Comentamos críticamente un asunto de actualidad

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¿CÓMO COMENTAR DESDE UN PUNTO DE VISTA CRÍTICO UN ASUNTO DE ACTUALIDAD?

El texto de Fernando Ónega, publicado en el diario coruñés LA VOZ DE GALICIA, el sábado 15 de mayo de 2010, que se presenta a continuación es un buen modelo para "aprender" a desarrollar el propio discurso crítico. Aparte de la información y de las valoraciones personales que corresponden obviamente al asunto informativo elegido por el autor y a su propio punto de vista con respecto a él, este artículo permite analizar con nitidez una serie de rasgos formales que en la segunda versión de la pieza han sido remarcados. Así, en primer lugar, se ha indicado la estructura del texto compuesto por cinco párrafos; además, aparecen subrayados los trazos del discurso que nos permiten analizar el desarrollo de esa misma estructura. Se ha destacado en color azul lo esencial de cada parte, y en negrita -ya sea en color azul o negro-, se han señalado las secuencias en las que el autor expresa sus valoraciones personales más allá de la información propiamente objetiva. Fijaos en la última oración, se cierra el texto reintensificando el contenido "escueto" pero contundente del título. Si bien la situación tan compleja en la que se ha visto sumido Baltasar Garzón requiere el conocimiento de varias claves no muy sencillas, es relativamente fácil acceder a la información precisa para su análisis -aunque sea de un modo simple- a través de la red. En este mismo blog, en la parte de la izquierda, encontraréis un enlace directo a a las ediciones electrónicas de diversos periódicos en español, tanto de España como de Hispanoamérica. Además, siempre os queda el todopoderoso GOOGLE. ¡Animaos! En la última página hallaréis una propuesta formal tomada de la pieza de Ónega. Elegid una cuestión de actualidad que os interese -puede ser la de Baltasar Garzón o no-, informaos suficientemente sobre ello y disponeos a redactar vuestro comentario crítico sobre ello.


DESDE LA CORTE : Crónica de una condena anunciada1 Ayer por la mañana, el presidente del Poder Judicial, con ese tono beatífico que Dios otorga a los devotos, nos dio la clave para entender lo de Garzón. Y se agradece, porque no es fácil entender que por la mañana el magistrado sea echado al foso de los leones, y por la tarde se intente ponerlo en los altares del Tribunal de La Haya. Pero el señor Dívar nos hizo el bien de otorgarnos su explicación: es deber de los jueces dar satisfacciones, al tiempo que hacen justicia. Hacer justicia es suspender a Garzón; dar satisfacciones, sería autorizarlo a irse al Tribunal Penal Internacional, y tiene que esperar. Pero vayamos por partes. Primero, la suspensión cautelar. Los vocales del Poder Judicial, por unanimidad, lo suspenden y le hacen llorar. No les queda otro remedio: si se abre juicio oral, es indefendible que siga en su puesto. Así está previsto en las leyes, y así se hizo en antecedentes similares. Personalmente lo siento, pero la actuación del Consejo no se puede discutir. Por eso no hubo un solo vocal discrepante. Segunda: la autorización para trabajar en La Haya. Iba a tener un poco de caridad cristiana, muy propia de don Carlos Dívar, para no cometer pecado de ensañamiento, pero está visto que es más fácil castigar que complacer. Ayer no era el día de Garzón. Para sus compañeros, darle satisfacción parece poco menos que cometer un delito. Y tercera, el fondo. Seguro que don Luciano Varela, el hombre que lo sienta en el banquillo, es un juez imparcial. Seguro que sus decisiones son jurídicamente impecables, y por eso está donde está y tiene el prestigio que tiene. Pero se le han notado demasiado las ansias de apartar a Garzón. Es dudoso que se pueda sostener el delito de prevaricación, cuando Garzón dejó el asunto de las fosas en el momento en que la Sala de lo Penal le dijo que no era competente. Y por cierto: no fue por unanimidad, lo cual significa que alguna razón le asistía. Se redactó un auto de imputación que parecía una sentencia a la que solo faltaba el fallo condenatorio. Y, finalmente, se dio unas prisas insólitas en abrir juicio oral, sin esperar siquiera el pronunciamiento de la Sala sobre las solicitudes de nulidad. ¿Cuándo se dio este último paso? Justo cuando se publicó que Garzón pedía licencia para irse a La Haya. Ha sido difundirse la noticia, y se aceleró el procedimiento para que el Consejo no tuviera más remedio que suspenderlo. Estas prisas, en una Justicia tan lenta, solo se pueden explicar así: había mucha urgencia por perder de vista a Garzón. Y a ser posible, por machacarlo. Si al final se marcha, que se vaya mancillado y humillado. Garzón es víctima, y lo será todavía más, de una sentencia que hace tiempo que se dictó. Fernando Ónega, LA VOZ DE GALICIA , sábado, 15 de mayo de 2010

