la ley de las montañas. Es la ley de Ordesa. La niebla sobre las cum­ bres. Las montañas”. Hay páginas dramáticas, como las del alcoholismo que le llevó al divorcio, que trata con mucha deli­ cadeza. Y páginas muy críticas, es­ pecialmente las que dedica a la en­ señanzamediaenEspaña.Loscapí­ tulos breves, las frases lacónicas, casi aforismos, la reiteración en nombre de una resonancia poética, dan una punzante inmediatez a un libro escrito desde la desesperación y la luminosidad del amor. | Manuel Vilas Ordesa ALFAGUARA. 392 PÁGINAS. 18,90 EUROS

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André Breton El amor loco

Cultura|s La Vanguardia

Sábado, 3 marzo 2018

Carles Riba, traductor de obras tan importantes como la Odissea de Homero o los Poemes de Kavafis, es un referente de la renovación de la cultura catalana. Vida y obra se unen en un solo libro que permite recuperar la poesía del humanista.


LIBROS Sábado, 3 marzo 2018 Cultura|s La Vanguardia 8 Centro social de Shaker Heights, Ohio, ciudad donde se desarrolla la trama

COMMONS

Narrativa Retrato de una adinerada ciudad americana donde los enredos hacen peligrar la aparente utopía

Con hilos frágiles ROBERT SALADRIGAS

Por una impensable casualidad, mientrasterminabalalecturadePe­ queños fuegos por todas partes, se­ gunda novela de Celeste Ng (Pitts­ burgh,1980)–traseléxitocomercial obtenido por la primera, Todo lo que noteconté,quedesconozco–,empe­ cé a moverme por las páginas de las CartasdeJohnCheeverhastaahora inéditas en español. Un estupendo documento,editadoporsuhijoBen­ jamin H. Cheever, quien cuenta que en 1969 John publicó la novela Bu­ llet Park y en la primera página de The New York Times Book Review apareció una reseña firmada por BenjaminDeMottenlaqueescribía: “Más de la mitad de la nueva novela de John Cheever es una colección

La escritora Celeste Ng

ALBA

de esbozos de una familia llamada Nailles que vive en una urbani­ zación; el narrador pasa de la madre al padre y al hijo, y da algunas pin­ celadas ocasionales de varios ve­ cinos de Bullet Park. (…). Esta ter­ cera novela no puede considerarse una adición de primera fila a la obra del escritor. Para empezar está el problema de la estructura: la novela tiene el espinazo partido, las partes se unen tan débilmente…”.

Vientres de alquiler, chicas equivocadas, secuestros... Son elementos de la nueva obra de Celeste Ng

Por supuesto que nada vincula al gran Cheever con la señora Celeste Ng; entre ellos media la inmensidad del universo y la distancia de casi medio siglo. Sin embargo, el relato de Ng se desarrolla en un lugar de Ohio llamado Shaker Heights, una bonita, apacible, muy burguesa y ca­ si paradisíaca localidad de unos veintitantos mil habitantes, próxi­ ma a Cleveland, escrupulosamente diseñada por gente rica para sentir­ se felices cumpliendo las reglas que ellos mismos han establecido. Elena Richardson, periodista local, esposa de un próspero abogado, madre de cuatro hijos, criada en Shaker Heights, perfecta encarnación de los ideales utópicos de la urbaniza­ ción y buena matriarca norteameri­ cana sin excesivos escrúpulos mo­ rales, cuando alquila la modesta se­ gunda residencia familiar a la fotógrafaMia y a su hija adolescente Pearl, un par de mujeres trota­ mundos sin arraigos que encarnan la antítesisde ElenaRichardsony su compacta clase social, esta se re­ serva el derecho, en tanto que pro­ pietaria,deentrarenelhogardeMia y Pearl tantas veces como le venga en gana. Tengo la sensación que la novela de Mrs. Ng se venderá muy bien porquenoplanteaningúntipodedi­ ficultad al lector. En un cierto mo­ mentoelrelatosedeslizahaciaelfo­ lletín urbano: hijos engendrados en vientres de alquiler, compromisos incumplidos, abortos que se atribu­ yen chicas equivocada, adopciones que devienen poco menos que se­ cuestros,actitudesprepotentes(por parte de Elena) de una arrogancia insultante, rozando lo delictivo, y por fin la hija pequeña de los Ri­ chardson, Izzy, la rebelde del clan, que ya en las primeras páginas de la novelacanalizasunáuseaprendien­ do fuego a la mansión familiar y hu­ yendo de la edulcorada Shaker Heights en pos de un sueñode liber­ tad terrena. ¿Cuál podría ser, en mi opinión, el problema capital de Pe­ queños fuegos por todas partes? Es un elegante tapiz tejido con hilos muy frágiles que se rompen con enorme facilidad. Por ejemplo cuando se trata de ensamblar las di­ ferentes piezas de la novela o, peor aún, cuando se buscan los rasgos distintivos de la identidad de cada unodelospersonajes,sesuponeque algo más que prototipos o compar­ sas de una comedia burguesa. ¿Có­ mosonenrealidadloshermanosRi­ chardson? ¿Y el patriarca, apenas una sombra esquiva? ¿Y la compleja Mia más allá de su apuesta por la maternidad a cualquier precio? ¿Y Pearl? ¿Qué queda en la memoria del lector de la desarbolada Pearl, a merced de los intereses de los otros, rodandoporcaminosdecenizasque la recubren y desdibujan. La obvie­ dad,creo,esqueeltalentonobasta. |

Ensayo

Fascinante y curioso MIQUEL ESCUDERO

Hace unos diez años se fundó The SocietyforCuriousThought(Asocia­ ción para el Pensamiento Curioso), a la que pertenece Hugh Aldersey­ Williams (1959), un periodista britá­ nico freelance que es crítico de dise­ ño. Una de sus contribuciones a esta asociacióneselrescatedesirThomas Browne, un legendario personaje del sigloXVIIdignodeserconocido.Ad­ mirado por el doctor Samuel John­ son, Virginia Woolf, Borges o Javier Marías, entre otros, Thomas Browne fue un médico competente y dedica­ do con entusiasmoa muchas áreas de la curiosidad. Se dice que buscaba siempre el envés de las cosas y ense­ ñaba a ser escéptico y comprensivo. Lo asombroso no es que fuera au­ tor de libros muy difundidos en su tiempo, como Pseudoxia epidémica, un catálogo de falsedades y de pseu­ dociencia, sino que cambiase los usos del inglés. Acuñó 784 neologismos y se le deben 1.616 adaptaciones. Fue el primero en usar anfibio, ovíparo, vi­ víparo, electricidad, alucinación o el empleo de médico como adjetivo. Introdujo términos como botánico, criptografía, incontrovertible, inse­ guridad o precario. Diseccionó ani­ males, dibujó plantas y estudió su si­ metría. Tenía una gran colección de cuadros, de libros de medicina, de historia natural y de autores clásicos. Javier Marías lo ha calificado como un libro de errancia y de paseo. En efecto, el autor vaga por la exis­ tencia de aquel extraordinario ser y dialoga con él, a partir de sus escritos y opiniones. En un ejercicio audaz, lo insertaenelsigloXXI.Aldersey­Wil­ liams se fija en la manera de moler y preparar las sustancias de las plantas medicinales que debía de tener Browne, lo que le lleva a pensar en el dominio que hoy ejercen las compa­ ñías farmacéuticas sobre la profesión médica o sobre los pacientes: “Me tomo las pastillas sin rechistar” y se plantea el uso disparatado de antide­ presivos que se da en Occidente. Al­ dersey­Williams esboza el papel de loscientíficosennuestravidamoder­ na y la importancia de saber a quién acudir para recabar datos fiables, cuestiona asimismo el mito británico de la tolerancia y no oculta una som­ bra en la vida de su admirado Tho­ mas Browne: su creencia en brujas y magia negra y su testimonio decisivo para condenar por brujería a unas mujeres. |

Celeste Ng Pequeños fuegos por todas partes

Hugh Aldersey­Williams Las aventuras de Sir Thomas Browne en el siglo XXI

ALBA. TRADUCCIÓN: PABLO SAURAS. 360 PÁGINAS.

SIRUELA. TRADUCCIÓN: CARLOS JIMÉNEZ. 344 PÁGINAS.

19,50 EUROS

24,95 EUROS


las claves EL AUTOR. Julià Guillamon (Barcelona, 1962) es una de las figuras claves del sistema litera­ rio catalán. Ensayista y crítico de La Vanguar­ dia, comisario de exposiciones, biógrafo y narrador, ha modificado la óptica de com­ prensión de la historia literaria contemporá­ nea y la comprensión cultural de la ciudad de Barcelona.

El escritor y crítico Julià Guillamon fotografiado junto al ‘ninot’ que da la bienvenida a la horchatería Tio Che del Poblenou, uno de los lugares simbólicos del barrio XAVIER CERVERA

LA OBRA. Junto con El barri de la plata, Guilla­ mon acaba de publicar el experimental Tra­ vessar la riera (Comanegra). Es una pequeña joya donde cuentan tanto sus fotografías como el texto y que es la expresión lírica de una vivencia también presente en el otro libro: el impacto del derrame cerebral de su mujer.

