Relámpago entre dos
Accésit al premio de poesía en la XVI Bienal literaria “José Antonio Ramos Sucre”. Año 2007
MilagroHaack 2005 - 2007
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“enviarás mensajes sonreirás tremolarás tus manos así volverá tu amado tan amado” Alejandra Pizarnik “Soy del reino donde la noche se abre repentinamente” Hanni Ossott
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Prefacio . I
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“enviarás mensajes sonreirás” Alejandra Pizarnik
Antes mucho antes de todos tus mutismos – suspira muy quieta aún dios puedo ser cascada vuelo mar en río espacio Todo amoroso relámpago
por tu encargo
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I Creo en la fuerza sustancia que me rodea ángel de madera alguien elevó tus alas en tus manos colocó el pan de esperas cuando el fruto es bien recibido y todo lo demás gira alrededor de tu espalda azul comienzo entre dos velas custodiando entrada de miradas hay algo nuevo en el cuerpo olor de árbol recién cortado húmedo que permanece dentro de la rueda mudando el otro incienso visita para charlar con dios
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II Entrando nueva de cuentos veo el polvo húmedo
recostado en las esquinas
el frío
sorprendido en las sábanas
después de dejarla llena de ojos -dejo el viaje vestuario al lado del baúl lazo de agua en la entrada sin abrir sus puertasdetalle de regreso hojeo el rastro de su rostro en la pared brotando gaviotas sus ríos a medio beber
sobre las mesas de la noche
comentándome el nácar del caracol con su collar de perlas la falta de dormir conmigo
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III
bordeando la noche en cuarto creciente gusto
la sal contenida en aguas fogoso
rĂo
venteo animal halago columna del viento con un solo abrir desnudando lazos de lluvia rociando luna
jaula que abrasa el caracol salvo de tus redes cerrojo
lo poseo
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ojo
IV
-deseáisla cardinal montura amo extremadamente blando tomo de su fuego dejo la isla de los acuerdos cruzo su mensajera sombra -hoy -sabéis a gloriahorizonte por un instante estoy en lo velado estoy estoy pisando sus pasos estoy estoy amándolo fundiéndome sobre este suave rozar
sólo
tu rostro
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VI
Bebo de sus Aires vacĂo con un suave caer
luna
hasta el final del susurro que retorna mientras baja el paso sobre la alfombra recogiendo llaves -el mĂo dios estĂĄ llorandopor esta hora con fino goce dentro del atajo de su largo preludio regalando luna cruzando su ojo la hĂşmeda ventana bajando un lago por los muslos del rostro
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VII Apunta hacia dentro de su mar que anochece tallando con las manos Luz pulsa la piel -apetĂŠceloflujo
abrazo entre dos
jugoso - espera – donde quiebra el hielo quiebra flor pasando por el espejuelo con un tiemblo de su bien exquisito manto vistoso
palpo amatorio
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VIII
Descubro otro campo entre los canutillos
del territorio relámpago
-es un cuerpo lastimado imposible de tocarlo desprendiendo un cuido de sangrejunto al beso su bocaLo miro a través del espejo tan libre tan de ganas de la caricia descosida de la niebla con tu mismo temblor desde lo alto sin el claro palco por pasamanos -Sentir su amor como un gemido
de la medianoche
Sentir su amor hacia el cuerpo
como un reprimo bostezo-
me abraza al mismo beso
que sólo roza la mirada
bordado con hilos de seda
íntimo de mi cielo
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IX
Por no ceder espacio tengo en mi mano el adagio de una gota del relรกmpago
Agua del cielo en la hoja
que contemplo
parece despedirse de la tierra negando su voz
aferrada del reflejo
que anuncia su adiรณs por el ojo izquierdo de la adivina juntando mucho mรกs la niebla
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X
Dejaste el reclamo sobre el espejo que se dilata iluso rasgado por el apetito del gozo tajando
