No. 1 #transgresión

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No. 1 Año 1 Julio 2021

# transgresion


Bienvenidxs, oficialmente, al primer número de minuscula, el cual dedicamos a la TRANSGRESIÓN, un acto revolucionario, que no solo cuestiona y desobedece todo lo establecido, sino que posee una fuerza capaz tanto de destruir como de crear. Así que pónganse cómodos (o no tanto), porque las siguientes páginas están cargadas de esa fuerza —violenta y tierna—, que implica el acto de romper los lentes viejos y opacos con los que nos enseñaron a ver el mundo para conocerlo, nombrarlo y observarlo con una mirada renovada. Coral Sotelo Dirección y diseño editorial: Aarón Álvarez Edición: Coral Sotelo Comité seleccionador: Una mosca (que vale por tres) Fotografías portada y contraportada: @r_a_w_photo

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minúscula, literatura breve /Agraphia Editorial / CDMX / 2021 Se prohíbe la reproducción y difusión total o parcial del contenido de esta publicación, sin la autorización de editorxs y autorxs (guiño-guiño).

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Nuestra minuscula ficcion

Transgresión Después de tanto pensarlo, el zapato por fin salió del closet, ahora es una bella zapatilla.

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minuscula Cuento corto II

Dicen que los lugares sagrados han sido violados. Que ya no hay miedo a la muerte, que la gente sobrevive y no vive. Que vivimos en una zona gris permanente. Vamos a dormir. Total oscuridad. Silencio mortal. Esto va lento, va por días, va por años, va por milenios, es francamente una anomalía climática. Yossa Guzman, CDMX

Árbol torcido No puedo imaginar un dolor más grande que aquel que debe sentir el árbol torcido al ver sus frutos caer en línea recta. Dominic Bermudez, CDMX

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minuscula Lepidópteros Mi amigo biólogo habla de insectos que hace poco se extinguieron. Muestra las fotografías de los fantasmas. La gran mariposa blanca. Bicho que proliferó cuando éramos pequeños. Aquellas mariposas revoloteaban a la orilla de los cerros en un vuelo torpe, como si jugaran con el viento. Las abuelas decían que eran las almas de niños muertos. Miro la fotografía y recuerdo que solía perseguirlas con una vara. Niños liquidando almas de niños muertos. Niños extintos. Eso somos. Rogelio Silva, Colima

AZAHARosos ruedan por el suelo dulces limones. Isabella M. Tenorio, Nicaragua Almario, CDMX

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minuscula

André La hora ha llegado, las columnas de papel con todas las palabras deben caer hoy, la biblioteca del mundo tiene que morir. Un fósforo bastaría para una persona ordinaria, pero el joven escritor toma su pluma llena de tinta sangre, dibuja en el aire la palabra fuego y un ave surca por el sitio quemando todo lo que toca con sus ardientes alas. Cada libro en llamas se convierte en una nueva ave que vuela por los cielos en busca de una hoja impresa para devorar. André sonríe orgulloso, el mundo jamás volverá a ser igual. Los objetos se llenan de vida y corren por las calles de la historia mientras los humanos se transforman en inexpresivos maniquíes. Por el callejón del tiempo se pierde el eco de sus pasos, llamando a más como él. Ivan Quiroga, Edomex

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minuscula Moscas y acuarelas Distiendo colores que reminescen en los pastizales de la muerte, tomo para mí cada pequeño átomo y moldeo trazos que logren increpar mi vuelo, delineo pictografías en tiempo pasado esperando corromper el pensamiento colmena que nos habita. Vibra mi cuerpo y el entorno se descoloca cada que nacen tetraédricas concavidades de vida tergiversante, que estoy segura van a transgredir el arte. Que se enciendan los paradigmas en lo trigueño de tu piel. Que en leña verde se queme tu icónica figura y la radicalidad del pensamiento destruya los recintos. Total, hoy en día cualquiera puede herir la cristalina percha humana, incluso una mosca. Alejandro Volta, CDMX

