Centro estudiantes informe final 24 de noviembre 2016

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Licenciatura en Educación

La participación de los centros de estudiantes en la resolución de conflictos en las escuelas secundarias de Hurlingham TRABAJO FINAL INTEGRADOR Espacio de Integración Curricular

Ledesma Miguel

Buenos Aires – Argentina Noviembre de 2016


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“Yo hago lo que usted no puede, y usted hace lo que yo no puedo. Juntos podemos hacer grandes cosas�. Madre Teresa de Calcuta


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1 1. Introducción

¿Cuál es el nivel de participación de los centros de estudiantes en la resolución de conflictos en las escuelas secundarias de Hurlingham? Es la pregunta central que ha guiado la siguiente investigación y para la cual se ha tomado como universo a observar la escuela N°1 (Turno mañana, Nechochea 1110), la N°3 (Turno tarde, Sargento Gómez 1563) y escuela N°4 (Turno noche, también Nechochea 1110 porque comparten edificio). Hemos entrevistado a un integrante del equipo de conducción, a un integrante del centro de estudiantes y hemos encuestado a profesores y a estudiantes para conocer sus respectivos puntos de vista. La participación es un principio básico para la vida en democracia, pero ¿Qué sentido tiene si no es practicado desde la propia escuela? ¿Qué sentido tiene si no existen los espacios y los momentos para que los estudiantes puedan reforzar su participación? A su vez, participar genera conflictos entre las personas, pero curiosamente, es que participando se resuelven los conflictos ¿quiénes participan de la “resolución” de conflictos en las escuelas? ¿Qué lugar tienen allí los centros de estudiantes? ¿Cómo es el vínculo con directivos, profesores y demás estudiantes? Además ¿Qué es la participación? ¿Qué es el conflicto? ¿Qué establece la ley sobre la participación en las escuelas y los centros de estudiantes? ¿Cuál es la importancia de brindarle a los adolescentes un lugar para la participación en la resolución de conflictos? Son preguntas sobre las que también hemos intentado reflexionar a lo largo de este informe.


2 El recorrido de este trabajo se inicia con la presentación de un marco referencial que aporta datos teóricos, legales y contextuales sobre la participación en las escuelas, sobre los centros de estudiantes y los conflictos en las instituciones. Luego se sistematiza la información la información que se ha recabado durante el mes de octubre en cada una de las escuelas secundarias que forman parte de la muestra: De 60 encuestas que se dejaron en cada escuela, 30 para estudiantes y 30 para profesores, se recibieron: En la escuela N°1, 23 de estudiantes y 27 de profesores. En la escuela N°3, 27 de estudiantes y 17 de profesores. Y en la escuela N°4, 16 de estudiantes y 5 de profesores, Si bien la vida no puede ser reducida a números, estas cifras pueden servir también como parámetro para medir el grado de involucramiento y participación que existe en estas escuelas. Además, se realizó una entrevista a un integrante del equipo de conducción de cada escuela y una entrevista a un integrante de un centro de estudiantes, excepto es la escuela 4 que no cuenta con esta organización. En otro apartado se presenta el análisis de la información recolectada en diálogo con el marco de referencia, para luego establecer conclusiones y sugerencias que permiten comprender cómo es la participación de los centros estudiantes en las escuelas secundarias de Hurlingham.


3 2. Marco referencial

2.1. Se aprende a participar, participando

El Diseño Curricular para la Educación Secundaria de la provincia de Buenos Aires (2006, p. 13) advierte: “En ocasiones en la escuela se ha trabajado desde una representación del ciudadano “aislado”, fuera de otras determinaciones más allá de las propias capacidades, una representación de ciudadano que puede ejercer su ciudadanía en una sociedad ideal, sin conflictos ni contradicciones, y por ende sin atravesamientos de poder ni resistencias. Es la ilusión de sujetos que únicamente necesitan “aprender a ser ciudadanos”, para que les esté garantizado el ejercicio de su ciudadanía”. Es en este sentido que se considera que los jóvenes solo pueden aprender a ser ciudadanos en el salón de clase y no en otros espacios que la misma escuela debe facilitar, como pueden ser los centros de estudiantes. De la misma manera se aprehende la participación como una abstracción y no como una construcción/acción permanente y necesaria para la vida diaria de la institución y de sus integrantes. Por su parte, la nueva Ley de Educación Provincial Nº 13.688 (2007) plantea que la escuela secundaria debe “reconocer a los adolescentes y jóvenes como sujetos de derecho y a sus prácticas culturales como parte constitutiva de las experiencias pedagógicas de la escolaridad para fortalecer la identidad, la ciudadanía y la preparación para el mundo adulto” y “garantizar los mecanismos de participación de los alumnos en el gobierno escolar para favorecer y fortalecer el ejercicio de la ciudadanía y la gestión