Memorias Julià Guillamon se traslada al Poblenou de su infancia, en plena transformación con la llegada de la inmigración y la conversión de talleres en industrias, para explicar su historia familiar tintada de drama y juergas paternas

Luchana, 14 JORDI AMAT

Hace años, con Betsabé Garcia, nos tocó escribir una biografía de Roc Boronat. Había sido un político se­ cundario de Esquerra, presidente del Sindicat de Cecs de Catalunya que murió en el exilio mexicano. Lo encargó la ONCE a la Universi­ dad y aquel par de becarios lo asu­ mimos sin mucha ilusión. No sé có­ mo localicé a unos sobrinos de Bo­

LIBROS Sábado, 3 marzo 2018 9

Esta historia, tan real y tan dura, sólo sé leerla como la translación a la vida de la posguerra de la fábula que es ‘La plaça del Diamant’ de Mercè Rodoreda

Cultura|s La Vanguardia

configuradores de identidad. “En aquells llocs jo era jo”. La familia y sus traumas como la raíz más hon­ da de la personalidad, como el de­ safío para fundar la madurez. Este es el tema del libro y no es lo que esperaba encontrar. Por las fo­ tografías que ha colgado en la red, por alguna entrevista que le he es­ cuchado, intuía que con su barrio de la infancia y juventud Guilla­ mon haría aquello que hace tan bien: a partir de su fascinación por una imagen o un objeto, incrustar­ lo en la página y reconstruir un mundo como si fuera un arqueólo­ go de la contemporaneidad. Y lo hace, claro. A través de papeles del Arxiu Municipal, a través de foto­ grafías de época, a través de sus re­ cuerdos o de los de gente con quien

ronat. Vivían en el Poblenou, el barrio de siempre de la familia. Una tarde me dejaron todos los pa­ peles que conservaban y me pusie­ ron un disco que el tío les había en­ viado desde el otro lado del mundo cuando ya habían asumido que nunca volverían a reencontrarse. Mientras lo escuchaban, como si por la voz se reconectaran con sus raíces, se les humedecieron los

ojos. El pisito estaba junto al Cen­ tro Comercial de las Glòries, muy cerca de la calle que ahora lleva su nombre y que es una de las arterias del 22@. Estaban orgullosos de que se preservara su memoria. La calle Roc Boronat antes se lla­ maba Luchana. Lo he sabido bus­ cando localizaciones para escribir esta reseña. Cuando en el 2001 se hizo el cambio de nombre, un veci­ no protestó y el conseller del distri­ to respondió con una carta al di­ rector justificando la decisión. Quien había pedido explicaciones era Quim Guillamon Mota, el her­ mano de Julià. Ahora que he leído El barri de la plata –es sobresalien­ te, quizás su mejor libro– no me extraña que les doliera. Con el cambio en la piel de la ciudad se borraba su mundo. Los dos herma­ nos, con sus padres, crecieron en un piso ubicado en el número 14 de la vieja calle Luchana. No era sólo nostalgia. El nombre también era la cosa. El espacio y su gente como

ha hablado, aquí se explica cómo se urbanizó aquella zona, la recon­ versión de talleres en industrias, la aculturación anarquista, la llegada de la inmigración para ganarse el pan. Muchos eran valencianos. “Una gran emigració oblidada”. Los Guillamon venían de Toga, un pueblecito de Castellón donde ahora como mucho viven cien per­ sonas. Establecido el marco de la historia, empieza el drama relata­ do con conmovedora humanidad. El padre, que era un caso –nada le gustaba tanto como los toros, la juerga y, al fin lo descubrirían, el alcohol–, se casó con una buena chica de Gràcia que conoció en un baile. Algún día, suspiraba ella cuando ya trabajaba horas y horas, serían una familia feliz. El argu­ mento podría parecer de una nove­ la de Rodoreda. Pero es que esta historia real y tan dura sólo sé leer­ la como la translación a la vida de la posguerra de la fábula que es La plaça del Diamant o, en alguna es­ cena inolvidable de decadencia doméstica, Mirall trencat. En la azotea del edificio había una re­ producción de las montañas de Montserrat. Era un icono del ba­ rrio, un símbolo que a ellos más bien les avergonzaba. De esa azo­ tea vendían las humedades. Era co­ mo la pena que, de vez en cuando, como cuando el padre llegaba des­ truido de madrugada, se filtraba por las paredes. Nunca podrían marchar de allí mientras el mundo que les rodeaba cambiaba y ellos se quedaban solos en el rellano y sin vecinos en el edificio de la calle Lu­ chana. | Julià Guillamon El barri de la plata L’AVENÇ. 230 PÁGINAS. 20 EUROS


LIBROS

libroscopio

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Cultura|s La Vanguardia

Sábado, 3 marzo 2018

La tozuda Gretel La traductora japonesa Kyoko Obara me explicó un día que en Japón existen dos palabras diferentes para denominar una biblioteca escolar o una biblioteca pública, hasta tal punto son respetuosos con el concepto de biblioteca escolar. Aquí, cuando yo estudiaba aquello del BUP –que sería bachillerato, pero nunca supe en qué era unificado y en qué poli­ valente–, la biblioteca servía para mandar a los alumnos que se expul­ saban de clase. Ir a la biblioteca era un castigo. Con los años, las cosas han ido cambiando. En el colegio de mis hijos no se mandaba a los castigados a la biblioteca escolar sino que se usaba para las permanen­ cias de la mañana de los padres que debían dejarlos antes de hora y que desayunaran allá el zumo y las galletas. Para que luego digan que la cultura no alimenta. Mientras muchos institutos presumen en las jornadas de puertas abiertas de estos días de sus aulas de informática o de sus campos de deporte, pocos lo hacen de sus bibliotecas. Entre la desidia de muchos directores de centros docentes, la indiferencia de los padres y el corto­ placismo de nuestros políticos empeñados en la escuela no forme ciu­ dadanos sino empleados, la literatura ha ido encogiéndose en el sistema docente hasta ser un reino de Lilliput. Pero hay gente tozuda. La doctora Teresa Colomer es tozuda. Dirige el grupo de investigación de literatura infantil y juvenil y educación literaria de la Universitat Autònoma de Barcelona, bautizado como Gretel y su máster en didáctica de la literatura infantil y juvenil. Gretel también era tozuda: cuando sus padres quisieron abandonarla en el bosque junto a su hermano Hansel, ellos insistieron en regresar a casa una y otra vez. Colomer está convencida de que “la literatura no es un adorno ni Teresa Colomer ARCHIVO un añadido. La literatura nació con la propia humanidad porque nos ayuda a ver y entender el mundo que nos rodea y afianzarnos en nuestra posesión de la palabra. ¡Somos seres que ordenamos la realidad con palabras!”. Me dice que “las bibliotecas escolares son una herramienta que in­ fluye de manera directa en los niveles de comprensión lectora. Pero no basta con tener un almacén de libros cogiendo polvo. Ha de ser activa y eso vale dinero. La Generalitat con su plan Biblioteques escolars “pun­ tedu” permitía que alguien pudiera dedicarse media jornada a dinami­ zarla, pero con la crisis y los recortes, eso se acabó”. Me cuenta de su colaboradora, Lara Reyes, que aúna la investigación en Gretel con la docencia en la Escola Francesc Aldea de Terrassa: llegó a una escuela donde apenas se leía y dio un vuelco. Con la compli­ cidad del claustro, instauraron la lectura como arranque de la jornada, con el maestro sentado también en su mesa leyendo para dar ejemplo, la lectura en voz alta, los proyectos vinculados a la literatura, una bi­ blioteca de aula con un espacio acogedor definido, discusión sobre las lecturas una tarde a la semana... Lara Reyes también es tozuda. Y entu­ siasta. Los índices de lectura han subido exponencialmente y, lo que es mejor, se sienten orgullosos de ser lectores. Teresa Colomer tuvo la ocurrencia de llevar a esos niños que se habían empoderado como lectores a la universidad para que explicaran su experiencia a los alum­ nos de último curso de magisterio que al poco iban a ser maestros. Unos niños de un barrio modesto que unos pocos años antes tenían dificultades para leer, entraban en un aula de la Universitat Autònoma de Barcelona a dar una lección sobre didáctica de la lectura. Ellos eran la lección. Antes de que se marche a seguir con su apostolado docente y litera­ rio le hago la pregunta del millón: ¿doctora, para qué sirve hoy día estudiar literatura? “La literatura hace el mundo más inteligible y eso nos hace más inteligentes”. Falta hace. | ANTONIO ITURBE

Narrativa La francesa Leonor de Recondo nos brinda una lírica historia de infidelidades y traiciones en los albores del despertar de la mujer

Amor prohibido y liberador M.ª ÁNGELES CABRÉ

En el panorama narrativo son po­ cas las voces que se singularizan y muchas tienen rasgos tan comunes que se confunden unas con otras. La vecina Francia parece estar es­ pecializada en proporcionarnos al­ gunas de las que ostentan mayor personalidad. La escritora y tam­ bién violinista Leonor de Recondo (1976) es uno de esos casos. Co­ mentando en estas páginas su no­ vela Sueños olvidados, ya mencioné

Una mujer arrinconada por el marido, Anselme. quien satisface su deseo sexual con la joven criada que su particularidad residía en in­ clinarse hacia el lirismo, en el que reincide en Amores, una novela que por su temática le permite des­ plegar un buen número de mo­ mentos nada prosaicos, que aún así aborda con suma contención. Victoire es la protagonista de es­ ta historia. Casada con el notario Anselme de Boisvaillant, tiene una vida muy poco emocionante, a la cual se suma el agravante de que tras cinco años de matrimonio la naturaleza no parece dispuesta a darle ningún hijo, siendo este el principal deseo de su marido y la razón por la que se casara con ella en segundas nupcias. Tampoco su vida marital resulta nada satisfac­

Leonor de Recondo

toria, en especial en lo que se refie­ re a las relaciones íntimas. Mien­ tras en París triunfa el modisto Poi­ ret, que libera a las mujeres del obligatorio y asfixiante corsé, ellos viven en provincias, alejados de la diversión y los estímulos. Estamos en las primeras déca­ das del siglo XX, cuando las muje­ res comienzan a despertar de un largo letargo de prohibiciones y ataduras. El despertar tendrá aquí nombre de mujer, Céleste, la criada más joven de la casa, apenas dieci­ siete años de fresca juventud. En ella ha ido a saciar Anselme, sin pe­ dir permiso, su deseo sexual y el re­ sultado ha sido un embarazo no de­ seado. Pero él no tardará en dejar de subir las escaleras que llevan a su habitación y su lugar lo ocupará otra persona: “El amor se encuen­ tra donde no debería estar, en el se­ gundo piso de la casa señorial, pro­ tegido por la piedra de toba y las pi­ zarras demasiado bien alineadas, protegido por ese pensamiento burgués que hasta entonces las constreñía y que ahora les da abri­ go”. La transgresión de lo hasta en­ tonces ignorado, de lo prohibido, y al tiempo la convicción de que cuando se empieza a mirar hacia delante ya no se puede volver a mi­ rar atrás. | Leonor de Recondo Amores MINÚSCULA. TRADUCCIÓN: PALMIRA FEIXAS. 208 PÁGI­ NAS. 18 EUROS

