AIXÒ NO ÉS OR, XATA!
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“Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general para impedir la especulación. La comunidad participará en las plusvalías que genere la acción urbanística de los entes públicos.” Artículo 47 de la Constitución Española
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El enunciado plantea un problema grave para cualquier sociedad: el elevado número de personas sin hogar, más concretamente en la Comunidad Valenciana. Y ofrece una posible solución, un concurso de ideas que trate de ayudar a solventar este problema, al menos de manera momentánea, ofreciendo un refugio a estas personas mediante la creación de un “elemento arquitectónico provisional en el espacio público”. Desde el principio, entendemos el concurso como una propuesta que fomenta el pensamiento y el debate. Estamos convencidos de que este problema debe tener una solución que provenga del estudio y del análisis de las causas que lo han provocado. Creemos que nuestra posición como arquitectos debe de ir más allá de proponer y solucionar técnicamente este “elemento arquitectónico provisional”, que en mayor o menor medida pueda servir como solución de emergencia. Pensamos que debemos involucrarnos a todos los niveles, analizar y conocer de verdad el problema y sólo entonces, proponer posibles estrategias que ayuden a paliar esta grave situación. Un análisis elemental desvela que el aumento
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del número de personas sin hogar durante los últimos años es una consecuencia directa de la crisis económica; fomentada, entre otras muchas cosas, por la caída de la burbuja inmobiliaria. Otra de las graves causas de esta crisis es, sin duda, el desmesurado número de viviendas vacías con las que cuenta el parque inmobiliario español y muy especialmente el valenciano. Por tanto, pensamos que una posible solución a la problemática que este enunciado plantea, reside en encontrar una manera de relacionar estas dos consecuencias. En principio, la solución parece clara: fomentar la ocupación de estas viviendas vacías por las personas que más las necesitan, aquellas que carecen de un hogar. En Valencia hay al menos 404 personas que viven y duermen en la calle de forma habitual y otras 204 que pernoctan en albergues o servicios similares. Casi la mitad ha sufrido agresiones y presentan problemas de salud y enfermedad mental. Cada día que una persona sin hogar pasa en la calle aumentan sus probabilidades de seguir viviendo en ella, debido a la desprotección en la que viven, por lo que esta situación se cronifica y provoca un elevado gasto en recursos de urgencias, policiales, judiciales y administrativos.
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Conocemos estos datos a través del estudio realizado por Rais Fundación. La entidad divide a los sin hogar en categorías de vulnerabilidad. El 24% presenta un nivel alto, que según Rais debería implicar una “intervención prioritaria y alojamiento permanente en el modelo de “Housing First”. El 57% se halla en un grado de vulnerabilidad medio-alto, que debería abordarse “desde servicios especializados”. Y el 15%, un nivel bajo, que podría ser atendido desde “servicios sociales generales”. Asumiendo estas tres categorías de vulnerabilidad, pensamos que hay sistemas actuales que ya se encuentran en desarrollo en sus programas piloto y que podrían ser una buena solución a esta problemática difícil de solucionar. Por ello, pensamos que la inversión económica debería estar centrada en apoyar este tipo de propuestas, muchas de ellas probadas en diferentes partes de Europa con excelentes resultados testados. Dependiendo del grado de vulnerabilidad, establecemos tres lineas estratégicas de trabajo: LÍNEA ESTRATÉGICA 1.GRADO DE VULNERABILIDAD ALTO. APLICACIÓN DEL MÉTODO HOUSING FIRST
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Esta solución no es nada novedosa, “La Estrategia Nacional Integral para las Personas Sin Hogar 2015-2020 (ENI-PSH)” ya la contempla en una de sus líneas estratégicas para la solución del problema. “El modelo de intervención denominado Housing First (la vivienda primero) utiliza la vivienda autónoma como palanca para la creación de confianza, aceptabilidad de la Red de Recursos, descubrimiento y activación de capacidades y normalización. Está dirigido prioritariamente a personas sin hogar con una situación cronificada y con grave deterioro de sus condiciones físicas o psíquicas.” Los programas que llevan a cabo este enfoque ofrecen resultados muy positivos, destacando que más del 80% de las personas a las que se les cede una vivienda, la mantienen después de dos años habiendo mejorado enormemente su calidad de vida. En España, este sistema ya ha demostrado su éxito en las 38 viviendas que se han habilitado para ello en Málaga, Madrid y Barcelona y comenzará en Valencia con nueve viviendas (cinco de la Generalitat y cuatro del Ayuntamiento).