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minuscula

(____________) Por Leodan Morales

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Ceyok nakayome kal’tempa kuetlesho Cuerpxs otrxs pielxs perifericxs letrxs disidentxs. Almxs amorfxs colorxs extrañxs narrativxs distintxs. Ceyok nakayome kal’tempa kuetlesho

Musculx (s)(s)(s) Huesx (s)(s)(s) Venx (s)(s)(s) Sangrx (s)(s)(s) Hecx (s)(s)(s) Fluidx (s)(s)(s) Ceyok nakayome kal’tempa kuetlesho Rostrxs Rostrxs Rostrx Rostrx Rostrxs Rostrxs Rostrx Rostrx

Relatxs difererentxs formxs vanguardistxs lenguajxs transgresorxs. Ceyok nakayome Desmutilacionxs corporalxs kal’tempa kuetlesho dermxs fluctuantxs cabellxs coloridxs (____________) Por Leodan Morales Ceyok nakayome kal’tempa kuetlesho Ceyok nakayome Musculx (s)(s)(s) kal’tempa kuetlesho Huesx (s)(s)(s) Melodixs desencriptadxs Venx (s)(s)(s) realidadxs alternxs Cuerpxs otrxs Sangrx (s)(s)(s) nuevxs opcionxs. pielxs perifericxs Hecx (s)(s)(s) Rasgxs no binarixs letrxs disidentxs. Fluidx (s)(s)(s) gritxs descuadradxs Almxs amorfxs dimensionxs multiversalxs. colorxs extrañxs Ceyok nakayome narrativxs distintxs. kal’tempa kuetlesho Ceyok nakayome kal’tempa kuetlesho Ceyok nakayome Rostrxs Rostrxs kal’tempa kuetlesho Rostrx Rostrx Gentx (s)(s)(s) Rostrxs Rostrxs Personx (s)(s)(s) Relatxs difererentxs Rostrx Rostrx Individux (s)(s)(s) formxs vanguardistxs Pobladorx (s)(s)(s) lenguajxs(s)(s)(s) transgresorxs. Ceyok nakayome Ciudadanx Desmutilacionxs corporalxs kal’tempa kuetlesho Habitantx (s)(s)(s) dermxs fluctuantxs coloridxs Leodan Morales, Edomex Ceyokcabellxs nakayome kal’tempa kuetlesho Ceyok nakayome kal’tempa kuetlesho 8 Melodixs desencriptadxs realidadxs alternxs


minuscula La cocina

La cocina

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Edgar Khonde, CDMX

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minuscula El sueño americano Lupita se para en la frontera y mira, con cierta angustia, lo que pasa del otro lado. Ve las vidas tan perfectas de los niños jugando al balón, la imagen de las familias compartiendo su Coca-Cola, la felicidad de los perros olfateando su trasero, y piensa: Del otro lado de la frontera la vida es mágica, está llena de una pureza increíble. De haber visto que era así, no me hubiera dejado llevar por el sueño americano. Fernando Hernandez, Chihuahua

Gente de cine Ante el estupor de los fatuos estudiantes de cine, el mendigo que habían contratado para caraterizarse a sí mismo, se meó encima de los cables, ¡creando así su primer corto! Cesar Navarrete, Guerrero

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minuscula Amparo Con gusto me quedaría más tiempo, pero afuera me me están esperando y tengo que seguir con el jale. Aquí tiene lo acordado: goza de sus trece años y ya puede tronarla como quiera. Ella se porta muy bien, se lo aseguro. Pero eso sí, no olvide que al bajar su mazo quien queda en libertad soy yo… señor juez. Adrian Garcia, Chiapas

El ruido de una sirena me recordó que siempre estamos cerca de la tragedia.

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Nada nuevo bajo el sol lo mejor está por venir, pero también lo peor.

