Crítica “Eurozone” La compañía gallega Chévere, el pasado 19 de octubre, representó en el auditorio de Vilagarcía su famosa obra “Eurozone” y es que cuando comienzas con una sonrisa y esa sonrisa no acaba hasta que las luces caen, es que estás viendo algo bueno.
Esta obra es la visión de la compañía sobre la crisis económica del presente. Critican a los líderes europeos, así que cualquiera que crea que la economía actual está en su mejor momento posiblemente salga crispado de la obra. La obra está llena de sorpresas escénicas, rupturas y cambios de ritmo, que crean una especie de juego entre los personajes y el espectador. ¿Cómo se acercan a esta visión? A través del personaje del gánster. ¿Alguno en concreto? Los utilizados por Tarantino en su película, Reservoir Dogs. http://www.youtube.com/watch?v=enJwYaeolXc
Esta obra teatral se basaba en la película, pero no pude imaginar de qué forma tan elegante confluyen las dos, la película y la obra, como si de una misma se tratase, como si hubiese nacido para ser así representada.
Es cierto que no hace falta ver la película para entender la obra. Bien dijeron ellos que la obra había gustado tanto a la abuela como al nieto, y es que está contada de una forma muy directa, muy llana y de fácil comprensión, lo que ayuda a disfrutar de todos los detalles escénicos sin pensar que te estás perdiendo algo por no haber visto Reservoir Dogs. Un escenografía muy sencilla -resultado de un concurso de “arquitectura para el espectáculo” donde se presentaron 35 proyectos diferentes- con elementos muy concretos que ayudan a mantener la magia del teatro. Estar aunque no esté. Pues a mí me parece que adaptando la obra, bien podría servir de memoria colectiva. Lo mejor: Que no pierdes la sonrisa de principio a fin. El dinamismo y la frescura con la que tratan temas que nos hacen poner mala cara en otros momentos. La referencia a Tarantino. La ruptura de convencionalismos. Lo peor:Me ha faltado quizás esa moraleja del “Sí se puede” que pretendía la obra. Pero en realidad, lo peor ni siquiera se nota. Si os queréis reír de esa política -y políticos- que generalmente frustra y cabrea, este es el momento, a través del mejor método de catarsis jamás inventado: el teatro.
Ana Bóveda 2º C