Quien de pequeño su abuelita no le contaba las leyendas de los espantos y espantados de Guatemala, toda la noche escuchando las macabras leyendas en las cuales figuran, la llorona, el cadejo , el sombrerón, entre otras, que hacían que no durmiéramos.
Leyendas Urbanas Noviembre 2015. Diseño Editorial. Michelle Jiménez.
Por eso hacemos un pequeño rincón que se merecen
las
inmortales
y
siempre
espeluznantes leyendas de Guatemala
Cuenta la leyenda que era una mujer de sociedad, joven y bella, que se caso con un hombre mayor, bueno, su único defecto era que no tenia fortuna, tuvo cuatro hijos que al momento en que el esposo murió ella no pudo mantener, los subió a un carruaje, hasta llegar a un rio caudaloso y uno a uno aventó a sus pequeños.
La Llorona
Dice la leyenda que a partir de esa fecha, a las doce de la noche, la señora Marisa venia de ultratumba a llorar su desgracia
Hay quienes afirman haberlo visto muchas veces confundido entre las sombras del bosque
El Sombreron 2
Había una joven hermosa, con pelo largo y grandes ojos de color negro. Un día al anochecer, se asomó a la ventana y vio aparecer a un hombre pequeño que portaba una guitarra y comenzó a tocar su guitarra, ella no pudo comer ni dormir después pensando en la música hasta que sus padres decidieron liberarla y cortarle el pelo.
Ella era una joven, que al cumplir dieciocho años le obligaron a casarse mayor. Pero ella rehusó casarse con ese hombre, ya que estaba enamorada de otro. Cuando el hombre se enteró de esto mató al enamorado ahogándole en el río, y le encerró a ella en una habitación hasta que le hizo efecto un hechizo que la convirtió en una mujer cara de yegua.
La Siguanaba
Desde entonces recorre la orilla de los ríos buscando a su enamorado.
Se dice que aparecen para salvaguardar a sus protegidos de otros espectros como La Llorona o la Siguanaba
El Cadejo
Es un animal fantasmagórico, que aparece en suelo guatemalteco. Tiene forma de perro negro y con ojos que parecen tener fuego. Se cree que cuida de aquellos que se embriagan y deambulan por las noches. Les ayuda a encontrar el camino a casa o duermen cerca de ellos para evitar que les roben o dañen.
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