sombra
con antojo de sol
bocado rocío
pasajero del viento
que asoma una vez más
la sangre nocturna
bañando su rostro
gesto aullando -un paz descanse junto a su errante soplo de ese
quiere
amarme-
con un Salve María ojeando sólo
escote
respirando
por el sacrilegio aplaudo
mi noche
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XI
Callado
señala el fuego
íntimo de todo polen a buena hora -danza el cultivo a dúo de tierra por abono la vidadesea vaciar el beso con el tejido de su lluvia desea todo lo cálido que amanece a mi lado hierbabuena desde su aire que no me desgaja las alas sin caer en el delito de cobijarme
Siempre
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XII
Está sangrando la boca que cruza el paso del río
por el respiro de la hoja
-hay luz afuera
se inventa
se cae
el buen dios-
sentado
se abre
sobre la cesta llena de océano
cosiendo lo oscuro cuando la llave es reflejo por donde se puede mirar el festín de no tener
cuerpo
sólo río por debajo de la tormenta
sobre la pecera
amarrado a la boca que sangra sangra la lluvia por el vacío de luna el espejo
traspasa
de mar el agua que desgaja
cayendo despacio al suelo
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Relรกmpago II
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I Dicen que uno vuelve a la mar dicen que hay fijaciones de niebla por todos lados que los temores atacan el presagio
y uno se agasaja en dios
diciendo Silencio Míreme entonces
se va al cementerio
se recorre la herradura antes de charlar con los muertos se les lleva flores luz para un comienzo
“-Dios ha muerto me lo dijeron por teléfono Dios murió… sin contacto Dios murió… sin oírme …sin mirarme las manos.-* dentro del pecho
del hermano árbol
cosechando la sangre
viajando sobre el Silencio
Tonya sí recibió esa llamada en aquella sala de espera con tanto ahogo sin un hasta luego cuando nos encontramos con ese silencio perfecto que busca Alejandra
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II La escucho siembra con sus manos el sonido desde la esquina donde se encuentra barriendo hasta la hondura del respiro dando el giro desde siempre regresa
-cuando el pájaro vuelve porque la tarde cae y llega al árbol.-* sonando más fuerte
sobre el techo
cuando deja colgado el rostro del día
en el entrecejo
de un sol que germina
por este círculo sentencia de un dios
La escucho recorre la casa doblando su inocente ventana
igual
Eugenio igual
por andar de navego con el espejo mientras danza estremece
regresa
migaja del aire
juego del lejano
silencio por creerse Bella
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III Se ahoga de tanto esperarlo dentro de la tarde ojeando el puerto a ver si viene del sur cuando el norte se abre podando la vida Húmedo Húmeda al pie del ramo y la caña que aspira el viento donante testimonio - no hay resucito
junto a este hasta luego con dios -
te oriente al vientre de la mar-
-aquí están sus aguas, resurgidas, agrandadas, los pasos que regresan a su frente- * anula
tocarlo como el ala de un
muerto
cuando el rezo de irse clava
la sola luz
sobre
otro paso de aguas
tan íntima
- saliente sepulcro sonando a limosna
Beso su con
tan
tierra costoso
su espera silencio
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IV La lluvia entra por todas las ventanas y se enamora de la luz helada por tantos gestos deja
su
pasa
velo
dobla el arco que parte en dos el cielo cuando lo oscuro perdura en la vela que delira - es un paso hacia
otro mar -
Silencio deja morir el asomo lentamente en la pared que observo atando nudos para revelar
-Cada cuerpo con su deseo y el mar al frente.-* junto al
susurro oleaje
el temblor por las hĂşmedas manos sin que se desplome el espejo de tanto traslado
desde lejos
donde encuentro
el cuerpo
sobre el sumo
del frĂo
quedĂĄndome
quieta
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V
Lo espero en la ventana para llenarme el rostro de su caricia lenta plena del entreveo
-juega conmigo a ahogar mi hondura, nervudo de culebras de sol”- *
del campero aire
por esta mañana
invitándome