4 democrática de las instituciones del Nivel”1. Por ello es vital fomentar la creación y el funcionamiento de los Centros de Estudiantes en todo el país y garantizar y proteger el derecho de los alumnos a integrar Centros de Estudiantes, conforme lo establece la Ley de Educación Nacional N° 26.206. Sin embargo, el acto de la participación debe trascender a la norma, a la imposición pedagógica y a la transmisión de técnicas, para favorecer el encuentro, la libertad, la toma de decisiones, la responsabilidad, la dignidad, la autodeterminación, la identidad colectiva y la resolución de conflictos. El conflicto es inherente a toda actividad de la cual forman parte los seres humanos, ya que el conflicto es básicamente cualquier situación que presenta diferencia de intereses entre dos o más personas.

2.2. Si le temes al conflicto, le temes a la vida

Existe una tendencia a ver el conflicto como algo negativo que se debe evitar, ya sea porque se lo asocia a la violencia o porque se cree que se debe invertir mucho tiempo para su resolución; pero es justamente su negación la que puede impedir que en las escuelas exista el ejercicio colectivo y fluido “para el abordaje, la convivencia y la resolución del conflicto, ya que cuando éste se maneja adecuadamente puede convertirse en un verdadero motor de desarrollo” (Fuquen Alvarado, p. 272). “En nuestra realidad áulica enfrentamos situaciones conflictivas, la amplia gama de interrelaciones entre los distintos actores que la componen hacen inevitables las

1

Incisos c y g. P. 8. Ley de Educación Nº 13.688 de la provincia de Buenos Aires.


5 mismas. Así, los intereses, las necesidades y expectativas de los educadores, sus padres, los directivos, los docentes, asumen y juegan roles que se contraponen, chocan e interactúan, generando diferentes problemáticas”2. Y los centros de estudiantes, los estudiantes, no están o no deberían estar ajenos al fenómeno que genera la aparición de un conflicto en la escuela, ya que como plantea Philippe Meirieu (2004), quien analizó la Convención Internacional de los Derechos del Niño en virtud de la centralidad que adquieren en ella “las tres P”: protección, prevención, participación; en dos de ellas, el niño es objeto: de protección, de prevención; mientras que en una es sujeto: de participación (Kantor, 2008, p.111).

2.3. ¿La participación es propiedad de los adultos?

Así como el conflicto es inherente al accionar humano, la tendencia a la participación también lo es, ya que solo a través de ella es que las sociedades avanzan. Sin embargo, es posible reconocer que la participación de los jóvenes en la sociedad tendría que ser mayor y que en ningún caso debería ser suprimida. Es por esta razón que “debemos garantizar los mecanismos de participación de los alumnos en el gobierno escolar para favorecer y fortalecer el ejercicio de la ciudadanía y la gestión democrática

2

Mediación y Resolución de conflictos. Nota de apoyo Nº3/2000. Recuperado de

http://servicios.abc.gov.ar/lainstitucion/sistemaeducativo/educacioninicial/capacitacion/documentoscircular es/2000/mediacesc.pdf


6 de las instituciones del nivel” (López de Lemos, Pacifico, Mejias y Saccone, 2011, p. 12). Es por ello, que los centros de estudiantes son vitales para que los alumnos se organicen, defiendan sus intereses y participen: “¿Por qué formar parte de una organización estudiantil? Porque es tu derecho, porque así tenés un espacio de participación junto con tus compañeros, porque te permite discutir sobre la vida escolar, porque estando solo no se pueden cambiar las cosas, porque junto a otros es más fácil, porque lo que tenés para decir y hacer es importante, porque a través de la participación podés transformar tu realidad y así sentirte parte del espacio que ocupas cotidianamente3. Además, existen los Acuerdos Institucionales de Convivencia4, normativas que regulan los diferentes aspectos del quehacer institucional y que son, o deberían ser, elaboradas por el conjunto de los actores sociales que son parte de cada escuela. Esta Resolución considera que las escuelas secundarias son “espacios vinculares, en el que interactúan Sujetos de Derecho, tanto jóvenes como adultos” y ello implica participación, implica conflicto e implica conocer y reconocer a los estudiantes, y por ende a los centros de estudiantes.

