YO, MI, ME, CONTIGO by Miguel Hernández Alonso

YO, MI, ME, CONTIGO ~ Concurso de ideas Proyecto Ressido ~

l proyecto nace de la voluntad de crear un espacio capaz de albergar la personalidad y las peculiaridades propias de cada usuario, pero también de ser un lugar donde compartir, aprender y relacionarse. Pensamos que no hay mejor manera de fomentar las capacidades individuales de los usuarios que fomentar el encuentro y el intercambio. Y, ¿ qué mejor escenario para hacerlo que un gran patio? Se parte además dos condicionantes muy claros, marcados por el enunciado la situación de la parcela y el programa propuesto: Debe ubicarse en una parte de la ciudad de crecimiento reciente, en un entorno algo anodino, frente a una vía de mucho tráfico y rodeado de solares vacíos. Estas circunstancias dificultan la posibilidad de una gran relación con el entorno, pues en gran medida, éste todavía no existe. Aún así, hay algunos aspectos que marcarán el futuro proyecto. Unas aceras anchas y generosas, con carril bici y árboles, unos espacios públicos que podrían llegar a resultar agradables.

Concurso de ideas Proyecto Ressido

ebe dar solución a un programa complejo que como fin último tiene mejorar la calidad de vida de las personas con Síndrome de Down y sus familias. Las peculiaridades de dicho programa son muchas y variadas pero es sin duda, la necesidad de ser capaz de albergar en un mismo complejo, usos de diversa índole. Con diferentes grados de privacidad, horarios, aforo etc; lo que marcará el futuro desarrollo del mismo. Estas premisas caracterizarán el proceso proyectual, pero de su mano, tras intentar conocer mejor a los futuros usuarios aparecen una serie de reflexiones, divagaciones, voluntades, referencias y sensaciones que indicarán por dónde debe encaminarse el proyecto, tanto o más que esos dos condicionantes evidentes de los que hablábamos al inicio.

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omo hemos dicho, el anodino e impredecible entorno en el que se ubica la parcela nos lleva a pensar en la posibilidad de un edificio con un marcado carácter introspectivo, que se mire a sí mismo, que cree un mundo interior en el que pueda sumergirse, pero desde el que, cuando lo necesite, pueda asomarse para ver la realidad, dar la bienvenida y relacionarse con el entorno. Así una de las primeras decisiones es materializar esta idea a la manera mediterránea, como no, con un patio. Un patio que debe ser generoso en sus dimensiones, y agradable, donde poder resolver las partes del programa que lo requieren (huertos, espacios deportivos y de juego, terraza para la cafetería…) pero en el que además se pueda tomar el sol, descansar, e incluso relacionarse, de manera controlada, con el exterior. Así habrá sol y habrá sombra, habrán árboles y plantas, pérgolas y terrazas… En definitiva un espacio de relación con unos elementos básicos en el que se desarrolle la vida. Este patio será el corazón del proyecto y a su alrededor se ubicarán el resto del programa agrupado de tal modo que cada uno de los elementos principales del mismo flanquearán cada una de las orientaciones del patio, con sus propias características programáticas y su manera de relacionarse con el exterior en función de cuales sean sus necesidades.

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na primera aproximación a la volumetría, con una altura marcada por la normativa; ya evidencia la importancia de un patio, alrededor del cual se desarrollará todo el programa.

Adecuamos la volumetría a los condicionanates del entorno; más contundente hacia las vías rodadas de mayor tráfico y más amable a la calle peatonal. El concepto volumétrico se completa vaciando los accesos y creando los patios necesarios para una buena iluminación. Además se incluyen los espacios de servicios, una espina dorsal que estructura cada uno de los volúmenes.

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a necesidad de una planta de sótano y el programa que el mismo debe albergar, así como las áreas estimadas para cada uno de los espacios nos llevará a decidir establecer una modulación básica de 2.5 x 2.5 m. A esta modulación se adaptarán tanto los elementos constructivos como las diferentes estancias que componen el programa. Tratándose además de una modulación que se adecúa muy bien a la geometría de la parcela. Esta modulación permite crear una estructura de muros portantes y pilares aislados con unas distancias a salvar que no generan problemas estructurales. Se crearán espacio de paso amplios, evitando pasillos y fomentando lugares de encuentro y estar generosos con una anchura de 2.5 metros. Estas dimensiones son además adecuadas para plazas de aparcamiento.