MARC ARIAS


LIBROS

historia para pensar

Alrededor de la edad media

Detalle de ‘La Anunciación’ del artista Simone Martini, Escuela Florentina (siglo XIV)

Una época oscura para algunos, luminosa para otros, un universo cultural lleno de contrastes, des­ conocido la mayoría de las veces, falsificado en los últimos años en series de televisión de gran au­ diencia como Juego de tronos: a la edad media se la visita de nuevo. El deseo de saber de ella se produ­ ce en la sociedad del siglo XXI, co­ mo la tuvo en tiempos de la novela gótica que entusiasmó a la socie­ dad victoriana, y se refresca como un elemento más del deseo de ha­ cer historia a la altura de los difíci­ les tiempos en los que vivimos. Al milenio transcurrido entre el siglo V y el siglo XV han dedicado su es­ fuerzo una serie de libros que ahora llegan traducidos a nuestras librerías. Un ritual que se ha visto en otras ocasiones, con los mis­ mos efectos: ilusión de sus pro­ motores, decepción de los lecto­ res. Entre la ilusión y la decep­ ción, la oferta de la industria editorial no difiere mucho de la oferta de los políticos, tramposas ambas. La edad media, difícil de enten­

der, que prolonga sus misterios con el paso de los años, ha querido ser rescatada por Chris Wickham en un libro que propone “una nue­ va interpretación”, aunque en verdad es una obra rancia, de viejo cuño, donde se encuentran a gus­ to los epígonos del materialismo histórico con cosmética posmo­ derna. Nada que ver con la verda­ dera renovación por la que com­ batieron Georges Duby o Jacques Le Goff en Francia, y Arno Borst o Erich Köhler en Alemania. ¿Cómo se puede escribir en pleno siglo

libros Chris Wickham Europa en la edad media. Una nueva interpretación

CRÍTICA. TRADUCCIÓN: TOMÁS FERNÁNDEZ. 300 PÁGINAS. 29,90 EUROS

Robert Payne El sueño y la tumba. Una historia de las

cruzadas

ÁTICO DE LOS LIBROS. TRADUCCIÓN: JOSEP­ MÀRIUS GOMIS. 528 PÁGINAS. 24,90 EUROS

Giles Tremlett Isabel la Católica. La primera gran reina de Europa

DEBATE. 528 PÁGINAS. 24,90 EUROS

COMMONS

XXI sobre la edad media y no ha­ cerlo del amor cortés, los trovado­ res, la novela artúrica, el arte cis­ terciense, la filosofía naturalista de Chartres, la politología de Juan de Salisbury, o Marsilio de Padua, e incluso de Dante y de Chaucer, limitando lo que se llama renova­ ción a una jerga de supermercado de periferia, “experiencia carolin­ gia”, “fracaso de las alternativas”, “nuevo enfoque” y así durante quinientas páginas. ¡Qué despro­ pósito! Al editor habría que decir­ le algo. Balbuceos de historia narrativa se perciben en la obra de Robert Payne, un clásico recuperado al amparo de los comentarios perio­ dísticos de la solapa posterior, ho­ menaje al autor fallecido en 1983. En general, el relato es tranquilo, porque se limita a una sucesión de curiosidades bien hilvanadas, casi de guión televisivo. Perdida la moral del estudio sobre la edad media, es natural subproductos bien publicitados. ¡Solo faltaría! Son las leyes del mercado, pero no es eso lo que la sociedad necesita

Wickham propone “una nueva interpretación”, pero ofrece una obra rancia. ¡Qué despropósito! Guicardini, un gesto propio de los amateurs en historia. ¡No cita al Gran Capitán! Es incomprensible ya que en la bibliografía aparece Hugh Thomas. Se ve que no ha leído todo lo que cita. Luego que­ da ese asunto del subtítulo en por­ tada “La primera gran reina de Europa”, lo que me lleva a salir en defensa de algunas que lo fueron antes que ella: la insigne Emma de Normandía, capaz de fusionar el mundo normando y el sajón, la ex­ cepcional Matilde de Inglaterra en su lucha por el poder, la bri­ llante Leonor de Aquitania, mece­ nas de artistas o la refinada Cons­ tanza de Sicilia, que cambio el curso de la historia mediterránea, por destacar sólo cuatro de algu­ nas decenas que podrían citarse. En suma, la página de este mes destila compromiso con vistas a la primavera porque un crítico lo debe leer todo, incluso obras de animada cháchara que forman el halo de esa falsa tranquilidad que quiere ofrecer de sí mismo el capi­ talismo maduro. ¡Que le vamos a hacer! Es lo que se nos ofrece. | JOSÉ ENRIQUE RUIZ­DOMÈNEC

Cultura|s La Vanguardia 11

para sacar a la gente de la ignoran­ cia indiferente de la historia. Un contrapunto de lo dicho es­ tá en el libro de Giles Tremlett so­ bre Isabel la Católica. Se constru­ ye como un relato pero responde a la idea de las estampas, unas Pic­ tures que le acercan a Dickens. Son cuarenta y seis. Todas brillan­ tes, ingeniosas, llenas de músculo narrativo, aunque a veces se pier­ de en los detalles o en la cercanía a las emociones de la reina. Pero es amable con los acontecimientos, incluso con los trágicos como el atentado a Fernando el Católico en Barcelona. Muy english en lo referente a Colón, sus viajes y el mundo americano; también cuan­ do habla de los Borja, incluso con cierta conmiseración. Sorprende lo poco puesto que está en los asuntos de Italia, quizás por se­ guir a Maquiavelo y desatender a

Sábado, 3 marzo 2018

Un crítico lo debe leer todo, incluso obras que no satisfacen las expectativas de los lectores. Es el caso de este mes con tres nuevos libros sobre un periodo fascinante y lleno de contrastes


PARÍS

Corot y sus modelos

Sábado, 3 marzo 2018

ARTES

Arte|s ALMUDENA BLASCO VALLÉS

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Cultura|s La Vanguardia

Con un paisaje de los suyos, extre­ madamente delicado, que lleva por título Volterra, Route descendente de la ville, se nos invita a entrar en el mundo de Jean­Baptiste Camille Corot (1796­1875), en la magnífica exposición que el Museo Marmot­ tan Monet le dedica bajo la experta mano del comisario Sébastien Allard. Las pinturas expuestas for­ mabanpartedelaprivacydelartista, ynohayunlugarmejorqueestepara mostrarlasenpúblico,puesestemu­ seo alberga muchas obras de su pupila, la pintora Berthe Morisot, quien afectuosamente le llamaba “Papa Corot”. En el camino de la redención de la historia de Francia desde las Tres Gloriosas de julio de 1830 hasta las puertasdelasvanguardiasartísticas, tras haber demostrado a todo el mundo que es uno de los grandes paisajistas de todos los tiempos, a la altura de Turner, Corot afronta la emancipación de las mujeres que

En el tramo final de su vida el artista renueva su carrera pintando mujeres, mujeres que leen y que piensan

LA JOVEN GRIEGA, C. 1868­1870. La modelo Emma Dobigny aparece ocupando toda la escena plástica y, por tanto, revelán­ dose en su indivi­ dualidad, sin paisajes al fondo, sólo el friso heleni­ zante pintado sobre el muro del taller. Dobigny vivía en Montmartre y fue modelo de diferen­ tes artistas, entre ellos Degas; de hecho, hace un par de años se descu­ brió un retrato suyo escondido bajo otra obra del pintor.

SHELBURNE MUSEUM

posan para él conscientes de que después de eso todo será distinto. Es un motivo suficiente para que en 1909Braque,DérainyPicassoresca­ taranalmaestrocomosuinspirador, su referente. Los visitantes queda­ rán desconcertados ante esta pro­ puesta expositiva si no tienen en cuenta precisamente que se trata de recuperar a uno de los hombres que hicieron posible una de las mayores transformaciones del arte de la pin­ tura. Algunos quizás esperen al en­ trar una exposición sobre el realis­ mo, pues Corot con sus paisajes, co­ mo Millet con sus campesinos, anuncian esa línea, pero no es el ob­ jetivoenestaocasión:aquíelvisitan­ te se encontrará un alegato sobre el curso de la vida visto a través de las modelosqueseprestanparaserpro­ tagonistas, un esfuerzo admirable por aunar libertad creadora y senti­ do del equilibrio. El propio comisa­ rio Allard nos orienta ante el hecho de que las figuras que vemos desli­ zarse en el fondo de los paisajes, o que forman parte de ellos sin otro >

LA SEGADO LA HOZ, LA APOYADA MANO, 183 A finales d años 30, la femenina, adquiere p la colección de Corot. L dora apare mirando co complicida pintor, com uniera una de empatía allá de la s relación en artista y la BOSTON MUSE OF FINE ARTS


ORA CON A CABEZA EN LA 38 e los a figura aislada, peso en n privada La sega­ ece on ad al mo si les a forma a más simple ntre el a modelo.

EUM

ART INSTITUTE OF CHICAGO

JOVEN SENTADA CON FLORES EN LAS MANOS O MADAME LEGOIS, C. 1842. Con mirada ausen­ te, la joven reposa las manos sobre el regazo, donde ha depositado algunas flores. Corot recu­ pera un viejo tema y lo sublima desde la luz roja del vestido y la melan­ colía de la modelo.

ÖSTERRICHISCHE GALERIE VELVEDERE, VIENA

LA MUJER DE LA PERLA, C. 1868­ 1870. A los 70 años, con inspira­ ción renovada y en contacto con la nueva pintura, Corot libera a sus figuras y empieza a retratar a medio cuerpo. Berthe Goldschmidt se muestra aquí como una campesina italiana, en una variación sobre la Gioconda. Se trata de una de las modelos favoritas del pintor, hija de un negociante en tejidos y que tenía 16 años cuando posó para este lienzo. MUSEO DEL LOUVRE

ARTES Sábado, 3 marzo 2018 Cultura|s La Vanguardia

LA LECTURA INTERRUMPIDA, C. 1870. Una de las obras más acaba­ das de Corot, que la geometría y la abstracción del color impregnan de una gran moder­ nidad y equilibrio. En ella repite los temas de su juven­ tud, la melancolía como homenaje a Durero y el vestido, que, aunque a la italiana, sólo se reconoce como tal cuando descubri­ mos las joyas de coral.

