Michael Weiss Weiss Design Asociados Socio director de Weiss Design Asociados Socio director de Weiss Design Asociados Socio director de Weiss Design Asociados Diseño industrial Diseño industrial Diseño industrial
Una concepción plural del Diseño Nací en Stuttgart, la ciudad de Mercedes, Porsche, Bosch, IBM. De joven quería estudiar Ingeniería (es decir, una profesión decente, como la de mi hermano mayor), pero un test de aptitud me sugirió optar por cursar Diseño industrial. Así que me fui a la Escuela de Ulm (HfG), donde caí en manos de la vieja guardia del racionalismo y funcionalismo alemán de los años sesenta. Recibí mi titulo de Diseñador de Producto en 1968, año en que la Escuela cerró sus puertas, siendo yo el último alumno que apagó la luz. No obstante, los estudios que realicé en Ulm han marcado mi concepción del Diseño. Mientras que en Estados Unidos se inclinaron por el styling, más cosmético que funcional, Europa se decantó por el denominado puritanismo del Diseño, un estilismo que inició la HfG y que llevó hasta las últimas consecuencias la compañía Braun: el Diseño debía ser serio, minimalista, monocromo y ultrafuncional, unas premisas más próximas a la mentalidad germana que al temperamento y la sensibilidad latina, admitámoslo. Coincidiendo con el triunfo de la posmodernidad en los años ochenta, los italianos despidieron al Diseño bauhausiano, minimalista y puritano. Memphis, una corriente tan fascinante como errática, ofrecía formas y colores desenfadados, sin escrúpulos en recuperar incluso elementos del kitsch. Los artistas se apoderaron del Diseño. 136
Una concepción plural del Diseño Nací en Stuttgart, la ciudad de Mercedes, Porsche, Bosch, IBM. De joven quería estudiar Ingeniería (es decir, una profesión decente, como la de mi hermano mayor), pero un test de aptitud me sugirió optar por cursar Diseño industrial. Así que me fui a la Escuela de Ulm (HfG), donde caí en manos de la vieja guardia del racionalismo y funcionalismo alemán de los años sesenta. Recibí mi titulo de Diseñador de producto en 1968, año en que la Escuela cerró sus puertas, siendo yo el último alumno que apagó la luz. No obstante, los estudios que realicé en Ulm han marcado mi concepción del Diseño. Mientras que en Estados Unidos se inclinaron por el styling, más cosmético que funcional, Europa se decantó por el denominado puritanismo del Diseño, un estilismo que inició la HfG y que llevó hasta las últimas consecuencias la compañía Braun: el Diseño debía ser serio, minimalista, monocromo y ultrafuncional, unas premisas más próximas a la mentalidad germana que al temperamento y la sensibilidad latina, admitámoslo. Coincidiendo con el triunfo de la posmodernidad en los años ochenta, los italianos despidieron al Diseño bauhausiano, minimalista y puritano. Memphis, una corriente tan fascinante como errática, ofrecía formas y colores desenfadados, sin escrúpulos en recuperar incluso elementos del kitsch. Los artistas se apoderaron del Diseño.
Una concepción plural del Diseño Nací en Stuttgart, la ciudad de Mercedes, Porsche, Bosch, IBM. De joven quería estudiar Ingeniería (es decir, una profesión decente, como la de mi hermano mayor), pero un test de aptitud me sugirió optar por cursar Diseño industrial. Así que me fui a la Escuela de Ulm (HfG), donde caí en manos de la vieja guardia del racionalismo y funcionalismo alemán de los años sesenta. Recibí mi titulo de Diseñador de producto en 1968, año en que la Escuela cerró sus puertas, siendo yo el último alumno que apagó la luz. No obstante, los estudios que realicé en Ulm han marcado mi concepción del Diseño. Mientras que en Estados Unidos se inclinaron por el styling, más cosmético que funcional, Europa se decantó por el denominado puritanismo del Diseño, un estilismo que inició la HfG y que llevó hasta las últimas consecuencias la compañía Braun: el Diseño debía ser serio, minimalista, monocromo y ultrafuncional, unas premisas más próximas a la mentalidad germana que al temperamento y la sensibilidad latina, admitámoslo. Coincidiendo con el triunfo de la posmodernidad en los años ochenta, los italianos despidieron al Diseño bauhausiano, minimalista y puritano. Memphis, una corriente tan fascinante como errática, ofrecía formas y colores desenfadados, sin escrúpulos en recuperar incluso elementos del kitsch. Los artistas se apoderaron del Diseño.