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la sirenita que querĂ­a ser pirata


«La sirenita que quería ser pirata» ©Mildzy Mujica Lima, mayo de 2019, 30 pp., 20 x 20 cm Babyk Fashion SAC Para su sello editorial Cuenta Conmigo Avenida Las Casuarinas 122, urbanización Valle Hermoso, Santiago de Surco, Lima, Perú RUC 20601491614 Teléfono 952-108-449 www.soycuentaconmigo.com ventas@babykperu.com Primera edición, 2019 Un ejemplar Este libro no podrá ser reproducido, ni total ni parcialmente, sin previo permiso escrito del autor. ¡Todos los derechos reservados! Textos: Mildzy Mujica Ilustraciones: Mildzy Mujica Cuidado de la edición, diseño y diagramación: Babyk Fashion SAC Hecho el depósito legal en la Biblioteca Nacional del Perú: 2019-XXXXX. Impreso en XXXXXXXXX XXXXXXXX, Lima, Perú RUC XXXXXXXXXXX Editado en mayo de 2019 Impreso en Lima, en mayo de 2019


mildzy mujica

la sirenita que querĂ­a ser pirata


CrĂŠditos


Dedicatoria: .................................... .................................... ....................................


Mildzy Luz Mujica Humala Nació el 4 de diciembre de 1985. Es Ingeniera Industrial, escritora, empresaria y mamá de dos lindas niñas: Kianna y Kayci.



Había una vez una sirenita llamada Triana que estaba aburrida de ser solo una sirena y quería ser pirata. En la escuela de sirenas recibía clases de poesía, canto, geografía submarina y geometría. Pero esto no le gustaba mucho y anhelaba la aventura de navegar en busca de tesoros escondidos y batirse a duelo con espadas.



En el reino de las sirenas estaba totalmente prohibido contactar con los humanos y peor aún con los piratas porque éstos tenían una reputación muy mala y se creían que eran malhumorados, groseros y que solo traían caos a donde llegaran.



Una noche la sirenita escapó y trepó hasta un gran barco pirata y se escondió en un barril de agua. Desde su escondite podía escuchar que los piratas tenían previsto zarpar a una isla secreta para desenterrar un cofre con monedas de oro. Triana estaba deseosa por acompañarlos, pero le daba miedo salir de su escondite. Los piratas se hacían llamar la tropa de los cien mares.



Un pirata que tenía mucha sed se sirvió agua del barril, levantó la tapa y la descubrió. ¡El bullicio que se armó! La interrogaron, pero la sirenita que había escuchado sus planes con atención, les dio consejos para navegar hacia la isla gracias a sus conocimientos de geografía submarina y quedaros tan satisfechos, ¡que hasta la invitaron a su aventura!



Cuando la sirenita regresó al reino, se había corrido la voz de su encuentro con los piratas. Su padre se disgustó mucho y le pidió que abandonara sus sueños de ser pirata y que se enfocara en sus tareas de la escuela.



Al amanecer, las luces del reino no encendían. El rey fue a la sala de máquinas y descubrió que habían robado el rubí de poder. Encontraron una nota firmada por el pirata Barba Negra que exigía mil cofres de oro para su rescate. Triana pidió a su padre para que la deje ir con sus amigos de la tropa de los cien mares, para poder encontrar a Barba Negra, su mayor enemigo.



Triana regresó al barco pirata y le contó a sus amigos lo sucedido. Ellos le dijeron que habían visto la noche anterior desembarcar al pirata Barba Negra, a orillas de un bosque. Se dirigieron para allá y sus amigos le prepararon un vehículo móvil con su barril de agua para que pueda ir por tierra firme. En el interior del bosque, siguieron las pisadas de Barba Negra. Las aves revelaron a Triana que el rubí estaba oculto en la copa del árbol más alto. Sus amigos treparon ágilmente y bajaron el preciado rubí.



De pronto, escucharon unos pasos y apareció Barba Negra con su tropa, rodeando a Triana y sus amigos con sus sables listos para el combate. Triana observó un alto árbol lleno de cocos delante de Barba Negra. Tomó la honda de uno de sus amigos y con un rápido cálculo del ángulo, disparó. La piedra impactó en un coco gigantesco que cayó directamente sobre la cabeza de Barba Negra, dejándolo inconsciente.



Triana y la tropa de los cien mares apresaron a barba negra y sus secuaces. De regreso al reino acuático fueron condecorados por el rey. Desde ese día, Triana fue libre de seguir con su aventura pirata sin dejar de lado los estudios, que la habían ayudado en su misión. Triana finalmente abrió un curso especial para sirenitas que quieren ser también piratas.



Y recuerda: para ser un buen escritor... ยกla prรกctica hace al maestro!




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