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Camille Corot fue uno de los grandes paisajistas de la historia de la pintura; menos conocida pero igualmente decisiva es su faceta como retratista, especialmente dedicado a la figura de la mujer, que magnifica; se trata de su registro más íntimo, al punto de que el artista guardaba esta parte de su producción escondida en el taller. Una exposición las rescata


ARTES Sábado, 3 marzo 2018 Cultura|s La Vanguardia 14

> cometidoqueestarallí,derepente se liberan, se hacen autónomas, to­ man forma y muestran un significa­ do. Y, así, desde la primera sala, se nos sumerge en un relato brillante sobre el siglo XIX en Francia, donde se percibe con el retrato de su sobri­ na el aire de libertad de la gente que se sintió conmocionada al asistir al estrenodelHernanideVictorHugo, la Sinfonía Fantástica de Berlioz, o La Libertad guiando al pueblo de De­ lacroix. Es ese mundo que busca li­ berarse de las ataduras y que consi­ dera posible que el romanticismo seatambiénunasuntodemujeres,el mundo que Corot razona en el her­ moso retrato de Louise Hardouin, comosifueseelepítomedelasmuje­ res liberadas de su tiempo, George SandoFloraTristán.Esenestalínea queseproponehacerunaverdadera comedia humana de los rostros y los cuerposdelasmujeres,susmodelos, que le sirve para ahondar los tor­ mentosinvisiblesdelalmafemenina que vemos en los relatos de Balzac. Al estilo italiano de percibir la be­ lleza se refiere también Corot en sus variaciones poéticas, en un desnudo como el de Marietta, inspirado en la Odalisca de Ingres o en la figura de una joven griega, encarnada por Emma Dobigny, para interpretar el hecho extraño de que la historia tie­ ne temporalidades múltiples como se ve en esas doncellas en la fuente que evocan a Poussin y sus misterios arcádicos.Oponiendo entoncesmu­ jeres exóticas, monjes ascéticos, hombres armados al modo de Gior­ gione, escenas de contenido onírico, y desnudos mitológicos, afronta el arte de la pintura desde el mismo ta­ ller convertido en un lugar de me­ moria. Lo hace en una serie de obras que expresan el triple valor del sím­ bolo del saber, pericia, conocimien­ to, verdad. Así llegamos a un punto deinflexión,laexcepcionalLaDame

Las figuras del fondo de sus paisajes de repente se hacen autónomas, toman forma, muestran un significado enbleude1875,realizadaeneltramo final de su vida en la que, ya anciano, renueva su arte pintando mujeres y compartiendomodelosconManeto Degas. Mujeres que leen, que pien­ san; mujeres etéreas, atrapadas en el lienzo por pinceladas intensas, que expresanunestilodevidaajenoalas maléficas que pueblan la pintura simbolista. Un buen resumen del es­ fuerzo de una vida dedicada a la re­ generación de la pintura, de ahí el paso al impresionismo, porque en ese movimiento Corot encuentra un modo de acercarse por última vez al clamor del alma. | Corot. El pintor y sus modelos COMISARIO: SÉBASTIEN ALLARD. MUSEO MARMOTTAN MONET. PARÍS. WWW.MARMOTTAN.FR. HASTA EL 8 DE JULIO.DE SEPTIEMBRE A ENERO PODRÁ VERSE EN LA NATIONAL GALLERY DE WASHINGTON

perfil de Marcelo Fuentes

Obra de Marcelo Fuentes en la exposición

MONTSE GIRALT

Un equilibrio reparador do una larga y sugerente serie de la Nostalgia, melancolía, desolación… que ya han exhibido buena parte y son algunas de las palabras que apa­ con éxito en ciudades como Madrid, recen cuando Marcelo Fuentes (Va­ SevillaoBilbao,yqueprontoviajaráa lència, 1955) habla de su obra. Pero Suiza y Francia. Juntos han publica­ ningunadeellasestárelacionadacon do un libro donde sus flores se acom­ sensaciones negativas, porque la at­ pañan con poemas del escritor An­ mósfera que crea con sus paisajes ur­ drés Trapiello. Considera que son banos devuelve a quien observa a un “un tema difícil, porque te pone en el espacio anímico, espiritual o mental límite de lo cursi. Pero ese es el reto: dondeeltiemponoexistey todo se mantiene en un equilibrio reparador. El propio artista afirma que ensutrabajo“hayalgome­ tafísico”. No importa a qué ciudad pertenecen los edi­ ficios que compone en óleo, acuarela, carbón o grafito: las siluetas se con­ vierten en símbolo o señal que ha de facilitar la con­ templación. Viajó a Nueva York y evoca su arquitectura, pe­ ro sólo porque representa la idea más generalizada Marcelo Fuentes en la galería Pigment deunaciudad.Tambiénha escogido como protagonista a la ciu­ se trata de hacer pintura. Da igual si dad en la que nació y en la que vive. es una flor, un edificio o un bodegón. En 1998 el IVAM acogió su muestra Nadie podría acusar a Morandi de València, la ciudad racionalista, don­ hacer cacharritos”. de combinó el reflejo de los edificios LaalusiónaGiorgioMorandiapa­ de una época concreta con su visión rece con frecuencia en la conversa­ ción con este artista al que también de urbes sin referencia temporal. Tampoco existe el tiempo para las han identificado con Edward Hop­ flores a las que se dedica últimamen­ per por su capacidad para crear at­ te, pensando divertido que todavía mósferas. Sin embargo, del estadou­ “puedanserunaprovocaciónparaal­ nidense se distancia “porque él habla guien”. Con su pareja, la también ar­ de la soledad del individuo”, mien­ tista Rosa Artero, están componien­ trasqueFuentesquierecolocaralob­ SÒNIA HERNÁNDEZ

servadorfrenteasusespaciosdesola­ dos, nunca habitados por personas. Siempre en formatos medios, en “un tono íntimo”, porque “lo que quiero expresar no necesita más espacio. Una cosa grande es como dar voces”, afirma.Lapinturaseconvierteenhe­ rramientayaliadaparalacreaciónde sensaciones: “Creo que todavía se puedenexpresarcosasconellengua­ je tradicional. He hecho también grabado, dibujo, acuarelas… Es mi opción. Ese mundo me parece muy rico, demasiado rico como para dejarlo de la­ do”.Aunqueendosocasio­ nes no superó las pruebas para ingresar en Bellas Ar­ tes, no abandonó su pasión por la pintura mientras es­ tudiaba Historia, que tam­ bién dejó de lado para de­ dicarseaserpintor,almar­ gen de las tendencias y las enseñanzas promovidas MONTSE GIRALT desde la academia. Su indagación en la pin­ tura le hace volver sobre lo mismo reiteradamente, y aunque coincide con otros artistas al asegurar que una “leve modificación sobre el mismo cuadro es una gran variación” que puede provocar la aparición de una pieza diferente, él afirma que “es siempre el mismo cuadro, como es también la misma sensación”. | Marcelo Fuentes PIGMENT GALLERY. BARCELONA. WWW.PIGMENTGALLE­ RY.ES. HASTA EL 10 DE ABRIL


La Fundació Sorigué presenta una muestra de gran calada conceptual en soportes tan variados como una cortina de baño, fotografía, vídeo o la unión temporal de agua, papel y pol­ vo de carbón. Son las aventuras artís­ ticas de un filósofo de la imagen, Os­ car Muñoz (Popayán, 1951), uno de los artistas colombianos de mayor proyección, quien ha seleccionado personalmente junto a la presidenta delafundación,AnaVallés,suprime­ ra exposición en Catalunya, que pue­ de contemplarse hasta el próximo mes de junio en los locales de Sorigué en la ciudad de Lleida. Oscar Muñoz: des/materializacio­ nes recoge 14 piezas que provocan en el espectador una reflexión profunda sobre cómo el tiempo influye en la imagen y su relación con la realidad. En palabras del artista, “mi trabajo pretende acercarse a ese instante crí­ ticoydecisivodesalvaciónodestruc­ ción de la imagen; donde se fija o no, para formar parte del pasado”. Según el catedrático de Estética de la UAM, José Jiménez, “la obra de Muñoz se plantea como una interrogación de la imagen como representación del ins­ tante”. “La profusión de imágenes no nos deja pensar. El clic instantáneo Arriba, ‘Narcisos’: el artista fija la imagen revelada con polvo de carbón sobre papel que flota en el agua CORTESÍA DEL ARTISTA

Abajo, Oscar Muñoz interviene junto a una de sus obras en la presentación de la exposición FOTO: MERCÈ GILI

las claves EL AUTOR. Desde sus inicios en Cali en los 60 ha partici­ pado en varias bienales, incluida Venecia (2007), y ha expuesto en todo el mundo. LA OBRA. Interesado por la memoria y la corporalidad, utiliza procesos físicos para subrayar lo efímero de la existencia.

En algunas de sus obras son los elementos, el aire o el agua, los que hacen aparecer y desaparecer los retratos

Oscar Muñoz: des/materializaciones FUNDACIÓ

SORIGUÉ.