salir de nueva
entre los movimientos de aquel que reconozco cuando se arrima para darme sólo
incruste de mirada
vestida de lluvia giro su río Amándolo
largo
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VI
Subí por la tela de lo alto cuando la arena palpa el cielo
reflejo
del pájaro que canta Ofrenda de
dulzura cazada
con las manos
dentro
de la tragaluz haciendo halago
fausto
de aquel deseo lo suave que va cayendo
navío
en un solo sonar del trueno
Relámpago Cayendo Cayendo
-“Ya no desfallezco ante el mar ahogado de los besos”-*. por las entretelas más hacia dentro pidiendo Caracol esta hoja
recitando
donde muero con la sal
el instante en boca de este mar
enrojecido por lo carnoso que percibo sabiendo que no hay un coral de Regreso
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de postizo canto
VII Me regresan el olor del jazmín plantado en el patio el frío que siente los huesos de los árboles -hay luto por otro nortemucho silencio para amarrarlo en esta esquina donde tomo un sorbo de café tan amanezco con un ramalazo incrustado en el pecho -ve hacia el espejo limpia lo que rueda por su mejilla
vida -
mientras giro con todo lo visto el juramento que me amordaza al gesto de mi cuerpo dentro de lo mágico de llevarle flores y no puedo no puedo
callar tanto
mira el pájaro
canta sin límites
el viento corre de rápido
deja el sonido
para saber ir tras de él
tras la lluvia
mientras subo al árbol
en este instante
cuando necesito la palabra del otro por ello escribo escribo
de tanto despliego lo humano
cuando
lo natural charla en su recorrido por el día
entonces
me devuelven otra cerradura que no conozco
clavada
en los muros necesitando enredaderas
madreselva trinitarias que perduran con la belleza de lo alto
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-será que soy un erizo que no ven que censuran por tener
boca de mar-
-como ave en su jaula, desgranando cual trinos la emoción de las horas convertida en palabraopaco el silencio cubro el espejo con su vestido de seda me pierdo por los montes mojado de verde sobre la espuma de mar que entra por los parques mudando el asomo de dios
que ríe dándome la espada
espantando lo sembrado en nuestro patio.
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VIII Ciegan el canto escrito en lรกpidas son tantos que no alcanzan velas para alumbrarlo pero saben de este silencio azotando la cruz profunda sobre sus cabezas entre grandes estatuas dejando en la empalizada
- un solitario amanecer de mariposasdonde dios no santigua lo redondo del polvo en una caja de pรกramo palpita la subida de llevadero olvido aliento
vuela con
fuego mรกs rรกpido
cuando
libre suelta el coรกgulo de la gota
vuelo RESPIRA rebasa
el sendero hacia arco que por final
saludo Santo Silencio
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IX Torrente de bajas lenguas conducen la herida
que por lágrima
la mar recibe
olas
se vuelven costilla
abren el surco
del terror rebasando hasta tocar el mismo dolo y tajarlo con sal de espera todo se vuelve una sola mirada portada en manos no loables mientras el ahogo
marca la huella de su desaire
no existe un sentimiento tan apagado como la caza de la inocencia por sentir que dios existe atado a una promesa no cumplida marchita palabra marchita estremece la piel de mujer
agoniza
juzga su mundo
ofrece sus migaja
y nosotras hechas
de alga
de arena
de río
de tierra
de una Sudamérica que no desprecia su vasija por ser enigma desde los años de niebla
“Tampoco te ocultas de su llamado” ofrendan la mar sólo con las manos llenas de abono
“que sigue ardiendo en tu voz “
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X
“Yo veía un niño agonizando en los jardines El que arrojaba uvas delirantes a las duras bahías” * Mientras se descose la Tierra con su Luz al mover la hoja hacia el gajo del inicio amparo la estela de este seis de enero transito por el desnudo caramelo del lejano e infante calzado con un rosario de uvas entre mis manos Me deslizo por los años entre las veredas de nuestro Espacio con el espejo de su sombra
