OPINIÓN ARTÍCULO
JOSÉ AMADOR 10 AÑOS DE TORTURAS Y ENCIERRO ADRIÁN RAMÍREZ/PRESIDENTE DE LA LIGA MEXICANA DE DEFENSA DE DERECHOS HUMANOS
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osé Amador Partida Hernández fue arrestado de manera arbitraria. Es víctima de abusos por parte de autoridades de seguridad pública estatales que violaron gravemente su derecho a la libertad e integridad personales y a la presunción de inocencia, preso por delitos fabricados y víctima de tortura junto con su coprocesado. ¿Por qué una persona inocente tiene que permanecer 10 años privado de la libertad injustamente a causa de la sistematizada elaboración de investigaciones de ministerios públicos deficientes?
Antecedentes El 7 de mayo de 2008 se recibió una llamada telefónica en las Oficinas de la Policía Federal, de una persona del sexo masculino quien hizo una denuncia anónima: “El día de hoy se va a reunir el narcotraficante Arturo Beltrán Leyva, mejor conocido como el Barbas, con integrantes de su grupo en el Hotel-Motel Rosales ubicado en el kilómetro 95 de la autopista Cuernavaca-México. Como señas, el Barbas anda en una Suburban color negra, escoltado por varios vehículos”. Supuestamente al decir lo anterior, la persona interrumpió inmediatmente la llamada.
Detención arbitraria y retención ilegal Detienen a José Amador entre Jojutla y Xoxocotla el 7 de mayo de 2008 entre las 15:00
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16 de diciembre de 2019
y las 16:00 horas. Cuando caminaba por la carretera federal, le marcó el alto una camioneta en la que viajaban cuatro policías estatales. Lo esposaron, le amarraron los pies, con lo que queda indefenso. Lo aventaron hacia la batea de la camioneta. Como ya estaba inmovilizado, se golpea la cara. Durante el traslado a la Procuraduría se encontraron con federales, quienes amenazaban con matarlo por su probable participación en la balacera entre ellos y la escolta de Beltrán Leyva. Aproximadamente después de 30 o 40 minutos fue entregado en las oficinas de la Policía Federal Le colocaron una camisa sobre cara y cabeza para impedirle ver y dificultarle la respiración. Enseguida vinieron golpes con cacha de revólver; golpes de puño y patadas de pies a cabeza, incluyendo genitales. Lo obligaron a mantenerse en posiciones forzadas hasta el agotamiento. Recibiró amenazas, vejámenes, humillaciones y golpizas reiteradas. Además, privación deliberada de medios de vida y deprivación sensorial. Narra Amador: “Cuando me entregaron me subieron a una camioneta donde se sentaron los federales a mi lado, preguntándome quién era yo, por qué me llevaban, y me dijeron: ‘Ellos dicen que participaste, así que tú nos vas a llevar con el fulano Arturo Beltrán Leyva’. Les conteste: “¡Cómo te voy a llevar si no sé quién es esa persona, ni sé dónde está!”. Me dijeron: ‘Ahorita vas a saber’”. Vinieron más golpizas hasta descalabrarlo. Lo golpeaban si decía que sabe y si decía des-