LLEIDA.WWW.FUNDACIOSORI­

GUE.COM. HASTA EL 17 DE JUNIO

ARTES Sábado, 3 marzo 2018

PAU ECHAUZ

Cultura|s La Vanguardia

La imagen que surge y que se desdibuja

impide que entremos en la interroga­ cióndelaimagenparapoderapreciar su forma, que es de donde sale la abs­ tracción, el conocimiento y el placer estético”, abunda Jiménez. Entre las sorprendentes piezas que Muñoz ha instalado en las pare­ des de Sorigué destaca Aliento, reali­ zada en 1995. Se trata de una serie de retratos de personas anónimas ya fa­ llecidas impresas en fotoserigrafía sobre espejos de metal. En principio, el espejo refleja el rostro del especta­ dor, pero si finalmente este aplica un vaho de su aliento, aparece por unos instantes la pequeña imagen que per­ manece escondida. El calor del aire expirado vuelve a la vida, fugazmen­ te, la memoria efímera sobre un ser humano que ya no existe. En este juego de contrarios –luz/ oscuridad, aparecer/desaparecer– Muñoz desarrolla de alguna forma la teoría que establecería que “la ima­ gen ni se crea ni se destruye, sólo se transforma”. Así, piezas como Re/ trato (2004) representan en vídeo el dibujo incesante de un autorretrato que Muñoz va pintando con el agua comotintasobreunalozadecemento expuestaalsol.Eldibujantenoconsi­ gue fijar del todo el trazo de su propia cara pues es sólo una fugaz sombra que se evapora. Un proceso parecido es el de Narcisos (1995­2009), una de las piezas más originales, retratos del artista, que persiguen fijar la imagen, revelada con polvo de carbón sobre papel que flota sobre el agua de una cubeta de plexiglás. Cuando el agua se ha evaporado totalmente, Muñoz opina que se ha conseguido “eterni­ zarelinstante,latransformaciónrea­ lizada alude a tres momentos defini­ tivos: la creación, la vida y la muerte”. En este sentido, Muñoz destaca que el dibujo es la base de toda su obra, una actividad que practica cada día como un “ejercicio esencial, por­ que estás creando con tus propias manos y diriges el proceso por el que la tinta va fijando en el papel un dibu­ jo, un documento que ha surgido de ti”. Otros materiales utilizados por Muñoz son, por ejemplo, las imáge­ nesborrosasdehombresymujeresfi­ jadas en cortinas de baño, sombras bañadas por el agua, o las composi­ ciones de Píxeles (1999), sobre terro­ nesdeazúcar manchadoscontintura decafé,quedecercasonpinturasabs­ tractas, pero de lejos muestran ros­ tros anónimos, tal vez víctimas. La Fundació Sorigué ha adquirido una de las últimas producciones de Oscar Muñoz. Se trata de El coleccio­ nista (2016), una videoinstalación en laqueunafiguracomounasombrava colocando fotografías de personajes, ya sean históricos, familiares o cono­ cidos sobre papeles en blanco, si­ guiendo criterios arbitrarios, en un intento que se repite con la intención de crear una cierta biografía sin fin. “De hecho, se trata de hacer lo que se hacía en el principio de la fotografía, capturar una luz exterior”. |

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Oscar Muñoz La Fundació Sorigué de Lleida muestra una selección de obras seleccionadas por el artista colombiano, una reflexión profunda sobre el proceso de creación y su relación con el tiempo y la realidad


ESCENARIOS Sábado, 3 marzo 2018 Cultura|s La Vanguardia 16

Escenario|s Mutek Barcelona acoge la próxima semana la novena edición española del festival de música electrónica que ayudó a poner en el mapa la escena de Montreal. Exploramos los orígenes canadienses de este certamen de creatividad digital

Conexión digital BCN / Montreal SERGI SIENDONES

Cuando uno visita Buenos Aires en­ tiende por qué tanta gente la define como la ciudad más europea de Lati­ noamérica. El aspecto de los edifi­ cios, la composición de las calles, el tipo de negocios, la forma en que la gente se desplaza e, incluso, la luz de las farolas le hacen sentir a uno mu­ cho más cerca de casa, en primera instancia, que cuando pone el pie en las maravillosas Ciudad de México, LimaoBogotá.Porsupuesto,Buenos Aires es latinoamericana, y mucho, pero tiene ese no­sé­qué con sabor a Madrid o París que uno no puede sa­ carse de encima. Un sentimiento pa­ recido al que despierta Montreal en el otro polo del continente. “Montrealhasidosiempreunsitio interesante por esa confluencia de elementos europeos y americanos, que la convirtieron en un puente en­ tre ambas regiones. Tener un poco de los dos mundos le ha permitido conectar influencias y polinizar am­ bos lados”, explica Alain Mongeau, fundador y director de Mutek, orga­ nización canadiense dedicada a la exploración y promoción de la crea­ tividad digital y la música electróni­ ca. “Montreal es para Norteamérica unpocoloqueBerlínesparaEuropa: un espacio único con una fuerte con­ centración de artistas. Comparada con otras ciudades norteamericanas –como la cercana Nueva York– el coste de vida es bajo, por lo que pro­ bablemente sea el último lugar don­ de los artistas todavía pueden disfru­ tardeunestilodevidabohemioyen­ focarse en el desarrollo de su trabajo. Esohacequelaactividadculturalsea alta e inspiradora. Además, el hecho de ser una ciudad bilingüe hace natural la conexión con Francia y el Reino Unido, en Europa, y con Esta­

dos Unidos y el resto de Canadá, en América”. Enunentornoasínocuestaenten­ derporquéMutek,ysufestivalanual celebrado en Montreal desde el 2000, logró ganarse en muy poco tiempo el respeto de los universos tanto artístico como musical, gracias a una curaduría tan refinada como poco previsible y a una escena local lista para conquistar el público inter­ nacional, con artistas como Akufen, Deadbeat o Mike Shannon entre sus filas. Hoy, la organización celebra festi­ vales anuales también en Ciudad de México, Barcelona, Tokio, Buenos Aires y San Francisco (por primera vez en el 2018), así como esporádicas incursiones en lugares tan dispares comoBerlín,SantiagodeChileoDu­ bái. La novena edición barcelonesa

Montreal es un poco lo que Berlín para Europa: un espacio único con fuerte concentración de artistas arranca la próxima semana con un variadocartelqueincluye,entremu­ chos otros, a un grupo de artistas de Montreal que han encontrado en Mutekelmejormecenasimaginable: el dúo Artificiel, especializado en performancesenlasqueimagenyso­ nido se alteran mutuamente; el artis­ ta electroacústico conceptual Alexis Langevin­Tétrault; Herman Kolgen y sus instalaciones que transforman data en percepciones sensoriales; Kara­LisCoverdaleysumúsicaaba­ se de sintetizadores; y el artista digi­ tal Lucas Paris, reconocido por sus experiencias de inmersión sinestési­

ca y sus esculturas de luz. Y es que, aunque la programación nocturna del festival está principalmente con­ formada por actuaciones musicales, su planteamiento busca alejarse del concepto de gran fiesta. “He seguido de cerca el desarrollo de la escena electrónica de Montreal desde principios de los noventa, cuando todo se reducía a pequeños eventos en lofts o a raves que fueron sofisticándoseconeltiempo”,nosre­ lata Alain Mongeau. “En aquel mo­ mento, viajé para experimentar lo que estaba pasando en Boston, Nue­ vaYorkyEuropa.Recuerdoenespe­ cial el Interference Festival que tuvo lugar en el Love Parade de Berlín de 1994, donde visualicé por primera vez lo que Mutek podría ser”. Para Mongeau, lo excitante de aquel movimiento era ver cómo atraíaaunanuevaoladeartistasinte­ resados en realizar eventos que su­ pusieran una auténtica experiencia inmersiva multisensorial. “En algún punto, a mitad de los noventa, las fuerzas comerciales entraron en jue­ go y se llevaron a los clubs la música, que fue paulatinamente absorbida por los convencionalismos de la industria”, apunta. Al ver aquello, Alain sintió la necesidad de apoyar la filosofía de la escena que tanto le ha­ bía dado y se sumó al colectivo Leit­ motiv (del que formaba parte Aku­ fen), al que ayudó a organizar peque­ ñas fiestas. Pero fue su trabajo del día a día el que le llevó a desarrollar un papel trascendental para Montreal. Apro­ vechando su posición en el ISEA95 (el sexto Simposio Internacional de ArtesElectrónicas)yenelFestivalde Nuevo Cine y Nuevos Medios (FCMM), organizó actuaciones de música electrónica en un espacio co­ nocido como Media Lounge. “En


ESCENARIOS

trault, que presenta ‘Interférences (String Network)’ B.DESTOMBES/MUTEK

COLLEEN La francesa Cécile Schott, que hace un tiempo decidió cam­ biar París por San Sebastián como base para vivir, se acer­ cará a Barcelona de la mano de su delicada mezcla de sonidos electrónicos y texturas propias del folk ambiental. Comple­ tamente instrumental, su propuesta dibuja, con samples e instrumentos físicos, paisajes oníricos repletos de detalles que inducen a un estado de relajación mediante la repe­ tición.

cierto sentido, el Media Lounge fue la prehistoria de Mutek –cuenta–. Me permitió conectar no sólo con lo que estaba pasando en Montreal, si­ no con artistas y músicos de todo el mundo”. El resto es historia conoci­ da. Cuando, en 1999, el FCMM se trasladó al recién inaugurado com­ plejo Ex­Centris, Mongeau aprove­ chó para lanzar Mutek en ese mismo espacio con el apoyo de los propieta­ rios del lugar. “No estoy seguro de por qué, pero el evento llamó en seguida la aten­ ción de Europa. Tras la primera edi­ ción, nos contactaron de siete ciuda­ des”, recuerda el fundador. “Aparte del Sónar, en aquel entonces no había muchos festivales de electró­ nica que se presentaran como even­ tos artísticos, lo que atrajo a público del resto de Canadá y de Estados Unidos. Todavía hoy, el 50% de los

Desde sus inicios, el festival apuesta por las experiencias multisensoriales más allá de la música asistentes son de fuera de la ciudad”. Si bienel ecosistema creativodigi­ tal ya existía, la llegada de Mutek ha permitido conectar definitivamente laescenadeMontrealconelrestodel mundo.Actualmente,confiesaMon­ geau,siguecostandofinanciarelpro­ yecto y mantenerse como un festival de nicho. Aunque ese es, en opinión detodossusseguidores,sugranvalor añadido. | Mutek Festival Internacional de Creatividad Digital BARCELONA. DEL 7 AL 10 DE MARZO. WWW.MUTEK.ORG

BLISS SIGNAL Con Darkside (Nicolas Jaar y Dave Harrington) como el ejem­ plo más claro de éxito, las colabo­ raciones entre guitarristas y disc­ jockeys son un campo de cultivo tan arriesgado como fructífero. Este 2018 nos toca recibir la exci­ tante noticia de la unión entre el dj de bass y grime Mumdance y el guitarrista de black metal WIFE. Como Bliss Signal, y tras poco más de un par de actuaciones, llegan con la promesa de ofrecer altas dosis de intensidad.