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Manlio D.M.A., CDMX

Victor M. Campos, CDMX

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minuscula

Nadie dijo nada Al filo de la tarde, como cada día, una legión de vagabundos parasitaba alredor del atrio de la plaza. Entonces, cundió el pesimismo cuando avistaron acercarse a los gendarmes con macanas en las manos y pérfidas sonrisas. Acordaron, los sin techo, desplazarse muy despacio, como habitualmente lo hacían, para no despertar la atención de los defensores de la ley y el orden, que siempre los vigilaban con ojos de buitre. Atrás quedó Pello, el veterano de Vietnam, que absorto en su mundo no advirtió la presencia de los policías. Le mostraron la macana y Pello dijo árbol, pero ellos le contestaron palo, garrote y celda. Le enseñaron un puñal y él dijo paz, verso, amor, poesía; sin inmutarse. Ellos, riéndose, respondieron jab de izquierda y de derecha... Lo sacaron a rastras de la plaza, sin ninguna justificación, mientras nadie dijo nada ante aquel atropello. Antonio Ramirez Cordova, Puerto Rico

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minuscula

Lo que no nos contaron Cenicienta no llegó a las doce, Blancanieves no comió de la manzana, la Sirenita no salvó al príncipe, Bella le dijo que no a la Bestia, Wendy cerró su ventana, Alicia dejó de perseguir conejos blancos y, desde entonces, los cuentos se han contado de diferentes maneras. Khatia Garcia, Edomex

Mujer contra mujer/Revolución Ellos dijeron que querernos era prohibido, que al hacerlo estábamos manchando el mundo, que era pecado y no estaba bien visto. Nos lo gritaron en las calles y lo pintaron en la pared, dijeron que amar así como amamos era incorrecto. Pero ellos no saben que al amarnos como lo hacemos, al tomarnos la mano en público, al gritar lo que sentimos, estamos revolucionando el amor. Angie P. Rainbow, Mexico

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minuscula Detrás del telón la verdad es tuya aunque uno quiera ver caído el telón la verdad es solo una lo que piense o diga ya no importa pues al decir miento y al pensar, sucumbo.

Bonzo

Soy mi propio g Callo y renun mundo Humo negro soy Adan Machuca,

Pero hay en mí la costumbre de la duda; la verdad es una y el telón no baja, el asiento incomoda y el teatro se me achica. Solo en mi inconformidad me filtro ligero entre esquinas y fisuras en un intento por salvaguardar mi conciencia. Irrumpo profanando la verdad del telón y descubro detrás de él la brillante proyección de los ocasos, bajo la incomprensible pauta del anonimato y ya no sé regresar al lugar donde armonicé con la verdad que me mostrabas. Ahora veo de lejos los vestigios de tu voz pidiendo mi regreso. Jesus Ugarte Vazquez, CDMX

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David Terra


minuscula Revolución titiritera

gas ncio al

y. Jalisco

El viejo bufón, adulador de reyes, los miró y notó un cambio inquietante. Había llegado el día tan temido. Era tiempo de violar el precepto. Los títeres y las marionetas giraron para moverlo a él, su dueño. En un instante de horror se transformaron en manos e hilos vengando su historia de manipulación eterna. Marcelo Miguel, Argentina

Código postal Yo soy de todos lados Pero soy más De donde sean Los sin lugar

Omar Cancino, Nayarit La transgresión del cuerpo El peso de tus piernas vueltas rosario. Diego Alonso, Peru

azas Tello, CDMX

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La salvación El último habitante del planeta yacía náufrago; aquellas noches de insufrible soledad y esos días de desesperación inconmensurable le proporcionaron una visión única de la vida. Profundizó en el lenguaje del mar y del viento, se instruyó en la lectura de las estrellas y las nubes, cultivó el arte de escuchar el silencio e interpretarlo. Una noche antes de arribar, los misterios que todo sabio instruido anhela desentrañar, le fueron revelados en el lenguaje que había entendido durante su calvario en altamar. Estaba seguro de que su hallazgo salvaría a los humanos de sí mismos, aunque ello significara que gran parte de sus conocimientos quedaran obsoletos y que la transgresión a las normas que los tenían sometidos sería su redención. Setenta días de ayuno le dejaron sin fuerzas, solo la voluntad de mostrar su descubrimiento a la humanidad le dirigía los pasos, mientras musitaba: “desobediencia”. Didiert V. Villarreal, CDMX

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Victoria La batalla que libramos toda la vida, esa que parece derrota que alienta y entretiene, es precisamente aquella que nos salva de la muerte. Elena Gonzalez, Edomex

