Universidad Galileo Fundamentos para el Diseño Sección: "D1"
Melissa Elías 11003378
Introducción Los griegos introdujeron los problemas de construcción, en los que cierta línea o figura debe ser construida utilizando sólo una regla de borde recto y un compás. Ejemplos sencillos son la construcción de una línea recta dos veces más larga que una recta dada, o de una recta que divide un ángulo dado en dos ángulos iguales.
La Línea La línea geométrica por definición es un arte invisible. Es la traza que el punto deja al moverse y por lo tanto es un producto suyo. Surge de la alteración del reposo total del punto. Con ella se salta de una situación estática a una dinámica. La línea se halla en el extremo opuesto al elemento primario, es decir al punto, y constituye un elemento derivado o secundario. Las fuerzas procedentes del exterior que hacen que el punto se transforme en línea son diversas y de su combinación la diversidad de las líneas formadas. Sin embargo todas esas fuerzas productoras de líneas se pueden reducir en definitiva a dos posibilidades: una línea única. Dos fuerzas: con efecto único o continuado de ambas fuerzas alternantes. Con efecto simultaneo. Cuando una fuerza procedente del exterior desplaza al punto en cualquier dirección, se genera el primer tipo de línea en que la dirección permanece invariable y tiende a prologarse definidamente. Esta es la recta, en cuya tensión se halla la forma más simple de la infinita posibilidad de movimiento. La tensión es la fuerza presente en el interior del elemento, que aporta tan solo una parte del movimiento activo, mientras la otra parte está constituida por la dirección, la cual a su vez, esta también determinada por el “movimiento”. En pintura, los elementos son las huellas materiales del movimiento, cuya presencia se manifiesta bajo el aspecto: tensión. Dirección. Hay tres tipos de rectas de las que se derivan otras variantes: La recta más simple es la horizontal. En la percepción humana corresponde a la línea o al plano sobre el cual el hombre se yergue o se desplaza. La línea opuesta totalmente a la anterior es la Vertical que forma con ella un ángulo de 90°. La diagonal es la recta que esquemáticamente se separa en ángulos iguales de las dos anteriores. Constituye el tercer tipo de recta. La estrella surge de las rectas que se organizan a partir de un punto de contacto común. Esta estrella puede irse volviendo cada vez más densa, de modo que las intersecciones formen un punto central que dé la impresión de que va creciendo. Forma un eje cuyo alrededor se deslizan las líneas, unas sobre las otras produciéndose una nueva forma; un plano con la figura clara de un circulo. Observemos de paso que esta es una de las propiedades de la línea, la de formar planos. Este poder se exterioriza de un modo semejante a la superficie plana que una pala va generado al ser desplazada sobre la tierra. En un plano dado las rectas libres pueden estar ordenadas con un cerro común en el. Así se las puede clasificar en dos tipos. Rectas libres carentes de equilibrio: a) Centrales, b) Acéntricas.
Las rectas puramente esquemáticas desarrollan su tensión sobre el plano sin mostrar tendencia alguna a querer separarse de él. Dentro de un plano cortado o limitado, la conexión libre se posibilita solo en el caso de que la línea no toque los limites externos de aquel este aspecto será tratado mucho más extensamente en el capítulo dedicado al plano básico. Un punto en reposo situado en el centro de un plano se podría definir como una uní totalidad de punto y plano, símbolo integro de una obra pictórica. Una figura ya más compleja seria la formada por verticales y horizontales al cruzarse en el centro de un plano cuadrado. Esta construcción es entonces la expresión lineal primaria o composición lineal. Consiste en un equilátero dividido en cuatro cuadros lo que nos da la forma más pre motiva de división de un plano esquemático. Citamos este ejemplo que pertenece a la teoría de la composición con la intención de poner en evidencia los efectos recíprocos de los elementos simples, en una combinación elemental, donde la expresión elemental se muestra como un concepto impreciso elástico y relativo. Toda imagen ya sea del mundo exterior o del interior puede ser expresada en líneas en una especie de traducción.