ASTIN / NITSA Nitsa Club lleva un cuarto de siglo encargándose de consoli­ dar y expandir por el mundo el talento más exquisito de la escena electrónica nacional. Como no podía ser de otra forma, Mutek se ha aliado con ellos para su edición barcelone­ sa e incorpora a su cartel nom­ bres habituales del club, como Marc Piñol, Dafoe, Dj Fra y Oma Totem. Su presencia siempre es sinónimo de sesio­ nes de la más alta calidad. GALERA Mutek lo presenta como la gran promesa de la electrónica nacio­ nal, una afirmación que no debe tomarse a la ligera. Armado de sintetizadores y un saxofón, el catalán tomará el escenario del festival junto a un baterista y un vocalista para presentar su propuesta sonora, que nos tras­ lada a un universo épico, hipnó­ tico y bailable a partes iguales. Sin ánimo de precipitarnos antes de verlo, sólo diremos que su EP, Havana, nos ha abierto el apetito. Y mucho.

MAURICE FULTON Originario de Baltimore, es una leyenda de la música de baile underground. Se bautizó como dj de hip­hop en los 80, inspirado por Grandmaster Flash. Tras incorporar a su lista de estilos el garage, empezó a componer su música sirviéndose de sus conoci­ mientos de teclado. El salto defi­ nitivo lo daría en los 90, al intro­ ducirse en el house y mudarse a Nueva York para desde allí reco­ rrer el mundo. Su versatilidad y conocimientos hacen que verlo en acción sea algo excepcional.

Sábado, 3 marzo 2018

Y también...

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dre Burton & Julien Roy (Artificiel); Herman Kolgen; y Alexis Langevin­Té­

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De arriba abajo, tres de las propues­ tas canadienses en el Mutek: Alexan­


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Después del ensayo

Po or Ed duard d Mo olne er

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De los estrenos más recientes, destacamos la recuperación por la compañía La Perla 29 de una pieza del británico Arnold Wesker, adscrito al realismo social; y un texto nuevo, en el Lliure, del argentino Pablo Messiez, uno de los jóvenes autores y directores con más éxito en los escenarios españoles

¿Espejo roto? N

uestros abuelos no disfruta­ ban del mismo tipo de espec­ táculo que nosotros porque sus necesidades de identificación con aquello que ocurría en el esce­ nario no tenían nada que ver con las nuestras. Foucault ya escribió que las condiciones de representación tienen un carácter histórico. Acep­ tado esto (que me parece difícil de refutar), siempre me ha interesado averiguar qué es lo que opera en nuestro presente que justifica la re­ cuperación de textos y formas escé­ nicas de otro tiempo. El mismo año enqueArnoldWeskerestrenabaSo­ pa de pollo con cebada (Sopa de pos­ llastre amb ordi), 1958, un joven casi debutante Harold Pinter estrenaba La fiesta de cumpleaños. Pinter co­ leccionaba su segundo fracaso des­ puésdeLahabitación(1957),ynose­ ría hasta el estreno de El cuidador (The caretaker, también traducida por El portero) en 1960 cuando ob­ tendría su primer gran reconoci­ miento de crítica y público. Estos juegos de literatura comparada no están de más: Wesker, que con su obra inauguraba una trilogía de éxi­ to (con Raíces y Hablo de Jerusalén), eralaconfirmacióndelahegemonía deunaciertaestéticaderealismoso­ cial, o incluso de objetivismo. Marsé publicaba su primera novela, Ence­ rrados con un solo juguete, en 1961, sin embargo, de hecho la novela se había presentado en 1960 al premio Biblioteca Breve Seix Barral. Marsé o Wesker, autores comprometidos políticamente con su tiempo, pre­ tendían incidir en el debate político, o la lucha política, presentando con­ flictos y situaciones directamente vinculados a la situación histórica que les tocaba vivir; el franquismo el primero, la crisis de la izquierda el segundo.Pinter,porelcontrario,da­ ba un paso adelante para construir una estética absolutamente nueva y personalquenoeraajenaalalectura de Beckett. El amigo Enric Gallén me ha co­ mentado su recuerdo del estreno de lapiezaenBarcelonaen1978,dirigi­ da por Josep Montanyès y protago­ nizada por una joven Rosa Maria

Sardà, con traducción de Manuel de Pedrolo. Un año, aquel, evidente­ menteclave,eldelaaprobacióndela Constitución y en consecuencia también un momento de debate en la izquierda sobre lo que significaba la renuncia –República, revolución, democracia popular– por parte del comunismoquehabíalideradolalu­ chacontraladictadura.Seguramen­ te la estética de la pieza, expositiva, diáfana, naturalista, escrita desde la voluntad de documentación, tenía valor de cambio en aquella Catalu­ nya,aunqueyahabíanpasadoveinte

años desde su estreno en Inglaterra yhabíanpasadotambiénunmontón de cosas en el teatro occidental en aquellos mismos veinte años. Pues bien, ahora han pasado cua­ renta años desde aquel 1978 y La Perla recupera el texto con la direc­ cióndeFerranUtzet,enunmomen­ to en que el debate político, después dedécadasdeunanotableatonía,ha vuelto a las calles del país. No vi el montaje histórico de Montanyès, pero seguramente fue hijo de su tiempo; Utzet opta por un espacio que rehúye de entrada el realismo

parairintroduciendoaquelloqueno vemos,peroqueestá:losintérpretes gestualizan el uso de unos objetos domésticos invisibles que, a medida que avanzan los años, se hacen pre­ sentes. La pieza se inicia en 1936 con la victoria de la izquierda británica en Cable Street contra el emergente fascismo, y acaba (en términos polí­ ticos) con la desilusión de 1956, la entrada de las tropas soviéticas en Budapestyelaplastamientodelare­ volución democrática húngara que trastornóalaizquierdaeuropea.To­ do eso vivido desde la familia Kane, judía y de adscripción política co­ munista: los grandes diálogos giran en torno a la figura clave de Sarah Kane, auténtico bastión de la fami­ lia, mucho más que su débil marido, siempre evitando el conflicto. Los diálogos entre la madre Sarah –ex­ traordinaria Màrcia Cisteró– y sus doshijos,desencantadosdelalucha,

Utzet retoma ‘Sopa de pollastre amb ordi’, realismo social de 1958, ahora que vuelve el debate político a la calle

Para ver Gabriel Calderón Que rebentin els actors TNC. DEL 5 AL 29 DE ABRIL

Calderón (Montevideo, 1982) diri­ ge esta comedia donde se confun­ den realidad y ciencia ficción Sófocles Èdip TEATRO ROMEA. DEL 4 DE ABRIL AL 20 DE MAYO

El clásico griego en una versión dirigida por Oriol Broggi y con Julio Manrique de protagonista

El actor Julio Manrique protago­ nitzará ‘Èdip’ en la versión de la obra de Sófocles que se podrá ver en el teatro Romea DAVID RUANO

Ada (Maria Rodríguez) y Ronnie (Pol López), marcan los grandes hi­ tosdeunviajeenelquetodocambia, el mundo y la visión política de los miembros de la familia, excepto Sa­ rah. Especialmente inteligente me parece la contraposición del hijo re­ gresado de París, visiblemente em­ papadodelexistencialismodeaquel momento –Pol López nos regala un Boris Vian tierno y próximo, La complainte du progrés–, con su ma­ dre.Ronnieestáinstaladoenunaac­ titud perfectamente atribuible al Camus que dejó la militancia desen­ gañado, y se enfrenta a su madre que,comounaespeciedePasionaria británica,semantienefirmeensufi­ delidad al partido y a su ideal políti­ co, a pesar de todas las evidentes contradicciones. Al final, sin embar­ go, hay un porqué: Sarah ha dedica­ do su vida a una militancia en la cre­ encia que era la forma de expandir


ESCENARIOS Sábado, 3 marzo 2018 Cultura|s La Vanguardia 19

Arriba, escena de ‘El temps que estiguem junts’, que La Kompanyia Lliure presenta en Montjuïc ROS RIBAS

A la izquierda, la actriz Màrcia Cisteró como Sarah Kane en una instantánea de ‘Sopa de pollastre amb ordi’, la nueva producción de La Perla 29 BITO CELS

aquella bondad que recibió cuando, sinrecursos,teníaquealimentarasu hija moribunda y una vecina, una mujer ya vieja, le proporcionó aque­ lla sopa de pollo con cebada que la salvó de la inanición. A lo largo de su vida Sarah ha confundido la bondad conelbien.Labondaddelserhuma­ nonoestabavinculadaalbienoficial del partido. Sin embargo aquella re­ mota muestra de bondad despertó su genuino altruismo.

Visto

Experimento

Pablo Messiez El temps que estiguem junts

De la voluntad de poner un espejo, a la intención de romperlo. El temps que estiguem junts es un experimen­ to interesante. Dos dimensiones conviven en un mismo espacio. La joven pareja enamorada que alquila un piso viejo, para iniciar una vida nueva en común convive, en lo que parece otra dimensión, con un con­

Arnold Wesker Sopa de pollastre amb ordi BIBLIOTECA DE CATALUNYA. HASTA EL 8 DE ABRIL.