1 Este título está inspirado en el título de la novela de Gabriel García Márquez, ilustre maestro de periodistas, CRÓNICA DE UNA MUERTE ANUNCIADA. Si no la habéis leído aún, no dejéis de hacerlo. Es estupenda, está disponible en la Biblioteca y se lee rápidamente. Y hasta puede que, quizás, encontréis alguna similitud entre la historia de Santiago Nasar y la de Baltasar Garzón, o no.


TÍTULO

Crónica de una condena anunciada

INTRODUCCIÓN: PRESENTACIÓN DEL ASUNTO Y EXPOSICIÓN DE LA TESIS

Ayer por la mañana, el presidente del Poder Judicial, con ese tono beatífico que Dios otorga a los devotos, nos dio la clave para entender lo de Garzón. Y se agradece, porque no es fácil entender que por la mañana el magistrado sea echado al foso de los leones, y por la tarde se intente ponerlo en los altares del Tribunal de La Haya. Pero el señor Dívar nos hizo el bien de otorgarnos su explicación: es deber de los jueces dar satisfacciones, al tiempo que hacen justicia. Hacer justicia es suspender a Garzón; dar satisfacciones, sería autorizarlo a irse al Tribunal Penal Internacional, y tiene que esperar. Pero vayamos por parte

PRIMERA ARGUMENTACIÓN

Primero, la suspensión cautelar. Los vocales del Poder Judicial, por unanimidad, lo suspenden y le hacen llorar. No les queda otro remedio: si se abre juicio oral, es indefendible que siga en su puesto. Así está previsto en las leyes, y así se hizo en antecedentes similares. Personalmente lo siento, pero la actuación del Consejo no se puede discutir. Por eso no hubo un solo vocal discrepante.

SEGUNDA ARGUMENTACIÓN

Segunda: la autorización para trabajar en La Haya. Iba a tener un poco de caridad cristiana, muy propia de don Carlos Dívar, para no cometer pecado de ensañamiento, pero está visto que es más fácil castigar que complacer. Ayer no era el día de Garzón. Para sus compañeros, darle satisfacción parece poco menos que cometer un delito.

TERCERA ARGUMENTACIÓN

Y tercera, el fondo. Seguro que don Luciano Varela, el hombre que lo sienta en el banquillo, es un juez imparcial. Seguro que sus decisiones son jurídicamente impecables, y por eso está donde está y tiene el prestigio que tiene. Pero se le han notado demasiado las ansias de apartar a Garzón. Es dudoso que se pueda sostener el delito de prevaricación, cuando Garzón dejó el asunto de las fosas en el momento en que la Sala de lo Penal le dijo que no era competente. Y por cierto: no fue por unanimidad, lo cual significa que alguna razón le asistía. Se redactó un auto de imputación que parecía una sentencia a la que solo faltaba el fallo condenatorio. Y, finalmente, se dio unas prisas insólitas en abrir juicio oral, sin esperar siquiera el pronunciamiento de la Sala sobre las solicitudes de nulidad.