3

Dirección Provincial de Educación Secundaria. La participación estudiantil en la escuela secundaria: Organizaciones estudiantiles y Centros de Estudiantes. Recuperado http://servicios2.abc.gov.ar/lainstitucion/programaddhhyeducacion/derechossecundario/laparticipacionestu diantil-1.pdf 4 AIC. Resolución N° 1709 (2009) Recuperado de http://secundariasi.com.ar/wpcontent/uploads/2012/09/2009.-Resoluci%C3%B3n-1709.-AIC..pdf


7 2.4. ¿En Hurlingham es posible?

La conformación de centros de estudiantes en la provincia de Buenos Aires registró afortunadamente un crecimiento exponencial entre los años 2007 y 2010: de 57 centros de estudiantes registrados que existían sobre una base de 3 mil escuelas se pasó a 1070, lo que implica un aumento de 1800% en tres años5. En el distrito de Hurlingham existen 12 escuelas secundarias de gestión pública, de las cuales 10 tienen centro de estudiantes. El 16 de septiembre del presente año, en el marco de los 40 años de la Noche de los Lápices, el Concejo Deliberante de Hurlingham aprobó por unanimidad la creación del Programa de Fortalecimiento de los Centros de Estudiantes, una medida pensada para acompañar a los jóvenes en el armado de las entidades que los representan. En total asisten 14.047 alumnos a las escuelas secundarias de Hurlingham y casi un 60% asiste a escuelas de gestión pública6. La tasa de analfabetismo para la población mayor a 10 años es del 1%, lo que ubica a Hurlingham por debajo de la tasa tanto de analfabetismo provincial (1,4%) como nacional (1,9%). El partido de Hurlingham está conformado por las ciudades de Hurlingham (ciudad cabecera), Villa Tesei (ciudad que alberga a la Unahur7) y Williams Morris. Se encuentra a 20 minutos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y limita al sur con el partido de Morón, al oeste con Ituzaingó, al este con Tres de Febrero y al norte con San

5

Recuperado de http://polimodalitos.over-blog.es/article-sobre-los-centros-de-estudiantes-62086802.html DiNIECE (2013). Relevamiento anual. Ministerio de Educación de la Nación. 7 Universidad Nacional de Hurlingham, de reciente creación. 6


8 Miguel. El Producto Bruto Geográfico del partido está compuesto por el sector terciario (comercio, servicios, en los últimos años ha crecido la radicación de empresas de transporte de cargas) y por el secundario (industrias de plástico, químicas, neumáticos, alimenticias y construcción). Según el Censo 2010, de los 181.241 habitantes del municipio de Hurlingham, 87.278 son varones y 93.963 mujeres.


9 3. Sistematización de la información relevada

En cuanto a la información sistematizada relevante para la pregunta central de este trabajo ¿Cuál es el nivel de participación de los centros de estudiantes en la resolución de conflictos en las escuelas secundarias de Hurlingham? se puede dar cuenta que:

3.1. Sobre los AIC y la participación en las escuelas secundarias de Hurlingham

La mayoría (70%) de los estudiantes no conocen el AIC de su escuela. Más de la tercera parte (35%) de los profesores tampoco lo conocen. Por otro lado, la gran mayoría de los estudiantes y profesores (85%) en cada escuela reconoce no haber tenido participación alguna en la elaboración de estos acuerdos. Los centros de estudiantes manifiestan no haber tenido ningún grado de participación.

¿Conocés el Acuerdo Institucional de Convivencia de tu escuela (AIC)?

SÍ NO

ESTUDIANTES N°1 N°3 N°4 SUBTOTAL 5 8 7 20 18 8 20 46 23 16 27 66

SÍ NO

N°1 12 15 27

PROFESORES TOTAL N°3 N°4 SUBTOTAL 4 11 27 47 1 6 22 68 5 17 49 115

¿Tuviste algún grado de participación en la elaboración de este acuerdo?