con el sonido del teclado
saliendo de esa misma tierra Amado muéstrame tus alas
sobre este extranjero caminar
soñando con la Grecia junto al obelisco silencio
anciano viento
junto al piano
del caído árbol
donde estoy convertido en armario Campo Alegre
asomando la mano
agarrando la mañana
que hoy
la oración escondida en el patio
plasma
-“Encumbrado a ti, ¿El relámpago de mi respiración? ¿El vuelo marítimo de un cisne o un zamuro?”- * desplegando luz
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Entre dos
. III
28
XII
a Ti del Sur No se detienen por lenguas de fuego poseen la fuerza del río con boca de mar atajo lo íntimo del pantano
donde se ampara
al buen cobijo del árbol
su marea tocando la puerta
círculo
que sentencia el soplo
ahora relámpago
la torre como erizo
-El mar se abre en mí, vasto para lavarme, regarmenervio elevándola
otra vez hacia el horizonte
cuando es enigma
de su encierro en calma
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respira
XIII
Hay ternura que puede donarse sin presuras de alma con un sentir el desayuno sin diluir la imagen donde revelo el afecto atado al fuego de la noche mientras comienzo este día lo visto de seda perfumo la distancia que recorro entre el movimiento y la voz de afuera que despierta el quedarme con el sueño
-Caer como un animal herido en el lugar que iba a ser de revelaciones.con la llave en mano
un pedazo nuestro
enluta la cuadra donde vivo mínima caigo sobre su túnica sin decir lo que por cielo
espero
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XIV La busco
por mi cúpula mar
en lo profundo del único ramal de coral espléndido que poseo
jugoso
lo amo por este cimiento tórrido cuando bebo lo sembrado en noche siempre bajo el agua que respiro de su epílogo bajando la mirada inmenso horizonte tibio con celo a ser visto por este cuerpo que lo reclama con voz nadando largo verlo incrustado en su médula hasta un final
tan nervudo
-Al menos déjame escribir esta noche un poema Al menos se trata de una pasióncorrida de algas mojando
la ráfaga
sobre su arena gota a gota
su cofre sobre el pecho
guardando la brasa
llevándose
el clamor de esta
que por
Instantes
abre
almeja
su estalle de romper Olas.
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XV Por qué me da brillo no es por carencia de fijar tu rostro en otro espacio no hay un no que pueda decirme ni un sí que lo anule desde donde me convence de ser paisaje suelta de sus lienzos es la palabra árbol de mar tan profundo como andar tejida de voces mientras miro lo nublado del sol sobre el arco del viento que deja el canto sólo por el roce del oráculo por el otro sonido del patio vecina
espiga dando vueltas y vueltas
-y yo sola con mis voces, y tú tanto estás del otro lado que te confundo conmigo.tocando el medio rostro espejo
en la ventana saciada de recados tan de pedir luna tan a mi costado
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XVI Luz brilla y no se marquita por la lluvia crece en los claros de la ventana es mirarla de lejos lo que si plasmo es venirse hacia mi cual noche del oeste amiga hay un gracias que debo hay un rosario de mar esperando hay un cortejo siempre callado en el horizonte
-Es demasiado. Suficiente. Suficiente. Carezco de fuerzas He dejado el poema, la palabra He hablado demasiadodescanso su voz abrirla a lo que estĂĄ tan callado
no la cierro por mar no dejo suelta la hebra
en su collar
el palo de rosa
Ăntimo del caracol por camino delanteros preĂąada de Lucerna de hierba
aria
entre olas relampaguea se queda.
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XVII Vino el anuncio y por ley callo no pretendo ser soplo de quien no conoce la palabra inquieta
miramiento en la piel que la mar recibe
en su sagrario con los brazos hinchados
de ausencia
viajando hacia el norte
-y la muchacha vuelve a escalar el viento y descubre la muerte del pĂĄjaro profeta.con su ahogo ocupado
sustenta la pĂŠrdida
callando el aliento que rompe una ola sola ve
sepulta la costa a los pies del pĂĄjaro
la sal en fuego devorando
el carnoso abrazo Ofrenda de su Isla.