El Punto A lo largo del siglo XX hemos comprobado mediante la pintura y el dibujo una dirección de retorno a un marco de expresión simbólico y espiritual, que asumía las pautas expresivas de las primeras manifestaciones artísticas del Paleolítico. Con los planteamientos pictóricos y teóricos de Wassily Kandinsky se reforzó la idea de retorno a una originaria práctica pictórica y gráfica del ser humano. Las premisas de intervención valorativa del dibujo en sus mínimas expresiones, línea y punto, han vuelto a recuperar la sinergia existencial del hombre prehistórico. Si observamos el estudio sobre el punto realizado por Kandinsky en su libro “Punto y línea sobre el plano”, veremos que se retoma el recuerdo de las primeras impresiones de puntos y signos ideomorfos de tribus de cazadores en África Meridional o Australia, en grutas franco-cantábricas y en dibujos rupestres del Sahara y del Levante español. Estos signos ideomorfos surgidos del punto como forma básica es algo que continuamente reitera el teórico y pintor ruso, ya que nos anuncia que el punto puede tomar infinitas figuras. Este círculo perfecto es capaz de adquirir diferentes variantes geométricas y desarrollar formas libres, por ejemplo, puede ser puntiagudo, triangular, cuadrado, entre otras, ya que su borde es fluctuante y las posibilidades formales son ilimitadas. Estas formas son observadas con claridad en las primeras manifestaciones artísticas de los primeros hombres prehistóricos. Estos valores puntiformes e ideomórficos mantienen una clara relación esquemática con figuras, objetos, en ocasiones con órganos de figuras y manos. En el siglo XX, el hombre regresa a su más ancestral expresión, el origen de la expresión pictórica, el punto, asumiendo continuamente valores espirituales, que son manifestados mediante la representación gráfica mínima. En las composiciones del pintor ruso Wassily Kandinsky, el punto mantenía una referencia inevitable, caso de las obras de los años 20, donde este elemento sígnico es llevado a su máxima expresión mediante formas de mayor dimensión, séase “Algunos círculos”, óleo realizado en el año 1926; o en la obra de Kazimir Malevitch en su “Círculo negro” realizado en los años 20. Esta condición vaticinaba a comienzos del siglo anterior la aceptación de muestras mínimas en valores que predicen otros condicionantes terminológicos y simbólicos. Esta mínima presencia especula con procesos de desmaterialización representativa, pero a su vez se muestra como productora de los suficientes condicionantes expresivos. De hecho, Kandinsky (1986, p. 40) afirmaba que los puntos se encuentran en todas las artes y su fuerza interior crecerá cada vez más en la conciencia del artista.
El punto es promotor e iniciador de continuas propuestas pictóricas, tal y como se puede observar en la obra de Kandinsky. Junto con la línea, se relaciona con propuestas que se manifiestan por su potencial ordenador de una composición determinada, a través de gestos que marcan direcciones generativas, productivas y estructurales. El punto, asumido en su extensión como línea, se fundamenta en la ubicación de un gesto que concreta una futura estructuración, enlazando con las diferentes actitudes primordiales de expresión y construcción respecto a la descripción de las ideas y los fenómenos de interpretación. Los trazos reconocidos son los rastros fijos de esos gestos, que plantean el método de conocimiento de las formas. En definitiva, el punto y la línea no sólo comunican una idea o concepto, sino que informan de la estructura con la que el espectador capta el fenómeno y su posterior simbolización. La estructuración de la composición, mediante el punto y la línea, se debate entre la objetivización y la individualización del valor interpretativo. En definitiva, la correlación entre el carácter de estructura objetiva y los gestos impulsivos, que surgen de la esencia presente interior, formalizan un acto de proyección notoriamente creativo, estableciéndose los procesos conclusivos de la obra gráfica.
El Plano Un , es el ente ideal que sólo posee dos dimensiones, y contiene infinitos puntos y rectas, un es una representación cartográfica de una región suficientemente pequeña como para poder suponer que la superficie terrestre es plana. En , un plano es el ente ideal que sólo posee dos dimensiones, y contiene infinitos y ; es uno de los junto con el punto y la recta. Solamente puede ser definido o descrito en relación a otros elementos geométricos similares. Se suele describir apoyándose en los , que determinan las relaciones entre los entes geométricos fundamentales. Un plano queda definido por los siguientes elementos geométricos: ü
Tres puntos no alineados.
ü
Una recta y un punto exterior a ella.
ü
Dos rectas .
ü
Dos rectas que se cortan.
Ejemplo:
Un plano se representa con una porci贸n del mismo y se lo designa con una letra griega.
Conclusiones La GRテ:ICA: es un medio de expresiテウn que comunica visualmente. Utilizando el lenguaje de las FORMAS como IDIOMA UNIVERSAL entre ellos el PUNTO, FUEGO, LINEA, PLANO, PLIEGE, ESPACIO, VOLUMEN.
BibliografĂa
www.wikipedia.com www.historiadelpuntoylinea.com