CUERPO ARGUMENTATIVO

CONCLUSIÓN: SE REAFIRMA LA TESIS

¿Cuándo se dio este último paso? Justo cuando se publicó que Garzón pedía licencia para irse a La Haya. Ha sido difundirse la noticia, y se aceleró el procedimiento para que el Consejo no tuviera más remedio que suspenderlo. Estas prisas, en una Justicia tan lenta, solo se pueden explicar así: había mucha urgencia por perder de vista a Garzón. Y a ser posible, por machacarlo. Si al final se marcha, que se vaya mancillado y humillado. Garzón es víctima, y lo será todavía más, de una sentencia que hace tiempo que se dictó


TÍTULO

Crónica de una condena anunciada

INTRODUCCIÓN: PRESENTACIÓN DEL ASUNTO Y EXPOSICIÓN DE LA TESIS

Ayer por la mañana, el presidente del Poder Judicial, con ese tono beatífico que Dios otorga a los devotos, nos dio la clave para entender lo de Garzón. Y se agradece, porque no es fácil entender que por la mañana el magistrado sea echado al foso de los leones, y por la tarde se intente ponerlo en los altares del Tribunal de La Haya. Pero el señor Desovar nos hizo el bien de otorgarnos su explicación: es deber de los jueces dar satisfacciones, al tiempo que hacen justicia. Hacer justicia es suspender a Garzón; dar satisfacciones, sería autorizarlo a irse al Tribunal Penal Internacional, y tiene que esperar. Pero vayamos por partes.

PRIMERA ARGUMENTACIÓN

Primero, la suspensión cautelar. Los vocales del Poder Judicial, por unanimidad, lo suspenden y le hacen llorar. No les queda otro remedio: si se abre juicio oral, es indefendible que siga en su puesto. Así está previsto en las leyes, y así se hizo en antecedentes similares. Personalmente lo siento, pero la actuación del Consejo no se puede discutir. Por eso no hubo un solo vocal discrepante.

SEGUNDA ARGUMENTACIÓN

Segunda: la autorización para trabajar en La Haya. Iba a tener un poco de caridad cristiana, muy propia de don Carlos Dívar, para no cometer pecado de ensañamiento, pero está visto que es más fácil castigar que complacer. Ayer no era el día de Garzón. Para sus compañeros, darle satisfacción parece poco menos que cometer un delito.

CUERPO ARGUMENTATIVO

TERCERA ARGUMENTACIÓN

Y tercera, el fond o. Seguro que nLuciano Varela, el hombre que lo sienta en el banquillo, es un juez imparcial. Seguro que sus decisiones son jurídicamente impecables, y por eso está donde está y tiene el prestigio que tiene. Pero se le han notado demasiado laartar a Garzón. Es dudoso que se pueda sostener el delito de prevaricación, cuando Garzón dejó el asunto de las fosas en el momento en que la Sala de lo Penal le dijo que no era competente. Y por cierto: no fue por unanimidad, lo cual significa que alguna razón le asistía. Se redactó un auto de imputación que parecía una sentencia a la que solo faltaba el Y, finalmente, se dio unas prisas insólitas en abrir juicio oral, sin esperar siquiera el pronunciamiento de la Sala sobre las solicitudes de nulidad.

CONCLUSIÓN: SE REAFIRMA LA TESIS

¿uándo se dio este último pasoC? Justo cuando se publicó que Garzón pedía licencia para irse a La Haya. Ha sido difundirse la noticia, y se aceleró el procedimiento para que el Consejo no tuviera más remedio que suspenderan lenta, solo se pueden explicar así: había mucha urgencia por perder de vista a Garzón. Y a ser posible, por machacarlo. Si al final se marcha, que se vaya mancillado y humillado. Garzón es víctima, y lo será todavía más, de una sentencia que hace tiempo que se dictó


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