La Perla 29 recupera esta obra que hace 40 años estrenaron Josep Montanyès y Rosa Maria Sardà

TEATRE LLIURE. HASTA EL 11 DE MARZO

Una pieza fruto del trabajo con­ junto de La Kompanyia Lliure y el dramaturgo Pablo Messiez

junto de individuos que sabemos que se encuentran puntualmente los sábados para mejorar su condi­ ción vital, de hecho para intentar es­ tar un poco menos mal de lo que es­ tán, porque todos ellos están toca­ dos por algún tipo de desdicha, que va desde la tragedia más desgarra­ dora, como podría ser la pérdida de un hijo, hasta no sabemos exacta­ mentequé,algoquetrastornaacada uno de los personajes. Ella, la chica que inicia la vida en pareja llena de ilusión, es una actriz que prepara Psicosis de las 4.48 de Sarah Kane, detalle que no es gratuito; prepara la interpretación de una pieza que ha­ bla sobre la alteridad de la depre­ sión. En cualquier caso es ella quien percibe esa otra dimensión que tiene lugar en el mismo espacio, e incluso entra en contacto con una de las chi­ cas que están al otro lado, donde pa­

san cosas poco lógicas y coherentes, manifestación de una cierta deses­ peración. Este contacto con el otro lado provoca el deterioro de la pare­ ja hasta su disolución. En Nerium Park de Josep Maria Miró también esella,lachicaqueiniciaunavidaen pareja, la que hace entrar en crisis la convivencia a causa de una capaci­ dad de percepción más aguda. En algún momento, el texto de Messiez me recordó alguno de los experimentos teatrales de Javier Daulte, pero aquí no hay sólo una búsqueda del efectismo teatral. Seguramente el hecho de que los propios actores hayan intervenido en las decisiones dramatúrgicas ha generado ciertas carencias en la re­ solución global de la pieza, pero como contrapartida se respira la compenetración del equipo con el proyecto. |


Libros que abarcan el mundo

Cultura|s La Vanguardia

Sábado, 3 marzo 2018

MIRADAS

Mirada|s

JORGE CARRIÓN

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Justo cuando estamos a punto de llegar al quinto centenario de la primera vuelta al mundo, constata­ mos que ha nacido una nueva for­ ma literaria: el libro mundo. Maga­ llanes y Elcano fueron algunos de los autores de la crónica colectiva de la epopeya, que costó tres años de travesía (1519­1522) y tanto su­ frimiento. En las últimas décadas, en cambio, se han multiplicado los escritores y escritoras que abarcan el mundo en libros de autoría úni­ ca. La globalización ha extendido la idea de que somos capaces de narrar el planeta, de que tenemos a nuestro alcance tanto la experien­ cia (los aviones, los trenes de alta LA VUELTA AL MUNDO. El viaje imaginado por Verne es el paradig­ ma de un género. En la foto, la ruta de Phileas Fogg en el mapa editado por MS Aventuras Literarias, que en su reverso incluye información deta­ llada sobre el viaje y su protagonista

velocidad, los intercambios acadé­ micos, los congresos) como la in­ formación (los libros, los archivos, los buscadores) necesarios para cartografiar rutas que unen conti­ nentes distintos, fenómenos que afectan a la entera humanidad.

El género de la vuelta al mundo Durante siglos fueron unos pocos quienes se atrevieron a narrar el mundo y lo hicieron siguiendo casi siempre el mismo patrón: un itine­ rario aproximadamente circular. Desde la circunnavegación del glo­ bo de los primeros exploradores españoles, el género narrativo de la vuelta al mundo siguió el mismo sentido, la misma lógica. Salir de casa para volver a casa, visitando el

mayor número posible de enclaves por el camino. Eso hicieron escritores como Benito Pérez Galdós, en los tres vo­ lúmenes de La vuelta del mundo de un novelista, o Erika y Klaus Mann en Una vuelta al mundo. Pero el ca­ so más famoso no es un documen­ to autobiográfico, sino una novela. La vuelta al mundo en 80 días, de Jules Verne, gracias en parte a las adaptaciones audiovisuales que la han mantenido viva, es la gran fic­ ción sobre este tipo de viaje. Su in­ fluencia fue tal, entre sus contem­ poráneos, que la cronista Nellie Bly compitió con otros periodistas para llevar la hazaña imaginada al mundo real (y superarla): ganó


MIRADAS

La globalización ha extendido la idea de que somos capaces de narrar el planeta, que tenemos a nuestro alcance tanto la experiencia como la información necesarios

Escritores kilométricos como Jan Morris, Jon Lee Anderson, Cees Nooteboom, Paul Theroux o J.M. Le Clézio han dado varias vueltas al mundo, pero no han escrito un libro único que lo recorra. Un mun­ do escrito, de Morris, es una anto­ logía de crónicas escritas durante medio siglo de periplos; y Tumbas de poetas y pensadores (Siruela), de Nooteboom y Sassen, una colec­

ción de crónicas ilustradas con fo­ tografías, también fruto de viajes múltiples. La literatura de viajes si­ gue anclada en la unidad aristotéli­ ca de espacio y de tiempo. Mien­ tras que en las memorias y las auto­ biografías de grandes escritores viajeros sí podemos leer el globo, difícilmente encontramos libros que rompan la lógica del itinerario o de la exploración de un espacio compacto. De hecho, también el canon de la gran novela del siglo XX es extrañamente local. Los tí­ tulos más celebrados de Joyce, Woolf, Kafka, Döblin, Mann, Rul­ fo, Kawabata, García Márquez, Ce­ la, Lispector, Vargas Llosa, Houe­ llebecq, Atwood o Coetzee narran

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Un nuevo paradigma literario

ciudades, regiones, a lo sumo paí­ ses, no nuestro mundo enorme, con sus distintos continentes, con su vértigo de tiempos y espacios. Pero en el cambio del siglo XX al XXI ese paradigma está sufriendo una mutación. En ficción, el ejem­ plo más visible lo encontramos >

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ella, como se recoge en su serie de testimonios nómadas La vuelta al mundo en 72 días. Su influencia fue tal, también entre los escritores fu­ turos, que Jean Cocteau la imitó li­ teralmente en Vuelta al mundo en 80 días (Mi primer viaje), donde constata que setenta años después de la publicación de la novela, con­ seguir pasar por todos los puntos del itinerario era tan difícil como en la época de Phileas Fogg y Pas­ separtout. Así se llama, de hecho, Marcel Khill en el libro, aunque el verdadero nombre del compañero sentimental de Cocteau no fuera ni el uno ni el otro, sino Mustapha Marcel Khelilou ben Abdelkader. Durante todo el siglo XX el libro de Verne inspiró –directa o indi­ rectamente– proyectos de carácter innovador. Julio Cortázar, por ejemplo, construyó uno de sus li­ bros collage, La vuelta al día en ochenta mundos, poniendo el mo­ delo del revés. Y el pintor francés Hervé Di Rosa inició en 1993 su particular vuelta al mundo en va­ rias décadas, que hasta el momen­ to cuenta con diecinueve etapas, desde Sofía hasta Lisboa, pasando por Durban, México, Miami, Tú­ nez o Tel Aviv, durante las cuales siempre ha creado in situ a partir de los materiales y las artesanías locales. Pero la contemporaneidad es más melvilliana que vernesiana: acostumbra a optar por el “preferi­ ría no hacerlo”. Moby Dick tiene estructura de vuelta al mundo, pe­ ro el viaje queda interrumpido cuando finalmente se ven las caras el capitán Ahab y el monstruo ma­ rino. El resto es naufragio.

Sábado, 3 marzo 2018

En los últimos años ha proliferado un nuevo tipo de libro: el de ambición global. Se trata de títulos en sintonía con la globalización cuyos autores se mueven por diversos puntos del mundo para abordar un tema o fenómeno. Analizamos la tendencia y rastreamos sus antecedentes, en un viaje que nos lleva desde la vuelta al mundo que ideó Jules Verne hasta los más recientes ensayos de alcance planetario o los inventarios de territorios imaginarios

La novela del siglo XX es local, pero en el cambio del siglo XX al XXI el paradigma está sufriendo una mutación que ignora los límites geopolíticos NUEVOS VIAJES LITERARIOS. Los libros del chileno Roberto Bolaño son la mejor muestra de una literatura que renueva el viaje literario, elaborando una nueva topografía internacional. En la foto, la versión teatral de la novela ‘2666’ que realizó Àlex Rigola X. CERVERA /ARCHIVO


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> en la obra del hispano­chileno Roberto Bolaño: sus dos obras maestras crean un sinfín de puen­ tes entre América y Europa. Aun­ que su autor apenas viajara en toda su etapa adulta, tanto Los detecti­ ves salvajes como 2666 crean una topografía de referencias interna­ cionales, con México como capital simbólica del mundo contemporá­ neo. Otra obra emblemática en ese sentido es la del francés Mathias Enard, en cuyas novelas más im­ portantes (Zona y Brújula) los per­ sonajes van y vienen entre Europa, el norte de África y Oriente próxi­ mo, construyendo un único gran ámbito vital, político y cultural. También en el Proyecto Nocilla de Agustín Fernández Mallo se igno­ ran los límites geopolíticos oficia­ les: los seres que circulan por la tri­ logía son eminentemente nómadas y extraterritoriales, habitan más cómodamente en la iconosfera y en los aeropuertos y los desiertos que en las tradiciones y las fronte­ ras nacionales o estatales o incluso continentales. La ampliación del campo de ba­ talla no es sólo topográfica. Tam­ bién está cambiando la mirada del narrador. En la era de Google Maps y Google Earth, no extraña que Maylis de Kerangal escriba, en Reparar a los vivos (Anagrama), cuando Claire está a punto de reci­ bir el corazón de Simon en su pro­ pio cuerpo, en un hospital francés, tras haber esperado largo tiempo el transplante: “Comienzan a llo­ ver llamadas en el móvil, sus hijos, su madre, su amiga, todos vienen, todos acuden, pero ningún mensa­ je del hombre de las digitales, que acaba de acuclillarse contra una empalizada de bambúes, entre pe­ rros vagabundos y cerdos salvajes, en un pueblo situado en el fondo del golfo de Siam”. El narrador omnisciente no sólo lo ve todo y lo sabe todo de sus personajes fran­ ceses, también es capaz de despla­ zarse –a la velocidad de la luz o del clic– a la otra punta del mundo pa­ ra contarnos qué hace el amante trotamundos. Porque en el siglo XXI todos tenemos en la retina imágenes y mapas, datos e ideas, estereotipos y mentiras y certezas de los cinco continentes. Por eso Kerangal se permite narrar así la angustia de su personaje: “Su des­ ilusión devasta sus territorios ex­ ternos e internos, ensombrece los rostros, pudre les gestos, tuerce las intenciones, hincha, prolifera, po­ luciona ríos y bosques, contamina los desiertos, inficiona las capas freáticas, desgarra los pétalos de las flores y deslustra el pelaje de los animales, macula la banquisa allende el círculo polar y mancilla el alba griega, embadurna los más hermosos poemas con una viscosi­ dad doliente, saquea el planeta y todo cuanto lo puebla desde el Big Bang hasta las astronaves del futu­ ro, y sacude al mundo entero, ese mundo que suena a hueco: ese mundo desencantado”.