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XVIII Los tejo desde mi niñez sobre las hojas de los parques que gotean en la memoria de la noche mira la doble ventana de dios con ritmo abierto alabando péndulo los ojos del búho -toda niña tiene un dios y sabe mirarle los ojosse contempla el café en la taza no hay presagio sintiendo el llanto por toda la montaña
entre manos vira el tejido de regreso palpita lo desconocido
en la aguja y la hebra abismo
vuela hacia el corazón del árbol
-Di, el poema que ahora aún no he pronunciado como si esta iniciación no fuese suficientenunca fue sencillo mecerme por los brazos de sus ramas por el cuello opulento lleno de fe
por el vientre de sol
-cierto es pero no se dobla el árbol en su caídasubo a través del aire atravieso incluso su horizonte siendo tu palabra
lluvia
con alma de todo espacio
–perdone que no obedezca-
hay un abraso que pulsa decir luna de foráneo olfato
cuando froto la piedra
bebe
ruego
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Silencio.
XIX Se fue de saludo espesa tras la Lumbre de su rocío entonando el aguacero de luna ventura de irme con el cántico que brota del pétalo sobre la gota de
perderme entre loa valles de su vena
puntual roce roce sin detenerse
-hasta que tu rostro se aleje de mi miedo como un pájaro del borde filoso de la noche-* sin indulto del alma para acoplarlo con el amante de su sensorio lejano coreando entre líneas de seda y labio lo cerrado
del vuelo provocando sin detenerse el cabalgo paso con la noche besando luna arena por dentro
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. IV
37
XX
“Me pediste mi distante secreto Da el tuyo a mi curiosa lejanía” cae dorándose
detrás de la montaña
fogosa el agua en la noche la perla del redondo signo
matojo de tu selva
única hoja para devolverla a su amanezco la red para cazar lo profano del fuego
donde busco los cruceros
que me hacen una antesala saciando la voz del viento el nocturno incienso que desagua la sombra de lo humano
siendo una isla
el solo abanico que recibe la mar en su irse a fondo al cierre del alba del velo que simula ser la apertura de todas las puertas en tu astillero y busco me busco Almendro lunar
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XXI
“navegando por los caminos subterráneos, el viento nos empuja como si fuésemos si obra maestra”
no escribas nada Escucha - sólo escucha los nudos que trae el viento. Quizá respire la ceniza de la sombra por el clavel que hay en tu patio.
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XXII
La mesa muy bien vestida con un concierto de encajes el pasticho dentro de su corona apetece el mediodía junto al cálido recibimiento
de mano que lo sirve con esmero
Se charla de la boda del vestido de la madre de la novia -color púrpura como los dioses-
“Y no saber, no saber que hay un pueblo de trébol con el mar a la puerta” del otro lado el sabor tiene un nombre a través de sus escritos lo manifiesta
con gran encanto
por estos horizontes donde amanezco con un puerto de fondo deseosa de ver el sol cruzando tus ojos espero
aunque llueva
festejas como un picaflor otro contento del día
que traslado a mi suelo con tocado de
renuevo “y sin nombres
ni lámparas”
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XXIII
“Cae tupido el telón de lluvia” aunque por estos lares la misma lluvia desde la madrugada alimenta el congénito patio
el encuentro hermano tu palabra
siempre ráfaga por torrente
llamado hacia el santuario leyendo en tu tallo
regresa niña regresa como
“la raíz del mangle” despejando abrazo de su benévolo rocío
preñando el espacio con memoria del viento
hermano que arrulla secretos de altura
“ella abre y cierra el mundo Siempre.” con su cruz del lago con
“la lluvia nunca está donde la dejo”
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XXIV
"El hombre es un dios cuando sue単a, pero un mendigo cuando reflexiona".
dios sue単a que es humano dios mendiga cuando ve su infinito Mal o Bien un mendigo es un desnudo dios.