SÍ NO

N°1 2 21 23

ESTUDIANTES N°3 N°4 SUBTOTAL 5 1 8 11 26 58 16 27 66

SÍ NO

N°1 2 25 27

PROFESORES TOTAL N°3 N°4 SUBTOTAL 0 7 9 17 5 10 40 98 5 17 49 115


10 Por su parte, el equipo de conducción de la escuela secundaria N°1 manifiesta que “el acuerdo fue elaborado por los anteriores directivos. Pienso que si participaron todos en su elaboración”. El equipo de la escuela 4 sostiene que sí participaron todos los actores sociales de la escuela pero no con gran representación: “Si, si, participaron auxiliares, pocos papas, docentes y el centro de estudiantes. El alumnado participó representado por el centro de estudiantes.”

3.2. Sobre los conflictos en las escuelas secundarias de Hurlingham

En cuanto a los conflictos, estudiantes y profesores de las tres escuelas coinciden en que los principales son los relacionados a la falta de disciplina (140 menciones de 330) y a cuestiones edilicias y/o de higiene (89 menciones de 330). Para hacer mención a los problemas de disciplina los estudiantes utilizaron los siguientes términos: peleas, bullying, insultos, abuso, disputas, violencia, agresión verbal, discusiones, discriminación, falta de respeto, malos entendidos y racismo. Los profesores agregaron términos como violencia verbal y física, peleas generadas en las redes sociales y mal comportamiento. Los problemas edilicios y de higiene fueron mencionados por todos los encuestados y entrevistados como: paredes rotas, no hay ventilador, falta de higiene, baños sucios, desorden, falta de agua, mucha humedad, falta de pintura y problemas edilicios. Llama la atención la diferencia en el reconocimiento de otros conflictos: estudiantes le otorgan importancia al abuso de autoridad (19) y a las adicciones (11)


11 cuando los docentes mencionan problemas como el ausentismo estudiantil (24), el desinterés estudiantil en el aprendizaje (15), la falta de comunicación entre profesores y con directivos (12) y el ausentismo docente (4).

¿Qué situaciones de conflictos son más frecuentes en tu escuela? Menciona cinco de ellas ESTUDIANTES Disciplinares Ambientales: edilicios y de higiene

Abuso de autoridad Adicciones Otros* No hay conflictos No responde

N°1

N°3

N°4

TOTAL

51 37

35 14

54 38

140 89

7

3

9

19

4 6 0 10

0 7 0 21

7 5 2 20

11 18 2 51

115

80

135

330

*Otros: inasistencias, vestimenta, desperdicios de comida, expulsiones. N°1

N°3

N°4

TOTAL

53 33

9 5

35 20

97 58

Ausentismo estudiantil

12

3

9

24

Desinterés estudiantil en el aprendizaje Falta de comunicación entre profesores y con directivos

10

1

4

15

5

3

4

12

Ausentismo docente Abuso de autoridad Otros* No hay conflictos No responde

2

0

2

4

3

0

0

3

2 0 15

0 1 3

6 0 5

135

25

85

8 1 23 245

PROFESORES Disciplinares Ambientales: edilicios y de higiene

*Otros: uso del celular, problemas económicos, vestimenta.


12 Otra diferencia en las respuestas entre estudiantes y profesores surge a la hora de responder si los centros de estudiantes participan en la resolución de conflictos: son más los estudiantes que expresan que sí (40%) que los que no (4%) pero son más los profesores que expresan que no (61%) que los que sí (25%). Sin embargo, la mayoría de los estudiantes (55%) manifiesta desconocer si los centros de estudiantes participan en la resolución de conflictos de sus escuelas.

Por su parte, los representantes de los centros de estudiantes y equipos de conducción declaran que los centros de estudiantes sí participan en la resolución de conflictos.

3.3. Sobre la participación de los centros de estudiantes en las escuelas secundarias de Hurlingham

En relación a la participación propiamente dicha de los centros de estudiantes en las escuelas secundarias del municipio los estudiantes manifiestan que la principal función de estas organizaciones es: ayudar y defender a los estudiantes (26%), mediar en problemas de convivencia (18%), trabajar por una mejor escuela y una mejor educación (15%), colaborar en la mejora edilicia y de escasez de recursos (13%) e interceder ante problemas de aprendizaje (12%).