Diez libros mundo del siglo XXI Roberto Bolaño 2666 ALFAGUARA

Edmund de Waal La liebre con los ojos de ámbar. Una herencia oculta TRAD. DE MARCELO COHEN. ACANTILADO

Mathias Enard Brújula

TRAD. DE ROBERT JUAN CANTAVELLA. LITERATU­ RA RANDOM HOUSE

Martín Caparrós El Hambre ANAGRAMA

Andrea Wulf La invención de la naturaleza. El nuevo mundo de Alexander Humboldt

TRAD. DE MARÍA LUISA RODRÍGUEZ TAPIA. TAURUS

P. J. Harvey y Seamus Murphy El hueco de la mano

TRAD. DE PEDRO CARMONA. SEXTO PISO

Alastair Bonnet Fuera del mapa. Un viaje extraordinario a lugares inexplorados

TRAD. DE JAVIER CALVO. BLACKIE BOOKS

Cees Nooteboom y Simone Sassen Tumbas de poetas y pensadores TRAD. DE MARÍA CONDOR. SIRUELA

Carl Safina Mentes maravillosas. Lo que piensan y sienten los animales

VARIOS TRADUCTORES. GALAXIA GUTENBERG

Agustín Fernández Mallo Proyecto Nocilla ALFAGUARA

EL VIAJE Y EL CONO­ CIMIENTO. Hay libros que exploran continentes para explicar fenóme­ nos, o reconstruir biografías. ‘El Hambre’, de Martín Caparrós, investiga la caren­ cia de alimentos en el planeta DAVID AIROB/ARCHIVO

El libro mundo Se acaba de publicar en castellano El museo imaginario (Cátedra) de André Malraux, la materialización en papel del fascinante proyecto que el título formula: el de un mu­ seo sin paredes, sin límites, en el que puedan convivir obras desper­ digadas por museos y palacios y monumentos de todo el mundo. Ese libro que pone en diálogo el ar­ te europeo con el oriental, el del si­ glo XX con el del siglo I o XIV; ese libro que no respeta cronologías ni continentes, se puede considerar como uno de los grandes prece­ dentes de los estudios comparados y de los estudios globales. Esa for­ ma de abordar un ámbito de cono­ cimiento –transnacional e inter­ disciplinaria– que nace a partir de la crítica al eurocentrismo y del orientalismo de los teóricos post­ coloniales y que ha permitido la emergencia de los libros mundo. Es muy probable que existan otros muchos precedentes impor­ tantes en las décadas anteriores, sobre todo en la literatura acadé­ mica, pero es en los años noventa cuando se multiplican los títulos y proyectos que abarcan varios con­ tinentes para explicar un único fe­ nómeno. Bacalao. Biografía del pez que cambió el mundo, de Mark Kurlansky, se publicó en inglés en 1997; el mismo autor firmó cinco años más tarde Sal. Historia de la

única piedra comestible (Penínsu­ la), cuyo subtítulo original es A World history. Kurlansky, en efec­ to, concibe el ensayo divulgativo desde un marco global. El mismo que tuvo que asumir en la misma década el escritor Nicholas Sha­ kespeare para llevar a cabo su mo­ numental biografía Bruce Chatwin, que se publicó en 1999. El autor de En la Patagonia y de Los trazos de la canción, aunque se moviera con comodidad tanto por las grandes ciudades occidentales como por las regiones más remotas de Asia y Australia, enfermo del horror al domicilio, centró sus libros siem­ pre en localizaciones concretas. Su biógrafo, en cambio, para narrar esa vida nómada, tuvo que colec­ cionar pistas e historias por todo el mapamundi. Escribió, de ese mo­ do, la vuelta al mundo que jamás se decidió a escribir el objeto de su in­ vestigación. Una vuelta al mundo fragmenta­

El libro mundo salta de un lugar a otro, de un tiempo a otro, asume que es imposible narrar sin cortar y pegar, sin elipsis y zapping, viajes que suman un gran viaje

ria, que salta de un lugar a otro, de un tiempo a otro, sin respetar las cortapisas de los itinerarios. Los li­ bros mundo asumen que es impo­ sible narrar nada sin cortar y pe­ gar, sin elipsis y zapping, sin varios viajes que suman un gran viaje. Un hilo conductor poderoso, capaz de obsesionar al narrador, asegura la coherencia que tradicionalmente garantizaba el respeto a un único itinerario, en una región y un tiem­ po domesticados. En Leviatán o la ballena (Ático de los Libros), de Philip Hoare, ese foco es la fascina­ ción por los cetáceos, físicos cuan­ do el autor nada con ellos, simbóli­ cos cuando los lee en la historia cultural o en Moby Dick, físicos y simbólicos cuando los observa en puntos diversos del océano Atlán­ tico. Los dos libros de Edmund de Waal, La liebre con los ojos de ám­ bar y El oro blanco (Seix Barral), reconstruyen viajes entre Europa y Oriente para entender la historia de su propia familia y su obsesión por la porcelana. En El Hambre, de Martín Caparrós, es la investiga­ ción de la carencia de alimentos lo que lleva al autor a viajar por Áfri­ ca, Europa, Asia y América, acu­ mulando historias que pongan cuerpo al hambre, al tiempo que ensaya respuestas a una pregunta incómoda: ¿cómo puede ser que dispongamos de la tecnología y los recursos para eliminar la malnutri­ ción y que seamos políticamente incapaces de hacerlo?


PERSPECTIVA GLOBAL. El libro mundo se expande, de la narrativa a la divulgación científica. Abajo, ilustración de ‘Mapa de metros del mundo’, de Mark Ovenden, publicado por Capitán Swing / Nórdica Libros

MIRADAS Sábado, 3 marzo 2018

De esa experiencia –real o vir­ tual– de nomadismo todoterreno surgen proyectos tan distintos co­ mo la teleserie Sense8, uno de los grandes relatos de la globalización de la emociones; el diario filmado Guest, de José Luis Guerin, resul­ tado de su deambulación –cámara en mano– por los festivales de cine del globo; la antiguía situacionista Fuera del mapa. Un viaje extraordi­ nario a lugares inexplorados, de Alastair Bonnett, inventario de ciudades invisibles, estados sin te­ rritorio, laberintos subterráneos, cementerios habitados, aeropuer­ tos que son metrópolis y lugares que sólo existen en Google Earth; o el libro de poemas y fotografías El hueco de la mano, de la cantante PJ Harvey y el fotógrafo Seamus Murphy, también de ambición pla­ netaria. Algunas de las infinitas manifestaciones de lo que hasta hace poco llamábamos la vuelta al mundo. |

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La divulgación histórica, sociológica o científica de hoy en día no se entienden sin la perspectiva global, como tampoco el arte, el cine, el cómic o la fotografía

getal; cuando Yuval Noah Harari narra la evolución humana; cuan­ do Siddhartha Mukherjee escribe sobre los genes o sobre el cáncer; cuando Jared Diamond enfoca las sociedades tradicionales o Andrew Solomon la depresión o la paterni­ dad; o cuando Fréderic Martel analiza la cultura mainstream o la gay, el estilo de sus textos siempre combina el rigor metodológico con el arte del storytelling, y el ámbito de estudio y de ejemplos es siem­ pre internacional. La mayoría de los títulos de esos autores –y los de tantos otros– son libros mundo. Libros que abarcan uno de los muchos mundos que conviven en eso que, a falta de una palabra mejor, llamamos mundo. El prólogo de El mundo hasta ayer. ¿Qué podemos aprender de las sociedades tradicionales? (Debate), de Jared Diamond, está ambien­ tado en un aeropuerto. Científicos, periodistas, historiadores, comi­ sarios de arte y artistas comparten un estilo de vida de tránsito cons­ tante. Son todos radicantes –por usar la adecuada metáfora de Ni­ colas Bourriaud–, son criaturas in­ telectuales que se mueven de una ciudad a otra, de una orilla oceáni­ ca hasta la siguiente, generando raíces débiles, asociadas a proyec­ tos site specific, que se trenzan en una red inmensa, que tiene su co­ rrelato en los vínculos que unen direcciones de e­mail o amistades de Facebook.

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Pero el libro mundo no ha sido so­ lamente adoptado por el ensayo narrativo y por la crónica viajera de ambición literaria, también se ha vuelto una práctica normal en el resto de géneros y tendencias lite­ rarias. La divulgación histórica, so­ ciológica o científica de hoy en día tampoco se entienden sin la pers­ pectiva global (como tampoco el arte, el cine, el cómic o la foto­ grafía). No es casual que la mayoría de los capítulos de Yo contengo multi­ tudes (Debate), el libro de Ed Yong sobre la gran masa de microbios que conviven con nosotros, co­ miencen con una imagen de con­ junto de la humanidad. Algunas de las primeras frases que podemos leer son: “La Tierra tiene 4.540 mi­ llones de años”; “Las bacterias es­ tán en todas partes”; “Tomemos un globo terráqueo y girémoslo hasta que lo veamos en su mayor parte azul”. Se trata de entender el cosmos en relación con nuestro propio cerebro, el del autor y el del lector, ver en el micromundo el universo. Eso han hecho los libros desde siempre. Para escribir su libro La inven­

ción de la naturaleza. El Nuevo Mundo de Alexander von Hum­ boldt, Andrea Wulf viajó por toda la topografía del sabio ilustrado, tanto la vital como la de sus archi­ vos: Londres, Berlín, Bogotá, todas las bibliotecas universitarias de Es­ tados Unidos, la selva venezolana, el Chimborazo en Ecuador. Wulf caminó hasta la cima del famoso volcán, como había hecho en el si­ glo XIX su biografiado; pero fue en “Berlín, por fin, donde comprendí cómo funcionaba su mente cuando abrí las cajas que contenían sus notas, maravillosos collages con miles de trozos de papel, dibujos y números”. Viaje y lectura se retroalimentan en el presente para intentar alcan­ zar la visión de conjunto que muy pocos intelectuales alcanzaron en el pasado. La cosmovisión. Cuando Carl Safina habla de la inteligencia animal o cuando Ste­ fano Mancuso lo hace sobre la ve­

Grupo Godó Presidente Javier Godó, conde de Godó. Consejero Delegado Carlos Godó Valls La Vanguardia Director Màrius Carol. Cultura|s Redactor jefe Sergio Vila­Sanjuán. Jefa sección Isabel Gómez Melenchón. Redacción Anna Duran, Antònia Justicia, Ignasi Moya. Diseño Anna Belil, Carol Téllez Cultura|s. Edita: La Vanguardia Ediciones, S.L. Imprime: CRE­A, Impresiones de Catalunya, SL. Depósito legal: B­6389­1958

Red global de relatos y aeropuertos


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Sรกbado, 3 marzo 2018


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