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XXV
“Justificar el paso y enaltecer su huella esa que luego todo lo vuelve aparente Ilusoria luz sobre el cuerpo.” seduciendo su más íntimo espejo en lo quebradizo del beso que despide la espalda próxima a la caricia sobre el papel por este domingo de recados renace del sorbo de su tierra una vez más
como saludo espíritu polvo
escucha las tormentas del sabio dios sobre la ciudad
y con pie de lluvia
lo mantiene
del lastimoso
testimonio de lo que fue el patio
atado a la puerta
por donde pasearon laberintos de ralea humana impresiones
consagrando los ojos de sus monumentos
“Y a tientas va marchando hasta el estanque y se para después a oír en torno: y las casas están pálidas todas y las encinas mudas...” palpando
el silencio de amarlo
dentro de su Coral cofre de ceniza
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XXVI
“Tú no eres gajo, grumo ni silencio Tú no eres inútil en el país del viento” el mal tiempo entra por la ventana mirando los ojos de quien traiciona el sublime duelo que le pertenece al universo -es hora de no abrir lo espeso del silencio no hay amores que de cierto dejen
su tierno puerto -
la vida persigue al que por bien no se reconoce en ella por muy desnuda corra mi sangre junto al verbo sus cortejos
opacan los ojos
lastiman con la sed
de otro soñoliento paso aunque sea una vez deja caer el velo por más viento que entre rompiendo los espejos mojando con furia las hojas los santos contra el marco deseando volar con la misma fuerza del río revelando aliento cultivo del íntimo terreno herencia de sangre aunque, soy – ¿o somos?- el desprecio de los que nos miran con cierto recelo ocultando lo externo del viento
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XXVII Fugazmente a modo de tocarlo
de sentirlo
revelan el fuego a la piedra de lo creado hay algo en sus palpitaciones que
les impiden despedirme
hay un dejo encanto hacia ellas
en días faltos del incienso
“! Qué bueno sentirnos juntos respirar A un mismo ritmo venido de muy lejos!” voz de runa
para mirar
a contraluz
lo cazado de su semblante
“! Qué sabroso tener el calor que nos toma Y el saber del sabor en la lengua!” sola -ellas- incrustada en el cuerpo poblando
la imagen redonda de pájaros sus cielos
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EpĂlogo .V
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I Voy hacia la red de agua tejiendo la mirada a la ventana sin despertar el día cómplice del su desploma hojas en su cauce me manosea de cielo me serpentea de aves en su sótano entre
luna y ventana bajo
llena de voz mi espera el medio viento
por mandato del río
al caerme de cascada cuando regreso y suele bañarme y mirarlo sola
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II
No dejes que me devuelvan a tierra parece decirle el árbol
que sostiene la ventana amarrada a la casa
mirando hacia el norte sur de su mar que la posee abriendo lo carnoso de su lenguaje
muy generosa
ojeando
los días en silencio
desde atrás
con su abrigo es - de - espacio
por donde me observa cuando lo lejano es monte se refresca con olor de cariaquito morado más allá nos miramos
en la luz de la tarde
acostándose temprano mientras el perro ladra a la iguana gestando intervalo verso preludio de paciencia
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III La mar puede bajarse hasta los pies mas dónde quedó lo húmedo de aquel postrero pienso cuando
sola
se aislada con algas toca la puerta del amado Neptuno y con bondadoso arrojo abre su pálida hermosura
recogiendo sus cabellos el sólo miramiento
un pájaro cruza el océano salpicado de su velo descalzo horizonte asombro encuentro en puerta con su ojo al volver a la mirada
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rijoso
IV Cómo huir del cántaro riego entrando en la arena toda hoy desnudo hembra acaso
sola mirando el horizonte
acaso
llevando el ritmo de la ola cuerpo
catando lo espumoso al cruzar su rostro salino
que te abraza hasta los pies
acaso
suerte de volverme alga
acaso
mar regresa
amando ritual diario íntimo de este bosquejo en ceremonia con navío muestro
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V Miro hacia este caer el día abriendo luz que escucho
desde el comienzo
en romance con el vuelo del pájaro vestido de ceniza así de suave transito tras la palabra amiga al trote de su cabalgo amén luna en caja de música desde adentro buscando su paraguas remonta las montañas
con su espejo de niebla