13 ¿Cuál crees que es la principal función de los centros de estudiantes? ESTUDIANTES

N°1

N°3

N°4

TOTAL

Ayudar y defender a los estudiantes

8

2

7

17

Trabajar por una mejor escuela y una mejor educación

5

2

3

10

Mediar en problemas de convivencia

3

4

5

12

Colaborar en la mejora edilicia y de escasez de recursos

4

1

4

9

Interceder ante problemas de aprendizaje

0

5

3

8

10 66

No sabe/ no contesta

3

2

5

23

16

27

Los profesores sostienen que la principal función de los centros de estudiantes es: ayudar y defender a los estudiantes (37%), trabajar por una mejor escuela y una mejor educación (27%), mediar en problemas de convivencia (14%), ensayar la vida en democracia (6%), colaborar en la mejora edilicia y de escasez de recursos (4%) e interceder ante problemas de aprendizaje (4%).

¿Cuál crees que es la principal función de los centros de estudiantes? PROFESORES

N°1

N°3

N°4

TOTAL

Ayudar y defender a los estudiantes

13

3

2

18

Trabajar por una mejor escuela y una mejor educación

7

0

6

13

Mediar en problemas de convivencia

3

1

3

7

Colaborar en la mejora edilicia y de escasez de recursos

0

1

1

2

Interceder ante problemas de aprendizaje

0

0

2

2


14 Ensayar la vida en democracia No sable/ no contest

1

0

2

3

3

0

1

4

27

5

17

49

En cuanto a qué necesitan los centros de estudiantes para mejorar su participación, los directivos y profesores coinciden en que: sentirse parte de la institución, ser escuchados, más estima, ser acompañados por profesores y directivos, mayor difusión de sus reuniones, permitirles participar de reuniones de profesores y directivos, invitarlos a debates sobre educación, brindarles asesoramiento y darles mayor poder de decisión. Sin embargo, la respuesta de los propios estudiantes integrantes de los centros es más simple y directa: “necesitamos un espacio propio en el que podamos reunirnos y acordar nuestro trabajo”.


15 4. Análisis

En relación a las preguntas que iniciaron y dieron continuidad a este informe, al marco de referencia elaborado, a la información recabada y a los nuevos interrogantes que se formularon, es posible establecer el siguiente análisis: Este trabajo fue planteado para dar cuenta del nivel de participación de los centros de estudiantes en la resolución de conflictos, pero fue notorio advertir que en realidad uno de los principales conflictos es el que tienen los centros de estudiantes para poder participar, y más curioso aún es observar que los actores que integran cada una de las escuelas secundarias, no son tan conscientes de esta situación. Los conflictos son inherentes al ser humano y sus relaciones, ya sea porque se los causa, se es víctima, testigo o parte de la solución; y cada institución tiene conflictos que le son propios y particulares; sin embargo, los integrantes de las escuelas secundarias de Hurlingham plantean como problemáticas principales y comunes las vinculadas a la conducta de los estudiantes y al estado de los edificios escolares. Y además, se plantea que los centros de estudiantes deben responder a ambas demandas. ¿Deben los centros estudiantes responder ante conflictos de disciplina y edilicios? ¿Quiénes son en realidad los actores escolares y extra escolares que deben responder a estas problemáticas? ¿Puede un centro de estudiantes llevar adelante cualquier tipo de propuesta si en realidad no cuentan con un espacio propio que los represente, les genere pertenencia y les permita acordar estrategias?


16 El Diseño Curricular para la Educación Secundaria de la provincia de Buenos Aires (2006) y la Ley de Educación Provincial Nº 13.688 (2007) promueven y regulan la participación en centros de estudiantes, pero no reglamentan el requisito básico de que los centros de estudiantes deben contar con un lugar propio para lograr cualquier tipo de participación. Por otro lado, el Concejo Deliberante de Hurlingham aprueba la creación del “Programa de Fortalecimiento de los Centros de Estudiantes” para fomentar el armado de estas entidades, pero no advierte que hay una necesidad aún más imperiosa: brindar un espacio físico a los centros que ya existen. Si el equipo de conducción cuenta con espacio propio para sus reuniones, y lo mismo sucede con los profesores, con los auxiliares, con los preceptores, etc. ¿Por qué los estudiantes no cuentan con el mismo derecho y beneficio? ¿Por qué ante la pregunta “Qué situaciones de conflictos son más frecuentes en tu escuela” nadie respondió por la falta de un espacio propio para los centros? ¿Por qué los centros de estudiantes reconocen la falta de espacio como una necesidad y no como un conflicto? ¿Cómo puede darse cualquier grado de participación si no se cuenta con un lugar físico que permita el encuentro, el debate, la socialización, el conocimiento y el reconocimiento? En las escuelas segundarias de Hurlingham no hay espacio para los centros de estudiantes. Otra cuestión fundamental para nuestro análisis se basa en los Acuerdos Institucionales de Convivencia. Este dispositivo que es obligatorio en todas las escuelas de la Provincia para regular las situaciones de conflictos en la vida diaria, es también un termómetro que ayuda a medir el grado de participación de los actores escolares. Existe