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LÍNEA ESTRATÉGICA 2.GRADO DE VULNERABILIDAD MEDIO-ALTO. APLICACIÓN DEL MÉTODO PIS ZERO El proyecto es un trabajo puesto en marcha por Arrels Fundació y la Escuela de Diseño Elisava. Este sistema pretende, a través de casas compartidas con espacios flexibles y cambiantes, dotar de calidez e intimidad a estas personas para que, avanzar hacia la recuperación sea un camino lo menos duro posible. El habitante, nada más llegar, recibe tres elementos que lo dotarán de autonomía dentro de la casa, un colchón, una manta y un candil portátil. Durante el día, el piso se convierte en espacio de formación de nuevos voluntarios y centro de cursos formativos para los integrantes del programa con la finalidad de reintegrarlos en el mundo laboral. Las normas habituales de este tipo de lugares se suavizan para que estas no supongan una barrera, tan criticadas por el colectivo de las personas sin techo. Es una manera de invertir el proceso: cambiar “el cumple las normas y te daré esto” por “ te doy esto primero y luego trabajamos juntos en acostumbrarnos a estas normas”. Todo esto va unido a un trabajo psicológico continuo dentro del espacio. LÍNEA ESTRATÉGICA 3.GRADO DE VULNERABILIDAD BAJO. APLICACIÓN DE SERVICIOS SOCIALES GENERALES Esta línea estratégica está totalmente instau-
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rada y funcionando sin ningún tipo de problemas. Hablamos de servicios generales que ya cuentan sobre sus espaldas con un largo recorrido y con buenos resultados. En este grado de vulnerabilidad lo que se pretende es solventar estas situaciones desde la primera fase, de esta manera, se impide que se conviertan en “roofless” continuados en el tiempo. Por ello se busca una rápida solución, aprovechando una situación psicológica y física sin fuertes condicionantes relacionados con el mundo de la calle. Su tratamiento personalizado es fundamental para ello y conseguir una rápida progresión y nueva adaptación al mundo social y laboral. Así pues creemos firmemente que la solución al problema reside en estas propuestas, que ya contrastadas y puestas en marcha ofrecen una solución real y palpable. Pero pensamos que antes de la puesta en marcha de este programa, debe haber un paso previo, la concienciación. Así entendemos este concurso, como una posibilidad que no debemos perder para poner en marcha una estrategia de concienciación y sensibilización social sobre el problema del sinhogarismo, dando visibilidad a una realidad incómoda que muchas veces se maquilla y se intenta ocultar.
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Creemos que ahora más que nunca es el momento de pensar, reflexionar e intentar huir de las soluciones inmediatas. Es por estos motivos que, en lugar de un “elemento arquitectónico provisional en el espacio público” proponemos un “elemento arquitectónico concienciador en el espacio público”. Un elemento que aparezca en lugares simbólicos, muy transitados de la ciudad. Que “moleste”, que provoque curiosidad y que llame la atención. Entendemos que nos encontramos ante un problema social de gran calado, que además de estrategias y planes, necesita de la implicación de la opinión pública, siendo necesario por tanto informar y ofrecer la posibilidad de conocer de primera mano la situación de las personas más excluidas de la ciudad. Nuestra idea es que el propio elemento se convierta en un símbolo, en un instrumento divulgador de esta realidad, que permita albergar en su interior información complementaria, datos de interés y estrategias a seguir como posibles soluciones; convirtiéndose por tanto en un punto informativo, pero que por sí mismo tenga un significado. La intención del proyecto es que los viandantes perciban un elemento que interrumpe la cotidianidad del espacio público, encontrando en calles y plazas unas cajas elevadas, doradas, con una escalera que invita a subir, a entrar y a experimentar el estar en ese pequeño espacio.
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Desde un punto de vista formal, el elemento tenía que ser llamativo pero al mismo tiempo hacer referencia a la necesidad de refugio. Por ello, la materialización consiste en una estructura metálica muy simple, de fácil montaje y transporte que culmina en un cubo. Un cubo cubierto por mantas térmicas, también llamadas mantas de supervivencia, emergencia o rescate. Reconocible fácilmente, este material se asocia en el imaginario colectivo a la primera ayuda que reciben las personas realmente necesitadas, un primer abrigo, una primera sensación de alivio, pues protege tanto del frío (parte dorada) como del calor (parte plateada) debido a sus propiedades isotérmicas e impermeables. Un material que representa en sí mismo la acogida, el abrigo. Exteriormente la manta térmica refleja todo lo que la rodea cambiando ligeramente su color y brillo con la luz y la hora del día, proporcionando diferentes reflejos dorados. También nos impide ver su interior, es una de las particularidades de estas telas, sólo permiten ver de dentro hacia fuera. Este cubo se eleva sobre una escalera como si quisiera decirnos que hay que entrar dentro para poder ver, que hay que saber para poder entender. Sólo desde dentro uno puede experimentar una sensación de refugio lejos de miradas incómodas, una sensación que no conocen las personas sin hogar.