sostiene un sol vivo por el árbol abrazo cuando el sonido mar por una sola lágrima consume el latido que culebrea la montura ensortijado en bucle de medianoche abre sus alas siendo águila abriga silvestre su eleva plumaje miro hacia este caer el día la lluvia repasando imágenes por la ventana
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VI Abre la reja el canto sobre el techo de madera cruje de frío el azulejo la noche me busca para dejarme el repaso de un mañana - busca lo blanco la estancia el dar las gracias por un favor concedido de no quedarse con el vaso a medio beber sólo por complazco gira juega muestra aquello que guarda entre las cejas que no combato callo por mandato y de nuevo corro en búsqueda del un fragmento -el que da un flor
da la espina también-
sangro hasta verter esta lumbre gota faro de su isla
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VII
Abriendo apenas los ojos escucho el arrullo de un quijotesco paso sobre lo claro de una preñez
grieta del sol
cuando amanece con unas ganas de lluvia dichosa cae
se derrama sobre el verde para sentirse más hermosa corona lo delicado
con agrado el pulso de la voz dando tres veces los buenos días por lindero viento orilla
Soy
el pie de la montaña esperando el beso que la rodea
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VIII
Llenó el sábado con sus ojos de lunas en pleno día mientras
sirve el café
bebo de las palabras jugosa de un retoño aliento entre sus labios abraza el gusto tempranero Un instante
después junto al horizonte viajo sobre la niebla de su ciudad
-de él - a mi ladoDentro
muy dentro por este hoy
por recordatorio es cobija de este otro contento
que me llevo
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IX
Santificado sea el pigmento que sala la piel este irme
lejos
quemo su guarda tan Naciente en mi gota tierra amo el amanezco Ăntima del brazal por largarse cercano al lechoso rocĂo desnudo
Cordero bebo de tu salino rosario desde el fecundo nicho tĂłrrido salvo en cruz
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X Cae una hoja muy cerca de mi pie un poco más allá un pájaro desprende su amarillo patio del liceo cortado por un surco mas para sellarlo con el pañuelo que escucha otras voces mientras caigo dentro de los escombros me pierdo en la sepultura de un santiamén vuelvo a la hoja al amarillo pariente de este invierno son pequeños detalles los contentos que te llevo
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XI
Alabo sobre las aguas
lo fibroso de su hoja
que vuela en un instante sin perder la brújula bañando
el labio mar
sólo con el viento un sorbo del relumbro abanico
erizo
rocío que ojea este anclado
estreno
atajo entre dos
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XII Quizás pueda rozarla por una sola cuenca sólo extraer lo supremo del hilo del caracol húmedo
salivando la sola arena
sólo penetrar por el rosario
del Agua
cerca del silencio
dando su bálsamo
el salino pájaro
asomado por la ventana
desde la corona
terraza de Mar
sólo alumbrar el pasaje del preludio hasta el puerto de la fuga orientando profunda la palabra lo efímero del planeo sólo vaciar esta red -telaraña-
por el ojo
de lo blanco
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espiral
“Soy del reino donde la noche se abre repentinamente” Hanni Ossott
Desnudo propio sepulcro bebo de la sangre condenada al silencio por su culto dual hacia la lluvia amante del río develando su amoroso encanto
retorno a la mar
Cuerpo acuerdo amable interno en cada hoja que acecha lo luminoso el abrir cada palabra esperando detrás de la puerta diálogo dentro del te rozo enlazando sus ojos a la noche cuanto te abrazamos
dios a la piedra
que cruza lo blanco
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Índice: - Prefacio .I I al XII - Relámpago .II I: * Tonya Bottaro II: * Eugenio Montejo III: * Edras Parra IV: * Eugenio Montejo V: * Enriqueta Arvelo Larriva VI: * Juan Sánchez Peláez VII: * Ida Gramcko VIII: * Vicente Gerbasi IX: * Edras Parra X: * Juan Sánchez Peláez Entre Dos .III XII: * Hanni Ossott XIII: * Alejandra Pizarnik XIV: * Hanni Ossott XV: * Alejandra Pizarnik XVI: * Hanni Ossott XVII: * Alejandra Pizarnik XVIII: * Hanni Ossott XIX: * Alejandra Pizarnik - . IV XX: * Enriqueta Arvelo Larriva XXI: * Esdras Parra XXII: * Luz Machado XXIII:* José Napoleón Oropeza XXIV: * Friedrich Hölderlin XXV: ·* Hanni Ossott / Rainer Maria Rilke XXVI: * Juan Sánchez Peláez XVII: * Alfredo Silva Estrada - Epílogo .V I al XII Foto: Catherine Haack
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