Angustia Se lo advirtieron: No toques ese botón. ¿Por qué no?, se preguntó cada día de su efímera existencia, sin recibir respuesta alguna. ¡Qué no lo toques! Le gritaron nuevamente al ver su temblorosa mano dirigirse al lugar de la prohibición. Lo tocó. Todo se desvaneció. —¡Qué raro! La pantalla del televisor se apagó sola —se escuchó del otro lado. Laura Medel, Edomex

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minuscula Antifaz felino detrás de tu silencio Detienes el tiempo con tu curiosidad Despiertas las fauces de tu cueva Despojándome de toda soledad Bigotes de nieve, afelpado mar Transgrediendo el mundo Desafiando tu instinto natural En la cerradura de tus ojos garzos No hay ley que dicte cómo amarte Ni sentencia ante tus zarpas escondidas Destierras por completo mi nostalgia Transgrediendo el mundo Despojándome de toda soledad.

Karen Rubi, Edomex

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Mundos paralelos El saber no ocupa lugar —se dijo— y le prendió fuego a la Biblioteca de Alejandría. Sara Mateos, Puebla

Tu nombre Tengo que elegir entre el verde o el carmín. El verde siempre ha sido mi preferido por la cándida nostalgia de los bosques, pero hoy no quiero candidez, necesito voz. Necesito voz. Elegí el carmín y me acompaña dentro del morral, puedo sentir cómo se mueve dentro de la lata, inquieto. Mientras tomo la lata, percibo el sol en la espalda como alertando «apúrate», pero no tengo prisa. Escribiré tu nombre afuera de su casa. Tu nombre en la puerta. Tu nombre en el muro de la ventana. Tu nombre en la banqueta. Tu nombre en su historia. Claudia Rivera Hamed, Morelos

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minuscula A mi matriarcado Palabra soy en el silencio de mis mujeres voz chillante que duele en las sienes. Soy remedio al malestar de sus cuerpos llagas purulentas de ansiedad en la herida punzante de mi tiraje matriarcal. De todas ellas coexisto en la flor que asfaltos fragmenta, que germina en oscuridad; semilla expulsada de los más bellos astros. Soy caricia consentida en golpes de amor las braguitas orinadas en las garras del “sin nombre”. De la A a la Z todas soy; nieta, hija, hermana mujer pagana sanando el clan, quien nace del caos en forma de hogar. Final soy porque sé de dónde vengo y en donde no quiero terminar. Patricia Sanchez, Guadalajara

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minuscula Sangre trangresora Te dicen que la desprecies, que no se toca porque es sucia y asquerosa, que es vergonzoso si manchas con ella tu falda, que reprimas tus ganas si tienes deseos libidinales y tu interior es rojo, porque tu sangre es antihigiénica, pegajosa y antierótica. Detente. Huele tu sangre, tócala y siéntela en tus yemas, pinta con ella tus muslos, condúcela a tu ombligo y luego a tus pechos. Cuando llegues a tus labios, pruébala, distingue su gusto y lámela de cada uno de tus dedos. Descubrirás un delicioso elixir y que los cólicos se calman con orgasmos. Nadie te dice que tu menstruación es tan rica, que si la riegas sobre la tierra crecerán las flores. Mag Mantilla, CDMX

Samantha Ochoa, Guanajuato

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Angel Nore, Colombia

La polilla Mi madre me recordaba a las polillas, esos seres diminutos e indefensos a simple vista. Ella comenzó a gestar huevecillos desde mi boca hasta mi mente. Los fundó sin dejar rastro y de a poco, sin darme cuenta, esas larvas comenzaron a ruñir. Caí en cuenta de que yo era su nido cuando estaba plagada. Sus pequeñas criaturas carroñeras empezaban a tragarse mi conciencia. ¿Sería yo también una polilla? No lo supe, hasta que llegó la policía y encontró mi cadáver escondido entre un montón de polillas. A mamá nunca le gustó tener una hija, ella quería tener una polilla. Karolina Canales, Nuevo Leon

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minuscula anuncia Talleres de cine de Aarón Álvarez / agosto - octubre

Divulgación de ciencia, arte, tecnología y narrativas

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