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on estas premisas, bajo el suelo se plantea una planta de aparcamiento y usos mixtos. La primera operación para ello, es pensar cómo será la manera de acceder al parking. Dos rampas, en las dos calles secundarias adyacentes a la parcela, se convierten en entrada y salida de un aparcamiento para 40 vehículos. Además habrá accesos independientes, uno para el parking y otro para los usos mixtos de lavandería y piscina con vestuarios. Que tendrán luz natural gracias a un patio inglés. Como el resto del complejo, esta planta cuenta con una espina de servicios que la estructura y complementa albergando salas técnicas, almacenes, vestuarios y aseos.

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a planta baja es sin duda y por lógica dónde se ubican los espacio más públicos, aquellos que necesitan de una relación más intensa con la calle. Tras una identificación de las partes más importantes del programa; éstas se dividen en cuatro cuerpos, ubicados a los cuatro lados del patio. En el lado norte, el centro de arte; con salas de danza, vestuarios y salas de artes plásticas. Al sur parte de los recursos centrales de Assido, los relacionados fundamentalmente con despachos, archivos y espacios de atención directa. En los otros dos laterales se ubican los espacios con un carácter más especial, el auditorio y un comedor - cafetería con terraza en el patio. Así cada uno de estos elementos principales cuenta con su propio hall de acceso, con espacio expositivo, salas de espera y recepción. Sobredimensionado para fomentar el encuentro y el intercambio entre los usuarios y entre éstos y los que vienen de fuera. Y con su propia manera de relacionarse, tanto con el patio, como con el exterior, en función de cuáles sean sus necesidades.

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a planta primera se presenta como un espacio de transición entre la parte más pública del programa, la planta baja y las viviendas de los residentes, ubicadas en planta segunda, la parte más privada.

Se entiende por tanto como otro espacio de relación e intercambio, entre residentes y trabajadores. Estructurada como el resto de plantas, una serie de salas se suceden sin solución de continuidad unidas por terrazas al exterior y grandes corredores interiores. Todo ello de nuevo apoyado en la espina dorsal de servicios que garantiza que cada uno de las salas cuente con una independencia y libertad tal que permita modificaciones programáticas sin causar problemas a la configuración del complejo. Pensamos que esta simbiosis programática entre las partes más públicas del programa residencial y el Centro de Promoción de la Autonomía Personal (CEPAP) fomentará el intercambio de conocimientos, mejorará la calidad de vida y potenciará al máximo el desarrollo de las capacidades individuales de las personas con Síndrome de Dow. Favoreciendo así la plena integración familiar, social, escolar, cultural y laboral.

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a segunda y última planta alberga todas las viviendas para los residentes del complejo. Con tipologías diferentes; una, dos o tres habitaciones; todas comparten las mismas intenciones. Tener un caracter privado pero sin dar totalmente la espalda a las posibilidades de relacionarse con el resto. Para ello la manera de acceder es algo atípica, de nuevo mediantes ese gran corredos de casi 2.5 metros de ancho, que por sus propias dimensiones fomenta estas relaciones. El acceso a las viviendas se retranquea, creando un zaguán que, como ocurría con la planta primera, es un espacio frontera entre diferentes grados de privacidad. Son estos umbrales, zaguanes y corredores (no pasillos), entendidos con esta ambigüedad, los que otrogan un carácter especial y unitario a un conjunto que, como fin último tiene, como hemos dicho, fomentar el encuentro y el intercambio como motores de integración.

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La materialidad del proyecto es clara y contundente potenciando su condición mediterránea. Madera, ladrillo cerámico rojo y hormigón visto son los materiales con los que se construye. Asumimos las imperfecciones naturales que tienen como una ventaja. La luz se entiende como un material más, se potencia su entrada indirecta, siempre filtrada a través de celosías, barandillas, enrredaderas... Bañará las paredes de ladrillo de manera imperfecta, las betas de la madera serán de diferente color según la hora del día, la rugosidad del hormigón será más o menos visible... El paso del tiempo es el “otro material”, el encargado de proporcionar al resto una pátina que matice todo. Las enredaderas comenzarán a ascender por los muros de ladrillo; el césped y los árboles crecerán, sus hojas se caerán y volverán a florecer; la madera envejecerá y cambiará de color... La utilización tanto de materiales como de técnicas constructivas tradiconales favorece un presupuesto controlado que no supere los 4.500.000 € especificados en el enunciado. Tanto las técnicas utilizadas como los materiales, todo vistos y con pocos tratamientos, realmente económicos. No cuentan con grandes artificios pues no los creemos necesarios. Nuestra intención última es un proyectar un espacio que facilite una manera de vivir agradable a estas personas.

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