17 un alto porcentaje de profesores (%) y estudiantes (%) que no solo no participó en su construcción sino que además no lo conocen (%). ¿Por qué los estudiantes y profesores no tuvieron participación en la elaboración de un dispositivo que les atañe como integrantes de una institución educativa? ¿En qué medida la participación debe ser espontánea y personal, y en qué medida puede ser motivada y trabajada por los adultos? ¿Son iguales las causas que impiden que los centros de estudiantes no cuenten con un espacio propio que las que no favorecen la participación general en los AIC? ¿Debería estar centrada la participación de los centros en conseguir un espacio propio y además, involucrar en ello al resto de los actores escolares? ¿Debería estar enfocado el acompañamiento de directivos y profesores en facilitar un espacio propio a las organizaciones estudiantiles?


18 5. Conclusión

La participación es un derecho pero también una obligación. A simple vista los centros de estudiantes participan pero ante conflictos que no son directamente de su incumbencia: problemas edilicios que deben ser resueltos por el Estado y contrariedades de convivencia que debe ser contemplados por los Acuerdos Institucionales de Convivencia. Y todo este esfuerzo lo realizan sin contar con un espacio físico propio. Los equipos de conducción y los profesores también tienen el derecho y la obligación de participar, pero además tienen la obligación de favorecer por todos los medios posibles la participación de los estudiantes y de los centros que los agrupan. El primer paso debe ser otorgar un lugar físico, exclusivo y permanente, a los centros de estudiantes. El segundo paso debe ser entender que los estudiantes son tan importantes en su participación como el resto de los actores escolares. El tercer paso debe consistir en solicitar al Estado que resuelva los problemas edilicios y en revalorizar los Acuerdos Institucionales de Convivencia para su puesta en práctica. Por último, generar nuevas instancias de trabajo y encuentro entre el conjunto de los actores de la comunidad escolar.


19 6. Bibliografía Buenos Aires (prov.). Dirección General de Cultura y Educación (2000) Mediación y Resolución de conflictos. Nota de apoyo Nº3/2000. Recuperado de http://servicios.abc.gov.ar/lainstitucion/sistemaeducativo/educacioninicial/capacit acion/documentoscirculares/2000/mediacesc.pdf Buenos Aires (prov.). Dirección General de Cultura y Educación (2006) Diseño Curricular para la Educación Secundaria. Recuperado de http://servicios.abc.gov.ar/lainstitucion/organismos/consejogeneral/disenioscurric ulares/documentosdescarga/secundaria1anio.pdf Buenos Aires (prov.). Dirección Provincial de Educación Secundaria (s/a) La participación estudiantil en la escuela secundaria: organizaciones estudiantiles y Centros de Estudiantes. Recuperado de http://servicios2.abc.gov.ar/lainstitucion/programaddhhyeducacion/derechossecun dario/laparticipacionestudiantil-1.pdf Funes Lapponi, S. (2000). Resolución de conflictos en la escuela: una herramienta para la cultura de paz y la convivencia. Contextos Educativos, 3(1) 91-106. Fuqeun Alavarado, M. (2003). Los conflictos y las formas alternativas de resolución. Tábula Raza, 1(1) 265-278. Kantor, D. (2008). Variaciones para educar adolescentes y jóvenes. Buenos Aires: Del Estante Editorial. López de Lemos, L., Pacífico, A., Mejias, D. y Saccone, J. (Noviembre, 2011). Construcción de ciudadanía entre jóvenes: Centros de estudiantes en escuelas secundarias. Trabajo presentado en XI Congreso Iberoamericano de Extensión Universitaria de Universidad Nacional del Litoral, Santa Fe. Petróleos del Perú (2009). Procedimientos para el manejo de conflictos y negociación, participación ciudadana y monitoreo social. Lima: Social Capital Group. Leyes: Ley Nacional de Educación N° 26.206 Ley Provincial de Educación N° 13.688 Ley de Centros de Estudiantes N° 26.877 Resolución 1709/09 AIC (Acuerdos Institucionales de Convivencia a nivel Provincial)


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